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"Complejidad y Administración de Organizaciones"

Article · December 2017

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Irma-Maria Olis-Barreto Giovanni-Efrain Reyes-Ortiz


Universidad del Rosario Universidad del Rosario
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UNIVERSIDAD DEL ROSARIO, BOGOTÁ, COLOMBIA
ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN

OBSERVATORIO EMPRESARIAL

COMPLEJIDAD Y ADMINISTRACIÓN DE ORGANIZACIONES

Irma María Olis Barreto 1

Giovanni E. Reyes 2

Citación de este artículo:

Olis, Irma & Reyes, Giovanni E. (2018) Complejidd y


Administración de Organizaciones Bogotá, Colombia:
Universidad del Rosario (www.researchgate.net /
publication /328433726)

Uno de los rasgos principales de la teoría de la


complejidad (TC) es que la misma permite contar con un contexto
conceptual útil para análisis más dinámicos y flexibles en

1Profesora de Carrera, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia, profesora de post-grados;


especialista en gestión del Recurso Humano; correo institucional: irma.olis@urosario.edu.co.

2
Ph.D. en Economía para el Desarrollo y Relaciones Internacionales de la Universidad de Pittsburgh, con
certificados de post-grado de las Universidades de Pennsylvania y Harvard en Estados Unidos y de la HEC -
Altos Estudios Comerciales- de París, Francia. Es profesor titular de la Universidad del Rosario, Bogotá,
Colombia; giovanni.reyes@urosario.edu.co.
2

cuanto al estudio de las diferentes unidades de referencia.


Las mismas pueden ser empresas, actores dentro de la empresa –
los cuales pueden ocupar diferentes jerarquías en los cargos:
alta gerencia, dirección superior, directores intermedios y
personal operativo- flujos relacionados con la administración,
tal el caso de información, intercambio y especialización de
personal, recursos financieros y comerciales (Bourne, 2007;
Cooke-Davies, et. al, 2007; Johnson, 2004).3

Basados en lo anterior, la TC nos puede permitir realizar


diagnósticos y pronósticos más específicos y confiables en
función de: (i) comportamientos sociales y psico-sociales; (ii)
desarrollo y comportamiento de redes, y equipos de trabajo; y
(iii) principales rasgos organizativos y funcionales
relacionados con la formulación, implementación y evaluación
de proyectos.

Todos estos rasgos pueden referirse a pequeñas o medianas


unidades de producción –cuya perdurabilidad se relaciona más
en función de las rotaciones de inventario- como también pueden
aplicarse a empresas y proyectos más complejos– quienes que
por lo general se basan en indicadores de solvencia, lo que
incluye activos fijos.

Uno de los principios fundamentales a tener en mente en


la aplicación de la TC es que las condiciones prácticas
demandan tanta simplicidad como sea posible y tanta complejidad
como sea necesaria. Al respecto, una aplicación más específica
es, por ejemplo, que a mayor complejidad de los sistemas, mayor
es la tendencia a generar entropía, esto es, desorden en el
entorno. 4

3
Several theoretical approaches w want to syrs se refieren al sentido inclusivo del pensamiento complejo como
gran aglutinador, como forma epistemológica, que contiene al pensamiento sistémico. En este último se tienen
aspectos sub-sistémicos propios de lo interno o endógeno de la unidad de referencia y lo sistémico o exógeno
al nivel de integración o referencia que se estudie. Mayores ampliaciones en: Wilson 2003; Goldberger, 1996;
y en Varela, 1991.
4
En el ámbito ecológico se tienen aquí los daños a ecosistemas mundiales. Uno de los problemas más
connotados al respecto es el control y la penalización fiscal que se puede hacer de los daños ocasionados o
externalidades negativas. Un componente clave aquí es la propiedad de los recursos y su naturaleza renovable
o no renovable. Se tienen de esa cuenta, recursos renovables que son apropiables –en este caso es más factible
la penalización o gravamen fiscal- se tienen recursos renovables no apropiables, tal el caso de sistemas
pertenecientes a aguas internacionales. Se evidencian además recursos no renovables apropiables –caso de
3

