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E HISTORIA
INAH SEP
TESIS
Para obtener el grado de
LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA
Presenta
MARTÍN CUITZEO DOMÍNGUEZ NÚÑEZ
Director:
M. J. Daniel Flores Gutiérrez
Asesores:
Dr. Fancisco Rivas Castro
Dr. Jorge Angulo Villaseñor
El haber elegido la arqueoatronomía como tema de tesis se debe a las clases de dos
profesores de la preparatoria, Alejandro Dozal, maestro de física y astronomía y a Vicente
Guerrero, maestro de filosofía mexicana, ellos fueron los primeros en iniciarme en los
secretos astronómicos del mundo antiguo.
Años después, en los cursos de la ENAH, Daniel Flores Gutiérrez me enseñó los principios
y secretos del quehacer arqueoastronomico y me fue guiando, durante varios años y con
mucha paciencia, en la realización de esta tesis. Francisco Rivas, quien también me asesoro
en la elaboración de este texto, ha sido un magnífico tutor y una excelente persona
conmigo, lo mismo que Jorge Angulo, asesor también de este trabajo. Por otra parte no
quisiera dejar de mencionar la ayuda que la Maestra Nohemí Castillo me brindó al
sugerirme que realizara un análisis arqueoastronómico del Tetzcotzinco; también debo de
agradecer profundamente a la maestra María Teresa García quien me dió todas las
facilidades y permisos para llevar a cabo las mediciones arqueoastronómicas en el sitio.
A mis amigos Daniel Herrera Maldonado, Rene Escartín, Margarita Alvarez, Diego Sil,
Ochoa y Nahum Sólis Dávila, David González Castro, Adriana Lazo, Karim Bulhausen y
Esteban Mirón , Jorge Navarro, Melissa Ramírez y Luis Andrés Gutiérrez Villavicencio,
quienes a pesar de la lluvia y el calor me acompañaron en las aventuras y desventuras en el
Tetzcotzinco y me ayudaron a levantar los mapas del cerro.
Deseo agradecer también a todos aquellos amigos que aunque no estuvieron en el sitio, me
brindaron siempre su apoyo, me refiero a Rafa, a Fer, a Alejandro, a Javier, a Iván, a Luis
Daniel, al Doctor Raúl, al Doctor Antonio Farragut y a una persona muy especial: Laurita.
Esta tesis es también producto de varias personas, que en silencio y durante muchos años
estuvieron conmigo y me hicieron, literalmente, ser lo que soy; me refiero a mi familia, a
mi mamá Edith Núñez, que nos dio a mi hermano y a mí los mejores años de su vida; a mi
padre, José Luis Domínguez, que nunca dejó que nos faltara nada; a mi hermano, Antón
Domínguez compañero de alegrías y riñas.
Hay además cuatro personas a las que quiero agradecer. A mis abuelos, Edmé Reyes, quien
a los seis años me relataba la historia de México; a mi difunto abuelo José Luis Domínguez,
ejemplo y pilar inagotable, a mi abuela Ernestina Valdés, que con sus palabras siempre me
dio la fuerza necesaria y a mi abuelo Carlos Núñez, hombre de una sabiduría profunda.
También a mis tíos Cati, Luis, Carlos, Javier y Edmé, quienes sin habérselo propuesto me
guiaron.
Quisiera que todos ellos supieran que si éste trabajo está terminado se debe al granito o
granote de arena que cada uno de ellos dejó en mí: les estoy profunda y vitalmente
agradecido.
Conocer el pasado es tan fascinante como acceder a las
estrellas
George Kubler
El mundo indígena lee, como dice Médiz Bolio, con sus ojos del color de la tierra, lo que
escriben las estrellas, el vuelo de la u lol akab o flor de la noche( la estrella). Ese mundo
que durante milenios fue guiado por el ek´ (cielo) y su manera particular de entender las
estrellas serán el tema de esta tesis.
Utilizamos la ciencia para estudiar lo que ellos ya sabían; quedamos estupefactos ante sus
conocimientos del cielo porque durante mucho tiempo les habíamos negado la capacidad de
leer o haber leído el alfabeto celeste.
Pero a finales de los sesenta del siglo pasado cambiamos. El cielo siempre nos había
fascinado, por ello supusimos que a ellas y a ellos también los había seducido. Tal vez la
premisa fue falsa, lo que dentro de nuestra cultura nos emociona puede provocarle horror a
otra sociedad.
(...)tan solo un hacer promesas durante milenios: como lo fue, en una época aún más antigua, la
astrología , en cuyo servicio es posible que se hayan invertido más trabajo, dinero, perspicacia,
paciencia que los invertidos ahora en favor de cualquiera de las verdaderas ciencias: -a la astrología
y a sus pretensiones <<sobreterrenales>> se debe en Asia y en Egipto el estilo grandioso de la
arquitectura. (1999:20)
Astrología, eso era su conocimiento para Occidente, pero transformamos nuestras ideas, o
al menos eso pareció, y surgió la arqueoastronomía. Ahora, a principios del siglo XXI,
tenemos una manera distinta de concebir el conocimiento astronómico de otras culturas.
Esta tesis intenta ser una muestra de ello.
El Tetzcotzinco. Breve esbozo del objeto de estudio
Tetzcotzinco quiere decir pequeño Tetzcoco o querido Tetzcoco (Medina, 1997:65-66), fue
uno de los jardines de recreo del rey Nezahualcoyotl. Era un bosque que contaba con un
sistema hidráulico que lo abastecía de agua y con reservorios de almacenamiento
conocidos popularmente como “baños”. El Tetzcotzinco fue un cerro sagrado, en la piedra
viva de sus laderas fueron tallados baños, pilas de agua y escalinatas lo cual lo hace uno de
los dos casos de arquitectura monolítica en el México prehispánico (El otro caso es
Malinalco). (Schroeder, 1985:65) En el cerro también fueron construidos templos y
palacios.
”De los jardines (de Nezahualcoyotl)1, el más ameno y de curiosidades fue el bosque de
Tetzcotzinco, por que demás de la cerca que tenía tan grande para subir ala cumbre de él y andarlo
todo, tenía sus gradas, parte de ellas hechas de argamasa, parte labrada en la misma peña; y el agua
que se traía para las fuentes, pilas, baños y caños que se repartían para el riego de las flores y
arboledas de este bosque, para poderla traer desde su nacimiento, fue menester hacer fuertes y
altísimas murallas de argamasa desde unas sierras a otras...” (De Alva Ixtlixochitl, 1979:118-
119)
Los reservorios y los canales permitían que el agua se distribuyera para el riego de flores y
árboles. En la cima del cerro se encontraba una piedra labrada en la que estaban esculpidos
los hechos más importantes realizados por Nezahualcoyotl, en esta piedra se incluía la
fecha de nacimiento del rey-poeta y las fechas de los años en que había realizado sus
grandes proezas, junto a estas se encontraba el símbolo de una casa ardiendo. Había una
piedra con forma de pie de venado, de esta salían unos penachos de piedras preciosas.
Había también una cueva sobre la cual estaba esculpido un brazo con un arco y flechas,
aparecía también un hombre armado rodeado por dos jaguares, de las bocas de los felinos
salín símbolos del agua y del fuego. Sin embargo todo esto fue destruido por orden del
arzobispo de México Juan de Zúmarraga. El agua se repartía en doce partes, unas rodeaban
al bosque por el norte y otras por el sur. En la parte alta del bosque había algunas
edificaciones parecidas a las torres, en lo alto del capitel de uno de estos edificios estaba
grabado el símbolo de un penacho de plumas, el cual según dice Ixtlixochitl era el nombre
etimológico del Teztcotzinco. Más abajo había una peña tallada con forma de felino, más
debajo de este había tras reservorios de agua con tres esculturas de ranas. Los reservorios
representaban la gran laguna y las ranas las cabezas del Imperio. Hacia el norte había otro
reservorio que tenía escrito el glifo de la ciudad de Tula. En el lado sur, en una peña, el
símbolo de la ciudad de Tenayuca estaba esculpido en una estructura arquitectónica similar.
De esta salía un canal del que caía una corriente de agua sobre las peñas regando, de este
modo, los jardines de flores tropicales de Nezahualcoyotl.
Esculpidos en la roca viva estaban los baños y fuentes. Se dividían en dos compartimentos
de una sola pieza que conducían a unas escaleras monolíticas. En estas escalinatas se
encontraba grabada la fecha del fallecimiento de un señor de Texcoco muy querido por
Nezahualcoyotl. Muy cerca se hallaban los palacios de Nezahualcoyotl, Los aposentos
1
El paréntesis es mío
2
tenían múltiples habitaciones y un gran patio en el cual se recibía a los reyes de otros
señoríos. En este espacio se realizaban danzas y otro tipo de actividades lúdicas. El jardín
se componía por una gran cantidad de árboles y flores aromáticos, abundaban también aves
de las más diversas especies, tanto en cautiverio como en libertad. Había una pared que
dividía el jardín de Nezahualcoyotl del bosque, allí era posible hallar todo tipo de fauna, en
especial venados, conejos y liebres.
El Tezcotzinco poseía, según fray Agustín Dávila, quinientos veinte escalones. Algunos
estaban labrados directamente en la peña, otros, fabricados con piedra suelta,
desaparecieron. En la parte alta del cerro había una escalera de doce gradas, la cual estaba
cubierta por un abrigo rocoso que asemejaba una especie de bóveda. Por esta escalinata
sólo podía entrar un hombre a la vez, ello dio pie a que los indígenas de la época de la
conquista pensaran que la escalera era utilizada por Nezahualcoyotl para entrar por delante
de los demás gobernantes. Agustín Dávila describe también portadas labradas en una sola
piedra y planchas de cedro. El fraile señala, además, un culto al coyote y al difunto
soberano Nezahualcóyotl (Mendizabal de, 1946:448-449).
El Tetzcotzinco
En los afloramientos rocosos de las laderas del cerro del Tetzcotzinco fueron tallados
baños, reservorios de agua y escalinatas, lo cual lo ubica como uno de los sitios más
conocidos con arquitectura monolítica en el México prehispánico. Otros ejemplos son: La
Malinche, Malinalco, Chalcatzingo (Schroeder, 1985:65).
El sitio fue erigido por Nezahualcóyotl, en las fuentes históricas es descrito y relacionado
con el rey poeta de la siguiente manera :
”De los jardines, el más ameno y de curiosidades fue el bosque de Tetzcotzinco, por que demás de la
cerca que tenía tan grande para subir a la cumbre de él y andarlo todo, tenía sus gradas, parte de ellas
hechas de argamasa, parte labrada en la misma peña; y el agua que se traía para las fuentes, pilas,
baños y caños que se repartían para el riego de las flores y arboledas de este bosque, para poderla
traer desde su nacimiento, fue menester hacer fuertes y altísimas murallas de argamasa desde unas
sierras a otras” (Ixtlixochitl, 1979:118-119)
El Postclásico tardío en la Cuenca de México esta ubicado entre los siglos XIII D.C y XVI
D.C. Durante este período histórico el control político de la Cuenca de México fue
disputado por los Tepanecas, Xochimilcas, Colhuas, Mexicas y Acolhuas. La unión política
entre estos dos últimos grupos por medio de la llamada Excan Tlatoloyan provocó que el
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poder político cambiará para siempre de rumbo, pues los hasta ese entonces dominantes
tepanecas fueron derrotados por la unión de Mexicas y Acolhuas.
A partir de ese momento el señorío Acolhua, con sede en Texcoco, consolidó su poder en la
Cuenca de México. Nezahualcóyotl, príncipe poeta y caudillo de los Texcocanos, llevó su
pueblo a niveles de prosperidad nunca antes alcanzados. El señor de Texcoco, además de
realizar grandes hazañas bélicas y de elaborar una profusa obra poética, diseño magníficas
obras hidráulicas. A lo largo y ancho de todo el señorío de Acolhuacan podemos observar
la impronta de su obra.
El Tetzcotzinco no tuvo solamente una función práctica, sino que poseyó también una
función religiosa, pues el lugar fue convertido en el jardín de recreo del Huey Tlatoani
(Gran Señor) Nezahualcóyotl, y muy posiblemente, según nos comentaron la directora del
proyecto Maestra María Teresa García y su ayudante el arqueólogo Gustavo Coronel
(comunicación personal, Abril, 2006), en un santuario dedicado al culto del dios Tláloc y
otras divinidades.
El Tetzcotzinco es un sitio importante por que es la única obra del señorío de Acolhuacan,
atribuida a Nezahualcóyotl, que sigue en pie.(García, 2002:49) Es importante también por
que es uno de los pocos sitios arqueológicos en México acerca del cual contamos con
fuentes históricas, como la obra de Alva Ixtlixochitl, que respaldan las investigaciones
arqueológicas.
Algunas preguntas derivadas del problema principal serán ¿Cómo se denota en los datos
arqueológicos la observación astronómica? Y ¿qué eventos astronómicos se pueden asociar
con la orientación de las estructuras prehispánicas del Tetzcotzinco?
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Hipótesis
La mayor parte de los eventos registrados en el sitio, según el trabajo de Ivan Sprajc (2001:
366-377) fueron solares, pero tal vez considerando la propuesta de Susan Milbrath la
observación de la constelación occidental de Géminis podría coincidir con el culto de la
deidad Tláloc (Milbrath, 1980: 296-297), lo cual podría haber incidido en la orientación de
los petrograbados del dios de los mantenimientos.
Creemos que estos eventos celestes fueron registrados por medio de observaciones
astronómicas bien definidas y perfectamente estructuradas que formaron parte de una
escuela tanto religiosa como intelectual.
Objetivos
Nos proponemos medir y calcular las orientaciones astronómicas de los elementos
arqueológicos del Tetzcotzinco y los eventos astronómicos asociados con estas. Conocer
cuales fueron las principales características de la observación astronómica del Tetzcotzinco;
así como conocer que tanto esta astronomía estuvo relacionada con el culto religioso del
lugar entendido como los rituales y cultos relacionados con distintas divinidades. Se
verificará también si existió una metodología astronómica y se tratará de evaluar la
actividad astronómica en el Tetzcotzinco.
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Entre los objetivos secundarios se encuentra el realizar mediciones de los petrograbados
con los rostros Tláloc y otras representaciones para encontrar algún patrón astronómico con
el cual pudieran estar vinculadas.
El contenido
Pretendemos conocer el desarrollo astronómico a través de la actividad y el método
astronómicos en el Tetzcotzinco, dentro del marco de su contexto histórico-social, así como
desde la perspectiva de la religión y la cosmovisión.
Cada uno de los capítulo desarrollados va encaminado a resolver esta problemática. En el
capítulo I se desarrollan los antecedentes de trabajos arqueológicos e históricos en el sitio.
El número II da la ubicación geográfica del Tetzcotzinco, describe su medio físico, clima,
vegetación y fauna; además trata de explicar la relación entre medio ambiente y cultura en
el sitio, poniendo especial énfasis en la importancia simbólica del agua. El capítulo III se
enfoca en los aspectos teórico-metodológicos del análisis arqueoastronómico del
Tetzcotzinco, desarrolla algunos conceptos fundamentales como el de cosmovisión y habla
un poco acerca de la manifestación de esta en la cultura material del sitio. El siguiente
anexo esboza de manera breve el contexto histórico-social del Tetzcotzinco con la finalidad
de brindar herramientas que permitan entender la astronomía del sitio. El capítulo V trata
justamente del contexto astronómico en el cual se inserta nuestro sitio, se desarrollan los
principales conceptos astronómicos del mundo prehispánico, para pasar después en el
capítulo VI al desarrollo de la actividad y el método astronómico en el México antiguo. El
capítulo VII realiza la descripción arqueológica de las estructuras que fueron medidas y
presenta los resultados que son analizados e interpretados en el capítulo VIII. Finalmente en
las conclusiones se trata de sintetizar todo lo desarrollado con la finalidad de brindar una
idea al lector de cómo era la astronomía en el Teztcotzinco durante el postclásico tardío.
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“─¿Qué eran cuando?
─[...], antes
─¿Antes de qué?
─Antes de ahora”
Ayocuan La mujer dormida debe dar a Luz, (1997: 44)
Capítulo I
Antecedentes arqueológicos, históricos y astronómicos
Haremos una revisión breve de los trabajos arqueológicos, históricos y astronómicos
llevados a cabo a lo largo del tiempo en el Tetzcotzinco. Los antecedentes de investigación
nos permitirá tener un punto de referencia a partir del cual podremos conocer que se ha
trabajado en el sitio, como se ha hecho, que hace falta por hacer; pero sobre todo, las
nuevas perspectivas extraídas por los investigadores acerca del antiguo jardín de recreo del
rey poeta Nezahualcóyotl.
En primer lugar vamos a mencionar los antecedentes históricos, es decir los trabajos de
Fernando de Alva Ixtlixóchitl y el documento “Los títulos de Tetzcotzinco”. En segundo
lugar nos concentraremos en las descripciones y los trabajos arqueológicos realizados desde
mediados del siglo XIX hasta la actualidad (principios del siglo XXI). Se hará un énfasis
especial en la investigación pionera llevada a cabo por Vicente Reyes durante el siglo XIX
), en el recorrido de superficie de Jeffrey Parsons durante los años setenta del siglo XX y en
las excavaciones de la Arqueóloga María Teresa García. Finalmente terminaremos este
capítulo con una revisión de los antecedentes astronómicos, lo mencionado por las fuentes
como Durán (Durán, 1967) y Torquemada (Torquemada, 1975) con respecto a la pasión de
Nezahualpilli por los astros. Luego nos dentendremos un poco en las mediciones e
interpretaciones de Vicente Reyes (Reyes, 1888:141), con respecto a una posible función
solar de la estructura D. Concluiremos con las mediciones arqueoastronómicas de Ivan
Sprajc (Sprajc, 2002: 366-372), el trabajo más completo que se ha realizado con respecto a
la astronomía antigua en el sitio.
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1.1.2 Los títulos de Tetzcotzinco y la posesión del agua
Entre 1968 y 1970 Jeffrey Parssons por parte de la Universidad de Michigan realizó un
recorrido de superficie en la zona y describió el sitio. La descripción de Parssons fue parte
de un proyecto cuyo objetivo era la reconstrucción del patrón de asentamiento con respecto
a fuentes de recursos en la región de Texcoco.
Patricia Hernández del INAH liberó y consolidó el Palacio en 1991. Entre 1981 y el 2003 la
maestra María Teresa García como parte del proyecto Tetzcotzinco , exploró, y consolidó
el sistema de canales y algunas estructuras. (García Chávez 2002:71) En 1997 Ivan Sprajc
como parte de su tesis doctoral realizó investigaciones arqueoastronómicas en el sitio.
(Sprajc 2001)
En 1845 Brantz Mayer realizó una descripción del terraplén que unía al Metécatl con el
Tetzcotzinco, describió también un acueducto hecho con arcilla cocida y con canales que
permanecían en su sitio. (Nuttal, 1992:54) W. Bullock visitó y describió uno de los
depósitos circulares tallados en roca y realizó algunas medidas en este. (Idem, 1992:55)
En el año de 1861 el antropólogo inglés Sir Edward Tylor, visitó también el sitio
arqueológico. El antropólogo inglés subió primero al cerro Metécatl y desde allí pudo
observar el gran canal que conectaba con el Tetzcotzinco, describió los materiales con los
cuales estaba hecho el canal y dio algunas dimensiones aproximadas (Schroeder, 1985: 73).
En su honor el terraplén fue bautizado como canal de Tylor.
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1.2.3 Saqueos en busca de tesoros
Entre 1864 y 1865 una compañía originaria de Texcoco emprendió excavaciones en el área
D. El objetivo era encontrar tesoros en los antiguos edificios. Uno de los exploradores dijo
que al interior del salón había muros pintados con colores vivos. (Reyes, 1888:141)
Jeffrey Parssons realizó estudios del patrón de asentamientos en la región de Texcoco desde
finales de los años 60 y durante los años 70 del siglo XX. Entre los muchos sitios que
recorrió estuvieron el Tetzcotzinco y el cerro Metécatl. El investigador norteamericano
registró en cada uno de los cerros elementos arquitectónicos visibles, materiales
arqueológicos en superficie, restos de canales hidráulicos, el emplazamiento natural y su
uso en épocas recientes. Reportó en la cima del Metécatl modelos arquitectónicos labrados
en rocas. Clasificó finalmente al Tetzcotzinco como un recinto ceremonial en la cima del
cerro. (Parsons, 1971: 123-125)
Parssons realizó un pequeño plano del complejo arqueológico y dio una nomenclatura
basada en las letras del abecedario a cada uno de los conjuntos arquitectónicos (Idem,
1971:124), la cual emplearemos en el siguiente trabajo.
Durante el verano de 1979 Richard F. Townsed realizó un mapeo de las ruinas, patrocinado
por la universidad de Texas y la National Geographic Society (Townsend, 1982: 50,62).
Townsed también realizó la medición astronómica de un fragmento de arquitectura que le
dio como resultado 14° 24’ al este del norte.(Idem, 1982: 53) Una de sus conclusiones fue
que el sitio tenía funciones astronómicas como la pirámide del templo Mayor y en que en el
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lugar los eventos religiosos y de estado se coordinaban con los ciclos estacionales y los
períodos de equinoccios. (Ibidem: 53).
En 1981 la maestra María Teresa García excavó en las áreas conocidas como: “El trono”,
“El baño de la reina” y “El Baño del Rey”. Años después en 1997 comenzó la primera
temporada de campo del Proyecto zona del cerro de Tetzcotzingo. Durante la primera
temporada realizó un mantenimiento general del sitio y excavó el acueducto prehispánico al
Este del Tetzcotzinco.(García :1997)
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tenía hacía inquisición por todas partes de sus reinos de todos los que sabían algo de esto y
los traía a su corte y comunicaba con ellos todo lo que sabía” (Torquemada, 1975: 260).
Torquemada comentó además que Nezahualpilli tenía en la azotea de su palacio un cuarto
de cuatro paredes no muy altas, que tenían en cada esquina un hoyo o agujero, en donde
ponían un asta sobre la cual colocaban una tela azul. En ese cuarto Nezahualpilli se reunía
con sus astrónomos para deliberar en torno a los astros y observarlos detenidamente. (Idem,
1975:260)
Cuenta Fray Diego Durán que Nezahualpilli relató a Moctezuma que el vería en el cielo
señales de la llegada de hombres de otras tierras, estos extranjeros llegarían a arrasar con
templos y palacios. Luego cuando el cometa se observó en el cielo, Moctezuma mandó
llamar a Nezahaulpilli y le pidió que le contara todo lo que había podido ver en el cielo.
Este le relató los terribles hechos que se avecinaban y le recriminó que sus propios
astrónomos no le hubieran avisado acerca del cometa y sus terribles presagios. (Durán,
1967: 469)
En 1888 Reyes midió el azimut magnético de la estructura principal del área D, el dato
obtenido fue de 88° N del W, con un azimut verdadero de 80°. Reyes reportó un
comentario de índole etnográfico, pues según los vecinos de Tlaxiapan en aquel lugar se
había adorado en la antigüedad al sol. La cita textual dice lo siguiente: “El 27 de Junio se
obtuvo un azimut magnético de 88° del N al W para los muros del templo que se viene
hablando, y que corresponde a un Azimut verdadero de 80° aproximadamente. El lugar de
que se ha tratado se llamó Mictlantecuhtli, lo cual induce a creer que ese sitio estuvo
destinado para celebrara ciertas ceremonias en honor del dios de los infiernos o más bien
señor de los muertos...” (Reyes, 1888:141)
El Ingeniero Reyes midió además el azimut de otro recinto “En la parte del cerro que mira
al Valle hay ruinas de otro templo rectangular, de 6m 88 por 5m59, teniendo en el fondo una
plataforma toda la longitud y 2m70 de la anchura. El paramento del expresado fondo , lo
forma la roca misma; pero los muros laterales están hechos de piedra y lodo, miden 1m60 de
espesor, y tienen una orientación magnética de 50° del N. Al W. Díjose a la Comisión que
ese lugar se llama Teotlatomatzin, palabra que puede, descomponerse en teotl, dios, tlall,
tierra, tonan, nuestra, madre y la partícula reverencial tzin; significando, Nuestra Madre la
diosa tierra...” (Idem, 1888:144-145)
El mismo autor afirma que obtuvo algunos azimuts magnéticos desde lo alto del
Tetzcotzinco el 28 de Junio de 1880. Determino entonces que el azimut con respecto a la
ciudad de México era de 110° N.W, a Tequexquinahuac era de 175°N.W, a Texcoco de 81°
N.W y a San Miguel de 20°N.E (Ibidem:139)
11
C, D, F, H y G.(Sprajc, 2002: 366-372). Presentaremos a continuación los obtenidos por
Ivan Sprajc.
El área B tiene azimuts que corresponden a 85°22’ ± 1°, 265°22’ ± 1° y 358°52’ ±30’, el
primer azimut da la fecha del 17 de abril y el 27 de Agosto ± 3d, el segundo da la fecha de
marzo 9 y Octubre 4 ± 2d, el tercer azimut se alinea con respecto al cerro Gordo.
El área C tiene los azimut de 93°46’ ±1°, 273°46’ ±1 y 3° 00’ ± 2°, el primer azimut da las
fechas del 16 de marzo y 27 de Septiembre, ±2 d, y el siguiente indica las fechas del 29 de
marzo y septiembre 13 ± 2 d.
