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¿Cómo estamos haciendo periodismo en el Perú?

PATRICIA SÁNCHEZ URREGO / Decana de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad


Privada del Norte

Como todos los años, en el Perú celebramos el día del periodista. Saludos afectuosos entre colegas y
de todos los sectores de la sociedad llegan para quienes desarrollan no sólo un oficio sino una
profesión. Sin embargo, esta fecha, más que de celebración, debería llevarnos a pensar en cómo
estamos haciendo periodismo en el Perú y qué es lo que le depara a esta profesión.

Deberíamos empezar por indicar que el periodismo es una profesión, no un oficio. En nuestro país
no se requiere haber estudiado profesionalmente periodismo para ser considerado periodista.
Cualquier persona puede, haciendo uso de su derecho a la libertad de opinión, ser presentado como
periodista por un medio de comunicación. Piense en nombres de periodistas peruanos y es muy
posible que los primeros dos nombres que obtenga no sean de periodistas formados
profesionalmente en periodismo o comunicación; seguramente serán abogados, economistas,
lingüistas o literatos. Que sus credenciales profesionales y personales los califiquen para poder, a
través de un medio de comunicación, ejercer su derecho a opinión no es tema de discusión. Sin
embargo, sí debemos pensar en por qué son presentados como periodistas o por qué es necesario
recurrir a estos profesionales.

Si vemos al periodismo sólo como un oficio, es decir como el desarrollo de un trabajo para el cual no
se requiere un estudio especializado, entonces convocar en su nombre a profesionales provenientes
de otras ramas del conocimiento es pertinente.

En cambio, si vemos al periodismo como una profesión, para la cual hay que especializarse, se
presenta una disyuntiva: ¿Qué pasa en el medio para que no se requieran periodistas formados o
para que estos no destaquen sobre otros?, ¿Qué está pasando con la formación de periodistas?

Muchas respuestas pueden esbozarse para tratar de responder estas cuestiones, la base está en que,
como en cualquier profesión, hay que ser competente, ganarse el puesto, dar ese diferencial que
solo se encontrarán en desarrollar un trabajo profesional de primer orden, estar preparado para
abordar el conocimiento del contexto desde diversas fuentes y puntos de vista. No es el hecho de
reclamar un puesto, es el hecho de estar listo para cuando la oportunidad se brinde. También es
cierto que cada vez se ven y escuchan más caras nuevas en la televisión y radio, cada vez tenemos
más plumas nuevas en los medios impresos, cada vez tenemos nuevos periodistas formados para
ejercer el periodismo. El futuro de la profesión está ahí.

Por último, quienes ejercen el periodismo, ya sea como oficio o como profesión, deben estar
llamados a desarrollar y cultivar las mayores cualidades éticas. Y aquí también tenemos un gran
problema. Recordemos hasta hace poco las vinculaciones de periodistas a casos de corrupción que
involucran a medios y personas, vendiendo su línea de opinión en favor a gobiernos, empresas o
ideologías. Es por ello que, pensando en la amplia aprobación del periodismo en el país y en cómo
los valores democráticos se ven fortalecidos en su ejercicio, cobra mayor relevancia que quienes
ejercen la profesión luchen para, con su ejemplo, desterrar del imaginario colectivo ideas que solo
dañan a la profesión.

*Este post es una colaboración de Patricia Sánchez, Decana de la Facultad de Comunicaciones de


la Universidad Privada del Norte.

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