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Alexa Riley 01 For You 1 Stay Close
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Corrección y Recopilación
Diseño
Un ex soldado de la mafia rusa es contratado para proteger a
la hija menor de un amigo, pero él sabe qué hará más que
mantenerla a salvo; la hará suya. Para siempre.
Le encanta bailar.
Su pequeño cuerpo se mueve con el ritmo oscuro del bajo mientras
me bebo un trago de vodka. No hay ardor cuando el calor líquido golpea
mi lengua y se desliza por mi garganta. Aprieto el vaso porque no puedo
poner mis manos donde las quiero.
La curva seductora de su cintura mientras cae en cascada a la
ondulación de sus caderas… Miro embelesado mientras se mueven de
lado a lado. Lado a lado. Su cuerpo es como el péndulo de un reloj, y no
puedo apartar la mirada…
La música es ensordecedora, pero si simplemente susurrara mi
nombre, me pondría a sus pies, implorando tocarla, aunque supiera
que no me pertenece, pasaría mis manos por su dulce inocencia con la
cual me provoca… Una inocencia que no debería querer, pero deseo.
Algo tan puro e intacto como nada que haya conocido antes.
Estrellando de golpe el vaso sobre la barra, estoy tanto
decepcionado y aliviado cuando no se rompe. Tal vez el corte del vidrio
podría enfriar los sentimientos que palpitan en mí, pero lo dudo. No con
ella. No estoy seguro que algo pueda. Agradecería un dolor que sea
mayor que mi dolor por ella. Porque no hay nada más poderoso que el
hechizo bajo el cual me tiene.
Me han contratado para protegerla.
Pero mientras me alejo de la barra y camino hacia ella, no puedo
evitar pensar que tal vez alguien debería haberla protegido de mí.
Penelope
1 Bésame en ruso.
mis labios contra los suyos, pero mantengo los míos abiertos. Quiero
verla mientras la beso por primera vez. Quiero ver su reacción hacia mí.
Sé que no puedo dejarla ir y que no renunciaré a ella. He hecho
cosas malas en mi vida, y no me la merezco. Pero no puedo hacer lo
honorable cuando se trata de Penelope. Nunca he sido noble, y no estoy
comenzando ahora.
Cuando su lengua sale y toca la mía, es cuando mis ojos se
cierran. Es entonces cuando soy sobrepaso el límite y comienzo caer.
Solo puedo rezar para que cuando aterrice, todavía pueda
atraparla.
Penelope
—Me escabullía aquí cuando era más joven, pero solo había un
gimnasio en ese momento, por lo que no tenía mucho atractivo.
Penelope toma mi mano y me lleva por el pasillo hasta dónde está
mi habitación. Debería detenerla, llevarla de vuelta a la sala de estar,
pero a donde me guie la seguiré.
—Entonces, ¿cómo sabes dónde duermo? —pregunto mientras
cierro la puerta de la habitación detrás de nosotros.
—Proceso de eliminación. —Me mira por encima del hombro
mientras se quita los zapatos y se sube a la cama—. Hay dos pisos y
solo un dormitorio en este. Estarías aquí para estar cerca de la cocina o
cerca de mí.
—Por ti —lo admito, no soy tímido acerca de mis sentimientos por
ella—. No puedo pensar en nada más que en ti. Soy leal a tu familia, y
aunque esto puede convertirme en un enemigo para tus padres, supe
en el instante en que te vi que daría mi vida por la tuya.
—Creo que la gente podría llamar a esto amor a primera vista —
dice, moviéndose al medio de la cama.
Me acerco a la mesa auxiliar y enciendo el sonido envolvente. La
música suave llena la habitación desde los altavoces ocultos, y camino
de regreso a la cama.
—No me importa como los demás llamen esto. —Me quito los
zapatos y desabrocho mi camisa, abriendo el frente para que mi piel
pálida y mis tatuajes estén expuestos—. Sé que nunca antes había
experimentado el amor y que los sentimientos que tengo por ti son
diferentes a todo lo que sentí antes. Mi alma fue ligada a la tuya la
primera vez que nos tocamos. Si eso es amor, entonces te amo,
Penelope. Pero se siente como más que eso. Más que una palabra.
Se acuesta en la cama mientras subo sobre ella, sus manos
presionando mi pecho desnudo. Sus dedos se meten bajo la tela de mi
camisa y me recorren la espalda y vuelven a subir. Sus uñas marcan un
camino mientras se mueven.
—¿Me harás el amor? —Sus ojos suplican mientras sus manos se
mueven hacia mis hombros y mi cuello.
