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UNIVERSIDAD TECNOLOGIA DE LOS

ANDES.
Cede cusco.
Escuela profesional de ingeniería civil

Trabajo monográfico:
Estabilización de suelos con cemento
DOCENTE: ING. JORGE ENRIQUE HUALLPA MAMANI
INTEGRANTES:
 CHAVEZ PIÑAREAL LILIAN
 FUENTES CHAVEZ CINTHYA LUCERO
 PINO CáCERES LIA ESTEFFANY
 SARMIENTO OYOLO ÚRSULA
MATERIA: DISEÑO DE PAVIMENTACION
ESTABILIZACION DE SUELOS CON CEMENTO

INTRODUCCION
La tierra es sin dudas el material de construcción más antiguo; de los empleados
por el hombre en su evolución histórica. Sorprendentemente, ha llegado hasta el
presente constituyendo prácticamente la única alternativa para que una parte
significativa de la humanidad pueda disponer de una vivienda en condiciones
mínimas de habitabilidad. Este aspecto de la crisis de índole social impuesta por las
limitaciones económicas de una amplia porción de la población mundial ha merecido
la atención de reconocidas instituciones técnicas y científicas en diferentes partes
del planeta. Estas instituciones han emprendido el estudio riguroso y sistemático de
la tierra, en las diferentes técnicas constructivas que la emplean, para superar sus
raíces empíricas, dominar científicamente todos los aspectos del tema y conducir
su aplicación práctica por las vías más racionales, económicas y seguras.
Las tradicionales técnicas del adobe (ladrillos de suelo arcilloso secados al sol) y el
tapial (muros de suelos arcillosos con fibras vegetales conformados en el propio
lugar) son ampliamente empleadas en los países del tercer mundo por extensos
sectores de su población para construir viviendas e instalaciones sociales.
La sustitución de las fibras vegetales por aglutinantes como cenizas industriales, cal
o cemento han permitido desarrollar las técnicas de construcciones con tierras. En
particular el suelo-cemento ha devenido en un importante material de construcción,
tanto para viviendas como en obras viales, donde ha tenido un significativo uso.
La aplicación práctica del suelo-cemento conlleva, además de una caracterización
de las materias primas componentes, al desarrollo integral de una tecnología de
construcción.
Este desarrollo tecnológico para la construcción, en particular de viviendas y obras
sociales, unido a la tendencia a proporcionar viviendas adecuadas y de un alto nivel
constructivo, incluso más allá de consideraciones económicas objetivas, ha llevado
a subestimar las posibilidades del empleo de materiales y técnicas como el suelo-
cemento.
Sin embargo, la creciente demanda de proyectos para la construcción de viviendas
y sus servicios dirigida a los sectores poblacionales impone la necesidad de
racionalizar al máximo el empleo de los recursos disponibles, para ello, y como parte
de la solución, se analizará empleo del suelo-cemento, definiendo técnicas
adecuadas para utilizarlo como una solución constructiva para proyectos viales, en
aquellos lugares donde resulte ventajosa su aplicación.
La estabilización de suelos con Cemento consiste en la construcción de una capa,
constituida por material transportado totalmente o por material natural estabilizado
con cemento, de acuerdo con las dimensiones, alineamientos y secciones indicadas
en los documentos del Proyecto.
La adición de cemento, debe mejorar las propiedades mecánicas del suelo, sin
llegar a condiciones de rigidez similares a morteros hidráulicos.

ANTECEDENTES

Las más de veinte técnicas de uso de la tierra como material de construcción se han
empleado en todos los continentes desde tiempos inmemoriales. Obras defensivas
y viviendas fueron los fines principales a que se destinó este material en los albores
de su uso. Ejemplo de esto lo tenemos en los siglos VII y VI A.N.E. en Italia y algunas
zonas de Gran Muralla China.
Formas más elaboradas en base a grandes bloques de tierra secada al sol aparecen
en el siglo IV en Grecia conservándose hasta hoy cientos de metros lineales de
muro hecho de esta forma.
Pero si queremos retomar la evidencia más remota del uso de la tierra hay que ir a
la zona del sureste de Irán donde se encuentran las ruinas de Tepe Yahya cuyos
orígenes se sitúan en el año 3400 A.N.E y que hoy es un montículo de 18 m de
altura 180 m de diámetro.
En América hacia el primer milenio A.N.E aparecen las primeras viviendas
íntegramente de arcilla, aunque las más antiguas que hoy se conservan son de
piedras asentadas con arcillas y con revestimiento de este material.
En este continente las construcciones con tierra tuvieron su máximo esplendor 200
años antes de la llegada de los españoles con ejemplos notables, como Cachan,
Paramonga en Perú, que se aprecian aún hoy en día.
La llegada de los españoles produjo una fuerte influencia en las construcciones
indígenas de América, así se transformaron las técnicas del adobe y el tapial, que
los españoles conocían. Apareció la quincha en base a madera, barro y caña la cual
fue impuesta por disposiciones legales, en las segundas plantas de Lima, después
de los terremotos de los siglos XVII y XVIII.
Este uso de suelo tiene su justificación y la primera de ellas está en su extraordinaria
abundancia: el 74% de la corteza terrestre es tierra: lo que determina su fácil y
amplia disponibilidad y como consecuencia su bajo costo.
Por otra parte, cualquiera de las técnicas de construcción que emplea la tierra, y
entre ellas los bloques y tapiales (dos de las más desarrolladas), son sencillos y no
requieren equipos refinados, lo que facilita la autoconstrucción y su empleo.
Estas técnicas además contribuyen al ahorro de otros materiales como los
agregados y el cemento que puede destinarse a obras donde no hay lugar para la
tierra. Si además la comparamos, en cuanto a consumo de energía con otros
materiales de la construcción, resulta una gran economía con su empleo.
Pero la tierra no es sólo un material histórico. Hoy es también un material de
construcción para más de 1500 millones de personas que viven en construcciones
de tierra desde los Estados Unidos hasta la Patagónica; desde el Sahara, hasta el
Cono sur africano; en Asia y en el Oriente y hasta en la industrializada Europa.
La tierra sigue siendo un material de construcción. Según Naciones Unidas la oferta
oficial en los países en vías de desarrollo será superior a las 500,000 viviendas/año
(200,000 en Latinoamérica, 200,000 en África; 100,000 en Asia.
Esta contemporaneidad del suelo no se limita al tercer mundo como lo prueban los
ejemplos notables de conjuntos de viviendas L’ isle D Abeau en Lyon Francia o en
el barrio de la Luz en Nuevo México, Estado Unidos, cuyas calidades estéticas los
señalan.
La importancia que en Latino América se le da a la tierra y su estudio se materializa
con la creación del centro Latinoamericano de estudios y difusión de la construcción
con tierra CLEDTIERRA, creada a través de la Oficina Regional de Ciencia y
Tecnología de la UNESCO.

