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ABT, L.

Una teoría de la psicología proyectiva

El Dr. Abt considera que la psicología proyectiva es una psicología de protesta, lo cual para él una muestra
de sana independencia y originalidad, antes de una demostración de actitud competitiva e incapacidad para
aceptar la autoridad personificada por su padre intelectual, la psicología académica.

Una teoría de la psicología proyectiva

PSICOLOGIA PROYECTIVA es el nombre que puede darse a un punto de vista cada vez más sistemático
que se desarrolla en la psicología contemporánea. El término se refiere a un conjunto más o menos común
de supuestos, hipótesis y proposiciones que están encontrando su expresión específica en manos de los
clínicos que utilizan los métodos proyectivos de una u otra clase, en el estudio y diagnostico de la
personalidad. La matriz conceptual del punto de vista proyectivo en psicología consiste en una serie de
conceptos, tanto implícitos como explícitos sobre la personalidad, así como en algunas concepciones
relativas a la naturaleza y la tarea de la ciencia en general.

ORIGENES DE LA PSICOLOGÍA PROYECTIVA.

El punto de vista proyectivo es psicología es netamente opuesto a la tradición norteamericana del


conductismo.
Northrop: “ En una investigación conductista, se pasan por alto los componentes internos del sistema y sus
relaciones dentro de él. La atención centrada en lo que ocurre con respecto a la respuesta del sistema
cuando, siendo Tololo demás constante, se hace que un estímulo específico o un in put incidió sobre él.
El un estudio funcional, en cambio, el tema central que se investiga es la estructura intrínseca y las
propiedades internas del sistema mismo. En ese tipo de estudio, in put y out put sólo se utilizan para arrojar
luz sobre el carácter del sistema que los vincula.”
Creo que la psicología proyectiva se ocupa evidentemente de un estudio funcional del individuo, en el
sentido de Northrop, y que debe estar plenamente dispuesta a dejar de lado todo tipo de investigación
conductista. Resulta evidente que una evaluación funcional de la personalidad siempre debe expresarse en
términos dinámicos y el punto de vista proyectivo en psicología está hondamente comprometido con un
enfoque dinámico y no estático de la conducta. Un punto de vista dinámico para la psicología proyectiva
exige que consideremos toda conducta como activa e intencional, activa en sentido de que el individuo
tiende a desarrollar una relación con el mundo de la realidad física y social, e intencional o funcional, en el
sentido de que la conducta del individuo apunta a una meta. Dentro del marco de la psicología proyectiva, la
conducta siempre está dirigida hacia una meta, y busca eliminar o reducir la pauta de estimulación que la
provocó.
Decir que la psicología proyectiva insiste en un análisis dinámico y funcional de la personalidad significa
sugerir que no se ocupa de segmentos aislados de conducta, sino mas bien de las técnicas importantes y más
complejas por medio de las cuales el individuo busca organizar su experiencia con el ambiente físico y
social y adaptarla según sus singulares necesidades. La psicología proyectiva quiere investigar el papel de
todas las funciones y procesos psicológicos que actúan dentro del contexto de la personalidad total.
Las producciones proyectivas de los individuos deben considerarse por lo tanto como meras partes de un
todo. Es este enfoque del estudio y el diagnostico de la personalidad lo que explica nuestra necesidad de
utilizar diversos métodos proyectivos, así como técnicas no proyectivas, para la evaluación y el diagnostico
de cada personalidad.
Los elementos dinámico, funcional y holista en la psicología proyectiva pueden rastrearse con bastante
facilidad hasta ciertos desarrollos históricos dentro de las ciencias de la conducta. En primer lugar cabe
mencionar el pensamiento psicoanalítico. Un segundo desarrollo histórico de gran significación para la
psicología proyectiva, en gran medida inspirado en los hallazgos experimentales es la psicología de la
Gestalt.
El las dos teorías de la psicología podemos discernir las siguientes áreas importantes de acuerdo básico que
resultan significativas para la psicología proyectiva:
1) Existe estrecho acuerdo entre ambas teorías con respecto a la estructura y el desarrollo de la
personalidad. El self freudiano de estructuración múltiple no es esencialmente distinto, desde un punto
de vista conceptual de la división de la persona en regiones que establece Lewin.
2) La totalidad del organismo.
3) El psicoanálisis postula una relación operativa íntima y esencial entre los mecanismos y dinamismos
psicológicos que funcionan dentro del individuo y la cultura y el ambiente socioantropológicos. Las
notables contribuciones de Lewin señalan una congruencia de criterios.
4) Tanto la psicología de la Gestalt como el psicoanálisis utilizan un enorme número de construcciones
independientemente derivadas, que sus creadores pueden emplear como eficaces herramientas
interpretativas en la descripción de la personalidad. El método hipotético deductivo en todas sus
variaciones, fomenta el desarrollo y la utilización de construcciones operativamente derivadas, que son
similares a los conceptos de persona, vector, valencia, dimensión de la realidad y otros similares en la
psicología de la Gestalt y a los conceptos del yo, líbido y construcciones similares utilizadas en el
pensamiento psicoanalítico.
En cada uno de estos dos puntos de vista sistemáticos sólo la conducta del individuo se observa en un
amplio contexto de situaciones distintas.
5) La psicología de la Gestalt y el psicoanálisis sostiene que todos los fenómenos psíquicos tienen una
causa y un significado, así como una función económica con respecto a la psicobiología de todo el
organismo.
Quizás, como sugieren algunos autores, los test proyectivos realmente se prestan con mayor facilidad al
tipo de investigación nomotética. De ser así creo que ello sólo se debe a que no se han realizado intentos
cabales por idear instrumentos y procedimientos proyectivos que no estén basados en un interés por
establecer leyes generales de la estructura y el funcionamiento de la personalidad.
La psicología proyectiva sostiene firmemente que la causalidad psicologíca es siempre y en todas partes
únicamente personal y nunca simplemente general, y esta insistencia surge de la profunda convicción de
que hay considerable justificación teórica, tanto en psicología como en otras ciencias, para estudiar al
individuo como tal y no como a un representante de una clase de individuos, cuyos miembros, según se
supone, poseen un número finito de rasgos determinables en cantidades variables.

