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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

FACULTAD DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA


ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA AMBIENTAL

TRABAJO ACADÉMICO

ENSAYO DE 10 ARTÍCULOS CIENTÍFICOS

INTEGRANTE:

______________________________________

DOCENTE:

VICTOR CHAVEZ CENTENO

CURSO:

MICROBIOLOGÍA AMBIENTAL

PERIÓDICO ACADÉMICO:

2021-I

ICA – PERÚ
2021
ÍNDICE

ÍNDICE......................................................................................................................................2

RESUMEN EJECUTIVO..........................................................................................................3

1. OBJETIVO Y ALCANCE.................................................................................................5

Objetivo..................................................................................................................................5

Alcance...................................................................................................................................5

DESARROLLO DEL TRABAJO..............................................................................................6

1.1. Artículo 1.....................................................................................................................6

1.1.1. Conclusiones........................................................................................................9

1.2. Artículo 2...................................................................................................................10

1.2.1. Conclusiones......................................................................................................13

1.3. Artículo 3...................................................................................................................14

1.3.1. CONCLUSIONES.............................................................................................17

1.4. Artículo 4...................................................................................................................18

1.4.1. Conclusiones......................................................................................................21

1.5. Artículo 5...................................................................................................................23

1.5.1. Conclusiones......................................................................................................25

1.6. Artículo 6...................................................................................................................27

1.6.1. Conclusiones......................................................................................................29

1.7. Artículo 7...................................................................................................................31

1.7.1. Conclusión..........................................................................................................34

1.8. Artículo 8...................................................................................................................35

1.8.1. Conclusiones......................................................................................................37

CONCLUSIONES...................................................................................................................38

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.........................................................................................39

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RESUMEN EJECUTIVO

Hoy en día se ofrece tecnología para satisfacer de nuestras necesidades en todo

aspecto, tanto para el confort, entretenimiento, facilidad en efectuar nuestras transacciones

bancarias, compras, ofertas de productos, etc. Es innumerable las operaciones que podemos

realizar utilizando tecnología, se encuentra casi la mayoría de las cosas de nuestros

quehaceres cotidianos, sin olvidar a los trabajos de oficina, el desenvolvimiento académico,

etc.

Dada esta realidad, en el futuro se habla de la tecnología de las tecnologías bajo el

término de Inteligencia ambiental, que abarca el conjunto de ordenadores, manejo de redes

inalámbricas, sensores biométricos, en el que nuestro entorno habitual, domésticos y de

trabajo se encuentran rodeados. La Inteligencia ambiental pone el énfasis en la amigabilidad

al usuario, característica que hoy en día se introduce en el desarrollo de las aplicaciones pero

no a un grado de Inteligencia, es decir, para que hagamos uso de alguna aplicación es

necesario que aprendamos a manejar la maquina y adecuarla constantemente a nuestras

necesidades, la Aml es una forma de interacción en el que las personas estamos rodeadas de

un entorno digital consciente de nuestra presencia, sensible al contexto, que responde de

manera adaptativa a nuestras necesidades y hábitos, para facilitarnos la vida diaria en el

hogar, en el trabajo, en la distracción, en la educación etc. La Aml coloca al centro al ser

humano, sus necesidades basándose en un principio básico que es la Inteligencia, logrado por

toda la tecnología que nos rodea, como el avance tecnológico en la comunicación. Pretende

que la tecnología se vea incrustada, casi invisible al ser humano. Por ejemplo un objeto

inteligente podría ser un sistema de ventilación que se adecué al número de personas en la

sala, a la temperatura de la sala o bien una simple taza que adopte un color según el grado de

temperatura que presente el liquido contenido, o que mantenga la temperatura cuando llegue

al gusto del usuario o más aun que indique el nivel de azúcar que tiene el liquido acorde a la

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dieta del que lo consume. Se pretende que estos objetos como la taza de café, tengan

tecnología incrustada, que logre estas necesidades y que sea invisible para el ser humano, con

ello además se tiene una interfaz sencilla y utilizada de una forma natural. O en el ejemplo de

la ventilación la tecnología incrustada en el sistema de ventilación deberá ser capaz de

reconocer la cantidad de personas que están en el ambiente o sala. Entonces se habla de que

nuestro entorno este rodeado de cosas u objetos inteligentes Con cierta capacidad de

comunicación con el medio sin que el ser humano traduzca estas necesidades a su objeto

tecnológico, esto se logra a través de sensores, procesamiento inteligente para la toma de

decisiones, sistemas de comunicación, etc. que pueden interactuar con el usuario de manera

natural.

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1. OBJETIVO Y ALCANCE

Objetivo

 Analizar los presentes artículos de acuerdo a sus conclusiones y objetivos de los mismos.

Alcance

 El alcance es para la población en general, ya que la intervención humana en la naturaleza

ha generado impactos que afectan negativamente la integridad de los ecosistemas, de los

cuales depende en gran parte el bienestar de la humanidad, y que, en algunos casos, han

llegado a amenazar la integridad de la vida misma en nuestro planeta, tal como se

evidencia en forma dramática con el calentamiento global.

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DESARROLLO DEL TRABAJO

1.1. Artículo 1

TOLERANCIA AL PLOMO DE AISLAMIENTOS NATIVOS DE

PSEUDOMONAS SPP. DE AGUAS RESIDUALES DEL VALLE DE ABURRÁ.

Con el rápido crecimiento industrial, enormes cantidades de residuos, incluyendo

metales pesados, son dispuestos en el ambiente (Naik & Dubey 2013). En las últimas décadas

las concentraciones de metales no esenciales (p.e. Pb, Cd y Hg) han aumentado en aguas y

sedimentos rápidamente, esto como consecuencia de actividades industriales, como

galvanoplastia, pinturas, baterías, curtidos, textiles, entre otras, los cuales generan aguas

residuales con elevada concentración de metales pesados, además estos están considerados

dentro de los mayores agentes tóxicos asociados a contaminación ambiental (Majumder et al.,

2014; Morales et al., 2010). Su presencia en los recursos hídricos ha sido responsable de

muchas situaciones de impacto no solo ecológico sino también sobre la salud pública en

general (Mancera & Álvarez 2006). Este creciente desarrollo industrial sumado al manejo

inadecuado de los residuos con contenidos de metales pesados, constituyen una gran

problemática a nivel mundial, pues estos son contaminantes que a diferencia de los

compuestos orgánicos no pueden ser sintetizados o degradados, estos únicamente pueden ser

transformados de un estado de valencia a otro y este influye a su vez en la biodisponibilidad y

los efectos que pueda generar en los sistemas vivos (Fairbrother et al., 2007).

El plomo (Pb) hace parte del grupo de metales pesados, es un contaminante ambiental

persistente, que se acumula lentamente dando lugar a procesos de biomagnificación en los

diferentes niveles de la cadena trófica; además se ha determinado que este metal puede causar

lesiones oxidativas en el ADN (Xu et al., 2018), daños a proteínas, lípidos y puede sustituir

también iones metálicos esenciales tales como Zn, Ca y Fe, presentes en algunas enzimas

(Naik & Dubey, 2013). La exposición al plomo por largos períodos de tiempo produce

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anemia, alteraciones en la reproducción, insuficiencia renal, cáncer y daño neurodegenerativo

(Kang et al., 2015), por lo tanto, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) ha

incluido el plomo en la lista de residuos peligrosos inorgánicos (Naik & Dubey, 2013).

