Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana Cumaná – Estado – Sucre.
Traslado de los restos de Bolívar a
Venezuela Lcda. Nancy Franco. Realizado por: Cátedra Bolivariana I. Yusdelys Quijada C.I: 26.704.134 5to Semestre Educación Integral El 10 de Diciembre de 1830, Simón Bolívar señala en su testamento. Es mi voluntad que después de mi fallecimiento, mis restos sean depositados en la ciudad de Caracas, mi país natal. Tuvo que esperar doce años para que se cumpliera. El 17 de Diciembre de 1830 muere Simón Bolívar en la quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta, Colombia. La autopsia es realizada por el doctor Alejandro Prospero Reverend. El 20 de Diciembre de 1830, El Libertador es enterrado en la Catedral de Santa Marta en el panteón propiedad de la familia Díaz Granados.
El domingo 13 de noviembre de 1842 zarpó desde el Puerto de La Guaira, estado La
Guaira, rumbo a Santa Marta, Colombia la flota venezolana, enviada a buscar los restos mortales del Libertador Simón Bolívar. El Ejecutivo Nacional para cumplir con el decreto del 30 de abril de 1842 de trasladar los restos de Bolívar desde Colombia a Venezuela, firmado por el entonces Presidente José Antonio Páez General en Jefe nombró una comisión, la cual estuvo conformada por los Generales Francisco Rodríguez del Toro, Mariano Montilla y el Dr. José María Vargas. Arribó la comitiva a Santa Marta, el miércoles 16, siendo recibidos, con el mayor protocolo, por el General Joaquín Posada Gutiérrez, gobernador de la provincia de Santa Marta, y presidente de la Comisión neogranadina para cumplir los actos de la entrega.
Posteriormente, luego de la verificación de los restos mortales del Padre de la Patria, el
buque zarpó del puerto de Santa Marta el martes 22 de noviembre de 1842, para dejar testimonio del acontecimiento, el militar, ingeniero, dibujante, acuarelista y litógrafo yaracuyano, Carmelo Fernández Páez, sobrino del Centauro de Los Llanos; realizó 22 dibujos que muestran todo los actos que se realizaron desde Santa Marta hasta Caracas. Las comisiones de Colombia y Venezuela acuerdan realizar la exhumación este día. A las cuatro de la tarde, las campanas de la Iglesia anunciaron que la ceremonia iba a comenzar. La batería del puerto y los buques hicieron un tiro de cañón cada cierto tiempo hasta que se ocultó el sol. Se celebró una misa y, a las cuatro de la tarde, marineros venezolanos trasladaron los restos desde el puerto hasta la nave Constitución.
El 22 de Noviembre de 1842, las naves parten rumbo a Venezuela a las 10 de la mañana.
En el puerto una gran cantidad de personas despidieron las embarcaciones agitando sus sombreros y pañuelos. El 15 de Diciembre de 1842 llegan los restos del Libertador al puerto de La Guaira, mientras el pueblo se esmera en embellecer la plaza con ramos de palma, pintan las casas y montan el luto. Los barcos llevaban dos días iluminados y fondeados en la costa. A su llegada a Caracas, el 16 de diciembre, la milicia caraqueña, la caballería y la infantería esperaban con toda la solemnidad del caso. Las crónicas indican que había una mezcla de alegría y tristeza; alegría, por haber cumplido la última voluntad del Libertador de ser enterrado en su amada Caracas; y tristeza, por la llegada del héroe, ya muerto, luego de tanta vida y energía mientras luchó por nuestra libertad. Sus restos fueron depositados en el templo de San Francisco para los funerales correspondientes, y luego de la ceremonia respectiva, donde participaron familiares, miembros del gobierno, diplomáticos, y comisiones de instituciones públicas y educativas, entre otros. La urna fue conducida a la cripta familiar en la capilla de la Santísima Trinidad de la Catedral de Caracas, el 23 de diciembre de 1842; el féretro fue transportado por los antiguos edecanes del Libertador, Bernardo Herrera, Marcelino Plaza, Diego y Andrés Ibarra, Miguel Arismendi y Julián Santamaría, desde la Iglesia de San Francisco hasta el carruaje que llevaría los restos del Libertador hasta la Catedral. Allí permanecieron hasta octubre de 1876, cuando fueron colocados en el Panteón Nacional, para luego ser trasladados al Mausoleo, en el año 2013, donde reposan en la actualidad.