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La Soteriología Desde la Perspectiva de la Iglesia Adventista del Séptimo Día

Programa: Maestría en Estudios Teológicos

Curso: Soteriología

Estudiante: Lelis Riovalle

Anserma, Caldas

2019

1
LA SOTERIOLOGÍA DESDE LA PERSPECTIVA DE LA IGLESIA
ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA

Introducción

El presente ensayo tiene el propósito de mostrar de forma breve la Soteriología desde la perspectiva
de la Iglesia Adventista del Séptimo día. Para arribar a este fin, se hace un rastreo de algunas obras
de la erudición adventista, también se revisan unas pocas obras de la teología reformada. Primero
define el significado bíblicos y conceptos fundamentales de la palabra “salvación”, segundo se
presentan las características históricas de la salvación, en tercer lugar se mira a grandes rasgos la
necesidad humana de la salvación divina y por último se pegaran algunos comentarios de Elena G.
de White con respecto a la salvación.

Palabras Bíblicas y Conceptos Fundamentales

Terminología de la salvación: En un Tratado de Teología Adventista, (2000) Iván T. Blazen


llama la atención sobre el término utilizado “nátsal”, que quiere decir “tirar” o “jalar”, y da la idea
de rescate o liberación de una persona. En este caso Dios es la fuerza que atrae hacia sí al ser
humano que está perdido y depravado. Otros dos términos a los que alude Blazen, son “málat” y
“pálat”. Estas palabras hacen referencia a la idea de escapar y traer/llevar a un lugar seguro. El
uso más destacado de málat aparece en Joel 2:32, donde se refiere a la salvación escatológica
durante los terrores del día del Señor. Otros matices del concepto de liberación se encuentran en
gá ’al y pádáh, las cuales, cuando se usan en referencia a la salvación, dan la idea de que Dios hace
un esfuerzo especial o paga un rescate (Éxodo 6:6; 15:13; Salmo 77:14, 15; Isaías 43:3, 4; Jeremías
50:34)1.

Carácter Histórico de la Salvación

Para el Antiguo Testamento la salvación es un hecho histórico real, en contra posición con
la teología liberar que ve la salvación desde la óptica de las religiones del antiguo Cercano Oriente2.

1 La salvación. Iván T. Blazen. Extraído de Tratado de Teología Adventista del Séptimo Día, pp. 308-356
2
Ling, Trevor. Las grandes religiones de Oriente y Occidente. Madrid: Istmo, 1972, pg. 11-66.

2
La liberación divina del Pueblo de Israel de la esclavitud egipcia, es la más clara y palpable
demostración. El debate de Isaías 43:11 sobre que hay un Dios y Salvador es aplicado al éxodo en
Oseas 13:4. Blazen sostiene que el cuidado de Dios por Israel se evidenció en la emancipación de
la esclavitud egipcia, la liberación en el Mar Rojo, el amante cuidado en el desierto y la conducción
e introducción en Canaán (Deuteronomio 6:21-23; 11:3- 5; 26:8, 9).

La omnipotencia de Dios manifestada en el éxodo de Egipto (7:19) llegó a ser núcleo de la


fe de Israel. La historia de esta liberación se recitaba en declaraciones confesionales (6:20-24; 26:5-
9; Josué 24:2-13), se menciona como prolegómeno de la ley (Éxodo 20:2; Deuteronomio 5:6),
estaba vinculada con festividades importantes (Deuteronomio 16:1-3; 9-12; Levítico 23:39- 43),
también se la usaba como clave de interpretación para entender el significado de rituales especiales
en la vida de Israel (Éxodo 13:3-16, especialmente los versículos 8 y 14)3.

