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El merchandising incluye toda actividad desarrollada en un punto de venta, que pretende reafirmar
o cambiar la conducta de compra, a favor de los artículos más rentables para el establecimiento. Los
objetivos básicos del merchandising son: llamar la atención, dirigir al cliente hacia el producto,
facilitar la acción de compra.
Historia
Se elimina el mostrador para que el producto pase a estar al alcance del consumidor y se cree un
vínculo mayor, fomentando la compra. El vendedor pasa a ser un consultor para el cliente
provocando que su participación vaya disminuyendo cada vez más. Así, surgen las grandes
superficies para realizar la venta en un sistema comercial más libre.
Fue en 1934 cuando en Francia surgen los almacenes populares que vendían sus productos con una
menor variedad en la oferta pero a precio más reducido. Como el cliente debe escoger su compra
desde una estantería, las empresas se ven obligadas a mejorar su atractivo visual y estructural. En
1958 fue el nacimiento del primer supermercado y en el año 1963 hace lo suyo el primer
hipermercado.
Recordemos que un hipermercado es una importante superficie comercial, que se diferencia del
supermercado en que su tamaño es superior a los 2.500 metros cuadrados. El primer hipermercado
viene de la mano del popular Carrefour que surgió en Francia en el año 1963. Los hipermercados
destacan porque ofrecen una amplia variedad de productos, y además cuentan con secciones más
destacadas como son los alimentos, la perfumería y el bazar, entre otros.
Muchos autores indican que los elementos que se encuentran en el supermercado (o tienda) son
capaces de influir en el 78% de los productos que se compran, teniendo en cuenta además que más
de la mitad de productos que se compran en los supermercados y un tercio de las que se realizan
en otras tiendas son compras por impulso.
Tipos de Merchandising
1.Merchandising de Organización
• Mayores ventas
• Paso de zonas frías a lugares con vida
• Reducción del tiempo de compra
• Mayor cantidad de compras por impulso
• Aprovechamiento del punto de venta en todos los aspectos
• Mayor rotación de productos
• Potenciación de productos “imán”
• Venta de stocks o productos antes no visibles
• Un punto de venta más atractivo
• Un mejor ambiente y comodidad en el punto de venta
Una estrategia de merchandising efectiva debe tener en cuenta diferentes factores para la
construcción de un mensaje eficaz. A continuación, establecemos una relación de factores a tener
en cuenta a la hora de programar el mensaje:
El merchandising como técnica pretende utilizar diferentes aspectos del producto para incentivar la
compra o llamar la atención del consumidor. No se trata de una ciencia exacta, sino de saber
aprovechar diferentes características para construir un mensaje eficaz. Algunos de los aspectos en
los que se centra el merchandising son:
• En el color
• En el grafismo
• En valor de la superficie
• En situación de grupo de productos
• En situación de pasillos y puertas
• En exposición del producto
• En los elementos decorativos
• En la presentación del producto
• En tarjetas comerciales
• En etiquetas de productos
• En niveles de ventas
• En los productos que se muestran más visibles
• En los elementos exteriores del negocio, como escaparates
• En la iluminación
• En el recorrido general del local
Por otra parte, cuando el fabricante diseña su producto tiene en mente un mercado potencial muy
amplio, que en muchos casos abarca diversos países. Sin embargo, el distribuidor está orientado a
su zona de influencia, de donde provienen sus clientes actuales y potenciales.
Merchandising del fabricante: acciones del fabricante de un producto en el punto de venta, tanto
las orientadas al comprador como las orientadas al propio establecimiento o su personal, para lograr
una presencia adecuada de sus productos en el punto de venta.
Merchandising del distribuidor: acciones del minorista en su establecimiento, que busca no sólo
vender los artículos de su surtido sino también optimizar la rentabilidad de la superficie dedicada a
la venta.
