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Estudio bíblico de Proverbios Introducción

Proverbios - Introducción
Al llegar a este libro de Proverbios, amigo oyente, nos encontramos
nuevamente en la sección de la Biblia que hemos clasificado como la poesía
de las Escrituras. En esta sección tenemos los libros de Job, Salmos,
Proverbios, Eclesiastés y el Cantar de los Cantares de Salomón. Todos estos
pertenecen al mismo grupo habiendo sido escritos en lo que es conocido
como la poesía hebrea. Pero debemos notar que el libro de Proverbios es
diferente a cualquier otro libro.
Y también debemos indicar que Salomón es el escritor de Proverbios,
Eclesiastés y del Cantar de los Cantares. Se supone que escribió el Cantar de
los Cantares en sus primeros años de su edad adulta, Proverbios en su
mediana edad y Eclesiastés, hacia el final de su vida, reflejando la madurez
de su experiencia. Proverbios es un libro que trata de la sabiduría.
Eclesiastés, por su parte, es el libro que trata sobre la vanidad. Y el Cantar de
los Cantares de Salomón es el libro que habla del amor. Y el amor es el
término medio entre la sabiduría y la vanidad. Y podemos decir que Salomón
era un experto en estos tres temas. La misma Palabra de Dios lo expresó con
claridad en el Primer Libro de Reyes, capítulo 4, versículo 32. Allí dice,
hablando de Salomón: "Y compuso 3.000 Proverbios, y sus Cantares fueron
1.005". Nosotros ahora tenemos solamente uno de esos Cantares, de los
1005 que él escribió. Y tenemos muy pocos de sus Proverbios. Ahora, en los
versículos 33 y 34, de ese capítulo 4, del Primer Libro de Reyes se nos dice:
"También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el
hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó sobre los animales, sobre las
aves, sobre los reptiles y sobre los peces. Para oír la sabiduría de Salomón
venían de todos los pueblos, y de parte de todos los reyes de los países
adonde había llegado la fama de su sabiduría."
En este libro vamos a escuchar la sabiduría de Salomón. Ahora, nosotros nos
preguntamos, ¿qué es un proverbio? "Un Proverbio es un dicho que expresa
una verdad específica de una manera directa y concisa". También podemos
compartir esta otra definición: "Los Proverbios son frases cortas producto
de una larga experiencia". También es "una verdad que se presenta en una
forma fácil de recordar; una filosofía basada en la experiencia y una regla
para la conducta". Por lo tanto un Proverbio es un dicho sentencioso, una
máxima, un adagio, un refrán, un epigrama.
Ahora, el versículo principal o clave en este libro de Proverbios, podemos
decir que lo encontramos en el primer capítulo, versículo 7, donde dice, "El
principio de la sabiduría es el temor del Señor; los insensatos desprecian la
sabiduría y la enseñanza".
Hay algunas características bastante fuera de lo común en este libro de
Proverbios de las cuales, quisiéramos hablar un poco en el día de hoy.
Debemos decir que el antiguo Oriente es el hogar de los Proverbios.
Pensamos que Salomón coleccionó muchos de ellos de diferentes fuentes. Él
fue el editor de todos ellos y el autor de algunos. Eso quiere decir que lo que
tenemos aquí es el registro inspirado de los Proverbios que son de la pluma
de Salomón o de otros autores, a los cuales Dios ha dado su aprobación,
como veremos más adelante.
El Dr. Thirtle y otros eruditos han notado que existe un cambio de
pronombres en este libro de la segunda persona a la tercera persona. Las
conclusiones a las que llegaron estos eruditos fue que los Proverbios que
usaron la segunda persona, le fueron enseñados a Salomón por sus
maestros. Y que los Proverbios que usaron la tercera persona, fueron
compuestos por Salomón mismo.
Podemos decir que existe una diferencia entre el libro de Proverbios y los
Proverbios de otros escritos. Por ejemplo, los griegos fueron importantes en
la tarea de escribir Proverbios, especialmente los poetas gnósticos. Uno
puede apreciar más esto al leer el griego. Eran muy inteligentes en la forma
en que se expresaban en el idioma griego y muchos de ellos eran un juego de
palabras en ese idioma.
Ahora, hay algunas características de los Proverbios que creemos
deberíamos destacar.
1. La primera de ellas es que Proverbios no tiene ninguna declaración que no
sea científica o alguna observación que sea errónea. Por ejemplo, en el
capítulo 4, de este libro de Proverbios, versículo 23, dice: "Sobre toda cosa
guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida". Y transcurrieron
unos 2700 años antes de que Harvey descubriera que la sangre circulaba en
el cuerpo impulsada por el corazón. Como contraste a esto, en un libro
apócrifo, la carta de Bernabé, se hace mención de la mitológica Ave Fénix, un
ave fabulosa, que se consumía en el fuego y resucitaba de sus propias
cenizas, volviendo a la vida. Pues bien, esa es una fábula que no aparece en el
libro de Proverbios ni en ninguna otra parte de la Biblia. Ahora, es extraño
que en un libro que contiene cientos de proverbios, ninguno de ellos vaya en
contra de la ciencia actual. Creemos que eso en sí mismo debería alertar a
cualquier persona inteligente hacia el hecho de que el libro de Proverbios ha
sido inspirado por Dios.
2. Lo segundo que podemos observar de Proverbios, es que está en un nivel
moral elevado. Los dichos inmorales que aparecen en otras obras, usted no
los puede encontrar aquí. Por ejemplo, Justino Mártir dijo que Sócrates era
un cristiano antes de la llegada de Cristo, lo que por supuesto sería una
imposibilidad. Y sus admiradores dicen que él presenta un alto concepto de
moralidad. Sin embargo, Sócrates también les dio instrucciones a las
prostitutas de cómo comportarse. Bueno, lo mejor que uno podría decir de él
es que era amoral.
3. También podemos decir que los Proverbios no se contradicen a sí mismos,
mientras que los proverbios escritos por las personas del día de hoy, con
frecuencia se contradicen entre sí. Por ejemplo, podríamos decir: "Al que
madruga, Dios le ayuda". Pero hay otro proverbio que dice: "No por mucho
madrugar, amanece más temprano". Luego hay otro proverbio que dice: "El
agua hace mal, y el vino hace cantar". Pero hay uno que lo contradice al
decir: "El agua no enferma, ni emborracha, ni hace mal, ni adeuda". Y
también hay otro que dice: "El agua corriente, no mata a la gente". Como
podemos ver, los proverbios humanos se contradicen porque las ideas entre
las personas difieren, a veces radicalmente. Pero no hay tales
contradicciones en el libro de los Proverbios porque, como hemos dicho, fue
inspirado por Dios y El no se contradice a sí mismo.
En su Comentario sobre Proverbios de la Enciclopedia de Conocimiento
Bíblico, el profesor Sid Buzzell destacó las siguientes características
peculiares del libro de los Proverbios. Muchas culturas antiguas del Medio
Oriente tuvieron obras dedicadas a la sabiduría. Aunque el libro de los
Proverbios es algo similar a dicha literatura, la sabiduría promovida por este
libro contiene un elemento que no se encuentra en esas otras obras. La
sabiduría de estos Proverbios de la Biblia contiene sagacidad práctica,
agudeza mental, y habilidad funcional, así como también una vida moral
recta e íntegra que brota naturalmente de una correcta relación con el Señor.
La frase que encontramos en 9:10, El temor del Señor es el principio de la
sabiduría, hace que el concepto hebreo de la sabiduría sea único. Para ser
sabio en el sentido Bíblico del término, uno debe comenzar estableciendo
una relación adecuada con Dios. Temer al Señor significa respetarle por ser
quien es y responder depositando en El nuestra confianza, rendirle nuestra
adoración, obediencia y servicio. Si Dios no es honrado y su Palabra no es
obedecida, entonces la sabiduría, tal como los sabios hebreos la definieron,
nunca puede ser alcanzada. El propósito del libro de los Proverbios es,
entonces, desarrollar en otros, especialmente en los jóvenes, un enfoque
hábil de la vida, que comienza con estar debidamente relacionado con el
Señor. Hasta aquí las opiniones del profesor Buzzell.
Ahora, mientras que el libro de Proverbios parece ser una colección de
dichos sin ninguna intención de presentar un orden en particular o un
arreglo ordenado preconcebido, algunos de nosotros creemos que el libro
desarrolla una historia, que percibiremos al avanzar en su estudio. En
realidad lo que aquí se relata es la imagen de un joven que comienza su vida.
Y la primera lección que él recibe se encuentra en el versículo 7 del primer
capítulo, que como ya hemos dicho es la clave de este libro. "El principio de
la sabiduría es el temor del Señor; los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza".
El citado profesor Buzzell concluyó que, de acuerdo con 1:2-4, podemos
distinguir 5 propósitos en la escritura de este libro. (1) Para aprender
sabiduría e instrucción (o disciplina); (2) Para conocer razones prudentes o
discernir dichos profundos; (3) Para adquirir instrucción y prudencia en una
sabia conducta, justicia, juicio y equidad; (4) Para dar sagacidad a los
ingenuos; y (5) Para dar a los jóvenes inteligencia y cordura. Estos
propósitos en realidad se centran en ayudar a los lectores a vivir
sabiamente.
Los Proverbios eran empleados por los padres para impartir sabiduría en
una forma que convertía el aprendizaje en un desafío, en una aventura. El
propósito al utilizar los proverbios era ayudar a los jóvenes a adquirir
habilidades mentales que promovieran una vida sabia, Tanto el contenido
como la estructura de estos dichos contribuían al desarrollo de los oyentes.
Se presentaba al proceso de aprendizaje como un reto que culminaba en una
recompensa. En la literatura de la sabiduría, tener la sabiduría de Dios
implicaba tener la capacidad de enfrentarse con las demandas de la vida de
una manera que honre a Dios. El profesor Toy, autor de un Comentario
Crítico y Exegético del libro de Proverbios, escribió que "la sabiduría es el
conocimiento de una vida recta en el sentido más elevado."
Dijimos entonces que el libro de Proverbios nos cuenta una historia. Y que
este joven que se menciona aquí descubre que hay dos escuelas que están en
pugna tratando de lograr que él vaya con una de ellas. Es como si él hubiera
recibido los catálogos de la universidad digamos, indicándole los beneficios
que puede recibir al asistir a una de ellas. Una de estas escuelas es conocida
como la de la sabiduría. La otra es conocida como la escuela de los
insensatos.
Bien, siguiendo adelante podemos decir que los consejos que se presentan
en este libro de Proverbios trascienden todas las épocas del trato de Dios
con los seres humanos. No hay ninguna diferencia si usted está en el Antiguo
o en el Nuevo Testamento. Sus verdades no han dejado de serlo y es un libro
provechoso para todos.
Ahora, alguien quizás presente una objeción diciendo "Pero en este libro no
se encuentra nada acerca del evangelio". Aquel de quien cuya sabiduría
habla este libro, no es otro que el Señor Jesucristo.
El libro de Proverbios no es una mezcolanza de declaraciones inconexas o no
relacionadas entre sí. Por el contrario, es un libro que sí tiene mucho sentido
lo cual podremos comprobar, y tiene un plan y una disposición ordenada.
Salomón tuvo algo que decir en cuanto a su propia enseñanza. En
Eclesiastés, capítulo 12, versículo 9, dijo: Cuanto más sabio fue el predicador,
tanto más enseñó sabiduría al pueblo. Escuchó, escudriñó y compuso
muchos proverbios". Otra versión tradujo: "Ponderó, investigó y ordenó
muchísimos proverbios".
Aquí hay algo que hará del libro de Proverbios una experiencia emocionante
para usted: hay en este libro un pequeño esbozo de cada personaje de la
Biblia, y vamos a sugerir algunos de ellos. Y usted al leerlo, seguramente
disfrutará descubriendo a otros. También creemos que usted descubrirá que
hay proverbios adecuados para describir a algunos de sus amigos y
conocidos, aunque quede librado a usted evaluar la conveniencia de
informarles a ellos sobre cuál es el proverbio que mejor les describe.
Seguramente hay un proverbio adecuado para cada uno de nosotros, y nos
resultará interesante recorrer todo este libro.
En cuanto a la estructura literaria del libro de Proverbios está basada en
estrofas formadas por dos oraciones pareadas. Las dos oraciones de cada
pareado están generalmente relacionadas entre sí por lo que se ha llamado
"paralelismo", de acuerdo con la poesía hebrea. Es que la poesía hebrea no
tiene rima o métrica, como nuestra poesía. La poesía hebrea consiste en el
paralelismo de ideas. Pueden destacarse cuatro clases de paralelismo:
1. Paralelismo sinónimo. En este caso, la segunda cláusula vuelve a expresar
lo dicho en la primera. Es decir, que expresa la misma idea con diferentes
palabras.
Tenemos un ejemplo: en el capítulo 19, de este libro de Proverbios, versículo
29, leemos: "preparados hay juicios para los insolentes y azotes para las
espaldas de los necios".
Podemos ver otros ejemplos en 1:2, que dice para aprender sabiduría e
instrucción, para conocer razones prudentes. Y en 2.11, que dice La
discreción te guardará, y te preservará la inteligencia.
2. Paralelismo antitético o de contraste. En este caso, una verdad que está
expresada en la primera cláusula, en la segunda cláusula se refuerza por
contraste con la verdad opuesta.
Tenemos un ejemplo en el capítulo 13, versículo 9: "la luz de los justos brilla
alegremente, pero se apagará la lámpara de los malvados". Aquí podemos
ver que la segunda afirmación está exponiendo la misma verdad pero, por
contraste, desde el punto de vista opuesto. Tenemos otros ejemplos en 10:1,
que dice El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es la tristeza de su
madre. También podemos leer 11:1 que dice: El Señor aborrece la balanza
adulterada, pero la pesa cabal le agrada.
3. Paralelismo sintético. En este caso, la segunda cláusula continúa o
desarrolla el pensamiento de la primera cláusula. Tenemos un ejemplo en el
capítulo 20, de Proverbios, versículo 2, que dice: "como rugido de cachorro
de león es la ira del rey; el que lo enfurece peca contra sí mismo".
A veces la segunda línea da un resultado de la primera línea, como podemos
ver en 3:6 que dice Reconócelo en todos tus caminos, y él hará derechas tus
veredas. Y también podemos ver el mismo caso en 16:3, que dice
Encomienda al Señor tus obras, y tus pensamientos serán afirmados. En
otras ocasiones, la segunda línea describe algo de la primera línea, como
podemos ver en 6:12 que dice El hombre malo, el hombre depravado, es el
que anda en perversidad de boca. Y también podemos ver el mismo caso en
15:3 que dice Los ojos del Señor están en todo lugar, mirando a los malos y a
los buenos.
A veces una línea da preferencia a lo que es citado en la otra línea. Hay 19 de
estos casos, reconocidos por las expresiones "más vale" o "mejor es".
Veamos los siguientes ejemplos: en 12:9 leemos Más vale el despreciado que
tiene quien lo sirva, que el jactancioso que carece de pan. Y en 16:16 leemos
Mejor es adquirir sabiduría que oro fino, y adquirir inteligencia vale más que
la plata.
4. Paralelismo emblemático. En este caso, una línea ilumina el significado de
la otra por medio de un símil o de una metáfora. Tenemos un ejemplo en
10:26 que dice Como el vinagre para los dientes y el humo para los ojos, así
es el perezoso para quienes lo envían. Podemos leer otro caso en 25:12 que
dice Como pendiente de oro y adorno de oro fino es el sabio que reprende al
oído atento. Y en este mismo capítulo 25:23 tenemos otro ejemplo que dice
El viento del norte trae la lluvia, y la lengua murmuradora, el semblante
airado.
Ahora conviene aclarar que no todos los versículos de Proverbios tienen 2
líneas. Algunos tienen 3 (como podemos ver en 1:27), unos pocos tienen 4
(como podemos ver en 30:9) y un versículo incluso tiene 6 líneas (como es
el caso en 30:4).
Vamos a presentar ahora un Bosquejo general que muestra las pautas sobre
las que está organizado el libro:
I. La sabiduría y la vanidad contrastadas, capítulos 1 al 9. Esta sección, está
encabezada por la frase "Los proverbios de Salomón", en 1:1. Considerando
que Salomón reinó del 971 al 931, los proverbios que él escribió podrían ser
fechados en el siglo 10 A.C.
II. Los Proverbios de Salomón, capítulos 10 al 24 (escritos y organizados por
él mismo.
III. Los Proverbios de Salomón, entre los capítulos 25 al 29, ordenados por
colaboradores de Ezequías. Considerando que Ezequías reinó del 729 al 686,
estos capítulos deben haber sido registrados en ese período.
IV. El oráculo de Agur, un sabio desconocido, en el capítulo 30.
V. Los Proverbios de una madre a Lemuel, en el capítulo 31. Se cree que era
Betsabé, la madre de Salomón,
Dios mediante, en nuestro próximo estudio, vamos a comenzar en el texto
mismo de este libro. Mientras tanto, le sugerimos que lea el primer capítulo
de Proverbios para estar así familiarizado con su contenido y pueda sacar el
mayor provecho posible de este estudio. Recordemos que este libro repite
una y otra vez el contraste entre la persona sabia, que tiene una correcta
relación con Dios, y el insensato, que es malvado o injusto. Este contraste se
resume en el Salmo 1:6, que dice: El Señor conoce el camino de los justos,
mas la senda de los malos perecerá.

Estudio bíblico de Proverbios 1:1-5


Proverbios 1:1-5
Llegamos hoy, amigo oyente, al primer capítulo del Libro de Proverbios, y
estamos seguros que usted ya lo ha comenzado a leer. Es posible que
algunos no lo consideren una historia emocionante, pero lo es. Esperamos
poder llevar el paso del Espíritu de Dios al recorrer este libro, porque en él
tenemos un verdadero mensaje para cada uno de nosotros. Está enfocado
hacia los jóvenes de ambos sexos. Es que tiene un mensaje especial para la
juventud. En la actualidad, como en todas las épocas, los jóvenes están
buscando respuestas a los interrogantes de la vida.
Al introducirnos en este libro deseamos que usted observe que esta obra no
ha sido preparada de manera poco sistemática, sin una planificación previa.
Tiene un mensaje concreto. Conocemos a muchísimas personas que creen
que pueden escoger unos proverbios sueltos de diversas partes del libro.
Esto se puede hacer, por supuesto, pero la verdad es que cuando elegimos
uno de ellos y lo consideramos, lo deberíamos leer en el párrafo al que
pertenece, para examinarlo en su debido contexto. Por ejemplo, un diamante
o una esmeralda, pertenecen al marco de oro o plata en que han sido
engastados. Y en esta ocasión el engaste o marco es el libro de los
Proverbios.
Ahora, hay algunos que tienden a leer el Libro de Proverbios de la misma
manera en que un hombre dijo que leía el diccionario. Este hombre dijo: "A
mí me gusta mucho leer el diccionario. Pero las historias son realmente
breves". Bueno, estimado oyente, quizá usted sienta lo mismo acerca de este
Libro de Proverbios, pero esperamos que al acompañarnos en su estudio, lo
vea de una manera diferente. Ahora, escuchemos lo que dice aquí en el
versículo 1:
"Los proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel"
Ahora, estas palabras identifican al mismo comienzo del Libro a su escritor,
el rey Salomón. Evidentemente Salomón reunió muchos proverbios de otras
fuentes. El fue el editor de todos los proverbios y al autor de algunos.
También se nos ha dicho que escribió más proverbios que no aparecen en
este libro.
Esta primera sección que tenemos ante nosotros presenta un contraste
entre la sabiduría y la necedad o insensatez. La sección abarca los capítulos
1 al 9.
Leamos ahora los versículos 2 al 4, donde la idea gira alrededor del

El niño en el hogar comenzando su vida


"Para aprender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, para
adquirir instrucción y prudencia, justicia, juicio y equidad; para dar
sagacidad a los ingenuos, y a los jóvenes inteligencia y cordura."
Hay diez palabras que se han utilizado en esta sección que parecen ser
sinónimos y, por supuesto, están relacionadas entre sí, pero no son iguales.
Nos gustaría tomar cada una de estas palabras y ponerlas bajo el
microscopio para poder observarlas. Y entonces comprobaremos que ellas
no son simplemente sinónimas, ni tampoco se han acumulado aquí para
hacer un comienzo impresionante. Se nos ha dicho que cada palabra de Dios
es pura así que examinemos algunas de ellas.
Aquí dice que los proverbios son para aprender sabiduría. ¿Qué se quiere
decir con sabiduría? La palabra sabiduría en la Biblia significa "la capacidad
para usar el conocimiento correctamente". Aparece en este libro 37 veces. Es
una palabra importante en las Sagradas Escrituras. Significa la utilización
correcta del conocimiento. Hay muchas personas brillantes
intelectualmente, que tienen conocimientos, pero les falta la sabiduría. No
parecen usar su conocimiento correctamente.
Y vamos a añadir algo más. La sabiduría en el Antiguo Testamento, para el
creyente de hoy, quiere decir, Jesucristo. En la Primera Epístola a los
Corintios, capítulo 1, versículo 30, se nos dice: Pero por él estáis vosotros en
Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, ? y tomemos nota ?
sabiduría, justificación, santificación y redención. Observemos que la
sabiduría es el número uno. Cristo es la sabiduría para el creyente del día de
hoy. Y conocer la sabiduría es conocer a Jesucristo. Pablo dijo en Filipenses
3:10 que su ambición era conocerle a Él". Estimado oyente, sería ideal que la
misma ambición de conocer a Cristo pudiera apoderarse hoy de su alma y de
la mía. Realmente la necesitamos.
La sabiduría aquí, por lo tanto, es Cristo. Y es la habilidad de poder usar el
conocimiento acertadamente. Conocer a Cristo es no actuar con insensatez,
es ser una persona sabia. Estimado oyente, puede que usted no sea alguien
brillante, pero cuando reciba a Cristo y le conozca, entonces tendrá
sabiduría.
La segunda palabra que tenemos es doctrina o instrucción; aparece unas 26
veces en este libro. Lo interesante es que a veces la misma palabra en hebreo
es traducida por la palabra "corregir" o "castigar". Por ejemplo, podemos
leer en Proverbios, capítulo 13, versículo 24, que dice: El que no aplica el
castigo, aborrece a su hijo; el que lo ama, lo corrige a tiempo. Así es que el
"corregir" aquí, quiere decir en realidad, "dar instrucción" Por lo tanto la
palabra "instrucción" significa enseñar por medio de la disciplina, y esta es
una verdad que se ha perdido de vista en la actualidad.
Nuestra sociedad contemporánea está verdaderamente descentrada y no
sintonizada con la Palabra de Dios. A veces se nos dice que la única razón
por la cual se pone a los criminales en la cárcel es para disciplinarlos y para
reformarlos. Ese nunca fue el propósito en el trato con los delincuentes de
acuerdo con la Palabra de Dios. Al tratar con los criminales. El propósito era
juzgarlos y castigarlos. No se dio ninguna otra razón. Por otra parte, cuando
usted está tratando con un hijo, tiene que disciplinarlo porque eso es parte
de su instrucción. Usted tiene que corregirle. Tiene que enseñarle por medio
de la disciplina. Su propósito no es castigarle ¿Y qué quiere decir todo esto?
Usted tiene que enseñarle a él por medio de la disciplina y no por medio de
penalidades o castigos. Escuchamos decir con frecuencia: "Ese niño debe ser
castigado". No. Ese no es el propósito. Lo hace para enseñarle por medio de
la disciplina. Nuestros propósitos se encuentran hoy confundidos:
disciplinamos a los delincuentes y castigamos a nuestros hijos. Necesitamos
regresar a los propósitos de Dios. Y hablando de las escuelas, con el
crecimiento estado de agresividad, violencia y abusos de alumnos contra
profesores, y de alumnos entre sí, no podemos decir en ninguna manera que
los métodos actuales, tanto en el hogar como en la escuela, son adecuados y
efectivos.
A un padre se le preguntó. ¿Les pega usted a sus hijos? "Bueno, contestó él:
solo en defensa propia". Esta expresión no es una salida humorística sino
que refleja una preocupante y creciente realidad, como es la violencia de
hijos contra padres. Parece que se han invertido los papeles y los hijos
instruyen a los padres sobre lo que tendrían que hacer y sobre cómo deben
ser tratados. Es cierto que muchos padres necesitan recibir lecciones sobre
disciplina, y sobre lo que deberían haber hecho en su momento, pero no
precisamente de los hijos.
Recapitulando entonces, la instrucción consiste en enseñar por medio de la
disciplina. Y Dios, nuestro Padre Celestial, es excelente en enseñarnos de esa
manera. Aprendemos mucho cuando Su mano ha ejercido sobre nosotros la
disciplina.
Además se nos dice en este pasaje que los proverbios son para conocer
razones prudentes o dichos profundos. El conocer y entender implican
inteligencia. También en el día de hoy tenemos otra palabra:
"discernimiento". Hoy necesitamos reconocer que Dios espera de nosotros,
que utilicemos nuestra inteligencia. Él espera que nosotros utilicemos el
sentido común.
En el versículo 3 tenemos la palabra justicia. Implica rectitud, un
comportamiento correcto. Cierto profesor de Sociología en la universidad,
que solía enseñar a sus alumnos que lo correcto era relativo, tenía por
costumbre preguntar a sus alumnos con una sonrisa de satisfacción: Pero
bueno, ¿qué es correcto? Bueno, podemos contestar que aunque quizá no lo
conocíamos antes, como estudiantes que éramos, lo sabemos hoy y podemos
decir que lo correcto es lo que Dios define como correcto. Fue Dios quien
separó la luz de las tinieblas. Nosotros no podemos hacer que salga el sol o
que se ponga. Solo Dios está controlando el funcionamiento del universo. El
hizo la luz y la oscuridad. El es entonces el que declara lo que es correcto y lo
que no lo es.
Usted puede decir hoy: Bueno, ¿es correcto hacer esto? Es correcto, está
bien, estimado oyente, si Dios dice que está bien. Alguien dirá: "Y, ¿está mal
hacer esto?" Bueno, es malo si Dios dice que lo es. Lo bueno y lo malo en el
día de hoy no son términos relativos excepto en la mente del ser humano de
nuestro tiempo.
La creencia que hoy prevalece es que la persona término medio es la que se
convierte en la norma, en el modelo de referencia. Esa es una de las razones
por las cuales hay hoy tanta deshonestidad, inmoralidad y corrupción.
Porque, el bien y el mal se han convertido en términos relativos. Dios ha
dicho que no lo son. Y tal como la luz y la oscuridad, el bien y el mal son
términos absolutos.
Y en el versículo tres tenemos también la palabra juicio. Quiere decir que
nosotros tenemos que juzgar, que emitir juicios. Es lo mismo que tomar una
decisión. Durante su viaje por la vida el creyente llega a encrucijadas. Y tiene
que tomar decisiones sobre qué rumbo seguir. Y cuando no sabemos qué
decisión tomar, tenemos que consultar a Dios para tomar la decisión
correcta. Y tenemos la seguridad de que el Señor nos va a dirigir de tal
manera que no tengamos dudas ni cometamos errores.
Y en este versículo tres llegamos a la palabra equidad. Y esta palabra se
refiere al principio más que a la conducta. Creemos que el hijo de Dios no ha
sido colocado bajo ciertas reglas, pero también creemos que se nos han dado
grandes principios, y que estos principios deberían guiarnos. Por ejemplo,
cuando estábamos estudiando la Epístola del Apóstol Pablo a los Romanos,
usted recordará que dijimos que allí se mencionaba el gran principio. Se
encuentra en 14:22 y dice Dichoso el que no se condena a sí mismo en lo que
aprueba. Otra versión lo traduce así: dichoso aquel a quien su conciencia no
lo acusa por lo que hace. El creyente tendría que sentir entusiasmo por lo
que hace. Hay demasiada conducta cristiana que se realiza como su uno
estuviera pisando cáscaras de huevo. Muchos cristianos dicen "bueno no sé
si debería hacer esto o no". Estimado oyente, el principio establece que si
usted adopta cierta conducta o un acto o acción concreta de una forma
entusiasta, entonces no lo debería realizar en absoluto. Lo que hagamos,
deberíamos hacerlo con una actitud de anticipación, emoción y alegría.
Deberíamos estar plenamente convencidos de que esa es la acción correcta
No tendríamos que tener escrúpulos de conciencia después de haber
actuado. Por ello es feliz aquel que después de haber hecho algo no tiene
remordimientos de conciencia. Si usted, al mirar atrás piensa, "ojalá no
hubiera hecho esto", entonces fue un error que lo hiciera. En asuntos
dudosos en los cuales la Biblia permanece en silencio, este es un gran
principio que le guiará a usted en su conducta. Si usted puede recordar lo
que hizo ayer y sentirse satisfecho delante de Dios por haber hecho algo o
por haber actuado de cierta manera, entonces sabrá que usted hizo lo bueno
y correcto.
Otro gran principio es que debemos compartir las debilidades, los unos con
los otros, antes que simplemente complacernos a nosotros mismos.
Deberíamos preguntarnos: ¿Esto que estoy diciendo o haciendo es una
ofensa para mi hermano o hermana en Cristo? Esos son grandes principios
de conducta que deberían guiar al creyente. Bien, sigamos adelante ya que
hemos pasado bastante tiempo en esto.
El versículo cuatro nos continúa diciendo que los proverbios son para dar
sagacidad a los ingenuos o inexpertos. O sea, que hay que actuar con
prudencia. Implica ser sabio en lo que uno hace. Un hijo de Dios no debería
actuar con insensatez.
Algunas decisiones individuales y familiares se toman a veces
impulsivamente, imprudentemente y con el tiempo traen consecuencias
desastrosas. Es en esos momentos críticos de la toma de decisiones donde se
requiere una sabiduría que Dios solo puede dar, debemos aplicarla a esas
situaciones concretas. Recordemos las palabras del Señor Jesucristo,
pronunciadas cuando envió a los doce apóstoles a su primera misión
evangelizadora a los judíos; palabras pronunciadas en Mateo 10:16. Dijo
Jesús: Sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Estas
palabras están dirigidas también a nosotros, para ser aplicadas en las más
variadas circunstancias.
El versículo 4 continúa diciendo que los proverbios son para dar a los
jóvenes inteligencia o conocimiento. Aquí esta inteligencia o conocimiento
consiste en información útil para un joven. En cierto laboratorio científico de
una Universidad, se había colocado un cartel que servía como lema de los
estudiantes de ese lugar, y en el cual se leía lo siguiente: "Después del
conocimiento, lo más importante es saber dónde hallarlo". Y esa es la razón
por la cual es bueno tener la Biblia a mano y acostumbrarse a leerla, para
poder encontrar en ella lo que desea saber sobre un determinado tema o
asunto.
La última palabra que se utilizó en este versículo fue cordura o discreción.
Ahora, ¿qué es lo que quiere decir cordura? Eso quiere decir seriedad,
solicitud o consideración. Aquí se está pensando en los jóvenes en general.
Que sean descuidados en esos aspectos del carácter. Es siempre agradable
encontrar a cristianos amables, atentos, que a veces nos sorprenden que un
detalle, con algo que ellos saben que necesitamos y que no tenemos. Y de esa
manera revelan su solicitud y su preocupación por los demás. Son
características que todos deberíamos tener y que honran a la fe cristiana que
profesamos y, sobre todo, honran al nombre de Cristo.
Este Libro de Proverbios, como podemos comprobar, es sumamente
práctico. Y teniendo en cuenta nuestra incapacidad natural para adquirir
estas virtudes tan elevadas por nuestro propio esfuerzo, nos instruirá sobre
lo que hace falta añadir a nuestro carácter cristiano, para que, con la ayuda
del Espíritu de Dios, estas hermosas cualidades se incorporen a nuestra vida.
Ahora vamos a leer el versículo quinto de este primer capítulo de
Proverbios, que encabeza un párrafo en el cual oiremos hablar de aquello
que constituye

El desafío
"El sabio los escucha y aumenta su saber, y el inteligente adquiere
capacidad"
Esta virtud que aquí se menciona ha sido la característica de todos los
grandes hombres. Ellos nunca llegaron a un punto en el cual consideraron
que ya habían aprendido todo.
A veces nos hemos encontrado, en todos los sectores de la sociedad, con
personas que han alcanzado la fama por haberse destacado en el ejercicio de
su profesión. Algunos de estos personajes revelan una gran arrogancia. No
aceptan la menor sugerencia, o corrección, porque creen haber alcanzado la
totalidad del conocimiento en su área profesional. Creen saberlo todo. Y con
esa actitud, lo que demuestran es su falta de sabiduría, y su incapacidad para
asimilar nuevos conocimientos. Algo que los caracteriza es que siempre
están hablando de sí mismos, y demuestran no saber escuchar a los demás.
Por ello este libro contiene una advertencia y nos recuerda que el que es
verdaderamente sabio, escuchará e incrementará sus conocimientos.
Pero aquí se nos dice: Oirá el sabio, y continúa diciendo: y aumenta su saber,
y el inteligente adquiere capacidad. Este, estimado oyente, es el desafío, el
reto que caracteriza a la totalidad de este libro de los Proverbios. Salomón
dijo que si una persona es inteligente, escuchará lo que se está diciendo en
estos proverbios... Otra versión de este versículo 5 lo traduce de la siguiente
manera. El que es sabio e inteligente los escucha y adquiere así más
sabiduría y experiencia.
Estimado oyente, no se trata de escuchar lo que yo tengo que decir, sino de
escuchar lo que el Espíritu de Dios tiene que decir en este Libro de
Proverbios. Como estamos viendo ya desde este primer capítulo, esta obra
expone grandes verdades, expresadas en oraciones breves. Y son verdades
eminentemente prácticas, asuntos y temas de nuestra vida diaria, y que
pueden enriquecer nuestra relación con Dios, nos enseñan a vivir con una
conciencia tranquila, nos explican cómo ser sabios y prudentes en las
decisiones importantes de la vida, y nos explican cómo vivir en armonía con
nuestra familia y con nuestros amigos. En realidad, casi podríamos decir que
estos proverbios son como un espejo que nos revela directamente y con
sencillez, cómo somos en realidad, a la vez que nos advierten sobre las
consecuencias de la insensatez y el orgullo. En otras palabras, nos ayudan a
cumplir el propósito de Dios en nuestro andar por esta tierra.
Por todo ello, estimado oyente, insistimos en la lectura y estudio de la Biblia.
En todos sus libros, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Dios
se revela de una manera directa a los seres humanos, que se encuentran
alejados de Él y controlados por el pecado, llamándolos a establecer una
relación con El por medio del Señor Jesucristo. Le invitamos a responder a
esa revelación, a esa invitación, para que por la obra de Su Espíritu, pueda
comenzar en usted una obra de liberación y transformación que afectará a
toda su vida. Porque aunque ésta se termine, después de la resurrección
vivirá usted eternamente en la presencia de Dios con todos aquellos que le
pertenece

Estudio bíblico de Proverbios 1:6-33


Proverbios 1:6-33
En este día, amigo oyente, regresamos al Libro de Proverbios. En nuestro
programa anterior tuvimos un estudio de palabras que se encuentran en los
versículos 1 al 5 de este capítulo 1. Llegamos ahora a un reto, a un desafío,
como pudimos ver en nuestro programa anterior; en la primera parte del
versículo 5, hablando de los proverbios decía: El sabio los escucha y
aumenta su saber, y el inteligente adquiere capacidad. Ahora, aquí en el
versículo 6, nos dice para qué adquiere capacidad.
"Para entender los proverbios y sentencias, las palabras de los sabios y sus
enigmas."
Hay otro proverbio que expresa la misma idea, en el 25:2, que dice: Gloria de
Dios es encubrir un asunto; pero honra del rey es investigarlo. Dios ha dado
el evangelio claramente para que pueda ser proclamado de forma pública.
Pero hay mucha verdad que se encuentra en la Palabra de Dios, que es como
los diamantes. Dios no ha esparcido diamantes sobre la tierra. Las joyas, y
todo lo que es de mucho valor, lo ha escondido, por así decirlo, para que el
hombre tenga que buscarlo y encontrarlo. El hombre tiene que hacer un
esfuerzo para hallarlo. El oro tiene que ser extraído de las entrañas de la
tierra, así como también los diamantes y otras cosas valiosas, como en el
caso del petróleo por ejemplo, que exige una búsqueda y perforar la tierra.
¿Por qué? Porque es así como Dios hace las cosas. Forma parte de la gloria
de Dios ocultar un asunto o tener secretos.
Ahora, la Palabra de Dios merece todo el estudio que usted pueda dedicarle.
El Señor Jesucristo dijo en Juan 5:39: Escudriñad las Escrituras; porque a
vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna. O sea que El dijo con
toda claridad que había que estudiarlas. Usted cree que lo ha encontrado
porque aún no lo ha buscado. Quizás usted ha estado leyendo la Biblia de
una manera superficial u ocasional, y no ha encontrado el verdadero tesoro,
el mensaje que allí se encuentra. El verdadero tesoro está allí y es Cristo. La
totalidad de este versículo de Juan 5 dice: Escudriñad las Escrituras; porque
a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y añade, y ellas son
las que dan testimonio de mí. Estimado oyente, si usted no ha encontrado a
Cristo Jesús en la Biblia, entonces usted no ha estado buscando los
diamantes; usted no ha estado excavando a la profundidad suficiente como
para encontrarlos. Eso es lo que se nos dice aquí en el Libro de Proverbios
capítulo 1, versículo 6; leámoslo otra vez. Para entender los proverbios y
sentencias, las palabras de los sabios y sus enigmas. Es decir, que Dios ha
colocado esas grandes verdades aquí en Su libro. y diríamos que la tragedia
de nuestro tiempo es la ignorancia de la Palabra de Dios a todos los niveles
en que se supone que debía ser leída y conocida en profundidad. Tiene que
haber un estudio serio, intenso de esa Palabra. De alguna manera existe hoy
la idea de que uno puede leer rápidamente un pasaje de la Biblia y
comprender todo lo que allí se dice. Confiamos en que hayamos podido
descubrir una cosa por lo menos en este estudio, llegando a la conclusión de
que usted no podrá descubrir las pepitas de oro de la Palabra de Dios sin un
estudio atento y detenido de la misma.
En la localidad de Fort Myers, en el estado de Florida, en los Estados Unidos,
se encuentra el hogar y el laboratorio donde trabajaba Thomas A. Edison, y
donde también existe un museo. Una de las cosas que él estaba buscando,
tratando de descubrir, era el caucho sintético. Edison tenía como vecinos a
Firestone y a Henry Ford, y uno ya puede darse cuenta por qué estos dos
personajes estarían tan interesados en seguir de cerca el proyecto y estaban
trabajando con él. En su laboratorio había cientos de tubos de ensayo y
probetas. Edison estaba tomando todas los elementos que uno pueda
imaginarse, y haciendo experimentos para ver si podía obtener caucho
sintético de ellos. ¿Y sabe dónde lo consiguió al final? En esa planta que se
conoce como diente de león o amargón. Ahora, ese sería uno de los últimos
lugares donde uno buscaría caucho sintético. Pero así era su forma de
trabajar experimentando y buscando todas las posibilidades.
Y al observar la labor que se realiza en un laboratorio de esa clase, y los
cientos de probetas que esta gente utiliza, y las largas horas que los
miembros de un equipo de investigación tienen que pasar trabajando allí
para tratar de encontrar algo, uno no puede menos que pensar en la poca
atención que le dedicamos hoy a la Palabra de Dios, donde uno puede
realizar verdaderos experimentos y uno puede llevar a cabo verdaderos
estudios. Y en el día de hoy, estimado oyente, el desafío que tenemos ante
nosotros en el Libro de Proverbios, y frente al cual debemos reaccionar
positivamente es éste, tal como fue elocuentemente expresado por el apóstol
Pablo en 2 Timoteo 2:15: Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la
Palabra de verdad. Este es el gran desafío que el autor de la Biblia pone
delante de nosotros. Leamos a continuación el versículo 7, que nos presenta

La idea clave del libro


"El principio de la sabiduría es el temor del Señor; los insensatos desprecian
la sabiduría y la enseñanza."
Aquí en la segunda línea o parte de este versículo tenemos un contraste
interesante. Nos explica el motivo por el cual los insensatos o necios no salen
de su ignorancia. La experiencia no les enseña nada.
Para ilustrar esto tenemos una sencilla historia que quizá nos ilustre esta
realidad. En cierta ocasión un hombre de negocios iba viajando por la
carretera en su automóvil, y de pronto uno de los neumáticos reventó. Tuvo
que salir de la carretera y detener su automóvil al lado de un manicomio. Del
otro lado de la cerca estaba un hombre observándolo con mucha curiosidad,
y miraba mientras este automovilista cambiaba la rueda de su automóvil.
Nunca le dijo nada a él, simplemente permaneció allí mirándolo. El
automovilista tampoco quería decirle nada, porque no sabía en qué
condiciones se encontraba ese hombre que estaba allí internado. Así es que,
cuando él quitó la rueda de su automóvil, colocó las tuercas
correspondientes en el tapacubos. Pero inclinó accidentalmente el
tapacubos y entonces las tuercas cayeron por una alcantarilla y no las pudo
recuperar. Y este hombre se quedó allí rascándose la cabeza sin saber qué
hacer. Entonces, el hombre que le había estado observando le dijo: "¿Por qué
no quita una tuerca de cada una de las otras ruedas y la coloca en esa que no
tiene ninguna y va a la estación de servicio, y allí podrá conseguir las otras
que le faltan para fijar la rueda?". Ante esa sugerencia, el automovilista le
miró sorprendido y le dijo: "¿Por qué no se me ocurrió a mí esta idea?" Usted
está en una institución psiquiátrica y yo estoy aquí afuera, y sin embargo,
usted es quien pensó en la solución". A lo cual, el internado le respondió:
"Bueno, yo puedo estar loco pero no soy tonto". Bueno, en cierto sentido,
este libro de los Proverbios está intentando quitarnos a usted y a mí de una
actitud de insensatez permanente que nos impide ver cosas evidentes de la
vida diaria, que de esa manera nos pasan desapercibidas. Es que este libro
que estamos estudiando tiene mucho que decir acerca de la necedad, la
insensatez o la estupidez, es decir, de esa torpeza para comprender las
cosas. Veamos ahora lo que nos dicen los versículos 8 y 9:
"Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza
de tu madre, porque adorno de gracia serán en tu cabeza, y collares en tu
cuello."
Esta es una importante relación familiar. Hay muchos de nuestros oyentes
que provienen de hogares en los que tuvieron padres piadosos. Ellos les
instruyeron, les enseñaron a amar a Dios y Su Palabra, y nunca se apartaron
de las buenas cosas que aprendieron en su hogar. Por otra parte, deseamos
que Dios tenga misericordia de los padres que no estén instruyendo a sus
hijos en las enseñanzas de Dios.
Pasaremos ahora a otro tema, Leamos el versículo 10, de este capítulo 1, de
Proverbios, donde se comienza a hablar sobre

La tentación fuera del hogar


"Hijo mío, si los pecadores intentan engañarte, no lo consientas."
Ahora, las circunstancias se sitúan fuera del hogar. Cuando el joven sale del
hogar, ¿cuál es la primera persona con la que hablará? Bueno, generalmente
entrará en contacto con un pecador porque la mayoría de la raza humana
está formada por pecadores que aun no han venido a Cristo. Todos nosotros
somos pecadores, pero el joven se va a encontrar con el pecador que aun no
ha sido redimido y en consecuencia su vida está controlada por el pecado. Y
entonces, ¿cuál debe ser su actitud en cuanto a esta persona? Bueno, si esa
persona intenta engañarle, el proverbio le dice No lo consientas.
Recordemos que en la introducción al libro de los Proverbios, mencionamos
que en esta obra uno encuentra Proverbios que se corresponden con
personajes de la Biblia. Y que probablemente uno también encontrará
proverbios con los que pueda comparar a amigos. Vamos a leer nuevamente
este proverbio: Hijo mío, si los pecadores intentan engañarte, no lo
consientas. Creemos que éste encaja con un personaje de la Biblia. ¿No le
parece, estimado oyente, que describe a José cuando fue llevado como un
esclavo a Egipto y la mujer de Potifar intentó seducirlo? Pero él no lo
consintió. Este proverbio del versículo 10 es entonces un ejemplo positivo
de su experiencia en aquella tentación.
"Si te dicen: Ven con nosotros, pongamos asechanzas para derramar sangre,
acechemos sin motivo al inocente; los tragaremos vivos, como el sepulcro, y
enteros, como los que caen en la fosa; hallaremos toda clase de riquezas,
llenaremos nuestras casas con el botín."
El pecador ya tiene un plan y un programa para obtener algo sin pagar nada.
El vive a costa de alguien y hace que alguien más sufra para que él pueda
prosperar. Ahora el versículo 14 dice:
"Ven, une tu suerte a la nuestra y hagamos una bolsa común entre todos"
Esta es la filosofía de nuestros tiempos: "Vivamos todos del mismo fondo
común". Y por lo general, aquellos que tienen esta forma de pensar no están
haciendo nada por ellos mismos. Ellos quieren que la gente que trabaja
comparta el fruto de su trabajo, pero ellos no tienen ninguna clase de
contribución que hacer. Esa es una filosofía falsa de la vida. Se trate de usar
toda clase de métodos, aun métodos nada honrados, para obtener algo a
cambio de nada. Esa es la forma de ver la vida de algunos en nuestro tiempo.
(El autor de estos estudios bíblicos, el Dr. Vernon McGee contaba que
cuando su padre falleció en un accidente (él tenía 14 años de edad), su
madre y su hermana lo llevaron de regreso a la ciudad de Nashville, donde
estaba su hogar. Y él tuvo que ponerse a trabajar. No pudo continuar en la
escuela porque hacía falta dinero en la casa. Consiguió un trabajo en una
ferretería que vendía de todo al por mayor. No sólo vendían cosas relativas a
la ferretería, sino que también vendían dulces y toda clase de artículos. Y él
tuvo que trabajar en el departamento de correspondencia con otros jóvenes.
Bien, el Dr. McGee contaba que estos jóvenes no eran muy buenos, se habían
dado cuenta que uno podía sacar de las cajas de dulces un pequeño paquete,
y que nadie se daría cuenta de ello ya que se vendía al por mayor, y allí había
por lo menos unas cincuenta cajas. Pues bien, uno podía llenar varias de
ellas por uno mismo, y el Dr. McGee confesaba que el primer día él cooperó
con los muchachos y que luego su conciencia comenzó a molestarle durante
la noche, ya que se dio cuenta que eso no estaba bien, porque estaba
robando. Así que, al día siguiente fue y le dijo a sus jóvenes compañeros de
trabajo que él no quería seguir tomando lo que no le pertenecía, sino
dedicarse a trabajar honradamente. Calculó que eso era lo mejor que podía
hacer. )
Ahora, debemos decir estimado oyente, que es fácil para un joven caer en las
costumbres turbias de un grupo de holgazanes, por la presión que ejercen
las malas amistades y compañías en ciertos tipos de trabajos. Hay gente que
trabaja lo menos posible y no producen de acuerdo al pago que están
recibiendo. Y es fácil dejarse arrastrar y cooperar con esa clase de gente. Es
por tal motivo que en estos proverbios se le dan consejos al joven para
cuando salga de su hogar. En el versículo 15, leemos:
"Tú, hijo mío, no vayas en el camino con ellos, sino aparta tu pie de sus
senderos"
Esta es la clase de separación en la cual la Biblia es muy clara. El apóstol
Pablo escribió en 2 Corintios 6:17, Salid de en medio de ellos y apartaos, dice
el Señor. El apóstol se estaba refiriendo a la idolatría, pero con toda certeza
sus palabras se pueden aplicar aquí. Es como si Salomón hubiera aconsejado
a ese joven que había salido del hogar: "líbrate de esas malas compañías que
te rodean", Ahora, en los versículos 16 al 18, de este capítulo 1, de
Proverbios, leemos:
"Porque sus pies corren hacia el mal, se apresuran a derramar sangre. En
vano es tender una red ante los ojos del ave, pero ellos a su propia sangre
ponen asechanzas, contra sí mismos tienden la trampa."
Cuando uno se enreda en estas acciones malas o dudosas, éstas finalmente lo
llevarán a su propia destrucción. Usted quedará atrapado en su propia red. Y
el versículo 19, dice:
"Así son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida de
sus poseedores."
Y esta es la condenación al comienzo de la codicia. Usted y yo vivimos en una
época materialista en el día de hoy. No faltan hoy profesores de
universidades que creen que esos centros de estudio deberían apartarse de
la enseñanza de un materialismo extremo. Piensan que se debe retornar a
los valores de la religión. Es que están despertando a una realidad
preocupante. La codicia es el gran pecado de la hora actual. Y es lo que este
proverbio está condenando aquí. Leamos ahora el versículo 20, que presenta

Una invitación a la escuela de sabiduría


"La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas"
La sabiduría está aquí recomendándole al joven que venga a su escuela para
aprender verdaderamente algo. Y luego, los versículos 21 y 22, de este
capítulo 1, de Proverbios, dicen:
"Clama en los principales lugares de reunión, a la entrada de las puertas de
la ciudad dice sus razones: ¿Hasta cuándo, ingenuos, amaréis la ingenuidad?
¿Hasta cuándo los burlones desearán burlarse y los insensatos aborrecerán
el conocimiento?"
La simplicidad equivale a la estupidez, a la insensatez. Fue como si la
sabiduría estuviera preguntando: "¿hasta cuándo permaneceréis en ese
estado?" Cierto joven que tendría unos 20 años decía que había estado
atrapado por las drogas por tres años. Y al hablar de su pasada condición
repetía una y otra vez: "Ah, cuán tonto, cuán insensato fui". Y nuestra
pregunta va dirigida con verdadero afecto a todos aquellos que se
encuentren en esa condición; ¿por cuánto tiempo van a permanecer en ese
estado? ¿No les parece que ha llegado el momento de entrar en esta escuela
de la sabiduría? Y el versículo 23, continúa expresando una invitación
urgente y dice:
"¡Volveos a mi reprensión!, pues ciertamente yo derramaré mi espíritu
sobre vosotros y os haré saber mis palabras."
Avancemos ahora hasta el final del capítulo 1 de Proverbios y leamos el
versículo 32, que dice:
"Porque el desvío de los ignorantes los matará, la prosperidad de los necios
los echará a perder"
Apartarse, alejarse de Cristo, el Salvador, el único que puede restaurar las
vidas de las personas, es un suicidio espiritual. Y el último versículo de este
capítulo 1, de Proverbios, el versículo 33, dice:
"Pero el que me escuche vivirá confiadamente, estará tranquilo, sin temor
del mal."
Esta es una magnífica expresión. Parece estar dirigida a nosotros, que
vivimos en la sociedad de la abundancia, aunque dentro de la misma haya,
por supuesto, grandes desigualdades. Y en esa sociedad con frecuencia
evaluamos a las personas por la casa en que viven, por el coche o coches que
tienen, por el sueldo que suponemos que reciben, o por la cuantía que
imaginamos tienen en el banco. ¿No estaremos disfrutando de la
prosperidad de los insensatos? Cuánto necesitamos hoy aprender a oír, a
escuchar con atención la Palabra de Dios. Y no solamente a oírla, sino
también a ponerla en práctica, a cumplirla, a obedecerla. Sólo así podremos
vivir confiada y tranquilamente, sin temor al mal, como bien dice este
proverbio del versículo 33. ¡Quiera Dios ayudarnos a alcanzar esta sabiduría
que Él quiere darnos!
Y aquí, estimado oyente, vamos a detenernos por hoy. Dios mediante, en
nuestro próximo programa, continuaremos con este estudio de Proverbios y
comenzaremos con el capítulo 2. Le sugerimos que lo lea antes de nuestro
próximo encuentro para estar así familiarizado con su contenido. Le
invitamos pues, a acompañarnos.

Estudio bíblico de Proverbios 2:1-22

Proverbios 2:1-22
Amigo oyente, volvemos hoy al Libro de Proverbios y vamos a observar lo
que dice el capítulo 2. Confiamos en que usted ya se habrá dado cuenta que
los dichos que se encuentran aquí en Proverbios no se han reunido en este
libro de una forma descuidada o por casualidad. Aquí se cuenta una historia,
cuyos eventos están relacionados. Tenemos ante nosotros un desafío, un
reto presentado a un joven para que llegue a ser una persona sabia. Se le
recomienda que escuche, que incremente su conocimiento. Él tiene que
comenzar a aprender de su padre y de su madre en el hogar y esa es la
lección básica antes de que entre en la escuela. Y esa primera lección básica
le será de utilidad aun cuando en el futuro adquiera conocimientos más
avanzados. Esa lección fundamental es la siguiente; "El temor del Señor es el
principio de la sabiduría" (como leímos en 1:7)
Ahora, la forma de saber acerca del Señor es `por medio de Su Palabra. Hay
muchas personas que dicen que para entender la Palabra de Dios hay que
tener un alto grado de inteligencia. Estimado oyente, permítanos decir que
nada está más alejado de la verdad. Dios no dice que eso es lo esencial. Sin
embargo, en este capítulo donde el joven comienza, se pondrá en claro que si
él ha de conocer la voluntad y la palabra de Dios, tendrá que estudiar. No
puede entretenerse ni andar con titubeos, ni andar recogiendo margaritas a
lo largo del camino de la vida; tendrá que aplicar su corazón a la sabiduría.
En consecuencia, tendrá que estudiar la Palabra de Dios.
Leamos ahora el versículo 1 de este capítulo 2 de Proverbios, que comienza
a hablar sobre

La fuente de la sabiduría
"Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas en ti mis mandamientos"
Aquí dice: hijo mío. Evidentemente este es el consejo que se le da al joven. EL
comenzó como un niño en el hogar. Luego creció lo bastante como para
hacer frente a la vida y entonces recibe consejo de una persona sabia. Su
vida en el hogar como un muchachito, luego su crecimiento, ahora
haciéndole frente a la vida, y recibe este consejo de parte de una persona
sabia en el andar de la vida. Aparentemente ésta podría haber sido la
primera lección que él recibe en el colegio. Desgraciadamente él no
aprendería esto en algunas escuelas contemporáneas.
La frase prosigue: Hijo mío, si recibes mis palabras. Las Palabras de Dios
tienen que ser recibidas. Sus mandamientos han de ser guardados o
acumulados con las cosas más valiosas de nuestra vida.
Cierto hombre tenía una caja de seguridad en un banco e iba allí
regularmente cada semana. Iba para contar lo que allí había atesorado. Le
agradaba ir al lugar donde se encontraban sus riquezas. Había acumulado
algunas acciones y bonos, y le encantaba ir a mirarlos. Y hemos oído de una
mujer que poseía valiosas joyas. Le agradaba sacarlas de su alhajero y
admirarlas. Esa es la manera en que la Palabra de Dios debería ser guardada,
atesorada. Recordemos esta recomendación de atesorar sus mandamientos.
Leamos ahora el versículo 2:
"Haciendo estar atento tú oído a la sabiduría; si inclinas tu corazón a la
prudencia"
Aquí dice inclina tu oído. O sea, mantener el oído abierto. Algo tiene que
entrar por la puerta del oído, pero su destino final es el corazón. Cuando la
Palabra de Dios llega al corazón, produce entendimiento. Ahora, él no ha
terminado con este mandamiento, y continúa insistiendo en el desafío.
Leamos el versículo 3:
"Si invocas a la inteligencia y pides que la prudencia te asista"
Observemos lo que nos está diciendo aquí. Pedro lo expresó de la siguiente
manera en su primera carta 2:2, diciendo: desead, como niños recién
nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para
salvación. Se refiere el apóstol a la Palabra de Dios. ¿Ha visto usted, estimado
oyente, alguna vez a un bebé cuando su mamá le está dando el biberón? El
pequeño está acostado observando lo que su mamá le está trayendo y mueve
todo lo que tiene, sacude sus manos, mueve sus pies, y su boca está
deseando ansiosamente la leche de ese biberón. Y el hijo de Dios debería
igualmente actuar de esa manera frente a la Palabra de Dios. En cuando a la
situación espiritual de los cristianos en la actualidad, diremos que allí donde
hay un movimiento de renovación, usted puede notar que hay un renovado
interés en la Palabra de Dios. Aquí dice "Si invocas a la inteligencia", y ¿cuál
es ese conocimiento o inteligencia? Recordemos que el temor del Señor es el
principio de la sabiduría.
Y continúa diciendo el versículo 3 y pidas. Otra versión dice "si alzas tu voz".
Y otra dice "pide con todas tus fuerzas inteligencia y buen juicio". Nos
gustaría ver a jóvenes reclamando algo tan necesario. Leamos ahora el
versículo 4:
"Si la buscas como si fuera plata y la examinas como a un tesoro"
Cuando los hombres están buscando minas de plata, no se fijan en los
sacrificios que tienen que hacer, y muchos de ellos han encontrado la muerte
tratando de descubrir el preciado metal. Muchos han tenido que hacer viajes
largos, corriendo riesgos y realizando enormes esfuerzos, cruzando todo un
país para comercializarla. De esta manera deberíamos nosotros procurar el
conocimiento, el conocimiento de la Palabra de Dios. Deberíamos buscarlo
con la misma ansia que si estuviéramos extrayendo ese mineral de la tierra,
buscando algo de gran valor. Y dice el versículo 5 de Proverbios 2:
"Entonces entenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios"
Aquí se está hablando de algo que es más que simplemente una lectura
devocional. Sabemos de personas que han estado leyendo la Biblia para sus
momentos devocionales de meditación por años, y no han avanzado en su
conocimiento del texto Bíblico. Uno no puede aprender la Palabra de Dios
simplemente adoptando una actitud aparentemente piadosa y poniéndose a
leer unos pocos versículos de la Biblia. La verdadera forma de aprenderla es
atesorarla, leerla o escucharla con atención, aplicarla al corazón (al centro
de nuestros pensamientos y emociones), ansiar reclamarla y recibirla como
el alimento básico y buscarla como si fuera un metal precioso o un tesoro
escondido. Cuando tenemos esa actitud hacia la Palabra divina, entonces
aprenderemos mucho de ella. Y entenderemos cuál es el "temor reverente
del Señor" y el "conocimiento de Dios" que se mencionan en este versículo 5.
Cierto joven estaba hablando en una ocasión acerca de un examen bastante
difícil que tenía que rendir en el seminario, y era acerca de cierto libro de
Teología. Era un libro bastante aburrido y no se parecía por lo cierto en nada
a una novela de misterio. Y uno de los jóvenes estaba quejándose acerca de
eso. Él dijo: "Profesor, este es uno de los libros más secos que yo he leído". A
lo cual, el profesor le contestó: "Entonces humedécelo con un poco del sudor
de tu frente". Y así es como son las cosas, estimado oyente, según Dios dice, y
no hay ninguna clase de atajo o fórmula mágica para aprender los secretos
de la Palabra de Dios. No hay ninguna fórmula piadosa de aprenderla. No
hay ningún sustituto para el esfuerzo personal, como el que realizan
aquellos que trabajan para extraer de las entrañas de la tierra un preciado
tesoro. Y esa tarea no requiere una inteligencia privilegiada. Porque además
del esfuerzo que ponemos de nuestra parte, el Espíritu de Dios nos ayuda a
comprender el mensaje de la Biblia, y a trasladar su enseñanza a nuestra
vida práctica. Bueno, escuchemos lo que se nos dice aquí en el versículo 6, de
este capítulo 2, de Proverbios; dice:
"Porque el Señor da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la
inteligencia."
Si usted quiere sabiduría, estimado oyente, tiene que pedírsela a Él.
Recordemos lo que dijo el Apóstol Pablo, en su Primera Epístola a los
Corintios 2:9-10, Cosas que ojo no vio ni oído oyó ni han subido al corazón
del hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios
nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo examina,
aun lo profundo de Dios. Así que si Dios nos revela la verdad divina por
medio de Su Espíritu, quiere decir que El está aquí hoy para ser nuestro
Maestro. Y, estimado oyente, esa es la razón por la cual muchas personas que
no tienen ningún doctorado, ni han podido estudiar teología, sin embargo
tienen un conocimiento de la Palabra de Dios que muchos otros no pueden
lograr.
Un pastor nos ha contado que conoció a una anciana que no había recibido
más educación que la primaria o básica y que asistía a su iglesia llevando
una Biblia muy usada. Esa mujer era capaz de discutir o intercambiar
opiniones sobre temas Bíblicos y revelaba un gran discernimiento espiritual.
Sabía más teología y tenía un conocimiento Bíblico mayor que muchos
miembros de la iglesia, sin haber asistido nunca a un Seminario Teológico.
Tampoco había seguido cursos formales de preparación Bíblica. Pero pasaba
cada día cierto tiempo leyendo y examinando la Biblia y cuando tenía dudas
en su estudio personal, oraba a Dios pidiendo su dirección. Es decir que
tenía un corazón abierto a la Palabra de Dios, y la leía con verdadera ansia,
dispuesta a que el Espíritu de Dios fuera su Maestro. Realmente, Dios
respondía sus oraciones y le daba la sabiduría necesaria que ella, por las
circunstancias de su vida, no había podido adquirir por sí misma.
Estamos viviendo ahora en días cuando no hay demasiado interés por la
Biblia. Y en realidad, nos sorprende que haya tantas personas que quieran
estudiar la Biblia siguiendo este programa de radio. El Dr. Ironside dijo en
cierta ocasión, hace muchos años, lo siguiente: "Aun entre aquellos que dan
gran importancia y valor a las verdades preciosas de la Biblia, el estudio
diligente de la misma está disminuyendo". Y tememos que eso sea aun
verdad en círculos que han estado tradicionalmente interesados en el uso y
estudio de la Biblia. Pero por otra parte, en sectores que han estado
normalmente apartados de la influencia de la Biblia, ha surgido un interés en
su estudio. Por eso, bien dice el proverbio de este versículo 6, porque el
Señor da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la
inteligencia. ¿Y cómo podemos escucharle hablar? Con frecuencia solemos
decir que la Biblia es la Palabra de Dios. El nos habla por medio de este libro.
Leamos ahora los versículos 7 y 8 de este capítulo 2 de Proverbios:
"Él provee de sana sabiduría a los rectos: es escudo para los que caminan
rectamente. Él es quien guarda las sendas del juicio y preserva el camino de
sus santos."
Muchos creyentes se encuentran como si estuvieran perdidos en la niebla y
se preguntan hacia dónde dirigirse. Es evidente que el problema consiste en
que están tan alejados de la Palabra de Dios. Aquí en este libro, en la Biblia,
es donde Él está hablando. Su Palabra es como una sirena en la niebla. Como
dice este proverbio, preserva el camino de sus santos, es decir, a quienes le
son fieles, Eso es lo que Él hará, y no lo realizará al azar, desordenadamente,
Por ello insistimos en que usted tiene que acudir a la Palabra de Dios. El
versículo 9 dice:
"Entonces comprenderás qué es justicia, juicio y equidad, y todo buen
camino."
Es triste observar en el día de hoy a tantas personas que están ocupando
cargos públicos, que rigen los destinos de las naciones y que no están siendo
guiados por el Señor. Y Él quiere guiarlos. Ah, si ellos sólo acudieran a El
buscando Su sabiduría. Para el que tenga un profundo deseo de vivir
controlado por el poder de la verdad revelada en la Palabra de Dios, Dios
será como un escudo, porque El es un defensor de los suyos, manteniéndolos
seguros a medida que transitan por los senderos del juicio y el
discernimiento, protegiendo su camino.
Estimado oyente, escuchamos muchas veces a algunas personas que decir
que nosotros sostenemos la verdad, pero lo verdaderamente importante es
que la verdad nos sostenga y sujete a nosotros. Usted puede notar que existe
una gran diferencia entre estas opciones. Y nos dice que en los días finales
habrá quienes engañen con su palabrería. No nos interesa hablar con
palabras ampulosas, redundantes, con grandes palabras que no tengan
mucho significado, como tratando de dejar una buena impresión. Nadie aquí
quiere mostrar jactancia por conocimientos en diferentes áreas como, por
ejemplo, teología, conocimiento Bíblico, filosofía o psicología. Ya hay
bastante de ello por ahí. Lo que necesitamos son personas que muestren una
comprensión de justicia, juicio y equidad, y todo buen camino como dice este
versículo 9.
Leamos ahora los versículos 10 al 12, que comienzan a hablarnos sobre

Los enemigos del joven


"Cuando la sabiduría penetre en tu corazón y el conocimiento sea grato a tu
alma, la discreción te guardará y te preservará la inteligencia, para librarte
del mal camino, de los hombres que hablan perversamente"
Estimado oyente, como dice el versículo 10, cuando la sabiduría de Dios
penetre en su propio corazón y el conocimiento sea grato a su alma, usted no
podrá ser engañado fácilmente. Si usted permanece cerca de la Palabra de
Dios, no será desviado de su buen camino. Continuemos leyendo los
versículos 13 al 15: El nos preservará
"De los que abandonan los caminos rectos para andar por sendas
tenebrosas, de los que disfrutan haciendo el mal y se gozan con las
perversiones del vicio, las sendas de los cuales son torcidas, y torcidos sus
caminos."
Esta ha sido nuestra oración desde el mismo principio de nuestro ministerio
y actividades de enseñanza, incluyendo los programas de radio. Y es la
oración de todos aquellos que, de diversas maneras, enseñan y proclaman la
Palabra de Dios. Todos necesitamos ser protegidos del engaño de los
malvados que puedan acercarse inadvertidamente porque están por todas
partes. En el libro de los Proverbios se le enseña al hijo de Dios que tiene dos
clases de enemigos: la persona malvada y la mujer extraña, ajena.
Cuando el joven comienza a transitar por el camino de la vida, se le advierte
sobre las personas malvadas. Vincularse a ellas, constituye un peligro para
él, porque pueden presionarle para satisfacer sus propios intereses y
desviarle del camino y propósito que Dios tiene para su vida.
Veamos ahora lo que dicen los versículos 16 al 22 de este capítulo 2, de
Proverbios:
"Serás así librado de la mujer ajena, de la extraña que halaga con sus
palabras, que abandona al compañero de su juventud y se olvida del pacto
de su Dios, por lo cual su casa se desliza hacia la muerte, y sus sendas hacia
los muertos. De los que a ella se lleguen, ninguno volverá ni seguirá de
nuevo los senderos de la vida. Tú así andarás por el camino de los buenos y
seguirás las sendas de los justos; porque los rectos habitarán la tierra y los
íntegros permanecerán en ella. En cambio, los malvados serán eliminados de
la tierra, y de ella serán desarraigados los prevaricadores."
En estos proverbios el joven es advertido aquí contra el hombre malvado y
contra la mujer extraña. Ya sabemos quién es el hombre malvado, pero
¿quién es esta mujer extraña? En Israel, Dios había entregado una ley que
establecía que ninguna mujer israelita podía dedicarse a la prostitución. Es
posible que si alguna mujer lo hiciera, fuera expulsada de los límites del
pueblo y clasificada junto con los pecadores, y más tarde en la historia, con
los publicanos, que serían los agentes encargados de recaudar los impuestos.
En este contexto, la extraña era la no judía que se introducía en el pueblo,
porque se daba cuenta de que habría un lugar para que ella ejerciera su
profesión. Así que la mujer extraña era una extranjera que se introducía en
aquella sociedad israelita para ejercer la prostitución. Entonces en estos
proverbios se le advertía al joven sobre ella. Y se le decía lo que le podría
suceder y a lo que se exponía. EL versículo 19 dice el que se enreda con ella
no vuelve jamás, ni alcanza los senderos de la vida. Aquí quiere decir que el
joven perdería su salud. En aquellos días llevaba años curarse de las
consecuencias de una enfermedad venérea y Dios advirtió a los jóvenes
sobre esos peligros.
Al despedirnos hoy, queremos hacerlo con las palabras del Salmo 119, que
dice: ¿Con qué limpiará el joven su camino? ¡Con guardar tu palabra! Y otra
versión lo expresa de esta manera: "¿Cómo puede el joven llevar una vida
íntegra? Viviendo conforme a tu palabra".

