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Proverbios - Introducción
Al llegar a este libro de Proverbios, amigo oyente, nos encontramos
nuevamente en la sección de la Biblia que hemos clasificado como la poesía
de las Escrituras. En esta sección tenemos los libros de Job, Salmos,
Proverbios, Eclesiastés y el Cantar de los Cantares de Salomón. Todos estos
pertenecen al mismo grupo habiendo sido escritos en lo que es conocido
como la poesía hebrea. Pero debemos notar que el libro de Proverbios es
diferente a cualquier otro libro.
Y también debemos indicar que Salomón es el escritor de Proverbios,
Eclesiastés y del Cantar de los Cantares. Se supone que escribió el Cantar de
los Cantares en sus primeros años de su edad adulta, Proverbios en su
mediana edad y Eclesiastés, hacia el final de su vida, reflejando la madurez
de su experiencia. Proverbios es un libro que trata de la sabiduría.
Eclesiastés, por su parte, es el libro que trata sobre la vanidad. Y el Cantar de
los Cantares de Salomón es el libro que habla del amor. Y el amor es el
término medio entre la sabiduría y la vanidad. Y podemos decir que Salomón
era un experto en estos tres temas. La misma Palabra de Dios lo expresó con
claridad en el Primer Libro de Reyes, capítulo 4, versículo 32. Allí dice,
hablando de Salomón: "Y compuso 3.000 Proverbios, y sus Cantares fueron
1.005". Nosotros ahora tenemos solamente uno de esos Cantares, de los
1005 que él escribió. Y tenemos muy pocos de sus Proverbios. Ahora, en los
versículos 33 y 34, de ese capítulo 4, del Primer Libro de Reyes se nos dice:
"También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el
hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó sobre los animales, sobre las
aves, sobre los reptiles y sobre los peces. Para oír la sabiduría de Salomón
venían de todos los pueblos, y de parte de todos los reyes de los países
adonde había llegado la fama de su sabiduría."
En este libro vamos a escuchar la sabiduría de Salomón. Ahora, nosotros nos
preguntamos, ¿qué es un proverbio? "Un Proverbio es un dicho que expresa
una verdad específica de una manera directa y concisa". También podemos
compartir esta otra definición: "Los Proverbios son frases cortas producto
de una larga experiencia". También es "una verdad que se presenta en una
forma fácil de recordar; una filosofía basada en la experiencia y una regla
para la conducta". Por lo tanto un Proverbio es un dicho sentencioso, una
máxima, un adagio, un refrán, un epigrama.
Ahora, el versículo principal o clave en este libro de Proverbios, podemos
decir que lo encontramos en el primer capítulo, versículo 7, donde dice, "El
principio de la sabiduría es el temor del Señor; los insensatos desprecian la
sabiduría y la enseñanza".
Hay algunas características bastante fuera de lo común en este libro de
Proverbios de las cuales, quisiéramos hablar un poco en el día de hoy.
Debemos decir que el antiguo Oriente es el hogar de los Proverbios.
Pensamos que Salomón coleccionó muchos de ellos de diferentes fuentes. Él
fue el editor de todos ellos y el autor de algunos. Eso quiere decir que lo que
tenemos aquí es el registro inspirado de los Proverbios que son de la pluma
de Salomón o de otros autores, a los cuales Dios ha dado su aprobación,
como veremos más adelante.
El Dr. Thirtle y otros eruditos han notado que existe un cambio de
pronombres en este libro de la segunda persona a la tercera persona. Las
conclusiones a las que llegaron estos eruditos fue que los Proverbios que
usaron la segunda persona, le fueron enseñados a Salomón por sus
maestros. Y que los Proverbios que usaron la tercera persona, fueron
compuestos por Salomón mismo.
Podemos decir que existe una diferencia entre el libro de Proverbios y los
Proverbios de otros escritos. Por ejemplo, los griegos fueron importantes en
la tarea de escribir Proverbios, especialmente los poetas gnósticos. Uno
puede apreciar más esto al leer el griego. Eran muy inteligentes en la forma
en que se expresaban en el idioma griego y muchos de ellos eran un juego de
palabras en ese idioma.
Ahora, hay algunas características de los Proverbios que creemos
deberíamos destacar.
1. La primera de ellas es que Proverbios no tiene ninguna declaración que no
sea científica o alguna observación que sea errónea. Por ejemplo, en el
capítulo 4, de este libro de Proverbios, versículo 23, dice: "Sobre toda cosa
guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida". Y transcurrieron
unos 2700 años antes de que Harvey descubriera que la sangre circulaba en
el cuerpo impulsada por el corazón. Como contraste a esto, en un libro
apócrifo, la carta de Bernabé, se hace mención de la mitológica Ave Fénix, un
ave fabulosa, que se consumía en el fuego y resucitaba de sus propias
cenizas, volviendo a la vida. Pues bien, esa es una fábula que no aparece en el
libro de Proverbios ni en ninguna otra parte de la Biblia. Ahora, es extraño
que en un libro que contiene cientos de proverbios, ninguno de ellos vaya en
contra de la ciencia actual. Creemos que eso en sí mismo debería alertar a
cualquier persona inteligente hacia el hecho de que el libro de Proverbios ha
sido inspirado por Dios.
2. Lo segundo que podemos observar de Proverbios, es que está en un nivel
moral elevado. Los dichos inmorales que aparecen en otras obras, usted no
los puede encontrar aquí. Por ejemplo, Justino Mártir dijo que Sócrates era
un cristiano antes de la llegada de Cristo, lo que por supuesto sería una
imposibilidad. Y sus admiradores dicen que él presenta un alto concepto de
moralidad. Sin embargo, Sócrates también les dio instrucciones a las
prostitutas de cómo comportarse. Bueno, lo mejor que uno podría decir de él
es que era amoral.
3. También podemos decir que los Proverbios no se contradicen a sí mismos,
mientras que los proverbios escritos por las personas del día de hoy, con
frecuencia se contradicen entre sí. Por ejemplo, podríamos decir: "Al que
madruga, Dios le ayuda". Pero hay otro proverbio que dice: "No por mucho
madrugar, amanece más temprano". Luego hay otro proverbio que dice: "El
agua hace mal, y el vino hace cantar". Pero hay uno que lo contradice al
decir: "El agua no enferma, ni emborracha, ni hace mal, ni adeuda". Y
también hay otro que dice: "El agua corriente, no mata a la gente". Como
podemos ver, los proverbios humanos se contradicen porque las ideas entre
las personas difieren, a veces radicalmente. Pero no hay tales
contradicciones en el libro de los Proverbios porque, como hemos dicho, fue
inspirado por Dios y El no se contradice a sí mismo.
En su Comentario sobre Proverbios de la Enciclopedia de Conocimiento
Bíblico, el profesor Sid Buzzell destacó las siguientes características
peculiares del libro de los Proverbios. Muchas culturas antiguas del Medio
Oriente tuvieron obras dedicadas a la sabiduría. Aunque el libro de los
Proverbios es algo similar a dicha literatura, la sabiduría promovida por este
libro contiene un elemento que no se encuentra en esas otras obras. La
sabiduría de estos Proverbios de la Biblia contiene sagacidad práctica,
agudeza mental, y habilidad funcional, así como también una vida moral
recta e íntegra que brota naturalmente de una correcta relación con el Señor.
La frase que encontramos en 9:10, El temor del Señor es el principio de la
sabiduría, hace que el concepto hebreo de la sabiduría sea único. Para ser
sabio en el sentido Bíblico del término, uno debe comenzar estableciendo
una relación adecuada con Dios. Temer al Señor significa respetarle por ser
quien es y responder depositando en El nuestra confianza, rendirle nuestra
adoración, obediencia y servicio. Si Dios no es honrado y su Palabra no es
obedecida, entonces la sabiduría, tal como los sabios hebreos la definieron,
nunca puede ser alcanzada. El propósito del libro de los Proverbios es,
entonces, desarrollar en otros, especialmente en los jóvenes, un enfoque
hábil de la vida, que comienza con estar debidamente relacionado con el
Señor. Hasta aquí las opiniones del profesor Buzzell.
Ahora, mientras que el libro de Proverbios parece ser una colección de
dichos sin ninguna intención de presentar un orden en particular o un
arreglo ordenado preconcebido, algunos de nosotros creemos que el libro
desarrolla una historia, que percibiremos al avanzar en su estudio. En
realidad lo que aquí se relata es la imagen de un joven que comienza su vida.
Y la primera lección que él recibe se encuentra en el versículo 7 del primer
capítulo, que como ya hemos dicho es la clave de este libro. "El principio de
la sabiduría es el temor del Señor; los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza".
El citado profesor Buzzell concluyó que, de acuerdo con 1:2-4, podemos
distinguir 5 propósitos en la escritura de este libro. (1) Para aprender
sabiduría e instrucción (o disciplina); (2) Para conocer razones prudentes o
discernir dichos profundos; (3) Para adquirir instrucción y prudencia en una
sabia conducta, justicia, juicio y equidad; (4) Para dar sagacidad a los
ingenuos; y (5) Para dar a los jóvenes inteligencia y cordura. Estos
propósitos en realidad se centran en ayudar a los lectores a vivir
sabiamente.
Los Proverbios eran empleados por los padres para impartir sabiduría en
una forma que convertía el aprendizaje en un desafío, en una aventura. El
propósito al utilizar los proverbios era ayudar a los jóvenes a adquirir
habilidades mentales que promovieran una vida sabia, Tanto el contenido
como la estructura de estos dichos contribuían al desarrollo de los oyentes.
Se presentaba al proceso de aprendizaje como un reto que culminaba en una
recompensa. En la literatura de la sabiduría, tener la sabiduría de Dios
implicaba tener la capacidad de enfrentarse con las demandas de la vida de
una manera que honre a Dios. El profesor Toy, autor de un Comentario
Crítico y Exegético del libro de Proverbios, escribió que "la sabiduría es el
conocimiento de una vida recta en el sentido más elevado."
Dijimos entonces que el libro de Proverbios nos cuenta una historia. Y que
este joven que se menciona aquí descubre que hay dos escuelas que están en
pugna tratando de lograr que él vaya con una de ellas. Es como si él hubiera
recibido los catálogos de la universidad digamos, indicándole los beneficios
que puede recibir al asistir a una de ellas. Una de estas escuelas es conocida
como la de la sabiduría. La otra es conocida como la escuela de los
insensatos.
Bien, siguiendo adelante podemos decir que los consejos que se presentan
en este libro de Proverbios trascienden todas las épocas del trato de Dios
con los seres humanos. No hay ninguna diferencia si usted está en el Antiguo
o en el Nuevo Testamento. Sus verdades no han dejado de serlo y es un libro
provechoso para todos.
Ahora, alguien quizás presente una objeción diciendo "Pero en este libro no
se encuentra nada acerca del evangelio". Aquel de quien cuya sabiduría
habla este libro, no es otro que el Señor Jesucristo.
El libro de Proverbios no es una mezcolanza de declaraciones inconexas o no
relacionadas entre sí. Por el contrario, es un libro que sí tiene mucho sentido
lo cual podremos comprobar, y tiene un plan y una disposición ordenada.
Salomón tuvo algo que decir en cuanto a su propia enseñanza. En
Eclesiastés, capítulo 12, versículo 9, dijo: Cuanto más sabio fue el predicador,
tanto más enseñó sabiduría al pueblo. Escuchó, escudriñó y compuso
muchos proverbios". Otra versión tradujo: "Ponderó, investigó y ordenó
muchísimos proverbios".
Aquí hay algo que hará del libro de Proverbios una experiencia emocionante
para usted: hay en este libro un pequeño esbozo de cada personaje de la
Biblia, y vamos a sugerir algunos de ellos. Y usted al leerlo, seguramente
disfrutará descubriendo a otros. También creemos que usted descubrirá que
hay proverbios adecuados para describir a algunos de sus amigos y
conocidos, aunque quede librado a usted evaluar la conveniencia de
informarles a ellos sobre cuál es el proverbio que mejor les describe.
Seguramente hay un proverbio adecuado para cada uno de nosotros, y nos
resultará interesante recorrer todo este libro.
En cuanto a la estructura literaria del libro de Proverbios está basada en
estrofas formadas por dos oraciones pareadas. Las dos oraciones de cada
pareado están generalmente relacionadas entre sí por lo que se ha llamado
"paralelismo", de acuerdo con la poesía hebrea. Es que la poesía hebrea no
tiene rima o métrica, como nuestra poesía. La poesía hebrea consiste en el
paralelismo de ideas. Pueden destacarse cuatro clases de paralelismo:
1. Paralelismo sinónimo. En este caso, la segunda cláusula vuelve a expresar
lo dicho en la primera. Es decir, que expresa la misma idea con diferentes
palabras.
Tenemos un ejemplo: en el capítulo 19, de este libro de Proverbios, versículo
29, leemos: "preparados hay juicios para los insolentes y azotes para las
espaldas de los necios".
Podemos ver otros ejemplos en 1:2, que dice para aprender sabiduría e
instrucción, para conocer razones prudentes. Y en 2.11, que dice La
discreción te guardará, y te preservará la inteligencia.
2. Paralelismo antitético o de contraste. En este caso, una verdad que está
expresada en la primera cláusula, en la segunda cláusula se refuerza por
contraste con la verdad opuesta.
Tenemos un ejemplo en el capítulo 13, versículo 9: "la luz de los justos brilla
alegremente, pero se apagará la lámpara de los malvados". Aquí podemos
ver que la segunda afirmación está exponiendo la misma verdad pero, por
contraste, desde el punto de vista opuesto. Tenemos otros ejemplos en 10:1,
que dice El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es la tristeza de su
madre. También podemos leer 11:1 que dice: El Señor aborrece la balanza
adulterada, pero la pesa cabal le agrada.
3. Paralelismo sintético. En este caso, la segunda cláusula continúa o
desarrolla el pensamiento de la primera cláusula. Tenemos un ejemplo en el
capítulo 20, de Proverbios, versículo 2, que dice: "como rugido de cachorro
de león es la ira del rey; el que lo enfurece peca contra sí mismo".
A veces la segunda línea da un resultado de la primera línea, como podemos
ver en 3:6 que dice Reconócelo en todos tus caminos, y él hará derechas tus
veredas. Y también podemos ver el mismo caso en 16:3, que dice
Encomienda al Señor tus obras, y tus pensamientos serán afirmados. En
otras ocasiones, la segunda línea describe algo de la primera línea, como
podemos ver en 6:12 que dice El hombre malo, el hombre depravado, es el
que anda en perversidad de boca. Y también podemos ver el mismo caso en
15:3 que dice Los ojos del Señor están en todo lugar, mirando a los malos y a
los buenos.
A veces una línea da preferencia a lo que es citado en la otra línea. Hay 19 de
estos casos, reconocidos por las expresiones "más vale" o "mejor es".
Veamos los siguientes ejemplos: en 12:9 leemos Más vale el despreciado que
tiene quien lo sirva, que el jactancioso que carece de pan. Y en 16:16 leemos
Mejor es adquirir sabiduría que oro fino, y adquirir inteligencia vale más que
la plata.
4. Paralelismo emblemático. En este caso, una línea ilumina el significado de
la otra por medio de un símil o de una metáfora. Tenemos un ejemplo en
10:26 que dice Como el vinagre para los dientes y el humo para los ojos, así
es el perezoso para quienes lo envían. Podemos leer otro caso en 25:12 que
dice Como pendiente de oro y adorno de oro fino es el sabio que reprende al
oído atento. Y en este mismo capítulo 25:23 tenemos otro ejemplo que dice
El viento del norte trae la lluvia, y la lengua murmuradora, el semblante
airado.
Ahora conviene aclarar que no todos los versículos de Proverbios tienen 2
líneas. Algunos tienen 3 (como podemos ver en 1:27), unos pocos tienen 4
(como podemos ver en 30:9) y un versículo incluso tiene 6 líneas (como es
el caso en 30:4).
Vamos a presentar ahora un Bosquejo general que muestra las pautas sobre
las que está organizado el libro:
I. La sabiduría y la vanidad contrastadas, capítulos 1 al 9. Esta sección, está
encabezada por la frase "Los proverbios de Salomón", en 1:1. Considerando
que Salomón reinó del 971 al 931, los proverbios que él escribió podrían ser
fechados en el siglo 10 A.C.
II. Los Proverbios de Salomón, capítulos 10 al 24 (escritos y organizados por
él mismo.
III. Los Proverbios de Salomón, entre los capítulos 25 al 29, ordenados por
colaboradores de Ezequías. Considerando que Ezequías reinó del 729 al 686,
estos capítulos deben haber sido registrados en ese período.
IV. El oráculo de Agur, un sabio desconocido, en el capítulo 30.
V. Los Proverbios de una madre a Lemuel, en el capítulo 31. Se cree que era
Betsabé, la madre de Salomón,
Dios mediante, en nuestro próximo estudio, vamos a comenzar en el texto
mismo de este libro. Mientras tanto, le sugerimos que lea el primer capítulo
de Proverbios para estar así familiarizado con su contenido y pueda sacar el
mayor provecho posible de este estudio. Recordemos que este libro repite
una y otra vez el contraste entre la persona sabia, que tiene una correcta
relación con Dios, y el insensato, que es malvado o injusto. Este contraste se
resume en el Salmo 1:6, que dice: El Señor conoce el camino de los justos,
mas la senda de los malos perecerá.
El desafío
"El sabio los escucha y aumenta su saber, y el inteligente adquiere
capacidad"
Esta virtud que aquí se menciona ha sido la característica de todos los
grandes hombres. Ellos nunca llegaron a un punto en el cual consideraron
que ya habían aprendido todo.
A veces nos hemos encontrado, en todos los sectores de la sociedad, con
personas que han alcanzado la fama por haberse destacado en el ejercicio de
su profesión. Algunos de estos personajes revelan una gran arrogancia. No
aceptan la menor sugerencia, o corrección, porque creen haber alcanzado la
totalidad del conocimiento en su área profesional. Creen saberlo todo. Y con
esa actitud, lo que demuestran es su falta de sabiduría, y su incapacidad para
asimilar nuevos conocimientos. Algo que los caracteriza es que siempre
están hablando de sí mismos, y demuestran no saber escuchar a los demás.
Por ello este libro contiene una advertencia y nos recuerda que el que es
verdaderamente sabio, escuchará e incrementará sus conocimientos.
Pero aquí se nos dice: Oirá el sabio, y continúa diciendo: y aumenta su saber,
y el inteligente adquiere capacidad. Este, estimado oyente, es el desafío, el
reto que caracteriza a la totalidad de este libro de los Proverbios. Salomón
dijo que si una persona es inteligente, escuchará lo que se está diciendo en
estos proverbios... Otra versión de este versículo 5 lo traduce de la siguiente
manera. El que es sabio e inteligente los escucha y adquiere así más
sabiduría y experiencia.
Estimado oyente, no se trata de escuchar lo que yo tengo que decir, sino de
escuchar lo que el Espíritu de Dios tiene que decir en este Libro de
Proverbios. Como estamos viendo ya desde este primer capítulo, esta obra
expone grandes verdades, expresadas en oraciones breves. Y son verdades
eminentemente prácticas, asuntos y temas de nuestra vida diaria, y que
pueden enriquecer nuestra relación con Dios, nos enseñan a vivir con una
conciencia tranquila, nos explican cómo ser sabios y prudentes en las
decisiones importantes de la vida, y nos explican cómo vivir en armonía con
nuestra familia y con nuestros amigos. En realidad, casi podríamos decir que
estos proverbios son como un espejo que nos revela directamente y con
sencillez, cómo somos en realidad, a la vez que nos advierten sobre las
consecuencias de la insensatez y el orgullo. En otras palabras, nos ayudan a
cumplir el propósito de Dios en nuestro andar por esta tierra.
Por todo ello, estimado oyente, insistimos en la lectura y estudio de la Biblia.
En todos sus libros, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Dios
se revela de una manera directa a los seres humanos, que se encuentran
alejados de Él y controlados por el pecado, llamándolos a establecer una
relación con El por medio del Señor Jesucristo. Le invitamos a responder a
esa revelación, a esa invitación, para que por la obra de Su Espíritu, pueda
comenzar en usted una obra de liberación y transformación que afectará a
toda su vida. Porque aunque ésta se termine, después de la resurrección
vivirá usted eternamente en la presencia de Dios con todos aquellos que le
pertenece
Proverbios 2:1-22
Amigo oyente, volvemos hoy al Libro de Proverbios y vamos a observar lo
que dice el capítulo 2. Confiamos en que usted ya se habrá dado cuenta que
los dichos que se encuentran aquí en Proverbios no se han reunido en este
libro de una forma descuidada o por casualidad. Aquí se cuenta una historia,
cuyos eventos están relacionados. Tenemos ante nosotros un desafío, un
reto presentado a un joven para que llegue a ser una persona sabia. Se le
recomienda que escuche, que incremente su conocimiento. Él tiene que
comenzar a aprender de su padre y de su madre en el hogar y esa es la
lección básica antes de que entre en la escuela. Y esa primera lección básica
le será de utilidad aun cuando en el futuro adquiera conocimientos más
avanzados. Esa lección fundamental es la siguiente; "El temor del Señor es el
principio de la sabiduría" (como leímos en 1:7)
Ahora, la forma de saber acerca del Señor es `por medio de Su Palabra. Hay
muchas personas que dicen que para entender la Palabra de Dios hay que
tener un alto grado de inteligencia. Estimado oyente, permítanos decir que
nada está más alejado de la verdad. Dios no dice que eso es lo esencial. Sin
embargo, en este capítulo donde el joven comienza, se pondrá en claro que si
él ha de conocer la voluntad y la palabra de Dios, tendrá que estudiar. No
puede entretenerse ni andar con titubeos, ni andar recogiendo margaritas a
lo largo del camino de la vida; tendrá que aplicar su corazón a la sabiduría.
En consecuencia, tendrá que estudiar la Palabra de Dios.
Leamos ahora el versículo 1 de este capítulo 2 de Proverbios, que comienza
a hablar sobre
La fuente de la sabiduría
"Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas en ti mis mandamientos"
Aquí dice: hijo mío. Evidentemente este es el consejo que se le da al joven. EL
comenzó como un niño en el hogar. Luego creció lo bastante como para
hacer frente a la vida y entonces recibe consejo de una persona sabia. Su
vida en el hogar como un muchachito, luego su crecimiento, ahora
haciéndole frente a la vida, y recibe este consejo de parte de una persona
sabia en el andar de la vida. Aparentemente ésta podría haber sido la
primera lección que él recibe en el colegio. Desgraciadamente él no
aprendería esto en algunas escuelas contemporáneas.
La frase prosigue: Hijo mío, si recibes mis palabras. Las Palabras de Dios
tienen que ser recibidas. Sus mandamientos han de ser guardados o
acumulados con las cosas más valiosas de nuestra vida.