OBJETIVOS
 Permitir el aprovechamiento de suelos de la vía que tienen una deficiente
calidad, evitando su extracción y transporte a un vertedero, así como el de
tener que transportar de diferentes lugares que en ocasiones pueden hallarse
a distancias importantes.
 Reducir la sensibilidad al agua de los suelos, y con ello aumentar su
resistencia a la erosión, a la helada, y a otros agentes climáticos.
 Permitir la circulación por terrenos intransitables.
 Obtener una plataforma estable y resistente estructuralmente.

ESTABILIZACIÓN DE SUELO CON CEMENTO


El suelo-cemento es el resultado de una mezcla de suelo pulverizado con
determinadas cantidades de cemento portland y agua que se compactan y curan,
para obtener densidades altas y para que se produzca su endurecimiento más
efectivo. De esta forma se obtiene un nuevo material resistente a los esfuerzos de
compresión prácticamente impermeable termo aislante y estable en el tiempo.
Desde hace más de 60 años, en diversas partes del mundo, aunque no de forma
masiva y generalizada, se viene empleando en la construcción de base y sub-base
de carreteras, caminos, aeropuertos, calles y en la ejecución de edificaciones de
viviendas, naves agropecuarias e industriales. Durante los últimos años estas
mezclas se han empleado en la construcción de canales y otras obras relacionadas
con la rama hidráulica.
De los tres componentes del suelo-cemento, el del mayor volumen y más complejo
es el suelo.
El cemento mezclado con el suelo mejora las propiedades de éste desde el punto
de vista mecánico.
Siendo los suelos por lo general un conjunto de partículas inertes granulares con
otras activas de diversos grados de plasticidad, la acción que en ellos produce el
cemento es doble. Por una parte, actúa como conglomerante de las gravas, arenas
y limos desempeñando el mismo papel que en el hormigón.
El resultado de este proceso es la disminución de la porosidad y de la plasticidad,
así como un aumento en la resistencia y en la durabilidad. Se pueden utilizar todos
los tipos de cementos, pero en general se emplean los de fraguado y
endurecimiento normales.
En algunos casos, para contrarrestar los efectos de la materia orgánica son
recomendables los cementos de alta resistencia y si las temperaturas son bajas se
puede recurrir a cementos de fraguado rápido o al cloruro de calcio como aditivo.
Este tipo de estabilización es de uso cada vez más frecuente y consiste
comúnmente en agregar cemento Portland en proporción de un 7% a un 16% por
volumen de mezcla.
Al mejorar un material con cemento Portland se piensa principalmente en aumentar
su resistencia, pero además de esto, también se disminuye la plasticidad, es muy
importante para que se logren estos efectos, que el material por mejorar tenga un
porcentaje máximo
de materia orgánica del 34%.
Casi todos los tipos de suelo que encontramos pueden estabilizarse con cemento
con excepción de los que contienen altos porcentajes de materia orgánica.
Por otra parte, los suelos de arcilla o limo requerirán un mayor porcentaje de
cemento para lograr los resultados esperados.
Por lo general, la capa que se estabiliza tiene un espesor de 10 a 15cm y podrá
coronarse con una capa de rodadura de poco espesor (ya sea para tránsito ligero o
medio); también podrá servir de apoyo a un pavimento rígido o flexible de alta
calidad.
Para la utilización del cemento, lo que tiene verdadera importancia es que el suelo
no contenga materias que perjudiquen el fraguado o la resistencia.
En este orden hay que tomar en cuenta las aptitudes intrínsecas del suelo para la
estabilización como son la Granulometría, lo que implica que los suelos a mejorarse
no deben contener piedras de tamaño superior a 60 mm (es decir, que el porcentaje
que pasa por el tamiz #200 sea menor del 50%); y la Plasticidad, lo que determinará
la calidad de las arcillas, estableciendo un Límite Líquido menor de 50% (<40%) y
un Índice de Plasticidad menor de 25% (<18%).

EL ÉXITO DE LA ESTABILIZACIÓN CON CEMENTO DEPENDE DE TRES


FACTORES
 Contenido apropiado de cemento
 Contenido apropiado de humedad
 Adecuada compactación

Por estos las mezclas deben ser sometidas a diversos ensayos como son el de
compactación, durabilidad y compresión que aparte de su objeto específico servirán
para dosificar el cemento que se empleará en la mezcla.
Tanto durante la ejecución, como en el comportamiento ulterior del firme en servicio,
el cimiento juega un papel relevante, que en ciertos casos puede llevar incluso a la
ruina del firme, al menos de forma local y especialmente en combinación con el
agua. Por ello, parece oportuno conocer su constitución, funciones y las
características de los suelos como materiales de construcción.
Puede definirse como cimiento del firme al conjunto de suelos y otros materiales
que se encuentran bajo el mismo. La explanada es la superficie del cimiento, sobre
la cual se apoya el firme. Las cargas del tráfico, fundamentalmente verticales,
producen un estado tensodeformacional de intensidad decreciente con la
profundidad, llegando muy aminoradas a la explanada gracias a la distribución
proporcionada por las capas del firme. A partir de ahí, las tensiones y deformaciones
siguen disminuyendo, de forma que a una profundidad de 1,5 - 2 m son ya
prácticamente inapreciables.
Las capas superiores del cimiento o capas de asiento del firme tienen por ello la
mayor responsabilidad en el trabajo conjunto de la estructura firme – cimiento, por
lo que con frecuencia están formadas por suelos de aportación o por la
estabilización de los existentes. Estas capas constituyen la coronación sobre el
núcleo de los terraplenes y el fondo de los desmontes. Debajo está el terreno natural
subyacente.
Las capas de asiento constituyen así una transición entre el terreno natural y el
firme, con un doble objetivo:
A corto plazo, es decir de forma inmediata, durante la construcción de un firme
nuevo, tienen las siguientes funciones:
- Proteger el terreno natural de los efectos de las cargas del tráfico
- Permitir la circulación del tráfico de obra y de la maquinaria de construcción
de las capas del firme
- Establecer una calidad de nivelación suficiente para asegurar la adecuada
regularidad superficial de las capas del firme, en particular de la capa de
rodadura, así como los espesores de las capas
- Aportar la capacidad de soporte necesaria para la compactación de las capas
superiores.
A largo plazo, es decir con el firme en servicio, tienen una importante función
estructural:
- Homogeneizar el apoyo y aumentar la capacidad de soporte del cimiento, y
también
- Insensibilizarlo respecto a la humedad, bien por la aportación de suelos
granulares o por la estabilización con cal o cemento de los suelos existentes.
En suma, se desea conseguir una estabilidad satisfactoria de la obra en servicio,
con unas deformaciones tolerables. En particular hay que evitar los cambios de
volumen, así como los fenómenos de erosión.
Sin embargo, con frecuencia no se dispone en la traza de suelos naturales que
tengan las características requeridas, por lo que si la explanada ha de tener una
capacidad de soporte suficiente, es necesario al menos mejorarlos del modo antes
indicado. En vías para tráfico pesado suele ser conveniente disponer de una
explanada de elevada capacidad de soporte, la cual requiere ya de al menos una
última capa de suelo estabilizado con cemento, que mejora significativamente el
comportamiento del firme, y en particular su resistencia a la fatiga, permitiendo al
mismo tiempo reducir los espesores de las capas del mismo.
SUELOS
El suelo se puede definir como un material trifásico compuesto por una fase sólida,
una líquida y otra gaseosa.