Estudio bíblico de Proverbios 3:1-22


Proverbios 3:1-22
Al entrar al capítulo 3, de este libro de Proverbios, diremos que los pasos del
joven en el camino de la vida son pasos que muestran una nueva
responsabilidad. Él ha salido de su hogar, disponiéndose a enfrentar la vida,
en la que se está poniendo en un contacto directo con la realidad. Se le da
este consejo de que sus pasos sean ordenados según lo que dice la Palabra
de Dios. Cuán importante es esto en el día de hoy. Es un buen consejo, un
consejo muy provechoso el que se puede encontrar aquí.
La sabiduría es aquí descrita como si fuera una mujer. Sin embargo, para
nosotros la sabiduría está personificada en el Señor Jesucristo. Dijo el
apóstol Pablo en1 Corintios 1:30, Pero por él estáis vosotros en Cristo Jesús,
el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría. El joven, en realidad, necesita a
Cristo. Leamos ahora el versículo 1, en el cual se comienza a considerar que

El joven tiene que escuchar la ley de Dios


"Hijo mío, no te olvides de mi Ley, y que tu corazón guarde mis
mandamientos"
Estos proverbios también están encabezados por la expresión Hijo mío.
Tenemos que entender que estamos en un contexto judío. No obstante, estos
consejos tienen gran importancia para nosotros hoy.
Dice aquí que tu corazón guarde mis mandamientos. ¿No es esa declaración
algo interesante? Eso es algo más que simplemente someterse a una
obligación. Se oye tanto decir en el día de hoy que es nuestra obligación
como creyentes hacer esto o aquello. Bueno, estimado oyente, no es nuestra
obligación. Es nuestra devoción amorosa a la voluntad de Dios. ¿Recuerda
usted lo que dijo el salmista? En mi corazón he guardado tus dichos, para no
pecar contra ti. (Salmo 119:11) ¿Y recuerda usted lo que se dijo en Esdras
7:10 acerca de aquel joven sacerdote llamado Esdras? Que él había
preparado su corazón para buscar la ley del Señor y para cumplirla; y
enseñar en Israel los estatutos y los juicios. Es necesario en el día en que
vivimos, que exista una preparación del corazón. Después recordemos
cuando, en Juan 14, el Señor Jesucristo estaba reunido con los Suyos en el
aposento alto; ¿recuerda usted cómo habló con ellos? Lo hizo de una manera
cariñosa, íntima y personal, de cosas que Él no había revelado antes. Y Él les
dijo, según 14:23: El que me ama, mi palabra guardará; y mi padre le amará,
y vendremos a él, y haremos morada con él. ¿Le ama usted, estimado
oyente? Si le ama, entonces, Él quiere hablar con usted. Así que no lo
consideramos una obligación. Lo que nosotros estamos haciendo a través de
la radio se debe a que le amamos, y estamos tratando de hacer lo que El
quiere que hagamos. Y El quiere que difundamos Su Palabra. Él está
sembrando la semilla; esa es la imagen que tenemos de Él, y nosotros
estamos sembrando esa semilla bajo su dirección. Lo hacemos por amor, Y
creemos que ese es el fundamento. Porque El dijo, El que me ama, mi palabra
guardará.
Recordemos la conversación que el Señor Jesucristo tuvo con Simón Pedro,
quien le había negado antes, y ¡cuán terrible fue esa experiencia! Después de
la resurrección, cuando se encontraba en el mar de Galilea, Cristo había
preparado el desayuno para ellos en la playa, y cuando Simón Pedro se
presentó ante El, creemos que no le quería ni siquiera mirar al Señor Jesús a
los ojos. Y el Señor no le preguntó: "¿Por qué me has negado?" Lo que se le
preguntó fue: Simón, hijo de Jonás ¿me amas? (Juan 21:17). Si usted le ama,
ese sentimiento hace que esta vida sea más brillante, enriquecedora y
maravillosa. Escuchemos ahora, lo que dice el versículo 3 de este capítulo 3,
de Proverbios, que estamos estudiando:
"Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad: átalas a tu cuello,
escríbelas en la tabla de tu corazón."
Aquí se menciona la misericordia, que es compasión. Dijo Juan que la ley fue
dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio del
Señor Jesucristo. ¿Qué es la misericordia? Es gracia, es más que amabilidad.
Misericordia y verdad. Aquí se le aconseja al joven Átalas a tu cuello,
escríbelas en la tabla de tu corazón. Y el versículo 4, dice:
"Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres."
El resultado de obedecer ese consejo es hermoso. Continuemos leyendo los
versículos 5 y 6, que son muy conocidos:
"Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia
prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él hará derechas tus sendas."
Y no solo son conocidos sino también favoritos. Nos preguntamos a veces si
aquellos que están recitando esos versículos, se dan cuenta de la rica veta de
verdad de donde proceden. Tenemos que recordar que estos versículos
fueron directamente dirigidos al que estudia concienzudamente la Palabra
de Dios. Como Pablo le dijo al joven predicador en 2 Timoteo 2:15: Procura
con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. Habiendo estudiado la
Palabra de Dios y sabiendo algo acerca de la misericordia o compasión, de la
gracia y de la verdad de Dios, y aferrándose a estas realidades, el escritor le
aconseja al joven lo que hemos leído en estos versículos 5 y 6, que en otra
versión dice: Confía en el Señor de todo tu corazón, y no en tu propia
inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.
Ahora, reflexionemos por un momento. Tenemos aquí un consejo muy
solemne; y aun así ofrece una certeza maravillosa de guía en un camino de
paz. ¡Qué contraste con Proverbios capítulo 28, versículo 26! que dice: El que
confía en su propio corazón es necio.
Por otra parte, es una hermosa experiencia el poder confiar en Cristo con
todo el corazón, el entregarse y comprometerse totalmente a Él. Este
compromiso completo, integral, es muy necesario en el día de hoy.
A veces nos encontramos enfrentados a situaciones que no nos agradan, en
las que nos sentimos inseguros, poco seguros o en peligro. Aquí dice: Fíate
del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Y así, Él
nos ha guiado hasta aquí, a través de circunstancias problemáticas y
variadas. Y lo seguirá haciendo.
El autor de estos estudios bíblicos, el Dr. J. Vernon McGee, contó que el
reconocía que no confió plenamente en el Señor hasta que sufrió de cáncer.
Entonces aprendió a tomar los días tal como ese presentaban. Pero cuando
se dio cuenta de que sufría de esa grave enfermedad, ya no opinó sobre la
vida de esa manera. Cada vez que amanecía un nuevo día, miraba hacia el
cielo y decía: "Señor, gracias por traerme a un nuevo día". Quizás el cielo
estaba nublado y no estaba brillando el sol, o quizás era un día luminoso.
"Pero en cualquier caso", dijo McGee, "yo siempre le daba gracias a Dios". Y
con respecto a este último proverbio: Reconócelo en todos tus caminos y él
hará derechas tus sendas, dijo el citado profesor que le llevó mucho tiempo
aprender que significaban esas palabras en su vida práctica.
Recordemos que el Señor Jesús, dijo en Mateo 6:22: La lámpara del cuerpo
es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Hay
un hecho sorprendente. Si usted se entrega a Dios comprometiéndose con El,
si usted se encuentra recorriendo cierto sendero de la vida o realizando
alguna actividad, es sorprendente cómo todo lo demás ocupa su debido
lugar. Entonces todo su cuerpo está lleno de luz. La totalidad de la vida se
llena en ese momento de luz.
Ahora, en los versículos 7 y 8, de este capítulo 3, de Proverbios, leemos:
"No seas sabio en tu propia opinión, si no teme al Señor y apártate del mal,
porque esto será medicina para tus músculos y refrigerio para tus huesos."
Otra versión traduce el versículo 8 así: "Esto infundirá salud a tu cuerpo y
fortalecerá tu ser". Realmente, creemos que si usted confía en el Señor,
estimado oyente, mejorará su salud. Es tranquilizador descansar y apoyarse
en El, antes que en uno mismo.
El Apóstol Pablo, escribiendo al joven Timoteo, le dijo en su segunda carta
2:19: Apártese de maldad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. Esta
conducta le apartará a usted del pecado, le alejará de todas aquellas cosas
que corroen no solo la vida espiritual pero también su vida física.
Ahora leamos los versículos 9 y 10, de este capítulo 3 de Proverbios, que
consideran que

Las bendiciones materiales tienen un significado espiritual


"Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos;
entonces tus graneros estarán colmados con abundancia y tus lagares
rebosarán de mosto."
Esto representa una entrega y un compromiso total. Recuerde lo que Dios
dijo a Israel cuando Él los puso en la tierra prometida: La tierra es mía, yo os
la doy. Los israelitas tenían que dar una décima parte, es decir un diezmo de
los productos que cosechaban y elaboraban. Y creemos que en realidad lo
que ellos daban al Señor eran tres diezmos. Al mismo comienzo de la
cosecha traían las primicias o primeros frutos. Con esa acción reconocían
que Dios era el dueño de todo. Era una evidencia de un compromiso total
con El.
Nadie puede decir que está totalmente comprometido con el Señor hasta que
usted considere que El es el dueño de todo y obre en consecuencia. Porque
Él es quien le ha dado todo. Ahora, alguien quizá diga: "Bueno, yo he
trabajado muy duramente para conseguir todo lo que tengo". Pero ¿quién le
dio la salud para trabajar, estimado oyente? ¿Quién le dio a usted el trabajo?
¿Quién hizo posible que usted ganara dinero? Estimado oyente, Dios hizo
todo eso por usted. Y usted tiene que reconocerlo. Y esa es una evidencia de
una entrega total.
Alguien también podrá decir que esto le suena muy material. Pues no, esto
es verdaderamente espiritual. Tenemos que decir que la espiritualidad
genuina no consiste, por ejemplo, en la duración de sus oraciones; sino en la
cantidad de sus bienes que usted dedica al Señor en proporción con sus
posibilidades. Esa es la forma en que uno puede evaluar y determinar en
nivel de espiritualidad en una persona.
Nos hemos dado cuenta que la persona que habla más es la que menos
contribuye a la obra de Cristo. La experiencia nos ha demostrado que esto es
verdad. Y hay que decir que Dios promete Su bendición a aquellos que le
honran con los bienes que reciben. Y no lo decimos nosotros. Lo dice la
Palabra de Dios. San Pablo dijo en 2 Corintios 9:7, Dios ama al que da con
alegría.
Leamos ahora los versículos 11 y 12 de Proverbios 3, que hablan sobre

La corrección del Señor


"No menosprecies, hijo mío, la disciplina del Señor, no te canses de que él te
corrija, porque el Señor al que ama reprende, como el padre al hijo a quien
quiere."
Estimado oyente, si usted es Su hijo, Dios lo va a corregir, lo va a disciplinar a
través de esta vida. Dios nunca corrige a quienes están controlados por el
diablo; pero sí reprende a los Suyos. Esta es una buena evidencia de que
usted le pertenece a Él.
Recordemos que en el Libro de Job 5:17 y 18 leímos lo siguiente:
Bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige; por tanto, no
menosprecies la corrección del Todopoderoso. Porque él es quien hace la
herida, pero él la venda; el golpea, pero sus manos curan. Ahora recordemos
que corregir, disciplinar, no es castigar. A veces se confunde al castigo con la
disciplina.
El criminal ha de ser castigado; pero el hijo ha de ser corregido, es decir,
reprendido, disciplinado. Y este es el método que Dios usa para los Suyos,
para aquellos que le pertenecen.
Ahora, en el versículo 13, de este capítulo 3, de Proverbios, comenzamos a
oír hablar de

La felicidad de encontrar la sabiduría


"¡Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría y obtiene la inteligencia"
Dichosa es la persona que encuentra a Cristo. Para nosotros en el día de hoy,
el es la sabiduría de Dios. Y el versículo 14, dice:
"Porque su ganancia es más que la ganancia de la plata, sus beneficios más
que los del oro fino!"
Aquí la sabiduría es retratada como teniendo una escuela. Se la representa
como femenina porque se encuentra en contraste con la mujer extraña.
Ahora, en los versículos 15 y 16, de este capítulo 3 de Proverbios leemos:
"Más preciosa es que las piedras preciosas: ¡nada que puedas desear se
puede comparar con ella! Larga vida hay en su mano derecha, y en su
izquierda, riquezas y honra."
Y Dios había prometido larga vida en el Antiguo Testamento a aquellos que
le servían. Aquí se presenta a la sabiduría como superior en valor a las cosas
más deseables o codiciables de se pueden encontrar en esta tierra, y por las
que el ser humano ha realizado los mayores sacrificios, los esfuerzos más
arduos, llegando incluso a dar su vida por ellas. O sea que la sabiduría de
Dios, Su Palabra, y el conocimiento de la misma, es el tesoro más valioso que
el ser humano puede encontrar. Estas palabras constituyen un estímulo para
que profundicemos lo más posible nuestro estudio de la Biblia, para
encontrar los tesoros espirituales y el mensaje que Dios quiere
comunicarnos. Y después se nos dice en los versículos 17 y 18, de este
capítulo 3:
"Sus caminos son caminos placenteros; todas sus sendas, paz. Es árbol de
vida para los que de ella echan mano, y dichosos son los que la retienen."
Requiere estudio, esfuerzo y tiempo asimilar la Palabra de Dios. El Espíritu
de Dios no abre la Palabra de Dios a las mentes perezosas, sino a aquellos
que están despiertos, con la mente dispuesta, y que desean aprender y
conocer la voluntad de Dios. Uno de los grandes problemas hoy es que
muchas personas no están dispuestas a hacer el esfuerzo de estudiar la
Biblia. Mucha de esta pereza es ocultada con una jerga y tópicos piadosos.
Algunos parece que han desarrollado un vocabulario cuidado que suena bien
y oculta una gran ignorancia de la Palabra de Dios. Es cierto que su estudio
requiere trabajo, pero los caminos de la sabiduría son caminos agradables, y
todos sus senderos, son senderos de paz.
Leamos ahora los versículos 19 y 20:
"El Señor fundó la tierra con sabiduría, afirmó los cielos con inteligencia.
Con su ciencia, los mares fueron divididos y destilan rocío los cielos"
Usted y yo vivimos en un universo que está sumamente ordenado. Muchos
de los que trabajan en el programa espacial son cristianos. Y nos alegra
saber que muchos de ellos escuchan este programa en otros países y lo
apoyan. Nos resulta extraño que las personas que estudian las leyes de la
naturaleza y exploran los secretos del universo no lleguen a la conclusión de
que vivimos en un universo que no pudo simplemente surgir de la nada. Y si
así fue, ¿cómo surgió y cuándo? Este universo está tan ordenado que el
hombre puede subir a una nave espacial, pilotarla a través del espacio hasta
otro planeta como la luna, por ejemplo, y regresar. El ser humano se
considera muy inteligente, pero todo lo que ha podido hacer es descubrir
algunas leyes de Dios que mantienen a todo el universo funcionando como
un gigantesco ordenador. Estimado oyente, si este universo surgió así de la
nada, gradual o repentinamente, no podría funcionar con tanta precisión. La
gente del programa espacial puede proyectar ese pequeño ordenador de
múltiples funciones y enviarlo en una nave al espacio en el momento más
apropiado y hacia el lugar previamente determinado, porque Dios ha
establecido leyes muy exactas. Dios creó esas leyes en Su sabiduría. Y
tenemos que reconocer la inteligencia de Dios. El seguramente apreciaría
mucho que nosotros mostráramos más inteligencia, y un mayor
conocimiento de Él y de Sus caminos. Y eso solo podemos hacerlo en Su
escuela, que es la Biblia. Leamos ahora el versículo 21:
"Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos: guarda la prudencia y la
discreción."
Aquí en la expresión no se aparten estas cosas de tus ojos se refiere al
conocimiento de Dios, que imprime un carácter de calidad a la persona. Y,
finalmente, por hoy, dice el versículo 22 de este capítulo 3 de Proverbios:
"Que serán vida para tu alma y adorno para tu cuello."
Esta vida para el alma proviene de la sabiduría que se adquiere al estudiar la
Palabra de Dios. Y, estimado oyente, recordemos que la Biblia afirma que la
sabiduría de Dios ha sido personificada en el Señor Jesucristo. El es fuente de
vida para el alma, como afirma este último versículo que hemos leído. Es
fuente de vida eterna, y fuente de vida abundante aquí en la tierra, que se
revela en un carácter atractivo ante Dios, y ante las demás personas.

Estudio bíblico de Proverbios 3:23-4:9


Proverbios 3:23-4:9
Al entrar al capítulo 3, de este libro de Proverbios, dijimos en nuestro
programa anterior que los pasos del joven en el camino de la vida son pasos
que muestran una nueva responsabilidad. Él ha salido de su hogar,
disponiéndose a enfrentar la vida, en la que se está poniendo en un contacto
directo con la realidad. Se le da este consejo de que sus pasos sean
ordenados según lo que dice la Palabra de Dios. Cuán importante es esto en
el día de hoy. Es un buen consejo, un consejo muy provechoso para todos el
que se puede encontrar aquí.
En este capítulo 3 hemos considerado los siguientes temas: El joven tiene
que escuchar la ley de Dios (vv. 1-8); Las bendiciones materiales tienen un
significado espiritual (vv. 9-10); La corrección del Señor (vv. 11 y 12); y la
felicidad de encontrar la sabiduría (vv. 13 en adelante).
Para situarnos en el contexto inmediatamente anterior vamos a considerar
brevemente los versículos 21 y 22:
Leamos ahora el versículo 21:
"Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos: guarda la prudencia y la
discreción."
Aquí en la expresión no se aparten estas cosas de tus ojos se refiere al
conocimiento de Dios, que imprime un carácter de calidad a la persona. Y,
finalmente, por hoy, dice el versículo 22 de este capítulo 3 de Proverbios:
"Que serán vida para tu alma y adorno para tu cuello."
Esta vida para el alma proviene de la sabiduría que se adquiere al estudiar la
Palabra de Dios. Y, estimado oyente, recordemos que la Biblia afirma que la
sabiduría de Dios ha sido personificada en el Señor Jesucristo. El es fuente de
vida para el alma, como afirma este último versículo que hemos leído. Es
fuente de vida eterna, y fuente de vida abundante aquí en la tierra, que se
revela en un carácter atractivo ante Dios, y ante las demás personas.
Ahora, para comentar específicamente el pasaje correspondiente al día de
hoy, vamos a leer los versículos 23 y 24 de Proverbios 3:
"Entonces andarás por tu camino confiadamente y tu pie no tropezará.
Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás y tu sueño será
grato."
El hombre tiene ciertos temores frente a la vida. Y estos temores nos afectan
a todos. ¿Y cuál es la solución? La Palabra de Dios tiene la respuesta para
todos ellos. Teniendo en cuenta que pasamos la mayor parte del tiempo
andando o acostados, se nos da la certeza de que tendremos seguridad en
nuestro andar, y nuestro descanso será tranquilo y dulce. Es hermoso
descubrir que la verdad de Dios nos sostendrá. No es que usted yo
sostengamos la verdad, sino que la verdad nos sostendrá a nosotros.
Continuemos leyendo los versículos 25 y 26:
"No tendrás temor de un pavor repentino ni de la ruina de los impíos,
cuando llegue, porque el Señor será tu confianza: él evitará que tu pie quede
atrapado."
Estos versículos pueden aplicarse a cualquier situación de temor. Hay gente
que experimenta temores por las noches, otras al viajar en un avión, tienen
la sensación de que el aparato caerá en cualquier momento. A otras les
asusta las alturas, a otras la soledad, mientras que otras personas viven
permanentemente inseguras. Creemos que estos proverbios se aplican a
aquellos hijos de Dios que han confiado en Cristo y llevan una vida de
dependencia de Dios por medio del Espíritu Santo.
Dice aquí No tendrás temor de pavor repentino No tenga temor de lo que
pueda ocurrir en el próximo minuto, estimado oyente; Dios tiene cuidado de
usted en este mismo momento y tendrá cuidado de usted en el próximo
también.
Y continúa diciendo porque el Señor será tu confianza: él evitará que tu pie
quede atrapado. Aunque uno vea peligros que acechan a los malvados, debe
sentir el poderoso brazo de Dios rodeándole, colocando un cerco de
protección. Y ahora veremos un proverbio muy humano y muy práctico.
Leamos el versículo 27 de este capítulo 3:
"Si tienes poder para hacer el bien, no te rehúses a hacérselo a quien lo
necesite"
El Dr. J. Vernon McGee, autor de estos estudios bíblicos, compartía el
recuerdo que tenía de su padre. A él no le gustaba la iglesia organizada, se
oponía a ella a causa de una experiencia amarga que había tenido en su
juventud. Pero siempre pensó que su padre tenía deseos de ser obediente a
Dios. Una de las razones para ello, era la forma en que él actuaba. Y contaba
que iban en cierta ocasión andando en uno de esos carritos que se usaban en
el campo en el pasado, y al llegar a cierto lugar, observaron que una de las
puertas o tranqueras de una de las haciendas del lugar, estaba abierta y que
a través de ella, habían salido las vacas del vecino. Y él decía que su padre
detuvo el carrito y en ese mismo lugar, hizo entrar a todas esas vacas a la
hacienda y cerró la tranquera, asegurándola con un alambre para que no,
volviera a abrirse. Luego, regresó al carro y continuaron su marcha sin decir
nada a nadie. Y nunca mencionó el asunto al dueño de las vacas. McGee
destacó que estos detalles y otros le hicieron pensar que su padre conocía a
Dios, probablemente mucho mejor de lo que lo conocen algunos cristianos
de hoy. Ahora, el versículo 28 de este capítulo 3 dice:
"No digas a tu prójimo: Vete, vuelve de nuevo, mañana te daré, cuando
tengas contigo qué darle."
Cuántas personas hacen esto el día de hoy, en todas las relaciones de la vida.
Usan esa clase de excusas y además hacen promesas para el futuro. Ellos
dicen: "No le puedo ayudar a usted en este momento, pero regrese mañana".
Y podían haberlo hecho un favor en ese mismo instante. En Romanos 13:8 se
nos dice: "No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros". Esta clase de
amor revela si una persona es un hijo de Dios o no.
Todos sabemos que cuando usted y yo le debemos dinero a alguna otra
persona, ese dinero que tenemos no es nuestro, le pertenece a la otra
persona, y al utilizarlo para nuestros propios propósitos, constituye
realmente una acción deshonesta. Eso es lo que se nos está diciendo aquí.
Ahora, el versículo 29, dice:
"No intentes hacer daño a tu prójimo que vive confiado junto a ti."
En la relación con un vecino, nunca haga algo que sea para su propio
beneficio y ventaja, y que sea desventajoso para él. No trate de mantenerse a
la par con su vecino, socavando lo que él hace. Eso es lo que se nos dice aquí.
No se debe abusar de su confianza.
Cuán hermoso es poder tener una relación de confianza en la que ambos
pueden pedirse mutuamente favores, sabiendo que dada uno siempre
tratará de llegar más lejos en sus atenciones y disponibilidad. Esa clase de
relación le dará la oportunidad de hablarle a su vecino de su relación con
Dios de una manera práctica. Ahora en el versículo 30, de este capítulo 3, de
Proverbios, leemos:
"No pleitees sin razón con nadie, a no ser que te hayan agraviado."
Bajo la ley era pecado el entrar en pleito con otra persona sin bases
adecuadas. Pero bajo la gracia hoy, Dios dice que nosotros no debemos
vengarnos por nosotros mismos. En Romanos 12:19 Dios dijo "Mía es la
venganza, yo pagaré, dice el Señor". Nosotros abandonamos el camino de la
fe y de la confianza en Dios cuando usted y yo tomamos estos asuntos en
nuestras propias manos. Si hemos sido tratados injustamente, tendríamos
que dejar el asunto en las manos de Dios, y permitir que El se haga cargo de
la situación y del individuo en cuestión.
Durante el transcurso de muchos años de ministerio y por la experiencia,
hemos aprendido que si alguien nos hace algún daño, podemos dirigirnos a
Dios y contarle que hemos sido perjudicados. Y entonces, debemos
presentar a la persona que nos ha perjudicado ante la presencia de Dios,
diciéndole: "Señor, esta es un asunto tuyo. Tu dijiste que te harías cargo de
él". Y, estimado oyente, al observar durante el transcurso de muchos años el
desarrollo de estos problemas, puedo asegurarle que Dios trata con esas
personas de una forma directa. Realmente estos proverbios son prácticos
porque son útiles y ciertos en estas situaciones tan delicadas de la vida. Son
provechosos no solo para los jóvenes, sino también para hombres y mujeres
de todas las edades. Se aplican a toda la raza humana. Continuemos ahora,
leyendo los versículos 31 y 32, de este capítulo 3 de Proverbios:
"No envidies al hombre injusto ni escojas ninguno de sus caminos. Porque el
Señor abomina al perverso; su comunión íntima es con los justos."
Aquí el hombre injusto es el hombre violento. Hay ciertas personas que
desagradan extremadamente al Señor. En realidad, más adelante en este
libro de Proverbios vamos a descubrir algunas de las cosas que Dios detesta,
y las menciona aquí en este libro que estamos estudiando. Ya llegaremos a
ellas. Ahora, nos dice aquí en el versículo 33:
"La maldición del Señor está en la casa del malvado, pero bendice la morada
de los justos."
Aquí el malvado es el que rechaza toda ley. Usted recordará que al principio
de este estudio dijimos que usted encontraría un Proverbio para cada
personaje de la Biblia, y también para la mayoría de sus amigos. Aquí
creemos que tenemos uno de estos Proverbios. Este proverbio me recuerda
al rey Acab. Sin duda alguna, Dios juzgó a la casa real de Acab. Este proverbio
está hecho a la medida para él. Y el versículo 34, dice:
"Ciertamente él se burla de los burlones y da gracia a los humildes."
Ahora, Dios parece detestar al burlón, al vanidoso y al arrogante. Luego se
nos dice en el versículo 35, de este capítulo 3:
"Los sabios heredan la honra, pero los necios cargan con su deshonra."
Estas palabras se adaptan a varias personas, quizás a algunas que usted
conoce.
A través de los siglos muchos han envidiado a ciertas personas que
poseyeron incalculables riquezas. Pero también muchos han comprobado
que, en su momento, Dios las juzga.
Y con esto llegamos al final del capítulo 3, de Proverbios y llegamos a

Proverbios 4
Aunque en este relato el niño es ahora un joven que se ha introducido en la
locura del sistema del mundo, aun está recibiendo consejos para que
recuerde la enseñanza de su padre. Leamos entonces el versículo 1:
"Escuchad, hijos, la enseñanza de un padre; estad atentos, para adquirir
cordura."
Aquí el término hijos incluye a los jóvenes y adultos de ambos sexos.
Continuemos leyendo los versículos 2 y 3:
"Yo os doy buena enseñanza; por eso, no descuidéis mi instrucción. Yo
también fui un hijo para mi padre, delicado y único a los ojos de mi madre."
Hay algunos que opinan que Salomón escribió estas palabras y estaba
hablando de su propio padre. Observemos lo que dijo. Algunos creen que el
corazón del padre estaba embelesado con su hijo Salomón. Nosotros no lo
vemos así. Creemos que los libros históricos nos cuentan que Salomón no
era el favorito, digamos, la opción preferente de David. Estamos seguros que
Salomón no era a quien David habría escogido. El joven criado en el palacio
de las mujeres, tenía gustos refinados, era más bien vulnerable al sexo
opuesto y lo podemos describir como un hombre de mundo. David no tenía
muchos gustos en común con él. Aquí se presenta a Salomón como el niño
consentido de su madre. Sin embargo, dijo él en el versículo 4:
"Él me enseñaba, diciendo: Retén mis razones en tu corazón, guarda mis
mandamientos y vivirás."
David probablemente aconsejó mucho a este joven. Y recordemos que
cuando él fue hecho rey, David le dijo a Salomón, actúa como hombre.
Creemos que le dio este consejo porque pensó que no era esforzado,
valeroso y firme. Y entonces le dijo: "aférrate de corazón a mis palabras,
obedece mis mandamientos, y vivirás". David había aprendido por
experiencia que era mejor obedecer al Señor. Y también creemos que
probablemente David no fue tan amable o cariñoso al enseñarle a su hijo,
como podía haber sido. Nunca hemos pensado que David fue un éxito como
padre. Desgraciadamente, ese ha sido también el caso de muchísimos
hombres famosos.
Pero la vida de David fue un ejemplo que Salomón podía emular. Quizás
usted esté pensando: "Si, pero mire usted lo que hizo David". Ahora, los
grandes pecados de David fueron cometidos antes que Salomón naciera, y
David se apartó totalmente de esa clase de vida.
Ahora Salomón estaba aconsejando a una persona joven, y le estaba
hablando muy claro.
"Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia, no te olvides de ella ni te apartes
de las razones de mi boca; No la abandones, y ella te guardará; Ámala, y te
protegerá."
La sabiduría aquí está representada como una mujer que tiene una escuela y
envía su catálogo. Recordemos que anteriormente el relato ya nos presentó a
otra mujer, la mujer extraña, que también estaba intentando captar el
interés del joven. La sabiduría estaba animando al joven para que viniera a
su escuela, para que pudiera llegar a ser sabio.
Observemos que dijo que la sabiduría "guardará" y "protegerá" al joven.
La gran diferencia con muchos educadores contemporáneos se señala con
precisión en este versículo 6. ¿Aman ellos la sabiduría? En otras palabras,
¿aman la Palabra de Dios? Fue Pascal quien dijo que el conocimiento
humano deber ser comprendido, para ser amado. Pero el conocimiento
divino, debe ser amado para ser comprendido. Así que si usted va a
comprender la Palabra de Dios, debe acercarse a ella con amor, y con una
mente dispuesta a ser enseñada. Entonces el Espíritu de Dios podrá abrir
esas verdades para que usted las comprenda. Es muy importante tener en
cuenta esta actitud. El versículo 6 finaliza diciendo sobre la sabiduría: ámala,
y te protegerá.
Continuemos leyendo el versículo 7 de Proverbios 4:
"Sabiduría ante todo, ¡adquiere sabiduría! Sobre todo lo que posees,
¡adquiere inteligencia!"
Observemos la manera en que habla sobre la sabiduría. No es solo
conocimiento. No se trata de tener simplemente una mente que funcione
como un ordenador. Es sabiduría e inteligencia, es decir, discernimiento
para usar el conocimiento de forma adecuada, y tener amor por él. Esto es
algo que hoy necesita el alma de las personas.
La razón por la cual la educación no resulta satisfactoria es por la forma en
que se ofrece en la actualidad. Estimado oyente, lo que debe causarnos aquí
impresión es la gran importancia de obtener sabiduría. ¡Cuán importante es!
Ahora, los versículos 8 y 9 de Proverbios 4, dicen:
"Engrandécela, y ella te engrandecerá; te honrará, si tú la abrazas. Un
adorno de gracia pondrá en tu cabeza; una corona de belleza te entregará."
Lo interesante aquí es que la sabiduría ha de ser amada como una mujer es
amada. Y cuando lleguemos al Nuevo Testamento esta imagen cambiará,
porque Dios ha hecho a Cristo nuestra sabiduría.
La verdadera dificultad hoy no es que haya problemas en la Biblia. El
problema real es que el ser humano no tiene amor y anhelo por Dios, ni por
las cosas de Dios. Cuando el amor está presente en el corazón, este libro de
los Proverbios, y toda la Biblia, comienza a abrirse, porque el Espíritu de
Dios se convertirá en el Maestro. Pero cuando existe eso, entonces este libro
comenzará a abrirse, porque el Espíritu de Dios llegará a ser nuestro
Maestro.
Estimado oyente, le invitamos a dirigirse a Dios pidiéndole que, por la obra
del Espíritu Santo, El remueva todo prejuicio y cualquier obstáculo para que
usted pueda anhelar un encuentro con Dios mismo, con Su Palabra, y con el
Señor Jesucristo.

Estudio bíblico de Proverbios 4:10-5:14


Proverbios 4:10-5:14
Hemos destacado que los pasos del joven en el camino de la vida son pasos
que muestran una nueva responsabilidad. Él ha salido de su hogar,
disponiéndose a enfrentar la vida, en la que se está poniendo en un contacto
directo con la realidad. Se le da el consejo de que sus pasos sean ordenados
según lo que dice la Palabra de Dios. Cuán importante es esto en el día de
hoy. Es un buen consejo, un consejo muy provechoso para todos, el que se
puede encontrar aquí. Aunque en este relato el niño es ahora un joven que se
ha introducido en la locura del sistema del mundo, aun está recibiendo
consejos para que recuerde la enseñanza de su padre.
Leamos el versículo 10 de Proverbios 4:
"Escucha, hijo mío, recibe mis razones y se te multiplicarán los años de tu
vida"
Vemos que en el versículo 10, comienza diciendo: "Oye hijo mío". Parecería
como si Betsabé estuviera hablando a Salomón. Leamos pues, los versículos
11 al 13, de este capítulo 4, de Proverbios:
"Por el camino de la sabiduría te he encaminado, por sendas derechas te he
hecho andar. Cuando andes, no se acortarán tus pasos; si corres, no
tropezarás. Aférrate a la instrucción, no la dejes; guárdala, porque ella es tu
vida."
Este es un hermoso llamado para que este joven busque la sabiduría. Aquí
dice Aférrate a la instrucción implica que se trato de algo que debería tener
la máxima prioridad. Es como decir, "estudia todo lo que puedas".
Continuemos leyendo los versículos 14 y 15:
"No entres en la senda de los impíos ni vayas por el camino de los malos.
Déjala, no pases por ella; apártate de ella, pasa de largo."
Ya hemos destacado anteriormente que la advertencia de este libro se dirige
hacia el hombre malvado y la mujer extraña. La mujer, por supuesto, se
dedica a la prostitución. Y creemos ver aquí también una aplicación
espiritual. Luego, se nos dice en los versículos 16 y 17, de este capítulo 4, de
Proverbios:
"Pues ellos no duermen si no hacen el mal; pierden el sueño si no hacen caer
a alguno. Porque su comida es pan de maldad, y su bebida, vino de
violencia."
Estas palabras nos describen como viven el hombre malvado y la mujer
extraña. Ni siquiera pueden dormir si no han hecho algo malo. A veces al
escuchar las noticias sobre crímenes decimos: "Yo no sé cómo este hombre
puede hacer algo así". "Yo no sé cómo esa mujer puede vivir esa clase de
vida. ¿Cómo pueden soportarse a sí mismos?" Estimado oyente, estas
personas no podrían estar tranquilas si no estuvieran haciendo esas cosas. Y
usted y yo no sabemos la desesperación y la profundidad a la que puede
llegar el corazón humano cuando se hunde en el pecado. No hay ningún
extremo de maldad que el corazón y la mente humana no puedan concebir.
Tenemos que ser conscientes de que en este mundo nos estamos codeando
con muchas personas que no siempre se comportan bien. Por supuesto que
nos cruzaremos con muy buenas personas, pero tenemos que ser cuidadosos
porque muchas veces no sabemos realmente con quién nos estamos
relacionando.
Creemos que una de las cosas más importantes que nosotros podemos hacer
es comenzar nuestro día con una oración. Podemos decirle al Señor: "Señor,
hoy me voy a encontrar con personas que no conozco. A algunas de esas
personas las podré ayudar. Otras, tratarán de perjudicarme. Ayúdame Señor
a distinguir la diferencia, para que puede poner mi brazo alrededor de quien
necesite mi ayuda, y para que puede evitar la compañía de quien pudiera
herirme por la espalda". Es importante que nos demos cuenta de la
naturaleza del mundo en que vivimos.
Hemos aprendido que algunas de las personas que tratamos pueden llegar a
convertirse en amigos íntimos. Y damos gracias a Dios por ellos. Muchos de
ellos son hoy eficaces colaboradores en la obra de difundir la Biblia por
medio de la radio. Sin embargo otros, aunque profesaban ser cristianos, han
tratado de perjudicarnos. Resulta difícil entender la forma de ser de algunas
personas. Verdaderamente, no se puede confiar en el corazón humano.
Debemos tener mucho cuidado; necesitamos tener discernimiento, es decir,
la capacidad de distinguir la diferencia entre las personas con quienes nos
encontramos en nuestra vida diaria.
Continuemos leyendo el versículo 18:
"La senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta
que el día es perfecto"
Seguramente algunas veces nos encontraremos con personas como éstas.
Pero ahora, veamos el contraste, al leer el versículo 19:
"Pero el camino de los malvados es como la oscuridad, y no saben en qué
tropiezan."
Se nos presentan aquí en contraste, dos caminos. Uno de estos caminos es el
recorrido por los justos. Es descrito como la luz de un nuevo día, que va en
aumento hasta brillar en todo su esplendor, cuando el día alcanza su
plenitud. Y luego existe otro camino ? el de los malvados. En este camino hay
una densa oscuridad. A algunos quizás les recuerde el camino ancho del cual
habló el Señor Jesucristo. Este asunto quizás se haya entendido mal.
Aún recuerdo que en otros tiempos se hablaba mucho acerca del camino
ancho y del camino angosto. Y si a algunos se les hubiera preguntado por
cual camino quería ir, quizás hubieran elegido el camino ancho, por
considerarlo más entretenido, más divertido, donde uno lo puede pasar
verdaderamente bien. Desgraciadamente, esa es la impresión que a veces se
ha dado. Sin embargo esa imagen es errónea y la realidad es totalmente
diferente.
El camino ancho es un camino bastante amplio en el día de hoy. Ahí es donde
se encuentra la multitud; allí es donde encontramos gran cantidad de gente.
A lo largo de ese camino las multitudes disfrutan de lo que podríamos llamar
"una feria de vanidades", que se parece bastante a la celebración de un
carnaval. (De paso, la palabra carnaval proviene de la palabra carnal, que
tiene que ver con nuestra naturaleza física). En ese camino la gente satisface
a su naturaleza física, y por tal motivo se le considera una forma de vivir en
libertad. Hoy se enfatiza precisamente este aspecto. Que cada uno puede
vivir como le plazca. Y podemos decir que realmente se trata de un camino
amplio, pero ancho en su entrada. Pero observemos que, al avanzar, el
camino ancho se va haciendo cada vez más estrecho, porque el camino de los
malvados es una senda oscura, envuelta en la oscuridad. Es cierto que en la
entrada al camino hay luces brillantes, pero adentrándose en la senda ya no
brillan las luces. Las personas ni siquiera se dan cuenta de con qué están
tropezando. Este es el camino ancho que el Señor Jesús describió. Se parece
a un embudo. La senda se estrecha más y más, hasta que acaba en la
destrucción.
Ahora, en contraste, el camino angosto comienza de otra forma. Es muy
angosto en la entrada. En Juan 14:6 vimos que el Señor Jesucristo dijo: "Yo
soy El Camino". El camino es tan estrecho que está limitado a una persona,
que es Cristo. Nadie puede ir a Dios el Padre, si no es por medio de Cristo.
Nadie podría encontrar un camino más angosto que éste. El apóstol Pedro
dijo, según Hechos 4:12: 12Y en ningún otro hay salvación, porque no hay
otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Y
en Juan 10:9, el mismo Jesucristo dijo: 9Yo soy la puerta: el que por mí entre
será salvo; entrará y saldrá, y hallará pastos. Así que la entrada es angosta,
pero después, al avanzar, el camino se va haciendo cada vez más ancho,
conduciendo a una vida abundante y a la luz misma del cielo. Estimado
oyente, necesitamos entrar por el extremo angosto de una especie de
embudo, y ese extremo está identificado como el Señor Jesucristo.
Esta es exactamente la figura que encontramos en estos versículos de
Proverbios. Hay dos caminos. Está la senda de los justos, y la senda de los
malvados. Más adelante ya oiremos hablar nuevamente de este asunto. El
camino amplio está descrito en el capítulo 16:25, que dice: "Hay camino que
al hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la muerte".
Continuemos leyendo los versículos 20 al 22:
"Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. Que no
se aparten de tus ojos; guárdalas en lo profundo de tu corazón, porque son
vida para los que las hallan y medicina para todo su cuerpo."
Aquí cabe recordar que en el Salmo 119:11, el salmista dijo sobre la Palabra:
"En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti;" Las
palabras de Dios son Palabras de vida. De los escritos de un gran hombre del
pasado se ha dicho que si sus palabras se cortaran, sangrarían. Esto puede
decirse verdaderamente de las palabras de Dios. Son palabras vivas, si se
cortaran, sangrarían. En el versículo 22 dice son vida para los que las hayan.
Le traerán a usted vida y luz. Traerán instrucción, guía, dirección y alegría.
Todo esto proviene de la Palabra de Dios.
Ahora vamos a leer uno de los grandes versículos del libro de los Proverbios.
Leamos el versículo 23:
"Sobre toda cosa que guardes, guarda tu corazón, porque de él mana la
vida."
Otra versión lo traduce de la siguiente manera: "Por encima de todas las
cosas cuida tu corazón". Y otra lo expresa así: "Cuida tu mente más que nada
en el mundo". Es lo más importante que podemos cuidar, porque es fuente
de vida. La vida de la parte física está en la sangre, y es el corazón el que
bombea la sangre. William Harvey, en el siglo XVIII, descubrió la circulación
de la sangre, lo cual revolucionó a la ciencia médica. Y aquí, en el libro de
Proverbios, que fue escrito unos 2.700 años antes, hay un reconocimiento de
la importancia del corazón para la conservación de la vida. Y el corazón
simboliza el centro del ser más interior, más íntimo. En Mateo 15:19, el
Señor Jesús dijo: Porque del corazón salen los malos pensamientos, los
homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos
testimonios y las calumnias. Algunas de las cosas más malvadas y perversas
del mundo surgen del corazón humano. El corazón es el asiento de la
personalidad total. Si usted quiere comprobar cuán importante es el
corazón, mire en una Concordancia Bíblica a todas las referencias al corazón
que se encuentran en la Biblia. Debemos cuidar nuestro corazón con toda
diligencia. Lo que escuchemos, es muy importante, Lo que estudiamos
también es importante, Y lo que vemos, tiene importancia. Tendríamos que
reconocer que del corazón surgirán las cosas más importantes de nuestra
vida.
No perdamos de vista el hecho de que el libro de Proverbios, escrito
muchísimo antes de que Harvey descubriera la circulación de la sangre,
presentó una declaración sobre el corazón que, siglos más tarde, la ciencia la
confirmó como ciertas. Así que podemos reiterar que en el libro de los
Proverbios, y esto puede decirse de toda la Biblia, no encontrará usted una
observación inexacta o que vaya en contra de la ciencia.
Leamos ahora el versículo 24 de Proverbios 6,
"Aparta de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad de los labios."
Aquí se reafirma que las cosas a la vida provienen del corazón, pero es la
boca y los labios los que las transforman en palabras. Alguien ha dicho que lo
que hay en el pozo del corazón saldrá al exterior por el cubo de la boca. Cuan
cierto es esto, de que tarde o temprano la boca revelará lo que hay en el
corazón.
Nuestra boca nos delata. Recordemos cuando Pedro estaba sentado en el
patio, contemplando el juicio de Jesús; y alguien se acercó y le dijo:
"Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar
te descubre". O sea, estimado oyente, que la boca descubre nuestro corazón
ante los demás. De modo que tenemos que el cuidado debe comenzar con el
corazón. Luego el continuó diciendo algo que se refiere a los ojos. Leamos los
versículos 25 al 27, de este capítulo 4, de Proverbios:
"Que tus ojos miren lo recto y que tus párpados se abran a lo que tienes
delante. Examina la senda que siguen tus pies y sean rectos todos tus
caminos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal."
Aquí se destaca lo cuidadoso que debe ser un joven. Otra versión traduce así
el versículo 25: Pon la mirada en lo que tienes delante, fija la vista en lo que
está frente a ti. Muchos adultos hoy recuerdan con tristeza que han
arruinado su vida por una mala decisión tomada en su juventud, y muchas
de las consecuencias se han presentado al pasar los años una y otra vez. En
algunos casos, una adicción adquirida en la juventud, ya sea al alcohol o a las
drogas, ha marcado toda una vida y a toda una familia. ¡Cuántos están hoy
destrozando sus vidas por no haber examinado, como dice el versículo 26, la
senda que seguían sus pies!
Y ahora llegamos a

Proverbios 5
Al leer este capítulo cuidadosamente, usted encontrará que se le aconseja al
joven que viva una vida pura por el bien de su familia. Esta es la clase de
educación sexual que Dios da. Y nos agrada más esta instrucción de Dios que
la que solemos escuchar en la actualidad, incluso en algunos círculos
cristianos. Dios estaba diciendo que había que vivir una vida pura para el
bien del hogar más adelante. Muchos de los problemas de los hogares hoy no
han comenzado con el establecimiento oficial de la familia, sino en la vida
sexual prematrimonial del individuo. Leamos entonces los versículos 1 y 2,
que comienzan a presentarnos

La educación sexual de Dios


"Hijo mío, está atento a mi sabiduría e inclina tu oído a mi inteligencia, para
que guardes discreción y tus labios conserven la ciencia."
Las palabras Hijo mío nos indican que el escritor se dirige nuevamente al
joven. Esta es la sabiduría que le ofrece al joven venir a su escuela para
aprender de ella. En el capítulo anterior la advertencia se dirigía contra el
hombre malvado. En este capítulo, la advertencia va hacia la "mujer
extraña", literalmente, "la mujer extranjera", porque esa mujer procedía de
fuera de Israel. Generalmente pertenecía a otro pueblo y se dedicaba a la
prostitución. Ninguna mujer israelita se convertiría en una prostituta,
porque, de acuerdo con la ley, debía ser apedreada, Sin embargo, cuando
Israel se alejó de Dios, los israelitas cayeron, se hundieron cada vez más en
la inmoralidad. Y así se dio el caso de que algunas israelitas se dedicaron a
ejercer la prostitución, como se indica en Proverbios 2:17, cuando se habla
de la que abandona al compañero de su juventud y se olvida del pacto de su
Dios. Pero aun en ese caso, la mujer era considerada una extraña, una
extranjera, porque era una extraña en lo referente a su relación con Dios.
Leamos ahora los versículos 3 al 6:
"Los labios de la mujer extraña destilan miel y su paladar es más suave que
el aceite, pero su final es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos
filos. Sus pies descienden a la muerte, sus pasos se dirigen al sepulcro. Sus
caminos no son firmes: no los conoce, ni considera el camino de la vida."
En una cárcel estaba recluido un famoso criminal. Uno de los guardas de ese
lugar, nos contó la historia. Y ese hombre había contraído la sífilis, la cual no
se curó a tiempo y atacó al cerebro y causando una parálisis leve que
consiste en una debilidad de las contracciones musculares. Al final puede
incluso llegar a causar la locura. Y este guarda contaba que antes de morir
ese criminal, se había convertido en simplemente una persona trastornada
mentalmente. Luego, el guarda hizo este comentario: "Ese criminal fue
responsable de la ruina de muchas chicas. Pero, ¿sabe una cosa? ? es
interesante; esta gente nunca puede escapar a las consecuencias. Y alguna
muchacha le contagió a él esa enfermedad". Y aquí la Palabra de Dios
advierte contra éste y otros peligros que han malogrado la vida de tantos
jóvenes.
Luego los versículos 7 al 11 de este capítulo 5 de Proverbios dicen:
"Ahora pues, hijos, escuchadme y no os apartéis de las razones de mi boca.
Aleja de ella tu camino y no te acerques a la puerta de su casa, no sea que
des tu honor a extraños, y tus años a alguien cruel; o no sea que los extraños
se sacien de tu fuerza, que tus trabajos queden en casa ajena y que gimas al
final, cuando se consuma tu carne y todo tu cuerpo"
Aquí vemos una solemne y elocuente advertencia al joven. Y se nos describe
la verdadera imagen de una enfermedad venérea. Al final el escritor describe
un lamento, cuando las partes del cuerpo se consumen. En algunas regiones
de la tierra estas enfermedades y el sida adquieren proporciones
epidémicas. Y leamos ahora los versículos 12 al 14, que nos describen la
reacción de alguien que se arrepiente por no haber escuchado un consejo:
"Y digas: "¿Cómo pude aborrecer el consejo? ¿Cómo pudo mi corazón
menospreciar la reprensión? ¡No escuché la voz de los que me instruían, ni a
los que me enseñaban incliné mi oído! Casi en el colmo del mal he estado, en
medio de la sociedad y de la congregación."
Recordemos, estimado oyente, que Dios no puede ser burlado. Lo que usted
siembra, eso es precisamente lo que cosechará. Y Dios describe en este
pasaje cómo será el final de una vida malograda. Creemos que nuestra
sociedad actual está cosechando lo que ha estado sembrando. La burda
inmoralidad es el resultado de la falta de enseñanza de la Palabra de Dios.
Este pasaje presenta el lamento que no tiene respuesta, el remordimiento
por no haber sabido dar importancia a los consejos, por haberlos
despreciado, por haber sido rebelde. Estimado oyente, eso nos recuerda
nuestro estudio de los libros históricos del Antiguo Testamento, donde
vimos las reiteradas advertencias de los profetas, en cuanto a la dureza del
corazón de los israelitas, y los anuncios del castigo que se avecinaba. Al fin,
ellos también tuvieron que soportar las consecuencias trágicas de su
rebelión. Por ello vienen bien aquella solemne advertencia del salmista en el
Salmo 95:7 y 8: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón.

Estudio bíblico de Proverbios 5:15-6:15


Proverbios 5:15-6:15
En nuestro estudio de hoy, amigo oyente, volvemos al capítulo 5 de este
Libro de Proverbios que estamos estudiando. Y como dijimos antes, vamos a
comenzar con el versículo 15. Usted recordará que en nuestro estudio
anterior, en este capítulo 5, se mencionaba que este joven estaba recibiendo
una lección en cuanto al sexo, y se le aconsejaba que viviera una vida pura
por el bien de su hogar. Destacamos que esta es la clase de educación sexual
que Dios da y por cierto la encontramos en este libro tan práctico.
Antes de iniciar nuestra lectura de hoy a partir del versículo 15 de este
capítulo 5, recordemos lo que decían los versículos 12 al 14. que nos
describen la reacción de alguien que se arrepintió por no haber escuchado
un consejo:
"Y digas: "¡Cómo pude aborrecer el consejo? ¿Cómo pudo mi corazón
menospreciar la reprensión? ¡No escuché la voz de los que me instruían, ni a
los que me enseñaban incliné mi oído! Casi en el colmo del mal he estado, en
medio de la sociedad y de la congregación."
Recordemos, estimado oyente, que Dios no puede ser burlado. Lo que usted
siembra, eso es precisamente lo que cosechará. Y Dios describe en este
pasaje cómo será el final de una vida malograda. Creemos que nuestra
sociedad actual está cosechando lo que ha estado sembrando. La burda
inmoralidad es el resultado de la falta de enseñanza de la Palabra de Dios.
Este pasaje presenta el lamento que no tiene respuesta, el remordimiento
por no haber sabido dar importancia a los consejos, por haberlos
despreciado, por haber sido rebelde. Estimado oyente, eso nos recuerda
nuestro estudio de los libros históricos del Antiguo Testamento, donde
vimos las reiteradas advertencias de los profetas, en cuanto a la dureza del
corazón de los israelitas, y los anuncios del castigo que se avecinaba. Al fin,
ellos también tuvieron que soportar las consecuencias trágicas de su
rebelión. Por ello viene bien aquella solemne advertencia del salmista en el
Salmo 95:7 y 8: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón.
Vamos a iniciar nuestra lectura de hoy leyendo los versículos 15 al 17, que
comienzan a desarrollar el tema

La santidad del matrimonio


"Bebe el agua de tu propia cisterna, los raudales de tu propio pozo. ¿Acaso
han de derramarse tus fuentes por las calles y tus corrientes de aguas por
las plazas? Sean ellas para ti solo, no para los extraños que estén contigo."
Es decir, que su descendencia debería venir de su propia mujer, y no de otra.
Y continúan diciendo los versículos 18 y 19:
"¡Sea bendito tu manantial y alégrate con la mujer de tu juventud, cierva
amada, graciosa gacela! Que sus caricias te satisfagan en todo tiempo y
recréate siempre en su amor."
Estos versículos describen el amor en el matrimonio, y la Palabra de Dios
deja en claro que el amor físico y sexual en el matrimonio ha de ser
santificados y elevados a un nivel muy alto. En otros tiempos estos temas se
consideraban prohibidos, como si fueran algo sucio o inmoral, incluso entre
personas casadas. ¿Ha observado como describe Dios el amor físico en el
matrimonio? Lo eleva al nivel más alto. Recordemos que el matrimonio fue
proyectado por Dios mismo y dado a la familia humana para el bienestar y
beneficio de la humanidad. Una parte de la inmoralidad de nuestro tiempo
consiste en librarse del matrimonio.
Ahora, para el hijo de Dios, el hogar cristiano es una figura de la relación
entre Cristo y la Iglesia. Y no puede haber una relación más elevada y santa
que ésta. Es por tal motivo que resulta alarmante ver que, de forma
creciente, hasta las parejas cristianas se están separando. Esto debería llevar
a los dirigentes y responsables de las iglesias a orar intensamente a Dios, con
un sincero deseo de averiguar qué está mal. Esta es una indicación más de
que la Palabra de Dios no está afectando a la vida de los cristianos, no está
influyendo sobre los miembros de la iglesia.
Dice la carta a los Hebreos 13:4, Tened todos en alta estima el matrimonio y
la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que
cometen inmoralidades sexuales. Dios considera que el matrimonio es una
hermosa relación. Tiene un carácter elevado y santo, y no debe ser tratado
como algo impuro. Pero veamos el otro lado de la imagen: Dios juzgará a los
adúlteros.
El apóstol Pedro, en su primera carta 3:7, aconsejó a los maridos que
vivieran con sus esposas sabiamente, en un espíritu de comprensión y
respeto, y les dio un motivo para ello, diciendo: para que vuestras oraciones
no tengan estorbo. Esta era una verdadera prueba. Cuando el esposo y la
esposa viven de tal manera el uno con el otro, que tienen alegría y confianza
y pueden arrodillarse, orar juntos, y amarse, esa relación entonces
representa la relación entre Cristo y Su iglesia. Podemos asegurarle,
estimado oyente, que Dios puede bendecir, y lo hará, a ese hogar. Esto es
muy importante. Bien, volvamos ahora al libro de Proverbios y en este
capítulo 5, versículos 20 y 21, leemos:
"¿Por qué, hijo mío, has de andar ciego con la mujer ajena y abrazar el seno
de la extraña? Los caminos del hombre están ante los ojos del Señor, y él
considera todas sus sendas."
Este es un versículo interesante. Los caminos del hombre están ante los ojos
del Señor, y él considera todas sus sendas. Tenemos que reconocer que Dios
nos está observando todo el tiempo. Siempre estamos bajo su mirada.
Hay personas que tienen por costumbre blasfemar y maldecir todo el
tiempo, pero se reprimen cuando están ante cristianos y si se les escapa
alguna maldición, piden disculpas por el lenguaje utilizado. Pero a esta gente
se le debe decir que no se debe preocupar por las otras personas que las
están escuchando, ya que Dios es quien les está escuchando todo el tiempo.
Otra versión traduce este versículo: "El Señor está pendiente de la conducta
del hombre, no pierde de vista ninguno de sus pasos". Y pensamos que Él se
pregunta por qué usted actúa en la forma en que lo hace, y por las cosas que
decimos. Continuemos leyendo los últimos versículos de Proverbios 5, el 22
y 23:
"Apresarán al malvado sus propias iniquidades, retenido será con las
ligaduras de su pecado. Él morirá por falta de disciplina y errará por lo
inmenso de su locura."
Dios dice que habrá un día para rendir cuentas, de hacer frente a nuestra
responsabilidad: el día del justo castigo. Se está acercando el día de pago. El
hombre puede pensar que en al asunto de su pecado se está saliendo con la
suya, pero no es así. Su propia maldad, sus malas obras le aprisionarán, y
quedará sujeto por las cuerdas de sus pecados.
Y ahora, llegamos a

Proverbios 6
Este capítulo abarca muy diversos temas. Comienza con algunos consejos
apropiados para cristianos y no cristianos en el mundo actual de los
negocios. Estos son simplemente buenos principios comerciales. Así que
vemos que Dios ha dado muchos buenos consejos para toda la humanidad,
para aquellos que son salvos y para los que no lo son. Vamos a leer entonces
los versículos 1 y 2 de Proverbios 6, que comienzan a exponer estos

Buenos principios comerciales


"Hijo mío, si has salido fiador por tu amigo o le has empeñado tu palabra a
un extraño, te has enredado con las palabras de tu boca y has quedado
atrapado en los dichos de tus labios."
El escritor comenzó con dos consejos que resultan útiles en todo tiempo. No
firmar un documento a un amigo, y no ponerse en sociedad con una persona
extraña. Y el hombre que no es salvo puede seguir este consejo, pues le
resultará provechoso.
El segundo versículo indicaría que una persona se ha estado jactando.
Aparentemente, una de las razones por la cual un hombre firmará un
documento conjuntamente con otra persona, es aparecer como una persona
solvente y reconocida en el ambiente financiero. Pues bien, aquí se nos dice
que debemos tener cuidado con estas personas. Leamos ahora el versículo 3
de Proverbios 6:
"Haz esto ahora, hijo mío, para librarte, ya que has caído en manos de tu
prójimo: Ve, humíllate, importuna a tu amigo"
Otra versión traduce la última frase de este versículo 3, "ve corriendo y
humíllate ante él, procura deshacer tu compromiso". Es ese caso, nadie debe
tener temor de dirigirse a esa persona y resolver el problema aclarando las
cosas. Asegúrese de conservar a sus amigos, y de tener cuidado con sus
enemigos. Esto es exactamente lo que dice aquí y esto se volverá a repetir
otras veces. Continuemos leyendo los versículos 4 y 5:
"No des sueño a tus ojos ni dejes que tus párpados se cierren; escápate como
una gacela de manos del cazador, como un ave de manos del que tiende
trampas."
No se demore en tomar la decisión, aclare la situación y resuelva el asunto.
Usted es como un ave que ha sido cazada en una trampa, si ha firmado un
documento. Aquí hay una clara advertencia.
Pero ahora se nos presenta el lado positivo de este asunto. No solamente
debería uno ser prudente en sus acciones comerciales, así como prudente en
lo que dice en el ambiente financiero. Y deberíamos aprender algo de la
sabiduría de las hormigas. Veamos lo que nos dicen al respecto los
versículos 6 al 8:
"Mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos y sé sabio: Ella, sin tener
capitán, gobernador ni señor, prepara en el verano su comida, recoge en el
tiempo de la siega su sustento"
Nos damos cuenta que la hormiga es una buena maestra. Y ella nos puede
revelar grandes verdades. Una de las verdades es que ella es tan diligente en
los negocios como el que más. Esto es algo que el hijo de Dios debería
aprender de la pequeña hormiga. La hormiga siempre se encuentra ocupada
haciendo lo que más importante para ella en la vida, que es, acumular
comida para el invierno, preocupándose por el futuro: y está sumamente
atareada con ello.
Creemos que uno de los grandes pecados en el día de hoy por parte del
creyente, es la pereza, incluso entre los cristianos implicados a veces en
actividades cristianas, Tendremos que evaluar cuanto tiempo dedicamos a la
lectura y el estudio de la Palabra de Dios, haciendo provisión para nuestras
necesidades espirituales actuales y futuras. ¡Qué lección la que nos puede
enseñar hoy, una hormiguita! Y el escritor no ha finalizado con este tema y
continúa diciéndonos algo más en los versículos 9 al 11, de este capítulo 6:
"Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás del sueño?
Un poco de sueño, dormitar otro poco, y otro poco descansar mano sobre
mano: así te llegará la miseria como un vagabundo, la pobreza como un
hombre armado."
Ahora vamos a leer los versículos 12 y 13, que comienzan a presentar otra
descripción; la de

El hombre malvado
"El hombre malo, el hombre depravado, es el que anda en perversidad de
boca; que guiña los ojos, que habla con los pies, que hace señas con los
dedos."
¿Ha notado usted en algunas personas que todo lo que hacen, todos sus
gestos, tienen siempre una sugerencia grosera u obscena? Hay cristianos que
en este aspecto son casos dudosos.
Todo lo que dicen tiene un doble sentido. En sus conversaciones todo lo que
dicen tiene un doble sentido, especialmente sus chistes, y sus observaciones.
Les divierten esas frases sugerentes y tenemos que aclarar que Dios ha
hablado en contra de esas actitudes.
Continuemos leyendo los versículos 14 y 15 de Proverbios 6:
"Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo;
siembra las discordias. Por tanto, su calamidad vendrá de repente;
súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio."
Aquí observemos que esta persona "siembra" o provoca o alienta discordias.
Tenemos aquí una persona que se supone ser hijo de Dios y sin embargo,
cada movimiento con su cuerpo no es claro.
A veces solemos contemplar por televisión a personas que explotan
hábilmente esa facilidad, aprovechándose de su sentido del humor y de su
capacidad para entretener a las personas. Desafortunadamente, hay
cristianos a quienes les entretiene y causa mucha gracia escuchar a tales
personajes, hasta tal punto que les siguen semanalmente sin perder ninguno
de sus espectáculos.
Por ello, vemos a veces a cristianos pendientes de seguir los dictados de la
moda en su forma de vestir o de hablar, utilizando las expresiones que están
en boga para aparentar que están "al día" y proyectar así una imagen
supuestamente progresista. El problema es cuando no se tiene nada positivo
que transmitir a los demás, entonces tales personas lo disfrazan, lo
maquillan, para que pueda ser aceptable en un principio. Por otra parte, las
que nosotros necesitamos en este día, estimado oyente, son personas que
vivan vidas claras, cristalinas, nítidas; que todo lo que digan y hagan en su
vida, sea tan claro y puro como el sol del mediodía. Esa es la clase de gente
que se necesita en el día de hoy. Estas son personas transparentes, que se
revelan cual son y su presencia infunde confianza. Al verlas, uno se da cuenta
que puede confiar en ellas. Estas son las compañías ideales para el camino
de la vida, para disfrutar de la amistad y del compañerismo cristiano. Esas
son las personas que tienen a Cristo en sus vidas y lo reflejan a los demás.
Pero a los que tienen la forma opuesta de ser, la Biblia tiene advertencias
solemnes para ellos. La carta de San Pablo a los Gálatas 6:7 ?8 dice: 7No os
engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre,
eso también segará, 8porque el que siembra para agradar a su naturaleza
pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; pero el que
siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. De Dios
nadie se burla. EL requiere una vida santa. ¿Sabe usted por qué? Porque El
es santo. Él es esa clase de Dios, y Él va a estar interesado en esa clase de
persona y va a bendecirla. Ah, estimado oyente, usted y yo necesitamos
reconocer que estamos tratando con un Dios santo.
En este capítulo 6 del libro de Proverbios que estamos considerando hoy, y
que veremos también en nuestro próximo estudio, al entrar en un nuevo
párrafo de dicho capítulo, examinaremos siete cosas que Dios detesta.
Alguien quizá nos diga: "¿Cómo es eso? ¿Dijo usted que Dios aborrece siete
cosas?" Así es, estimado oyente. Bueno, alguien quizá diga: "Yo pensaba que
Dios era amor, que solo tenía capacidad para amar". Sí, claro, Él es amor.
Pero El aborrece el mal y todo aquello que el mal ha causado y está
produciendo en la raza humana.
Mientras tanto, le sugerimos que lea usted el resto de este capítulo, para que
pueda comprobar por sí mismo la forma clara y directa en que Dios se
expresa con respecto a todo aquello que se opone a su propia naturaleza
como Dios santo que es. Es por ese motivo que Dios detesta todo elemento
extraño que se introduce en las vidas de los cristianos, porque puede alejar a
los cristianos de esa relación de comunión y compañerismo que El quiere
tener con los suyos, y porque todo aquello que sea sucio o impuro, puede
arruinar no solo sus vidas, sino también las de aquellos que se encuentran a
su alrededor.
Estudio bíblico de Proverbios 6:16-23

Proverbios 6:16-23
Llegamos hoy, amigo oyente, otra vez a este capítulo 6, del Libro de
Proverbios que iniciamos en nuestro estudio anterior.
Esta sección que estamos estudiando comenzó en el versículos 12 y 13, 3n
los cuales se describió al "hombre malvado" ¿Ha notado usted en algunas
personas que todo lo que hacen, todos los gestos, tienen siempre una
sugerencia grosera u obscena? Hay cristianos que en este aspecto podríamos
decir que son casos dudosos. En sus encuentros todo lo que dicen tiene un
doble sentido, especialmente sus chistes, sus observaciones. Les divierten
esas frases sugerentes y tenemos que aclarar que Dios ha hablado en contra
de esas actitudes.
Después de estas consideraciones, en nuestro programa anterior leímos los
versículos 14 y 15, que decían:
"Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo;
siembra las discordias. Por tanto, su calamidad vendrá de repente;
súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio."
Aquí observemos que esta persona "siembra" o provoca o alienta discordias.
Tenemos aquí una persona que se supone ser hijo de Dios y sin embargo
cada movimiento que hace con su cuerpo no es absolutamente claro.
A veces solemos contemplar por televisión a personas que explotan
hábilmente esa facilidad, aprovechándose de su sentido del humor y de su
capacidad para entretener a las personas. Desafortunadamente, hay
cristianos a quienes les entretiene y les causa mucha gracia escuchar a tales
personajes, hasta tal punto que les siguen semanalmente sin perder ninguno
de sus espectáculos.
Por ello, vemos a cristianos pendientes de seguir los dictados de la moda en
su forma de vestir o de hablar, utilizando las expresiones que están en boga
para aparentar que están "al día" y proyectar así una imagen supuestamente
progresista. El problema es cuando no se tiene nada positivo que transmitir
a los demás, entonces tales personas lo disfrazan, lo maquillan, para que
pueda ser aceptable en un principio. Por otra parte, las que nosotros
necesitamos en este día, estimado oyente, son personas que vivan vidas
claras, cristalinas, nítidas; que todo lo que digan y hagan en su vida, sea tan
claro y puro como el sol del mediodía. Esa es la clase de gente que se
necesita en el día de hoy. Estas son personas transparentes, que se revelan
tal cual son y su presencia infunde confianza. Al verlas, una se cuenta que
puede confiar en ellas. Estas son las compañías ideales para el camino de la
vida, para disfrutar de la amistad y del compañerismo cristiano. Esas son las
personas que tienen a Cristo en sus vidas y lo reflejan a los demás.
Pero para los que tienen la forma opuesta de ser, la Biblia tiene advertencias
solemnes. La carta de San Pablo a los Gálatas 6:7 ?8 dice: 7No os engañéis;
Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también
segará, 8porque el que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de
esa misma naturaleza cosechará destrucción; pero el que siembra para
agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. De Dios nadie se
burla. EL requiere una vida santa. ¿Sabe usted por qué? Porque El es santo.
Él es esa clase de Dios, y Él va a estar interesado en esa clase de persona y va
a bendecirla. Ah, estimado oyente, usted y yo necesitamos reconocer que
estamos tratando con un Dios santo.
En este capítulo 6 del libro de Proverbios que estamos considerando hoy, al
entrar en un nuevo párrafo de dicho capítulo, examinaremos siete cosas que
Dios detesta. Alguien quizá nos diga: "¿Cómo es eso? ¿Dijo usted que Dios
aborrece siete cosas?" Así es, estimado oyente. Bueno, alguien quizá diga:
"Yo pensaba que Dios era amor, que solo tenía capacidad para amar". Sí,
claro, Él es amor. Pero El aborrece el mal y todo aquello que el mal ha
causado y está produciendo en la raza humana.
Después de esta introducción vamos a comenzar nuestra lectura específica
para el día de hoy con el versículo 16, para examinar una lista de

