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La Interpretación en Los Instrumentos de Teclado - H. Ferguson
La Interpretación en Los Instrumentos de Teclado - H. Ferguson
Versión castellana de
Hamish Urquhart
Alianza Editorial
Título original:
Keyboard lnterpretation
fom the 14th t<J the 19th Century: An lntroduction
Índice
Publicado originalmente en inglés por
Oxford University Press en 1975
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra � protegido por la Ley1 que establece
penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por d.años y perjui
1. Los instrumentos ........................................................................... . 13
cios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o El órgan�, 13.:--El positivo, 15.-El portátil, 15.-El realejo, 15.-El �ue, 16.
en parte, una obra literaria. artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución -El clavicotdio, 17.-El clave, el virginal y la espineta, 18.-Afinación' con octava
artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la pre- cona, 20.-Fl fotepiano y el piano, 22.
ceptiva autorización.
2. Tipos y formas musicales................................................................ 25
Época preclásica, 25.-Clasicismo, 18.-Romanticismo, 51.
3. Tempo ............................................................................................ 53
:Época preclásica, 53.-Clasicismo y Romanticimo, 58.- Rubato, 61.-Indicacio�
© de la traducción: Hamish Urquhart, 2003
© Oxford University Press, 1975
nes mea:on6micas, 63.
© Ed. case.: Alianza Editorial, S. A, Madrid, 2003, 2006
CalleJuan Ignacio Luca de Tena, 15; 28027 Madrid; teléf: 91 393 88 88
www.alianzaeditoriaLes 4. El fraseo y la articulación ................................................................ 67
ISBN: 84-206-8000-1
Época preclásica, 67.-Clasicismo, 76.
Depósito legal, M 25.841-2006
Fotocomposición e impresión: EFCA, S. A.
Parque Industrial «Las Monjas» 5. Digitación ...................................................................................... . 81
28850 Torn:jón de Ardoz (Madrid)
Digitaci6n antigua, 82.-Dig itaci6n moderna, 91.-La elección de digitaci6n, 96.
Prinred in Spain
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1 Los instrumentos
Los instrumentos de teclado, a cuya música se refiere este libro, pueden divi
dirse en dos grupos principales. En el primer grupo, los sonidos se producen
por la acción de la presión del aire sobre tubos que pueden. o no tener len
güetas, es decir, el órgano de iglesia y otros órganos más pequeños como el
positivo, el portátil y,el realejo. En el segundo grupo, el sonido,se produce
por cuerdas que se percuten o se pulsan, es decir, el escaque (del cual poco se
sabe), el clavicordio, el clave y sus parientes más pequeños como el virginal
y la espineta y; por último, el fortepiano con su descendiente ·moderno; el
piano.
El órgano
siglo VIII, aunque los órganos de esta época carecían de muchos de los refina No nos importan aquí los desarrollos posteriores del órgano, puesto que
mientos del órgano hidráulico. Algunos de los órganos medievales más gran el repertorio del tipo de instrumento romántico del siglo XIX queda fuera del
des eran rudimentarios y potentes. Un instrumento instalado en Winchester alcancedel presente libro.
a finales del siglo X tenía 400 tubos, dos teclados de 20 notas cada uno y 26
pares de fuelles accionados por «setenta hombres fuertes». Lo controlaban
dos intérpretes, que, en lugar de pulsar teclas, manejaban correderas, cada Elpositivo
una de las cuales abría hasta diez tubos a la vez. Suponiendo que los tubos te
nían distintos tamaños y distintas afinaciones, el sonido debe de haber sido El órgano pequeño del tipo que había en la catedral de Durham ya se emplea
impresionante. De hecho, es difícil imaginar cómo podría haberse adaptado ba en el siglo XIII y se llamaba positivo. En una ilustración del Belvoir Psalter
a las necesidades de la liturgia. del año 1270 se ve a un intérprete sentado delante de un instrumento de un
Los instrumentos más refinados que poco a poco iban desarrollándose se solo teclado provisto de teclas (no tiradores) y un par de hileras de tubos. El
ajustaban cada vez mejor a su cometido principal de acompañar la liturgia. aire lo suministran dos fuelles accionados por los pies de un ayudante, que se
En el siglo XIII, las correderas, difíciles de controlar, fueron reemplazadas por apoya agarrándose a una barra horizontal. En otras ilustraciones posteriores,
teclas, que eran más manejables. Un siglo después, se añadieron al Si bemol se ve cómo los fuelles se accionaban bien manualmente, bien con los pies del
(la única tecla «negra» disponible en un primer momento) las notas cromáti propio intérprete. Dichos instrumentos de tamaño mediano se ponían en el
cas Fa sostenido, Do sostenido, Mi bemol y Sol sostenido. Hacia el siglo XV, suelo o en una mesa y eran muy populares porque podían ser lo suficiente
teclados múltiples, tubos de distintos tipos y mecanismos mejorados ya ofre mente grandes como para utilizarse en un recinto eclesiástico durante las li
cían una amplia gama de tonos y de dinámicas. Los órganos incluso tenían turgias, o lo suficientemente pequeños como para instalarse en nna casa de
pequeños pedaleros no cromáticos, que al principio se sujetaban al teclado lujo, donde servían para proporcionar música tanto litúrgica como profana.