Cierto hombre tenía una caja de seguridad en un banco e iba allí
regularmente cada semana. Iba para contar lo que allí había atesorado. Le
agradaba ir al lugar donde se encontraban sus riquezas. Había acumulado
algunas acciones y bonos, y le encantaba ir a mirarlos. Y hemos oído de una
mujer que poseía valiosas joyas. Le agradaba sacarlas de su alhajero y
admirarlas. Esa es la manera en que la Palabra de Dios debería ser guardada,
atesorada. Recordemos esta recomendación de atesorar sus mandamientos.
Leamos ahora el versículo 2:
"Haciendo estar atento tú oído a la sabiduría; si inclinas tu corazón a la
prudencia"
Aquí dice inclina tu oído. O sea, mantener el oído abierto. Algo tiene que
entrar por la puerta del oído, pero su destino final es el corazón. Cuando la
Palabra de Dios llega al corazón, produce entendimiento. Ahora, él no ha
terminado con este mandamiento, y continúa insistiendo en el desafío.
Leamos el versículo 3:
"Si invocas a la inteligencia y pides que la prudencia te asista"
Observemos lo que nos está diciendo aquí. Pedro lo expresó de la siguiente
manera en su primera carta 2:2, diciendo: desead, como niños recién
nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para
salvación. Se refiere el apóstol a la Palabra de Dios. ¿Ha visto usted, estimado
oyente, alguna vez a un bebé cuando su mamá le está dando el biberón? El
pequeño está acostado observando lo que su mamá le está trayendo y mueve
todo lo que tiene, sacude sus manos, mueve sus pies, y su boca está
deseando ansiosamente la leche de ese biberón. Y el hijo de Dios debería
igualmente actuar de esa manera frente a la Palabra de Dios. En cuando a la
situación espiritual de los cristianos en la actualidad, diremos que allí donde
hay un movimiento de renovación, usted puede notar que hay un renovado
interés en la Palabra de Dios. Aquí dice "Si invocas a la inteligencia", y ¿cuál
es ese conocimiento o inteligencia? Recordemos que el temor del Señor es el
principio de la sabiduría.
Y continúa diciendo el versículo 3 y pidas. Otra versión dice "si alzas tu voz".
Y otra dice "pide con todas tus fuerzas inteligencia y buen juicio". Nos
gustaría ver a jóvenes reclamando algo tan necesario. Leamos ahora el
versículo 4:
"Si la buscas como si fuera plata y la examinas como a un tesoro"
Cuando los hombres están buscando minas de plata, no se fijan en los
sacrificios que tienen que hacer, y muchos de ellos han encontrado la muerte
tratando de descubrir el preciado metal. Muchos han tenido que hacer viajes
largos, corriendo riesgos y realizando enormes esfuerzos, cruzando todo un
país para comercializarla. De esta manera deberíamos nosotros procurar el
conocimiento, el conocimiento de la Palabra de Dios. Deberíamos buscarlo
con la misma ansia que si estuviéramos extrayendo ese mineral de la tierra,
buscando algo de gran valor. Y dice el versículo 5 de Proverbios 2:
"Entonces entenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios"
Aquí se está hablando de algo que es más que simplemente una lectura
devocional. Sabemos de personas que han estado leyendo la Biblia para sus
momentos devocionales de meditación por años, y no han avanzado en su
conocimiento del texto Bíblico. Uno no puede aprender la Palabra de Dios
simplemente adoptando una actitud aparentemente piadosa y poniéndose a
leer unos pocos versículos de la Biblia. La verdadera forma de aprenderla es
atesorarla, leerla o escucharla con atención, aplicarla al corazón (al centro
de nuestros pensamientos y emociones), ansiar reclamarla y recibirla como
el alimento básico y buscarla como si fuera un metal precioso o un tesoro
escondido. Cuando tenemos esa actitud hacia la Palabra divina, entonces
aprenderemos mucho de ella. Y entenderemos cuál es el "temor reverente
del Señor" y el "conocimiento de Dios" que se mencionan en este versículo 5.
Cierto joven estaba hablando en una ocasión acerca de un examen bastante
difícil que tenía que rendir en el seminario, y era acerca de cierto libro de
Teología. Era un libro bastante aburrido y no se parecía por lo cierto en nada
a una novela de misterio. Y uno de los jóvenes estaba quejándose acerca de
eso. Él dijo: "Profesor, este es uno de los libros más secos que yo he leído". A
lo cual, el profesor le contestó: "Entonces humedécelo con un poco del sudor
de tu frente". Y así es como son las cosas, estimado oyente, según Dios dice, y
no hay ninguna clase de atajo o fórmula mágica para aprender los secretos
de la Palabra de Dios. No hay ninguna fórmula piadosa de aprenderla. No
hay ningún sustituto para el esfuerzo personal, como el que realizan
aquellos que trabajan para extraer de las entrañas de la tierra un preciado
tesoro. Y esa tarea no requiere una inteligencia privilegiada. Porque además
del esfuerzo que ponemos de nuestra parte, el Espíritu de Dios nos ayuda a
comprender el mensaje de la Biblia, y a trasladar su enseñanza a nuestra
vida práctica. Bueno, escuchemos lo que se nos dice aquí en el versículo 6, de
este capítulo 2, de Proverbios; dice:
"Porque el Señor da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la
inteligencia."
Si usted quiere sabiduría, estimado oyente, tiene que pedírsela a Él.
Recordemos lo que dijo el Apóstol Pablo, en su Primera Epístola a los
Corintios 2:9-10, Cosas que ojo no vio ni oído oyó ni han subido al corazón
del hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios
nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo examina,
aun lo profundo de Dios. Así que si Dios nos revela la verdad divina por
medio de Su Espíritu, quiere decir que El está aquí hoy para ser nuestro
Maestro. Y, estimado oyente, esa es la razón por la cual muchas personas que
no tienen ningún doctorado, ni han podido estudiar teología, sin embargo
tienen un conocimiento de la Palabra de Dios que muchos otros no pueden
lograr.
Un pastor nos ha contado que conoció a una anciana que no había recibido
más educación que la primaria o básica y que asistía a su iglesia llevando
una Biblia muy usada. Esa mujer era capaz de discutir o intercambiar
opiniones sobre temas Bíblicos y revelaba un gran discernimiento espiritual.
Sabía más teología y tenía un conocimiento Bíblico mayor que muchos
miembros de la iglesia, sin haber asistido nunca a un Seminario Teológico.
Tampoco había seguido cursos formales de preparación Bíblica. Pero pasaba
cada día cierto tiempo leyendo y examinando la Biblia y cuando tenía dudas
en su estudio personal, oraba a Dios pidiendo su dirección. Es decir que
tenía un corazón abierto a la Palabra de Dios, y la leía con verdadera ansia,
dispuesta a que el Espíritu de Dios fuera su Maestro. Realmente, Dios
respondía sus oraciones y le daba la sabiduría necesaria que ella, por las
circunstancias de su vida, no había podido adquirir por sí misma.
Estamos viviendo ahora en días cuando no hay demasiado interés por la
Biblia. Y en realidad, nos sorprende que haya tantas personas que quieran
estudiar la Biblia siguiendo este programa de radio. El Dr. Ironside dijo en
cierta ocasión, hace muchos años, lo siguiente: "Aun entre aquellos que dan
gran importancia y valor a las verdades preciosas de la Biblia, el estudio
diligente de la misma está disminuyendo". Y tememos que eso sea aun
verdad en círculos que han estado tradicionalmente interesados en el uso y
estudio de la Biblia. Pero por otra parte, en sectores que han estado
normalmente apartados de la influencia de la Biblia, ha surgido un interés en
su estudio. Por eso, bien dice el proverbio de este versículo 6, porque el
Señor da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la
inteligencia. ¿Y cómo podemos escucharle hablar? Con frecuencia solemos
decir que la Biblia es la Palabra de Dios. El nos habla por medio de este libro.
Leamos ahora los versículos 7 y 8 de este capítulo 2 de Proverbios:
"Él provee de sana sabiduría a los rectos: es escudo para los que caminan
rectamente. Él es quien guarda las sendas del juicio y preserva el camino de
sus santos."
Muchos creyentes se encuentran como si estuvieran perdidos en la niebla y
se preguntan hacia dónde dirigirse. Es evidente que el problema consiste en
que están tan alejados de la Palabra de Dios. Aquí en este libro, en la Biblia,
es donde Él está hablando. Su Palabra es como una sirena en la niebla. Como
dice este proverbio, preserva el camino de sus santos, es decir, a quienes le
son fieles, Eso es lo que Él hará, y no lo realizará al azar, desordenadamente,
Por ello insistimos en que usted tiene que acudir a la Palabra de Dios. El
versículo 9 dice:
"Entonces comprenderás qué es justicia, juicio y equidad, y todo buen
camino."
Es triste observar en el día de hoy a tantas personas que están ocupando
cargos públicos, que rigen los destinos de las naciones y que no están siendo
guiados por el Señor. Y Él quiere guiarlos. Ah, si ellos sólo acudieran a El
buscando Su sabiduría. Para el que tenga un profundo deseo de vivir
controlado por el poder de la verdad revelada en la Palabra de Dios, Dios
será como un escudo, porque El es un defensor de los suyos, manteniéndolos
seguros a medida que transitan por los senderos del juicio y el
discernimiento, protegiendo su camino.
Estimado oyente, escuchamos muchas veces a algunas personas que decir
que nosotros sostenemos la verdad, pero lo verdaderamente importante es
que la verdad nos sostenga y sujete a nosotros. Usted puede notar que existe
una gran diferencia entre estas opciones. Y nos dice que en los días finales
habrá quienes engañen con su palabrería. No nos interesa hablar con
palabras ampulosas, redundantes, con grandes palabras que no tengan
mucho significado, como tratando de dejar una buena impresión. Nadie aquí
quiere mostrar jactancia por conocimientos en diferentes áreas como, por
ejemplo, teología, conocimiento Bíblico, filosofía o psicología. Ya hay
bastante de ello por ahí. Lo que necesitamos son personas que muestren una
comprensión de justicia, juicio y equidad, y todo buen camino como dice este
versículo 9.
Leamos ahora los versículos 10 al 12, que comienzan a hablarnos sobre
Proverbios 4
Aunque en este relato el niño es ahora un joven que se ha introducido en la
locura del sistema del mundo, aun está recibiendo consejos para que
recuerde la enseñanza de su padre. Leamos entonces el versículo 1:
"Escuchad, hijos, la enseñanza de un padre; estad atentos, para adquirir
cordura."
Aquí el término hijos incluye a los jóvenes y adultos de ambos sexos.
Continuemos leyendo los versículos 2 y 3:
"Yo os doy buena enseñanza; por eso, no descuidéis mi instrucción. Yo
también fui un hijo para mi padre, delicado y único a los ojos de mi madre."
Hay algunos que opinan que Salomón escribió estas palabras y estaba
hablando de su propio padre. Observemos lo que dijo. Algunos creen que el
corazón del padre estaba embelesado con su hijo Salomón. Nosotros no lo
vemos así. Creemos que los libros históricos nos cuentan que Salomón no
era el favorito, digamos, la opción preferente de David. Estamos seguros que
Salomón no era a quien David habría escogido. El joven criado en el palacio
de las mujeres, tenía gustos refinados, era más bien vulnerable al sexo
opuesto y lo podemos describir como un hombre de mundo. David no tenía
muchos gustos en común con él. Aquí se presenta a Salomón como el niño
consentido de su madre. Sin embargo, dijo él en el versículo 4:
"Él me enseñaba, diciendo: Retén mis razones en tu corazón, guarda mis
mandamientos y vivirás."
David probablemente aconsejó mucho a este joven. Y recordemos que
cuando él fue hecho rey, David le dijo a Salomón, actúa como hombre.
Creemos que le dio este consejo porque pensó que no era esforzado,
valeroso y firme. Y entonces le dijo: "aférrate de corazón a mis palabras,
obedece mis mandamientos, y vivirás". David había aprendido por
experiencia que era mejor obedecer al Señor. Y también creemos que
probablemente David no fue tan amable o cariñoso al enseñarle a su hijo,
como podía haber sido. Nunca hemos pensado que David fue un éxito como
padre. Desgraciadamente, ese ha sido también el caso de muchísimos
hombres famosos.
Pero la vida de David fue un ejemplo que Salomón podía emular. Quizás
usted esté pensando: "Si, pero mire usted lo que hizo David". Ahora, los
grandes pecados de David fueron cometidos antes que Salomón naciera, y
David se apartó totalmente de esa clase de vida.
Ahora Salomón estaba aconsejando a una persona joven, y le estaba
hablando muy claro.
"Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia, no te olvides de ella ni te apartes
de las razones de mi boca; No la abandones, y ella te guardará; Ámala, y te
protegerá."
La sabiduría aquí está representada como una mujer que tiene una escuela y
envía su catálogo. Recordemos que anteriormente el relato ya nos presentó a
otra mujer, la mujer extraña, que también estaba intentando captar el
interés del joven. La sabiduría estaba animando al joven para que viniera a
su escuela, para que pudiera llegar a ser sabio.
Observemos que dijo que la sabiduría "guardará" y "protegerá" al joven.
La gran diferencia con muchos educadores contemporáneos se señala con
precisión en este versículo 6. ¿Aman ellos la sabiduría? En otras palabras,
¿aman la Palabra de Dios? Fue Pascal quien dijo que el conocimiento
humano deber ser comprendido, para ser amado. Pero el conocimiento
divino, debe ser amado para ser comprendido. Así que si usted va a
comprender la Palabra de Dios, debe acercarse a ella con amor, y con una
mente dispuesta a ser enseñada. Entonces el Espíritu de Dios podrá abrir
esas verdades para que usted las comprenda. Es muy importante tener en
cuenta esta actitud. El versículo 6 finaliza diciendo sobre la sabiduría: ámala,
y te protegerá.
Continuemos leyendo el versículo 7 de Proverbios 4:
"Sabiduría ante todo, ¡adquiere sabiduría! Sobre todo lo que posees,
¡adquiere inteligencia!"
Observemos la manera en que habla sobre la sabiduría. No es solo
conocimiento. No se trata de tener simplemente una mente que funcione
como un ordenador. Es sabiduría e inteligencia, es decir, discernimiento
para usar el conocimiento de forma adecuada, y tener amor por él. Esto es
algo que hoy necesita el alma de las personas.
La razón por la cual la educación no resulta satisfactoria es por la forma en
que se ofrece en la actualidad. Estimado oyente, lo que debe causarnos aquí
impresión es la gran importancia de obtener sabiduría. ¡Cuán importante es!
Ahora, los versículos 8 y 9 de Proverbios 4, dicen:
"Engrandécela, y ella te engrandecerá; te honrará, si tú la abrazas. Un
adorno de gracia pondrá en tu cabeza; una corona de belleza te entregará."
Lo interesante aquí es que la sabiduría ha de ser amada como una mujer es
amada. Y cuando lleguemos al Nuevo Testamento esta imagen cambiará,
porque Dios ha hecho a Cristo nuestra sabiduría.
La verdadera dificultad hoy no es que haya problemas en la Biblia. El
problema real es que el ser humano no tiene amor y anhelo por Dios, ni por
las cosas de Dios. Cuando el amor está presente en el corazón, este libro de
los Proverbios, y toda la Biblia, comienza a abrirse, porque el Espíritu de
Dios se convertirá en el Maestro. Pero cuando existe eso, entonces este libro
comenzará a abrirse, porque el Espíritu de Dios llegará a ser nuestro
Maestro.
Estimado oyente, le invitamos a dirigirse a Dios pidiéndole que, por la obra
del Espíritu Santo, El remueva todo prejuicio y cualquier obstáculo para que
usted pueda anhelar un encuentro con Dios mismo, con Su Palabra, y con el
Señor Jesucristo.
Proverbios 5
Al leer este capítulo cuidadosamente, usted encontrará que se le aconseja al
joven que viva una vida pura por el bien de su familia. Esta es la clase de
educación sexual que Dios da. Y nos agrada más esta instrucción de Dios que
la que solemos escuchar en la actualidad, incluso en algunos círculos
cristianos. Dios estaba diciendo que había que vivir una vida pura para el
bien del hogar más adelante. Muchos de los problemas de los hogares hoy no
han comenzado con el establecimiento oficial de la familia, sino en la vida
sexual prematrimonial del individuo. Leamos entonces los versículos 1 y 2,
que comienzan a presentarnos
Proverbios 6
Este capítulo abarca muy diversos temas. Comienza con algunos consejos
apropiados para cristianos y no cristianos en el mundo actual de los
negocios. Estos son simplemente buenos principios comerciales. Así que
vemos que Dios ha dado muchos buenos consejos para toda la humanidad,
para aquellos que son salvos y para los que no lo son. Vamos a leer entonces
los versículos 1 y 2 de Proverbios 6, que comienzan a exponer estos
El hombre malvado
"El hombre malo, el hombre depravado, es el que anda en perversidad de
boca; que guiña los ojos, que habla con los pies, que hace señas con los
dedos."
¿Ha notado usted en algunas personas que todo lo que hacen, todos sus
gestos, tienen siempre una sugerencia grosera u obscena? Hay cristianos que
en este aspecto son casos dudosos.
Todo lo que dicen tiene un doble sentido. En sus conversaciones todo lo que
dicen tiene un doble sentido, especialmente sus chistes, y sus observaciones.
Les divierten esas frases sugerentes y tenemos que aclarar que Dios ha
hablado en contra de esas actitudes.
Continuemos leyendo los versículos 14 y 15 de Proverbios 6:
"Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo;
siembra las discordias. Por tanto, su calamidad vendrá de repente;
súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio."
Aquí observemos que esta persona "siembra" o provoca o alienta discordias.
Tenemos aquí una persona que se supone ser hijo de Dios y sin embargo,
cada movimiento con su cuerpo no es claro.
A veces solemos contemplar por televisión a personas que explotan
hábilmente esa facilidad, aprovechándose de su sentido del humor y de su
capacidad para entretener a las personas. Desafortunadamente, hay
cristianos a quienes les entretiene y causa mucha gracia escuchar a tales
personajes, hasta tal punto que les siguen semanalmente sin perder ninguno
de sus espectáculos.
Por ello, vemos a veces a cristianos pendientes de seguir los dictados de la
moda en su forma de vestir o de hablar, utilizando las expresiones que están
en boga para aparentar que están "al día" y proyectar así una imagen
supuestamente progresista. El problema es cuando no se tiene nada positivo
que transmitir a los demás, entonces tales personas lo disfrazan, lo
maquillan, para que pueda ser aceptable en un principio. Por otra parte, las
que nosotros necesitamos en este día, estimado oyente, son personas que
vivan vidas claras, cristalinas, nítidas; que todo lo que digan y hagan en su
vida, sea tan claro y puro como el sol del mediodía. Esa es la clase de gente
que se necesita en el día de hoy. Estas son personas transparentes, que se
revelan cual son y su presencia infunde confianza. Al verlas, uno se da cuenta
que puede confiar en ellas. Estas son las compañías ideales para el camino
de la vida, para disfrutar de la amistad y del compañerismo cristiano. Esas
son las personas que tienen a Cristo en sus vidas y lo reflejan a los demás.
Pero a los que tienen la forma opuesta de ser, la Biblia tiene advertencias
solemnes para ellos. La carta de San Pablo a los Gálatas 6:7 ?8 dice: 7No os
engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre,
eso también segará, 8porque el que siembra para agradar a su naturaleza
pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; pero el que
siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. De Dios
nadie se burla. EL requiere una vida santa. ¿Sabe usted por qué? Porque El
es santo. Él es esa clase de Dios, y Él va a estar interesado en esa clase de
persona y va a bendecirla. Ah, estimado oyente, usted y yo necesitamos
reconocer que estamos tratando con un Dios santo.
En este capítulo 6 del libro de Proverbios que estamos considerando hoy, y
que veremos también en nuestro próximo estudio, al entrar en un nuevo
párrafo de dicho capítulo, examinaremos siete cosas que Dios detesta.
Alguien quizá nos diga: "¿Cómo es eso? ¿Dijo usted que Dios aborrece siete
cosas?" Así es, estimado oyente. Bueno, alguien quizá diga: "Yo pensaba que
Dios era amor, que solo tenía capacidad para amar". Sí, claro, Él es amor.
Pero El aborrece el mal y todo aquello que el mal ha causado y está
produciendo en la raza humana.
Mientras tanto, le sugerimos que lea usted el resto de este capítulo, para que
pueda comprobar por sí mismo la forma clara y directa en que Dios se
expresa con respecto a todo aquello que se opone a su propia naturaleza
como Dios santo que es. Es por ese motivo que Dios detesta todo elemento
extraño que se introduce en las vidas de los cristianos, porque puede alejar a
los cristianos de esa relación de comunión y compañerismo que El quiere
tener con los suyos, y porque todo aquello que sea sucio o impuro, puede
arruinar no solo sus vidas, sino también las de aquellos que se encuentran a
su alrededor.
Estudio bíblico de Proverbios 6:16-23
Proverbios 6:16-23
Llegamos hoy, amigo oyente, otra vez a este capítulo 6, del Libro de
Proverbios que iniciamos en nuestro estudio anterior.
Esta sección que estamos estudiando comenzó en el versículos 12 y 13, 3n
los cuales se describió al "hombre malvado" ¿Ha notado usted en algunas
personas que todo lo que hacen, todos los gestos, tienen siempre una
sugerencia grosera u obscena? Hay cristianos que en este aspecto podríamos
decir que son casos dudosos. En sus encuentros todo lo que dicen tiene un
doble sentido, especialmente sus chistes, sus observaciones. Les divierten
esas frases sugerentes y tenemos que aclarar que Dios ha hablado en contra
de esas actitudes.
Después de estas consideraciones, en nuestro programa anterior leímos los
versículos 14 y 15, que decían:
"Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo;
siembra las discordias. Por tanto, su calamidad vendrá de repente;
súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio."
Aquí observemos que esta persona "siembra" o provoca o alienta discordias.
Tenemos aquí una persona que se supone ser hijo de Dios y sin embargo
cada movimiento que hace con su cuerpo no es absolutamente claro.
A veces solemos contemplar por televisión a personas que explotan
hábilmente esa facilidad, aprovechándose de su sentido del humor y de su
capacidad para entretener a las personas. Desafortunadamente, hay
cristianos a quienes les entretiene y les causa mucha gracia escuchar a tales
personajes, hasta tal punto que les siguen semanalmente sin perder ninguno
de sus espectáculos.