La fase sólida la constituyen minerales variables formando una estructura que


depende de los tipos, el tamaño de sus diferentes partículas y la rigidez de su
organización. La estructura del suelo en la naturaleza tiene un elevado volumen de
vacíos en forma de poros que pueden encontrarse total o parcialmente llenos de
agua o agua y gas.

Desde el punto de vista de su empleo como material de construcción, el suelo se


caracteriza en dos grandes grupos; los suelos finos, compuestos por arcillas y limos
y los suelos gruesos formados por arenas y gravas. Estos dos grupos se fraccionan
en subgrupos, tomando en cuenta la granulometría o distribución de los diferentes
tamaños de partículas que contienen y la plasticidad que ofrecen con diferentes
contenidos de humedad. Cada subgrupo responde al comportamiento frente a las
acciones internas y externas, como por ejemplo: la permeabilidad, las densidades
posibles de alcanzar, las deformaciones que pueden sufrir bajo carga y la
estabilidad o resistencia entre otros parámetros. Basado en los sistemas de
clasificación se pueden abarcar una gran mayoría de los suelos creados por la
naturaleza en un reducido número de subgrupos y con relativa facilidad obtener una
considerable información sobre cada suelo en específico.

SUELOS FINOS
En los suelos de granos finos como los suelos arcillosos y limosos cuando se
mezclan con cemento y agua se producen durante el período de hidratación, una
fuerte unión entre dichas partículas minerales para formar una micro estructura en
forma de un panal de abejas.
SUELOS GRUESOS
Los suelos gruesos están compuestos por arenas y gravas que en sí forman
partículas resistentes, poco solubles en el agua y por lo tanto al añadirle pasta de
cemento no se logra una integración estructural íntima que trasforma dicho suelo
como en el caso de los suelos finos. En los suelos gruesos la pasta de cemento
forma puentes de unión entre las partículas dejando oquedades irregulares entre
ellas. En caso que hubiera una fracción fina dentro de la masa de suelo grueso,
existirá una combinación dentro de la micro estructura entre el paneloide y el
aleatorio. Cuando predomina la fracción gruesa de un suelo, este tendrá siempre un
menor consumo de cemento que los suelos finos puros.

SUELOS APTOS PARA MEZCLAS DE SUELO-CEMENTO


Prácticamente todos los suelos pueden ser empleados para producir suelo-cemento
con la lógica excepción de la capa vegetal, sin embargo, cuando se requiere
ejecutar una mezcla con calidad y consumo mínimo de cemento, el número de
suelos aptos se reduce.
Se consideran suelos aptos para mezclas de suelo-cemento aquellos cuyos
consumos de cemento en peso se encuentren entre 5 y 12% con respecto al peso
del suelo. Además, que la laborabilidad sea tal que permita la producción de los
elementos a fabricar.
Con los suelos aptos el suelo-cemento debe ser estable en la contracción, tener una
absorción de agua adecuada y alcanzar las resistencias necesarias en el menor
tiempo.
Generalmente los suelos aptos son aquellos que tienen tales proporciones de
suelos gruesos y finos que producen una granulometría abierta, sin predominio
excesivo de un determinado tamaño. De igual forma su plasticidad debe ser tal que
aporte una determinada cohesión a la mezcla, lo que mejora la laborabilidad y
aumenta el aislamiento térmico sin que se produzcan agrietamientos por
contracción.
El rango granulométrico del suelo en % pasado expresado en la Tabla I garantiza
las buenas propiedades del suelo-cemento y es el siguiente:
Tabla No. 1
Distribución granulométrica de suelos aptos para
suelo–cemento

Los límites de plasticidad lo fijan el límite líquido y el límite plástico del suelo. Ambos
límites están representados por un por ciento de humedad y tiene el siguiente
significado físico:
Limite líquido: por ciento de humedad en que el suelo pasa de un estado plástico a
un estado líquido. En otras palabras el límite líquido refleja el punto (% de humedad)
en que el suelo comienza a fluir como un líquido.
Limite plástico: por ciento de humedad en que el suelo pasa de un estado rígido
(elástico) a un estado plástico.
Con la resta aritmética de ambos límites se obtiene el índice plástico o rango de
humedades en que el suelo se comporta plásticamente.
Estos límites dependen no solo del contenido de arcilla sino de su tipo y rango
admisible para mezclas de suelo-cemento. Se fija como sigue:

Limite líquido < 45%


Limite plástico < 18%
En sentido muy general, para la mezcla de suelo-cemento, definiremos los suelos
en dos tipos: suelos eficientes y suelos deficientes.