inferior con cordones largos pero que al cabo de un tiempo contaban' con tu Su descendiente era el órgano de cámara del 'siglo XVIII que aún puede en
bos propios.. contrarse en algún rincón de algunas iglesias y catedrales inglesas: Por lo ge
En el norte de Alemania, donde tuvieron lugar los principales avances en neral, disponía de un solo teclado, media docena de registros y fuelles que se
la construcción de órganos, el órgano de iglesia ya existía en· su forma más accionaban en un principio por los pies.
básica a principios del siglo XVI. Del Spiegel der Orgelmacher und Organisten
(1511), de Arnold Schlick, deducimos que un instrumento típico contaba
con dos teclados y un toral de quince registros, además de un pedalero inde Elportátil
pendiente con cuatro registros. Un siglo después, Michael Praetorius, en su
Syntagma musicum de 1615, describió el tipo de órgano barroco en el que to Más pequeño aún era el órgano portátil (en italiano, el' organetto), que se po
caban Bach y sus contemporáneos. Un instrumento de estas características, día llevar colgado del hombro.Tenía una o dos hileras de tubos labiales (flau
en la Peterskirche de Hamburgo, tenía tres teclados con un total de treinta y tados) y una tesitura de alrededor de dos octavas, y se tocaba ccin la mano
un registros, más un pedalero con no menos de diez registros. derecha mientras que la mano izquierda bombeaba el fuelle situado en la
Se construyeron órganos similares en los Países Bajos, Francia y España. parte posterior del instrumento. Al sujerarse con tin� cuerda pasada, por de
No obstante, en el sur de Alemania, Italia e Inglaterra los instrumentos se trás del cuello podía tocarse en los desfiles. También podía colocarse encima
guían siendo más pequeños y, o no contaban con pedalero, o tenían un pe de una mesa o encima de las rodillas. Se utilizó entre los siglos XII y XV, sobre
dalero muy primitivo. (En Inglaterra, no empezaron a utilizarse los pedales todo con un uso melódico.
hasta el año 1720 y a la mayoría de los intérpretes no les gustaban.) Sin em
bargo, en las catedrales y las iglesias más grandes solía haber órganos de dis
tintos tamaños. Por ejemplo, a finales del siglo XVI la catedral de Durham El realejo
poseía cinco órganos, de los cuales el más grande estaba ubicado encima de
la entrada al coro y los cuatro restantes repartidos por el edificio para su uso Al igual que el portátil, el realejo era lo suficientemente pequeño como para
colocarlo encima de una mesa, aunque a veces tenía patas propias. En un pri-
•
en distintas ocasiones litúrgicas.
16 La interpret:ación de /m; instru:mentos de teclado Los instrument<Js 17
El clavicordio más antiguo de los que aún se conservan se construyó en sonido que se consiguen vatíando la pulsación de los dedos y el ataque, las
Iralia en 1543. No obstante, no cabe duda de que el instrumento existía in posibilidades expresivas de notas ligeramente desplazadas en el esquema
cluso antes de la referencia que hace al mismo Eberhatdt Cersne en 1 404. métrico y el enmascaramiento del ataque de una nota determinada al pro
Aunque su populatidad ya empezaba a decaer en Inglaterra, Francia y Ho longarse un poco la nota anterior. Ni virginales ni espinetas admiten mayo
landa hacia finales del siglo XVII, siguió empleándose hasta principios del si res contrastes de sonido porque no tienen más que un teclado y un solo
glo XIX en Iralia, España y Alemania, sobre t0do como instrumento de estu juego de cuerdas y mattinetes. En cambio, el clave suele tener vatios juegos
dio pata organistas, a veces con un pedalero incorporado. de cuerdas y mattinetes, así como más de un teclado. En un primer mo
mento, se empleaban dos teclados afinados .a distancia de cuatta pata facili
tar la trasposición, que muchas veces resultaba necesatia. Unos registros
El clave, el virginaly la espineta manuales o pedales (estos últimos se incorporaton al instrumento alrede
dor del año 1675) permiten al intérprete usat el juego (o los juegos) de
La principal diferencia entre el clavicordio, por un lado, y el clave, el virgi cuerdas que necesite. Por lo tanto, puede producir un número limitado
nal y la espineta (en francés: clavecín, épinette; en alemán: Klavicimbel Cla de contrastes tonales y dinámicos, pero no crescendos ni diminuendos gra
vicembalo, Spinett; en italiano: clavicembalo, gravicembalo, spinetta), por duales, puesto que los cambios deben hacerse siempre siguiendo unos pa
otro, consiste en que las cuerdas de estos últimos son pulsadas por plectros sos clatamente definidos.
de pluma o de cuero en lugat de ser percutidos por tangentes de latón. Ade Un clave inglés del año 1755, que aún se conserva, presenta las siguientes
más, el mecanismo del clave más sencillo es mucho más complejo que el del características:
clavicordio.
