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Miembros de la Fuerza Pública Víctimas en el Marco del Conflicto Armado Colombiano

Capitán Diego Fernando Maldonado De La Rosa

Curso de Liderazgo Táctico de Escuadrón / Diplomado en Ciencias Militares

Colombia: Estructura, Memoria y Contexto

Subteniente Abraham Ortiz Miranda

Escuela de Postgrados Fuerza Aérea Colombiana

Bogotá D.C

Julio 10 de 2020
MIEMBROS DE LA FUERZA PÚBLICA VÍCTIMAS EN EL MARCO DEL
CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA

Colombia se ha visto inmersa en un conflicto armado de carácter no internacional durante


más de 50 años que ha traído consigo consecuencias a nivel social, económico, cultural y
político y aunque el Estado ha implementado diferentes estrategias para minimizar el
impacto del mismo, este ha tomado un carácter evolutivo durante diferentes épocas lo cual
se ha visto reflejado en el actuar de los Grupos Armados Organizados, en adelante GAO,
teniendo en cuenta que su financiación ha sido procedente de actos violatorios de los
Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario como el secuestro o la
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desaparición forzada , en contra de la población civil y los miembros de la fuerza pública;


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además del narcotráfico que ha contribuido notablemente a robustecer su actuar delictivo.

La evolución del conflicto armado ha sido notoria en el sentido que los GAO han
hecho avances tecnológicos en su modus operandi al hacer uso de medios y métodos
prohibidos por el DIH con el fin de dañar la integridad de militares y policías los cuales se
han visto afectados física y psicológicamente por un enemigo invisible: Las Minas
Antipersonas. A la fecha, en Colombia hay un registro de 11.868 víctimas por minas
antipersona y munición sin explosionar (Descontamina Colombia, 2020), siendo el 60%
miembros de la Fuerza Pública los principales afectados de manera directa por estos
artefactos. En este sentido, es evidente que el Estado lucha por el reconocimiento de los
miembros de la Fuerza Pública como víctimas del conflicto armado en Colombia,
reestableciendo sus derechos y dignidad, sin embargo, cabe preguntarse ¿Son los miembros
de la Fuerza Pública ciudadanos con derechos plenos al ser reconocidos como víctimas del
conflicto armado?

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El Derecho Internacional Humanitario (DIH) es el conjunto de normas que, por razones humanitarias, trata
de limitar los efectos de los conflictos armados. Protege a las personas que no participan o que ya no
participan en los combates y limita los medios y métodos de hacer la guerra. El DIH suele llamarse también
"derecho de la guerra" y "derecho de los conflictos armados" (Servicio de Asesoramiento Derecho
Internacional Humanitario – CICR).
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En el Ejército Nacional de Colombia existen 112 casos de miembros víctimas de desaparición forzada que
fueron retenido de manera ilegal.
Para responder a esto es importante tener en cuenta que la Corte Constitucional
expresó que la consagración como víctimas de los integrantes de la Fuerza Pública, se
constituye en una norma más garantista que las normas del Derecho Internacional. Dicha
definición fue recogida en el artículo 3 de la Ley 1448 de 2011 (Ley de víctimas y
restitución de tierras) y garantizó en cierta medida que los miembros de la Fuerza Pública
tuvieran acceso a algunos derechos como la verdad, la justicia, la reparación (no
administrativa) y las garantías de no repetición. Por lo anterior, es de resaltar que los
integrantes de la Fuerza Pública al ser parte de un régimen especial, han sido
constitucionalmente objeto de un trato diferenciado sobre el derecho a su reparación ya que
su indemnización administrativa (Sentencia C-161, 2016) se establece de acuerdo a la
asignación de retiro que es atribuida por la pérdida de capacidad laboral, factor que en la
Ley de Justicia y paz no se evidenció. Además, el reconocimiento como víctimas cuenta
con obstáculos al momento de la toma de las declaraciones por parte de funcionarios de la
Unidad para las Víctimas, toda vez que estos no se encuentran debidamente capacitados y
en muchas ocasiones niegan la posibilidad de realizar el proceso de declaración a los
miembros de la Fuerza Pública (El Espectador, 2019).

Sin embargo, personas como el Soldado Profesional ® Juan Jose Florián quien
perdió sus dos manos, la pierna derecha y la visión del ojo derecho al ser víctima de un
artefacto explosivo que fue dejado por miembros del extinto grupo guerrillero de las FARC
el 12 de julio de 2011 (El Tiempo, 2016), hoy en día es un ejemplo de resiliencia, ya que al
ser reconocido como víctima del conflicto pudo acceder a beneficios de rehabilitación en el
Centro de Rehabilitación Inclusiva (CRI), lo que le permitió convertirse en un competidor a
nivel nacional de natación y ciclismo paralímpico. El uso de artefactos explosivos
improvisados es catalogado como una infracción al DIH, por lo cual el SLP Florián pudo
ser reconocido como víctima ante lo enmarcado en la Ley 1448 de 2011.

Asimismo, la desaparición forzada entra en el marco de violaciones a los DDHH e


infracciones al DIH y en este delito los familiares en primer grado son quienes se
convierten en víctimas indirectas. El Cabo Segundo Fernando García quien desaparecido de
manera forzada el 4 de Julio del 2004 al ser interceptado por alias “Bejuco”, alias
“Chiquichan”, alias “Tobias” y alias “Raton”, miembros de las AUC y quienes años
después reconocerían haber participado en el crimen (Fiscalía General de la Nación, 2013).
En este caso la Señora Lilia Vargas, madre del Cabo Segundo al ser reconocida como
víctima indirecta recibe los beneficios que se encuentran establecidos en la Ley 1448 de
2011, siendo para ella, la verdad el más importante de todos.

De los anteriores casos se puede concluir que los miembros de la Fuerza Pública y
sus familias son reconocidos como víctimas del conflicto armado en Colombia siempre y
cuando hayan sido sujeto de violaciones a los Derechos Humanos o de infracciones graves
y manifiestas al Derecho Internacional Humanitario, sin embargo, la totalidad de sus
derechos no ha sido garantizada, toda vez que se mantuvo el tratamiento especial en
materia indemnizatoria, derivada de la existencia de una relación laboral con el Estado que
es asumida de manera voluntaria, lo que significa que los riesgos que se encuentran
adscritos a ese vínculo laboral fueron asumidos desde una valoración previa y se les
concede una asignación de retiro, mas no un reconocimiento por convertirse en víctimas del
conflicto armado en Colombia.
REFERENCIAS:

 Acción contra minas, 2020. Estadísticas de Asistencia Integral a las Víctimas de


MAP y MUSE. Obtenido de:
http://www.accioncontraminas.gov.co/Estadisticas/estadisticas-de-victimas
 Fiscalía General de la Nación, 2010. Condena de 16 años por desaparición de
suboficial del Ejército. Obtenido de:
https://www.fiscalia.gov.co/colombia/noticias/condena-de-16-anos-por-
desaparicion-de-suboficial-del-ejercito/
 El Espectador, 2019. La lucha de los militares para ser reconocidos como víctimas.
Obtenido de: https://www.elespectador.com/colombia2020/justicia/verdad/la-lucha-
de-los-militares-para-ser-reconocidos-como-victimas-articulo-857800/
 El Tiempo, 2016. “El 'accidente' fue un regalo que la vida me tenía”. Obtenido de:
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16649322
 Ley 1448 de 2011. Por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación
integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones
 Sentencia C-161 de 2016. Norma sobre derecho a la reparación de miembros de la
fuerza pública como víctimas del conflicto armado

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