Está en la página 1de 6

CHARLA: “El llamado vocacional de todo cristiano”.

María, nos encamina a Jesús.


(Diócesis de Catamarca – 8 de agosto de 2020)
A cargo del P. Daniel Alberto Lascano (Operarios Diocesanos)

El llamado de María: modelo y paradigma de la vocación cristiana

Les propongo centrar nuestra reflexión en aquel episodio que cambió la suerte de la
humanidad. Sin duda, uno de los relatos más bellos de la historia de la salvación porque marca un
punto de inflexión entre la transcendencia y la inmanencia de Dios, cuando Dios decide amarrarse a la
historia humana, entrar en ella, pidiendo permiso a una joven de Nazareth. Hablamos del relato de la
Anunciación (Lc 1,26-38), contemplado en la obra magistral del pintor Fray Angélico (dominico,
llamado Guido di Pietro) quien nos ofrecerá algunos secretos para profundizar acerca del misterio de
toda vocación cristiana. Haremos una consulta a grandes especialistas de la teología bíblica que
abordaron este relato (cfr Bultmann, Fitzmyer, Brown, Pikaza, y otros) con sus comentarios
exegéticos e interpretativos del pasaje.

Sin afán de complejizar, buscaremos en la Biblia, en el Arte y en el Magisterio del Papa, aquellos
aspectos esenciales que refieren al acontecimiento de toda vocación, inspirados en María Virgen, en
este año jubilar mariano. Este ejercicio contemplativo consta de tres niveles:
a) Descripción pictográfica: personajes/posturas – escenarios – objetos - tonalidades
b) Dinámica relacional-vocacional: a la luz del relato bíblico
c) Desafíos a la cultura vocacional: resonancias de los mensajes del Papa en las JMOVs.

a) Descripción pictográfica: personajes/posturas – escenarios – objetos – tonalidades


Personajes Dios Padre Adán – Eva Espíritu Ángel Gabriel María
- ángel -
Ubicación Angulo sup Lado Trasversal de Centro Lado derecho
cuadro izquierdo izquierdo arriba a abajo
Sin rostro Cuerpo entero De Dios Padre Mira a María de pie, a la Mira serena al Ángel, sentada,
(fuente luz - …yéndose a María misma altura que ella a la misma altura que él, de
Postura mano) vestidos (aletea en ese (un poco más abajo), de brazos cruzados, levemente
(rostros haz una brazos cruzados, inclinada
preocupados) paloma) levemente inclinado
Ángel
mirándolos
Desde el cielo Circulan en un Atraviesan Dentro del primer arco Más adentro de la galería,
azul, irrumpe espacio verde, tanto el de la galería, posado en apoyada en la pared, sobre
Escenario un sol de plantas y espacio verde el suelo. Reluce el una alfombra, repleta de luz
brillante, frutas como los dos espacio por su encendida. Al fondo se ve un
encima del (paraíso) arcos de la luminosidad y calor cuarto simple y discreto
prado galeria
En la Galería No llevan Centralidad En la escena se destaca María luce una coronilla en su
central nada en las atenuada de la el lugar como un templo cabeza, se encuentra envuelta
Objetos aparece un manos, se ven paloma dentro clásico. El ángel no lleva en un manto azul, en su
rosetón con la entreverados del rayo de luz nada sobre sí. Sólo su pierna posa un libro
imagen de entre la dorado presencia dotada de
Dios Padre vegetación reverencia y respeto
Entre los 1/3 del Es la Se destaca el dorado Recubre el techo de la galería
colores cuadro ocupa prolongación sobrio de las alas y la el mismo AZUL que el manto
Tonalidades pálidos se este verdor del dorado del aureola., el cabello de la Virgen, misma aureola
destaca la que contrasta Padre hasta dorado intenso igual del ángel, en su pecho se
intensidad con 2/3 de tocar a María que el de María percibe un color rojizo
del SOL luminosidad intenso en sus pliegues

b) Dinámica relacional – vocacional: a partir del relato bíblico:

En esta fase nos interesa percibir los términos del llamado existente en el acontecimiento
de la anunciación, puesto que ofrecen criterios válidos para una nueva comprensión del
misterio de la vocación cristiana. Para obtener mayor riqueza y volumen en este apartado, no
podemos descuidar los aportes derivados de la descripción-análisis de la pintura y algunos
comentarios de exégetas de renombrada fama en la tradición bíblica. Dividiremos el relato
bíblico en seis momentos:

1- Saludo del Ángel:


- Localización: el acontecimiento se sitúa en un contexto determinado, mostrando su
historicidad (“aquí y ahora”) Sexto mes (de Isabel), Nazaret, virgen desposada con José,
de la familia de David, nombre de María.
- Triple saludo: tres expresiones que denotan los deseos y constataciones del Ángel en su
visita:
a) “Alégrate”: es una invitación a alegrarse, un saludo mesiánico que evoca la presencia
de Dios, el Salvador de Israel para su pueblo.
b) “Llena de gracia”: abundancia, benevolencia Divina, poder de Dios que seduce con su
ternura, ella fue favorecida (= encontró favor)
c) “el Señor está contigo”: fórmula de bendición (cf Rt 2,4), cercanía de Dios, presencia
y garantía de su bondad.