Suelos eficientes: Estos son los que naturalmente reaccionan perfectamente ante
una proporción relativamente pequeña de cemento y entre estos podemos citar:
 Suelos arenosos y suelos con grava
 Suelos arenosos con deficiencia de partículas finas
 Suelos limosos y arcillosos con baja plasticidad
Suelos arenosos y suelos con grava: Estos suelos con aproximadamente entre un
10% y un 35% de limo y arcilla combinados, tienen las características más
favorables y generalmente requieren la mínima cantidad de cemento para un
endurecimiento adecuado.
Suelos arenosos con deficiencia de partículas finas: los suelos arenosos con
deficiencia de partículas finas, tales como arenas de playas permiten obtener un
buen suelo cemento a pesar de que la cantidad de cemento necesario será mayor
que para los arenosos normales.
Suelos limosos y arcillosos con baja plasticidad: permiten preparar un suelo-
cemento satisfactorio, pero mientras más arcilloso, mayor será el porcentaje de
cemento que necesitará nuestra mezcla.
Suelos deficientes: éstos son los que naturalmente no reaccionan bien ante una
proporción relativamente pequeña de cemento, es decir, necesitan mucho cemento
para poder endurecer y entre estos podemos citar:
 Suelos limosos y arcillosos con alta plasticidad
 Suelos orgánicos
Suelos limosos y arcillosos con alta plasticidad: estos necesitan buena cantidad de
cemento debido a su alta plasticidad y poca resistencia.
Suelos orgánicos: son suelos con mucha materia orgánica lo que dificulta mucho el
proceso además de que necesitan mucho cemento para poder endurecer no son
muy recomendables, es decir, sería mejor no hacerlo con este tipo de suelo.
Suelo ideal: un suelo que sería ideal para la mezcla de nuestro suelo cemento debe
cumplir con varios requisitos con los cuales diríamos que nuestra mezcla fuera casi
perfecta y el volumen de cemento fuera mínimo debido a que las deficiencias del
suelo fueran mínimas también.
El suelo ideal para una mezcla suelo-cemento debe cumplir con las siguientes
características para que dicha mezcla sea de buen funcionamiento y posea
cantidades mínimas de cemento:
 Máximo agregado de arena 80% (óptimo del 55% al 75%)
 Máximo agregado de limo 30% (óptimo 0% al 28%)
 Máximo agregado de arcilla 50% (óptimo 15% al 18%)
 Máximo agregado de materia orgánica 3%
 Debe pasar por un tamiz de 4,8 mm (#4)

MEZCLAS DE SUELO-CEMENTO
Cuando los suelos que abundan en una determinada zona no cumplen con la
granulometría especificada en la Tabla I, por exceso o defecto de alguna fracción
(fina o gruesa) siempre es posible añadir otro suelo para lograr la mezcla deseada.
Por ejemplo, si se diera el caso de un suelo con demasiado contenido de fracciones
gruesas y poca o ninguna fracción fina, sería necesario encontrar otro suelo que al
contrario tuviera bastante arcilla para determinar la proporción necesaria a añadir al
suelo granular. De esta forma se obtiene un nuevo suelo que sí nos cumple con el
rango granulométrico (sin exceder los requisitos de plasticidad) y es apto para
obtener una buena mezcla que ahora sería, suelo-suelo-cemento.
Adelante en el punto “Mezclas de dos Suelos” se ofrece un procedimiento sencillo
para hallar las proporciones adecuadas de mezclas suelo-suelo.

CLASIFICACIÓN DE LOS SUELOS PARA MEZCLAS DE SUELO-CEMENTO


Según sea la necesidad de clasificar suelos para un plan de construcción de varias
obras o que se requiera para una obra aislada, se tomaría el método de laboratorio
o de campo respectivamente. Las diferencias fundamentales serían que con los
métodos de campo siempre habría que emplear un % de cemento mayor en la
mezcla y la garantía de calidad se reduce con relación al método de laboratorio.
A continuación, se procederá a presentar ambos métodos de clasificación.
 Método de Clasificación Basado en Ensayos de Laboratorio.
Todos los ensayos básicos para clasificar los suelos se realizaran basados en
normas y estos son:
a) Ensayos de granulometría.
b) Ensayos de límites de consistencia.
El sistema de clasificación a emplear es el HRB (Highway Research Borad,
Inglaterra), se puede ver en la Tabla 2 a continuación y también en esta Tabla se
pueden observar los ajustes realizados en la clasificación HRB ara abarcar las
exigencias que determinan las mezclas de suelo-cemento. Este aspecto se trata en
el punto “Valoración”.
En la propia Tabla 2 se pueden observar los límites impuestos a las categorías de
suelos basados en las pruebas de laboratorios realizadas, así como en lo
recomendado por las literaturas internacionales recomendadas.
Suelo A-1.
Estos suelos están constituidos por fragmentos de rocas, gravas y arenas. Como
se señaló sobre suelo-cemento, se puede deducir que, con estos suelos, por si
solos, no se lograrían mezclas económicas y de fácil laborabilidad, ya que
prácticamente no existe la fracción fina compuesta por arcillas y limos. Por lo tanto,
los suelos A-1 se encuentran en aquellos casos en que hay que añadir otro suelo
que contengan un elevado contenido de fracción fina (suelo-suelo-cemento).
Suelo A-3.
Estos suelos están compuestos por arenas más bien finas (arenas de playa) y tienen
las mismas deficiencias que los suelos A-1, la ausencia de una fracción fina (arcillas
y limos). Además, por ser arenas finas carecen de una fracción gruesa (gravilla y
arena gruesa) y esto puede ser perjudicial en el sentido que habrá una mayor
necesidad de pasta de cemento para lograr la mezcla adecuada y por lo tanto se
incrementarán los costos por mayor consumo de cemento.
Suelos A-2.

Estos son los suelos ideales para producir suelo-cemento debido a su amplia
granulometría, ya que contienen casi todas las fracciones; gravas, arenas, limos y
arcillas. Dentro de este grupo hay que destacar los suelos A-2-4 como el óptimo que
puede entregar la naturaleza.
Con estos suelos raras veces se supera el 6% de cemento (en peso) en las mezclas
de suelo-cemento para obtener las características deseadas.

Suelos A-4 y A-5.


Estos suelos son generalmente limosos ligados con arcillas y arena de fina a media.
Para grandes áreas de construcción se requiere mezclar los mismos con suelos
más gruesos o incrementar los por cientos de cemento para lograr mezclas
adecuadas.
Existen los suelos carbonatados que no trabajan como un material inerte dentro de
la mezcla, sino que contribuyen al endurecimiento ya que sufren hidratación (igual
que el cemento) aportando una mayor rigidez a la mezcla. Muchos de estos suelos
carbonatados caen en la categoría de loa A-4, por lo tanto, no se deben descartar
cuando se proceda a la selección del material a emplear, simplemente porque sean
A-4, sino proceder a un análisis más detallado en el laboratorio para averiguar sus
propiedades mecánicas en el tiempo, ya que las calizas naturales requieren algo
más de tiempo para su endurecimiento que los cementos portland.
Suelos A-6 y A-7.
Estos suelos por sus altos contenidos de arcillas resultan muy costosos en las
mezclas de suelo-cemento por las siguientes razones:
 Requieren mayor consumo de cemento.
 Muy difícil secarlos al aire y destruir sus grumos.
 Sufren grandes contracciones al secado (producen grietas y fisuras).
 Requieren mucho tiempo para lograr una buena mezcla con el cemento.

Se debe aclarar que lo expuesto anteriormente, no significa que no se puedan


emplear estos suelos, pero ello requiere estar dispuestos a gastar más, trabajar más
y un mayor tiempo de ejecución.
Por estas razones no se recomienda estos suelos.