Por ello, vemos a cristianos pendientes de seguir los dictados de la moda en
su forma de vestir o de hablar, utilizando las expresiones que están en boga
para aparentar que están "al día" y proyectar así una imagen supuestamente
progresista. El problema es cuando no se tiene nada positivo que transmitir
a los demás, entonces tales personas lo disfrazan, lo maquillan, para que
pueda ser aceptable en un principio. Por otra parte, las que nosotros
necesitamos en este día, estimado oyente, son personas que vivan vidas
claras, cristalinas, nítidas; que todo lo que digan y hagan en su vida, sea tan
claro y puro como el sol del mediodía. Esa es la clase de gente que se
necesita en el día de hoy. Estas son personas transparentes, que se revelan
tal cual son y su presencia infunde confianza. Al verlas, una se cuenta que
puede confiar en ellas. Estas son las compañías ideales para el camino de la
vida, para disfrutar de la amistad y del compañerismo cristiano. Esas son las
personas que tienen a Cristo en sus vidas y lo reflejan a los demás.
Pero para los que tienen la forma opuesta de ser, la Biblia tiene advertencias
solemnes. La carta de San Pablo a los Gálatas 6:7 ?8 dice: 7No os engañéis;
Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también
segará, 8porque el que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de
esa misma naturaleza cosechará destrucción; pero el que siembra para
agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. De Dios nadie se
burla. EL requiere una vida santa. ¿Sabe usted por qué? Porque El es santo.
Él es esa clase de Dios, y Él va a estar interesado en esa clase de persona y va
a bendecirla. Ah, estimado oyente, usted y yo necesitamos reconocer que
estamos tratando con un Dios santo.
En este capítulo 6 del libro de Proverbios que estamos considerando hoy, al
entrar en un nuevo párrafo de dicho capítulo, examinaremos siete cosas que
Dios detesta. Alguien quizá nos diga: "¿Cómo es eso? ¿Dijo usted que Dios
aborrece siete cosas?" Así es, estimado oyente. Bueno, alguien quizá diga:
"Yo pensaba que Dios era amor, que solo tenía capacidad para amar". Sí,
claro, Él es amor. Pero El aborrece el mal y todo aquello que el mal ha
causado y está produciendo en la raza humana.
Después de esta introducción vamos a comenzar nuestra lectura específica
para el día de hoy con el versículo 16, para examinar una lista de
Proverbios 7
Ahora, el capítulo 7, continúa tratando este mismo tema. El pensamiento
principal que encontramos aquí es la advertencia contra la mujer de moral
ligera. Y en los primeros 4 versículos leemos:
"Hijo mío, guarda mis razones y atesora para ti mis mandamientos. Guarda
mis mandamientos y vivirás, y guarda mi enseñanza como a la niña de tus
ojos. Átalos a tus dedos, escríbelos en la tabla de tu corazón. Di a la
sabiduría: "Tú eres mi hermana", y llama parienta a la inteligencia"
Ahora, después de haber dicho esto, el escritor va a dirigirse a casos
concretos de la vida real. Y dice el propósito en el versículo 5:
"Para que te guarden de la mujer ajena, de la extraña que suaviza sus
palabras."
Y entonces ahora menciona casos específicos. Leamos loe versículos 6 al 9:
"Miraba yo por la ventana de mi casa, a través de mi celosía, cuando vi entre
los ingenuos, observé entre los jóvenes, a un joven falto de sensatez. Pasaba
él por la calle, junto a la esquina, e iba camino de la casa de ella, al atardecer,
cuando ya oscurecía y caía la oscuridad y las tinieblas de la noche."
Este joven del relato salió a caminar por la calle equivocada. Y sigue el relato
en los versículos 10 al 14:
"En esto, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astucia en el
corazón. Alborotadora y pendenciera, sus pies no pueden estar en casa. Unas
veces está en la calle, otras veces en las plazas, al acecho en todas las
esquinas. Se asió de él y lo besó. Con semblante descarado le dijo: Sacrificios
de paz había prometido, y hoy he cumplido mis votos"
Observemos que la protagonista es una mujer religiosa. Le quiere hacer
creer al joven que ella se encuentra en una buena relación con Dios. Le dice
que había cumplido con sus sacrificios de paz y reconciliación. (La persona
que ofrecía el sacrificio de reconciliación recibía una porción de carne de la
víctima para comerla con sus familiares y amigos en un banquete sacrificial.
(Lev.7). Con esta expresión la mujer está diciendo que en su casa hay comida
abundante.) Escuchemos el versículo 15:
"Por eso he salido a encontrarte, buscando con ansia tu rostro, y te he
hallado."
En otras palabras, "te he estado buscando toda mi vida y al fin te he
encontrado". Leamos los versículos 16 al 20:
"He adornado mi cama con colchas recamadas con lino de Egipto; he
perfumado mi lecho con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de
amor hasta la mañana; disfrutemos de amores. Porque mi marido no está en
casa; se ha ido a un largo viaje. La bolsa del dinero se llevó en la mano, y no
volverá a su casa hasta la luna llena."
Para tranquilizarle le asegura que el hombre de la casa está ausente y no
regresará hasta un día determinado. Y dicen los versículos 21 al 23:
"Así lo rindió, con la suavidad de sus muchas palabras, y lo sedujo con la
zalamería de sus labios. Al punto se marchó tras ella, como va el buey al
degolladero o como va el necio a prisión para ser castigado; como el ave que
se arroja contra la red, sin saber que va a perder la vida hasta que la saeta
traspasa su corazón."
El lenguaje aquí es muy figurativo. Y por cierto que es un lenguaje bastante
fuerte. Ahora tenemos la advertencia; leamos los versículos 24 al 27:
"Ahora pues, hijos, escuchadme; estad atentos a las razones de mi boca: No
se desvíe tu corazón a los caminos de ella; no yerres en sus veredas, porque
a muchos ha hecho caer heridos, y aun los más fuertes han sido muertos por
ella. Camino del seol es su casa, que conduce a las cámaras de la muerte."
La advertencia ha de ser tomada literalmente, y hay también una aplicación
espiritual para usted y para mí. La Biblia tiene mucho que decir sobre el
adulterio espiritual. Dios lo llamó así cuando Su pueblo le dejó para ir tras
los ídolos. Ellos resultaron atrapados por la idolatría y fueron subyugados
como pueblo. Se apartaron del Dios vivo y verdadero. Iban a estar unidos a
Él, pero se separaron. Estaban realmente comportándose como una ramera;
estaban siendo infieles y falsos hacia El. En eso consiste el adulterio
espiritual.
El creyente deberá mantenerse alerta frente a los esfuerzos de los
promotores de ciertas sectas, que se destacan por su celo y persistencia en
aproximarse directamente a las personas. Ellos también se presentan de una
manera atractiva, con una actitud amable, a veces con halagos, con la
intención de seducir, en fin, el objetivo de ellos es apartar al cristiano de
Cristo, con el propósito de integrarle en su sistema. Los esfuerzos por hacer
caer al cristiano en el adulterio espiritual se llevarán a cabo por medios de
difusión como radio y televisión. Por ello insistimos en la importancia que
para los cristianos tiene una relación íntima con Cristo, una gran
dependencia del Espíritu Santo y un buen conocimiento de las Sagradas
Escrituras. Solo así el cristiano podrá mantener su libertad y la fidelidad a su
Señor, evitando ser seducido por sectas extrañas, como le sucedió al antiguo
pueblo de Israel, que fue arrastrado por la idolatría, cayendo en el adulterio
espiritual, lo que les condujo a ser esclavizados por otros pueblos. Y así
llegamos ahora
Proverbios 8:1-9
Aquí en este capítulo el joven ha estado examinando la literatura de
diferentes universidades; y el colegio de la sabiduría y el colegio de los
insensatos, rivalizan en tratar que él se matricule en sus estudios. En este
capítulo vemos que la sabiduría le está enviando una invitación que incluye
una nota de urgencia. El joven está experimentando cierta presión. La
campana de la escuela estará pronto llamando a los alumnos a las clases, y
todos quieren que este joven se matricule. Escuchemos lo que dice el primer
versículo de este capítulo 8 de Proverbios, en el cual
La escuela de la sabiduría
"La Sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas, ha preparado su
alimento, mezcló su vino y puso su mesa. Envió a sus criadas, y sobre lo más
alto de la ciudad clamó, diciendo a todo ingenuo: «Ven acá», y a los
insensatos: «Venid, comed de mi pan y bebed del vino que he mezclado."
La sabiduría ha edificado su casa. Este es el colegio de la sabiduría.
Observemos que tiene siete columnas. Estas siete columnas nos hablan de
algo que ha sido completado. La escuela ofrece una educación completa,
desde los primeros niveles hasta los más últimos cursos universitarios.
No minimicemos la importancia de una buena educación. Algunos destacan
que el Señor Jesucristo eligió para Sus discípulos a doce hombres que no
habían recibido una educación. Y utilizan ese argumento para intentar la
inutilidad de usar títulos como, por ejemplo, el de Doctor. Pero debemos
decir que, cuando este título no se obtiene de forma honorífica, representa
muchos años de arduo trabajo y, por lo tanto, las personas que se han
sometido a esa disciplina para especializarse en áreas muy concretas, tienen
derecho a usarlo.
Ahora en lo que concierne a la preparación de los apóstoles, podemos
afirmar que cualquiera que hubiera pasado tres años con el Señor Jesucristo
no era una persona ignorante. Esos doce hombres que estuvieron con Él
tuvieron un gran conocimiento, por haber sido instruidos por el mejor
Maestro que el mundo ha tenido jamás. Y, por supuesto, el apóstol Pablo
había recibido una excelente educación en las escuelas de su tiempo. Nadie
podría decir que él era un hombre ignorante. Ya hemos dicho que la
sabiduría es el Señor Jesucristo y Él, estimado oyente, puede darle a usted
una educación completa.
El versículo 2 nos dice que ella preparó un banquete, mezcló su vino y puso
la mesa. Había llegado entonces el momento de ir a la escuela y comenzar a
disfrutar de los cursos que habían sido preparados.
El versículo 3 nos dice que la sabiduría había enviado a sus doncellas y ahora
clama desde lo más alto de la ciudad, Aquí se nos da una imagen muy gráfica.
Permítanos recordarle que nosotros tenemos la misma invitación en esta
época. Se ha preparado una fiesta de bodas y las invitaciones son enviadas a
todos los invitados informándoles que ya está todo preparado, Muchos de
los invitados rechazaron la invitación. Entonces los siervos fueron por los
caminos y senderos invitando a las personas que encontraran para que
asistieran a la fiesta. Esta situación fue descrita por el Señor Jesucristo en
Mateo 22:1-14. Es interesante que la sabiduría tenga que ir a los caminos
para invitar a las personas para que vengan. Y nosotros tenemos que ir a
esos caminos y senderos. Nuestro mensaje hoy es el expresado en 2
Corintios 5:20, que dice: 20Así que, somos embajadores en nombre de
Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; os rogamos en nombre
de Cristo: Reconciliaos con Dios. En nuestro tiempo la Palabra de Dios ha
llegado probablemente más lejos que nunca en la historia del mundo. La
invitación está siendo enviada a los confines de la tierra para que las
personas acudan a la escuela de la sabiduría, es decir, que acudan al Señor
Jesucristo. Continuemos leyendo el versículo 6:
"Dejad vuestras ingenuidades y viviréis; y andad por el camino de la
inteligencia."
Pero, como siempre ocurre, hay quienes no van a escuchar, no quieren
escuchar. Son aquellos que se burlan. Es inútil perder el tiempo con ellos.
Resisten a la Palabra de Dios. ¿Tenemos que continuar con insistencia
proclamándoles la Palabra? No. EL Señor Jesús, utilizando un lenguaje muy
fuerte, dijo que no se debían echar perlas a los cerdos, porque podrían
pisotearlas. Ahora observemos los tres próximos versículos. Algunos
expositores Bíblicos creen que no pertenecen a este pasaje y que han sido
insertados en él. Sin embargo, nosotros creemos que están exactamente
donde deberían estar. Leamos los versículos 7 al 9:
"El que corrige al burlón, se acarrea afrenta; el que reprende al malvado,
atrae mancha sobre sí. No reprendas al burlón, para que no te aborrezca;
corrige al sabio, y te amará. Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y
aumentará su saber"
Si usted les presenta la Palabra de Dios a algunas personas, en realidad ellas
lo van a aborrecer por hacerlo. Esta es una norma que se ha cumplido en
todas las épocas. Hay personas que son tan superficiales, vacías e ignorantes
que no recibirán la Palabra de Dios en absoluto.
Se habla mucho en estos días acerca de las personas que son tolerantes.
¿Sabe usted que las personas que quieren destacarse por su tolerancia y
progresismo son las que quieren eliminar la enseñanza religiosa de los
colegios? Y se refieren a los que se oponen a ello como fanáticos y
retrógrados. A mí no me molesta que se enseñe la evolución en los colegios,
si nos permiten enseñar también la Biblia. Pero los que son supuestamente
tolerantes no lo permiten. El prohibir que los estudiantes tengan acceso a la
versión Bíblica de la creación y la historia es una muestra de ignorancia,
propia de mentes estrechas. La regla general es que cuanto menos sabe una
persona, más conocimientos cree que tiene. Y cuantos mayores
conocimientos tenga realmente una persona, más reconocerá su ignorancia
y sus limitaciones. Uno de los mayores predicadores de la historia afirmó:
"Cuanto más estudio la Biblia, más reconozco lo ignorante que soy de la
Palabra de Dios". Estimado oyente, nadie puede estudiar la Biblia sin ser
consciente de lo ignorante que es frente a ella.
Sin embargo, el burlón no tiene interés en aprender la Palabra de Dios.
Intentar compartir la enseñanza con él, es una pérdida de tiempo.
Bueno, volviendo a este capítulo 9 de Proverbios, notemos lo que dice ahora
en el versículo 10:
"El temor del Señor es el principio de la sabiduría; el conocimiento del
Santísimo es la inteligencia."
Alguien nos va a decir: "Ya hemos escuchado este versículo antes en este
libro". Sí, así fue. Cuando este joven era un niño y se encontraba en su hogar,
la primera lección que aprendió fue el temor del Señor. En 1:7 leímos: El
principio de la sabiduría es el temor del Señor; los insensatos desprecian la
sabiduría y la enseñanza. Ahora ha entrado en el colegio de la vida, en el
colegio de la sabiduría, se encuentra en su primer año de la universidad de la
inteligencia, y ésta es su primera lección. El temor del Señor es el principio
de la sabiduría; el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. Ahí es
donde todos comenzamos. Si usted no ha comenzado allí, estimado oyente,
usted no ha comenzado. Un hombre es un insensato (que es lo que este libro
dice) por vivir sin Dios en este mundo.
En nuestra sociedad contemporánea, estamos tan preocupados por la
seguridad, en las carreteras, en el hogar, en la ancianidad. Tenemos seguros
para todas esas situaciones, y nos aseguramos de que nuestras pólizas se
paguen. Es lo más sabio que podemos hacer. Pero, estimado oyente, ¿Qué me
dice de la eternidad? ¿Está usted haciendo planes; tiene usted un seguro
para ello? ¡Cuán insensato es vivir esta vida sin Dios! Realmente, el temor del
Señor es el principio de la sabiduría. Ahora, en los versículos 11 y 12 de este
capítulo 9, leemos:
"Porque por mí se aumentarán tus días, años de vida se te añadirán. Si eres
sabio, para ti lo eres; si eres burlón, solo tú lo pagarás."
Si usted quiere ser sabio, inteligente, entonces hará los preparativos
necesarios de su alma, para la eternidad. Ahora, si usted va a ser alguien que
se burla y ridiculiza todas estas cosas, entonces, estimado oyente, será
juzgado. Puede que esto suene fuerte, pero alguien debe decirlo. Usted se
está dirigiendo hacia el infierno. Dice aquí el proverbio si eres burlón, solo tu
lo pagarás. Si usted está decidido a seguir su propio camino, usted será el
perdedor.
Un hombre que se identificó como ateo nos dijo en una ocasión: "¿Sabe una
cosa? A mí, no me convence todo este asunto de la vida eterna y lo
relacionado con eso; eso de confiar en Jesucristo. Eso está bien quizá para
algunas personas. Pero a mí, no me interesa esa clase de temas". Bueno,
debemos decirle lo siguiente. Supongamos que tiene razón y que no hay vida
eterna. Entonces usted y yo estaremos exactamente en la misma situación e
iremos a parar al mismo lugar. Pero supongamos que nosotros tenemos
razón y que usted está equivocado. Entonces, estimado oyente, usted va a
encontrarse en una situación muy mala. Y otro ateo dijo en una ocasión, con
resentimiento: "Yo quedaría satisfecho si no fuera por lo funesto que sería
que la Biblia pudiera ser verdad". Sí, podría ser así. Y si lo es, entonces será
una realidad trágica para usted el haberle dado la espalda a Cristo. Bueno,
continuando nuestra lectura aquí en este capítulo 9 de Proverbios, leamos el
versículo 13, a partir del cual se nos dice algo de
Proverbios 10:1-4
Aquí comienza una sección de este libro titulada
Proverbios 11:1
Como hemos visto el joven está ahora en la escuela y la sabiduría, que es
Cristo, es el Maestro. La sabiduría tuvo que salir a los caminos y senderos
para conseguir alumnos, pero ella tiene ahora una clase y está enseñando los
proverbios.
La forma literaria de estos proverbios es mayormente la de versos pareados.
Las dos cláusulas de un pareado están generalmente relacionadas entre sí
por lo que se ha llamado paralelismo, de acuerdo con la poesía Hebrea. La
poesía Hebrea se consigue por repetir o contrastar un pensamiento. Hay
cuatro tipos de paralelismo: Paralelismo Sinónimo, que consiste en volver a
exponer el pensamiento de la primera cláusula; Paralelismo Antitético, que
expone verdades en contraste; Paralelismo Sintético, en el que la segunda
cláusula desarrolla el pensamiento de la primera; y Paralelismo
Emblemático, en el cual una línea ilumina el significado de la otra por medio
de un símil o de una metáfora.
Este capítulo verdaderamente le dará al joven alumno algunos buenos
consejos sobre los negocios y el comercio. Leamos entonces el primer
versículo de este capítulo 11 de Proverbios:
"El Señor abomina el peso falso, pero la pesa cabal le agrada."
Dios entra a los negocios. Usted lo puede poner a Él en sociedad con usted.
Sin embargo, usted no lo puede tener a Él como socio, si usted es una
persona deshonesta. Pero si usted es honrado, a Él le gustaría ser su socio.
El hombre de negocios cristiano ha de caracterizarse por honestidad e
integridad. Dios ha permitido que hombres y mujeres se esfuercen en la
lucha por la vida aplicando conocimientos adquiridos con sacrificio, y
trabajo realizado con esfuerzo. Pero aparte los bienes personales que todos
tengamos, se nos pide que, tanto en abundancia como en escasez, seamos
fieles administradores al cuidado de los bienes que Dios nos ha entregado. Y
entonces El nos bendecirá. Y las iglesias y organizaciones cristianas deberían
tener siempre presente lo que se dice en estos proverbios enseñados a los
jóvenes de la escuela de la sabiduría de este libro, para poder evaluar hasta
qué punto se aplican la honradez y la integridad en los asuntos prácticos y
materiales del reino de Dios. La transparencia en estos asuntos es una forma
más de mostrar el poder de Dios, que por Su Espíritu transforma a las
personas, haciéndolas cada vez más semejantes a Cristo.
Proverbios 12
En la escuela de la sabiduría, el joven se encuentra aun en su primer año de
universidad, pero la instrucción que recibe es ya muy importante. Leamos el
primer versículo de este capítulo 12:
"El que ama la instrucción ama la sabiduría; el que aborrece la reprensión es
un ignorante."
El hombre que ama la instrucción es una persona que tiene una estimación
real de la máxima prioridad, y de lo que en realidad es de un valor superior.
Eso quiere decir que esa persona escuchará la instrucción. Sin embargo,
debe decir que después de conseguir que las personas escuchen la Palabra
de Dios, uno de los mayores problemas es lograr que obedezcan lo que la
Palabra dice. Y la obediencia es absolutamente esencial. Notemos ahora lo
que dice el versículo 2 de este capítulo 12:
"El bueno alcanza el favor del Señor, pero el Señor condena al hombre de
malos pensamientos."
El Salmo 1:5 dice: No se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en
la congregación de los justos. Indiferentemente de la fama, riquezas, o de
una elevada posición ante la estimación de las personas. El malvado llegará a
un final triste y lamentable. Con toda seguridad, Dios va a juzgar a tales
personas. Por eso dice aquí que el Señor condena al hombre de malos
pensamientos o designios. Continuemos leyendo el versículo 3 de este
capítulo 12:
"El hombre no se afirma por medio de la maldad, pero la raíz de los justos no
será removida."
El Señor dio una parábola que trata sobre este asunto. En el Sermón del
Monte contó sobre un hombre que edificó su casa sobre la roca, mientras
que otro edificó la suya en la arena. (Mateo 7:24-27). La roca, por supuesto,
simboliza a Cristo, el fundamento sólido de la Palabra de Dios. Ahora, en este
primer año de estudios universitarios, el joven recibe consejos en cuanto a
elegir una esposa. El versículo 4, de este capítulo 12, dice:
"La mujer virtuosa es corona de su marido, pero la mala es como carcoma en
sus huesos."
Aquí podemos recordar a las maravillosas esposas que se mencionan en el
Antiguo Testamento. Eva debe haber sido una persona encantadora, a pesar
del hecho de que ella escuchó a la serpiente. Creemos que también Sara fue
una esposa modelo, de acuerdo con 1 Pedro 3:6. Y Jocabed, la madre de
Moisés, fue sin duda una mujer extraordinaria.
Pero hubo otras que no fueron tan buenas, y podrían ser descritas como
"carcoma de huesos". La esposa de Job, por ejemplo, no fue de mucha ayuda
para él. Es interesante ver que Satanás le quitó a Job todo aquello en lo cual
él se apoyaba, con excepción de su esposa, de lo cual podemos deducir que
Satanás supo que ella no sería de mucho apoyo para Job. Debe significar que
ella no tendría que haber sido de mucha ayuda para Job. Y luego, por
supuesto, tenemos a Atalía, una mujer sanguinaria, cuya madre era la
malvada Jezabel. Así podemos ver que en la Biblia hay muchas ilustraciones
de este proverbio.
Escuchemos lo que escribió Ogden Nash: "Para mantener su matrimonio
como una copa rebosando de amor, siempre que esté equivocado, admítalo;
y cuanto tenga razón, permanezca en silencio". Sigamos adelante ahora en el
libro de Proverbios leyendo los versículos 5 al 7, de este capítulo 12:
"Los pensamientos de los justos son rectitud; los consejos de los malvados,
engaño. Las palabras de los malvados son como emboscadas para derramar
sangre, pero a los rectos los libra su propia boca. Dios trastorna a los
malvados y dejan de existir, pero la casa de los justos permanece firme"
Podemos decir que Dios cree en la ley y en el orden. Y tiene mucho que decir
contra el hombre sin ley. El tiene mucho que decir sobre los que se rebelan a
Su autoridad. Ahora, el versículo 8, dice:
"Por su sabiduría es alabado el hombre, pero el perverso de corazón es
despreciado."