Siete cosas que Dios detesta


A algunas personas les puede resultar increíble que Dios sea capaz de
detestar, de aborrecer. Ellas le consideran solamente como un Dios de amor.
Como saben que Dios es amor, y que el amor es lo opuesto al odio entonces
deducen que Dios no puede odiar a nadie ni a nada. Pero ello no es cierto.
Dios es amor, pero El aborrece el mal.
Podemos ver la misma situación en un nivel puramente humano, es decir, en
las relaciones humanas normales. Por ejemplo, alguien ama a su hijo, pero
detesta a esa fiebre que le está atormentando y consumiendo el cuerpo del
niño. Alguien ama a su hijo, pero odia también al perro feroz que entra en su
jardín e intenta morder al pequeño. Es decir, que al mismo tiempo que siente
amor por su hijo, aborrece al animal o persona que pueda causarle daño.
Mientras exista un mundo de contrastes, un mundo en el que ha entrado el
pecado, amaremos lo bueno, lo justo, y detestaremos lo que es malo e
injusto. Aunque, por otra parte, si usted ama al pecado, a la maldad, entonces
usted detestará la bondad y la rectitud.
La Palabra de Dios nos dice que amemos lo bueno y detestemos el mal.
Cuando lleguemos al libro de Eclesiastés, veremos que en una parte, en el
3:8 dice que hay tiempo de amar y tiempo de aborrecer.
Ahora veremos que hay siete cosas que Dios aborrece. Aquí está la lista.
Leamos los versículos 16 al 19:
"Seis cosas aborrece el Señor, y aun siete le son abominables: los ojos
altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, el
corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies que corren presurosos
al mal, el testigo falso, que dice mentiras, y el que siembra discordia entre
hermanos."
Dios dijo claramente que detestaba estas cosas, y nosotros también
deberíamos incluirlas en la lista de cosas que aborrecemos. No fue la
primera vez que Dios declaró que El detestaba algo. Si vamos al libro de
Deuteronomio 16:22, leeremos lo siguiente: ni te levantarás estatua, lo cual
aborrece el Señor tu Dios. Dios aborrece cualquier clase de ídolo, o cualquier
cosa que ocupe en nuestros corazones el lugar que solo le corresponde a Él.
Un gran salmo mesiánico, el Salmo 45:7 dice: Has amado la justicia y
aborrecido la maldad. Una sigue a la otra como la noche sigue al día. En el
libro de Apocalipsis 2:6, Dios le dijo a la iglesia primitiva: pero tienes esto:
que aborreces las obras de los nicolaitas, las cuales yo también aborrezco. Es
que, estimado oyente, Dios ama, pero también detesta. Dios es amor pero,
por el mismo motivo, puede odiar. Y las Sagradas Escrituras presentan sus
argumentos, es decir, que exponen su caso.
El número siete en la Biblia no indica perfección sino lo que es completo.
Dios experimenta un odio completo hacia estas cosas, que son todas obras
de la naturaleza humana pecaminosa. Hay cosas que revelan la depravación
total y la degradación completa de las especies humanas. Dios ha dejado
constancia de que odia estas cosas. Ya ha quedado atrás esa vieja concepción
de Dios como un anciano senil y sentimental que llora pero no actúa, y de
que simplemente cierra sus ojos a los pecados de la humanidad y es
tolerante con el mal, y de que perdona porque no tiene el valor o la fortaleza
para castigar el pecado. Recordemos que Dios dice: "Yo amo" pero también
dice. "Yo detesto".
La idea de que tenemos que ser benévolos y comprensivos con los culpables
está ampliamente difundida, y los que la propugnan no han tenido el valor
de aplicar un programa severo de castigo. Ese es uno de los problemas de la
sociedad actual, y uno de los factores que está desintegrando esta sociedad.
Dios está dispuesto a castigar a los culpables. A Dios no le afecta la opinión
pública. A Dios no le intimida ninguna apariencia que pueda ofender al ser
humano. Dios no es cobarde. Dios dijo que de ninguna manera tendría por
inocente al culpable. Sus leyes son inviolables e inexorables.
Vamos entonces a examinar esta desagradable lista, que aparece en la
sección negativa del libro mayor de Dios:
1. Los ojos altivos. (v. 17) Este es el significado literal, los ojos altaneros. Es
la actitud de una persona que se sobrevalora a sí misma y subestima a otras.
Se trata del orgullo. Es ese pensamiento del corazón, es esa mirada leve y al
desviar la cabeza, ese destello en la mirada expresa que una persona se
considera mejor que los demás. Dios dice "Yo detesto esa actitud". Es la
primera cosa mencionada en esta lista. Y El la puso por delante del
homicidio y la ebriedad. Dios detesta la mirada altiva.
Es extraño que hoy en círculos cristianos o en la misma iglesia uno puede ser
aceptado o conseguir pasar inadvertido con esa mirada altanera que revela
orgullo, y nadie dirá nada al respecto. ¿Sabía usted que el primer pecado
manifiesto en el cielo, el pecado original, fue el orgullo? Fue cuando Satanás,
Lucifer, el hijo de la mañana dijo en su corazón: Subiré al cielo. En lo alto,
junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono y en el monte del testimonio
me sentaré, en los extremos del norte; sobre las alturas de las nubes subiré y
seré semejante al Altísimo (Isaías 14:13-14).Y él fue el que se presentó ante
el hombre en el jardín del Edén y le dijo: seréis como dioses (Génesis 3:5).
Es bastante interesante que más allá de los trastornos psicológicos y la
enfermedad psicosomática hay un tronco de árbol del cual surge la
anormalidad. ¿Sabe usted cuál es? La falta de ser una personalidad completa.
Es querer ser alguien importante, tener ciertos símbolos de una posición,
uno de los cuales es la independencia de Dios. Es que una persona quiere ser
su propio dios. Es querer convertir a la pequeña criatura en un Dios. Esa es
la razón por la cual la salvación por las obras apela al ser humano. Ese ser
humano pequeño que cree que va a conseguir su propia salvación, que la va
a obtener por sí mismo y que, por lo tanto, no necesita a Dios. Cree que no
necesita tener un Salvador que muera por él, y que cuando llegue a Su
presencia, podrá ocupar el lugar de Dios porque se considerará tan bueno
como Él, y podrá sentarse justamente junto a Él. Estimado oyente, una
salvación por las obras revela una carencia en la personalidad. Dios resiste a
los soberbios, y tiene respeto y consideración por los humildes. Más
adelante, en este mismo libro de los Proverbios 11:2, dice: Cuando llega la
soberbia, llega también la deshonra. Y recordemos que en el Libro de Job, en
el capítulo 40, de ese libro, versículo 12, dice: Mira a todo soberbio, y
humíllalo, y destruye a los impíos donde quiera que estén.
Recordemos que en las bienaventuranzas del Sermón del Monte, en Mateo
5:3, el Señor Jesús dijo: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de
ellos es el reino de los cielos. Y esto es lo que dijo el Salmista en el Salmo
131:1: Señor, no se ha envanecido mi corazón ni mis ojos se enaltecieron; ni
anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí. Estimado
oyente, necesitamos ocupar un lugar humilde y decir: "Oh, Dios, yo soy débil,
no puedo hacerlo; te necesito a Tí."
En cierta ocasión, observé a un joven que pretendía introducirse en un
grupo de jóvenes. Era grande de estatura y tenía un aspecto jactancioso. E
intentaba ser aceptado por sus colegas. Así que se introdujo en el grupo y
comenzó a maldecir como un viejo marino y experimentado en su profesión.
Y yo pensé: pobre joven, está tratando de resultar aceptable ante los demás.
¿Por qué simplemente no se acerca a Dios y le dice la verdad? ¡Cuánto mejor
sería decirle a Dios lo que el salmista expresó en su poema: Señor, mi
corazón no es orgulloso, ni son altivos mis ojos; no busco grandezas
desmedidas, ni proezas que excedan a mis fuerzas. Estimado oyente, cuando
usted acude a Dios para recibir la salvación, es entonces cuando se convierte
en alguien real, en una personalidad hecha y derecha. Escuchemos lo que
Dios dijo por medio de Isaías, capítulo 66, versículo 2. . . . pero yo miraré a
aquel que es pobre y humilde de espíritu y que tiembla a mi palabra. Así
habla Dios, amigo oyente. Y si usted está dispuesto a acercarse a Él con esa
actitud, va a ver que Dios está dispuesto a recibirle. Porque Dios dijo que
aborrece la mirada o los ojos altivos.
2. Dios aborrece la lengua mentirosa (v. 17) ¿Ha notado alguna vez que en la
Biblia se dice más acerca del uso y abuso de la lengua, que del abuso del
alcohol? El abuso de la lengua es algo muy común en todas las razas y en
todos los idiomas. Permítanos decirle estimado oyente, que eso es algo
verdaderamente trágico.
El salmista dijo: Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso.
(Sal. 116:11) El Dr. Carroll acostumbraba decir a sus alumnos: "David en un
momento de apresuramiento dijo que todos los hombres eran mentirosos.
Yo he tenido mucho tiempo para pensar en ello y todavía estoy de acuerdo
con David". Bueno, ciertamente tenemos que admitir que estamos de
acuerdo con David. En otra ocasión el salmista, en 120:2 dijo: Libra mi alma,
Señor, del labio mentiroso, y de la lengua fraudulenta. Y en su oración de
confesión, en el Salmo 51:6, el rey David dijo: Tu amas la verdad en lo íntimo
y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Dios es el Dios de la
verdad. Y lo dijo el salmista en el Salmo 31:5, con estas palabras: En tu mano
encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, Señor, Dios de verdad. ¡Qué
hermoso es esto y cuan diferente es de una lengua mentirosa! Recordemos
que la cosa más peligrosa hoy en este mundo es la lengua. Hay muchas
personas que han sufrido el ataque por este medio de otras personas y es
como si hubiesen sufrido un asesinato a su reputación. Así que debería estar
más controlado el uso de la lengua.
3. La tercera cosa que Dios detesta son las manos que derraman sangre
inocente (v. 17). Un asesino es especialmente odioso e inaceptable ante Dios
y los hombres. Dios dice que el asesino debe ser castigado porque arrebató a
alguien algo que Dios dijo que era sagrado, la vida humana.
4. La cuarta cosa que Dios detesta es el corazón que maquina pensamientos
perversos, planes inicuos (v. 18) Y creemos que todos los hombres y
mujeres tienen malos pensamientos. En Mateo 15:19 el Señor Jesús dijo:
19porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los
adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios, las
blasfemias. Realmente, es una camada peligrosa la que proviene del corazón
humano. Por cierto, ¿ha confesado usted alguna vez a Dios lo que tiene en su
mente y en su corazón? Todos necesitamos hacerlo. Necesitamos ser
limpiados. Dios está en estos casos, como el médico divino, tratando la
anatomía o, mejor dicho, la patología del mal y de la maldad, las
enfermedades espirituales del ser humano, y los diferentes síntomas que
aparecen de tales enfermedades. El estudio y análisis divino incluye ? los
ojos, la lengua, las manos, el corazón, y los pies, que veremos a continuación.
Ahora, lo próximo que se va a mencionar son los pies.
5. Así que tenemos ahora a los pies que corren presurosos al mal. (v. 18)
¿Sabe, amigo oyente, que el corazón abre el camino que van a recorrer los
pies? Es interesante notar lo que Isaías dijo en el capítulo 59 de su libro,
versículo 7: Sus pies corren al mal, se apresuran para derramar sangre
inocente; sus pensamientos son pensamientos perversos; destrucción y
quebrantamiento hay en sus caminos. Esta es la lista de las cosas que Dios
dice que aborrece.
6. Ahora, la sexta cosa mencionada, aparece aquí en la primera parte del
versículo 19, y es el testigo falso que dice mentiras. Hoy en día no es raro
que la gente cometa perjurio. Parece ser uno de los pecados más comunes de
nuestro tiempo. Y es algo que Dios detesta.
7. Esta aparece aquí en la segunda parte del versículo 19 y es el que siembra
discordia entre hermanos. Existe una bienaventuranza, pronunciada por el
Señor, que mira al problema desde el lado positivo. La encontramos en
Mateo 5:9 y dice: Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados
hijos de Dios. Hay verdaderas multitudes de personas que están sembrando
la discordia, y no están todos motivados políticamente. Se encuentran en su
propio vecindario, y hay posibilidades de que también haya algunos en su
iglesia. Quizás tenga usted uno en su hogar o familia, y que incluso se siente
donde usted se sienta. Estimado amigo, el causar problemas entre los
miembros de la familia o entre los hermanos en Cristo y entre sus
colaboradores es algo que Dios aborrece.
Esta lista de siete pecados es como un espejo. Echamos una mirada al espejo
y nos avergonzamos, porque nos vemos a nosotros mismos. Estimado
oyente, permítame pedirle que se dirija una buena mirada a sí mismo, en
este espejo de la Palabra de Dios. Después de que usted y yo nos veamos tal
como realmente somos, vayamos ante la presencia de Dios y confesemos
estas cosas que a El tanto le desagradan. Seamos honestos con El y
pidámosle que nos limpie.
Continuemos ahora leyendo los versículos 20 al 22 de este capítulo 6 de
Proverbios:
"Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza
de tu madre. Átalos siempre a tu corazón, enlázalos a tu cuello. Te guiarán
cuando camines, te guardarán cuando duermas y hablarán contigo cuando
despiertes."
Aquí recordamos al joven de hace unos capítulos, que ha crecido, que ha ido
a la escuela, pero a quien se le recuerda que no olvide las cosas que le fueron
enseñadas por su padre y por su madre. Las cosas que él ha aprendido en el
hogar son muy importantes. Las habrá de tener constantemente ante él.
Y dice el versículo 23 de este capítulo 6 de Proverbios:
"Porque el mandamiento es lámpara, la enseñanza es luz, y camino de vida
son las reprensiones que te instruyen"
Y así esta sección concluye recapitulando verdades ya establecidas
anteriormente. La instrucción paternal proporciona guía, protección (2:11)
y consejo (6:22). Esa enseñanza deberá provenir de la Ley de Dios, porque
los mandamientos de los padres, como la Palabra de Dios, deberán ser como
una lámpara y como una luz, proveyendo guía y dirección para la conducta)
Salmo 119:105). Y la disciplina, aunque dolorosa, (Hebreos 12:11ª) ayuda a
mantener a una persona en el sendero correcto, conduciéndola por el
camino de la vida.

Estudio bíblico de Proverbios 6:24-8:9


Proverbios 6:24-8:9
Estimado oyente, volvemos hoy en este estudio del Libro de Proverbios, al
capítulo 6. Entraremos hoy en un área que ya hemos visto antes y continuará
hasta el próximo capítulo. El nuevo párrafo se titula

Una advertencia contra los pecados sexuales


Ahora el escritor regresó al tema de un pecado ampliamente difundido en le
sociedad contemporánea; los pecados sexuales.
La advertencia al joven se refiere nuevamente a la mujer extraña, a la
prostituta. Es ella la que probablemente, puede arruinar la vida de un joven
y mucho más que cualquier otra cosa. Los pecados sexuales, los pecados de
adulterio son grandes pecados de nuestra época. Nadie podría calcular las
vidas que se han destruido completamente a causa de ellos. ¡Cuántos
matrimonios están hoy rotos por ese motivo! Podemos ver este tema del
triángulo amoroso una y otra vez en las películas, novelas, y canciones
populares. Los protagonistas son siempre un matrimonio y una tercera
persona, un hombre o una mujer, que llega y rompe el matrimonio. El libro
de los Proverbios tiene mucho que decir sobre esta situación. Y vamos a
comenzar hoy leyendo los versículos 24 y 25, de este capítulo 6, donde dice:
"Para guardarte de la mala mujer, de la suave lengua de la mujer extraña. No
codicies su hermosura en tu corazón, ni te prenda ella con sus ojos"
El joven no debía permitir que la belleza de aquella mujer encendiera su
pasión. Acabamos de leer en Proverbios 4:23, Sobre toda cosa que guardes,
guarda tu corazón, porque de él mana la vida. Observemos que se le advierte
al joven sobre sus halagos, su belleza, y el parpadeo de sus ojos. El Señor
Jesús dijo en Mateo 5:27 y 28: 27»Oísteis que fue dicho: "No cometerás
adulterio". 28Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Todo el pensamiento
pecaminoso comienza en el corazón humano. Continuemos leyendo el
versículo 26 de Proverbios 6:
"Porque la ramera solo pretende del hombre un bocado de pan, pero la
adúltera busca la vida del hombre."
¡Cuántas vidas se han arruinado de esta manera! Nos sorprendería saber la
cantidad de personas dispuestas a implicarse en esas situaciones y la
cantidad de gente que están siendo objeto de chantajes a causa de haber
practicado sexo ilícito. ¿Y cómo comienza a prepararse una situación así? El
Señor dijo que el proceso comienza en el corazón y sabía lo que decía porque
El nos creó y por lo tanto nos conoce a la perfección. El consejo es No
codicies su hermosura en tu corazón. Allí es donde se inicia la atracción y la
codicia.
Después el escritor formuló unas preguntas penetrantes: leamos el versículo
27:
"¿Pondrá el hombre fuego en su seno sin que ardan sus vestidos?"
La respuesta a esta pregunta resulta obvia. Y dice el versículo 28:
"¿Andará el hombre sobre brasas sin que se quemen sus pies?"
Sabemos que los fanáticos son capaces de hacer esto. Pero uno siempre se
quema los pies cuando camina sobre las brasas, de eso no hay duda. Ahora,
en el versículo 29, dice:
"Así le sucede al que se llega a la mujer de su prójimo, pues no quedará
impune ninguno que la toque."
Si un hombre comete adulterio, no puede declararse inocente. No importa lo
que él diga. Y aquí se nos da una ilustración en el versículo 30, que dice:
"No se desprecia al ladrón, si roba para saciarse cuando tiene hambre."
Si un hombre tiene hambre y roba, sentimos simpatía por él. En cierta
ocasión un hombre fue arrestado por robar y se descubrió que él tenía unos
niños en su casa que estaban padeciendo hambre. En un caso así, uno no le
juzgaría, sino que trataría de ayudarle. Leamos también el versículo 31, de
este capítulo 6, de Proverbios:
"Y si es sorprendido, pagará siete veces: tendrá que entregar cuanto tiene en
su casa."
Es decir, que tendrá que hipotecar su casa para devolver lo que debe. Luego
continúa diciendo en los versículos 32 y 33
"También al que comete adulterio le falta sensatez; el que tal hace corrompe
su alma. Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta nunca será borrada."
El cometer adulterio es algo que deja una cicatriz para toda la vida. En
algunos casos hemos visto que la parte culpable regresa, pide perdón y es
perdonada. Pero hemos seguido la trayectoria de esos casos y la mayoría no
logra reconstruir un hogar feliz. Solo la acción del Espíritu Santo, actuando
en corazones sensibles a su obra, puede restaurar este tipo de situaciones. El
recuerdo de un adulterio no se borra fácilmente. Así que teniendo en cuenta
las consecuencias, el cometerlo revela una falta total de conocimiento. Puede
destruir una familia, y las vidas que la componen.
Continuemos leyendo los versículos 34 y 35 de Proverbios 6:
"Porque el hombre enfurecido por los celos no perdonará en el día de la
venganza; no aceptará compensación alguna, ni querrá perdonar aunque le
aumentes el pago."
Como vemos, las advertencias y consejos terminan detallando las trágicas
consecuencias del adulterio, que hace desbordar las pasiones humanas fuera
de todo control. Llegamos ahora a

Proverbios 7
Ahora, el capítulo 7, continúa tratando este mismo tema. El pensamiento
principal que encontramos aquí es la advertencia contra la mujer de moral
ligera. Y en los primeros 4 versículos leemos:
"Hijo mío, guarda mis razones y atesora para ti mis mandamientos. Guarda
mis mandamientos y vivirás, y guarda mi enseñanza como a la niña de tus
ojos. Átalos a tus dedos, escríbelos en la tabla de tu corazón. Di a la
sabiduría: "Tú eres mi hermana", y llama parienta a la inteligencia"
Ahora, después de haber dicho esto, el escritor va a dirigirse a casos
concretos de la vida real. Y dice el propósito en el versículo 5:
"Para que te guarden de la mujer ajena, de la extraña que suaviza sus
palabras."
Y entonces ahora menciona casos específicos. Leamos loe versículos 6 al 9:
"Miraba yo por la ventana de mi casa, a través de mi celosía, cuando vi entre
los ingenuos, observé entre los jóvenes, a un joven falto de sensatez. Pasaba
él por la calle, junto a la esquina, e iba camino de la casa de ella, al atardecer,
cuando ya oscurecía y caía la oscuridad y las tinieblas de la noche."
Este joven del relato salió a caminar por la calle equivocada. Y sigue el relato
en los versículos 10 al 14:
"En esto, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astucia en el
corazón. Alborotadora y pendenciera, sus pies no pueden estar en casa. Unas
veces está en la calle, otras veces en las plazas, al acecho en todas las
esquinas. Se asió de él y lo besó. Con semblante descarado le dijo: Sacrificios
de paz había prometido, y hoy he cumplido mis votos"
Observemos que la protagonista es una mujer religiosa. Le quiere hacer
creer al joven que ella se encuentra en una buena relación con Dios. Le dice
que había cumplido con sus sacrificios de paz y reconciliación. (La persona
que ofrecía el sacrificio de reconciliación recibía una porción de carne de la
víctima para comerla con sus familiares y amigos en un banquete sacrificial.
(Lev.7). Con esta expresión la mujer está diciendo que en su casa hay comida
abundante.) Escuchemos el versículo 15:
"Por eso he salido a encontrarte, buscando con ansia tu rostro, y te he
hallado."
En otras palabras, "te he estado buscando toda mi vida y al fin te he
encontrado". Leamos los versículos 16 al 20:
"He adornado mi cama con colchas recamadas con lino de Egipto; he
perfumado mi lecho con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de
amor hasta la mañana; disfrutemos de amores. Porque mi marido no está en
casa; se ha ido a un largo viaje. La bolsa del dinero se llevó en la mano, y no
volverá a su casa hasta la luna llena."
Para tranquilizarle le asegura que el hombre de la casa está ausente y no
regresará hasta un día determinado. Y dicen los versículos 21 al 23:
"Así lo rindió, con la suavidad de sus muchas palabras, y lo sedujo con la
zalamería de sus labios. Al punto se marchó tras ella, como va el buey al
degolladero o como va el necio a prisión para ser castigado; como el ave que
se arroja contra la red, sin saber que va a perder la vida hasta que la saeta
traspasa su corazón."
El lenguaje aquí es muy figurativo. Y por cierto que es un lenguaje bastante
fuerte. Ahora tenemos la advertencia; leamos los versículos 24 al 27:
"Ahora pues, hijos, escuchadme; estad atentos a las razones de mi boca: No
se desvíe tu corazón a los caminos de ella; no yerres en sus veredas, porque
a muchos ha hecho caer heridos, y aun los más fuertes han sido muertos por
ella. Camino del seol es su casa, que conduce a las cámaras de la muerte."
La advertencia ha de ser tomada literalmente, y hay también una aplicación
espiritual para usted y para mí. La Biblia tiene mucho que decir sobre el
adulterio espiritual. Dios lo llamó así cuando Su pueblo le dejó para ir tras
los ídolos. Ellos resultaron atrapados por la idolatría y fueron subyugados
como pueblo. Se apartaron del Dios vivo y verdadero. Iban a estar unidos a
Él, pero se separaron. Estaban realmente comportándose como una ramera;
estaban siendo infieles y falsos hacia El. En eso consiste el adulterio
espiritual.
El creyente deberá mantenerse alerta frente a los esfuerzos de los
promotores de ciertas sectas, que se destacan por su celo y persistencia en
aproximarse directamente a las personas. Ellos también se presentan de una
manera atractiva, con una actitud amable, a veces con halagos, con la
intención de seducir, en fin, el objetivo de ellos es apartar al cristiano de
Cristo, con el propósito de integrarle en su sistema. Los esfuerzos por hacer
caer al cristiano en el adulterio espiritual se llevarán a cabo por medios de
difusión como radio y televisión. Por ello insistimos en la importancia que
para los cristianos tiene una relación íntima con Cristo, una gran
dependencia del Espíritu Santo y un buen conocimiento de las Sagradas
Escrituras. Solo así el cristiano podrá mantener su libertad y la fidelidad a su
Señor, evitando ser seducido por sectas extrañas, como le sucedió al antiguo
pueblo de Israel, que fue arrastrado por la idolatría, cayendo en el adulterio
espiritual, lo que les condujo a ser esclavizados por otros pueblos. Y así
llegamos ahora

Proverbios 8:1-9
Aquí en este capítulo el joven ha estado examinando la literatura de
diferentes universidades; y el colegio de la sabiduría y el colegio de los
insensatos, rivalizan en tratar que él se matricule en sus estudios. En este
capítulo vemos que la sabiduría le está enviando una invitación que incluye
una nota de urgencia. El joven está experimentando cierta presión. La
campana de la escuela estará pronto llamando a los alumnos a las clases, y
todos quieren que este joven se matricule. Escuchemos lo que dice el primer
versículo de este capítulo 8 de Proverbios, en el cual

La sabiduría llama al joven


"¿Acaso no clama la Sabiduría y alza su voz la inteligencia?"
Como hemos visto el joven ha sido atraído para que deje la escuela de la
sabiduría. Créame, estimado oyente, los cultos y sectas se encuentran por la
calle llamando a las puertas.
El pueblo de Dios debería estar haciendo lo mismo. Vemos que algunas
buenas organizaciones, especialmente las que están trabajando entre los
jóvenes, están llamando a las puertas de las casas para dar su testimonio
personal. Y es positivo que expongan breve y abiertamente lo que creen,
siempre y cuando no sean insistentes allí donde no se les quiera recibir, y
actúen con buena educación y tacto. La sabiduría y la inteligencia deberían
exponer su voz. Y luego, los versículos 2 al 4, dicen:
"Apostada en las alturas junto al camino, en las encrucijadas de las veredas,
junto a las puertas, a la entrada de la ciudad, a la entrada de las puertas da
voces: ¡A vosotros, hombres, llamo; mi voz dirijo a los hijos de los hombres!"
Esto es lo que estamos tratando de hacer por medio de la radio. Estamos
tratando de enviar un llamado para que los jóvenes vengan a la escuela de la
sabiduría, para que lleguen a la sabiduría por medio de la persona de Cristo.
Cristo ha sido hecho para nosotros sabiduría y debemos ir a Cristo. Leamos
ahora el versículo 5 de Proverbios 8:
"Ingenuos, aprended discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura."
¿Está dispuesto usted, estimado oyente, a adoptar esa posición, de admitir
que usted no es una persona adecuada? ¿Puede usted decir que es un
pecador y que en realidad no tiene ningún problema intelectual? Es
sorprendente escuchar a muchas personas hablar así. Cierto joven vino y
dijo: "Tengo un problema intelectual con respecto a la Biblia". ¿Y sabe usted
cuál era el problema? Tenía un problema con un pecado, que no quería dejar.
Por la experiencia hemos descubierto que si una persona tiene un problema
similar con un pecado, y acude a Cristo con ese problema, con frecuencia
esos problemas intelectuales se resuelven Y luego, los versículos 6 al 8 de
este capítulo 8 de Proverbios, dicen:
"Escuchad, porque voy a decir cosas excelentes, voy a abrir mis labios para
cosas rectas. Porque mi boca dice la verdad, y mis labios abominan la
impiedad. Justas son todas las razones de mi boca: nada hay en ellas
perverso ni torcido"
¡Qué cuadro el que tenemos aquí! Muchas personas hablan de errores y
problemas en la Biblia. Hay varios libros escritos sobre problemas en la
Biblia. Reconocemos que a algunas personas inteligentes les pueda parecer
que hay problemas en la Biblia. Todos los que estudiamos la Biblia en algún
momento, especialmente al comenzar a estudiarla, hemos creído ver algún
problema, y aun en el día de hoy hay algunas cosas que no entendemos. Pero
el problema, realmente, no se encuentra en la Palabra de Dios. El problema
está en la mente y el corazón del ser humano. Porque en las palabras de
sabiduría no hay nada tergiversado o perverso. Y el versículo 9 dice:
"Todas son claras para el que entiende y rectas para los que han hallado
sabiduría."
¿Se da cuenta, estimado oyente? si es verdaderamente sabiduría va a ser
algo sencillo, que apelará a las personas sencillas. Estamos muy agradecidos
a Dios que no hizo que el evangelio resultara atractivo nada más que para
personas de suma inteligencia. Si hubiera sido así, muchas personas habrían
quedado apartadas de toda comprensión del mismo. Este es un mensaje que
puede ser comprendido por las personas sencillas. Y es en realidad un
mensaje sencillo.
Hay un pasaje muy interesante en las Sagradas Escrituras, en la Segunda
Epístola a los Corintios, y al cual hemos hecho referencia varias veces.
Creemos que es absolutamente profundo, aunque muy sencillo. Y nos
referimos al pasaje que se encuentra en el capítulo 3 de esa Segunda epístola
a los Corintios, versículos 13 y 14; y allí dice: No como Moisés, que ponía un
velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de
aquello que había de desaparecer. Pero el entendimiento de ellos se embotó,
porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo
velo sin descorrer, el cual por Cristo es quitado.
Ahora, alguien podría decir: "Bueno, si no pueden comprender porque existe
un velo sobre sus ojos, entonces ellos no son responsables". Bueno, eso es lo
que muchos están diciendo en el presente, que tienen como un velo sobre
sus mentes y no pueden comprender la Biblia. Pero veamos los versículos
siguientes, los versículos 15 y 16 de este capítulo 3, de la Segunda epístola a
los Corintios, que dicen: Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el
velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pues, bien, aquí dice que el velo
está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el
velo será quitado. Ese velo que se encuentra en el corazón de ellos será
quitado cuando ellos se conviertan al Señor. Entonces, podemos notar que el
problema no existe en la cabeza, en la mente ? sino que es un problema del
corazón.
Hablemos directamente entonces, hagamos referencia a las cosas que nos
tocan en nuestra vida diaria. No diga que hay problemas intelectuales que le
mantienen alejado del Señor. El problema es que hay pecado en su vida, hay
cosas en su vida que usted no quiere cambiar. Usted no quiere inclinar su
cabeza y su corazón, y acercarse a Jesucristo. Ese es su problema. Observe
que cuando el corazón se convierta al Señor, ocurrirá algo sorprendente: el
velo será quitado. Y los problemas se resolverán.
Se ha hecho referencia a un hombre, gran intelectual de la Edad Media que
dijo: "Yo tenía muchos problemas hasta que llegué a Cristo". Podemos decir
que esos problemas son intelectuales, pero realmente son problemas del
corazón. La Palabra de Dios es clara. El mensaje del Evangelio es tan sencillo
que no puede ser mal entendido. Pero sí puede haber una resistencia
intencionada, deliberada, al evangelio. Y ese es un problema del corazón.
Y esa es la razón por la cual muchos utilizan la Palabra de Dios como si fuera
un contador Geiger. Un contador de ese tipo sirve para indicarle al ser
humano donde hay uranio. Y la reacción ante la Palabra de Dios indicará
donde hay un corazón que cree. Hay algunas personas que aman la Palabra
de Dios, y entonces la aguja del contador se agitará. Sin embargo, habrá
otros que tienen una expresión muy piadosa sobre su rostro y utilizan un
vocabulario muy espiritual, que cuando se acercan a la Palabra, no
manifiestan ninguna vida ni actividad. El contador indica que están
espiritualmente muertos. En realidad, se resisten a la Palabra de Dios.
Muchas veces ha habido personas que nos han pedido que hablemos con
gente que resiste a la Palabra de Dios. Les decimos que nuestra tarea
consiste simplemente en difundir y enseñar la Palabra. El Señor tratará con
los que se resisten u oponen a ella. Durante muchos años en el ministerio
cristiano hemos visto como el Señor se encarga de tratar con esas personas.
El tiene formas de comunicarse, de llegar a cada persona en su necesidad
personal. Su Espíritu actúa hoy en el mundo, y Él puede llegar hasta los
rincones más escondidos del ser humano, allí donde se encuentra el
verdadero problema que ata a muchas personas, y Cristo, por su victoria en
la cruz, puede romper toda ligadura que impide que una persona acepte por
la fe al Señor Jesucristo como su Salvador.

Estudio bíblico de Proverbios 8:10-36


Proverbios 8:10-36
Este capítulo 8 había comenzado con un párrafo titulado "La sabiduría llama
al joven", que se extendía desde el versículo 1 al 11; en este programa de hoy
consideraremos un párrafo titulado "Las características de la sabiduría", que
se extiende desde el versículo 12 al 21. Finalmente, y para finalizar el
capítulo 8 veremos el párrafo titulado "la sabiduría personificada en Cristo"
que se extiende desde el versículo 22 hasta el 36. Antes de entrar a
considerar el pasaje Bíblico de hoy, que se extiende desde el versículo 10
hasta el 36, vamos a recordar algunas cosas que dijimos en nuestro
programa anterior y que reafirman el carácter exacto y fidedigno de la
Biblia.
Cierto joven vino y dijo: "Tengo un problema intelectual con respecto a la
Biblia". ¿Y sabe usted cuál era el problema? Tenía un problema con un
pecado, que no quería dejar. Por la experiencia hemos descubierto que si
una persona tiene un problema similar con un pecado, y acude a Cristo con
ese problema, con frecuencia esos problemas intelectuales se resuelven
Muchas personas hablan de errores y problemas en la Biblia. Hay varios
libros escritos sobre problemas en la Biblia. Reconocemos que a algunas
personas inteligentes les pueda parecer que hay problemas en la Biblia.
Todos los que estudiamos la Biblia en algún momento, especialmente al
comenzar a estudiarla, hemos creído ver algún problema, y aun en el día de
hoy hay algunas cosas que no entendemos. Pero tenemos que respetar los
misterios que Dios no consideran oportuno revelar porque no las habríamos
podido asimilar con una mente en la cual está presente el pecado, o porque
no las consideró necesarias para nuestro desarrollo espiritual. Pero, en
definitiva, el problema, realmente, no se encuentra en la Palabra de Dios. El
problema está en la mente y el corazón del ser humano. Porque en las
palabras de sabiduría no hay nada tergiversado o perverso.
"Todas son claras para el que entiende y rectas para los que han hallado
sabiduría."
¿Se da cuenta, estimado oyente? si es verdaderamente sabiduría va a ser
algo sencillo, que apelará a las personas sencillas. Estamos muy agradecidos
a Dios que no hizo que el evangelio resultara atractivo nada más que para
personas de suma inteligencia. Si hubiera sido así, muchas personas habrían
quedado apartadas de toda comprensión del mismo. Este es un mensaje que
puede ser comprendido por las personas sencillas. Y es en realidad un
mensaje sencillo.
Hay un pasaje muy interesante en las Sagradas Escrituras, en la Segunda
epístola a los Corintios, y al cual hemos hecho referencia varias veces.
Creemos que es absolutamente profundo, aunque muy sencillo. Y nos
referimos al pasaje que se encuentra en el capítulo 3 de esa Segunda epístola
a los Corintios, versículos 13 y 14; y allí dice: No como Moisés, que ponía un
velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de
aquello que había de desaparecer. Pero el entendimiento de ellos se embotó,
porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo
velo sin descorrer, el cual por Cristo es quitado.
Ahora, alguien podría decir: "Bueno, si no pueden comprender porque existe
un velo sobre sus ojos, entonces ellos no son responsables". Bueno, eso es lo
que muchos están diciendo en el presente, que tienen como un velo sobre
sus mentes y no pueden comprender la Biblia. Pero veamos los versículos
siguientes, los versículos 15 y 16 de este capítulo 3, de la Segunda epístola a
los Corintios, que dicen: Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el
velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pues, bien, aquí dice que el velo
está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el
velo será quitado. Ese velo que se encuentra en el corazón de ellos será
quitado cuando ellos se conviertan al Señor. Entonces, podemos notar que el
problema no existe en la cabeza, en la mente ? sino que es un problema del
corazón.
Hablemos directamente entonces, hagamos referencia a las cosas que nos
tocan en nuestra vida diaria. No diga que hay problemas intelectuales que le
mantienen alejado del Señor. El problema es que hay pecado en su vida, hay
cosas en su vida que usted no quiere cambiar. Usted no quiere inclinar su
cabeza y su corazón, y acercarse a Jesucristo. Ese es su problema. Observe
que cuando el corazón se convierta al Señor, ocurrirá algo sorprendente: el
velo será quitado. Y los problemas se resolverán.
Se ha hecho referencia a un hombre, gran intelectual de la Edad Media que
dijo: "Yo tenía muchos problemas hasta que llegué a Cristo". Podemos decir
que esos problemas son intelectuales, pero realmente son problemas del
corazón. La Palabra de Dios es clara. El mensaje del Evangelio es tan sencillo
que no puede ser mal entendido. Pero sí puede haber una resistencia
intencionada, deliberada, al evangelio. Y ese es un problema del corazón.
Y esa es la razón por la cual muchos utilizan la Palabra de Dios como si fuera
un contador Geiger. Un contador de ese tipo sirve para indicarle al ser
humano donde hay uranio. Y la reacción ante la Palabra de Dios indicará
donde hay un corazón que cree. Hay algunas personas que aman la Palabra
de Dios, y entonces la aguja del contador se agitará. Sin embargo, habrá
otros que tienen una expresión muy piadosa sobre su rostro y utilizan un
vocabulario muy espiritual, que cuando se acercan a la Palabra, no
manifiestan ninguna vida ni actividad. El contador indica que están
espiritualmente muertos. En realidad, se resisten a la Palabra de Dios.
Muchas veces ha habido personas que nos han pedido que hablemos con
gente que resiste a la Palabra de Dios. Les decimos que nuestra tarea
consiste simplemente en difundir y enseñar la Palabra. El Señor tratará con
los que se resisten u oponen a ella. Durante muchos años en el ministerio
cristiano hemos visto como el Señor se encarga de tratar con esas personas.
El tiene formas de comunicarse, de llegar a cada persona en su necesidad
personal. Su Espíritu actúa hoy en el mundo, y Él puede llegar hasta los
rincones más escondidos del ser humano, allí donde se encuentra el
verdadero problema que ata a muchas personas, y Cristo, por su victoria en
la cruz, puede romper toda ligadura que impide que una persona acepte por
la fe al Señor Jesucristo como su Salvador.
Leamos ahora lo que dicen aquí, los versículos 10 y 11, de este capítulo 8, de
Proverbios:
"Recibid mi enseñanza antes que la plata, y ciencia antes que el oro puro;
porque mejor es la sabiduría que las perlas, y no hay cosa deseable que se le
pueda comparar"
Cuando usted y yo llegamos a un punto, como le ocurrió a Job, en el cual
vemos nuestras prioridades en su debido lugar y orden, cuando tenemos
una evaluación correcta de las cosas de este mundo y somos conscientes de
que la sabiduría es más valiosa que las piedras preciosas, entonces
pondremos a Dios en el primer lugar de nuestras vidas. Recordemos que en
Mateo 6:33, el Señor Jesús dijo: Buscad primeramente el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Leamos ahora el versículo 12,
que comienza a hablarnos de

Las características de la sabiduría


"Yo, la Sabiduría, habito con la cordura y tengo la ciencia de los consejos."
La Palabra de Dios nos presentará muy claramente que la sabiduría es una
persona, la persona, del Señor Jesucristo. Ahora, el versículo 13, dice:
"El temor del Señor es aborrecer el mal: yo aborrezco la soberbia, la
arrogancia, el mal camino y la boca perversa."
Esto es algo que es muy cierto en el día de hoy, estimado oyente. Esto es algo
que nos toca muy de cerca. La sabiduría se manifiesta. Es el carácter de Dios,
y ese carácter se ha demostrado en Cristo Jesús. El mal, el orgullo, la
arrogancia y la mala conducta son cosas que Dios aborrece. Si le
pertenecemos a Él, detestaremos también esas cosas. Continuemos ahora
con los versículos 14 al 16:
"Conmigo están el consejo y el buen juicio. Yo soy la inteligencia, y mío es el
poder. Por mí reinan los reyes, y los príncipes ejercen la justicia. Por mí
dominan los príncipes, y los gobernadores juzgan la tierra."
Hay una declaración en el Libro de Salmos que es realmente tremenda, y en
la profecía de Daniel está repetida, en el capítulo 4, versículo 17: el Altísimo
gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da. ¡Cuán
tremendo es ser conscientes de que Dios gobierna aquí en los asuntos de
este mundo! Indiferentemente de cuan impía sea una nación. Dios está en el
control y Su Voluntad se está llevando a cabo. El gobierna en el reino de los
seres humanos. Y el versículo 17, nos dice:
"Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan."
Salomón descubrió esta verdad en la primera parte de su vida. Descubrió
que cuando buscó a Dios, EL le dio sabiduría, Y él había buscado a Dios
temprano, tan pronto como se convirtió en rey. Él supo que Dios le había
dado una sabiduría única. Y Dios está preparado para darnos sabiduría si
estamos dispuestos a cumplir las condiciones: un estudio diligente y un
amor por la Palabra de Dios desde los primeros años de nuestra vida
cristiana. Y dicen los versículos 18 y 19 de Proverbios 8:
"Las riquezas y el honor me acompañan; los bienes permanentes y la
justicia. Mejor es mi fruto que el oro, que el oro refinado; y mis beneficios
mejores que la plata pura."
Este no es capital en acciones, en bonos o en bienes inmuebles, sino
hermosos dones espirituales que El concede. Dicen los versículos 20 y 21:
"Por vereda de justicia guiaré, por en medio de sendas de juicio, para hacer
que los que me aman tengan su heredad y que yo llene sus tesoros."
Pasamos ahora a un párrafo titulado

La sabiduría personificada en Cristo


A partir de este punto, descubriremos que el Señor Jesús está hablando.
Leamos el versículo 22:
"El Señor me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras."
Este es pues el Señor Jesucristo; esta es la sabiduría personificada. Dice
también el versículo 23:
"Eternamente tuve la primacía, desde el principio, antes de la tierra."
Este es Aquel que sería el tema del prólogo del Evangelio de Juan. Dice Juan
1:1-2: En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era
Dios. Este estaba en el principio con Dios. El fue engendrado, no en el sentido
en que su vida tuvo un principio, sino en el sentido de ser una naturaleza y
una sustancia con el Padre. Allá en la eternidad pasada El era Dios, El estaba
en el principio con Dios. El estuvo en un principio que no tuvo principio,
porque en el principio era el Verbo. El ya era tiempo pasado en el tiempo del
principio.
El es el Único que puede aclararnos esto. El Señor Jesús dijo, en Mateo 11:27,
nadie conoce al Hijo, sino el Padre. Nosotros no podríamos conocer al Señor
Jesús si el Padre y el Hijo no hubieran enviado al Espíritu Santo a abrir
nuestros corazones. Una persona salva puede descansar en la persona de
Cristo y adorarla. Estamos viviendo hoy en medio de una gran incredulidad,
pero dejemos que el escéptico sea escéptico. Estimado oyente, nuestra
relación es una relación personal con el Señor Jesucristo, y El es la Palabra, el
Verbo. Recordemos nuevamente Juan 1:1, el Verbo estaba con Dios y el
Verbo era Dios. ¡Qué grandiosa declaración!
La sabiduría es Jesucristo. Leamos ahora los versículos 24 al 27 de
Proverbios 8:
"Fui engendrada antes que los abismos, antes que existieran las fuentes de
las muchas aguas. Antes que los montes fueran formados, antes que los
collados, ya había sido yo engendrada, cuando él aún no había hecho la
tierra, ni los campos, ni el principio del polvo del mundo. Cuando formaba
los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo"
Dice Juan 1:3, Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y sin él nada de
lo que ha sido hecho fue hecho.
Observemos la frase cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo. Es
interesante que los científicos solían hablar de un universo cuadrado, pero
Dios siempre ha dicho que es un círculo. Usted y yo vivimos en una tierra
que es redonda, y estamos girando alrededor de un sistema planetario. Y
pertenecemos a un sistema galáctico que es un círculo. Y todos estos círculos
están girando alrededor. Continuemos ahora leyendo los versículos 28 y 29:
"Cuando afirmaba los cielos arriba, cuando afirmaba las fuentes del abismo,
cuando fijaba los límites al mar para que las aguas no transgredieran su
mandato, cuando establecía los fundamentos de la tierra"
¿Nunca se ha detenido a observar en la playa, y se ha preguntado por qué el
agua no se sale de su lugar, no rebosa? ¿Por qué se queda donde está? El
dijo: cuando fijaba los límites del mar para que las aguas no transgredieran
su mandato. Dios ha hecho la ley que mantiene el mar en el lugar en que se
encuentra. Y dicen los versículos 30 y 31:
"Con él estaba yo ordenándolo todo. Yo era su delicia cada día y me recreaba
delante de él en todo tiempo. Me regocijaba con la parte habitada de su
tierra, pues mis delicias están con los hijos de los hombres."
Sin el Señor Jesucristo, nada de lo que fue hecho habría sido hecho. Todas las
cosas fueron hechas por Él. Él fue el primogénito de toda la creación. El es
superior a toda la creación. ¿Por qué? Porque por medio de Él, el Padre hizo
que todas las cosas llegaran a existir, porque Él es el Dios no creado, y Él se
recreaba, disfrutaba delante de él en todo tiempo. Estos maravillosos
deleites y alegrías llegan hasta nosotros por medio de la asombrosa gracia
de Dios. Y ahora los versículos 32 y 33, de este capítulo 8 de Proverbios,
dicen:
"Ahora pues, hijos, escuchadme: ¡Dichosos los que guardan mis caminos!
Atended el consejo, sed sabios y no lo menospreciéis."
La sabiduría hoy es Cristo, y debemos tener amor para Él. Luego, los
versículos 34 y la primera parte del versículo 35, dicen:
"Dichoso el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día,
guardando los postes de mis puertas, porque el que me halle, hallará la vida
y alcanzará el favor del Señor"
¡Qué significativas son estas palabras! El que me halle, hallará la vida.
Estimado oyente, si usted tiene a Cristo, usted tiene la vida. Y el versículo 36,
último versículo de este capítulo 8 de Proverbios, dice:
"Pero el que peca contra mí, se defrauda a sí mismo, pues todos los que me
aborrecen aman la muerte"
Estimado oyente, si usted odia o aborrece a Cristo, usted ama la muerte.
Pero, si usted ama a Cristo, entonces usted aborrece la muerte, y será librado
de la muerte eterna, porque habrá establecido una relación con Dios al
aceptar al Señor Jesucristo como su Salvador. Entonces tendrá la vida eterna.

Estudio bíblico de Proverbios 9:1-10:4


Proverbios 9:1-10:4
Llegamos hoy, amigo oyente, al capítulo 9 del libro de Proverbios. El lugar
donde la sabiduría ha abierto su escuela. El joven se ha matriculado en la
escuela de la sabiduría y nos sentimos agradecidos por ello. Todo está
preparado, así es que vamos a observar a esta escuela de la sabiduría. La
campana que llama a las clases en la escuela está por sonar. Leamos los
primeros 5 versículos del capítulo 9 de Proverbios, que nos hablarán
entonces de

La escuela de la sabiduría
"La Sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas, ha preparado su
alimento, mezcló su vino y puso su mesa. Envió a sus criadas, y sobre lo más
alto de la ciudad clamó, diciendo a todo ingenuo: «Ven acá», y a los
insensatos: «Venid, comed de mi pan y bebed del vino que he mezclado."
La sabiduría ha edificado su casa. Este es el colegio de la sabiduría.
Observemos que tiene siete columnas. Estas siete columnas nos hablan de
algo que ha sido completado. La escuela ofrece una educación completa,
desde los primeros niveles hasta los más últimos cursos universitarios.
No minimicemos la importancia de una buena educación. Algunos destacan
que el Señor Jesucristo eligió para Sus discípulos a doce hombres que no
habían recibido una educación. Y utilizan ese argumento para intentar la
inutilidad de usar títulos como, por ejemplo, el de Doctor. Pero debemos
decir que, cuando este título no se obtiene de forma honorífica, representa
muchos años de arduo trabajo y, por lo tanto, las personas que se han
sometido a esa disciplina para especializarse en áreas muy concretas, tienen
derecho a usarlo.
Ahora en lo que concierne a la preparación de los apóstoles, podemos
afirmar que cualquiera que hubiera pasado tres años con el Señor Jesucristo
no era una persona ignorante. Esos doce hombres que estuvieron con Él
tuvieron un gran conocimiento, por haber sido instruidos por el mejor
Maestro que el mundo ha tenido jamás. Y, por supuesto, el apóstol Pablo
había recibido una excelente educación en las escuelas de su tiempo. Nadie
podría decir que él era un hombre ignorante. Ya hemos dicho que la
sabiduría es el Señor Jesucristo y Él, estimado oyente, puede darle a usted
una educación completa.
El versículo 2 nos dice que ella preparó un banquete, mezcló su vino y puso
la mesa. Había llegado entonces el momento de ir a la escuela y comenzar a
disfrutar de los cursos que habían sido preparados.
El versículo 3 nos dice que la sabiduría había enviado a sus doncellas y ahora
clama desde lo más alto de la ciudad, Aquí se nos da una imagen muy gráfica.
Permítanos recordarle que nosotros tenemos la misma invitación en esta
época. Se ha preparado una fiesta de bodas y las invitaciones son enviadas a
todos los invitados informándoles que ya está todo preparado, Muchos de
los invitados rechazaron la invitación. Entonces los siervos fueron por los
caminos y senderos invitando a las personas que encontraran para que
asistieran a la fiesta. Esta situación fue descrita por el Señor Jesucristo en
Mateo 22:1-14. Es interesante que la sabiduría tenga que ir a los caminos
para invitar a las personas para que vengan. Y nosotros tenemos que ir a
esos caminos y senderos. Nuestro mensaje hoy es el expresado en 2
Corintios 5:20, que dice: 20Así que, somos embajadores en nombre de
Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; os rogamos en nombre
de Cristo: Reconciliaos con Dios. En nuestro tiempo la Palabra de Dios ha
llegado probablemente más lejos que nunca en la historia del mundo. La
invitación está siendo enviada a los confines de la tierra para que las
personas acudan a la escuela de la sabiduría, es decir, que acudan al Señor
Jesucristo. Continuemos leyendo el versículo 6:
"Dejad vuestras ingenuidades y viviréis; y andad por el camino de la
inteligencia."
Pero, como siempre ocurre, hay quienes no van a escuchar, no quieren
escuchar. Son aquellos que se burlan. Es inútil perder el tiempo con ellos.
Resisten a la Palabra de Dios. ¿Tenemos que continuar con insistencia
proclamándoles la Palabra? No. EL Señor Jesús, utilizando un lenguaje muy
fuerte, dijo que no se debían echar perlas a los cerdos, porque podrían
pisotearlas. Ahora observemos los tres próximos versículos. Algunos
expositores Bíblicos creen que no pertenecen a este pasaje y que han sido
insertados en él. Sin embargo, nosotros creemos que están exactamente
donde deberían estar. Leamos los versículos 7 al 9:
"El que corrige al burlón, se acarrea afrenta; el que reprende al malvado,
atrae mancha sobre sí. No reprendas al burlón, para que no te aborrezca;
corrige al sabio, y te amará. Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y
aumentará su saber"
Si usted les presenta la Palabra de Dios a algunas personas, en realidad ellas
lo van a aborrecer por hacerlo. Esta es una norma que se ha cumplido en
todas las épocas. Hay personas que son tan superficiales, vacías e ignorantes
que no recibirán la Palabra de Dios en absoluto.
Se habla mucho en estos días acerca de las personas que son tolerantes.
¿Sabe usted que las personas que quieren destacarse por su tolerancia y
progresismo son las que quieren eliminar la enseñanza religiosa de los
colegios? Y se refieren a los que se oponen a ello como fanáticos y
retrógrados. A mí no me molesta que se enseñe la evolución en los colegios,
si nos permiten enseñar también la Biblia. Pero los que son supuestamente
tolerantes no lo permiten. El prohibir que los estudiantes tengan acceso a la
versión Bíblica de la creación y la historia es una muestra de ignorancia,
propia de mentes estrechas. La regla general es que cuanto menos sabe una
persona, más conocimientos cree que tiene. Y cuantos mayores
conocimientos tenga realmente una persona, más reconocerá su ignorancia
y sus limitaciones. Uno de los mayores predicadores de la historia afirmó:
"Cuanto más estudio la Biblia, más reconozco lo ignorante que soy de la
Palabra de Dios". Estimado oyente, nadie puede estudiar la Biblia sin ser
consciente de lo ignorante que es frente a ella.
Sin embargo, el burlón no tiene interés en aprender la Palabra de Dios.
Intentar compartir la enseñanza con él, es una pérdida de tiempo.
Bueno, volviendo a este capítulo 9 de Proverbios, notemos lo que dice ahora
en el versículo 10:
"El temor del Señor es el principio de la sabiduría; el conocimiento del
Santísimo es la inteligencia."
Alguien nos va a decir: "Ya hemos escuchado este versículo antes en este
libro". Sí, así fue. Cuando este joven era un niño y se encontraba en su hogar,
la primera lección que aprendió fue el temor del Señor. En 1:7 leímos: El
principio de la sabiduría es el temor del Señor; los insensatos desprecian la
sabiduría y la enseñanza. Ahora ha entrado en el colegio de la vida, en el
colegio de la sabiduría, se encuentra en su primer año de la universidad de la
inteligencia, y ésta es su primera lección. El temor del Señor es el principio
de la sabiduría; el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. Ahí es
donde todos comenzamos. Si usted no ha comenzado allí, estimado oyente,
usted no ha comenzado. Un hombre es un insensato (que es lo que este libro
dice) por vivir sin Dios en este mundo.
En nuestra sociedad contemporánea, estamos tan preocupados por la
seguridad, en las carreteras, en el hogar, en la ancianidad. Tenemos seguros
para todas esas situaciones, y nos aseguramos de que nuestras pólizas se
paguen. Es lo más sabio que podemos hacer. Pero, estimado oyente, ¿Qué me
dice de la eternidad? ¿Está usted haciendo planes; tiene usted un seguro
para ello? ¡Cuán insensato es vivir esta vida sin Dios! Realmente, el temor del
Señor es el principio de la sabiduría. Ahora, en los versículos 11 y 12 de este
capítulo 9, leemos:
"Porque por mí se aumentarán tus días, años de vida se te añadirán. Si eres
sabio, para ti lo eres; si eres burlón, solo tú lo pagarás."
Si usted quiere ser sabio, inteligente, entonces hará los preparativos
necesarios de su alma, para la eternidad. Ahora, si usted va a ser alguien que
se burla y ridiculiza todas estas cosas, entonces, estimado oyente, será
juzgado. Puede que esto suene fuerte, pero alguien debe decirlo. Usted se
está dirigiendo hacia el infierno. Dice aquí el proverbio si eres burlón, solo tu
lo pagarás. Si usted está decidido a seguir su propio camino, usted será el
perdedor.
Un hombre que se identificó como ateo nos dijo en una ocasión: "¿Sabe una
cosa? A mí, no me convence todo este asunto de la vida eterna y lo
relacionado con eso; eso de confiar en Jesucristo. Eso está bien quizá para
algunas personas. Pero a mí, no me interesa esa clase de temas". Bueno,
debemos decirle lo siguiente. Supongamos que tiene razón y que no hay vida
eterna. Entonces usted y yo estaremos exactamente en la misma situación e
iremos a parar al mismo lugar. Pero supongamos que nosotros tenemos
razón y que usted está equivocado. Entonces, estimado oyente, usted va a
encontrarse en una situación muy mala. Y otro ateo dijo en una ocasión, con
resentimiento: "Yo quedaría satisfecho si no fuera por lo funesto que sería
que la Biblia pudiera ser verdad". Sí, podría ser así. Y si lo es, entonces será
una realidad trágica para usted el haberle dado la espalda a Cristo. Bueno,
continuando nuestra lectura aquí en este capítulo 9 de Proverbios, leamos el
versículo 13, a partir del cual se nos dice algo de

La escuela de la mujer insensata


"La mujer necia es alborotadora, ingenua e ignorante."
Como podemos ver, la insensatez también tiene una escuela. Y parece que
hay muchos de estas escuelas a nuestro alrededor Luego, el versículo 14
dice:
"Se sienta en una silla a la puerta de su casa, en los lugares altos de la
ciudad"
No es necesario que ella salga a los caminos a invitar a las personas, ellos
vienen a ella. Miles de personas acuden a escuelas como ésta en la
actualidad. Siguiendo adelante, leamos los versículos 16 al 18:
"Y dice a cualquier ingenuo: «Ven acá»; y a los faltos de cordura dice: «Las
aguas robadas son dulces, y el pan comido a escondidas es sabroso». Pero
ellos no saben que allí están los muertos, que sus convidados están en lo
profundo del sepulcro"
¡Ah, estimado oyente, cuántos de aquellos hombres llamados sabios se han
dirigido hacia aquel lugar y han sufrido un trágico final!
Byron escribió hacia el final de una vida de libertinaje: "Mis días se
encuentran en la hoja amarilla; las flores, los frutos del amor se han ido. El
gusano, la llaga y el dolor son solamente míos". Esto fue todo lo que la
escuela de la mujer insensata hizo por él. Fue un genio y tuvo todo lo que el
mundo podía ofrecer. Sin embargo, estas palabras finales ofrecen un trágico
contraste con la vida que llevó. Y este podría ser el epitafio de multitudes de
personas que han vivido como si no existiera un Dios y otra vida más allá de
la muerte.
No hace mucho tiempo un actor de cine, muy famoso, que se había casado
con algunas de las mujeres más hermosas de este mundo, y ya en su
ancianidad, se suicidó. Dejó una nota que decía: "Estoy aburrido de esta
vida". ¡Cuán trágico es esto, estimado oyente!
Y volvemos a decir que la insensatez tiene su escuela, y créanos, existe una
larga lista de espera de aquellos que quieren ingresar en ella. Pero, como
dice el proverbio, ellos no saben que allí están los muertos, que sus
convidados están en lo profundo del sepulcro.
Y ahora llegamos a

Proverbios 10:1-4
Aquí comienza una sección de este libro titulada

Proverbios de Salomón, escritos y ordenados por él mismo


Aquí comienza la segunda división importante del libro de los Proverbios.
Veremos que al joven estudiante se le dan algunas normas para su vida.
Estas son lecciones que usted y yo también tenemos que aprender en la
escuela de Cristo, Leamos el primer versículo de este capítulo 10:
"Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio
es la tristeza de su madre."
Cuan cierto es. Un hijo sabio es la alegría de su padre. ¿Se ha dado cuenta
usted que en esta vida si un padre tiene un hijo que ha ido a la universidad y
ha logrado buenas calificaciones, y después ha comenzado a destacarse y a
triunfar en su profesión, este padre no deja de jactarse y hablarle a todo el
mundo acerca de su hijo? Seguramente habrá escuchado a algún padre
hablar de esa manera. Pero supongamos que este muchacho en lugar de
triunfar de esa manera, ha resultado un fracaso y no ha llegado a lograr nada
significativo en esta vida. Pues bien, el padre no se lo comentará a nadie y
sufrirá en silencio.
¿Pero qué diremos de un hijo insensato? En ese caso, la madre se afligirá
más. ¡Qué cuadro de los dramas de la vida en el seno de una familia! Un hijo
puede resultar un joven sabio, y otro, un insensato. Continuemos leyendo el
versículo 2 de Proverbios 10:
"Los tesoros de maldad no serán de provecho, mas la justicia libra de la
muerte."
Como bien dice aquí, las riquezas mal adquiridas no sirven de nada.
Personas que han acumulado grandes fortunas, han tenido que dejarlas aquí.
No se las han podido llevar, y cuando vivían aquí en la tierra nunca las
pudieron disfrutar realmente.
El proverbio se completa diciendo que la justicia libra de la muerte. Dios ha
hecho a Cristo no solo nuestra sabiduría, sino también nuestra justificación.
Y como dijo El en Juan 3:16, lo hizo para que todo aquel que en él cree no se
pierda, sino que tenga vida eterna. Y el versículo 3, dice:
"El Señor no dejará que el justo padezca hambre, mas rechazará la codicia de
los malvados."
Usted seguramente recordará que dijimos que en este libro hay un
proverbio para cada persona, y un proverbio que encaja con las vidas de
ciertos personajes de la Biblia. Cuando leemos este proverbio que dice que el
Señor no dejará que el justo padezca hambre recordamos al patriarca José.
El fue vendido por sus hermanos a Egipto y debe haber pensado que el final
de su vida había llegado, y que Dios parecía encontrarse lejos de él. Sin
embargo, tuvo fe en Dios. Y nosotros sabemos que Dios no lo abandonó, Dios
dispuso las cosas para que al final el fuera liberado de la prisión, y
convertido en el primer ministro de Egipto. Y el versículo 4, de este capítulo
10 de Proverbios, dice:
"La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece"
¡Ah! Que grandes diferencias hay entre las personas hoy. Hay muchos
creyentes que son muy generosos, otros en cambio, no lo son; son más bien
mezquinos. Es interesante que la persona que se ha impuesto a sí misma un
presupuesto muy ajustado, y que vive esa clase de vida, parezca nerviosa y
tensa todo el tiempo. Y en contraste, la persona generosa disfruta de una
vida plena.
¿No le parece que este versículo se corresponde con la vida de Abraham? El
era un hombre generoso. Cuando él y su sobrino Lot tuvieron que elegir una
tierra, le dijo a su sobrino: "elige la parte de tierra que prefieras, y yo me
quedaré con la otra parte". Solo un hombre generoso podría dividir bienes
inmuebles de esa manera. Abraham tenía derecho a elegir. El seguramente
sabía que la tierra de primera calidad era la bien irrigada llanura del río
Jordán. Lot debe haber pensado que Abraham no era muy inteligente que
digamos por no haberse trasladado allí. Pero ya que Abraham le dio a Lot la
oportunidad de elegir, éste escogió la tierra fructífera de la llanura. Y así, de
forma egoísta, eligió lo mejor para él, aunque al final, lo perdió todo.
El proverbio termina diciendo pero la mano de los diligentes enriquece.
Tenemos que destacar que hay dos palabras en nunca aparecerán juntas en
la Biblia: las palabras "fe" y "pereza" no se mezclan. Un cristiano perezoso no
es un cristiano que tiene una verdadera fe en Dios. El que es diligente, activo,
es el que trabajará, el que se esforzará. Este proverbio también me recuerda
al apóstol Pablo: Cuando el Señor le llamó, con toda certeza no consiguió un
individuo perezoso, sino todo lo contrario.
Estimado oyente, sería bueno recordar algo que dijimos anteriormente, en
este mismo programa. . Dios ha hecho a Cristo no solo nuestra sabiduría,
sino también nuestra justificación. Y como dijo El en Juan 3:16, nos demostró
Su amor para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida
eterna.

