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Régimen matrimonial

El régimen matrimonial, régimen económico matrimonial o régimen


patrimonial del matrimonio puede definirse como el conjunto de reglas que
determinan y delimitan los intereses económico-pecuniarios que rigen las
relaciones conyugales y las relaciones entre ambos cónyuges y los terceros. Muy
a menudo este conjunto de reglas son desconocidas o suplidas por las reglas que
de facto vienen aplicando los cónyuges por pacto, por buena fe e incluso por una
costumbre instituida entre los mismos en sus relaciones cotidiano-domésticas.

El régimen económico tiene gran trascendencia sobre todo en caso de separación


matrimonial, en divorcio y en derechos de tipo sucesorio (mortis causa), como son
las herencias, aunque también tiene gran repercusión frente a terceros en los
casos de insolvencia de alguno de los cónyuges, por lo que, si se desvía de lo
establecido por defecto por la ley, habitualmente debe estar inscrito en un registro
público.

Regímenes matrimoniales: el matrimonio determina el surgimiento de relaciones


de carácter personal entre los cónyuges con las consecuentes facultades y
deberes recíprocos. Pero, además, derivan de él consecuencias de índole
patrimonial. El “régimen matrimonial” comprende una de las consecuencias
jurídicas del matrimonio: la referente a las relaciones patrimoniales. Estas
relaciones determinan cómo contribuirán marido y mujer en la atención de las
necesidades del hogar y del grupo familiar, así como la repercusión que el
matrimonio tendrá sobre la administración y la propiedad de los bienes que los
cónyuges aportan o que adquieren durante la unión y la medida en que esos
bienes responderán ante terceros por las deudas contraídas por cada uno de los
cónyuges.
¨ Principales regímenes matrimoniales: son diversos los regímenes matrimoniales
que aparecen en el derecho histórico  y en el actual derecho comparado.
 a)  Régimen de absorción de la personalidad económica de la mujer por el
marido: ya no tiene vigencia en el derecho positivo actual. Era aquél en que la
totalidad del patrimonio de la mujer, como universalidad, se transfería al marido,
que se convertía en su único propietario. A la finalidad del matrimonio no debía
reintegrar nada a la mujer, ni compensarla en dinero. Era característico del
Derecho Romano, donde la personalidad patrimonial de la mujer era absorbida por
el marido (matrimonio in manu mariti).
b)  Régimen de separación de bienes: es el contrario al anterior ya que cada
cónyuge conserva la propiedad de sus bienes y de los que durante el matrimonio
adquiere para sí. Cada uno administra sus bienes, goza de sus rentas y responde
por sus deudas.

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