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Supersticiones

2.6 El pueblo seguía prácticas del Imperio Asirio. La frase "agoreros, como los filisteos"
significaba afirmar conocer y controlar el futuro por el poder de los demonios o la
interpretación de los presagios. Dios prohibió estas prácticas (véanse Lev_19:26;
Deu_18:10, Deu_18:14). Los filisteos adoraban a Dagón, Astoret y a Baal-zebub.
Durante los períodos más pecaminosos de su historia, el pueblo de Israel adoró a estos
dioses paganos además de adorar a Jehová, e incluso les dieron nombres hebreos.
2 . 6 - 9 Has dejado : Tan desobediente e idólatra había llegado a ser la mayoría en
Samaria que Dios tuvo que abandonarla. Véase la nota a Esdras_10:1-22. El profeta
urgió al Señor a no perdonar a sus habitantes, porque no tenían remedio.
11. la altivez de los ojos—liter., ojos de orgullo (Salmos_18:27). humillada—
por calamidades. Dios vindicará de tal manera su honor “en aquel día” de juicios, que
nadie “será exaltado” (Zec_14:9).
12. Los hombres han tenido muchos días; pero al final vendrá “el día de Jehová”,
el cual comenzará con el juicio; será un día que no terminará jamás, en el cual Dios
será “todo en todos” (1Co_15:28; 2Pe_3:10). todo—no meramente las personas,
como lo expresa la Versión Inglesa, sino todo aquello de que se enorgullecía la nación.
13. cedros … alcornoques—imagen de los nobles y príncipes altivos (Amo_2:9;
Zec_11:1-2; cf. Rev_19:18-21). Basán—al oriente del Jordán, al norte del arroyo
Jaboc, famoso por sus hermosos alcornoques, sus pastos y ganados. Quizás haya en la
voz “alcornoques” alguna alusión a la idolatría de ellos (cap. 1:29

22. Los grandes (vv. 11, 13), en quienes confía la gente, “serán humillados” (cap.
3:2); por consiguiente, “dejad” de depender de ellos, y depended de Jehová
(Psa_146:3-5).

Abd 1:15 Lo mismo que hiciste con otros, se hará contigo:[q]


¡recibirás tu merecido!
15 El «Día de Jehová» en la profecía , PROFECíA. El «Día de Jehová» es un término
utilizado por los profetas del Antiguo Testamento para indicar un tiempo en la historia
humana cuando Dios interviene directamente a fin de traer salvación a su pueblo y
castigo a los rebeldes. Ese día, Dios restaura su orden de justicia en la tierra. Los
términos «en aquel día» y «el día» también se utilizan como sinónimos de la expresión
más extensa: el «Día de Jehová».
La llegada dEl «Día de Jehová» podría interpretarse de cuatro maneras distintas: 1) En
los tiempos de los profetas, se reveló a través de acontecimientos tales como la
invasión de Israel por poderes extranjeros (Amós), las terroríficas plagas de langostas
(Joel) y el retorno de los exiliados israelitas de la cautividad (Esdras—Nehemías). 2) El
conocimiento profético en este caso entremezclaba períodos escatológicos de manera
tal que ni los mismos profetas podían distinguir siempre los distintos tiempos del
cumplimiento de sus profecías. Ese día llegó a convertirse en un amplio concepto
bíblico. Los momentos más cercanos al tiempo de los profetas en que se cumplía la
profecía se fundieron con aquellos que se prolongan hasta el final de los tiempos. De
ahí que con la primera venida de Cristo y la era eclesiástica comenzara otra fase del
Día de Jehová. Como participantes de este nuevo momento profético, los creyentes
podemos clamar al Cristo resucitado para que desarme las fuerzas que obstaculizan la
obra divina en este mundo y prodigue sus innumerables bendiciones. Esto se ve con
claridad cuando se compara Isa_61:1, 2 con Luk_4:18-19 y Joe_2:28-32 con Hechos
2.16-21.3) La Segunda Venida de Cristo inaugurará el tercer momento del Día de
Jehová, el período durante el cual el justo y universal dominio de Cristo restaurará el
orden divino en la tierra (Amo_9:13; Isa_11:6-9). 4) La consumación final del Día de
Jehová aguarda el definitivo advenimiento del mundo futuro, con su nuevo cielo y
nueva tierra (compárese Eze_47:1-12 con Rev_22:1-5). (Ap 4.1/Psa_122:6) J.W.H.

