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refinería
Refinería de petróleo
Las refinerías de petróleo funcionan veinticuatro horas al día para convertir crudo en derivados
útiles. El petróleo se separa en varias fracciones empleadas para diferentes fines. Algunas
fracciones tienen que someterse a tratamientos térmicos y químicos para convertirlas en productos
finales como gasolina o grasas.
En los primeros tiempos, la refinación se contentaba con separar los productos preexistentes en el
crudo, sirviéndose de su diferencia de volatilidad, es decir, del grosor de una molécula. Fue
entonces cuando se aprendió a romperlas en partes más pequeñas llamadas "de cracking", para
aumentar el rendimiento en esencia, advirtiéndose que ellas y los gases subproductos de su
fabricación tenían propiedades "reactivas".
A principios del pasado siglo, los franceses de Alsacia refinaron el petróleo de Pechelbronn,
calentándolo en una gran "cafetera". Así, por ebullición, los productos más volátiles se iban primero
y a medida que la temperatura subía, le llegaba el turno a los productos cada vez más ligeros. El
residuo era la brea de petróleo o de alquitrán. Asimismo, calcinándolo, se le podía transformar en
coque, excelente materia prima para los hornos metalúrgicos de la época.
Los ingenieros norteamericanos y germanos introdujeron los alambiques en cascada, sistema en
que cada cilindro era mantenido a una temperatura constante. El petróleo penetraba en el primero
y una vez rescatado lo que podía evaporarse, pasaba al siguiente, que se encontraba a
temperatura más alta y así sucesivamente hasta el último, desde el cual corría la brea.
Plantas
moderna
s
El principio básico en la refinación del crudo radica en los procesos de destilación y de conversión,
donde se calienta el petróleo en hornos de proceso y se hace pasar por torres de separación o
fraccionamiento y plantas de conversión.
En las distintas unidades se separan los productos de acuerdo a las exigencias del mercado.
La primera etapa en el refinado del petróleo crudo consiste en separarlo en partes, o fracciones,
según la masa molecular.
El crudo se calienta en una caldera y se hace pasar a la columna de fraccionamiento, donde la
temperatura disminuye con la altura.
Las fracciones con mayor masa molecular (empleadas para producir por ejemplo aceites
lubricantes y ceras) sólo pueden existir como vapor en la parte inferior de la columna, donde se
extraen.
Las fracciones más ligeras (que darán lugar por ejemplo a combustible para aviones y gasolina)
suben más arriba y son extraídas allí.
Todas las fracciones se someten a complejos tratamientos posteriores para convertirlas en los
productos finales deseados.
Una vez extraído el crudo, se trata con productos químicos y calor para eliminar el agua y los
elementos sólidos y se separa el gas natural. A continuación se almacena el petróleo en tanques
desde donde se transporta a una refinería en camiones, por tren, en barco o a través de un
oleoducto. Todos los campos petroleros importantes están conectados a grandes oleoductos.
Destilación básica
La herramienta básica de refinado es la unidad de destilación . El petróleo crudo empieza a
vaporizarse a una temperatura algo menor que la necesaria para hervir el agua.
Los hidrocarburos con menor masa molecular son los que se vaporizan a temperaturas más bajas,
y a medida que aumenta la temperatura se van evaporando las moléculas más grandes.
El primer material destilado a partir del crudo es la fracción de gasolina, seguida por la nafta y
finalmente el queroseno.
En las antiguas destilerías, el residuo que quedaba en la caldera se trataba con ácido sulfúrico y a
continuación se destilaba con vapor de agua.
Las zonas superiores del aparato de destilación proporcionaban lubricantes y aceites pesados,
mientras que las zonas inferiores suministraban ceras y asfalto.
Ver: PSU: Química; Pregunta 03_2006
Craqueo térmico
El proceso de craqueo térmico, o pirólisis a presión, se desarrolló en un esfuerzo para aumentar el
rendimiento de la destilación.
En este proceso, las partes más pesadas del crudo se calientan a altas temperaturas bajo presión.
Esto divide (craquea) las moléculas grandes de hidrocarburos en moléculas más pequeñas, lo que
aumenta la cantidad de gasolina —compuesta por este tipo de moléculas— producida a partir de
un barril de crudo.
No obstante, la eficiencia del proceso era limitada, porque debido a las elevadas temperaturas y
presiones se depositaba una gran cantidad de coque (combustible sólido y poroso) en los
reactores. Esto, a su vez, exigía emplear temperaturas y presiones aún más altas para craquear el
crudo.
Más tarde se inventó un proceso de coquefacción en el que se recirculaban los fluidos; el proceso
funcionaba durante un tiempo mucho mayor con una acumulación de coque bastante menor.
Muchos refinadores adoptaron este proceso de pirólisis a presión.