De lo que Dios nos Salva. La Biblia muestra que Dios salva de muchas realidades
negativas: En primer lugar, nos salva de aquello que pone en peligro nuestra integridad física. Para
la soteriología adventista, esto incluye a los “impíos” (Salmo 37:40), los “violentos” (Salmo 140:1,
4, 5), los “sanguinarios” (Salmo 59:2), los “perseguidores” (Salmo 7:1; 142:6), los “engañadores”
(Salmo 43:1; 144:7, 8, 11), los “aborrecedores” (2 Samuel 22:18), los enemigos (Núm. 10:9; 2
Samuel 22:4; Salmo 18:3; 31:15; Lucas 1:69, 71), y las naciones que imponen servidumbre y luchas
(Jueces 15:18; 2 Reyes 13:5; 2 Crónicas 20:17; Miqueas 6:4).

En segundo lugar, Dios salva de situaciones o problemas difíciles o peligrosos; ejemplo: la


aflicción (1 Samuel 10:19; Salmo 107:13, 19), la tribulación (1 Samuel 26:24), la violencia (2
Samuel 22:3; Salmo 22:20), la enfermedad (Mateo 9:21; Lucas 8:36), el temor (Salmo 34:4), aun
el temor a la muerte (Hebreos 2:15), y la muerte misma (Salmo 6:4, 5; 56:13; 68:19, 20; 116:8;
Hebreos 5:7)4.

3
Collins, Sergio V., Mario A. Colllins, Félix Cortés A., Tulio N. Peverini, and Miguel A. Valdivia. Teología:
fundamentos bíblicos de nuestra fe. Miami, Fla: Asociación Publicadora Interamericana, 2005.
4
Green, E. M. B. The Meaning of Salvation. Filadelfia, Pa.: Westminster, 1965. LaRondelle, Hans K. Christ
Our Salvation. Mountain View, Calif.: Pacific Press, 1980. Existe versión en castellano: Cristo nuestra
salvación. Roberto Badenas, trad. Berrien Spring, Mich.: First Impressions, 1980. Righteousness by Faith
Consultation. “The Dynamics of Salvation”, Adventist Review, 30 de julio de 1980.

3
En tercer lugar, Dios libra a la humanidad de su condición pecadora y su penalidad. Aquí
la Escritura habla de estado de perdición y depravación total en el que se encuentra el ser humano
(Lucas 19:10), iniquidades o transgresiones (Salmo 39:8; 51:1-9; 79:9; Mateo 1:21), homicidios
(Salmo 51:14), una sociedad corrupta (Hechos 2:40), el presente siglo malo (Gálatas 1:4), el
dominio de las tinieblas (Colosenses 1:13), la sujeción al príncipe de la potestad del aire y a los
deseos de la carne (Efesios 2:1- 5), y la ira de Dios (Romanos 5:9)5.

Personas a quienes Dios Salva. La soteriología adventista puede ser definida por algunos
como semipelagiana, no obstante, al hacer un análisis de este enfoque soteriológico se comprende
que las Escrituras muestran que quienes reciben la salvación de Dios son los que, motivados por el
pacto divino de amor y gracia, se percatan de su necesidad y muestran una humilde dependencia
de él6. Estás personas se abren y responden a Dios. Los escritos neotestamentarios las llama
personas de fe.

Contrario a las acusaciones de que fundamentar la salvación en la fe rebaja la respuesta


humana a una simple creencia o asentimiento intelectual, la fe bíblica significa recibir todo lo que
Dios da y entregarle todo lo que la persona es y tiene. Por esta causa la actualización personal de
la redención requiere del arrepentimiento (Mar. 1:14,15; Lucas 3:3; Hechos 2:37, 38; 3:19;
Romanos 2:4; 2 Corintios 7:10) y sus frutos (Mateo 5:1-12; Lucas 3:7-14).