Al leer estas palabras pensamos en Gedeón y en su hijo: Gedeón debe ser
elogiado por su sabiduría, y Abimelec, su hijo, tiene que quedar expuesto al
desprecio. Luego, el versículo 9 dice:
"Más vale el despreciado que tiene quien lo sirva, que el jactancioso que
carece de pan."
Parece como que se está haciendo un contraste, diciendo que es mejor ser
envidiado, que aquel que se deleita en hacer una ostentación vacía, mientras
que al mismo tiempo no tiene pan que comer. Otra traducción lo expresa así:
"Más vale menospreciado pero servido, que reverenciado pero mal comido"
Ahora, notemos lo que dice el versículo 10, de este capítulo 12, de
Proverbios:
"El justo cuida de la vida de su ganado, pero el corazón de los malvados es
cruel."
Aunque ya hemos mencionado esto en otra oportunidad vamos a volver a
repetirlo. Es acerca de la muerte del padre del autor de estos estudios
bíblicos, el Dr. J. Vernon McGee. El padre del Dr. McGee murió en un
accidente en una desmotadora de algodón cuando el Dr. McGee tenía
solamente 14 años de edad, cuando el muchachito pensaba que su papá era
un héroe. Y él decía que nunca había podido superar esa experiencia. Pero ya
hemos mencionado cómo en cierta ocasión él se detuvo cuando vio que un
ranchero vecino había dejado abierta la puerta del corral y el ganado estaba
saliendo y esparciéndose por el campo. Él descendió de su carro y después
de hacer regresar a todos los animales, cerró la tranquera. Volvió a su carro
y nunca le dijo nada a nadie acerca de esto.
También ? el Dr. McGee ? recordaba otra historia cuando estaban haciendo
cierto viaje con su padre, y en aquellos días sólo había caminos de tierra,
transitados por coches antiguos tirados por caballos. Adelante de ellos pues,
iba un hombre que estaba ebrio y estaba golpeando demasiado a su caballo.
Como el otro carro bloqueaba el camino, el padre del Dr. McGee se bajó de su
carro y fue a conversar con el hombre acerca de la forma en que estaba
tratando a su animal. Este hombre, fuera de control por su estado de
ebriedad, se ofendió y se bajo de su carro y quiso golpear al padre del Dr.
McGee. Él pudo esquivar ese golpe y el Sr. McGee le dio otro golpe y lo hizo
caer a tierra; le dijo que regresara a su carro y que no volviera a golpear a su
caballo, y al decir eso le quitó el látigo con el cual estaba castigando al
animal. Ahora, el Dr. McGee contaba que eso le impresionó mucho y al
recordar ese incidente, le gustaba mucho aquel versículo, este Proverbio de
la Escritura que dice: El justo cuida de la vida de su ganado... Alguien que
tenía varios perros dijo una vez que juzgaba a las personas por la reacción
de sus animales hacia ellas. Los perros parecen conocer el carácter de la
persona y saben si van a ser maltratados o no por ella. Es muy interesante
ver que un animal parece conocer el carácter humano, quizás mejor que
nosotros mismos. Continuemos con el versículo 11, de este capítulo 12, de
Proverbios:
"El que labra sus tierras se saciará de pan, pero el que se une a vagabundos
carece de entendimiento."
Aquí se aconseja al joven estudiante a permanecer en su trabajo, a
mantenerse ocupado, y no andar de un lado para otro ocupándose en cosas
vanas, perdiendo el tiempo. Podemos ver que por todo este capítulo
tenemos contrastes como éste. Al seguir adelante ahora en este maravilloso
capítulo 12, de Proverbios, veamos lo que nos dice el versículo 12:
"Codicia el malvado la red de los malvados, pero la raíz de los justos da
fruto."
En esta sección observamos que hay repetición para un mayor énfasis.
Después de todo, la repetición es la mejor clase de enseñanza, si usted es
capaz de persistir en el sistema. Si usted continúa repitiendo una cosa, su
alumno nunca lo olvidará. Pues bien, en el versículo 15, tenemos lo
siguiente:
"Opina el necio que su camino es derecho, pero el sabio obedece el consejo."
Es posible que al oírlo usted recuerde a quien correspondería este
proverbio. Nos referimos a Roboam, el hijo de Salomón. El rechazó el consejo
sabio de los ancianos del reino, lo cual precipitó su propia caída y una guerra
civil en su nación. Leamos ahora los versículos 17 y 18, de este capítulo 12,
de Proverbios:
"El que dice la verdad proclama justicia, pero el testigo falso, engaño. Hay
hombres cuyas palabras son como golpes de espada, pero la lengua de los
sabios es medicina."
Si usted escucha alguna vez un mensaje que expone la Palabra de Dios, habrá
veces en que sentiría como si una espada le tocara el corazón. Y si usted no
está dispuesto a aceptar esa verdad, recuerde la actitud del hipócrita, que se
oculta tras el odio y la amargura. Por tal motivo, a veces nos preocupa
cuando alguien reacciona con mucha crítica ante un predicador y su
mensaje, aunque no abiertamente, sino más bien a sus espaldas.
Continuemos leyendo los versículos 19 al 21:
"El labio veraz permanece para siempre; la lengua mentirosa, solo por un
momento. Engaño hay en el corazón de los que maquinan el mal, pero
alegría en el de quienes aconsejan el bien. Ninguna adversidad le acontecerá
al justo, pero los malvados serán colmados de males."
Todos estos proverbios tienen que ver con la lengua, la lengua mentirosa y la
lengua veraz. Están en contraste. La Palabra de Dios tiene más que decir
sobre la lengua, más juicio sobre los abusos de la lengua, que lo que tiene
que decir sobre el uso y el abuso del alcohol. Sin embargo resulta interesante
que una lengua engañosa y chismes pueden introducirse hoy en algunos
círculos cristianos, mientras que una persona ebria sería rechazada.
Y, finalmente por hoy, leamos el versículo 22 de proverbios 12:
"Los labios mentirosos son abominables para el Señor, pero le complacen
quienes actúan con verdad."
Una de las virtudes que debería caracterizar al hijo de Dios es su amor a la
veracidad. Y esto es algo que cae por su propio peso. Porque una persona se
convierte en un hijo de Dios por haber dado el paso de fe de aceptar la gracia
de Dios, es decir, el don gratuito de la vida eterna, expresado en la obra
redentora del Señor Jesucristo en la cruz. Así que, aquel que dijo Yo soy el
camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. O sea, que
estamos hablando de personas que han llegado a Dios por el camino que es
Jesucristo, y han recibido la vida eterna por haber creído en la verdad, que es
Cristo. ¿Cómo entonces no van a amar al Señor Jesucristo? ¿Cómo no van a
amar la verdad? ¿Cómo no van a practicar la verdad?
Proverbios 13
Continuamos en esta sección en la que estamos aprendiendo algunos de los
grandes principios de la vida. Leamos el versículo 1 de este capítulo 13, que
dice:
"El hijo sabio recibe el consejo del padre, pero el insolente no escucha las
reprensiones."
Aunque Salomón no fue el hijo favorito de David, Salomón al menos escuchó
lo que David tenía que decirle, y así fue un ejemplo del hijo sabio que recibe
el consejo del padre. Por otra parte la segunda parte de este proverbio
encaja bien con Roboam, el hijo de Salomón, que fue un ejemplo del
insolente que no hace caso de las reprensiones. El fue un ejemplo del lado
oscuro o negativo, que encontramos en muchos de estos proverbios. Leamos
ahora los versículos 2 y 3:
"Del fruto de su boca el hombre comerá el bien, pero el alma de los
prevaricadores hallará el mal. El que guarda su boca guarda su vida, pero el
que mucho abre sus labios acaba en desastre."
En el día de hoy existe una clase de conversación que consiste en chismes y
es verdaderamente insensata, como ya hemos visto anteriormente. Se
expresan cosas que tienen un doble sentido. Los chistes basados en
equívocos o frases ambiguas se introducen hoy a veces incluso en círculos
cristianos. Y cuando lo hacen, parecen girar alrededor del sexo.
Estas conversaciones son el resultado de conductas dudosas. Estos
proverbios reflejan estas advertencias que se le hacen al joven estudiante,
para que sepa cuidarse al respecto. Ahora, en el versículo 4 de este capítulo
13 leemos:
"El perezoso desea y nada alcanza, mas los diligentes serán prosperados."
Recordemos que al apóstol Pablo les habló con toda claridad a los
Tesalonicenses en 2 Tesalonicenes 3:10. Algunos muy devotos habían
dejado de trabajar porque decían esperar la venida del Señor. Y Pablo les
escribió: si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. En realidad, la
expectativa de la venida del Señor debiera convertir a cada creyente en un
trabajador activo. Ahora, dice en los versículos 5 y 6 del capítulo 13:
"El justo aborrece la palabra mentirosa; el malvado se hace odioso e infame.
La justicia protege al perfecto de camino, pero la impiedad trastorna al
pecador"
Esto se refiere a la verdad de las partes interiores del ser humano. Este es el
antecedente de la justicia práctica. Dios detesta lo que es falso; no lo puede
tolerar. El hijo de Dios tiene que ser capaz de reconocer y tratar con
cualquier pecado que se presente en su vida. Nuestra vieja naturaleza tiene
la tendencia a mentir. Para nosotros el mentir es algo muy natural. Y como
Dios lo detesta, tendrá que ocuparse de ese tipo de conducta. Luego, el
versículo 7 dice:
"Hay quienes presumen de ricos y no tienen nada, y hay quienes pasan por
pobres y tienen muchas riquezas."
Aquí tenemos otro ejemplo de esta vieja naturaleza que usted y yo tenemos.
Es común ver que muchos que tienen pocos recursos tratan de aparentar
que los tienen, para parecerse o superar a otros. Fingimos y aparentamos
tener más que lo que realmente tenemos. A veces tenemos en posesión
cosas, como por ejemplo coche, ropa o vivienda, que no nos podemos
permitir. Pero tenemos esa tendencia a aparentar, para impresionar a los
demás o bien para no quedar fuera de determinados círculos...
Por otra parte, hay gente que verdaderamente tiene abundantes recursos,
pero siempre se están quejando de que no tienen lo suficiente, de cómo
suben los precios y de los grandes gastos que tienen.
Dios detesta ambas actitudes porque cada una de ellas revela hipocresía. Es
colocarse una fachada que no necesitamos poner. Deberíamos presentarnos
ante los demás tal como somos. Luego, en el versículo 9 de este capítulo 13,
leemos:
"La luz de los justos brilla alegremente, pero se apagará la lámpara de los
malvados."
En el estudio que hemos realizado sobre los reyes de Israel, hemos llamado
la atención hacia este principio de trabajo. Un linaje o descendencia después
de otro llegaron a ser reyes en el reino del Norte. Y entonces, sus reinados
fueron interrumpidos, con frecuencia de manera violenta, por asesinato. Y
eso es lo que Dios dijo aquí en este proverbio: Pero se apagará la lámpara de
los malvados. Ha sucedido en la historia del mundo una y otra vez. Nombres
de personajes tristemente célebres acabaron perdiendo la vida a causa de la
violencia con que consiguieron el poder, vivieron, y actuaron con sus
semejantes. Luego, el versículo 10, de este capítulo 13, dice:
"Ciertamente la soberbia produce discordia, pero con los prudentes está la
sabiduría."
Cuando usted encuentra disensiones en un grupo, en un vecindario, en una
congregación cristiano o en cualquier grupo de una iglesia, al final se verá
que la base de toda esa tensión es el orgullo. Siempre será así. Alguien ha
dicho: "Hacen falta dos personas para comenzar una pelea". Luego en el
versículo 11, leemos:
"Las riquezas de vanidad disminuyen; el que recoge con mano laboriosa las
aumenta."
Aquí tenemos otro de estos Proverbios que deben ser considerados bajo la
luz de la eternidad; esa es la medida que uno tiene que utilizar en este caso.
Porque muchos hombres adinerados saben que tienen descendientes muy
insensatos, así que han establecido fondos fiduciarios o de fideicomiso, y han
puesto trabas legales alrededor de sus posesiones para que sus
descendientes no puedan obtenerlas. Tal arreglo permite que sus
descendientes puedan vivir del interés que produzcan esas posesiones, e
impide que ellos puedan tocar dichas posesiones. Como resultado, hay
muchos hijos ricos hoy en el mundo, que nunca han ganado un centavo en su
vida, y que no sabrían trabajar para ganarse la vida. Y sin embargo, son
herederos de inmensas fortunas. Pero con esas disposiciones han sido
protegidos para que no puedan disponer de lo principal de sus posesiones. Si
pudieran, lo gastarían todo y se quedarían sin nada.
Por ello hemos dicho que este proverbio debe ser examinado a la luz de la
eternidad. ¿Cuáles son las verdaderas riquezas? ¿Qué es realmente la
riqueza? ¿Es poseer acciones y bonos? En fin, las personas algún día
perderán esas riquezas. La muerte se las arrebató al propietario original.
Nadie vino y simplemente las robó. Fue el propietario quien se escabulló
sigilosamente. Se marchó y las dejó. Y eso mismo es lo que les sucederá a
aquellos que poseen riquezas materiales. Ahora, el versículo 12 dice:
"La esperanza que se demora es tormento del corazón; árbol de vida es el
deseo cumplido."
Todos seguramente habremos experimentado este proverbio en varias
ocasiones. Uno simplemente continúa esperando algo que no acaba de
suceder, y la espera que se prolonga aflige el corazón. Por tal motivo, en la
vida deberíamos llevar "el paso" de la voluntad de Dios, porque a veces
esperamos muchísimas cosas que no se harán realidad en absoluto en
nuestras vidas. Cuánto mejor es aceptar la realidad de la situación en la que
Dios nos ha colocado. Continuemos leyendo ahora los versículos 13 al 15:
"El que menosprecia el precepto se perderá; el que teme el mandamiento
será recompensado. La instrucción del sabio es manantial de vida para librar
de los lazos de la muerte. El buen juicio o entendimiento da gracia, favor; el
camino de los transgresores es duro."
Por todo el libro de Proverbios hay un contraste entre la justicia y la maldad.
Dios detesta el orgullo; aborrece la rebelión; Él detesta la hipocresía. Para El
no tienen utilidad ese tipo de sentimientos o actitudes que surgen de nuestra
naturaleza humana. Es por esa razón que Dios no aceptará nada que
hagamos bajo el control de nuestra vieja naturaleza pecaminosa. Solo lo que
podamos realizar por medio de nuestra nueva naturaleza es aceptable para
El. Hay una cosa que es segura: Él no va a llevar nuestra vieja naturaleza al
cielo, y nosotros nos alegraremos de librarnos de ella. En el cielo usted y yo
seremos separados para siempre de esa vieja naturaleza que produce todos
los pecados que son inherentes en cada uno de nosotros.
Dios dijo con toda claridad lo que El quiere hacer en Isaías, capítulo 66,
versículo 2: Mi mano hizo todas estas cosas, así todas ellas llegaron a ser,
dice el Señor. Pero yo miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu y
que tiembla a mi palabra. Esta es la manera en que todos debemos
acercarnos a Dios si deseamos ser aceptados por El. No podemos
aproximarnos con orgullo. Y no deberíamos atrevernos a despreciar Su
Palabra ni sus mandamientos. Ahora el versículo 17 dice:
"El mal mensajero acarrea desgracia; el mensajero fiel acarrea salud"
Ha habido personas que han ocupado cargos de importancia en los
gobiernos de naciones, por lo cual han tenido acceso a secretos relacionados
con la política y la seguridad nacional e internacional. Esos funcionarios
tenían ciertas debilidades en su conducta personal, que fue descubierta por
agentes enemigos. En consecuencia tales funcionarios fueron objeto de
chantaje y utilizados para revelar secretos que comprometieron la defensa
de esas naciones. Qué importante es para una nación tener hombres íntegros
que la sirvan. Y el versículo 24 dice:
"El que no aplica el castigo aborrece a su hijo; el que lo ama, lo corrige a
tiempo."
Y a propósito, esta es verdadera psicología infantil. Al hijo de Dios en el día
de hoy, se le dice lo mismo, Se les dice a los hijos: obedeced a vuestros
padres, pero al padre se le dice que "no provoque a su hijo a ira", es decir,
que lo irrite. (Efe. 6:1 y 4). Es decir, que no hay que castigarlos o
disciplinarlos cuando uno está demasiado enojado, o cuando uno está
hablando en alta voz, sin controlar debidamente sus reacciones. Es mejor
que el padre espere un tiempo, hasta que él mismo se haya calmado y pueda
sentarse con ellos para explicarles por que están siendo disciplinados.
Pensamos que eso es muy importante. El autor de estos estudios contaba
que estaba agradecido por haber recibido de su padre esa misma disciplina.
Cuando había hecho alguna travesura, el padre no se lo decía hasta que
pasara, quizás, un día. Incluso el niño a veces pensaba que se había salido
con la suya; pero luego descubría que no había sido así. Entonces su padre,
con mucha calma hablaba con él, y el niño sabía que su padre no le estaba
castigando para descargar su enojo con él.
Así hemos podido ver como estos proverbios contienen la sabiduría de Dios
mismo, quien desea para sus hijos vidas de calidad humana y espiritual, a
nivel individual, para que los hijos puedan formarse en un hogar
caracterizado por el control, la paz y la armonía.
La lengua
"La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor."
Estamos seguros que al leer este proverbio uno recuerda dos personajes
bíblicos: Abigail y Nabal. Ya hemos visto varios proverbios que se aplican a
ellos. Abigail, una mujer muy hermosa, una esposa amante. Y Nabal, su
esposo, un insensato, pero un hombre que tenía grandes riquezas.
Alguien ha escrito un libro llamado, "La Bella y La Bestia". Y es la historia de
Nabal y Abigail. O diríamos que Abigail era la Bella y que Nabal era la Bestia.
Recordemos que cuando Abigail oyó que su esposo había enviado una
respuesta insultante a David, quien había cuidado sus rebaños con
dedicación, hizo que sus siervos prepararan apresuradamente una gran
cantidad de comida para David. Después salió a recibirle y se postró ante él.
Ella lo reconoció como el futuro rey diciéndole: tu vida será atada al haz de
los que viven delante del Señor tu Dios; esa fue una hermosa forma de
expresarle que su vida estaría protegida por Dios. Ella dio una respuesta
suave que aplacó la ira de David. Y en este proverbio también se nos dice,
pero la palabra áspera hace subir el furor. Ese furor de David había sido
provocado por las palabras ásperas de Nabal.
Uno encuentra muchas ilustraciones de este principio al recorrer las páginas
de la Biblia. Y encontramos que el Señor Jesucristo mismo usó el lenguaje
más duro y severo de la Escritura en su denuncia a los fariseos, en Mateo 23.
Ahora, hay un momento adecuado en el cual hay que decir las cosas como
son, y el Señor Jesús sin duda alguna pudo hacerlo. Pero observemos que
compasivo fue con aquellos que necesitaban la gracia de Dios. A esa pobre
mujer que había sido descubierta cometiendo un pecado, le dijo: ni yo te
condeno. Y añadió: vete y no peques más. (Juan 8:11). ¡Qué bondadosas
fueron Sus palabras! Así que encontramos ilustraciones de este proverbio
una y otra vez en los relatos del Antiguo y del Nuevo Testamento. Hay un
momento para pronunciar las palabras suaves, compasivas, y hay también
un momento cuando la respuesta tiene que ser severa. El versículo 2 de este
capítulo 15 dice:
"La lengua de los sabios adorna la sabiduría, pero la boca de los necios dice
sandeces."
Nuevamente nos encontramos aquí con los asuntos de la lengua. Y
quisiéramos repetir algo que ya hemos dicho anteriormente, y es que en la
Biblia se dice mucho más acerca del abuso de la lengua, que del abuso del
alcohol. Con esto no queremos decir que estamos minimizando las
consecuencias del abuso del alcohol, A veces se señala con el dedo acusador
a las personas que son adictas a las drogas, pero se disculpa o tolera al
alcohólico, considerándole como una víctima de las circunstancias, que
necesita ayuda. ¡Y por cierto que lo es! La Biblia condena la ebriedad, pero,
incluso con mayor severidad, condena los abusos y carácter destructivo de la
lengua. Este pequeño órgano del cuerpo le revelará a la gente lo que
realmente somos, y nos delatará. Ahora, el versículo 3 de este capítulo 15 de
Proverbios dice:
"Los ojos del Señor están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos."
Usted puede mirar a la derecha y a la izquierda y llegar a la conclusión de
que nadie le está mirando. Sin embargo, estimado oyente, Dios lo está
observando.
Recordemos la ocasión en que Moisés vio a un egipcio maltratando a uno de
sus hermanos de raza que era un esclavo y mirando a su alrededor,
pensando erróneamente que nadie le veía, mató al egipcio. Sin embargo, se
olvidó de mirar hacia arriba. Dios lo sabía. Y alguien más también le había
visto. Tenemos que darnos cuenta que su vida y la mía son como un libro
abierto ante Dios. Y lo que puede ser un pecado secreto aquí en la tierra, es
un escándalo abierto en el cielo. Recordemos este proverbio. Los ojos del
Señor están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos. Luego
tenemos el versículo 4 que nos dice:
"La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad de ella es
quebrantamiento de espíritu."
Nuevamente se nos menciona aquí la lengua, que nos puede meter en
muchos problemas, o también nos puede librar de problemas o ayudarnos a
salir de ellos. Puede ser una bendición o puede ser una maldición para usted.
El versículo 5 dice:
"El necio menosprecia el consejo de su padre; el prudente acepta la
corrección."
Ya hemos visto que se dice mucho en el libro de Proverbios acerca de
escuchar el consejo y la instrucción. Se ha dicho que usted no puede decirle
cualquier cosa a un insensato. Bueno, usted puede decirle lo que quiera, pero
no se lo podrá hacer entender por la muy sencilla razón de que el no estará
escuchando consejos ni enseñanzas. Luego, en el versículo 6 leemos:
"En la casa del justo hay gran provisión, pero turbación hay en las ganancias
del malvado."
Este contraste no se refiere a las riquezas materiales. Esta provisión y
abundancia que hay en la casa del justo consiste en vivencias tales como
alegría, paz, amor, consuelo, compasión; todas ellas tienen gran valor, son
grandes tesoros en esta vida. El contraste es con las ganancias del malvado,
que consisten en grandes problemas y turbación. Leamos el versículo 7:
"La boca de los sabios siembra sabiduría; no así el corazón de los necios."
En este proverbio se cambia la palabra, de "lengua" a "boca" o "labios", pero
el significado sigue siendo el mismo. El sabio, esparce, siembra sabiduría.