TENDENCIAS CONCEPTUALES CONTEMPORÁNEAS EN LA PSICOLOGÍA PROYECTIVA

Es posible discernir las siguientes tendencias significativas en la conceptualización de la conducta y la


personalidad de la psicología proyectiva:
1) La personalidad se considera cada vez más como un proceso antes que como un conjunto de rasgos
relativamente estáticos que el individuo utiliza para responder a los estímulos.
El resultado de considerar a la personalidad como un proceso es que el cuadro que surge de la
aplicación de un grupo de test proyectivos en el estudio de un individuo siempre está limitado por la
exigencia de que la conducta proyectiva accesible al análisis represente , en el mejor de los casos, sólo
un corte transversal del proceso de la personalidad total. Se convierte en sólo una parte de ese todo
temporalmente extendido que es la personalidad.
2) La personalidad estudiada por medio de procedimientos proyectivos es vista como un proceso
constantemente sometido a la influencia de las interacciones del individuo con el ambiente físico y
social, por un lado, y del estado y la intensidad de sus necesidades, por el otro.
Según este criterio, la personalidad es el proceso que el individuo utiliza para organizar sus experiencias
en términos de un mundo cambiante de realidad física y social, y para adaptar esa realidad a sus propias
necesidades y valores.
3) Hay una creciente tendencia dentro de la psicología proyectiva a apoyarse en la teoría del campo como
marco de referencia adecuado para organizar los datos proyectivos de la conducta.
La conducta se estudia siempre como una función de las relaciones persona-situación, y los términos
dinámicos utilizados para describir tales relaciones derivan a un mismo tiempo de la psicología de las
Gestalt y del psicoanálisis.
4) Bajo la influencia del pensamiento psicoanalítico, hay una marcada tendencia a establecer dos clases de
proposiciones sobre la personalidad: dinámicas (del campo) y genéticas (históricas y del desarrollo)
Aunque los psicólogos proyectivos aceptan que los test proyectivos proporcionan, sólo un enfoque
transversal para la evaluación de la personalidad, en general sostienen que la personalidad como proceso es
una entidad en continuo desarrollo que actúa desde el nacimiento hasta la muerte.
A través de un proceso de deducción clínica, el psicólogo proyectivo a menudo puede utilizar los
hechos subjetivos y objetivos que la exploración de la personalidad le proporcionan, para establecer una
serie de hipótesis dinámicas y genéticas sobre el individuo, que representan para el terapeuta una
formulación de diversos grados de adecuación.
5) Las técnicas proyectivas no apuntan a una formulación completa de las personalidad total, sino que
intentan proporcionar una serie de formulaciones descriptivas significativas sobre personalidad, que pueden
resultar útiles para un propósito particular y, a menudo, muy limitado.
6) En la psicología proyectiva en particular, existe la convicción de que hay una necesidad apremiante de
construir una teoría cada vez más amplia, coherente y utilizable de la personalidad, que satisfaga en mayor
grado de lo que puede lograrse hoy la doble finalidad de la ciencia: explicación de la conducta pasada del
individuo y predicción de su conducta futura.
Considerable número de investigadores dentro de la P.P (de ahora en más psicología proyectiva) parecen
convencidos de que la solución radica en la construcción gradual de una serie lógica y psicológicamente
congruente de conceptos variables que puedan definirse operativamente y someterse al test crucial de la
experimentación. Hasta que no se haya eliminado acabadamente la maleza conceptual, la PP como forma
de considerar la conducta de personas reales en situaciones reales tendrá probablemente un desarrollo muy
lento.