Hoy en día, los tres nombres representan tres instrumentos diferentes 2 teclados de cinco ocravas cada uno.
aunque estrechatnente relacionados, si bien en la Inglaterra del sigl& XVI y de 3 juegos de cuerdas: uno con una afinación a 8 pies y otro con una afi
principios del siglo XVII solía empleatse la palabra «virginal» pata referirse a nación a 4 pies (es decir, que suena una octava más aguda de que lo que está
todos ellos. El clave se patece a un piano de cola estrecho. El virginal tiene escrito en la pattitura), accionados los dos desde el teclado inferior, y otro
una forma rectangulat (o, en Iralia, poligonal) y la espineta es un polígono juego de cuerdas contrastante de 8 pies que se maneja desde ambos tecla
con forma de ala. Las cuerdas del clave se alejan del intérprete, al igual que dos. El registro de 8 pies contrastante tiene un segundo juego de mattinetes
las del piano de cola, mientras que las cuerdas del virginal y de la espineta colocados más cerca de los extremos de las cuerdas, que se activan única
discurren de izquierda a derecha, como las del clavicordio. mente desde el teclado superior y proporcionan un sonido patecido al del
En el extremo de cada una de las teclas de dichos instrumentos hay una laúd.
pieza delgada vertical denominada «mattinete» cuya patte superior está a la 4 registros manuales: uno para el registro de 8 pies del teclado inferior,
misma altura que las cuerdas. (El clave puede tener más de un mattinete por otro pata el de 4 pies, también del teclado inferior, otro pata el registro con
tecla, tal y como se verá a continuación.) De un lado del mattinete sobresale trastante de 8 pies activado desde ambos teclados, y otro más para el efecto
un plectro de pluma o de cuero. Al presionatse la tecla sube el mattinete has de laúd en el teclado superior.
ta que el plectro pulsa la cuerda. La cuerda vibra libremente, consiguiéndose
así la nota deseada. Al soltatse la tecla, el mattinete vuelve a su posición ori Con estos recursos pueden producirse una gama importante de dinámicas
ginal y un pequeño apagador de fieltro montado en su patte superior entra y de timbres, aunque sólo, como ya se ha señalado, siguiendo unos pasos
en contacto con la cuerda y la nota deja de sonat. Un dispositivo ingenioso le bien definidos. Por otro lado, siempre se tardará algún tiempo en conseguir
permite al plectro volver a pasat por debajo de la cuerda sin toeatla. Tampo dichos efectos si además de cambiat de teclado suponen cambiat de registro
co en estos instrumentos hay pedal de resonancia. manual. Los instrumentos modernos, dotados de pedales en l ugat de tirado
Aunque el mecanismo de pulsat las cuerdas permite un· sonido mucho res, pueden realizar los cambios de registro sin ninguna interrupción. No se
más intenso y brillante que el que produce la tangente del clavicordio, no sabe, sin embatgo, de ningún gran compositor pata clave que haya utilizado
puede proporcionar cambios constantes de dinámica ni un vibrato, sino jamás semejante dispositivo o que haya dependido del mismo para la inter
que depende de efectos más sutiles tales como las pequeñas diferencias de pretación de su música.
20 La ínterpretadón de los ínstru:mentos de teclado Los inst:rtnnentos 21
¡I ¡
1· 1·
, El clave más antiguo de los que se conservan se fabricó en Italia en el
año 1 52 1 . No obstante, el manuscrito de Henri Arnault describe una ver Do Fa ':Sol:' La Si Sol Do: Re:Mi
l ;
I
sión incluso anterior del instrumento, y aparece otro en un cuadro de las
Tres bel/es heures del duque de Berry, de ca. 1416. Tanto' el clave como la
EJEMPLO le Fa# Sol# o Mi
EJEMPLO ld D #
espineta mantuvieron su popularidad en toda Europa hasta que fueron l
desplazados alrededor del año 1780 por el fortepiano (véase infra), que era Octava partida
Re Mi La Si
igual de potente y más «expresivo». Los virginales se vieron confinados
principalmente a Holanda e Inglaterra y ya habían pasado de moda a fina
les del siglo XVII. Los claves (al igual que los clavicordios) a veces tenían
pedaleros independientes para que los organistas pudieran practicar en Dichos métodos de afinación explican por qué en la música pata virginal
casa. se encuentran a veces acordes del bajo que son aparentemente imposibles de
tocar. Por ejemplo, Peter Philips escribe el siguiente pasaje pata la mano iz
quierda en su «Pavana Dolorosa», Fitzwilliam Virginal Book (en adelante,
Afinación con octava corta FWVB), página 321:
En todos los instrumentos antes citados, incluido el órgano, a veces se ex EJEMPLO 2
tendía el registro grave sin alargar el teclado mediante la «octava corta» o un
dispositivo constructivo denominado la «octava partida». Los dos métodos
estaban relacionados y funcionaban de la siguiente manera. Si la última
nota del bajo de un teclado era aparentemente Mi, se hacía que sonata Do,
una tercera más grave. El hueco resultante se completaba diatónicamente
afinando las teclas cercanas de Fa sostenido y Sol sostenido como Re y Mi,
respectivamente (véase el ejemplo la, en el que las notas alteradas están en Son pocos los intérpretes que podrían tocar esto con una sola mano en
negrita). Por otro lado, un teclado cuya nota más grave era aparentemente un teclado normal. Sin embargo, con las afinaciones que se muestran en los
Si1 podía ampliarse una tercera hacia abajo hasta Sol1 (véase el ejemplo lb). Ejs. la o le no supondría más que esta sencilla sucesión de acordes:
Así, el registro grave de los instrumentos aumentaba en una tercera a costa
de sólo dos notas cromáticas que raramente se utilizaban. Cuando la ausen EJEMPL0 3
cia de dichas notas pasó a suponer un inconveniente desde el punto de vista
musical (hacia finales del siglo XVI), pudieron recuperarse por medio de la
«octava partida». Las teclas negras afectadas se dividían en dos, de manera
que su mitad delantera hacía sonar la nota diatónica. de 1a octava corta,
mientras que la mitad posterior producía la nota cromática normal (véanse
los ejemplos le y ld).
