La curva de costos permite tener una estimación y una referencia de cómo va a
consumirse el presupuesto a lo largo del proyecto, por lo que constituye un elemento clave para hacer el seguimiento y control. Este artículo define el concepto de curva de costos de un proyecto, y explica el proceso que debe seguir el director del proyecto para calcularla.
¿Qué es la curva de costos?
¿Qué es la curva de costos? Requisitos para calcularla Formas de distribuir los costes. Tratamiento de la variabilidad de los costos El margen por riesgos en la curva de costos Cálculo de la curva de costos
La curva de costos es la distribución de los costos acumulados a lo largo de la
duración del proyecto, o sea el gasto del presupuesto que vamos a tener a medida que vaya avanzando el proyecto.
Aquí es importante remarcar que estamos hablando de costos, y no de pagos,
lo que implica que el valor mostrado representa el compromiso de pago que estamos asumiendo en cada momento, en función del avance del proyecto y de la ejecución de las tareas. Esto es independiente del hecho de que se exista o no una salida de dinero. Este aspecto se contempla en el flujo de caja.
Requisitos para calcularla
Al tratarse de la representación temporal de los costes del proyecto, la información de partida para su cálculo será:
Cronograma. Debemos conocer las tareas que forman el proyecto y
su distribución a lo largo del tiempo. Costo de las tareas. Estimación de los costos, tanto los internos como los de los paquetes subcontratados, y la forma en que estos deben distribuirse a lo largo de la duración de la tarea. Esta distribución vendrá determinada por la naturaleza de la tarea, o por las condiciones de pago en el caso de subcontratación.
Aunque no sea un requisito como tal, es muy recomendable disponer de un
programa de gestión de costes. Un programa de este tipo permite asignar los costes a cada tarea de forma individualizada, y distribuir estas a lo largo del plazo de ejecución mediante el cronograma. Con ambas cosas la curva de costes es fácil de calcular, y al modificar algo de lo anterior, esta se actualiza automáticamente.
Formas de distribuir los costes.
Como se ha comentado, uno de los requisitos para calcular la curva de costos es conocer la forma en que estos se distribuyen a lo largo de la tarea. Existen diferentes distribuciones, siendo las más habituales:
Proporcional o según avance. El coste se distribuye de forma
proporcional al avance de la tarea. Esta distribución es típica en los costes relativos a horas de trabajo o tareas lineales (construcción de paredes, carreteras, etc). Final. El costo se aplica en su totalidad al finalizar la tarea. Puede ser el caso de los costes de puesta en marcha de un equipo, los cuales se acostumbran a pagar cuando se confirma su correcto funcionamiento. Inicio. El costo se aplica en su totalidad al inicio de la tarea. Por ejemplo la compra de billetes de avión para un viaje. Distribuido. El costo se aplica en varios puntos a lo largo de la duración de la tarea. Es el caso más habitual en compras de equipos o materiales, las cuales acostumbran a tener una parte de anticipo, algún pago durante la entrega, y un pago final.
El usar una u otra distribución depende en gran medida de la naturaleza del
producto o servicio que genere el coste, por lo que en muchos casos nos vamos a encontrar con tareas que presentan diferentes distribuciones al incluir materiales y servicios. Este sería el caso de la compra de un determinado equipo junto con su instalación.
Tratamiento de la variabilidad de los costos
Como se ha comentado en los artículos de estimación de duraciones y costos de las tareas, estas presentan una cierta variabilidad, sobre todo en los casos en que la tarea consiste en horas de trabajo interno. No así en tareas subcontratadas en condiciones de precio fijo, las cuales presentan la ventaja de tener un precio cerrado y conocido de antemano.
En el caso de la planificación de costos, tratamos estos de forma determinista,
lo que implica que les damos un valor fijo en función del margen de confianza que queramos para nuestras estimaciones. Esto se explica con más detalle en el artículo de estimaciones de costos. El margen por riesgos en la curva de costos Los riesgos son situaciones que pueden ocurrir, y que de ocurrir afectarían al proyecto (en este caso modificando su coste), por lo que debemos definir un margen para protegernos de estos riesgos. Aquí la clave está en la palabra “pueden”, que implica que no sabemos de antemano si el coste de estos riesgos va a afectar al proyecto o no.
Como se explica en los artículos de gestión de riesgos, estos deben estar
siempre relacionados con un determinado paquete de trabajo. Esto permite que la gestión de los márgenes se haga de forma reactiva; si ocurre el riesgo, aplicamos la provisión que habíamos definido para él sobre el paquete de trabajo relacionado con el riesgo.
Por ello el margen por riesgos no se considera en el cálculo de la curva de costo,
únicamente la modificará (al modificar el costo de la tarea) si algún riesgo en particular ocurre. Esto implica que el costo final del proyecto estará entre el costo de las tareas y su presupuesto (costo de las tareas más el margen por riesgos).
Cálculo de la curva de costos
Teniendo claros los puntos anteriores, solo resta explicar cómo se calcula la curva de costos. El procedimiento es bastante simple si se siguen los siguientes pasos:
Asignación del costo a cada tarea del cronograma.
Distribución de los costos a lo largo de la tarea de acuerdo a como estos se apliquen sobre el proyecto. Suma de los costos totales dentro de cada periodo. Cálculo del costo acumulado periodo tras periodo, y representación del coste acumulado respecto al tiempo. Este proceso de cálculo se ve claro en el siguiente ejemplo.
Una vez finalizada la fase de planificación del proyecto, lo que implica la
aprobación del plan de gestión del proyecto por parte del sponsor o el comité de dirección del proyecto, la curva de costes incluida en este plan pasa a llamarse línea base de costes.