Luego, el versículo 8, dice:
"El sacrificio que ofrecen los malvados es abominable para el Señor; la
oración de los rectos es su alegría"
Este es un principio fundamental. Los malvados no pueden hacer el bien, ni
pensar correctamente. Es imposible para ellos hacerlo. Escuchemos lo que
dice el versículo 26 de este mismo capítulo 15: Abominación son para el
Señor los pensamientos del malo, pero las expresiones de los puros son
limpias. El Señor no soporta los pensamientos de los malvados, ni los
sacrificios que ofrece o obras que el realiza.
Y esa es la razón por la que son insoportables es esas personas están mal,
mal por dentro, y mal por fuera. Están en una mala condición y todo lo que
hacen, está mal. Por lo tanto, el problema que tienen es que no han
aprendido a acercarse a Cristo en humildad, reconociendo su condición
perdida, para obtener la salvación. Alguien ha dicho: "Una persona que
confía, aunque sea en lo más mínimo, en sus obras para lograr la salvación,
es un alma perdida". Y eso es cierto, estimado oyente. Dice este proverbio
que hemos leído: el sacrificio que ofrecen los malvados es abominable para
el Señor. Una persona puede ser religiosa. Quizás vaya a la iglesia y cumpla
con ciertas formalidades, pero en lo que respecta a Dios, eso no es suficiente,
no tiene valor. Es difícil entender por qué la gente cree que realizando
ciertos actos religiosos, ello les coloca en una relación correcta con Dios. El
corazón humano debe ser cambiado. Dios realiza una decoración interior,
antes de que El pueda hacer una decoración exterior. Y Él no está interesado
en su decoración exterior, hasta que El lleve a cabo una obra de decoración
interior de su vida. Ahora, en el versículo 9 leemos:
"Abominable es para el Señor el camino del malvado; él ama al que sigue la
justicia."
Hemos visto lo que Dios piensa de los sacrificios ofrecidos por los malvados,
y de los pensamientos de los malvados; ahora vemos que la conducta de los
malvados también le resulta insoportable al Señor. Pero El ama a la persona
que vive una vida recta, una vida de justicia. Recordemos que en 1ª Corintios
1:30 se nos dice que Dios ha hecho que Cristo sea nuestra justificación. En el
versículo 10 leemos:
"La disciplina severa es molesta al que deja el camino; el que aborrece la
reprensión morirá."
A ninguna persona le gusta que se le diga que ha cometido un error. Hay
algunos que no aceptarán ninguna clase de consejo o reconvención. Después
de haber considerado los problemas de la lengua, leamos ahora el versículo
11, que comienza a hablarnos de
El corazón
"El sepulcro y la destrucción están delante del Señor, ¡cuánto más los
corazones de los hombres!"
En relación con este proverbio, recordemos lo que dice Hebreos 4:13: Y no
hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al
descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar
cuenta. Y Dios discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. El
mundo invisible, que ninguno de nosotros ha visto, y sobre cuya existencia el
hombre del mundo no cree, está abierto ante Dios.
Solo Dios puede hacer que ese mundo invisible sea real para el hijo de Dios,
el cual le dará a él una perspectiva verdadera de esta vida. El hombre que
vive con la idea de que esta vida es todo lo que existe, tiene un sistema de
valores diferente al que el hijo de Dios tiene, así como también, una lista
diferente de prioridades. Cuando hablamos con gente que no son hijos de
Dios, es importante comprender su perspectiva de la vida, para entender
como es su forma de pensar. Pero solo Dios puede revelar lo que hay en el
otro lado del mundo invisible. Usted y yo no podemos hacerlo. Solo el
Espíritu de Dios puede tomar las cosas de Cristo y convertirlas en una
realidad para nosotros y para ellos.
Jesucristo anduvo en esta tierra de forma corporal hace más de 2000 años. Y
Él cruzó por la puerta de la muerte y fue resucitado al tercer día. Y por
cuarenta días Él se reveló a Sus discípulos. Y, luego, Él regresó a la gloria y
nos envió el Espíritu Santo. Y sólo el Espíritu de Dios, estimado oyente,
puede hacer que Él sea real para nosotros. Como dijo en Juan 16:15, el Señor
Jesucristo prometió: el tomará de lo mío y os lo hará saber. Es muy
importante que seamos conscientes de esta realidad. Luego, en el versículo
13 de este capítulo 15 de Proverbios, leemos:
"El corazón alegre embellece el rostro, pero el dolor del corazón abate el
espíritu."
Es bien sabido que la risa, el buen ánimo y la alegría en realidad añaden algo
positivo a la salud del hombre y también a la duración de su vida. Traen a la
vida a una dimensión maravillosa que no puede estar allí si nosotros vivimos
en aflicción, amargados, y en el pesimismo, Avanzando algo más, el versículo
14 dice:
"El corazón inteligente busca la sabiduría, pero la boca de los necios se
alimenta de necedades."
Aquí el escritor está enfatizando el corazón, antes que la cabeza del ser
humano. Está hablando no tanto de acumular ciertos hechos, sino de
discernimiento espiritual o, como alguien lo ha expresado, de "un sentido
común santificado". Y, estimado oyente, usted sabe que hace mucha falta eso.
Existe una gran escasez en la tierra en el día de hoy, es decir, una enorme
carencia de ese discernimiento espiritual, Veamos ahora lo que nos dicen los
versículos 16 y 17 de este capítulo 15 de Proverbios:
"Mejor es lo poco con el temor del Señor, que un gran tesoro donde hay
turbación. Mejor es comida de legumbres donde hay amor, que de buey
engordado donde hay odio."
Una buena ilustración de esto la podemos encontrar en la vida de Daniel.
Recordemos que, cuando era joven, él fue llevado como esclavo a Babilonia.
Él demostró tener una notable capacidad, así que fue colocado con los
hombres sabios para ser entrenado para el servicio en el gobierno. Se le
dispuso una cierta dieta que él se negó a comer, porque estaba prohibida por
las leyes de Dios. En lugar de la misma, pidió una dieta de cereales. Lo hizo
por su temor reverente de la voluntad del Señor. Él quería servir a Dios. ¡Y
cómo honró Dios a aquel hombre! Le convirtió en el primer ministro de
Nabucodonosor, el primer gobernante mundial. Cuando los Persas
asumieron el poder, Dios hizo nuevamente que Daniel se convirtiera en el
primer ministro de Ciro el Grande, segundo gobernante mundial. Así es que
Dios honró a su siervo. Y ahora, en el versículo 18 de este capítulo 15,
leemos:
"El hombre iracundo promueve contiendas; el que tarda en airarse apacigua
la rencilla."
Y eso nos refiere una vez más, al primer versículo que leímos en este
capítulo. La persona que es grosera y agresiva en su manera de tratar a los
demás siempre va a promover conflictos.
Sin embargo, también es cierto que la predicación de la Palabra de Dios
suscitará conflictos. Recordemos que el Señor Jesucristo fue la persona más
controversial que ha vivido en este mundo. Allí donde se predique la verdad,
los conflictos y discusiones serán el resultado, porque habrá personas que
no quieran escucharla. Recordemos el ejemplo que pusimos, de que la
Palabra de Dios funciona como un detector especial, que si uno lo pone
frente a una congregación, usted puede saber quién es un cristiano genuino
y quién no.
En el campo, cuando uno sale a alimentar a los animales por la noche, uno
utiliza una luz o una linterna. En el momento en que uno abre la puerta del
granero, se ilumina su interior; entonces puede ver que las ratas huyen para
refugiarse en un lugar y las aves que se encuentran posadas en el techo
comienzan a cantar. O sea que la luz produce dos efectos muy diferentes. Y
cuando la Palabra de Dios es predicada, usted verá que algunos huyen
buscando refugio y otros se alegran y demuestran su alegría.
Recordemos que no tenemos que exagerar la ofensa que implica la cruz, sino
que debemos limitarlos a proclamarla. Ahora, el versículo 20 de este capítulo
15 de Proverbios, nos dice:
"El hijo sabio alegra al padre; el hombre necio menosprecia a su madre."
Y estimado oyente, el padre se jacta si su hijo tiene éxito en la vida. Pero si él
está fracasando, su actitud será diferente. Leamos, ahora el versículo 23:
"El hombre se alegra con la respuesta de su boca; la palabra a su tiempo,
¡cuán buena es!"
Lo importante no es lo que uno dice sino cuando lo dice. A veces, la palabra
correcta pronunciada a tiempo da buen resultado. Muchos de nosotros
podríamos dar testimonio hoy que la Palabra apropiada en el tiempo
apropiado cambió todo el curso de nuestras vidas. Y ahora, el versículo 26
dice:
"Abominables son para el Señor los pensamientos del malo, pero las
expresiones de los puros son limpias."
Ya hemos visto esto antes que los sacrificios de los malvados, los caminos o
la conducta del malvado y los pensamientos de los malvados, resultan
insoportables al Señor. El malvado tiene que apartarse de sus malos
caminos, y tiene que volverse hacia Dios. Pasando ahora, al versículo 29
leemos:
"El Señor está lejos de los malvados, pero escucha la oración de los justos."
El Apóstol Pedro escribió lo mismo. Dijo que Dios oye la oración, y esto es
interesante ? la oración de los justos. Pero Él cierra sus oídos a la oración de
los malvados (1Pedro 3:12). Dice el versículos 30 de Proverbios 15:
"La luz de los ojos alegra el corazón; la buena noticia conforta los huesos."
Una persona positiva eleva el ánimo. Esta es una realidad; la buena salud
emocional contribuye a la salud y al bienestar físico. Finalmente leamos el
versículo 33, último versículo de Proverbios 15:
"El temor del Señor es enseñanza de sabiduría, y a la honra precede la
humildad."
La lección importante que las personas tienen que aprender es acercarse a
Dios con una actitud de humildad, para aprender de Él. Todos necesitamos
pasar por esa lección. Al recorrer la Biblia con la ayuda del Espíritu Santo,
tenemos un encuentro con la Palabra de Dios, con el Dios de la Palabra, y con
el Señor Jesucristo.
Proverbios 20
En este día, amigo oyente, llegamos al capítulo 20 del libro de Proverbios, y
al hacerlo podemos ver que en esta sección nos presenta la sabiduría de
Salomón. Y aunque de hecho está dirigida en particular hacia el hombre
joven, en realidad se aplica a todos los creyentes. En realidad, los que no son
creyentes también pueden aprender mucho de estos proverbios. Creemos
que la lectura y el estudio de la Palabra de Dios tendrán un efecto muy
definido sobre la vida de cualquier persona. O le llevará a usted a Dios, o le
alejará de Él. Estimado oyente, su reacción a la Palabra de Dios no le
permitirá ser neutral.
Esta es la primera vez que hay una advertencia con respecto al alcohol y los
excesos de la bebida. Se supone que el alcohol ha destruido más hogares y
vidas individuales que ningún otro factor individual. Leamos ahora el
versículo 1 de este capítulo 20 de Proverbios.
"El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora; ninguno que por su causa
yerre es sabio."
Siempre ha habido una controversia sobre si el vino del Nuevo Testamento
era una bebida que podía embriagar. Creemos que el Señor Jesús no hizo ese
tipo de vino en la boda de Caná de Galilea. Hay algunos que argumentan que
en el clima cálido de Israel todo lo que uno tenía que hacer era poner el
zumo de uva en un odre y con el tiempo fermentaría. Sin embargo en el
milagro de Caná el Señor Jesús comenzó con agua, y en unos pocos segundos
obtuvo vino. En esa ocasión el líquido no habría tenido tiempo para
fermentar. Y tenemos que recordar que la boda de Caná era un servicio
religioso, y todo aquello que tenía que ver con levadura (que implicaba
fermentación) estaba prohibido. Fue por esta razón que en la época de la
Pascua y en la institución de la Cena del Señor, el vino no pudo haber estado
fermentado. Y en el pan, la fermentación era la obra de la levadura, y la
levadura estaba prohibida en el pan y en todo lo demás. Las bebidas
embriagantes fueron censuradas por la Biblia y en este primer versículo lo
hemos comprobado. Otra versión de Proverbios 20:1, dice, "El vino lleva a la
insolencia, y la bebida embriagante, al escándalo; nadie bajo sus efectos se
comporta sabiamente".
Es imposible dejar de destacar los daños que el alcoholismo causa a nuestra
sociedad. Los efectos destructivos para la salud son hechos públicos y
reconocidos por las autoridades sanitarias. Resulta alarmante la popularidad
que las bebidas alcohólicas está teniendo en las reuniones juveniles, en las
que los jóvenes parecen no tener conciencia de los males que esa ingestión
incontrolada causa a su salud, y de las consecuencias irreversibles que
tendrá en su futuro. Por otra parte, hablando de los males sociales, las
estadísticas del número de accidentes causados por personas bajo la
influencia del alcohol habla por sí misma. También son evidentes los
esfuerzos y las restricciones de las autoridades de tráfico para evitar las
tragedias que se están produciendo. Pero, bien, sigamos adelante; leamos
ahora el versículo 3, de este capítulo 20, de Proverbios:
"Honra es del hombre abandonar la contienda, pero cualquier insensato se
enreda en ella."
Una de las marcas del cristiano debería ser el no prolongar la tensión y los
conflictos. Alguien ha dicho que las únicas personas con las que tenemos que
cuidar nuestras relaciones y arreglar los malos entendidos son aquellas que
nos han ayudado. En otras palabras, que tenemos que devolver bien por
bien. Pero no debemos tratar de arreglar las cuentas con nuestros enemigos.
No tenemos que responder a malas acciones, con malas acciones. En cambio,
debemos entregarnos a nosotros mismos y al problema en manos de Dios.
En Romanos 12:19, el Señor dijo: Mía es la venganza, yo pagaré. En base a
ello, Dios nos dice que no nos venguemos de nadie. EL intentar de llevar un
asunto con nuestras propias manos constituye un abandono del sendero de
la fe. Dios puede ocuparse de nuestro problema mucho mejor que nosotros
mismos.
El hijo de Dios tendría que recordar lo que el Apóstol Pablo dijo en su carta a
los Filipenses, capítulo 4, versículo 5: Vuestra gentileza sea conocida de
todos los hombres. El Señor está cerca. Y el señor Matthew Arnold tradujo la
"gentileza" como una cortesía dulce, amable. Este es el significado de este
proverbio. Honra es del hombre abandonar la contienda. ¡Cuán importante
es tener esta actitud! Ahora, el versículo 4, de este capítulo 20, dice:
"El perezoso no ara a causa del invierno; luego, cuando llegue la siega,
pedirá y no hallará."
Israel tenía un clima moderado, y el invierno era la estación para preparar la
tierra para la siembra de la primavera. Pero el haragán, el perezoso, diría
que hacía demasiado frío, y que entonces él esperaría al abrigo del calor, a
que el tiempo mejorara y estuviera más templado. El problema era que
cuando el tiempo fuera más cálido ya era demasiado tarde para arar la
tierra. Ese sería precisamente el momento para sembrar. Hay una cierta nota
de humor en este versículo.
Nos recuerda al hombre que tenía un problema en el techo de su casa que
goteaba cuando llovía. Nunca terminaba de arreglarlo porque cuando estaba
lloviendo, no quería trabajar en él, y cuando no estaba lloviendo, creía que
no necesitaba arreglarlo.
Llegamos ahora a un grupo de Proverbios y que, a primera vista parecen no
estar relacionados entre sí. Sin embargo, parece haber una relación entre
ellos basada en palabras que hablan sobre la bondad o principios morales.
Vamos a leer, pues, toda esta sección aquí y tener esto en mente. Y vamos a
enfatizar las palabras que creemos necesitan énfasis al hacer nuestra
lectura. Se encuentran prácticamente en cada uno de estos Proverbios. Y el
versículo 6, dice:
"Muchos hay que proclaman su propia bondad, pero un hombre de verdad,
¿quién lo hallará?"
La palabra que deseamos destacar aquí, es la palabra bondad. Y luego el
versículo 7 dice:
"Camina en su integridad el justo y sus hijos son dichosos después de él."
Integridad es aquí la palabra. Y veamos el versículo 8:
"El rey, al sentarse en el trono para juzgar, con su mirada descubre todo
mal."
Y aquí, no solamente hay una palabra, sino tres palabras: descubre todo mal,
que implican purificar o quitar todo lo indecente del reino. Luego, el
versículo 9:
"¿Quién puede decir: «Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi
pecado»?"
La palabra que podemos destacar aquí es "limpio". Y luego, en el versículo
10, leemos:
"Pesa falsa y medida falsa, ambas cosas son detestables para el Señor."
Aquí vemos que la falsedad está contrastada con la bondad, Y luego, en el
versículo 11 tenemos:
"Aun el niño es conocido por sus hechos, si su conducta es limpia y recta."
El énfasis aquí está en la bondad, incluso entre los niños. Y luego, en el
versículo 12, leemos:
"El oído que oye y el ojo que ve, ambos igualmente ha hecho el Señor."
El pensamiento de este versículo es que uno debe usar su cabeza. Dios le ha
dado a usted ojos, le ha dado a usted oídos. Escuche y mire. Eso no es sólo un
buen consejo antes de cruzar una calle, sino que también es bueno cuando
uno tiene que enfrentarse con la vida todos los días.
A través de todo este grupo de proverbios, vemos dos grandes principios. En
primer lugar el versículo 9, que decía: ¿Quién puede decir? Yo he limpiado
mi corazón. Limpio estoy de mi pecado. Bien, ¿puede usted, estimado oyente,
decir esto? Estoy seguro que ni usted ni yo podemos decirlo. Incluso los
niños más pequeños revelan tener su propio temperamento, con reacciones
que incluso nos sorprenden por la naturalidad con que manifiestan su
carácter. Y así, poco a poco, al crecer, van mostrando las características de
sus mayores, y los efectos de la depravación total de la raza humana. Si usted
quiere culminar su viaje en el cielo, primero tendrá que ser renacido por
Dios. Como le dijo el Señor a un hombre bueno y religioso, en Juan 3:3, El
que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Así es que nadie puede
considerarse a sí mismo como bueno, puro, limpio y justo, hasta que haya
venido a Cristo para recibir la salvación, y se haya revestido de la justicia de
Cristo. Entonces esa persona será aceptada como hija de Dios. Pero aun
entonces persistirá en nosotros esa vieja naturaleza pecaminosa, hasta que
entremos en la gloria celestial.
Pero en el libro de los Proverbios podemos ver que la bondad y la integridad
tienen valor y le importan a Dios. La pureza tiene valor para Dios. Y el hijo de
Dios debe vivir de una manera tal que realce el evangelio de la gracia de
Dios.
Aquí tenemos una buena pregunta que nos han formulado muchas veces: "Si
en un país donde se niega a Dios y al cristianismo, usted fuera arrestado por
ser un cristiano, ¿habría la suficiente evidencia como para condenarlo?"
Supongamos que si usted fuera conducido ante un juzgado acusado de ser
cristiano, ¿encontraría el juez la suficiente evidencia como para condenarle?
¿O podría usted ser declarado inocente y puesto en libertad? ¿Podrían sus
acusadores mirar a su vida y descubrir que usted no está viviendo como un
cristiano debería vivir? ¿Considerarían que usted no lleva una vida de
integridad? ¿Podrían no encontrar bondad, ni el deseo de ser puro?
El segundo pensamiento o principio que encontramos en estos proverbios es
el siguiente: Dios le ha dado a usted ojos para ver y oídos para oír. Entonces,
utilícelos. Deténgase, mire y escuche. No camine a ciegas a través de la vida,
viendo pero, en realidad, no viendo. Utilice su vista, abra sus oídos. Dios le ha
dado una cierta medida de sentido común e iniciativa. Escuche las noticias
que Dios tiene para usted. Usted no puede hacerse a sí mismo puro. Solo
Dios puede purificarle. Dios puede darle una posición ante El que remueva
toda la culpa de su pecado y le capacite para vivir con integridad en este
mundo. Ahora, el versículo 13, de este capítulo 20 de Proverbios, dice:
"No ames el sueño, para no empobrecerte; abre tus ojos y te saciarás de
pan."
Estas palabras son un estímulo para trabajar. Encontramos la misma idea en
las palabras de Pablo en 2 Tesalonicenses 3:10, donde les dijo que si alguien
no trabajaba, que tampoco comiera. Aquellos cristianos estaban tan
entusiasmados con la posibilidad del regreso del Señor, que se limitaban a
esperarle. Es hermoso vivir la anticipación de Su regreso y esperarle, Pero
ello no implica que la manera de esperarle sea simplemente sentarse y
ponerse a contemplar el espacio. Una auténtica anticipación de la venida del
Señor debería motivar a una persona a dedicarse al trabajo con mayor
intensidad. Ahora, aquí tenemos otro Proverbio que podemos leer el
versículo 14:
"El comprador dice: «¡Malo, malo!», pero cuando se va, se jacta por la
compra."
Este proverbio revela cierto sentido del humor. Una persona va a comprar
un artículo, y al observarlo le dice al vendedor que no le gusta, comienza a
destacar sus defectos y comienza a regatear, ofreciendo pagar un precio
inferior por el citado artículo; y el vendedor, finalmente, accede a
vendérselo. Después, el comprador les muestra el artículo a sus familiares y
conocidos y se jacta de la buena compra que ha hecho. Así es la naturaleza
humana, ¿no es así? Ahora leamos el versículo 15:
"Hay oro y multitud de piedras preciosas, pero joya más preciosa son los
labios prudentes."
El sentido de valores de la actualidad está totalmente equivocado. A la
persona, en general y en la vida de relación social, se la valora según sus
posesiones materiales, antes que por los conocimientos que posea. Luego, el
versículo 16, dice:
"Quítale su ropa al que salió fiador de un extraño; tómale prenda al que se
fió de desconocidos."
Al tratar con ciertas personas, es mejor exigirles una garantía subsidiaria. Si
no lo hace, podría ser engañado. Luego, en el versículo 17, de este capítulo
20, leemos:
"Sabroso le es al hombre el pan obtenido con falsedad, pero después se le
llena la boca de arena."
Una persona puede pensar que se está saliendo con la suya al proceder con
engaño, y ello podrá resultarle agradable. Pero no se saldrá con la suya y
Dios se ocupará de que así sea. Luego, el versículo 19, dice:
"El que anda con chismes descubre los secretos: no te entremetas, pues, con
el suelto de lengua."
La persona que lo halaga cuando está con usted, y luego cuando se aparta, se
dedica a chismorrear sobre su persona, es alguien de quien usted debe
cuidarse mucho, aunque tenga cierta relación con usted. Tendrá que
observarla con mucha atención. Avanzando un poco más, el versículo 20,
dice:
"Al que maldice a su padre o a su madre se le apagará su lámpara en la más
profunda oscuridad."
Si usted tiene un padre y una madre de quienes puede enorgullecerse,
entonces, hágalo. Pero si usted no tiene nada bueno que decir acerca de ellos
(y hay muchos que no lo pueden hacer) entonces es mejor que no diga nada.
Esto es lo que nos está diciendo este proverbio.