—Da. Pero primero te daré placer —respondo, inclinándome y
besándola suavemente.
Alza la mano, desatando la cinta en un lado de su vestido y
tirándolo hacia abajo. La ayudo a moverlo por su cuerpo hasta
desnudarla, dejándola con su sostén y sus bragas. No hay tiras en su
sujetador, así que estiro la mano para desabrochar lo que cubre sus
pechos.
Cuando están expuestos, coloco un beso entre ellos. Paso mi nariz
por la suave curva de sus senos y luego los beso suavemente antes de
tomar un pezón en mi boca. Lo chupo delicadamente, no queriendo
lastimarla. Mi único deseo es darle el mismo placer que ella ya me ha
dado. Los regalos de su amor y su cuerpo son más de lo que un hombre
como yo merece. Me pasaré la vida tratando de corregir el equilibrio, ya
que ella compensa más de lo que soy mil veces.
Tira de mi camisa, pidiendo más. Me quito la ropa, dejando solo mi
ropa interior, incapaz de negar cualquier demanda que haga.
—Dulce flor, ¿has tenido un hombre entre tus muslos antes? —
pregunto mientras beso sus pies y muevo mis manos hacia sus bragas.
—No. Todo lo que he hecho es besar.
Su sonrojo muestra su verdadera inocencia, y mi polla se vuelve
más dura. ¿Cómo puedo tomar tanta belleza para mí y no permitirle
otra cosa por el resto de su vida? Me digo a mí mismo que ningún
hombre la amará como yo. Ningún hombre hará realidad sus sueños
como yo puedo hacerlo. No querrá a nadie más después de haber
sentido el placer que le daré a su cuerpo.
—Y si hacemos el amor, ¿cuidarás a mi bebé dentro de tu útero? —
La beso justo debajo de su ombligo, donde están los bordes de sus
bragas. Miro sus ojos verdes mientras los deslizo sobre sus caderas,
revelando su coño intacto.
—Oh Dios —gime mientras mi boca se mueve más abajo, casi
hasta la hendidura de su dulzura—. Mmm, no uso anticonceptivos.
¿Puedes salirte?
—Da, mi dulce, krasotu. ¿Y dónde me dejarás derramar mi semilla?
—Suavemente abro sus piernas, abriendo sus labios y viendo su néctar.
—En cualquier lugar —gime mientras beso su lugar más íntimo.
Le hago el amor a su coño con mi boca, saboreando la fruta más
dulce que he comido. Sus jugos maduros gotean en mis labios, y los
bebo. Presiono dos dedos dentro de su canal apretado y siento la
presión de su inocencia tensándose contra ellos. Mi otra mano va
dentro de mi ropa interior a mi polla, frotándolo con promesas de lo que
está por venir. Es la única forma en que puedo encontrar alivio para el
dolor que se vuelve insoportable.
Cuando su cuerpo se tensa y sus piernas se vuelven inquietas, sé
que se está acercando a su punto máximo.
—Deja de resistirte, mi bella. No pelees con lo que le doy a tu
cuerpo.
Presiono mis dedos contra el lugar tierno dentro de ella, el lugar de
placer que será el mejor para ella. Luego, chupo su clítoris y espero a
que se rinda. Solo tengo que esperar un momento antes que ya no
pueda desafiar lo que le está sucediendo. Pero debido a la lucha, el
clímax es aún más dulce.
Su miel gotea en mi lengua, y gimo cuando lo hace. Sus gritos son
fuertes y su agarre sobre mí es apretado. Mi nombre en sus labios es
suficiente para mí. Podría parar ahora y abrazarla toda la noche con eso
como mi único placer. Mi krasotu diciendo mi nombre mientras su
orgasmo se envuelve alrededor de su cuerpo es mi visión del cielo. Me lo
ha dado sin inhibición, y siempre seré cambiado por eso.
Descanso el lado de mi mejilla en su muslo y cierro los ojos. Quiero
tener en mi mente el recuerdo de esto, de modo que cuando tenga cien
años, esto sea igual de perfecto.
—Mierda —exclama Penelope, y abro los ojos para verla sonriendo.
—¿Lo disfrutaste? —pregunto mientras lamo mis dedos y me
muevo por su cuerpo.
—Vaya. —Cierra los ojos y suelta una pequeña carcajada—.
¿Puedes hacer eso de nuevo?
—Las veces que quieras, mi krasotu. —Envuelvo mis brazos
alrededor de ella y la beso suavemente.