15 La palabra día aparece 11 veces en vv. 8-14. Ahora se habla del Día de Jehová ,
un tiempo de juicio y divina justicia que llegará para todas las naciones vecinas de
Israel. El AT lanza así una predicción que alcanza a nuestros días.
Los profetas del AT invocan el «Día de Jehová» para referirse a un momento en la
historia de la humanidad cuando Dios intervendrá directamente a fin de traer salvación
a su pueblo y castigo a sus enemigos. Así restaura el orden perdido sobre la tierra.
Como se ha dicho, los términos «ese día», o simplemente «el día», se usan a veces
como sinónimos de la expresión completa: El «Día de Jehová».
El cumplimiento de esta profecía debe verse, sin embargo, como un proceso en cuatro
etapas: En tiempo de los profetas se puso de manifiesto en acontecimientos como la
invasión de Israel por potencias vecinas (Amós), las temibles plagas de langostas
(Joel), y el retorno de los israelitas de la cautividad (Esdras-Nehemías); Esa visión
profética tenía la virtud de fundirse con períodos escatológicos, de manera que ni aun
los propios profetas eran capaces de distinguir siempre las varias ocasiones en que se
cumplían sus profecías; de ahí que «ese día» se convirtiera en un concepto bíblico muy
amplio. Los acontecimientos proféticos más cercanos a la época del profeta, se
mezclaban con aquellos cuya consumación tendría lugar al final de los tiempos. La
primera venida de Cristo y los inicios de la era de la Iglesia inauguraron una nueva
fase del Día del Señor. Como protagonista de estos sucesos, la Iglesia puede pedir al
Cristo resucitado que aparte de su camino las fuerzas espirituales que obstaculizan la
obra de Dios en el mundo actual y que la haga objeto de sus innumerables
bendiciones. Esto se evidencia al comparar Isa_61:1, 2 con Luc._4:18-19, y
Joel_2:25-32 con Act_2:16-21. La Segunda Venida de Cristo inaugurará la tercera fase
del Día del Señor, cuando su señorío universal de justicia restaurará el orden de Dios
sobre la tierra (Isa_11:6-9; Amo_9:13); Por último, el Día del Señor anuncia el arribo
del mundo venidero, con su nuevo cielo y su nueva tierra. Compárese Eze_47:1-12
con Apocalipsis 22:1-5.

VERDAD EN ACCIóN a través de Esdras.

Conocer a Dios Conocer a Dios es saber que El honra su Palabra, aun


por encima de su nombre.
1.1
No olvides que Dios te asegura que su Palabra se cumplirá.

Orientación para vivir en piedad Vivir en piedad es ser consecuentes


con nuestras creencias, aun cuando enfrentemos una oposición hostil.
3.3
Sé fiel a Dios, y manténte firme en tu fe, a pesar de la hostilidad del
mundo. Recuerda que el Señor honrará a quien le honre.

Pasos hacia la santidad La santidad es vivir separado del mundo y consagrado a


Dios.
4.4, 5
No pierdas de vista que el mundo busca frustrar los propósitos de Dios. Busca el
consejo de Dios, y rechaza el consejo del incrédulo.

Pasos para enfrentarse al pecado Debemos ser cuidadosos, no sea que olvidemos
el precio del perdón. El pecado es una cosa seria ¡y debemos manejarlo con cuidado!
El pecado mandó al Hijo Unigénito de Dios a la cruz. No debemos olvidar que entre los
requisitos del perdón de Dios está el arrepentimiento, la confesión y el abandono de
nuestros pecados.
9.3, 4
Evita insensibilizarte ante el pecado. Que el pecado te moleste y te traiga
remordimiento. Dolerse del pecado es humillarse cuando reconocemos su presencia.
10.1-17
Toma seriamente el pecado, y enfréntate decididamente a él. Mantén tu
arrepentimiento: Da pasos para restañar las heridas abiertas por el pecado. No
manches el perdón recibido aferrándote al pecado.

Claves para relacionarnos con quienes tienen autoridadLa gente justa manifiesta
mansedumbre aun cuando enfrente la hostilidad de las autoridades civiles. Nuestra fe
en que Dios es soberano por encima de toda otra autoridad permite que el espíritu de
mansedumbre prevalezca, en el conocimiento que Dios impone su autoridad por
encima de cualquier otra.
6, 1-12
Acepta toda autoridad legítima en el conocimiento que viene de Dios. Confía en que
Dios obra por medio de quienes tienen autoridad.
7.11-28
Cree que Dios es capaz de bendecir a su pueblo por medio de la acción de las
autoridades, aun cuando éstas le sean hostiles. Confía en que el Señor puede hacer
que su voluntad se cumpla por encima de lo que el gobierno decida.

Lecciones para líderes El modelo bíblico para los líderes es el del «líder-siervo». El
líder-siervo no da órdenes, ni es dominante, ni se impone al pueblo de Dios, sino que
va adelante. Servir es «hacer las cosas y dar el ejemplo», rechazando la actitud de los
fariseos, quienes aconsejaban a la gente hacer lo que ellos mismos no hacían. El líder-
siervo le pide a la gente que haga lo que él ha puesto en práctica en su propia vida.
Ello debe expresarse ante todo en la forma en que éste se enfrenta al pecado y en
cómo se manifiesta en su espíritu de arrepentimiento.
8.15-20
Líderes, pedid al Señor que os envíe ayuda en el lugar donde desempeñáis vuestro
ministerio. No tratéis de realizar el trabajo solos.
8.21-23
Líderes, convocad a la congregación al ayuno cuando se inicie un proyecto especial o
comience una nueva etapa en la vida de la iglesia. No olvidéis que Dios toma en
cuenta la actitud humilde que acompaña a la oración y al ayuno.
8.28-33
Líderes, perseguid la excelencia en vuestra mayordomía de las cosas materiales.
¡ Mantened bien claras todas las transacciones financieras!
9.5-15
Líderes, interceded por el pueblo de Dios. Identificaos con sus faltas y confesadlas
como propias. Líderes, servid de modelo al guiar la confesión de pecados de vuestro
pueblo.

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