Estudio bíblico de Proverbios 10:5-11:1


Proverbios 10:5-11:1
Estimado oyente, en este capítulo 10 hemos entrado en la segunda división
principal de este libro aquí, que hemos titulado "Proverbios de Salomón,
escritos y ordenados por él mismo". Dijimos que en esta sección vemos que
al joven estudiante se le dan algunas normas para su vida, que son lecciones
que usted y yo también necesitamos aprender en la escuela de Cristo. A
modo de introducción, vamos a recordar lo dicho en los versículos 3 y 4:
"El Señor no dejará que el justo padezca hambre, mas rechazará la codicia de
los malvados."
Usted seguramente recordará que dijimos que en este libro hay un
proverbio para cada persona, y un proverbio que encaja con las vidas de
ciertos personajes de la Biblia. Cuando leemos este proverbio que dice que el
Señor no dejará que el justo padezca hambre recordamos al patriarca José.
El fue vendido por sus hermanos a Egipto y debe haber pensado que el final
de su vida había llegado, y que Dios parecía encontrarse lejos de él. Sin
embargo, tuvo fe en Dios. Y nosotros sabemos que Dios no lo abandonó, Dios
dispuso las cosas para que al final el fuera liberado de la prisión, y
convertido en el primer ministro de Egipto. Y el versículo 4 dice:
"La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece"
¡Ah! Que grandes diferencias hay entre las personas hoy. Hay muchos
creyentes que son muy generosos, otros en cambio, no lo son; son más bien
mezquinos. Es interesante que la persona que se ha impuesto a sí misma un
presupuesto muy ajustado, y que vive esa clase de vida, parezca nerviosa y
tensa todo el tiempo. Y en contraste, la persona generosa disfruta de una
vida plena.
¿No le parece que este versículo se corresponde con la vida de Abraham? El
era un hombre generoso. Cuando él y su sobrino Lot tuvieron que elegir una
tierra, le dijo a su sobrino: "elige la parte de tierra que prefieras, y yo me
quedaré con la otra parte". Solo un hombre generoso podría dividir bienes
inmuebles de esa manera. Abraham tenía derecho a elegir. El seguramente
sabía que la tierra de primera calidad era la bien irrigada llanura del río
Jordán. Lot debe haber pensado que Abraham no era muy inteligente que
digamos por no haberse trasladado allí. Pero ya que Abraham le dio a Lot la
oportunidad de elegir, éste escogió la tierra fructífera de la llanura. Y así, de
forma egoísta, eligió lo mejor para él, aunque al final, lo perdió todo.
El proverbio termina diciendo pero la mano de los diligentes enriquece.
Tenemos que destacar que hay dos palabras que nunca aparecerán juntas en
la Biblia: las palabras "fe" y "pereza" no se mezclan. Un cristiano perezoso no
es un cristiano que tiene una verdadera fe en Dios. El que es diligente, activo,
es el que trabajará, el que se esforzará. Este proverbio también me recuerda
al apóstol Pablo: Cuando el Señor le llamó, con toda certeza no consiguió un
individuo perezoso, sino todo lo contrario.
Ahora, vamos a comenzar la lectura correspondiente a nuestro programa de
hoy leyendo el versículo 5, de este capítulo 10 de Proverbios, leemos:
"El que recoge en verano es hombre sensato, pero el que duerme en tiempo
de siega, avergüenza."
Aquí tenemos otro proverbio de contraste. El joven llamado "sabio" es el que
trabaja en el verano. El joven "perezoso" es el que duerme en el tiempo de la
cosecha. Este último, evidentemente, no va a llegar a realizar su trabajo.
Permítanos decirle, estimado oyente y amigo creyente, en particular, que
usted necesita reconocer que Dios quiere instruirnos y formarnos. Es bueno
saber aprovechar el tiempo cuando uno es joven. Recuerde que, como dice
este proverbio, el que recoge en verano es hombre sensato.
Le aconsejamos a cualquier joven que nos esté escuchando, que si usted
quiere ser utilizado por Dios más adelante, donde quiera que se encuentre
hoy, comience a prepararse. Recuerde lo que dice esta primera parte del
versículo 5:
Estas frases del libro de los Proverbios son tremendamente importantes, son
verdades eternas. Son verdades no para hacerle remontar el vuelo y elevarse
hacia las regiones celestiales, sino para prepararle para recorrer las aceras
de su propia ciudad. Si usted no puede usar esas grandes verdades, si no
funcionan en su vida, no es porque haya un fallo en ellas, sino porque hay un
fallo en usted. Ahora, notemos lo que dice el versículo 6:
"Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los malvados
oculta violencia."
Qué cuadro tenemos aquí de dos personajes del Antiguo Testamento. La
frase Hay bendiciones sobre la cabeza del justo me recuerda al profeta
Samuel. Y la segunda frase, la boca de los malvados oculta violencia me
recuerda a Saul, primer rey de Israel. Ahora, el versículo 7, dice:
"La memoria del justo es bendecida, mas el nombre de los malvados se
pudrirá."
Uno puede pensar sobre este proverbio en relación con ciertas personas que
eran famosas hace unos pocos años pero hoy, su recuerdo se está
desvaneciendo. Pensamos que los personajes de esta generación serán
olvidados en los próximos 50 años. Sin embargo la memoria de otros,
muchos de ellos siervos de Dios, resiste el paso del tiempo. Así que, este es
un Proverbio muy cierto. Ahora, el versículo 8, dice:
"El de corazón sabio recibe los mandamientos, mas el de labios necios va a
su ruina"
El de labios necios, aquí, podría traducirse literalmente "charlatán". Aquel
que habla sin parar. Es sabio de acuerdo con su propia opinión. En contraste,
el de sabio corazón acata las órdenes, aceptará mandatos. Recordemos que
había un rey que se llamaba Nabucodonosor, que escuchó el consejo de
Daniel y prosperó. Luego hubo otro rey que se llamaba Belsasar. Este rey era
un necio. Un banquete real celebrado en una noche marcó el final de su vida
y de su reinado (Daniel 5) Luego, leamos el versículo 9, de este capítulo 10
de Proverbios:
"El que camina en integridad anda confiado, pero el que pervierte sus
caminos sufrirá quebranto."
Este proverbio tiene su equivalente actual en la frase: la honradez es la
mejor política. Ahora, en el versículo 10, leemos:
"El que guiña el ojo acarrea tristeza; el de labios necios será derribado."
Aquí tenemos un detalle interesante: que el ojo y la boca tienen que estar de
acuerdo. Cuando usted ve a alguien que dice algo y guiña el ojo, significa que
realmente no quiere decir lo que está diciendo. Su boca y su mente no están
de acuerdo y, cuando no están de acuerdo, bueno, causarán mucho dolor.
¿A qué personaje Bíblico correspondería este proverbio? Bien, ¿qué le
parece Judas? El beso de Judas fue, sin ninguna duda, un beso de traición.
Porque se supone que demostraba cariño, y en realidad para Judas no
significó ningún sentimiento, sino más bien una señal para que los soldados
pudieran identificar a Jesús y arrestarlo. Escuchemos ahora lo que dice el
versículo 13, de este capítulo 10 de Proverbios:
"En los labios del prudente hay sabiduría, mas la vara es para las espaldas
del insensato."
Gente de todo el mundo vino para escuchar la sabiduría de Salomón, pero la
frase la vara es para las espaldas del insensato encaja con su hijo Roboam. El
no quiso escuchar los consejos de los ancianos sabios del pueblo; sino que
siguió el consejo de los jóvenes que se habían criado con él (1 Reyes 12). En
consecuencia, este rey insensato trajo la división de la nación y una guerra
civil. Y el versículo 14, de este capítulo 10 de Proverbios dice:
"Los sabios atesoran sabiduría, mas la boca del necio es una calamidad
cercana."
Todo el tiempo el hombre sabio está acumulando el conocimiento; en
cambio, la boca del hombre necio coloca a éste con un pie sobre una cáscara
de plátano y el otro casi en su sepultura. Luego en el versículo 16,
encontramos lo siguiente:
"La obra del justo es para vida; el fruto del malvado es para pecado."
Este proverbio nos recuerda a Caín y Abel. La frase la obra del justo es para
vida, nos recuerda a Abel. El criaba ovejas y ofreció un cordero como su
sacrificio. Y la frase el fruto del malvado es para pecado nos recuerda a Caín.
En rebelión el trajo el fruto de la tierra. El apóstol Pablo dijo en Romanos
8:6, que la mentalidad pecaminosa, el ocuparse solo de lo que es humano,
lleva a la muerte, y esa advertencia fue dirigida al cristiano. La "muerte" para
él significa separación de una relación de comunión y compañerismo con
Dios. Dios no va a tener camaradería con una persona cuya mente está
concentrada en lo humano y pecaminoso. Cuando el proverbio dice la obra
del justo es para vida significa compañerismo con Dios. Abel fue un hombre
salvo. En cambio la frase el fruto del malvado caracterizó a Caín.
Continuemos leyendo el versículo 17 de Proverbios 10:
"Guardar la instrucción es camino que lleva a la vida; el que rechaza la
reprensión, se extravía."
Esto se aplicaría a Absalón, hijo del rey David. Él no quiso escuchar una
reprobación... Y él cometió la gran equivocación de intentar hacerse con el
reino enfrentándose a su propio padre quien era un experto en la guerra.
Luego en el versículo 18, encontramos lo siguiente:
"El de labios mentirosos encubre el odio; el que propaga la calumnia es un
necio."
¡Qué terrible es que alguien finja ser su amigo y más tarde usted descubra
que es realmente su enemigo! Esa persona es realmente necia, porque con el
tiempo usted la descubrirá. Y todo aquel que calumnia es también un
insensato.
Dios le dio una ley a Su pueblo con respecto a esto: la podemos leer en los
versículos 16 y 17, del capítulo 19 de Levítico. Allí se nos dice: No andarás
chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo el
Señor. No aborrecerás a tu hermano en tu corazón. Reprenderás a tu
prójimo, para que no participes de su pecado. No halague a ninguna persona,
cuando en realidad la odia, pero tampoco tiene que calumniar a esa persona.
Este proverbio describe a un personaje de la Biblia. ¿Recuerda usted que
Joab fingía ser amigo de Abner, lo engañó para que saliera fuera de la ciudad
y luego lo mató, para vengar a su hermano Asael? Él murió como muere un
necio. Eso fue lo que David dijo al lamentar su muerte. El episodio está
registrado en 2 Samuel 3. Leamos ahora el versículo 21 de Proverbios 10:
"Los labios del justo sustentan a muchos, pero los necios mueren por falta
de entendimiento."
Y nuevamente recordamos a Samuel y a Saúl ante nosotros como ejemplos
de estos proverbios. Samuel fue un gran juez de Israel. Pero el rey Saul hizo
verdaderas tonterías. Luego en el versículo 22 leemos:
"La bendición del Señor es la que enriquece, y no añade tristeza con ella."
Hay algunos que viven en el placer y piensan que se lo están pasando en
grande, que se están dando la gran vida. Pero a medida que se van acercando
al final, encuentran que esa vida es insoportable.
A veces hemos observado a la gente que asiste a banquetes, banquetes que
se celebran para celebrar acontecimientos o para recaudar fondos. Al
observar uno por uno los rostros de los asistentes, mientras conversan
animadamente o se cuentan chistes, resulta interesante comprobar cuan
pocos de esos rostros revelan una verdadera felicidad.
La bendición del Señor es la que enriquece, y no añade tristeza con ella. El
cristiano contemporáneo, por su indiferencia a lo que es moral o
doctrinalmente malo, y por su laxitud o falta de rigor en su forma de vivir,
está perdiendo mucho de lo que Dios tiene para él. Y leamos ahora el
versículo 23:
"Cometer maldad es una diversión para el insensato, mas la sabiduría recrea
al hombre inteligente."
Este es realmente un consejo bueno y útil para un joven. Y el versículo 26
dice:
"Como el vinagre para los dientes y el humo para los ojos, así es el perezoso
para quienes lo envían."
¿Le tocó a usted alguna vez, enviar a un perezoso para que hiciera algo para
usted, y esperarlo, primero apoyándose en su pie y luego, para descansar, en
el otro pie? Si alguna vez le sucede, recuerde este proverbio y compárelo con
lo que sienta. Y luego el versículo 27, nos dice:
"El temor del Señor aumenta los días, mas los años de los malvados serán
acortados."
Y eso fue cierto en los tiempos del Antiguo Testamento. Dios había
prometido larga vida a quienes le obedecieran. Y quizás usted se pregunte:
¿No promete lo mismo hoy? No, estimado oyente, Él nos promete vida
eterna. Y esa será una vida de mejor calidad, así como también de mayor
cantidad o duración. Luego, el versículo 30 de este capítulo 10 de Proverbios
dice:
"El justo jamás será removido, pero los malvados no habitarán la tierra."
Con estas palabras en mente, echemos una mirada a la historia. Todos los
grandes líderes mundiales han desaparecido. Los Faraones, los Césares,
Alejandro Magno, Napoleón, y tantos otros, se han ido. Dice aquí que los
malvados no habitarán la tierra. Ningún sistema político ni forma de
gobierno prevalecerá y, curiosamente, ni siquiera la democracia, porque
Dios tiene una forma de gobierno que será una monarquía. No habrá
ninguna dictadura como la del Señor Jesucristo cuando el asuma el gobierno
de esta tierra. Y entonces se cumplirán las palabras de este proverbio, el
justo jamás será removido.
Y ahora llegamos a

Proverbios 11:1
Como hemos visto el joven está ahora en la escuela y la sabiduría, que es
Cristo, es el Maestro. La sabiduría tuvo que salir a los caminos y senderos
para conseguir alumnos, pero ella tiene ahora una clase y está enseñando los
proverbios.
La forma literaria de estos proverbios es mayormente la de versos pareados.
Las dos cláusulas de un pareado están generalmente relacionadas entre sí
por lo que se ha llamado paralelismo, de acuerdo con la poesía Hebrea. La
poesía Hebrea se consigue por repetir o contrastar un pensamiento. Hay
cuatro tipos de paralelismo: Paralelismo Sinónimo, que consiste en volver a
exponer el pensamiento de la primera cláusula; Paralelismo Antitético, que
expone verdades en contraste; Paralelismo Sintético, en el que la segunda
cláusula desarrolla el pensamiento de la primera; y Paralelismo
Emblemático, en el cual una línea ilumina el significado de la otra por medio
de un símil o de una metáfora.
Este capítulo verdaderamente le dará al joven alumno algunos buenos
consejos sobre los negocios y el comercio. Leamos entonces el primer
versículo de este capítulo 11 de Proverbios:
"El Señor abomina el peso falso, pero la pesa cabal le agrada."
Dios entra a los negocios. Usted lo puede poner a Él en sociedad con usted.
Sin embargo, usted no lo puede tener a Él como socio, si usted es una
persona deshonesta. Pero si usted es honrado, a Él le gustaría ser su socio.
El hombre de negocios cristiano ha de caracterizarse por honestidad e
integridad. Dios ha permitido que hombres y mujeres se esfuercen en la
lucha por la vida aplicando conocimientos adquiridos con sacrificio, y
trabajo realizado con esfuerzo. Pero aparte los bienes personales que todos
tengamos, se nos pide que, tanto en abundancia como en escasez, seamos
fieles administradores al cuidado de los bienes que Dios nos ha entregado. Y
entonces El nos bendecirá. Y las iglesias y organizaciones cristianas deberían
tener siempre presente lo que se dice en estos proverbios enseñados a los
jóvenes de la escuela de la sabiduría de este libro, para poder evaluar hasta
qué punto se aplican la honradez y la integridad en los asuntos prácticos y
materiales del reino de Dios. La transparencia en estos asuntos es una forma
más de mostrar el poder de Dios, que por Su Espíritu transforma a las
personas, haciéndolas cada vez más semejantes a Cristo.

Estudio bíblico de Proverbios 11:1-25


Proverbios 11:1-25
En nuestro programa anterior comenzamos a hablar de este capítulo 11.
Como hemos visto el joven está ahora en la escuela y la sabiduría, que es
Cristo, es el Maestro. La sabiduría tuvo que salir a los caminos y senderos
para conseguir alumnos, pero ella tiene ahora una clase y está enseñando los
proverbios.
La forma literaria de estos proverbios es mayormente la de versos pareados.
Las dos cláusulas de un pareado están generalmente relacionadas entre sí
por lo que se ha llamado paralelismo, de acuerdo con la poesía Hebrea. La
poesía Hebrea se consigue por repetir o contrastar un pensamiento. Hay
cuatro tipos de paralelismo: Paralelismo Sinónimo, que consiste en volver a
exponer el pensamiento de la primera cláusula; Paralelismo Antitético, que
expone verdades en contraste; Paralelismo Sintético, en el que la segunda
cláusula desarrolla el pensamiento de la primera; y Paralelismo
Emblemático, en el cual una línea ilumina el significado de la otra por medio
de un símil o de una metáfora.
Este capítulo verdaderamente le dará al joven alumno algunos buenos
consejos sobre los negocios y el comercio. Vamos a leer y comentar
nuevamente el versículo 1 de este capítulo 11 de Proverbios, que leímos en
nuestro programa anterior.
"El Señor abomina el peso falso, pero la pesa cabal le agrada."
Dios entra a los negocios. Usted lo puede poner a Él en sociedad con usted.
Sin embargo, usted no lo puede tener a Él como socio, si usted es una
persona deshonesta. Pero si usted es honrado, a Él le gustaría ser su socio.
El hombre de negocios cristiano ha de caracterizarse por honestidad e
integridad. Dios ha permitido que hombres y mujeres se esfuercen en la
lucha por la vida aplicando conocimientos adquiridos con sacrificio, y
trabajo realizado con esfuerzo. Pero aparte los bienes personales que todos
tengamos, se nos pide que, tanto en abundancia como en escasez, seamos
fieles administradores al cuidado de los bienes que Dios nos ha entregado. Y
entonces El nos bendecirá. Y las iglesias y organizaciones cristianas deberían
tener siempre presente lo que se dice en estos proverbios enseñados a los
jóvenes de la escuela de la sabiduría de este libro, para poder evaluar hasta
qué punto se aplican la honradez y la integridad en los asuntos prácticos y
materiales del reino de Dios. La transparencia en estos asuntos es una forma
más de mostrar el poder de Dios, que por Su Espíritu transforma a las
personas, haciéndolas cada vez más semejantes a Cristo.
Luego otro de los vicios actuales y dominantes es el pecado del orgullo.
Inmediatamente se le dice, entonces, a este joven en el versículo 2:
"Cuando llega la soberbia, llega también la deshonra; pero con los humildes
está la sabiduría."
El otro pecado que se acerca es el orgullo. Ya en su primer año del curso en
la escuela se le advierte inmediatamente al joven sobre el orgullo. El
proverbio contrasta el orgullo y la humildad. Con el orgullo siempre llega la
vergüenza, la deshonra. En toda la Biblia, y especialmente en el libro de
Proverbios se habla mucho sobre el orgullo. Ahora, en el versículo 3, se nos
dice lo siguiente:
"La integridad guía a los rectos, pero a los pecadores los destruye su propia
perversidad."
Esto simplemente quiere decir que si una persona quiere andar en la verdad,
y ese es el deseo de su corazón, usted puede confiar en que el Espíritu de
Dios, le ayudará dándole guía y la dirección que necesita. El contraste aquí
está en la frase pero a los pecadores o falsos los destruye su propia
perversidad o hipocresía.
En cierta ocasión un joven fue a hablar con su pastor preguntándole ¿cómo
puede uno saber cuál es la voluntad de Dios? ¿Cómo puede uno saber el
camino que debe seguir? El Pastor le dijo que él había tenido el mismo
problema. En su caso había visto que las opciones se fueron reduciendo a un
solo camino, y entonces su elección fue más simple. Y el camino que se abrió
fue el que él podía seguir. Si una puerta está cerrada, la cosa estaba clara. Si
no tenía dinero para ir a cierta escuela, simplemente no iría. Pero parecía
que el Señor siempre abría solo una puerta para permitirle pasar por ella. Y
esto le sucedió una y otra vez, y él siempre interpretó esa situación como
una puerta abierta por el Señor. El pastor concluyó su consejo diciéndole al
joven que si él hablaba en serio con Dios, El le abriría una puerta. Ahora, en
el versículo 4, de este capítulo 11 de Proverbios, se nos dice:
"De nada servirán las riquezas en el día de la ira, pero la justicia librará de
muerte."
¿No le recuerda esto, estimado oyente, la enseñanza que presentó el Señor
Jesucristo acerca del hombre rico y mendigo llamado Lázaro? Ambos
murieron, Y las riquezas que ese hombre rico tenía no le sirvieron para nada
en el día del juicio. Sin embargo, la justicia libró al mendigo y lo llevó
directamente al reino de Dios.
Aquellos que en el día de hoy confían en las riquezas, por cierto que tienen
sus prioridades ? pero las tienen al revés. No hay nada malo con las riquezas,
estimado oyente, pero necesitamos reconocer que tienen sus limitaciones. El
dinero puede comprar casi todo lo que se encuentra en este mundo, pero no
puede comprar nada en el mundo venidero. Ahora, en los versículos 5 al 8 de
este capítulo 11 de Proverbios, podemos leer lo siguiente:
"La justicia del perfecto endereza su camino, pero el malvado caerá por su
propia impiedad. La justicia libra a los rectos, pero los pecadores son
atrapados en su pecado. Cuando muere el hombre malvado, perece su
esperanza; la expectación de los malos perecerá. El justo es librado de la
tribulación, pero su lugar lo ocupa el malvado."
La frase cuando muere el hombre malvado, perece su esperanza nos
recuerda a Amán, aquel siniestro personaje del libro de Ester. En esa misma
historia, Mardoqueo era el hombre justo librado de la tribulación. Y luego en
el versículo 9, de este capítulo 11 de Proverbios, leemos:
"El hipócrita, con la boca daña a su prójimo, pero los justos se libran con la
sabiduría."
Aquí tenemos a un hipócrita. La palabra hipócrita es una palabra muy
interesante. Proviene de dos palabras griegas que significan "replicar,
contestar". La palabra era usada por los actores de las representaciones
teatrales griegas. Un actor recibía una palabra o indicación de parte de un
apuntador, sobre lo que tenía que decir en su representación, y él la decía.
Era simplemente actuar, hacer teatro. Decir que alguien es hipócrita en
asuntos religiosos, significa que está fingiendo, que es un farsante. Es el que
pronunciará sin sinceridad, por ejemplo, frases de alabanza como "Aleluya,
gloria al Señor". Es como un actor que está desempeñando su papel, porque
no está realmente alabando al Señor en su corazón.
La frase el hipócrita, con la boca daña a su prójimo, advierte que el hipócrita
finge ser su amigo, pero cuando usted le dé la espalda le herirá por detrás,
en un intento por ocultar el pecado que tiene en su propia vida. ¿No le
recuerda esta actitud alguien del Antiguo Testamento? A nosotros nos
recuerda a la mujer de Potifar y la forma en que calumnió a José. Presentó
acusaciones falsas contra José porque no lo pudo seducir y de esa manera
trató de ocultar su propio pecado. Ella era la parte culpable, pero se ocultó
acusando a José. ¿Quién creería la versión de un esclavo ante la versión de la
esposa de un oficial del Faraón? José no necesitó ni siquiera abrir su boca,
porque no tuvo la ocasión de defenderse a sí mismo.
Desgraciadamente hay en algunos círculos cristianos, hipócritas que
calumnian a otros para protegerse a sí mismos, porque generalmente están
ocultando algo en sus propias vidas. Y el tiempo nos ha confirmado que esta
es una estimación correcta de ese tipo de actitudes, Y este proverbio que
acabamos de leer se refiere a este tipo de hipocresía. Ahora, los versículos 10
y 11 de este capítulo 11, de Proverbios dicen:
"Con el bien de los justos se alegra la ciudad, pero cuando los malvados
perecen, se hace fiesta. Por la bendición de los rectos la ciudad es
engrandecida, pero por la boca de los malvados es trastornada."
Junto a estos proverbios podemos colocar los nombres de David y Saúl,
Porque cuando David fue rey de Israel, Jerusalén llegó a ser una gran ciudad;
pero cuando murió el rey Saúl, no hubo mucho luto por él en la ciudad.
Ahora, el versículo 12, dice:
"El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo, pero el hombre
prudente calla."
Para mí, David también es un ejemplo de este proverbio. ¿Ha pensado usted
alguna vez en la gran influencia que la vida de David tuvo sobre la de
Salomón? Aún cuando David había cometido un pecado con la madre de
Salomón, Betsabé, la vida de David fue buena. Esa fue la única mancha en la
vida de David. Recordemos que cuando David estaba huyendo de la ciudad,
cuando se había rebelado contra él su hijo Absalón y también Simei, que era
de la familia de Saúl, maldijo a David. Joab, capitán del ejército de David,
quería ajusticiarlo en ese mismo lugar, pero David le dijo que no lo hiciera
porque Simei, al maldecirle, estaba hablando de su propio corazón porque
ese era el juicio de Dios para él. En esa ocasión, como dice el proverbio,
David fue el hombre prudente que calló.
En el transcurso de la vida de relación con otras personas uno descubre, a
veces, que hay gente que lo está criticando a uno. Y lo mejor es mantenerse
callado. El Señor es quien toma a su cargo estos asuntos, así como se ocupó
de esa situación que afectó al rey David.
Hay hermosos principios en este libro, y muy adecuados para que los
jóvenes los examinen. En muchos lugares parece haber hoy un despertar
espiritual entre los jóvenes. Nos agradaría verles estudiar el libro de los
Proverbios. Les acercará a Cristo, porque Él es el que dirige la escuela de la
sabiduría, porque Dios ha hecho a Cristo nuestra sabiduría. Este libro provee
a los jóvenes de mucho sentido común. En nuestro tiempo solemos decir que
el sentido común es el menos común de los sentidos, o sea que el sentido
común escasea. Parece que tuviéramos altos coeficientes de inteligencia y
bajos coeficientes de sentido común. Ahora, en el versículo 13, de este
capítulo 11, de Proverbios que estamos estudiando, dice:
"El que anda con chismes revela el secreto; el de espíritu fiel lo guarda
íntegro."
El que anda contando chismes es una persona que está tratando de
perjudicar a otra. A veces lo que está diciendo es verdad, pero aun así no se
lo debería contar a otras personas. Si él sabe que un hermano en la fe ha
pecado, debería ir a verle personalmente para tratar el asunto en privado
con él. No debería andar por todas partes comentando el asunto con otros.
Escuchemos ahora lo que dice el versículo 14:
"Donde no hay dirección sabia, el pueblo cae; la seguridad está en los
muchos consejeros."
Estimado oyente, independientemente de cuan inteligente sea usted,
necesita buenos consejos. Recordemos que Dios le dio al profeta Daniel la
oportunidad de ser uno de los consejeros de Nabucodonosor, y él ayudó
mucho a aquel rey. Daniel también fue consejero del rey Ciro, lo cual fue de
gran ayuda para este rey. Continuamos ahora con el versículo 15:
"La ansiedad aflige al que sale fiador de un extraño; el que aborrece salir
fiador vive seguro."
Alguien que sale como garante de un extraño acabará perjudicado y
sintiéndose dolido por haberlo hecho, y será más inteligente después de esa
experiencia. Y aprenderá la lección de haber cometido un gran error.
Lo interesante es que esto nos enseña una gran verdad. Hubo Alguien que se
presentó como garante para un extraño. ¿Sabe usted quien fue? Bueno,
escuchemos al Apóstol Pablo en 2 Corintios 8:9: Ya conocéis la gracia de
nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre siendo rico,
para que vosotros con su pobreza fuerais enriquecidos. Él se hizo cargo de la
deuda del pecado suya y mía, y tuvo que pagar un precio tremendo precio,
un terrible castigo por ello. Su experiencia fue descrita proféticamente en el
Salmo 69, versículo 4, con estas palabras: Se han aumentado más que los
cabellos de mi cabeza los que me odian sin causa; se han hecho poderosos
mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué. ¿Y he de pagar lo que
no robé? Él pagó nuestra deuda, estimado oyente. Y en el libro del profeta
Isaías, capítulo 53, versículo 7, dice: Angustiado él, y afligido, no abrió su
boca; como un cordero fue llevado al matadero; como oveja delante de sus
trasquiladores, enmudeció, no abrió su boca. El castigo fue exigido, y El se
hizo responsable por él. Dice Romanos 6:23, que la paga del pecado es
muerte y Cristo la pagó por mí. ¡Cuán maravilloso es esto, amigo oyente! Él
ocupó mi lugar. Y en el versículo 16, de este capítulo 11 de Proverbios,
leemos:
"La mujer agraciada obtiene honores; los fuertes obtienen riquezas."
Este proverbio me recuerda a Rut, en el libro que lleva su nombre, Ella era
una viuda pobre, por supuesto una mujer, y sin embargo, ella retuvo su
honor. Y, como vemos en Rut 3:11, Booz podía decir: "Toda la gente de mi
pueblo (es decir, toda la ciudad de Belén) sabe que eres mujer virtuosa".
Todas las personas de la ciudad la conocían. No solo mantuvo su honra en
relación con el sexo opuesto, sino también en toda su conducta. Y la segunda
parte de este proverbio, los fuertes obtienen riquezas, se aplicaría a Booz, el
prometido de Rut. Y eso no solo quiere indicar que ella no sólo mantuvo su
honor en una forma que la libró de cualquier forma de adulterio, sino en
toda su manera de vivir. Y los fuertes tendrán riquezas. Y ese era Booz en su
día.
Avanzando un poco más, queremos leer ahora los versículos 18 al 21:
"El malvado obra con falsedad; el que siembra justicia obtendrá firme
galardón. Como la justicia conduce a la vida, así el que sigue el mal lo hace
para su muerte. Abominables son para el Señor los perversos de corazón,
pero los perfectos de camino le son agradables. Tarde o temprano, el malo
será castigado, pero la descendencia de los justos se librará."
Aquí podemos ver un gran contraste entre el pecado y la justicia. El engaño y
la desobediencia van a ser juzgadas. No hay escape de esto. Eso es algo que
se nos presenta con toda claridad aquí. Y la justicia que un creyente tiene es
la justicia de Cristo. A causa de ello, los cristianos no seremos juzgados sino
que, como dice Juan 5:24, pasaremos de muerte a vida.
Ahora aquí tenemos un proverbio escogido. Leamos el versículo 22:
"Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa pero
falta de sentido."
Desgraciadamente hay muchas mujeres hermosas que no tienen ni
prudencia ni discreción. Una versión aquí traduce la segunda frase como "la
mujer bella de poco cerebro".
Luego, el versículo 23, nos dice:
"El deseo de los justos es solamente el bien; la esperanza de los malvados, el
enojo."
La única forma en que uno puede tener alegría y paz es tener una relación
correcta con Cristo. En los versículos 24 y 25 dice:
"Hay quienes reparten y les es añadido más, y hay quienes retienen más de
lo justo y acaban en la miseria. El alma generosa será prosperada: el que
sacie a otros, también él será saciado."
Aquí tenemos una paradoja. Bunyan, con su rima singular, lo expresó de la
siguiente manera: "Hubo un hombre de quien algunos pensaban que había
perdido el juicio; mientras más daba, más tenía. El que da sus bienes a los
pobres, tendrá mucho más, y diez veces más".
Esta verdad, esta realidad nos recuerda el hecho de lo que el Señor
Jesucristo mismo dijo, según lo cito Pablo en 2 Corintios 9:6, que el que
siembra escasamente, escasamente cosechará. Y el que siembra en
abundancia, en abundancia cosechará. Este es un gran principio general, es
decir, de amplias aplicaciones. Y con toda seguridad también se aplica a lo
que damos para la obra del Señor.
Y el mismo Señor fue un ejemplo de esta ley de siembra y cosecha. Por ello,
el mismo dijo, hablando de Sí mismo en Juan 12:24, Si el grano de trigo no
cae en la tierra y muere, queda él solo, pero si muere, produce mucho fruto.
Porque El descendió del cielo a la tierra, se entregó completamente por
nosotros, muriendo en una cruz. Fue sepultado en esta tierra, pero resucitó.
Y la cosecha abundante de todos aquellos que tienen vida eterna gracias a Su
obra en la cruz, continúa creciendo día a día. ¿No querrá ser usted uno de
ellos?

Estudio bíblico de Proverbios 11:26-12:22


Proverbios 11:26-12:22
Volvemos hoy estimado oyente, al libro de Proverbios, al capítulo 11, y
vamos a comenzar con el versículo 26. Nos encontramos en una sección muy
importante, por la sencilla razón que ahora nosotros podemos ver a este
joven que ha entrado a la escuela de la sabiduría, realizando el curso de
primer año. Esos cursos son siempre importantes, y a él le están enseñando
algunas cosas muy prácticas. Lo más importante, por supuesto, la verdad
fundamental es que el temor del Señor es el comienzo de la sabiduría. Y esa
es la primera lección que tiene que aprender. De allí en adelante, se le
advierte que tiene que ser honrado. La honestidad y la integridad deben
caracterizar al hijo de Dios. Este tiene que librarse del orgullo en su vida. Y
ahora, en el versículo 26, de este capítulo 11, nos dice:
"Al que acapara el grano, el pueblo lo maldice, pero bendición cubre la
cabeza del que lo vende."
Este versículo me recuerda al patriarca José en Egipto. El no acaparó el trigo.
Lo recogió fielmente durante siete años y entonces pudo alimentar al
mundo, incluyendo a su propio padre, a sus hermanos y a sus familias.
La frase el que acapara el grano me recuerda a otro personaje que se
llamaba Nabal, y Nabal quiere decir "insensato". Él estaba casado con una
mujer muy hermosa llamada Abigail. Ella era una mujer de mucho tacto, una
persona muy agradable por cierto. Y nos preguntamos: ¿Por qué se casó con
un hombre como este? Bueno, no lo sabemos, excepto que era un hombre
rico. Y hallamos en la lectura de la Biblia que David, durante aquellos años
en que se estaba escondiendo del rey Saul, había cuidado las ovejas de Nabal
y le había ayudado en muchas ocasiones. Así que cuando David y sus
hombres tuvieron hambre, le pidieron ayuda a Nabal. Nabal, sin embargo, se
negó rotundamente a hacer nada por ellos. En realidad, él insultó a los
mensajeros que David había enviado. David no podía soportar esa
humillación y, furioso, fue a buscarlo. Por supuesto, usted recordará que
entonces, la mujer de Nabal se encontró con David y le entregó una ofrenda
de paz, evitando así que David le hiciera daño alguno a Nabal. Por ello
decimos que este proverbio encaja perfectamente con Nabal.
También creemos que podríamos dar a este proverbio una aplicación
espiritual. El trigo es la Palabra de Dios. Sería lamentable que algunos
predicadores estuvieran reteniendo el trigo. Podría darse el caso que
predicaran sobre temas políticos y sociales, en vez de enseñar la Palabra de
Dios. Si hubiera casos así, deseamos que Dios tenga compasión de quienes
retengan para sí mismos el trigo, en una época de hambre espiritual.
Pero esta advertencia no es solo para predicadores. Todos los que ocupamos
otras posiciones, ¿no estaremos alguna vez reteniendo el trigo espiritual, el
pan de vida, de aquellos que nos rodean? Usted podría dar un gran impulso a
la enseñanza de la Palabra de Dios en el área en que vive. No olvidemos este
proverbio: Al que acapara el grano, el pueblo lo maldice. Pero ¡qué
emocionante es que alguien se acerque a darle las gracias por haberle
entregado la Palabra de vida! Por ello este proverbio también dice que
bendición cubre la cabeza del que lo vende, lo cual trasladado al terreno
espiritual también significa que Dios bendice a aquel que entrega Su Palabra
gratuitamente, sin ponerle un precio. Continuemos leyendo ahora el
versículo 27 de Proverbios 11:
"El que procura el bien obtendrá favor, pero al que busca el mal, el mal le
sobrevendrá."
Es decir, como escribió San Pablo a los Gálatas 6:7, "todo lo que el hombre
siembre, eso también segará". Y el versículo 28 de Proverbios 11, dice:
"El que confía en sus riquezas caerá, pero los justos reverdecerán como el
follaje."
Cuando el Señor Jesucristo presentó las parábolas, que creemos las observó
en la vida real, habló acerca de un hombre que había recogido una cosecha
tan abundante que decidió derribar sus graneros para edificar otros aun
mayores. Y concentró toda su vida en esa tarea. No había nada malo en
edificar graneros más grandes, pero el Señor dijo que él era un necio, un
insensato, porque estaba tan interesado en construir esos enormes graneros
aquí en esta vida, que no pensó para nada en edificar algo para después de
esta vida, para la eternidad. Ese es el peligro de las riquezas. Nadie puede
comprar su entrada al cielo. El que confía en sus riquezas ? dice aquí ? caerá.
Y el versículo 30, dice:
"El fruto del justo es árbol de vida; el que gana almas es sabio."
Aquellos padres que aman a Dios y le honran con su vida, siembran en sus
hijos la semilla de Su Palabra y pueden ir viendo sus vidas los frutos de la
siembra realizada en oración y dependencia del Señor. Muchos hijos de
destacados siervos de Dios se han destacado en la vida pública como
gobernantes, científicos, y en una gran variedad de profesiones. El Salmo
128 nos muestra la imagen que proyecta este proverbio, del hombre justo, al
decir: tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos,
como plantas de olivo alrededor de tu mesa. Así será bendecido el hombre
que teme al Señor.
Hay cursos sobre cómo lograr la armonía en el hogar. Pero necesitamos algo
más que tener algunas nociones sobre este tema, para poder ir más allá de la
capa de barniz que suele aplicarse a ciertas situaciones familiares. Un breve
curso en psicología acerca de cómo ser dulce y amable en el hogar no es la
respuesta. Necesitamos experimentar un retorno a la Palabra de Dios y a una
vida santa en el hogar, por la acción del Espíritu Santo. Muchos de nuestros
problemas familiares se desvanecerían si los habitantes de la casa, que han
sido declarados justos por la obra de Cristo, reflejaran esa justicia de Cristo.
Recordemos a este proverbio que declara que El fruto del justo es árbol de
vida.
Y el proverbio continúa diciendo: Y el que gana almas es sabio. Se le está
dando mucha atención hoy al testimonio personal, y creemos que eso es
bueno. Creemos que es una de las mejores cosas que está teniendo lugar en
nuestro día y en nuestra generación. La Palabra de Dios lo ha estado
diciendo siempre, el que gana almas es sabio. Y el versículo 31, último
versículo de este capítulo 11, de Proverbios dice:
"Ciertamente el justo recibe su paga en la tierra, ¡cuánto más el malvado y el
pecador!"
No hay ninguna duda que el juicio se está acercando. Seguimos avanzando
en la lectura de los Proverbios y ahora pasamos a

Proverbios 12
En la escuela de la sabiduría, el joven se encuentra aun en su primer año de
universidad, pero la instrucción que recibe es ya muy importante. Leamos el
primer versículo de este capítulo 12:
"El que ama la instrucción ama la sabiduría; el que aborrece la reprensión es
un ignorante."
El hombre que ama la instrucción es una persona que tiene una estimación
real de la máxima prioridad, y de lo que en realidad es de un valor superior.
Eso quiere decir que esa persona escuchará la instrucción. Sin embargo,
debe decir que después de conseguir que las personas escuchen la Palabra
de Dios, uno de los mayores problemas es lograr que obedezcan lo que la
Palabra dice. Y la obediencia es absolutamente esencial. Notemos ahora lo
que dice el versículo 2 de este capítulo 12:
"El bueno alcanza el favor del Señor, pero el Señor condena al hombre de
malos pensamientos."
El Salmo 1:5 dice: No se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en
la congregación de los justos. Indiferentemente de la fama, riquezas, o de
una elevada posición ante la estimación de las personas. El malvado llegará a
un final triste y lamentable. Con toda seguridad, Dios va a juzgar a tales
personas. Por eso dice aquí que el Señor condena al hombre de malos
pensamientos o designios. Continuemos leyendo el versículo 3 de este
capítulo 12:
"El hombre no se afirma por medio de la maldad, pero la raíz de los justos no
será removida."
El Señor dio una parábola que trata sobre este asunto. En el Sermón del
Monte contó sobre un hombre que edificó su casa sobre la roca, mientras
que otro edificó la suya en la arena. (Mateo 7:24-27). La roca, por supuesto,
simboliza a Cristo, el fundamento sólido de la Palabra de Dios. Ahora, en este
primer año de estudios universitarios, el joven recibe consejos en cuanto a
elegir una esposa. El versículo 4, de este capítulo 12, dice:
"La mujer virtuosa es corona de su marido, pero la mala es como carcoma en
sus huesos."
Aquí podemos recordar a las maravillosas esposas que se mencionan en el
Antiguo Testamento. Eva debe haber sido una persona encantadora, a pesar
del hecho de que ella escuchó a la serpiente. Creemos que también Sara fue
una esposa modelo, de acuerdo con 1 Pedro 3:6. Y Jocabed, la madre de
Moisés, fue sin duda una mujer extraordinaria.
Pero hubo otras que no fueron tan buenas, y podrían ser descritas como
"carcoma de huesos". La esposa de Job, por ejemplo, no fue de mucha ayuda
para él. Es interesante ver que Satanás le quitó a Job todo aquello en lo cual
él se apoyaba, con excepción de su esposa, de lo cual podemos deducir que
Satanás supo que ella no sería de mucho apoyo para Job. Debe significar que
ella no tendría que haber sido de mucha ayuda para Job. Y luego, por
supuesto, tenemos a Atalía, una mujer sanguinaria, cuya madre era la
malvada Jezabel. Así podemos ver que en la Biblia hay muchas ilustraciones
de este proverbio.
Escuchemos lo que escribió Ogden Nash: "Para mantener su matrimonio
como una copa rebosando de amor, siempre que esté equivocado, admítalo;
y cuanto tenga razón, permanezca en silencio". Sigamos adelante ahora en el
libro de Proverbios leyendo los versículos 5 al 7, de este capítulo 12:
"Los pensamientos de los justos son rectitud; los consejos de los malvados,
engaño. Las palabras de los malvados son como emboscadas para derramar
sangre, pero a los rectos los libra su propia boca. Dios trastorna a los
malvados y dejan de existir, pero la casa de los justos permanece firme"
Podemos decir que Dios cree en la ley y en el orden. Y tiene mucho que decir
contra el hombre sin ley. El tiene mucho que decir sobre los que se rebelan a
Su autoridad. Ahora, el versículo 8, dice:
"Por su sabiduría es alabado el hombre, pero el perverso de corazón es
despreciado."
Al leer estas palabras pensamos en Gedeón y en su hijo: Gedeón debe ser
elogiado por su sabiduría, y Abimelec, su hijo, tiene que quedar expuesto al
desprecio. Luego, el versículo 9 dice:
"Más vale el despreciado que tiene quien lo sirva, que el jactancioso que
carece de pan."
Parece como que se está haciendo un contraste, diciendo que es mejor ser
envidiado, que aquel que se deleita en hacer una ostentación vacía, mientras
que al mismo tiempo no tiene pan que comer. Otra traducción lo expresa así:
"Más vale menospreciado pero servido, que reverenciado pero mal comido"
Ahora, notemos lo que dice el versículo 10, de este capítulo 12, de
Proverbios:
"El justo cuida de la vida de su ganado, pero el corazón de los malvados es
cruel."
Aunque ya hemos mencionado esto en otra oportunidad vamos a volver a
repetirlo. Es acerca de la muerte del padre del autor de estos estudios
bíblicos, el Dr. J. Vernon McGee. El padre del Dr. McGee murió en un
accidente en una desmotadora de algodón cuando el Dr. McGee tenía
solamente 14 años de edad, cuando el muchachito pensaba que su papá era
un héroe. Y él decía que nunca había podido superar esa experiencia. Pero ya
hemos mencionado cómo en cierta ocasión él se detuvo cuando vio que un
ranchero vecino había dejado abierta la puerta del corral y el ganado estaba
saliendo y esparciéndose por el campo. Él descendió de su carro y después
de hacer regresar a todos los animales, cerró la tranquera. Volvió a su carro
y nunca le dijo nada a nadie acerca de esto.
También ? el Dr. McGee ? recordaba otra historia cuando estaban haciendo
cierto viaje con su padre, y en aquellos días sólo había caminos de tierra,
transitados por coches antiguos tirados por caballos. Adelante de ellos pues,
iba un hombre que estaba ebrio y estaba golpeando demasiado a su caballo.
Como el otro carro bloqueaba el camino, el padre del Dr. McGee se bajó de su
carro y fue a conversar con el hombre acerca de la forma en que estaba
tratando a su animal. Este hombre, fuera de control por su estado de
ebriedad, se ofendió y se bajo de su carro y quiso golpear al padre del Dr.
McGee. Él pudo esquivar ese golpe y el Sr. McGee le dio otro golpe y lo hizo
caer a tierra; le dijo que regresara a su carro y que no volviera a golpear a su
caballo, y al decir eso le quitó el látigo con el cual estaba castigando al
animal. Ahora, el Dr. McGee contaba que eso le impresionó mucho y al
recordar ese incidente, le gustaba mucho aquel versículo, este Proverbio de
la Escritura que dice: El justo cuida de la vida de su ganado... Alguien que
tenía varios perros dijo una vez que juzgaba a las personas por la reacción
de sus animales hacia ellas. Los perros parecen conocer el carácter de la
persona y saben si van a ser maltratados o no por ella. Es muy interesante
ver que un animal parece conocer el carácter humano, quizás mejor que
nosotros mismos. Continuemos con el versículo 11, de este capítulo 12, de
Proverbios:
"El que labra sus tierras se saciará de pan, pero el que se une a vagabundos
carece de entendimiento."
Aquí se aconseja al joven estudiante a permanecer en su trabajo, a
mantenerse ocupado, y no andar de un lado para otro ocupándose en cosas
vanas, perdiendo el tiempo. Podemos ver que por todo este capítulo
tenemos contrastes como éste. Al seguir adelante ahora en este maravilloso
capítulo 12, de Proverbios, veamos lo que nos dice el versículo 12:
"Codicia el malvado la red de los malvados, pero la raíz de los justos da
fruto."
En esta sección observamos que hay repetición para un mayor énfasis.
Después de todo, la repetición es la mejor clase de enseñanza, si usted es
capaz de persistir en el sistema. Si usted continúa repitiendo una cosa, su
alumno nunca lo olvidará. Pues bien, en el versículo 15, tenemos lo
siguiente:
"Opina el necio que su camino es derecho, pero el sabio obedece el consejo."
Es posible que al oírlo usted recuerde a quien correspondería este
proverbio. Nos referimos a Roboam, el hijo de Salomón. El rechazó el consejo
sabio de los ancianos del reino, lo cual precipitó su propia caída y una guerra
civil en su nación. Leamos ahora los versículos 17 y 18, de este capítulo 12,
de Proverbios:
"El que dice la verdad proclama justicia, pero el testigo falso, engaño. Hay
hombres cuyas palabras son como golpes de espada, pero la lengua de los
sabios es medicina."
Si usted escucha alguna vez un mensaje que expone la Palabra de Dios, habrá
veces en que sentiría como si una espada le tocara el corazón. Y si usted no
está dispuesto a aceptar esa verdad, recuerde la actitud del hipócrita, que se
oculta tras el odio y la amargura. Por tal motivo, a veces nos preocupa
cuando alguien reacciona con mucha crítica ante un predicador y su
mensaje, aunque no abiertamente, sino más bien a sus espaldas.
Continuemos leyendo los versículos 19 al 21:
"El labio veraz permanece para siempre; la lengua mentirosa, solo por un
momento. Engaño hay en el corazón de los que maquinan el mal, pero
alegría en el de quienes aconsejan el bien. Ninguna adversidad le acontecerá
al justo, pero los malvados serán colmados de males."
Todos estos proverbios tienen que ver con la lengua, la lengua mentirosa y la
lengua veraz. Están en contraste. La Palabra de Dios tiene más que decir
sobre la lengua, más juicio sobre los abusos de la lengua, que lo que tiene
que decir sobre el uso y el abuso del alcohol. Sin embargo resulta interesante
que una lengua engañosa y chismes pueden introducirse hoy en algunos
círculos cristianos, mientras que una persona ebria sería rechazada.
Y, finalmente por hoy, leamos el versículo 22 de proverbios 12:
"Los labios mentirosos son abominables para el Señor, pero le complacen
quienes actúan con verdad."
Una de las virtudes que debería caracterizar al hijo de Dios es su amor a la
veracidad. Y esto es algo que cae por su propio peso. Porque una persona se
convierte en un hijo de Dios por haber dado el paso de fe de aceptar la gracia
de Dios, es decir, el don gratuito de la vida eterna, expresado en la obra
redentora del Señor Jesucristo en la cruz. Así que, aquel que dijo Yo soy el
camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. O sea, que
estamos hablando de personas que han llegado a Dios por el camino que es
Jesucristo, y han recibido la vida eterna por haber creído en la verdad, que es
Cristo. ¿Cómo entonces no van a amar al Señor Jesucristo? ¿Cómo no van a
amar la verdad? ¿Cómo no van a practicar la verdad?

Estudio bíblico de Proverbios 12:23-13:25


Proverbios 12:22-13:25
Continuamos hoy, estimado oyente, en el Libro de Proverbios y nos
encontramos en el capítulo 12. En el programa anterior, usted recordará,
quedamos en el versículo 22. Y permítanos repetirlo hoy; así que vamos a
leerlo en este capítulo 12 de Proverbios. El versículo 22 dice:
"Los labios mentirosos son abominables para al Señor, pero le complacen
quienes actúan con verdad."
Una de las virtudes que debería caracterizar al hijo de Dios es su amor a la
veracidad. Y ahora continuemos leyendo el versículo 23:
"El hombre prudente encubre su saber, pero el corazón de los necios
pregona su necedad."
El hombre que es prudente y cuerdo no dice cosas que puedan herir a otra
persona. Usted quizá se ha encontrado alguna vez en un grupo de personas y
dentro del mismo ver presente a una persona necia, de esas que nunca dejan
de hablar, y que pronuncia una crítica contra otra persona que, por
supuesto, no está presente allí. El hombre prudente no dice cosas hirientes,
pero el corazón del necio, hará gala de su necedad. Ahora, en el versículo 24
leemos:
"La mano de los diligentes dominará, pero la negligencia será subyugada."
Creemos que nuestra sociedad contemporánea ha invertido ciertos valores.
Las personas diligentes no son siempre las elegidas para ocupar cargos
responsabilidad, y no estamos seguros que los negligentes sean los que
paguen los impuestos. Pero, hemos estudiado estos Proverbios y lo hemos
hecho en oración; le hemos pedido a Dios que nos ilumine al hacerlo. Y
hemos llegado a la conclusión de que algunos de estos Proverbios deben ser
considerados a la luz de la eternidad. Creo que la vara para medir este
proverbio es la eternidad, antes que la situación local. ¿Y no se nos dice
acaso que un día nosotros vamos a reinar con Cristo? Pero la Biblia no
enseña que todos los creyentes van a reinar en el mismo nivel: habrá
diferentes grados o niveles. Y personalmente me sentiría muy cohibido si me
encontrara en el mismo nivel que los apóstoles, y sentado, por ejemplo,
junto al Apóstol Pablo. No creo que ese fuera mi lugar. Sin embargo, sí creo
que los diligentes son los que reinarán con Él. Por otra parte, muchos otros
proverbios se aplican, como también estamos viendo, a la vida diaria.
Escuchemos lo que dice ahora el versículo 25 de este capítulo 12 de
Proverbios:
"La congoja abate el corazón del hombre; la buena palabra lo alegra."
Recordemos lo que Job les dijo a sus amigos en 6:25: "¡Cuán provechosas son
las palabras rectas!" Estas palabras amables pueden traer ánimo, alegría y
estímulo a aquellos que están tristes, sufriendo, que están teniendo pasando
por algún problema o amargura. Uno no golpea a una persona que está
soportando dificultades. Luego, el versículo 26 nos dice:
"El justo es guía para su prójimo, pero el camino de los malvados los hace
errar."
Es decir, el hombre justo quiere ayudar a su prójimo, mientras que el
malvado tratará de perjudicarle. La realidad es que si el hombre justo se da
cuenta que su prójimo está equivocado, él irá a conversar con él acerca de
ese problema. Es lo más útil y positivo que puede hacer.
El profeta Natán era el mejor amigo que tenía David y sin embargo fue Natán
quien tuvo el valor de acusarle y decirle: Tú eres aquel hombre. (2 Samuel
12:7) Cuando en nuestra vida hay cosas que deben ser corregidas, es
hermoso tener un buen amigo que nos reprenderá con cariño.
Un Pastor cuenta que cuando él comenzó el ministerio, el Señor le concedió
el privilegio de ser el Pastor de una Iglesia que había sido su propia
congregación antes, donde la gente le amaba y le mostraba mucha simpatía.
En cierto sentido se sentía inexperto para estar a cargo del pastorado de una
Iglesia tan grande y de tanta importancia. Pero la gente de ese lugar, era
bastante buena con él. Y en cierta ocasión, este joven Pastor escuchó a un
hombre muy famoso predicar en una conferencia, y a partir de ese momento,
trató de imitarlo; hasta trataba de imitar el acento con el cual este hombre
hablaba. Y los miembros de su iglesia se dieron cuenta, pero se limitaron a
escucharle, a sonreír y muy pocos hicieron algún comentario al respecto.
Pero un hombre que había ayudado a este Pastor a través de sus estudios lo
invitó a comer en cierta ocasión y le dijo algo que este joven Pastor nunca
olvidó. "Pastor, nosotros preferimos tener un Pastor genuino, antes que una
imitación de otra persona". Eso fue todo lo que dijo, y todo lo que necesitaba
decirle. Desde ese momento ese Pastor volvió a ser una persona genuina.
¡Qué fuerza tienen las palabras rectas y sinceras de un consejo dado con
ánimo constructivo! Como dice este proverbio, el justo sale en busca de su
prójimo. Ayuda a su prójimo. Pero el malvado, le induce a equivocarse; va
hablar con su prójimo, le anima y después, cuando aquel le da la espalda, le
critica. Estimado oyente, podemos darnos cuenta cómo estos proverbios
ponen su dedo en la llaga, por decirlo así, y señalan conductas concretas e
individuales que a veces se observan entre cristianos. Continuemos leyendo
el versículo 27 de Proverbios 12:
"El indolente ni aun asará lo que ha cazado; ¡precioso bien del hombre es la
diligencia!"
Hay algunos Proverbios que demuestran alguna característica humorística.
Este hombre salió y pudo cazar un animal, pero era demasiado perezoso
para despedazarlo, asar su carne y comerlo. Uno tiene que ser un cazador
muy perezoso para actuar de esa manera. Sería como un pescador que ha
pescado, pero no quiere pasar por el trabajo de limpiar el pescado para
comerlo.
Observemos la frase ¡precioso bien del hombre es la diligencia! En otras
palabras, él se ocupa, se hace cargo de lo que tiene. Recordemos cuando Rut
fue a espigar al campo, y Booz fue tan generoso con ella que al final recogió
una gran cantidad de espigas; entonces se puso a desgranar las espigas que
había recogido. Ella podía haber regresado a casa, entregándole a Noemí las
espigas que había recogido en todo un día de trabajo, pidiéndolo que las
desgranara. Pero no lo hizo. Esta actitud nos revela la clase de espíritu
servicio y de responsabilidad que ella tenía, que es todo un ejemplo para
nosotros. Continuamos ahora con el versículo 28 de este capítulo 12 de
Proverbios:
"En el camino de la justicia está la vida; en sus sendas no hay muerte."
¡Qué panorama más hermoso el que se presenta al hijo de Dios! Ahora, la
muerte física está ante nosotros si el Señor demora Su venida, pero más allá
de la muerte se encuentra la vida eterna. Y así llegamos ahora a

Proverbios 13
Continuamos en esta sección en la que estamos aprendiendo algunos de los
grandes principios de la vida. Leamos el versículo 1 de este capítulo 13, que
dice:
"El hijo sabio recibe el consejo del padre, pero el insolente no escucha las
reprensiones."
Aunque Salomón no fue el hijo favorito de David, Salomón al menos escuchó
lo que David tenía que decirle, y así fue un ejemplo del hijo sabio que recibe
el consejo del padre. Por otra parte la segunda parte de este proverbio
encaja bien con Roboam, el hijo de Salomón, que fue un ejemplo del
insolente que no hace caso de las reprensiones. El fue un ejemplo del lado
oscuro o negativo, que encontramos en muchos de estos proverbios. Leamos
ahora los versículos 2 y 3:
"Del fruto de su boca el hombre comerá el bien, pero el alma de los
prevaricadores hallará el mal. El que guarda su boca guarda su vida, pero el
que mucho abre sus labios acaba en desastre."
En el día de hoy existe una clase de conversación que consiste en chismes y
es verdaderamente insensata, como ya hemos visto anteriormente. Se
expresan cosas que tienen un doble sentido. Los chistes basados en
equívocos o frases ambiguas se introducen hoy a veces incluso en círculos
cristianos. Y cuando lo hacen, parecen girar alrededor del sexo.
Estas conversaciones son el resultado de conductas dudosas. Estos
proverbios reflejan estas advertencias que se le hacen al joven estudiante,
para que sepa cuidarse al respecto. Ahora, en el versículo 4 de este capítulo
13 leemos:
"El perezoso desea y nada alcanza, mas los diligentes serán prosperados."
Recordemos que al apóstol Pablo les habló con toda claridad a los
Tesalonicenses en 2 Tesalonicenes 3:10. Algunos muy devotos habían
dejado de trabajar porque decían esperar la venida del Señor. Y Pablo les
escribió: si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. En realidad, la
expectativa de la venida del Señor debiera convertir a cada creyente en un
trabajador activo. Ahora, dice en los versículos 5 y 6 del capítulo 13:
"El justo aborrece la palabra mentirosa; el malvado se hace odioso e infame.
La justicia protege al perfecto de camino, pero la impiedad trastorna al
pecador"
Esto se refiere a la verdad de las partes interiores del ser humano. Este es el
antecedente de la justicia práctica. Dios detesta lo que es falso; no lo puede
tolerar. El hijo de Dios tiene que ser capaz de reconocer y tratar con
cualquier pecado que se presente en su vida. Nuestra vieja naturaleza tiene
la tendencia a mentir. Para nosotros el mentir es algo muy natural. Y como
Dios lo detesta, tendrá que ocuparse de ese tipo de conducta. Luego, el
versículo 7 dice:
"Hay quienes presumen de ricos y no tienen nada, y hay quienes pasan por
pobres y tienen muchas riquezas."
Aquí tenemos otro ejemplo de esta vieja naturaleza que usted y yo tenemos.
Es común ver que muchos que tienen pocos recursos tratan de aparentar
que los tienen, para parecerse o superar a otros. Fingimos y aparentamos
tener más que lo que realmente tenemos. A veces tenemos en posesión
cosas, como por ejemplo coche, ropa o vivienda, que no nos podemos
permitir. Pero tenemos esa tendencia a aparentar, para impresionar a los
demás o bien para no quedar fuera de determinados círculos...
Por otra parte, hay gente que verdaderamente tiene abundantes recursos,
pero siempre se están quejando de que no tienen lo suficiente, de cómo
suben los precios y de los grandes gastos que tienen.
Dios detesta ambas actitudes porque cada una de ellas revela hipocresía. Es
colocarse una fachada que no necesitamos poner. Deberíamos presentarnos
ante los demás tal como somos. Luego, en el versículo 9 de este capítulo 13,
leemos:
"La luz de los justos brilla alegremente, pero se apagará la lámpara de los
malvados."
En el estudio que hemos realizado sobre los reyes de Israel, hemos llamado
la atención hacia este principio de trabajo. Un linaje o descendencia después
de otro llegaron a ser reyes en el reino del Norte. Y entonces, sus reinados
fueron interrumpidos, con frecuencia de manera violenta, por asesinato. Y
eso es lo que Dios dijo aquí en este proverbio: Pero se apagará la lámpara de
los malvados. Ha sucedido en la historia del mundo una y otra vez. Nombres
de personajes tristemente célebres acabaron perdiendo la vida a causa de la
violencia con que consiguieron el poder, vivieron, y actuaron con sus
semejantes. Luego, el versículo 10, de este capítulo 13, dice:
"Ciertamente la soberbia produce discordia, pero con los prudentes está la
sabiduría."
Cuando usted encuentra disensiones en un grupo, en un vecindario, en una
congregación cristiano o en cualquier grupo de una iglesia, al final se verá
que la base de toda esa tensión es el orgullo. Siempre será así. Alguien ha
dicho: "Hacen falta dos personas para comenzar una pelea". Luego en el
versículo 11, leemos:
"Las riquezas de vanidad disminuyen; el que recoge con mano laboriosa las
aumenta."
Aquí tenemos otro de estos Proverbios que deben ser considerados bajo la
luz de la eternidad; esa es la medida que uno tiene que utilizar en este caso.
Porque muchos hombres adinerados saben que tienen descendientes muy
insensatos, así que han establecido fondos fiduciarios o de fideicomiso, y han
puesto trabas legales alrededor de sus posesiones para que sus
descendientes no puedan obtenerlas. Tal arreglo permite que sus
descendientes puedan vivir del interés que produzcan esas posesiones, e
impide que ellos puedan tocar dichas posesiones. Como resultado, hay
muchos hijos ricos hoy en el mundo, que nunca han ganado un centavo en su
vida, y que no sabrían trabajar para ganarse la vida. Y sin embargo, son
herederos de inmensas fortunas. Pero con esas disposiciones han sido
protegidos para que no puedan disponer de lo principal de sus posesiones. Si
pudieran, lo gastarían todo y se quedarían sin nada.
Por ello hemos dicho que este proverbio debe ser examinado a la luz de la
eternidad. ¿Cuáles son las verdaderas riquezas? ¿Qué es realmente la
riqueza? ¿Es poseer acciones y bonos? En fin, las personas algún día
perderán esas riquezas. La muerte se las arrebató al propietario original.
Nadie vino y simplemente las robó. Fue el propietario quien se escabulló
sigilosamente. Se marchó y las dejó. Y eso mismo es lo que les sucederá a
aquellos que poseen riquezas materiales. Ahora, el versículo 12 dice:
"La esperanza que se demora es tormento del corazón; árbol de vida es el
deseo cumplido."
Todos seguramente habremos experimentado este proverbio en varias
ocasiones. Uno simplemente continúa esperando algo que no acaba de
suceder, y la espera que se prolonga aflige el corazón. Por tal motivo, en la
vida deberíamos llevar "el paso" de la voluntad de Dios, porque a veces
esperamos muchísimas cosas que no se harán realidad en absoluto en
nuestras vidas. Cuánto mejor es aceptar la realidad de la situación en la que
Dios nos ha colocado. Continuemos leyendo ahora los versículos 13 al 15:
"El que menosprecia el precepto se perderá; el que teme el mandamiento
será recompensado. La instrucción del sabio es manantial de vida para librar
de los lazos de la muerte. El buen juicio o entendimiento da gracia, favor; el
camino de los transgresores es duro."
Por todo el libro de Proverbios hay un contraste entre la justicia y la maldad.
Dios detesta el orgullo; aborrece la rebelión; Él detesta la hipocresía. Para El
no tienen utilidad ese tipo de sentimientos o actitudes que surgen de nuestra
naturaleza humana. Es por esa razón que Dios no aceptará nada que
hagamos bajo el control de nuestra vieja naturaleza pecaminosa. Solo lo que
podamos realizar por medio de nuestra nueva naturaleza es aceptable para
El. Hay una cosa que es segura: Él no va a llevar nuestra vieja naturaleza al
cielo, y nosotros nos alegraremos de librarnos de ella. En el cielo usted y yo
seremos separados para siempre de esa vieja naturaleza que produce todos
los pecados que son inherentes en cada uno de nosotros.
Dios dijo con toda claridad lo que El quiere hacer en Isaías, capítulo 66,
versículo 2: Mi mano hizo todas estas cosas, así todas ellas llegaron a ser,
dice el Señor. Pero yo miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu y
que tiembla a mi palabra. Esta es la manera en que todos debemos
acercarnos a Dios si deseamos ser aceptados por El. No podemos
aproximarnos con orgullo. Y no deberíamos atrevernos a despreciar Su
Palabra ni sus mandamientos. Ahora el versículo 17 dice:
"El mal mensajero acarrea desgracia; el mensajero fiel acarrea salud"
Ha habido personas que han ocupado cargos de importancia en los
gobiernos de naciones, por lo cual han tenido acceso a secretos relacionados
con la política y la seguridad nacional e internacional. Esos funcionarios
tenían ciertas debilidades en su conducta personal, que fue descubierta por
agentes enemigos. En consecuencia tales funcionarios fueron objeto de
chantaje y utilizados para revelar secretos que comprometieron la defensa
de esas naciones. Qué importante es para una nación tener hombres íntegros
que la sirvan. Y el versículo 24 dice:
"El que no aplica el castigo aborrece a su hijo; el que lo ama, lo corrige a
tiempo."
Y a propósito, esta es verdadera psicología infantil. Al hijo de Dios en el día
de hoy, se le dice lo mismo, Se les dice a los hijos: obedeced a vuestros
padres, pero al padre se le dice que "no provoque a su hijo a ira", es decir,
que lo irrite. (Efe. 6:1 y 4). Es decir, que no hay que castigarlos o
disciplinarlos cuando uno está demasiado enojado, o cuando uno está
hablando en alta voz, sin controlar debidamente sus reacciones. Es mejor
que el padre espere un tiempo, hasta que él mismo se haya calmado y pueda
sentarse con ellos para explicarles por que están siendo disciplinados.
Pensamos que eso es muy importante. El autor de estos estudios contaba
que estaba agradecido por haber recibido de su padre esa misma disciplina.
Cuando había hecho alguna travesura, el padre no se lo decía hasta que
pasara, quizás, un día. Incluso el niño a veces pensaba que se había salido
con la suya; pero luego descubría que no había sido así. Entonces su padre,
con mucha calma hablaba con él, y el niño sabía que su padre no le estaba
castigando para descargar su enojo con él.
Así hemos podido ver como estos proverbios contienen la sabiduría de Dios
mismo, quien desea para sus hijos vidas de calidad humana y espiritual, a
nivel individual, para que los hijos puedan formarse en un hogar
caracterizado por el control, la paz y la armonía.