22 La interpretación de los ínstrtnnentos de tecúulo Los instrumentos 23
Elfortepiano y e_!piano El mecanismo básico del piano fue elaborado por Bartolomeo Christofori
(1665-1731). Fabricó su primer instrumento en Florencia en el año 1709,
Al hablar de los dos instrumentos de teclado de cuerda más recientes es con llamándolo gravicembalo col piano eforte (clavicordio con suave y fuerte), y ya
veniente emplear los términos «fortepiano» y piano (o «pianoforte») para dis en 1726 había desarrollado un modelo más complejo con un mecanismo
tinguir entre el primer tipo de piano y su descendiente moderno. La diferen una corda. En otros países se adoptaron modificaciones de las ideas de Chris
ciación es importante porque entre uno de los primeros fortepianos y un tofori. Sabemos que antes de 1745, J. S. Bach tocó en Alemania varios de los
piano moderno hay una diferencia de timbre tan grande y una diferencia de instrumentos de Gottfried Silbermann. (Según Johann Friedrich Agrícola,
pulsación casi tan grande como entre un fortepiano y un clave o un clavicor alumno de Bach, no le gustaban demasiado porque le parecía débil el registro
dio. Así definido, el fortepiano tiene una estructura principalmente de made agudo y la pulsación pesada.)
ra, cuerdas estrechas y relativamente poco tensas y pequeños martillos recu La pesadez de la pulsación seguramente militó en contra de la populari
biertos de cuero. En cambio, el piano tiene una estructura de hierro, cuerdas dad del piano en un primer momento, puesto que no fue hasta que Johann
más gruesas y someridas a gran tensión y martillos más grandes recubiertos Andreas Stein, alumno de Silbermann, desarrolló el llamado mecanismo vie
de fieltro. nés hacia 1773, cuando surgió un instrumento con un mecanismo ligero y
Aparentemente, el fortepiano parecía bien un clavicordio con las cuerdas fiable, un buen equilibrio entre agudos y graves y un sonido agradable, si
que se extendían al otro lado del intérprete, o bien un clave grande, con las bien no muy potente. Tenía un registro de cinco compases (de Fa, hasta fa"').
cuerdas dispuestas de izquierda a derecha. El primer tipo de fortepiano se lla El mecanismo vienés alcanzó su máximo grado de perfección hacia 1780
maba «grande» y el segundo tipo «cuadrado». Después, tras la llegada de las y gozó de buena aceptación durante más de un siglo a partir de entonces. No
estructuras de hierro y los teclados más largos, la forma esbelta y elegante del obstante, la llegada a Londres de Johann Christian· Bach en 1759 ya había
«grande» se convirtió en el instrumento más ancho y robusto de hoy en día. supuesto un gran empuje para la fabricación de pianos en Inglaterra. Johann
Por esta época también se desarrolló el tan conocido piano «vertical». Chrisrian Bach, a diferencia de su padre Johann Sebastian, prefería el piano
En todos estos instrumentos, la tecla se utiliza como una palanca que al clavicordio o al clave. Fabricantes como Zumpe (otro ·alumno de Silber
impulsa hacia arriba un martillo que, mediante u n mecanismo más o menos mann), Broadwood y Stodart introdujeron poco a poco sus propias mejoras
complejo, golpea la cuerda o las cuerdas. La tecla activa a la vez un apagador y acabaron por superar a sus rivales europeos. El entusiasmo de Haydn, Cle
de fieltro, que se despega de las cuerdas y no vuelve a colocarse encima de menti y Dussek por los instrumentos ingleses fue confirmado por la acogida
ellas hasta que la tecla se suelte. Todos los apagadores pueden levantarse a la calurosa que recibió por parte de Beethoven el piano que le regaló Thomas
vez, independientemente de la acción de las teclas, utilizando un pedal de Broadwood en 1818.
resonancia controlado por el pie derecho, prolongando así el sonido de cua A partir de 1800, los fabricantes de pianos en todas partes de Europa se
lesquiera notas que se toquen mientras permanezca pisado el pedal. En el esforzaron principalmente por satisfacer la demanda-de un instrumento más
piano y, por regla general en el fortepiano, existe un segundo pedal, deno grande y más poderoso, apto para las salas de concierto y capaz de satisfacer
minado el pedal una corda (en francés: sourdine; en alemán: Verschiebung), las exigencias de virtuosos como Liszt y Thalberg. Poco a poco iban amplian
que se maneja con el pie izquierdo y que desplaza todo el mecanismo ligera do el registro del teclado (véase el capítulo 9, p. 183) y, según fue aumentan
mente hacia un lado, de modo que los martillos golpean sólo dos (o una) de do la tensión (y por lo tanto el tamaño) de las cuerdas, pusieron todo su em
las tres (o dos) cuerdas pertenecientes a cada nora, o que, en un piano verti peño en diseñar armazones lo suficientemente fuertes como para soportarlas.