Necesidad Humana de Salvación Divina

1. Realidad y resultados del pecado: Por otra parte, el pecado es el mayor problema
humano, para el cual la única solución es la salvación divina. Comenzando por el orgullo y el deseo

5
Chafer, Lewis Sperry, et al. Teologia sistemática. Publicaciones Españolas, Incorporated, 1986. Berkhof,
Louis. Teología sistemática. Grand Rapids, Mich: Libros Desafío, 2005. Rodriguez, Angel Manuel.
“Salvation by Sacrificial Substitution”, Journal of the Adventist Theological Society 3, N° 2 (1992): pp. 49-
77.

6 Es decir, que el individuo se percata de su condición, pero movido por el pacto divino, esto es, monergismo
divino. La soteriología adventista cree que la salvación pertenece exclusivamente a Dios, y si el ser humano

aparece en el escenario es porque está haciendo movido por la intervención divina, entonces la obra se
atribuye exclusivamente a la divinidad.

4
de ser como Dios (Génesis 3:4; Isaías 14:120; Ezequiel 28:1-19), el pecado es una realidad
universal (1 Reyes 8:46; 2 Crónicas 6:36; Job 4:17; Salmo 14:1-3; Eclesiastés 7:20; Isaías 9:17;
Dan. 9:11; Romanos 3:9-11,23; 5:12,19; 1 Juan 1:8, 10). El resultado ha sido la condenación y
muerte universales (Romanos 5:14-18; 6:23; Santiago 1:15)7. Por esta razón la salvación es la más
urgente necesidad de la humanidad, debido a que esta es depravada en su totalidad 8.

2. Naturaleza del pecado: La naturaleza del pecado de acuerdo con la soteriología


adventista, se puede resumir en los siguientes puntos:

a) El pecado como acto. La Escritura condena los actos pecaminosos del ser humano
(Romanos 1:18-3:20). Aun los supuestos actos justos son como trapos de inmundicia (Isaías
64:6).
b) El pecado como depravación del corazón. La Biblia declara que el pecado es la perversión
del corazón, de la voluntad, de la naturaleza moral y de la esencia más profunda del ser. La
teología calvinista reformada resumiría este punto de la siguiente manera:
I. La Condición del Hombre Delante de Dios.
1) Está muerto espiritualmente. (Efesios 2:1)
2) Está ciego espiritualmente. (II Corintios 4:4)
3) Está inclinado continuamente al mal. (Génesis 6:5)
4) Está esclavizado al pecado. (Juan 8:34)
5) Tiene la mente y la conciencia corrompida. (Tito 1:15)
II. El Hombre no Tiene Libre Albedrio para Venir a Cristo.
1) No puede ver ni entrar al reino de Dios. (Juan 3:3-5)
2) No quiere venir a Cristo. (Juan 5:40)
3) No puede venir a Cristo. (Juan 6:44; 6:45)
4) No puede entender la Palabra de Cristo. (Juan 8:43)
5) No puede sujetarse a la ley de Dios. (Romanos 8:7)
6) No puede agradar a Dios. (Romanos 8:8)
7) No puede entender las cosas espirituales. (I Corintios 2:14)
III. ¿Qué es lo que Escoge el Hombre en su Estado Pecaminoso?
1) Escoge el mal. (Romanos 3:10-18)
2) Prefieren seguir la corriente de este mundo. (Efesios 2:2-3)
3) Se entregan a la lascivia para cometer toda clase de pecado. (Efesios 4:19)
4) Aman el pecado. (Juan 3:19)
5) Sirven a la inmundicia (Romanos 6:19)
IV. Dios en su Soberanía Escoge al Hombre Salvación.
1) Dios es el que escoge desde la eternidad. (Efe. 1:4-5; II Tim. 1:9:12; II Tes. 2:13-14)
2) El Padre es el que atrae al pecador a Cristo. (Juan 6:44)

7
Domínguez, Juan Antonio Ruiz. La historia de la salvación en la obra de Gonzalo de Berceo. Gobierno
de La Rioja, Instituto de Estudios Riojanos, 1990.
8 Gise J. Van Baren. Depravación Total, Primera ediciôn: enero del 2013, pg. 1-17.