No caben dudas que la expresión de saludo del Ángel generó una atmósfera propicia
para acoger el anuncio a seguir, donde se refleja el actuar de Dios en la persona de la Virgen,
antes de proponerle ser la Madre del Salvador.

2- Reacción de María:
- “…se turbó”: en griego, la expresión denota una inmensa sorpresa. Otros subrayan que
permaneció inquieta, no por la teofanía en sí misma – ya era mujer de oración – sino por
el misterio que encerraba semejante saludo.
- “¿… qué significa esto?: El temor de María viene acompañado de un diálogo, que invita a
preguntar, pensar, discutir, de manera dialéctica. Se instala un encuentro dialógico.

3- Encomienda del Ángel (qué): en su revelación, el ángel insiste en ser “la llena de gracia”
(cf v28), por ello dará a luz un Hijo (en tono imperativo), se llamará Jesús (nombre =
identidad), Hijo del Altísimo (pertenencia divina), enuncia la realeza de Jesús (promesa
mesiánica)
4- Inquietud de María: al estar desposada con José, sin convivencia, sin intimidad, la
pregunta de María da lugar a la centralidad del mensaje del ángel, ella no vacila en
preguntar, sigue su búsqueda en confianza al Señor, dejando que Él tome toda iniciativa con
respeto y atenta a su plan.
5- Consignas del Ángel (cómo): la respuesta despliega la intervención divina como suceso
nuevo, fruto del Espíritu Santo como poder creador de Dios, se compara con la creación de
Adán (de la nada), la palabra “sombra” remite a la presencia de Dios (no instrumento como
“nube”). En Lc. el título “Hijo de Dios” designa al Mesías, igual que “Hijo del Altísimo”.
- “prueba del poder de Dios”: constancia en su parienta ya encinta en su vejez: “nada es
imposible para Dios” = “dabar” = palabra creadora (garantía de la obra divina)
6- Respuesta de María: se percibe la inmediatez de María al misterio de Dios, abierta a su
inmensidad, al don que se le ofrece y dispuesta a la entrega. Como “la servidora” se dispone
a cooperar en el proyecto de Dios. Queda totalmente eclipsada al poner su mirada en la
humildad de su esclava.

c) Desafíos a la cultura vocacional: resonancias de los mensajes del Papa en las JMOVs.

Retomando la pintura de Fray Angélico, observamos aquel “haz de luz” que conecta en
sus extremos a la “iniciativa (mano) de Dios Padre como fuente” de un lado, con el pecho de
María (pliegues rojizos) acogiendo esa luz en su interior, presencia dinámica de una “paloma”
(paz – novedad) evocando la acción del Espíritu Santo en el otro extremo. Ambos son los
principales actores del llamado (Dios – María). Ahora, cabe destacar un tercer actor que ocupa la
centralidad de la imagen y quien despliega y clarifica el mensaje-contenido de la vocación: el
Ángel. Este tercer actor no desempeña un papel secundario, alcanza alto relieve en el arte de
favorecer tanto el anuncio como la respuesta de los actores principales, bajo el papel de
“mediador”. Hoy ese rol corresponde a la Iglesia:

“Importa la mediación comunitaria”.” Es oportuno realizar “experiencias apostólicas junto


a otros miembros de la comunidad”. (Cf Mensaje Papa JMOV 53°). “… deseo que la Iglesia
recorra este camino al servicio de las vocaciones” (Cf Mensaje Papa JMOV 57°)

Veamos ahora por parte, aquellas notas significativas del acontecimiento vocacional
reveladas en el episodio de la Anunciación, recogiendo algunas claves que explican y orientan
el llamado vocacional hoy en la Iglesia:

