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Se denomina como elipsis a la supresión u omisión intencional de un elemento del discurso que se

sobreentiende o puede ser reconstruido gracias al contexto.

Por ejemplo, “José está en el mercado, y yo, en la casa”. En este ejemplo se suprimió el verbo
“estoy” y, el sentido de la oración no se pierde, el verbo queda implícito y se sobreentiende.

La palabra elipsis surge del latín ellipsis, que derivó a su vez del griego élleipsis, y significa
“omisión”.

La elipsis también es una figura literaria, es decir, es un recurso que se emplea en la literatura a fin
de evitar las repeticiones innecesarias, dar mayor énfasis a un segmento de la oración, generar
mayor fluidez y ritmo, sin que sea afectada la construcción gramatical de la misma.

Sin embrago, el empleo de la elipsis va más allá de la literatura. En el lenguaje diario las personas
hacen un uso constante de esta figura literaria a fin de hacer la comunicación más fluida y directa.

Por ejemplo, cuando se le hace una pregunta a una persona, “¿qué tal?” en vez de “¿qué tal
estás?”. Como se puede observar, el sentido de la pregunta no cambia, se sobreentiende.

La elipsis también forma parte de los recursos literarios empleados en las técnicas narrativas del
cine y la publicidad a fin de seducir al receptor a través de diversos mensajes, como por ejemplo,
con frases directas o sustituyendo palabras por imágenes.

En los refranes populares se pueden encontrar ejemplos de elipsis como, “Lo bueno, si breve, dos
veces bueno” (se omite el verbo ser), “A buen entendedor, pocas palabras bastan” (se esclarece
que no hace faltan muchas palabras para obtener una información), entre otros.

Se denomina como elipsis a la supresión u omisión intencional de un elemento del discurso que se
sobreentiende o puede ser reconstruido gracias al contexto, también es una figura literaria, es
decir, es un recurso que se emplea en la literatura a fin de evitar las repeticiones innecesarias, dar
mayor énfasis a un segmento de la oración, generar mayor fluidez y ritmo, sin que sea afectada la
construcción gramatical de la misma.

La elipsis posee dos tipos, los cuales son:

La elipsis verbal: en este caso lo que vamos a omitir será un verbo, como bien puede ser hacer,
hablar, nadar, esto con el fin de no ser repetitivos.

La elipsis nominal: aquí vamos a omitir hacer mención a un nombre o pronombre al cual ya nos
hemos referido con anterioridad, como bien pueden ser yo, tu, nosotros, y así.

Por ejemplo:

Andrea no habla francés, tampoco (lo habla) Martín.


Por motivos del mundial ya han llegado los turistas brasileños, dentro de poco llegarán los
(turistas) mexicanos.

A los partidos de fútbol va mucha gente, a los de béisbol también (va mucha gente).

Ricardo es de Caracas, y su novia Fernanda también (es de Caracas).

El año pasado nos fuimos de vacaciones para Río de Janeiro, este año también (nos iremos de
vacaciones a Río de Janeiro).

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