El área D tiene los azimut 100°00’ ± 20’ y 12°00’ ± 30’, el primer azimut esta orientado
con respecto a las fechas marzo 1, octubre 13 ±1 d.
El área F posee los azimuts 82°45’ y 262°45’, las fechas del primer azimut son abril 10 y
septiembre 3, y las del segundo son de marzo 3, Octubre 10.
El área H tiene azimuts de 105°30’,285°30’ y 15°30’, todos con un margen de error de
±1°. Las fechas del primero son febrero 14 y octubre 27 ±3 d. Las del segundo Abril 29 y
Agosto 13 ±3 d.
Sprajc cálculo también los datos del área F para el siglo XV d.C. El primer dato indica que
el azimut con respecto al cerro Tlamacas es de 65°55’ y su fecha corresponde al 21 de junio
± 3 d. El segundo dato corresponde a una alineación con respecto al cerro Pico Tres Padres,
el azimut de este cerro es de 289°15’ y tiene las fechas de mayo 12 y julio 31.
Sus comentarios finales fueron que desde la cima del Tetzcotzinco quedaba marcada la
salida del sol en el solsticio de verano en el cerro Tlamacas y que el Pico Tres Padres
marcaba las fechas separadas por 80 días.( 4 veintenas). Las fechas registradas en el área D
estaban separadas por 140 días (siete veintenas), las área B, C y F, poseen intervalos
significativos que todavía no han sido muy bien estudiados. (Idem, 2001: 371-372). La
conclusión final de la investigación es que las orientaciones de los edificios tenían la
finalidad de hacer posible el manejo de un complicado calendario.
12
“Tú, con sauces preciosos,
verdes como jade,
engalanas la ciudad.
La niebla sobre nosotros se extiende,
¡Que broten flores preciosas!.”
Nezahualcoyotl, Siglo XV
Capítulo II
Localización, medio físico, clima, vegetación y fauna
Altura sobre
Latitud Longitud
nivel del mar
98°49’04” 19°29’48” 2 2 560 m
La altura del Tetzcotzinco es de 2 353 msnm, el clima es templado, subhúmedo con lluvias
en verano, la temperatura promedia es de 15°C y tiene 710 mm de lluvia (Montúfar
2001:132) El Tetzcotzinco forma parte de una cordillera en forma de semicírculo formada
por los cerros Tepetan, Tecuilachi y Colzi de sur a norte. Sus laderas son escarpadas con
una pendiente del 40 al 50 %. La geología corresponde a rocas ígneas, anfiboles, dasitas,
andesitas y basaltos. El paisaje esta compuesto por conos volcánicos extintos, derrames
ígneos con un alto grado de erosión. (Púlido, 1992: 11)
2
Para efectos de las mediciones redondearemos la latitud a 19°30’ pues es el número entero más cercano.
13
las principales cadenas montañosas que conforman el horizonte visual del Tetzcotzinco y
del cerro Metécatl.
Hacia el horizonte Oeste tenemos en primera instancia pequeños cerros aislados, el cerro
Chapultepec y el peñón de Marqués, hacia el suroeste tenemos la Sierra de Santa Catarina
y el Cerro Ixtapalapa. Todo el horizonte Oeste es dominado por la Sierra de las Cruces y
por la Sierra Nevada.
2.3 Vegetación
El estudio realizado por Montúfar y García (Móntufar, 2001), se muestra que la vegetación
de la zona no cambio en el transcurso de 500 años. La vegetación característica durante este
período de tiempo fue el encinar, matorral xerófito, árboles frutales y ahuehuetes.
Los principales tipos de plantas que crecen en el Tetzcotzinco se asocian con otras
comunidades de la Cuenca de México, razón por la cual las investigaciones
14
arqueobotánicas han encontrado grandes dificultades para poder discernir si algunos de los
elementos vegetales encontrados en las excavaciones fueron parte o no de los jardines de
Nezahualcoyotl (Montúfar, 2001:138) . A continuación haremos una enumeración de las
especies más importantes del Tetzcotzinco.
Pastizal Hay especias de pastos comunes como Hilaria cenchroides (grana), Bouteloa
simplex y Lycurus phleoides (lobero). Encontramos tambipen algunos elementos de de
Opunthia Streptacantha. Esta calse de vegetación se distribuye en la ldera suroeste del
cerro y en la ladera noreste muy cerca de la cima. (Idem, 1992: 14)
Vegetación acuática. Cerca de los antiguos canales se descubren algunos tipos de vegetales
acuáticos como Mimulus glabratus, Juncus (tulillo) y Ranunculus schaffneriana.
2.4 Fauna
La fauna que existió en el lugar estuvo compuesta por el venado, coyote, ocelote, halcón,
águila , zopilote y gavilán especies ya extintas en la zona. Existieron también conejo, liebre,
cacomiztle, tejón, ardilla, tuza, rata de campo, víboras como el cencuante, hormigas y
distintas clases de mariposas. Se desconoce hasta el momento el tipo de fauna que
Nezahualcóyotl pudo haber introducido el bosque, como elementos decorativos. (Móntufar,
2001, :131)
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2.5 Ambiente y cultura
El clima, la vegetación, la orografía, geología e hidrología, además de ser elementos
indispensables para la vida humana, son interpretados y transformadas por las distintas
culturas.
Todos estos aspectos fueron interpretados y transformados por los Acolhuas dentro de un
contexto cosmovisional-religioso. Así las corrientes de agua y los manantiales fueron
canalizados por medio de un complejo sistema hidráulico. La topografía de los cerros
Tetzcotzinco y Metécatl se aprovecho para la construcción de los templos, fuentes y
reservorios. La roca viva fue empleada para tallar en ella diversas clases de estructuras y
esculturas, los muros que fueron levantados aprovecharon las condiciones topográficos
integrando salientes rocosas. (Scrhoeder, 1985:65)
En algunos casos como, la fuente del cerro Metécatl, se imitaron los perfiles de los
horizontes aledaños, pero el principal uso que se les dio fue el de ser marcadores naturales
de eventos solares significativos, así, algunas evidencias parece indicar que los cerros y los
eventos astronómicos observados en ellos, fueron puntos de referencia para la alineación y
orientación de algunos templos, estructuras y manifestaciones grafico rupestre (Sprajc,
2001), (Aveni, 1997) y (Broda, 2000).
La concepción de los distintos elementos naturales que entran en juego dentro del
Tetzcotzinco es otro punto fundamental pues permitirá contextualizar las interpretaciones
astronómicas derivadas de este trabajo.
Se hablará en este capítulo de manera breve acerca de las concepciones prehispánicas del
agua, la vegetación y la orografía, pues creemos estos son elementos importantes que
entran en juego en el sitio.
2.6 El agua
Los manantiales, nacimientos y caídas de agua, riachuelos y lagunas son y eran
considerados por los grupos indígenas lugares en los cuales nacían y vivían entidades
acuáticas, espíritus (La Pena, 1994: 24), deidades y seres mágicos como gigantes (Broda,
2001b :190) . Los indígenas Sto: lo de Canada (Mohs, 1994: 198), los Maoríes de Nueva
Zelanda (Hirini, 1994: 220), los nahuas de Guerrero (Good, 2001: 248) y otros grupos
indígenas contemporáneos consideran a los manantiales como lugares de nacimiento de los
espíritus, por ello estos lugares son sagrados. Proponemos, con base en las líneas anteriores,
3
El concepto de cosmovisión será desarrollado de manera amplia y detenido e el capítulo III. Aspectos
teórico-metodológicos del análisis arqueoastronómico del Tetzcotzinco
16
que los canales, caídas de agua y pozas, por no hablar de los manantiales del Tetzcotzinco,
fueron considerados sitios sagrados en donde nacían y vivían los espíritus.
17
Si los hechos no se ajustan a la teoría,
tendrá que deshacerse de ellos.
LEY DE MAIER, siglo XX.
Capítulo III
Aspectos teórico-metodológicos del análisis arqueoastrónomico del
Tetzcotzinco
Ian Hodder propone que las ideas están denotadas por los símbolos materiales, los cuales
tienen un rol en la configuración y estructuración de la sociedad. Los significados
subjetivos, “son conceptos públicos y sociales reproducidos en la práctica de la vida
cotidiana” (Hodder, 1994;139).
El registro arqueológico, de acuerdo con Hodder, es considerado como un texto que puede
ser leído por medio de asociaciones contextuales. (Idem:1994:137). El supuesto básico
consiste en afirmar que es posible llegar a entender un objeto siempre y cuando pueda ser
relacionado con todos los eventos vinculados a él. “Contexto” viene del latín contextere,
que significa tramar, entrelazar, conectar. Contextualizar consiste en vincular al objeto con
sus múltiples dimensiones significativas (Idem:156). La contextualización dependerá del
tipo de preguntas que se hagan, pues las respuestas obtenidas conducirán a las
vinculaciones del objeto.
El arqueólogo británico señala que los estudiosos del mundo antiguo“...para interpretar el
contenido del significado del pasado a partir de la cultura material, suelen proceder a
identificar varios tipos de semejanzas y diferencias relevantes, que, a su vez, forman varios
tipos de asociaciones contextuales”(Idem:140) . Es decir que la interpretación arqueológica
debe partir de la comparación de asociaciones y contextos.
La comparación debe poner atención en las diferencias entre contextos, pero sobre todo, en
las ausencias de ciertos rasgos, estructuras y asociaciones. Para este fin resulta adecuado
realizar preguntas como por ejemplo si el tipo de objeto se ha encontrado en otra clase de
depósitos arqueológicos, la razón por la que otros objetos no poseen las mismas
características que la pieza hallada.
18
La descripción de semejanzas y diferencias, de ausencias y presencias maneja varios
niveles de interpretación distintos que se conectan entre sí. Las cuatro dimensiones de
semejanzas y diferencias son:
¾ Temporal
¾ Espacial
¾ De deposición
¾ Tipológica
La temporal implica una vinculación del objeto con el tiempo, el aislamiento en períodos o
fases, la interrelación de acontecimientos, la incidencia del contexto histórico en el objeto.
La espacial consiste en la identificación de significados y estructuras funcionales y
simbólicas a partir de la disposición de los objetos en el espacio. La característica de
deposición combina las dos dimensiones anteriores; los límites de la unidad de excavación
en la cual se encuentran las piezas son relevantes para la interpretación de la misma. En la
dimensión tipológica dos objetos son iguales porque tiene disposiciones o formas
<<tipo>>Las semejanzas y diferencias tipológicas son fundamentales para definir contextos
temporales y contextos espaciales.
Una vez establecidas las dimensiones anteriores surge un problema ¿Cómo elegir las
semejanzas y diferencias relevantes, así como las escalas de análisis más pertinentes? La
respuesta consiste en la identificación de las dimensiones de variación (agrupaciones en el
tiempo, espacio, la tipología y la unidad de deposición) que reflejen pautas significativas de
semejanza y diferencia (Idem: 148).
19
Las preferencias y la manera de construir y dialogar con la realidad tienen que ver con la
capacidad humana de apropiarse del mundo por medio simbólicos y de comunicación.
(Ibid: 220). El análisis estructural es una manera de aproximarse a la habilidad de
representación simbólica de las culturas humanas. Va más allá de las formas intentando
descubrir patrones presentes en los objetos (Ibid: 224), artefactos, símbolos y
representaciones. El acercamiento estructural asume que los patrones formaban parte de las
concepciones de sus creadores, por esta razón es posible acercarse de manera parcial a la
ideología y al significado profundo de sus autores. (Ibid: 224)
El acercamiento a los objetos, debe de tomar en cuenta que las contingencias históricas han
estado presentes siempre, independientemente de los parecidos formales de los objetos. Es
decir, no existe un significado único y último que descifrar, sino más bien una multiplicidad
de estos, los significados forman parte de un sistema con ritmos y alcances diferentes.(Ibid:
234).
La perspectiva que proponemos aplicar, con base en Hodder (Hodder, 1994) y Castellón
(Castellón, 1998), es que los contenidos ideológicos pueden ser inferidos, de manera
aproximada, por medio del estudio de las asociaciones contextuales (temporal, espacial,
tipológica y de deposición) y por medio del análisis de la repetición de patrones, así como
por el estudio de las implicaciones de las ausencias y presencias de rasgos y asociaciones.
3.2 Metodología
En esta sección se describirán los pasos seguidos durante la investigación de campo para la
obtención de los datos arqueoastronómicos. Explicaremos primero de manera muy general
algunos de los métodos empleados en el cálculo de los eventos astronómicos, luego
explicaremos paso a paso y de manera minuciosa como fueron tomados nuestros datos en
campo. Nuestra finalidad con este capítulo es facilitar la comparación y revisión de este
trabajo a futuros investigadores interesados en el modo en que fueron obtenidos nuestros
datos. El capítulo también pretende ser una guía que brinde las herramientas básicas a todo
aquel interesado en realizar mediciones de índole astronómico. Antes de proseguir con el
desarrollo del de la metodología debemos de señalar que esta y las técnicas empleas para la
obtención de las mediciones fueron aprendidas durante los cursos Arqueoastronomía I y II
impartidos en la Escuela Nacional de Antropología e Historia por el profesor Daniel Flores
Gutiérrez.
Ac=Acm + δm
20
Donde
Ac= Azimut geográfico
Acm= Azimut magnético
δm= Declinación magnética
De aquí en adelante cuando nos refiramos al azimut (A), estaremos dando por entendido
que nos referimos al geográfico, a menos que en el texto se indique lo contrario.
Los sistemas de referencia son aquellos que se toman como punto de partida para poder
establecer una comparación.
La latitud, el azimut geográfico del elemento que se desea medir y la altura del horizonte,
son datos que forman parte del sistema de referencia terrestre es decir las coordenadas de la
tierra. Para conocer con cual fenómeno celeste puede estar vinculado un elemento
arqueológico es necesario transformar las coordenadas terrestres a coordenadas celestes o
ecuatoriales. Acontinuación hablaremos sobre ambos tipos se sistemas.
La altura consiste en la distancia en ángulos entre el objeto celeste que deseamos medir y
un plano horizontal imaginario en el cual esta colocado el observador horizonte. En los
trabajos de arqueoastronomía se suele emplear el término altura del horizonte, esta palabra
se refiere al ángulo entre un plano imaginario horizontal y el punto más alto del horizonte
geográfico.
La latitud geográfica consiste en la distancia en ángulos que hay del Ecuador a cualquier
punto de la superficie terrestre.
21
Este sistema se refiere como ya hemos dicho a las coordenadas celestes. Los dos datos más
importantes en él son la declinación y el ángulo horario. La declinación o latitud celeste es
la distancia que existe entre el ecuador celeste y el objeto astronómico que deseamos
ubicar. El ángulo horario es la distancia en grados entre el objeto celeste y el cenit. El
ángulo horario es igual a cero cuando el objeto esta en el cenit.
Figura 8. Declinación
Figura 9. Ángulo horario
Otro dato importante acerca del cual debemos hablar aquí es la eclíptica. La eclíptica es el
camino que recorre el sol a lo largo de todo un año. El equinoccio verdadero ocurre cuando
el sol, a lo largo de la eclíptica, cruza, a una distancia de 23°27’, el Ecuador celeste en el
punto vernal de Aries. El llamado zodiaco se encuentra en la eclíptica, cada signo del
zodiaco equivale a 30°, lo que multiplicado por sus doce casas nos da un total de 360°
(Mosqueira, 1961: 47-49).
Figura 10 La eclíptica
3.2.2.3 Fórmulas
Para poder conocer desde la tierra la ubicación de un cuerpo celeste, debe de cambiarse el
sistema de referencia empleando las ecuaciones de transformación.
Las fórmulas que emplearemos para pasar de coordenadas horizontales a coordenadas
celestes serán las siguientes:
en donde:
φ = latitud del lugar
δ = la declinación
h = ángulo horario
A = azimut
a = altura del horizonte (Idem, 2002: 251)
El objetivo de la fórmula consiste en obtener la declinación celeste del objeto buscado. Una
vez obtenida se le busca en la tabla correspondiente al sol o a cualquier planeta o astro en el
anuario de efemérides astronómicas. La tabla deberá de indicar el día al cual corresponde la
declinación. Cabe señalar que para el sol existen dos fechas puesto que el sol pasa dos
veces al año por la misma parte de la bóveda celeste.
22
Si, en cambio, se desea transformar de coordenadas ecuatoriales a coordenadas horizontales
tenemos las siguientes fórmulas:
cos(a)cosA= cos(φ)sen(δ)+sen(φ)cos(δ)cos(h)
cos(a)sen(A)=cos(δ)sen(h)
sen(a)=sen(φ)sen(δ)+cos(φ)cos(δ)cos(h) (Ibid: 251)
en donde:
φ = latitud del lugar
δ = la declinación
h = ángulo horario
A = azimut
a = altura del horizonte (Ibid: 251)
Hemos decidido incluir una serie de croquis de las estructuras, los petrograbados y los
modelos labrados en roca para que los arqueoastrónomos y arqueoastrónomas del futuro
puedan comparar y, en su caso, rechazar o aceptar los datos obtenidos en campo. En los
croquis se indican los lugares específicos desde los cuáles fueron realizadas las mediciones.
Los mapas de las estructuras, de los petrograbados y de los modelos en miniatura fueron
realizados con la colaboración de mi padre José Luis Domínguez Reyes, los pasantes de
Arqueología Margarita Alvarez, Daniel Herrera Maldonado, Rene Escartín Ochoa y Nahum
Sólis Dávila, David González Castro, Adriana Lazo, Karim Bulhausen y Esteban Mirón
Marván, el Diseñador gráfico Jorge Navarro Sánchez; la bióloga Melissa Ramírez, el
licenciado en letras hispánicas Luis Andrés Gutiérrez Villavicencio y los estudiantes de
arqueología Laura Elena San Juan Pérez, Diego Sil, sin embargo cualquier error es
exclusivamente responsabilidad mía.
Los croquis fueron elaborados con cinta y brújula Brunton. La versión final fue creada por
medio del programa Autocad versión 2002.
Para la realización de los croquis se tomaron el azimut magnético, la distancia y la altura
del horizonte desde puntos arbitrarios de las estructuras y las manifestaciones gráfico-
rupestres. Cabe señalar que todos los azimuts magnéticos fueron transformados en azimuts
geográficos con miras en cuestiones de índole astronómico.
En uno de los casos, el patio de las danzas, empleamos una copia del plano elaborado por el
Arqueólogo Gustavo Coronel, orientándolo únicamente con respecto al Norte Geográfico.
Los croquis tienen algunos errores, como por ejemplo, que las medidas de algunos croquis
no corresponden totalmente con las medidas reales de las estructuras, pedimos por ello una
disculpa a los lectores de la tesis, y esperamos que en el futuro los croquis puedan ser
realizados de manera más exacta por otros investigadores.
23
3.2.3.2 Selección arqueológica de los lugares en los cuales se llevaron a cabo las
mediciones
Host Hartung, según Aveni (1997: 250) proporciona una lista de elementos arqueológicos
con arquitectura que posiblemente pueden estar relacionados con eventos astronómicos.
Creemos que esta lista es un excelente punto de partida para elegir los lugares en los cuales
se pueden realizar mediciones arqueostronómicas. La lista es la siguiente:
“ a) Líneas trazadas con pintura o grabadas en piedra o en el estuco que suele cubrir la piedra
b) Una superficie vertical o el borde de una ventana o puerta vistas desde un punto fijo.
c) Orificios horizontales y verticales
d) Líneas entre elementos esculpidos
e) Disposiciones arquitectónicas desacostumbradas en un edificio o grupo de edificios
f) Elementos artificiales o naturales en el paisaje distante
g) Líneas trazadas perpendicularmente a la entrada o a la fachada de un edificio” (Idem, 1997:
250)
Zelia Nuttal, con base en una cuidadosa revisión de los códices en los cuáles aparecen
representaciones de sacerdotes astrónomos que observan el cielo, señala: “...los antiguos
astrónomos observaban las estrellas desde un nicho obscuro ó á través de las puertas de sus
templos, los que invariablemente estaban colocados en alguna elevación” (Nuttal,1907:
519). Con base en lo señalado por esta pionera de la antropología mexicana, creemos que al
momento de realizar las mediciones debemos de tomar en cuenta las entradas de los
templos y los nichos, si los hubiera.
24
pueden ser identificadas como producto de las sociedades precolombinas y que pueden ser
diferenciadas claramente de las intervenciones realizadas por la arqueología moderna.
El criterio para la selección de los modelos en miniatura fue, al igual que en las
manifestaciones gráfico-rupestres, el hecho de no haber sido movidas de su sitio, mismo
criterio empleado en el caso de las esculturas.
Es de suma importancia que al realizar medidas se tomen cuidadosas notas de cómo fueron
obtenidos los datos. Por ello se deben de medir las alturas de los diferentes muros, trazar
líneas diagonales sobre las plataformas anotando cuanto miden los ángulos respectivos y
tomar con cuidado a los muros de contención que ya no se encuentran en su posición
original. Cuando las líneas este-oeste y norte-sur no son perpendiculares, la orientación del
edificio no puede ser descrita por medio de una sola medición, se toma el promedio de los
azimuts norte-sur y este oeste.
“... es mucho más natural relacionar los fenómenos astronómicos en el horizonte este u
oeste con las líneas arquitectónicas este-oeste, que con las perpendiculares a las líneas
norte-sur.”(Sprajc, 2001:40) De preferencia se deben de medir los ejes indicados por medio
de elementos arquitectónicos.
No todos los elementos arquitectónicos son confiables, se deben de examinar los informes
de la excavación y de la restauración para poder comprobar cuales elementos si resultan
originales y cuales no. Si no es posible realizar esto lo aconsejable es realizar todas las
mediciones posibles. De esta manera los errores quedarán anulados por medio del promedio
de varias lecturas. Cuando los elementos han sufrido un gran deterioró las lecturas se deben
de basar en elementos más confiables como las esquinas.
Para poder realizar mediciones precisas se debe de utilizar el teodolito o tránsito, usando
como eje de referencia al sol. En el caso del uso de la brújula deberán de tomarse algunas
precauciones. La brújula sirve si se toma en cuenta la declinación magnética del lugar en el
que se esta realizando la medición. La declinación magnética se puede tomar con base en
anuarios de instituciones, aunque esto resulta de pronto poco confiable, lo mejor será
determinar la variación magnética local de los sitios en los cuales se trabajará.
25
el horizonte local. En nuestro caso empleamos los datos proporcionados por el Anuario del
Observatorio Astronómico Nacional (Flores, 2006)
Antes de elegir el lugar en el que se llevarán a cabo las mediciones se debe de medir el
mismo punto a distintos metros de distancia con la finalidad detectar anomalías locales. Si
el punto esta muy alejado entonces las mediciones deben de ser prácticamente las mismas
para todos lados. Desde el punto que se haya fijado se deben de medir diez líneas largas con
teodolito y referencia astronómica y con brújula. Luego establecemos las diferencias entre
el acimut magnético el geográfico, obtenemos un promedio. Sólo si realizamos esto
podemos determinar nuestras mediciones con brújula. Siempre hay que tomar las
mediciones de los elementos arquitectónicos en ambas direcciones, si no hay anomalías
magnéticas, deberá de haber una diferencia de 180°
Las alturas del horizonte deben de realizarse con Teodolito, aunque se puede emplear el
clisímetro manual. Cuando la orientación de un edificio sea determinada por medio de
diferentes líneas medidas se deberán de realizar mediciones de las alturas que se encuentran
dentro de la visual del Azimut. Es muy importante elaborar un breve dibujo de los puntos
más relevantes del horizonte, en este dibujo se deberán de adjuntar los datos de las alturas.
Si el horizonte no puede verse a simple vista los datos de la altura del horizonte pueden ser
obtenidos mediante cálculo. (Idem, 2002: 39-45)
Los datos en campo fueron tomados por medio de una brújula Brunton sin tripie. Con ella
se obtuvieron los azimuts magnéticos y las alturas de los horizontes. Para evitar cierta clase
de problemas derivado de la inexactitud de las orientaciones con la brújula se utilizó un
hilo y la cinta métrica a manera de guía. La cinta métrica y el hilo eran extendidos de forma
paralela a los puntos y líneas que se tomaron, el hilo de la brújula debía de seguir la guía de
la cinta métrica. Hubo sin embargo casos en los cuales esto no fue posible debido a las
características del terreno, en estos casos el azimut fue tomado exclusivamente con la
brújula, sin embargo se procuró tener el mayor cuidado posible.
La altura fue tomada con auxilió del clisímetros incluido en la brújula Brunton. El dato se
tomó a la altura de los ojos del autor de esta tesis (1.65m). La altura fue considerada como
el punto del horizonte que coincidía con el hilo del clisímetro.
26
En las esculturas con paredes rectas colocamos la brújula de manera paralela a la escultura.
En el caso de la escultura zoomorfa se realizaron dos mediciones, una a todo lo largo del
eje central de la escultura y el otro a través del eje principal de la cola.
