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El Templo San Juan Bautista de Coporaque

ASPECTOS GENERALES

1.2.1. UBICACION.
Se localiza en el lado Sur de la plaza principal del poblado.

Distrito: Coporaque
Provincia: Espinar
Departamento: Cusco
Región: Cusco

Las coordenadas UTM del emplazamiento de poblado la ubican de la siguiente manera:

14°48’02.83” S
71°31’55.81” O

El poblado es capital del


distrito del mismo nombre y
pertenece a la provincia de
Espinar en el Departamento
del Cusco. Coporaque se
encuentra a 261 Kms. de la
ciudad de Cusco, por carretera
afirmada.

Según Vidal Pulgar pertenece


a la región Puna, por lo que el
paisaje que presenta se
caracteriza por la presencia de
pampas y cerros con escasa
vegetación, grandes Imagen 001, tomada del Google Earth, al 26 Jun 2007.
extensiones de pastos Re-elaboración del autor. 23 sept 2005.
naturales, angostos riachuelos
además de nevados; la localidad enmarca a una población esencialmente campesina; las
actividades más relevantes son la ganadería y el comercio.

La morfología del poblado distrital evidencia una retícula que se organiza a partir de la plaza del
poblado de Coporaque, con escasas manzanas urbanas y donde las edificaciones se emplazan
hacia las calles principales, dejando las áreas posteriores vacías. El tejido urbano de Coporaque
también revela una planicie carente de colinas o topografía accidentada.

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1.2.2. LINDEROS Y DELIMITACION.

Por el Este, con arteria o calle sin


nombre, en la fecha en proceso de
saneamiento físico.

Por el Oeste, con arteria o calle sin


nombre, en la fecha en proceso de
saneamiento físico.

Por el Norte, con la plaza del poblado de


Coporaque.

Por el Sur, con propiedad privada y Imagen 002, tomada del Google Earth, al 26 Jun 2007.
comunal. Re-elaboración del autor. 23 sept 2005.

En la fecha de visita de campo para proveerse de datos para la elaboración de esta documentación
técnica, se ha percibido un movimiento de tierras como parte de un saneamiento físico del
poblado por parte de la actual gestión municipal tanto en el sector de la propiedad privada
comunal, como en las arterias laterales.

Igualmente, nuevos volúmenes urbanos se están construyendo de tal suerte que el paisaje
cambiará respecto al anterior antes de esta fecha.

1.2.3. ACCESIBILIDAD, TRANSPORTE, CLIMA, TOPOGRAFIA Y RECURSOS NATURALES


PROPIOS DE LA ZONA.

El distrito de Coporaque se encuentra a 261 Kms. de la ciudad de Cusco, por carretera afirmada.
Según Vidal Pulgar pertenece a la región Puna, por lo que el paisaje que presenta es propio de la
zona, con pampas y cerros de escasa vegetación, grandes extensiones de pastos naturales,
pequeños riachuelos y nevados; la localidad enmarca a una población esencialmente campesina;
las actividades más importantes son la ganadería y el comercio.

REFERENCIAS HISTÓRICAS

La Historia de la población de Coporaque, sin duda está relacionada con la de Yauri, donde de
acuerdo a estudios realizados por el Dr. Barreda Murillo, fue hallado el hombre más antiguo de la
región, específicamente en Ch'isipata Trapichepampa y Yuthu, con una antigüedad de 5,000 años
a.C, que habría correspondido al pre cerámico, viviendo en cuevas y roquedales, prueba de ello
son los hallazgos realizados en las cercanías de restos de pintura rupestre de colores rojo, negro,
café y blanco con escenas de crianza de camélidos. De esta zona se habrían irradiado por toda la
antigua nación K'ana (Zecenarro 2000).

La nación K'ana estaría constituida por los grupos humanos K'ana, Qanchi, Ayawira y Qawiña:
K'ana correspondería a los actuales poblados de Checa, Quehue, Langui, Layo, Kunturkanki,
Yanaoca, Pampamarca, Tungasuca, Surimana, (actual provincia de Canas), Pichigua, Coporaque,
Yauri o Espinar, Héctor Tejada, Ocoruro, Condoroma y Suykutambo (actual Prov. de Espinar).

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Qanchi integraba a: Maranganí, Chectuyo, Sicuani, San Pablo, San Pedro, Tinta, Combapata,
Checacupe y Pitumarca (Prov. Canchis). Ayawira, formado por: Ayaviri, Santa Rosa, Nuñoa, Macari,
Cupi, Llalli, Orurillo, Asillo y Pucará del departamento de Puno. Y Qawiña, correspondería a los
poblados de Lampa, Cavana y Cavanillas del departamento de Puno. La capital de dicha nación
habría estado ubicada en Hatun K'ana, comprensión del actual distrito de Pichigüa. En la época
Inca la nación K'ana forarte del Tawantinsuyo como consecuencia de una confederación con los
Incas, manteniéndose dicha nación en forma indisoluble en su interior, denominándose K'ana
Wamani o Nación K'ana, junto a las demás naciones como Inka, Chanka, Wanka, Ruk'ana, Lupaka,
Karanga, Yunka, etc.