cal, acerca los martillos a las cuerdas. (Las notas más graves del piano suelen A mediados del siglo lograron su objetivo con la introducción del armazón
tener una sola cuerda y en este caso el efecto amortiguador se consigue al de hierro, las cuerdas de alta tensión y los martillos fuertemente recubiertos
golpear la cuerda una parte no desgastada del martillo.) Algunos instrumen de fieltro. En Inglaterra, Broadwood hizo un instrumento de dichas caracte
tos modernos están dotados de un tercer pedal central (inventado en 1862). rísticas para la Gran Exposición de 1851, y cuatro años después la firma de
Si se pisa a la vez que se mantiene pulsado con los dedos una nota o un Steinway ya fabricaba su propio modelo en Hamburgo. La consecuencia fue
acorde, únicamente dicho acorde o nota se verá prolongado una vez que se que el sonido y la pulsación se vieron alterados por completo y el fortepiano
suelten la tecla o las teclas correspondientes, independientemente del uso primitivo se convirtió, con pocas diferencias, en el piano que conocemos hoy
del pedal derecho. en día.
•.
24 La interpretación de los instrumentos de teclado
pronto como han terminado la melodía.) Pero la segunda voz puede entrar Interpretación
en otros grados de la escala pata producir un canon a la segunda, a la tercera,
a la cuarta, etc. Por otro lado, la segunda voz puede cantat la melodía inverti Al estudiar obras escritas en los géneros citados resulta útil en un principio de
da (reemplazando los intervalos descendentes por intervalos ascendentes o finir la estrucrura marcando con lápiz el principio y el final de cada sección.
viceversa), retrogradada (al revés, a veces denominado cancrizans [es decir, ha Las secciones suelen comenzar con la entrada de un terna que difiere de
cia atrás como un cangrejo]), en aumentación (con los valores de las notas modo significativo del que le precedió, y terminan con una cadencia bien de
doblados), en disminución (con los valores de las notas reducidos a la mitad), finida que puede solaparse o no con la sección siguiente. ,Los diferentes te
o con algún tipo de combinación de dichos métodos. En un primer momen mas pueden identificarse asignándoles letras mayúsculas (A, B, C, etc.); la
to sólo se escribía una patte vocal, junto con una rúbrica, a veces en forma reaparición de algún tema repitiendo su letra (por ejemplo, A B A); y el final
de enigma (y de ahí los cdnones enigmdticos), para señalar dónde y cómo de de la sección con algún signo como ,. Las variaciones de un tema pueden di
bía(n) entrar la(s) otra(s) voz (-ces). Éste era, de hecho, el «canon» o regla ferenciarse añadiéndoles números (por ej. A, A,, A,_, etc.); y un tema dividi
que le dio a la forma su nombre. do, cuyos elementos se desarrollan por separado, añadiéndoles números en
Unos hermosos ejemplos de canon para teclado pueden encontrarse en supraíndice (por ejemplo, A 1 , A'-).
«Pavana: Canon 2 in l», de Wtlliatn Byrd (EC II, núm. 74), en el cual las Cuando se ha hecho un esquema de la estrucrura global siguiendo estas
dos voces agudas son canónicas (la segunda empieza un compás más tatde y indicaciones, es más fácil ver la relación entre una sección y otra, y decidir
a la quinta inferior); y en las grandes Variaciones Goldberg de Bach, en las que cómo han de articularse los distintos temas (véase el capítulo 4, «El fraseo y
cada tres variaciones encontramos un canon a un intervaló diferente, que van la articulación»). Deben tenerse en cuenta los siguientes puntos: (a) las ca
del unísono a la novena. dencias que no se solapan con la siguiente sección son más importantes que
En el motete vocal del siglo XVI, que surgió a partir del canor¡, sucesivas las que sí lo hacen; (b) a veces es necesario resaltarlas con la ayuda de un rit.;
partes de un texto. están escritas en contrapunto imitativo. Cada sección pue-. (c)· es probable que los movimientos que no presentan ningún cambio de
de construirse sobre un motivo musical diferente, que en Inglaterra se llama compás presenten un tempo bastante constante, salvo pequeñas fluctuacio
ba «punto de imitación» o, simplemente, «punto» (véase <<A Poynct», de nes que tienen su origen en los cambios de textura o de ·movimiento rítmico;
Thomas Tallis, MB, número 103; EEKM: I, p. 25); o las distintas secciones y (d) se pueden resaltar los contrastes temáticos por medio de una articula
pueden basarse en todo o en patte en variantes rítmicas del tema principal. ción contrastada.