Los múltiples efectos tóxicos causados por este metal lo han convertido en un

problema de preocupación mundial. La Organización Mundial de la Salud clasifica el plomo

como uno de los 10 productos químicos que más causa afecciones graves de salud, lo cual a

su vez se convierte en un problema de salud pública. Se estima que 143.000 vidas son

cobradas cada año debido a la exposición a este metal, con registro de tasas más altas en los

países en desarrollo (OMS, 2014). Debido a los innumerables problemas que genera el

vertimiento de aguas residuales con contenido de metales pesados, especialmente aquellos

que se encuentran en el grupo de no esenciales, es necesario tratar estos efluentes antes de su

descarga al medio ambiente (Barakat, 2011). En los últimos años, varios procesos se han

desarrollado con el objetivo de reducir o recuperar metales pesados de los ambientes

contaminados (Kang et al., 2016). Los tratamientos físicos-químicos son capaces de eliminar

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un amplio espectro de contaminantes (Kang et al., 2016), sin embargo, las principales

desventajas de estos métodos son la eliminación incompleta, los requisitos de alta energía y la

producción de lodos tóxicos (Barakat, 2011).

Existen algunos tratamientos biológicos que pueden resultar eficientes, amigables con

el ambiente, permiten reducir costos en el proceso y además, son eficientes aun cuando hay

bajas concentraciones del metal; adicionalmente pueden realizarse en el sitio de

contaminación, por lo que no genera impactos negativos en las zonas tratadas o alteraciones

al ecosistema (Kang et al., 2015; Majumder et al., 2014; Mani & Kumar, 2014). Los

microorganismos pueden tolerar y crecer en diversas condiciones extremas de pH,

temperatura y disponibilidad de nutrientes, así como en concentraciones altas de metales,

debido a que han desarrollado estrategias de supervivencia en hábitats contaminados, para el

caso de metales pesados, y dichas estrategias de desintoxicación microbiana pueden ser

aplicadas para diseñar procesos de biorremediación económicos (Muñoz et al., 2012).

Algunas cepas microbianas, incluyendo bacterias, emplean una variedad de mecanismos de

tolerancia y/o resistencia para sobrevivir en altos niveles de metales, como el plomo, sin

mayor impacto en su crecimiento o metabolismo (Naik & Dubey, 2013). Entre estos

mecanismos se incluyen: precipitación extra e intracelular, biotransformación, adsorción por

polisacáridos, unión a elementos de la pared celular o sistemas de eflujo (Jarosławiecka &

Piotrowska, 2014). Una gran variedad de microorganismos que son resistentes a metales ha

sido aislada de sitios contaminados con estos elementos. Los suelos o aguas contaminados

exponen a los microorganismos presentes a metales pesados, lo cual conduce a que

desarrollen tolerancia a estos (Oves et al., 2017). Entre los géneros bacterianos que han sido

reportados, se encuentran bacterias Gram positivas como: Bacillus cereus, Arthrobacter sp. y

Corynebacterium sp. y Gram negativos: Burkholderia sp., Pseudomonas spp. y Ralstonia sp.

(Jarosławiecka & Piotrowska 2014; Oves et al., 2017). Las bacterias del género Pseudomonas

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spp. están presentes en la mayoría de los ecosistemas de suelo y agua, estas son capaces de

metabolizar una amplia variedad de compuestos orgánicos e inorgánicos, además son bien

conocidas por su capacidad de tolerar y resistir moléculas tóxicas, incluidos antibióticos,

metales pesados, detergentes y disolventes orgánicos (Chien et al., 2013).

Dado que diariamente se depositan altas concentraciones de metales pesados, como

plomo, en el ambiente, especialmente en aguas superficiales, y en vista de que estos

constituyen un gran riesgo ecológico, ambiental y para la salud de los seres vivos, es

necesario buscar e implementar mecanismos que permitan remover estos contaminantes

tóxicos de los efluentes de una manera eficiente y a su vez amigable con el medio; es por esto

que el objetivo de este proyecto fue evaluar el nivel de tolerancia al plomo de aislados de

Pseudomonas spp. y discutir acerca de los mecanismos reportados por diferentes autores,

mediante los cuales dichos microorganismos pueden actuar en presencia del metal.

1.1.1. Conclusiones

Los asilados identificados como Pseudomonas aeruginosa (P01, P02, P05 y P06)

tienen la capacidad para tolerar altas concentraciones de plomo (2500 mg/L) sin que su

crecimiento sea inhibido. Se recomienda hacer bioensayos adicionales de concentración

mínima inhibitoria para estimar la concentración mínima soportada por los aislados. La

aplicación de estudios demostrativos sobre los mecanismos utilizados por estos

microorganismos, son necesarios en el desarrollo de procesos que permitan impulsar nuevas

tecnologías de biorremediación de aguas contaminadas con metales como el plomo, en

ambientes naturales con la finalidad de impactar el efecto tóxico sobre los ecosistemas.

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1.2. Artículo 2

FACTORES CLAVE EN PROCESOS DE BIORREMEDIACIÓN PARA LA

DEPURACIÓN DE AGUAS RESIDUALES. UNA REVISIÓN.

Las tecnologías convencionales para la depuración de aguas residuales suelen ser

ambientalmente no sostenibles y costosas durante su operación (Saratale et al. 2011). A

menudo, se observa que estas tecnologías requieren ser optimizadas o sustituidas; por

ejemplo, en un estudio realizado a 50 empresas en EE.UU., permitió evidenciar que la

mayoría de las instalaciones para la depuración de aguas residuales requerían optimizar o

cambiar sus sistemas tecnológicos, a fin de cumplir con la legislación establecida

(Danalewich et al. 1998). A nivel mundial, en la última década, también se reporta una

tendencia similar en sistemas convencionales para la depuración de aguas residuales (Guo et

al. 2010; Chen et al. 2015).

El inadecuado tratamiento de las aguas residuales ha causado impactos ambientales al

recurso hídrico y afectaciones sobre la salud pública (Wani et al. 2013). Al respecto, Lu et al.

(2014) reportaron que los vertimientos de aguas residuales en China han causado híper-

eutrofización en los cuerpos hídricos receptores, constituyéndose en un factor limitante para

el desarrollo del país. Adicionalmente, Prevost et al. (2015) identificaron que las principales

fuentes de contaminación viral en el río Sena (Francia) fueron los efluentes de las plantas

para la depuración de aguas residuales, existiendo una relación significativa entre las

afectaciones sobre la salud pública y la contaminación de las aguas superficiales.

A partir de lo anterior, es de interés creciente el estudio de nuevas tecnologías para la

depuración de aguas residuales, con el objeto de incrementar la eficiencia en la eliminación

de contaminantes y reducir los costos de operación asociados. La biorremediación ha

demostrado ser una alternativa para establecer nuevos sistemas de depuración para aguas

residuales y optimizar los sistemas convencionales (Chen et al. 2015). La bioestimulación,

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bioaumentación y fitorremediación son tecnologías de biorremediación eficaces para la

eliminación de contaminantes, en una variedad de entornos (por ejemplo, aguas subterráneas,

aguas residuales, suelo y lodos del petróleo) (Hassanshahian et al. 2013). Adicionalmente,

estas tecnologías son de bajo costo económico e impacto ambiental, por su menor consumo

energético y baja producción de lodo, en comparación, por ejemplo, con tecnologías de

tratamiento físico-químico (Saratale et al. 2011; Das Gupta et al. 2016). La biorremediación

de aguas residuales se puede dividir en tres tecnologías principales (Salinas et al. 2008): (i)

depuración natural, donde los contaminantes se reducen por la acción de microorganismos

nativos sin ninguna ayuda externa; (ii) bioestimulación, en la cual, se incorporan nutrientes al

sistema para acelerar la biodegradación y (iii) bioaumentación, en donde se añaden

microorganismos especializados al sistema de tratamiento para incrementar su eficiencia.

