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EL LLAMAMIENTO DE DIOS

1Co 1:9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo
nuestro Señor.
1.7-9 Los creyentes de Corinto tenían la garantía de que serían considerados libres de
culpa cuando Cristo volviera (véase EFESISO_1:7-10). Esto no se debía a que poseyeran
dones especiales o una labor brillante, sino por lo que Cristo había logrado por medio de
su muerte y resurrección. Todos los que creen en Cristo Jesús serán considerados sin
culpa cuando Cristo vuelva (véase también 1TIMOTEO_3:13; HeBREOS_9:28). Si tiene
fe en Cristo usted es y será salvo.
9. Fiel es Dios—a sus promesas (Filepenses_1:6; 1Tim_5:24). por el cual sois
llamados—conforme al propósito de Dios (Rom_8:28). a la participación de su Hijo—
Para ser coherederos con Cristo (Rom_8:17-28). como él, hijos de Dios y herederos de la
gloria (Rom_8:30; 2Tes._2:14; 1Pe_5:10; 1Juan_1:3). Crisóstomo observa que el nombre
de Cristo se menciona más a menudo en esta epístola que en ninguna otra, pensando el
apóstol así substraerlos de la admiración partidista que sentían por sus enseñadores
particulares a fin de que fijaran su vista sólo en Cristo.
2Ti 1:8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso
suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,
2Ti 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras,
sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los
tiempos de los siglos.

1 . 8 En aquellos días de persecuciones, a los líderes cristianos que se mantuviesen


leales a Cristo les aguardaba probablemente sufrir por el evangelio, pero podían resistir
descansando en el poder de Dios.

1 . 9 La salvación es por entero una cuestión que concierne al propósito . . . y la gracia


de Dios, no a las obras humanas.
1.9, 10 Pablo da un breve resumen del evangelio. Dios nos ama, nos llamó y envió a
Cristo para que muriera por nosotros. Podemos tener vida eterna por medio de la fe en El
porque con su resurrección, él destruyó el poder de la muerte. No merecemos ser
salvados pero Dios nos ofrece la salvación de todos modos. Todo lo que tenemos que
hacer es creer en él y aceptar su ofrecimiento.

2. Lea Rom. 8:28-30; 1 a Cor. 1:9


¿Qué persona de la trinidad es la que llama a los pecadores?
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3. Lea Jn. 6:44-45


¿Según esto puede el hombre venir por si solo a Cristo? ¿Explique?
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4. Lea Rom. 10:14-17; Mr. 16:15-16 ¿De qué manera llama Dios a los pecadores?
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5. Lea Is. 6:9-10; Mt. 13:13-15; 2 a Cor. 4:3-4; Jn. 5:40-42; 1 a Cor. 2:14; Ef. 4:17-19
¿Por qué muchos no acuden o no aceptan el llamamiento general que Dios hace a todo
el mundo?

6. Lea Hch. 13:48; Rom. 9:11, 22-24


¿A qué se debe que algunos pecadores, al oír el evangelio aceptan el llamamiento que
Dios hace?
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7. Lea Jn. 6:37, 45; Ef. 1:11-12; Heb.9:15; Judas 1; Ap. 17:14.
¿Pueden los llamados para salvación según el propósito eterno de Dios rechazar
finalmente este llamamiento especial de Dios?
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8. Lea Rom. 11:29; Hb. 3:1; ¿Cómo es el llamamiento que Dios hace?
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9. Lea Rom. 1:6-7; 1 de Pedro 5:10; 2 de Pedro 1:3; 1 a Cor. 1:9. ¿A qué y a quién somos
llamados?
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10. Lea Ef. 4:1; 1 de Pedro 1:15.


¿Cómo debemos reaccionar ante este llamamiento?

El llamamiento divino es aquella obra todopoderosa de Dios sobre los pecadores


elegidos de tal forma que estos de pura gracia sean capacitados y hechos dispuestos a
responder a las invitaciones del evangelio a creer en Cristo.
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: 2 Tim. 1:9
“Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los
tiempos de los siglos”.
1.9, 10 Pablo da un breve resumen del evangelio. Dios nos ama, nos llamó y envió a
Cristo para que muriera por nosotros. Podemos tener vida eterna por medio de la fe en El
porqué con su resurrección, él destruyó el poder de la muerte. No merecemos ser
salvados pero Dios nos ofrece la salvación de todos modos. Todo lo que tenemos que
hacer es creer en él y aceptar su ofrecimiento.

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