1- Dios llama: es indiscutible que la iniciativa del plan de salvación pertenece a Dios: “Dios te
ha favorecido” – “Dios te llena de gracia” – “Dios está contigo” – “El poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra” – “Nada hay imposible para Dios”. Es admirable que toda vocación
está fundada en el amor desbordante de Dios, Él da los recursos y ofrece garantías en su
solicitud, apelando a la decisión libre y gratuita de la persona llamada. Por lo tanto, Dios al
llamar: “ama, prepara, garantiza”, vale decir que no improvisa. “Cuando el Señor suscita una
vocación no sólo piensa en lo que eres sino en lo que puedes llegar a SER junto a Él y con
los demás” (CV289).
Otro elemento destacable en el cuadro de la Anunciación, es la tonalidad azul, tanto en el
recinto (techo del templo) como en el manto de la Virgen María. Es signo de divinidad (esta
tonalidad resultaba muy costosa fabricarla, con minerales caros). Evoca la atmósfera
sagrada (ambiente espiritual) que requiere todo discernimiento vocacional y una
experiencia de Dios (íntima y personal) de quien se siente convocada. Ya lo refiere, en otros
términos, el Papa Francisco:
“La llamada del Señor es la iniciativa amorosa de Dios que viene a nuestro encuentro y nos invita a
entrar en un gran proyecto, mostrándonos en el horizonte un mar más amplio y una pesca
sobreabundante” (Cf JMOV 56°).

Por último, si volvemos al cuadro de Fray Angélico, aquella fuente de luz radiante
(mano) con su extensión (Espíritu) se inicia en el paraíso original, atraviesa el jardín de
Edén y llega a la morada de María. Esto nos quiere advertir que “El sol sale para todos” (cf
Mt 5,45) o sea, desde Adán y Eva, Dios expresó su amor y los llamó a cooperar en su plan de
vida en abundancia y de comunión fraterna. En el cuadro se pone de manifiesto la pérdida
del paraíso a causa del orgullo y la necedad humana (Adán y Eva se retiran…) como
contracara de toda vocación fiel a Dios que exige humildad y obediencia cordial, como
vemos en María. Dios llama pero no impone su plan, nos seduce y atrae con su iniciativa
dejándonos libres.

2- María es llamada: podemos recoger algunas disposiciones de María a la hora de recibir el


llamado:
a) María orante: ya describimos la atmósfera exterior e interior de María (tonalidad
azul). Ella dispuso un clima propicio para el encuentro con su Señor: su local está
precedido por Dios (ver “rosetón” en el frontal superior de la galería) y el libro (de
salmos) en su pierna, objeto de piedad y devoción. Además, la luminosidad de la
galería contrasta con la opacidad del paraíso (manchado por el pecado),
construyendo una escena colmada de esplendor en el Espíritu. El Papa decía:
“Nunca podrá haber pastoral vocacional, ni misión cristiana sin la oración asidua y
contemplativa”. (Cf JMOV 54°).

b) María inquieta: el nivel del encuentro entre el Ángel y María es claramente dialógico,
participativo, deliberativo. Vemos algunas actitudes de María que valen la pena
subrayar: “se sorprende”, “se siente agraciada”, “se pregunta cómo sucederán esas
cosas”, “se dispone a la voluntad de Dios”. Esto quiere decir que el anuncio no le causó
“extrañezas”, como si se tratara de un “lenguaje ajeno a ella”, sino que su reacción
fue de curiosidad, de emoción, de una mayor proximidad con los intereses de Dios,
diríamos… fue una “fascinación”, en un ida y vuelta con el Ángel. Ella supo ubicarse
en el horizonte de los intereses de Dios y de su pueblo, a la espera del “Mesías
prometido”. El Papa Francisco lo advierte así a los jóvenes: “Cada vocación nace, crece
y se sostiene en la Iglesia, en el horizonte eclesial del joven,” (Cf JMOV 53°). Es
importante reconocer en cada joven cuál es su horizonte referencial en su vida y qué
aspiraciones llegarían a fascinar sus proyectos y opciones.

c) María sierva: podemos afirmar que María abrazó la lógica divina desde un primer
momento de la anunciación. Ella se sumerge en el amor creador y seductor de Dios,
la lleva a engendrar a su propio Hijo en el vientre, bendecido y visitado, de esta fiel
mujer. María le da todas las licencias para obrar en ella su voluntad, queda
“amarrada” al proyecto de Amor y Redención que inicia el Padre en la historia. Aquí
vemos dos cosas en María: auto-donación y cooperación, apoyándose en las garantías
que el Ángel le comenta procedentes del mismo Espíritu de Dios. No se sostiene ni en
sus cualidades personales ni en sus empeños, sino en la Palabra pronunciada por
Dios. Por tanto, la vocación supone una nueva forma de ser y obrar, así lo expresa la
Christus Vivit:
“La formación de conciencia implica dejarse transformar por Cristo, o sea, reconocer la obra de
Dios en la experiencia cotidiana” (Cf CV 282).