Recordemos la situación que se produjo entre Noé y sus hijos. Noé se
emborrachó, y Cam cometió una equivocación al poner al descubierto la
desnudez de su padre. Él debería haber permanecido en silencio. Después de
todo se trataba de su propio padre y él debería haber protegido su
intimidad. Luego, en el versículo 24, de este capítulo 20, leemos lo siguiente:
"Del Señor son los pasos del hombre, ¿cómo, pues, entenderá el hombre su
camino?"
¿Cómo puede el ser humano entender su propio camino? Nosotros no hemos
recorrido antes este camino, y solo el Espíritu de Dios puede guiarnos. Dios
le dijo a Moisés que necesitaba la guía divina. Y usted y yo necesitamos
también Su guía. Yo necesito guiarte. Y luego el versículo 25 dice:
"Una trampa es para el hombre hacer apresuradamente voto de
consagración y reflexionar después de haberlo hecho."
Nadie debería hacer ningún voto de consagración hasta estar seguro de que
puede cumplirlo. No dedique públicamente su vida a Dios hasta que lo haya
pensado bien. Dios no desea esa clase de decisión basada en impulsos o
sentimientos de un momento. Nos tememos que en la actualidad hay muchas
decisiones de este tipo. Luego se nos dice en el versículo 27:
"Lámpara del Señor es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más
profundo del corazón."
Observemos que aquí se habla de la lámpara, y no de la luz del Señor. El
espíritu humano es solo la lámpara, el recipiente que contiene la luz. Así que
la persona es solamente la lámpara, y hasta que estemos llenos de Espíritu
Santo, no nos convertimos en una luz. Recordemos la parábola de las diez
vírgenes: cinco de ellas eran sabias, y las otras cinco, insensatas. Ellas eran
solo lámparas. Sin el aceite, no podían dar luz. Ahora, antes de finalizar
leeremos el versículo 29, que dice:
"La gloria de los jóvenes es su fuerza; la belleza de los ancianos, su vejez."
Lo que este proverbio está diciendo es que cada uno debe comportarse de
acuerdo con su edad. El joven puede actuar en la plenitud de su fuerza física,
mientras que el anciano no deberá intentar comportarse como si fuera
joven, porque podría hacer el ridículo y revelaría tener poca sabiduría.
Deberá actuar conforme a su edad, revelando así la sabiduría y experiencia
acumuladas a través de los años y visibles en sus sienes encanecidas.
Pero la vida tiene, para jóvenes y ancianos una perspectiva espiritual, que
también debería ser evaluada, y ante la cual deberíamos reflexionar. Dijo el
profeta Isaías en 40:30 y 31; Los muchachos se fatigan y se cansan, los
jóvenes flaquean y caen; más los que esperan en el Señor tendrán nuevas
fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán,
caminarán y no se fatigarán. Estimado oyente, le invitamos a recibir al
Salvador y al Señor en su vida, para poder disfrutar de esta realidad.
Proverbios 22:1-15
Salomón, que tenía todo lo que el dinero podía comprar, colocó las riquezas
materiales en su verdadera perspectiva. En el primer versículo, leemos:
"Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama vale
más que la plata y el oro."
Se nos habla aquí de un buen nombre. No se trata del nombre que nos han
dado nuestros padres al nacer, sino el nombre que uno se labra por la clase
de persona que es.
Sabemos que David tenía un grupo de hombres conocido como sus valientes.
Eran hombres extraordinarios. Se habían ganado un nombre por sí mismos.
Por ejemplo, escuchemos lo que se dijo de Benaía, hijo de Joiada, uno de
aquellos valientes, en 2 Samuel 23:20: Benaía, hijo de Joiada, hijo de un
varón esforzado, grande en proezas, de Cabseel. . . mató a dos leones de
Moab; él mismo descendió y mató a un león en medio de un foso cuando
estaba nevando. Y más adelante, en el versículo 22 de este capítulo 23 de 2
Samuel dice: Esto hizo Benaía hijo de Joiada, y ganó renombre entre los tres
valientes de David. Benaía estaba en una clase aparte con estos tres que
estaban en el nivel más alto entre los hombres más valientes de David. Así,
que él se había labrado un buen nombre, lo cual como dice este proverbio,
tiene más valor que las muchas riquezas. Ahora, en el versículo 2, de este
capítulo 22, de Proverbios, leemos:
"El rico y el pobre tienen en común que a ambos los hizo el Señor."
Esto quiere decir que ante Dios todos los hombres se encuentran en el
mismo nivel. Pero si usted quiere hablar acerca de una fraternidad universal
del hombre, tendría que ser cuidadoso con lo quiere decir. Porque la Biblia
no nos enseña eso. La Biblia sí nos enseña que todos nosotros somos
miembros de la misma familia humana y que todos tenemos una naturaleza
depravada; una naturaleza que está alejada, apartada de Dios. Incluso nos
tenemos que proteger unos de otros, porque no somos fiables, dignos de
confianza. Y la Biblia también nos informa que en Hechos 17:26, el apóstol
Pablo dijo: De una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres para que
habiten sobre toda la faz de la tierra. Y en base a ello, todos los seres
humanos estamos en la misma condición ante El. Pero nos convertimos en
hijos de Dios, no solo porque somos humanos, sino por la fe en Jesucristo. En
Juan 8:44 vemos que el Señor Jesús les dijo a los dirigentes religiosos de su
tiempo: Vosotros sois de vuestro padre el diablo. Así es que, en realidad, en
la actualidad hay dos familias en este mundo; los hijos de Dios, y los que no
lo son. Obviamente, la paternidad universal de Dios no existe.
Ahora observemos lo que dice este proverbio: a ambos los hizo el Señor.
Somos criaturas suyas por la creación. Dios es el Creador de todos, pero no
el Padre de todos. Ahora, en el versículo 3, de este capítulo 22, de Proverbios
se nos dice:
"El prudente ve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y reciben el
daño."
¿Usted quiere ser una persona sabia, inteligente? Entonces, lo mejor es que
haga preparativos para el futuro. Hay muchas personas hoy dispuestas a
ayudarle a hacer arreglos para el futuro. Hay muchas compañías de seguros
e instituciones que ofrecen planes de ahorro y jubilación, protección
familiar, y para casos de accidentes graves o mortales. Todo ello está bien.
Pero pensamos en el paso siguiente. ¿Qué puede decirnos sobre el futuro
eterno, después de la muerte? La Biblia llama insensata a la persona que no
se ha preparado para la eternidad.
Creemos que una historia que tuvo lugar hace mucho tiempo puede ilustrar
esto muy bien. Había dos jóvenes que pertenecían a familias de grandes
recursos económicos. Y en cierta ocasión estos jóvenes anunciaron su
compromiso matrimonial y más adelante llegaron a casarse. El
acontecimiento tuvo una gran resonancia social, y la noticia apareció en un
periódico. Ellos compraron una hermosa casa y la amueblaron con muebles
de estilo antiguo. Se casaron y fueron a su viaje de luna de miel. Pero para
llegar al lugar donde iban a pasar su luna de miel tenían que viajar por una
zona montañosa, donde tuvieron un accidente; chocaron con otro automóvil
y su automóvil fue a parar a un precipicio donde se incendió y ambos
murieron. Muchos años después, esta casa que había sido preparada con
tanto interés y cariño por esta pareja, aun no se había ocupado. Y uno al
pasar por ese lugar, puede pensar en todas las preparativos que la pareja
hizo para vivir aquí en este mundo, pero nunca llegaron a vivir en aquella
casa ni una hora, ni siquiera un minuto. Sin embargo, fueron a la eternidad,
sin estar preparados para presentarse ante Dios. Lo mismo les ha sucedido a
tantas personas, que dieron la prioridad absoluta a la lucha por la vida, o a
prosperar materialmente, pero dejaron de lado completamente el tema
fundamental de su relación con Dios. El versículo 6, ahora dice:
"Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de él."
Tenemos que entrenar a un niño en el camino que debería seguir. Lo que
aquí se está diciendo es que Dios tiene un camino por el cual El quiere que el
niño vaya, y los padres tienen que encontrarlo, que descubrir ese camino
bajo la guía del Espíritu Santo. No deberían educarle de la manera en que
ellos creen que tendría que ser formado, sino en el camino por el cual Dios
quiere que siga. En el versículo 13 leemos:
"Dice el perezoso: Ahí fuera hay un león: me matará en la calle."
Aquí tenemos nuevamente al perezoso. Este también tiene su sentido del
humor. En otra ocasión, hacía mucho frío y no podía salir a arar. En este
proverbio le vemos presentar una nueva excusa, probablemente una excusa
falsa. Finalmente leamos el versículo 15 de este capítulo 22 de Proverbios:
"La necedad está ligada al corazón del muchacho, pero la vara de la
corrección la alejará de él."
Estas instrucciones para la educación del niño son repetidas con énfasis. Los
niños necesitan disciplina. La disciplina apropiada no irritará, no provocará
la ira del niño. Tampoco será simplemente el desahogo del enojo de los
padres. La disciplina adecuada ayudará al niño a superar su insensatez.
Cuando los padres tienen una relación con Dios, el Espíritu Santo les puede
guiar y controlar en la educación de sus hijos. Un hogar donde el Señor
Jesucristo es el Salvador y el Señor, proporciona la atmósfera adecuada para
promover la madurez de los padres, y la formación integral, es decir,
humana y espiritual de los niños
Proverbios 23
Debemos decir, a propósito, que el joven que estamos siguiendo en las
páginas de este libro ha estado asistiendo a la escuela de la sabiduría por
algún tiempo, y está listo para recibir su título. Y creemos que tendremos la
ceremonia de graduación cuando lleguemos al final del capítulo 24. Pero
aquí, en el capítulo 23, podemos leer lo siguiente en los primeros tres
versículos:
"Cuando te sientes a comer con algún señor, considera bien lo que está
delante de ti. Si eres dado a la glotonería, domina tu apetito. No codicies sus
manjares delicados, porque es pan engañoso."
Lo que aquí se presentan son consejos para ejercer el autocontrol en las
comidas, especialmente para aquellos que por su glotonería comen en
exceso, con un ansia insaciable. Es sabido que algunos comen no porque en
realidad sientan hambre, sino por factores psicológicos. Comen cuando están
tensos, nerviosos. El consejo es comer relajados y disfrutar de nuestras
comidas comiendo con moderación. Como podemos ver, se trata de
indicaciones muy prácticas, y que constituyen un llamado a la moderación, a
la sobriedad, a la continencia. Ahora, los versículos 4 y 5 dicen:
"No te afanes por hacerte rico: sé prudente y desiste. ¿Has de poner tus ojos
en las riquezas, que son nada? De cierto se hacen alas como de águila, y
vuelan al cielo."
El pensamiento que encontramos destacado en este lugar es que no es malo
ser rico, ni en trabajar para serlo. Sin embargo ello no debe ser el objetivo de
la vida. Las riquezas no deberían ser la meta de nuestros corazones. Algunos
tienen un ansia, una codicia por acumular dinero hasta el punto en que éste
se convierte en un dios. Y convierten esa ansiedad en una lucha, en la
máxima prioridad de sus vidas. Un hijo de Dios no debe caer en esas
pasiones incontroladas. Y si se enfrenta a ese tipo de tentación, puede
expresárselo a Dios en oración, mostrando su disposición a dejarse controlar
por el Espíritu Santo.
En cierta ocasión un cristiano de grandes recursos económicos dijo lo
siguiente: "Yo no hago dinero por amor al dinero. Hago dinero por lo que
éste puede lograr". Y, luego, continuó diciendo: al principio yo buscaba
dinero por lo que éste podía hacer por mí. Ahora lo obtengo por lo que
puede hacer por Dios". Por ello decimos que el problema no consiste en
acumular riquezas. El problema surge cuando el corazón humano tiene un
deseo irrefrenable por ganar dinero. En ese caso estamos frente a la codicia
que es, en realidad, una forma contemporánea de idolatría. Y es de la codicia
que nos habla este proverbio. Aquellos que adoran el dinero están adorando
a un dios falso, y ese dios falso es como un águila que remontará el vuelo en
cualquier momento.
"No comas pan con el avaro ni codicies sus manjares, porque cuales son sus
pensamientos íntimos, tal es él. Come y bebe, te dirá, pero su corazón no
está contigo. Vomitarás el bocado que comiste y habrás malgastado tus
suaves palabras."
A veces cuando uno es invitado a comer a la casa de alguien, se encuentra
muy contento y relajado por la hospitalidad, la compañía, la comida y el
ambiente agradable que le rodea, y muchas veces dice cosas que quizás no
diría en otras ocasiones. Y lo que uno dice puede ser malinterpretado, o mal
transmitido por quienes le están escuchando, cuando en el futuro hablen con
quienes están ausentes. Y el escritor del Libro de Proverbios nos advierte
aquí que cuando uno recibe una invitación a comer, tiene que estar seguro
de conocer bien a esa persona porque quizá esa persona no resulte tan
amistosa como usted piensa que es. Leamos ahora el versículo 10:
"No remuevas el lindero antiguo ni entres en la heredad de los huérfanos"
Aquí tenemos nuevamente esa declaración acerca del lindero antiguo. Si
usted ha perdido su fe, no conviene que ese estado pase a sus propios hijos,
porque, entonces, ellos deberán sufrir las consecuencias. Quizá usted haya
tenido buenos antecedentes, pero con usted ahora, ellos no tendrán esos
buenos antecedentes y padres cristianos, pero sus hijos no tendrán una
formación que los proteja.
Nuestra generación es responsable por la nueva generación, a la cual se
acusa de muchas cosas. Y creemos que tenemos, al menos, parte de la culpa.
(Nosotros somos los responsables por enseñar a nuestros hijos, y debemos
aceptar esa responsabilidad.). Bueno, sigamos adelante ahora, con la lectura
del versículo 13, de este capítulo 23, de Proverbios:
"No rehúses corregir al muchacho, porque si lo castigas con vara, no
morirá."
Ya hemos hablado de este tema anteriormente; y debemos recordar
nuevamente que el Apóstol Pablo añadió a este consejo, que el padre no
debe corregir a su hijo cuando se encuentre experimentando un arranque de
cólera. La corrección debe ser una disciplina, no un castigo. Si la disciplina
no ayuda a desarrollar el carácter del hijo, no es buena.
No deberíamos decir a nuestros hijos que los estamos castigando. Sería
mejor explicarles que los estamos disciplinando. El apóstol Pablo escribió en
Efesios 6:4, que no se debe hacer enojar o irritar a los hijos sino que tenemos
que criarlos según la disciplina e instrucción del Señor. Debemos recordar
siempre que la disciplina que aplicamos, es la disciplina e instrucción del
Señor, es decir, que la acción disciplinaria debe estar controlada por el
Señor. Esto es lo verdaderamente importante. El escritor continúa hablando
aquí en el Libro de Proverbios al joven. En los versículos 19 al 21, dice:
"Escucha, hijo mío, y sé sabio: endereza tu corazón al buen camino. No te
juntes con los bebedores de vino ni con los comilones de carne, porque el
bebedor y el comilón se empobrecerán, y el mucho dormir los hará vestir de
harapos."
Aquí tenemos una advertencia para tener cuidado con las compañías. Las
malas compañías corrompen las buenas costumbres. Esta advertencia está
especialmente dirigida a la juventud. Muchas vidas que estaban en un
principio bien orientadas, se malograron por causa de amistades que las
arrastraron en la dirección opuesta. Y dice el versículo 22.
"Escucha a tu padre, que te engendró; y cuando tu madre envejezca, no la
menosprecies."
El escritor de Proverbios aconseja nuevamente al joven que está listo para
graduarse de la escuela de la sabiduría. Sus padres están entrando en la
ancianidad. Quizás su padre ya está algo senil, pero aun así, sus padres
tienen más sentido común y experiencia que el joven.
Y usted vería un ejemplo de esto si solo pudiera hablar hoy con Absalón, Él
creyó que podría vencer en una rebelión contra su padre, el rey David. Pero
David era un soldado experimentado. Cuando los rebeldes salieron al campo
de batalla cometieron un error. Nunca deberían haber salido de Jerusalén
porque David conocía bien la guerra en el campo de batalla y ello resultó
fatal para el joven Absalón. Continuemos leyendo el versículo 23:
"Compra la verdad y no la vendas; y la sabiduría, la enseñanza y la
inteligencia."
Usted y yo no necesitamos comprar la verdad. La verdad está disponible
para nosotros sin dinero y sin precio. El profeta Isaías dijo en 55:1, ¡Venid,
todos los sedientos, venid a las aguas! Aunque no tengáis dinero, ¡venid,
comprad y comed! ¡Venid, comprad sin dinero y sin pagar, vino y leche!
Cristo es todo esto para el hijo de Dios. El es la verdad, la sabiduría y el
conocimiento. Azulo, el joven y brillante Fariseo, que más tarde
conoceríamos como el apóstol Pablo, nos habló de ello en 1ª Corintios 1:30,
Pero gracias a él vosotros estáis unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho
nuestra sabiduría, --es decir, nuestra justificación, santificación y
redención--. Luego en el versículo 26, de este capítulo 23, de Proverbios
leemos:
"Dame, hijo mío, tu corazón y miren tus ojos mis caminos."
Ahora, alguien quizá nos diga: "Pero, yo los he escuchado a ustedes decir que
Dios no quiere nuestros viejos e impuros corazones". Y así es, estimado
oyente, el no puede usarlos. Pero cuando Él dice: Dame hijo mío tu corazón
Él no está hablando a la persona que no es salva. Él está hablando a Su hijo,
le está hablando a alguien a quién La ha dado un corazón nuevo, una
naturaleza nueva, alguien que ha experimentado un nuevo nacimiento
espiritual. Así es que le dice entonces al joven: "Yo quiero que tú vengas a Mí,
y quiero que tú te sometas a Mí". Como dijo Jesús, "Si me amas, guarda mis
mandamientos". Si usted ha sido redimido por la sangre de Cristo, entonces
es un hijo de Dios y puede ofrecerle su corazón y su amor. Luego, en el
versículo 27, leemos:
"Porque abismo profundo es la ramera, pozo profundo la extraña."
Si alguien hubiera pensado que nosotros estábamos equivocados antes al
decir que la extraña era una ramera, aquí tenemos un paralelismo que
muestra que los dos términos son sinónimos. Luego, en el versículo 28, de
este capítulo 23 de Proverbios, leemos:
"También ella, como un ladrón, acecha, y multiplica entre los hombres los
prevaricadores."
Las vidas de dos hombres ilustran esta afirmación. Está la historia de Judo
en el libro del Génesis, en un capítulo lamentable que nos relata le historia
de cuando él acudió a una prostituta. Y después está la historia de Sansón. Si
él estuviera aquí hoy, desde su experiencia nos diría que la ramera era
traicionera, capaz de traicionar sin ningún escrúpulo. Continuemos leyendo
los versículos 29 y 30:
"¿Para quién serán los lamentos? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las
rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas sin razón? ¿Para
quién los ojos enrojecidos? Para los que no dejan el vino, para los que van
probando mezclas."
Nuevamente tenemos aquí una advertencia contra la ebriedad, que se
completa con los versículos 31 al 35, de este capítulo 23 de Proverbios,
leemos:
"¡No mire el vino cuando rojea, cuándo resplandece su color en la copa! Se
entra suavemente, pero al fin muerde como una serpiente, causa dolor como
un áspid. Tus ojos verán cosas extrañas y tu corazón dirá cosas perversas.
Será como si yacieras en medio del mar o como si yacieras en la punta de un
mástil. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron, pero no lo sentí;
cuando despierte, volveré en busca de más."
Y así concluimos nuestro estudio de este capítulo 23 de Proverbios. Dios
mediante, en nuestro próximo programa, comenzaremos nuestro estudio del
capítulo 24, y esperamos que usted nos acompañe. Una vez más, permítanos
recordarle que es bueno, que es aconsejable que usted lea todo este capítulo
24, antes de llegar a nuestro próximo estudio, para que se familiarice con su
contenido. Al despedirnos, dejamos con usted esta petición del Señor que
leímos en el versículo 26, que en otra versión nos lo expresa de esta manera:
Dame, hijo mío, tu corazón, y no pierdas de vista mis caminos. Estimado
oyente, este es un llamado a todos aquellos que habiendo comenzado su vida
cristiana, aun no distinguen claramente la dirección que tendrían que seguir
en la vida. Si usted se dirige a Él en oración con un corazón sincero, con una
mente dispuesta y sensible a la Palabra de Dios y a la guía de Su Espíritu, El
le guiará por los mejores senderos de la vida, que son los caminos que Dios
ha preparado para los que le aman.
Proverbios 26
La primera sección trata sobre el insensato. La Biblia, especialmente el libro
de los Proverbios, tiene mucho que decir sobre el insensato. Y este término
no se refiere a una persona que tiene una deficiencia mental. Dios no está
hablando a un individuo con una mentalidad simple o que padece de una
aberración mental. El insensato a quien Dios está hablando puede incluso
ser una persona brillante y tener un título académico.
El rey David escribió en el Salmo 14:1, Dice el necio en su corazón: "No hay
Dios", Una persona falta de sensatez, aunque sea brillante intelectualmente,
y con ideales elevados, es una persona atea. Al usar el término insensato,
Dios se está refiriendo a alguien que le ha rechazado. Leamos el primer
versículo de este capítulo 26 de Proverbios.
"Como no le sienta la nieve al verano ni la lluvia a la siega, tampoco le
sientan los honores al necio."
Una de las características de un insensato es que no le importa sacrificar su
honor. Francamente, es como si no le importara ser alguien. Y dice el
versículo 2:
"Como gorrión que vaga o golondrina en vuelo, así la maldición nunca viene
sin causa."
Las predicciones de cosas que supuestamente van a suceder, no siempre
ocurren. Por cierto, hoy algunos se llaman a sí mismo profetas y persisten en
anunciar lo que va a suceder en los próximos años. Algunos eventos
anunciados, puede que ocurran. Pero ellos no están obteniendo su
información de Dios, porque a veces se equivocan, y un profeta de Dios
nunca se equivoca. (ver Dt. 18:20-22). Leamos
Ahora el versículo 3:
"El látigo para el caballo, el cabestro para el asno y la vara para la espalda
del necio."
Esta es una realidad. El caballo y el asno pueden ser entrenados y
responderán a lo que han aprendido. Y el insensato, a lo único que puede
responder es a la verdadera disciplina. Dicen los versículos 4 y 5:
"Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que no seas tú
también como él; responde al necio como merece su necedad, para que no se
tenga por sabio en su propia opinión."
Estos dos proverbios no se contradicen sino que nos presentan dos líneas
posibles de conducta para hacer frente a un insensato. Tenemos que
determinar si debemos responder a sus argumentos o no. Leamos ahora el
versículo 6:
"Como cortarse los pies o beber algo en daño propio es enviar un mensaje
por medio de un necio."