También puede utilizarse una combinación de los dos méwdos. La fuga exige unas notas más variadas. El tipo más sencillo comienza
Entre las formas instrumentales .que se derivan del morere destacan: (a) la con una ex.posición en la que todas las «voces)) o partes entran una tras
canzona francese, Wl arreglo estricto o libre.de nna chanson francesa, general--: otra, exponiendo el tema cada una de ellas. Las entradas suelen alternar en
mente de carácter ligero y dividida en secciones, con un terna nuevo para tre la tónica (éstas pueden matearse «S», de sujeto) y la dominante («R», de
cada una de las secciones o con el tema principal repetido en una secuencia respuesta). (Aunque esto no tiene por qué afectar al intérprete, una «res
del tipo de A A B, A B A, A A B A, etc.; (b) la canzona o canzon,. una pieza puesta real» es una trasposición exacta del sujeto, mientras que una «respues
original parecida a la anterior; (c) el ricercare (de la palabra italiana que signi ta tonal» ajusta algún intervalo o intervalos del sujeto pata adaptarlo de la
fica «busca1» en el sentido de buscar algo recóndito), una forma parecida a la tónica a la parte de la dominante de la escala, o viceversa). Pueden hacer
canzona aunque, por lo general, de carácter más serio; (d) la fantasía, otra falta o no más notas pata la exposición. Si la primera voz acompaña la en
forma parecida a la canzona y sólo muy ratatnente la pieza libre y casi impro trada de la segunda voz con un contrapunto que más adelante .vuelve a
visada que suele indicar el nombre a partir del siglo XVIII; y (e) la faga poste aparecer con el tema, debería identificarse como CS (de contrasujeto),
rior, que Tovey describe como «una textura cuyas reglas no bastan para deter mientras que la letra E (de episodio) puede indicar cualquier pasaje que se
minar la forma de la composición en su totalidad» (sin embargo, véase pata las distintas entradas del tema, independientemente de si se basa en
pp. 27-28). material nuevo o viejo.
El desarrollo posterior de la fuga es imprevisible, pero, pata estudiarlo,
podemos emplear las indicaciones ya sugeridas más E2, E3, E4, etc. pata los
nuevos episodios; St pata los Strettos, es decir entradas solapadas del sujeto; e
�
28 La interpretac-lón de los instrumentos de teclado Tipos y formas musicales 29
Inv, Aug y Dim para inversión, aumentación y disminución, tal y como ya se EJEMPLO 5 Wtlliain Blitheman, «Christe qui lux» (MB, núm. 22; EEKM I, p. 28)
ha descrito (pp. 25-26). cantus firmus en la contralto (el canto llano original aparece en el ejemplo
En una doble fuga --es decir, en las que, cuando la música ya ha avanza anterior)
do un buen trecho, aparece un segundo tema que se combina con el primer
,�
tema, bien de modo inmediato (como, por ejemplo, en la Fuga núm. 23 en
?
:: :
mente (como, por ejemplo, en la Fuga núm. 18 en Sol sostenido menor del
J
Libro II de El clave bien temperado)- los dos sujetos pueden diferenciarse
llamándoles S 1 y S2• En una fuga triple, como, por ejemplo, la Fuga núm. 14
r 3#,
en Fa sostenido menor del Libro II de El clave bien temperado, puede añadir
r.
se S3, y, en una fuga cuádruple, S4• Los sujetos gemelos, que anuncian dos
voces antes de la entrada de la respuesta, pueden marcarse S 1 y S2• Son poco
frecuentes en la música para teclado (Bach no tiene ninguno), pero pueden
encontrarse, por ejemplo, en la Fuga I en Sol menor, EC III, núm. 1 , de
J 1
r nr J u... F
::
Haendel.
i� .l. e
�¡� •.:::.;; • • u t t
: ¡ ; ¡ :; / ; ;;
Glo • bi Tri - ni w ac - qus. - lis,
J,, __
o en forma ornamentada:
-=---
•.
d DW>•C,....--- - pe - tu - um.
30 La interpretación de los Ín,stru:mentos de tecúu:b, Tipos y formas musicales 31
El original vocal (véase Tudor Church Music I, p. 148) llegó a ser tan po
pular que a las obras posteriores basadas en el mismo canto llano solían co
ich mag e - wig le: ben, Ent - ffic:hn dct HOI - len - pcin.
nocerse más con el nombre «In Nomine» que con el más preciso de «Gloria I m,zy dfJ1d/ h.: sitk "Thtt In hetni'n', ap - pqin¡ - td._ --
Tibi Trinitas».
[Texto: Cyriakus Scheegass, 1597; erad. ing. C. SanfordTerry.]
- -.
compuestas siguiendo las mismas pautas.