Estudio bíblico de Proverbios 14:1-34


Proverbios 14:1-34
Estimado oyente, regresamos hoy al Libro de Proverbios, y nos corresponde
el capítulo 14. Aquí tenemos la sabiduría de Dios concentrada en frases
pequeñas. También hemos visto que los proverbios encajan con personajes
que son mencionados en la Biblia. Y como también hemos dicho encajan
además con personas que conocemos en el día de hoy, y con cada uno de
nosotros. Bueno, en el versículo 1 de este capítulo 14 de Proverbios, leemos:
"La mujer sabia edifica su casa, pero la necia con sus manos la derriba."
No creemos que se esté hablando aquí de la estructura física del edificio. En
la primera parte de este versículo leemos: La mujer sabia edifica su casa.
Podemos pensar en varias mujeres mencionadas en la Palabra de Dios.
Creemos que Sara fue un ejemplo de una mujer que edificó su casa. Era la
esposa de un patriarca y edificó la casa de Israel. También podríamos incluir
aquí a la madre de Moisés ? Jocabed. Recordemos que aunque era una
esclava en un país extranjero, para salvara a su hijo lo escondió, lo vigiló y
finalmente se convirtió en su nodriza al servicio de la hija de Faraón. Ella fue
la que le enseñó a él acerca del Señor y de las promesas del Señor a Israel.
Fue una madre maravillosa, y así edificó su casa.
Luego, en la segunda parte de este versículo se nos dice: pero la necia con
sus manos la derriba. Y hay varias mujeres mencionadas en las Escrituras,
que actuaron de esta manera. A causa de su maldad, la casa que ellas
edificaron fue destruida. Permítanos mencionar un ejemplo en particular
que encontramos en el Segundo Libro de Crónicas, capítulo 22, versículos 2
y 3; y allí dice: Cuando Ocozías comenzó a reinar tenía cuarenta y dos años
de edad, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre era Atalía, hija
de Omri. También él anduvo en los caminos de la casa de Acab, pues su
madre le aconsejaba que actuara impíamente El consejo de su madre
realmente hizo descender a la casa de Acab a lugares muy bajos. Este es
verdaderamente un proverbio confirmado en la experiencia histórica. Usted
puede colocar estos proverbios en el laboratorio de la vida y ver como se
cumplen incluso hoy. Conocemos varios ejemplos de mujeres cuyos pecados
personales han destruido sus hogares. Ahora, en el versículo 2 de este
capítulo 14 leemos:
"El que camina rectamente teme al Señor, pero el de caminos pervertidos lo
menosprecia."
Esto nos dice que nuestra forma de vivir revelará nuestra relación con Dios.
En la Primera Epístola del apóstol Juan, capítulo 2, versículo 6, leemos: El
que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. Es decir, que
nosotros debemos vivir una vida de obediencia a Dios, tal como vivió el
Señor Jesucristo.
Recordemos que Samuel presentó este asunto delante del rey Saúl, cuando le
dijo: Mejor es obedecer que sacrificar; prestar atención mejor es que la grasa
de los carneros. (1 Samuel 15:22) Así que la obediencia al Señor es lo
verdaderamente importante. Ahora, el versículo 3 dice:
"En la boca del necio está la vara de su soberbia; a los sabios, sus labios los
protegen."
El necio por lo general se descubre a sí mismo por lo que dice. Esto nos
recuerda a David y Goliat (1 Samuel 17:41-49). La frase en la boca del necio
está la vara de su soberbia es una figura del gigante Goliat. El se enorgulleció
mucho por considerarse el campeón de los filisteos. Cuando David se ofreció
como voluntario para luchar contra él, Goliat reaccionó diciendo: ¿Soy yo un
perro, para que vengas contra mí con palos? Y maldijo a David invocando sus
dioses. Dijo luego el filisteo a David: Ven hacia mí y daré tu carne a las aves
del cielo y a las bestias del campo. (1 Samuel 17:43-44).
Por otra parte este proverbio dice: a los sabios, sus labios los protegen.
Observemos la respuesta de David: Tú vienes contra mí con espada, lanza y
jabalina; pero yo voy contra ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios
de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Ahora, continuemos
leyendo el versículo 4:
"Sin bueyes, el granero está vacío; por la fuerza del buey hay abundancia de
pan."
Este es un proverbio muy interesante. En varias partes de la Biblia el buey es
utilizado como un ejemplo para nosotros; y el buey era también una bestia
que se utilizaba para el sacrificio, y nos habla del sacrificio que realizó Cristo.
El buey era un animal fuerte. En realidad era el tractor y el automóvil de la
familia de aquellos días. Ellos usaban el buey para hacer el viaje al mercado
o a la ciudad, y también usaban el mismo buey para arar en el campo. Ahora,
el buey era un animal un poco sucio, y sus dueños tenían que limpiar el
pesebre, lo cual era una tarea desagradable por tratarse de un animal
grande. Por supuesto, la única forma de librarse de limpiar el pesebre, era
librándose de los bueyes. Uno tendría así un pesebre limpio, pero entonces
la gente se privaba de lo que este proverbio califica como la fuerza del buey.
Aquí pues, tenemos una lección espiritual aplicable hoy. A veces, en una
comunidad o congregación cristiana se producen divisiones, porque grupos
tienen diferentes enfoques del trabajo a realizar. Por ejemplo, algunos son
más activistas, incluso caen en un activismo extremo, y otros insisten más en
el estudio de la Biblia. En estos casos, los líderes espirituales pueden querer
prescindir de algunas personas. Pero tendrán que ser prudentes en sus
decisiones, para evitar prescindir de quiénes son realmente los que
impulsan el avance de la obra. No sea que por proceder a una "limpieza del
pesebre" (siguiendo con la imagen del buey) se priven de la colaboración de
personas valiosas para el avance misionero el crecimiento de la obra
cristiana y el apoyo financiero necesario para la marcha de esa comunidad.
Es necesario, pues, evaluar quienes representan la fuerza del buey en la obra
del Señor. Escuchemos ahora lo que dice el versículo 5:
"El testigo verdadero no miente; el testigo falso dice mentiras."
El Señor Jesucristo ha sido llamado el testigo fiel y verdadero (Ap. 3:14). Y es
así como deben ser los testigos.
Escuchamos hoy a muchas personas hablar acerca de ser "testigos de
Cristo". Y es bueno seguir un curso sobre cómo ser un buen testigo de Cristo.
Pero recordemos que hay dos clases de testigos: el falso y el verdadero.
Cuando usted le dice a alguien que Jesús salva, y guarda y satisface, ¿está
usted diciendo la verdad? Su respuesta será: "Por supuesto, esa es la
verdad". Pues sí, claro que lo es. ¿Pero es esa verdad una realidad en su
propia vida? ¿O es usted un testigo falso? Leamos ahora el versículo 9 de
este capítulo 14 de Proverbios:
"Los necios se burlan del pecado, pero entre los rectos hay buena voluntad."
La frase Los necios se burlan del pecado, nos recuerda a Jezabel, personaje
tristemente célebre de la Biblia, cuya propia vida fue una burla constante del
pecado y la maldad, Nosotros no debemos que tener nada que ver con tales
personas. Y el versículo 10 dice:
"El corazón conoce sus íntimas amarguras, y ningún extraño comparte su
alegría."
Cada corazón tiene una alegría o una amargura secreta, que nadie puede
compartir. Nadie. Podríamos tratar de compartir esas vivencias, pero no
seríamos comprendidos. El autor de estos estudios, el profesor McGee
contaba que en una ocasión algunas personas le pidieron que les contara las
experiencias vividas en relación a su operación de cáncer. EL entonces les
contó que cuando se encontraba en el hospital, experimentó como un
renovado encuentro con el Señor, sintiendo Su presencia de una forma real.
Pero después de contarlo, él percibió que no lo entendieron bien, o no lo
apreciaron como algo realmente importante. Entonces, más tarde pensó que
esa experiencia era como un secreto que no podía compartir con nadie más.
¿Ha tenido usted alguna vez una experiencia maravillosa y usted trató de
contárselo a alguien, incluso a sus seres queridos? Normalmente, uno queda
defraudado al ver que los demás no comparten la emoción, el sentimiento, o
el interés con que uno cuenta esas experiencias y las revive al contarlas.
Y, estimado oyente, hay algunas otras cosas que uno aprende en la vida, que
no puede compartir con los demás, y otras, sí las puede compartir. Ahora, el
versículo 12 dice:
"Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la
muerte."
Este es un versículo que debería colocarse en los lugares donde se realizan
sesiones de sectas supuestamente religiosas. Algunas de ellas proyectan una
imagen razonable y atractiva. Hace poco un amigo nos preguntó: "¿por qué
tal secta crece tan rápidamente?" Le respondimos que su crecimiento se
debía a que apelaba a la vieja naturaleza humana, a la parte física, y les dice a
las personas lo que quieren oír, y que en el fondo son buenas personas, y que
si siguen ciertas reglas, tendrán éxito en la vida. Pero recordemos la
advertencia de este proverbio. Hay camino que al hombre le parece derecho,
pero es camino que lleva a la muerte. Y lo peor es la muerte espiritual. El
final consiste en una separación eterna de Dios. ¡Qué importante es
encontrarse en el camino recto! Recordemos las palabras de Jesús en Juan
14:6, Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mi.
Leamos ahora los versículos 15 al 18 de Proverbios 14:
"El ingenuo todo lo cree; el prudente mide bien sus pasos. El sabio teme y se
aparta del mal; el insensato es insolente y confiado. El que fácilmente se
enoja comete locuras; y el hombre perverso es aborrecido. Los ingenuos
heredarán necedad, mas los prudentes se coronarán de sabiduría."
El punto de vista general hoy es que un cristiano comprometido con la
Palabra de Dios es una persona que tiene un coeficiente intelectual bajo,
ingenua, y que se lo cree todo. Ahora, un verdadero hijo de Dios en el día de
hoy (y existe solo una clase de hijo de Dios), no tiene una mentalidad simple
en ese sentido. No cree cada palabra que se le dice.
¿Ha notado usted que los apóstoles estaban constantemente haciéndole
preguntas al Señor Jesucristo? Uno de ellos, Tomás, se destacó por sus
preguntas. Y Simón Pedro también hizo muchas presuntas: Por ejemplo, le
preguntó: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida daré por ti. Y
también Felipe, un hombre muy callado, sin embargo le dijo a Jesús: Señor,
muéstranos el Padre y nos basta. "Eso es todo lo que necesitamos". Y luego
Judas, no el Iscariote, le dijo a Jesús: Señor, ¿cómo es que te manifestarás a
nosotros, y no al mundo? Estas preguntas están registradas en Juan 13 y 14.
Realmente, aquellos hombres estaban siempre haciendo preguntas.
Y si usted es un verdadero hijo de Dios no será un crédulo, que se cree todo
lo que oiga. La fe no es un salto en la oscuridad, estimado oyente. Fe no es el
arriesgar su vida por cualquier causa. ((La fe no es como la definió una niña
que dijo: "fe es creer lo que usted sabe que no es")). La fe descansa sobre
una base sólida, y Dios dijo que si no era un fundamento sólido, que no
creyera. El ingenuo todo lo cree dice el proverbio, pero el hombre de bien,
aquel que es sabio y prudente, mide sus pasos, es decir, que se fija por donde
va, y comprueba todo lo que oye.
Esa es pues la característica del hombre prudente. El temor del Señor le
impulsa a comprobar la veracidad de lo que oye. No se dejará engañar. No
creerá todo lo que diga un predicador solo porque lo diga él, sino que lo
contrastará con la Palabra de Dios. Y lo que nosotros decimos también se
somete a la prueba, al examen de la Palabra de Dios. Estimado oyente, no se
crea todo lo que oiga. Compruébelo con la Palabra de Dios. Ahora, en el
versículo 20 de este capítulo 14 de Proverbios leemos:
"El pobre resulta odioso aun a su amigo, pero muchos son los que aman al
rico."
¡Cuán cierto es esto! ¿Verdad? El que tiene pocos recursos difícilmente
puede aspirar a cargos de importancia. Y luego, el versículo 21 dice:
"Peca el que menosprecia a su prójimo, pero el que tiene misericordia de los
pobres es dichoso"
¿Cómo se siente usted con respecto a aquellos que no pueden devolverle un
favor que usted les ha hecho? ¿Hace usted algo por ellos? Esta es una
pregunta crítica para que un cristiano se evalúe a sí mismo, para comprobar
el grado de compromiso que tiene con su Señor. Y luego, el versículo 23 dice:
"Toda labor da su fruto; mas las vanas palabras empobrecen."
Hay algunas personas que simplemente hablan; nunca hacen nada. Eso es
todo lo que uno recibe de esas personas. El quedarse solo en palabras lleva a
una vida infructuosa. Ahora, el versículo 24 dice:
"Las riquezas de los sabios son su corona; la insensatez de los necios es
locura."
Las riquezas aquí no son necesariamente riquezas materiales. Hay muchas
personas felices que son ricas, no en los recursos materiales de esta vida,
sino en aquellos valores que son espirituales. Esta riqueza es la más
importante de todas. Y el versículo 25 dice:
"El testigo veraz salva las vidas; el falso dice mentiras."
Aquí recordamos que el Señor Jesucristo dijo: Si el ciego guía al ciego ambos
caerán en un hoyo. (Mt. 15:14) Y luego, el versículo 27 de este capítulo 14 de
Proverbios dice:
"El temor del Señor es manantial de vida que aparta de los lazos de la
muerte."
Este proverbio nos recuerda que la enseñanza del temor reverente del
Señor, con todas sus implicaciones prácticas, fue el objetivo del Espíritu
Santo a través de todo este libro de los Proverbios. El versículo 30 dice:
"El corazón apacible es vida para el cuerpo; la envidia es carcoma de los
huesos."
¡Cuán cierta es esta afirmación! La envidia no solo privará al cristiano de
toda su alegría y relación de compañerismo y comunión con el Señor, sino
que también afectará al resto de su ser, a la salud psíquica y a la salud física.
Solo la acción del Espíritu Santo, manifestada en una sumisión a Su control,
puede liberar al ser humano de esta pasión que destruye nuestro ser,
comenzando por la parte interior. Y el versículo 34 de este capítulo 14 de
Proverbios dice:
"La justicia engrandece a la nación; el pecado es afrenta, deshonra de las
naciones."
Cómo nos hubiera gustado ver este versículo en el edificio de la sede de las
Naciones Unidas, en lugar de aquel en el que se dice que las espadas se
convertirán en arados. Esta esperanza de paz y de destrucción de las armas
de guerra, no se hará realidad hasta que Cristo venga a reinar a la tierra. Y
entonces los seres humanos descubrirán que la justicia engrandece a la
nación. Pero en el día de hoy no lo creen. Es decir, están buscando la paz y la
justicia construida por seres en los cuales habita de forma natural la
injusticia y la maldad. De ahí, el ímpetu incontenible de la carrera
armamentista, y de los esfuerzos enormes que personas guiadas por los más
diversos intereses hacen simplemente para controlarla. Es que, así como las
personas desconfían unas de otras en la lucha por la supervivencia
individual y familiar, las sociedades, las naciones desconfían entre sí
mientras buscan un aumento de su poderío con el pretexto de defenderse de
otras naciones. Además, hoy los pueblos no creen realmente que la justicia
los enaltezca. Pero la historia da testimonio y prueba de ello. Las páginas de
esa historia nos muestran los restos, los escombros, las ruinas de naciones e
imperios que no siguieron este principio. ¿Quedan aun dudas sobre los
resultados de los proyectos humanos que prescinden de Dios y Su justicia?
Verdaderamente, la situación actual del mundo y las perspectivas futuras no
hacen más que continuar confirmando la frase que concluye este proverbio:
el pecado es afrenta, deshonra de las naciones. No olvidemos las palabras del
Señor Jesucristo, siempre actuales, en Mateo 6:33; Buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia

Estudio bíblico de Proverbios 15:1-33


Proverbios 15:1-33
Este capítulo, estimado oyente, contrasta la bondad y la maldad, y enfatiza el
papel de la lengua, y luego, del corazón. Para comenzar este estudio, leamos
el primer versículo, que nos inicia al tema de

La lengua
"La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor."
Estamos seguros que al leer este proverbio uno recuerda dos personajes
bíblicos: Abigail y Nabal. Ya hemos visto varios proverbios que se aplican a
ellos. Abigail, una mujer muy hermosa, una esposa amante. Y Nabal, su
esposo, un insensato, pero un hombre que tenía grandes riquezas.
Alguien ha escrito un libro llamado, "La Bella y La Bestia". Y es la historia de
Nabal y Abigail. O diríamos que Abigail era la Bella y que Nabal era la Bestia.
Recordemos que cuando Abigail oyó que su esposo había enviado una
respuesta insultante a David, quien había cuidado sus rebaños con
dedicación, hizo que sus siervos prepararan apresuradamente una gran
cantidad de comida para David. Después salió a recibirle y se postró ante él.
Ella lo reconoció como el futuro rey diciéndole: tu vida será atada al haz de
los que viven delante del Señor tu Dios; esa fue una hermosa forma de
expresarle que su vida estaría protegida por Dios. Ella dio una respuesta
suave que aplacó la ira de David. Y en este proverbio también se nos dice,
pero la palabra áspera hace subir el furor. Ese furor de David había sido
provocado por las palabras ásperas de Nabal.
Uno encuentra muchas ilustraciones de este principio al recorrer las páginas
de la Biblia. Y encontramos que el Señor Jesucristo mismo usó el lenguaje
más duro y severo de la Escritura en su denuncia a los fariseos, en Mateo 23.
Ahora, hay un momento adecuado en el cual hay que decir las cosas como
son, y el Señor Jesús sin duda alguna pudo hacerlo. Pero observemos que
compasivo fue con aquellos que necesitaban la gracia de Dios. A esa pobre
mujer que había sido descubierta cometiendo un pecado, le dijo: ni yo te
condeno. Y añadió: vete y no peques más. (Juan 8:11). ¡Qué bondadosas
fueron Sus palabras! Así que encontramos ilustraciones de este proverbio
una y otra vez en los relatos del Antiguo y del Nuevo Testamento. Hay un
momento para pronunciar las palabras suaves, compasivas, y hay también
un momento cuando la respuesta tiene que ser severa. El versículo 2 de este
capítulo 15 dice:
"La lengua de los sabios adorna la sabiduría, pero la boca de los necios dice
sandeces."
Nuevamente nos encontramos aquí con los asuntos de la lengua. Y
quisiéramos repetir algo que ya hemos dicho anteriormente, y es que en la
Biblia se dice mucho más acerca del abuso de la lengua, que del abuso del
alcohol. Con esto no queremos decir que estamos minimizando las
consecuencias del abuso del alcohol, A veces se señala con el dedo acusador
a las personas que son adictas a las drogas, pero se disculpa o tolera al
alcohólico, considerándole como una víctima de las circunstancias, que
necesita ayuda. ¡Y por cierto que lo es! La Biblia condena la ebriedad, pero,
incluso con mayor severidad, condena los abusos y carácter destructivo de la
lengua. Este pequeño órgano del cuerpo le revelará a la gente lo que
realmente somos, y nos delatará. Ahora, el versículo 3 de este capítulo 15 de
Proverbios dice:
"Los ojos del Señor están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos."
Usted puede mirar a la derecha y a la izquierda y llegar a la conclusión de
que nadie le está mirando. Sin embargo, estimado oyente, Dios lo está
observando.
Recordemos la ocasión en que Moisés vio a un egipcio maltratando a uno de
sus hermanos de raza que era un esclavo y mirando a su alrededor,
pensando erróneamente que nadie le veía, mató al egipcio. Sin embargo, se
olvidó de mirar hacia arriba. Dios lo sabía. Y alguien más también le había
visto. Tenemos que darnos cuenta que su vida y la mía son como un libro
abierto ante Dios. Y lo que puede ser un pecado secreto aquí en la tierra, es
un escándalo abierto en el cielo. Recordemos este proverbio. Los ojos del
Señor están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos. Luego
tenemos el versículo 4 que nos dice:
"La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad de ella es
quebrantamiento de espíritu."
Nuevamente se nos menciona aquí la lengua, que nos puede meter en
muchos problemas, o también nos puede librar de problemas o ayudarnos a
salir de ellos. Puede ser una bendición o puede ser una maldición para usted.
El versículo 5 dice:
"El necio menosprecia el consejo de su padre; el prudente acepta la
corrección."
Ya hemos visto que se dice mucho en el libro de Proverbios acerca de
escuchar el consejo y la instrucción. Se ha dicho que usted no puede decirle
cualquier cosa a un insensato. Bueno, usted puede decirle lo que quiera, pero
no se lo podrá hacer entender por la muy sencilla razón de que el no estará
escuchando consejos ni enseñanzas. Luego, en el versículo 6 leemos:
"En la casa del justo hay gran provisión, pero turbación hay en las ganancias
del malvado."
Este contraste no se refiere a las riquezas materiales. Esta provisión y
abundancia que hay en la casa del justo consiste en vivencias tales como
alegría, paz, amor, consuelo, compasión; todas ellas tienen gran valor, son
grandes tesoros en esta vida. El contraste es con las ganancias del malvado,
que consisten en grandes problemas y turbación. Leamos el versículo 7:
"La boca de los sabios siembra sabiduría; no así el corazón de los necios."
En este proverbio se cambia la palabra, de "lengua" a "boca" o "labios", pero
el significado sigue siendo el mismo. El sabio, esparce, siembra sabiduría.
Luego, el versículo 8, dice:
"El sacrificio que ofrecen los malvados es abominable para el Señor; la
oración de los rectos es su alegría"
Este es un principio fundamental. Los malvados no pueden hacer el bien, ni
pensar correctamente. Es imposible para ellos hacerlo. Escuchemos lo que
dice el versículo 26 de este mismo capítulo 15: Abominación son para el
Señor los pensamientos del malo, pero las expresiones de los puros son
limpias. El Señor no soporta los pensamientos de los malvados, ni los
sacrificios que ofrece o obras que el realiza.
Y esa es la razón por la que son insoportables es esas personas están mal,
mal por dentro, y mal por fuera. Están en una mala condición y todo lo que
hacen, está mal. Por lo tanto, el problema que tienen es que no han
aprendido a acercarse a Cristo en humildad, reconociendo su condición
perdida, para obtener la salvación. Alguien ha dicho: "Una persona que
confía, aunque sea en lo más mínimo, en sus obras para lograr la salvación,
es un alma perdida". Y eso es cierto, estimado oyente. Dice este proverbio
que hemos leído: el sacrificio que ofrecen los malvados es abominable para
el Señor. Una persona puede ser religiosa. Quizás vaya a la iglesia y cumpla
con ciertas formalidades, pero en lo que respecta a Dios, eso no es suficiente,
no tiene valor. Es difícil entender por qué la gente cree que realizando
ciertos actos religiosos, ello les coloca en una relación correcta con Dios. El
corazón humano debe ser cambiado. Dios realiza una decoración interior,
antes de que El pueda hacer una decoración exterior. Y Él no está interesado
en su decoración exterior, hasta que El lleve a cabo una obra de decoración
interior de su vida. Ahora, en el versículo 9 leemos:
"Abominable es para el Señor el camino del malvado; él ama al que sigue la
justicia."
Hemos visto lo que Dios piensa de los sacrificios ofrecidos por los malvados,
y de los pensamientos de los malvados; ahora vemos que la conducta de los
malvados también le resulta insoportable al Señor. Pero El ama a la persona
que vive una vida recta, una vida de justicia. Recordemos que en 1ª Corintios
1:30 se nos dice que Dios ha hecho que Cristo sea nuestra justificación. En el
versículo 10 leemos:
"La disciplina severa es molesta al que deja el camino; el que aborrece la
reprensión morirá."
A ninguna persona le gusta que se le diga que ha cometido un error. Hay
algunos que no aceptarán ninguna clase de consejo o reconvención. Después
de haber considerado los problemas de la lengua, leamos ahora el versículo
11, que comienza a hablarnos de

El corazón
"El sepulcro y la destrucción están delante del Señor, ¡cuánto más los
corazones de los hombres!"
En relación con este proverbio, recordemos lo que dice Hebreos 4:13: Y no
hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al
descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar
cuenta. Y Dios discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. El
mundo invisible, que ninguno de nosotros ha visto, y sobre cuya existencia el
hombre del mundo no cree, está abierto ante Dios.
Solo Dios puede hacer que ese mundo invisible sea real para el hijo de Dios,
el cual le dará a él una perspectiva verdadera de esta vida. El hombre que
vive con la idea de que esta vida es todo lo que existe, tiene un sistema de
valores diferente al que el hijo de Dios tiene, así como también, una lista
diferente de prioridades. Cuando hablamos con gente que no son hijos de
Dios, es importante comprender su perspectiva de la vida, para entender
como es su forma de pensar. Pero solo Dios puede revelar lo que hay en el
otro lado del mundo invisible. Usted y yo no podemos hacerlo. Solo el
Espíritu de Dios puede tomar las cosas de Cristo y convertirlas en una
realidad para nosotros y para ellos.
Jesucristo anduvo en esta tierra de forma corporal hace más de 2000 años. Y
Él cruzó por la puerta de la muerte y fue resucitado al tercer día. Y por
cuarenta días Él se reveló a Sus discípulos. Y, luego, Él regresó a la gloria y
nos envió el Espíritu Santo. Y sólo el Espíritu de Dios, estimado oyente,
puede hacer que Él sea real para nosotros. Como dijo en Juan 16:15, el Señor
Jesucristo prometió: el tomará de lo mío y os lo hará saber. Es muy
importante que seamos conscientes de esta realidad. Luego, en el versículo
13 de este capítulo 15 de Proverbios, leemos:
"El corazón alegre embellece el rostro, pero el dolor del corazón abate el
espíritu."
Es bien sabido que la risa, el buen ánimo y la alegría en realidad añaden algo
positivo a la salud del hombre y también a la duración de su vida. Traen a la
vida a una dimensión maravillosa que no puede estar allí si nosotros vivimos
en aflicción, amargados, y en el pesimismo, Avanzando algo más, el versículo
14 dice:
"El corazón inteligente busca la sabiduría, pero la boca de los necios se
alimenta de necedades."
Aquí el escritor está enfatizando el corazón, antes que la cabeza del ser
humano. Está hablando no tanto de acumular ciertos hechos, sino de
discernimiento espiritual o, como alguien lo ha expresado, de "un sentido
común santificado". Y, estimado oyente, usted sabe que hace mucha falta eso.
Existe una gran escasez en la tierra en el día de hoy, es decir, una enorme
carencia de ese discernimiento espiritual, Veamos ahora lo que nos dicen los
versículos 16 y 17 de este capítulo 15 de Proverbios:
"Mejor es lo poco con el temor del Señor, que un gran tesoro donde hay
turbación. Mejor es comida de legumbres donde hay amor, que de buey
engordado donde hay odio."
Una buena ilustración de esto la podemos encontrar en la vida de Daniel.
Recordemos que, cuando era joven, él fue llevado como esclavo a Babilonia.
Él demostró tener una notable capacidad, así que fue colocado con los
hombres sabios para ser entrenado para el servicio en el gobierno. Se le
dispuso una cierta dieta que él se negó a comer, porque estaba prohibida por
las leyes de Dios. En lugar de la misma, pidió una dieta de cereales. Lo hizo
por su temor reverente de la voluntad del Señor. Él quería servir a Dios. ¡Y
cómo honró Dios a aquel hombre! Le convirtió en el primer ministro de
Nabucodonosor, el primer gobernante mundial. Cuando los Persas
asumieron el poder, Dios hizo nuevamente que Daniel se convirtiera en el
primer ministro de Ciro el Grande, segundo gobernante mundial. Así es que
Dios honró a su siervo. Y ahora, en el versículo 18 de este capítulo 15,
leemos:
"El hombre iracundo promueve contiendas; el que tarda en airarse apacigua
la rencilla."
Y eso nos refiere una vez más, al primer versículo que leímos en este
capítulo. La persona que es grosera y agresiva en su manera de tratar a los
demás siempre va a promover conflictos.
Sin embargo, también es cierto que la predicación de la Palabra de Dios
suscitará conflictos. Recordemos que el Señor Jesucristo fue la persona más
controversial que ha vivido en este mundo. Allí donde se predique la verdad,
los conflictos y discusiones serán el resultado, porque habrá personas que
no quieran escucharla. Recordemos el ejemplo que pusimos, de que la
Palabra de Dios funciona como un detector especial, que si uno lo pone
frente a una congregación, usted puede saber quién es un cristiano genuino
y quién no.
En el campo, cuando uno sale a alimentar a los animales por la noche, uno
utiliza una luz o una linterna. En el momento en que uno abre la puerta del
granero, se ilumina su interior; entonces puede ver que las ratas huyen para
refugiarse en un lugar y las aves que se encuentran posadas en el techo
comienzan a cantar. O sea que la luz produce dos efectos muy diferentes. Y
cuando la Palabra de Dios es predicada, usted verá que algunos huyen
buscando refugio y otros se alegran y demuestran su alegría.
Recordemos que no tenemos que exagerar la ofensa que implica la cruz, sino
que debemos limitarlos a proclamarla. Ahora, el versículo 20 de este capítulo
15 de Proverbios, nos dice:
"El hijo sabio alegra al padre; el hombre necio menosprecia a su madre."
Y estimado oyente, el padre se jacta si su hijo tiene éxito en la vida. Pero si él
está fracasando, su actitud será diferente. Leamos, ahora el versículo 23:
"El hombre se alegra con la respuesta de su boca; la palabra a su tiempo,
¡cuán buena es!"
Lo importante no es lo que uno dice sino cuando lo dice. A veces, la palabra
correcta pronunciada a tiempo da buen resultado. Muchos de nosotros
podríamos dar testimonio hoy que la Palabra apropiada en el tiempo
apropiado cambió todo el curso de nuestras vidas. Y ahora, el versículo 26
dice:
"Abominables son para el Señor los pensamientos del malo, pero las
expresiones de los puros son limpias."
Ya hemos visto esto antes que los sacrificios de los malvados, los caminos o
la conducta del malvado y los pensamientos de los malvados, resultan
insoportables al Señor. El malvado tiene que apartarse de sus malos
caminos, y tiene que volverse hacia Dios. Pasando ahora, al versículo 29
leemos:
"El Señor está lejos de los malvados, pero escucha la oración de los justos."
El Apóstol Pedro escribió lo mismo. Dijo que Dios oye la oración, y esto es
interesante ? la oración de los justos. Pero Él cierra sus oídos a la oración de
los malvados (1Pedro 3:12). Dice el versículos 30 de Proverbios 15:
"La luz de los ojos alegra el corazón; la buena noticia conforta los huesos."
Una persona positiva eleva el ánimo. Esta es una realidad; la buena salud
emocional contribuye a la salud y al bienestar físico. Finalmente leamos el
versículo 33, último versículo de Proverbios 15:
"El temor del Señor es enseñanza de sabiduría, y a la honra precede la
humildad."
La lección importante que las personas tienen que aprender es acercarse a
Dios con una actitud de humildad, para aprender de Él. Todos necesitamos
pasar por esa lección. Al recorrer la Biblia con la ayuda del Espíritu Santo,
tenemos un encuentro con la Palabra de Dios, con el Dios de la Palabra, y con
el Señor Jesucristo.

Estudio bíblico de Proverbios 16


Proverbios 16
Nos encontramos en una sección de gran riqueza e importancia, en la cual
encontramos frases cortas extraídas de una larga experiencia, probadas en
el crisol del tiempo y del sufrimiento; palabras que se enriquecen y se hacen
reales para nosotros por el poder del Espíritu Santo. Los Proverbios son
para todas las épocas, aunque fueron escritos específicamente para un joven
que era un israelita que vivía bajo la ley de Moisés. Sin embargo, se amplían
y hablan a todos nuestros corazones de una manera muy concreta; son aptos
para ricos y pobres, hombres y mujeres de todas las razas. Bueno, en el
versículo 1 de este capítulo 16 que vamos a considerar hoy dice:
"Del hombre es hacer planes en el corazón; del Señor es poner la respuesta
en la lengua."
Creemos que tenemos un proverbio humano que puede ir paralelamente
junto con este, el cual dice: "El hombre propone y Dios dispone". Otra
versión lo traduce así: Los planes son del hombre; la palabra final la tiene el
Señor. Como dice la Palabra de Dios en Jeremías 10:23, el hombre no es
señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos. Usted
y yo podemos planificar y arreglar las cosas, pero, estimado oyente, cuando
llega el tiempo de hablar o de actuar, Dios es quien tiene la última palabra.
De Él proviene la respuesta. Nosotros podemos jactarnos mucho, pero
solamente Dios nos puede dar la respuesta final. El versículo 2 dice:
"Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, pero el
Señor es quien pesa los espíritus."
Habíamos visto la misma idea en el capítulo 14, versículo 12, donde dice:
Hay camino que al hombre le parece derecho; pero es camino que lleva a la
muerte.
Si usted ha estado en contacto con personas que están perdidas y les ha
hablado de su salvación, o si usted ha sido un predicador o un maestro, usted
sabe que, si ellas creen en Dios, la respuesta que uno recibe la mayoría de las
veces es: "Yo no necesito ser salvo, yo estoy bien. Estoy dispuesto a
presentarme ante Dios. Soy una persona honesta". Si esas personas no creen
en Dios, usted recibirá una gran variedad de respuestas.
Incluso hay muchísimos cristianos que creen que su conducta es perfecta
delante de Dios. Todo este asunto lo encontramos condensado en la Primera
carta del apóstol Juan, capítulo 1, versículo 7, donde dice: Pero si andamos
en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de
Jesucristo, su hijo, nos limpia de todo pecado. Tenemos que sostener el
espejo de la Palabra de Dios y mirarnos en él; y nos revelará cosas que no
están muy bien, y que no estamos a la altura de las normas de Dios. Quizá
usted puede estar a la altura de los requisitos de diversas organizaciones
humanas, o a la altura de lo que la iglesia, sus amigos, sus vecinos esperen de
usted e incluso, que le consideren una muy buena persona. Pero, estimado
oyente, cuando usted se vea a la luz de la Palabra de Dios, entonces verá que
tiene una necesidad, y que hay ciertas manchas en su vida. Podrá comprobar
que no llega a alcanzar la gloria de Dios. Puede que usted se vea limpio
según su propia opinión, pero no es así ante la mirada de Dios. Dice 1 Juan
1:6, si decimos que tenemos comunión con Él y andamos en tinieblas,
mentimos y no practicamos la verdad: Y el apóstol Juan se estaba dirigiendo
a los creyentes. Creemos que hay muchas personas que están hoy sentadas
cómodamente en un banco en la Iglesia, que cuando escuchan alguna
indicación de la Palabra de Dios, piensan que va dirigida a los demás, incluso
a personas concretas, porque ellas mismas no tienen nada que corregir en su
propia conducta. Y hasta se atreven a ocupar el lugar de Dios juzgando a
otros cristianos.
Así que la forma humana de pensar hace que a cada uno le parezca bueno lo
que hace, a cada uno le parece correcto su proceder. Pero el Señor considera
el espíritu de la persona. Dios examina al individuo. ¿Ha visto usted alguna
balanza que pese a espíritus? Pues, la palabra de Dios cumple esa función. Es
un espejo. Y además es un conjunto de balanzas que le pesarán, y le
indicarán que usted no puede cumplir los requisitos que Dios requiere, que
no está a la altura de ellos.
Hay algunos que, cuando estudiamos la carta a los Gálatas, quizás
interpretaron que la ley mosaica no era buena para hoy, que era inoperante.
Pero lo que dijimos fue que la ley no podía salvar. La ley es buena; Pablo dijo
que era buena. Es un espejo. Le revela a usted que se encuentra alejado de la
presencia gloriosa de Dios. Estimado oyente, si usted mira a la Ley de Dios y
aun sigue creyendo que usted está a la altura de lo que ella requiere,
entonces, usted aun no ha visto la Ley. Y usted no sabe realmente lo que la
Ley dice. La Ley requiere perfección, y usted y yo no podemos producirla.
Por lo tanto, necesitamos a un Salvador. Esto es lo que la Ley hace; es un
maestro que nos conduce a Cristo. Lo toma a usted de la mano y lo lleva a la
cruz y le dice: "Amigo, lo que usted necesita es un Salvador". La ley es buena,
pero no le salvará, Si usted toma la posición escrita aquí en Proverbios, de
que todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión;" aun
frente a la Palabra de Dios ante usted, entonces debemos decirle, estimado
oyente, que no hay peor ciego que el que no quiere ver, Porque hay que
recordar que el Señor evalúa el espíritu, la parte espiritual. Ahora, el
versículo 3 de este capítulo 16 dice:
"Encomienda al Señor tus obras y tus pensamientos serán afirmados."
Esta palabra que encontramos aquí encomienda es una palabra interesante.
La podríamos considerar como "entregar". Podemos entregar todos
nuestros asuntos al Señor, y Él se hará cargo de ellos. Eso es lo que sucede
con la persona que descubre que ha pecado; se da cuenta que su conciencia
le está molestando. Dios no está enojado con ella. Él llevó sus pecados. Luego
alguien le explica que necesita ser justificada por la fe y que así podrá lograr
paz con Dios. Así es que el pecador, entrega y coloca sus pecados sobre
Cristo. También puede dejar otras cargas sobre El y disfrutar de la paz que El
solo puede dar. Esto es entonces lo que el cristiano puede hacer:
encomendar al Señor sus obras, dejarlas en las manos del Señor. Hay
muchos que nos escuchan en este momento que están muy ocupados acerca
del día de mañana, de la próxima semana, del año próximo, y sobre el futuro
en general. ¿Qué nos ocurrirá, y cómo nos irán las cosas? Bueno, ¿por qué no
entregar todo eso al Señor? Bien, ahora el versículo 4 dice:
"Todas las cosas ha hecho el Señor para sus propios fines, incluso al
malvado, para el día malo."
Estimado oyente, aquí tenemos una medicina bastante fuerte. Es como
tomar una píldora que le enviará a uno de viaje. Un viaje alucinante. Todas
las cosas ha hecho el Señor para sí mismo. ¿Se ha preguntado usted alguna
vez por qué es salado el océano? ¿Y por qué existe una marea? Usted podría
responder que es el resultado de ciertas leyes de la naturaleza. Pero ¿quién
hizo esas leyes? ¿Por qué es salado el océano? Es porque Dios quiso que así
fuera. El Señor Jesús fue el Creador y Él quiso que todo ocurriera de esa
manera. Ahora, alguien quizá diga: "Bueno, lo de la sal en el mar es porque
hay sal en la tierra que se ha filtrado por el agua del océano. Y por cierto, y
en primer lugar, ¿quién puso la sal en la tierra?
No importa aquí su actitud hacia la evolución o por cuánto tiempo la ha
aceptado, finalmente usted llega a un lugar en el cual alguien tuvo que hacer
algo para que todo el acto creativo comenzara. Y ¿sabe usted quién comenzó
todo esto? Dios lo hizo estimado oyente, y no sólo eso. El Señor ha creado
todo con un propósito.
¿Cuál es el propósito principal del hombre? Bueno, eso lo aprendimos en un
capítulo del catecismo hace mucho tiempo y la respuesta es buena; El
propósito principal del hombre es el de glorificar a Dios y de disfrutarle para
siempre. Ahora, no interesa quién sea usted o dónde se encuentre, Dios lo ha
creado a usted para Su propia gloria. Ahora, quizá alguien va a decirnos: "Y,
¿qué me dice entonces del que está tirado ebrio en la calle? Y, ¿qué acerca
del criminal? ¿Qué pasa con ese hombre perdido? ¿Ha sido creado para la
gloria de Dios? Esto es algo bastante fuerte para asimilar, nos referimos a
aceptar que todo eso es para la gloria de Dios. Alguien nos puede decir: "A
mí no me gusta esa idea". No recordamos que Dios le haya preguntado a
usted alguna vez, estimado oyente, si le gustaba esto o no.
Y, francamente hablando, hay ciertas cosas que yo no comprendo, y podría
hacerle algunas buenas sugerencias al Señor. Pero el Señor me diría: "Yo no
he hecho el universo para ti. Este universo existe para Mí y tú existes para
Mí. Y tú vas a ser para Mi gloria, seas bueno o malo, seas perdido o salvado".
Dios está hoy logrando su propósito, amigo oyente. ¿No le parece a usted que
es hora de que usted se ponga a andar al paso de Dios? Él es quien está a
cargo de todas las cosas.
Hay muchas personas que quieren estar seguras de que estén de acuerdo
con la mayoría, con aquello que es popular, con aquello que va a dar
resultado. Estimado oyente, yo no sé cómo van a resultar las cosas en este
mundo, pero esto sí sé: al final, todo va a ser para la gloria de Dios. Incluso el
malvado para el día malo, como dice este proverbio. Según el Salmo 76:10,
Dios hará que la furia del hombre se convierta en su alabanza. ¿Cómo va a
lograrlo? No sabemos. Tendremos que esperar. Algún día El nos lo mostrará.
¿Está usted dispuesto a confiar en Él, a encomendarle a Él su camino y a
andar paso a paso con Él?
Lo más maravilloso es que Dios está haciendo funcionar este universo según
Su plan y Su propósito. Hay un refrán griego que dice: "Los dados de los
dioses están cargados". Y eso es exactamente lo que Dios está diciendo en
este proverbio, Le guste o no, Dios le está diciendo a usted que no juegue con
Él. No actúe como si Él no existiera. Si usted actúa como si Él no existiera,
como si este fuera su universo, obrando a su propia manera, El quiere que
usted sepa que si juega con El, va a perder. Porque éste es el universo de
Dios y, utilizando el dicho griego como ilustración, Él hace que los dados
salgan de la forma en que Él quiere que salgan, no de la manera que usted
espera que salgan. Así que la actitud que nos queda es ponernos al paso con
Dios en el camino de la vida.
Las Sagradas Escrituras dicen que el hombre que vive sin Dios es un
insensato, un necio. El Salmo 14:1 dice: Dice el necio en su corazón: No hay
Dios. (Sal. 14:1) Y Hebreos 11:6, dice: Porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que el existe, y que recompensa a los que le buscan. Esto
es como una píldora difícil de tragar, algo muy difícil de creer y aceptar para
el hombre. Bueno, sigamos adelante en este libro de Proverbios y
observemos lo que nos dice este versículo 7 del capítulo 16 que estamos
estudiando:
"Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aun a sus
enemigos los pone en paz con él."
Tenemos varias opiniones en cuanto a este versículo. La realidad es que
hemos buscado lo que otros han dicho sobre él y es muy interesante. ¿Quiere
decir aquí que si su vida complace al Señor entonces usted no va a tener un
enemigo? Bueno, si eso fuera cierto, entonces Dios no tendría ni un sólo
enemigo, pero sí tiene un enemigo.
Nuestra interpretación es que si sus caminos complacen al Señor, entonces
sus enemigos pueden aborrecerle; por cierto, seguramente le aborrecerán.
Lo interesante de esto es que, cuando llega el momento de la verdad, sus
enemigos admitirán que Dios le está usando a usted. Esto es lo importante.
Y el versículo 11 de este capítulo 16 dice:
"Las balanzas y el peso justos son del Señor; obra suya son todas las pesas
de la bolsa."
Este es un proverbio para el carnicero, el panadero, y para todos aquellos
que venden pesando los artículos que venden. Y el versículo 18 dice:
"Antes del quebranto está la soberbia, y antes de la caída, la altivez de
espíritu."
Este proverbio lo tenemos subrayado en nuestra Biblia. Lo que dice, tarde o
temprano, se cumple inexorablemente, Ahora leamos el versículo 19:
"Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir el botín con los
soberbios."
Aquí tenemos un ataque contra lo que Dios aborrece - el orgullo. El orgullo
está primero en la lista de cosas que Dios detesta (Prov. 6:16-19). Eso fue lo
que hizo caer a ese arcángel que hoy conocemos como Satanás, o Lucifer,
hijo de la mañana. Probablemente era criatura más elevada que Dios haya
creado, hasta que se halló pecado en él. ¿Cuál fue su pecado? El orgullo. Él
trató de elevarse a sí mismo por encima de la posición que ocupaba Dios,
porque él era una criatura de gran importancia que Dios había creado, y le
había dado poder de libre albedrío, de elegir libremente.
La libertad de elegir fue un arma muy peligrosa que Dios puso en la mano de
algunas de sus criaturas. Algunas de esas criaturas siguen su instinto. Por
ejemplo, podemos mencionar a los gansos; estas aves se dirigen por instinto.
Cuando llega el invierno, abandonan los lugares del Canadá y vuelan hacia
América del Sur. Y durante el verano regresan al Canadá, y así van de un
lugar a otro. Hacen esto motivados por su instinto. Pero el hombre tiene una
voluntad libre. Un hombre podría quedarse en cualquier país todo el tiempo
que quisiera. Tiene libertad de hacer cualquier cosa. Pero, cuando hay una
voluntad libre, también existe la posibilidad de que aparezca el orgullo y la
rebelión contra Dios.
Hay muchos personajes en las Sagradas Escrituras que ilustran este asunto
del orgullo. Esto fue lo que causó la ruina de Aman en el reino de Ester. Y
Absalón, ¡imaginémonosle rebelándose contra su padre, David! Hay otros
casos como Goliat, el gigante, por ejemplo, presumía de su orgullo. Y el rey
Acab, también estaba lleno de orgullo. Ahora, el versículo 24 de este capítulo
16 dice:
"Panal de miel son los dichos suaves, suavidad para el alma y medicina para
los huesos."
Aquí se habla de las palabras amables. A todos nos agrada escuchar algo
agradable. ¿No es cierto? .Cuando leemos los periódicos siempre nos
enteramos de malas noticias. Es una pena que más personas no lean la
Biblia, que es un libro que está lleno de buenas noticias. Y en esto consiste
precisamente el Evangelio, en buenas noticias.
Además, deberíamos aprender a comunicarlo con palabras amables ahora,
en vez de tratar de decirlo en un lenguaje florido cuando ya sea demasiado
tarde. Ahora, el versículo 25 dice:
"Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la
muerte"
Seguramente usted recordará que hemos leído este proverbio antes (en
14:12). Entonces, ¿por qué habrá sido repetido? Es que el Señor no quiere
que perdamos de vista este proverbio. La repetición revela su importancia.
Luego pasando al versículo 27, leemos:
"El hombre perverso cava en busca del mal; en sus labios hay como una
llama de fuego."
Probablemente todos conocemos a alguien que encaje con este proverbio.
Personas que transmiten chismes, a quienes les gusta cotillear. ¿Y qué
diremos del nivel espiritual de estas personas? No las podemos juzgar. Pero
tenemos que guardar nuestra propia lengua y labios para que no hagan lo
mismo. Continuemos leyendo el versículo 28:
"El hombre perverso promueve contienda, y el chismoso separa a los
mejores amigos."
Anteriormente dijimos que algunas personas creen cualquier cosa que se les
susurre al oído. Y hay quienes se dedicar a ir por ahí contando cosas, y
separando amigos. Y el versículo 31 dice:
"La cabeza canosa es corona de gloria, y se encuentra en el camino de la
justicia."
Este es un buen lema para una persona anciana. Y el versículo 33, último de
este capítulo 16 de Proverbios dice:
"Las suertes se echan en el regazo, pero la decisión es del Señor."
Como pudimos leer en el libro de Ester, en su orgullo, Amán echó suertes
para determinar el día de la destrucción del pueblo judío. Pero Dios
intervino y liberó a Su Pueblo; y la fiesta judía de Purim (que significa
"suertes") es la celebración de aquel día providencial.
Pero, nuevamente debemos repetir aquí que, como decían los griegos, los
dados de los dioses están cargados. No se puede jugar con Dios. No juegue a
la posibilidad de ganarle. Recuerde que éste es el universo de Dios y El lo ha
creado para Su gloria y para el cumplimiento de Sus propósitos. Ahora,
¿quiere usted cooperar y andar al paso de Dios o continuar en rebelión?
Recuerde, estimado oyente, que no será su voluntad, sino la voluntad de Dios
la que prevalecerá. Ah, qué hermoso sería que usted y yo, en el camino de la
vida, nos pusiéramos a andar al paso de Dios, disfrutando de una relación de
paz con El, siendo justificados por la fe

Estudio bíblico de Proverbios 17:1-28


Proverbios 17:1-28
Estimado oyente, llegamos hoy, una vez más a este Libro de Proverbios, y
vamos a comenzar a considerar el capítulo 17.
En este capítulo queremos destacar una característica. Cada uno de los
versículos 1 al 20 está relacionado estrechamente o en términos generales,
con conflictos, o con la paz. Lo cual confirma la vigencia de este libro de la
Biblia, que retrató sin mencionarlos a tantos personajes de las Sagradas
Escrituras, como a personas que nos rodean en la vida real y también, ¿Por
qué no decirlo? nos describen a nosotros mismos.
Avanzamos rápidamente en lo que nos correspondió considerar en nuestro
programa anterior, y probablemente sigamos progresando de esa manera de
aquí en adelante. En este capítulo 17, leamos entonces el versículo 1:
"Mejor es un bocado seco y en paz que una casa de contiendas llena de
provisiones.
Este versículo es muy similar en la idea al Proverbios 15:17, que decía Mejor
es comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay
odio. La última parte del versículo ilustra una escena de actividad religiosa,
pero la actividad no siempre denota el actuar de Dios. Una iglesia puede
celebrar muchas reuniones, tener una gran organización, y desarrollar una
gran cantidad de actividad, pero todas estas cosas pueden causar mucha
confusión y frustración.
Esto nos recuerda al profeta Elías en la corte de Acab y Jezabel. Y
seguramente había mucha actividad en aquel lugar, incluyendo muchas
prácticas religiosas, pero nada de ello estaba relacionado con Dios. Elías se
presentó allí para anunciar que no iba a llover hasta que Dios lo dijera, y no
estaba muy inclinado a decirlo. Entonces él salió de la presencia del rey y se
fue. Ahora, ¿adónde fue? Se dirigió lejos, hacia el arroyo de Querit, donde
pasó un largo tiempo con Dios. Dios le estaba preparando en la quietud del
desierto. A aquella situación se le podría aplicar la primera parte de este
proverbio "Mejor es un bocado seco, y en paz".
Dios sacó a Moisés del palacio de Faraón, otra escena de gran actividad y de
organización religiosa y lo llevó al desierto de Madián, y allí le instruyó
preparándole para la misión que le esperaba. Así que tanto Elías como
Moisés tuvieron su "bocado seco y en paz".
Es bueno a veces salir y aislarse, para reencontrarse con uno mismo. Y esto
es común en personas que tienen grandes responsabilidades, y que
experimentan a causa de ellas una gran presión. El retirarse por un tiempo,
ya breve o largo, para descansar, relajarse, y pasar tiempo en oración y
lectura de la Biblia ante la presencia de Dios es de gran bendición. Leamos
ahora el versículo 2 de este capítulo 17:
"El siervo prudente se impondrá al hijo indigno, y con los hermanos
compartirá la herencia."
Un siervo fiel es mucho mejor que un hijo que no es fiel. Es mejor tener un
siervo en quien usted puede tener confianza, que un hijo en el que no puede
confiar.
Y también en el tiempo antiguo encontramos ejemplos; recordemos a
Abraham, y a su fiel siervo Eliécer, y a David y a su hijo Absalón. Abraham le
dijo al Señor que Eliécer era su único heredero y que quería tener un hijo
(Génesis 15:2). El pensó que era mucho mejor tener un hijo, y Dios accedió a
su pedido. Pero si un hijo no resulta fiable, si va a ser como Absalón, el hijo
de David, que se rebeló abiertamente contra su padre, entonces es mejor
tener un siervo bueno y fiel. Y el rey David tuvo varios hombres fieles que
permanecieron a su lado. Ahora, leamos el versículo 3 de este capítulo 17 de
Proverbios, que dice:
"El crisol es para la plata y el horno para el oro, pero el Señor es quien
prueba los corazones."
Para obtener plata pura, cuando se saca de la mina, hay que ponerla en el
crisol para que sea calentada hasta que se derrita, para que puedan ser
removidas las impurezas y entonces lo que queda es la plata pura. Lo mismo
se puede decir acerca del oro. Uno lo coloca en el horno y todas las
impurezas se quitan por medio del fuego. Y el Señor Jesucristo pone a sus
siervos en el fuego, por así decirlo, para poder obtener cierto desarrollo de
ellos. Él prueba nuestros corazones para fortalecernos. El quiere producir
mejores hijos e hijas para poder utilizarlos.
Nosotros somos más valiosos para Dios que el oro o la plata. Por lo tanto, no
deberíamos desanimarnos cuando somos probados. El Apóstol Pedro, dijo
en su primera epístola capítulo 1, versículos 6 y 7 lo siguiente: "Por lo cual
vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario,
tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que, sometida a prueba
vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual, aunque perecedero, se
prueba con fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo". Así que Dios usa este método.
Dios tuvo cierto propósito al hacer pasar a Job por el horno de la aflicción.
Dios tuvo cierto propósito al dar a Pablo un aguijón en su cuerpo. Dios tuvo
un propósito al permitir ese periodo de martirio que sufrió la iglesia ¿Sabía
usted amigo oyente, que ese período le dio forma a la Iglesia? ¿Y que la
Iglesia nunca ha sido tan rica espiritualmente como lo fue durante ese
periodo?
Diríamos que hoy uno de los problemas que encontramos entre los
creyentes de algunos países es que viven en la sociedad de la abundancia.
Este fue uno de los problemas de Israel. Moisés lo describió en
Deuteronomio 32:15, que dice: Pero engordó Jesurún, y tiró coces
(engordaste, te cubriste de grasa); entonces abandonó al Dios que lo hizo y
menospreció la Roca de su salvación. Nos tememos que muchos se
encuentran hoy en esta situación. Porque hay una gran diferencia entre
engordar y desarrollarse, incluso en el área espiritual. Hay creyentes que
tienen de todo, y sin embargo son quejosos, criticones. Realmente, no son de
ninguna ayuda para la causa de Cristo. Así Dios tiene que poner a los
creyentes que va a utilizar en el horno, con el propósito de desarrollarlos,
para poder después utilizarlos.
En cierta ocasión alguien contaba que había orado al Señor pidiéndole que Él
le permitiera conocer al Señor Jesucristo mejor, para poder así crecer en
gracia, en el conocimiento de Él. Ahora, ¿qué fue lo que hizo el Señor? Le
permitió a esa persona que contrajera el cáncer. Ahora, alguien quizá diga:
"Bueno, pero esa no es la forma de hacer las cosas" Sin embargo, amigo
oyente, esa es la forma en la que obra Dios en algunas ocasiones. Hay veces
que el Señor permite que nos acosen ciertas enfermedades, y debemos decir
que sabemos por qué Dios lo hace. Él no lo hace porque quiera
perjudicarnos. Dios lo hace amigo oyente, porque quiere enseñarnos una
lección. Y Dios hace las cosas con amor, danto al mismo tiempo la fortaleza
espiritual para soportar la prueba.
Vamos a leer ahora el versículo 6, de este capítulo 17 de Proverbios;
"Corona de los viejos son los nietos y honra de los hijos son sus padres."
Esta seguros que muchos apreciarán este proverbio. Es un versículo para los
abuelos. Dice aquí que la honra de los hijos son sus padres. Ahora, los hijos
siempre miran a sus padres. A mí siempre me ha agradado que mis hijos me
amen y me respeten como padre. Y siempre he tenido la oportunidad de
comunicarme con ellos. Ellos, en muchas maneras reflejan el temperamento
que nosotros tenemos. Y cuando nuestros hijos crecen, nos proveen los
nietos que son lo que describe la primera parte de este versículo 6: "Corona
de los viejos son los nietos". Ahora, hay veces que los abuelos pueden llegar
a ponerse un poquito pesados contando las cosas que hacen los nietos.
Quizá usted ha escuchado la historia de un anciano que le decía algo a otro
viejito: "Oiga: ¿le he contado a usted alguna vez acerca de mi nieto y le he
mostrado las fotos que tengo de él?" A lo cual, el otro anciano respondió:
"No, usted no lo ha hecho y por ello le estoy muy agradecido". Bueno, amigo
oyente, la primera parte del versículo 6 dice, y lo vamos a repetir otra vez:
"Corona de los viejos son los nietos". Este versículo es maravilloso ya que los
miembros de diferentes generaciones refuerzan la unidad familiar. El hijo
mira hacia el padre, pero el abuelo mira hacia el nieto. Allí es donde está el
centro mismo del afecto. Veamos ahora lo que dice el versículo 10, de este
capítulo 117:
"La reprensión aprovecha al inteligente más que cien azotes al necio."
Alguien quizás diga: "Mire usted, aquel creyente, es una persona buena,
encantadora, un fiel hijo de Dios y mire los problemas que tiene". Dios
reprueba a los suyos, a veces, enviándoles problemas o aflicción. Dios los
está preparando, porque son hombres y mujeres sabios. Y los sabios,
escuchan la reprensión.
El necio, el insensato, no escucha la reprensión. Es obstinado. Incluso
aunque Dios le diera cien azotes, ello no le haría ningún bien. Cuando usted
vea a alguna persona malvada que prospera, la razón de su situación puede
deberse a que no importa lo que Dios le haga, ella no cambiaría. Recordemos
que el Señor Jesucristo dijo acerca de ese hombre rico que se enriquecía
cada día más, y que decía que iba a derribar sus graneros para edificar otros
nuevos y mayores para guardar sus cosechas, porque estaba prosperando y
necesitaba más espacio para almacenar el grano. Y debemos decir, estimado
oyente, que no había nada malo en edificar nuevos graneros. El problema de
él era ser un insensato, un necio. Y no porque lo digamos nosotros. El Señor
Jesucristo mismo lo dijo. ¿Por qué? Porque este hombre no estaba haciendo
ningún preparativo para la eternidad, no se estaba preocupando por su
alma, y si el Señor lo hubiera castigado solo un poco, nada en él habría
cambiado. Durante el período de la Gran Tribulación, ese sufrimiento y juicio
tremendo por el cual pasará el mundo, mucha gente sufrirá tanto que se
morderán su propia lengua. Pero, ¿cree usted que acudirán a Dios? No,
estimado oyente. Esta gente no va a volverse a Dios. ¿Por qué? Como bien
dice el último proverbio que hemos leído, cien azotes no causarán ningún
efecto a un necio, a un obstinado.
Es por eso que decimos una y otra vez, que hay algo malo en cuanto a la
filosofía de las prisiones en el día de hoy. Las prisiones no han sido
establecidas con el propósito de desarrollar los hombres y de hacerlos
regresar a la sociedad. Eso quizás tenga sentido en cierto lugar. Pero ese no
es el propósito central de una prisión. El propósito es el del castigo. Ahora,
tampoco es el de la disciplina. La disciplina es para los niños, para su propio
hijo. Pero el castigo es para aquellos que han cometido un crimen. Nosotros
tenemos una noción equivocada en cuanto a esto en el día de hoy.))) Pero,
bien, sigamos adelante. Destaquemos algunos versículos que son
importantes. Pasemos ahora al versículo 16:
"¿De qué sirve el dinero en la mano del necio para comprar sabiduría, si no
tiene entendimiento?"
Hay muchos jóvenes estudiantes que van a la universidad simplemente
porque sus padres tienen dinero. Y la verdad es que nunca deberían haber
ido a la universidad, ya que su corazón no está en esas cosas; No es que estos
jóvenes no sean capaces de aprobar esos cursos sino que no quieren hacerlo,
no tienen una motivación para someterse a la disciplina de estudiar. Veamos
ahora, lo que dice aquí el versículo 17 de este capítulo 17 de Proverbios que
estamos considerando:
"En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de
angustia."
Este proverbio nos recuerda a Jonatán, que tuvo una gran amistad con
David. Y así como el proverbio dice en todo tiempo ama el amigo Jonatán
amó a David cuando éste estaba interpretando su música, en el palacio, y
también cuando estaba escondiéndose para salvar su vida, tratando de
escapar del rey Saul. Aunque Jonatán era el hijo de Saul y heredero al trono,
fue un leal amigo de David.
Y ¡qué cosa más maravillosa es poder tener un amigo así! Si alguien no te
ama en todos los momentos o circunstancias, esa persona no es tu amigo, tu
amiga. Una de las desilusiones de la vida es tener a alguien que te profese su
cariño y afecto, cuando llega el momento de la verdad, cuando las cosas no
van bien, uno descubre que realmente ese cariño no existía; y esa persona
era como un Judas Iscariote o un Absalón, porque nos ha traicionado. Ahora,
pasando al versículo 21 de este capítulo 17, leemos:
"El que engendra a un insensato, para su tristeza lo engendra; el padre del
necio no tiene alegría."
Esta idea se ha repetido varias veces en los Proverbios. Aquel padre que
tiene un hijo que está progresando mucho, se siente alegre, satisfecho. Habla
constantemente de su hijo. Por el contrario, si el muchacho no ha resultado
muy bueno, el padre prefiere permanecer en silencio y nadie sabe nada del
hijo. Y, ahora, el versículo 22 dice:
"El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu triste seca los
huesos."
Hay muchas personas que están enfermas con una enfermedad del corazón.
Pero no se trata de un problema cardíaco. Es una enfermedad no física que
afecta a los sentimientos, y produce falta de alegría. Y esto es una realidad en
la vida de muchos creyentes en la actualidad.
"El corazón alegre", dice aquí. Estimado oyente, Dios quiere que usted tenga
un corazón feliz, que lo pase bien. Nuestra vida de relación con la iglesia
debería ser una experiencia feliz. Deberíamos disfrutar de esa alegría
cuando vamos a la iglesia y alabamos al Señor. Simplemente somos rígidos,
duros, y poco naturales cuando nos encontramos en la iglesia.
Leamos ahora el versículo 23 de Proverbios 17:
"El malvado acepta en secreto el soborno para pervertir las sendas de la
justicia."
Como vemos, en este libro se mencionan todas las formas de corrupción, el
cual es un tema de palpitante actualidad. Aquí se habla del soborno. Y como
sabemos, en nuestra época hay muchas formas encubiertas de practicarlo.
Finalmente, leamos ahora el versículos 27 de este capítulo 17 de Proverbios.
"El que ahorra palabras tiene sabiduría; prudente de espíritu es el hombre
inteligente."
Otra versión del versículo 27 lo traduce así: "El que es entendido refrena sus
palabras; el que es prudente controla sus impulsos". Y otra versión,
destacando otros aspectos dice. "Es de sabios hablar poco, y de inteligentes
mantener la calma". Realmente, aquel que se ha acercado al Señor Jesucristo
y le ha recibido como su Salvador, ha entrado en contacto con la sabiduría de
Dios. Recordemos que en 1ª Corintios 1:30, como ya mencionamos en otro
programa, Dios ha hecho a Cristo nuestra sabiduría. Dios le muestra al
creyente Su voluntad por medio de Su Espíritu y el Espíritu le va
controlando para adecuarlo al propósito para el que fue creado. O sea que el
"sabio" "prudente" e "inteligente" del versículo 27, es una persona que ha
adecuado su paso por el sendero de esta vida, al paso de Dios. Es una
persona que paulatinamente va aprendiendo a ver al mundo como Dios lo
ve. En medio de las situaciones más tensas a las que pueda verse sometido, a
nivel personal, consigo mismo, en la vida de relación con otras personas, y
por las circunstancias de trabajo, puede mantener una actitud sabia y
prudente, actitud que se manifiesta también al depender de la voluntad de
Dios para tomar las decisiones más importantes de la vida. Leamos ahora el
versículo 28, último versículo de este capítulo 17 del libro de los Proverbios:
"Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio; el que cierra sus labios es
inteligente"
Otra versión de este proverbio lo traduce así: "Hasta un necio pasa por sabio
si guarda silencio; se le considera prudente si cierra la boca". Este versículo
tiene una chispa de humor. Nos está diciendo que a las personas descritas
como necias, insensatas, les compensa tener la boca cerrada. El problema es
que a estas personas generalmente les cuesta mucho trabajo callar y guardar
silencio.
El Señor Jesús, en un incidente relatado en Mateo 12, se expresó con gran
severidad contra los fariseos. En una ocasión, en que le habían provocado
con una pregunta, el leyó sus pensamientos y, entre otras cosas les dijo:
¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?, porque de la abundancia del
corazón habla la boca. Por ese motivo, en tiempos en que las personas
consideran su apariencia exterior, su aspecto y su forma física, como algo de
gran importancia, que requiere atención y disciplina, Dios examina el
interior de los seres humanos, lo que la Biblia llama "el corazón". Y estimado
oyente, el quiere transformar ese corazón por la obra del Espíritu Santo, en
aquellos que estén dispuestos a acercarse a Él, reconociendo su profunda
necesidad espiritual, para recibir el don de la salvación que Dios mismo
proveyó al enviar a Jesucristo a morir en una cruz. El quiere transformar a
una persona por dentro, sabiendo que de la abundancia de ese corazón
transformado brotará una vida de hermosos frutos, una vida abundante, una
vida de calidad, que se proyectará después de esta vida, en la vida eterna.

Estudio bíblico de Proverbios 18:1-24


Proverbios 18:1-24
Continuamos hoy, estimado oyente viajando por este Libro de Proverbios, y
llegamos al capítulo 18. Pensamos que este joven que ha entrado a la escuela
de la sabiduría está progresando adecuadamente. Y sería deseable que
nosotros también estemos acompañándole en el aprendizaje de muchas
verdades espirituales que se encuentran en estos Proverbios. Ahora, en el
versículo 1 del capítulo 18 que vamos a considerar hoy, dice:
"Su propio deseo busca el que se aparta y se entremete en todo negocio."
Permítanos expresar este versículo de otra manera y creemos que será de
ayuda. "El hombre que se ha aislado para su propio placer, se enfurece
contra toda sana sabiduría". Y otra versión lo traduce así: "El egoísta busca
su propio bien; contra todo sano juicio se rebela". Lo importante aquí es el
tema de la separación. Esta es la clase equivocada, digamos, de separación.
La gran división de la familia humana es entre las personas salvas y las
perdidas. Estas son las divisiones que Dios ve. El no hace divisiones como
nosotros las hacemos, en categorías, por ejemplo, raciales. Ahora, hay que
reconocer que la Biblia enseña una separación de la gente que se salva y de
la que se pierde. En 2 Corintios 6:17, leemos: Por lo cual, "Salid de en medio
de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo impuro; y yo os recibiré"
Dios ha dejado bien en claro que Su pueblo ha de separarse de todo aquello
que sea impuro. El se estaba refiriendo particularmente a la idolatría, la
inmoralidad, y a las conversaciones obscenas de los no creyentes. Debe
haber, pues, una separación de estas acciones. Por cierto, tiene que haber
una verdadera separación, una separación del mal. Y esto es importante. Hay
muchas personas salvas que enfatizan la separación y forman sus propios
grupos que practican una forma errónea de separación. Ellos establecen sus
propios pequeños mandamientos, que no se encuentran realmente en la
Biblia. Pero estos creyentes los siguen y creen que deberían separarse de
otros creyentes, pensando que esta actitud les convierte en un pueblo
especial ante la mirada del Señor. Se creen superiores. Pero generalmente no
lo son. Más bien, manifiestan muchas evidencias de la vieja naturaleza
humana carnal actuando en sus vidas. Esta es una clase equivocada de
separación.
Ahora, existe otro grupo que enfatiza fuertemente la separación, y sus
componentes se encuentran entre los que no son salvos. Encontramos que
de eso es de lo que se habla aquí en este proverbio. Aquí se trata de un
hombre que se ha apartado a sí mismo para su propio placer. No está
dispuesto a escuchar nada que sea sabio. El apóstol Judas habló de esta
gente como apóstatas y dijo en el versículo 19 de su carta: "Estos son los que
causan divisiones; viven sensualmente y no tienen al Espíritu". Lo que ellos
hacen es apartarse de cualquier grupo de personas, o de algún individuo que
los pueda reprender, y comienzan su propio grupo pequeño y adoptan
actitudes que les conviertan en personas muy detestables. Y por lo general
son apóstatas: se apartan a sí mismos de la verdad. Por cierto que esta clase
de personas causa mucho dolor en los círculos en que actúan. Ahora, en el
versículo 2 de este capítulo 18, podemos leer lo siguiente:
"No se complace el necio en la inteligencia, sino en manifestar su propia
opinión."
Esto es algo que ya hemos visto antes. Pero, este profesor del cual ya hemos
hecho mención, y quien nos ha enviado una colección de Proverbios
contemporáneos que son muy interesantes, nos menciona entre otros el
siguiente: "Si me detengo a pensar antes de hablar, no tendré que
preocuparme después de lo que he dicho antes". Y esto, estimado oyente, es
cierto. Ahora, en el versículo 3 de este capítulo 18 de Proverbios,
continuamos leyendo:
"Con el malvado viene también el menosprecio, y con el que deshonra, la
afrenta."
Esta clase de gente en el día de hoy trae mucho pesar al mundo. En realidad,
todo lo que aquí se menciona es así. Nuevamente queremos mencionar otro
de los Proverbios que nos envió este profesor, que hemos mencionado antes,
que dice: "Hay personas que causan felicidad donde quiera que vayan; otros,
cuando se van". Y creemos que ese es un Proverbio muy actual. Luego, en el
versículo 4, tenemos lo siguiente:
"Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que
rebosa es la fuente de la sabiduría."
Cada verdadero creyente tiene en sí mismo morando al Espíritu Santo.
Recordemos que el Señor Jesucristo se puso en pie en el templo, cuando el
agua estaba siendo derramada en la fiesta de los tabernáculos y dijo: "Si
alguno tiene sed, venga a mí y beba". (Juan 7:37) Y luego continuó diciendo:
"El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de
agua viva". (Juan 7:38) Luego, Juan interpretó estas palabras para nosotros y
dijo: "Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él, pues
aun no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aun
glorificado". (Juan 7:39) El hijo de Dios tendría que aprender a hablar en el
poder del Espíritu Santo. Esto es muy importante al presentar la Palabra de
Dios y al hablar a los demás acerca de las cosas de Dios. Luego, el versículo 5
de este capítulo 18, dice:
"Tener respeto a la persona del malvado para pervertir el derecho del justo,
no es bueno."
No trate de llegar a un arreglo con una persona mala o que no tiene
principios para perjudicar o dejar de lado los derechos de una persona justa.
Esto se puede aplicar a cada uno individualmente, así como también a cada
país como nación. Estos son grandes Proverbios, que son muy prácticos, y
que pueden ser aplicados de forma directa a nuestras actividades diarias. Se
nos dice en los versículos 6 al 8, de este capítulo 18:
"Los labios del necio provocan contienda; su boca, a los azotes llama. La
boca del necio le acarrea quebranto; sus labios son trampas para su propia
vida. Las palabras del chismoso son como bocados suaves que penetran
hasta las entrañas."
Aquí se reconoce que las palabras del chismoso, del que susurra
comentarios en los oídos de los demás, son como bocados delicados que
penetran en lo profundo del alma. Recordemos que el Señor Jesús nos ha
dicho que no debíamos llamar a nadie "necio" ni insultar a nadie. Sin
embargo Dios llama necias a ciertas personas porque las conoce.
Aquí también encontramos otra vez el reconocimiento de que el necio o
insensato es una fuente de problemas. Es la persona que siempre está
provocando conflictos, pronunciando quejas y encontrando fallos en los
demás.
Permítanos ahora presentar otro de esos Proverbios contemporáneos que
nos envió un profesor. Creemos que este es apropiado para los proverbios
que acabamos de leer. "Sea considerado con los demás. La mayoría de la
gente sabe cómo expresar una queja, pero pocos son los que pueden dirigir
una frase de cortesía, felicitación o estímulo. Muy pocas veces se le agradece
a la abeja por hacer la miel; pero se la critica mucho por su picadura". Esto es
cierto.
Y quisiéramos ahora seguir adelante con el versículo 10 de este capítulo 18
de Proverbios, que dice lo siguiente:
"Fuerte torre es el nombre de Jehová; a ella corre el justo y se siente seguro."
Ahora, el nombre de Jehová es también el nombre del Señor Jesucristo, EL
fue llamado Jesús porque Él ha salva a Su pueblo de sus pecados. y Él es
llamado Cristo porque Él es el Ungido. Él es el Señor de nuestra vida y
nuestra salvación. El Señor Jesucristo es Torre Fuerte, inexpugnable. A Él
puede dirigirse usted y entonces se encontrará completamente seguro. Este
es un proverbio que muchos han usado al hablar a los niños, y muchos de
nosotros lo hemos aplicado lo hemos aplicado a nuestra experiencia
personal y lo hemos encontrado muy efectivo. Es que nos habla sobre
seguridad y nos recuerda que nadie puede arrebatarnos de las manos del
Señor. Este versículo, pues, nos ofrece una imagen consoladora. Luego, en el
versículo 11, podemos leer:
"Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; como un muro defensivo se
las imagina."
Hay diferencias básicas entre Israel y la iglesia, que tendríamos que
reconocer. La riqueza material fue una de las promesas de Dios a Su pueblo
Israel, pero El no nos prometió a nosotros esas riquezas. Dios les prometió a
ellos abundancia y cumplió Su Palabra. Y también les dijo que les retiraría su
riqueza como un acto de juicio. La iglesia no es una continuación de Israel,
no es el grado siguiente por encima del judaísmo. Uno puede hacer una
comparación, por supuesto, y encontrará muchas semejanzas. Los
contrastes, sin embargo, son mayores. A la iglesia no se le han prometido
bendiciones materiales. A los creyentes, Dios nos ha bendecido en las
regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo (Efesios 1:3).
Ahora el hijo de Dios necesita ser fortificado. Necesita introducirse en esa
torre fortificada. Necesita estar en la ciudad fortificada, protegida por una
alta muralla alrededor. ¿Y cuál es ese muro? Bien, es la Palabra de Dios, el
conocimiento de la Palabra de Dios. Lo que nosotros debemos reconocer es
que estamos hoy viviendo en una época difícil y estamos siendo probados.
¡Cuán importante es el conocimiento de la Palabra de Dios! No se trata de
sustituirla por cursillos que enseñen sobre como testificar de la fe, o de
cómo tener un hogar feliz. Estos cursillos tienen su valor, pero al dirigirse
con la necesaria brevedad a temas puntuales, solo abarcan la parte
superficial de los temas, En realidad, no existe nada que pueda sustituir la
acción de profundizar en la Biblia, como los excavadores que penetran en las
profundidades de la tierra para encontrar los minerales `preciosos. Es
necesario aprender a leer la Palabra de Dios. Si en una primera lectura usted
no entiende algo, léalo otra vez. Y si en una tercera lectura aun hay cosas que
no comprende, entonces algo anda mal y usted puede dirigirse al Señor en
oración para exponerle sus dudas. Pídale que EL le ayude. El espíritu de Dios
es nuestro maestro. Podemos decirle esto con convicción porque El nunca
nos ha defraudado en este asunto de entender Su Palabra. Siguiendo ahora,
con este capítulo 18 de Proverbios, leemos el versículo 13, que dice:
"Al que responde sin haber escuchado, la palabra le es fatuidad y
vergüenza."
Hay muchas personas que, con frecuencia, tratan hoy de juzgar a ciertas
otras personas aún cuando ellos no conocen a la persona, al problema o la
situación en la que esa persona se encuentra. ¡Cuán importante es conocer
todos los factores antes de expresar una opinión! Ahora, el versículo 14 dice:
"El ánimo del hombre le sostendrá en su enfermedad, pero ¿quién sostendrá
a un ánimo angustiado"
Estimado oyente, usted puede fracturarse una pierna y recuperarse de ello,
superando esa circunstancia. Pero si su espíritu está quebrantado, entonces
usted mismo está completamente quebrantado. Y sólo Dios puede animarle
a usted a recuperarse de esa situación. Recordemos que en el tiempo en que
Nehemías era el gobernador del pueblo de Israel, e incluso después de haber
reedificado las murallas, los israelitas aun no habían escuchado la voz de
Dios. Cuando la Palabra de Dios les fue leída, fueron conscientes de cuanto se
habían alejado de Dios y entonces comenzaron entonces a llorar. Y Nehemías
les dijo, como podemos ver en Nehemías 8:10, No os entristezcáis, porque el
gozo del Señor es vuestra fuerza. ¡Cuán importante es que sepamos que la
alegría del Señor es la fuente de nuestra fortaleza! Recordamos haber visto
en el despacho de un pastor de una iglesia, el siguiente lema colocado en la
pared: "La alegría es la bandera que ondea en el corazón cuando el Maestro
está residiendo en él". Cuando el Señor Jesucristo llega a ser la primera
elección de su vida, cuando se convierte en la principal prioridad, entonces,
estimado oyente, usted no va a tener el espíritu quebrantado del cual se
escucha hablar tanto en el día de hoy. Dele a Dios la preferencia". Dele de su
tiempo, de su esfuerzo, de sus pensamientos, de su compañerismo y de su
dinero, y luego verá lo que ocurre. ¿Ha probado usted eso alguna vez?
Leamos ahora el versículo 16 de este capítulo 18 de Proverbios:
"Los regalos de un hombre le abren el camino que lleva a la presencia de los
grandes."
Esperamos que usted estimado oyente, tenga a este Proverbio bien en
cuenta. Algunos críticos han comparado este versículo con Proverbios 25:14,
y lo han destacado como una aparente contradicción en la Biblia; sin
embargo, cuando lleguemos a ese capítulo, veremos que se trata de u
contraste y que de ninguna manera es una contradicción.
Este versículo habla de dones y, como hemos mencionado en estudios
anteriores, creemos que cada creyente en Cristo tiene un don. Bien, leamos
ahora el versículo 21 de este capítulo 18 de Proverbios:
"La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama, comerá de
sus frutos."
Pensemos en esto. La muerte y la vida están en poder de la lengua. Su lengua
puede ser usada para proclamar el Evangelio, ý esta acción traerá vida.
También la lengua puede ser usada para decir cosas que aparten a la gente
de Dios; y eso la convierte en un instrumento de muerte. Este pequeño
órgano del cuerpo es el arma más potente y peligrosa del mundo, La Biblia
tiene mucho que decir sobre la lengua, y encontramos este tema muy
desarrollado en el libro de Proverbios. Pero leamos ahora el siguiente
versículo, el versículo 22 de Proverbios, capítulo 18:
"El que encuentra esposa encuentra el bien y alcanza la benevolencia del
Señor."
Muchas veces no he podido evitar el sonreír ante el hecho de que estos 2
versículos estén uno al lado del otro en la Biblia. El Espíritu Santo los ha
colocado juntos. La lengua se usa cuando un hombre propone matrimonio a
una mujer, y esa es la manera adecuada de hacerlo. Y recordemos aquí que la
muerte y la vida están en poder de la lengua. Quizá después de un tiempo
algunos habrán deseado haberse mordido la lengua antes de formular esta
pregunta, que quizás les habrá resultado fatal. Pero otros, seguramente,
conservarán un grato recuerdo del momento en el que hicieron la pregunta
que cambiaría para bien el curso de sus vidas, vidas que previamente habían
encomendado al cuidado y protección del Señor. Porque el proverbio del
versículo 18 nos recuerda que el que halla esposa halla el bien, y alcanza la
benevolencia del Señor. Y esa ha sido la experiencia de muchos hogares, que
Dios ha bendecido con Su presencia, Y en el versículo 24, que es el último
versículo de este capítulo 18, leemos:
"El hombre que tiene amigos debe ser amistoso, y amigos hay más unidos
que un hermano."
Bueno, usted seguramente ya sabe que si tiene amigos, tendrá que honrar
esa amistad mostrándose amistoso, correspondiendo a ese sentimiento de
cariño. Por cierto, no estaría demás plantear una pregunta: ¿es usted amigo
de sus amigos? Porque a veces damos por sentado que los demás tienen que
ser amigos nuestros, independientemente de nuestra actitud hacia ellos.
Dice aquí y amigos hay más unidos que un hermano. Y, ¿sabe usted quien es
él? Bueno, Él es el está más unido a usted de lo que puede estar un hermano.
Él es Jesús, y El dijo "Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando".
(Juan 15:14) A veces cantamos verdades Bíblicas que no vivimos como, por
ejemplo, canciones en cuya letra al cantar decimos que Jesús es nuestro
amigo. Pero en esos casos cada uno de nosotros debería preguntarse:
"¿estoy obedeciendo Sus mandamientos?" Porque Jesús puso esa condición a
nuestra amistad con Él cuando dijo, vosotros sois mis amigos si hacéis lo que
yo os mando. Si usted o yo no le estamos obedeciendo, entonces tendremos
que examinarnos en qué le hemos fallado, porque lo que estamos cantando
no refleja nuestra realidad personal y tal amistad con Jesús, entonces, no
existe, y si existía, se ha distanciado.
Pero Jesús es un amigo más cercano y más fiel que un hermano. Él es nuestro
Salvador. Él nos amó hasta tal punto que se entregó para morir por nosotros,
Y El es el que nos dijo en Mateo 28:20, Y yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo. Y también nos dijo en Hebreos 13:5: No te
desampararé ni te dejaré. Y además, nos ha dado la siguiente promesa, en
Juan 14:3: 3Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez para llevaros
conmigo, para que donde yo esté, vosotros también estéis. Estimado oyente,
no hay nada que usted pueda hacer para mejorar esa clase de arreglo. Si
usted ha confiado en el Señor Jesucristo como su Salvador, usted tiene, como
yo, un amigo más cercano y más fiel que un hermano.