Una de las evidencias es el daño ecológico que los


actuales sistemas económicos están produciendo a nivel
planetario. No sólo se trata de la contaminación, sino que
asociado a este fenómeno se encuentra el desperdicio de
recursos, la pérdida de especies y de sistemas naturales
renovables, además del lanzamiento a la basura de alimentos ya
producidos (Pollak, 2007; Dublin, 1978; Sharp, 1995).5

En el sentido que se aborda la relación entre dirección y


administración, para los efectos de este documento, la
categoría más amplia es la de administración. La misma se
dividiría en dirección –fase que tiene relación con las
relaciones externas de la empresa, con la estrategia y con el
liderazgo- y la gerencia. Esta última contendría lo que
serían:

 Las columnas de operacionales de la empresa –mercadeo,


producción u operaciones, finanzas, recursos humanos y
desarrollo organizacional; y

 Los componentes de plataforma –planificación,


organización, integración o asignación de recursos,
dirección-gerencia-operaciones, control o monitoreo o
evaluación y la identificación e implementación de
mecanismos correctivos (Mochón, 2007; Malloch, 2004).

Además de reconocer y aplicar los principios de la TC, es


necesario tener en mente los aspectos propios del “conocimiento
temporal de organizaciones” (CTO). En esto se incluyen
aspectos de actitud de personal, de climas organizacionales,
de capital social y de redes operativas –tanto formales como

petróleo o en general minería- y recursos no renovables no apropiables –caso de los factores del calentamiento
global. Mayores bases conceptuales en: Waldrop, 1992; Pollak, 2007; Malloch, 2007; y Cooke, 2007.
5
Con base en estas consideraciones, se puede concluir que el problema de la sustentabilidad ecológica
sobrepasa las consideraciones ideológicas; más que ello, se trata de un problema de sobrevivencia de la sociedad
humana, la cual debe controlar el excesivo consumismo de la sociedad y la “cultura de los desechable”.
Mientras anualmente se van a la basura un total de 1,300 millones de toneladas de alimentos –de acuerdo a
estadísticas de los países más desarrollados, lo que equivale a la producción de cereales de países al sur del
Sahara o una tercera parte de todos los alimentos que se producen- unos 1,200 millones de personas padecen
hambre crónica en el mundo; véase el documentos de la organización Fondo de Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO) (http://www.fao.org/docrep/016/i2697s/i2697s.pdf)
4

informales- ya sea que las mismas se constituyan por personas


o bien mediante nexos entre empresas o unidades de producción.
Se enfatiza aquí el carácter temporal, dada la gran dinámica
con la cual se presentan estos fenómenos.

De lo anterior se tiene la base para que la dirección de


una empresa tenga en cuenta los procesos y los resultados
secuenciales que se van generando en la dinámica del
comportamiento de las redes, ya sea de actores de alta
gerencia, de cuadros intermedios o de personal operativo y/o
las conexiones entre clientes y competidores. Es decir, de
las redes que se relacionan con aspectos subsistémicos de las
empresas y con componentes del medio ambiente en que las mismas
operan (Schon, 1983; Berwick, 1998).

Es de advertir además, que los principios y fundamentos


del pensamiento complejo no excluyen, sino que involucran a
aquellos componentes del pensamiento estructural o analítico y
a aspectos del pensamiento sistémico.

En este sentido, el pensamiento estructural a su vez está


incluido en el pensamiento sistémico y se relaciona más en el
sentido de aislar las unidades de referencia, en estudiarlas
desde una perspectiva estática o bien estática comparativa, y
en tener una notable aproximación cuantitativa (Stacey, 1996;
Zimmerman, et.al, 1998). 6

El pensamiento sistémico que involucra el pensamiento


estructural y que a su vez es parte del pensamiento complejo,
tiende a estudiar las unidades de referencia en conjunto, con
más relaciones entre ellas pero de conformidad con nexos que
son dinámicos aunque más bien de carácter mecánico. Se trata
de establecer los componentes y las relaciones que caracterizan
al sistema, ya sean estos aspectos fundamentales o
complementarios; o bien permanentes o estructurales, o
temporales o accidentales (Restrepo & Rivera, 2008).