NATURALEZA Y PAPEL DE LA PERCEPCIÓN

Los métodos proyectivos dependen de la acción de los mecanismos preceptúales del individuo.
Abrumadoras pruebas teóricas y experimentales sugieren que la selectividad de los estímulos puede
considerarse como una función de los “marcos de referencia” del individuo.
La selectividad general encontrada en todos los actos preceptúales del individuo está determinada o, más
precisamente, es una función de ciertos factores internos y externos de la percepción que actúan en forma
legal.
1) el concepto de sí mismo es un sistema perceptual aprendido, gobernado por los mismos principios de
organización que los objetos preceptúales.
2) Regula la conducta
3) La percepción que una persona tiene de sí misma puede no ofrecer mayor relación con la realidad
externa, como ocurre con los individuos psicóticos.
4) El concepto del sí mismo es un sistema diferenciado pero organizado, de modo que incluso sus aspectos
negativamente evaluados pueden ser defendidos por el individuo a fin de mantener su individualidad.
5) El marco total de este concepto determina la forma en que se perciben los estímulos, así como el olvido
o el recuerdo de los estímulos antiguos.
6) El concepto del sí mismo es sumamente sensible en cuanto a permitir una rápida restructuración se las
condiciones lo permiten, pero también puede mantenerse inalterado bajo condiciones que, para el
observador, constituyen una violenta situación de tensión.
Cuanto mas estructurado es el campo de estímulos, más depende por lo común la conducta de la actuación
de los factores externos en la percepción e inversamente, cuando mas vago y ambiguo el campo del
estímulo, mayor es la oportunidad y la necesidad de que se actúen los factores internos en la percepción.
El trabajo experimental de Bruner y sus colaboradores en Harvard, ofrece pruebas experimentales
demostrativas del predominio de los factores internos sobre los externos en la percepción, bajo condiciones
de laboratorio en que el campo de estímulos se presenta vago y ambiguo, Bruner t Goodman por ej, han
estudiado el papel de la necesidad y el valor como factores en la distorsión perceptual y han desarrollado
tres hipótesis empíricas que deben verificarse:
1) cuanto mayor es el valor social de un objeto, mas susceptible será a la organización impuesta por
determinantes de la conducta. Será perceptualmente seleccionado entre objetos preceptúales
alternativos, llegará a fijarse como una tendencia de respuesta perceptual, y a acentuarse
perceptualmente.
2) Cuanto mayor es la necesidad individual de un objeto socialmente valorado, más marcada será la
actuación de los determinantes de la conducta.
3) La ambigüedad perceptual facilita la actuación de los determinantes de la conducta sólo en la medida
en que reduce la acción de los determinantes autóctonos, sin reducir la eficacia de los determinantes
de la conducta.