Una vez obtenidos los datos se cálculo el momento en que sol era rasante con las mismas
fórmulas que han sido explicadas en párrafos anteriores. Calculamos también el momento
en que el sol era rasante con los ángulos 7° y 10° respectivamente, para ello sumamos las
cantidades mencionadas al ángulo de inclinación. Por otra parte calculamos también el
momento en que el sol le pega de frente a los modelos, para ello si al azimut medido se le
habían sumado 90° se le restaron, y si se le habían restado se le sumaron. En este caso
también se procedió a calcular con diferentes ángulos de inclinación, 7° y 10° el momento
del año en que el sol daba de frente.
Los datos tomados en campo, azimut magnético y altura del horizonte, fueron capturados y
procesados por medio del programa Microsoft Excel. Los datos fueron agrupados de
acuerdo con la estructura o conjunto de petrograbados y/o modelos en miniatura en los que
se obtuvieron. En la tabla aparecen datos como el lugar exacto desde el cual fue realizada la
medición, el Azimut geográfico y la latitud.
Las ecuaciones de transformación se programaron en Excel. Se obtuvieron la declinación y
al ángulo horario de cada uno de los puntos medidos en el trabajo de campo. Los valores de
declinación fueron consultados en la tabla del Anuario del Observatorio Astronómico
Nacional 2006 (2006) con la finalidad de obtener las fechas solares.
Una vez depurados los datos fueron colocados en una Tabla Excel que incluía las siguientes
características:
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¾ Declinación en grados y minutos
¾ Fecha
¾ Estructura o conjunto correspondiente
Se dibujaron los horizontes circundantes desde las estructuras en las cuales se obtuvieron
los ángulos azimutales y la altura. Cada elemento arqueológico presentaba diferentes
paisajes cuyos relieves característicos eran únicos con respecto a los demás. Así por
ejemplo en el reservorio teníamos como puntos de referencia en el horizonte al
Tetzcotzinco y a las laderas del propio cerro Metécatl. En cambio en el patio de las danzas
(área F) o en el templo superior (área E) podíamos observar horizontes compuestos por las
cadenas montañosas que delimitan la Cuenca de México.
El procedimiento para realizar los dibujos de los horizontes, consistió en tomar, cada cinco
grados de azimut, la altura del horizonte, estos datos fueron pasados a la hoja de cálculo
excel para ser graficados. Los datos graficados fueron:
¾ Azimut
¾ Altura
Una vez graficados los horizontes se procedió a calcular los eventos astronómicos, solares
principalmente, asociados con dichos horizontes, por ello en cada gráfica fueron indicados
los puntos extremos de solsticios, y los puntos medios de equinoccios.
Cabe señalar que no todos los horizontes pudieron ser elaborados en su totalidad, ya que
condiciones atmosféricas adversas, fundamentalmente la densa capa de contaminación que
flota sobre la ciudad de México no permitieron completar algunos de los horizontes.
La definición anterior se complementa por lo dicho por Johanna Broda ya que ella entiende
la cosmovisión como “la visión estructurada en la cual los antiguos mesoamericanos
combinaban de manera coherente sus nociones sobre el medio ambiente en que vivían, y
sobre el cosmos en que situaban la vida del hombre” (Broda, 1991a :462)
28
La cosmovisión es también un hecho histórico producto del pensamiento social que se
encuentra inmerso en un proceso de larga duración. (López, 1997: 25). La visión
estructurada del universo se construye en la práctica de la vida cotidiana, implica consenso
más o menos homogéneo de ideas. (Portal, 1996: 68-69).
Luis Villoro agrega un nuevo concepto, muy vinculado con lo planteado hasta este
momento, la figura del mundo. Este no es otra cosa sino la peculiar manera de concebir el
lugar del hombre en el cosmos natural y social. Comienza siendo patrimonio de una
minoría pero luego se generaliza hasta ser un referente incuestionable de cierta época.
Cuando se establece puede provenir una impugnación del pasado, que en la mayoría de los
casos es un anuncio del ocaso de una época. Una época subsiste mientras lo haga su figura
del mundo. (Ibidem, 70-74)
Resulta importante la definición de este concepto pues será uno de los pilares básicos para
la elaboración de las interpretaciones finales de este trabajo de tesis, además de que no sirve
como herramienta para entender acciones aparentemente desarticuladas como la edificación
de jardines santuario con un sentido religioso y la actividad astronómica.
La magia es entendida como una serie de acciones dirigidas a ganarse la voluntad de los
seres sobrenaturales en el marco de una relación de igualdad (López, 2004:23)
29
El Tezcotzinco no fue un simple jardín de recreo y de veraneo para los señores Acolhuas,
fue un santuario-jardín. Al respecto Gabriel Espinosa dice que:
“Tradicionalmente se han inlcuído dentro del tema de las obras hidráulicas la creacion de “espacios
recreativos” o “jardines recreativos” para el disfrute de los soberanos. “No dudo que los espacios a
los que se refieren los diversos autores hayan podido ser extraodinariamente recreativos y
disfrutables, pero me parece dudoso que ese haya sido el motivo principal de su cosntrucción. Creo
que hay un aspecto ritual subyacente de importnacia esencial que explica el sentido de estas obras no
como un mero capricho de exóticos gobernantes que recordaría a los emperadores romanos, sino un
obra que incluso para aquellos que jamás han de pisarla ni conocerla tuvo un sentido mágico-
religioso (y hemos insistido en el carácter cultualmente pragmático de este aspecto.” (Espinosa,
1996: 372)
Esther Pasztory nos dice al respecto que “The gardens were ornamental, practical, and
symbolic”. (Pasztory, 1983: 131). Es decir, cuando hablamos de horticultura prehispánica
no podemos separar el gusto de los antiguos habitantes del México antiguo por las plantas y
flores de lo simbólico y religioso.
“It was a microcosm of the universe, and of the history of Texcoco as personified by Nezahualcoyotl...The
temples and reliefs were probably related to the four directions in significance. Umberger ... sugests that the
top hill may have been the upperworld, the bottom the underworld , and he middle, with its processional paths
and “cities”, te surface of the earth” (Ibidem: 132)
A pesar de que la interpretación anterior sea ciertamente polémica, creemos que es bastante
plausible, en tanto que la mayor parte de los asentamientos prehispánicos y del mundo
antiguo eran un reflejo del universo mismo.
Esta distribución vertical implicaría que las estructuras arqueológicas en la cima, áreas F,
E, (Patio de las danzas) y G (los dioses), representarían el nivel celeste, las edificaciones a
la altura del canal, áreas B, Baño del rey, D y H, serían la superficie de la tierra, y las áreas
A y C, que se encuentran debajo del canal vendrían siendo el inframundo.
30
representación del universo dividido en cuatro rumbos, con sus cuatro direcciones y un
centro, con los cuatro árboles por los que fluye el tiempo y con los signos calendáricos. En
el caso de nuestro cerro, la cima posiblemente sería el centro y las áreas a nivel del canal,
los rumbos del universo por los cuáles va descendiendo el tiempo.
El cerro Metécatl posee, desde nuestra perspectiva, una configuración parecida a la del
Tetzcotzinco, donde creemos que el reservorio y la fuente A, serían nivel terrestre por
encontrase en la parte media del cerro y los modelos arquitectónicos labrados en roca,
ubicados en la cima, corresponderían al nivel celeste.
Foto 4. El Tetzcotzinco
El cerro del Teztcotzinco, así como el Metécatl, son testigos de varios momentos histórico-
político muy concretos, la consolidación de la triple alianza y la rivalidad entre sus élites
por un lado, y, por otra parte, la destrucción efectuada por los evangelizadores.
El lugar plasma a la visión que de la estructura política de la Cuenca de México tenían los
señores acolhuas porque, según de Alva Ixtlixóchitl, algunas de las estructuras a la altura
del canal representaban a las ciudades de la triple alianza (De Alva Ixtlixochitl, 1979:118-
119). Así pues, las tres fuentes del sitio representaban a tres grandes ciudades, Tenayuca,
Texcoco y sus tres aliados y Tula. El uso de baños excavados en la roca era una ilustración
gráfica del Altepetl (agua-montaña), nombre empleado para denominar a las ciudades
(Pasztory, 1983: 131).
El jardín fue además un vehículo de la competencia entre las élites de la triple alianza. Las
clases dirigentes de las sociedades acolhua y mexica contendían entre ellas por medio de la
apropiación de paisajes maravillosas cargados de significados, así como por medio de la
adecuación y rediseño de estos lugares. (Evans, 2001:206)
El cerro posee también otra clase de connotaciones religiosas como el ser lugar de oración,
pues a él asistía Nezahualcoyotl a realizar penitencia, ayuno, oraciones, a componer cantos
y a realizar ofrendas de copal a distintas horas del día como serían la salida del sol, el
mediodía, el atardecer y la medianoche. (Lesbre, 2001: 332). El cerro fue también el
recinto al cual asistió Nezahualcoyotl para llorar la muerte de su hijo en la guerra.
31
El lugar fue, por otra parte y según la tradición oral, un supuesto escenario de apariciones,
pues según el mito a uno de los encargados de cuidar la recamara del rey-poeta, el caballero
Iztapalotzin, se le apareció un mancebo de aspecto muy agradable y le anunció que la
esposa de Nezahualcoyotl engendraría pronto a un hijo que sucedería en el trono al señor de
los acolhuas. (Idem, 2001: 333).
Este mito refuerza nuestra idea con respecto al carácter sagrado del cerro, pues la montaña,
además de su carácter acuático en el México antiguo, se consideraba entre los pueblos de la
antigüedad, una imagen del centro del mundo que posibilitaba el contacto entre los seres de
la tierra y los del cielo porque en ella se vuelve posible la ruptura de los niveles del mundo
(Eliade, 2003: 219). “Ésta es la Montaña Cósmica que el futuro chamán escala en sueños
[...]y que visita más tarde , en sus viajes extáticos.” (Idem, 2003: 219)
El jardín tenía otras funciones, entre ellas y la más importante, recrear al Tlalocan, (Ibidem:
217) la región de la niebla, la exuberancia y las aguas abundantes. Destino final de los
muertos por rayo, de los ahogados y reino del dios de las lluvias, Tláloc.
Tlalocan era descrito como un lugar de bienestar, verdor y riqueza, en el crecían todo el año
elotes, calabazas, jitomates y flores de cempoaxóchitl. Habitaban en el los tlaloques o
ayudantes de Tláloc y era destino final de todos los que morían ahogados, golpeados por un
rayo o por enfermedades relacionadas con el agua. Allí las plantas siempre estaban repletas
de frutos y verdes, siempre llovía (López, 2000:182-183) y (Sahagún, 1985:207-208).
Tlalocan se conceptualizaba también como el lugar del cual surgían los ríos y las lluvias
que regaban la tierra, era pues un depósito de humedad (López, 2000:184) En Tlalocan
surgía además el árbol de Tamoanchan, árbol cósmico que conectaba distintos niveles del
mundo. En el mural de Tlalocan en Teotihuacan, puede verse representado un cerro del cual
surge el agua, corrientes del líquido vital y una gran cantidad de hierbas medicinales y
alucinógenas. Tláloc era el dios de la lluvia y de la abundancia, era también “señor del
paraíso terrenal, oloroso y florido” (Sahagún, 1985: 316). Por otra parte existían en los
patios de algunos templos jardines que recreaban y reproducían el Tlalocan.
Los elementos anteriores nos permiten asociar de manera genérica a los jardines
prehispánicos con el Tlalocan, porque los jardines eran lugares en los cuales crecían y se
cultivaban plantas y que muy posiblemente permanecían verdes durante todas las épocas
del año. En el caso particular del Tetzcotzinco podemos hablar de ciertas característica que
lo vincularían con el Tlalocan. Las características que lo vincularían serían que , al igual
que Tlalocan, es un lugar por el que corre el agua, es un cerro, (o junto con el Metécatl un
32
conjunto de cerros) del cual parecen emerger las fuentes de agua, en el había flores y
plantas medicinales y alucinógenas, flores odoríferas, según nos describe Ixtlilxóchitl
(Ixtlilxóchitl, 1979). Si el paraíso de Tláloc es el lugar en el cual nacen la lluvia y las
corrientes de agua, el cerro del Tetzcotzinco debe ser considerado una replica de este, pues
en su masa rocosa se encuentran talladas fuentes de las cuales surgen canales que corren a
todo lo largo y ancho de la colina.
“El paisaje de El Tezcotzinco mantiene en todos sus escalas cinco puntos cardinales y siete
rutas; tres planos horizontales, tres planos verticales y un espacio fugado. Esta estructura
está dada por el relieve del terreno; las trazas circulares, radiales o concéntricas, así como
los trazo rectilíneos norte-sur, oriente poniente centro-cenit, centro-nadir y las líneas
oblicuas ascendentes y descendentes.” (Ibidem, :187)
Como podemos ver, el mantener las mismas escalas en todos los niveles arquitectónicas, el
insertar las estructuras dentro del paisaje son producto de la cosmovisión y su
materialización.
33
“Los hombres son más hijos de su tiempo
que de sus padres”
March Bloch, historiador, siglo XX
Capítulo IV
El contexto histórico, político, económico, social y religioso del
Tetzcotzinco
Fray Juan de Zúmarraga destruyó los “ídolos” que se encontraban en la cima en Julio de
1539 (Lesbre,2001: 325), cuenta fray Agustín Dávila que una de las estatuas destruida por
el presidente del tribunal de la Santa Inquisición fue la de un coyote que todavía era
adorado por los indígenas y al cual se le vinculaba de manera mágica con Nezahualcoyotl.
(Mendizabal, 1946: 448)
34
Resulta interesante que en las descripciones históricas se menciona únicamente a las
fuentes del Tetzcotzinco y no a las del cerro Metécatl. Ahora bien, las obras de los
cronistas indican que fue sólo durante el reinado de Nezahualcoyotl que se edificaron
fuentes y canales en el Tetzcotzinco. Nosotros pensamos que no fue así pues los edificios
de la parte superior del Tetzcotzinco presentan varias etapas constructivas (Gustavo
Coronel, comunicación personal, 2006), lo que desde nuestra perspectiva implica un largo
período de tiempo que superaría con mucho al reinado de Nezahualcoyotl.
Las fuentes históricas describen a los chichimecas como un pueblo salvaje, bárbaro y feroz.
Algunos arqueólogos e historiadores retomaron la descripción de estos pueblos y la
aceptaron como verdadera; nosotros no estamos de acuerdo con el término chichimeca, ya
que lo consideramos despectivo y bastante vago. Desde nuestra perspectiva los chichimecas
nunca existieron como una entidad política y social, si no que fueron un conjunto de
distintos pueblos denominados de manera muy general por lo mexicas como chichimecas.
Según las mismas fuentes hacia el siglo XII de nuestra era, los mal llamados bárbaros del
norte invadieron el centro de México. En una supuesta primera oleada los chichimeca se
fusionaron con los Nonoalcas y fundaron la ciudad de Tula, después de la caída de Tula
vendría una segunda oleada de pueblos provenientes del norte. Xólotl sería el principal
dirigente de esta segunda oleada. (López 1999:190). El intinerario de los Chichimecas pasó
por las ruinas de Tula, por Actopan, al finalizar la primera fase del recorrido se asentaron
en Xoloc. Al morir Xólotl, Nopaltzin asumió el mandó y exploró el territorio de lo que más
tarde sería el Acolhuacan. El grupo se apoderó de una extensa porción de territorio cuyos
puntos extremos eran el nevado de Toluca, Izúcar, Atlixco, Cofre de Perote, Huachinango,
Tulancinco, Metztitlán y Cuetzallan. Junto con los hombres de Xólotl entraron otros grupos
como los otomazahuas y los acolhuas, pueblo en torno al cual esta centrado nuestro interés
en este trabajo. Los sucesores de Xolotl fundaron Tenayuca, Coatlinchan y Texcoco.
Tlotzin , nieto de Xólotl, heredó las provincias de Chalco , la Sierra Nevada y la Sierra de
Texcoco. El cerro del Tetzcotzinco estaba incluido entre estas posesiones pues es la última
estribación por ese lado de la Sierra Nevada ( Mendizabal, 1946:443)
35
pueblos “civilizados” afirmar que eran descendientes de salvajes. (Comentario escuchado
en la clase de Alfredo López Austin, Meosamérica, 2004)
Si se pudiera resumir el postclásico tardío en la Cuenca de México diríamos que fue una
época en la que distintos señoríos lucharon por el control local, pasando muchas veces de
unas manos a otras, hasta la consolidación de la triple alianza como el poder hegemónico.
Esta confederación por medio de guerras, conquistas y tributos logró imponer su dominio
en la zona. La triple alianza reorganizó la región a su conveniencia y consiguió centralizar
el poder político en tres capitales, Tlacopan, Texcoco y Tenochtitlán,. La ciudad de los
mexicas recibía el mayor porcentaje de tributos, seguida por Texcoco y Tlacopan en
respectivo orden decreciente (Idem, 1999: 192-195).
La triple Alianza a pesar de haber logrado una mayor estabilización en el Altiplano no pudo
evitar los conflictos entre sus miembros, y por extraño que parezca, el Tetzcotzinco y
algunos símbolos tallados en sus rocas son evidencia de los conflictos entre dos miembros
de la triple Alianza. (Martínez, 1999: 52-57)
36
una fecha calendárica (Idem, 1999:55). El registro de esta fecha conmemoró la victoria
tetzcocana a la par de que se convirtió en símbolo de prestigio para Nezahualcoyotl. La
inscripción calendárica, desafortunadamente, fue destruida en 1539 por ordenes del obispo
Zumárraga.
Los consejos se encontraban encabezados por los parientes cercanos de Nezahualcoyotl que
eran asesorados por nobles, ciudadanos y habitantes de las provincias. El consejo de
hacienda se encargaba del cobro y la distribución de los tributos, del control de los
Calpixque y de los padrones reales. El consejo asistía además las obras públicas llevadas a
cabo por el Estado y castigaba los delitos económicos (Idem, 1973: 101).
El territorio del señorío de Texcoco se dividía en tres tipos: pueblos cercanos a la corte,
pueblos de la campiña y pueblos de la sierra. (Ibidem: 99-100). Texcoco poseía un centro
urbano que comprendía residencias, jardines de recreo, palacios, almacenes y oficinas
administrativas; pero además del centro urbano Texcoco contaba con una extensa zona
rural. Sin embargo el asentamiento no se encontraba concentrado pues había espacios, por
ejemplo el Tetzcutzinco que se hallaban alejados del centro urbano. (Carrasco, 1996: 203-
205)
37
Por otro lado es posible analizar desde nuestra perspectiva, como fue la base social y
económica del jardín y los Palacio del Tetzcotzinco.
La manutención de los palacios, jardines y bosques del rey estaba a cargo de los pueblos
sujetos al dominio de Texcoco. Ellos se encargaban de los servicios con base en un
complicado sistema de turnos y tandas (Idem, 1996: 237) Algunos de estos pueblos fueron:
Huexotla, Coatlinchan, Coatepec, Chimalhuacan. Estas poblaciones se turnaban con las de
Otompan, Teotihuacan, Tepepolco y Zempoalan.
Texcoco estaba organizado en barrios divididos según las diferentes profesiones, existía
además un clara división entre nobles y macehuales.
a) Los macehuales que se dedicaban a la agricultura estaban divididos en dos clases, los que
poseían tierras de propiedad comunal y los que no tenían tierras y por ello trabajaban las del
Estado. Ambos sectores del campesinado completaban su economía con tierras de riego o
con la elaboración de artesanías. Algunos de los miembros más sobresalientes de este grupo
social eran elegidos por el Estado para ocupar algún puesto político como jueces
administradores o militares.
38
Existían también macehuales dedicados al trabajo artesanal, estos eran de dos tipos, los que
producían artículos de lujo para la nobleza y los que realizaban productos para
intercambiarlos por mercancías.
b) Los pillis se dividían en cuatro clases: Jefes de Estado con tierras bajos su poder que
eran trabajadas por los macehuales. Caballeros o señores de noble linaje que por herencia
poseían tierras trabajadas también por macehuales. Hijos de nobles que combinaban las
tierras heredadas con tierras conquistadas por su habilidad en la guerra y/o con un puesto
político. Finalmente en la última clase tenemos a los comerciantes y a algunos artesanos
que producían artículos de lujo.
Los sacerdotes formaban parte de otra categoría social, pues al estar dedicados al culto
religioso eran mantenidos por el Estado. Podían ser de ascendencia noble o bien podían ser
macehuales, la única diferencia era la posición que ocupaban dentro del templo; a pesar de
ser mantenidos por el Estado debían de pagar tributo en forma de fardos de leña, de esta
manera eran reconocidos como parte de la estructura estatal ( Carrasco:1996).
Los sacerdotes oficiaban la practica religiosa, realizaban ceremonias vinculadas con el ciclo
agrícola y la vida. En los templos principales de la ciudad de Texcoco laboraban los
sacerdotes, entre sus actividades destacaba el adoctrinamiento de los muchachos.
Un último punto muy interesante con respecto al sacerdocio era que las mujeres
participaban activamente en las ceremonias y en los rituales del culto.
El templo principal tenía un estanque o Tetzapan donde se lavaban los vasos en los que se
depositaba la sangre de los sacrificados. Junto al estanque se encontraba la llamada tierra
del dios o Teotlalpan, un bosque sagrado cubierto con matas y espinas. Creemos que en las
ruinas del Tetzcotzinco podríamos encontrar estos dos elementos. Los reservorios
circulares serían los estanques y el bosque correspondería a las huertas de flores y plantas
hermosas.
Al realizar el recuento de los dioses adorados en Texcoco, podemos decir que las
principales divinidades del señorío de Acolhuacan eran Tetzcatlipoca, Huitzilopochtli,
Quetzalcoatl., Xipe, Tloquenahuaque y Tláloc.
39
Tezcatlipoca fue el dios más importante del Acolhuacan, era una deidad local que fue
recuperada como objeto de culto por el rey Nezahualcoyotl. .Huitzilopochtli fue una
divinidad introducida por los Colhua-Mexicas, se le envolvía en mantas de algodón
acompañadas con púas de maguey, se le sacrificaban cautivos y la carne de los sacrificados
se repartía entre la nobleza, su adoratorio se encontraba en el Templo mayor de Texcoco en
el recinto que antes albergaba a la deidad tutelar, posiblemente Teztcatlipoca.
Quetzalcoatl era el dios del aire y tenía un templo en la plaza principal. Xipe fue la deidad
guerrera, era llamado también Tlatlauhquitezcatl que significa espejo bermejo o encendido,
a el se le sacrificaban los guerreros más poderosos capturados en la batalla.
Tloque nahuaque el “famoso” dios único de Nezahualcoyotl, era el hacedor del cielo y la
tierra, sustentaba todo lo creado, se decía que no tenía forma y que junto a él iban a parar
las almas de los hombres virtuosos. El gran problema es que al parecer Tloque Nahuaque
era una frase con la cual los antiguos texcocanos denominaban a todos los dioses y no una
deidad en si misma. Los cronistas posteriores como Ixtlilxóchitl la nombraron émulo del
dios cristiano, lo cual nos hace sospechar que más bien fue una deidad reinterpretada
durante la colonia con la finalidad de mostrar al clero que en el México antiguo se adoraba
al dios cristiano.
Ahora sabemos que el cerro del Tetzcotzinco era un lugar sagrado, sus ruinas son evidencia
del afán de Nezahualcoyotl por vincular su poder como dirigente con las representaciones
de Tláloc y Chicomecoatl divinidades del agua y del maíz. Como evidencia de esto se
encuentra en su cima, en el área F, un bajorrelieve con la representación del dios de la
lluvia y, en el área G, fragmentos de la estatua de Chicomécoatl, señora del maíz y los
mantenimientos (Solís 2002:40). Lesbre dice que es posible identificar una deidad agrícola,
tal vez Chicomecóatl o Xilonen, debido a que se conservan restos intactos del tocado.
(Lesbre, 2001: 326). El autor menciona también, el hallazgo en 1992 de una escultura,
posiblemente Cinteotl, que hace eco en torno a las preocupaciones por la fertilidad y la
agricultura (Idem, 2001: 327). En el sitio existen varias representaciones de Tláloc, algunas
de ellas probablemente tardías (coloniales o incluso modernas) como las de la cima en el
área F. Pero todavía de mayor importancia son algunas imágenes de Tláloc labradas en roca
y que sólo es posible observar en ciertas épocas del año, así como una escultura cilíndrica
encontrada en el área C, a la izquierda de las escaleras monolíticas (Ibidem: 328). En el
interior del reservorio H, en el cerro Metécatl, fue encontrado un petrograbado de Tláloc
(García, 2000). Las representaciones del dios de la lluvia mencionadas con anterioridad son
una pequeña muestra del culto a las divinidades del agua.
Tláloc era el dios de la lluvia y la abundancia de alimento, el daba el agua que hacía crecer
al alimento, pero también mandaba las hambrunas, era el abundador de la tierra. Es una de
40
las deidades que aparentemente estaba relacionada con el Tetzcotzinco al igual que otra
divinidad, Cinteótl, dios del maíz. De Tláloc Sahagún nos dice: “ Este dios llamado Tláloc
Tlamacazqui era el dios de las lluvias. Tenían que él daba las lluvias para que regasen la
tierra, mediante la cual lluvia se criaban todas las yerbas, árboles y frutas y
mantenimientos: también tenían que él enviaba el granizo y los relámpagos y rayos, y la
tempestades del agua...” (Sahagún, 1985: 32). El dios de la lluvia habitaba en el Tlalocan;
este sitio era un el lugar que estaba verde todo el año, había aguas en abundancia. Junto
con Tláloc residían allí los tlaloques, sus ayudantes. Llegaban a esta región del universo los
que morían por enfermedades relacionadas con el agua, los fulminados por el rayo y los
ahogados. (Idem, 1985: 207-208). A Tláloc se le rendía culto en los meses Etzcualiztli,
Tecuilhuitontli, Tepeilhuítl y Atemoztli.