O sea que constituye un grave error enviar un mensaje por medio del
individuo equivocado. Y el versículo 7 dice:
"Como las piernas del cojo, que cuelgan inútiles, es el proverbio en la boca
del necio."
Se podría extender esta afirmación a la interpretación de las parábolas. Hay
algunas interpretaciones que se han hecho de parábolas de la Biblia que nos
recuerdan la última parte de este proverbio. Y el versículo 8 añade:
"Como atar la piedra a la honda es rendir honores al necio."
Aquí quiere decir que dar honor a un insensato es simplemente
proporcionarle munición, es decir, argumentos. Leamos el versículo 9:
"Como espina clavada en la mano de un borracho es el proverbio en la boca
de los necios."
Una espina en la mano de un borracho probablemente le herirá no solo a él
sino también a los demás. Lo mismo le sucede a un insensato que ejerza
como profesor la función de la enseñanza. Se lastimará a sí mismo y a
aquellos que le escuchan. Y el versículo 10 agrega lo siguiente:
"Como arquero que a todos hiere es el que contrata a insensatos y
vagabundos."
Podemos estar completamente seguros de las consecuencias e influencia del
depender de la ayuda o el trabajo de esas personas. Y observemos lo que
dice el versículo 11:
"Como perro que vuelve a su vómito es el necio que repite su necedad."
No podemos pensar en una declaración más fuerte. Incluso pensar en ello es
repulsivo y nauseabundo. Este es el punto de vista que el apóstol Pedro nos
presentó sobre el hipócrita. En su segunda carta 2:22 escribió: 22Pero les ha
acontecido lo que con verdad dice el proverbio: «El perro vuelve a su vómito,
y la puerca lavada a revolcarse en el cieno».
Recordemos que cuando el hijo pródigo se encontraba en la pocilga, sabía
que estaba en el lugar equivocado, que no le correspondía, y entonces
regresó a su hogar. Supongamos que al regresar al hogar, hubiera traído con
él uno de los cerdos de la pocilga. El pequeño cerdo no habría disfrutado de
la casa del padre, y finalmente se habría dirigido a la pocilga. Con el tiempo,
todos los hipócritas que se hayan refugiado bajo la apariencia de cristianos,
es decir, que simulan ser cristianos e hijos de Dios, serán descubiertos.
A algunas personas no les agrada que se mencionen estos temas en círculos
cristianos. Lo cierto es que la Biblia enseña que hay seguridad para el
creyente, y también que hay inseguridad para el que simula ser creyente. Así
que el proverbio se refiere al hipócrita. Continuemos leyendo el versículo
12:
"¿Has visto a un hombre que se tiene por sabio? ¡Pues más puede esperarse
de un necio que de él!"
Hay algo peor que un insensato, y es un ególatra, alguien que tiene una
elevada opinión de sí mismo. Y dice el versículo 20:
"Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso cesa la contienda."
En ciertos grupos se provoca repetidamente la amargura, porque ciertas
personas que forman parte de ellos, continúan añadiendo un poco de leña al
fuego. Si nadie estuviera alimentando, el fuego se extinguiría. Es decir, que
los conflictos cesarían. El versículo 21 dice:
"Como el carbón para las brasas y la leña para el fuego es el hombre
pendenciero para encender contienda."
Hay ciertas personas que causan conflictos, apenas comienzan a asistir a una
iglesia o se hacen miembros de ella. Y usted los encontrará hoy en el servicio
cristiano. Son conflictivas, con problemas de convivencia y agitan el
ambiente continuamente. Nunca están realmente interesados en la palabra
de Dios, aunque simulan estarlo. Leamos ahora el versículo 22:
"Las palabras del chismoso son como bocados suaves que penetran hasta las
entrañas."
Otra versión lo traduce así: "Los chismes son como ricos bocados: se
deslizan hasta las entrañas". A la gente le encanta escuchar esas pequeñas y
selectas dosis de cotilleo. Les gusta oírlas, pero esas dosis son difíciles de
digerir y finalmente les harán daño. Un verdadero hijo de Dios no desea oír
cosas desagradables.
Ahora, aquí tenemos una de las secciones más extensas y sólidas contra la
hipocresía, y se refiere a la hipocresía entre el pueblo de Dios. Leamos
entonces los versículos 23 al 28 de Proverbios 26:
"Como baño de plata sobre un tiesto son los labios lisonjeros y el mal
corazón. El que odia, lo disimula con los labios, pero en su interior maquina
engaño; por más que hable amigablemente, no le creas, porque siete
abominaciones hay en su corazón. Aunque con disimulo encubra su odio, su
maldad será descubierta en la congregación. El que cava una fosa caerá en
ella; al que rueda una piedra, se le vendrá encima. La lengua falsa atormenta
al que ha lastimado; la boca lisonjera conduce a la ruina."
Hay personas que hacen una profesión de fe en Jesucristo, pero que no son
realmente hijos de Dios. Los llamamos hipócritas porque fingen ser lo que
no son. Ahora ellos no deberían molestar o afectar a aquellos que se
encuentran dentro o fuera de la iglesia por el mismo hecho que una
falsificación necesita un original genuino y valioso. Por lo que sabemos,
nadie falsifica monedas o billetes de los valores mínimos. Solo se falsifican
billetes a partir de cierto valor. Así que no deberíamos sorprendernos los
cristianos falsos. Este grupo de Proverbios describe al que es falso y advierte
contra él. Él le halagará, sin embargo en su corazón le detestará.
Fue Tácito el que hizo la siguiente declaración. "Es normal que los hombres
odien a quienes han herido". El Dr. Ironside lo expresó de la siguiente
manera: "Consciente de haber agraviado a otro, y decidido a no confesarlo, el
que finge guardará en su corazón el odio contra el objeto de su injusticia.
Para ocultar sus sentimientos miserables, tal persona halagará con sus
labios, mientras esté todo el tiempo conspirando para destruir a su víctima."
Un ejemplo de halagos e hipocresía de la Biblia lo tenemos en Amán,
personaje que estudiamos en el libro de Esther. Recordemos cómo él
pronunciaba sus halagos. Este hombre estaba conspirando para destruir a
todo un pueblo, incluyendo a la reina que se sentaba en el trono. Era un
malvado. Halagó al rey y, sin embargo, era obvio que estaba tratando de
derrocar al rey.
La hipocresía puede estar presente en algunos círculos cristianos, y
necesitamos reconocerlo. No vale la pena ocultarlo. A veces tratamos de
actuar en la iglesia o en círculos cristianos, como si allí no hubiera nada
malo. Y creemos que podemos ignorarlo. Pensamos que si lo ignoramos,
desaparecerá. Nos sentimos como derrotados si alguien menciona la
presencia de la hipocresía. Nos sentimos vencidos nosotros mismos si
reconocemos que, incluso en nuestros corazones hay, a veces, esa raíz de
amargura. Los cristianos tenemos que enfrentar a estos pecados, y los
proverbios son buenos para ayudarnos a afrontarlos.
Constituyen una palabra de advertencia para aquellos que han hecho una
profesión de fe, declarándose cristianos, y, sin haber experimentado en sus
corazones la acción regeneradora del Espíritu Santo, se mueven en los
ambientes cristianos fingiendo una fe que, en realidad, no existe. Tarde o
temprano, la ausencia de fruto en la vida de esas personas pone en evidencia
que no tienen una relación con Dios, que no han aceptado la obra del Señor
Jesucristo en la cruz. Estos proverbios que hemos citado también
constituyen una palabra de advertencia para los cristianos, en quienes la
fuerza de su vieja naturaleza humana les lleva a comportarse fingiendo
afectos en sus relaciones con los demás, sin sinceridad, y con doblez. Esas
actitudes revelan una pobre condición espiritual, que pone en evidencia que
no tienen una relación íntima de comunión con Dios. En ese sentido, viene
bien recordar las palabras del apóstol Santiago, que escribió otro libro muy
práctico del Nuevo Testamento que, como el libro de los Proverbios, advierte
directamente contra ciertos pecados muy comunes en las relaciones
humanas, Dijo el apóstol Santiago en su carta, 3:17, Pero la sabiduría de lo
alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena
de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía. Estas
palabras retratan todo lo que debe caracterizar la vida de un verdadero
cristiano y nos ofrecen la imagen de una persona transparente, que revela el
fruto del Espíritu de Dios hecho realidad en la vida diaria, una persona que
confía en Dios y goza de la confianza de todos los que la tratan. Este es, pues,
el milagro que Dios puede hacer en las personas que por medio del Señor
Jesucristo se acercan a Él para recibir la vida eterna, y que se entregan a El
incondicionalmente para que El las transforme.
Proverbios 27
Este capítulo trata el tema de la amistad. Leamos el primer versículo de este
capítulo 27:
"No te jactes del día de mañana porque no sabes qué dará de sí el día."
Hay una filosofía de la indecisión, de la falta de resolución, que nos resulta
muy familiar. Posterga para el día de mañana lo que no se puede hacer hoy.
Hay un Proverbio que dice: "El camino del mañana, termina en la casa de
nunca". Y podemos agregar otro Proverbio que dice: "La indecisión es el
ladrón del tiempo". Y otro más que nos dice: "El tiempo perdido no se
recupera jamás". Sin embargo, la Palabra de Dios dice: Si oís hoy su voz, no
endurezcáis vuestros corazones. (He. 4:7) Y también dice: Ahora es el
tiempo aceptable; ahora es el día de salvación. (2 Co. 6:2) También en el
Antiguo Testamento la Escritura nos dice en Isaías 1:18: Venid ahora, y
razonemos --dice el Señor. La tendencia humana es la de esperar hasta otra
ocasión. Recordemos que el gobernador Félix tembló cuando escuchó el
evangelio que le predicó el apóstol Pablo. Pablo, aun siendo un prisionero, le
habló sobre la salvación de su alma, y Félix le respondió, como leemos en
Hechos 24:25; Ahora vete, y cuando tenga oportunidad, te llamaré. Según la
información que tenemos en la Palabra de Dios, esa otra oportunidad nunca
se le llegó a presentar a Félix. También podemos recordar a Faraón en
Egipto, que siempre prometía dejar salir a los israelitas, no en el día en que
se lo pedían, sino al día siguiente. Finalmente, sus repetidos aplazamientos
le costaron la vida de su hijo mayor y de todos los hijos mayores de Egipto.
El día de hoy es siempre el día de salvación. Nadie sabe lo que nos deparará
el día de mañana. Veamos ahora lo que dice el versículo 2 del capítulo 27 de
Proverbios:
"Alábete el extraño y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos."
Goliat tendría que haber escuchado este proverbio. El desfilaba cada día
delante del ejército de Israel, flexionaba sus músculos, les decía cuán grande
era y que banda de cobardes eran ellos. Finalmente, se metió en problemas
cuando se enfrentó a un joven llamado David. Ahora, en el versículo 3, de
este capítulo 27 de Proverbios, leemos:
"Pesada es la piedra y la arena pesa, pero más pesada que ambas es la ira del
necio."
Si un necio está enojado con usted, estimado oyente, entonces usted puede
tener problemas, porque un necio no tiene discreción. Dirá y hará cualquier
cosa. Luego, el versículo 4, dice:
"Cruel es la ira e impetuoso el furor, pero ¿quién podrá sostenerse delante
de la envidia?"
Los celos son una expresión de la envidia. Dice Cantares 8:6, duros como el
sepulcro los celos. Sus brasas son brasas de fuego, potente llama.
Y recordemos también lo que los celos causaron en la vida de Jacob. Los
hermanos vendieron a José como esclavo a causa de sus intensos celos.
Luego, los versículos 5 y 6, de este capítulo 27, nos dicen:
"Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Leales son las heridas que
causa el que ama, pero falsos los besos del que aborrece."
Este es un contraste del cual tenemos muchos ejemplos en la Biblia. El
apóstol Pablo reprendió a Simón Pedro cuando dejó de comer con los no
judíos. Pedro necesitaba esa reprensión, la aceptó del apóstol Pablo y entre
ellos no hubo rencor ni hostilidad. Es maravilloso el tener un amigo que
puede llamarnos la atención en cuanto a nuestras faltas y corregirnos así.
El contraste de este proverbio, cuando dice que son falsos los besos del que
aborrece, está bien ejemplificado en Judas Iscariote, que traicionó a Jesús
con un beso. Ahora, el versículo 7, dice:
"El hombre saciado desprecia el panal de miel, pero al hambriento, aun lo
amargo le resulta dulce."
Esta es la razón por la cual en algunos lugares de la tierra existen comidas
tan elaboradas. Las personas están mimadas, tan acostumbradas a la buena
comida que los alimentos tienen que ser preparados de maneras poco
corrientes; incluso tienen que ser exóticas para estimular el apetito.
Pensamos que esa es la causa por la cual la comida en algunos países haya
llegado a alcanzar tal grado de perfección, porque las clases pudientes del
pasado tuvieron de todo y se cansaron simplemente de comer una comida
sencilla; por tanto los cocineros de la época tuvieron que inventar, ? si se nos
permite la expresión, ? comidas diferentes y que tuvieran un sabor distinto.
Pero frente a esa imagen de abundancia, tenemos el contraste del hombre
hambriento. Y ello nos recuerda el hambre que padecen millones de
personas en vastas regiones de la tierra. Para el hambriento, cualquier
comida tiene un buen sabor.
Esto también lo podemos aplicar a la Palabra de Dios. Tenemos que
alimentarnos espiritualmente de ella, comerla, masticarla, rumiarla. Esto es
lo que significa meditar en la Palabra de Dios. Que Dios nos de ese apetito,
esa hambre por Su Palabra. Ahora, el versículo 8, de este capítulo 27 de
Proverbios, dice:
"Cual ave errante lejos de su nido es el hombre errante lejos de su hogar."
Existen personas en iglesias y círculos cristianos que no encuentran como
encajar en un lugar adecuado para ellas. Y esa es la razón por la cual Dios ha
dado a cada creyente un don. Eso lo vimos ya cuando estudiamos la Primera
Epístola a los Corintios, capítulo 12, versículo 18, donde el apóstol Pablo
dijo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de
todos. Y Dios tiene un lugar particular para que cada creyente ejercite el don
que le ha sido dado. También dijo Pablo en el versículo 18 de este mismo
capítulo: 18Pero ahora Dios ha colocado cada uno de los miembros en el
cuerpo como él quiso. Cada uno de nosotros debería ocupar precisamente
ese lugar y poner en práctica nuestro propio don. En el Nuevo Testamento
tenemos ejemplos de personas que aparentemente no utilizaron sus dones.
Por ejemplo, el Apóstol Pablo nos habló de un hombre llamado Demas; en su
Segunda Epístola a Timoteo, capítulo 4, versículo 10, leemos: porque Demas
me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. O sea
que, ese hombre regresó nuevamente al mundo. Por lo que sabemos, nunca
se adaptó al lugar que Dios tenía para él. Leamos ahora, los versículos 9 y 10,
de este capítulo 27 de Proverbios:
"Los aceites y perfumes alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al
hombre. No dejes a tu amigo ni al amigo de tu padre, ni vayas a la casa de tu
hermano en el día de tu aflicción: mejor es un vecino cerca que un hermano
lejos."
A veces cuando una persona se traslada de un lugar a otro, de una ciudad a
otra, deja a todos sus parientes y tiene que hacer nuevos amigos. Algunos no
logran hacer nuevos amigos y pasan una vida bastante solitaria. Y aquí se
nos dice que mejor es el vecino cerca que el hermano lejos. Quizá los amigos
y parientes de uno residan muy lejos de nosotros Así, es bueno tener vecinos
amigos, personas próximas a nosotros que se interesen en uno. Pasamos
ahora al versículo 12:
"El prudente ve el mal y se esconde, pero los incautos pasan y se llevan el
daño."
Uno de los grandes beneficios del estudio de la profecía. es que sabemos lo
que vendrá. Sinceramente hablando, yo me sentiría muy desanimado y
pesimista si tuviera que contar con que las personas resolvieran nuestros
problemas actuales. No creo que el ser humano tenga la solución. Según las
apariencias, nos movemos hacia una crisis y una catástrofe. No hay ninguna
duda en cuanto a esto. Sería un error que cualquier persona pensara que el
hombre puede resolver los crecientes problemas que están surgiendo día a
día. La Palabra de Dios deja bien en claro que los problemas se
incrementarán y que Dios juzgará a este mundo.
Este proverbio nos aconseja hacer planes para nuestro futuro. Dice aquí, El
prudente ve el mal y se esconde, es decir, que lo evita. O sea, que él se
prepara para el día que vendrá. Hay personas que opinan que uno no debe
prepararse para sus necesidades futuras, que no debe tener ninguna clase de
seguro y dan una respuesta piadosa, diciendo: "Usted debe confiar en el
Señor". Bueno, el Señor ha provisto estos seguros, planes de ahorro y
jubilación para nosotros y debemos aprovecharnos de ellos. Ya hemos dicho
en alguna oportunidad que la fe no está reñida con el sentido común. Ahora,
el versículo 14, de este capítulo 27 de Proverbios, nos dice:
"A quien de madrugada bendice en alta voz a su amigo, por maldición se le
contará."
Hay mucha ironía en estas palabras. Hay aquellos que hacen tal declaración
de amor y afecto, que uno siempre piensa que quizá hay algo detrás de
semejantes declaraciones. Uno debe tener cuidado con aquellos que nos
están elogiando más de lo que en realidad merecemos.
Una ilustración de la Biblia de este asunto es la manera en que Absalón se
ganó los corazones de los hombres de Israel (2 Samuel 15:1-6). Se levantaba
temprano por la mañana, se situaba en la puerta de la ciudad para hablar
con los hombres que iban a ver al rey para exponerle un problema. Entonces,
Absalón los halagaba, simulaba mostrarles afecto y se mostraba interesado
en sus casos. Pero su verdadero interés era ganar su apoyo para cuando él se
apoderara del trono. (El había escuchado lo que los hombres de Israel
decían, ese grupo de jóvenes que le habían rodeado y que le alababan y le
dijeron que él debería ser el rey en lugar de su padre. Él no tendría que
haber escuchado los elogios de esa gente. ) Hay que tener mucho cuidado
con este asunto de los halagos, y de las alabanzas de los demás. Hay un
proverbio moderno que dice algo así: "El halago es como el `perfume, la idea
es olerlo, pero no tragarlo". Leamos ahora el versículo 17 de Proverbios 27:
"El hierro con hierro se afila, y el hombre con el rostro de su amigo."
Es positivo tener un amigo con quien enriquecer la propia mente, Uno puede
discutir ciertos temas espirituales con él y obtener un beneficio de su
experiencia. Y al final de la conversación, uno siempre sale animado, con más
fuerzas y siempre logra aprender algo.
Pasemos ahora al versículo 19:
"Como el rostro en el agua es reflejo del rostro, así el hombre se refleja en el
corazón del hombre."
Es magnífico tener un amigo al cual uno puede abrir su corazón sabiendo
que éste no lo va a traicionar. Un amigo es alguien que lo conoce a uno y aun
así, lo aprecia. (Este es un gran capítulo sobre la amistad, como podemos
ver.) Luego, el versículo 20, dice:
"Como el sepulcro y la muerte nunca se sacian, así los ojos del hombre nunca
están satisfechos."
Nunca vemos lo suficiente. Siempre queremos continuar viendo,
observando, conociendo gente y nuevas culturas. Es por ello que a algunos
nos gusta viajar alrededor del mundo. Como dice el proverbio, los ojos del
hombre, nunca están satisfechos. Luego, el versículo 21 dice:
"En el crisol se prueba la plata, en el horno el oro, y al hombre la boca del
que le alaba."
Como ya hemos dicho, tengamos cuidado con las alabanzas y elogios.
Asegúrese de que producen en usted un efecto bueno, apropiado. El Dr.
Ironside, en su libro "Notas sobre el Libro de Proverbios" (pp. 390-391),
incluyó el siguiente comentario. "No hay crisol más caliente para probar a un
hombre, que cuando se le hace pasar por el fuego de la alabanza y la
adulación. El pasar por la maledicencia, aferrándose al Señor y contando con
Él para recuperar la honra, es comparativamente fácil, aunque muchos
flaquean en tales circunstancias; pero que alguien continúe humildemente
su camino normal y habitual con firmeza y estabilidad, sin ser afectado ni
resultar envanecido por el aplauso y los halagos, señala a una persona como
alguien que verdaderamente vive cerca de Dios. Ahora, el versículo 24, nos
dice:
"Porque las riquezas no duran para siempre, ni una corona es para
generaciones perpetuas."
Las riquezas no son eternas. Esto es algo que en nuestra era materialista
debemos reconocer. Uno no se puede llevar nada consigo cuando muere. Es
de público conocimiento que la mortaja no tiene bolsillos.
Las casas reales, las dinastías, surgen y decaen en un mundo cambiante. Dios
es el único en quien podemos depender. El es el único amigo inmutable.
Este ha sido realmente un capítulo con un énfasis en la amistad, Por eso,
estimado oyente, le invitamos a confiar su vida a Dios. Si usted deposita su fe
en el Señor Jesucristo como su Salvador, usted puede hoy mismo pasar de
una situación de alejamiento, a comenzar una relación de amistad con El.
Proverbios 29
Vamos a considerar algunos versículos de este capítulo. El versículo 1, dice:
"El hombre que, al ser reprendido, se vuelve terco, de repente y sin remedio
será quebrantado."
Dios tiene muchas formas de reprender a una persona: sin embargo, esa
persona puede continuar en su pecado. En nuestra experiencia, hemos
conocido a muchas personas que fueron advertidas antes de que el juicio
cayera sobre ellas. Ignoraron la advertencia, no hicieron caso de ella, y el
castigo o juicio cayó sobre ellas en esta vida.
En cierta ocasión ocurrió un terrible accidente de tráfico y un estudiante nos
contó la siguiente historia. Ese automóvil había sido ocupado por un
estudiante de secundaria y su novia. Estos habían ido a buscar a otra amiga
para que saliera con ellos, pero ella les dijo que no quería salir porque iba a
asistir a una clase bíblica. Sin embargo, ellos insistieron en que ella les
acompañara; pero esta joven volvió a negarse diciendo que tenía que ir a esa
clase bíblica, e incluso invitó a estos jóvenes para que la acompañaran a ella
a dicho encuentro Bíblico. Ellos accedieron a llevarla pero le dijeron que la
dejarían allí y que no asistirían a esa clase. Así fue que llevaron a esta joven y
en el camino ella les presentó a Cristo, explicándoles lo que el Señor
significaba para ella. Finalmente les dijo: "sabéis una cosa, yo he aceptado a
Cristo como mi Salvador en esta clase bíblica y vosotros lo necesitáis
también". Pero estos jóvenes simplemente se rieron, dejaron a esta joven en
la clase bíblica y cinco minutos después avanzando a gran velocidad por la
calle fueron embestidos por un autobús y ambos fallecieron
instantáneamente.