Realizada la conquista por los españoles, éstos procedieron a organizarla reuniendo a varias
poblaciones dispersas en una sola grande y de fácil accesibilidad, donde sus habitantes pudieran
ser censados para el pago de tributos correspondientes y su catequización; el Virrey Francisco
Toledo (1569 - 81), fue el que tuvo mayor empeño en su ejecución, en base a las Ordenanzas de
Poblaciones dadas por Felipe II; Armas Medina las describe de la siguiente manera:
"Para su emplazamiento se elegían los lugares mejores de las comarcas que tuviesen temple más
conforme con el que los indios antes tenían, evitándose así que el cambio de ambiente pudiera
dañar su salud. Las calles trazadas por cuadras, conforme a la traza de lugares españoles, partían
de una plaza central, en donde se levantaban frente a frente, al cabildo y la Iglesia. Las casas
formaban bloques regulares homogéneos y estaban edificadas sacando las puertas a las calles
para que sus moradores pudiesen ser vistos y visitados de la justicia y del sacerdote. Cada
reducción debería tener el número de doctrineros necesarios para atender a su población. si esta
rebasaba la cifra de cuatrocientos o quinientos habitantes, se duplicaba el número de sacerdotes "
(Marzal 1969: 102-103).

Estas reducciones, que a decir de sus organizadores eran realizadas en beneficio de la población,
que tendría la oportunidad de obtener mayores conocimientos de la cultura europea, como su
religión y además contar con la protección de sus autoridades; realmente fueron utilizadas como
mecanismo para administrar a sus habitantes, que debían pagar tributos en moneda y mano de
obra que era tomada por los corregidores, doctrineros o hacendados en las tierras que obtuvieron
de ellos mismos, cuando fueron abandonadas en el proceso de reducciones, formando de esta
manera las haciendas.
Otro aspecto que debemos tomar en cuenta es que durante los primeros años del virreynato, los
indígenas fueron entregados a los conquistadores como encomiendas, a fin de que trabajaran en
las tierras que les fueron entregadas como premio a su participación en la conquista, sin afectar
las que designaron como pertenecientes a los naturales.

En este sentido, Ramón Gutiérrez (1987), señala que la primera encomienda correspondía a Juan
Gómez, quien redujo a los indios de la zona de Hanancasa, teniendo hacia el año 1581, 1,751
personas y 265 tributarios. Este repartimento con su agrupación indígena, dice el mismo autor,
resulta ser la matriz de la posterior fragmentación de tierras por herencia o venta, después de las
composiciones de tierras que se realizaron en la región por el dominico Cabrera de Lartaún a
mediados del siglo XVII y por el marqués de Valdelirios a comienzos del XVIII.

En 1689, la población contaba con 1000 habitantes indígenas y catorce españoles pobres entre
hombres y mujeres; no existían haciendas ni estancias alrededor, debido a que todas las tierras
fueron ocupadas por los indígenas en las reducciones y repartimentos señalados a los ayllus.
(Villanueva 1982: 247). Sin embargo, Gutiérrez indica, que ya entrando el siglo XVIII, el sistema de
haciendas adquirió poder en todos los niveles; por tanto Coporaque, se perfiló como el núcleo
urbano de servicios centrales, donde se asentaron los solares señoriales y las instituciones

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políticas y religiosas de la organización colonial; de esta manera, el núcleo urbano de Coporaque
adquirió prestigio y poder, por la permanencia de los hacendados en el pueblo y por la formación
del mercado.

Continuando el mismo autor señala, que Coporaque llegó a tener serios conflictos con los
hacendados, debido a haberse vuelto gradualmente dependiente de las haciendas hasta
convertirse los ayllus que conformaban dicho lugar, en comunidades satélites del sistema de
haciendas. Los conflictos se fueron agravando hasta que los hacendados casi exterminan la
población, incendiádola, atentando a la vez contra la Congregación de las Carmelitas.

El 20 de Diciembre de 1829, se formaron las Subprefecturas de Canas y Canchis, quedando


Coporaque como capital de Canas; El 29 de Agosto de 1834, el Gobierno a cargo de José Pardo,
emitió una Ley, por la que el pueblo andino de Coporaque, fue elevado a la categoría de Distrito.
En 1863, fue nominado como capital del pueblo de Yanaoca.

En 1917, la provincia de Canas que estaba integrada por las actuales Canas y Espinar, fue dividida
en las indicadas provincias, adoptando como capitales a Yanaoca y Yauri, respectivamente; sin
embargo hasta la fecha ambas provincias son conocidas y se autodenomina como K'anas, por
haber compartido el mismo origen y proceso histórico.

Actualmente el distrito de Coporaque, junto a Yauri, Condoroma, Ocoruro, Pallpata, Pichigua y


Suyckutambo; forman parte de la provincia de Espinar.

TEMPLO SAN JUAN BAUTISTA.


Uno de los principales motivos para colonizar las nuevas tierras descubiertas por los españoles,
fue el de evangelizar a sus pobladores, sacándoles de su herejía y su falsa religión idolátrica; por lo
que la organización de sus nuevas colonias estuvo establecida básicamente en relación a este
aspecto; emitiendo para dicho efecto los Concilios Limenses, que se dieron en número de seis, los
cinco primeros en un período de cincuenta años: en 1551, 1567, 1582, 1591 y 1600 y el último casi
dos siglos después, en 1772. Por esos concilios se rigió la Iglesia Peruana y casi toda latino
américa.
Es en base a estos concilios que se procedió a la construcción de templos en las diferentes
poblaciones, el primero emitido entre 1551 - 1552, en su segundo punto señala "c.2 Que se hagan
iglesias en los pueblos de indios y el modo que se ha de tener en hacerlas: un templo grande para
los pueblos principales, ermitas en los pequeños y por lo menos una cruz en los caseríos";
asimismo en el siguiente item, se disponía que se derribaran las huacas y que en el mismo lugar si
fuera conveniente se construyeran iglesias o al menos se pusiera una cruz. (Marzal 1969:95).