5
3) El Padre le da la capacidad al pecador para venir a Cristo. (Juan 6:65)
4) El Padre le da el arrepentimiento y la fe al pecador. (Hechos 11:18; Efesios 2:8; Filipenses
1:29)
5) Jesús escoge a quién le da vida. (Juan 5:21)9

c) El pecado como poder esclavizador. El pecado se presenta como un rey o señor (Romanos
5:12-14, 21) a quien los seres humanos le rinden un servicio obediente (6:6, 12, 13). Al
igual que un tirano cruel o un amo impío, el pecado esclaviza a las personas (versículos 6,
16-18, 20; 7:14) y les paga un salario, la muerte (6:23).

3. Necesidad de salvación por causa del pecado. La necesidad de salvación del ser humano
básicamente gira en tres razones: 1) el pecador necesita el perdón de sus pecados, 2) la renovación
y 3) la libertad bajo un nuevo Señor. Estos principios están en el centro del mensaje de soteriología
adventista.

Comentario de Elena de White

A. Dios Tiene el Propósito de Salvar

E1 plan de nuestra redención, es “una manifestación de los principios que desde edades
eternas habían sido el fundamento del trono de Dios (El Deseado de todas las gentes, p. 13). Elena
G. de White deja ver que ella creía en el pacto eterno o el “consejo de paz”, que fue diseñado desde
la eternidad.

1. Cada uno puede encontrar la salvación


“Todo hombre es libre para elegir qué poder lo dominará” (El Deseado de todas las gentes,
p. 224). White creía que el ser humano es libre de elegir su destino eterno, pero la elección
de las cosas espirituales obedece a la intervención del Espíritu Santo en la naturaleza
humana.
2. Cómo somos salvados
“Su amor nos atrae a él. Si no resistimos esta atracción, seremos conducidos al pie de la
cruz arrepentidos... Entonces el Espíritu de Dios produce por medio de la fe una nueva vida

9 Juan Puga. La Depravación Total del Hombre: La Incapacidad Espiritual. Romanos: 10-18.

6
en el alma. Los pensamientos y los deseos se sujetan en obediencia a la voluntad de Cristo...
Entonces la ley de Dios queda escrita en la mente y el corazón” (Ibíd. pp. 147, 148). La
señora White no creía en la doctrina de la gracia irresistible, ella deja ver de forma explícita
que la gracia se puede resistir a través de un corazón endurecido.

3. Dios no escatimó nada para nuestra salvación


“Pero el don de Cristo revela el corazón del Padre... Declara que aunque el odio que Dios
siente por el pecado es tan fuerte como la muerte, su amor hacia el pecador es más fuerte
que la muerte. Habiendo emprendido nuestra redención, no escatimará nada, incluso [ni a
su Hijo] amado, que sea necesario para la terminación de su obra... Todo el tesoro del cielo
está abierto para quienes él trata de salvar” (Ibíd. p. 39). Esta cita deja ver que la salvación
se ofrece a todos los seres humanos, por supuesto, no todos se beneficiarán de la salvación
eterna, porque no todos la aceptaran.

4. La incapacidad de los pecadores para resistir al mal


“Por causa de la desobediencia, sus facultades se pervirtieron y el egoísmo tomó el lugar
del amor. Su naturaleza se debilitó tanto por causa de la transgresión, que le fue imposible,
por su propia fuerza, resistir el poder del mal. Fue hecho cautivo por Satanás, y hubiera
permanecido así para siempre si Dios no hubiese intervenido de una manera especial” (El
camino a Cristo, p. 17). Se puede entrever que White creía en la depravación total humana
a causa del pecado.

5. La justicia de Cristo: título e idoneidad para el cielo


“El corazón orgulloso lucha para ganar la salvación; pero tanto nuestro derecho al cielo
como nuestra idoneidad para él se hallan en la justicia de Cristo” (El Deseado de todas las
gentes, p. 267). White rechazaba la salvación por méritos humanos y hacia énfasis en la
salvación por gracia solamente.