Como resultado de todo ese conjunto de pruebas que se ha establecido podemos considerar la percepción
como un proceso activo e intencional que involucra a todo el organismo en relación con su campo. Por su
naturaleza, la actividad perceptual tiene raices que llegan muy hondo en la matriz total de las experiencias
pasadas del individuo, y las actividades perceptuales del individuo se extienden hasta el futuro para moldear
su orientación. Por lo tanto, todos los procesos preceptúales no sólo están íntimamente ligados con las
experiencias pasadas separadas y distintas del individuo, que hab llegado a organizarse en la conducta para
proporcionar cierto significado y unidad en el presente, sino que también están hondamente vinculados con
su anticipación del futuro, sobre todo del futuro cercano, del que puede considerarse que constituyen una
suerte de reflejo. El individuo tiende a construir o adquirir un sentimiento de certidumbre con respecto a las
consecuencias de sus experiencias preceptúales presentes. Preceptos que en el pasado fueron validados por
sus experiencias posteriores, evidentemente tienden a fijarse como tendencia de respuesta perceptual y a
llevar a un sentimiento de bienestar o seguridad. Los preceptos que no han tenido una validación posterior
en la conducta tienden a producir un estado de tensión y se experimentan como malestar o ansiedad.
En la actualidad, se está reuniendo lentamente unaserie de pruebas, la cual comienza a sugerirnos que una
de sus funciones importantes de las percepción es las de actuar como defensa yoica.
Dentro del marco de la PP, mi formulación resulta algo distinta. Creo que los procesos preceptúales actúan
de tal modo que permiten al individuo mantener un estado o un nivel de ansiedad para el cual ha adquirido,
a través del aprendizaje, un grado adecuado de tolerancia. El monto de ansiedad que una persona ha
aprendido a tolerar es, sin duda, una función de un número considerable de variables de la personalidad, que
según podemos suponer, están afectadas de distintas maneras y en distintas medidas por las experiencias del
individuo. El psicoanálisis ha acentuado el principio de que casa persona posee un conjunto de mecanismos
de defensa que se utilizan en forma individual y que actúan de tal modo que el nivel de ansiedad puede
mantenerse dentro de límites manejables. Una de las funciones de la percepción es la de permitir que
algunos de los mecanismos de defensa psicoanalíticos actúen de tal manera que el individuo pueda mantener
un nivel bastante constante de ansiedad. La percepción desempeña un papel significativo en el proceso de la
homeostasis psicológica, que se logra dinámicamente a través del funcionamiento de los distintos
mecanismos de defensa.
El proceso dinámico de adaptar la conducta a una nueva relación situacional es probablemente lo que
explica el aumento en el monto de ansiedad que el individuo experimenta. Estoy convencido de que cuando
el nivel de ansiedad habitual aprendido es sobrepasado, aparece una marcada tendencia a poner en
funcionamiento el mecanismo proyectivo. Cuando el mecanismo `proyectivo entra en juego, permite al yo
adaptarse a relaciones nuevas y adecuadas con la realidad física y social. Como consecuencia del
funcionamiento del mecanismo proyectivo bajo tales condiciones, el monto de ansiedad que experimenta el
individuo tiende a disminuir hasta el punto en que este vuelve a sentirse aliviado y seguro.
Al formular este proceso, he utilizado como principio central el concepto de homeostasis psicológica (es una
construcción de amplia generalidad y aplicación). La proyección no es el único “paragolpes” psicológico
que el yo utiliza para mantener un nivel de ansiedad tolerable. La represión es otro mecanismo de defensa
que puede estar involucrado en la búsqueda de un estado o condición de homeostasis psicológica. en PP nos
interesa sobre todo el estudio de las conducta proyectiva y sólo secundariamente el examen y la evaluación
de otras manifestaciones de conducta del individuo.
Resulta adecuado hablar de una percepción que está dirigida por deseos, necesidades, valores, fantasías, etc.
Al utilizar así estos términos intento sugerir que las experiencias preceptúales del individuo llegan a
colorearse con esos elementos de su personalidad y que esos elementos o componentes de la personalidad
son responsables de una distorsión de la realidad física y social por la cual la seguridad e integridad que
experimenta el percipiente se ven amenazadas en un grado mínimo. Creo que este proceso encuentra un
excelente ejemplo en la aplicación del Test de Rorschach.
La función de la percepción, de ansiedad experimentada por el individuo, de modo que pueda establecer una
nueva relación con el ambiente físico y el social, que le permitirá manejarlos con un máximo de
desenvoltura y comodidad.
Los test proyectivos se han aplicado sobre todo en el estudio y el diagnostico de la personalidad. No
obstante, es una experiencia común para el clínico comprobar que la aplicación de un test proyectivo a
menudo tiene un valor terapéutico para el examinado.

ALGUNOS POSTULADOS SOBRE LA PERSONALIDAD.