Si tomamos en cuenta la fecha en la que se emitió el documento antes mencionado y el tiempo en


que se debieron haber formado las reducciones, dando origen a los pueblos como el de
Coporaque, podríamos indicar que su construcción pudo haberse realizado durante los últimos
años del siglo XVI y primeros del XVII; Ramón Gutierrez, considera que debe datar de la primera
mitad del siglo XVII, en consideración a que en 1613, la población se definió como doctrina, por la
división del obispado de Cusco; además de los restos del artesonado mudéjar del presbiterio y el
hecho de que en 1678, estuviese en trabajos de reparación (Gutiérrez 1987).

En 1689 (Villanueva 1982), dicho templo que poseía dos estancias de vacas y ovejas, con una renta
anual de trescientos seis pesos, tenía todo el cuerpo adornado con pinturas, además de diez
blandones de plata, un viril muy rico dorado con dos copones también dorados para las formas y

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para llevar el viático; asimismo todos los ornamentos necesarios para llevar adecuadamente el
culto divino; dos lámparas grandes de plata; las imágenes de la Virgen y los Santos con coronas y
diademas de plata; tres alfombras ricas, dos cruces de plata grandes, dos incensarios de plata y
diez cruces de plata en los pendones.

Cabe señalar que durante el Gobierno del Obispo Manuel Mollinedo y Angulo, este templo fue
reparado en su integridad (Villanueva 1959: 10).

Otra vez recurriendo a Ramón Gutiérrez, que para realizar un trabajo de propuesta sobre la
intervención del templo materia del presente trabajo, ha consultado diferentes archivos, es
posible conocer que durante el siglo XVIII, el templo fue modificado sustancialmente, al punto de
cambiar su carácter espacial de manera notoria, los retablos y la mayoría de las pinturas datan de
esta época, manteniéndose dice el autor, sólo parte del arco triunfal, restos de pintura mural y
artesonado de la capilla mayor.

En un inventario de 1784, se señala la existencia de cinco retablos tallados y dorados muy buenos,
que estaban bajo la advocación de San Vicente, del Señor de la Columna, Nuestra Sra. de los
Dolores, de las Animas y de la Purificación; asimismo diez lienzos de la vida de Santa Rosa que
fueron robados hace algún tiempo del templo y la marquería de quince lienzos de la Virgen. El
coro se encontraba sobre dos columnas y dos arcos de piedra. En el baptisterio un altar o retablo
de piedra, que ya se ha perdido.

En cuanto a la torre de cal y piedra, era considerada en dicho inventario como vistosa y hermosa;
realizada en 1702 por el cura Juan de Peralta Solier de los Ríos, quien también construyó bajo de
ella una capilla de San Antonio de Padua, con varias pilastras de madera. El cuerpo superior de la
torre dice el mencionado investigador, parece haber sido rehecho avanzando el siglo XVIII, a juzgar
por la ornamentación.

Asimismo, se indica la existencia de una capilla para guardar andas, que también era utilizada
como depósito y que por encontrase agrietada y mal hecha, pese a ser nueva, pudo haber
desparecido en corto tiempo, puesto que ahora no existe Se refiere igualmente a otra capilla, algo
deshecha y maltratada,
en la que se había dispuesto un osario; esta estructura complementaría la que actualmente se
encuentra junto al cementerio, cercana a la cabecera del templo y que está bajo la advocación de
San Miguel. La capil+la dice Gutiérrez, en 1768 estaba arruinada, siendo rehecha posteriormente.
Actualmente está techada con eternit.

El cementerio como en la mayoría, sino es en todos los templos, abarcaba la totalidad del atrio
cerrado, rodeado de pilastras de piedra labrada; en 1987 sólo quedaba habilitada una fracción
ubicada en la cabecera del templo; actualmente no queda ningún vestigio de su existencia.

La mayor cantidad de trabajos en esta iglesia, fue realizada en las últimas décadas del siglo XVIII
bajo los curatos de Pedro Fernández de Maldonado y Peralta y de Sebastián de la Paliza con su
teniente cura Buenaventura Bocangelino; así como el cacique Eugenio Canatupa Sinanyuca.

Así tenemos la realización del sagrario forrado de plata, las gradillas y cenefas de plata del altar
mayor, así como la hechura de atril y depósito del mismo material; compostura del frontal y los
blandones. También datan de 1791 las marquerías barrocas de los 10 lienzos del presbiterio que
fueron traídas directamente desde Cusco y la fundición de las campanas.

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En 1799, por disposición del cura de la Paliza, se llevó a cabo la reconstrucción del coro desde sus
cimientos, haciéndolo de bóveda, el que tenían anteriormente era entablado, así mismo mandó
pintar los lienzos que enmarcaban el coro bajo.

A partir de los primeros años del siglo XIX, la preocupación por las edificaciones religiosas,
disminuye notoriamente, ésta es dirigida hacia las obras públicas y viviendas del pueblo; así
siempre tomando en cuenta las investigaciones realizadas por Ramón Gutiérrez, conocemos que
en 1817 se cayó una parte del cementerio y que dos años más tarde fue necesario rehacer el
tumbadillo de toda la iglesia y reparar el corredor del coro. En 1820 se rearmó el retablo principal
y el maestro organista fray Francisco Ninancuro, mientras un maestro escultor reparaba las
imágenes y andas en 1827.