Pero ella lo profundiza. Su lengua se encuentra con la mía, y el
sabor de su coño es cálido y dulce entre nosotros. Hay urgencia por
parte de ella, pero no quiero apresurarme en este momento.
—Tenemos todo el tiempo del mundo —susurro contra sus labios y
froto mi nariz contra la de ella—. No me apresures.
Estirando mi mano hacia abajo, me quito la ropa interior y luego
paso la longitud de mi polla contra su humedad. No empujo adentro,
simplemente me froto perezosamente en su miel.
—Te sientes grande —dice, con los ojos abiertos por la
incertidumbre y la emoción.
—Encajaremos, mi amor. Tu cuerpo es pequeño, pero seré gentil.
—Te amo, Ivan. —Toca mi mejilla y me sonríe tan dulcemente.
—Mi corazón está en tus manos, krasotu.
Presiono la cabeza de mi polla en su abertura y empujo
lentamente. Su calidez me abraza, envolviendo la gran punta. Cuando
la siento tensa, paso mi mano por su pecho y duros pezones. La beso
profundamente otra vez, dejándola relajarse mientras me hundo aún
más.
No se tensa de nuevo, pero tener mi polla dentro es nuevo y
extraño para ella. Su coño se está ajustando, y trato de hacerlo
agradable mientras aprende cómo me siento cuando hacemos el amor.
Dejo que su coño suave memorice cada una de las creastas para
que la próxima vez me dé la bienvenida a casa. Al igual que el amado
hombre leal a sus pies, esperaré su llamada.
Cuando el beso es tan abrumador que necesita recuperar el
aliento, muevo mis labios hacia su cuello y empiezo a moverme.
Entierro mi rostro allí mientras le doy largos y lentos empujes con mi
polla.
—Ivan —susurra, y es casi mi perdición.
Empujo más fuerte, dejándola sentir mi fuerza. En este momento,
estoy poseyendo no solo su cuerpo sino también su espíritu. Hay un
poder que se mueve entre nosotros, y su alma ahora me pertenece.
—Dulce krasotu, eres mi amor. —La beso ferozmente. Mi propiedad
sobre ella no debe tomarse a la ligera. Es mi voto solemne ser su
soldado. El caballero de brillante armadura con el que su pequeño
corazón siempre soñó.
Muevo una mano hacia su coño para provocar su pequeño capullo.
Me llevo el pulgar a la boca y lo lamo, luego lo vuelvo a colocar donde
más lo necesita. Quiero el sabor de su inocencia en mi boca mientras
llega al clímax para mí.
Veo el rubor florecer en su pecho y levanto su cuello. Sus ojos se
cierran fuertemente y su cabeza se inclina hacia atrás cuando una vez
más deja de pelear. Cede a mi regalo y cae al borde del paraíso. Una
capa de sudor humedece su piel, y estamos resbaladizos. Su orgasmo
es la cosa más hermosa que jamás haya visto, tan desenfrenada y pura.
No hay nada que contenga cuando se permite este momento.
Se necesita toda la fuerza que no tengo para derramar mi semilla
dentro de su calor. Hubiera sido tan fácil, pero siempre haré lo que mi
krasotu me pida.
Sacando mi polla cubierta de crema, me levanto y la acaricio
mientras miro su desnudez. Su piel perfecta, rosada de placer, sus
pechos redondos con pezones duros que piden más atención.
Sus ojos se abren mientras me mira, y luego lleva su mano a la
mía. Sus suaves dedos se entrelazan con los míos, y juntos acariciamos
mi polla. Se lame los labios, y quiero venirme sobre ellos, cubriendo los
pétalos hinchados con mi semilla.
Pero la visión de ella sobre su espalda, las piernas abiertas y
extendidas para mí es demasiado. En lugar de eso, elijo marcar su
cuerpo, dejándola ver como llego a mi clímax sobre ella.
Me masturba hasta mi orgasmo, y gruesos brotes de mi amor por
ella aterrizan en su piel pálida. Veo como cada palpitación trae más, y
estiro mi mano, frotándolo. Los metros de perfección sin marcar ahora
muestran con orgullo que son de mi propiedad. Nunca ha habido un
momento en que haya sentido una devoción tan completa.
Casi me desplomo sobre ella y siento que el calor se extiende entre
nosotros. Siento como si mi mundo entero estuviera en mis brazos.
—No creo que pueda respirar —dice, y me abraza más fuerte.
—El amor es pesado entre nosotros. Pero no te preocupes, mi dulce
bella. Lo cargaré por los dos.
Penelope