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El artículo 101 de la Ley 1563 de 2012 faculta a las partes para que elijan las
normas de derecho aplicables a su controversia y, si no las indican, el tribunal
arbitral aplicará aquellas normas de derecho que estime pertinentes
En estos términos, nada impide que en laudos internacionales proferidos con
sede en Colombia se aplique ley extranjera o, inclusive, integrando en sus
consideraciones y resoluciones una superposición del ordenamiento nacional con
normas foráneas.
El artículo 107 de la Ley 1563 de 2012 prohíbe expresamente que el juez de
anulación se pronuncie sobre el fondo de la controversia o califique los criterios,
valoraciones probatorias, motivaciones o interpretaciones expuestas por el
tribunal arbitral. Y el artículo 108 del mismo estatuto establece las causales de
anulación a las cuales están sujetas los laudos internacionales.
La Sala encuentra que la prohibición expresa de intervención judicial, la libertad
de escoger las normas de derecho aplicables y las causales de anulación del
laudo internacional -en tanto elementos propios de la normativa que rige el
arbitraje internacional-, derivan en que la procedencia de la acción de tutela
contra laudos internacionales tenga un carácter excepcional mucho más
restrictivo que cuando se trata de tutela contra laudos nacionales y, en esa
medida, la primera es excepcionalísima
Conclusión de la corte
En conclusión, la Acción de Tutela no satisface el requisito de subsidiaridad
necesario para avalar su procedencia, pues, por un lado, no existen motivos para
considerar ineficaz el recurso de anulación, y por el otro, no se probó la existencia
de un perjuicio irremediable que afecte a Gecelca.
La presente Acción de Tutela es improcedente porque no acreditó el
cumplimiento del requisito general de subsidiariedad, cuyo examen es más
riguroso ante decisiones arbitrales, máxime si estas ostentan un carácter
internacional.
En virtud de lo expuesto, la Sala confirmará la sentencia de tutela proferida en
segunda instancia por la Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso
Administrativo del Consejo de Estado el 12 de septiembre de 2018, la cual, a su
turno, confirmó la sentencia de primera instancia proferida por la Sección Cuarta
de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado el 26 de julio
de 2018, pero por las razones expuestas en esta providencia.
Se recuerda que, proferida una providencia en sede de anulación, contra ella
podrán interponerse las acciones que resulten procedentes.