La deidad hermana de los tlaloques, o quizás de Tlaloc, era Chlachiuhtlicue. Ella tenía
poder sobre las aguas del mar y de los ríos, podía ahogar a su voluntad y hacer naufragar
embarcaciones. (Ibidem: 35).
Chicomecóatl era la diosa de los mantenimientos, de los alimentos y de las bebidas. El mito
relata que ella fue la primera que comenzó a realizar pan (¿bollos de maíz?), y otros
guisados. (Ibidem: 33). Esta deidad femenina y su iconografía están vinculadas con el maíz
pues se observa que en sus manos porta mazorcas de maíz (Pérez, 1997:54). Su otro
nombre es 7 Mazorcas de Maíz (Idem, 1997: 54).
Cinteótl era el dios del maíz, hijo de la diosa de Tlazolteótl y divinidad del maíz tierno
(Sejourné, 1975: 169-170). Se encuentra profundamente vinculado con Xochipilli, dios de
las flores (Idem, 1975: 170). Era esposo de Xochiquetzal y una de las nueve deidades que
acompañaba los signos de los días del Tonalpohualli, había nacido en la fecha Ce Xóchitl
(Uno flor) y estaba asociado con el occidente, tierra del Maíz. (Pérez, 1997: 54). En los
códices se le representaba de maneras diferente pero siempre aparecía acompañada con
imágenes de mazorcas en el tocado, la nuca y la espalda (Idem, 1997: 55). Curiosamente el
atributo principal de Cinteótl, la mazorca de maíz, aparece constantemente asociada con
imágenes del dios de la lluvia, Tláloc, como se puede apreciar e el Mural 3 del Pórtico de
Palacio de Zacuala, en Teotihuacán, en el Códice Vaticano y en el Códice Magliabechi.
Desde nuestra perspectiva esta iconografía muestra que existía una añeja y profunda
relación entre lluvia, fertilidad y maíz.
41
La jardinería y la horticultura eran algunos de los pasatiempos favoritos de la elite, siempre
se vinculaban a los distintos efectos que estas producían en el cuerpo humano. Los jardines,
además, se asociaban muchas veces con el mítico Tlalocan (Idem, 2000: 206-213). Los
palacios de recreo, ubicados en muchos de los jardines, eran fantásticas residencias que
manifestaban el poder de sus creadores, eran la imagen del dirigente que controlaba los
recursos de sus dominios. (Ibidem: 206-213)
Con base en lo desarrollado durante este trabajo proponemos que el Tetzcotzinco fue
construido con recursos humanos y materiales de los señoríos subyugados por Texcoco,
bajo la propia dirección de los texcocanos. Posteriormente estos mismos señoríos
dominados fueron los encargados de la manutención del jardín.
Proponemos también con base en lo desarrollado que, contra lo afirmado por las fuentes, el
Tetzcotzinco no fue producto únicamente de la voluntad de Nezahualcoyotl sino una obra
construida por el Estado Acolhua, creemos que el Texancalli o consejo de Hacienda se
habría encargado de la organización de los recursos para la construcción del sitio, pues este
consejo administraba los recursos económicos y los canalizaba hacia obras públicas. El
sistema hidráulico del Tetzcotzinco formaba parte de una compleja red que se extendía por
Texcoco (Parsons, 2002). Esto nos lleva a afirmar que los sistemas de drenaje y riego de los
“baños de Nezahaualcoyotl” eran parte de un gran proyecto estatal y no solamente los
42
jardines de recreo de un rey. Pensamos además, que el sitio pudiera haber sido un centro de
materia prima, de medicina y herbolaria.
El cerro sagrado de Tetzcotzinco era un lugar de culto a Tláloc y a la diosa del sustento,
(Pasztory, 1983: 131). Esto lo decimos con base en los bajorrelieves del dios de la lluvia en
lo alto del cerro, a los fragmentos de esculturas de Chicomecoatl y a los reservorios de
agua, fuentes y acueductos que irrigaban el jardín. En algunos jardines prehispánicos se
sembraban plantas de poder, plantas alucinógenas que auxiliaban mágicamente al
gobernante y que a veces le permitían entrar en contacto con los dioses. Pensamos que las
flores que Alva de Ixtlixochitl calificaba como odoríferas, fueron muy posiblemente plantas
alucinógenas y medicinales. La obra poética de Nezahualcoyotl hace una constante
referencia a las flores como metáfora de la vida...
43
―Yo me pregunto―dijo―
si las estrellas están encendidas
para que cada cual pueda un día
encontrar la suya
Antoine de Saint-Exupéry El principito (1969:54)
Capítulo V
Contexto astronómico del Tetzcotzinco
El capítulo resume los puntos anteriores pues sólo comprendiendo de manera global como
funcionaba la astronomía prehispánica podremos entender sus características fundamentales
en el Tetzcotzinco.
La idea en el pasado sobre los cuerpos celestes estaba determinada por muchos factores,
entre ellos el estrato social y la función social. Los conocimientos astronómicos de un
campesino serían distintos, solo distintos, de los de un sacerdote o un militar. Aclaramos
44
que para nosotros el saber astronómico estaba y esta presente en todos los segmentos
sociales, aunque el significado asignado al cielo pudiera variar ligeramente.
Pero entonces ¿cómo serían concebidos los astros por los pueblos precolombinos?¿En qué
se diferenciaban sus concepciones de las nuestras? A continuación intentaremos responder
a las preguntas anteriores.
El universo era concebido por el habitante del México prehispánico como un mundo
dividido en diferentes estratos, al respecto se puede decir lo siguiente:
La frase anterior fue traducida por Miguel León Portilla directamente del nahuatl. En ella
esta plasmada la estructura indígena del universo, un cielo vertical constituido
aproximadamente por 12 estratos. El número de estratos varía según la fuente, en el códice
Vaticano se mencionan 13 cielos y en los anales de Cuautitlán se dice que son nueve; sin
embargo a pesar de estas variantes todas las fuentes coinciden en mencionar que el
universo estaba segmentado verticalmente.
Alfredo López Austin dice que “Los antiguos nahuas dividían el cosmos en trece pisos
celestes y nueve pisos del inframundo” (López, 1996: 60). Además el historiador
mesomericanista presenta y realiza una interpretación con respecto a los niveles del cielo
representados en el códice vaticano. (Idem, 1996:62-63)
Cada una de las capas contenía un tipo distinto de cuerpo celeste, por encima de la tierra se
encontraba la luna, luego estaban las nubes, le seguían las estrellas, el sol, venus, los
cometas. En el último estrato se encontraba el dios mujer-hombre, Ometeotl (Aveni:1997,
25). Resulta muy interesante, para la interpretaciones de este trabajo, que el piso en el cual
se encontraba la luna era el piso en el que también estaba el Tlalocan (paraíso de los seres
pluviales). (López, 1996: 64), esto es particularmente importante en tanto que Tetzcotzinco
se considera como una reproducción del Tlalocan. Regresando a la cosmovisión indígena
del cielo podemos notar que existe ya, en el postclásico tardío, una imagen estructurada el
universo.
45
Sin embargo el mundo precolombino no consideraba que el cosmos estuviera organizado
únicamente de manera vertical. La superficie terrestre se dividía en cuatro segmentos y un
centro. Cada rumbo del universo tenía asignado un signo calendárico, un color, un
significado y un árbol por el cual descendía el tiempo y los días (Idem, 1996: 65,69).
Bajo esta superficie cuatripartita, según Johanna Broda, el mundo mexica concebía un
espacio subterráneo lleno de agua que comunicaba de manera subterránea los cerros, las
cuevas y el mar. (Broda, 1991a: 479). Los habitantes del México preshispánico creían que
en algún lugar el cielo se unía con el mar, “...como si fuese una casa que el agua son
paredes y el cielo está sobre ellas y por esto llaman a la mar ilhuicáatl, como si dijesen agua
que se junto con el cielo” (Sahagún 1985: 699), de este lugar provenían las aguas que
alimentaban los cerros. Pasaremos ahora a hablar acerca de cómo se consideraba a los
astros
Los astros eran interpretados como personajes, divinidades manifiestas en el cielo, dioses
cuya esencia quedaba guardada en algún astro; se les entendía entonces como héroes
mitológicos, como personajes de historias anteriores al tiempo.
Los pueblos agrícolas basaban su vida en las cosechas y en las fiestas religiosas, con base
en los intervalos marcados por los astros. Los habitantes prehispánicos llevaban registros de
los ciclos astronómicos, los registros podían dejar un huella tangible o quedarse en la mente
del campesino, pero existían.
Los agricultores sedentarios distribuían sus labores con base en el curso de los astros, “ su
posición fija les facilitaba la exactitud de sus cálculos, pues los accidentes orográficos del
horizonte permitían que contaran el tiempo por medio del desplazamiento de las salidas y
los ocultamientos de los astros” ( López, 2002: 31) Los astros marcaban el orden en que
cada uno de los dioses y criaturas sobrenaturales llegaba para extenderse sobre la tierra,
sobre el campo de cultivo. (Idem, 2002:31)
46
5.2.4 Los astros
5.2.4.1 El sol
El sol era considerado como un guerrero celeste, llevaba en sus manos dardos que luego
arrojaba a la tierra. Los dardos ponían fin a la noche porque la mataban o la herían. Cuando
el sol emergía por el oriente se le representaba como un sol joven, cuando se ocultaba en el
poniente su imagen era la de un dios viejo que moría. (Aveni 1997:33)
La lingüística puede aportarnos algunos datos con respecto al sol y a su concepción.. “En
muchas lenguas de esta área el concepto de sol se enuncia con un vocablo cuya raíz
significa “luz-calor”. En nahuatl (...)derivado de tona, brillar calentar se relaciona con
tonalli, que es día, calor, destino” (León Portilla 2000:14)
El calor, la luz y el destino se relacionan con el astro rey. Las primeras dos ideas podrían
resultar obvias, pero la idea de destino llama poderosamente nuestra atención. Entre
algunos grupos indígenas existe la idea de que al momento en que nace un niño queda
ligado con un animal, vegetal o fuerza natural con la cual compartirá características y
destino. A la entidad anímica relacionada con los recién nacidos se le denomina “Tona”,
palabra que es raíz de Tonatiuh o sol en nahuatl. Por otro lado el calor y la luz pueden estar
relacionados con la vida con lo masculino porque el cielo era para los mexicanos antiguos
una fuerza masculina.
5.2.4.2 La luna
Los ciclos de la luna eran muy importantes, por que marcaban el crecimiento de las plantas
y permitía medir el transcurso del tiempo. El ciclo lunar estaba asociado con fenómenos
naturales debido a su recurrencia. A Meztli, como se le llama en Nahuatl, se le asociaba con
la humedad, lo líquido y lo oscuro, ámbitos femeninos por excelencia.
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En nahuatl Meztli significa muslo, su deidad era Tecusistecatl, el dios que se que se negó a
arrojarse dentro de la hoguera para convertirse en el sol, su símbolo era el de un caracol. Se
le vincula con deidades acuáticas pues según el Códice Chimalpopoca fueron estas
divinidades las que le pidieron que no se arrojara a la hoguera. También se le relaciona con
el conejo, animal del pulque y la embriaguez. Los cuatrocientos conejos, dioses del pulque,
llevaban en su indumentaria narigueras de luna y el glifo lunar (González, 1975: 93). La
castración del maguey se liga, posiblemente también se ligaba, con la fases de la luna.
La luna se vinculaba con los muertos, por ejemplo, en los códices se le representa como una
vasija fabricada con un hueso retorcido. Su rumbo del universo era el Norte, es decir la
región de los muertos. El templo de Tecusistecatl estaba relacionado con la luna.
Por otro lado a pesar del claro carácter femenino de la luna, según sea esta creciente o llena
se le relacionara con lo fálico y con lo masculino. Las distintas fases de la luna se
interpretan también como el acto sexual un acto en el que durante el cuarto creciente el
pene se pudre dentro de la vagina. (Idem, 1990:535)
Vemos de nuevo a los astros, en este caso a la Luna, vinculados con acciones humanos, en
este caso el acto sexual, vinculado con ciertos simbolismos, como lo podrido, o con la
fertilidad. Esta creencia, en la cual la relación sexual y las fases de la Luna se vinculan,
tiene posiblemente su origen en la época prehispánica. Difícilmente creeríamos que los
españoles, con su poderosa religiosidad, relacionarían la luna con el acto sexual, sin
embargo puede haber sucedido que creencias populares de la España del siglo XVI se
vinculara a la Luna con la sexualidad, sin embargo este no es el tema del presente trabajo.
Hace tiempo una curandera de la Sierra de Puebla, cuyo nombre no recuerdo por desgracia,
me dijo que la luna llena estaba relacionada con el nacimiento de los niños y el cuarto
creciente con el nacimiento porque la luna llena era fuerte y la luna creciente débil. Por esa
misma razón a los toros se les castraba en luna creciente, para que no se desangraran.
(Comunicación personal de la curandera, 2004, Junio)
La luna esta ligada con todo aquello sobre lo que tiene efecto, la luna y lo líquido se
confunden. No creemos como muchos autores afirman que primero el ser humano haya
observado los movimientos de nuestro satélite y luego los interpretara. Ambos procesos se
dieron a un mismo tiempo y posteriormente de generación en generación fue transmitida y
retroalimentada la creencia de que existía un vínculo entre los fluidos líquidos y la luna. La
construcción social determinó que las fases de la luna fueran relacionadas con cualidades
como fuerte-débil, masculino-femenino y con acciones como las relaciones sexuales.
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Tenemos una duda con respecto a Luna, pues no sabemos si en el pasado se creía las
acciones rituales de los seres humanos determinaban su existencia y movimiento.
5.2.4.3 Venus
Venus tenía un templo llamado, el lugar en el cielo, en él había una representación suya
pintada sobre una columna. Cada año cuando venus era visible se realizaban sacrificios,
también cada 8 años cuando se habían llevado a cabo 5 ciclos venusinos sinódicos se
celebraba la fiesta de Atamalqualiztli.
Con Venus queda claro que los astros son deidades, entidades divinas que cambian y mutan
y que además pueden estar relacionados con más de una divinidad. No hay una
correspondencia única entre un astro específico y una divinidad, a veces un dios
corresponde a dos astros y a veces varios dioses corresponden a un solo astro.
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El astro estaba también vinculado con las lluvias, el maíz y la fertilidad. (Sprajc, 1996: 31)
Entre grupos indígenas como los quichés, venus estaba asociado con la lluvia, las aves, el
rocío y el cielo.
Es muy difícil llegar a conocer como eran concebidas las estrellas por los habitantes del
México prehispánico. La evidencia etnográfica y algunas fuentes como el códice Telleriano
Remensis nos dan pistas.
Las estrellas, ya lo hemos dicho, eran divinidades. Algunos dioses asociados con las
estrellas eran Mixcoatl (Vía Láctea), Tezcatlipoca y Tzontemoc, el gran problema es que
no sabemos con que astros se encontraban relacionados estas deidades.
Hay sin embargo tres dioses que si pueden ser asociados con las estrellas. Tal es el caso de
Tlahuizaclapantecutli, divinidad asociada indudablemente a Venus, planeta que de acuerdo
con los antiguos mexicanos era una estrella. Yacatecutli el dios de los comerciantes, aquel
que guiaba durante la noche, es, según Yolotl González (1975: 121) la estrella polar.
Debemos de tomar esta asociación con mucho cuidado, sin embargo no debe de ser
descartada. Más confusa resulta la situación de Iztlacoliuhqui, estrella que caminaba hacia
atrás con los ojos tapados y que andaba por el sur.
Los otomíes actuales creen que las estrellas son mujeres colocadas en el cielo y que son
también las flores del mundo. Las estrellas fugaces son guerreras, matan a las piedras que
se noche se transforman en jaguares para devorar a los hombres. (Galinier1990: 526)
Las estrellas eran en el mito del nacimiento de Huitzilopochtli los cuatrocientos hermanos
de Coyolxauqui que querían matar a la deidad solar y a su madre; al nacer el pequeño dios
perseguió a sus victimarios alrededor del cerro de Coatepec hasta conseguir acabar con el
último de ellos. (Sahagún, 1985 :191-192 )
En el México Antiguo a las estrellas se les conocía como los 400 inumerables, el número
400 quería decir muchos y hacía referencia al infinito número de estrellas en el cielo. Su
movimiento durante la noche a lo largo de la esfera celeste tal vez fue interpretado como las
vueltas de los cuatrocientos alrededor del cerro de Coatepec mientras huían de la furia de
Huitzilopochtli.
Las constelaciones son agrupaciones de estrellas que puden ser observadas en el cielo con
base en esquemas y patrones culturales. Existen algunas culturas, como la incaica, en la que
las constelaciones están formadas en realidad por los espacios vacíos existentes entre las
estrellas.
Resulta muy difícil deducir cuales eran las principales constelaciones entre los habitantes
del México prehispánico, no existen muchos referentes históricos que nos permitan
reconstruir que clase de figuras observaban ellos en el cielo. Pero Fray Bernardino de
50
Sahún nos brinda en sus documentos información importante con respecto a las siguientes
constelaciones precolombinas (Sahagún, 1985: 434-435) y (Aveni, 1997:50).
Xonecuilli: Era una constelación con forma de S invertida, estaba formada por siete
estrellas, unas brillantes y otras más opacas, su identificación es bastante difícil, se le ubica
o en la osa mayor o en la osa menor.
Citlalcolotl: A esta constelación , cuyo significado sería algo así como estrella de
escorpión, se le asocia con Escorpión, sin embargo el alacrán que los aztecas veían en el
cielo estaba compuesto por otros grupos de estrellas. Cástor y Pólux parecían ser la boca,
Rigel era el aguijón de la cola.
Hay una propuesta muy interesante según la cual la constelación del escorpión hace
referencia a la serpiente de fuego Xiuhtecutli. La serpiente de fuego de la que es dueño el
dios del fuego posee atributos estelares en la forma de una línea curveada de estrellas. En el
códice Nuttal hay una relación directa entre la representación de la serpiente y la del
escorpión, muy posiblemente la constelación de la serpiente de fuego sea la misma que la
del escorpión.
Sahagún dice que existía una constelación del escorpión, los huicholes actuales también
observan un escorpion en el cielo, sin embargo ellos lo ubican como una unión de nuestras
Pléyades y nuestra Osa Mayor. El corazón de escorpio se ilustra con un brillante punto rojo,
este escorpión es central en el mapa celeste de los huicholes, por ello se le puede comparar
con el papel central que ocupa el dios del fuego. El dios del fuego se encuentra en la figura
del escorpión y significa el comienzo de la estación seca porque el escorpión se mueve en
conjunción con el sol durante la estación seca (Milbrath, 1980:293).
Tianquiztli: Las Pléyades eran la constelación llamada Tianquiztli. Eran una de las
constelaciones más importantes de todas,el paso de las Pléyades a media noche del día en
que se realizaba el ritual de la atadura de los años era la señal para los sacerdotes mexicas
de que el mundo continuaría existiendo durante los siguientes 52 años (Broda, 1980: 283-
303)
A un costado del calendario del sol, excepcional pieza del arte mexica, pueden observarse
algunos puntos que forman distintas e interesantes figuras, la primera de ellas es
indudablemente la constelación de Xonecuilli., el resto de los puntos no han sido
identificadas correctamente todavía.
¿Géminis?: Existe evidencia de que hay una relación entre nuestra constelación de geminis
y el dios de la lluvia Tlaloc. Su culto comienza al parecer en el año 500d.C, momento en el
que Geminis comienza a marcar el solstico de verano, estando en conjunción con el sol a
finales de junio. Por otra parte las anteojeras de Tláloc han sido representadas en algunos
códices como estrellas, se les relaciona visualmente con las dos estrellas más brillantes que
son las estrellas gemeas cástor y Pollux. Tláloc, además, esta coronado por un rayo solar
que pudiera indicar una conjunción entre las estrellas gemelas y el sol. Además el dios de la
51
lluvia puede ser representado como dios de la luminosidad y de la lluvia durante el evento
de la puesta del sol tras geminis a finales de junio, período, por cierto, de máxima
precipitación que marca la mitad del ciclo de cosechas de las milpas.(Milbrath, 1980: 296-
297)
En el siglo XVI en el período que iba de principios de Mayo a mediados de Junio Geminis
no era visible, en esta época se celebraba la muerte ritual de Tláloc, durante el mes de
Etzalcualiztli. Posiblemente la reaparición de la constelación hubiera estado relacionada
con la resurrección de Tlaloc y su emergencia del inframundo.(Idem, 1980: 296-297)
Los cometas aunque son estrellas que provocan enfermadades también son estrellas
fecundadoras. En un mito otomíe se menciona que un cometa flecho el pie de Jesucristo
haciéndolo sangrar, de esta sangre nació el chile. (Galinier 1990: 527)
Los mexicas, al igual que la mayor parte de los pueblos de la antigüedad , consideraban que
los cometas eran presagios de cosas terribles. En nahuatl los cometas eran llamados
Citlallinpopoca que quiere decir estrella que humea, la cola de los cometas era conocida
como Citlallintlamina, que quiere decir, estrella que arroja saetas.(González, 1975: 134)
Las estrellas fugaces son llamadas estrellas excremento, se supone que su excremento mata
a la piedras que se transforman por la noche en jaguares. El excremento de estas estrellas
provoca enfermedades como llagas y gusanos en las heridas de los animales, además de
provocar daños entre los seres humanos (Galinier 1990:527)
5.2.4.7 Meteoritos
Los meteoritos fueron relacionados muy posiblemente con las Tzitzimine, mujeres
descarnadas que bajarían al final de los tiempos a devorar la carne de los hombres. Lo
cierto es que se creía que las estrellas fugaces eran las almas de los muertos. Había otros
seres, los Tzontemoque, que se relacionaban con fantasmas y astros que bajaban de cabeza,
estas deidades a diferencia de las Tzitzimine tenían una advocación masculina. (González,
1975: 134)
Para los otomíes actuales los meteoritos son usados como medicina, los frotan para quitarle
la herrumbre y los utilizan para curar los forúnculos. Asimismo los meteoritos evocan el
nacimiento de Cristo y se relacionan con símbolos de la fertilidad como el pie y la piedra
(Galinier 1990: 527).
52
5.3 Observación y registro de los astros y astronomía observacional
en el México Antiguo
5.3.1 Introducción a la astronomía observacional
La observación y el registro del movimiento aparente de los astros fue la base técnica de la
astronomía prehispánica. En este apartado explicaremos como era la observación y el
registro del movimiento de los astros en el México Antiguo, en que consistía la labor de los
observadores del cielo y las principales características de la astronomía observacional
prehispánica.
Existía entre los nahuas antiguos una cierta diversificación del saber, había especialistas en
retórica, en la lectura de códices, en medicina pero también estaban:
Leon Portilla (León: 1974: 77) explica que el párrafo 15 en nahuatl se decía de la siguiente
manera: in iohtlatoquíliz in inematacachóliz in ilhuícatl. Iohtlatoquíliz significa
literalmente el “corrimiento por el camino del cielo”. Del mismo modo inematacachóliz se
traduce como “coloca la mano sobre la huída del cielo.” (Ibidem, 1974: 77). Las frases
anteriores evidencian la existencia de especialistas consagrados al estudio de los
movimientos celestes que entendían de manera muy peculiar el cielo, lo interpretaban como
un camino y observaban su corrimiento a lo largo de la noche.
El cielo escapaba y sobre su huída el astrónomo antiguo colocaba su mano. Tal vez se creía
que el cielo y su movimiento podían ser tocado con la mano. León Portilla piensa que la
frase se refiere a que el astrónomo mide con su mano el corrimiento de los cuerpos celestes,
a una metáfora acerca del registro del movimiento de los astros. (Idem: 77)
Consideramos que las dos ideas pueden tener algo de cierto y algo de falso, no podremos
conocer en la totalidad el significado del pensamiento indígena, pero podemos acercarnos a
él. Aunque la frase haga referencia a la medición del movimiento del cielo, creemos que
maneja un concepto de cercanía entre el astrónomo y el cielo.
La observación de los astros fue realizada a simple vista. Hasta ahora no se ha encontrado
evidencia de la existencia de algún aparato óptico que amplificara la visibilidad, sin
embargo si hay evidencias del trabajo del cristal de roca. Los astrónomos de la antigüedad
observaban la salida y puesta de los astros en el horizonte y el paso de los astros por la
bóveda celeste.
53
Las observaciones eran registradas minuciosamente de tal modo que se poseía un acervo de
conocimientos que se transmitía de generación en generación. Las orientaciones de los
edificios, algunas pinturas con símbolos astronómicos y los códices registraban el
movimiento de los astros.
Uno de los eventos astronómicos más importantes para los antiguos observadores del cielo
en el México Prehispánico fue el orto y ocaso de los cuerpos celestes. El orto es la salida o
aparición de cualquier astro en el horizonte y el ocaso es su puesta en el mismo, hay claras
evidencias arqueoastronómicas al respecto, como por ejemplo la orientación de edificios
con respecto a la salida y la puesta de los astros en el horizonte.