6
Esta dinámica que puede normalmente presentarse también como elementos de equilibrios no estáticos, se
manifiestan en función de jerarquías formales, pero también con base en grupos no formales que no obstante
su naturaleza, pueden tener notable influencia en el funcionamiento y organización de las empresas. Véase:
Bourne, 2007; Briggs, 1992; y Stich, 1990.
5

Con estos conceptos de la TC, que nos permiten, para


decirlo de nuevo, una aproximación más enriquecedora en el
estudio de los fenómenos, podemos ahora establecer la siguiente
sección, dedicada a caracterizar la estructura orgánica-
funcional de entidades o empresas en función de llevar a cabo
sus objetivos de producción de bienes o servicios (Diesing,
2009; Brookes, et.al, 2006; Langton, 1989).

COMPONENTES ESENCIALES ORGANICO-FUNCIONALES DE EMPRESAS


Y ASPECTOS GENERALES DE CULTURA

Tanto desde la perspectiva de proceso, como desde la


óptica de resultados, los dos componentes a partir de los
cuales se puede analizar los diferentes fenómenos, lo esencial
son cuatro aspectos:

 Identificación de objetivos o finalidades;


 Determinación de funciones atingentes y dinámicas en
función de objetivos;
 Conformación de la organización para cumplir con las
funciones; y
 Establecimiento de la jerarquía para hacer funcionar la
organización.

Esta es la identificación de las aspectos clave, los


cuales de hecho se van haciendo más complejos y específicos en
la medida que las empresas y los procesos de producción
demanden mayor complicación para la producción de bienes y
servicios que se han propuesto. El punto a destacar aquí es
de carácter general. Más adelante se abordarán aspectos
particulares de naturaleza operativa (Helligner, 2004;
Echeverría, 2001; Day, 2004). 7

7
En los modelos que se elaboran, se deben tomar en cuenta tres grupos de aspectos: (i) metas o resultados, lo
que puede incluir repercusiones o externalidades, ya sean estas positivas o negativas; (ii) factores, componentes
de causalidad o ejes vectoriales; y (iii) supuestos. Se toma en cuenta aquí que tanto la administración como la
economía si bien tienen rasgos científicos, son también ejercicios de política. En las empresas o unidades de
producción se produce una confluencia o convergencia de la administración de negocios, de microeconomía y
de las disciplinas de ingeniería industrial, véase Portes, 2007; Restrepo y Rivera, 2008; y Todaro, 2005.
6

En el sentido de lo general la implicación de lo funcional


y orgánico está influenciada por lo cultural. Desde este
criterio es posible afirmar que en América Latina a partir de
la herencia de España y Portugal, se evidencia en general la
preeminencia de la “cultura del salón”. Lo importante es la
presentación, la forma. El prestigio se encuentra muchas veces
asociado al “abolengo” de las familias, a las instancias
especialmente de poder a las cuales las familias de antepasados
hagan parte o hayan podido participar.

En el sentido de la cultura sajona, anglo y en general a


la Europa más influenciada por la Ilustración los aspectos de
comportamiento psico-social están más influenciados por la
“cultura del taller”. En esto se debe considerar que, en
general, España y Portugal habrían quedado sin influencia
generalizada por parte de la Ilustración; al menos es evidente
que quienes llegaron de la península ibérica a América Latina
no eran ni mucho menos los más ilustres, ni los ejemplos a
seguir de comportamientos éticos (Wilson, 1971; Stich, 1990;
Holland, 1995).

La tendencia de muchas empresas al rentismo, a la


generación del dinero fácil, rápido y efectivo, se enraíza en
las perspectivas con base en las cuales se originó el
forjamiento de Latinoamérica. Ejemplos actuales de ello se
tienen en los modelos de la hacienda latinoamericana. En
patrones de producción extensivos, en los cuales los modelos
de acumulación de capital se basan en bajos niveles salariales
de mano de obra (Todaro, 2005; Portes, 2007; Rasiah, 2009).

Esto ha repercutido en la reducción o mantenimiento, en


niveles bajos de la demanda agregada de los mercados internos.
En esas circunstancias, los sistemas económicos se niegan a
utilizar la demanda sub-sistémica de los países como fuerzas
dinamizadoras de la producción y la innovación empresarial.
Esto ha encajado con los planteamientos del neoliberalismo que
se han fundamentado en: (i) disminución de impuestos
progresivos; (ii) privatización de empresas públicas; (iii)
desregulaciones; y (iv) apalancamiento de empresas privadas
7

vía la tercerización y concreción de proyectos nacionales


ejecutados por empresas de iniciativa privada (Kolb, 1984).8

En muchos casos el rentismo de empresas privadas en


Latinoamérica se ve apoyado y fortalecido por rasgos de mal
manejo, de desvío de recursos y en casos de abierta corrupción
de entidades públicas. Con estos elementos se tienen
ingredientes dinámicos que desembocan en patrones de
crecimiento erráticos que propician inequidad, mantenimiento
de pobreza y no promoción de factores de competitividad de un
país (Stacey, 1996).

