La Trinidad terrestre está concebida

iconográficamente según el modelo

de la Trinidad celestial. San
Francisco de Sales, en sus
Conversaciones Espirituales,
escribió: “María, José y el Niño son
una Trinidad en la tierra, que en
cierta forma representa a la
Santísima Trinidad. San José es la
imagen de Dios Padre, el Niño es
evidentemente el Hijo y la Virgen
sustituye al Espíritu Santo, del cual
es el templo vivo”.

A partir del siglo XVII se dio en la

pintura con cierta frecuencia la
superposición de las dos «trinidades», la celestial y la terrenal. Así
sucede en esta composición, en cuya parte inferior aparece la
Virgen, con su doble corona, la de estrellas y la formada por
querubines; San José que lleva una vara, y entre ambos, la
sonriente figura del Niño que camina entrelazando sus manos con
las de sus padres. Sobre este grupo, en el eje central de la
composición, sobrevuela la paloma del Espíritu Santo y junto a ella
aparece la imagen de Dios Padre.1

1
https://www.carmenthyssenmalaga.org/obra/la-trinidad-en-la-tierra