El Sol fue uno de los astros observados con mayor minuciosidad según los registros
arqueológicos, seguramente la luna , venus y otros planetas también fueron estudiados en el
México Antiguo, sin embargo la dificultad actual para determinar orientaciones
relacionadas con otro tipo de astros no permite saber mucho al respecto.
La observación del cielo fue una ocupación constante entre los nobles y los campesinos.
Nezahualpilli, señor de Texcoco, se dedicaba a la observación de los astros e interrogaba a
sus súbditos con al respecto. Parece ser que tenía en la azotea de su palacio un cuarto con
paredes no muy altas y con agujeros en cada una de sus esquinas, desde este cuarto
realizaba la observación del cielo nocturno y de sus estrellas a la par que llevaba un registro
de su movimiento. El rey astrónomo llevaba indudablemente una metodología para la
medición de estrellas acerca de la cual desconocemos mucho en la actualidad.
54
Un astrónomo real observaba desde la plaza frente a las escaleras del templo mayor la
llegada o salida del sol, este era el signo para iniciar el sacrificio correspondiente a un mes
específico (Aveni, 1999: 287).
La observación del paso del sol por el cenit era fundamental para los pueblos ubicados en
latitudes bajas cercanas al Ecuador, los tránsitos solares servían además para fijar un día en
el calendario. Es muy posible que la elaboración del calendario de 260 días estuviera
basado en el control de las observaciones cenitales. A partir de la observación de los días
del paso se sumaban o restaban veintenas y trecenas y quedaban establecidas las fechas más
importantes en los calendarios agrícolas-sagrados de 260 días (Tichy, 1983a: 138-139)
Según el mismo autor: “Es posible controlar y rectificar el calendario agrícola y sus ciclos
con observaciones del paso del sol por el cenit con muy alta exactitud”(Idem, 1983a: 139).
Un mecanismo que se piensa permitía este control del paso del sol por el cenit eran los tiros
u hoyos verticales que conducían a una cámara oscura en las cuales era posible observar la
trayectoria solar según como sus rayos iban iluminando a la cueva. Esto podía realizarse en
una choza elaborando un agujero en el techo y tapando la entrada o excavando una cámara
en el piso como es el caso de Xochicalco. (Ibidem:138)
Los antiguos habitantes del altiplano central, así como los habitantes de otras regiones del
mundo, distinguían las diferentes fases de la luna. Decían que en su primera fase era muy
delgada, que parecía un alambrito, después contaban quince días durante los cuales veían
que la luna aumentaba de tamaño hasta llegar a ser luna llena. Veían que salía por Oriente y
la describían como un comal redondo que en su interior llevaba un conejo. Lo que más les
llamaba la atención de esta fase era que su luz se reflejaba sobre la tierra. Observaban
también como la luna iba diminuyendo de tamaño hasta hacerse tan pequeña que decían
que se había muerto (Sahagún,1985:431)
Los astrónomos prehispánicos, según se cree en este momento, daban poca importancia a la
posición de la luna con respecto al horizonte para propósitos calendáricos, no hay muchas
evidencias del registro de las posiciones extremas de la luna y tampoco en los códices
aparecen registrados estas clases de eventos (Aveni, 1997: 231) Sin embargo existen
registradas en algunos templos como en Mitla (Flores, en prensa) algunas posiciones
extremas de la luna en el horizonte.
El período sinódico del lucero de la mañana, Venus, fue observado y registrado con
detenimiento.
Observaban a Venus salir por el oriente, decían que realizaba cuatro arremetidas, a la
tercera brillaba tenuemente y desaparecía, a la cuarta arremetida aparecía más brillante que
nunca en el horizonte, su luz era parecida a la de la luna. Con base en las apariciones de
55
Venus se llevaba el registro de cuando se realizarían algunas clases de sacrificios.
(Sahagún, 1985)
Existe el registro de un eclipse total de sol en tenochtitlán, fechado para la tarde del día 8 de
Agosto de 1496. El evento se ilustra por medio de un símbolo solar que es parcialmente
eclipsado, el se encuentra sobre las montañas que se ubican al oeste de la capital mexica.
(Aveni, 1999:286)
Los astros fueron observados de manera detallada y meticulosa durante generaciones, los
datos con respecto a los movimientos quedaron registrados, pero ¿en dónde y cómo se les
registraron?
Los pueblos antiguos de América observaban los astros a simple vista sin el uso de
complejos instrumentos ópticos. Esta manera de mirar el cielo fue el pilar básicos de su
astronomía.
56
5.3.6 Calendario prehispánico
Los meses del año religioso eran dieciocho, cada uno de ellos no tenía más de veinte días.
Multiplicados ente sí daban un total de trescientos sesenta. Los cinco días posteriores no
entraban en la cuenta de ningún mes, sino que eran considerados días baldíos. (Sahagún,
1985:75-76). Cada mes estaba dedicado a un dios, y por ello durante su transcurso se
realizaba una fiesta en honor a la deidad del mes.
La otra cuenta calendárica era la de 260 días, se contaba por medio de veinte trecenas, las
cuales se sucedían hasta completar un ciclo completo. (Idem, 1985:255-256) Este era un
calendario de carácter adivinatorio y su función principal consistía en predecir el destino de
los recién nacidos.
Los habitantes del México prehispánico tenían otra cuenta que llamaban cuenta de los años.
Constaba de 52 años y estaba subdividido en cuatro cuentas de 13 años. Cuando un ciclo
terminaba se realizaba la ceremonia del fuego nuevo y se repartía este por todos los
señoríos del México Antiguo. El objetivo de este ciclo era observar el paso de las Pléyades
con la finalidad de conocer si el mundo seguiría existiendo. (Ibidem:255-256)
57
El segundo punto es que nuestro calendario empieza y termina a medianoche del meridiano
de Greenwich y el nuevo día avanza 15° de longitud por hora hasta completar la
circunferencia de la tierra. (Malmström, 1999:115). Es decir que las longitudes que le
corresponden a México y centroamérica los días comenzarían más o menos al atardecer,
esto pudiera hacernos pensar que habría una coincidencia en las dos cuentas de tiempo, sin
embargo esto es erróneo puesto que los europeos asignaban un nuevo número a un día
cuando este empezaba, y los antiguos mexicanos daban un número al día hasta que este
terminaba (Idem, 1999: 116).
Una de las principales características del calendario prehispánico fue que este quedó
plasmado en las orientaciones de las estructuras arquitectónicas prehispánicas empleando
como puntos de referencia los lugares del horizonte donde ocurren las salidas y puestas del
sol, así como las de Venus (Flores, 1991: 345-346) la luna y otros astros. (Broda, 1993)
(Aveni, 1997). De hecho estas observaciones constituyeron el cuerpo principal de los
calendarios de horizonte y se convirtieron en la base del calendario y la astronomía
prehispánicos. (Broda, 1993:258) y (Broda 2000b: 50).
La Cuenca de México, al igual que otras regiones del México Antiguo de América,
formaban parte de un paisaje ritual creado por las sociedades que las habitaron (Broda,
1997: 47). Los grandes volcanes (Iztacíhuatl y Popocátepectl), al igual que la sierra nevada
(Sierra de Tlaloc) eran considerados como deidades y se les rendía culto al principio y fin
de la estación de lluvias. (Broda, 1991a: 473). Incluso los cerros pequeños como el
Tepetzinco, el Cerro de la estrella, el Zacatepectl, eran considerados lugares sagrados, en
los cuales se llevaban a cabo sacrificios y ritos (Idem, 1991: 475-476). El Tetzcotzinco
pudiera inclusive insertarse dentro de esta categoría de cerro sagrado, donde se llevaban a
cabo rituales de culto.
“Los calendarios de horizonte se forman por las grandes montañas que cierran la cuenca de
México, tanto al Oriente como al Poniente combinándose con los cerros locales de los
58
lugares estudiados, que tiene la particularidad de ser atravesados por el Sol en su paso por
detrás de ellos.” (Zimbrón: 2002, 94)
“Es pertinente aclarar que los calendarios de horizonte no son calendarios en el sentido estricto de la
palabra, son más bien elementos calendáricos locales con usos prácticos que pueden fijar fechas
importantes de los sitios a los que pertenecen; de ellos se puede obtener información para construir el
o los calendarios útiles para una vasta zona, es decir, de ellos se extraen los datos necesarios para
elaborar una cronología o cuenta anual por días” (Ibidem: 104)
59
Desde el sitio Preclásico de Cuicuilco puede observarse que el sol sale por el cuerpo de la
Iztacihuatl por lo menos trece veces. En la pirámide de San José Cocotitlán queda
registrado el principio del año Mexica, el día 12 de Febrero, en el pecho de la Iztacihuatl.
Desde Chapultepec se observa que de la cabeza de la Iztacíhuatl hasta el inicio de sus pies,
el sol tarda de 18 a 19 puestas en cruzar. (Zimbrón, 2002:103-107)
En Teotihuacan, desde la cima de la pirámide del sol, se puede ver como el astro rey se
oculta en el horizonte los días 29 de Abril y 12 de Agosto. Entre las dos fechas existe un
intervalo de 260 días, quedando 105 días que corresponden a la trayectoria del sol por el
resto del horizonte. (Aveni, 2000:24)
Volviendo a Cuicuilco podemos señalar que “ su orientación señala el Cerro del Papayo
que se encuentra en el parteaguas de la Cuenca del Valle de México, con medio grado de
variación al norte del oriente, registra el 23 de marzo, casi los equinoccios” (Ponce, 1981:8)
En el cerro Huizactecatl, Iztapalapa el eje de la estructura esta orientado 12°15’ al sur del
oriente, es decir 102°15’ con respecto al norte, señalando a la cumbre del Volcán
Huitlaxochiotl el amanecer del día 20 de Febrero. (Ponce, 1982: 6)
Johanna Broda nos dice que eran muy significativos los solsticios de verano e invierno con
azimuts aproximados de 65°,115°, ala amanecer y 245° y 295° al atardecer
respectivamente. (Broda 1993: 258). Los equinoccios con rangos de 90° y 270°, pero sobre
todo las desviaciones de 15°-16° del oeste. Algunas fechas fundamentales eran el 12 de
Febrero, el 30 de Abril, el 13 de Agosto y el 30 de Octubre, pues eran fechas que dividían
al año en un ciclo fijo de 260 días y otro de 105 días. (Idem, 1993: 261).
Enrique Juan Palacios señala que la Pirámide de Tenayuca se orienta con respecto a la línea
de ocaso solar el día del tránsito del astro por el cenit del lugar, lo cual ocurre el día 25 de
Julio al atardecer (Palacios, 1932: 18). Palacios es junto con Marquina y Luis R. Ruiz
(Marquina y Ruiz, 1932: 14), de los primeros investigadores en señalar la orientación de
estructuras arquitectónicas precolombinas con respecto a eventos solares ocurridos en el
horizonte.
60
5.4 Evidencias arqueológicas e históricas de la astronomía
prehispánica
En este apartado vamos a hablar brevemente acerca de las evidencias de conocimiento
astronómico plasmados en la arquitectura, los códices y fuentes, las manifestaciones gráfico
rupestres y la etnoastronomía.
5.4.1 La arquitectura
Otros eventos relacionados con los edificios y estructuras, y de los cuales ya hemos
hablado, son los fenómenos de orto y ocaso del sol, la luna o algún grupo de estrellas en
dirección a la orientación marcada un muro, jamba o puerta. (Flores,2004:426-428)
Los códices y las fuentes coloniales nos proporcionan una gran cantidad de información
con respecto a la astronomía de la antigüedad, por ejemplo nos brindan información con
respecto a las constelaciones y a los fenómenos astronómicos que eran importantes para los
habitantes del Mexico prehispánico. A continuación hablaremos acerca de algunos códices
que nos aportan valiosa información acerca de la astronomía antigua en nuestro país.
En la lámina LXI Folio 60 esta representado un individuo sentado sobre una estera que
observa atentamente el cielo estrellado. A un costado suyo en caracteres latinos se lee:
“Alfaqui mayor, que está de noche mirando las estrellas en el cielo para ver la hora que es,
que tiene por oficio y cargo.” (Códice Mendocino, 1979: 177)
Pero además encontramos representaciones de los astros en los toponímicos, por ejemplo
todos los poblados cuyas sílabas iniciales comienzan con “Tona” (sol o calor), son
61
representadas por medio del disco solar o en su defecto por medio de un disco solar partido
por la mitad.
La astronomía fue también registrada en las manifestaciones gráfico rupestres, resulta por
ello muy útil el estudio de esta fuente de datos. En las pinturas y petrograbados podemos
identificar de manera clara y evidente representaciones naturalistas de los astros, como los
cuartos crecientes o los cuartos menguantes de la luna, realizados en un gran cantidad de
paneles. Más difícil resulta la identificación de otro tipo de fenómenos y sin embargo, es
posible.
5.4.4 Etnoastronomía
62
también a desentrañar algunas interpretaciones con respecto a los fenómenos astronómicos,
a recuperar algunos mitos con respecto a los fenómenos astronómicos, pero sobre todo nos
permite tener un referente con el cual interpretar los datos brindados por la
arqueoastronomía y la etnohistoria.
El primer punto, el de la relación entre la observación del movimiento de los astros y los
ciclos agrícolas, cierto para las sociedades agrícolas, pierde validez cuando se quiere aplicar
al estudio de las sociedades cazadoras recolectora, ya que los ciclos astronómicos entre este
tipo de sociedades estaban basados en las migraciones estaciónales de los animales que
cazaban o pescaban y en los períodos de crecimiento y maduración de los frutos y semillas
que recolectaban.
El segundo punto afirma que el conocimiento de los astros daba a las elites la apariencia de
control sobre los fenómenos de la naturaleza. Nosotros no estamos de acuerdo con esta
afirmación pues supone que los campesinos y las clases explotadas carecían de estos
conocimientos. Nuestros argumentos se basan en cierto tipo de evidencia que indica
orientaciones deliberadas en viviendas campesinas y en los conocimientos sobre los
movimientos de los astros poseídos por los agricultores contemporáneos.
63
Existe un tercer punto que deseamos discutir, es el concerniente a legitimación del poder de
las élites. En el México antiguo se realizaban ceremonias vinculadas con las fiestas
calendáricas y el culto a los astros. Estos rituales, de acuerdo con Johanna Broda, (Idem,
1991: XIII), sólo podían ser precedidos por los sacerdotes gobernantes. El culto se llevaba a
cabo en las pirámides, la clase dominante aparecía como indispensable para la realización
de las ceremonias, pues parecía que del ritual se derivaban los fenómenos naturales,
legitimándose de este modo el poder político de las elites (Ibidem, XII-XIV).
Compartimos con Broda la idea de que desde la perspectiva prehispánica el rito y el mito
eran los mecanismos que permitían el mantenimiento del movimiento de los astros y los
ciclos de las plantas y animales. Diferimos sin embargo en cuanto a la explicación del
fenómeno, para Broda el ritual relacionado con los astros era realizado para legitimizar y
justificar el poder de las élites que se atribuían la capacidad de mantener el movimiento
astral. Para nosotros no, el ritual era utilizado con el objetivo de mantener los valores de la
sociedad, funcionaba también como un acto de necesidad, una obra contingente de la que
dependía la continuidad de la vida y la muerte, la existencia misma del mundo. Creemos,
además, que los rituales eran realizados no sólo por las élites en los grandes templos, sino
también por “el chamán” y por el “curandero” en el seno de los barrios y las pequeñas
aldeas campesinas. Como prueba de ello tenemos orientaciones astronómicas en casas y
templos que no pertenecían a las élites.
Ahora bien el ritual astronómico tenía para estas sociedades un valor por si mismo, estaba
profundamente ligado a las creencias religiosas. La justificación de las élites , de la que
hemos renegado con anterioridad, no sería la razón de ser del ritual, sino más bien un
instrumento de control empleado sólo en los momentos en el que las élites necesitaran
cohesionar su poder. La astronomía y los rituales vinculados a ella serían, desde nuestra
perspectiva, una parte del conocimiento colectivo de las sociedades humanas que habitaron
esta porción del México Antiguo.
Lo que para una cultura es fascinante, para otra puede resultar aborrecible. Hemos partido
siempre del supuesto que los antiguos habitantes de América observaban el cielo por
fascinación y por curiosidad. Creemos que esto no fue necesariamente cierto, tenemos
algunas evidencias de que las estrellas eran considerados en muchos casos como seres
malignos.
Otro lugar común en el que se suele caer es el de que todos los pueblos rendían culto al sol
y le adoraban por ser este un ser divino; sin embargo “No en todas partes se bendice al sol;
los bosquimanos del desierto lo maldicen”(González, 1975: 13)
Tomando en cuenta que la observación y registro del movimiento de los astros no era
necesariamente producto de la fascinación provocada por los mismos, podemos analizar el
tema bajo otras perspectivas.
64
Creo que uno de los motores de la observación y registro metódico del movimiento de los
astros sería la necesidad, la necesidad religiosa de vigilar el movimiento de los dioses con
al finalidad de saber si el mundo se encontraba en equilibrio, con el objetivo de conocer si
los rituales humanos eran lo suficientemente efectivos como para permitir que los dioses
astros se siguieran moviendo. “El culto a los astros no es un elemento aislado; forma parte
de la religión”(Idem, 1975:13)
65
El sabio como astrónomo.-
Mientras continúes sintiendo las estrellas
como un <<por –encima- de ti>>
sigue faltándote la mirada
del hombre de conocimiento.
Friederich Nietzsche Más allá del bien y del mal (1998:100)
Capítulo VI
Actividad y método astronómico
La actividad astronómica puede ser inferida por medio de los alineamientos y orientaciones
de ciudades y edificios con respecto a eventos del horizonte y al paso cenital y en las
manifestaciones calendáricas de los códices. Los códices presentan pruebas irrefutables de
la actividad astronómica porque ligan cuentas calendáricas con fechas solares. Otras
evidencias son los petrograbados que funcionaron como marcadores astronómicos, las
cuevas artificiales utilizadas para observar el paso de los astros y los juegos de luz y
sombra.
Los grupos cazadores recolectores dejaban señales para registrar y dar cuenta de los
diversos eventos astronómicos que les interesaban y que se repetían cuando regresaban al
mismo sitio. Los patrones astronómicos registrados por ellos tenían que ver con la
estacionalidad propio de estos grupos y se relacionaban con fenómenos de carácter solar y
66
otros sobre todo de carácter lunar. Estos patrones se registraban en árboles, huesos, en
abrigos y otro tipo de soportes rocosos. El cazador-recolector seguía el ritmo de los tiempos
de la naturaleza, existía un interés en la precisión y en los sistemas de reconocimiento de
cierto tipo. (Murray, 1994:208)
Las observaciones y calendarios de este tipo de sociedades estaban relacionadas con sus
migraciones estacionales, es decir que se estructuraban con base en la movilidad del grupo.
El método astronómico de ellos se ligaba al movimiento estacional de animales y a los
ciclos de florecimiento de diversos vegetales y frutos, así como con el mito, el rito y la
religión, aunque esta última parte sea todavía difícil de esclarecer. Parece haber sido de
especial importancia el ciclo de gestación del venado y su relación con los meses lunares.
Una evidencia del registro del tiempo entre los recolectores son las cuentas de puntos
grabados en piedra, generalmente consisten en un patrón configurado de puntos y marcas
largas y subdivididas muy parecidas a las notaciones mesoamericanas. El número de las
marcas esta relacionado con un período de siete meses lunares (207 días) y también con la
cacería del venado. (Idem:1994: 212). Desde nuestra perspectiva esto es una prueba de la
existencia de un método astronómico entre cazadores recolectores.
Durante el primer milenio antes de Cristo, los primeros pueblos agrícolas, desarrollaron las
herramientas conceptuales básicas relacionadas con el registro del tiempo. En algún lugar
del Soconusco los habitantes observaron el paso cenital del sol y, según parece, a partir del
intervalo entre las dos fechas se desarrolló la cuenta de 260 días (Malmström, 1997:50.53).
Más o menos hacia el 400 a.C, en el seno de los primeros grandes desarrollos urbanos, fue
inventado el calendario de 365 días así como el de 260 y los sistemas numéricos de puntos
y barras. (Iwaniszewski, 1994:85).Tres siglos después fue creada la cuenta larga en el área
Maya, con ella comenzó la especulación con respecto a los distintos intervalos de
tiempo(intervalos largos e intervalos cortos). Entre el 300 y el 500 con base en los
calendarios se establecen los primeros intervalos de tiempo y comienzan las observaciones
en torno a la relación entre el movimiento lunar y los eclipses. Hacia los años 550 y 820 ya
hay evidencia de la observación regular de planetas y del desarrollo de complejos sistemas
numerológicos de cálculo relacionados con los movimientos astronómicos. (Idem: 1994:
85)
67
tiempo vuelva a coincidir con el paso cenital del sol. Esta reforma parece haberse puesto en
marcha en Edzná, Campeche. (Malmström, 1997: 134). Existe también un intento por hacer
coincidir las fases de la luna con la cuenta larga por lo que la propia pirámide principal de
Edzná fue orientada con respecto más al norte de la Luna. (Idem, 1997:150). En el centro
de México observamos que las ciudades, como por ejemplo Teotihuacan, orientan sus
trazas urbanas con respecto a orientaciones astronómicas significativas, como sería la
desviación 15 grados al Este del norte y su línea paralela. Esta tradición, seguramente
anterior a Teotihuacán, seguirá siendo la que rija las orientaciones de los edificios durante
los siguientes años.
Los toltecas siguieron cultivando el calendario de 260 días. Durante el período tolteca
exista ya, un rudimentario calendario de 18 meses de 20 días, seguido por un ciclo de 5 días
considerados como desafortunados, existe también evidencia de que existe una
intercalación entre el período de 260 días y el de 360 días que coincide cada 52 años, casi
todas las características de este calendario parecen haber sido heredadas de épocas
anteriores. Los toltecas fueron los primero en utilizar a las Pléyades como marcadores del
paso cenital del sol, además ellos transformaron este paso en una marca que señalaba el fin
del ciclo de 52 años. Existe evidencia de que durante el período Tolteca, época epiclásica,
existió un registro riguroso de los movimientos de venus, cuestión que posiblemente tuvo
su origen durante el período Tolteca. (Idem:220). Durante el epiclásico, fueron
desarrollados interesantes mecanismos de observación astronómica como la cueva
astronómica de Xochicalco.
6.2.2 Método
¾ Dividir cada problema en cuantas partes sea necesario para llegar a su solución.
(Idem, 2006:35)
68
¾ Ordenar los pensamientos de tal modo que se vaya de lo más simple a lo más
complejo, procediendo siempre de manera gradual. (Ibidem:35)
En el México antiguo el conocimiento esta vinculado con el sentimiento. Para los sabios,
los tlamatimine, solamente “un saber “sensible” puede establecer relaciones
suficientemente vastas y profundas como para abarcar la inmensa realidad del mundo.”
(Johansson, 1995:203)
La actividad astronómica permite la unión entre el ser humano y el universo puesto que dos
de sus finalidades consisten en descubrir si la relación hombre-cosmos se encuentra en
equilibrio, y en saber si los actos humanos, como el sacrificio, han permitido que el cosmos
mantenga su movimiento ordenado y continúe existiendo. Un claro ejemplo de esto son las
69
observaciones del paso de la Pléyades por el centih en cerro de la Estrella, realizadas por
los sacerdotes astrónomos cada 52 años. (Broda,1980)
Los astros son formas en movimiento, sin embargo vale la pena formular la siguiente
pregunta ¿Consideraban en el México Antiguo que los astros eran formas, coberturas de
materia pesada en movimiento? Todo indica que sí, puesto existía la creencia de que la
esencia de los dioses quedaba guardada en algún astro (González, 1975:19)
El acercamiento sensible de los astrónomos al cielo se da en tanto que los observadores del
cielo en el México prehispánico, guían, reconfortan, regulan las cosas del cielo, como caen
los años, disponen de los astros y los ordenan. (Johansson, 1995:204) Resultaría interesante
indagar en cuanto al modo que tenían estos hombres para “ordenar el cielo”. Pero además
la relación astrónomo-astro es íntima , en tanto que el movimiento de estos últimos depende
de que el ser humano lleve a acabo los rituales adecuados y alimente con su sangre a los
astros. No es un vínculo frío puesto que al ser hombre, el astrónomo junto con su acción y
su destino, se vincula al devenir y el futuro de los astros. Así pues el método astronómico
Mesoamericano del cosmos esta fincado en un conocimiento sensible, múltiple y totalizante
del universo.