Estos factores de potencialidad del crecimiento y


desarrollo de los países, de competitividad, pueden favorecer
la generación de crecimiento productivo y desarrollo social
sostenible –en lo económico- sustentable –en lo ecológico- y
equitativo –en lo social. Los factores en referencia son en
lo fundamental: (i) estabilidad política; (ii) estabilidad
macroeconómica; (iii) cultura de trabajo y esfuerzo; (iv)
infraestructura física; (v) educación y capacitación –
infraestructura humana; y (vi) efectivo estado de derecho e
institucionalidad funcional (Todaro, 2005).

Al relacionar los conceptos de la influencia de elementos


culturales, con los aspectos esenciales de lo funcional y
orgánico de las empresas, tenemos que las tendencias se
inclinan por dos rasgos generales. En sociedades influenciadas
por la cultura del taller, el énfasis se concentra en la
consecución de objetivos y en las funciones para poder llevar
a cabo los mismos. La organización y la jerarquía se establecen
como medios en función de las actividades y el logro de
objetivos o finalidades (Schafer, 1976).

8
Estos aspectos se relacionan mayormente con el ámbito macroeconómico. La viabilidad política que llegaron
a tener las medidas neoliberales se vio reforzada por el empuje de grupos de interés asociados a grandes
empresas transnacionales. De esa manera se fortalecía la promoción y establecimiento de economías
financiaristas, las que toman recursos de la economía real, disminuyendo así las capacidades para la producción
de bienes, servicios e impactos en el empleo. Se llegaba, además, a desmantelar las capacidades de los estados
de bienestar y con ello las redes de apalancamiento para los sectores más vulnerables, esto es más pobres; mayor
discusión sobre teorías de desarrollo en Todaro, 2005.
8

En una cultura que al no tener la repercusión de la


Ilustración, viene de las influencias de la Edad Media, se
manifiesta como modernidad engañosa o de fachada a inicios del
Siglo XXI. En esta cultura del salón, el énfasis se concentra
más en las jerarquías y la organización muchas veces como fines
en sí mismos. Se tendería a no tener permanentemente presente
que lo importante es la consecución de los fines y objetivos y
la preeminencia, para ello, de las funciones (Thamheim, 2007;
Roberts, 1998).9

De allí la tendencia a conformar sociedades con altos


grados de disfuncionalidad, en donde los niveles de jerarquía
y mando, en la trama del rentismo, puede desembocar en
escenarios no sostenibles de desarrollo; caracterizando estos
últimos como las condiciones en las cuales se amplían las
capacidades de las personas –vía educación y capacitación- y
se aumentan las oportunidades –vía generación de empleo en los
sistemas económicos.

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Universidad Central de Venezuela).

9
Tres obras serían útiles al respecto. Las primeras dos del mismo autor: Watson, Peter (2011) Historia de las
Ideas. (Bogotá, Colombia: Taurus); Watson, Peter (2010) Historia Intelectual del Siglo XX. (Bogotá, Colombia:
Taurus). La otra obra es Barzun, Jacques (2008) From Dawn to Decadence. (New York: Harper Collins). En
ellas se puede encontrar los recuentos históricos en función de la influencia de la Ilustración como la
culminación del movimiento renovador del Renacimiento que llega a las ciencias y la Revolución Francesa.
Uno de los logros más notables es la Enciclopedia. Es la substitución del enfoque teocéntrico por la creencia
en la ciencia, la técnica, en que el esfuerzo y el trabajo puede llegar a constituir un conjunto de efectivos medios
para la solución de problemas. Esa influencia en general no llegó a España. Barzun, por ejemplo en el capítulo
8 de su libro, le dedica una amplia discusión al posicionamiento estratégico como ciudad a Venecia en el Siglo
XVIII. Enfatiza el papel clave de las instituciones en la competitividad y desarrollo de la ciudad.
9

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10

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