Estudio bíblico de Proverbios 19


Proverbios 19:1-29
Llegamos hoy, estimado oyente, en nuestro recorrido por este Libro de
Proverbios, al capítulo 19. Y vamos a comenzar leyendo el primer versículo:
"Mejor es el pobre que camina en integridad que el fatuo de labios
perversos."
El Señor nos ha prohibido llamar a alguna persona necia o fatua, pero el
Espíritu de Dios realmente ha venido usando esa palabra. Aparentemente,
hay muchas personas así en la familia humana. Ahora, los versículos 2 y 3
dicen:
"El alma sin ciencia no es buena, y aquel que se precipita, peca. La insensatez
del hombre tuerce su camino y luego se irrita su corazón contra el Señor."
En todos estos proverbios podemos observar un paralelismo antitético o por
contraste. Aquí tenemos un contraste entre aquellos que son los hijos de
Dios y aquellos que no lo son. Los unos están en el sendero de la verdad; y a
los otros, en el sendero de la voluntad propia y la ignorancia, Dios los llama
necios o insensatos.
Estamos seguros que usted habrá escuchado un Proverbio secular que dice
que "donde la ignorancia es bendición, es una tontería el ser sabio". Bien, ese
es un Proverbio falso. Y hay a veces personas, incluso gente que colabora en
iglesias, que se enorgullecen de su ignorancia de la Biblia.
Permítanos mencionar otro de esos dichos o Proverbios que nos envió ese
profesor del cual hemos hablado anteriormente, y que dice: "Nadie es inculto
si conoce la Biblia, y nadie es verdaderamente educado, si es ignorante de
sus enseñanzas". Aunque el mundo no acepte esto, creo que es cierto. No
creo que alguien pueda ser verdaderamente culto y educado, si desconoce la
Biblia. Y con toda seguridad, uno no puede ser un cristiano maduro si
desconoce la Biblia. El conocimiento de la Biblia debería ser una
característica del hijo de Dios. En el versículo 4 de este capítulo 19
continuamos leyendo lo siguiente:
"Las riquezas atraen muchos amigos, pero el pobre, hasta de su amigo es
apartado."
Las personas adineradas, siempre van a tener muchos amigos. Sus casas
están llenas de huéspedes mientras la nevera esté llena de alimentos, el bar
esté bien provisto de bebidas, y haya música y entretenimiento para
mantener una vida social activa.
Pero es interesante ver que la Palabra de Dios aconseja al hijo de Dios buscar
a la gente sin recursos. Recordemos que el apóstol Santiago, de una forma
práctica, les habló de la siguiente situación: Si en vuestra congregación entra
un hombre con anillo de oro y ropa espléndida, y también entra un pobre
con vestido andrajoso, 3y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y
le decís: «Siéntate tú aquí, en buen lugar», y decís al pobre: «Quédate tú allí
de pie», o «Siéntate aquí en el suelo»
Desgraciadamente, es cierto que en algunos países y culturas un hombre
pobre de recursos tiene problemas en algunas iglesias, las cuales son a veces
un reflejo de la desigualdad, tensión social o lingüística que caracteriza a esa
población.
La naturaleza humana no ha cambiado a través de los siglos. La vieja
naturaleza controlada por el pecado, aun evidencia su presencia. Hay
personas que asisten a la iglesia, que se mueven dentro de grupos afines a su
posición social, y en los cuales se ve actuar esa naturaleza humana normal
que mencionábamos. Se ve precisamente en actitudes de distanciamiento
con respecto a personas o familias de condición modesta. En este sentido, en
la Biblia Dios habla con claridad también sobre estos asuntos de
discriminación social. Dice aquí el proverbio que hemos leído, el pobre, hasta
de su amigo es apartado. Hay grupos en los que cuando descubren que
alguien tiene pocos recursos, no le quieren en su círculo de amistades.
Ahora, el versículo 5 dice:
"El testigo falso no quedará sin castigo, y el que dice mentiras no escapará."
Bueno, si usted avanza un poco en la lectura y lee el versículo 9 de este
mismo capítulo, encontrará casi la misma declaración, que parecería ser una
repetición de lo que acabamos de leer. En la primera parte dice: El testigo
falso no quedará sin castigo (tanto en el versículo 5 como en el 9) En el
versículo 5, el proverbio finaliza diciendo: y el que dice mentiras no
escapará, mientras que el versículo 9 finaliza diciendo, y el que dice mentiras
perecerá. Lo que ambos proverbios están diciendo es lo siguiente: Que el
falso testigo no va a poder escapar. Será descubierto. Tendrá que rendir
cuentas por lo que ha dicho. Y no sólo eso, esta persona también perecerá,
Dios se encargará de eso. Él lo aclaró en Apocalipsis 21:8, donde se habla del
final de una serie de personas que se rebelaron y persistieron en sus
pecados.
Recordemos lo que ocurrió con Acab (rey de Samaria), y Jezabel, en relación
con la viña de Nabot. EL registro histórico se encuentra en 1 Reyes 21 y 22.
Como Nabot no estaba dispuesto a entregar su viña al rey, se organizó una
parodia con testigos falsos, que presentaron un cargo falso contra Nabot y,
en consecuencia, él fue apedreado hasta la muerte. El rey Acab pensó que se
había salido con la suya con este crimen, pero el profeta Elías se encontró
con él y le anunció que allí donde la sangre inocente de Nabor había sido
derramada, los perros lamerían la misma sangre del rey Acab. Lo que
sucedió fue lo siguiente: Acab fue a luchar en una batalla contra Siria, aliado
con el rey Josafat. Acab colocó al rey Josafat en el frente de la batalla usando
sus ropas reales, mientras que el propio Acab se disfrazó como un soldado
común para pasar desapercibido. Pero un soldado del bando enemigo con
ganas de disparar tensó su arco y disparó una flecha a la ventura: él no sabía
a quien estaba apuntando, pero todo sucedió como si esa vieja flecha tuviera
escrito en ella el nombre de Acab, porque se dirigió directamente hacia él
rey, hiriéndolo de muerte. Y él le dijo al cochero que guiaba su carro, da la
vuelta, y sácame del campo, pues estoy herido. Y este hombre le obedeció. Y
¿sabe a dónde le llevó? ¡Precisamente a la viña de Nabot! El quizás pensaba
ocultarse en ese lugar, pero allí fue donde murió. , Entonces el rey fue traído
a Samaria y lo sepultaron allí. 38Lavaron el carro en el estanque de Samaria
y los perros lamían su sangre (también las rameras se lavaban allí),
conforme a la palabra que el Señor había dicho. (1 Reyes 22:34). Ahora,
usted opinará, como nosotros, que aquello fue algo espantoso. Y así fue.
Pero, estimado oyente, el mentir, el ser un falso testigo, el ser chismoso ante
los ojos de Dios es algo también espantoso y Dios lo detesta. Él dijo que así
sería y aquel rey malvado fue advertido de su final, pero persistió en su odio
y rebelión y no se arrepintió. ¡Qué cuadro pues, el que tenemos aquí! Como
bien dijo este proverbio, El testigo falso no quedará sin castigo. Luego, el
versículo 6 de este capítulo 19 de Proverbios dice:
"Muchos buscan el favor del generoso, y todos son amigos del hombre que
da."
Podríamos transferir esta actitud al mundo de la política, ¿no le parece? En
la cual a veces se intercambian favores, principalmente relacionados con
asuntos económicos particulares. Hoy se habla mucho de la corrupción y
todos estamos bien familiarizados con el tema y todas sus derivaciones. Bien
dice aquí todos son amigos del hombre que da y todos sabemos que esta
afirmación es cierta, y que esa amistad se prolongará mientras tal persona
siga dando y esté satisfecha con las contrapartidas recibidas, porque en
ciertos ambientes nadie da nada desinteresadamente. Bien, sigamos
adelante en este capítulo y notemos lo que dice el versículo 7:
"Si todos los hermanos del pobre lo aborrecen, ¡cuánto más sus amigos se
alejarán de él! Buscará una palabra y no la hallará."
Esto es algo muy cierto. Los hermanos del pobre le aborrecen, no en el
sentido que usted y yo pudiéramos pensar, sino que, en realidad, no quieren
tener que ver nada con él. Prefieren ignorarlo. Una vez que ellos han
prosperado económicamente, optan por eludir su trato lo más posible.
También estamos familiarizados con las promesas electorales dirigidas hacia
los sectores menos favorecidos de la sociedad. Se prometen subvenciones,
rebajas de impuestos, mejor asistencia social y mejor cobertura para todas
las necesidades sanitaria. Muchas veces estas promesas son hechas de buena
fe, por personas sinceramente bien intencionadas que tienen una motivación
sincera para mejorar las condiciones sociales de todos los ciudadanos. Pero
el problema es que, luego, en el ejercicio del poder intervienen otros factores
condicionantes y complicaciones que superan a las personas, y nadie es
realmente capaz de resolver los complejos problemas del mundo actual.
¿Sabe usted estimado oyente, lo que necesitamos? Necesitamos a personas
implicadas en la actividad política que nos hagan regresar a Dios. Personas
que reconozcan que no tienen la respuesta y que la única opción que queda
es recurrir a Dios, estar dispuestos a establecer una relación con El, a
servirle, y a clamar en oración, reconociendo que han tratado por todos los
medios de resolver los problemas humanos y que la única salida es
reconocer la suficiencia y el poder de Dios para intervenir en la historia y
detener el deterioro creciente de la situación. Y creemos que sería mucho
mejor el escucharlo a Él, que escuchar todos los tópicos y utopías que se
oyen, pronunciadas ya, y todo hay que decirlo, con poca convicción. Bueno,
continuemos ahora con este capítulo 19 de Proverbios, y leamos el versículo
13:
"Dolor es para el padre un hijo necio y gotera continua las contiendas de la
mujer."
Nuestro último proverbio sobre este tema, en nuestro programa anterior,
nos decía que el que encuentra una esposa, encuentra buena cosa. Es decir,
que encuentra la otra mitad de sí mismo, la que le completa. Y ella es una
compañera apropiada para él. Ella no tiene por qué ser su sierva. ¿De dónde
habrán sacado algunos la idea de que la esposa tiene que obedecer al
marido? Las únicas instrucciones que se encuentran en el Nuevo testamento
sobre la sumisión, son aplicables a una situación concreta en el hogar
cristiano. La esposa ha de someterse a un marido cristiano, que a su vez se
someta a Cristo, y que la ame simplemente como Cristo ama a la iglesia.
Cuando la esposa tiene esa clase de marido, puede haber una armoniosa
relación de sumisión mutua.
Este proverbio casi lo haría reír a uno si no fuera porque se refiere en
realidad a una situación trágica. Piense usted en el pobre hombre que tiene
un hijo insensato y quien también tiene una mujer conflictiva. Usted se
puede imaginar la clase de hogar en que vive esa persona. Por tal motivo
enfatizamos la gran calidad de vida de una pareja unida según el proyecto de
Dios, que incluye también a los hijos. Y entonces sí que vemos un contraste
enorme con la situación que describe este proverbio. Luego, el versículo 14
de este capítulo 19 de Proverbios dice:
"La casa y las riquezas son herencia de los padres, pero don del Señor es la
mujer prudente."
Ahora, si usted tiene una buena esposa, usted estimado oyente, la ha
obtenido de parte del Señor y, por cierto, tiene que darle gracias al Señor por
ella. ¿Ha hecho eso alguna vez?
Y amigo joven que nos escucha, estas situaciones que plantea el libro de los
proverbios deberían decirle algo a usted también. ¿Quiere tener una buena
esposa, la esposa apropiada para usted? Entonces, diríjase a Aquel que
puede proveerle a usted su otra mitad. No nos referimos a los padres de esta
tierra a quienes, por supuesto, les agradaría encontrar un buen marido para
chicas buenas que desean formar un hogar cristiano. Pero no basta que una
esposa sea buena, es decir, llena de cualidades, sino que sea aquella que a los
ojos de Dios, que es el Creador, es la más adecuada para formar una pareja
con usted. Tenga usted la seguridad que El desea para Sus hijos un hogar
feliz. Así que este proverbio que acabamos de leer, es muy práctico, y aunque
nos presenta un caso negativo, nos orienta a otros pasajes de la Biblia que
nos ofrecen el caso positivo, es decir, el hogar y la familia que Dios aprueba.
Pasando ahora al versículo 18, leemos lo siguiente:
"Castiga a tu hijo mientras haya esperanza, pero no se excite tu ánimo hasta
destruirlo"
Comience a disciplinar a su hijo en la infancia. No espere hasta que sea
demasiado tarde. Es posible demorarse tanto que luego pasa el momento
oportuno. Cierto hombre que recibió la salvación en Cristo cuando ya era
una persona madura dijo: "Mi esposa y yo hemos sido salvos recientemente,
y le estamos dando gracias a Dios por ello, pero, ? dijo, con tristeza ? hemos
perdido a todos nuestros hijos. Porque habíamos formado un hogar que
poco a poco comenzó a deteriorarse hasta desembocar en situaciones
caóticas. Y ahora, vemos ese ambiente reflejado en nuestros hijos". Como
usted ve, estimado oyente, esa pareja esperó hasta que ya era demasiado
tarde. Uno debiera comenzar con una disciplina controlada por el amor, es
decir, que además del amor humano refleje el amor de Dios. desde la
infancia y pasando luego por la compleja etapa de la adolescencia. Por
supuesto que este proverbio excluye los castigos brutales, que destruirán su
espíritu y el respeto en la relación con los padres, Incluso las leyes civiles se
ocupan de prevenir tales castigos brutales y vejatorios, que parece que aun
no han sido superados por la sociedad supuestamente avanzada en que
vivimos.
Dios ha dado mandamientos concretos para los cristianos, instruyendo a los
hijos a obedecer a los padres (Efesios 6:1). Pero después les dice a los
padres en el mismo 6:4, 4Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros
hijos, sino criadlos en disciplina e instrucción del Señor. Ningún padre
debería arremeter contra ellos cuando estando enfadado, como dando
rienda suelta a su rabia. Los hijos de dan cuenta cuando los padres están
desahogando en ellos su enojo y frustración. En ese estado, los padres
actuarán fuera de control y se excederán en su castigo. No olvidemos que
esta disciplina se ejerce de parte del Señor, y bajo en control del Señor.
Ahora, leamos el versículo 21 de este capítulo 19 de Proverbios:
"Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, pero el consejo del
Señor es el que permanece."
El ser humano puede intentar aportar muchas explicaciones. Muchas
soluciones. Pero Dios es el único que puede darle el mejor consejo, el consejo
personalizado. También los ordenadores, las computadoras pueden dar
soluciones, pero solo Dios puede poner el sentido, la motivación que una
vida creada por El necesita. El consejo que Dios da, como dice este
proverbio, es el que permanece, es decir, que no necesita ser cambiado, ni
corregido con el paso del tiempo. Ahora, el versículo 22 de este capítulo 19
de Proverbios dice:
"Una satisfacción es para el hombre hacer misericordia, y mejor es un pobre
que un mentiroso."
Otra versión comienza este proverbio diciendo: "lo que es deseable en un
hombre es su bondad". ¿Cuántas personas conoce usted con este carácter?
Nos referimos a personas generosas, amables, afectuosas. Después el
proverbio nos lleva nuevamente al hombre pobre, que con todas sus
desventajas familiares y sociales, para su familia acomodada, siempre es
preferible a un mentiroso. Leamos ahora el versículo 23 de Proverbios 19:
"El temor del Señor lleva a la vida: con él vive del todo tranquilo el hombre y
no es visitado por el mal."
El temor del Señor es todo lo opuesto a vivir avergonzado, viviendo con una
constante sensación de pavor, con temor. El proverbio pone en claro que el
verdadero temor reverente de Dios significa que usted puede descansar
satisfecho. Quiere decir que usted le reconoce, que le ha mirado por la fe,
que le ha aceptado y que quiere seguirle. De esa manera, usted puede
descansar tranquilo, confiado y satisfecho.
Leamos ahora el versículo 24 de este capítulo 19 de Proverbios:
"El perezoso mete su mano en el plato, pero ni aun es capaz de llevársela a la
boca."
Aquí tenemos otro proverbio que tiene cierto sentido del humor. Nos
presenta a un hombre tan perezoso, que puede poner su mano en el plato
con la intención de comer, pero que es demasiado perezoso para llevar el
alimento a su boca. Cuando alguien llega a ese extremo, ¡realmente es
perezoso! Desgraciadamente vemos esa imagen con frecuencia en el ámbito
espiritual. La Palabra de Dios es nuestro alimento. Conocemos a cristianos
que tendrán la Biblia en sus manos, pero son demasiado perezosos como
para leerla.
Y ahora leamos el versículo 29, último versículo de este capítulo 19 de
Proverbios:
"Preparados hay juicios para los insolentes y azotes para las espaldas de los
necios."
La afirmación Bíblica de que el juicio se acerca, bastante evidente por la
situación y perspectivas del mundo que la misma Biblia describe, nos
recuerda que Dios no será indulgente con los culpables. Los placeres del
pecado y la maldad tienen su período limitado, pero la paga del pecado
durará por toda la eternidad. Y estimado oyente, ¿cómo afrontará usted esa
eternidad? ¿Lo hará con Dios, salvo por Cristo, en su reino eterno? ¿o lo hará
sin Dios, sin Cristo y sin esperanza?

Estudio bíblico de Proverbios 20

Proverbios 20
En este día, amigo oyente, llegamos al capítulo 20 del libro de Proverbios, y
al hacerlo podemos ver que en esta sección nos presenta la sabiduría de
Salomón. Y aunque de hecho está dirigida en particular hacia el hombre
joven, en realidad se aplica a todos los creyentes. En realidad, los que no son
creyentes también pueden aprender mucho de estos proverbios. Creemos
que la lectura y el estudio de la Palabra de Dios tendrán un efecto muy
definido sobre la vida de cualquier persona. O le llevará a usted a Dios, o le
alejará de Él. Estimado oyente, su reacción a la Palabra de Dios no le
permitirá ser neutral.
Esta es la primera vez que hay una advertencia con respecto al alcohol y los
excesos de la bebida. Se supone que el alcohol ha destruido más hogares y
vidas individuales que ningún otro factor individual. Leamos ahora el
versículo 1 de este capítulo 20 de Proverbios.
"El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora; ninguno que por su causa
yerre es sabio."
Siempre ha habido una controversia sobre si el vino del Nuevo Testamento
era una bebida que podía embriagar. Creemos que el Señor Jesús no hizo ese
tipo de vino en la boda de Caná de Galilea. Hay algunos que argumentan que
en el clima cálido de Israel todo lo que uno tenía que hacer era poner el
zumo de uva en un odre y con el tiempo fermentaría. Sin embargo en el
milagro de Caná el Señor Jesús comenzó con agua, y en unos pocos segundos
obtuvo vino. En esa ocasión el líquido no habría tenido tiempo para
fermentar. Y tenemos que recordar que la boda de Caná era un servicio
religioso, y todo aquello que tenía que ver con levadura (que implicaba
fermentación) estaba prohibido. Fue por esta razón que en la época de la
Pascua y en la institución de la Cena del Señor, el vino no pudo haber estado
fermentado. Y en el pan, la fermentación era la obra de la levadura, y la
levadura estaba prohibida en el pan y en todo lo demás. Las bebidas
embriagantes fueron censuradas por la Biblia y en este primer versículo lo
hemos comprobado. Otra versión de Proverbios 20:1, dice, "El vino lleva a la
insolencia, y la bebida embriagante, al escándalo; nadie bajo sus efectos se
comporta sabiamente".
Es imposible dejar de destacar los daños que el alcoholismo causa a nuestra
sociedad. Los efectos destructivos para la salud son hechos públicos y
reconocidos por las autoridades sanitarias. Resulta alarmante la popularidad
que las bebidas alcohólicas está teniendo en las reuniones juveniles, en las
que los jóvenes parecen no tener conciencia de los males que esa ingestión
incontrolada causa a su salud, y de las consecuencias irreversibles que
tendrá en su futuro. Por otra parte, hablando de los males sociales, las
estadísticas del número de accidentes causados por personas bajo la
influencia del alcohol habla por sí misma. También son evidentes los
esfuerzos y las restricciones de las autoridades de tráfico para evitar las
tragedias que se están produciendo. Pero, bien, sigamos adelante; leamos
ahora el versículo 3, de este capítulo 20, de Proverbios:
"Honra es del hombre abandonar la contienda, pero cualquier insensato se
enreda en ella."
Una de las marcas del cristiano debería ser el no prolongar la tensión y los
conflictos. Alguien ha dicho que las únicas personas con las que tenemos que
cuidar nuestras relaciones y arreglar los malos entendidos son aquellas que
nos han ayudado. En otras palabras, que tenemos que devolver bien por
bien. Pero no debemos tratar de arreglar las cuentas con nuestros enemigos.
No tenemos que responder a malas acciones, con malas acciones. En cambio,
debemos entregarnos a nosotros mismos y al problema en manos de Dios.
En Romanos 12:19, el Señor dijo: Mía es la venganza, yo pagaré. En base a
ello, Dios nos dice que no nos venguemos de nadie. EL intentar de llevar un
asunto con nuestras propias manos constituye un abandono del sendero de
la fe. Dios puede ocuparse de nuestro problema mucho mejor que nosotros
mismos.
El hijo de Dios tendría que recordar lo que el Apóstol Pablo dijo en su carta a
los Filipenses, capítulo 4, versículo 5: Vuestra gentileza sea conocida de
todos los hombres. El Señor está cerca. Y el señor Matthew Arnold tradujo la
"gentileza" como una cortesía dulce, amable. Este es el significado de este
proverbio. Honra es del hombre abandonar la contienda. ¡Cuán importante
es tener esta actitud! Ahora, el versículo 4, de este capítulo 20, dice:
"El perezoso no ara a causa del invierno; luego, cuando llegue la siega,
pedirá y no hallará."
Israel tenía un clima moderado, y el invierno era la estación para preparar la
tierra para la siembra de la primavera. Pero el haragán, el perezoso, diría
que hacía demasiado frío, y que entonces él esperaría al abrigo del calor, a
que el tiempo mejorara y estuviera más templado. El problema era que
cuando el tiempo fuera más cálido ya era demasiado tarde para arar la
tierra. Ese sería precisamente el momento para sembrar. Hay una cierta nota
de humor en este versículo.
Nos recuerda al hombre que tenía un problema en el techo de su casa que
goteaba cuando llovía. Nunca terminaba de arreglarlo porque cuando estaba
lloviendo, no quería trabajar en él, y cuando no estaba lloviendo, creía que
no necesitaba arreglarlo.
Llegamos ahora a un grupo de Proverbios y que, a primera vista parecen no
estar relacionados entre sí. Sin embargo, parece haber una relación entre
ellos basada en palabras que hablan sobre la bondad o principios morales.
Vamos a leer, pues, toda esta sección aquí y tener esto en mente. Y vamos a
enfatizar las palabras que creemos necesitan énfasis al hacer nuestra
lectura. Se encuentran prácticamente en cada uno de estos Proverbios. Y el
versículo 6, dice:
"Muchos hay que proclaman su propia bondad, pero un hombre de verdad,
¿quién lo hallará?"
La palabra que deseamos destacar aquí, es la palabra bondad. Y luego el
versículo 7 dice:
"Camina en su integridad el justo y sus hijos son dichosos después de él."
Integridad es aquí la palabra. Y veamos el versículo 8:
"El rey, al sentarse en el trono para juzgar, con su mirada descubre todo
mal."
Y aquí, no solamente hay una palabra, sino tres palabras: descubre todo mal,
que implican purificar o quitar todo lo indecente del reino. Luego, el
versículo 9:
"¿Quién puede decir: «Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi
pecado»?"
La palabra que podemos destacar aquí es "limpio". Y luego, en el versículo
10, leemos:
"Pesa falsa y medida falsa, ambas cosas son detestables para el Señor."
Aquí vemos que la falsedad está contrastada con la bondad, Y luego, en el
versículo 11 tenemos:
"Aun el niño es conocido por sus hechos, si su conducta es limpia y recta."
El énfasis aquí está en la bondad, incluso entre los niños. Y luego, en el
versículo 12, leemos:
"El oído que oye y el ojo que ve, ambos igualmente ha hecho el Señor."
El pensamiento de este versículo es que uno debe usar su cabeza. Dios le ha
dado a usted ojos, le ha dado a usted oídos. Escuche y mire. Eso no es sólo un
buen consejo antes de cruzar una calle, sino que también es bueno cuando
uno tiene que enfrentarse con la vida todos los días.
A través de todo este grupo de proverbios, vemos dos grandes principios. En
primer lugar el versículo 9, que decía: ¿Quién puede decir? Yo he limpiado
mi corazón. Limpio estoy de mi pecado. Bien, ¿puede usted, estimado oyente,
decir esto? Estoy seguro que ni usted ni yo podemos decirlo. Incluso los
niños más pequeños revelan tener su propio temperamento, con reacciones
que incluso nos sorprenden por la naturalidad con que manifiestan su
carácter. Y así, poco a poco, al crecer, van mostrando las características de
sus mayores, y los efectos de la depravación total de la raza humana. Si usted
quiere culminar su viaje en el cielo, primero tendrá que ser renacido por
Dios. Como le dijo el Señor a un hombre bueno y religioso, en Juan 3:3, El
que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Así es que nadie puede
considerarse a sí mismo como bueno, puro, limpio y justo, hasta que haya
venido a Cristo para recibir la salvación, y se haya revestido de la justicia de
Cristo. Entonces esa persona será aceptada como hija de Dios. Pero aun
entonces persistirá en nosotros esa vieja naturaleza pecaminosa, hasta que
entremos en la gloria celestial.
Pero en el libro de los Proverbios podemos ver que la bondad y la integridad
tienen valor y le importan a Dios. La pureza tiene valor para Dios. Y el hijo de
Dios debe vivir de una manera tal que realce el evangelio de la gracia de
Dios.
Aquí tenemos una buena pregunta que nos han formulado muchas veces: "Si
en un país donde se niega a Dios y al cristianismo, usted fuera arrestado por
ser un cristiano, ¿habría la suficiente evidencia como para condenarlo?"
Supongamos que si usted fuera conducido ante un juzgado acusado de ser
cristiano, ¿encontraría el juez la suficiente evidencia como para condenarle?
¿O podría usted ser declarado inocente y puesto en libertad? ¿Podrían sus
acusadores mirar a su vida y descubrir que usted no está viviendo como un
cristiano debería vivir? ¿Considerarían que usted no lleva una vida de
integridad? ¿Podrían no encontrar bondad, ni el deseo de ser puro?
El segundo pensamiento o principio que encontramos en estos proverbios es
el siguiente: Dios le ha dado a usted ojos para ver y oídos para oír. Entonces,
utilícelos. Deténgase, mire y escuche. No camine a ciegas a través de la vida,
viendo pero, en realidad, no viendo. Utilice su vista, abra sus oídos. Dios le ha
dado una cierta medida de sentido común e iniciativa. Escuche las noticias
que Dios tiene para usted. Usted no puede hacerse a sí mismo puro. Solo
Dios puede purificarle. Dios puede darle una posición ante El que remueva
toda la culpa de su pecado y le capacite para vivir con integridad en este
mundo. Ahora, el versículo 13, de este capítulo 20 de Proverbios, dice:
"No ames el sueño, para no empobrecerte; abre tus ojos y te saciarás de
pan."
Estas palabras son un estímulo para trabajar. Encontramos la misma idea en
las palabras de Pablo en 2 Tesalonicenses 3:10, donde les dijo que si alguien
no trabajaba, que tampoco comiera. Aquellos cristianos estaban tan
entusiasmados con la posibilidad del regreso del Señor, que se limitaban a
esperarle. Es hermoso vivir la anticipación de Su regreso y esperarle, Pero
ello no implica que la manera de esperarle sea simplemente sentarse y
ponerse a contemplar el espacio. Una auténtica anticipación de la venida del
Señor debería motivar a una persona a dedicarse al trabajo con mayor
intensidad. Ahora, aquí tenemos otro Proverbio que podemos leer el
versículo 14:
"El comprador dice: «¡Malo, malo!», pero cuando se va, se jacta por la
compra."
Este proverbio revela cierto sentido del humor. Una persona va a comprar
un artículo, y al observarlo le dice al vendedor que no le gusta, comienza a
destacar sus defectos y comienza a regatear, ofreciendo pagar un precio
inferior por el citado artículo; y el vendedor, finalmente, accede a
vendérselo. Después, el comprador les muestra el artículo a sus familiares y
conocidos y se jacta de la buena compra que ha hecho. Así es la naturaleza
humana, ¿no es así? Ahora leamos el versículo 15:
"Hay oro y multitud de piedras preciosas, pero joya más preciosa son los
labios prudentes."
El sentido de valores de la actualidad está totalmente equivocado. A la
persona, en general y en la vida de relación social, se la valora según sus
posesiones materiales, antes que por los conocimientos que posea. Luego, el
versículo 16, dice:
"Quítale su ropa al que salió fiador de un extraño; tómale prenda al que se
fió de desconocidos."
Al tratar con ciertas personas, es mejor exigirles una garantía subsidiaria. Si
no lo hace, podría ser engañado. Luego, en el versículo 17, de este capítulo
20, leemos:
"Sabroso le es al hombre el pan obtenido con falsedad, pero después se le
llena la boca de arena."
Una persona puede pensar que se está saliendo con la suya al proceder con
engaño, y ello podrá resultarle agradable. Pero no se saldrá con la suya y
Dios se ocupará de que así sea. Luego, el versículo 19, dice:
"El que anda con chismes descubre los secretos: no te entremetas, pues, con
el suelto de lengua."
La persona que lo halaga cuando está con usted, y luego cuando se aparta, se
dedica a chismorrear sobre su persona, es alguien de quien usted debe
cuidarse mucho, aunque tenga cierta relación con usted. Tendrá que
observarla con mucha atención. Avanzando un poco más, el versículo 20,
dice:
"Al que maldice a su padre o a su madre se le apagará su lámpara en la más
profunda oscuridad."
Si usted tiene un padre y una madre de quienes puede enorgullecerse,
entonces, hágalo. Pero si usted no tiene nada bueno que decir acerca de ellos
(y hay muchos que no lo pueden hacer) entonces es mejor que no diga nada.
Esto es lo que nos está diciendo este proverbio.
Recordemos la situación que se produjo entre Noé y sus hijos. Noé se
emborrachó, y Cam cometió una equivocación al poner al descubierto la
desnudez de su padre. Él debería haber permanecido en silencio. Después de
todo se trataba de su propio padre y él debería haber protegido su
intimidad. Luego, en el versículo 24, de este capítulo 20, leemos lo siguiente:
"Del Señor son los pasos del hombre, ¿cómo, pues, entenderá el hombre su
camino?"
¿Cómo puede el ser humano entender su propio camino? Nosotros no hemos
recorrido antes este camino, y solo el Espíritu de Dios puede guiarnos. Dios
le dijo a Moisés que necesitaba la guía divina. Y usted y yo necesitamos
también Su guía. Yo necesito guiarte. Y luego el versículo 25 dice:
"Una trampa es para el hombre hacer apresuradamente voto de
consagración y reflexionar después de haberlo hecho."
Nadie debería hacer ningún voto de consagración hasta estar seguro de que
puede cumplirlo. No dedique públicamente su vida a Dios hasta que lo haya
pensado bien. Dios no desea esa clase de decisión basada en impulsos o
sentimientos de un momento. Nos tememos que en la actualidad hay muchas
decisiones de este tipo. Luego se nos dice en el versículo 27:
"Lámpara del Señor es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más
profundo del corazón."
Observemos que aquí se habla de la lámpara, y no de la luz del Señor. El
espíritu humano es solo la lámpara, el recipiente que contiene la luz. Así que
la persona es solamente la lámpara, y hasta que estemos llenos de Espíritu
Santo, no nos convertimos en una luz. Recordemos la parábola de las diez
vírgenes: cinco de ellas eran sabias, y las otras cinco, insensatas. Ellas eran
solo lámparas. Sin el aceite, no podían dar luz. Ahora, antes de finalizar
leeremos el versículo 29, que dice:
"La gloria de los jóvenes es su fuerza; la belleza de los ancianos, su vejez."
Lo que este proverbio está diciendo es que cada uno debe comportarse de
acuerdo con su edad. El joven puede actuar en la plenitud de su fuerza física,
mientras que el anciano no deberá intentar comportarse como si fuera
joven, porque podría hacer el ridículo y revelaría tener poca sabiduría.
Deberá actuar conforme a su edad, revelando así la sabiduría y experiencia
acumuladas a través de los años y visibles en sus sienes encanecidas.
Pero la vida tiene, para jóvenes y ancianos una perspectiva espiritual, que
también debería ser evaluada, y ante la cual deberíamos reflexionar. Dijo el
profeta Isaías en 40:30 y 31; Los muchachos se fatigan y se cansan, los
jóvenes flaquean y caen; más los que esperan en el Señor tendrán nuevas
fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán,
caminarán y no se fatigarán. Estimado oyente, le invitamos a recibir al
Salvador y al Señor en su vida, para poder disfrutar de esta realidad.

Estudio bíblico de Proverbios 21:1-22


Proverbios 21:1-22
Llegamos hoy estimado oyente, al capítulo 21 de este Libro de Proverbios. Y
este es uno de los grandes capítulos de Proverbios. En realidad, debemos
reconocer que todos exponen grandes verdades, pero éste tiene una gran
importancia, según creemos nosotros, y creemos que usted lo podrá apreciar
al entrar a considerar los temas que se tratan. El primer versículo de este
capítulo 21, dice:
"Como aguas que se reparten es el corazón del rey en la mano del Señor: él
lo inclina hacia todo lo que quiere."
No importa cuán poderoso sea un hombre hoy. Esta persona podría haber
sido el Faraón en Egipto o quizá el rey de Babilonia. También podía haber
sido el César de Roma, o Alejandro Magno o aún Napoleón o cualquier otro
gran gobernante del futuro. Indiferentemente de cuan poderosos hayan
podido ser políticamente, puede establecerse como un axioma la verdad de
que nadie puede actuar independientemente de Dios. Muchos de aquellos
gobernantes pensaron que podrían actuar prescindiendo de Dios, y los seres
humanos creen aun que pueden hacerlo. Pero la verdad es que ninguna
persona está libre de Dios. Nadie puede actuar independientemente.
Estimado oyente, nosotros no podemos librarnos de Dios; no podemos
actuar en forma independiente; como bien dice este proverbio, el corazón
del rey está en la mano del Señor". Y Dios va a dirigirlo así como dirige el
curso de un pequeño arroyo que murmura y desciende por la ladera de una
montaña. Él lo inclina a todo lo que quiere, es decir, que el rey sigue el curso
que el Señor le ha trazado. O sea que ningún gobernante, rey o individuo
puede actuar con independencia de Dios.
¡Cómo nos agradaría ver en nuestras naciones hombres que ocupan cargos
de importancia que expresaran su dependencia de Dios, lo demostraran en
sus vidas, y que de una vez por todas dejaran de decirnos que ellos tienen la
solución para todos los problemas de este mundo! Porque no la tienen, y
sería una falsedad decirlo. Nadie es independiente del Dios Todopoderoso y
debemos reconocer nuestra dependencia de Él. Sería deseable que los
pueblos y naciones puedan regresar a una actitud de dependencia de Dios
antes que sea demasiado tarde. Necesitamos una declaración, no de
independencia, sino de dependencia del Dios Todopoderoso. Y la única
manera en que tal cambio podría producirse sería si el pueblo de una nación
volviera a la Palabra de Dios. Es por tal motivo que resulta tan importante
para nosotros proclamar la Palabra de Dios. Bueno, siguiendo adelante
leamos ahora el versículo 2, de este capítulo 21 de Proverbios:
"Todo camino del hombre es recto en su propia opinión, pero el Señor juzga
los corazones."
Y aquí tenemos nuevamente el asunto de la justicia propia del hombre. El
hombre hoy racionaliza, y Dios escudriña. Dios mira al corazón y nosotros
intentamos pintar la superficie para que la parte exterior aparezca atractiva.
Muchos nos enorgullecemos al decir: "Soy miembro de una Iglesia, ayudo en
la enseñanza de la Biblia y en otras actividades". Todo ello puede ser cierto y
está bien. Pero Dios juzga los corazones. El profeta Jeremías, en 17:9, dijo:
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá? ¿Se ha acercado usted al Señor Jesucristo y ha hablado con Él
acerca de su condición desesperada? Él es el gran médico; Él es un
especialista del corazón. Él fue quien por primera vez se ocupó del
trasplante de corazones; El puede darle un corazón que sea obediente a Él.
Ahora, el versículo 3, de este capítulo 21, dice:
"Hacer justicia y juicio es para el Señor más agradable que el sacrificio."
Nuevamente tenemos ante nosotros esa gran verdad nuevamente
establecida para nosotros de que no hay valor en simplemente pasar por un
rito religioso. Recordemos que los sacrificios del Antiguo Testamento fueron
dados porque señalaban hacia el Señor Jesucristo. Nadie fue más fiel en
cumplir estos rituales que los Fariseos, que eran los dirigentes religiosos del
tiempo de Jesús. Pero El los denunció con un lenguaje tajante. El les hizo
palidecer y enrojecerse. Les dijo que exteriormente se parecían a hermosos
monumentos, pero por dentro estaban llenos de huesos de cadáveres. ¿Por
qué? Porque los sacrificios y las ofrendas no eran agradables para el Señor,
cuando faltaba la justicia. El dijo que quería compasión, misericordia, y no
sacrificios.
Los ritos religiosos pueden sugerir que usted está confiando en Cristo,
cuando en realidad usted no está confiando en El. Una verdadera aceptación
del sacrificio de Cristo transformará de tal manera a una persona que ésta
producirá buenas obras. Estas palabras llegan hasta la médula de nuestros
huesos, a lo más profundo de nuestra alma. Y repetimos nuevamente la
pregunta que formulamos anteriormente en nuestro estudio: ¿si usted fuera
detenido por ser cristiano, habría suficiente evidencia para declararle
culpable? Ahora, el versículo 4, de este capítulo 21, dice:
"Los ojos altivos, el corazón orgulloso y el pensamiento de los malvados,
todo es pecado."
Aquí se mencionan los ojos altivos. Quizá en alguna oportunidad usted entra
a un lugar donde se encuentra un grupo de gente y al ver a ciertas personas
desvía la cabeza para no tener que dirigirles la palabra. Esa sería una mirada
altiva, que quizás pase desapercibida para algunas personas, pero no para
Dios. Dios la ve y la considera un pecado. Ante su mirada es un pecado tan
grave como cualquier otro, aunque nosotros lo evaluemos de diferente
manera. Nosotros consideramos a un pecado como grave y, sin embargo, a la
actitud orgullosa y a la mirada altanera no le damos mayor importancia.
Y ahora prestemos atención a la frase: y el pensamiento de los malvados,
todo es pecado. Este es un proverbio interesante. Uno puede ver a un
hombre arando su campo y pensar: "este debe ser un hombre muy
trabajador; debería ser recompensado por ello". Dios dice que cuando un
hombre malo, con un corazón malvado, esté haciendo cualquier cosa, incluso
realizando un trabajo como el arar la tierra, por ejemplo, éste no será
aceptable para Dios en cuanto a su relación con El. Esto significa que un
pecador no puede entregarle nada a Dios. No puede realizar una obra buena
para establecer una relación con El. No solo es pecado tener una mirada
altiva y un corazón orgulloso y pecador, pero todo aquello que de otra
manera podría resultar meritorio, constituye un pecado en una persona que
esté en rebelión contra Dios. No creemos que Dios pueda bendecir ningún
regalo que proceda de una persona que no es salva.
Observemos lo que el apóstol Pablo le escribió a la nación de Israel en
Romanos 10:1-3: 1Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi
oración a Dios es por la salvación de Israel, 2porque yo soy testigo de que
tienen celo por Dios, pero no conforme al verdadero conocimiento.
3Ignorando la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se
han sujetado a la justicia de Dios, Cuando una persona se dispone a
establecer su propia justicia, Dios la considera pecado. Los actos de justicia
del ser humano son ante Dios como trapos de inmundicia, como dijo el
profeta Isaías. Ahora, los versículos 5 hasta el 7, de este capítulo 21 de
Proverbios dicen
"Los planes del diligente ciertamente tienden a la abundancia, pero todo el
que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza. Amontonar tesoros
por medio de la mentira es fugaz ilusión de aquellos que buscan la muerte.
La rapiña de los malvados los destruirá, por cuanto no quisieron actuar
conforme a derecho."
Dios puede utilizar las riquezas que se han acumulado de una manera
honesta. No es ningún pecado el tener riquezas. Lo importante es la forma en
que el dinero ha sido acumulado. Si las riquezas han sido obtenidas por
medio de la mentira y el robo, Dios se ocupará de que tales riquezas no sean
disfrutadas. ¿No tiene usted la impresión de que hay algunas personas
adineradas hoy que no lo están pasando realmente bien? Sus bienes
materiales no son todo lo que ellas necesitan.
Se cuenta la historia de un árabe que se perdió en el desierto. Ya no tenía
comida ni tampoco agua y estaba a punto de morir. El pobre hombre vio un
paquete que se había caído de una caravana que había pasado por el lugar y
pensaba: "Aquí, probablemente, encuentre algo de comida, e incluso algo
para beber". Levantó ese paquete con mucha ansiedad, y lo abrió
rápidamente para mirar lo que contenía; y luego lo arrojó al suelo muy
desilusionado y ¿sabe usted lo que dijo? ¡Son sólo perlas! Por supuesto que
valían una inmensa fortuna, pero eso no era lo que él necesitaba.
Estimado oyente, Dios dice que usted puede llegar a ser rico, pero esas
riquezas no le harán ningún bien a menos que usted obtenga sus riquezas de
una manera correcta y las utilice para la honra y gloria de Dios. Ahora, el
versículo 8, de este capítulo 21, dice:
"El camino del hombre perverso es torcido y extraño, pero los hechos del
que es puro son rectos."
Es decir, que su vida demostrará qué clase de persona es usted en realidad.
Si usted tiene una buena relación con Dios, ello será revelado en su propia
vida. Ahora, el versículo 9, dice:
"Mejor es vivir en un rincón del terrado que con mujer pendenciera en casa
espaciosa."
Este podría ser el caso de una pareja que no supo cuál era la verdadera
felicidad hasta que se casó, y entonces ya fue demasiado tarde.
Tenemos algunas ilustraciones en este sentido en la Biblia. A Job, por
ejemplo, no le fue muy bien con su esposa. Y David, usted recordará que
estaba casado con la hija de Saúl. No creemos que hubiera una relación de
camaradería o un amor verdadero en aquel matrimonio. Ella ridiculizó a
David cuando éste trajo alegremente el arca de la alianza a Jerusalén. Le dijo
que se había puesto en ridículo al bailar delante del arca. Dijo que su
comportamiento había sido vergonzoso. Y, estimado oyente, cuando usted
demuestra un poco de entusiasmo por Dios, habrá muchas personas que se
sentirán avergonzadas y de seguro le criticarán o quizá se burlarán de usted.
Y es trágico cuando la persona que se siente avergonzada es el esposo o la
esposa. Pasando ahora, al versículo 11, leemos:
"Cuando el insolente es castigado, el simple se hace sabio; cuando se
amonesta al sabio, aprende ciencia."
Es importante tener en cuenta estas cosas, para que aprendamos lecciones
de las personas que nos rodean. Ahora, el versículo 13, dice:
"El que cierra su oído al clamor del pobre tampoco será oído cuando clame."
Esto es lo que Dios ha dicho. Esto es verdad, o no lo es. Creemos que es
verdad, y pensamos que `podemos encontrar ilustraciones de este proverbio
en la vida pública de nuestro tiempo. Pasemos al versículo 14, de este
capítulo 21 de Proverbios:
"La dádiva en secreto calma el enojo; el regalo discreto, la fuerte ira."
Recordemos que cuando Jacob estaba regresando a su hogar después de los
años que había pasado en Harán, sabía que tenía que enfrentarse con su
hermano Esaú por primera vez después de haberle engañado en al asunto
del derecho de su primogenitura y de su bendición paternal. Así que le envió
anticipadamente regalos para pacificarle. Pero no necesitaba hacerlo porque
Dios ya se había ocupado de la actitud de Esaú. Pero las personas siguen
pensando que, a veces, un buen regalo puede apaciguar la ira.
Uno puede caer fácilmente en esta forma de pensar. De ser generoso con
alguien para que nos perdone, o de que vamos a perdonar a alguien porque
si lo hacemos, nos sentiremos mejor. Un breve poema escrito por Jane
Mershon ilustra lo que estamos diciendo. "Si yo perdono un agravio porque
el resentimiento me va a envenenar, puede que me sienta noble; quizá pueda
sentirme espléndido, pero esa no fue exactamente la intención de Cristo".
Es que esa no fue la intención de Cristo. Nosotros tenemos que perdonar
porque Dios nos ha perdonado por medio del sacrificio de Cristo. Es por tal
motivo que tenemos que ser bondadosos, compasivos y perdonadores.
Nuestro motivo para perdonar no es el de hacernos sentir mejor. Ahora, en
los versículos 15 y 16, de este capítulo 21, de Proverbios leemos:
"Alegría es para el justo practicar la justicia, pero un desastre para los que
cometen iniquidad. El hombre que se aparta del camino de la sabiduría
vendrá a parar en la compañía de los muertos."
Nuestra interpretación es que Dios dice que uno no puede rehabilitar
verdaderamente a los criminales, porque ellos necesitan ser regenerados.
Estas personas necesitan la acción de la Palabra de Dios sobre sus vidas.
Necesitamos ir a aquellas zonas donde se suelen cometer delitos para
proclamar allí la Palabra de Dios. Debemos abordar estos problemas de la
delincuencia desde la perspectiva de la Palabra de Dios. Leamos ahora el
versículo 17, de este capítulo 21 de Proverbios, que dice:
"Caerá en la pobreza el hombre que ama los placeres; y el que ama el vino y
los perfumes no se enriquecerá."
En nuestra sociedad contemporánea algunos artistas, deportistas o figuras
del espectáculo en general, ocupan un lugar de gran influencia y algunos
grandes principios morales han quedado sustituidos y aceptados en sentido
contrario. Impulsadas por la admiración, las personas las convierten en sus
ídolos y suelen imitarlas, convirtiendo sus defectos en virtudes. Muchos de
esos ídolos populares no viven realmente una vida feliz. La curiosidad de
algunos medios de difusión se ensaña con sus vidas privadas, que no reflejan
precisamente la alegría de vivir, y el disfrute de los medios materiales que
les rodean. Con el tiempo, muchos de ellos piensan que el aburrimiento es la
tónica general de sus vidas, y que ese tipo de vida no merece la pena ser
vivido. Otra versión de este versículo dice: "El que ama el placer se quedará
en la pobreza; el que ama el vino y los perfumes jamás será ricos". Ahora
continuemos leyendo el versículo 18:
"Rescate por el justo será el malvado, y por los rectos, el prevaricador."
La justicia demanda el castigo de los culpables para que los inocentes
puedan ser liberados. Pero, por la gracia de Dios, Jesucristo, el Justo, se
convirtió en rescate por los malvados. El es el recto, el íntegro, y usted y yo
somos los transgresores. No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
(como bien dice el Sal. 14:3) Notemos lo que dice el versículo 22, ahora:
"Tomó el sabio la ciudad de los fuertes y derribó la fuerza en que ella
confiaba."
El escritor estaba diciendo que la sabiduría es superior a la fuerza bruta. Un
ser humano puede construir una fortaleza aparentemente inexpugnable,
pero vendrá alguien que será lo suficientemente inteligente como para
encontrar la forma de invadirla. La antigua ciudad de Babilonia fue un
ejemplo clásico. El rey Belsasar se encontraba sentado en su trono pensando
que se encontraba perfectamente seguro. En realidad, había una muralla
interior alrededor de su palacio. El tenía la certeza de que nadie podría
atravesar las murallas de Babilonia y, por supuesto, había guardias
apostados a lo largo de toda la muralla. Pero el general del ejército enemigo
utilizó su sabiduría y descubrió una manera de penetrar en la ciudad. Un
brazo del río Eufrates atravesaba la ciudad como una especia de canal. El
general del ejército de los medos y los persas ordenó desviar el agua de
dicho canal hacia el curso principal del río y de esa forma pudo avanzar con
su ejército por el lecho del río, por debajo de la muralla, por donde el agua
fluía anteriormente. Y así, el ejército Medo-Persa se desplegó por la ciudad,
que fue conquistada antes de que los babilonios supieran lo que estaba
ocurriendo.
Fue Napoleón el que dijo que Dios estaba de parte de los batallones más
grandes. Pero estaba equivocado. El tendría que haber vencido en la batalla
de Waterloo. Era un general brillante, pero para algunas cosas, no fue lo
suficientemente inteligente. Tenía la aptitud para hacer mover la artillería
con rapidez, pero se quedó empantanado en el barro, en su camino hacia
Varsovia. Y la caballería tropezó con las piezas de artillería que se
encontraban atrapadas en el lodo. Y así quedó colapsado su ejército. Este
proverbio está diciendo que los seres humanos pueden depender de las
riquezas o de la fuerza bruta, pero ninguna de ellas constituirá una
protección suficiente.
Estimado oyente, la historia nos ha dejado muchos ejemplos más de la
aparente fortaleza humana y de la verdadera fragilidad humana. Por ello,
nosotros, como bien dijo San Pablo en 1ª. Corintios 1, predicamos a Cristo,
que es en Sí mismo el poder de Dios y la sabiduría de Dios. Aquel que,
reconociendo su debilidad e impotencia para salir de su situación de
alejamiento de Dios, crea en el Señor y le acepte como su Salvador, se
convertirá en un hijo de Dios, y a la cual el Espíritu Santo regenerará y en la
cual actuará, transformando su perdición en salvación eterna, y su debilidad
en esta tierra en una vida plena de significado y calidad.
Estudio bíblico de Proverbios 21:23-22:15
Proverbios 21:23-22:15
Comenzamos hoy nuestro programa leyendo nuevamente el versículo 22, de
Proverbios, donde terminamos nuestro programa anterior, que dice:
"Tomó el sabio la ciudad de los fuertes y derribó la fuerza en que ella
confiaba."
El escritor estaba diciendo que la sabiduría es superior a la fuerza bruta. Un
ser humano puede construir una fortaleza aparentemente inexpugnable,
pero vendrá alguien que será lo suficientemente inteligente como para
encontrar la forma de invadirla. La antigua ciudad de Babilonia fue un
ejemplo clásico. El rey Belsasar se encontraba sentado en su trono pensando
que se encontraba perfectamente seguro. En realidad, había una muralla
interior alrededor de su palacio. El tenía la certeza de que nadie podría
atravesar las murallas de Babilonia y, por supuesto, había guardias
apostados a lo largo de toda la muralla. Pero el general del ejército enemigo
utilizó su sabiduría y descubrió una manera de penetrar en la ciudad. Un
brazo del río Éufrates atravesaba la ciudad como una especie de canal. El
general del ejército de los medos y los persas ordenó desviar el agua de
dicho canal hacia el curso principal del río y de esa forma pudo avanzar con
su ejército por el lecho del río, por debajo de la muralla, por donde el agua
fluía anteriormente. Y así, el ejército Medo-Persa se desplegó por la ciudad,
que fue conquistada antes de que los babilonios supieran lo que estaba
ocurriendo.
Fue Napoleón el que dijo que Dios estaba de parte de los batallones más
grandes. Pero estaba equivocado. El tendría que haber vencido en la batalla
de Varsovia. Era un general brillante, pero para algunas cosas, no fue lo
suficientemente inteligente. Tenía la aptitud para hacer mover la artillería
con rapidez, pero se quedó empantanado en el barro, en su camino hacia
Varsovia. Y la caballería tropezó con las piezas de artillería que se
encontraban atrapadas en el lodo. Y así quedó colapsado su ejército. Este
proverbio está diciendo que los seres humanos pueden depender de las
riquezas o de la fuerza bruta, pero ninguna de ellas constituirá una
protección suficiente.
Ahora, en el versículo 23, de este capítulo 21 de Proverbios, dice:
"El que guarda su boca y su lengua, su vida guarda de angustias."
Nuevamente se menciona aquí este asunto de usar bien la lengua. El escritor
ya ha dicho, como usted bien sabe, que si usted desea tener amigos, tiene
que comportarse amistosamente. Eso quiere decir que usted tiene que
hablar, que ser conversador. Pero también tiene que tener cuidado con lo
que dice. Y todos necesitamos amigos, y el libro de los Proverbios tiene
mucho que decir sobre los amigos y los enemigos. Emerson dijo lo siguiente:
"Aquel que tiene mil amigos, no tiene un amigo de más. Y aquel que tiene un
enemigo, lo encontrará en todas partes". Tenemos que reconocer que esto es
muy cierto. Ahora, el versículo 24, dice:
"Insolente es el nombre del soberbio y presuntuoso que actúa con la
insolencia de su presunción."
¿Ha observado usted que hay dos temas que se mencionan una y otra vez?
Uno es el uso y abuso de la lengua. El otro es el orgullo. Dicho de otra
manera, la lengua incontrolada, la lengua mentirosa, la lengua chismosa, y la
mirada altiva. Dios dice que detesta todas estas cosas. Ahora, el versículo 25,
dice:
"El deseo del perezoso lo mata, porque sus manos no quieren trabajar."
Se dice bastante aquí sobre la codicia del hombre negligente y perezoso.
Ahora, el versículo 26, dice:
"El codicioso codicia todo el día; mientras que el justo da y nada retiene."
Y ese hombre perezoso pasa su tiempo codiciando y tratando de usar
medios dudosos para obtener dinero sin tener que trabajar. Y por supuesto
que hay muchas personas que actúan de esta manera. En contraste, el
hombre justo no está pensando tanto en recibir como en dar y, por ello, Dios
le bendecirá. Este es el pensamiento principal de este proverbio. Ahora,
leamos el versículo 27:
"El sacrificio de los malvados es abominable, ¡tanto más ofreciéndolo con
maldad!"
El malvado es aquí el que se rebela contra Dios y sus leyes. Es alguien que no
se ha inclinado ante Dios y que no vive de la manera que Dios quiere que
viva. Hay camino que al hombre le parece derecho. (Prov. 16:25) Y este
hombre es el rebelde. Él sigue por su propio camino, ignorando el camino de
Dios. En realidad, el repudia a Dios. Esto no quiere decir que esa persona no
pueda ser una persona religiosa. Aun, puede ser miembro de una Iglesia,
asistir a ella con regularidad, cantar los himnos y canciones, y tener una
fachada de religiosidad. Incluso puede que de ofrendas o donativos, pero con
una motivación egoísta. Por ello este proverbio dice que el sacrificio de los
malvados es detestable. Leamos ahora los versículos 28 y 29:
"El testigo falso perecerá, pero el hombre que escucha, siempre podrá
responder. El hombre malvado muestra audacia en su rostro, pero el recto
ordena sus caminos."
Recordemos que había testigos falsos en el juicio del Señor Jesús. ¿Y no
detestaría usted el haber sido usted uno de esos testigos falsos? Permítanos
leer en el capítulo 26 del evangelio según San Mateo, los versículos 59 y 60,
que dicen: Y los principales sacerdotes, los ancianos y todo el concilio,
buscaban falso testimonio contra Jesús para entregarle a la muerte, pero no
lo hallaron, aunque se presentaron muchos testigos falsos. Pero al fin
vinieron dos testigos falsos, que dijeron: Este dijo: "Puedo derribar el
Templo de Dios y en tres días derribarlo". Los otros testigos falsos,
presentaron un testimonio, pero que no era pertinente a este caso; pero
estos dos últimos que se mencionan, mintieron realmente. La respuesta de
Jesús figura en el capítulo siguiente. Veamos entonces lo que dice el capítulo
27 de Mateo, en los versículos 11 al 14: Jesús, pues, estaba en pie delante del
gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús
le dijo: Tú lo dices. Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los
ancianos, nada respondió. Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas
testifican contra ti? Pero Jesús no le respondió ni una palabra, de tal manera
que el gobernador estaba muy asombrado. Recordemos que el relato de Juan
nos cuenta que Pilato llevó al Señor Jesucristo a un lugar aparte dentro del
palacio y en privado le pidió su cooperación para poder dejarlo en libertad.
Pero este hombre era demasiado político como para liberar a Jesús en contra
de los deseos de los judíos. Finalmente, se dio por vencido ante la presión de
la multitud. Pero durante todo ese tiempo él se dio cuenta de que los testigos
presentados contra Jesús eran falsos.
Este juicio permanece en las páginas de la historia como una de las mayores
afrentas a la justicia. Como preguntamos antes, ¿no detestaría usted haber
sido uno de aquellos falsos testigos? Aquí en este proverbio que hemos leído
en el versículo 28, dice que el testigo falso perecerá. Ahora, el versículo 30,
de este capítulo 21, de Proverbios que estamos considerando, dice:
"No hay sabiduría ni inteligencia ni consejo contra el Señor."
Este es un versículo destacado de las Sagradas Escrituras. Es tan notable que
queremos colocarlo junto a un versículo del Nuevo Testamento que quizás
usted haya pasado por alto. Nos referimos a 2ª Corintios 13:8, que dice:
Porque nada podemos contra la verdad, sino a favor de la verdad. Y aquí en
Proverbios dice: No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo, contra el Señor.
A veces nosotros nos preocupamos demasiado de cosas como éstas, y
pensamos que deberíamos levantarnos para defender la Palabra de Dios.
Pero, entonces nos llama la atención este versículo en Proverbios que dice
que no hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo, contra el Señor. Y nos
damos cuenta de que la Palabra de Dios puede defenderse a sí misma, y de
que Dios puede defender Su Palabra. Y esta idea es ratificada por el versículo
del Nuevo Testamento que dice que nada podemos contra la verdad, sino a
favor de la verdad. Entonces, si queremos hacer algo, deberíamos actuar
positivamente, es decir, acentuando lo positivo, y dejando de lado lo
negativo. No necesitamos defender la Biblia; todo lo que El nos ha pedido
hacer, es que la proclamemos.
La experiencia nos ha mostrado que si una persona se vuelve a Cristo, si
quiere liberarse de su pecado, si realmente desea tener un Salvador, resulta
sorprendente ver como los problemas que a esa persona tanto le preocupan
sobre la Biblia, se suavizan o pierden importancia. Luego dice en el versículo
31, versículo final de este capítulo 21, de Proverbios:
"El caballo se apareja para el día de la batalla, pero el Señor es quien da la
victoria."
David aprendió esta lección y dijo en el Salmo 27:3, Aunque un ejército
acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante
guerra, yo estaré confiado. El rey Asa también aprendió esta lección: en el
Segundo Libro de Crónicas, capítulo 14, versículo 11, leemos: Y clamó Asa al
Señor su Dios, y dijo: "¡Señor, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda
al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, Señor, Dios nuestro, porque
en ti nos apoyamos, y en tu nombre marchamos contra este ejército. Señor,
tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre". ¡Qué maravilloso es
confiar en Dios!
Pero esto no quiere decir que no tenemos que estar preparados. Jesús dijo
que cuando un hombre fuerte y bien armado cuida su hacienda, sus bienes
están seguros. Pero el Señor es quien da la victoria. Usted tiene que estar
listo, pero asegúrese de que su fe esté en el Señor Jesucristo, y que usted está
descansando en El. Bien, llegamos ahora a

