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La Guerra de Los Adverbios Terminados en
La Guerra de Los Adverbios Terminados en
Lxs que ya me conocéis, ya sabéis que les tengo "declarada la guerra", esto no es una
norma, por supuesto. Yo soy contraria al abuso del "mente", pero no soy al única, aquí
os dejo esta entrada de DesEquiLIBROS con opiniones sobre el tema. Y vosotrxs ¿qué
pensáis?
Un abrazo
http://desequilibros.blogspot.com/2014/09/El-infierno-esta-plagado-de-adverbios-
terminados-en-mente.html
"Los adverbios (terminados en -mente) son como el diente de león. Uno en el césped tiene gracia,
queda bonito, pero, como no lo arranques, al día siguiente encontrarás cinco, al otro cincuenta... y a
partir de ahí, amigos míos, tendréis el césped «completamente», «avasalladoramente» cubierto de
diente de león. Entonces los veréis como lo que son: malas hierbas, pero entonces, ¡ay!, entonces
será demasiado tarde".
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El otro día que encontré con un interesante apunte titulado "5 fascinantes curiosidades sobre
escritores que debes conocer".
La curiosidad que más me llamó la atención fue la que describe "La guerra contra los adverbios"
que tenía declarada Stephen King, y que da título a este apunte.
King le dice vehementemente a todo el que escucha que los adverbios son, probablemente, el
mayor enemigo de la escritura".
Así que, en vista de tan categórica afirmación, he decidido explorar un poco el tema.
El propio Stephen King ha tenido a bien, costumbre no muy extendida entre los escritores, dejar
escrito un libro sobre su quehacer creativo.
Mientras escribo contiene en su prólogo una admirable declaración de intenciones:
He escrito un libro corto porque a la mayoría de los libros sobre la escritura les sobra paja y
tonterías. Los narradores no tenemos una idea muy clara de lo que hacemos. Cuando es bueno no
suelen saber por qué y cuando es malo, tampoco. He supuesto que a menos páginas, menos paja.
Cualquier aspirante a escritor debería leer The Elements of Style, de William Strunk Jr. y E. B.
White. La regla número 13 del capítulo Fundamentos de la redacción dice: Omitir palabras
innecesarias. Voy a intentarlo.
Y uno de los consejos que da es: desconfía del adverbio.
Y se explica:
Recordarás, por las clases de lengua, que el adverbio es una palabra que modifica un verbo, adjetivo
u otro adverbio. Son las que acaban en -mente.
Ocurre con los adverbios como con la voz pasiva, que parecen hechos a la medida del escritor
tímido.
Mediante los adverbios, lo habitual es que el escritor nos diga que tiene miedo de no expresarse
con claridad y de no transmitir el argumento o imagen que tenía en la cabeza.
El autor de El Resplandor dice que debemos evitar a toda costa expresiones como “dijo
lastimosamente”, “exclamó valientemente”, “dijo despectivamente”, etc.
Si tenemos que expresar cómo está hablando el personaje, es porque estamos haciendo una pobre
descripción o que el diálogo no es lo suficientemente claro.
Reconozco que no es del todo mala (al menos tiene la ventaja de un verbo en voz activa), pero
pregúntate si es imprescindible el «firmemente».
Me dirás que expresa un grado de diferencia entre «cerró la puerta» y «dio un portazo», y no es que
vaya a discutírtelo...pero ¿y el contexto? ¿Qué decir de toda la prosa esclarecedora (y hasta
emocionante) que precedía a «cerró firmemente la puerta»?
¿No debería informarnos de cómo la cerró? Y, si es verdad que nos informan de ello las frases
anteriores, ¿no es superflua la palabra «firmemente»? ¿No es redundante?
Ya oigo a alguien acusándome de pesado. Lo niego. Creo que de adverbios está empedrado el
infierno, y estoy dispuesto a vocearlo desde los tejados.
Dicho de otro modo: son como el diente de león. Uno en el césped tiene gracia, queda bonito,
pero, como no lo arranques, al día siguiente encontrarás cinco, al otro cincuenta... y a partir de
ahí, amigos míos, tendréis el césped «completamente», «avasalladoramente» cubierto de diente de
león. Entonces los veréis como lo que son: malas hierbas, pero entonces, ¡ay!, entonces será
demasiado tarde.
Si queréis más ejemplos, en la página 79 (y ss.) del pdf con la obra de King los tenéis.
En una entrevista para Los Angeles Times, asegura que, para mejorar su escritura, ha eliminado los
adverbios terminados en -mente:
– Antes de Crónica de una Muerte Anunciada hay muchos. En Crónica creo que hay sólo uno.
En Amor en los tiempos del cólera, no hay ninguno.
En español, el adverbio -mente es una solución demasidado fácil. Si quieres usar un adverbio
terminado en -mente y buscas otra palabra, siempre es mejor. Se ha vuelto tan natural para mí que lo
hago sin darme cuenta.
No me resito a citar la primera frase de la primera gran obra en lengua castellana: el Cantar de Mío
Cid:
De los sos ojos tan fuertemientre llorando
Pero sigamos con el uso de los adverbios terminados en -mente, pero esta vez en referencia al
lenguaje periodístico. Por desgracia, quedan pocos Larra o Blasco Ibáñez entre nuestros periodistas.
Y el "nivel" narrativo de este gremio ha conseguido comenzar a excavar cuando parecía imposible
caer más bajo.
Así que ya saben: huyan, como de la peste, de los adverbios terminados en -mente.
Por desgracia, solo estuvo activo unos meses y está muerto desde 2006, pero solo su título ya merece
todos mis respetos.
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Bibliografía:
• Uso y abuso de adverbios.
• Gabo Talks.