¾ Método de observación
¾ Método de la aplicación
¾ Método de la predicción
El método de la observación tiene que ver con lo que veían y como lo veían, si la
observación era diurna o nocturna. La observación implica la presencia de especialistas
dedicados a la observación del cielo. Hemos dedicado todo un apartado a la observación de
los astros en el México Antiguo, pero pudiéramos decir en pocas palabras que su método
consistía en la observación a simple vista de los fenómenos como el movimiento anual del
sol y de la luna, en el registro de los mismos en diversos soportes materiales, siendo las más
vistosas las orientaciones de sus edificios y templos. (Aveni, 1999: 287) La observación a
simple vista fue posiblemente complementada por medio del uso de gnomons y varas
cruzadas. En el señorío de Texcoco los soberanos empleaban pequeños cuartos en las
azoteas de los edificios para realizar observaciones de los movimientos celestes, al interior
del cuarto había agujeros en los cuáles colocaban varas que sostenían mantas de algodón y
70
a través de las cuáles se podía llevar un cuidadoso registro del movimiento nocturno del
cielo. (De Torquemada, 1975: 260) Las observaciones fueron siempre realizadas, según
indican fuentes como el códice Mendocino y los Coloquios de doctrina cristiana, en el
marco de las actividades religiosas y rituales. (Códice Mendocino, 1979: 177) y
(Coloquios, 1986: 141)
71
“Entra. Este es el jardín [...]
Donde los sentidos florecen
Donde la cúpula del cielo y
la geometría de las estrellas
forman el techo que cuidan
el vuelo del polen ...”
Alberto Ruy Sánchez Los jardines secretos de Mogador (2001:51-52)
Capítulo VII
Descripción arqueológica
y resultados de las mediciones
El sitio fue erigido por Nezahualcoyotl, en las fuentes se le relaciona con el rey poeta de la
siguiente manera :
”De los jardines, el más ameno y de curiosidades fue el bosque de Tetzcotzinco, por que
demás de la cerca que tenía tan grande para subir ala cumbre de él y andarlo todo, tenía sus gradas,
parte de ellas hechas de argamasa, parte labrada en la misma peña; y el agua que se traía para las
fuentes, pilas, baños y caños que se repartían para el riego de las flores y arboledas de este bosque,
para poderla traer desde su nacimiento, fue menester hacer fuertes y altísimas murallas de argamasa
desde unas sierras a otras” (De Alva Ixtlixochitl, 1979:118-119)
72
penachos, así como con un brazo armado con unas flechas (Idem, 1979:119). Posiblemente
esta escena representaba eventos como la conquista de alguna ciudad por parte del señorío
de Texcoco (tal vez la capital de los tepanecas).
La descripción narra también como se repartía el agua por el cerro, los diferentes estanques
que en él había, y algunas de las esculturas antropomorfas, como la de un personaje con el
cuerpo de felino, el rostro labrado de Nezahualcoyotl y figuras de ranas al interior de cajas
de agua. (Ibidem: 119).
El lugar posee un complejo sistema de irrigación. María Teresa García dice al respecto que:
“El agua era conducida desde este lugar, por un canal tallado del que aún se conservan
algunas partes, hasta la fuente A, estructura que consta de varios cuerpos y dos pozas(...).
Ésta se conecta con el acueducto, que mide 180 m de longitud, 4 de ancho en la corona y 7
de altura en la parte central ” (García, 2002: 47-48)
Esta red de canales fue solo uno de las tantas existentes en el Señorío de Acolhuacán , en
el pie de monte de los cerros que rodean al Tetzcotzinco existen acueductos y canales,
algunos todavía en uso y otros abandonados (Parsons, 2002:54).
7.1.1 Área A
Se encuentra en la parte más suroeste del cerro Tetzcotzinco, consiste en una serie de más
de cuatro terrazas y parece que una de ellas estuvo estucada. Hay un sendero que conduce
hasta una cueva natural (Parsons, 1971: 124). Las excavaciones actuales revelan una serie
de estructuras y de cuerpos superpuestos entre sí.
7.1.2 Area B
Baño del rey
El área B es conocido popularmente como el baño del rey y se encuentra en la ladera del
cerro. Consiste en una tina monolítica trabajada sobre la roca. Unas escalinatas corren
hacía abajo y conectan con el área C. Al noreste de la escultura monolítica encontramos una
plataforma rectangular con tres cuerpos rectangulares adosados en su lado sur. Entre dos de
estos cuerpos se forma un cuadrado que esta estucado.
73
De esta estructura rectangular fueron obtenidas dos medidas. No se logró obtener datos
relacionados con fechas solares o lunares.
En el baño de la reina se tomaron varias mediciones. Fueron tomadas desde los cuartos
traseros de la única rana esculpida en piedra que aún perdura. Se tomó como eje de
referencia la columna vertebral de la rana, el azimut obtenido fue de 280°, su declinación
fue de 14°57’ lo cual nos da las fechas solares de Mayo 1 y Agosto 12.
7.1.4 Área C
Palacio
Una escalinata bien tallada en la roca se extiende 15 metros ladera abajo hasta conectar con
un muro cerrado que descansa en una terraza. La sección principal de esta área esta
compuesta por un área de 24 a 12 metros que es bordeada en sus tres lados por muro de
piedra de 50 cm de grueso, luego viene un área menos definida que cubre entre 40 y 10
metros. No hay aparentemente trazas de muros. (Parsons, 1971:124)
7.1.5 Área D
Recinto monolítico
74
otro recinto tallado en la roca, en el piso de dicho recinto se encuentran algunas esculturas.
(García Chávez, 2002:74).
Foto 13 Área D
7.1.6 Área E
Plaza de las danzas
Plataforma cuadrangular con trono monolítico y una cueva. (Idem,2003:74). Este complejo
se encuentra en una terraza natural justo debajo de la cresta del cerro al oeste. Consiste en
una serie de tres plazas. Las más alta de las plazas esta estucada, mide de 10 a 15 metros ,
la plaza de en medio mide 22 x 15 metros, l más baja de las plazas esta vagamente definida,
mide 8 metros de largo y contiene una pequeña escultura de piedra (Parsons, 1971: 125), la
que hipotéticamente identificamos con el felino de piedra descrito por Ixtlixóchitl
(Ixtlixóchitl, 1979: 118-119)
El trono monolítico tiene forma rectangular, en su extremo sur se forma un pequeño talud.
En el centro, hay un cueva, posiblemente producto de los saqueos en busca de tesoros
(Reyes, 1888), al costado derecho de la cueva ser encuentra el resto de un pie labrado en
roca, muy parecido a los que se conservan en el área G.
En el Área E o patio de las danzas se obtuvieron azimuts en la entrada desde las paredes
labradas directamente en la roca que rodean a la cueva dinamitada. El primer azimut
geográfico se obtuvo desde el pie labrado en una de las paredes, el resultado obtenido fue
de 95° 48’ , la declinación correspondía a –4°21’, y las fechas solares 9 de Marzo y 4 de
Octubre. La segunda medición se tomó de la pared norte, el Azimut geográfico de 90°48’,
la declinación de 0°30’ y las fechas 22 de Marzo y 22 de Septiembre. El tercer azimut
geográfico obtenido en la pared sur, correspondiente a 96° 48’, la declinación de –4° 57’ y
las fechas 8 de Marzo y 6 de Octubre. El cuarto obtenido en el segundo muro sur es de 99°
48’, la declinación de –7° 45 ‘ y las fechas 1 de Marzo y 13 de Octubre. E quinto se obtuvo
justo enfrente de la escultura zoomorfa rota. El azimut es de 80°48’ y la declinación de
9°45’, corresponde al 14 de Abril y al 29 de Agosto. El sexto se obtuvo justo a la mitad de
las escaleras ubicadas en el primer cuerpo interior, dio un resultado de 96°48’, la
declinación fue de –5°7’ y los resultados 8 de Marzo y 6 de Octubre. El último fue obtenido
de la mitad de las escalinatas interiores , fue de 100°48’, la declinación de –9°20’ y las
fechas 24 de Febrero y 17 de Octubre.
75
7.1.7 Área H (Cerro Tetzcotzinco)
Es de los pocos vestigios arqueológicos en la ladera Oeste del cerro, consiste en un corte
dividido en dos partes en la superficie de la roca. Cada lado del corte mide 2.5 metros y sus
muros verticales tiene tres metros de altura. Una depresión circular con un diámetro de 25
cm ha sido excavada en un afloramiento rocoso en el centro del corte. (Idem, 1971:125)
En lo alto del pico de la colina se encuentra una plataforma vagamente definida, que medía
15 metros de diámetro por 25 –50 cm de altura. Contenía una capillita. (Ibid,125). En el
área F encontramos un templo de planta rectangular. El templo posee tres etapas
constructivas. Al sur se observan tres muros y tres taludes superpuestos que muestran las
distintas etapas constructivas, los muros se prolongan hacia el Este. Algunas partes de los
muros se encuentran estucadas.
En el lado sur encontramos dos escalones pequeños recubiertos con estuco. Al norte
también encontramos los restos de algunos muros. Los muros del lado norte tienen
incorporadas piedras es decir que para su edificación fueron aprovechadas piedras in situ.
En el lado norte encontramos adosada a un muro una escalera recubierta con estuco, tiene
seis escalones, y se encuentra recubierta junto con el piso del que arrancan de un estuco en
muy buen estado de conservación.
Foto 17 Área F
El primer punto correspondió al Muro con estuco Sur de la segunda etapa constructiva. En
este caso se obtuvieron varios azimuts muy similares, por lo que se realizó un promedio de
estos, el resultado fue un azimut geográfico de 71° 48’, una declinación correspondiente a
17°23’, relacionada con las fechas 9 de Mayo y 4 de Agosto.
El segundo punto correspondió al Muro con estuco Sur de la primera etapa constructiva.
Los datos desde el arranque oeste del muro fueron un azimut geográfico de 71° 22’, la
declinación de 17°41’ y las fechas 11 de Mayo y 2 de Agosto.
El tercer punto fue el muro encajonado 1. Los datos desde el arranque oeste del muro
fueron 81 °48’, la declinación de 7°59’ que corresponde a las fechas 8 de Abril y 2 de
Septiembre
76
El cuarto punto correspondió al muro encajonado 2. j. Los datos tomados desde el arranque
oeste del muro fueron un azimut geográfico de 86°48’, una declinación de 3°56’ y las
fechas 30 de Marzo y 13 de Septiembre.
El quinto punto fue la escultura de serpiente desde su extremo Este. El azimut obtenido fue
de 295°48’, su declinación de 24°17’, las fechas solares obtenidas fueron un posible
solsticio de verano y un posible solsticio de verano. La segunda medición se tomó también
del extremo Este, el azimut fue de 253°, la declinación de –14°4’, las fechas febrero 9 y 2
de Noviembre.
El primer punto se tomó a la mitad de las escalinatas Este. El azimut fue de 85°48’, la
declinación fue de 5°12’ y las fechas 3 de Abril y 9 de Septiembre. El segundo punto fue
tomado a la entrad del cuarto Este, el azimut fue de 77°48’, la declinación de 12°44’, las
fechas 24 de Abril y 19 de Agosto. La tercera medida, obtenida también en la entrada del
cuarto este, pero en dirección contraria, da de azimut 264°, la declinación de –4°49’ y las
fechas 8 de Marzo y 5 de Octubre. La cuarta se obtuvo en la entrada del cuarto Oeste, fue
de 49°48’, la declinación 10°51’ y las fechas 18 de Abril y 25 de Agosto. La quinta
proviene del mismo punto pero en dirección contraria, la declinación fue de 260°48’, la
declinación de –8°15’ y las fechas 27 de Febrero y 15 de Octubre.
El sexto punto proviene de la entrada al costado norte del reservorio, el azimut geográfico
es de 271°48’, la declinación 1°56’ y las fechas 25 de marzo y 18 de Septiembre. La
séptima se obtuvo a la mitad de las escaleras interiores del reservorio, el azimut geográfico
fue de 274°48’, la declinación de 4°36’ y las fechas 1 de Abril y 11 de Septiembre. La
octava se obtuvo de las afueras del canal Oeste, su azimut fue de 273°49’, la declinación de
3°39’ y las fechas 30 de Marzo y 13 de Septiembre.
Esta área consiste en un nicho con dos esculturas que representan a dos deidades
femeninas, están destruidas casi en su totalidad y sólo se conservan los pies. Las esculturas
se encuentran excavadas en la roca viva, sin embargo sólo se conservan fragmentos de los
pies y los vestidos. Frente a las estatuas hay fragmentos de en roca tallada de lo que
posiblemente fueron los vestidos. Unos metros adelante tenemos una pequeña terraza hecha
con piedras. Es posible acercarse a ella por medio de una escalera de piedra que mide 5
metros de ancho por 15 metros de largo. En la misma área G podemos observar algunos
muros con estuco.
Foto 19 Área G
77
7.1.9.1 Mediciones. Área G
En el extremos sur del nicho de las esculturas se tomó un azimut correspondiente a 285°, la
declinación de dicho azimut fue de 19°18’, lo cual corresponde a las fechas solares Mayo
19 y Julio 25.
Se conservan solo algunos de las partes de este subsistema, entre ellos el Subsistema
Acueducto de Tetztcotzinco que circunda a al cerro por su mitad, su función consistía en
irrigar los jardines y baños. El susbsistema posee un canal a ras de suelo que corre por todo
el camino alrededor del cerro. (García 2003: 74)
Esta compuesta por cinco plataformas que se encuentran en desnivel, contiene dos cajas de
agua, las cuales muy posiblemente servían para regular la velocidad del agua que llegaba
al canal de Tylor. Una de las caja tiene forma rectangular y mide más o menos 1.5 metros,
la otra de forma circular tiene dos metros de diámetro. Aparentemente las plataformas están
orientadas hacia el Este y su parte más alta se alineaba con un canal más alto que se dirigía
al Sistema H.
La tercera plataforma esta compuesta por dos cuerpos. El primero de ellos es un cuerpo
rectangular ubicado al centro, esta rodeado por dos rampas, en la parte de en medio tiene un
reservorio con forma circular, el reservorio es la continuación del canal de la plataforma 1,
a su vez el canal se prolonga por el interior de este cuerpo hasta desembocar en un desagüe.
El segundo cuerpo consiste en una plataforma rectangular cruzada también a la mitad por el
canal.
78
La quinta plataforma también posee una forma rectangular que es atravesada por el canal,
sin embargo su lado Oeste no es completamente recto, tiene en su lado izquierdo un cuerpo
rectangular y en el derecho un pequeño cuerpo que sobresale. Dos escalinatas estucadas
separadas por el canal se adosan a su cuerpo.
La fuente se compone de varios cuerpos, las mediciones fueron obtenidas de distintas partes
de los distintos cuerpos.
7.1.11.2 Cuerpo 4
7.1.11.3 Cuerpo 6
La primera medición del cuerpo se tomó entre los puntos 38 y 39, en la entrada 1, el
Azimut fue de 279° 48’, la declinación fue de 10°58’, las fechas corresponde a Abril 18 y
25 de Agosto, el segundo punto se tomó en las escalinatas, el azimut fue de 278° 48’, la
declinación fue de 10° 1’, fechas 16 de Abril y 27 de Agosto. El tercero fue directamente el
punto 43, el Azimut es de 281°48’, la declinación de 13° 29’, las fechas solares
corresponden al 26 de Abril y al 17 de Agosto. El punto cuatro es el hueco entre 43 a y 44
a, el azimut es de 285°48’, la declinación es de 16° 56’ y las fechas corresponde al 7 de
mayo y al 5 de Agosto. El punto cinco se obtuvo en las escaleras, el azimut fue de 284°48’,
las declinación fue de 16°19’, las fechas corresponde al 5 de Mayo y al 8 de Agosto. La
sexta medición se tomó desde el desagüe del reservorio en dirección Oeste, el Azimut es de
279°48’, la declinación corresponde a 11°36’, las fechas corresponde al 20 de abril y al 23
de Agosto. La sexta medición se tomó en el reservorio también con dirección al Este, el
Azimut fue de 96°4’, la declinación corresponde a -4°26°, las fechas son 9 de marzo y 4 de
Octubre. Cabe señalar que la mayor parte de las orientaciones de este cuerpo y del anterior
se dan con respecto al cerro Tetzcotzinco, al atardecer: la foto número 26 pude ilustrar al
lector al respecto.
79
7.1.12 Sistema reservorio H (Cerro Métecatl)
Consiste en un subsistema cuya finalidad era controlar el agua que llegaba al acueducto. Se
ubica en la ladera norte del cerro Metécatl. Esta conformado por una plataforma que
contiene un reservorio de agua circular con escalinatas. Al este de la caja de agua hay una
gran piedra labrada que sirvió como vertedera. El acueducto se ramifica en dos partes, una
que va al Tetzcotzinco y otra al Metécatl. En la parte de arriba se encuentran una serie de 9
cuartos (García, 2003:74).
Sobre la plataforma del reservorio fueron construidos seis cuartos completos, hay evidencia
hacia el Oeste de dos muros que parecen formar dos cuartos más, estos posibles cuartos se
encuentran asociados con el reservorio circular de agua.
La caja circular mide de diámetro de 4.40 metros, su interior se encuentra estucado. Esta
conectado al sur con un canal labrado en piedra, el canal Se prolonga en la misma dirección
y a unos 5 metros de distancia se bifurca hacia el Este, para formar otro canal. Se supone
que este canal de piedra llevaba el agua proveniente de partes más altas del cerro hasta el
reservorio. Cabe señalar que se encuentra ligeramente inclinado y en pendiente. Al interior
de la caja circular de agua, justo abajo del canal de piedra encontramos un pequeño
desnivel de unos 10 centímetros. En la parte más profundo al nivel del desplante se
encontró una efigie labrada de Tláloc que medía 30 centímetros de diámetro (García, 1997).
Foto 28 El reservorio H
Desde las escalinatas del Este se tomó la primera medición. El azimut corresponde a 80°, la
declinación es de 5°12’, las fechas corresponden al 3 de Abril y al 9 de Septiembre. La
segunda medición se tomó de la entrada del cuarto Este. El Azimut es de 72°, la
declinación de 12°44’. La fechas son del 24 de Abril y del 19 de Agosto. El tercer punto se
tomó también de la entrada del cuarto Este. El Azimut es de 259°. La declinación es de -
4°49’. Las fechas son marzo 8 y Octubre 5. La cuarta medición se tomó de la entrada del
cuarto Oeste, el azimut es de 74°, la declinación corresponde a -4°49’. Las fechas
corresponde a Marzo 8 y a Octubre 5. La quinta medición se tomó también de la entrada del
cuarto Oeste. El Azimut fue de 255°, la declinación de -8°15’, las fechas corresponden al
80
27 de Febrero y al 15 de Octubre. La sexta medición fue tomado en el cuarto a un lado del
reservorio. El azimut fue de 266°, la declinación corresponde a 1° 56’, las fechas solares
son 25 de marzo y 18 de Septiembre. La séptima medición se tomó a la mitad de las
escaleras del reservorio, el azimut fue de 269°, la declinación es de 4°36’, las fechas solares
corresponden al 1 de Abril y al 11 de Septiembre. La octava medición se obtuvo afuera del
canal Oeste. El azimut fue de 268°, la declinación fue de 3°39’, las fechas fueron 30 de
Marzo y 13 de Septiembre.
7.1.13 Petrograbados
Tláloc tallado en la parte inferior de la roca. Ojos compuestos por dos círculos con círculo
concéntrico, cada ojo tiene en su parte superior un semicírculo a modo de ceja. Los ojos
miden 18 centímetros de diámetro incluyendo la ceja. Están separados entre sí por cuatro
centímetros. Bajo los ojos a cinco centímetros de distancia se encuentra la boca. Esta
formada en primera instancia por una línea que en cada uno de sus extremos tiene dos
ondulaciones unidas en el centro por medio de una línea recta. El total de la línea es de 40
centímetros. De esta se desprenden hacia abajo dos líneas combas, la distancia entre el
inicio de cada línea es de 6 centímetros, cada una de ellas tiene de longitud 10 centímetros.
Debajo de estas se encuentra un V invertida.
En la parte superior derecha de la misma roca se encuentra un círculo labrado que mide 9
centímetros de diámetro.
En el Tláloc número 1 obtuvimos desde su extremo Este el azimut de 253°, para obtener el
azimut del sol rasante restamos 90° y obtuvimos un azimut de 163°, la declinación es de –
-21°55’, con estos datos obtenemos las fechas 10 de Enero y 2 de Diciembre. Si sumamos
81
7° y 10° obtenemos las declinaciones de 54°0 y –12°18’ con fechas 16 de Febrero y 26 de
Octubre. Para obtener el momento en que el sol ilumina de frente, se suma al azimut 90°,
obteniendo el azimut de 343°, la declinación es de 62°, si a la inclinación se le suman 7° y
10° obtenemos las declinaciones de 56°54’ y 54°15’, es decir que no hay fechas en que el
sol les de directamente. El sol le pega de perfil a este petrograbado los días 6 de Febrero y 4
de Noviembre con una declinación de –15°30’.
El círculo posee un azimut de 175°, restándole 90° para obtener el momento en que el sol
es rasante obtenemos el azimut de 85°, la declinación es de 13° 17’, las fechas calculadas
26 de Abril y 18 de Agosto. Si les sumamos 7° y 10° las declinaciones obtenidas son 15° y
15°40’, las fechas para la primera declinación son 1 de Mayo, 12 de Agosto y para la
segunda 3 de Mayo y 10 de Agosto. Para conocer cuando el sol pega directamente
sumamos 90° al azimut y tenemos 265° de azimut, la declinación es de 14°33’, las fechas
29 de Abril y 13 de Agosto. Al sumar a la inclinación 7° y 10° tenemos las declinaciones
16°6’ y 16°42’, las fechas son 5 de Mayo, 8 de Agosto y 7 de Mayo, 6 de Agosto.
Petrograbado de Tláloc 2
En el interior del reservorio H, a la altura del desplante fue hallada una efigie labrada de
Tláloc. El diámetro era de 30 centímetros. (García, 2000). La imagen queda en el interior
del reservorio por lo cual no puede ser observada.
En una roca al suroeste del recinto principal del área B, se encuentra labrado un óvalo que
mide de largo 8 centímetros por 4 centímetros de ancho. Al interior del óvalo encontramos
82
tallado un agujero con la misma forma, mide 4 centímetros de largo por dos de ancho y 1.5
de profundidad. Por la forma creemos que se trata de una vulva.
7.1.14 Esculturas
Escultura zoomorfa que mide de largo 5 metros por 2.5 de ancho. Se trata de una efigie
monolítica con cuatro extremidades y una cola. Puede notarse una cabeza tallada en el
extremo distal de la figura. La cabeza esta ligeramente inclinada hacia el norte. La escultura
da la impresión de ser un cuadrúpedo echado sobre sus extremidades, se encuentra tallada
en la parte superior de la piedra. La roca tiene labrados dos escalones que miden
aproximadamente 30 centímetros. Cabe señalar que la escultura esta casi destruida en su
totalidad. Puede tratarse de un reptil o de un batracio.
Se tomó un azimut desde la cola a lo largo de todo el eje, el azimut obtenido fue de 259°, la
declinación correspondía a -4°49’, las fechas solares eran Marzo 9 y Octubre 5. SE tomó
desde el mismo punto el eje de la cola, este corresponde a -3°52’, le corresponden las
fechas Marzo 11 y Octubre 3.
N el área E o patio de las danzas, hacia el sur del nicho trabajado en roca, encontramos una
escultura rota, lo que se conserva de esta parece darnos la impresión de tratarse del cuerpo
de algún animal cuadrúpedo. No sabemos a ciencia cierta de que pudiera tratarse.
La escultura mide 1.70 metros de largo por 1.5 metros de ancho. Se trata de una piedra
trabajada en su parte superior. A la mitad de la roca se encuentra trabajada una especie de
83
plataforma, sobre la plataforma trabajada se levanta un cuerpo con forma de L, de este
cuerpo sale una especie de lengüeta.
Fueron obtenidas dos mediciones desde la escultura zoomorfa. La dos fueron obtenidas del
extremo Este. La primera dio como resultado un azimut geográfico de 295° y una
declinación de 24°17’, la fecha obtenida nos da un posible solsticio de verano al atardecer.
El siguiente punto se obtuvo del extremo Este también, el Azimut geográfico fue de 253°,
la declinación de –14°49’ y las fechas 9 de Febrero y 2 de Noviembre.
Existen en otras sitios arqueológicos modelos labrados en roca, por ejemplo en San Miguel
Ixtapa, Estado de México, en Teotenango, también Estado de México, en Santa Cruz
Acalpixcan, Xochimilco (Zimbrón, 1992: 62), en el Mazatepetl, Contreras, D.F (Rivas,
2002:9) D.F y en Xochicalco, Morelos. Nosotros, durante un práctica de campo de la
materia de Cartografía en la ENAH, bajo la conducción del profesor Alberto Vázques,
localizamos modelos muy parecidos con escaleritas labradas, en el Municipio de Ixtapan
del Oro, Estado de México.
El primer modelo se encuentra al Oeste alejado por unos metros del resto del grupo,
consiste en una roca basáltica bastante intemperizada, puede observarse en ella una
escalinata que se encontraba en proceso de tallado. Se aprecian también algunos escalones,
pero no es posible determinar el número exacto de ellos debido a su grado de intemperismo.
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Tenemos en seguida un subconjunto formado por dos miniaturas con escalinatas labradas.
Describiremos primero el modelo que se encuentra ubicado al Este y luego el que se halla
exactamente de frente al Oeste.