Proverbios 22:1-15
Salomón, que tenía todo lo que el dinero podía comprar, colocó las riquezas
materiales en su verdadera perspectiva. En el primer versículo, leemos:
"Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama vale
más que la plata y el oro."
Se nos habla aquí de un buen nombre. No se trata del nombre que nos han
dado nuestros padres al nacer, sino el nombre que uno se labra por la clase
de persona que es.
Sabemos que David tenía un grupo de hombres conocido como sus valientes.
Eran hombres extraordinarios. Se habían ganado un nombre por sí mismos.
Por ejemplo, escuchemos lo que se dijo de Benaía, hijo de Joiada, uno de
aquellos valientes, en 2 Samuel 23:20: Benaía, hijo de Joiada, hijo de un
varón esforzado, grande en proezas, de Cabseel. . . mató a dos leones de
Moab; él mismo descendió y mató a un león en medio de un foso cuando
estaba nevando. Y más adelante, en el versículo 22 de este capítulo 23 de 2
Samuel dice: Esto hizo Benaía hijo de Joiada, y ganó renombre entre los tres
valientes de David. Benaía estaba en una clase aparte con estos tres que
estaban en el nivel más alto entre los hombres más valientes de David. Así,
que él se había labrado un buen nombre, lo cual como dice este proverbio,
tiene más valor que las muchas riquezas. Ahora, en el versículo 2, de este
capítulo 22, de Proverbios, leemos:
"El rico y el pobre tienen en común que a ambos los hizo el Señor."
Esto quiere decir que ante Dios todos los hombres se encuentran en el
mismo nivel. Pero si usted quiere hablar acerca de una fraternidad universal
del hombre, tendría que ser cuidadoso con lo quiere decir. Porque la Biblia
no nos enseña eso. La Biblia sí nos enseña que todos nosotros somos
miembros de la misma familia humana y que todos tenemos una naturaleza
depravada; una naturaleza que está alejada, apartada de Dios. Incluso nos
tenemos que proteger unos de otros, porque no somos fiables, dignos de
confianza. Y la Biblia también nos informa que en Hechos 17:26, el apóstol
Pablo dijo: De una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres para que
habiten sobre toda la faz de la tierra. Y en base a ello, todos los seres
humanos estamos en la misma condición ante El. Pero nos convertimos en
hijos de Dios, no solo porque somos humanos, sino por la fe en Jesucristo. En
Juan 8:44 vemos que el Señor Jesús les dijo a los dirigentes religiosos de su
tiempo: Vosotros sois de vuestro padre el diablo. Así es que, en realidad, en
la actualidad hay dos familias en este mundo; los hijos de Dios, y los que no
lo son. Obviamente, la paternidad universal de Dios no existe.
Ahora observemos lo que dice este proverbio: a ambos los hizo el Señor.
Somos criaturas suyas por la creación. Dios es el Creador de todos, pero no
el Padre de todos. Ahora, en el versículo 3, de este capítulo 22, de Proverbios
se nos dice:
"El prudente ve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y reciben el
daño."
¿Usted quiere ser una persona sabia, inteligente? Entonces, lo mejor es que
haga preparativos para el futuro. Hay muchas personas hoy dispuestas a
ayudarle a hacer arreglos para el futuro. Hay muchas compañías de seguros
e instituciones que ofrecen planes de ahorro y jubilación, protección
familiar, y para casos de accidentes graves o mortales. Todo ello está bien.
Pero pensamos en el paso siguiente. ¿Qué puede decirnos sobre el futuro
eterno, después de la muerte? La Biblia llama insensata a la persona que no
se ha preparado para la eternidad.
Creemos que una historia que tuvo lugar hace mucho tiempo puede ilustrar
esto muy bien. Había dos jóvenes que pertenecían a familias de grandes
recursos económicos. Y en cierta ocasión estos jóvenes anunciaron su
compromiso matrimonial y más adelante llegaron a casarse. El
acontecimiento tuvo una gran resonancia social, y la noticia apareció en un
periódico. Ellos compraron una hermosa casa y la amueblaron con muebles
de estilo antiguo. Se casaron y fueron a su viaje de luna de miel. Pero para
llegar al lugar donde iban a pasar su luna de miel tenían que viajar por una
zona montañosa, donde tuvieron un accidente; chocaron con otro automóvil
y su automóvil fue a parar a un precipicio donde se incendió y ambos
murieron. Muchos años después, esta casa que había sido preparada con
tanto interés y cariño por esta pareja, aun no se había ocupado. Y uno al
pasar por ese lugar, puede pensar en todas las preparativos que la pareja
hizo para vivir aquí en este mundo, pero nunca llegaron a vivir en aquella
casa ni una hora, ni siquiera un minuto. Sin embargo, fueron a la eternidad,
sin estar preparados para presentarse ante Dios. Lo mismo les ha sucedido a
tantas personas, que dieron la prioridad absoluta a la lucha por la vida, o a
prosperar materialmente, pero dejaron de lado completamente el tema
fundamental de su relación con Dios. El versículo 6, ahora dice:
"Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de él."
Tenemos que entrenar a un niño en el camino que debería seguir. Lo que
aquí se está diciendo es que Dios tiene un camino por el cual El quiere que el
niño vaya, y los padres tienen que encontrarlo, que descubrir ese camino
bajo la guía del Espíritu Santo. No deberían educarle de la manera en que
ellos creen que tendría que ser formado, sino en el camino por el cual Dios
quiere que siga. En el versículo 13 leemos:
"Dice el perezoso: Ahí fuera hay un león: me matará en la calle."
Aquí tenemos nuevamente al perezoso. Este también tiene su sentido del
humor. En otra ocasión, hacía mucho frío y no podía salir a arar. En este
proverbio le vemos presentar una nueva excusa, probablemente una excusa
falsa. Finalmente leamos el versículo 15 de este capítulo 22 de Proverbios:
"La necedad está ligada al corazón del muchacho, pero la vara de la
corrección la alejará de él."
Estas instrucciones para la educación del niño son repetidas con énfasis. Los
niños necesitan disciplina. La disciplina apropiada no irritará, no provocará
la ira del niño. Tampoco será simplemente el desahogo del enojo de los
padres. La disciplina adecuada ayudará al niño a superar su insensatez.
Cuando los padres tienen una relación con Dios, el Espíritu Santo les puede
guiar y controlar en la educación de sus hijos. Un hogar donde el Señor
Jesucristo es el Salvador y el Señor, proporciona la atmósfera adecuada para
promover la madurez de los padres, y la formación integral, es decir,
humana y espiritual de los niños

Estudio bíblico de Proverbios 22:28-23:35


Proverbios 22:28-23:35
En este día, estimado oyente, finalizaremos nuestro estudio del capítulo 22
de Proverbios. En el versículo 28 del capítulo 22, leemos:
"No remuevas los linderos antiguos que pusieron tus padres."
Cuando Dios sacó a los israelitas de Egipto, les proporcionó una tierra. Y a
veces nos olvidamos que Él también le dio a cada tribu en particular una
sección en esa zona. Y le dio también a cada familia de cada tribu una parcela
de tierra. Ellos tenían que poner ciertos linderos para delimitar su propia
parcela de tierra. Por lo general estos linderos estaban formados por
montones de rocas.
Dios le dio a Israel instrucciones específicas con respecto a sus linderos. En
el libro de Deuteronomio, capítulo 19, y versículo 14 dice: En la heredad que
poseas en la tierra que el Señor, tu Dios, te da, no reducirás los límites de la
propiedad de tu prójimo que fijaron los antiguos. Así, estos linderos pasaron
de generación en generación y eran muy importantes. Cuando un hombre
llegaba a la ancianidad, se sentía débil y su vista comenzaba a fallarle, su
vecino podía haber aprovechado para correr la roca un poco, para ampliar
su propia parcela de tierra. Dios nos dijo aquí que esa acción estaba
prohibida. Por supuesto, que era un acto deshonesto.
Pero hoy podemos utilizar esa situación como una aplicación espiritual.
Creemos que hemos visto los límites de la fe cristiana cambiados de lugar,
Algunos, han intentado actualizar el mensaje de la Biblia. Pero una cosa es
explicar dicho mensaje en términos que las personas puedan comprenderlo,
y otra es remover sus fundamentos, o sus límites. En vez de avanzar y
remover mojones, tendríamos que comenzar a regresar para recuperar el
límite marcado por algunos de los antiguos linderos. Nos referimos a
linderos de valores morales, de verdades espirituales, y a los fundamentos
Bíblicos del mensaje cristiano. Esos linderos han sido removidos de su lugar.
Por todas partes se oyen soluciones al problema de la situación del ser
humano. Se presentan explicaciones psicológicas y sociológicas. Y pocos se
atreven a reivindicar el lugar de las explicaciones y soluciones bíblicas,
espirituales. Por ello insistimos en la necesidad de regresar. No se trata de
retroceder, sino de regresar para recuperar el terreno perdido de una
parcela cuyos límites han sido removidos o aparecen como irreconocibles.
Algunos que adoptan con frecuencia e título de "progresistas" podrían
pensar que la nuestra es una actitud retrógrada. Pero queremos enfatizar
claramente que no hay mayor actitud retrógrada que la de buscar soluciones
en sistemas humanos que han renovado sus fracasos generación tras
generación.
Luego el capítulo 22, finaliza con una hermosa palabra de encomio al
hombre que es diligente en su tarea. Dice el versículo 29:
"¿Has visto un hombre cuidadoso en su trabajo? Delante de los reyes estará,
no delante de gente sin importancia."
Es decir que, Dios está diciendo aquí que Él recompensará a la persona
diligente. Recordemos que el Señor Jesucristo dijo que en la eternidad sus
palabras de elogio, serían, como lo expresó en Mateo 25:21, destacó esto y
también encomiará a los hombres por esto en la eternidad. Él dijo: "Bien,
buen siervo y fiel". Su encomio no estará basado en la cantidad de trabajo
que usted haya realizado, o en el número de personas a quienes usted haya
dado testimonio de su fe, o en la intensidad y laboriosidad de su trabajo, sino
en la fidelidad con la que usted haya llevado a cabo su tarea que el Señor le
ha encomendado. Quizá esa responsabilidad consista simplemente en lo que
una madre hace por su hijo pequeño en el hogar. Por ejemplo, la madre de
Moisés fue fiel en esa tarea, y su nombre quedó registrado en la Biblia. O sea,
que frente a todo lo demás, la fidelidad recibirá la recompensa. Dios
recompensará al siervo o sierva que ha sido fiel a la tarea que El les encargó.
El apóstol Pablo lo expresó de esta manera en su epístola a los Romanos,
capítulo 12, versículos 10 y 11, y que leeremos de otra versión de la Biblia:
Amaos los unos a los otros con amor fraternal, respetándoos y honrándoos
mutuamente. Nunca dejéis de ser diligentes, antes bien, servid al Señor con
el fervor que da el Espíritu. Todo esto significa y da como resultado ser fieles
a Dios, y así es como nosotros deberíamos ser.
Bien, llegamos ahora a

Proverbios 23
Debemos decir, a propósito, que el joven que estamos siguiendo en las
páginas de este libro ha estado asistiendo a la escuela de la sabiduría por
algún tiempo, y está listo para recibir su título. Y creemos que tendremos la
ceremonia de graduación cuando lleguemos al final del capítulo 24. Pero
aquí, en el capítulo 23, podemos leer lo siguiente en los primeros tres
versículos:
"Cuando te sientes a comer con algún señor, considera bien lo que está
delante de ti. Si eres dado a la glotonería, domina tu apetito. No codicies sus
manjares delicados, porque es pan engañoso."
Lo que aquí se presentan son consejos para ejercer el autocontrol en las
comidas, especialmente para aquellos que por su glotonería comen en
exceso, con un ansia insaciable. Es sabido que algunos comen no porque en
realidad sientan hambre, sino por factores psicológicos. Comen cuando están
tensos, nerviosos. El consejo es comer relajados y disfrutar de nuestras
comidas comiendo con moderación. Como podemos ver, se trata de
indicaciones muy prácticas, y que constituyen un llamado a la moderación, a
la sobriedad, a la continencia. Ahora, los versículos 4 y 5 dicen:
"No te afanes por hacerte rico: sé prudente y desiste. ¿Has de poner tus ojos
en las riquezas, que son nada? De cierto se hacen alas como de águila, y
vuelan al cielo."
El pensamiento que encontramos destacado en este lugar es que no es malo
ser rico, ni en trabajar para serlo. Sin embargo ello no debe ser el objetivo de
la vida. Las riquezas no deberían ser la meta de nuestros corazones. Algunos
tienen un ansia, una codicia por acumular dinero hasta el punto en que éste
se convierte en un dios. Y convierten esa ansiedad en una lucha, en la
máxima prioridad de sus vidas. Un hijo de Dios no debe caer en esas
pasiones incontroladas. Y si se enfrenta a ese tipo de tentación, puede
expresárselo a Dios en oración, mostrando su disposición a dejarse controlar
por el Espíritu Santo.
En cierta ocasión un cristiano de grandes recursos económicos dijo lo
siguiente: "Yo no hago dinero por amor al dinero. Hago dinero por lo que
éste puede lograr". Y, luego, continuó diciendo: al principio yo buscaba
dinero por lo que éste podía hacer por mí. Ahora lo obtengo por lo que
puede hacer por Dios". Por ello decimos que el problema no consiste en
acumular riquezas. El problema surge cuando el corazón humano tiene un
deseo irrefrenable por ganar dinero. En ese caso estamos frente a la codicia
que es, en realidad, una forma contemporánea de idolatría. Y es de la codicia
que nos habla este proverbio. Aquellos que adoran el dinero están adorando
a un dios falso, y ese dios falso es como un águila que remontará el vuelo en
cualquier momento.
"No comas pan con el avaro ni codicies sus manjares, porque cuales son sus
pensamientos íntimos, tal es él. Come y bebe, te dirá, pero su corazón no
está contigo. Vomitarás el bocado que comiste y habrás malgastado tus
suaves palabras."
A veces cuando uno es invitado a comer a la casa de alguien, se encuentra
muy contento y relajado por la hospitalidad, la compañía, la comida y el
ambiente agradable que le rodea, y muchas veces dice cosas que quizás no
diría en otras ocasiones. Y lo que uno dice puede ser malinterpretado, o mal
transmitido por quienes le están escuchando, cuando en el futuro hablen con
quienes están ausentes. Y el escritor del Libro de Proverbios nos advierte
aquí que cuando uno recibe una invitación a comer, tiene que estar seguro
de conocer bien a esa persona porque quizá esa persona no resulte tan
amistosa como usted piensa que es. Leamos ahora el versículo 10:
"No remuevas el lindero antiguo ni entres en la heredad de los huérfanos"
Aquí tenemos nuevamente esa declaración acerca del lindero antiguo. Si
usted ha perdido su fe, no conviene que ese estado pase a sus propios hijos,
porque, entonces, ellos deberán sufrir las consecuencias. Quizá usted haya
tenido buenos antecedentes, pero con usted ahora, ellos no tendrán esos
buenos antecedentes y padres cristianos, pero sus hijos no tendrán una
formación que los proteja.
Nuestra generación es responsable por la nueva generación, a la cual se
acusa de muchas cosas. Y creemos que tenemos, al menos, parte de la culpa.
(Nosotros somos los responsables por enseñar a nuestros hijos, y debemos
aceptar esa responsabilidad.). Bueno, sigamos adelante ahora, con la lectura
del versículo 13, de este capítulo 23, de Proverbios:
"No rehúses corregir al muchacho, porque si lo castigas con vara, no
morirá."
Ya hemos hablado de este tema anteriormente; y debemos recordar
nuevamente que el Apóstol Pablo añadió a este consejo, que el padre no
debe corregir a su hijo cuando se encuentre experimentando un arranque de
cólera. La corrección debe ser una disciplina, no un castigo. Si la disciplina
no ayuda a desarrollar el carácter del hijo, no es buena.
No deberíamos decir a nuestros hijos que los estamos castigando. Sería
mejor explicarles que los estamos disciplinando. El apóstol Pablo escribió en
Efesios 6:4, que no se debe hacer enojar o irritar a los hijos sino que tenemos
que criarlos según la disciplina e instrucción del Señor. Debemos recordar
siempre que la disciplina que aplicamos, es la disciplina e instrucción del
Señor, es decir, que la acción disciplinaria debe estar controlada por el
Señor. Esto es lo verdaderamente importante. El escritor continúa hablando
aquí en el Libro de Proverbios al joven. En los versículos 19 al 21, dice:
"Escucha, hijo mío, y sé sabio: endereza tu corazón al buen camino. No te
juntes con los bebedores de vino ni con los comilones de carne, porque el
bebedor y el comilón se empobrecerán, y el mucho dormir los hará vestir de
harapos."
Aquí tenemos una advertencia para tener cuidado con las compañías. Las
malas compañías corrompen las buenas costumbres. Esta advertencia está
especialmente dirigida a la juventud. Muchas vidas que estaban en un
principio bien orientadas, se malograron por causa de amistades que las
arrastraron en la dirección opuesta. Y dice el versículo 22.
"Escucha a tu padre, que te engendró; y cuando tu madre envejezca, no la
menosprecies."
El escritor de Proverbios aconseja nuevamente al joven que está listo para
graduarse de la escuela de la sabiduría. Sus padres están entrando en la
ancianidad. Quizás su padre ya está algo senil, pero aun así, sus padres
tienen más sentido común y experiencia que el joven.
Y usted vería un ejemplo de esto si solo pudiera hablar hoy con Absalón, Él
creyó que podría vencer en una rebelión contra su padre, el rey David. Pero
David era un soldado experimentado. Cuando los rebeldes salieron al campo
de batalla cometieron un error. Nunca deberían haber salido de Jerusalén
porque David conocía bien la guerra en el campo de batalla y ello resultó
fatal para el joven Absalón. Continuemos leyendo el versículo 23:
"Compra la verdad y no la vendas; y la sabiduría, la enseñanza y la
inteligencia."
Usted y yo no necesitamos comprar la verdad. La verdad está disponible
para nosotros sin dinero y sin precio. El profeta Isaías dijo en 55:1, ¡Venid,
todos los sedientos, venid a las aguas! Aunque no tengáis dinero, ¡venid,
comprad y comed! ¡Venid, comprad sin dinero y sin pagar, vino y leche!
Cristo es todo esto para el hijo de Dios. El es la verdad, la sabiduría y el
conocimiento. Azulo, el joven y brillante Fariseo, que más tarde
conoceríamos como el apóstol Pablo, nos habló de ello en 1ª Corintios 1:30,
Pero gracias a él vosotros estáis unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho
nuestra sabiduría, --es decir, nuestra justificación, santificación y
redención--. Luego en el versículo 26, de este capítulo 23, de Proverbios
leemos:
"Dame, hijo mío, tu corazón y miren tus ojos mis caminos."
Ahora, alguien quizá nos diga: "Pero, yo los he escuchado a ustedes decir que
Dios no quiere nuestros viejos e impuros corazones". Y así es, estimado
oyente, el no puede usarlos. Pero cuando Él dice: Dame hijo mío tu corazón
Él no está hablando a la persona que no es salva. Él está hablando a Su hijo,
le está hablando a alguien a quién La ha dado un corazón nuevo, una
naturaleza nueva, alguien que ha experimentado un nuevo nacimiento
espiritual. Así es que le dice entonces al joven: "Yo quiero que tú vengas a Mí,
y quiero que tú te sometas a Mí". Como dijo Jesús, "Si me amas, guarda mis
mandamientos". Si usted ha sido redimido por la sangre de Cristo, entonces
es un hijo de Dios y puede ofrecerle su corazón y su amor. Luego, en el
versículo 27, leemos:
"Porque abismo profundo es la ramera, pozo profundo la extraña."
Si alguien hubiera pensado que nosotros estábamos equivocados antes al
decir que la extraña era una ramera, aquí tenemos un paralelismo que
muestra que los dos términos son sinónimos. Luego, en el versículo 28, de
este capítulo 23 de Proverbios, leemos:
"También ella, como un ladrón, acecha, y multiplica entre los hombres los
prevaricadores."
Las vidas de dos hombres ilustran esta afirmación. Está la historia de Judo
en el libro del Génesis, en un capítulo lamentable que nos relata le historia
de cuando él acudió a una prostituta. Y después está la historia de Sansón. Si
él estuviera aquí hoy, desde su experiencia nos diría que la ramera era
traicionera, capaz de traicionar sin ningún escrúpulo. Continuemos leyendo
los versículos 29 y 30:
"¿Para quién serán los lamentos? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las
rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas sin razón? ¿Para
quién los ojos enrojecidos? Para los que no dejan el vino, para los que van
probando mezclas."
Nuevamente tenemos aquí una advertencia contra la ebriedad, que se
completa con los versículos 31 al 35, de este capítulo 23 de Proverbios,
leemos:
"¡No mire el vino cuando rojea, cuándo resplandece su color en la copa! Se
entra suavemente, pero al fin muerde como una serpiente, causa dolor como
un áspid. Tus ojos verán cosas extrañas y tu corazón dirá cosas perversas.
Será como si yacieras en medio del mar o como si yacieras en la punta de un
mástil. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron, pero no lo sentí;
cuando despierte, volveré en busca de más."
Y así concluimos nuestro estudio de este capítulo 23 de Proverbios. Dios
mediante, en nuestro próximo programa, comenzaremos nuestro estudio del
capítulo 24, y esperamos que usted nos acompañe. Una vez más, permítanos
recordarle que es bueno, que es aconsejable que usted lea todo este capítulo
24, antes de llegar a nuestro próximo estudio, para que se familiarice con su
contenido. Al despedirnos, dejamos con usted esta petición del Señor que
leímos en el versículo 26, que en otra versión nos lo expresa de esta manera:
Dame, hijo mío, tu corazón, y no pierdas de vista mis caminos. Estimado
oyente, este es un llamado a todos aquellos que habiendo comenzado su vida
cristiana, aun no distinguen claramente la dirección que tendrían que seguir
en la vida. Si usted se dirige a Él en oración con un corazón sincero, con una
mente dispuesta y sensible a la Palabra de Dios y a la guía de Su Espíritu, El
le guiará por los mejores senderos de la vida, que son los caminos que Dios
ha preparado para los que le aman.

Estudio bíblico de Proverbios 24


Proverbios 24
Llegamos hoy, amigo oyente, en nuestro viaje por este Libro de Proverbios,
al capítulo 24. Y este es el último capítulo de los Proverbios que escribió y
arregló el mismo Salomón. A partir de este programa, vamos a ver
Proverbios que fueron copiados por los hombres de Ezequías.
Evidentemente, Salomón escribió muchísimos proverbios. Sin embargo, solo
tenemos un porcentaje muy pequeño del número total. Estos contienen
grandes verdades que han sido colocadas en un espacio pequeño. Ellas
pueden sostener y dirigir nuestras vidas. Vamos a leer entonces, los
primeros dos versículos de este capítulo 24 de Proverbios:
"No tengas envidia de los hombres malos ni desees juntarte con ellos,
porque su corazón trama violencias e iniquidad hablan sus labios."
Ya hemos visto esto con anterioridad. Podemos ver que en el libro de los
Proverbios se repiten los temas que son importantes. Por ejemplo, se ha
escrito mucho sobre el uso de la lengua, sobre el orgullo, y acerca de la
persona insensata. Hay asuntos que son enfatizados constantemente, porque
son traducidos a la vida práctica. Uno puede encontrar las personas
descritas en este libro por las aceras de nuestras propias ciudades. Esa es la
razón por la cual hemos dicho que usted encontrará un proverbio adecuado
para cada persona que usted conoce. Y también hemos encontrado muchos
proverbios que se pueden aplicar a diferentes personajes de la Biblia.
El Salmo 74, escrito por Asaf, trata el mismo tema de estos versículos que
inician el capítulo 24 de Proverbios. En el Salmo 73:3-9 Asaf escribió frases
como éstas: porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de
los impíos. . . No pasan trabajos como los otros mortales, ni son azotados
como los demás hombres. . . "Ponen su boca contra el cielo, y su lengua pasea
la tierra". Y Asaf estaba molesto por estas situaciones de la vida. Pensamos
que usted, estimado oyente, también se ha sentido molesto por las mismas
cosas. Yo, personalmente, he experimentado estos sentimientos. Recuerdo
en mi vida de estudiante, haber tenido compañeros pobres, que comenzaban
a estudiar trabajando al mismo tiempo, porque tenían un ardiente deseo de
estudiar para labrarse un futuro digno en la sociedad, y finalmente tenían
que abandonar sus estudios por la falta de tiempo para estudiar, mientras
que otros compañeros, que disfrutaban de una vida de abundancia, dejaban
de estudiar porque simplemente les aburría el programa académico. Esta
situación me planteaba preguntas inquietantes.
Pero, aquí en el Libro de Proverbios, estimado oyente, Salomón se enfrentó
con este tema en el versículo 1 al decir: No tengas envidia de los hombres
malos, ni desees juntarte con ellos. ¿Por qué? Porque llegará el día en que
tendrán que rendir cuentas. Asaf dijo que no podía entender porque los
malvados prosperaban. Pero en el mismo Salmo 73:17 nos contó su
experiencia final, diciendo: hasta que, entrando en el santuario de Dios,
comprendí el fin de ellos. El salmista concluyó que Dios mismo se ocuparía
de ellos algún día.
Al mirar al mundo de nuestro tiempo podemos ver muchas injusticias, y
usted y yo podemos hacer muy poco al respecto. Vivimos en una generación
que ha protestado prácticamente sobre todo. Se han tratado de igualar los
contrastes, equiparando la situación de las personas para promover la
justicia social. Pero aunque se han logrado grandes avances en las
prestaciones sociales en algunos países de la tierra, los contrastes y las
injusticias prevalecen. Y en otros países, la situación se hace cada vez más
precaria, hasta el extremo de carecer de los bienes indispensables para
subsistir. Es que el problema reside en el corazón humano, Es el corazón de
las personas el que necesita ser cambiado. Dios es el único que igualará la
situación de los seres humanos algún día. Podemos confiar en que El
solucionará las injusticias de la sociedad humana.
Creemos que usted y yo, estimado oyente, necesitamos reconocer nuestro
lugar en esta vida. Nos convertiremos en personas más felices si usted y yo
somos conscientes de que Dios nos ha colocado a cada uno de nosotros en
un lugar en particular para cumplir un determinado propósito en la tierra. Y
a la distancia podemos observar a los malvados y verles prosperar, y no lo
entendemos. Muchas veces le habremos dicho a Dios que no comprendemos
esas situaciones. Y ni usted ni yo debemos temer por decírselo a Dios, tal
como lo hizo Asaf. Lo importante es que continuemos confiando en que Dios
un día pondrá a las personas y a las cosas en su lugar, y solucionará todo
aquello que nos inquieta.
Tenemos que aprender a mirar a las cosas desde el punto de vista de Dios.
La Biblia está llena de ejemplos de hombres impíos que han llegado a un
terrible fin. En el mismo comienzo de la Biblia, podemos ver a Caín. Luego, al
continuar leyendo encontramos a otro hombre llamado Lot y éste, aunque
era un hombre salvo, escogió vivir en la ciudad de Sodoma, en la cual
prosperó, pero llegó un día cuando él deseó no haberse trasladado a
Sodoma. Había cometido un gran error al hacerlo. Y así, si usted recorre la
Biblia, se encontrará con personas que prosperaron por un tiempo, pero
después verá como el juicio vino sobre ellas una y otra vez. Con todo, es muy
importante que nosotros comprendamos este problema. Continuando ahora,
con nuestra lectura en el capítulo 24 de Proverbios, vemos que los versículos
3 y 4 nos dicen:
"Con sabiduría se edifica la casa, con prudencia se afirma y con ciencia se
llenan las cámaras de todo bien preciado y agradable."
Este es un hermoso cuadro de lo que usted y yo debemos hacer. Un hombre
edifica su hogar y luego llena la casa adornándola con muebles, con
hermosos cuadros, tapices, y con valiosos objetos personales. Es un placer
para la vista contemplar una casa como ésta, amueblada con tan buen gusto.
Estimado oyente, usted y yo deberíamos estar edificándonos una casa aquí
en la tierra, un hogar de sabiduría, una casa llena de conocimiento.
Deberíamos comenzar por acumular en nuestras mentes y corazones toda
clase de muebles hermosos, jarrones, cuadros y maravillosos adornos. Y eso
es lo que el Apóstol Pablo le aconsejó al joven Timoteo en su segunda carta
2:15: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que
no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Palabra de verdad. Usted y yo
deberíamos estar llenando nuestros corazones y nuestras vidas con la
Palabra de Dios. Estimado oyente, construyamos una hermosa mansión, y no
nos conformemos con una casucha en ruinas.
En algunos lugares, especialmente alrededor de grandes ciudades, viven
personas que son muy pobres, y sus hogares han sido construidos de cosas
que se encuentran por la calle. Pedazos de madera, de chapas, y otros restos.
Uno entra a esos lugares y encuentra que a veces no tienen ni donde
sentarse. Al observar sus habitaciones uno puede darse cuenta de que ni
siquiera tienen camas, y tienen que dormir en un rincón con un colchón y
algunas mantas. Y para cocinar tienen que hacerlo afuera. Y uno se da cuenta
de lo trágico que es vivir en esas condiciones. Mirando esta situación desde
un punto de vista espiritual, diremos que hay muchos creyentes que
deberían haber pasado su vida edificando un hermoso hogar, un hogar
espiritual. Y deberían haberlo llenado con los maravillosos tesoros que
encontramos en la Palabra de Dios, y que les habrían proporcionado una
gran calidad de vida. En cambio, todo lo que tienen es una casa miserable. Y
al mirar esa casa por dentro, uno comprueba que está prácticamente vacía,
no hay nada. Todo lo que hay allí es una gran ignorancia y miseria espiritual.
Hay muchos que se denominan a sí mismos como cristianos, e incluso puede
que estén formalmente vinculados a alguna iglesia, cuyas vidas e ignorancia
espiritual se parecen a esas humildes casas casi vacías, que son una viva
descripción de la miseria. Y esto es una verdadera tragedia. Recordemos el
gran contraste con la descripción que hemos leído en estos versículos 3 y 4
de Proverbios y que ahora repetimos leyéndolos de otra versión que dice:
"Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos.
Con buen juicio se llenan sus cuartos de bellos y extraordinarios tesoros".
Ahora leamos los versículos 5 y 6, de este capítulo 24:
"El hombre sabio es fuerte, y de pujante vigor el que tiene ciencia. Porque
con ingenio harás la guerra, y en los muchos consejeros está la victoria."
Hoy hay muchos recursos a nuestra disposición. No solamente hay personas
a las que podemos recurrir para recibir consejo, sino que también tenemos
la Palabra de Dios. No creemos en este método que tienen algunos de
simplemente abrir la Biblia y buscar un versículo cuando necesitan tomar
alguna decisión. Eso no es bueno. La Palabra de Dios no es como una ruleta,
digamos, que uno puede hacer girar y esperar que se detenga en el lugar
preciso. Tenemos que saber lo que la totalidad de la Biblia dice. Necesitamos
leer a Moisés, a Josué, a Samuel, a David, a Miqueas y Zacarías, y lo que
también escribieron Mateo, Pablo y Juan. Todos ellos son nuestros
consejeros y podemos recurrir a ellos cuando tengamos que tomar una
decisión. Pasemos ahora al versículo 10, de este capítulo 24:
"Si flaqueas en día de adversidad, tu fuerza quedará reducida."
Aquí se está diciendo algo importante. Dios utiliza estos períodos difíciles de
tensión y pruebas para desarrollar nuestro carácter espiritual. Esa es la
manera en la que El nos capacita para crecer. Es en la hora de las pruebas
cuando usted y yo demostramos la fortaleza espiritual que tenemos.
Es de gran consuelo saber que hubo muchos de los hombres de Dios, que
cuando llegó la hora de prueba, dieron media vuelta y huyeron. Usted
recordará por ejemplo, que Elías demostró tanto valor allá en el Monte
Carmelo, pero al saber que Jezabel le perseguía con la intención de matarlo,
emprendió la huida y corrió por el desierto hasta que llegó a Beerseba. Allí
dejó a su criado, continuó su camino por el desierto y al fin, se sentó debajo
de un enebro y dijo: "Señor, quítame la vida". (1 Reyes 19:4)
Cuando David fue perseguido por el rey Saúl no tuvo ningún momento de
paz. Llegó a decir que estaba siendo perseguido como una perdiz por las
montañas, y que cualquier día le atraparían y le darían muerte. Y en esa
condición estaba muy desanimado. Pero estos dos hombres descubrieron
que en esos momentos el Señor les daría la fuerza que necesitaban y,
efectivamente, así fue. Ahora, los versículos 11 y 12, nos dicen:
"Libra a los que son llevados a la muerte, salva a los que tienen su vida en
peligro. Porque si dices: «Lo cierto es que no lo supimos», ¿acaso no lo
considerará el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo
conocerá, y él pagará al hombre según sus obras."
Hay alguien a quien usted podría ayudar, y usted lo sabe. Hay alguien a
quién usted podría dar testimonio de Cristo, y usted podría ser el único o la
única a quien esa persona escuchara.
Cierto hombre dijo en una ocasión, que él se sentía responsable por el
suicidio de un ser querido y creía que debería haber hecho algo por él.
Bueno, pensamos que lo tenía que haber hecho, pero no lo hizo. Una persona
puede sentir un gran remordimiento por haber desaprovechado la ocasión
de hacer algo en un momento en que debería haberlo hecho.
Y Dios es Aquel que sopesa, que examina con atención los corazones. En esos
casos en los cuales sabemos que no hemos hecho algo que deberíamos haber
hecho, lo único que nos queda es dirigirnos al Señor diciéndole: "Señor,
perdóname. He fracasado. Vengo a ti para que me fortalezcas y me ayudes".
Y el Señor escuchará esa clase de oración. El puede librar a una persona de
sentirse abrumada por el dolor y la culpa de su fracaso.
Haremos bien en recalcar la importancia de este proverbio y acerquémonos
a aquellas personas que necesitan nuestra ayuda.
Ahora el versículo 16 dice:
"Porque aunque siete veces caiga el justo, volverá a levantarse, pero los
malvados caerán en el mal."
En la Biblia el siete es el número que representa a algo completo. Quiere
decir que el ser humano continúa cayendo. Pero la persona justa se
levantará otra vez. ¿Conoce usted alguna persona así? ¿Una persona que
continúa levantándose? Bueno, tenemos el caso de Simón Pedro. Pero este
versículo 16 continúa diciendo que los malvados caerán en el mal. Ese fue el
caso de Judas. Este proverbio ilustra perfectamente a esos dos discípulos del
Señor. Pedro era un hombre que estaba constantemente cayendo. Podemos
decir que fracasó cuando intentó caminar sobre el agua. No creo
personalmente que haya fracasado porque él realmente caminó sobre las
aguas. El caminó sobre el agua para dirigirse hacia Jesús, pero cuando apartó
sus ojos de Jesús y miró a aquellas olas agitadas, comenzó a hundirse. Pero
recordemos que el Señor lo rescató y el regresó caminando hacia el bote con
Jesús. Pero Pedro verdaderamente fracasó aquella noche en que Jesús fue
arrestado. El negó conocer a Jesús tres veces. Una y otra vez Pedro le falló al
Señor. Pero siempre se levantó y continuó con su Señor.
Cierto hombre dijo en una ocasión: "¿Sabe usted? ? he fracasado tantas veces
que hasta tengo vergüenza de ir al Señor y decirle a Él nuevamente que he
fracasado y que quiero comenzar de nuevo". Estimado oyente, usted puede
sentirse avergonzado, pero el Señor no lo está. Él está dispuesto a ayudarle
para comenzar una vez más". Este hombre dijo: "¿Cuántas veces puede un
hombre fracasar y ser restaurado nuevamente?" Bueno, no lo sabemos.
Nosotros hemos fracasado muchas veces, pero todavía nos acercamos a Él. Y
creemos, estimado oyente, que eso es lo importante ? que nosotros
regresemos a nuestro Padre celestial y le digamos a Él que hemos tropezado
y que nos hemos ensuciado nuevamente y pedirle que Él nos ayude a
regresar una vez más al servicio de Él. ¡Cuán maravilloso es tener un Padre
celestial así!)) Ahora, el versículo 17, de este capítulo 24, dice:
"No te regocijes cuando caiga tu enemigo, ni cuando él tropiece se alegre tu
corazón"
No podemos negar que cuando algo malo le ha sucedido a alguien que no nos
agrada, o que consideramos un adversario, hemos experimentado cierta
satisfacción, la hayamos expresado o no. Porque la naturaleza humana
reacciona de esa manera. Dios nos dice que no debemos alegrarnos de la
desgracia del enemigo. Esa actitud nuestra no resuelve el problema. ¿Por
qué? Leamos el versículo 18:
"No sea que el Señor lo vea y le desagrade, y aparte de sobre él su enojo."
Si usted se alegra de la caída de un enemigo, el Señor podría entonces
comenzar a prosperar a esa persona. En ese caso, usted se sentiría abatido.
Así que hay al menos una razón práctica para no alegrarse del mal que haya
caído sobre un enemigo. Luego, el versículo 19, de este capítulo 24, dice:
"No té impacientes a causa de los malignos ni envidies a los malvados"
Alguien quizá nos diga: "Ya hemos leído esto". Sí, es la misma idea que
encontramos en el versículo 1 de este capítulo. Entonces, por qué se repite.
Bueno, el propósito es mostrarnos lo importante que es.
¿Ha observado usted que algunas de las parábolas y ciertos milagros de
nuestro Señor aparecen repetidos en el relato Bíblico? Por ejemplo, la
alimentación de los 5.000 quedó registrada en los 4 evangelios. Cada uno de
los autores de los Evangelios añadió detalles que son peculiares a ese
Evangelio. Y el citado milagro fue considerado de tal importancia que fue
registrado para nosotros cuatro veces. Y la enseñanza de este proverbio
necesita ser repetida debido a su importancia.
Desde el versículo 23 hasta el final del capítulo hay una especie de apéndice,
que fue introducido por las palabras: "También estos son dichos de los
sabios". Leamos entonces el versículo 23:
"También estos son dichos de los sabios: Hacer distinción de personas en el
juicio no es bueno."
Aquí tenemos algo más que el joven necesitaba aprender antes de graduarse.
No era bueno hacer distinción de personas en un juicio.
Esto es algo muy importante y necesario para tener en cuenta en la vida
diaria por parte de las personas que se desempeñan en la gestión pública.
Los que desempeñan cargos directivos, que están en una posición de
autoridad, necesitan recordar esta norma. No debería existir ningún sistema
de privilegios para personas favoritas, sino que la administración de justicia
tendría que ser igual para todos. Y luego, el versículo 24, nos dice:
"A quien diga al malo: «Tú eres justo», los pueblos lo maldecirán y lo
detestarán las naciones"
Existe mucho de esto en el día de hoy. Los hombres malvados son elogiados.
Con frecuencia el malvado es llamado justo y el culpable declarado inocente.
Es una de las peores cosas que podría ocurrir. Continuemos leyendo el
versículo 29:
"No digas: «Haré con él como él hizo conmigo; pagaré a ese hombre según
merece su obra»."
Esto repite lo que hemos estado diciendo una y otra vez. Es el mismo
mensaje que el apóstol Pablo escribió a los Romanos, en 12:19, cuando dijo:
Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Finalmente por hoy, leamos los
versículos 33 y 34 de este capítulo 24 de Proverbios:
"Un poco de sueño, dormitar otro poco y otro poco descansar mano sobre
mano: así te llegará la miseria como un vagabundo, la pobreza como un
hombre armado."
Este joven que recibía estas enseñanzas se iba a graduar de la escuela de la
sabiduría. Podía tener muchos conocimientos y otras cualidades buenas,
pero si era perezoso, descubriría que esa disposición sería el mayor
obstáculo y desventaja que podría tener en la vida.
Estimado oyente, esa pereza, ese desgano pueden ser una indicación de una
vida que se está viviendo fuera de la voluntad de Dios, Dios tiene un
propósito para Sus hijos, y por Su Espíritu puede imprimirles una fuerza
renovadora que les impulse a vivir una vida de acción, de lucha ilusionada
por alcanzar les metas del propósito de Dios. Si usted siente esa sensación de
apatía, e incluso dudas de que la vida merezca la pena ser vivida, le
invitamos a acudir a Dios, para examinar cuál es su situación ante El. Quizás
la pregunta clave para que usted se formule sea: ¿Tengo yo una relación
personal con Dios?

Estudio bíblico de Proverbios 25


Proverbios 25
Continuamos hoy nuestro estudio de este Libro de Proverbios y llegamos al
capítulo 25. Ahora, este capítulo nos lleva a una nueva sección, a una división
nueva en el Libro de Proverbios. Estos son aun Proverbios de Salomón, pero
fueron reunidos y organizados por los hombres de Ezequías, La Septuaginta,
versión griega del Antiguo Testamento, los llama "los amigos de Ezequías".
Leamos los dos primeros versículos de este capítulo 25 de Proverbios:
"También estos son proverbios de Salomón, los cuales copiaron los varones
de Ezequías, rey de Judá: Gloria de Dios es encubrir un asunto, pero honra
del rey es investigarlo."
Esta es la manera en que el proverbio declara lo que Jesús dijo en Juan 5:39,
Escudriñad las Escrituras. Y el Apóstol Pablo, escribió lo mismo en 2
Timoteo 2:15: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
El versículo 2 habla investigar un asunto. Pero incluso en ese caso, tenemos
que reconocer que hay muchas cosas que Dios no nos ha revelado en
absoluto, y dudo que fuéramos capaces de entenderlas si El nos las hubiera
revelado. Son cosas inescrutables; están más allá de toda comprensión
humana. Como Dios mismo lo hizo claro cuando dijo en Isaías 55:9, Como
son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Sin embargo, lo que Dios nos ha revelado, deberíamos estudiarlo.
Deberíamos considerarlo. Es importante que reconozcamos nuestra
necesidad de examinar la Palabra de Dios y de estudiarla. Ahora, el versículo
3, de este capítulo 25 de Proverbios, dice:
"Para la altura de los cielos, para la profundidad de la tierra y para el
corazón de los reyes, no hay investigación."
A veces no entendemos lo que hacen nuestros gobernantes, Ellos
probablemente tienen una justificación para ello, porque conocen cosas que
nosotros no sabemos. Tampoco podemos comprender los caminos de Dios.
Pero no debemos ponernos a juzgar lo que Dios hace, porque todo lo que
Dios hace es bueno y apropiado. Veamos ahora lo que dicen los versículos 4
y 5:
"Quita la escoria de la plata y saldrá una alhaja para el fundidor. Aparta al
malvado de la presencia del rey, y su trono se afirmará en justicia."
De paso debemos decir que una de las peores cosas, según nuestra opinión,
que le puede ocurrir a una persona, es tener un mal consejero, alguien que lo
meta a uno en dificultades, problemas y pecados. Y luego, es bueno
encontrar a alguien que le pueda ayudar a uno a salir de esa situación. Y
podemos pensar en lo que esto puede significar para un hombre que se
encuentra en un alto cargo. Un hombre que toma decisiones comerciales que
pueden afectar a gran número de sus empleados, o un gobernante cuya
decisión afectaría a una gran parte de la población, necesitan tener a su lado
al consejero apropiado. Ahora, en los versículos 6 y 7, de este capítulo 25,
leemos:
"No te alabes delante del rey ni te pongas en el lugar de los grandes, porque
mejor es que se te diga: Sube acá, y no que seas humillado delante del
príncipe a quien tus ojos han visto"
EL principio del versículo 6 podría traducirse "No hagas ostentación" o "No
te des importancia". Recordemos que el Señor Jesucristo presentó una
parábola para ilustrar esta gran verdad, y lo hizo porque los guías religiosos
de Su día no estaban prestando ninguna atención a este proverbio. Cuando
un hombre importante invitó a muchos de sus amigos a una cena, había
reservado algunos lugares para ciertos invitados que quería honrar. Pero
cuando sonó la campana que anunciaba el comienzo de la cena todos se
precipitaron para conseguir los mejores lugares de la mesa con tanta prisa
que casi desordenaron todo lo que estaba arreglado, en su afán por ocupar
los lugares de mayor honor. El Señor Jesucristo estaba presente allí en ese
día y aparentemente Él esperó hasta que todos hubieron entrado. Y entonces
les dijo lo siguiente para corregirles. Cuando alguien te invite a una fiesta de
bodas, no te sientes en el lugar de honor, no sea que haya algún invitado más
distinguido que tu. Si es así, el que los invitó a los dos vendrá y te dirá:
"Cédele tu asiento a este hombre" Entonces, avergonzado, tendrás que
ocupar el último asiento. Más bien, cuando te inviten, siéntate en el último
lugar, para que cuando venga el que te invitó, te diga: "Amigo, pasa más
adelante a un lugar mejor". Así recibirás honor en presencia de todos los
demás invitados. Este relato se encuentra en Lucas 14:17-10.
Hay personas hoy a quienes llamamos avasalladores, prepotentes, que se
cuelan, que se introducen donde sea por cualquier medio, incluso en algunos
círculos cristianos. Son ambiciosos. Quieren destacarse sobre los demás y
ello es muy lamentable. Quizá uno podría criticar a alguien en el mundo de
los negocios por tratar de progresar de esa manera, pero en la obra cristiana
esto no debería suceder. Ahora, el versículo 8 dice:
"No entres apresuradamente en pleito, no sea que no sepas qué hacer luego,
cuando tu prójimo te haya avergonzado."
En cuanto a este tema el Señor Jesucristo presentó también una parábola
relatada en Lucas 14:31-32. EL dijo en esa ocasión: qué rey, al marchar a la
guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer
frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? 32Y si no puede,
cuando el otro está todavía lejos le envía una embajada y le pide condiciones
de paz.
Tenemos un ejemplo de esto en la vida de un personaje del Antiguo
Testamento, el rey Josías. Él fue un gran rey y dirigió el último gran
movimiento de reforma que experimentó Judá. Bajo su liderazgo hubo un
gran retorno a Dios, pero también cometió un gran error. A veces
simplemente un defecto estropea la vida de quien, por otra parte, fue un
gran hombre. Porque Josías fue realmente un gran hombre y un siervo
sobresaliente de Dios, pero cometió una lamentable equivocación.
Recordemos que el faraón Necao, rey de Egipto, vino a hacer la guerra no
contra Josías, sino contra un enemigo completamente diferente. Pero cuando
Josías salió a luchar contra él, el faraón Necao le dijo a Josías: "Yo no he
venido a luchar contra ti, sino contra la casa que me hace la guerra". Pero
este hombre Josías, que era un hombre joven, salió sin embargo a la lucha.
Pensamos que él creyó que esa era la voluntad de Dios para él. (Aquí
podemos añadir que muchos de nosotros culpamos al Señor por los errores
que cometemos en nuestras decisiones). Y así fue que Josías se metió en
graves dificultades y perdió la batalla. En realidad, él resultó muerto en esa
batalla en Megido, donde tendrá lugar también en el futuro la batalla de
Armagedón. Josías cometió el gran error de entrometerse en una situación
en la que no debería haberse implicado. El relato de este triste episodio se
encuentra en 2 Reyes 23:28-30. Esta es, pues, la lección que el Señor quiere
que veamos en este proverbio. Luego, encontramos en los versículos 9 y 10,
de este capítulo 25 de Proverbios, lo siguiente:
"Trata tu causa con tu compañero y no descubras el secreto a otro, no sea
que te deshonre el que lo oiga y tu infamia no pueda repararse."
Usted puede crearse muchos problemas si critica a su compañero ante una
persona ajena al asunto. Si su compañero o vecino tiene defectos, vaya y
hable con él personalmente. Ahora, leamos el versículo 11, de este capítulo
25:
"Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene."
¿No es cierto que es un hermoso símil? "Manzanas de oro". Aparentemente
la fruta a la cual se refiere el escritor aquí es la naranja. La naranja, como
otras frutas cítricas, era algo común y original de Israel. Allí se cultivan en el
día de hoy algunas de las mejores naranjas del mundo.
Al recorrer la Biblia encontramos que ciertos individuos pronunciaron la
palabra apropiada en el momento adecuado. A veces fue una palabra de
aprobación, otras, de reprensión. Pero esas palabras fueron necesarias y
fueron expresadas correctamente. Fueron las palabras apropiadas para la
situación, lo que correspondía decir en cada caso.
Este es un asunto sobre el cual la mayoría de nosotros debería orar: el qué
decir, y el momento apropiado para decirlo. Tenemos que reconocer que
muchas veces podemos decir la palabra equivocada en el momento correcto,
u otras veces tenemos la habilidad de decir la palabra correcta en el
momento equivocado. Y hay ocasiones en las que, probablemente, no
deberíamos abrir la boca en absoluto.
Seguramente usted conoce a un hijo de Dios que tiene la reputación de ser
capaz de decir la palabra conveniente en el momento oportuno; como dice
este proverbio del versículo 11, la palabra dicha como conviene. Y como el
mismo proverbio dice, es como ver naranjas enmarcadas en plata. Las
naranjas doradas y el marco de plata, como todos sabemos, armonizan, muy
bien.
Ahora, el versículo 12, de este capítulo 25, dice:
"Como pendiente de oro y adorno de oro fino es el que reprende al sabio que
tiene oído dócil."
Todos podemos ver los hermosos pendientes que utilizan las mujeres. Esto
describe el efecto de alguien que reprende con sabiduría a un oído
obediente. Hay ocasiones en las que una persona debería ser reprendida.
Vivimos en tiempos en los cuales si reprobamos a alguien, especialmente si
lo hacemos en público, la gente piensa que hemos perdido a tal persona y
que nunca podremos recuperarla. Estimado oyente, si es una buena persona,
de todas formas, usted podrá recuperar su amistad. Así es que hay
oportunidades en las que no hay más remedio que reprender a una persona.
Ahora, el versículo 13, dice:
"Como frío de nieve en tiempo de siega, así es el mensajero fiel a quienes lo
envían, pues reconforta el alma de su señor."
En aquellos días hacía realmente calor en el tiempo de la cosecha. Y al llegar
el día, subían al Monte Herman, recogían algo de nieve y la bajaban de allí. Y
era realmente buena, refrescante, con un sabor maravilloso. Y eso es un
mensajero fiel. No es extraño que el Señor vaya a decirles a algunos: Bien,
buen siervo y fiel (Mateo 25:21.
A todos nos gusta estar rodeados de personas fieles. Un hombre quiere tener
una esposa fiel, y una esposa, un marido fiel. Y ambos quieren tener hijos
fieles. Y un ejecutivo o jefe de oficina quiere tener empleados fieles. Un
pastor de una iglesia desea tener un equipo de fieles colaboradores, o una
congregación fiel. Y la iglesia quiere tener un fiel pastor. La fidelidad es una
hermosa cualidad. Tener a nuestro lado a alguien fiel es, como ilustra
nuestro proverbio, como una bebida fresca en un día caluroso. Continuemos
leyendo el versículo 14, que dice:
"Como nubes y vientos sin lluvia, así es el tacaño que se jacta de su
generosidad."
A algunas personas les gusta enorgullecerse de dones o capacidades que no
tienen. Esta es una figura de los apostatas en los últimos días. El apóstol
Judas (12 y 13) los describió en un lenguaje muy vivo. Los describió como
nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales,
sin fruto, Y añadió, Son fieras ondas del mar, que arrojan como espuma su
propia vergüenza. ¡Qué cuadro descriptivo el que tenemos aquí! Luego,
pasando al versículo 16 de este capítulo 25 de Proverbios, leemos:
"¿Hallaste miel? Come solo lo necesario, no sea que harto de ella la vomites."
Debemos decir aquí que en el Antiguo Testamento la miel ilustró la dulzura
natural. No se permitía usar la miel en el pan o en la carne del sacrificio;
porque ese sacrificio nos habla de Jesucristo en su humanidad. Y no había
una dulzura natural en Él.
¿Se ha encontrado usted estimado oyente, con personas que son tan dulces,
que dicen palabras tan dulces, que hasta resultan empalagosas, molestas?
Observemos que aquí se nos dice que no comamos miel, porque la mucha
miel provoca nauseas. Y el versículo 17, es algo muy bueno también; escuche
usted:
"No pongas con exceso tu pie en la casa de tu vecino, no sea que, harto de ti,
te aborrezca."
Aquí se contiene un buen consejo para conservar una amistad, advirtiendo
sobre el abuso de la hospitalidad, la educación y el tacto. Luego, en el
versículo 19, leemos:
"Como diente roto y pie descoyuntado es confiar en un prevaricador en
momentos de angustia."
El confiar en gente desleal en momentos de angustia, nos recuerda al
personaje Judas Iscariote. Seguramente usted habrá conocido personas de
esta clase a lo largo de su vida. Luego, leemos en los versículos 21 y 22, de
este capítulo 25, de Proverbios, lo siguiente:
"Si el que te aborrece tiene hambre, dale de comer pan, y si tiene sed, dale de
beber agua; pues, haciendo esto, harás que le arda la cara de vergüenza, y el
Señor te recompensará."
Recordemos que el Señor Jesucristo repitió este principio, y lo mismo hizo el
apóstol Pablo. Es un principio importante. Es algo muy importante, debemos
decirlo. Luego, el versículo 24, dice:
"Mejor es estar en un rincón del terrado que con mujer pendenciera en casa
espaciosa."
Esta consideración ya la hemos visto con anterioridad. El rey Salomón, que
tuvo tantas esposas, debe haber tenido muchos problemas con algunas de
ellas. Es posible que esta sea la razón por la cual este tema se menciona con
tanta frecuencia. Siguiendo adelante, leamos ahora el versículo 25, que dice:
"Como el agua fría para el sediento, así son las buenas noticias de lejanas
tierras."
Y a propósito, estimado oyente, ¿ha recibido usted noticias recientes de su
familia? O, ¿le ha escrito usted a algún ser querido? Esto es algo muy
importante. Pero en este versículo hay algo mucho más grande, que llama la
atención.
Han llegado noticias de un país lejano. El Señor Jesús dijo, en Juan 16:28: Salí
del Padre y he venido al mundo; Otra vez dejo el mundo y regreso al Padre.
Pero en ese breve período de tiempo, como dijo Juan Wesley: "Dios fue
reducido a un instante: y El trajo su salvación, estimado oyente, y la mía
también". Esas son las buenas nuevas que nos han llegado de tierras lejanas.
Por cierto, estimado oyente, permítanos preguntarle: ¿Le ha recibido usted
ya a Él? ¿Le ha aceptado ya como su único y suficiente Salvador? El es el
Agua de la Vida. El es agua fría para un alma sedienta. Leamos ahora el
versículo 26:
"Como fuente turbia y manantial sucio es el justo que cede ante el malvado."
Esta es la comparación que se hace con la persona justa, una persona que ha
sido fiel a la verdad, pero que finalmente cede ante el malvado. Esto sucede
muchas veces en el área de los negocios. También suele suceder en el ámbito
de la política, cuando una persona íntegra, para poder acceder a un cargo de
poder e influencia, flaquea ante aquel que no tiene escrúpulos. Y el ver estos
casos trae tristeza y sufrimiento; es como llegar a una fuente cuando uno
está sediento, y la encuentra cubierta de espuma y sustancias
contaminantes. Este versículo es bastante descriptivo. Leamos ahora el
versículo 27:
"Comer mucha miel no es bueno, ni el buscar la propia gloria es gloria."
Un poco de miel es buena, pero si no se abusa de la cantidad que uno coma.
Para un ser humano ambicionar su propia gloria, especialmente en el
ministerio para Dios, es muy dañino espiritualmente... Algunos cristianos
podrían caer en ese tipo de ambición desmedida y perjudicar mucho
espiritualmente a los demás. Finalmente por hoy, leamos el versículo 28 de
Proverbios 25:
"Como ciudad destruida y sin murallas es el hombre que no pone freno a su
espíritu."
Este se refiere a un hombre o a una mujer que no puede controlar sus
emociones, que carece de autocontrol. Y usted sabe que el autocontrol es un
fruto del Espíritu Santo. Ahora, hay momentos en que una persona tiene que
defender algo, denunciar algo con gran emoción. Pero, estimado oyente,
tenemos que reconocer nuestra necesidad de controlar nuestro espíritu.
Para ello, los hijos de Dios, es decir, los que hemos confiado en el Señor
Jesucristo como nuestro Salvador, confiamos en la acción del Espíritu Santo,
que habita en los creyentes, y obra en aquellos que se dejan controlar por El.

Estudio bíblico de Proverbios 25:24-26:28


Proverbios 25:24-26:28
Antes de entrar a considerar el capítulo 26 de Proverbios, vamos a
recapitular sobre los últimos versículos del capítulo anterior, el capitulo 25.
Vamos a comenzar entonces nuestra lectura en el versículo 24 de Proverbios
25:
"Mejor es estar en un rincón del terrado que con mujer pendenciera en casa
espaciosa."
Esta consideración ya la hemos visto con anterioridad. El rey Salomón, que
tuvo tantas esposas, debe haber tenido muchos problemas con algunas de
ellas. Es posible que esta sea la razón por la cual este tema se menciona con
tanta frecuencia. Siguiendo adelante y leamos ahora el versículo 25, que
dice:
"Como el agua fría para el sediento, así son las buenas noticias de lejanas
tierras."
Y a propósito, estimado oyente, ¿ha recibido usted noticias recientes de su
familia? O, ¿le ha escrito usted a algún ser querido? Esto es algo muy
importante. Pero en este versículo hay algo mucho más grande, que llama la
atención.
Han llegado noticias de un país lejano. El Señor Jesús dijo, en Juan 16:28: Salí
del Padre y he venido al mundo; Otra vez dejo el mundo y regreso al Padre.
Pero en ese breve período de tiempo, como dijo Juan Wesley: "Dios fue
reducido a un instante: y El trajo su salvación, estimado oyente, y la mía
también". Esas son las buenas nuevas que nos han llegado de tierras lejanas.
Por cierto, estimado oyente, permítanos preguntarle: ¿Le ha recibido usted
ya a Él? ¿Le ha aceptado ya como su único y suficiente Salvador? El es el
Agua de la Vida. El es agua fría para un alma sedienta. Leamos ahora el
versículo 26:
"Como fuente turbia y manantial sucio es el justo que cede ante el malvado."
Esta es la comparación que se hace con la persona justa, una persona que ha
sido fiel a la verdad, pero que finalmente cede ante el malvado. Esto sucede
muchas veces en el área de los negocios. También suele suceder en el ámbito
de la política, cuando una persona íntegra, para poder acceder a un cargo de
poder e influencia, flaquea ante aquel que no tiene escrúpulos. Y el ver estos
casos trae tristeza y sufrimiento; es como llegar a una fuente cuando uno
está sediento, y la encuentra cubierta de espuma y sustancias
contaminantes. Este versículo es bastante descriptivo. Leamos ahora el
versículo 27:
"Comer mucha miel no es bueno, ni el buscar la propia gloria es gloria."
Un poco de miel es buena, pero no así abusar de la cantidad que uno coma.
Para un ser humano ambicionar su propia gloria, especialmente en el
ministerio para Dios, es muy dañino espiritualmente... Algunos cristianos
podrían caer en ese tipo de ambición desmedida y perjudicar mucho
espiritualmente a los demás. Finalmente por hoy, leamos el versículo 28 de
Proverbios 25:
"Como ciudad destruida y sin murallas es el hombre que no pone freno a su
espíritu."
Este se refiere a un hombre o a una mujer que no puede controlar sus
emociones, que carece de autocontrol. Y usted sabe que el autocontrol es un
fruto del Espíritu Santo. Ahora, hay momentos en que una persona tiene que
defender algo, denunciar algo con gran emoción. Pero, estimado oyente,
tenemos que reconocer nuestra necesidad de controlar nuestro espíritu.
Para ello, los hijos de Dios, es decir, los que hemos confiado en el Señor
Jesucristo como nuestro Salvador, confiamos en la acción del Espíritu Santo,
que habita en los creyentes, y obra en aquellos que se dejan controlar por El.
Y así llegamos a

Proverbios 26
La primera sección trata sobre el insensato. La Biblia, especialmente el libro
de los Proverbios, tiene mucho que decir sobre el insensato. Y este término
no se refiere a una persona que tiene una deficiencia mental. Dios no está
hablando a un individuo con una mentalidad simple o que padece de una
aberración mental. El insensato a quien Dios está hablando puede incluso
ser una persona brillante y tener un título académico.
El rey David escribió en el Salmo 14:1, Dice el necio en su corazón: "No hay
Dios", Una persona falta de sensatez, aunque sea brillante intelectualmente,
y con ideales elevados, es una persona atea. Al usar el término insensato,
Dios se está refiriendo a alguien que le ha rechazado. Leamos el primer
versículo de este capítulo 26 de Proverbios.
"Como no le sienta la nieve al verano ni la lluvia a la siega, tampoco le
sientan los honores al necio."
Una de las características de un insensato es que no le importa sacrificar su
honor. Francamente, es como si no le importara ser alguien. Y dice el
versículo 2:
"Como gorrión que vaga o golondrina en vuelo, así la maldición nunca viene
sin causa."
Las predicciones de cosas que supuestamente van a suceder, no siempre
ocurren. Por cierto, hoy algunos se llaman a sí mismo profetas y persisten en
anunciar lo que va a suceder en los próximos años. Algunos eventos
anunciados, puede que ocurran. Pero ellos no están obteniendo su
información de Dios, porque a veces se equivocan, y un profeta de Dios
nunca se equivoca. (ver Dt. 18:20-22). Leamos
Ahora el versículo 3:
"El látigo para el caballo, el cabestro para el asno y la vara para la espalda
del necio."
Esta es una realidad. El caballo y el asno pueden ser entrenados y
responderán a lo que han aprendido. Y el insensato, a lo único que puede
responder es a la verdadera disciplina. Dicen los versículos 4 y 5:
"Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que no seas tú
también como él; responde al necio como merece su necedad, para que no se
tenga por sabio en su propia opinión."
Estos dos proverbios no se contradicen sino que nos presentan dos líneas
posibles de conducta para hacer frente a un insensato. Tenemos que
determinar si debemos responder a sus argumentos o no. Leamos ahora el
versículo 6:
"Como cortarse los pies o beber algo en daño propio es enviar un mensaje
por medio de un necio."
O sea que constituye un grave error enviar un mensaje por medio del
individuo equivocado. Y el versículo 7 dice:
"Como las piernas del cojo, que cuelgan inútiles, es el proverbio en la boca
del necio."
Se podría extender esta afirmación a la interpretación de las parábolas. Hay
algunas interpretaciones que se han hecho de parábolas de la Biblia que nos
recuerdan la última parte de este proverbio. Y el versículo 8 añade:
"Como atar la piedra a la honda es rendir honores al necio."
Aquí quiere decir que dar honor a un insensato es simplemente
proporcionarle munición, es decir, argumentos. Leamos el versículo 9:
"Como espina clavada en la mano de un borracho es el proverbio en la boca
de los necios."
Una espina en la mano de un borracho probablemente le herirá no solo a él
sino también a los demás. Lo mismo le sucede a un insensato que ejerza
como profesor la función de la enseñanza. Se lastimará a sí mismo y a
aquellos que le escuchan. Y el versículo 10 agrega lo siguiente:
"Como arquero que a todos hiere es el que contrata a insensatos y
vagabundos."
Podemos estar completamente seguros de las consecuencias e influencia del
depender de la ayuda o el trabajo de esas personas. Y observemos lo que
dice el versículo 11:
"Como perro que vuelve a su vómito es el necio que repite su necedad."
No podemos pensar en una declaración más fuerte. Incluso pensar en ello es
repulsivo y nauseabundo. Este es el punto de vista que el apóstol Pedro nos
presentó sobre el hipócrita. En su segunda carta 2:22 escribió: 22Pero les ha
acontecido lo que con verdad dice el proverbio: «El perro vuelve a su vómito,
y la puerca lavada a revolcarse en el cieno».
Recordemos que cuando el hijo pródigo se encontraba en la pocilga, sabía
que estaba en el lugar equivocado, que no le correspondía, y entonces
regresó a su hogar. Supongamos que al regresar al hogar, hubiera traído con
él uno de los cerdos de la pocilga. El pequeño cerdo no habría disfrutado de
la casa del padre, y finalmente se habría dirigido a la pocilga. Con el tiempo,
todos los hipócritas que se hayan refugiado bajo la apariencia de cristianos,
es decir, que simulan ser cristianos e hijos de Dios, serán descubiertos.
A algunas personas no les agrada que se mencionen estos temas en círculos
cristianos. Lo cierto es que la Biblia enseña que hay seguridad para el
creyente, y también que hay inseguridad para el que simula ser creyente. Así
que el proverbio se refiere al hipócrita. Continuemos leyendo el versículo
12:
"¿Has visto a un hombre que se tiene por sabio? ¡Pues más puede esperarse
de un necio que de él!"
Hay algo peor que un insensato, y es un ególatra, alguien que tiene una
elevada opinión de sí mismo. Y dice el versículo 20:
"Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso cesa la contienda."
En ciertos grupos se provoca repetidamente la amargura, porque ciertas
personas que forman parte de ellos, continúan añadiendo un poco de leña al
fuego. Si nadie estuviera alimentando, el fuego se extinguiría. Es decir, que
los conflictos cesarían. El versículo 21 dice:
"Como el carbón para las brasas y la leña para el fuego es el hombre
pendenciero para encender contienda."
Hay ciertas personas que causan conflictos, apenas comienzan a asistir a una
iglesia o se hacen miembros de ella. Y usted los encontrará hoy en el servicio
cristiano. Son conflictivas, con problemas de convivencia y agitan el
ambiente continuamente. Nunca están realmente interesados en la palabra
de Dios, aunque simulan estarlo. Leamos ahora el versículo 22:
"Las palabras del chismoso son como bocados suaves que penetran hasta las
entrañas."
Otra versión lo traduce así: "Los chismes son como ricos bocados: se
deslizan hasta las entrañas". A la gente le encanta escuchar esas pequeñas y
selectas dosis de cotilleo. Les gusta oírlas, pero esas dosis son difíciles de
digerir y finalmente les harán daño. Un verdadero hijo de Dios no desea oír
cosas desagradables.
Ahora, aquí tenemos una de las secciones más extensas y sólidas contra la
hipocresía, y se refiere a la hipocresía entre el pueblo de Dios. Leamos
entonces los versículos 23 al 28 de Proverbios 26:
"Como baño de plata sobre un tiesto son los labios lisonjeros y el mal
corazón. El que odia, lo disimula con los labios, pero en su interior maquina
engaño; por más que hable amigablemente, no le creas, porque siete
abominaciones hay en su corazón. Aunque con disimulo encubra su odio, su
maldad será descubierta en la congregación. El que cava una fosa caerá en
ella; al que rueda una piedra, se le vendrá encima. La lengua falsa atormenta
al que ha lastimado; la boca lisonjera conduce a la ruina."
Hay personas que hacen una profesión de fe en Jesucristo, pero que no son
realmente hijos de Dios. Los llamamos hipócritas porque fingen ser lo que
no son. Ahora ellos no deberían molestar o afectar a aquellos que se
encuentran dentro o fuera de la iglesia por el mismo hecho que una
falsificación necesita un original genuino y valioso. Por lo que sabemos,
nadie falsifica monedas o billetes de los valores mínimos. Solo se falsifican
billetes a partir de cierto valor. Así que no deberíamos sorprendernos los
cristianos falsos. Este grupo de Proverbios describe al que es falso y advierte
contra él. Él le halagará, sin embargo en su corazón le detestará.
Fue Tácito el que hizo la siguiente declaración. "Es normal que los hombres
odien a quienes han herido". El Dr. Ironside lo expresó de la siguiente
manera: "Consciente de haber agraviado a otro, y decidido a no confesarlo, el
que finge guardará en su corazón el odio contra el objeto de su injusticia.
Para ocultar sus sentimientos miserables, tal persona halagará con sus
labios, mientras esté todo el tiempo conspirando para destruir a su víctima."
Un ejemplo de halagos e hipocresía de la Biblia lo tenemos en Amán,
personaje que estudiamos en el libro de Esther. Recordemos cómo él
pronunciaba sus halagos. Este hombre estaba conspirando para destruir a
todo un pueblo, incluyendo a la reina que se sentaba en el trono. Era un
malvado. Halagó al rey y, sin embargo, era obvio que estaba tratando de
derrocar al rey.
La hipocresía puede estar presente en algunos círculos cristianos, y
necesitamos reconocerlo. No vale la pena ocultarlo. A veces tratamos de
actuar en la iglesia o en círculos cristianos, como si allí no hubiera nada
malo. Y creemos que podemos ignorarlo. Pensamos que si lo ignoramos,
desaparecerá. Nos sentimos como derrotados si alguien menciona la
presencia de la hipocresía. Nos sentimos vencidos nosotros mismos si
reconocemos que, incluso en nuestros corazones hay, a veces, esa raíz de
amargura. Los cristianos tenemos que enfrentar a estos pecados, y los
proverbios son buenos para ayudarnos a afrontarlos.
Constituyen una palabra de advertencia para aquellos que han hecho una
profesión de fe, declarándose cristianos, y, sin haber experimentado en sus
corazones la acción regeneradora del Espíritu Santo, se mueven en los
ambientes cristianos fingiendo una fe que, en realidad, no existe. Tarde o
temprano, la ausencia de fruto en la vida de esas personas pone en evidencia
que no tienen una relación con Dios, que no han aceptado la obra del Señor
Jesucristo en la cruz. Estos proverbios que hemos citado también
constituyen una palabra de advertencia para los cristianos, en quienes la
fuerza de su vieja naturaleza humana les lleva a comportarse fingiendo
afectos en sus relaciones con los demás, sin sinceridad, y con doblez. Esas
actitudes revelan una pobre condición espiritual, que pone en evidencia que
no tienen una relación íntima de comunión con Dios. En ese sentido, viene
bien recordar las palabras del apóstol Santiago, que escribió otro libro muy
práctico del Nuevo Testamento que, como el libro de los Proverbios, advierte
directamente contra ciertos pecados muy comunes en las relaciones
humanas, Dijo el apóstol Santiago en su carta, 3:17, Pero la sabiduría de lo
alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena
de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía. Estas
palabras retratan todo lo que debe caracterizar la vida de un verdadero
cristiano y nos ofrecen la imagen de una persona transparente, que revela el
fruto del Espíritu de Dios hecho realidad en la vida diaria, una persona que
confía en Dios y goza de la confianza de todos los que la tratan. Este es, pues,
el milagro que Dios puede hacer en las personas que por medio del Señor
Jesucristo se acercan a Él para recibir la vida eterna, y que se entregan a El
incondicionalmente para que El las transforme.