-
. Entre estas últimas encontramos. movimientos del tipo ritornello, que
,.. _ IID',Lorá, ¡ '"' - nichc
""';,, Thy '"'"' •ud, -- r:ru;
stcn Grimrn doch lin - du, "'"'
-
H=, mieh ar - mat
=
Ad, Slln du dei - DCIJl Zom;
Str,f in
eran descendientes directas del aria operística tal y como , la desarrollaron
�,
A Th«
Ddn
R,
mit lom ..Ach
-
!= ful tJJrath o Alessandro Scarlatti y su escuela. Este tipo de aria se basa en el contraste en
mi,
Thy F= ju�--l Jru! o
tre un grupo poderoso aunque impersonal (el tutti orquestal) y un individuo
más débil pero más expresivo (el solista). Se abre en esencia con un pasaje or
Herr, wolbt mir
dcar Lord, gro,rt
ver
"'"'
,, ben MciD
sion, And
Súnd und
t''Ward 1'lll
gni
mm
dig scin,
Thy faa,
questal, o ritornello, ,en el que se expone el material temático principal en la
tónica. Después entra el solista con una breve reexposición de parte del mis-
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¡,a,
32 La interpretación de los instrumentos de tecúulo Tip os y fonnas musicales 33
mo material o con una idea completamente nueva. Responde la orquesta con de cantar. Posteriormente, se escribieron en detalle piezas similares para ayu
parte del ritornello, lo que anima al solista a emprender un episodio más lar dar a quienes estaban aprendiendo a improvisar o a quienes no eran capaces
go, que probablemente lo alejará de la tónica hacia una tonalidad cercana, de hacerlo; y son precisamente estas obras breves las que nos proporcionan los
que se verá confirmada a su vez por el ritornello transportado de la orquesta, primeros ejemplos conocidos de música para teclado que no son ni una danza
o parte de él. A continuación, el solista y la orquesta siguen alternándose y ni piezas que dependen de algún modelo vocal (véanse Tablatur, 1448, de Ile
combinándose con reapariciones del ritornello (en distintas tonalidades), que borgh y Fundamentum, 1452, de Paumann, CEKM I, pp. 28 y 50 a 51, y el
actúan como pilares que sostienen toda la estrucrura. Finalmente se llega una Buxheimer Orgelbuch de 1460-1470). Dichos preludios a veces contenían una
vez más a la tónica y el movimiento termina con una reexposición completa o dos florituras virtuosísticas, y esto dio lugar por extensión a la más extensa
del ritornello. toccata (del italiano toccare, tocar), dividida en distintas secciones pensadas
Cuando una estructura de este tipo se traduce en términos puramente para demostrar las diversas capacidades del intérprete y de su instrumento.
instrumentales, el resultado es el movimiento del tipo de concietto de princi0 Su origen improvisado se refleja muchas veces en ambos tipos de obra,
pios del siglo XVIII. El lugar del cantante lo ocupa un insrrumento solista o sobre todo en los preludios franceses sin indicación de compás (véanse las
un pequeño grupo de solistas (el concertino), mientras que el rutti orquestal pp. 35-40). Sin embargo, el nombre «Preludio» también se empleaba para
(el ripieno) cumple la misma función que antes. Además, el solista y la or cualquier otro tipo de pieza introductoria, como por ejemplo los. cuarenta y
questa pueden estar representados por dos manuales contrastantes del órgano ocho preludios y fugas de El clave bien temperado de Bach; y una toccata aca
o del clave, o incluso por un instrumento de un solo teclado si los contrastes bó por convertirse en sinónimo de moto perpetuo (véanse las toccatas de
básicos son suficientemente manifiestos. Czerny, Schumann, Debussy, Ravel, etc.).
Interpretación Interpretación
El propio J. S. Bach indicó la mayoría de los cambios de manual necesarios Cuando un preludio o una toccata muestra indicios de su origen improvisa
en las dos únicas obras para clave solo de este tipo que publicó a lo largo de do, dicha circunstancia debe reflejarse en la intetpretación. El grado de libe��
su vida: el Concierto Italiano, BWV 971, y la Obertura Francesa o Partita en tad que se requiere depende del contenido· musical. Los pasajes y secciones
Si menor, BWV 831. En dichas obras, las palabras forte y piano indican el te que carezcan de un terna claramente definido, o que consistan principalmen�
clado inferior (orquesta) y el teclado superior (solista), respectivamente. Las te en magníficas florituras, deberían tocarse con un ritmo poco preciso,
indicaciones no están completas en ninguna de las dos obras, pero no resulta mientras que aquéllos que estén construidos a partit de temas definidos ha
difícil añadir las pocas que fultan, sobre todo teniendo en cuenta que se en brán de tender a fijar un tempo y mantenerlo mientras- persista el tema. En
tiende que debe entendetse que un movimiento siempre empieza forte a no las secciones. más J:il,res, el efecto tendría que ser el de un intérprete que en
ser que se indique lo contrario. cuentra poco a poco el camino hacia una idea temática más positiva, o que
Estas dos obras deberían utilizarse como modelos para la interpretación muestra su destreza nianual; y' en las partes. más estrictas, el efecto tendría
de movimientos del mismo tipo sin indicaciones, como pueden ser los Prelu que set el de un intérprete que explora la belleza y las posibilidades de la idea
dios de la:., S uites Inglesas números 2 a 6 de Bach. Es importante recordar que o de las ideas que ha des cubietto. Las secciones a menudo se desvanecerán y
los cambios de teclado no siempre tienen lugar simultáneamente en las dos se fusionarán, en lugar de estar claramente separadas como los mo�ientos
manos y que únicamente pueden hacerse en los momentos musicalmente ló de una suite. Sin embargo, el intérpiete debe tener en cuenta siempre sus di
gicos (es decir, nunca en la mitad de una frase). ferentes funciones, de modo que pueda mostrar tanto su interrelación como
el contraste esencial existente entre ellas,
5. De las formas puramente insrrumentales, el PRELUDIO y la TOCCATA Los prefacios de las Toccate e partite (1614) y de Il primo libro de capricci
están estrechamente relacionadas. El preludio fue originariamente una impro (1624} de Girolamo Frescobaldi contienen indicaciones para los intérpretes
visación corta tocada en el órgano para indicarle al sacerdote o al coro la altu que se podrían resumir (con algunos comentarios. adicionales entre co,che
ra y el «tono» o modo (véase el capítulo 7) de la música que estaban a punto tes) del siguiente modo:
34 L:t intnpretación de los iust'Ntmentos de tec/adQ Tipos y formas musical.es 35
i. El tempo de una toccata no permanece constante de principio a fin, lidad identificar claramente la estructllla de las toccatas, las canzonas, los ri
sino que cambia (al igual que el de un madrigal) según el carácter de la músi cerca.res, etc. Evidentemente, no se aplicaría a un movimiento de danza que,
ca: ora lento, ora rápido, con pausas donde sea necesario. [Es probable que por su propia naturaleza, exige un pulso inmutable en todos los compases
Frescobaldi esté refiriéndose principalmente a los cambios de tempo entre menos los últimos.J
una sección y otra, aunque no deberían excluirse las fluctuaciones dentro de vi. Un trino en �a mano no debería coincidir nota por nota con un
la misma sección.] pasaje en la otra [aun cuando estén escritas en idénticos valores]. El trino
ii. Si una obra es demasiado larga, las secciones independientes que la debe tocarse rápidamente y el pasaje de manera expresiva. [Esto demuestra
componen pueden tocarse por separado, siempre que terminen en una tona que el número de batidos de un trino escrito con todo detalle es esquemático
lidad adecuada [es decir, la tonalidad en la que empezaron]. y puede incrementarse a discreción.]
