En el ámbito periodístico se pierde la ética desde el momento en que no hay ni convicción y honestidad, siendo este último uno de los pilares de esta profesión, desde que se malinterpreta la información y solo se escucha lo que se quiere escuchar, se dice lo que se quiere decir para propios fines de crítica o escándalo. Es algo tan fundamental en los medios de comunicación no perder la credibilidad, El conseguir primicias, declaraciones de formas ilícitas o de dudosa procedencia es un gran error que no solo afecta al medio de comunicación que emite ese contenido, también para el receptor. Al abrir un periódico, ver la televisión, escuchar la radio; es muy fácil escuchar noticias sobre muertes, peleas, problemas, y eso es lo que las personas toman. Porque los medios de comunicación masivos son indispensables y tan importantes, ya que la comunicación y la información son fuentes muy importantes de poder, pero en este terreno llamado dar información es muy fácil caer en actos que atenten contra nuestra ética, y es muy difícil hablar la verdad sin que la vida corra peligro, entonces aquí entra la pregunta, ¿Debemos o no debemos conservar nuestra ética, respetar nuestra moral incluso si esto puede traer consecuencias? Ser un periodista ético, es ser un periodista profesional y responsable. El periodista ético será también un periodista técnico. La ética y la técnica son indisolubles en el periodismo, es algo así como el zumbido y el moscardón, parafraseando al laureado periodista colombiano, Gabriel García Márquez. En periodismo es algo base que los medios de comunicación, la información y los periodistas hablen solamente con la verdad, en este medio, las personas que laburan solo son un canal de información, no el principio o el final. La ética periodística nace de la ambición de los periodistas en la búsqueda de ser un profesional de excelencia. La verdad y la libertad de expresión se encuentran unidas de una forma muy íntima. En la sociedad actual existe la prensa buena y también la mala, el problema es que la falta de ética causa una gran desconfianza hacia todos los periodistas en general. La prensa se la pasa debatiendo entre el escándalo, la desinformación y la opacidad, dejando de lado la veracidad. Debemos dejar en claro que en el periodismo no todo vale como información, conseguir información a toda costa no es correcto. Es por eso que la ética periodística existe, sin los periodistas no tendríamos la manera de saber lo que está sucediendo, la mayoría de la población confía en los medios de comunicación, es tarea de los periodistas mantener su imagen y veracidad frente a toda situación, poniendo en primer lugar el bienestar de la población. Los receptores se han convertido en observadores cotidianos del acontecer nacional e internacional, y su crítica al trabajo periodístico gira en torno a la calidad de sus trabajos, muchos de los cuales carecen de investigación; son más de entretenimiento y de cortes informativos que de profundidad, incluso en la prensa escrita, en la que se tendría mayor espacio y tiempo para ejercer y difundir la información que la sociedad demanda en bien de la toma de decisiones. Los cursos de ética en las licenciaturas de comunicación y periodismo sirven para comunicar una experiencia y compartir un conocimiento. Sin este acceso del estudiante a lo ético, su estudio se convierte en el solo conocimiento de una tecnología, o sea una comunicación y un periodismo sin alma que, finalmente, derivarían hacia un saber deshumanizado y deshumanizante (Restrepo, 2007, p. 1).