DISEÑO DE MEZCLA DE SUELO-CEMENTO

Para proceder al diseño de mezcla de suelo-cemento es preciso preparar el suelo


de forma tal que cuando se añada el cemento y el agua se logre una mezcla
homogénea. Esto se obtiene distribuyendo el suelo en una plataforma plana para
que el agua natural que contiene se vaya perdiendo y permita la destrucción de los
grumos con una maceta de madera dura. Paulatinamente el suelo irá adquiriendo
una coloración pareja. Si el suelo contiene la necesaria fracción fina este paso se
logra con relativa rapidez (uno a dos días).

La mezcla de suelo-cemento se comportará de forma similar al suelo natural que la


compone, queriendo decir, que alcanzará su densidad máxima al ser compactado,
cuando el mismo alcance el contenido de humedad equivalente a la humedad
óptima, ambos determinados en el ensayo Proctor. La humedad que tendrá el suelo
al ser secado al aire será la llamada humedad higroscópica.
Esta humedad tiene que tomarse en cuenta cuando se determine, sea por peso o
por volumen, la cantidad de agua a añadir para obtener la humedad óptima.

Dicho en otras palabras, la densidad máxima está representada por el mayor peso
por unidad de volumen que se puede conseguir en una muestra de suelo, logrando
esto por compactación, y para lograr una máxima compactación se necesita la
humedad optima, pasando de estado seco a plástico, aplicando carga y reduciendo
el volumen de aire en el suelo.

En los suelos arcillosos, por tener poros muy pequeños, el tiempo de secado que
requieren es bastante prolongado, sin embargo, necesario para poder proceder a
su pulverización (destrucción de los grumos de arcilla). Solo con una buena
pulverización es posible obtener buenas mezclas en que el cemento sea bien
distribuido en toda la masa del suelo. Puede considerarse hasta cierto punto una
contradicción el que al ser extraído el suelo, el mismo tenga en la naturaleza la
cantidad de agua necesaria para obtener una buena mezcla (humedad natural igual
al límite plástico e igual a la humedad óptima), sin embargo, con esta humedad tan
elevada es prácticamente imposible obtener una mezcla homogénea de suelo-
cemento. En otras palabras, no queda más remedio que secar al aire el suelo
arcilloso y proceder a su pulverización. En suelos granulares donde predomina la
fracción gruesa esta operación es mucho más rápida y efectiva.

Con los datos de densidad máxima y humedad óptima se procede a fabricar testigos
de suelo-cemento para obtener en por ciento el peso óptimo de cemento a emplear
en la mezcla de producción.

De acuerdo a estos resultados y otros de literatura extranjera consultada, se puede


presentar la Tabla IV donde se recogen los porcientos de cemento recomendados
según el tipo de suelo de acuerdo a la clasificación HRB.

De acuerdo a estos resultados y otros de literatura extranjera consultada, se puede


presentar la Tabla IV donde se recogen los porcientos de cemento recomendados
según el tipo de suelo de acuerdo a la clasificación HRB.
Tabla No. 4
Porciento de cemento recomendado según clasificación HRB
Porciento de cemento recomendado

A-6 y A-7, no son recomendables por razones económicas.


Así mismo, de acuerdo a la calificación cualitativa de suelos eficientes y suelos no
eficientes para realizar mezclas de suelo-cemento desarrollado en el punto Suelos
Aptos Para Mezclas de Suelo-Cemento, exponemos la siguiente Tabla V que posee
la cantidad porcentual de cemento que debe tener la mezcla según el tipo de suelo
que poseemos.

Sobre la base de los valores de estas tablas es posible estimar los rangos en que
debe escogerse la cantidad de cemento en los ensayos de mezcla para determinar
el contenido (en %) óptimo.
Escogido el rango de los porcientos de cemento, preparado y tamizado el suelo y
conocido el por ciento de humedad correspondiente al valor óptimo, se procede a
confeccionar 3 testigos (tacos) por ciento de cemento (mínimo 3 por cada por ciento
de cemento) en moldes Proctor, con la energía correspondiente al Proctor estándar.
En esta fase de diseño de la mezcla de suelo-cemento siempre debe emplearse el
Proctor estándar. En la fase de producción tecnológica, cuando se conoce el equipo
y su energía de compactación, puede emplearse el procedimiento descrito al inicio
de estepara precisar el % de cemento y de esta forma reducir los costos.

MEZCLAS DE DOS SUELOS


Como regla general, cualquier suelo puede ser empleado para obtener suelo
cemento.
Los suelos muy finos exigen mayores por cientos de cemento para su estabilización,
además de que es difícil su pulverización en las mezclas.
En estos suelos puede ser necesaria una corrección de su granulometría y de sus
propiedades físicas, lo cual se puede realizar mezclando con arena o con cualquier
otro suelo granulado, de forma tal que se obtenga un material que cumpla con las
especificaciones.
La determinación de las proporciones de dos suelos, que cuando se mezclan
producen un tercer suelo que cumpla con las especificaciones, puede realizarse por
varios procedimientos. Se presentan a continuación el método gráfico.
Método Gráfico
El gráfico a emplear es de cuatro escalas lineales, dos verticales y dos horizontales.
En las escalas verticales se fijan los por cientos de los suelos A y B que pasan los
diferentes tamices. En las escalas horizontales se sitúan las cantidades
determinadas de los suelos A y B para conformas la mezcla deseada.
En la Fig.8 se da el gráfico para determinación de los porcentajes de suelos a utilizar
en la mezcla.
La solución gráfica permite determinar todos los por cientos de la mezcla de suelo
que pasan los diferentes tamices. Esto significa que su granulometría, una vez
fijada las proporciones de A y B, da como resultado el suelo M.
Ejemplo de aplicación, tomando como ejemplo datos granulométricos de suelos A y
B.
Tabla No. 7
Granulometría de los suelos A y B
i. La mezcla de suelos deberá cumplir las especificaciones, lo que no se ha
cumplido en los tamices 2,0 mm y 0,075mm.
ii. Fijar en las escalas verticales los porcentajes que pasan el tamiz 2.0 mm
tanto del suelo A como B, y unir los puntos con una recta (por cada tamiz).
iii. Proceder de la misma manera para los por cientos del tamiz 0.075 mm. Las
dos rectas expresan de forma grafica el comportamiento de ambos suelos
para los dos tamices.
iv. Trazar líneas horizontales con los valores de las especificaciones, 70, 40, 25,
10 en la escala vertical a la izquierda. Estas rectas cortarán las líneas
transversales en los puntos O, Q, S y T; el punto Q se desprecia por caer
fuera del grafico. Una vez trazadas las líneas horizontales se distinguirá una
franja que satisface simultáneamente las dos especificaciones. En el gráfico
se observará que el ancho de la franja determina los valores extremos de
variación para cada suelo. Estos valores son claramente obtenidos,
tazándose dos líneas verticales que pasen por los puntos O y T. Para el suelo
A de 24% - 49% y para el suelo B de 51% hasta el 76%, la selección del %
óptimo dependerá de la cercanía de los materiales.