3- El Ángel es “llamador”: la figura del Ángel como intermediario es de gran relieve e


importancia en el acontecimiento vocacional. Ya se expuso que la gran mediación que
propone, clarifica e incentiva cada vocación es la misma Iglesia, en sus ministros ordenados
y educadores en la fe: padres, docentes, religiosos/as, catequistas, agentes pastorales,
orientadores, grupos apostólicos, centros de espiritualidad, etc. Por tanto, es aplicable a la
misión de la Iglesia, a cada cristiano/a, todas las observaciones que se refieren a la
intervención del Ángel como mediador. Ya lo decía mi fundador, el Beato Mosén Sol:
“Seamos ángeles unos de otros” (Cf Escritos…). Vamos por orden de intervención:

a) Saludo: a la luz del pasaje y la pintura extraemos tres notas:


- “Entra en un espacio sagrado”: el ángel se sabe emisario, no dueño de la vocación, que
le excede. Propicia un encuentro de Espíritu a espíritu, siendo un facilitador de dicho
contacto. Fue clave ingresar al corazón de María, a su conciencia, con bondad y ternura,
a su “sede espiritual”.
- “A la misma altura, cara a cara”: prevalece el realismo y la frontalidad, basado en el
respeto mutuo y la acogida cordial. No hay afán de superioridad por parte del Ángel ni
de sometimiento a María. Es bonito observar las posturas de sus brazos iguales, con
cierta identificación y empatía entre ellos.
- “Entusiasmo y discreción”: las palabras del Ángel son elocuentes: ¡alégrate, llena de
gracia, el Señor contigo!”. Revela gozo, pasión, anuncio desbordante de amor, cercanía
de Dios. Supo generar un clima de estupor y alegría espiritual, con reverencia y sencillez.

b) Encomienda: el mensaje central consta de dos alocuciones: “Recibirás un favor


(concebirás…) y te pediría un favor (ser madre del Hijo de Dios). Se anuncia el DON del
Padre y se requiere el PERMISO de María, aunque la fuerza y primacía del DON ofrecido
posee un magnetismo tal que seduce a María quedando sorprendida ante semejante
pedido. Es interesante como Iglesia aprender a “llamar al seguimiento de Jesús” con
ilusión, apelando a una libertad generosa de parte de los jóvenes.
El mensaje del Ángel no sólo refiere a su misión de Madre sino también quién será y
dónde ejercerá la misión aquel Hijo por concebir. Vale la pena el encuadre histórico de la
misión (…trono de David, descendencia de Jacob… reinado…) vinculando este
acontecimiento con las expectativas mesiánicas del pueblo de Israel. Esto significa que la
animación vocacional exige “abrir horizontes eclesiales y sociales” a los niños y jóvenes
para que sepan atender necesidades y expectativas del Pueblo de Dios.

c) Procedimiento: en cualquier discernimiento no basta conocer el “qué” de la vocación,


también se requiere el “cómo alcanzar ese don” y desplegarlo. Es el momento “dialógico”
entre el Ángel y María. Se evalúan los instrumentos en juego: tiempos, recursos, agentes,
garantías, etc. Es el lugar del acompañamiento de la Iglesia para discernir mejor el
llamado, con sabiduría y respeto, sabiendo que es el Espíritu el principal “artesano” que
modela la vocación. Aquí cabe también citar a tantos hombres y mujeres que el Señor
llamó desde distintas circunstancias y fueron fieles y felices en su entrega (Cf Cap. II° de
la Christus Vivit). Este proceso de rastreo interior ha de relevar la obra que el Señor
viene concretando en cada candidato/a, en actitud de escucha (ab-audiens) obediente y
gratitud de entrega (gracia abundante recibida).

d) Distanciamiento: “Y el ángel se alejó”. Este dato no es menor. Es necesario retirarse


oportunamente una vez que “se expuso el mensaje” en su totalidad, aceptando la tarea
de “ser simple instrumento”. María dio la respuesta al Ángel, pero no siempre ocurre lo
mismo. Es mejor tomar distancia para respetar espacio y tiempo de discernimiento de
cada persona llamada, no ser invasivo ni controlador. Es recomendable permanecer en
estado de vigilia: orando por esta persona y apoyando en caso que lo requiera. Su
respuesta ha de pronunciarla ante Dios y luego en la Iglesia, con las personas que mejor
les puedan ayudar en su camino a seguir.

Algunos conceptos finales sobre el discernimiento de la vocación (Papa Francisco)

- “Estar disponible para acoger un llamado” “Dios puede estar ofreciendo algo más” (CV284)
- Preguntarse: ¿Me conozco a mi mismo?¿Cómo puedo servir mejor y ser más útil al mundo y a la Iglesia?
¿Tengo las capacidades necesarias? ¿Puedo adquirirlas o desarrollarlas? (CV285)
- “El discernimiento plantea la propia vida en relación con los DEMÁS” (CV285)
- En vez de preguntarte ¿quién soy yo? (autorreferencial) cabe la pregunta: ¿Para QUIÉN SOY YO? (alteridad)
(CV286)
- El Señor piensa en ti como un amigo personal”. El regalo de la vocación es un regalo exigente”.

También podría gustarte