Estudio bíblico de Proverbios 26:23-27:24


Proverbios 26:23-27:24
Antes de entrar de lleno al estudio del capítulo 27, vamos a volver un poco al
capítulo 26, y vamos a estudiar una vez más, o a ampliar lo que dijimos con
respecto a la última parte, que constituye una de las secciones más extensas
y sólidas contra la hipocresía,
Leamos entonces los versículos 23 al 28 de Proverbios 26:
"Como baño de plata sobre un tiesto son los labios lisonjeros y el mal
corazón. El que odia, lo disimula con los labios, pero en su interior maquina
engaño; por más que hable amigablemente, no le creas, porque siete
abominaciones hay en su corazón. Aunque con disimulo encubra su odio, su
maldad será descubierta en la congregación. El que cava una fosa caerá en
ella; al que rueda una piedra, se le vendrá encima. La lengua falsa atormenta
al que ha lastimado; la boca lisonjera conduce a la ruina."
Hay personas que hacen una profesión de fe en Jesucristo, pero que no son
realmente hijos de Dios. Los llamamos hipócritas porque fingen ser lo que
no son. Ahora ellos no deberían molestar o afectar a aquellos que se
encuentran dentro o fuera de la iglesia por el mismo hecho que una
falsificación necesita un original genuino y valioso. Por lo que sabemos,
nadie falsifica monedas o billetes de los valores mínimos. Solo se falsifican
billetes a partir de cierto valor. Así que no deberíamos sorprendernos ante
cristianos falsos. Este grupo de Proverbios describe al que es falso y advierte
contra él. Él le halagará, sin embargo en su corazón le detestará.
Fue Tácito el que hizo la siguiente declaración. "Es normal que los hombres
odien a quienes han herido". El Dr. Ironside lo expresó de la siguiente
manera: "Consciente de haber agraviado a otro, y decidido a no confesarlo, el
que finge guardará en su corazón el odio contra el objeto de su injusticia.
Para ocultar sus sentimientos miserables, tal persona halagará con sus
labios, mientras esté todo el tiempo conspirando para destruir a su víctima."
Un ejemplo de halagos e hipocresía de la Biblia lo tenemos en Amán,
personaje que estudiamos en el libro de Esther. Recordemos cómo él
pronunciaba sus halagos. Este hombre estaba conspirando para destruir a
todo un pueblo, incluyendo a la reina que se sentaba en el trono. Era un
malvado. Halagó al rey y, sin embargo, era obvio que estaba tratando de
derrocar al rey.
La hipocresía puede estar presente en algunos círculos cristianos, y
necesitamos reconocerlo. No vale la pena ocultarlo. A veces tratamos de
actuar en la iglesia o en círculos cristianos, como si allí no hubiera nada
malo. Y creemos que podemos ignorarlo. Pensamos que si lo ignoramos,
desaparecerá. Nos sentimos como derrotados si alguien menciona la
presencia de la hipocresía. Nos sentimos vencidos nosotros mismos si
reconocemos que, incluso en nuestros corazones hay, a veces, esa raíz de
amargura. Los cristianos tenemos que enfrentar a estos pecados, y los
proverbios son buenos para ayudarnos a afrontarlos.
Bien, llegamos ahora a

Proverbios 27
Este capítulo trata el tema de la amistad. Leamos el primer versículo de este
capítulo 27:
"No te jactes del día de mañana porque no sabes qué dará de sí el día."
Hay una filosofía de la indecisión, de la falta de resolución, que nos resulta
muy familiar. Posterga para el día de mañana lo que no se puede hacer hoy.
Hay un Proverbio que dice: "El camino del mañana, termina en la casa de
nunca". Y podemos agregar otro Proverbio que dice: "La indecisión es el
ladrón del tiempo". Y otro más que nos dice: "El tiempo perdido no se
recupera jamás". Sin embargo, la Palabra de Dios dice: Si oís hoy su voz, no
endurezcáis vuestros corazones. (He. 4:7) Y también dice: Ahora es el
tiempo aceptable; ahora es el día de salvación. (2 Co. 6:2) También en el
Antiguo Testamento la Escritura nos dice en Isaías 1:18: Venid ahora, y
razonemos --dice el Señor. La tendencia humana es la de esperar hasta otra
ocasión. Recordemos que el gobernador Félix tembló cuando escuchó el
evangelio que le predicó el apóstol Pablo. Pablo, aun siendo un prisionero, le
habló sobre la salvación de su alma, y Félix le respondió, como leemos en
Hechos 24:25; Ahora vete, y cuando tenga oportunidad, te llamaré. Según la
información que tenemos en la Palabra de Dios, esa otra oportunidad nunca
se le llegó a presentar a Félix. También podemos recordar a Faraón en
Egipto, que siempre prometía dejar salir a los israelitas, no en el día en que
se lo pedían, sino al día siguiente. Finalmente, sus repetidos aplazamientos
le costaron la vida de su hijo mayor y de todos los hijos mayores de Egipto.
El día de hoy es siempre el día de salvación. Nadie sabe lo que nos deparará
el día de mañana. Veamos ahora lo que dice el versículo 2 del capítulo 27 de
Proverbios:
"Alábete el extraño y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos."
Goliat tendría que haber escuchado este proverbio. El desfilaba cada día
delante del ejército de Israel, flexionaba sus músculos, les decía cuán grande
era y que banda de cobardes eran ellos. Finalmente, se metió en problemas
cuando se enfrentó a un joven llamado David. Ahora, en el versículo 3, de
este capítulo 27 de Proverbios, leemos:
"Pesada es la piedra y la arena pesa, pero más pesada que ambas es la ira del
necio."
Si un necio está enojado con usted, estimado oyente, entonces usted puede
tener problemas, porque un necio no tiene discreción. Dirá y hará cualquier
cosa. Luego, el versículo 4, dice:
"Cruel es la ira e impetuoso el furor, pero ¿quién podrá sostenerse delante
de la envidia?"
Los celos son una expresión de la envidia. Dice Cantares 8:6, duros como el
sepulcro los celos. Sus brasas son brasas de fuego, potente llama.
Y recordemos también lo que los celos causaron en la vida de Jacob. Los
hermanos vendieron a José como esclavo a causa de sus intensos celos.
Luego, los versículos 5 y 6, de este capítulo 27, nos dicen:
"Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Leales son las heridas que
causa el que ama, pero falsos los besos del que aborrece."
Este es un contraste del cual tenemos muchos ejemplos en la Biblia. El
apóstol Pablo reprendió a Simón Pedro cuando dejó de comer con los no
judíos. Pedro necesitaba esa reprensión, la aceptó del apóstol Pablo y entre
ellos no hubo rencor ni hostilidad. Es maravilloso el tener un amigo que
puede llamarnos la atención en cuanto a nuestras faltas y corregirnos así.
El contraste de este proverbio, cuando dice que son falsos los besos del que
aborrece, está bien ejemplificado en Judas Iscariote, que traicionó a Jesús
con un beso. Ahora, el versículo 7, dice:
"El hombre saciado desprecia el panal de miel, pero al hambriento, aun lo
amargo le resulta dulce."
Esta es la razón por la cual en algunos lugares de la tierra existen comidas
tan elaboradas. Las personas están mimadas, tan acostumbradas a la buena
comida que los alimentos tienen que ser preparados de maneras poco
corrientes; incluso tienen que ser exóticas para estimular el apetito.
Pensamos que esa es la causa por la cual la comida en algunos países haya
llegado a alcanzar tal grado de perfección, porque las clases pudientes del
pasado tuvieron de todo y se cansaron simplemente de comer una comida
sencilla; por tanto los cocineros de la época tuvieron que inventar, ? si se nos
permite la expresión, ? comidas diferentes y que tuvieran un sabor distinto.
Pero frente a esa imagen de abundancia, tenemos el contraste del hombre
hambriento. Y ello nos recuerda el hambre que padecen millones de
personas en vastas regiones de la tierra. Para el hambriento, cualquier
comida tiene un buen sabor.
Esto también lo podemos aplicar a la Palabra de Dios. Tenemos que
alimentarnos espiritualmente de ella, comerla, masticarla, rumiarla. Esto es
lo que significa meditar en la Palabra de Dios. Que Dios nos de ese apetito,
esa hambre por Su Palabra. Ahora, el versículo 8, de este capítulo 27 de
Proverbios, dice:
"Cual ave errante lejos de su nido es el hombre errante lejos de su hogar."
Existen personas en iglesias y círculos cristianos que no encuentran como
encajar en un lugar adecuado para ellas. Y esa es la razón por la cual Dios ha
dado a cada creyente un don. Eso lo vimos ya cuando estudiamos la Primera
Epístola a los Corintios, capítulo 12, versículo 18, donde el apóstol Pablo
dijo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de
todos. Y Dios tiene un lugar particular para que cada creyente ejercite el don
que le ha sido dado. También dijo Pablo en el versículo 18 de este mismo
capítulo: 18Pero ahora Dios ha colocado cada uno de los miembros en el
cuerpo como él quiso. Cada uno de nosotros debería ocupar precisamente
ese lugar y poner en práctica nuestro propio don. En el Nuevo Testamento
tenemos ejemplos de personas que aparentemente no utilizaron sus dones.
Por ejemplo, el Apóstol Pablo nos habló de un hombre llamado Demas; en su
Segunda Epístola a Timoteo, capítulo 4, versículo 10, leemos: porque Demas
me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. O sea
que, ese hombre regresó nuevamente al mundo. Por lo que sabemos, nunca
se adaptó al lugar que Dios tenía para él. Leamos ahora, los versículos 9 y 10,
de este capítulo 27 de Proverbios:
"Los aceites y perfumes alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al
hombre. No dejes a tu amigo ni al amigo de tu padre, ni vayas a la casa de tu
hermano en el día de tu aflicción: mejor es un vecino cerca que un hermano
lejos."
A veces cuando una persona se traslada de un lugar a otro, de una ciudad a
otra, deja a todos sus parientes y tiene que hacer nuevos amigos. Algunos no
logran hacer nuevos amigos y pasan una vida bastante solitaria. Y aquí se
nos dice que mejor es el vecino cerca que el hermano lejos. Quizá los amigos
y parientes de uno residan muy lejos de nosotros Así, es bueno tener vecinos
amigos, personas próximas a nosotros que se interesen en uno. Pasamos
ahora al versículo 12:
"El prudente ve el mal y se esconde, pero los incautos pasan y se llevan el
daño."
Uno de los grandes beneficios del estudio de la profecía. es que sabemos lo
que vendrá. Sinceramente hablando, yo me sentiría muy desanimado y
pesimista si tuviera que contar con que las personas resolvieran nuestros
problemas actuales. No creo que el ser humano tenga la solución. Según las
apariencias, nos movemos hacia una crisis y una catástrofe. No hay ninguna
duda en cuanto a esto. Sería un error que cualquier persona pensara que el
hombre puede resolver los crecientes problemas que están surgiendo día a
día. La Palabra de Dios deja bien en claro que los problemas se
incrementarán y que Dios juzgará a este mundo.
Este proverbio nos aconseja hacer planes para nuestro futuro. Dice aquí, El
prudente ve el mal y se esconde, es decir, que lo evita. O sea, que él se
prepara para el día que vendrá. Hay personas que opinan que uno no debe
prepararse para sus necesidades futuras, que no debe tener ninguna clase de
seguro y dan una respuesta piadosa, diciendo: "Usted debe confiar en el
Señor". Bueno, el Señor ha provisto estos seguros, planes de ahorro y
jubilación para nosotros y debemos aprovecharnos de ellos. Ya hemos dicho
en alguna oportunidad que la fe no está reñida con el sentido común. Ahora,
el versículo 14, de este capítulo 27 de Proverbios, nos dice:
"A quien de madrugada bendice en alta voz a su amigo, por maldición se le
contará."
Hay mucha ironía en estas palabras. Hay aquellos que hacen tal declaración
de amor y afecto, que uno siempre piensa que quizá hay algo detrás de
semejantes declaraciones. Uno debe tener cuidado con aquellos que nos
están elogiando más de lo que en realidad merecemos.
Una ilustración de la Biblia de este asunto es la manera en que Absalón se
ganó los corazones de los hombres de Israel (2 Samuel 15:1-6). Se levantaba
temprano por la mañana, se situaba en la puerta de la ciudad para hablar
con los hombres que iban a ver al rey para exponerle un problema. Entonces,
Absalón los halagaba, simulaba mostrarles afecto y se mostraba interesado
en sus casos. Pero su verdadero interés era ganar su apoyo para cuando él se
apoderara del trono. (El había escuchado lo que los hombres de Israel
decían, ese grupo de jóvenes que le habían rodeado y que le alababan y le
dijeron que él debería ser el rey en lugar de su padre. Él no tendría que
haber escuchado los elogios de esa gente. ) Hay que tener mucho cuidado
con este asunto de los halagos, y de las alabanzas de los demás. Hay un
proverbio moderno que dice algo así: "El halago es como el `perfume, la idea
es olerlo, pero no tragarlo". Leamos ahora el versículo 17 de Proverbios 27:
"El hierro con hierro se afila, y el hombre con el rostro de su amigo."
Es positivo tener un amigo con quien enriquecer la propia mente, Uno puede
discutir ciertos temas espirituales con él y obtener un beneficio de su
experiencia. Y al final de la conversación, uno siempre sale animado, con más
fuerzas y siempre logra aprender algo.
Pasemos ahora al versículo 19:
"Como el rostro en el agua es reflejo del rostro, así el hombre se refleja en el
corazón del hombre."
Es magnífico tener un amigo al cual uno puede abrir su corazón sabiendo
que éste no lo va a traicionar. Un amigo es alguien que lo conoce a uno y aun
así, lo aprecia. (Este es un gran capítulo sobre la amistad, como podemos
ver.) Luego, el versículo 20, dice:
"Como el sepulcro y la muerte nunca se sacian, así los ojos del hombre nunca
están satisfechos."
Nunca vemos lo suficiente. Siempre queremos continuar viendo,
observando, conociendo gente y nuevas culturas. Es por ello que a algunos
nos gusta viajar alrededor del mundo. Como dice el proverbio, los ojos del
hombre, nunca están satisfechos. Luego, el versículo 21 dice:
"En el crisol se prueba la plata, en el horno el oro, y al hombre la boca del
que le alaba."
Como ya hemos dicho, tengamos cuidado con las alabanzas y elogios.
Asegúrese de que producen en usted un efecto bueno, apropiado. El Dr.
Ironside, en su libro "Notas sobre el Libro de Proverbios" (pp. 390-391),
incluyó el siguiente comentario. "No hay crisol más caliente para probar a un
hombre, que cuando se le hace pasar por el fuego de la alabanza y la
adulación. El pasar por la maledicencia, aferrándose al Señor y contando con
Él para recuperar la honra, es comparativamente fácil, aunque muchos
flaquean en tales circunstancias; pero que alguien continúe humildemente
su camino normal y habitual con firmeza y estabilidad, sin ser afectado ni
resultar envanecido por el aplauso y los halagos, señala a una persona como
alguien que verdaderamente vive cerca de Dios. Ahora, el versículo 24, nos
dice:
"Porque las riquezas no duran para siempre, ni una corona es para
generaciones perpetuas."
Las riquezas no son eternas. Esto es algo que en nuestra era materialista
debemos reconocer. Uno no se puede llevar nada consigo cuando muere. Es
de público conocimiento que la mortaja no tiene bolsillos.
Las casas reales, las dinastías, surgen y decaen en un mundo cambiante. Dios
es el único en quien podemos depender. El es el único amigo inmutable.
Este ha sido realmente un capítulo con un énfasis en la amistad, Por eso,
estimado oyente, le invitamos a confiar su vida a Dios. Si usted deposita su fe
en el Señor Jesucristo como su Salvador, usted puede hoy mismo pasar de
una situación de alejamiento, a comenzar una relación de amistad con El.

Estudio bíblico de Proverbios 28:1-29:4


Proverbios 28:1-29:4
Nos encontramos hoy, amigo oyente, en el capítulo 28 del Libro de
Proverbios. Nos quedan dos estudios más en este libro; al menos esperamos
poder completarlo en ese período. El versículo 1 de este capítulo 28, nos dice
lo siguiente:
"Huye el malvado sin que nadie lo persiga, pero el justo está confiado como
un león."
El pecado, estimado oyente, indiferentemente del punto de vista que pueda
tener el hombre acerca de él, coloca a las personas en un estado de temor
permanente y de inculparse a sí mismas.
En cierta ocasión se encontraba un joven escuchando a un predicador que
explicaba la Biblia. Por la forma en que él se estaba defendiendo, el
predicador se dio cuenta que este joven estaba viviendo en pecado con una
chica. El comenzó a defender lo que estaba haciendo, aun antes de que
alguien le acusara por ello. El predicador no había dicho nada de lo que este
joven estaba haciendo, pero la conciencia de él, de una forma u otra, lo
impulsaba a defenderse a sí mismo. Y aquí leemos: Huye el malvado sin que
nadie lo persiga. Nadie se había puesto a señalar a este joven, ya que el
predicador ni sabía quién era él. Nadie le había señalado con el dedo, sin
embargo este joven se sintió aludido y pensó que debía defenderse. Si él no
hubiera reaccionado así, el predicador ni se hubiera enterado de su
situación. Porque la discusión se centró en el pecado en general, y no sobre
un pecado en particular.
Hay un término psicológico que se suele utilizar: "complejo de culpa". Cierto
psicólogo cristiano nos dijo en una ocasión, "todos tenemos un complejo de
culpa. Forma parte de nosotros tanto como nuestro brazo derecho. Y nadie
puede librarse de ese complejo simplemente por medio de ilusiones o de
desearlo". Y continuó diciendo algo aun más interesante: "nosotros los
psicólogos solemos mover el complejo de culpa de un lado a otro, pero no
podemos eliminarlo".
Y el proverbio termina diciendo, pero el justo está confiado como un león.
Cuando una persona no es culpable, no se siente culpable, puede ponerse en
pie y decir lo que piensa. Si su propia mente está libre de culpa, no tiene
temor a los pensamientos y mentes de los demás.
Bueno, vamos a destacar algunos de los puntos sobresalientes de este
capítulo 28 de Proverbios y vamos a leer ahora, el versículo 9:
"Incluso la oración le es abominable al que aparta su oído para no escuchar
la Ley."
La Ley aquí se refiere a la Palabra de Dios. Aquí incluye todo lo que había
sido escrito hasta el tiempo de Salomón, es decir, el Pentateuco (o sea,
Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio) y además, Josué, Jueces
y muchos de los Salmos.
Lo que Dios está diciendo en este versículo es muy importante. Si usted
quiere que Dios le oiga, usted debe primero escucharle a Él. El ha dejado
bien en claro que no escucha la oración de los malvados. Hablar de las
oraciones de los malvados o de los que están alejados de Dios siendo
contestadas en tiempos de dificultad, constituye una apreciación
sentimental. Hay algunos que opinan que cuando dichas personas se
encuentran en dificultades, porque algún hijo está enfermo, pueden volcar
sus sentimientos a Dios y pedirle que ayude a su hijo o a su hija a recobrar su
salud. En esos casos sería mejor que este hombre buscara a un amigo que
fuera cristiano, quien al tener una relación con Dios, podría orar al Señor por
esa criatura. Porque Dios no escuchará la oración de alguien que no cree en
El, y que no tiene ninguna relación con El. El así lo ha dicho. El apóstol San
Pedro en su primera carta, 3:12, nos dijo: Porque los ojos del Señor están
sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones, pero el rostro del Señor
está contra aquellos que hacen el mal. Aquí en Proverbios dice la oración del
malvado es, en realidad, algo detestable ante Dios. Ahora, el versículo 10, de
este capítulo 28, nos dice:
"El que hace errar a los rectos por el mal camino caerá en su propia fosa,
pero los perfectos heredarán el bien."
Esta es una ley de Dios que opera en este mundo. Y usted puede descubrir
eso una y otra vez al leer las páginas de la Palabra de Dios. Por ejemplo,
David, por su pecado trajo un escándalo a su propia familia y a su propio
hogar. Y en el versículo 11, ahora nos dice:
"El hombre rico es sabio en su propia opinión, mas el pobre e inteligente lo
escudriña."
Las riquezas alimentarán el orgullo y la vanidad. Parecen ir siempre
asociadas, de forma natural. Continuemos leyendo el versículo 13:
"El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se
aparta de ellos alcanzará misericordia."
Este es un gran proverbio. El que los cristianos intenten ocultar sus pecados
parece ser hoy una práctica común. Ni les agrada hablar de ello: en realidad,
no admiten su existencia. Les gusta pensar que están bien como están. Pero
aquí dice el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia. Y
tenemos la versión de este proverbio en el Nuevo Testamento en 1 Juan 1:9,
que dice, 9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Esto no se refiere a una confesión pública de pecado; la confesión tiene lugar
entre usted y el Señor, y el pecado debe ser tratado. El tratar de aparecer
impecable ante los demás es un gran error. Si usted confiesa y abandona su
pecado, usted alcanzará la misericordia. Esta es una hermosa verdad de las
Sagradas Escrituras. Ahora, el versículo 14, dice:
"Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios, pero el que endurece
su corazón caerá en el mal."
Esto es lo que significa caminar o vivir en el temor reverente del Señor.
Recordemos aquel proverbio en 9:10, El temor del Señor es el principio de la
sabiduría. Quiere decir que nuestros corazones están abiertos hacia Dios
todo el tiempo. Es lo opuesto al otro tipo de persona, como también dice este
proverbio, el que endurece su corazón. El hombre que teme a Dios es un
hombre que está escuchando a Dios. Es una persona que está tratando de
vivir una vida que sea agradable a Dios. Es alguien que está viviendo en
humildad ante el Señor. Que vive reconociendo sus debilidades y es
consciente de su dependencia total de Dios. Esto es lo que significa la frase el
temor del Señor es el principio de la sabiduría.
Es así que, teniendo en cuenta la situación que se observa entre los que
profesan ser creyentes, y en la sociedad en general, nosotros estamos
tratando de enseñar la Palabra de Dios aplicándola en todas las direcciones.
En una situación como esta, todos necesitamos estímulo y la Biblia tiene
mucho que decir para animar al verdadero creyente. Nunca atacamos a
ninguna institución sino que nos concentramos en la necesidad espiritual de
las personas. Nos referimos a la iglesia local cuando la Palabra de Dios deja
bien en claro que se está hablando de personas que solo hacen una profesión
externa de ser cristianos y, al no tener al Salvador y al Señor en sus vidas,
actúan únicamente impulsados por su naturaleza humana. Bien dice el
refrán que "hombre prevenido vale por dos". Es que muchas personas
dentro y fuera de la iglesia se desaniman mucho por lo que ven en algunos
que profesan ser cristianos y, como resultado, se apartan de toda apariencia
de religión. Pero hay que tener en cuenta, que también hay cristianos
auténticos, que han tenido una experiencia transformadora del Espíritu de
Dios, y que reflejan en sus vidas, en su conducta, en su actitud hacia los
demás, y en sus palabras, la realidad de la acción de Dios. Esos cristianos
son, realmente, personas dignas de confianza.
También hay que decir que el que escribió estos Proverbios no nos perdonó
a ninguno de nosotros. Muchos de ellos nos quedan a nosotros mismos como
un traje hecho a medida. Siguiendo ahora adelante, pasemos al versículo 17,
que dice:
"El hombre cargado con la sangre de otro huirá hasta el sepulcro sin que
nadie le detenga."
Es decir, que un hombre que está consciente de haber cometido un crimen,
tiene que llevar en su conciencia una carga terrible que, con frecuencia,
puede llevarlo a cometer suicidio. Desgraciadamente tenemos muchos casos
como estos. El principal ejemplo que podemos destacar en la Biblia es el de
Judas Iscariote, que fue impulsado a cometer suicido debido al terrible
crimen que cometió.
Un oficial de la policía dijo en cierta ocasión: "En algunas ocasiones un
crimen queda sin resolver por muchos años, y la policía no tiene la menor
evidencia de indicios, ni ninguna indicación sobre cómo llegar al culpable.
Pero de pronto, aparece un hombre o una mujer que quiere confesar el
crimen que ha cometido. A veces estas personas ya se encuentran en la
cárcel por otro crimen que habían cometido ¿Por qué? Porque el terrible
acto que cometieron pesa en el corazón y en la mente de la persona de
manera insoportable. Uno no puede escapar a ese sentimiento. Dios nos creó
de esa forma, como un medio de hacernos volver a Él. Ahora, el versículo 24,
de este capítulo 28 de Proverbios, dice:
"El que roba a su padre o a su madre y dice: «Esto no es malo», se hace
compañero del criminal."
Un joven podía pensar "Bueno, después de todo, yo voy a heredar lo que
tienen mis padres, así que puedo apropiarme de estas cosas ahora mismo".
Esto sería un crimen ante los ojos de Dios. Y a propósito, fue por eso que el
Señor Jesucristo reprendió a los líderes religiosos de su día, porque ellos
habían creado una tradición. En el Evangelio según San Marcos, capítulo 7,
versículos 10 al 13, el Señor Jesús hablando a los fariseos y los escribas les
dijo: Por ejemplo, Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu madre" y: "el que
maldiga a su padre o a su madre, será condenado a muerte". Vosotros, en
cambio, enseñáis que un hijo puede decirle a su padre o a su madre:
"Cualquier ayuda que pudiera haberte dado es corbán" (es decir, ofrenda
dedicada a Dios). En ese caso, el tal hijo ya no está obligado a hacer nada por
su padre ni por su madre. Así, por la tradición que transmitís entre vosotros,
anuláis la palabra de Dios. Y hacéis muchas cosas parecidas. De esa manera,
si un hombre simplemente decía, "corbán" a sus padres, por tal acto
consagraba todo a Dios y quedaba libre de utilizarlo en beneficio de sus
padres. Jesús declaró que esta acción era contraria al mandamiento de Dios.
Es que resulta tan fácil a causa de una relación negar apoyo a alguien, o
apropiarse de algo que no nos pertenece. Y eso es lo que nuestro Señor
condenó.
Llegamos ahora a

Proverbios 29
Vamos a considerar algunos versículos de este capítulo. El versículo 1, dice:
"El hombre que, al ser reprendido, se vuelve terco, de repente y sin remedio
será quebrantado."
Dios tiene muchas formas de reprender a una persona: sin embargo, esa
persona puede continuar en su pecado. En nuestra experiencia, hemos
conocido a muchas personas que fueron advertidas antes de que el juicio
cayera sobre ellas. Ignoraron la advertencia, no hicieron caso de ella, y el
castigo o juicio cayó sobre ellas en esta vida.
En cierta ocasión ocurrió un terrible accidente de tráfico y un estudiante nos
contó la siguiente historia. Ese automóvil había sido ocupado por un
estudiante de secundaria y su novia. Estos habían ido a buscar a otra amiga
para que saliera con ellos, pero ella les dijo que no quería salir porque iba a
asistir a una clase bíblica. Sin embargo, ellos insistieron en que ella les
acompañara; pero esta joven volvió a negarse diciendo que tenía que ir a esa
clase bíblica, e incluso invitó a estos jóvenes para que la acompañaran a ella
a dicho encuentro Bíblico. Ellos accedieron a llevarla pero le dijeron que la
dejarían allí y que no asistirían a esa clase. Así fue que llevaron a esta joven y
en el camino ella les presentó a Cristo, explicándoles lo que el Señor
significaba para ella. Finalmente les dijo: "sabéis una cosa, yo he aceptado a
Cristo como mi Salvador en esta clase bíblica y vosotros lo necesitáis
también". Pero estos jóvenes simplemente se rieron, dejaron a esta joven en
la clase bíblica y cinco minutos después avanzando a gran velocidad por la
calle fueron embestidos por un autobús y ambos fallecieron
instantáneamente.
Hay muchos ejemplos de estas actitudes en la Biblia. Recordamos a Coré,
Datán y Abirán, el rey Belsasar, Jezabel y otros personajes, que ya hemos
estudiado en este programa, que fueron oportunamente advertidos, pero
ignoraron todo consejo y acabaron trágicamente sus vidas. Ahora, el
versículo 2, de este capítulo 29, dice:
"Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; cuando domina el malvado,
el pueblo gime."
Ya hemos visto anteriormente que cuando los malvados están en el poder,
nunca resuelven ningún problema. Pero un hombre justo es capaz de traer
bendición a una nación. Y eso es lo que se necesita en nuestras naciones en
la actualidad. No necesitamos que nos digan que alguien tiene la solución
para todos los problemas, porque sabemos que nadie tiene la solución para
los problemas, para los problemas de este mundo. Y si alguien lo dijera,
seguramente lo diría con ironía. Lo que necesitamos hoy, son personas
justas que se mantengan firmes por lo que es correcto a cualquier precio. Y
creemos que un hombre así es mucho mejor que todo un partido,
indiferentemente de cuál sea ese partido.
Es que cuando, en cualquier nación de la tierra, un malvado ejerce el poder,
todos los ciudadanos lo sufren. Ahora, el versículo 4, de este capítulo 29,
dice:
"El rey que actúa con justicia afirma el país; el que solo exige tributos, lo
destruye."
David fue un buen rey. Fue un gobernante justo en su trato con sus súbditos,
un hombre de estado que tenía un temor reverente de Dios. Sin embargo, el
rey David fue consciente que, por sus propias fuerzas, su propia casa no
estaba firme, bien establecida, sana. Podemos leer estas declaraciones
directamente, en el Segundo libro de Samuel, capítulo 23, versículo 3: Habrá
un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios. Y
en el versículo 5 de este mismo capítulo 23 de 2 Samuel. Añadió: Por eso mi
casa está firme en Dios; pues ha hecho conmigo un pacto eterno, bien
ordenado en todo y bien seguro, aunque todavía no haya hecho él florecer
toda mi salvación y mi deseo. Volviendo al proverbio que hemos leído en
este capítulo 29: 4 se nos ha hablado del rey que con justicia afirma el país. .
Solo Cristo es el rey que por medio del juicio establecerá su reino en la
tierra. Y esa es la razón para la venida de Cristo a esta tierra; Su regreso es la
única esperanza que tiene el mundo en el día de hoy. Gracias al Señor que la
Iglesia va a partir de esta tierra antes de que Él venga aquí. Esa es la
promesa que Él nos ha dado.
Observemos la segunda frase de este proverbio del versículo 4, que dice, el
que solo exige tributos, lo destruye. Estas palabras nos recuerdan la
conducta del rey Roboam, hijo de Salomón. Cuando él asumió el trono, como
podemos ver en el relato de 1 Reyes 12, algunos de los súbditos más
destacados se entrevistaron con él y le expresaron sus quejas diciéndole (v.
4) Tu padre agravó nuestro yugo. Alivia tú ahora algo de la dura
servidumbre de tu padre y del pesado yugo que nos impuso, y te serviremos.
El inexperto rey les pidió tres días para efectuar consultas. Los ancianos de
su reino le dijeron que si respondía al pueblo con amabilidad, poniéndose a
su servicio, ellos le servirían para siempre. Pero Roboam rechazó el consejo
de los ancianos y consultó más bien con los jóvenes que se habían criado con
él y que estaban a su servicio. Ellos le aconsejaron todo lo contrario y
entonces el rey respondió a sus súbditos de la siguiente manera, (como
leemos en el versículo 11): mi padre os cargó con un pesado yugo, pero yo lo
haré más pesado aún; De esta manera Roboam estaba anunciando un
endurecimiento de sus condiciones de trabajo, y de los impuestos que
tendrían que pagar. En consecuencia, el pueblo se rebeló y asesinó al
funcionario que estaba encargado de recaudar los tributos. Y el rey tuvo que
huir. Esos graves acontecimientos provocaron la división del reino de Israel
y Roboam quedó reinando en Jerusalén para las tribus de Judá y Benjamín, y
el resto del pueblo de Israel nombró a Jeroboam como su rey. El triste
epílogo de esa historia fue, como dice el versículo 19, Así se apartó Israel de
la casa de David. Y a partir de ese momento la historia Bíblica nos muestra la
trayectoria de ambos reinos, que ya no volverían a unirse y como, en
diferentes momentos, fueron llevados cautivos. Un reino dividido, no podría
subsistir y sus enemigos provocaron su caída.
De esa manera, vemos un cumplimiento en la segunda parte de este
proverbio del versículo 4 del capítulo 29 de Proverbios; de cómo un rey que
comenzó exigiendo tributos, acabó destruido.
Así hemos podido ver hoy, nuevamente, la unidad de las diferentes partes de
la Biblia. Ya en la introducción a este libro adelantamos que los proverbios
no solo ofrecen consejos, advertencias y soluciones prácticas para los
problemas de la vida diaria, sino que también retratan la conducta de
muchos personajes destacados de la historia Bíblica. Y además, muchos de
ellos nos retratan a nosotros mismos. De esa manera, la Biblia confirma que
no solo es la Revelación de Dios para todos los seres humanos, sino que
también es un espejo donde cada uno de nosotros puede contemplar su
naturaleza humana, lo cual nos recuerda constantemente nuestra necesidad
de establecer una relación con Dios. Y solo el Señor Jesucristo es el camino
que, con su victoria en la cruz, conduce a todos aquellos que le acepten a esa
relación con Dios.

Estudio bíblico de Proverbios 29:5-30:19


Proverbios 29:5-30:19
En este día amigo oyente, continuamos nuestro viaje por el Libro de
Proverbios y volvemos al capítulo 29. Vamos a leer en primer lugar, el
versículo 5; y aquí dice:
"El hombre que lisonjea a su prójimo le tiende una red delante de sus
pasos."
El elogio y el aplauso para la persona que está realizando una buena tarea es
algo que corresponde hacer. Los méritos deben ser reconocidos. Creemos en
que hay ocasiones cuando es bueno ponerse en pie y ovacionar a una
persona. Pero cuando se usan los halagos, es como la sobredosis de miel
acerca de la cual hemos leído en este libro de Proverbios. Parece que hay
personas dedicadas a pronunciar elogios, y no dicen realmente lo que tienen
en el corazón.
Algunas personas que quieren pedir favores, lo primero que hacen es
comenzar a hablar bien de uno, y a elogiarlo. Mientras más lo lisonjean a
uno, más grande es lo que ellos van a pedir. Podemos darnos cuenta
entonces que el halagar es algo peligroso, porque hay personas que pueden
creer lo que se les dice, y es trágico cuando uno se cree los halagos que le
dirigen. Veamos ahora lo que dice el versículo 10, de este capítulo 29:
"Los hombres sanguinarios aborrecen al íntegro, pero los rectos procuran
agradarle."
Este proverbio lo podríamos traducir así. "Los hombres sanguinarios odian
al intachable, pero los rectos se preocupan por su alma". Las personas
sanguinarias tienen el deseo de muerte y odio en su corazón. EL Señor
Jesucristo dijo que si usted odia a su hermano, es culpable de muerte.
Caín fue culpable de asesinato y el crimen comenzó en su corazón. Nos
muestra cuán lejos y cuan rápidamente cayó el ser humano. Recordemos que
Dios había creado a Adán y Eva, perfectos. Y cuando ellos cayeron, y lo único
que ellos pudieron traer a este mundo fue a un pecador. Ellos engendraron
hijos e hijas a su imagen y semejanza. Y Caín fue uno de ellos. Este joven
nació con el deseo de muerte en su corazón. El odiaba a su hermano. ¡Qué
cuadro pues, el que tenemos aquí! Ahora, el versículo 11 nos dice:
"El necio da rienda suelta a toda su ira, pero el sabio, al fin, la apacigua."
Cuando uno habla con un insensato, esta persona le contará a uno de todo.
Pero el hombre sabio se controla. El será es una persona cuidadosa con lo
que va a decir. Ahora, el versículo 12, dice:
"Si un gobernante hace caso a la mentira, todos sus servidores serán
malvados."
Los padres necesitan disciplinar fielmente a sus hijos y ser un ejemplo para
ellos, porque un niño imitará a sus padres. Y los ciudadanos imitarán a sus
gobernantes y a los que ocupan posiciones elevadas. La conducta de un
gobernante se reflejará en los que se encuentran bajo su control. Esta es la
imagen que nos ofrece este proverbio. Veamos ahora lo que nos dice el
versículo 17:
"Corrige a tu hijo y te dará descanso, y dará alegría a tu alma."
Nuevamente tenemos aquí la importancia de la disciplina. Y el versículo 18
dice:
"Cuando falta la profecía, el pueblo se desenfrena, pero el que guarda la Ley
es dichoso."
Otra versión dice: "cuando no hay visión, el pueblo se desenfrena". La
"visión" es realmente comprensión, entendimiento espiritual. Es la obra del
Espíritu Santo en la vida del creyente para darle una comprensión de la
Palabra de Dios.
En el Primer libro de Samuel, capítulo 3, versículo 1, leemos: El joven Samuel
servía al Señor en presencia de Elí; en aquellos días escaseaba la palabra del
Señor y no eran frecuentes las visiones. En aquellos días no había
entendimiento o comprensión de la Palabra de Dios; y por lo tanto era
considerada algo de gran valor. Dios levantó a Samuel, un vidente, para
hacer frente a esa necesidad.
Recordemos que Josué se preocupó porque algunos de los hombres
profetizaron en el campamento. Pero vemos que en Números 11:29 Moisés
dijo: Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta, y que el Señor pusiera su
espíritu sobre ellos.
El discernimiento espiritual es uno de los dones que Dios ha dado a la
Iglesia, es decir, una comprensión de la Palabra de Dios.
Este capítulo concluye la colección de Proverbios que fueron copiados por
los hombres de Ezequías. Concluye todos los proverbios que fueron
atribuidos al rey Salomón. Sin embargo, creemos que el capítulo final del
libro de los Proverbios también fue escrito por Salomón, y que él mismo es
el rey Lemuel. Y así llegamos entonces a

Proverbios 30:1-19
En este capítulo hay proverbios escritos por un sabio desconocido, llamado
Agur. Leamos el primer versículo de este capítulo 30 de Proverbios, que nos
cuenta todo lo que sabemos sobre su familia.
"Palabras de Agur hijo de Jaqué. La profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel y
a Ucal."
No conocemos a ninguna de las personas aquí mencionadas. Agur fue un
vidente y un escritor desconocido. Los nombres propios aquí son como
todos los nombres Hebreos en el sentido en que tienen un significado. Agur
significa "recopilador" y Jaque, "piadoso". Algunas versiones traducen estos
términos como nombres comunes, de esta manera: "las palabras de un
recopilador, hijo de un hombre piadoso". El versículo 4, de este capítulo 30,
es algo interesante, escuche usted:
"¿Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños?
¿Quién recogió las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los confines de la
tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si es que lo sabes?"
Resulta interesante observar que éstas son algunas de las preguntas que
Dios le hizo a Job. ¿Quién sería capaz de contestar estas preguntas? Con
respecto a la primera pregunta que dice: ¿Quién subió al cielo y descendió?
Diremos que el Señor Jesús dijo en Juan 3:13: Nadie subió al cielo, sino el que
descendió del cielo, el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Esa es la razón
por la cual decimos constantemente que el Señor Jesucristo es la única
autoridad en este asunto de la creación y el origen del Universo. Hablando
con toda sinceridad, reconocemos que ninguno de nosotros tiene una
explicación correcta sobre el origen del universo. No creemos que la ciencia
la tenga. El hecho de que se insista en la teoría de la evolución indica que
ellos no tienen la respuesta en cuanto al origen del mundo. Y también es la
razón por la cual se gasta tanto dinero en viajar a otros planetas y conseguir
algunas rocas para tratar de hallar indicios acerca del origen del Universo. El
primer versículo del Génesis nos cuenta que en el principio Dios creó los
cielos y la tierra. Así es como comenzó todo. Pero entonces leemos el
segundo versículo, que dice: La tierra estaba desordenada y vacía, las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios se movía sobre
la faz de las aguas; algunos consideran que estas palabras describen el acto
de la creación. Estimado oyente, yo creo que Dios no nos ha indicado nada
acerca de cómo llevó a cabo la creación. El autor de estos estudios creía que
este versículo sugería la teoría del intervalo; es decir, que Dios creó los cielos
y la tierra; que después siguió un período, un espacio de tiempo, y que algo
le sucedió a aquella creación original. Porque la condición de la tierra fue
descrita en este pasaje como desordenada y vacía. El Dr. McGee reconocía
que esa teoría había sido mayormente abandonada, pero él mismo la
continuaba aceptando, a pesar de las críticas que sobre ella se habían
escrito. El argumento del Dr. McGee era que Dios no le había revelado a los
seres humanos cómo había realizado la creación. No lo había revelado ni a
los científicos ni a los teólogos. Nos agrada la pregunta que Dios le formuló a
Job en 38:4, ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Esa es una
pregunta que Dios puede hacerle a cada individuo. Y nadie tiene la
respuesta.
También nos agrada la pregunta formulada por Agur: "¿Quién encerró los
vientos en sus puños?" Pensemos en esto. Dios tiene en Sus manos el viento,
de la misma manera en que nosotros podemos tener algún objeto en nuestra
propia mano. ¡Qué cuadro tenemos aquí! El ser humano conoce muy poco
acerca de estas cosas. En ese mismo pasaje en el que el Señor Jesucristo dijo
que Él es quien descendió del cielo, Él también dijo en Juan 3:8: El viento
sopla de donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a
dónde va. Así es todo aquel que nace del Espíritu. Este es en realidad un
pensamiento profundo. Y el versículo 5, dice:
"Toda palabra de Dios es limpia; él es escudo para los que en él esperan."
Nadie le puede limpiar a usted como la palabra de Dios. Cada Palabra de
Dios es pura. Es más efectiva que cualquier elemento limpiador. Es una
sustancia purificadora milagrosa. Y dice el versículo 6:
"No añadas a sus palabras, para que no te reprenda y seas hallado
mentiroso."
Esto debería hacernos cautelosos y prudentes al tratar con la Palabra de
Dios. A Dios no le importa llamar a una persona mentirosa, si realmente lo
es. Continuemos leyendo los versículos 7 al 9:
"Dos cosas te he pedido, no me las niegues antes que muera: Vanidad y
mentira aparta de mí, y no me des pobreza ni riquezas, sino susténtame con
el pan necesario, no sea que, una vez saciado, te niegue y diga: «¿Quién es el
Señor?», o que, siendo pobre, robe y blasfeme contra el nombre de mi Dios."
La frase vanidad y mentira aparta de mí significa que yo no quiero vivir
entre aquellos que son vanos, que están halagando y mintiendo. Vivir con
gente así es como vivir en un nido de víboras. Y después el escritor dice no
me des pobreza ni riquezas. Es decir, "déjame andar por el medio del
camino". No quiero estar en ninguno de los dos extremos. Y dice el versículo
12:
"Hay generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha limpiado de su
impureza."
Hay muchas personas, aún algunos que desde un punto de vista formal son
miembros de la Iglesia que pueden decir cosas así. Son puros ante sus
propios ojos. Piensan que no necesitan un Salvador. Son simplemente
religiosos.
Y luego tenemos a aquellos que ocupan altas posiciones en los negocios y en
la política, que piensan que son puros, que no son culpables de ninguna mala
acción. Incluso los indigentes y vagabundos pueden ser puros en su propia
opinión. Pero ninguno de ellos se ha purificado de su impureza. La única
forma en que cualquiera de nosotros puede quedar limpio y puro es siendo
lavado por la sangre de Jesucristo. Y dice el versículo 15:
"La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: « ¡Dame! ¡Dame!». Tres cosas hay
que nunca están hartas, y aun la cuarta nunca dice: « ¡Basta!»:"
Y ahora el escritor continúa enumerando las cuatro cosas que nunca se
sacian. Leamos el versículo 16:
"El sepulcro, la matriz estéril, la tierra, que no se sacia de agua, y el fuego,
que jamás dice: «¡Basta!»."
En primer lugar "el sepulcro". Usted y yo vivimos en una procesión de un
funeral. Todos estamos en esa situación. Comenzó fuera del jardín del Edén,
ya ha estado continuando a través de los siglos. Este viejo mundo en el cual
vivimos es como un gran cementerio. Las tumbas nunca están satisfechas.
En segundo lugar se menciona "la matriz estéril". Hay muchas mujeres que
no pueden tener hijos por uno u otro motivo. (Creemos que serían
excelentes madres de hijos adoptivos). Nunca está satisfecha. Esa mujer
quiere tener a un niño precioso para rodear su cuello con sus brazos, y que
la llame mamá. Y el mismo deseo tienen los padres.
En tercer lugar se menciona a la tierra, que no se sacia de agua. En muchos
países la tierra no recibe suficiente agua y necesitan urgentemente lluvias.
Y en cuarto lugar se menciona al fuego, que jamás dice basta. Hay
demasiados incendios, y la lluvia es insuficiente. Es un fenómeno que se
repite cada vez con mayor frecuencia.
Luego, pasando al versículo 17, leemos:
"El ojo que se burla de su padre y menosprecia la enseñanza de la madre,
sáquenlo los cuervos de la cañada y devórenlo las crías del águila."
Se pronuncian juicios terribles contra aquellos que se ponen en contra de su
padre y de su madre. Que Dios tenga misericordia del joven que en el día de
hoy se ha puesto en contra de su padre y su madre, especialmente si ellos
son creyentes en Cristo. Luego, los versículos 18 y 19 dicen:
"Tres cosas me son ocultas, y una cuarta tampoco conozco: el rastro del
águila en el aire, el rastro de la culebra sobre la peña, el rastro de la nave en
medio del mar y el rastro del hombre en la mujer."
Agur, el escritor, no entendía esas cosas, y nosotros tampoco. ¿Ha pensado
usted en esto cuando ha observado a un águila volar? ¿Ha estado usted
intrigado al ver la serpiente sobre una roca? Y después está la estela que
deja el barco en el mar, que nos deja pensando en cómo puede flotar un
hotel gigante de metal como ese. Y con respecto a la frase "el rastro del
hombre en la mujer". Esta expresión no se refiere a lo que el hombre hace
para enamorar a la mujer, sino al misterio mismo del matrimonio y la
procreación.
Agur no podía entender esos misterios y debemos reconocer que en ellos
siempre hay algo que escapa a la comprensión humana. Los primeros dos
ejemplos que presentó este escritor se refieran a hermosas criaturas de Dios
disfrutando, cada una de ellas, de su medio ambiente natural, en toda su
libertad, en toda su belleza, revelando la sabiduría y la estética del creador.
El tercer ejemplo nos habla de los avances de la técnica que hacen posible
que el ser humano surque los mares en un ambiente de comodidad y lujo. Y
el cuarto ejemplo, se refiere a la obra cumbre de la creación de Dios, el
hombre y la mujer, y a la forma en que Dios ha dispuesto la perpetuación de
la especie.
Y vamos a tener que dejar nuestra exposición aquí en el día de hoy, pero
finalizaremos este Libro de los Proverbios en la próxima oportunidad y
continuaremos con algunos detalles interesantes que se mencionan aquí en
este capítulo. Será como si visitáramos una parte de un zoológico para ver
algunos de los animales que se encuentran allí. ¿Sabía usted que los animales
tienen un mensaje para nosotros? Dios los creó a ellos para cumplir con sus
muchos propósitos. En muchos casos, constituyen todo un ejemplo para
nosotros, por su organización, por su actitud de solidaridad y defensa y por
la forma de afrontar el futuro.
Y luego, en el capítulo 31, el último de este libro de los Proverbios, veremos
el énfasis y la importancia que el escritor coloca sobre la mujer en general,
así como en su papel de esposa y madre. Le invitamos, pues, a que nos
acompañe. Y usted, estimado oyente, también puede leer este capítulo con
anticipación, antes de llegar a nuestro próximo estudio, para comparar sus
conclusiones, enriquecidas con las experiencias propias de su vida y con las
experiencias de sus familiares y amigos, con las conclusiones de la Biblia. Y
antes de despedirnos, dejamos con usted este hermoso Proverbio, que dice:
Toda Palabra de Dios es limpia; Él es escudo para los que en Él esperan. ¡Que
esta gran verdad bíblica sea para usted una experiencia persona, que limpie
y fortalezca su vida como cristiano, y que pueda compartirla con otros, es
nuestra ferviente oración!

Estudio bíblico de Proverbios 30:20-31:31


Proverbios 30:20-31:31
En el día de hoy, amigo oyente, volvemos a nuestro estudio de este Libro de
Proverbios y vamos a continuar con el capítulo 30. Leamos, pues, el
versículo 20, del capítulo 30, de Proverbios:
"La mujer adúltera procede así: come, se limpia la boca y dice: «No he hecho
ningún mal»."
Hemos llegado a una época en la que esto está ocurriendo en todas partes.
Hay personas que están viviendo controladas por el pecado y presentan
argumentos para negar que el pecado es una realidad en sus vidas. Y Dios
desde las Sagradas Escrituras continúa señalando a los pecados
específicamente, por su nombre. Él no ha cambiado Su modo de pensar,
Estamos convencidos que Dios no necesitaba aprender nada de esta
generación. Él ya conocía los pecados que nuestra generación cometería y ya
había escrito acerca de ellos en el libro de Proverbios. Y en los versículos 21
y 22, dice:
"Por tres cosas tiembla la tierra, y por una cuarta que no puede sufrir: por el
siervo llegado a rey, por el necio saciado de pan"
La frase por el siervo llegado a rey nos habla de Jeroboam, quien era un
siervo, y llegó a ser el primer rey en el reino del norte de Israel.
La frase que habla del necio saciado de pan es ilustrada por aquel rico
insensato que construyó graneros más grandes. Con tales éxitos financieros,
le sobraba comida pero continuaba siendo un insensato. Luego la tercera
cosa insoportable y que hace temblar a una sociedad, según el versículo 21,
la encontramos a continuación en el versículo 23, que dice:
"Por la mujer aborrecida, cuando se casa, y por la sierva cuando suplanta a
su señora."
Ahora, esta segunda parte del versículo 23, se refiere a una mujer muy
pobre, que ha pasado por sufrimientos y humillaciones y de pronto se
convierte en una persona rica. Y difícilmente haya una persona que sea más
difícil de soportar que esa.
Y ahora la lectura nos lleva a visitar un zoológico para contemplar a algunos
animales. ¿Sabía usted que ellos tienen un mensaje para nosotros? Dios los
creó con muchos propósitos. Y uno de ellos, es enseñarnos algo. Leamos el
versículo 24:
"Cuatro de las cosas más pequeñas de la tierra son más sabias que los
sabios:"
Dios dice que podemos aprender del mundo animal. El primer grupo está
formado por animales pequeños. En realidad, el primero es un insecto: la
hormiga. Leamos ahora el versículo 25:
"Las hormigas, pueblo que no es fuerte, pero en verano preparan su comida"
El texto nos va a mencionar dos grupos de animales. El primero es una
ilustración del camino a Dios para el pecador. El segundo, es una ilustración
de la vida de los creyentes ante Dios.
Las hormigas son sabias y nosotros podemos aprender de ellas. Ya habíamos
visto algo sobre ellas en el capítulo 6, de este mismo Libro de Proverbios, en
los versículos 6 al 8, que dicen: Mira la hormiga, perezoso, observa sus
caminos y sé sabio. Ella, sin tener capitán, gobernador ni señor, prepara en el
verano su comida, recoge en el tiempo de la siega su sustento. Podemos
decir de paso que las hormigas recogen y guardan el grano. Eso es lo que
hacen en muchas partes del mundo y también en Palestina. Seguramente
habremos visto en alguna ocasión a una pequeña hormiga llevar una carga
mayor que la propia hormiga. Ellas almacenan alimentos durante esos días
breves y soleados de la cosecha. La hormiga es, pues, un ejemplo de
sabiduría para nosotros al prepararse para el futuro en las cosas materiales.
Ahora, algunas personas piensan que los cristianos no deberían prepararse
para cubrir sus necesidades materiales del futuro, porque para ello deberían
confiar en el Señor. . Pero creemos que si el Señor nos ha provisto de medios
para hacer frente a las necesidades futuras (y todos estamos familiarizados
con los planes de ahorro y pensión) deberíamos aprovecharnos de ellos para
prevenir las necesidades del futuro propias y de nuestra familia. Esto es la
que la hormiga nos enseña, asegurándose para su futuro al almacenar
alimentos en la época de la cosecha.
Pero aquí tenemos un mensaje aún más profundo. Hay muchas personas que
no hacen ningún arreglo para después de la muerte, o algunos gestionan
anticipadamente sus arreglos con una sociedad o con la funeraria para el día
de la muerte. Pero al hablar de los preparativos para después de la muerte,
nos referimos a la eternidad. Estamos en esta vida sólo por unos breves y
fugaces momentos de tiempo, pero después vendrá la época interminable de
la eternidad. ¿No es una insensatez preocuparnos por el cuerpo físico y
descuidar el alma, descuidando toda preparación para la eternidad?
Se dice que cuando el emperador de Roma, Adriano, se encontraba en su
lecho de muerte hizo la siguiente declaración: "No habrá más corona para
esta cabeza. No habrá más hermosura para estos ojos. No habrá más música
para estos oídos, ni más comida para este estómago mío. Pero mi alma, ? oh,
mi alma, ¿qué sucederá contigo?" Y la Palabra de Dios nos dice en Hebreos
9:27: Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después
de esto el juicio. Usted puede vivir solamente para esta vida, para disfrutar
de la comida, bebida y de las alegrías de esta vida, porque en el futuro nos
espera la muerte. Una persona puede dedicar todo su tiempo a aumentar sus
riquezas y posesiones, pero Dios nos dice que tenemos que estar preparados
para presentarnos ante El. Bien, veamos lo que nos dice el versículo 26, de
este capítulo 30 de Proverbios:
"Los tejones, pueblo que no es vigoroso, pero hacen su casa en la piedra"
Estos son animales muy débiles y vulnerables. No son capaces de esconderse
cavando un pozo en la tierra. Así que se esconden en las rocas para
encontrar allí un lugar seguro. En el libro de Levítico están incluidos entre
los animales impuros.
Este pequeño y frágil animal tiene un mensaje para el ser humano. Como él,
nosotros somos espiritualmente pobres, indefensos e impuros. Somos
pecadores y tenemos que reconocer nuestra lamentable y grave situación.
Por tal motivo el rey David escribió en el Salmo 61:2, Llévame a la roca que
es más alta que yo. Y esa Roca, sabemos que es el Señor Jesucristo mismo.
Ahora, continuando con este capítulo 30 de Proverbios, leemos en el
versículo 27:
"Las langostas, que no tienen rey, pero salen todas por cuadrillas"
Las langostas: son criaturas de destrucción. El profeta Joel tuvo mucho que
decir acerca de las plagas de langostas. Y también encontramos a las
langostas mencionadas en el libro de Apocalipsis. Destruyen las hojas de los
árboles y toda la vegetación. Cuando avanzan en grupo, destruyen todo lo
que encuentran a su paso.
Ahora, notemos lo que nos dice aquí el Proverbio: Las langostas, que no
tienen rey. Ellas no tienen un líder visible, y sin embargo avanzan como
soldados con sus respectivos regimientos. Se mueven tan metódicamente
que parecen estar actuando bajo instrucciones concretas y una disciplina
estricta.
Para nosotros los creyentes, son un ejemplo de sometimiento entre nosotros
mismos y también hacia Cristo, que es la cabeza invisible en el cielo. Para el
mundo, el conjunto de los cristianos deben parecer como grupos de
personas no muy relacionadas entre sí, fragmentados y desorganizados, que
no tienen un líder concreto ni un vínculo de unión. Pero estimado oyente, sí,
tenemos un líder. Cristo es la cabeza invisible de la iglesia. En la Primera
Epístola a los Corintios, capítulo 3, versículo 3, el Apóstol Pablo escribió:
pues aún sois inmaduros. Mientras haya entre vosotros celos y contiendas,
¿no seréis inmaduros? ¿Acaso no os estáis comportando según criterios
meramente humanos? No solo es Cristo la Cabeza de todos aquellos que han
sido redimidos por la sangre de Cristo, pero el Espíritu Santo habita en cada
creyente, uniéndonos en una gran familia espiritual. Por ello San Pablo dijo
en Romanos 12:5, que cada miembro de esa familia está unido a todos los
demás. Y esto es lo que la langosta nos enseña. Leamos ahora el versículo 28:
"La lagartija, que la atrapas con la mano, pero está en los palacios reales."
De una u otra manera, la lagartija entra en las casas, y tiene cierta afinidad
por la tapicería fina y casas señoriales. Tiene unas patas como abanico, de las
cuales sale una sustancia pegajosa que le permite andar sobre superficies
muy lisas como el mármol y sobre techos decorados con mosaicos.
Esto nos habla de la fe, la fe que se adhiere a las promesas de Dios; la fe que
penetra en las regiones celestiales y se apropia del hecho de que el Espíritu
de Dios mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
Es la fe capaz de expresarse como el Apóstol Pablo, que escribió en su
Segunda Epístola a Timoteo, capítulo 1, versículo 12: yo sé en quién he
creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que
le he confiado. Y el mismo Apóstol Pablo, en el capítulo 1, versículo 6, de su
carta a los Filipenses, afirmó: Estando persuadido de esto, que el que
comenzó en vosotros la buena obra la irá perfeccionando hasta el día de
Jesucristo Llegamos ahora, al segundo grupo de animales; leamos los
versículos 29 y 30, de este capítulo 30 de Proverbios; leemos:
"Tres cosas hay de hermoso andar, y una cuarta que pasea con elegancia: El
león, fuerte entre todos los animales, que no retrocede ante nada"
El león siempre sigue hacia adelante, no se desvía para nada. No les teme a
los pequeños animales del vecindario. Es conocido por su gran audacia, la
cual debería caracterizar al cristiano al proclamar su fe. Recordemos que el
Apóstol Pablo, en medio de sufrimientos y persecución pudo decir, como
leemos en los Hechos 20:24: 24Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo
preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el
ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la
gracia de Dios.
Se dijo una vez de un gran político que no conocía el miedo. Cuando se le
preguntó al respecto dijo: "He aprendido que cuando uno teme a Dios, no le
queda hombre a quien temer". Y así tiene que ser la actitud del creyente.
Luego, el versículo 31, continúa diciendo:
"El gallo altivo, y también el macho cabrío, y el rey, a quien nadie resiste."
Y esta es una referencia al creyente que debe correr con paciencia la carrera
que está delante de él, con sus ojos puestos en Jesucristo, el autor y
consumador de la fe, como dijo en escritor a los Hebreos 12.
El otro animal mencionado en este versículo es el macho cabrío. Esa clase de
animal vive en las montañas y anda por sitios elevados. Allí encuentra placer
y seguridad.
La lección es evidente. El creyente, que vive en los lugares elevados, como
hizo el profeta Habacuc, 3:17-19, podrá alegrarse incluso en los días difíciles.
El profeta pudo decir Yo me gozaré en el Dios de mi salvación. . . El es mi
fortaleza. El me dé pies como de ciervas y me hace caminar por las alturas.
Y llegamos ahora a

Proverbios 31
Dice aquí en el versículo 1:
"Palabras del rey Lemuel: profecía con que lo instruyó su madre."
Creemos que este capítulo fue escrito por Salomón. No hubo ningún rey
llamado Lemuel. Es interesante notar que el nombre que Dios le dio a
Salomón fue Jedidías, que quiere decir, "amado del Señor".(2 Samuel 12:25).
El nombre Lemuel, quiere decir, "dedicado al Señor". Y creemos que ese era
probablemente el nombre cariñoso con el cual Betsabé llamaba a Salomón.
Aquí tenemos pues, el consejo de esta madre para su hijo. Aquí, por cierto,
encontramos un buen sermón para el "Día de la Madre". Y el versículo 2 de
este capítulo 31, nos dice,
"¡Qué decirte, hijo mío, hijo de mi vientre! ¿Qué decirte, hijo de mis
anhelos?"
Betsabé necesitaba decirle algo a su hijo, porque vio en este joven Salomón
algunas de las características de su padre David. Ella recordaba bien el
pecado de David. No creemos que había sido el pecado de ella. El pecado
había sido de David. En San Mateo 1:6, se lee: "El rey David engendró, de la
que fue mujer de Urías, a Salomón". El nombre de Betsabé ni siquiera se
mencionó. Dios estaba en que la responsabilidad del pecado había sido de
David. Ella conocía bien a David, pudo ver la tentación a la que Salomón
estaba enfrentando y entonces le dio estos consejos a un hijo a quien había
dedicado a Dios. Y veamos pues, lo que dice aquí en los versículos 3 al 5:
"No des tu fuerza a las mujeres, ni tus caminos a las que destruyen a los
reyes. No es digno de reyes, Lemuel, no es digno de reyes beber vino, ni de
príncipes darse a la sidra; pues quizá bebiendo olviden la Ley y perviertan el
derecho de todos los afligidos."
Aquí estaba criticando los peligros de los excesos de la bebida por parte de
aquellos que tenían la responsabilidad de aplicar las leyes con justicia.
Leamos los versículos 6 hasta el 9, de este capítulo 31 de Proverbios:
"Dad la sidra al desfallecido y el vino al de ánimo amargado: que beban, que
se olviden de su necesidad y no se acuerden más de su miseria. Abre tu boca
en favor del mudo en el juicio de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga
con justicia y defiende la causa del pobre y del menesteroso."
Aquí vemos que le estaba sugiriendo que utilizara la bebida alcohólica como
medicina. Le aconsejó que fuera bueno, justo y equitativo. Y le instruyó
sobre cómo elegir a una esposa. Y este fue un buen consejo. Fue un consejo
de Dios. Leamos ahora el versículo 10:
"Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Su valor sobrepasa largamente al de las
piedras preciosas."
Por virtuosa aquí se indica una mujer de carácter, de fortaleza, una mujer
con una verdadera capacidad. No una persona débil, inmovilizada por la
inercia de no hacer nada. En la actualidad las madres son personas
sumamente ocupadas, en su hogar y en su profesión. Y esa es la imagen que
aquí tenemos. La de una mujer activa. Y dice el versículo 11:
"El corazón de su marido confía en ella y no carecerá de ganancias."
Ella será una mujer fiel. No será una derrochadora del dinero familiar. Será
una verdadera compañera para su marido. Dios nunca tuvo la intención de
que la mujer fuera una sierva del hombre. Cuando Dios hizo a Eva para que
fuera una compañera, creo la otra mitad de Adán. Adán solo fue un hombre a
medias, hasta que Dios le entregó a Eva. Entonces, ya pudo ser un hombre
completo. Ahora, leamos el versículo 12, de este capítulo 31,
"De ella recibe el bien y no el mal todos los días de su vida."
O sea, que es una verdadera compañera. Luego, el versículo 13, dice:
"Ella busca la lana y el lino, y trabaja gustosamente con sus manos."
Y a esa compañera le agrada trabajar. Luego, el versículo 14, dice:
"Es como la nave del mercader, que trae su pan desde lejos."
Vemos aquí una mujer activa que busca las rebajas para gastar su dinero
sabiamente. Leamos el versículo 15, de este capítulo 31 de Proverbios:
"Siendo aún de noche, se levanta para dar la comida a su familia y la ración a
sus criadas."
Esta mujer sabe cómo administrar y controlar una casa. Hace turnos de
noche y es una madre maravillosa. De nuestra infancia podemos recordar
que cuando nos levantábamos por la mañana, nuestra madre ya se había
levantado antes, y tenía el desayuno preparado sobre la mesa. Y los
versículos 16 y 17 destacan otras cualidades:
"Considera el valor de un campo y lo compra, y con sus propias manos
planta una viña. Se ciñe firmemente la cintura y esfuerza sus brazos."
Esta evidentemente una mujer capaz que controla eficazmente todas las
actividades de la familia. Y el versículo 18 continúa diciendo:
"Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche."
Según esta descripción, la tarea del hombre es desde la salida del sol hasta
que se pone el sol, pero la tarea de la esposa nunca se acaba. Ahora, los
versículos 19 y 20, continúan poniendo en alto a esta mujer virtuosa;
"Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Alarga su mano al
pobre; extiende sus manos al menesteroso."
Ella es una persona generosa, como podemos apreciar. Otra de las
cualidades de esta mujer previsora, la encontramos en el versículo 21, de
este capítulo 31 de Proverbios;
"No teme por su familia cuando nieva, porque toda su familia va vestida de
ropas abrigadas."
Como podemos ver, esta mujer vela por la salud de su familia. Veamos ahora
lo que dice el versículo 26:
"Abre su boca con sabiduría y la ley de la clemencia está en su lengua."
Cuando esta mujer instruye, lo hace con amor, con bondad. Y ahora notemos
lo que nos dice el versículo 30, de este capítulo 31 de Proverbios:
"Engañosa es la gracia y vana la hermosura, pero la mujer que teme al Señor,
esa será alabada."
El consejo para el joven es que debería a escoger a una mujer cristiana que
viviera con un temor reverente a su Señor. Y por supuesto, el joven se
sentirá atraído por una que sea hermosa, teniendo en cuenta la importancia
de la hermosura del carácter, que realza enormemente el atractivo de una
mujer. Luego nos dice el último versículo, el versículo 31:
"¡Ofrecedle del fruto de sus manos, y que en las puertas de la ciudad la
alaben sus hechos!»."
Y así, estimado oyente, concluimos nuestro estudio de este importante libro
de Proverbios, pensando que Dios puede salvar y transformar a las personas
que creen en el Señor Jesucristo, tanto a la mujer como al hombre: y su
relación con ellos, mediante la obra del Espíritu Santo, puede embellecer su
personalidad y su carácter, así como también controlar sus relaciones con
los demás. Dios mediante, en nuestro próximo programa, volveremos al
Nuevo Testamento, para comenzar nuestro estudio de la epístola del Apóstol
Pablo a los Filipenses, y esperamos que usted nos acompañe.

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