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PRÁCTICA DE BIOFERTILIZANTES Y DESPEZUÑE EN BORREGOS,

TULYEHUALCO.

Introducción

Los biofertilizantes son una herramienta agrícola que surgió como una alternativa
después de que durante la revolución verde se explotara el uso de fertilizantes
dañinos al suelo y a la atmósfera. Están hechos a base de una bacteria u hongo
que le permitirá a la planta adquirir los nutrientes para mejorar su desempeño; en
otras palabras, los microorganismos son extraídos del suelo, producidos en masa y
posteriormente se regresan al suelo. Estos productos le proporcionan compuestos
a la planta, principalmente nitrógeno y fósforo; las bacterias utilizadas para este fin
son llamadas “fijadoras de nitrógeno”.

Es decir, estos nutrientes son los llamados biofermentos, que son productos
que se obtienen después del proceso de descomposición de la materia orgánica
gracias a la intervención de estos microorganismos, de tal manera que la planta
pueda usarlo para su nutrición.

La utilización de bloques multinutricionales tiene como objetivo entregar


una serie de compuestos químicos que favorezca el desarrollo de la microbiota
ruminal, es decir, “alimentar” a las bacterias que se localizan en el rumen. Se ha
demostrado que es una tecnología fácil y práctica para ayudar a resolver los
problemas de alimentación de los rumiantes en época seca, cuando se reduce la
disponibilidad de pasto. Los bloques no sólo mejoran la alimentación del ganado,
sino que también permiten un mejor uso del potrero. Una de las ventajas de los
bloques es que se puede utilizar en bovinos de carne, de leche, y otros rumiantes
como ovinos. No existe ninguna restricción por tipo de producción, ni edad de los
animales. Para evitar que entre los animales haya competencia y peleas por
consumir del bloque, se recomienda colocar uno por cada 15 individuos. Por la
dureza del bloque, este puede ser depositado en cualquier lugar donde no le caiga
agua de manera continua y no hay ningún problema si el bloque está a pleno sol;
sin embargo, por el bienestar del animal, se recomienda ponerlo en un lugar
sombreado.

Materiales

Para los Biofermentos:

● 2 tambos de plástico de 80 L con cincho y empaque


● Líquido ruminal
● 4 Kg de melaza
● 2 L de leche
● 1 Kg de harina de trigo
● 1 Kg de cenizas
● 1 Kg de salvado de trigo
● 2 conexiones para manguera de media pulgada
● 2 m de manguera de media pulgada
● 2 envases vacíos de refresco de 2.5 L
● 2 Kg de maíz molido
● 1 Kg de rastrojo de maíz

Para los bloques multinutricionales:

● 1 Kg de cemento
● 1 cubeta de 20 L
● Aceite de cocina
● 3 Kg de melaza
● 3 Kg de maíz molido
● 2 Kg de pasta de soya
● 1 Kg de salvado de trigo
● 1 Kg de minerales para ovinos
● 0.5 Kg de rastrojo de maíz

Métodos

Biofertilizante

Para la elaboración del biofertilizante, se utilizó como elemento principal el


contenido ruminal de los ovinos utilizados para producción de carne.

El motivo por el cual se buscaron contenedores con las características ya


mencionadas es que requerimos de un ambiente anaerobio dentro de ellos y el
empaque y cincho, permiten un cierre hermético.

Tratándose de contenido ruminal, se buscó una rápida proliferación de bacterias


fermentadoras anaerobias y se le agregaron diferentes tipos de sustratos para
obtener un buen balance nutricional.

Melaza: CHO’s simples

Leche: Lípidos y lactosa

Harina de trigo: CHO’s y calcio

Cenizas: Micronutrientes
Salvado de trigo: CHO’s solubles

Maíz molido: CHO’s solubles

Rastrojo de maíz: CHO’s estructurales (fibra)

Procedimiento

Lo primero que se hizo fue rebajar 2 kg de melaza con agua, para facilitar su manejo.
Para esto se agregó una cantidad considerable de agua y se mezcló hasta alcanzar
una consistencia viscosa pero mucho más suave.

Para comenzar la mezcla, se vertió cierta cantidad de agua en el contenedor;


suficiente para llevar a cabo el proceso de mezclado pero no mucha para permitir
su desplazamiento.

El líquido ruminal se agregó al tambo como primer ingrediente, seguido de los


demás ingredientes mencionados en la sección de materiales (las cantidades a la
mitad, ya que estamos trabajando con un solo tambo).

La melaza se agregó a la mezcla una vez alcanzó la consistencia deseada y el


rastrojo de maíz tuvo que ser reducido a partículas más pequeñas antes de
agregarse.

Una vez todos los ingredientes fueron colocados, se realizó el movimiento de


mezcla y se trasladó el contenedor hacia la zona elegida para mantener el proceso
de fermentación, para agregar lo que faltaba de agua a modo de que el contenedor
quedara casi lleno.

La zona donde se debe dejar el biofertilizante debe ser preferiblemente a


temperatura ambiente. Si bien el calor acelera el proceso de fermentación, esto
también ocasiona una mayor producción de gases, que podrían resultar en una
explosión del contenedor.

Para cerrar el contenedor, se hizo un orificio en la tapa con un diámetro suficiente


para permitir la entrada de la manguera. El pedazo de manguera se introduce en el
orificio y se sellan las posibles salidas de aire de alrededor con pegamento blanco.

El extremo de la manguera que queda hacia afuera del contenedor, es colocado


dentro de una botella de refresco con agua, con su conexión y se puede aplicar
también pegamento blanco si se considera necesario. La botella debe estar
previamente sujeta al contenedor. Esto para permitir la salida de los gases producto
de la fermentación pero sin que exista entrada de oxígeno.
Resultados

El biofermento se deja reposando por aproximadamente un mes para permitir un


buen desarrollo bacteriano.

El fertilizante terminado, debe despedir un olor a fermentado sin que se perciba el


olor a putrefacción, de lo contrario sabremos que ha habido entrada de oxígeno en
el proceso y nuestro fermento no será de utilidad.

Un biofertilizante bien hecho, permitirá un desarrollo más acelerado y vigoroso de


los cultivos a los que se aplique, sin la desventaja de la erosión del suelo a largo
plazo.

Investigación Adicional

Bibliografía consultada

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