Fig. 8 Gráfico para la determinación del porcentaje de suelos a utilizar en la


mezcla.
LA DOSIFICACIÓN MÍNIMA DE CEMENTO SERÁ LA QUE CUMPLA CON LO
SIGUIENTE
La pérdida máxima de material disgregado durante los 12 ciclos de inmersión
secado será:
 14% para los suelos A-1, A-2-4, A-2-5 y A-3
 10% para los suelos A-4, A-5, A-2-6 y A-2-7
 7% para los suelos A-6 y A-7
 La resistencia a la compresión debe aumentar con la edad y con el contenido
de cemento.
 El cambio volumétrico en cualquier momento de la prueba de humedad-
secado no debe ser superior a un 2% del volumen inicial.
 El contenido de humedad en todo tiempo no debe ser mayor que el necesario
para llenar los vacíos de la probeta en el momento de ser fabricada.

EXISTEN DOS FORMAS O MÉTODOS PARA ESTABILIZAR CON CEMENTO


PÓRTLAND

ESTABILIZACION FLEXIBLE
En el cual el porcentaje de cemento varía del 1 al 4%, con esto solo se logra
disminuir la plasticidad y el incremento en la resistencia resulta muy bajo, las
pruebas que se les efectúan a este tipo de muestras son semejantes a las que se
hacen a los materiales estabilizados con cal.

ESTABILIZACIÓN RÍGIDA
En ella el porcentaje de cemento varía del 6 al 14%, este tipo de mejoramiento es
muy común en las bases, ya que resulta muy importante que éstas y la carpeta
presente un módulo de elasticidad semejante, ya que con ello se evita una probable
fractura de la carpeta, ya que ambos trabajan en conjunto; para conocer el
porcentaje óptimo a emplear se efectúan pruebas de laboratorio con diferentes
contenidos de cemento.

ENSAYOS A REALIZARSE

Lo primero que hay que hacer es identificar el suelo. Se deben realizar sondeos
para determinar los diferentes tipos de suelos, ya que cada tipo requerirá
diferentes dosificaciones de cemento.
Determinación del contenido mínimo de cemento y la humedad óptima de
compactación, con lo siguiente:

 Se toma una muestra de suelo, se seca y se pulveriza hasta que pase por
el tamiz #4 para los suelos finos y se mezcla con diferentes contenidos de
cemento (entre 8% y 16% por volumen).
 Para cada contenido de cemento se preparan 4 probetas compactadas a
densidad máxima, dos para la prueba de humedad y secado y dos para la
prueba de resistencia a la compresión a diferentes edades.

 Todas se dejan fraguar en cámara fría por 7 días.

 Pasados los 7 días, las dos probetas destinadas a la prueba de humedad-


secado se
sumergen en agua a temperatura ambiente por 5 horas, se sacan y secan al horno
a 70ºC por 42 horas.
Este proceso de inmersión y secado se repite hasta un máximo de 12 veces y
luego de cada ciclo una de las probetas se pesa y se le determina el grado de
absorción a la otra, se limpia pasándole un cepillo metálico enérgicamente,
eliminando todo el material suelto y luego de pesa obteniéndose el porcentaje de
material disgregado después de cada ciclo.

Las probetas destinadas a la prueba de compresión se someten a la misma


después que éstas tengan de uno a cuatro días de curado. Siempre la resistencia
debe aumentar con el tiempo.