Adicionalmente, Wang et al. (2014) reportaron la fitorremediación como una tecnología

potencial de biorremediación, donde plantas especializadas fueron capaces de absorber,

almacenar o metabolizar los contaminantes presentes en las aguas residuales. Se ha reportado

que los principales factores determinantes de estas tecnologías de biorremediación fueron el

contenido de materia orgánica, oxígeno disuelto, temperatura, pH, nitrógeno y fósforo

(Margesin et al. 1998; Sode et al. 2013; Tang et al. 2015).

Los sistemas de depuración para aguas residuales han tenido éxito mediante el uso de

las principales tecnologías de biorremediación. La bioaumentación, se considera la tecnología

más usual, debido a que proporciona cepas bacterianas especializadas, desarrolladas en

ambientes óptimos y son seleccionadas según su capacidad de metabolizar contaminantes

específicos del agua (Gong, 2012). En menor medida, se usa la tecnología de

bioestimulación, ya que implica potenciar las capacidades de las bacterias nativas,

requiriendo identificar una relación óptima de nutrientes (Hassanshahian et al. 2013); por

ejemplo, Guo et al. (2010) reportaron que, para acelerar la puesta en marcha de procesos para

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la depuración biológica de aguas residuales en sistemas municipales del sur de China, se optó

por la adición de bacterias especializadas antes que la bioestimulación con nutrientes. Chen et

al. (2015) y Tang et al. (2015) evidenciaron que la incorporación de bacterias especializadas

para la eliminación de nitrógeno fue exitosa para la depuración de aguas municipales en un

sistema piloto en Henan (China) y en el tratamiento de aguas residuales en Pensylvania

(USA), respectivamente. Kyriacou et al. (2005) y Rajendran et al. (2012) indicaron también

que, mediante la adición de bacterias especializadas, lograron la remoción de DQO y DBO en

el tratamiento de aguas residuales en Grecia y en Alemania, respectivamente.

El objetivo principal de esta revisión fue identificar y analizar los factores clave en

procesos de biorremediación para la depuración de aguas residuales, a nivel mundial (1997-

2016). Se estableció un orden de importancia para los factores clave, identificados según su

frecuencia de citación en documentos científicos y se realizó un análisis comparativo entre

las principales tecnologías de biorremediación y los siete más convencionales para la

depuración de aguas residuales (física y química). Finalmente, se presenta un análisis de

distribución geográfica, a nivel mundial, de las tecnologías de biorremediación identificadas.

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1.2.1. Conclusiones

En conclusión, la presente investigación sugiere, en orden de importancia, la

existencia de seis factores clave en procesos de biorremediación para la depuración de aguas

residuales: pH > temperatura > oxígeno > nitrógeno > fósforo > DBO5. Al respecto, se

observan tres grupos para los factores clave, según su frecuencia de citación: (Q3) pH; (Q2)

temperatura, oxígeno y nitrógeno y (Q1) fósforo y DBO5. Los resultados sugieren que no

existen diferencias significativas entre las tecnologías de bioaumentación y biorremediación

en relación a los seis factores clave identificados. Igualmente, no se evidencia, a nivel

mundial, una tendencia en el uso de alguna de las dos tecnologías; sin embargo, en Asia,

Europa y Norte América existe mayor reporte en el uso de la tecnología de bioaumentación y

en Sur América y África, mayor reporte de la tecnología de bioestimulación. Se evidencia,

durante el período de investigación, que las tecnologías de biorremediación (Q1),

probablemente, se encuentran aún en una fase inicial de desarrollo y de aplicación en

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sistemas de depuración para aguas residuales. En orden de importancia las tecnologías

químicas (Q2) y físicas (Q2) presentan un mayor reporte, a nivel mundial.

Finalmente, los resultados de la presente investigación permiten profundizar el

conocimiento acerca de la utilización de tecnologías de biorremediación para la depuración

de aguas residuales y son un punto de referencia para las instituciones ambientales,

encargadas del control de la calidad del agua y diseñadores y operadores de sistemas de

depuración.

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1.3. Artículo 3

DETECCIÓN Y AISLAMIENTO DE MICROORGANISMOS

EXOELECTRÓGENOS A PARTIR DE LODOS DEL RÍO LERMA, ESTADO DE

MÉXICO, MÉXICO.

En los últimos 20 años el crecimiento económico de los países desarrollados ha estado

determinado en gran medida por la explotación de combustibles fósiles cuyo consumo ha ido

aumentando significativamente debido al rápido crecimiento económico y poblacional. El

consumo de energía en el mundo en 2001 fue de 13.5 a 27 TeraWatts (TW) y se ha

proyectado que para el 2100 será de 43 TW (Lewis y Nocera 2006). Esto supone que el

consumo de combustibles como el petróleo crudo, gas natural y biocombustibles se

incrementará en los años siguientes, lo que a su vez acentuará los efectos antrópicos sobre el

cambio climático, por lo que se espera que la implementación de energías renovables sea una

alternativa real en el futuro cercano (Estrada y Salazar 2013).

Hoy en día, en busca de alternativas para mejorar la calidad de vida, se contempla el

uso de bacterias para muy diversos fines, dado que desde su origen han sido parte del

desarrollo del planeta. Una de las problemáticas ambientales que se han presentado es la

contaminación de ríos, lagos, mares, etc. que a lo largo del tiempo han ocasionado un daño

considerable. Así, la biorremediación es una opción viable para el tratamiento de esas aguas

ya que ayuda a la descontaminación y además es posible obtener un beneficio energético a

partir de la degradación de la materia orgánica (Falcón et al. 2009). El uso y aislamiento de

microorganismos nativos ofrecen una gran variedad de aplicaciones para la biorremediación

de sitios contaminados. Esto es debido a que ya han sido sometidos a descargas de

contaminantes, lo que hizo que desarrollaran resistencia a diferentes agentes tóxicos,

transformando estos en sustancias inocuas para el ambiente (Benavides et al. 2006, Marzan et

al. 2017). La conversión de energía química en eléctrica es una alternativa que ha despertado

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interés en los últimos años y los microorganismos, como las bacterias, son capaces de llevar a

cabo esto sin dañar al ambiente (He et al. 2005). En los sedimentos de ríos o lagunas se

generan condiciones anóxicas que permiten el desarrollo de bacterias con metabolismo

anaerobio. Bajo estas condiciones, las bacterias utilizan como fuentes de carbono y donadores

de hidrógeno los compuestos producidos por las bacterias fermentadoras. Al degradar estos

productos se desprenden electrones liberados que terminan acoplándose a compuestos como

el nitrato, el sulfato, y el Fe (III), entre otros (Esteve-Núñez et al. 2008). En los últimos años

han tomado auge las llamadas celdas de energía microbiana (CEM) (Logan et al. 2006), que

transforman un sustrato biodegradable directamente en electricidad, con lo que se liberan

electrones, protones y CO2.