Uno de los factores claves del merchandising es tener en cuenta los diferentes tipos de compra que
realizan los clientes en función de cómo y en qué momento toman la decisión de realizar la compra
de un producto. Así, podemos diferenciar entre:
De la misma forma que con los tipos de compra, existen determinados tipos de producto que cubren
las demandas o necesidades de los compradores a distintos niveles y, por lo tanto, tienen más
posibilidades de ser adquiridos bajo ciertas circunstancias. Así, podemos hablar de:
• Productos atracción. Son los más vendidos y deben colocarse distantes para que el
cliente recorra la mayor superficie del establecimiento posible.
• Productos de compra racional o irracional. Los de compra impulsiva es mejor situarlos
en cajas, mientras que los de compra más reflexiva (aquellos que necesitan de tiempo
de reflexión para ser adquiridos) necesitan una zona sin agobios y amplia.
• Productos complementarios Son los productos que “complementan a otros productos”.
Como ejemplo, el café puede ser un producto complementario de la leche. Hay que
situar éste tipo productos y secciones de manera que se complementen.
Así, un aspecto básico del merchandising es la gestión del lineal (es decir, del mobiliario estándar
que se suele encontrar en los establecimientos que, y que alberga los productos como, por ejemplo,
estanterías, mostradores clásicos, islas, góndolas, expositores, muebles específicos…) con el
objetivo es optimizar su rendimiento y la gestión del espacio.
Además, es necesario llevar a cabo una buena gestión del surtido mediante la selección y análisis de
los productos a exponer en el punto de venta.
Además, a la hora de decidir en qué lugares situaremos los productos dentro del establecimiento,
es importante tener en cuenta dos factores:
• La manipulación de los productos. Los productos especiales tales como los pesados o
voluminosos, requieren una colocación que favorezca la comodidad tanto para el
establecimiento como para el consumidor.
• La conservación de los productos. Ciertas secciones de productos, como los frescos, los
congelados o los refrigerados, necesitan de una serie de condiciones atmosféricas, de
temperatura, de ventilación o de higienización especiales que permitan tanto su
conservación óptima como el cumplimiento de la normativa sanitaria. Además, es
necesario colocarlos en un lugar que facilite la reposición diaria.
El “visual merchandising”
Dentro del visual merchandising entran factores que determinarán la decoración de nuestro
establecimiento, las áreas de exposición y su tamaño, la iluminación, etc…
La circulación en el establecimiento
Además del lugar en el que situamos los productos, debemos preveer cómo se moverán los clientes
dentro del establecimiento para poder lanzarles los estímulos de la forma más adecuada.
Así, debemos planificar el itinerario que seguirán nuestros clientes atendiendo a la disposición de:
Al tiempo que planificamos el recorrido por nuestro establecimiento, deberemos establecer en qué
lugares situaremos los puntos de venta fríos y calientes, es decir, aquellos con mayor trasiego de
clientes y, por tanto, mayores posibilidades de ser adquiridos (puntos calientes) o aquellas zonas
alejadas o con una menor circulación de clientes (puntos fríos). Para conseguir un aumento de las
ventas, es necesario mantener los puntos calientes e intentar reducir al máximo en número de
puntos de venta fríos. Para ellos podemos llevar a cabo diferentes acciones que nos ayudarán en
esta labor.
• Los productos básicos (aquellos que serán comprados por los clientes con
independencia de su precio o su colocación y que forman parte de las compras
racionales) deben ser situados en zonas frías, ya que esto propiciará el trasiego de
clientes a lo largo de todo el establecimiento.
• Puedes potenciar los puntos de venta fríos usando diversas prácticas: iluminando mejor
la zona, montando un stand con degustaciones, realizando promociones de manera
periódica…
El merchandising exterior
Conlleva tomar decisiones sobre el aspecto externo del local (fachada, escaparate, rótulos
exteriores, puerta). Así, el merchandising exterior gestiona el entorno del local o establecimiento
con el objetivo de que éste resulte atractivo y de fácil acceso.
Conclusión