6. Los pecadores son contados justos


“Para Adán era posible, antes de la caída, desarrollar un carácter justo por medio de la
obediencia a la ley de Dios. Pero falló en hacerlo, y por causa de su pecado tenemos una

7
naturaleza pecaminosa y no podemos... obedecer perfectamente la santa ley... Pero Cristo
nos ha preparado una vía de escape... Si te entregas a él y lo aceptas como tu Salvador,
entonces, por pecaminosa que haya sido tu vida, serás contado entre los justos... El carácter
de Cristo toma el lugar del tuyo, y eres aceptado por Dios como si jamás hubieses pecado”
(El camino a Cristo, p. 62). White tenía un concepto muy elevado de la justificación por la
fe.

7. Más que perdón


“Pero el perdón tiene un significado más abarcarte del que muchos suponen... El perdón de
Dios no es sólo un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón
por el pecado. Es también una redención del pecado” (El discurso maestro de Jesucristo,
p. 97). “Significa la extirpación de nuestros pecados y el henchimiento del vacío con las
gracias del Espíritu Santo” (Palabras de vida del gran Maestro, p. 345). Creía que el perdón
abarcaba más que la remoción de la culpa; creía que el perdón abarcaba la “extirpación de
nuestros pecados y el henchimiento del vacío con las gracias del Espíritu Santo”.

B. La Muerte Propiciatoria de Cristo

“El sacrificio de Cristo como expiación del pecado es la gran verdad en derredor de la cual
se agrupan todas las otras verdades... cada verdad de la palabra de Dios, desde el Génesis al
Apocalipsis, debe ser estudiada a la luz que fluye de la cruz del Calvario. Les presento el magno y
grandioso monumento de la misericordia y regeneración, de la salvación y redención: el Hijo de
Dios levantado en la cruz” (Obreros evangélicos, p. 330). “Al colgar de la cruz, Cristo era el
evangelio” (Comentario bíblico adventista, tomo 7ª, p. 456).

El sufrimiento de Cristo “no empezó ni terminó cuando se manifestó en el seno de la


humanidad. La cruz es, para nuestros sentidos entorpecidos, una revelación del dolor que, desde su
comienzo, produjo el pecado en el corazón de Dios” (La educación, p. 263).

La expiación no es la causa del amor divino “La expiación de Cristo no se realizó para
inducir a Dios a amar a los que de otra manera odiaría; y no se realizó para producir un amor que
no existía; sino que se efectuó como una manifestación del amor que ya estaba en el corazón de
Dios” (Signs of the Times, 30 de mayo, 1895).

8
Conclusiones

La doctrina de la soteriología adventista cree que el término “nátsal”, da la idea de rescate


o liberación de una persona, y en este caso Dios es la fuerza que atrae hacia sí al ser humano que
está perdido y depravado. Pero este puede decidir dejarse atraer o no, es decir, que el adventismo
no cree en la “gracia irresistible”, y en caso que el pecador responda positivamente a la invitación
divina, esto se debe a la influencia que el Espíritu Santo ejerce sobre la persona.

El adventismo cree que la salvación es un hecho histórico real, y que la liberación divina
del Pueblo de Israel de la esclavitud egipcia, es una de las más claras evidencias de que Dios ha
intervenido en el curso de la historia, con el propósito de salvar a las personas y esta salvación será
consumada en el día final cuando todas las cosas sean hechas nuevas. Aunque Dios tiene el
propósito de salvar a la humanidad, no todos se salvaran, porque no todos aceptaran dejarse salvar;
para la soteriología adventista el hecho de que no todos se salven, no afecta la soberanía de Dios.