El decaimiento del templo dice el referido autor se nota en los inventarios de 1861 y 1869,
probablemente debido a que en ellos se muestra el mal estado en el que se encontraban los
bienes que se describen. En el documento de dicha fecha (AAC 1869) es posible apreciar la
relación de cofradías existentes, como del Patrón San Juan Bautista, del Niño Jesús, del Señor de la
Columna, de la Purísima
Concepción, de la Natividad, de Nuestra Sra. de Dolores, del Arcángel San Miguel, del Apóstol San
Pedro, de Santa Rosa, del Señor de Animas, de la Virgen del Carmen y de Nuestra Señora del
Rosario. Además se mencionan cofradías de otros pueblos que debieron pertenecer a Coporaque:

- Cofradía del Seráfico San Francisco de la Vice Parroquia del pueblo


de Apachaco.
- Cofradía del Apóstol San Pedro de la Capilla de Suico Tambo.
- Cofradía de San Francisco de la Capilla de Carpinto.
- Cofradía de San Isidro en la capilla de Chalqui.

En 1885 (AAC), el cura Don Manuel Gamarra, practicó un nuevo inventario, en el cual figura la
descripción de la plata labrada, ornamentos y ropa blanca; en cuanto al Altar Mayor, se menciona
lo siguiente:
- Un frontal de plata repujada de cuatro varas de largo y una vara y cuarto de ancho; en el
medio una escultura de San Juan; faltándole pedazos de plata entre grandes y pequeños.
- Encima del altar un depósito de plata, a los lados tres andenes forrados con plata y uno
pequeño en el centro, también forrado con plata.
- Al lado del depósito una puerta pequeña forrada con plata - El tabernáculo está forrado
todo él con plata. A los costados dos pilares con plata, tiene de largo dos varas; al uno y al
otro les falta una cuarta de plata de dicho forrado.
- En la coronación del tabernáculo se encuentra una cenefa forrada con plata repujada, que
consta de diez chapas. Encima de la cenefa se encuentran dos gradas.
- En la cúspide seis mariolas forradas con plata repujada.
- Al pie de la Virgen de la Concepción que se ubica en el segundo cuerpo al medio, se
encuentra una media luna forrada con plata repujada.
- A los costados del dicho retablo, seis cenefas forradas con plata labrada, que constan de 36
chapas. Encima de dichas cenefas, doce mariolas de plata repujada.

Desde el año de 1890 (AAC 1935), se hicieron trabajos para reparar el templo, lográndose
únicamente techar la Sacristía; posteriormente se vendió una pequeña finca, las ovejas y la plata
labrada del templo, a fin de renovar el techo con calamina y poner los estribos de adobes, sobre
este último aspecto, considera el cura que se encontraba a cargo, que el descuido en repararlos,

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ha ocasionado la desnivelación de la pared lateral. Para este efecto se compró madera para los
puntales, asimismo se realizó el pago a los trabajadores que participaron en el destechado y en
bajar los altares. Sin embargo los trabajos de
reparación no fueron realizados Las reparaciones eran urgentes a comienzos del siglo XX y en 1916
se autorizó la venta de la platería del templo para proceder a las mismas. El 06 de Marzo de 1918,
el párroco daba cuenta al obispo del sensible desplome de una fracción del techo del templo
parroquial (Gutiérrez 1987).

En 1931 el comité de reparación del templo, hizo colocar tres puntales, asimismo, mandó desatar
el altar y cuadros del mismo y se elaboraron más de 5,000 adobes, para ser repartidos en las
capillas del mismo poblado y otros. Asimismo se abonó 250 dólares para la restauración de la
imagen del Señor de la Columna, que fue devuelta al templo en 1932, fecha en la que el devoto
don Mariano del Pilar Castelo, obsequió al templo una bonita imagen del Sagrado Corazón de
Jesús y además se adquirió un par de angelitos (AAC 1935).

FEBRERO DE 2005
En la misma fecha del inventario (ibid) el templo estaba en escombros, las piezas de los altares y
otros materiales del techo desatado, debido al estado del templo fueron asegurados; sin embargo
su conservación ya no era de importancia para los pobladores de esta zona, puesto que deseaban
efectuar la construcción de un templo íntegramente nuevo, con un costo aproximado de 15,000 ó
20,000 dólares, suma que podría disminuir hasta 4,000 dólares, siempre y cuando fuera fabricada
de sillares y adobes, con techo de calamina y la cooperación de los indígenas.

La propuesta indicaba que el templo podría ser construido al lado de la torre, convirtiendo el
templo antiguo en casa cural, para no dejar en blanco lo largo del atrio, pudiendo ponerse en
venta la casa cural vigente. Los fondos económicos podrían ser obtenidos de las limosnas
solicitadas a los feligreses en ganado vacuno y lanar, del mismo modo se hacía necesaria la venta
de la chafalonía de la Iglesia, logrando el precio subido de la plata; en dicha venta se podían incluir
algunos altares dorados, la custodia preciosa y las piezas de calamina que no eran posibles ya
emplearlas.

Probablemente debido al costo económico no se pudo construir un nuevo templo, no obstante se


realizaron diferentes trabajos que contribuyeron a su conservación, con el cambio de techo con
calamina.

Entre 1935 y 1938 debió rehacerse la pared del lado de la epístola que amenazaba desplomarse y
recientemente se completó parte del atrio y recalzaron los muros externos del templo (Gutiérrez
1987).

Para la presente fecha, como se ha vertido en documentos alternos al presente como el “sustento
técnico de viabilidad”, la institución intervino el templo en casi la totalidad de sus estructuras
murarias y totalmente la torre-campanario; igualmente, intervino gran parte de la barda.