7.1.15.1 Modelo 1
Mide de largo 1. 55 metros y de alto 1 m. Posee seis escaleras, cuatro de ellas bien
definidas. La primera escalinata ubicada al extremo norte posee escalones y su altura es de
20 centímetros por 10 de largo, le sigue una escalinata con escalones labrados bien
definidos, esta ubicada más hacia el norte y posee ocho escalones, tiene de alto 30
centímetros y de largo 10 centímetros. La siguiente escalinata con escalones visibles esta
separada de la anterior 20 centímetros más al sur, tiene 12 escalones, y es más alta que la
anterior pues mide de alto 35 y de ancho 10 centímetros , tiene... escalones visibles, le
siguen a la derecha dos escalinatas más, sin embargo los escalones no están claramente
definidos y sólo se adivina el cuerpo de las escalinatas, cada una de ellas mide
aproximadamente 35 centímetros de alto por 10 de largo. En la parte superior de todas las
escaleras tenemos un pequeño descanso que mide más o menos 5 centímetros de largo.
La primera medición se obtuvo desde el extremo norte del modelo labrado en roca número
1, tiene un azimut geográfico de 141°, pero para calcular el momento en que el sol rasante
lo toca directamente le restamos 90°, la declinación obtenida fue de 40° 58’, la declinación
del sol rasante a los 7° y 10° es de 39° 19’ y de 38°24’. Para conocer el momento en que el
sol le da de frente, sumamos al azimut obtenido 90°, el resultado fue de 231°, y la
declinación de –8° 7’ con las fechas 28 de Febrero y 14 de Octubre, al sumarle 7° y 10°
respectivamente se obtuvieron las declinaciones –3° 27’ y –1° 26’ con fechas 12 de Marzo
y 2 de Octubre y 17 de Febrero y 27 de Septiembre. Finalmente la orientación del modelo
conjugada con la altura del horizonte nos da la declinación de –46°36’.
7.1.15.2 Modelo 2
Mide de largo 1.90 metros y de alto .75 metros. Tiene 5 escaleras bien definidas y 8
descansos. La primera escalera tiene 7 escalones visibles y al parecer no fue terminada,
mide de alto 30 centímetros y de largo tiene 8 centímetros. La segunda escalera que se
encuentra pegada a la anterior, tiene 45 centímetros de alto por 10 de ancho, a los 30
centímetros tiene un pequeño descanso, pero la escalera se prolonga 15 centímetros más
hasta un segundo descanso, posee 11 escalones. La tercera escalera tiene de alto 60
centímetros y de ancho 10 centímetros, se prolonga 45 centímetros hasta llegar a un
pequeño descanso y luego continúa 15 centímetros más, tiene 15 escalones, la cuarta
escalera mide 50 centímetros y de ancho 10 centímetros, tiene en total 13 escalones. Al
final de esta serie de escaleras se observa una posible escalera que se encuentra en un mal
estado de conservación.
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El mismo modelo en miniatura posee en su parte posterior dos escalones trabajados que
miden en promedio 15 centímetros de alto por 20 centímetros de ancho. En la parte superior
hay un descanso cuadrangular trabajado con 15 centímetros de largo por 10 centímetros de
alto.
La segunda medición se obtuvo del modelo labrado número 2. Se obtuvo también desde el
extremo norte del modelo, el azimut es de 170°, el azimut para calcular el sol rasante fue de
260°, la declinación de 8° 31’, las fechas 12 de Abril y 1 de Septiembre. Las declinaciones
calculadas para los 7° y 10° respectivamente son 10° 49’ y 11°46’, las fechas son 18 de
Abril, 25 de Agosto para la primera y 21 de Abril, 22 de Agosto para la segunda. El
cálculo del sol de frente nos da un azimut de 80°, la declinación de 19°31’ y las fechas 18
de Mayo y 26 de Julio, al sumarle a la inclinación 7° y 10° tenemos las declinaciones
20°28’ y 20°47’ con fechas 23 de Mayo, 21 de Julio y 24 de Mayo y 19 de Julio. La
orientación del modelo y la altura del horizonte nos da –67° 47’ de declinación.
7.1.15.3 Modelo 3
La cuarta medición se tomó de la parte de atrás del modelo número tres. El azimut es de
347°, su azimut para obtener el sol rasante es de 257°, la declinación 12°58’ y las fechas 24
de Abril y 19 de Agosto. Al sumarle 7° y 10° tenemos 15°9’ y 16°1’ de declinación, las
fechas de la primera son 1 de Mayo, 12 de Agosto y de la segunda 5 de Mayo y 8 de
Agosto. Para obtener el momento en que el sol da de frente tenemos un azimut de 77°, la
declinación es de 20° 31’, las fechas 23 de Mayo y 21 de Julio. Al sumarle 7° y 10° se
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obtienen las declinaciones 21°36’ y 21°58’. Las fechas son 29 de Mayo, 15 de Julio y 31
de Mayo, 12 de Julio. Al calcular la declinación de su azimut y la altura tenemos 67°10’.
7.1.15.4 Modelo 4
El modelo consiste en dos pozas pequeñas ubicadas en la parte superior de la roca. Las
pozas se encuentran separadas entre sí por 25 centímetros. La poza de la izquierda mide 4
centímetros de diámetro, la de la derecha mide 8 centímetros y es más grande. De
profundidad tienen más o menos tres centímetros. No poseen otro tipo de elementos
asociados entre sí.
7.1.15.5 Modelo 5
La escalinata tiene 45 centímetros de alto por diez centímetros de ancho. En la parte alta de
la piedra tenemos un descanso que mide 5 centímetros de largo por 6 de ancho. Su forma es
de polígono irregular. La piedra tiene siete pocitas, cinco de ellas se encuentran distribuidas
en la parte alta de la roca, exactamente atrás del descanso, dos de estas pocitas están
conectadas por medio de un canal que mide 15 centímetros y tienen en promedio cuatro
centímetros de diámetro, aunque hay algunas más grandes y otras más pequeñas. Su
profundidad promedio es de cinco centímetros. La cima de la piedra esta trabajada y se
encuentra aplanada. La roca fue tirada y encontrada boca abajo, por esta razón no se
realizarán en ella mediciones arqueoastronómicas.
7.1.15.6 Modelo 6
7.1.15.7 Rostro
Rostro tallado en roca. Pueden apreciarse los ojos y la boca. El rostro resulta poco claro, la
distancia entre los ojos es de 8 centímetros.
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7.1.15.8 Modelo 8
Foto 45 Modelo 8
En Caño Quebrado se tomaron dos mediciones, la primera fue obtenida en el extremo oeste,
justo antes del punto en el cual caño quebrado cambia de orientación, el azimut geográfico
es de 129°48’, la declinación de –34°7’ y se cree que posiblemente esta vinculado con la
luna. El segundo punto que se tomó fue el del extremo Este, allí se obtuvo un azimut de
307°48’, la declinación fue de 34°31’ y también se vinculo con la luna.
El día 22 de Diciembre de 2006 fue observada la salida del sol desde la cima del
Tetzcotzinco en el área F. La observación se realizó de pie junto a la escultura de la
serpiente. El sol salió detrás del cerro Tláloc a las 7:35 de la mañana, el azimut geográfico
fue de 119°48’. Cabe señalar que el astro rey emergió exactamente detrás de un pequeño
accidente en la cima del cerro.
Fue medida también la sombra proyectada por el Tetzcotzinco al amanecer, el resultado
obtenido fue un azimut de 300°48’, sin que la sombra se proyectara sobre algún templo.
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Foto 50 Salida del sol en el solsticio de Invierno
Foto 51 Sombra del Teztcotzinco proyectada durante el amanecer del solsticio de Invierno
7.2.2 Observación y medición de la salida del sol durante el 22 de Marzo (Cuarto del
año)
El día 22 de Marzo asistimos a observar la salida del sol desde el muro norte del nicho del
área E, patio de las danzas. La observación en esta ocasión confirmó los cálculos
efectuados, puesto que el muro se alinea con la salida del sol.
La salida del sol ocurrió a las 6: 58 con un Azimut geográfico de 78º 17’, la altura fue de 9º
al momento del sol rasante. A las 7: 22 de la mañana la sombra proyectada por la pared
norte desaparece.
Foto 53 Alineación de muro con la salida del sol. Día 22 de Marzo de 2007.
En este apartado incluimos los horizontes de cada una de las áreas del sitio en las que
fueron obtenidas las mediciones. Los horizontes indican las principales prominencias de los
alrededores, así como las puntos extremos del sol (solsticio de invierno y de verano) y los
puntos medios (equinoccios). Para cada área realizamos un horizonte en particular excepto
en el sistema fuente A del cerro Metécatl y en el reservorio H del mismo cerro, puesto que
desde ambos conjuntos se observaba el mismo horizonte; algo similar ocurrió con las áreas
E (Patio de las danzas y F (Templo a Tláloc), desde las dos estructuras se veía un horizonte
muy similar.
El objetivo de los horizontes consiste en dar al lector una visión más o menos general de la
clase de fenómenos solares de horizonte que pueden observarse en el Tetzcotzinco. Cabe
señalar que no todos los fenómenos observados en el sitio coinciden con las orientaciones
deliberadas que encontramos en el sitio.
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Figura 14. Área F. Horizonte Oeste
7.3.2 Croquis de las estructuras y de los puntos desde los que se tomaron las
mediciones
Incluimos en esta sección los croquis de las estructuras desde las cuales se obtuvieron las
mediciones, así como lo puntos específicos desde donde estas se obtuvieron. Se espera que
estos croquis, así como las fotos, sirvan de punto de referencia para aquellos que realicen
mediciones en el sitio en el futuro.
Croquis 1. Áreas E y F
Croquis 2. Área G
90
7.3.3 Sucesos solares vinculados con intervalos de 260 días
Vamos a incluir, en esta sección, el cálculo de la posición del Sol para los años 1250-1251,
1351-1352 y 1452-1453, fechas en las que posiblemente comenzó la construcción
edificación del Tetzcotzinco. Presentamos la posición del sol en pares de fechas con
intervalos de 260 días. Las curvas de las gráficas indican la declinación solar, los puntos de
intersección indican el momento en el que el ángulo de declinación y el azimut geográfico
del observador son el mismo (Flores y Wallrath, 2002: 248-250). Las dos primeras fechas
son de referencia; sin embargo creemos que la tercera, 1452-1453, debe de ser la fecha más
contemporánea a la construcción del Tetzcotzinco.
Las gráficas nos muestran la variación de la declinación solar en los años indicados, a partir
del 1 de Enero y 260 días después.
91
Si se reúnen suficientes datos,
se puede demostrar cualquier
cosa con ayuda de la estadística
Ley de Williams y Holland, siglo XX
Capítulo VIII
Interpretación de los resultados
De todas las fechas obtenidas en la tabla seleccionamos las más significativas con base en
los siguientes criterios:
Algunas de las orientaciones del Tetzcotzinco están relacionadas con los puntos extremos
del sol o solsticios y con los equinoccios, fechas significativas para el mundo prehispánico
(Broda, 1993: 258). Estas orientaciones obtenidas desde la escultura zoomorfa del área F ,
nos arroja el azimut 295° y que da como fecha el atardecer de un posible solsticio de
verano. Esta fecha es muy significativa dentro del calendario prehispánico pues
corresponde al punto más extremo del sol hacia el norte, siendo una referencia desde la cual
se cuentan cincuenta y dos días hacia el 13 de Agosto y el 30 de Abril (Idem, 1993: 262).
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Otra orientación con respecto a un punto extremo del sol, es la obtenida en el cuarto a un
lado del reservorio en el sistema H. El azimut fue de 271° y dando como resultado las
fechas 25 de Marzo y 18 de Septiembre, días muy cercanos a los equinoccios de primavera
y otoño en el Tetzcotzinco y vinculados justamente con el Azimut 270°, correspondiente al
equinoccio (Broda, 1993: 258). Desde nuestra perspectiva esta fecha obtenida en el cuarto,
más que ser significativa por sí misma, nos revela por su contexto, que los equinoccios
podían ser observados desde el reservorio.
La pared norte del nicho de piedra del patio de las danzas tiene un azimut de 90° y se
orienta con respecto a los días 22 de Marzo y 22 de Septiembre. El 22 de Marzo ha sido
denominado día de mitad del año o días de cuarto de año (Sprajc, 2001:77), puesto que
estas fechas junto con los solsticios dividen al año en cuatro partes más o menos iguales.
También corresponde al llamado equinoccio temporal o fecha que divide por la mitad los
intervalos de días entre el solsticio de invierno y el de verano (Galindo, 2001: 32).
Otra fecha significativa es la obtenida a la entrada 1 del cuerpo cuatro del sistema fuente A.
La orientación es de 283° y nos marca las fechas 30 de Abril y 13 de Agosto. La primera de
ellas esta separada 52 días del solsticio de Verano y marca el fin del ciclo de 260 días,
además coincide con la desaparición anual de las Pléyades y la recurrencia periódica de los
extremos más al norte de Venus como estrella de la mañana (Broda, 1993: 263), también
marca la fecha del apogeo de la lluvias (Broda, 2000:51). El 13 de Agosto señala el inicio
de la cuenta de 260 días (Mora, 1997), (Flores, 1995) y (Galindo, 2001:34, y es la fecha
simbólica del crecimiento del maíz (Broda, 2000:51).
La pared sur de la cueva del patio delas danzas se orienta con respecto al 1 de Marzo y al
13 de Octubre, el azimut es de 99°. La fecha es importante puesto que nos indica la misma
fecha en la cual se observa, desde el área D, al sol salir exactamente detrás del canal de
Tylor (Sprajc, 2001:369) Todo parece indicar que nos encontramos frente a una de las
veintenas previas al equinoccio de primavera.
93
15°-16° del norte son significativas (Broda, 1993: 259). Esta orientación se acerca a las
fechas anteriormente mencionadas, posiblemente pueda estar vinculado con las
orientaciones de la familia de los 17° (Sprajc, 2001:81).
A la mitad de las escaleras del cuerpo seis del Sistema Fuente A del Metécatl tenemos un
azimut de 278° y las fechas 16 de Abril y 27 de Agosto, la última fecha coincide con la
obtenida en el área B por Sprajc, la primera difiere sólo un día con respecto 17 de Abril
planteado por el investigador esloveno para la misma área. (Idem, 2001: 369)
Una repetición de fechas la tenemos también desde el desagüe del reservorio con dirección
Este. Allí se obtiene un azimut de 96° y las fechas 9 de Marzo y 4 de Octubre, las mismas
fechas obtenidas por Sprajc en el área B. (Ibidem: 369). Resulta curioso que tanto en el área
B como en la fuente del reservorio se repitan las mismas fechas.
En el cuerpo 4 del sistema fuente A del Metécatl justo en la entrada 1, tenemos un azimut
de 284° orientado con respecto al 3 de Mayo y al 10 de Agosto. Las dos fechas obtenidas
son importantes desde la perspectiva del calendario prehispánico puesto que el 3 de Mayo
iniciaba el mes Toxcatl y el 10 de Agosto terminaba el mes Tlaxochimaco-miccailhuitontli.
(Broda, 2000b: 55). Toxcatl estaba dedicado a Tetzcatlipoca, durante este mes se
sacrificaba a un muchacho que representaba a Tezcatlipoca (Sahagún, 1985: 81).
Tlaxochimaco era el mes dedicado a Huitzilopochtli en el cual los habitantes llevaban a los
templos una gran cantidad de ofrendas de flores y danzaban en fiestas públicas de carácter
lúdico (Idem, 1985:85).
El modelo labrado número 2 es iluminado con la luz de sol rasante en las fechas 12 de Abril
y 1 de Septiembre, el modelo es iluminado de frente en las fechas las fechas 18 de Mayo y
26 de Julio. Podemos señalar que encontramos aquí un día interesante, el 12 de Abril que es
el día en que termina el mes prehispánico Tozoztontli.
El modelo labrado 3, en su parte superior es iluminado de manera rasante por el sol los días
8 de Diciembre y 4 de Enero, fechas cercanas al solsticio de invierno. El sol no ilumina de
frente este modelo, pero se encuentra, también, un posible evento lunar. La parte posterior
del modelo labrado 3 es iluminado de manera rasante en los días 24 de Abril y 19 de
Agosto. El sol ilumina de frente el 23 de Mayo y 21 de Julio. La última fecha nos remite al
inicio del mes prehispánico Huey Tecuílhuitl.
Hemos notado que las fechas obtenidas se concentran sobretodo en Marzo (principios y
finales), Abril, Mayo (principios y finales), Agosto (Principios y finales), Septiembre y
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Octubre. En los datos obtenidos por Ivan Sprajc encontramos algunos atisbos de estos
patrones. Como nuestro objetivo es encontrar el sentido de estas repeticiones analizamos la
concentración de fechas con base en los meses del calendario prehispánico. Hemos
utilizado la corrección de diez días del calendario gregoriano con respecto al calendario
juliano, para ello empleamos las fechas de los meses propuestos por Fray Bernardino de
Sahún y corregidos de acuerdo con la propuesta de Johanna Broda (Broda, 2000: 55). No
ignoramos que existen otras propuestas de calendario prehispánico como la de Fray Diego
Durán (Durán, 1975), pero hemos decidido emplear en esta ocasión la propuesta
Sahaguniana en tanto que las fechas mencionadas por él como inicio y fin de año aparecen
en las orientaciones astronómicas de un buen número de sitios arqueológicos como por
ejemplo Teotihuacan (Observación realizada durante el curso de arqueoastronomía I, en la
Escuela Nacional de Antropología e Historia, primer semestre de 2004). Presentamos a
continuación la tabla de fechas con los meses prehispánicos y la concentración de fechas.
TABLA DE FECHAS
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Nemontemi 7 de Febrero-11 de Febrero No hay
Los dos meses prehispánicos en los cuáles aparecen concentradas la mayor parte de las
fechas son Huey Tozoztli y Xocotluetzi-huey miccaíhuitl, con 14 fechas cada uno. Le
siguen Tlacaxipehualiztli y Teotleco con 10 cada uno. Pero ¿cuál es el significado de estos
meses? ¿qué nos está indicando la concentración de fechas? Hablaremos a continuación de
los meses con mayor número de fechas.
Huey Tozoztli, que tiene 14 fechas, era el mes dedicado al dios del maíz Cinteótl, durante
la fiesta de este mes se colocaban espadañas ensangrentadas a la entrada de las puertas. Los
feligreces iban a los campos de maíz por cañas secas, las adornaban con flores y las
llevaban a los templos de los barrios, luego asistían al templo de la diosa Chicomecoátl con
mazorcas de maíz, tomaban las semillas, considerando que adquirían cualidades mágicas, y
las llevaban para sembrar y colocar en las trojes. Realizaban ofrendas de comida a la misma
diosa porque ella era la que les daba esos mantenimientos. En algunos casos estas ofrendas
llevaban una rana guisada de manera especial, cinco chiquihuites y harina de chía
(Sahagún, 1985: 80, 105). Al final de la ceremonia ataviaban a la diosa del maíz con una
corona de papel completamente cubierta de color ocre (Dibble, 1981: 65). Cabe señalar que
el fragmento de escultura de la diosa Chicomecoatl, hallado en el Tetzcotzinco, posee una
representación de una corona de papel que esta teñida ligeramente de color ocre. Durante
huey Tozoztli, los gobernantes de la triple alianza, subían personalmente al Monte Tláloc
para hacer sacrificios de niños e iniciar el año agrícola. (Broda, 2000b : 52-53). Era la
veintena durante la cual se agradecía a las madres del maíz por medio de festejos de la
abundancia (Graulich, 1990: 406).
Hombres y mujeres de todas las edades realizaban alrededor del palo una danzan
serpenteante tras la cual los jóvenes se lanzaban hacia el árbol y lo intentaban trepar, el
objetivo consistía en bajar los adornos de la imagen que se hallaba en la cima del palo.
(Graulich, 1990: 415).
El nombre de esta fiesta quería decir “cae el fruto”, y significaba fecundar la tierra. Otro de
los nombres que se le asignaba esta veintena era la de fiesta de los difuntos porque los
astros y difuntos se asemejaban a las frutillas que caían a la tierra (Graulich, 1997: 214). El
96
palo representaba el árbol Xócotl del que se desprendían a la tierra las viandas. La fruta
representaba a un guerrero muerto que se transformaba en estrella por la noche y en pájaro
multicolor cada cuatro años, pero a la vez era una materialización del sol poniente
(Graulich, 1990: 416-417).
Este mes correspondía a la estación seca del año; se creía que los difuntos bajaban a la
tierra paseándose entre los vivos. Las pléyades, el sol y venus entraban al interior de la
tierra ocultándose en su seno, de esta manera la fecundaban y provocaban que el árbol de
Tamoanchan se rompiera. (Idem, 1990: 414)
Tlacaxipehualiztli, tiene 10 fechas, era el mes del dios Xipe Tótec, el desollado. Durante
esta veintena despellejaban cautivos quitándoles los cabellos de la coronilla y guardándolos
en el calpulli delante del fuego. Los cautivos eran subidos por las escaleras de los templos,
siendo arrastrados por sus amos de los cabellos. En la cima se les mataba, el cuerpo era
arrojado por las escaleras de los templos y en la parte baja los descuartizaban y llevaban
distintas partes del cuerpo a cada uno de los barrios. El cuerpo era previamente desollado y
algunos sacerdotes se vestían con la piel. Otros cautivos eran muertos en una batalla
ficticia, los esclavos eran amarrados a una piedra y les daban armas para pelear contra
cuatro individuos. (Sahagún, 1985: 78)
Teotleco, tiene 10 fechas también, era el mes en el que se celebraba el regreso de los dioses.
A los 15 días del mes, los muchachos enramaban los templos, y ofrendaban mazorcas de
maíz. A los 18 días se celebraba la llegada del dios Titlacauan, le ofrecían comida en su
templo y los ancianos bebían pulque. El último día del mes era el más importante pues se
decía que todos los dioses llegaban entonces. Encima de un petate se colocaba un
montoncito de harina de maíz. Se colocaba una huella de pie en señal de que los dioses
habían llegado. Al día siguiente se creía que llegaban los dioses viejos, en su honor se
sacrificaban cautivos quemándolos vivos. (Ibidem: 87)
Otros dos meses significativos por tener orientaciones relacionadas con sus inicio o fin son
Toxcatl y Tlaxochimaco. Tóxcatl mes de Tezcatlipoca, era la veintena durante la cual se
sacrificaba a un muchacho que era el representante del dios en la tierra. Tlaxochimaco era
el mes de Huitzilopochtli, durante este mes se adornaba su templo con flores en
abundancia. Resulta extraño que en el sitio encontremos fechas relacionadas con el culto a
estos dioses, pues no se han encontrado representaciones de ellos en el sitio, además de que
Huitzilopochtli era una deidad tutelar mexica, no Acolhua (Carrasco, 1996).
Por otra parte tenemos la fecha de inicio de Huey Tecuílhuitl, 21 de Julio. Durante este mes
se observaba el paso del sol por el cenit. Asimismo tenemos una fecha 12 de Abril, día en
el cual termina el mes prehispánico de Tozoztontli, al día siguiente iniciaba Huey Tozoztli.
Más interesante resulta hallar una fecha 6 de Febrero, día en que concluye el mes Izcalli. Al
día siguiente inician los días nemontemi. Pensamos que tal vez sea una fecha que marque el
fin de la rueda calendárica de 360 días, tal vez sea una fecha similar a la del 12 de Febrero
que marca el inicio del año, pero en sentido inverso.
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Hemos revisado la significación de los meses, pero ¿qué connotación tiene el hecho de que
las fechas se repitan durante estos meses?. Empezaremos por los meses que son
problemáticos para nosotros puesto que no encontramos en el sitio evidencia de la
existencia de culto a los dioses a los cuales estaban dedicados estos meses.
De las veintenas identificadas la más importante para nosotros es la de Huey Tozoztli, mes
dedicado al dios del maíz Cinteotl y a la diosa Chicomecoatl., puesto que en el cerro han
sido identificados fragmentos de esculturas de estas deidades (Lesbre, 2001: 326). La
abundancia de orientaciones con respecto a fechas que ocurren en este mes, refuerzan la
idea de que en el cerro se rendía culto a las deidades de los cereales y granos, además de
mostrar que muchas estructuras del sitio están orientadas con respecto al inicio ritual del
año agrícola.
Analizaremos ahora, con base en lo propuesto por Ian Hodder (Hodder, 1994), las
ausencias de fechas en ciertos meses de particular importancia, puesto que las ausencias nos
haban tanto o más acerca del significado de los objetos.
El Tetzcotzinco, según hemos propuesto, es una replica del Tlalocan, además de ser una
cima en la cual se rinde culto al patrono de las lluvias. Sin embargo el mes dedicado a
Tláloc, Etzalcualiztli, no tiene ninguna fecha (por lo menos de las obtenidas por nosotros).
Existen únicamente 4 fechas en el mes de Atlacahualo, período en el que se rendía culto a
los Tlaloques y a Chalchihuitlicue. En Tepeilhuítl, mes dedicado a los montes en los cuales
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se originaba la lluvia, tenemos sólo 4 orientaciones, aunque una de ellas muy significativa
pues aparece en el contexto de un edificio con una imagen de Tláloc. Atemoztli, mes
dedicado de nueva cuenta a los Tlaloques, no es la excepción y sólo tiene una orientación.
¿Qué sucede entonces? ¿Por qué razón en un sitio donde abundan las representaciones de
Tláloc y que es una representación del Tlalocan en la tierra no hay orientaciones con
respecto a los meses más significativos de los dioses de la lluvia?