Los iones provienen de donadores como acetato o glucosa y una vez que están libres

en la célula bacteriana ésta pone en función cadenas de transporte de electrones que actúan

como agentes oxidantes o reductores. De este sistema de transporte, parte de los electrones y

protones se liberan fuera de la célula gracias a proteínas y filamentos presentes en la

membrana de la bacteria. Es posible añadir sustancias con propiedades reductoras oxidativas

(redox) que actúan como mediadores para incrementar este transporte. Sin embargo su uso

tiene limitantes ya que incrementa los costos y son también sustancias contaminantes. Los

electrones son atraídos por el ánodo (que se encuentra en condiciones anaerobias) y de aquí

viajan por un circuito externo que los conduce a través de una resistencia de valor conocido

colocada externamente para después llegar al cátodo (condiciones aerobias), donde entran en

contacto con los protones que migraron de la cámara anódica a la catódica a través de una

barrera que permite el intercambio catiónico. Comúnmente se usa oxígeno como aceptor de

electrones debido a su potencial de oxidación, disponibilidad y sustentabilidad, además de no

producir desechos químicos ya que se forma agua como único producto.

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Si bien ya han sido reportadas diversas especies bacterianas como generadoras de

electricidad, aún hay varios estudios por realizar en este campo, además de que los trabajos

de biorremediación son más eficientes si se utilizan bacterias aisladas en el sitio a depurar. En

este trabajo se reporta el uso de dos tipos de CEM para el aislamiento y caracterización de

bacterias exoelectrógenas colectadas directamente de lodos del río Lerma, Estado de México

y de la planta de tratamiento de agua del Centro Interamericano de Recursos del Agua

(CIRA).

Para determinar si las muestras colectadas tenían potencial eléctrico se midió la

producción de algún voltaje con las celdas tipo H y si lo producían se registró con un

multímetro convencional en circuito abierto por un periodo de 30 días. Las celdas tuvieron un

incremento de voltaje en los primeros dos días (los valores más altos oscilan entre 0.40 y 0.47

V) que se mantuvo durante los primeros cuatro a cinco días y después disminuyó

paulatinamente, probablemente debido al consumo de una buena parte de los donadores de

electrones contenidos en el medio. Las muestras que obtuvieron los voltajes más altos y que

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los mantuvieron por más tiempo fueron ML-I y CIRA, mientras que ML-II y III tuvieron una

caída notable hacia el día 22, para llegar a voltajes inferiores a 0.3 V. La celda testigo (sin

bacterias) también presentó un incremento de voltaje en los primeros días que se atribuye a la

presencia de cargas en el medio, mismas que disminuyeron al no haber una reacción que

liberara más a partir de los sustratos del entorno. Después del cuarto día la celda testigo fue

disminuyendo su voltaje hasta valores de 0.010 V, lo que permitió hacer un buen contraste

entre las celdas inoculadas y el testigo.

1.3.1. CONCLUSIONES

Del muestreo de los sedimentos del río Lerma y del lodo del reactor anaerobio del

CIRA se aislaron diferentes colonias bacterianas que probaron ser exoelectrógenas en celdas

tipo H con puente de agar salino y de ellas se eligieron las que mostraron mejor desempeño

en la generación de electricidad. A cada colonia aislada se le midió su potencial eléctrico en

celdas tipo H.

Basados en los voltajes más altos a lo largo del experimento, se seleccionó para la

muestra ML-I, la colonia identificada como ML-I:CA 6 y para la muestra CIRA la colonia

identificada como CIRA:CA 5, que obtuvieron voltajes de 0.401 y 0.440 V, respectivamente

(medidos en circuito abierto). Con el fin de favorecer la producción eléctrica se construyó

una celda de energía microbiana tipo lote en forma de cubo con dos cámaras, cada cámara

con un volumen de 110 cm3 , en la que se implementaron nuevos materiales como la tela de

grafito (electrodos) y membrana de intercambio iónico. El uso de dos tipos distintos de CEM

permitió el aislamiento e identificación de dos especies de bacterias (Clostridium sordellii y

Clostridium bifermentans) las cuales no habían sido reportadas anteriormente como

exoelectrógenas.

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1.4. Artículo 4

INMOVILIZACIÓN DE BACTERIAS POTENCIALMENTE DEGRADADORAS

DE PETRÓLEO CRUDO EN MATRICES ORGÁNICAS NATURALES Y

SINTÉTICAS.

El petróleo crudo es una mezcla heterogénea de sustancias hidrocarbonadas de alta

toxicidad ambiental. Estas propiedades hacen de la biodegradación del crudo y sus derivados

un proceso lento y en su mayor parte incompleto (Emtiazi et al. 2005, Arrieta 2011). La

demanda energética actual es dependiente de combustibles fósiles, situación que ha llevado al

incremento de las actividades de exploración, producción, transporte y almacenamiento de

hidrocarburos. Pese a los estándares de seguridad que rigen la industria, los vertimientos, en

su mayoría accidentales, generan desequilibrio en los ecosistemas e impactan negativamente

el aprovechamiento de otros recursos naturales (Núñez et al. 2010, Ferreira et al. 2013).

A nivel global, los vertimientos de hidrocarburos son frecuentes y de diversos

orígenes. Se calcula que el 10 % de la contaminación total por hidrocarburos en los océanos

está relacionado con naufragios de naves de carga y explotación petrolera. Un porcentaje

importante de la contaminación por crudo proviene de aguas continentales contaminadas con

hidrocarburos: ríos, manglares y escorrentías urbanas (Lozano 2005, Olguín et al. 2007). En

Colombia, una alta proporción de derrames de hidrocarburos han sido ocasionados por

atentados terroristas a la infraestructura de transporte y en menor medida por accidentes

industriales. Aunque el número de derrames en el territorio colombiano ha disminuido

durante la última década, la baja biodegradabilidad del petróleo continúa afectando

numerosos ecosistemas, lo cual incide negativamente en la estabilidad y productividad del

país (Lozano 2005).

Para restaurar ambientes contaminados con crudo se han utilizado diversas

estrategias, las cuales se seleccionan de acuerdo con las características y condiciones del área

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contaminada. El uso de microorganismos, plantas y enzimas como catalizadores para la

degradación de hidrocarburos se ha perfilado como una alternativa cada vez más utilizada en

la industria petrolera (Vargas et al. 2004, Olguín et al. 2007, Núñez et al. 2010, Martínez et

al. 2011). Una de las estrategias de biorremediación más empleada es la atenuación natural, la

cual depende completamente de procesos naturales para la degradación de los contaminantes.

Sin embargo, dado su carácter pasivo, esta técnica requiere tiempos largos para su aplicación

(Olguín et al. 2007, Arrieta 2011, Martínez et al. 2011). Una variante de la atenuación natural

es la bioestimulación, que consiste en promover la proliferación de microorganismos nativos

del medio contaminado mediante la adición de nutrientes (Vargas et al. 2004).

Otra estrategia de amplia utilización en procesos de biorremediación es la

denominada bioaumentación, que se fundamenta en la inoculación de una alta concentración

de microorganismos o enzimas en el área contaminada (Olguín et al. 2007, Martínez et al.

2011). Con esta técnica, los microorganismos son aislados, seleccionados y cultivados

directamente del sitio contaminado. Algunas variaciones de este método han incluido

recientemente el uso de microorganismos modificados genéticamente (Arrieta 2011).