Actualmente se observa que el perfil vertical de los muros exteriores de la Sacristía, presbiterio y
baptisterio, sobresale en 50 centímetros del muro original, a una altura que varía desde 0.50 M.
hasta 1.20 M.; siendo éste el refuerzo de sobrecimentación, cuya fecha de fábrica no ha sido
posible conocer.

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1.5.0. ANALISIS ARQUITECTONICO.
1.5.1. DEL ENTORNO
El Templo San Juan Bautista, se encuentra inserto en la traza del poblado histórico de Coporaque, en
el que el damero de manera incipiente ordena el trazado urbano en medio de un paisaje
predominantemente rural.

Imagen 003; tomada del Google Earth (actualizada al 26 jun 2007); vista aérea de Coporaque.

La forma actual del poblado es irregular con eje mayor de Este a Oeste tangencial al río principal de
esta meseta; en ella, se destaca la plaza como gran espacio libre, ocupando el área de toda una
manzana de geometría cuadrada.

Las viviendas emplazadas no llegan a ocupar la totalidad de sus predios, caracterizando así grandes
áreas libres al interior de cada manzana. Sus volúmenes están definidos por sus cubiertas de teja y
principalmente calamina a dos vertientes en uno o dos niveles; sus paramentos son planiformes pero
plásticos devenientes del material constructivo del adobe. Son también evidentes, las edificaciones
rígidas con materiales contemporáneos, pero siempre con cubiertas de teja.

Elementos relevantes del paisaje de Coporaque, resultan ser algunas edificaciones en estado ruinoso
de estilo virreinal, definidos por su mampostería, arcos de medio punto con sus columnas de sillar.

En el contexto del paisaje urbano, el aspecto formal del templo mantiene su independencia y
monumentalidad, pese a la configuración y relieve de zona de valle, sobresaliendo en la traza por su
volumen y cubierta masiva, además del nivel superior en plataforma que se muestra.

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Hacia el Este y Sur, los predios baldíos con vegetación propia de esta altitud caracterizan al templo.
Hacia el Oeste, se advierten nuevas edificaciones de variados niveles que configuran un nuevo paisaje
urbano.

El pavimento de las calzadas de la Plaza


está definido por un sistema de losas de
concreto, que caracterizan una política de
modernización y un híbrido urbano,
complementado por una plataforma
central también de piedra y áreas verdes
(jardineras). Las fachadas laterales a
modo de berma evidencian un perímetro
en área verde que se define en igual
forma hacia el frontis del templo. Las
arterias viales Este y Oeste, evidencian
como se adelantó líneas arriba, trabajos
de saneamiento físico con instalación de
sistema de colectores. Igual movimiento Imagen 004. Caracterización de la plaza respecto al espacio del
de tierras se advierte en el predio Sur de templo y su conjunto religioso.
propiedad privada en toda la longitud del lindero correspondiente.

Debe anotarse finalmente que, la vía principal del


poblado, se interrelaciona tangencialmente con éste; pues
resulta ser la carretera Espinar – Santo Tomás, que a una
cuadra de la plaza no genera un paso forzado de alto
tránsito.

Imagen 005. Arteria Oeste, en proceso de


saneamiento físico.

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1.5.2. EL ESPACIO EXTERIOR DEL TEMPLO

El Templo de San Juan Bautista de Coporaque tiene un emplazamiento de carácter imponente, con
respecto a la plaza principal del poblado, ocupando un nivel sobre elevado en toda la longitud de este
tramo.

De igual manera el atrio se extiende longitudinalmente con un podio elevado longitudinal con
pináculos dispuestos sobre una plataforma y cuyo acceso de la plaza al atrio se da a través de dos
escalinatas, una de las cuales está ubicada en el eje de acceso principal, al que se alinea la “cruz
misional” de piedra (al decir de José Gutiérrez), de gran calidad decorativa, cuya base de piedras
colocadas en forma estrellada constituye una innovación, marca los hitos memorables; el otro acceso
al atrio se localiza cercano a la torre y a la portada de pies. La presencia dominante de la logia de
arquerías sobre el flanco del Templo constituye otro elemento clave que jerarquiza el sentido de
“palco-mirador” sobre las actividades de la plaza.

Los espacios que caracterizan el predio religioso son la capilla, la torre-campanario, el atrio, espacios
libres Este y Sur. Estos últimos contienen el templo principal dejándolo en el espacio central del
predio urbano.

El templo evidencia una volumetría que se define por su carácter longitudinal estático a dos tramos
definidos por el sobrenivel del Presbiterio, cuya torre-campanario tiene marcado sentido vertical
ascendente complementado por los contrafuertes laterales y posteriores. Sin embargo, su vocación
horizontal es predominante, no obstante las columnas verticales de su fachada que tratan de romper
este sentido.

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El Atrio;
Pueden advertirse dos espacios precedentes al templo en concordancia a los accesos que presenta el
Templo: hacia la plaza en el lindero Norte, y el segundo hacia el Oeste. Ambos son direccionados por
las escalinatas que desde el gran espacio de la plaza presenta la barda: acceso central y lateral
(contiguo a la torre-campanario).
Sin embargo, el área del acceso por el muro de Pies, no evidencia tratamiento de piso, por lo que se
infiere un flujo peatonal muy eventual, reduciéndose a un paso con ancho de una acera con
empedrado. Este mismo piso, hacia el Norte se intersecta y conecta con el tratamiento del pavimento
del atrio principal, generando un atrio más imponente hasta llegar a la base de la torre y acceso a su
capilla.
En suma puede advertirse un único atrio distribuidor del flujo de fieles desde la plaza hacia el templo,
capilla de la torre-campanario, capilla de Ánimas o de San Miguel y acceso lateral del muro de Pies.
Este atrio, se caracteriza por el tratamiento de piso sui-géneris que se percibe hasta la fecha: el canto
rodado puesto de costilla determina la original del diseño planteado muy al margen de los diseños de
figuras geométricas que lo adornan.