La soteriología adventista no cree que Dios en su providencia destinó a unos para perdición
eterna, como lo cree la teología reformada; el adventismo cree que esto sería darle la razón a
satanás, debido a que el diablo se ha empeñado a través de los siglos en presentar a un Dios cruel
y tirano con la humanidad. En la soteriología adventista se cree que la muerte de Jesucristo fue
para toda la humanidad, pero a ésta le corresponde aceptar voluntariamente la condonación de su
deuda, para que el Sacrificio supremo de Cristo lo absuelva y sea justificado por gracia. Dios hace
la invitación a aceptar el sacrificio de Jesucristo y la fe es el medio por el cual la persona responde
a la invitación divina.

El pecado se describe en el adventismo como un “acto”, como una “depravación del


corazón” y como un “poder esclavizaste”. Es desde esta perspectiva, que la salvación es una
necesidad humana, la cual se describe en tres razones básicas: 1) el pecador necesita el perdón de
sus pecados, 2) el pecador necesita una renovación y 3) el pecador necesita la libertad bajo un
nuevo Señor.

La soteriología adventista al igual que Elena G. de White sostiene que la salvación es


solamente por gracias y la obediencia a los Mandamientos de Dios son una manifestación externa
de la santificación que está en curso, ya que esto es un proceso que dura toda la vida. Mientras que
la justificación es un hecho puntual.

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Referencias

Ampuero Matta, Víctor E., Nancy W. de Vyhmeister, Francis D. Nichol, and Humberto M. Rasi. Comentario
bíblico Adventista del Séptimo Día: tomo 7ª, la Santa Biblia con material exegético y expositivo.
1995.

Berkhof, Louis. Teología sistemática. Grand Rapids, Mich: Libros Desafío, 2005.

Chafer, Lewis Sperry, et al. Teologia sistemática. Publicaciones Españolas, Incorporated, 1986.

Collins, Sergio V., Mario A. Colllins, Félix Cortés A., Tulio N. Peverini, and Miguel A. Valdivia. Teología:
fundamentos bíblicos de nuestra fe. Miami, Fla: Asociación Publicadora Interamericana, 2005.
Domínguez, Juan Antonio Ruiz. La historia de la salvación en la obra de Gonzalo de Berceo. Gobierno de
La Rioja, Instituto de Estudios Riojanos, 1990.

Existe versión en castellano: Cristo nuestra salvación. Roberto Badenas, trad. Berrien Spring, Mich.: First
Impressions, 1980.
Gise J. Van Baren. Depravación Total, Primera ediciôn: enero del 2013.
Green, E. M. B. The Meaning of Salvation. Filadelfia, Pa.: Westminster, 1gg965.
Juan Puga. La Depravación Total del Hombre: La Incapacidad Espiritual. Romanos: 10-18.
La salvación. Iván T. Blazen. Extraído de Tratado de Teología Adventista del Séptimo Día.

LaRondelle, Hans K. Christ Our Salvation. Mountain View, Calif.: Pacific Press, 1980.

Ling, Trevor. Las grandes religiones de Oriente y Occidente. Madrid: Istmo, 1972.
Righteousness by Faith Consultation. “The Dynamics of Salvation”, Adventist Review, 30 de julio de 1980.
Rodriguez, Angel Manuel. “Salvation by Sacrificial Substitution”, Journal of the Adventist Theological
Society 3, N° 2 1992.

White, Elena G. De. El camino a Cristo. 2017.

White, Elena G. de. Palabras de vida del gran maestro. 2011.

White, Ellen Gould Harmon. El deseado de todas las gentes. Nampa, Idaho: Publicaciones
Interamericanas, 2011

White, Ellen Gould Harmon. El discurso maestro de Jesucristo. 2014.

White, Ellen Gould Harmon. Obreros evangelicos: instrucciones para todos los que son "colaboradores de
Dios". Buenos Aires, Argentina: Asociacion Casa Editora Sudamericana, 1997.

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