Los numerosos procesos de biorremediación por bioaumentación pueden aplicarse

utilizando bacterias tanto aerobias como anaerobias. Sin embargo, la mayoría de las

investigaciones reportadas se centran en las bacterias de tipo aerobio (Xu y Lu 2010, Vennila

y Kannan 2011, Lakshmi 2013). Algunos de los factores limitantes en el uso

microorganismos libres son, entre otros, la falta de control sobre el crecimiento bacteriano

luego de su aplicación, la pérdida significativa de biomasa, la susceptibilidad a los cambios

de temperatura, pH, humedad y oxigenación. Otra desventaja importante del uso de bacterias

libres es la exposición de los microrganismos a un ambiente relativamente hostil. En este

sentido, el número y la eficiencia de los microorganismos viables con capacidad degradadora

de hidrocarburos son afectados cuando contaminantes tóxicos están presentes en altas

20
concentraciones o por competencia directa con otros microorganismos nativos (López et al.

2006, Xu y Lu 2010, Malik y Ahmed 2012). Con el objeto de minimizar el impacto de estos

factores se ha impulsado el uso de nuevas tecnologías, como la inmovilización de biomasa

activa (Rahman et al. 2006, Garzón y Barragán 2008, Monge et al. 2008, Bayat et al. 2015).

El uso de matrices de inmovilización tiene ventajas, entre las que resaltan el aumento

de la estabilidad catalítica y de la actividad metabólica. Asimismo, la inmovilización permite

el incremento de la viabilidad de las células inmovilizadas en comparación con las técnicas

que usan células libres. Los factores determinantes en el mejoramiento de estas condiciones

son el aumento de biomasa en el soporte, la concentración de nutrientes alrededor de la

matriz, la mayor estabilidad de las células y, en consecuencia, la protección contra

condiciones externas adversas (Rahman et al. 2006, Wang et al. 2015). Los microorganismos

pueden ser inmovilizados de forma reversible o irreversible. La inmovilización reversible se

lleva a cabo induciendo la adhesión de las células a superficies de matrices naturales o

sintéticas como la zeolita, el poliuretano (PU), el alcohol de polivinilo (PVA), la

poliacrilamida y el polietilenglicol, entre otros (Quek et al. 2006, Monge et al. 2008, Usha et

al. 2010, Silveira et al. 2013, Wang et al. 2015). Por otra parte, la estrategia de

inmovilización irreversible presenta diversas alternativas. Sin embargo, uno de los métodos

irreversibles más estudiados es la encapsulación de células al interior de esferas gelatinosas

(Yamaguchi et al. 1999, Verbelen et al. 2006, Silveira et al. 2013).

Este tipo de inmovilización protege al biocatalizador de condiciones ambientales

adversas, pero la velocidad de reacción queda limitada a la difusión de los sustratos a través

de la matriz inmovilizadora. Algunas de las matrices más utilizadas en esta metodología son

el alginato, agar, sílica, carragenina y gelatina, entre otros (Manohar y Karegoudar 1998,

Moslemy et al. 2002, Rahman et al. 2006, Young et al. 2006, Usha et al. 2010). El alginato es

el polímero de origen orgánico más utilizado para procesos de inmovilización, debido a que

21
es de fácil manejo, posee baja o nula toxicidad, es de alta disponibilidad y bajo costo.

Asimismo, ofrece una gran ventaja a las células inmovilizadas, dado que éstas no requieren

cambios fisicoquímicos extremos durante los procesos de inmovilización (Silveira et al.

2013). Otros tipos de matrices e inmovilizadores con bases de poliuretano se han analizado

con relativo éxito, incluso a nivel industrial (Wang et al. 2015). Este trabajo analiza y

compara las tasas de inmovilización de un consorcio bacteriano con potencial para la

degradación de hidrocarburos por encapsulación de células utilizando alginato de sodio, y por

adhesión mediante el empleo de diferentes tipos de matrices de poliuretano.

1.4.1. Conclusiones

El consorcio bacteriano fue conformado por cinco cepas bacterianas aerobias

pertenecientes a los géneros Bacillus sp., Pseudomonas sp., Serratia sp., Enterobacter sp. y

22
Raoultella sp. Se consideró el consorcio como potencialmente degradador de hidrocarburos,

ya que todas las cepas formaron estructuras micelares y en conjunto redujeron la

concentración de los HTP en un 33 % en el medio de cultivo con hidrocarburos como única

fuente de carbono. Los ensayos de inmovilización del consorcio se llevaron a cabo mediante

la evaluación de una variedad de matrices naturales (alginato de sodio) y sintéticas

(poliuretano).

Se determinó que la concentración óptima para la inmovilización de este consorcio en

particular usando alginato de sodio fue del 3 %. Ésta favoreció la formación de cápsulas con

bordes regulares y la inmovilización de la mayor cantidad de unidades formadoras de colonia

por gramo de cápsula. El análisis estadístico demostró que existen diferencias significativas

entre la biomasa inmovilizada en la mayor parte de las matrices de poliuretano analizadas. De

estas últimas destacaron PUF#37 y PUF#10, con mejor rendimiento en la adhesión de los

microorganismos. No obstante, la PUF#10 es en principio más atractiva para tratamientos de

biorremediación por su carácter biodegradable.

Este trabajo destaca la necesidad de realizar análisis de inmovilización previos a

procesos de bioremediación, particularmente cuando se trata de microorganismos nativos.

Con base en nuestros su comparación con los reportados en la literatura, se evidencia que la

eficiencia para la inmovilización celular de diferentes cepas en matrices es probablemente un

proceso altamente dependiente de las especies a inmovilizar.

23
1.5. Artículo 5

REMOCIÓN DE ÁCIDO SULFHÍDRICO POR MICROORGANISMOS SOBRE

LODOS ACTIVADOS EN AGUAS RESIDUALES DE LA INDUSTRIA

ALIMENTICIA.

El ácido sulfhídrico se genera a partir de una reacción biológica en los sistemas de

desagüe o plantas de tratamiento de aguas residuales, siendo el causante de la corrosión de los

sistemas de alcantarillado (Bas, 2017). Las aguas residuales con rangos de pH por debajo de

5.0 generan un impacto ambiental, ya que al ser descargadas directamente a los ríos provocan

malos olores y la pérdida de su biota nativa (Fernández-Alba et al., 2006). La mayor parte de

la generación del H2S ocurre en la capa de lodo que se forma en las paredes de la tubería o en

los depósitos que se forman en la base de ésta. Si el agua servida contiene poco o nada de

oxígeno disuelto, la difusión del H2 S se produce debido a las condiciones anaeróbicas

existentes (Arriagada Monreal, 2008).

Actualmente en el Ecuador los procesos utilizados para la remoción de ácido

sulfhídrico en las aguas residuales envuelven tratamientos químicos en gran medida como la

utilización de coagulantes, productos clorados, la fotocatálisis con luz, un semiconductor

(TiO2) como catalizador y un agente oxidante como el peróxido de hidrogeno (H2O2) que

involucran costos elevados y menor accesibilidad hacia todos los sectores (Varela Reyes,

2013). Sin embargo, hoy en día, existen otros métodos biotecnológicos que involucran la

utilización de microorganismos para su tratamiento biológico, buscando aumentar la

capacidad de implementar procesos más amigables con el ambiente (Szymanski y Patterson,

2003).

La importancia de esta investigación radica en utilizar microorganismos eficientes

como una alternativa accesible frente al problema de la contaminación en el área del

tratamiento biológico de las aguas residuales, no solo por involucrar precios económicos sino

24
también por sus tiempos cortos de remoción. La Tecnología de Microorganismos

EficientesTM (EM TM por sus siglas en inglés) es un tratamiento natural de menor impacto

desarrollado por el Prof. Teruo Higa en la Universidad de Ryukyus, Okinawa, en el sur de

Japón, a partir de 1982 (EEAITAJ, 2013).