Áreas libres no construidas;


Se consideran así los espacios libres hacia el Este, Sur y parte del lado Oeste. Evidencian áreas
carentes de edificaciones consolidadas con vegetación propia de la zona. Son delimitadas por el
lindero del predio religioso que en el límite Sur una muestra ruinosa de muro de adobe con nichos en
arco y alfeízar

Area libre
Este.
S u r

Este Oeste

Area libre
Sur.

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La fachada del Muro de Pies;
Se orienta hacia el Oeste del predio y le corresponde la Portada de Pies como elemento principal en
un paño de adobe cuyo muro denota el esquema de su cubierta a dos aguas. El elemento principal de
piedra sillar posee un tallado en piedra, de características del barroco andino conformado por tres
cuerpos escalonados con un esquema
simétrico pero con sentido horizontal.
Toda la superficie trabajada en piedra
muestra elementos del barroco andino
como basamento, columnas,
cornisamentos, nichos y el vano en arco
de medio punto como elemento principal
de acceso al interior del templo.
Le corresponde un piso sin tratamiento
de tierra asentada hasta el lindero Oeste.

La fachada Norte;
Se constituye en la fachada principal por corresponder las visuales desde la plaza del poblado que se
sustenta en la direccionalidad y flujo desde las escalinatas en la barda y la puerta de acceso al interior
del Templo. En este sentido, la fachada estaría complementada por la citada barda y la torre
campanario como elementos volumétricos exentos.

El esquema, muestra una fachada de sentido horizontal en la que destaca su portada de piedra sillar y
los contrafuertes de adobe que le otorgan los trazos verticales hasta su cubierta. El gran vano de la
capilla abierta en el segundo nivel hacia su extremo Oeste se sustenta en un volumen pesado del
primer nivel, pero que antecede al plano del muro principal del templo, generándole un juego de
sombras y movimiento.

La portada de piedra, corresponde al barroco andino con sus tres calles a un solo cuerpo elevado más
un remate superior con nicho en arco de medio punto. Las calles laterales presentan hornacinas
sobre repisas y cartonerías de límites trabajadas mucho mas ricamente que las pilastras centrales,
flanqueando por pilastras y rematado en un friso de rosetones; estas hornacinas laterales contienen
pinturas murales, mientras que en la parte superior, sobre el vano, hay una imagen en piedra
policromada del patrono.

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La cubierta ahora de planchas metálicas acanaladas, tiene sentido horizontal interrumpido por el
desnivel producido entre la Nave y el Presbiterio, igualmente, elementos de ruptura de esta
horizontalidad y de de movimiento pueden advertirse en las cubiertas de los contrafuertes.

Como piso le corresponde el área de canto rodado de costilla del Atrio, que en la fecha se percibe en
escasa cantidad, pero como testimonio de su originalidad primigenia.

La fachada Sur;
Corresponde al área libre del lado Sur, en el que destacan los dos volúmenes del Baptisterio y la
Sacristía por anteceder al plano del paramento longitudinal de la nave, y complementados por
contrafuertes que generan la ruptura de la horizontalidad de esta fachada.
Se percibe el movimiento de cumbreras, generado por la diferencia de nivel del Presbiterio y la Nave.
Se suman a ello el Baptisterio y la Sacristía que ciertamente generan la riqueza de elementos
geométricos a partir de los hastiales de sus cubiertas a dos aguas.

Los planos de los paramentos carecen de vanos de ventanas que enriquezcan esta fachada, por esta
razón, esta fachada tiene carácter austero.

Hacia su extremo Este, otro elemento que rompe la horizontalidad es el plano oblicuo del Presbiterio
que además le genera un movimiento y juego de sombras en este lado, le corresponde al ochavo del
muro de cabeza que caracteriza una arquitectura religiosa temprana.
Le corresponde un piso de tierra simple con maleza propia de la región carente de tratamiento.

La fachada Este;
Le corresponde al muro de Cabeza, en el que predominan los contrafuertes elevados sobre esquina
de los paramentos oblicuos u ochavados, que se complementa por la fachada o paramento Este de la
Sacristía que rompe su sentido de verticalidad. Elementos relevantes se constituyen los vanos del
muro de cabeza y de la citada Sacristía, que le generan riqueza del juego de planos y volúmenes.
Salvo estos elementos, la fachada no presenta otros que puedan mencionarse en los términos de la
lectura del manejo compositivo de este lado.

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De manera complementaria, la
cubierta del Presbiterio, a través de
los faldones producidos por el
ochavo enriquece el movimiento de
los planos de su cubierta.
Le corresponde un piso de tierra
asentada carente de
mantenimiento, y por tanto
evidencia maleza propia de la
región.

Complementos de las fachadas;


Elementos arquitectónicos que complementan las fachadas del templo, debe considerarse a:

La torre-campanario exenta; con una planta cuadrada evidencia 02 cuerpos


sobre los que se ha construido el campanario con pináculos y cupulino como
cubierta. Define el ángulo y límite Nor-Oeste del predio religioso al que se
adosa uno de los extremos de la barda. A partir de su planta simétrica, todos
los ornamentos y molduras evidencian también el criterio simétrico de su
diseño. Toda la estructura es de piedra sillar. Hacia su paramento Sur se
encuentra el vano de acceso al campanario, y por el lado Este, se accede a una
capilla pequeña en la base de la torre misma.