EFECTOS DE LA INCORPORACIÓN DEL CEMENTO


Al igual que con la cal, se puede distinguir igualmente entre efectos inmediatos y
efectos a largo plazo, si bien con el cemento son estos últimos los que se buscan
preferentemente.
a) Mejora por modificación inmediata
Modificaciones del estado hídrico
Los efectos inmediatos se refieren principalmente al estado hídrico del suelo, que
sufre un secado por el hecho de la adición de una cierta cantidad de materia seca
y, en menor medida, de la pérdida de agua consumida en la hidratación del
conglomerante. Este secado, según las dotaciones aplicadas, varía teóricamente,
entre el 0,3 y el 0,5 % del contenido de agua por punto porcentual de conglomerante,
si bien en estos valores no se tiene en cuenta la evaporación que, al igual que con
la cal, puede producirse en el transcurso de la mezcla in situ.
Modificación de las características de la fracción arcillosa del suelo
En algunos países se emplean conglomerantes especiales para carreteras con un
fuerte contenido de cal (viva o apagada), que pueden dar lugar a la floculación
inmediata de las partículas arcillosas, al igual que ocurre con la cal (pero sin ser ni
tan rápida, ni tan intensa). Para suelos finos y con plasticidad elevada, el tratamiento
mixto, primero con cal y luego con cemento, es la solución más adecuada.
b) Efectos a medio y largo plazo
Resultan del fraguado y endurecimiento del conglomerante, los cuales proporcionan
a los suelos tratados una resistencia mecánica que puede ser predominante en su
comportamiento. El valor de esta resistencia varía ampliamente y es función,
principalmente, del tipo de conglomerante y de la dosificación del mismo.
Puede considerarse que el fraguado se desarrolla en tres etapas. La duración de
cada una de ellas depende de la naturaleza de cada conglomerante y de la
temperatura de la mezcla.
- La primera etapa es la del comienzo del fraguado. Comprende el tiempo
necesario para disolver y precipitar en forma de gel los silicoferroaluminatos
de calcio en el agua libre del suelo. Este tiempo que corresponde al plazo de
trabajabilidad, puede variar entre 2, 24 o más horas después de la fabricación
de la mezcla. Dicho plazo es muy importante en las operaciones de
tratamiento de suelos, puesto que fija un límite máximo a las operaciones de
puesta en obra.
- La segunda etapa corresponde al desarrollo de la cristalización del gel y por
tanto de la rigidización de la mezcla que provoca el fraguado propiamente
dicho. Se extiende desde algunos días en los conglomerantes con una
proporción importante de clinker hasta algunas semanas en los de fraguado
lento, como es el caso de algunos conglomerantes especiales para
carreteras.
- Finalmente, una vez completado el fraguado, es decir, después de la
formación de la casi totalidad de los ferrosilicoaluminatos hidratados, hay un
periodo durante el cual continúan creciendo las resistencias mecánicas. En
climas templados su duración puede variar, siempre dependiendo de la
naturaleza de los conglomerantes, entre algunas semanas y varios meses.
Se puede considerar que el fraguado de los conglomerantes hidráulicos se
interrumpe una vez que la temperatura de la mezcla desciende por debajo de cero
grados centígrados, lo que puede llevar en algunos casos a tener que repetir el
tratamiento.
Los efectos a largo plazo de la incorporación del cemento son diferentes según se
trate de suelos granulares o de suelos finos. En los primeros, la acción cementante
es similar a la que se produce en el hormigón vibrado, con la diferencia de que el
conglomerante no rellena completamente los huecos del esqueleto granular. En las
arenas, la cementación se produce únicamente en los puntos de contacto entre
granos. Cuanto más continua sea la granulometría, más reducidos serán los huecos
entre partículas, más numerosas y de mayor tamaño las zonas de contacto entre
ellas y más eficaz el efecto cementante. Por el contrario, las arenas
monogranulares, como las de playa, requieren una dotación elevada de cemento
para ser estabilizadas.
En los suelos finos (arcillosos y limosos con plasticidad no elevada), la hidratación
del cemento crea unos enlaces resistentes entre las partículas, formando una matriz
que envuelve a las mismas. Esta matriz tiene una estructura de panal de la cual
depende la resistencia de la mezcla, puesto que las aglomeraciones de partículas
dentro de las “celdas” tienen una resistencia muy reducida y contribuyen muy poco
a la del conjunto. La matriz fija las partículas, de forma que ya no pueden deslizar
las unas sobre las otras. Es decir, el cemento reduce la plasticidad y aumenta la
resistencia a esfuerzos cortantes. El efecto químico de superficie del cemento
reduce la afinidad por el agua y con ello la capacidad de retención de la misma de
los suelos arcillosos. Debido a esta menor afinidad por el agua y a la resistencia de
la matriz, los cambios de volumen (hinchamientos) provocados por la absorción de
agua y los efectos de la congelación y el deshielo disminuyen notablemente.
Conviene tener en cuenta que para que el suelo tratado desarrolle una resistencia
mecánica apreciable a corta edad debe incorporarse al mismo un contenido mínimo
de cemento que depende del tipo de suelo, y por debajo del cual solamente es
razonable esperar que se produzcan efectos de mejora de la capacidad de soporte
y de disminución de la sensibilidad al agua.
En cualquier tipo de suelo, se obtiene el máximo partido del proceso cementante
cuando la compactación se realiza adecuadamente, con un contenido de humedad
que facilite tanto dicha operación como la hidratación del cemento.
PROPIEDADES DE LOS SUELOS ESTABILIZADOS CON CEMENTO
I. Propiedades de los suelos estabilizados con cemento
De acuerdo con las propiedades de la mezcla resultante, en los siguientes tipos:
 Los suelos mejorados con cemento, en los que se añade a un suelo, una vez
disgregado en su caso, una cantidad de cemento relativamente baja, a fin de
mejorar algunas de sus características (por ejemplo, su susceptibilidad a los
cambios de humedad), y que después del tratamiento siguen constituyendo
un material suelto.
 Los suelos estabilizados con cemento, en los que el producto final, después
del fraguado del cemento, es un material, con una cierta resistencia
mecánica.
Varias características de estos materiales los diferencian de las mezclas con otros
agentes estabilizadores:
Estabilidad inmediata: la posibilidad de apertura inmediata a la circulación una vez
compactada la mezcla depende del tipo de suelo, aumentando con el porcentaje de
elementos gruesos. Ello es debido a que a medida que crece el mismo, la
estabilidad que adquiere el esqueleto mineral es cada vez mayor, con lo que las
deformaciones originadas por los vehículos no son suficientes para romper los
enlaces entre las partículas. Con ello no se interrumpe el proceso de ganancia de
resistencias mecánicas, responsable del comportamiento a largo plazo del material.
Capacidad de reparto de cargas: la capacidad de reparto de cargas a las capas
inferiores del cimiento del firme y de disminución de las tensiones en este último
dependen asimismo de la naturaleza del suelo (cuanto mayor sea la proporción de
elementos granulares, más elevado será el módulo de elasticidad) y del contenido
de cemento.
Evolución de resistencias: en suelos estabilizados con cemento en las que se exigen
resistencias, éstas tienen un desarrollo rápido, alcanzando ya a edades tempranas
unos valores apreciables. Ésta es una diferencia fundamental frente a las mezclas
tratadas con otros tipos de conglomerantes de fraguado y endurecimiento más lento
(escorias de alto horno, cenizas volantes, puzolana, algunos conglomerantes
hidráulicos para carreteras), cuyas resistencias a 7 días son muy pequeñas. La
curva de evolución depende del contenido de adiciones activas del cemento
utilizado: cuanto mayor es éste, mayor es la relación entre las resistencias a 7 y 90
ó 180 días. A un año las resistencias pueden considerarse estabilizadas.
Resistencia a la abrasión: los suelos estabilizados con cemento tienen unas
características de resistencia a la abrasión que los hacen inadecuados para soportar
el paso frecuente de vehículos pesados sobre los mismos sin que se produzcan
importantes desgastes. Por ello, en el caso de que deban soportar un tráfico de obra
importante, debe disponerse encima de ellos un tratamiento superficial o como
mínimo una capa de árido de cobertura sobre el riego de curado.

PROCEDIMIENTO CONSTRUCTIVO
La zona de trabajo deberá limitarse de acuerdo con la disponibilidad de equipos de
compactación, debido a que cada tramo deberá terminarse antes de que la mezcla
comience a ganar resistencia.
Se despeja la zona del camino de piedras grandes, plantas y materia orgánica, se
excava hasta encontrar terreno firme que servirá de apoyo a la base. La resistencia
del cimiento determinada deberá contar con un CBR de al menos 20%.

1. Pulverización del Suelo


Si además de suelo nativo se utiliza suelo de aportación, éste deberá esparcirse
sobre la
superficie en cantidad suficiente para lograr la proporción adecuada de la mezcla,
posteriormente se procede a escarificar y mezclar los materiales, procurando una
mezcla
homogénea.
Si solo se usa suelo nativo se procede a cortar el material a la profundidad de la
capa a
estabilizar, para esto se pasa varias veces el escarificador o discos de arado
rotatorio.