Originalmente, fue utilizado como alternativa para los fertilizantes químicos y

pesticidas, sin embargo, el uso de la Tecnología EMTM, en las dos últimas décadas, se ha

expandido de la agricultura al tratamiento de aguas y efluentes, control de malos olores e

innumerables tratamientos industriales (Madigan et al., 2004). El presente trabajo aspira ser

un documento con aporte práctico y teórico para las futuras investigaciones en la evaluación

y aplicación de microorganismos eficientes para la reducción de ácido sulfhídrico y demás

compuestos contaminantes de las aguas residuales industriales en nuestro país.

Al desarrollarse el presente trabajo investigativo los beneficiarios directos serán

principalmente las industrias, al obtener un sistema de tratamiento biológico de menor costo

25
que les permita reducir un mayor porcentaje de ácido sulfhídrico antes de su descarga, en

menor tiempo y cumpliendo la norma ambiental vigente.

Los parámetros adicionales como pH, conductividad y turbidez estuvieron

directamente relacionados con la reducción de ácido sulfhídrico. En cuanto al pH tiene una

relación directamente proporcional con el porcentaje de remoción de H2 S; a medida que el

porcentaje de remoción aumenta, el pH disminuye (Cardona Gómez y García Galindo, 2008).

Al analizar la conductividad, presentó un aumento debido a que las actividades de los

microorganismos eficientes contribuyen al incremento de nutrientes, iones en solución y

transmisión de calor debido a la misma temperatura ambiental (Zamora et al., 2009). La

reducción de la turbidez determinó que, a partir de los 15 días de haber empezado el

tratamiento, existe mayor actividad de los microorganismos, ya que su adhesión estaba bien

desarrollada, lo que es explica la reducción significativa de la concentración de H2 S en la

semana tres del tratamiento (Peérez Zúñiga, 2016).

1.5.1. Conclusiones

Se determinó que los microorganismos contenidos en el producto EM

(Microorganismos Eficientes), actúan en el lodo activado, aumentando la capacidad de

formar la biopelícula, y el crecimiento de bacterias encargadas de la remoción del H2 S en las

aguas residuales industriales. Para asegurar el desarrollo y supervivencia de los

microorganismos eficientes, sobre el lodo activado, se controló durante la investigación un

pH ácido con rangos comprendidos entre 5,5-6,5, una temperatura cálida de 30-45 ◦C,

humedad del 60%. Se analizó la concentración de ácido sulfhídrico de las aguas residuales

industriales, antes y después del tratamiento con microorganismos eficientes, mostrando una

concentración inicial de 3,68 mg/L y una concentración final de 0,45 mg/L, obteniendo

mayor porcentaje de remoción en la tercera semana de tratamiento, con un valor del 70,35%.

26
El TRH utilizado en la tercera semana fue de 12 horas, por lo que se concluye que

manejar mayores tiempos de retención, incrementa la capacidad de remoción en el

tratamiento. Se verificó que la utilización de microorganismos eficientes en aguas residuales,

para la remoción de H2 S, resulta rentable por sus tiempos cortos de actuación y bajos costos

de aplicación, además que, al ser un tratamiento natural, no causa ningún daño en el medio

ambiente.

En el transcurso de la investigación se reveló que el lodo utilizado como sustrato para

los EM (Microorganismos Eficientes), redujo la cantidad de patógenos y aumentó el

contenido de nutrientes presentes al inicio del tratamiento, concluyendo que el lodo residual

por sus características puede ser reutilizado para abonar el suelo en la agricultura

27
1.6. Artículo 6

EVALUACIÓN DEL EXTRACTO OBTENIDO COMO LIXIVIADO DE FIBRA

DE COCO (COCOS NUCIFERA) COMO BIOESTIMULANTE EN LA

REMEDIACIÓN DE UN SUELO CONTAMINADO CON PETRÓLEO.

La contaminación por petróleo se produce por su liberación en el ambiente,

provocando efectos adversos sobre el hombre y el medio, directa o indirectamente. La

contaminación involucra todas las operaciones relacionadas con la explotación y transporte

de hidrocarburos, que conducen inevitablemente al deterioro gradual del ambiente, afectando

en forma directa al suelo, agua, aire, la fauna y la flora (Scarpellini y Zabalza, 2008). El

impacto de los derrames petroleros varía de acuerdo al tipo de crudo transportado, el tamaño

del derrame, las condiciones climáticas al momento del derrame y de los ecosistemas

aledaños (Bravo, 2007 citado por Marín, 2017). Las capacidades de las tecnologías de

remediación pueden variar ampliamente en función de las condiciones específicas del sitio.

Las tecnologías de remediación pueden actuar conteniendo la contaminación, separando el

contaminante del suelo o destruyendo el contaminante.

El uso de una tecnología en particular depende, además de los factores mencionados,

de su disponibilidad, fiabilidad (demostrada o proyectada), estado de desarrollo (laboratorio,

escala piloto o gran escala) y de su costo (Volke y Velasco, 2002) Para la remediación de los

suelos contaminados con petróleo, la biorremediación es una de las técnicas más utilizadas y

la misma tiene base en la capacidad que tienen los microorganismos de crecer a partir de la

utilización de sustancias recalcitrantes al medio ambiente. Algunos de ellos son capaces de

degradar estos compuestos hasta dióxido de carbono, sales, agua y otros productos inocuos al

medio ambiente.

Esta técnica permite tratar grandes volúmenes de contaminantes con un impacto

ambiental mínimo, a diferencia de otros procedimientos de descontaminación (Molnaa y

28
Grubbs, 2001) Los procesos de biorremediación se clasifican en técnicas de bioestimulación

y bioaumentación. La técnica de bioestimulación tiene base en el uso de nutrientes, sustratos

o aditivos con actividad superficial para estimular el crecimiento y desarrollo de organismos

capaces de biodegradar compuestos contaminantes del medio ambiente (Baheri y Meysami,

2002) La bioestimulación como técnica para la remediación de suelos contaminados con

hidrocarburos, ha sido estudiada en diferentes investigaciones, obteniéndose resultados

favorables (Vallejo et al., 2016; Vallejo, Salgado y Roldan, 2005; Samanez, 2008).

En la mayoría de las investigaciones realizadas se emplearon fertilizantes inorgánicos

como bioestimulantes, por lo que la presente investigación plantea el uso de un fertilizante de

origen orgánico y de fácil producción como lo es el extracto lixiviado de la fibra de cáscara

de coco (Cocos nucifera) como alternativa para la remediación de suelos contaminados con

petróleo crudo. Se tomaron como variables de estudio, el contenido de aceites y grasas (EPA

Method 9071b) y el pH (ASTM D4972) dejándose además una unidad experimental

contaminada sin tratamiento como patrón o testigo.

29
El análisis múltiple de rangos respecto al factor Tiempo para la variable pH arrojó

resultados similares a los obtenidos para la variable %AyG. Los valores obtenidos para los 7

y 14 días fueron estadísticamente iguales, de igual manera los valores para 21 y 28 días, sin

embargo al comparar los valores entre 7 y 21 días y entre 14 y 28 días se observan diferencias

significativas. Lo anterior sugiere que en el caso de la variable pH, la influencia del tiempo se

evidencia cada 14 días, ya que cada 7 días los resultados son estadísticamente iguales. Todas

las unidades tratadas con extracto mostraron pH diferentes desde el punto de vista estadístico

respecto a la unidad patrón sin tratamiento, evidenciándose una vez más la influencia que

tuvo el extracto de fibra de coco en el proceso de biorremediación del suelo contaminado con

petróleo. Lo anterior se debe a que al irse degradando el petróleo por la acción de los

microorganismos estimulados por los nutrientes del extracto, se van consumiendo también los

electrolitos que permiten el paso de la corriente eléctrica y por ende se generan mayores

medidas de pH, lo que también se ve favorecido por la presencia del extracto que tiene

características neutras.