Arco pequeño de paso; emplazado entre esquina de la capilla de Ánimas o de


San Miguel y contrafuerte del ochavo del Presbiterio o muro de cabeza.
Evidencia arco de medio punto con sobremuro y correspondiente cubertina de
piedra con molduramiento en cornisa. Por el deterioro severo de sus pilastras,
se ha perdido la lectura de su estereotomía primigenia por lo que resulta
complicado inferir un juicio sobre el partido de sus elementos ornamentales.

Barda; Planteado como un antepecho exterior, la barda, define no sólo los


niveles de la plaza respecto al Atrio, sino que define la línea de lindero del predio religioso. En este
sentido considera como pasos del exterior al interior del predio dos escalinatas que interrumpen su
continuidad. La estructura ofrece el muro de piedra sillar, con una cabecera continua en curva
alternando equidistantemente pináculos sobre ellos. Elementos relevantes de la barda, resultan ser,
las dos pilastras que flanquean la escalinata central de acceso, que se inspira en las chullpas de los
Sitios Prehispánicos de la región, y presenta una planta semicircular desde la acera de la plaza hasta la
parte superior de la cabecera de esta barda. Las dos escalinatas presentan sus peldaños también de
piedra.

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1.5.3. EL ESPACIO INTERIOR DEL TEMPLO.

El esquema arquitectónico del Templo se caracteriza por su tratamiento de arquitectura temprana,


con fuerte influencia mudéjar, definida por una nave longitudinal, angosta y bastante alargada, con
un muro de cabeza ochavado, y escasas evidencias de artesas pareadas, cuya distribución de
arquitectura religiosa se ordena por un eje longitudinal a la que concurren los espacios y ambientes
interiores.
En este sentido, a partir del extremo Oeste se ingresa al interior a través de su Portada y muro de
Pies, accediendo al Sotocoro de bóveda de cañón. Enseguida, la Nave como espacio principal,
recepciona y conecta con tres espacios: el Baptisterio, el Atrio a través de la portada lateral, y
finalmente con el Presbiterio.
Hacia los Pies, en un sobre plano, se emplaza el Coro.
Hacia el extremo Este, el Presbiterio inter-relacionado con la Nave mantiene la axialidad de la Nave,
conectándose con la Sacristía como espacio final del interior.
El espacio superior, está contenido por la elevada cubierta a doble faldón, pero claramente
diferenciado por el citado Coro, y el arco triunfal de medio punto entre la Nave y el Presbiterio a
sobrenivel.
Desde el nivel del Coro, hacia el lado Norte se accede a una capilla abierta, que se abre al Atrio del
templo y gran dominio del gran espacio abierto de la plaza de Coporaque.

Caracteriza el espacio interior de la Nave la austeridad de los vanos-ventana, que en un solo ejemplar,
se abre en el ambiente del Presbiterio en un nivel alto del muro Norte. Otra fenestración a considerar,
es el reducido vano cuadrado en el nivel alto del muro Oeste del Coro. Tanto El Baptisterio como la
Sacristía, muestran una sola ventana alta. La caja de escalera que conecta con el Coro, igualmente,
muestra un pequeño vano-ventana en su muro Oeste.

Los niveles de piso interior definen cuatro momentos: del Sotocoro, relacionado con el nivel de piso
exterior Oeste; de la Nave, bajo nivel respecto al Sotocoro, que se relaciona con el nivel de piso del
Atrio exterior hacia la plaza; del Presbiterio, a sobrenivel respecto al nivel de la Nave; y finalmente del
Baptisterio y Sacristía emplazados a sobrenivel respecto al Presbiterio.

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Sobreniveles a considerar, son el plano elevado tras el retablo mayor que se ilumina por un vano-
ventana de regulares dimensiones, y el plano elevado de acceso a la caja de escalera hacia el Coro,
respecto al nivel del Baptisterio, desde la que se accede.
El arco triunfal, se define por las pilastras que simétricamente sobresalen del plano vertical de los
muros laterales y rematan en arco de medio punto.

El equipamiento religioso exorna sus paramentos interiores así como la balaustrada del Coro, los que
definen el mensaje espiritual propios de la política de la Iglesia cristiana en esta región.

El Sotocoro.
Es el ambiente de transición y recepción Oeste que se comunica con el interior a través de un vano-
puerta, para acceder a la Nave principal como espacio abierto contiguo. Su transición se define por su
corta longitud y su cubierta en bóveda de cañón en cuyo zénit de su intradós se muestra un escudo
labrado en la piedra sillar. La carpintería de la puerta de acceso es de doble hoja con postigo simple.
Su planta tiene una geometría rectangular.

Detalles del Sotocoro del templo, hacia la entrada de la portada de Pies.


El Baptisterio.
En concordancia a la descripción extraída del expediente
técnico desarrollada por el Arqto. Poblete, residente de Obra del
templo, es el ambiente “donde se encuentra la pila bautismal
labrada en piedra”, en el que “tiene lugar las ceremonias del
bautismo”. Se accede desde el extremo Sur-Oeste de la nave, a
través de un vano exornado en la misma pierda sillar.

Conecta con la caja de escalera en su muro Oeste a través de un


vano-puerta con jambas simples de piedra y sobreelevado de su
nivel de piso.
Su cubierta, a dos vertientes hacia los lados Este y Oeste, se
apoya hacia el Norte con el muro longitudinal de la Epístola
(desde la que se accede) denotando un hastial hacia su muro
Sur.
Tiene planta de geometría cuadrada.

Nave.