La primera fecha que analizaremos será la del 30 (29) de Abril y 13 de Agosto. Aveni
reporta ocasos solares para el 29 de Abril y el 12 de Agosto desde la cima de la pirámide
del sol en Teotihuacan. (Aveni, 2000: 24). En el sitio arqueológico de Xochicalco se
encuentra un edificio orientado con respecto al 30 de Abril. (Sprajc, 2001: 262). En Tula
tenemos los días 30 de Abril y 13 de Agosto. Las fechas anteriores marcan un intervalo de
260 días quedando un ciclo de 105 días. Es curioso que en el jardín sagrado de
Nezahualcoyotl tenemos el mismo intervalo. Sabemos bien que esto se refiere al ciclo
adivinatorio de 260 días, Tonalpohualli. La presencia de los mismos intervalos de días en
fechas muy similares, parecen indicarnos la continuidad en la tradición y el método
astronómico a lo largo de casi un milenio.
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Las fechas 9 de Marzo y 4 de Octubre se encuentran en el Templo Mayor de Tenochtitlán,
(Marzo 9 y Octubre 5). (Ibidem: 384) Esto resulta interesante porque la capital Mexica es
contemporánea del Tetzcotzinco.
El hecho de que muchas de las fechas solares obtenidas en el Tetzcotzinco (o fechas muy
cercanas), se encuentren en sitios arqueológicos de distintas temporalidades, nos esta
hablando de un método y una tradición astronómicas que tienen un cierta continuidad a lo
largo del tiempo. La orientaciones astronómicas del Tetzcotzinco se insertan dentro de un
patrón astronómico más general, que en cierta medida trasciende las características
particulares del sitio.
Por otra parte tenemos algunas fechas que marcan el inicio o el fin de alguna veintena,
como por ejemplo el 12 de Abril, fin de la veintena Tozoztontli. Así como el fin del mes
Izcalli, 6 de Febrero. Posiblemente esta sea una fecha que marque el fin del ciclo de 360
días , puesto que al día siguiente inician los días nemontemi.
En el muro más norte del nicho del patio de las danzas tenemos una fecha, 22 de Marzo que
nos indica un equinoccio temporal que divide en dos el intervalo de días entre el solsticio
de invierno y el de verano (Galindo, 2001: 32), así como una fecha de cuarto del año. El
mundo precolombino dividía el año en dos períodos, el de lluvias y el de secas (López,
2002: 39) ¿Esta fecha nos esta indicando la partición del año en época de secas y época de
lluvias? Tal vez no porque el período de lluvias comienza en mayo y el de secas en
noviembre (Idem, 2002: 39). Queda pendiente resolver el significado de esta fecha que
parte al año por su mitad las fechas solsticiales, sin embargo esta orientación nos lleva a
pensar en un punto importante, la relación entre las fechas obtenidas, la época de lluvias en
el altiplano central y el ciclo agrícola.
En el ciclo agrícola prehispánico había tres fechas importantes: “ la siembra (abril 30);el
apogeo del maíz y del crecimiento del maíz (agosto 13), y la cosecha (Octubre 30) (Broda,
2000b: 51). En el centro de México mediados anuncia de la época de lluvias, es el momento
100
apropiado para sembrar y coincide con el paso cenital por esas latitudes. (Sprajc, 2001: 81).
El maíz y su ciclo de siembra depende del régimen local de lluvias y de las temperaturas; su
época de siembra y cosecha variarán según la especie de maíz y su período de maduración
que va de tres a seis meses. El inicio de las lluvias para la siembra del maíz en el altiplano
central, a pesar de tener ligeras variantes locales, comienza (comenzaba) en Mayo a más
tardar en Junio. (Idem, 2001: 83). Este inicio de la temporada de lluvias es festejado
actualmente el 3 de Mayo con la fiesta de la Santa Cruz. Esta fiesta simboliza el fin de la
temporada de secas y el inicio de la temporada de lluvias. (Ibid, 85)
Dos pares de fechas fueron obtenidos en el área F, el primer par se obtuvo en el Muro 4,
perteneciente a un pequeño pasillo al interior del templo. Cómo todo el sitio, el muro es del
postclasico, desde nuestra perspectiva esta relacionado con la etapa constructiva más
reciente. El pasillo se encuentra al centro del templo en el lado Este. La estructura
piramidal se encuentra ubicada en la cima del cerro Tetzcotzinco. Desde la perspectiva de
la cosmovisión podemos decir que se trata de una estructura en el nivel más alto del cerro,
es decir el nivel celeste, (Eliade, 2001) en el lado oriente, es decir la región del universo por
la cual sale el sol. La fecha es 30 de Marzo y 13 de Septiembre, posiblemente tengan esta
connotación celeste y se vinculen con el sol que nace por el Este.
Las siguientes fechas se obtuvieron de una escultura zoomorfa, posiblemente una cabeza de
serpiente también en el área F. Se ubica en el mismo nivel celeste, pertenecen a la misma
temporalidad, y de hecho nos recuerda en algo a la serpiente esculpida a la entrada del
101
templo monolítico en Malinalco que tiene la lengua de fuera. Se encuentra ubicada en el
lado oeste del templo muy cerca de las únicas escalinatas que ven en esta dirección; sin
embargo la cabeza de la serpiente ve hacia el Este y la fecha obtenida indica hacia atardecer
del solsticio de verano. Las connotaciones parecen claras, una serpiente, ubicada en el
oeste, región por la cual se oculta o muere el sol. La cabeza de serpiente de Malinalco
también se orienta hacia el atardecer. Pudiera ser que las serpientes hubieran sido
vinculadas con el rumbo poniente del universo, lo interesante es que el ofideo esta
relacionado con el día más largo del año, el día en que hay más luz ¿qué quiere decir esto?
¿qué en el sitio se considera a la serpiente como un ser dual vinculado con la muerte solar,
pero también con la luminosidad? ¿cómo influye esto en el significado de la fecha?
Pensamos que lo anterior nos pudiera servir para interpretar que el solsticio de verano, a
pesar de la duración del día, era vinculado con la muerte del sol y con un ser dual, la
serpiente.
En el área F, nivel celeste, tenemos orientaciones relacionadas con el nacimiento del sol,
(las del lado Este), pero también con su muerte.
El área E o patio de las danzas se encuentra al Este del Tetzcotzinco, abajo del área F. La
temporalidad es Postclásica y, a juzgar por la destrucción de la que fue víctima, el área era
frecuentada todavía en la época colonial. Posiblemente también este relacionado con el
nivel celeste del cerro. En la pared de la roca fue labrado un nicho que contenía, al igual
que en el área G, un personaje labrado. Del nicho que se encuentra labrado en la pared se
obtuvo una fecha de mitad del año que apunta a amanecer del día 22 de Marzo. No resulta
difícil interpretar que este edificio ubicado al este del Tetzcotzinco, marque el nacimiento
del sol en el equinoccio. La función del área E era ritual, las restos de las esculturas parecen
indicar esto, aunque hay que señalar que es muy probable que tuviera connotaciones
políticas, pero esto no lo podemos comprobar.
102
Tetzcotzinco. La otra obtenido desde un canal ve hacia el Este. Resulta interesante que en
el extremo Este tengamos orientaciones hacia levante y poniente, esto nos indica que ambos
horizontes son importantes.
El reservorio H esta hacia el sureste de la fuente A, también en las laderas del Metécatl, sin
embargo se encuentra en una parte ligeramente más alta que la fuente. La temporalidad es
también Postclásica. Como su nombre lo indica, en su interior se encuentra un reservorio
circular. Es edificio utilizado posiblemente para controlar la velocidad del agua que iba
hacia la fuente y el Tetzcotzinco. En este reservorio el canal se bifurca. En el interior fue
hallada una roca con una efigie de Tláloc. Un edificio funcional, pero también con
connotaciones religiosas. Se obtiene en el tres fechas, una de ellas (la del 15 de Octubre),
por cierto, vinculada con el mes Tepeilhuítl, mes dedicado al culto de los montes y la
humedad. No es coincidencia que este edifico encontremos una orientación con respecto al
mes de la lluvias. El hecho es que las fechas solares son obtenidas desde edificios que
tienen elementos acuáticos, creemos que esto nos habla de la relación existente entre los
depósitos de agua, los canales y el líquido con las fechas solares y los meses indicados por
las orientaciones, así como con los ritos mágicos y los mitos entorno a las veintenas
señaladas. Por último deseamos señalar que la mayor parte de las fechas de Huey Tozoztli
se obtuvieron de esta estructura, lo cual nos habla de la gran importancia del vínculo entre
esta veintena y el culto al agua.
Los modelos labrados en roca se encuentran en la cima del Metécatl, al este del reservorio y
las otras estructuras. La temporalidad es también del postclasico. Posiblemente están
vinculados con el nivel celeste por estar en la cima. Los modelos representan templos en
miniatura, escalinatas y pocitas. En San Miguel Ixtapan, en Teotenango y en Ixtapan del
Oro, sitios arqueológicos del estado de México, encontramos representaciones similares. En
los modelos labrados encontramos fechas relacionadas con el inicio de Huey Tozoztontli y
el inicio de Huey Tecuilhuítl. Posiblemente esto ocurre debido a que los modelos tienen
como una de sus múltiples funciones la de señalar el inicio de algunas veintenas, las
orientaciones nos hablan de la función de los modelos.
103
El petrograbado el círculo se encuentra también en la cima del cerro, sobre uno de los
grabados de Tláloc, el número 2. Indudablemente es más antiguo que el Tláloc, su patina
nos pone en evidencia esto, por ello creemos que su ubicación corresponde al Postclásico
tardío. Tal vez se trata de una trazado que iba a convertirse en un diseño más complejo, lo
cierto es que el hallarse en la cima, le da una connotación de sacralidad, aunado a las fechas
en las que se ilumina, 29 de Abril y 13 de Agosto, fechas que marcan el inicio y el fin del
ciclo fijo de 260 días.
104
Canta el ruiseñor
en la lejanía.
Por hoy ha llegado el ocaso
Buson, poeta japonés, siglo XVIII
Conclusiones
La astronomía del Tetzcotzinco fue una astronomía a simple vista que ponía énfasis en el
registro de las salidas y puestas de sol, aunque también registrara algunas posibles
observaciones de los puntos extremos de la luna. Los ortos y ocasos solares quedaron
registrados en las orientaciones de las entradas y muros de templos, a sí como en las de
algunos petrograbados de Tláloc, esculturas zoomorfas y modelos de templos labrados en
roca, por lo que no queda duda de la existencia de una actividad astronómica en el sitio.
La mayor parte de orientaciones con respecto a fechas solares se concentran durante los
meses Huey Tozoztli, veintena dedicada a Cinteótl dios del maíz y durante Xocotluetzi-
huey miccaíhuitl el mes del dios del fuego. Una gran parte de estas fechas corresponde a
estructuras cuya función era almacenar y controlar la velocidad del agua.
Hay varias orientaciones con respecto al 30 (29) de Abril y 13 de Agosto, fechas que
marcaban el fin y el inicio del ciclo de 260 días, así mismo tenemos también la orientación
de una escultura zoomorfa con respecto a un posible solsticio de verano y una fecha de
cuarto de año, 22 de Marzo, en la pared de un nicho rocoso. Estos eventos junto con
estructuras orientadas al inicio y fin de algunas veintenas, como el comienzo de Huey
Tecuilhuítl y el fin de Tozoztontli e Izcalli, nos dan indicios de la existencia de un posible
calendario de horizonte.
La mayoría los eventos solares estaban vinculados sobre todo con las fechas de inicio de
lluvias, comienzo de las siembras y de crecimiento del maíz, lo cual sumado a la
concentración de fechas en el mes del maíz Huey Tozoztli y a la presencia en el sitio de
esculturas de Chicomecoatl y Cinteotl nos habla de una astronomía vinculada con el culto
religioso del maíz y de las deidades de los mantenimientos.
En el sitio hay indicios tanto de una actividad astronómica como de un método. Hay
indudablemente observación y registro de eventos astronómicos, pero no queda muy claro
la interpretación y predicción de los mismos.
El método permitía ordenar, estructurar y sistematizar las observaciones por medio de los
calendarios de horizonte, pues las diferentes fechas quedaban ordenadas dentro de las
veintenas del ciclo de 360 días. Las observaciones astronómicas estaban integradas dentro
de un contexto religioso de culto a las deidades del maíz, es decir que el saber astronómico
106
en el Tetzcotzinco formaba parte de la religión, por lo que muy posiblemente estuviera a
cargo de especialistas en funciones religiosas y astronómicas.
Podemos agregar además que la tradición oral era fundamental para la obtención del saber
astronómico, puesto que encontramos muchas fechas similares a las de sitios muy alejados
en el tiempo como Cuicuilco y Teotihuacán.
La astronomía del Tetzcotzinco forma parte de un todo armónico que conjuga, arquitectura,
ingeniería, arte, cosmovisión, culto religioso, representaciones políticas e históricas y
paisaje. El sitio, como tal, alcanzó su máximo esplendor durante el reinado de
Nezahualcoyotl, en el contexto de la consolidación de la excan tlatoloyan y de la rivalidad
entre las élites gobernantes que la componían. Posiblemente una de las razones por las
cuáles se construyó este sitio fue justamente esta, el intento de la nobleza del Acolhuacan
de competir con los señores de Tenochtitlán por la posesión y construcción de bienes
suntuarios como los jardines-santuarios.
La construcción de un sitio de esta envergadura, con templos, una basta red de canales,
representaciones, históricas, políticas y religiosas no hubiese sido posible si el Acolhuacan
no hubiera poseído la mano de obra de los señoríos sometidos a su mando, sino hubiese
tenido un sistema de organización económico tan estructurado. Así pues periódicamente los
reinos sometidos tenían que contribuir en la edificación y mantenimiento del jardín sagrado
de Nezahualcóyotl.
107
mantenimientos, lugar de nacimiento y almacenamiento de las aguas. Sitio que reproduce
lagunas, ríos y cascadas, lugares en donde viven deidades del agua, espíritus y los
ayudantes de Tláloc, los tlaloques
Otro elemento fundamental plasmado en el sitio es el culto religioso. El sitio creemos que
era un santuario a Tláloc, el Tlalocan a fin de cuentas, pero también un santuario dedicado a
las deidades de los mantenimientos a Cinteótl, dios del maíz y a Chicomecoatl, diosa de los
mantenimientos. La presencia de esculturas de estas deidades, así como eventos
astronómicos solares vinculados con ellas, nos corroboran este culto.
El sol era un dios fundamental dentro de la cosmovisión prehispánica, el orden del cosmos
dependía de su movimiento y este de las acciones llevadas a cabo por los seres humanos.
Las frecuentes orientaciones con respecto al astro rey, además de marcar ciclos agrícolas y
eventos calendáricos, remarcan el vínculo indisoluble entre los seres humanos y el sol. Si
la existencia del mundo depende de los sangrientos rituales dedicados a Tonatiuh, ¿no debe
el astrónomo observar y registrar sus movimientos con la finalidad de verificar que el ritual
ha sido llevado acabo con éxito, que el quinto sol seguirá existiendo? ¿No debe de
remarcarse en las orientaciones de las estructuras este vínculo? Este es, finalmente, el modo
sensible de acercarse a los astros.
El culto al sol, denotado por las orientaciones, y el culto a las deidades de los
mantenimientos en el Tetzcotzinco, tendrían, desde nuestra perspectiva, un punto en
común, el ser, ambos, indispensables para que el mundo siga existiendo, el tener un
sentido vital para los acolhuas y los señoríos que bajo su dirección construyeron el sitio.
108
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121
Índice
Introducción 1
El Tetzcotzinco 3
Objetivos 5
El contenido 6
Capítulo I
Antecedentes arqueológicos, históricos y astronómicos 7
122
1.3 Antecedentes astronómicos 10
1.3.1 Investigaciones de carácter astronómico en el Tetzcotzinco 11
2.3 Vegetación 14
2.4 Fauna 15
2.6 El agua 16
3.2 Metodología 20
3.2.1 Norte geográfico 20
3.2.2 Los sistemas de referencia 21
3.2.2.1 Sistema de referencia horizontal 21
3.2.2.2 Sistema de referencia ecuatorial 21
3.2.2.3 Fórmulas 22
3.2.3 Descripción de los procedimientos en campo 23
3.2.3.1 Elaboración de los croquis 23
3.2.3.2 Selección arqueológica de los lugares en
los cuales se llevaron a cabo las mediciones 24
123
3.2.3.3 Realización de mediciones arqueoastronómicas 25
3.2.3.4 Recopilación de los datos (Azimut y altura
del horizonte) 26
3.2.3.5 Técnicas empleadas para la obtención de los Azimuts 26
124
4.3.4.1 Tláloc, Chicomecoatl y otras deidades de los
mantenimientos 40
125
5.3.7.1 Algunos eventos en los calendarios solares
de horizonte 59
126
7.1.7 Área H (Cerro Tetzcotzinco) 76
7.1.8 Área F. Plaza de las danzas 76
7.1.8.1 Mediciones del Templo a Tláloc. Área F 76
7.1.9 Área G. Los dioses 77
7.1.9.1 Mediciones. Área G 78
7.1.10 Subsistema de Acueducto 78
7.1.11 Sistema fuente A (Cerro Métecatl) 78
7.1.11.1 Mediciones. Fuente A. Cerro Metécatl 79
7.1.11.2 Cuerpo 4 79
7.1.11.3 Cuerpo 6 79
7.1.12 Sistema reservorio H (Cerro Métecatl) 80
7.1.12.1 Mediciones. Reservorio H. Cerro Metécatl 80
7.1.13 Petrograbados 81
7.1.13.1 Petrograbados de Tláloc Ubicados en el área F 82
7.1.13.2 Tláloc del reservorio H 82
7.1.13.3 Petrograbado de vulva. Área B 82
7.1.14 Esculturas 83
7.1.14.1 Área X. Escultura zoomorfa. Escultura zoomorfa
u axolotl 83
7.1.14.1.2 Mediciones Área X. Escultura zoomorfa u
axolotl 83
7.1.14.2 Escultura zoomorfa. Área E 83
7.1.14.3 Escultura zoomorfa. Área F 83
7.1.14.3.1 Mediciones desde la escultura zoomorfa
del área F 84
7.1.15 Modelos labrados en roca 84
7.1.15.1 Modelo 1 85
7.1.15.2 Modelo 2 85
7.1.15.3 Modelo 3 86
7.1.15.4 Modelo 4 87
7.1.15.5 Modelo 5 87
7.1.15.6 Modelo 6 87
7.1.15.7 Rostro 87
7.1.15.8 Modelo 8 88
7.1.16 Caño Quebrado 88
7.1.16.1 Mediciones. Caño quebrado 88
127
7.3 Horizontes, croquis e intervalos solares 89
7.3.1 Horizontes 89
7.3.2 Croquis de las estructuras y de los puntos
desde los que se tomaron las mediciones 90
7.3.3 Sucesos solares vinculados con intervalos de 260 días 91
Conclusiones 106
Índice 122
128
Anexo Gráfico
Figuras
Figura 1. Montañas al norte Tetzcotzinco. Carta
Topográfica INEGI
Figura 2. Tetzcotzinco y horizonte montañoso Este. Carta
topográfica INEGI
Figura 3. Los cuatro puntos cardinales
Figura 4. El Azimut en un plano
Figura 5. La altura
Figura 6. La latitud
Figura 7. Gráfica con la mitad de la bóveda celeste. Indicaciones de
azimut, altura y el Norte geográfico
Figura 8. Declinación celeste
Figura 9. Ángulo horario
Figura 10. La eclíptica
Horizontes
Croquis
• Croquis 1. Áreas
EyF
Levantaron el plano:
• Escala 1:600 • Melissa Ramírez, Diego Sil
Margarita Alvárez, Jorge
Lugar de la medición Navarro, David González y
Martín Domínguez
• Norte Geográfico ↑ • Dibujó: Martín
Domínguez
• ↑
• Área E
• Área F
• Tlálocs
Croquis 2. Área G
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Croquis 3. Área X,
Axolotl
Levantaron el plano: Luis Andrés
Gutiérrez y Martín Domínguez
Escala 1:35
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Croquis 4. Baño de la reina
Levantaron el plano: Luis Andrés
Gutiérrez y Martín Domínguez
Escala 1:160
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Rana
Croquis 5. Baño del rey
Levantaron el plano: José Luis Domínguez
y Martín Domínguez
Escala 1:100
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Croquis 6. Caño quebrado Levantaron el plano: Laura San Juan y
Martín Domínguez
Escala 1:2000
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Croquis 7. Modelos Labrados
Levantaron el plano: Adriana Lazo, Karim
Bulhausen, Esteban Marban, David
Escala 1:90
González y Martín Domínguez
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Croquis 8. Sistema Fuente A y
Reservorio H Levantaron el plano: Daniel Herrera, Jorge
Navarro, Rene Escartín, José Luis
Escala 1:1000
Domínguez y Martín Domínguez
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
↑ Dibujo: Esteban Marban y
Martín Domínguez
Àrea X.
Àrea G Tetzcotzinco
Axolotl
Àrea E
Baño de la Canal
reina Fuente A
Àrea F
Àrea B
Baño del Rey Metécatl
Reservorio
Modelos
Escala 1: 100 000 labrados
Norte Geográfico ↑
Croquis 9. Ubicación de
estructuras en el Tetzcotzinco
y el Metécatl
↑
Tetzcotzinco Dibujo: Esteban Marban y
Martín Domínguez
Metécatl
Norte Geográfico ↑
Caño quebrado
Croquis10. Ubicación
de Caño quebrado con
respecto al Tetzcotzinco.
Fotos
Foto 1 Vista área del Tetzcotzinco.
Foto tomada de Google Earth
Foto 4 El Tetzcotzinco
Foto 5 Fragmento de escultura de la diosa
Chicomecóatl
Área G
Área X Axolotl
Área F
Sistema Reservorio H
Area E
Caño Quebrado
Petrog y modelos
Petrog y modelos + 7°
Modelo 1 + 7° 51 49° 39°19’
Modelo 2 + 7° 260 55° 10°49’ 18 Abr, 25 Agost
Modelo 3 + 7° 125 29° -18°44’ 26 Enero, 16 Nov
Modelo 3 (Parte de atrás) + 7° 257 73° 15°9’ 1 May, 12 Agost
Petrog Tláloc+ 7° 336 54° 61°24’
Petrog círc + 7° 85 38° 15° 1 May, 12 Agost
Levantaron el plano:
• Escala 1:600 • Melissa Ramírez, Diego Sil
Margarita Alvárez, Jorge
Lugar de la medición Navarro, David González y
Martín Domínguez
• Norte Geográfico ↑ • Dibujó: Martín
Domínguez
• ↑
• Área E
• Área F
• Tlálocs
Croquis 2. Área G
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Croquis 3. Área X,
Axolotl
Levantaron el plano: Luis Andrés
Gutiérrez y Martín Domínguez
Escala 1:35
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Croquis 4. Baño de la reina
Levantaron el plano: Luis Andrés
Gutiérrez y Martín Domínguez
Escala 1:160
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Rana
Croquis 5. Baño del rey
Levantaron el plano: José Luis Domínguez
y Martín Domínguez
Escala 1:100
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Croquis 6. Caño quebrado Levantaron el plano: Laura San Juan y
Martín Domínguez
Escala 1:2000
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Croquis 7. Modelos Labrados
Levantaron el plano: Adriana Lazo, Karim
Bulhausen, Esteban Marban, David
Escala 1:90
González y Martín Domínguez
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
Croquis 8. Sistema Fuente A y
Reservorio H Levantaron el plano: Daniel Herrera, Jorge
Navarro, Rene Escartín, José Luis
Escala 1:1000
Domínguez y Martín Domínguez
Lugar de la medición
Dibujo: Martín Domínguez
Norte Geográfico ↑
↑
↑ Dibujo: Esteban Marban y
Martín Domínguez
Àrea X.
Àrea G Tetzcotzinco
Axolotl
Àrea E
Baño de la Canal
reina Fuente A
Àrea F
Àrea B
Baño del Rey Metécatl
Reservorio
Modelos
Escala 1: 100 000 labrados
Norte Geográfico ↑
Croquis 9. Ubicación de
estructuras en el Tetzcotzinco
y el Metécatl
↑
Tetzcotzinco Dibujo: Esteban Marban y
Martín Domínguez
Metécatl
Norte Geográfico ↑
Caño quebrado
Croquis10. Ubicación
de Caño quebrado con
respecto al Tetzcotzinco.
Fotos
Foto 1 Vista área del Tetzcotzinco.
Foto tomada de Google Earth
Foto 4 El Tetzcotzinco
Foto 5 Fragmento de escultura de la diosa
Chicomecóatl
Área G
Área X Axolotl
Área F
Sistema Reservorio H
Area E
Caño Quebrado
Petrog y modelos
Petrog y modelos + 7°
Modelo 1 + 7° 51 49° 39°19’
Modelo 2 + 7° 260 55° 10°49’ 18 Abr, 25 Agost
Modelo 3 + 7° 125 29° -18°44’ 26 Enero, 16 Nov
Modelo 3 (Parte de atrás) + 7° 257 73° 15°9’ 1 May, 12 Agost
Petrog Tláloc+ 7° 336 54° 61°24’
Petrog círc + 7° 85 38° 15° 1 May, 12 Agost