1.6.1. Conclusiones

Los resultados obtenidos al aplicar el extracto de fibra de coco (Cocos nucifera) como

bioestimulador para la remediación de un suelo de sabana contaminado con 100 mL de

petróleo pesado por kilogramo de suelo, indican que, bajo las condiciones de la investigación,

se logró una remediación eficiente en un periodo de tiempo de 28 días con la aplicación de

tratamientos de 50, 100 y 150 mL de extracto por kg de suelo.

El proceso de atenuación natural que se llevó a cabo en la unidad patrón contaminada

sin tratamiento, logró a los 28 días una degradación de 32,39% de los aceites y grasas

contenidos originalmente en el suelo contaminado. Con la aplicación del extracto de fibra de

coco (Cocos nucifera) al suelo contaminado se logró porcentajes de degradación de los

30
aceites y grasas presentes mayores a 87%, siendo el mayor porcentaje el obtenido al aplicar

50 mL por kg con 90,14%.

Los porcentajes de aceites y grasas obtenidos a un tiempo de 28 días estuvieron dentro

de los límites establecidos en la norma ambiental venezolana, Decreto 2635, al ser menores al

1%. Bajo las condiciones de la investigación también se logró una mejora en el pH del suelo,

el cual aumentó en función al tiempo, estimándose que puede llegar a estar dentro del rango

establecido en las normas venezolanas (6 – 9) en un período de menos de 50 días en todas las

unidades experimentales tratadas con el extracto de fibra de coco.

El análisis ANOVA multifactorial arrojó como resultado que los dos factores en

estudio, tratamientos y tiempo, influyeron significativamente en los valores de las variables

dependientes porcentaje de aceites y grasas y pH con un nivel de confianza de 95% A partir

de los resultados obtenidos en la presente investigación, se recomienda continuar realizando

ensayos con diferentes tipos de suelos y diferentes tipos de petróleos para corroborar la

aplicabilidad del extracto de fibra de coco (Cocos nucifera) como biorremediador de suelos

contaminados con petróleo.

31
1.7. Artículo 7

BIOREMEDIACIÓN DE HIDROCARBUROS EN AGUAS RESIDUALES

CON CULTIVO MIXTO DE MICROORGANISMOS: CASO LUBRICADORA

PUYANGO

Uno de los problemas ambientales más serios del Ecuador es precisamente la

utilización de los causes, estuarios y lagos como receptores de descargas de aguas residuales

(municipales, domésticos e industriales) sin tratamiento previo alguno. El proceso de los

desechos líquidos urbanos e industriales es casi inexistente, apenas un 7 % y las que hay se

ubican en el Austro del país (CEPAL, 2012). El crecimiento de las ciudades provoca un

incremento del parque automotor, y por ende el aparecimiento de servicios alrededor de la

industria automotriz, así aumenta el número de lubricadoras-lavadoras de autos en los

distintos puntos de la localidad.

En la ciudad de Santo Domingo existen un total de 123 lubricadoras (GAD Provincial

Santo Domingo de los Tsáchilas, 2015), las cuales no poseen un adecuado tratamiento de sus

aguas residuales, y están cargadas con hidrocarburos totales del petróleo y sus derivados.

El petróleo crudo tiene una composición química compleja y variable, según su

origen. Está formado entre un 50-90 % de sustancias hidrocarbonadas las cuales son: n-

alcanos, alcanos ramificados (28.0-34.1 %), cicloalcanos (20.3-44.8 %), e hidrocarburos

aromáticos (18.6- 24.2 %). También están presentes pequeñas cantidades de otros elementos

como N (0-0.5 %), S (0-6 %), y O (0-3.5 %), y algunos metales en forma de complejos y

partículas coloidales (V, Ni, Co, Fe...) (Orozco et al., 2011; García y Aguirre, 2014). Son

compuestos orgánicos que requieren consumo de oxígeno para su degradación, por ende

disminuyen las concentraciones de oxígeno disuelto en las aguas y sus componentes pueden

ocasionar efectos tóxicos (Orozco et al., 2011). Diferentes son las tecnologías aplicables para

tratar aguas residuales contaminadas con hidrocarburos. García y Aguirre (2014) y Acuña et

32
al. (2012) plantean que a diferencia de los métodos químicos y físicos, los procesos de

biorremediación ofrecen varias ventajas, tales como una bajo costo, un manejo seguro y no

generan impacto ambiental. La biorremediación se define como el proceso mediante el cual

los microorganismos presentes en un sitio producen la eliminación de un contaminante

(Acuña et al., 2012; Rivera et al., 2018). Las técnicas clásicas de biorremediación son

bioaumentación y bioestimulación, ambas con la posibilidad de ser aplicadas in situ o ex situ

(Acuña et al., 2012 y Martínez et al., 2011). La bioaumentación, que es la aplicada en este

trabajo, es la incorporación de microorganismos especializados al sitio contaminado con el

fin de mejorar el rendimiento en el proceso de biorremediación (Acuña et al., 2012).

Los microorganismos capaces de biodegradar hidrocarburos están ampliamente

distribuidos en la naturaleza, dado que el petróleo es un producto natural y que la

contaminación crónica producida a lo largo de los años ha provocado la adaptación de la

microflora del lugar para metabolizar estos compuestos (Adams, Domínguez y García, 1999;

Ferrera et al., 2006; Rivera et al., 2018).

Los microorganismos degradan con facilidad los hidrocarburos lineales de la fracción

alifática, especialmente los que contienen menos de 28 carbonos, aunque se han llegado a

describir biodegradaciones de hidrocarburos de hasta 44 carbonos. Los isoprenoides, y los

hidrocarburos cíclicos o nafténicos son degradados más lentamente que los lineales. Respecto

a los hidrocarburos aromáticos, a medida que aumenta el número de anillos y los

substituyentes alquilo, por tanto, su peso molecular, aumenta su resistencia a la

biodegradación. Esto se debe principalmente a que se incrementa la hidrofobicidad, razón por

la cual no están disponibles a los microorganismos, presentando un tiempo de consumo que

va desde los 16 a 126 días para el fenantreno y de hasta aproximadamente 1400 días para el

benzo[α]pireno (Solanas, 2009; Orozco et al., 2011; García y Aguirre, 2014)

33
García y Aguirre (2014) afirman que durante el proceso de degradación del petróleo

intervienen varias especies de bacterias y que gracias a la participación y combinación de los

diferentes procesos metabólicos de las bacterias presentes en ambientes acuáticos pueden

alcanzarse tasas de consumo hasta del 100 %. Además Salleh et al., (2003) señala que la

variabilidad de especies y géneros se debe a que diferentes bacterias tienen afinidad por

ciertos hidrocarburos. García y Aguirre (2014), agrupan los géneros de bacterias que

degradan los diferentes tipos de hidrocarburos (Tabla 1). También se menciona el uso de

cianobacterias filamentosas del género Fischerella, Phormidiun y Spirulina en la degradación

de hidrocarburos presentes en aguas residuales (Ferrera et al., 2006).