Hay muchos ejemplos de estas actitudes en la Biblia. Recordamos a Coré,
Datán y Abirán, el rey Belsasar, Jezabel y otros personajes, que ya hemos
estudiado en este programa, que fueron oportunamente advertidos, pero
ignoraron todo consejo y acabaron trágicamente sus vidas. Ahora, el
versículo 2, de este capítulo 29, dice:
"Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; cuando domina el malvado,
el pueblo gime."
Ya hemos visto anteriormente que cuando los malvados están en el poder,
nunca resuelven ningún problema. Pero un hombre justo es capaz de traer
bendición a una nación. Y eso es lo que se necesita en nuestras naciones en
la actualidad. No necesitamos que nos digan que alguien tiene la solución
para todos los problemas, porque sabemos que nadie tiene la solución para
los problemas, para los problemas de este mundo. Y si alguien lo dijera,
seguramente lo diría con ironía. Lo que necesitamos hoy, son personas
justas que se mantengan firmes por lo que es correcto a cualquier precio. Y
creemos que un hombre así es mucho mejor que todo un partido,
indiferentemente de cuál sea ese partido.
Es que cuando, en cualquier nación de la tierra, un malvado ejerce el poder,
todos los ciudadanos lo sufren. Ahora, el versículo 4, de este capítulo 29,
dice:
"El rey que actúa con justicia afirma el país; el que solo exige tributos, lo
destruye."
David fue un buen rey. Fue un gobernante justo en su trato con sus súbditos,
un hombre de estado que tenía un temor reverente de Dios. Sin embargo, el
rey David fue consciente que, por sus propias fuerzas, su propia casa no
estaba firme, bien establecida, sana. Podemos leer estas declaraciones
directamente, en el Segundo libro de Samuel, capítulo 23, versículo 3: Habrá
un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios. Y
en el versículo 5 de este mismo capítulo 23 de 2 Samuel. Añadió: Por eso mi
casa está firme en Dios; pues ha hecho conmigo un pacto eterno, bien
ordenado en todo y bien seguro, aunque todavía no haya hecho él florecer
toda mi salvación y mi deseo. Volviendo al proverbio que hemos leído en
este capítulo 29: 4 se nos ha hablado del rey que con justicia afirma el país. .
Solo Cristo es el rey que por medio del juicio establecerá su reino en la
tierra. Y esa es la razón para la venida de Cristo a esta tierra; Su regreso es la
única esperanza que tiene el mundo en el día de hoy. Gracias al Señor que la
Iglesia va a partir de esta tierra antes de que Él venga aquí. Esa es la
promesa que Él nos ha dado.
Observemos la segunda frase de este proverbio del versículo 4, que dice, el
que solo exige tributos, lo destruye. Estas palabras nos recuerdan la
conducta del rey Roboam, hijo de Salomón. Cuando él asumió el trono, como
podemos ver en el relato de 1 Reyes 12, algunos de los súbditos más
destacados se entrevistaron con él y le expresaron sus quejas diciéndole (v.
4) Tu padre agravó nuestro yugo. Alivia tú ahora algo de la dura
servidumbre de tu padre y del pesado yugo que nos impuso, y te serviremos.
El inexperto rey les pidió tres días para efectuar consultas. Los ancianos de
su reino le dijeron que si respondía al pueblo con amabilidad, poniéndose a
su servicio, ellos le servirían para siempre. Pero Roboam rechazó el consejo
de los ancianos y consultó más bien con los jóvenes que se habían criado con
él y que estaban a su servicio. Ellos le aconsejaron todo lo contrario y
entonces el rey respondió a sus súbditos de la siguiente manera, (como
leemos en el versículo 11): mi padre os cargó con un pesado yugo, pero yo lo
haré más pesado aún; De esta manera Roboam estaba anunciando un
endurecimiento de sus condiciones de trabajo, y de los impuestos que
tendrían que pagar. En consecuencia, el pueblo se rebeló y asesinó al
funcionario que estaba encargado de recaudar los tributos. Y el rey tuvo que
huir. Esos graves acontecimientos provocaron la división del reino de Israel
y Roboam quedó reinando en Jerusalén para las tribus de Judá y Benjamín, y
el resto del pueblo de Israel nombró a Jeroboam como su rey. El triste
epílogo de esa historia fue, como dice el versículo 19, Así se apartó Israel de
la casa de David. Y a partir de ese momento la historia Bíblica nos muestra la
trayectoria de ambos reinos, que ya no volverían a unirse y como, en
diferentes momentos, fueron llevados cautivos. Un reino dividido, no podría
subsistir y sus enemigos provocaron su caída.
De esa manera, vemos un cumplimiento en la segunda parte de este
proverbio del versículo 4 del capítulo 29 de Proverbios; de cómo un rey que
comenzó exigiendo tributos, acabó destruido.
Así hemos podido ver hoy, nuevamente, la unidad de las diferentes partes de
la Biblia. Ya en la introducción a este libro adelantamos que los proverbios
no solo ofrecen consejos, advertencias y soluciones prácticas para los
problemas de la vida diaria, sino que también retratan la conducta de
muchos personajes destacados de la historia Bíblica. Y además, muchos de
ellos nos retratan a nosotros mismos. De esa manera, la Biblia confirma que
no solo es la Revelación de Dios para todos los seres humanos, sino que
también es un espejo donde cada uno de nosotros puede contemplar su
naturaleza humana, lo cual nos recuerda constantemente nuestra necesidad
de establecer una relación con Dios. Y solo el Señor Jesucristo es el camino
que, con su victoria en la cruz, conduce a todos aquellos que le acepten a esa
relación con Dios.
Proverbios 30:1-19
En este capítulo hay proverbios escritos por un sabio desconocido, llamado
Agur. Leamos el primer versículo de este capítulo 30 de Proverbios, que nos
cuenta todo lo que sabemos sobre su familia.
"Palabras de Agur hijo de Jaqué. La profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel y
a Ucal."
No conocemos a ninguna de las personas aquí mencionadas. Agur fue un
vidente y un escritor desconocido. Los nombres propios aquí son como
todos los nombres Hebreos en el sentido en que tienen un significado. Agur
significa "recopilador" y Jaque, "piadoso". Algunas versiones traducen estos
términos como nombres comunes, de esta manera: "las palabras de un
recopilador, hijo de un hombre piadoso". El versículo 4, de este capítulo 30,
es algo interesante, escuche usted:
"¿Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños?
¿Quién recogió las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los confines de la
tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si es que lo sabes?"
Resulta interesante observar que éstas son algunas de las preguntas que
Dios le hizo a Job. ¿Quién sería capaz de contestar estas preguntas? Con
respecto a la primera pregunta que dice: ¿Quién subió al cielo y descendió?
Diremos que el Señor Jesús dijo en Juan 3:13: Nadie subió al cielo, sino el que
descendió del cielo, el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Esa es la razón
por la cual decimos constantemente que el Señor Jesucristo es la única
autoridad en este asunto de la creación y el origen del Universo. Hablando
con toda sinceridad, reconocemos que ninguno de nosotros tiene una
explicación correcta sobre el origen del universo. No creemos que la ciencia
la tenga. El hecho de que se insista en la teoría de la evolución indica que
ellos no tienen la respuesta en cuanto al origen del mundo. Y también es la
razón por la cual se gasta tanto dinero en viajar a otros planetas y conseguir
algunas rocas para tratar de hallar indicios acerca del origen del Universo. El
primer versículo del Génesis nos cuenta que en el principio Dios creó los
cielos y la tierra. Así es como comenzó todo. Pero entonces leemos el
segundo versículo, que dice: La tierra estaba desordenada y vacía, las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios se movía sobre
la faz de las aguas; algunos consideran que estas palabras describen el acto
de la creación. Estimado oyente, yo creo que Dios no nos ha indicado nada
acerca de cómo llevó a cabo la creación. El autor de estos estudios creía que
este versículo sugería la teoría del intervalo; es decir, que Dios creó los cielos
y la tierra; que después siguió un período, un espacio de tiempo, y que algo
le sucedió a aquella creación original. Porque la condición de la tierra fue
descrita en este pasaje como desordenada y vacía. El Dr. McGee reconocía
que esa teoría había sido mayormente abandonada, pero él mismo la
continuaba aceptando, a pesar de las críticas que sobre ella se habían
escrito. El argumento del Dr. McGee era que Dios no le había revelado a los
seres humanos cómo había realizado la creación. No lo había revelado ni a
los científicos ni a los teólogos. Nos agrada la pregunta que Dios le formuló a
Job en 38:4, ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Esa es una
pregunta que Dios puede hacerle a cada individuo. Y nadie tiene la
respuesta.
También nos agrada la pregunta formulada por Agur: "¿Quién encerró los
vientos en sus puños?" Pensemos en esto. Dios tiene en Sus manos el viento,
de la misma manera en que nosotros podemos tener algún objeto en nuestra
propia mano. ¡Qué cuadro tenemos aquí! El ser humano conoce muy poco
acerca de estas cosas. En ese mismo pasaje en el que el Señor Jesucristo dijo
que Él es quien descendió del cielo, Él también dijo en Juan 3:8: El viento
sopla de donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a
dónde va. Así es todo aquel que nace del Espíritu. Este es en realidad un
pensamiento profundo. Y el versículo 5, dice:
"Toda palabra de Dios es limpia; él es escudo para los que en él esperan."
Nadie le puede limpiar a usted como la palabra de Dios. Cada Palabra de
Dios es pura. Es más efectiva que cualquier elemento limpiador. Es una
sustancia purificadora milagrosa. Y dice el versículo 6:
"No añadas a sus palabras, para que no te reprenda y seas hallado
mentiroso."
Esto debería hacernos cautelosos y prudentes al tratar con la Palabra de
Dios. A Dios no le importa llamar a una persona mentirosa, si realmente lo
es. Continuemos leyendo los versículos 7 al 9:
"Dos cosas te he pedido, no me las niegues antes que muera: Vanidad y
mentira aparta de mí, y no me des pobreza ni riquezas, sino susténtame con
el pan necesario, no sea que, una vez saciado, te niegue y diga: «¿Quién es el
Señor?», o que, siendo pobre, robe y blasfeme contra el nombre de mi Dios."
La frase vanidad y mentira aparta de mí significa que yo no quiero vivir
entre aquellos que son vanos, que están halagando y mintiendo. Vivir con
gente así es como vivir en un nido de víboras. Y después el escritor dice no
me des pobreza ni riquezas. Es decir, "déjame andar por el medio del
camino". No quiero estar en ninguno de los dos extremos. Y dice el versículo
12:
"Hay generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha limpiado de su
impureza."
Hay muchas personas, aún algunos que desde un punto de vista formal son
miembros de la Iglesia que pueden decir cosas así. Son puros ante sus
propios ojos. Piensan que no necesitan un Salvador. Son simplemente
religiosos.
Y luego tenemos a aquellos que ocupan altas posiciones en los negocios y en
la política, que piensan que son puros, que no son culpables de ninguna mala
acción. Incluso los indigentes y vagabundos pueden ser puros en su propia
opinión. Pero ninguno de ellos se ha purificado de su impureza. La única
forma en que cualquiera de nosotros puede quedar limpio y puro es siendo
lavado por la sangre de Jesucristo. Y dice el versículo 15:
"La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: « ¡Dame! ¡Dame!». Tres cosas hay
que nunca están hartas, y aun la cuarta nunca dice: « ¡Basta!»:"
Y ahora el escritor continúa enumerando las cuatro cosas que nunca se
sacian. Leamos el versículo 16:
"El sepulcro, la matriz estéril, la tierra, que no se sacia de agua, y el fuego,
que jamás dice: «¡Basta!»."
En primer lugar "el sepulcro". Usted y yo vivimos en una procesión de un
funeral. Todos estamos en esa situación. Comenzó fuera del jardín del Edén,
ya ha estado continuando a través de los siglos. Este viejo mundo en el cual
vivimos es como un gran cementerio. Las tumbas nunca están satisfechas.
En segundo lugar se menciona "la matriz estéril". Hay muchas mujeres que
no pueden tener hijos por uno u otro motivo. (Creemos que serían
excelentes madres de hijos adoptivos). Nunca está satisfecha. Esa mujer
quiere tener a un niño precioso para rodear su cuello con sus brazos, y que
la llame mamá. Y el mismo deseo tienen los padres.
En tercer lugar se menciona a la tierra, que no se sacia de agua. En muchos
países la tierra no recibe suficiente agua y necesitan urgentemente lluvias.
Y en cuarto lugar se menciona al fuego, que jamás dice basta. Hay
demasiados incendios, y la lluvia es insuficiente. Es un fenómeno que se
repite cada vez con mayor frecuencia.
Luego, pasando al versículo 17, leemos:
"El ojo que se burla de su padre y menosprecia la enseñanza de la madre,
sáquenlo los cuervos de la cañada y devórenlo las crías del águila."
Se pronuncian juicios terribles contra aquellos que se ponen en contra de su
padre y de su madre. Que Dios tenga misericordia del joven que en el día de
hoy se ha puesto en contra de su padre y su madre, especialmente si ellos
son creyentes en Cristo. Luego, los versículos 18 y 19 dicen:
"Tres cosas me son ocultas, y una cuarta tampoco conozco: el rastro del
águila en el aire, el rastro de la culebra sobre la peña, el rastro de la nave en
medio del mar y el rastro del hombre en la mujer."
Agur, el escritor, no entendía esas cosas, y nosotros tampoco. ¿Ha pensado
usted en esto cuando ha observado a un águila volar? ¿Ha estado usted
intrigado al ver la serpiente sobre una roca? Y después está la estela que
deja el barco en el mar, que nos deja pensando en cómo puede flotar un
hotel gigante de metal como ese. Y con respecto a la frase "el rastro del
hombre en la mujer". Esta expresión no se refiere a lo que el hombre hace
para enamorar a la mujer, sino al misterio mismo del matrimonio y la
procreación.
Agur no podía entender esos misterios y debemos reconocer que en ellos
siempre hay algo que escapa a la comprensión humana. Los primeros dos
ejemplos que presentó este escritor se refieran a hermosas criaturas de Dios
disfrutando, cada una de ellas, de su medio ambiente natural, en toda su
libertad, en toda su belleza, revelando la sabiduría y la estética del creador.
El tercer ejemplo nos habla de los avances de la técnica que hacen posible
que el ser humano surque los mares en un ambiente de comodidad y lujo. Y
el cuarto ejemplo, se refiere a la obra cumbre de la creación de Dios, el
hombre y la mujer, y a la forma en que Dios ha dispuesto la perpetuación de
la especie.
Y vamos a tener que dejar nuestra exposición aquí en el día de hoy, pero
finalizaremos este Libro de los Proverbios en la próxima oportunidad y
continuaremos con algunos detalles interesantes que se mencionan aquí en
este capítulo. Será como si visitáramos una parte de un zoológico para ver
algunos de los animales que se encuentran allí. ¿Sabía usted que los animales
tienen un mensaje para nosotros? Dios los creó a ellos para cumplir con sus
muchos propósitos. En muchos casos, constituyen todo un ejemplo para
nosotros, por su organización, por su actitud de solidaridad y defensa y por
la forma de afrontar el futuro.
Y luego, en el capítulo 31, el último de este libro de los Proverbios, veremos
el énfasis y la importancia que el escritor coloca sobre la mujer en general,
así como en su papel de esposa y madre. Le invitamos, pues, a que nos
acompañe. Y usted, estimado oyente, también puede leer este capítulo con
anticipación, antes de llegar a nuestro próximo estudio, para comparar sus
conclusiones, enriquecidas con las experiencias propias de su vida y con las
experiencias de sus familiares y amigos, con las conclusiones de la Biblia. Y
antes de despedirnos, dejamos con usted este hermoso Proverbio, que dice:
Toda Palabra de Dios es limpia; Él es escudo para los que en Él esperan. ¡Que
esta gran verdad bíblica sea para usted una experiencia persona, que limpie
y fortalezca su vida como cristiano, y que pueda compartirla con otros, es
nuestra ferviente oración!
Proverbios 31
Dice aquí en el versículo 1:
"Palabras del rey Lemuel: profecía con que lo instruyó su madre."
Creemos que este capítulo fue escrito por Salomón. No hubo ningún rey
llamado Lemuel. Es interesante notar que el nombre que Dios le dio a
Salomón fue Jedidías, que quiere decir, "amado del Señor".(2 Samuel 12:25).
El nombre Lemuel, quiere decir, "dedicado al Señor". Y creemos que ese era
probablemente el nombre cariñoso con el cual Betsabé llamaba a Salomón.
Aquí tenemos pues, el consejo de esta madre para su hijo. Aquí, por cierto,
encontramos un buen sermón para el "Día de la Madre". Y el versículo 2 de
este capítulo 31, nos dice,
"¡Qué decirte, hijo mío, hijo de mi vientre! ¿Qué decirte, hijo de mis
anhelos?"
Betsabé necesitaba decirle algo a su hijo, porque vio en este joven Salomón
algunas de las características de su padre David. Ella recordaba bien el
pecado de David. No creemos que había sido el pecado de ella. El pecado
había sido de David. En San Mateo 1:6, se lee: "El rey David engendró, de la
que fue mujer de Urías, a Salomón". El nombre de Betsabé ni siquiera se
mencionó. Dios estaba en que la responsabilidad del pecado había sido de
David. Ella conocía bien a David, pudo ver la tentación a la que Salomón
estaba enfrentando y entonces le dio estos consejos a un hijo a quien había
dedicado a Dios. Y veamos pues, lo que dice aquí en los versículos 3 al 5:
"No des tu fuerza a las mujeres, ni tus caminos a las que destruyen a los
reyes. No es digno de reyes, Lemuel, no es digno de reyes beber vino, ni de
príncipes darse a la sidra; pues quizá bebiendo olviden la Ley y perviertan el
derecho de todos los afligidos."
Aquí estaba criticando los peligros de los excesos de la bebida por parte de
aquellos que tenían la responsabilidad de aplicar las leyes con justicia.
Leamos los versículos 6 hasta el 9, de este capítulo 31 de Proverbios:
"Dad la sidra al desfallecido y el vino al de ánimo amargado: que beban, que
se olviden de su necesidad y no se acuerden más de su miseria. Abre tu boca
en favor del mudo en el juicio de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga
con justicia y defiende la causa del pobre y del menesteroso."
Aquí vemos que le estaba sugiriendo que utilizara la bebida alcohólica como
medicina. Le aconsejó que fuera bueno, justo y equitativo. Y le instruyó
sobre cómo elegir a una esposa. Y este fue un buen consejo. Fue un consejo
de Dios. Leamos ahora el versículo 10:
"Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Su valor sobrepasa largamente al de las
piedras preciosas."
Por virtuosa aquí se indica una mujer de carácter, de fortaleza, una mujer
con una verdadera capacidad. No una persona débil, inmovilizada por la
inercia de no hacer nada. En la actualidad las madres son personas
sumamente ocupadas, en su hogar y en su profesión. Y esa es la imagen que
aquí tenemos. La de una mujer activa. Y dice el versículo 11:
"El corazón de su marido confía en ella y no carecerá de ganancias."
Ella será una mujer fiel. No será una derrochadora del dinero familiar. Será
una verdadera compañera para su marido. Dios nunca tuvo la intención de
que la mujer fuera una sierva del hombre. Cuando Dios hizo a Eva para que
fuera una compañera, creo la otra mitad de Adán. Adán solo fue un hombre a
medias, hasta que Dios le entregó a Eva. Entonces, ya pudo ser un hombre
completo. Ahora, leamos el versículo 12, de este capítulo 31,
"De ella recibe el bien y no el mal todos los días de su vida."
O sea, que es una verdadera compañera. Luego, el versículo 13, dice:
"Ella busca la lana y el lino, y trabaja gustosamente con sus manos."
Y a esa compañera le agrada trabajar. Luego, el versículo 14, dice:
"Es como la nave del mercader, que trae su pan desde lejos."
Vemos aquí una mujer activa que busca las rebajas para gastar su dinero
sabiamente. Leamos el versículo 15, de este capítulo 31 de Proverbios:
"Siendo aún de noche, se levanta para dar la comida a su familia y la ración a
sus criadas."
Esta mujer sabe cómo administrar y controlar una casa. Hace turnos de
noche y es una madre maravillosa. De nuestra infancia podemos recordar
que cuando nos levantábamos por la mañana, nuestra madre ya se había
levantado antes, y tenía el desayuno preparado sobre la mesa. Y los
versículos 16 y 17 destacan otras cualidades:
"Considera el valor de un campo y lo compra, y con sus propias manos
planta una viña. Se ciñe firmemente la cintura y esfuerza sus brazos."
Esta evidentemente una mujer capaz que controla eficazmente todas las
actividades de la familia. Y el versículo 18 continúa diciendo:
"Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche."
Según esta descripción, la tarea del hombre es desde la salida del sol hasta
que se pone el sol, pero la tarea de la esposa nunca se acaba. Ahora, los
versículos 19 y 20, continúan poniendo en alto a esta mujer virtuosa;
"Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Alarga su mano al
pobre; extiende sus manos al menesteroso."
Ella es una persona generosa, como podemos apreciar. Otra de las
cualidades de esta mujer previsora, la encontramos en el versículo 21, de
este capítulo 31 de Proverbios;
"No teme por su familia cuando nieva, porque toda su familia va vestida de
ropas abrigadas."
Como podemos ver, esta mujer vela por la salud de su familia. Veamos ahora
lo que dice el versículo 26:
"Abre su boca con sabiduría y la ley de la clemencia está en su lengua."
Cuando esta mujer instruye, lo hace con amor, con bondad. Y ahora notemos
lo que nos dice el versículo 30, de este capítulo 31 de Proverbios:
"Engañosa es la gracia y vana la hermosura, pero la mujer que teme al Señor,
esa será alabada."
El consejo para el joven es que debería a escoger a una mujer cristiana que
viviera con un temor reverente a su Señor. Y por supuesto, el joven se
sentirá atraído por una que sea hermosa, teniendo en cuenta la importancia
de la hermosura del carácter, que realza enormemente el atractivo de una
mujer. Luego nos dice el último versículo, el versículo 31:
"¡Ofrecedle del fruto de sus manos, y que en las puertas de la ciudad la
alaben sus hechos!»."
Y así, estimado oyente, concluimos nuestro estudio de este importante libro
de Proverbios, pensando que Dios puede salvar y transformar a las personas
que creen en el Señor Jesucristo, tanto a la mujer como al hombre: y su
relación con ellos, mediante la obra del Espíritu Santo, puede embellecer su
personalidad y su carácter, así como también controlar sus relaciones con
los demás. Dios mediante, en nuestro próximo programa, volveremos al
Nuevo Testamento, para comenzar nuestro estudio de la epístola del Apóstol
Pablo a los Filipenses, y esperamos que usted nos acompañe.