Las concepciones de la personalidad que formulo tentativamente aquí deben considerarse sólo como
hipótesis, cuya función es la de orientar e inspirar investigaciones sobre la personalidad en PP. La única
justificación que estas hipótesis pueden tener en la actualidad es la de que ayudan al psicólogo proyectivo a
organizar los datos derivados de la aplicación de test proyectivos en patrones significativos que pueden
resultarle útiles para interpretar la conducta proyectiva.
Los diversos postulados relativos a la naturaleza de la personalidad que parecen útiles en PP, pueden
formularse del siguiente modo:
1) la personalidad es un sistema que actúa en el individuo como una organización entre el estímulo y la
respuesta que intenta relativizar. Este postulado acentúa la naturaleza condicional y relativa de un
estímulo, y sugiere que todo estímulo es eficaz para provocar una respuesta sólo en la medida en que
ha llegado a relacionarse con un organismo en funcionamiento a través del aprendizaje de ese
organismo.
Los estímulos frente a los que una persona puede aprender a reaccionar dependen de las necesidades
y los valores peculiares e individuales de esa persona.
En un nivel fenomenológico, la selección de estímulos a los que el individuo puede reaccionas se
logra mediante un proceso que podemos llamar “atención selectiva”. Este proceso es una actividad
de los mecanismos preceptúales. El proceso de atención selectiva es una actividad de la personalidad
que sensibiliza al individuo frente a estímulos que promueven su bienestar e integridad y desarrolla
en él una falta de sensibilidad para con los estímulos que no promueven tales fines.
Inatención selectiva: proceso que no constituye propiamente una función de los mecanismos
preceptúales, y que, según suponemos, tiene lugar fuera de la conciencia.
2) la personalidad como organización es de carácter dinámico y motivacional. Su capacidad para
seleccionar e interpretar estímulos, por un lado, y para controlar y fijar respuestas, por otro,
constituye una medida de su integridad y su unidad como sistema en funcionamiento.
La personalidad como una organización dinámica que interviene entre el estímulo y la respuesta es
responsable de la homeostasis psicológica que tiene lugar en la conducta. La conducta se ha vuelto
perturbada, la personalidad como sistema u organización dinámico y motivacional es incapaz de
relativizar el estímulo y la respuesta. Debido a la pérdida de la homeostasis psicológica, las antiguas
tendencias de respuestas preceptúales del individuo, adquiridas en gran parte a través del aprendizaje,
ya no resultan funcionales. La “legalidad” de la conducta pasada se pierde, y la persona debe
establecer tendencias de respuestas nuevas y a menudo inadecuadas. Suponemos, que la introducción
de nuevas pautas de respuesta es legal y debe entenderse en términos de la necesidad del individuo de
afirmar su integridad y autocongruencia sobre una nueva base.
3) La personalidad es una configuración. La personalidad consiste en una amplia variedad de funciones
y procesos psicológicos, y suponemos que la formación de la personalidad sigue las leyes de la
psicología de la Gestalt relativas al desarrollo de cualquier otra configuración.
No se puede considerar que ningún test proyectivo “mida” la personalidad total. Es posible evaluar
sectores relativamente limitados de la configuración de la personalidad, mediante una combinación
de todos los instrumentos, tanto proyectivos como no proyectivos.
La naturaleza configurativa de la personalidad justifica un enfoque multidimensional del análisis,
representado por los diversos procedimientos proyectivos. Cada aspecto de la configuración llamada
personalidad que cualquier método proyectivo dado intenta esclarecer debe considerarse sólo como
una expresión del proceso de la personalidad total, y siempre a la luz de las otras expresiones de
conducta del individuo.
4) El crecimiento y el desarrollo de la personalidad se basan en la diferenciación y la integración. Este
postulado sostiene que el crecimiento y el desarrollo de la personalidad dependen de dos procesos
fundamentales: aprendizaje y maduración. El aprendizaje y la maduración son conjuntamente
responsables de la diferenciación y la integración, las cuales caracterizan el proceso de la
personalidad de diversas maneras en las distintas etapas de su curso temporal.
5) En su crecimiento y desarrollo, la personalidad sufre la influencia de los factores ambientales; de
estos últimos, los culturales son de fundamental importancia. Los determinantes ambientales de la
personalidad son significativamente influyentes, puesto que permiten al individuo organizar sus
distintas experiencias y su conducta a los fines de una satisfacción más adecuada de sus necesidades
únicas.
Creo que estos cinco postulados sobre la naturaleza de la personalidad son útiles en la psicología proyectiva
en tanto resulta posible utilizarlos como marcos de referencia para pensar sobre la personalidad.
Los clínicos que utilizan test proyectivos necesitan urgentemente una teoría de la personalidad. Esa teoría se
justifica no solo porque necesitamos orden, sino más bien porque puede estimular y guiar una serie de
experimentos cruciales, cuya función final puede ser la de desarrollar plenamente nuevas perspectivas y
concepciones sobre la personalidad.

CONCLUSIÓN

He presentado una teoría esquemática de la percepción que puede ser útil para comprender la psicología
proyectiva. He descripto las condiciones bajo las que, según creo, los procesos preceptúales actúan para
mantener el nivel de ansiedad del individuo, y he ofrecido una teoría sobre la forma en que el mecanismo
proyectivo puede verse llamado a actuar
Los cinco postulados sobre la personalidad, que deben utilizarse como hipótesis a verificar a través de los
datos clínicos y proyectivos, representan sólo el armazón en torno del cual es necesario construir una teoría
de la personalidad amplia y útil.

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