Las bacterias que crecen en presencia de hidrocarburos producen una serie de

sustancias con propiedades tenso-activas llamadas biosurfactantes, capaces de solubilizar

compuestos no polares, como los contenidos en el petróleo. Además, estas moléculas tienen

la propiedad de estimular el crecimiento microbiológico ayudando así a acelerar la

34
biorremediación en las zonas contaminadas. Los biosurfactantes son más biocompatibles,

más fácilmente biodegradables y por lo tanto menos tóxicos, menos perjudiciales al ambiente

y más activos a bajas concentraciones (Ron y Rosenberg, 2002 y Araujo et al., 2008)

El objetivo de este trabajo consistió en evaluar el proceso de biorremediación de

hidrocarburos totales de las aguas residuales de la Lubricadora Puyango, aplicando

microorganismos degradadores de hidrocarburos y sus derivados, mediante la técnica de la

bioaumentación.

1.7.1. Conclusión

La aplicación de la biaumentación mediante un cultivo mixto de Acinetobacter sp.,

Pseudomonas sp. y Mycobacterium sp para la biorremediación de las aguas residuales de la

Lubricadora Puyango resultó eficiente (p=0.003) obteniéndose porcentajes de remoción del

Hidrocarburo Total de Petróleo por encima del 86 %.

Los mejores resultados de remoción del TPH se obtuvieron a la tercera semana de

aplicado los microorganismos con un 92 %.

Además, los microorganismos removieron el DQO (40 %), aceites y grasas (50 %),

tensoactivos (43 %), permitiendo cumplir con la normativa vigente de descarga al

alcantarillado público de todos los parámetros exceptuando los tensoactivos, lo que evidencia

que es una alternativa técnicamente factible, viable y de bajo costo. Es recomendable lograr

un aprovechamiento de las aguas residuales de la lubricadora y recircularla al proceso de

lavado de vehículos, y posteriormente continuar con el tratamiento adecuado a las mismas

antes de su disposición.

35
1.8. Artículo 8

EFECTO ENTRE MICROORGANISMOS EFICIENTES Y FITOMAS-E EN EL

INCREMENTO AGROPRODUCTIVO DEL FRIJOL

El frijol es la leguminosa de grano más importantes para el consumo humano directo

en el mundo. En términos nutricionales, estos granos son una gran fuente de proteína y son

ricos en minerales (especialmente hierro y zinc) y vitaminas [1]. El nivel de producción del

frijol en Latinoamérica y en Cuba son relativamente bajos, no se logran los resultados

alcanzados por países como China, Brasil, entre otros, principalmente porque existen factores

que afectan el rendimiento del cultivo, además de los efectos del cambio climático, la

presencia de plagas y la deficiencia de nutrientes en los suelos.

El frijol común puede sembrarse en Cuba desde septiembre hasta febrero y este

período se divide en tres épocas de siembra, las tempranas (01 de septiembre a 15 de

octubre), las óptimas o intermedias (16 de octubre a 30 de noviembre) y las tardías (01 de

diciembre a 10 de febrero). En respuesta a la utilización inadecuada de los fertilizantes

químicos y los problemas edáficos, sociales y ambientales que causan, se estimula cada vez

más, la implementación de estas prácticas agrícolas más sostenibles.

Por otra parte, para mejorar la producción agrícola, existen una gama de

bioestimulantes, que promueven el equilibrio fisiológico de las plantas, lo que favorece la

expresión del potencial genético y la productividad, a través del crecimiento y desarrollo de

los órganos radiculares y aéreos.

El Fitomas-E es un derivado de la industria azucarera cubana que actúa como

bionutriente vegetal con marcada influencia antiestrés, presenta efecto bioestimulante, porque

potencializa el crecimiento y desarrollo de los cultivos, varios estudios han demostrado su

efecto bioestimulante en el cultivo del frijol.

36
Por otra parte, el papel de los microorganismos en la mejora de la disponibilidad de

nutrientes para las plantas es una estrategia importante y está relacionada con las prácticas

agrícolas climáticamente inteligentes. Interacciones benéficas se han reportado entre las

plantas y los microorganismos en el medio ambiente y las funciones de los ecosistemas

derivados.

El rol de los microorganismos eficientes (ME), una tecnología descubierta y

desarrollada por el profesor Teuro Higa, quien encontró, que el éxito de su efecto estaba en su

mezcla. Esta tecnología ha sido investigada, desarrollada, aplicada y utilizada en más de 80

países del mundo. Otros autores refieren que el principio fundamental de esta tecnología

consiste en la introducción de un grupo de microorganismos benéficos para mejorar las

condiciones del suelo y suprimir la putrefacción (incluyendo enfermedades).

37
La utilización de los microorganismos eficientes ha resultado favorable para la

agricultura, diversos estudios han reportados los efectos benéficos, porque su introducción a

favorecido y beneficiado a los agricultores y la producción de varios cultivos, como en

hortalizas, maíz y en frijol.

Escasos estudios han utilizados la asociación de microrganismos eficientes con

Fitomas E, en este sentido aplicaron varios biopreparados de microrganismos eficientes

mezclado con Fitomas E en el cultivo del frijol común y lograron incrementar los indicadores

agroproductivos evaluados. Si es conocido que la utilización de los biofertilizantes y

bioestimulantes desde el establecimiento inicial del cultivo, son esenciales para el éxito de la

producción, la hipótesis a constatar, es que la aplicación de microorganismos eficientes

38
asociada con Fitomas E podría estimular y aumentar la producción de frijol común. Para

comprobar nuestra hipótesis, el objetivo de esta investigación fue evaluar el efecto de la

utilización asociada entre microorganismos eficientes y Fitomas E en el incremento

productivo del frijol común en dos épocas de siembra.

1.8.1. Conclusiones

La utilización de microorganismos eficientes, Fitomas E y la asociación entre ellos

alcanzaron mayores respuestas de los indicadores agroproductivos del cv. Velazco largo en la

época de siembra intermedia en relación a la tardía. La producción de frijol común en los dos

periodos de siembra fue favorecida con la aplicación asociada de ME + FE, comparado con

los tratamientos con ME y FE individual y aumentar los indicadores como el número de hojas

por planta, masa seca, cantidad de legumbre por planta, promedio de granos por legumbre, la

masa de 100 granos y producir 1,09 ton.ha-1 en época intermedia y 0,66 ton.ha-1 en la tardía

en relación al tratamiento sin aplicación.

39
CONCLUSIONES

La tecnología y sus pasos agigantados nos dejan asombrados, es aún mayor el

asombro si estas tecnologías se dotaran de cierta inteligencia. Los Ingenieros y especial los

profesionales en el área de la Informática tienen un gran trabajo, es un área que se ve

viniendo y somos responsables de que estas aplicaciones partan de nuestro conocimiento, si

bien hasta hoy se ven aplicaciones desarrolladas para PC's o aun para móviles debemos

pensaren desarrollar software para las tazas, ventiladores, puertas de casa, automóviles, etc.

La Aml por otra parte ofrecerá comodidades que aún no poseemos, y contribuirá a ciertos

temas que aún están en discusión como la energía, con al Aml podemos regular el uso de la

energía que es uno de los temas actualmente en discusión y preocupación de nuestra realidad,

o bien el uso del agua, con sistemas inteligentes que regulen el uso de estos servicios básicos.

Pero lo mas importante de todo este tema es utilizar esta tecnología sin dejar de ser lo

que somos personas humanas con sentimiento, necesidades logar que la tecnología nos ayude

no que nos remplace o nos haga inútiles de ciertas tareas.

40
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