Si el suelo es arcilloso, presentará resistencia a pulverizarse, por lo que será


necesario romper los terrones antes de pulverizarlo; si está muy húmeda formará
una
masa pastosa difícil de mezclar lo que encarecerá el proceso; y si es arenoso
conviene humedecerlo antes de echarle el cemento para que éste no pase por los
huecos a la parte inferior en detrimento de la dosificación en el resto de la capa.
En todo caso, el material se reducirá al mínimo tamaño sin romper las partículas ya
que
los grumos o terrones no tendrán cemento y se convertirán en elementos débiles
del
firme ya estabilizado.
Una vez pulverizado el suelo se reconstruye el perfil para que quede con las
dimensiones
dadas antes de la operación.

2. Distribución del Cemento


La distribución del cemento se puede hacer mecánicamente, pero la forma más
adecuada
para lograr una distribución uniforme es haciéndolo manualmente y utilizando el
cemento en fundas no a granel.
Conviene comenzar la distribución del cemento a una hora del día en que la
temperatura
no sea inferior a los 5ºC y se espere que vaya en aumento; se hará de tal modo que
la
cantidad de cemento por unidad de superficie responda aproximadamente a la
dosificación establecida.
Si se hacen por sacos, éstos se colocarán en hileras y filas regulares con la
separación
necesaria para la dosificación. Luego se abren los sacos o fundas y se deposita el
cemento
en el lugar en que se hallan formando pequeños montones.
Como el cemento se agrega de acuerdo a un porcentaje por volumen entonces,
podemos
determinar el volumen de suelo a estabilizar en cada tramo:
V=LxAxE
Donde:
V = el volumen del suelo a estabilizar
L = la longitud del tramo
A = el ancho de la franja
E = el espesor de la capa
Conocido el volumen de suelo lo multiplicamos por el porcentaje de cemento y
obtenemos
el volumen total de cemento. Conocida la cantidad de fundas de cemento a usar el
área
sobre la que se va a distribuir entonces podemos hacer la distribución, colocando
las
fundas equidistantes una de otra. Luego se esparce el cemento de forma uniforme
y se
procede a mezclar.

3. Mezclado Uniforme
La mezcla deberá ser homogénea y para lograrlo se debe pasar varias veces el
escarificador hasta la profundidad deseada, también se usarán discos rotatorios de
arado
hasta que se determine un mezclado total.

tipos de mezcla
 Mezcla en Seco
una vez distribuido el cemento se procede a mezclarlo con el suelo hasta lograr la
homogeneidad requerida.
 Mezcla Húmeda.
Mezcla Húmeda es la más usada y es en la que a la mezcla se le adiciona agua.

Adición del Agua


El agua es un elemento esencial para hidratar el cemento y para facilitar la
compactación, al entrar en contacto con el cemento en poco tiempo se producirá
una reacción química y desprendimiento de calor; esto a su vez provocará
evaporación del agua incorporada, de modo que para lograr mantener la humedad
óptima de compactación a la mezcla se agregará un 3% de agua adicional al
porcentaje óptimo obtenido en laboratorio para este tipo de suelo.

La distribución del agua debe ser uniforme en toda la extensión de la zona


cuidándose de
que no quede depositada en huecos. Después de esto, se hará una pasada de las
herramientas o máquinas de que se disponga para que la mezcla quede removida
hasta
lograr que sea homogénea comprobándose el contenido de agua para que por
defecto o
por exceso no difiera de la humedad óptima en más del 10%. Tras esta operación,
como después de cada una de las operaciones parciales se restituye el perfil a las
dimensiones previstas.
4. Compactación
Inmediatamente se comienza la consolidación de la capa formada hasta lograr una
densidad igual cuando menos a la Proctor.
La compactación se realiza partiendo de los bordes hacia el centro excepto en las
curvas con peralte.
Durante la compactación debe mantenerse el contenido de agua dentro de los
límites.
el compactador adecuado es la pata de cabra. Cuando el suelo que se estabiliza es
grava-arena, entonces el rodillo adecuado es aquel que cuenta con un rollo vibrador
y llantas en el eje motor.

A continuación de la última pasada de la máquina que se emplee es preciso que la


niveladora restituya el perfil si éste ha quedado ondulado. En tal caso es preciso
humedecer de nuevo el suelo suelto y volver a compactarlo.

5. Terminación
Una vez completada la compactación se procede a perfilar la superficie dejando la
pendiente transversal o bombeo deseado, luego se da un par de pasadas de un
rodillo liso de 3 a 12 tons., dependiendo del tipo de suelo.

6. Curado
El agua es muy importante en el proceso de endurecimiento del cemento; por lo
tanto, debemos preservarla evitando su evaporación, para ello, se debe hacer un
riego asfáltico en proporción de 0.15 a 0.30gls/m2, el cual se puede hacer con RC-
2 o emulsión de rompimiento rápido.
Si la capa estabilizadora va a servir a un tránsito ligero o medio entonces se colocará
la capa de rodadura que puede consistir en un doble tratamiento superficial.
Si va a servir de apoyo a un pavimento de alta calidad se aconseja que el mismo se
construya después de que el cemento haya alcanzado un alto grado de resistencia.

CONCLUSIONES

 La estabilización de suelo con cemento para mejorar sus características y


permitir u aprovechamiento es una técnica moderna, económica y
sostenible.

 La estabilización de suelos elimina el transporte de los suelos disminuyendo


las emisiones como el co2 reduce el daño que genera los combustibles
aceites y algunos impactos colaterales (polvo erosiones y otros)
REFERENCIAS NORMATIVAS
 NTP 334.113:2002 Método de Ensayo para la determinación del cambio de longitud
de barras de mortero.
 NORMA CE.010 PAVIMENTOS URBANOS
 MTC E 1101 PREPARACION EN EL LABORATORIO DE PROBETAS DE SUELO –
CEMENTO
 ASTM D- 1632-96
 MTC E 1102 RELACIONES HUMEDAD-DENSIDAD (SUELO-CEMENTO)
 MTC E 1103 RESISTENCIA A LA COMPRESIÓN DE PROBETAS DE SUELO-CEMENTO
 MTC E 1104 HUMEDECIMIENTO Y SECADO DE MEZCLAS DE SUELO-CEMENTO
COMPACTADAS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
file:///C:/Users/Admin/Desktop/pavimentos/Estabilizacion%20de%20suelos.pdf

file:///C:/Users/Admin/Desktop/pavimentos/norma_010_%20pavimentos_urbanos.pdf

file:///C:/Users/Admin/Desktop/pavimentos/ESTABILIZACIOYN_DE_SUELOS_CON_CAL.pdf

file:///C:/Users/Admin/Desktop/pavimentos/Normas%20DE%20ESTABILIZACION%20DE%20SUELO
S.pdf

https://victoryepes.blogs.upv.es/2021/02/22/estabilizacion-de-suelos-con-cemento/

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