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Es el espacio longitudinal interior delimitado por los muros
también longitudinales del Evangelio y de la Epístola, que
comunica del lado Sur con el Baptisterio, y hacia sus extremos
laterales con el Sotocoro y Presbiterio respectivamente.
Hacia el muro Norte una principal fenestración centrada en su
longitud, presenta una portada de acceso desde el Atrio exterior,
evidenciando las anchas jambas y carpintería de su puerta a
doble hojas con póstigo.

Su cubierta, a dos vertientes hacia los lados Norte y Sur, define


el esquema volumétrico del Templo, la que mantiene un mismo
nivel con la cubierta del Coro, y se apoya al Romo que define la
cubierta del Presbiterio.
Su planta tiene una geometría rectangular bastante alargada con
eje mayor de Este a Oeste.

Presbiterio.
Es el área elevada entre el retablo mayor y la Nave donde el
sacerdote oficia la ceremonia litúrgica como parte del rito
católico cristiano, se accede por unas escalinatas desde la Nave.
Se define con este último por el arco triunfal que se sustenta en
dos pilastras de piedra que se muestran empotradas a los muros
de adobe del Evangelio y de la Epístola.
Por el muro Sur un vano-puerta le conecta con el segundo
ambiente relacionado: la Sacristía sobre-elevada.
Su cubierta, a dos vertientes hacia los lados Norte y Sur, se
sobre-eleva respecto al nivel de cumbrera de la Nave. Sin
embargo, hacia el muro de Cabeza, se perciben más faldones
que definen las esquinas ochavadas de sus muros.

Su planta tiene una geometría rectangular con ochavos hacia el


lado Este.

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Sacristía.

Este ambiente destinado al uso de guardar los objetos sagrados


así como para el preparado del oficio religioso por parte del
sacerdote, está emplazado hacia el lado Sur del Presbiterio,
conectándose con éste por un vano-puerta. Se perciben tres
fenestraciones o nichos ciegos en los lados Norte, Este y Oeste
respectivamente. Una ventana alta en el muro Sur, le permite
iluminarse. Su nivel de piso es más alto respecto del Presbiterio
desde el que se accede.

Su cubierta, a dos vertientes hacia los lados Este y Oeste, se


apoya hacia el Norte con el muro longitudinal de la Epístola
denotando un hastial hacia su muro Sur.

Tiene planta de geometría cuadrada.

Caja de escalera.

Se constituye en el espacio de tránsito vertical que comunica


por intermedio del Baptisterio con el Coro en el segundo nivel.
Esta caja se desarrolla en tres tramos, con peldaños elevados de
adobe. Se define confinado y apretado por los muros de la
Epístola, muro Oeste del Baptisterio, y el muro de Pies del
Templo. En este sentido tiene poco espacio para este desarrollo,
de tal suerte que su descanso superior entrega a un umbral
diagonal para acceder al Coro.
Su cubierta a una sola vertiente, hacia el Sur del Templo,
igualmente le confina apretadamente en el espacio superior.

En su muro Norte, un vano-ventana ilumina su tránsito de


subida o bajada.

Puede definirse de planta cuadrada.

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Coro.
Emplazado en el lado de la Portada de Pies, se accede desde la caja de escalera por intermedio del
Baptisterio; se encuentra confinado por los muros de adobe del Evangelio, Epístola y de Pies, hacia el
Norte, Sur y Oeste respectivamente; éste último, se corona en un hastial que presenta un pequeño
vano-ventana alto. Hacia el Este, el ambiente está definido por un alto antepecho de madera
tablonada, calada, tallada y dorada, exornada por un sistema de columnillas y arcos siempre dorados.
Este antepecho, se interrumpe hacia su extremo Norte, para dar paso a una corta galería en volado
cuyos lados que dan hacia el espacio interior son también delimitados por la continuidad del citado
antepecho de las mismas características
estructurales y de exornación. Esta galería
permite conectar por intermedio de una
vano con la capilla abierta.
En este sentido la planta del Coro está
definida en “L” o también puede describirse
como planta rectangular con un brazo corto
y angosto añadido en su extremo Norte.
Su cubierta, a dos vertientes hacia los lados
Norte y Sur, se integra y complementa con
el de la Nave, definiendo no sólo sus niveles
de cubierta sino su esquema volumétrico.

Capilla Abierta.
Ambiente elevado que permite ejercer el oficio religioso hacia
el exterior no sólo del Atrio, sino de la misma Plaza del poblado.
Se encuentra confinado por el muro del Evangelio y dos
contrafuertes al que se accede desde la corta galería del Coro.
Su lindero Norte se caracteriza por un antepecho con columnas
que definen 06 arcos pequeños de medio punto, todo en
piedra.
Su cubierta a una sola vertiente resulta ser la continuación del
faldón Norte del Coro, que acrecienta la sensación de un gran
contrafuerte en este lado del Templo.
Su planta tiene una geometría rectangular alargada con escasa
área habilitada para un tránsito esporádico.

Detalle desde la Capilla Abierta.

Detalle de la Capilla abierta desde el Atrio

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NOTA SOBRE EL REGISTRO FOTOGRAFICO PRESENTADO.

Este maravilloso templo, ejemplo de la arquitectura religiosa de esta zona en el


departamento del Cusco – Perú, para la presente fecha, tiene otro aspecto que las imágenes
mostradas anteriormente, pues, ha sido restaurada por el Ministerio de Cultura Perú. Por
tanto, en mérito a resaltar la labor de esta institución pública, es que se hace la presente
aclaración.
Lamentamos no presentar imágenes del estado de conservación actual.

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