m. Las toccatas para clave deben empezar muy lentamente, y los acor vii. Si un pasaje tiene corcheas en una de las manos y semicorcheas en
des deben tocarse arpeggiando para compensar la falta de resonancia del ins la otra, no debe tocarse demasiado rápido, y el ritmo de las semicorcheas
trumento. Los retardos y disonancias en el medio de una pieza también de debe modificarse hasta resultar aproximadamente .Jl"ñ . . [Véase el capítu
ben tocarse también a veces arpeggiando. [El arpeggiando que se busca no es lo 6, «Convenciones rítmicas».]
del tipo rápido y brillante que resulta adecuado para la Fantasía cromática de Vil!. Si un pasaje tiene semicorcheas [o fusas] en las dos manos, el intér
prete ha de detenerse un poco en la nota anterior y después tocar el pasaje
!
Bach, etc., sino la repetición lenta y meditada de cada una de las notas de un
¡
acorde como la que se necesita para mantener las notas largas de la Zaraban con decisión para mostrar así su destreza.
da de la Suite inglesa núm. 3 en Sol menor de Bach.] Por ejemplo, el princi ix. Las secciones de las partitas y de las toccatas que incluyen notas de
pio de la Toccata núm. 7 de Frescobaldi: un valor pequeño u ornamentos expresivos han de tocarse lentamente y las
secciones más sencillás más rápidamente, dejándose la elección de tempo al
buen gusto del intérprete. [Aquí debe tener cuidado, puesto que los valores
pequeños pueden implicar también una sensación más rápida de movimien
EJEMPLO 8
� I 1 3 ,
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-
/3
iv. Las ligaduras cumplen tres funciones distintas: (a) frasear conjunta central seguido de un regreso paulatino a la tónica (véase la sección 6 infra).
mente un grupo de notas (véase el ejemplo 9a, c. 7, m.i.); (b) señ� una_ apo Esto puede verse aún con mayor claridad en algunos de los preludios de ma
yatura: la mayoría de las ligaduras de dos notas pertenecen a este tipo (�, yores dimensiones, en los que la cadencia «central» es mucho más fuerte que
c. 3, m.d. Do a Si, y m.i. La a Sol sostenido); y (c) señalar que una o varias en este ejemplo.
notas deben mantenerse durante aproximadamente la duración de la ligadura vi. Una vez establecida la esrrucrura armónica, deben analizarse a conti
(idem, c. 1 para un acorde a seis voces; y c. 5, m.d. para una sola nota, Mi, nuación los elementos melódicos y decorativos. Para hacerlo, el intérprete
que se mantiene durante tres «compases»). NB: Una ligadura que una dos no debe distinguir entre las distintas funciones de las notas de la mano derecha
tas idénticas no debe confundirse con la ligadura de duración. Como puede es decir, que debe decidir si se tratan de: (a) partes de soprano melódicas ;
verse en la sección (c) supra, no se necesitaría la segunda nota para conseguir decorativas (véase el Ej. 9a, c. 8); (b) apoyaruras, de nuevo a menudo la pri
un efecto ligado; pot tanto, siempre hay que volver a pulsarla. mera de una pareja de notas ligadas (ídem, c. 3, Do); (c) una voz interna
Teniendo en cuenta que las l igaduras, sean del tipo que sean, a veces es como, por ejemplo, la contralto (idem, c. 14, las tres últimas notas, y c. 15,
tán mal colocadas, tanto en los manuscritos como en las partituras impresas, las dos últimas notas); (d) partes de un acorde arpegiado (idem, c. l ); o (e)
deben interpretarse con una cierta flexibilidad. partes de un arpegio decorado (idem, c. 4, las cuatro últimas notas, siendo el
v. Lo primero que debería intentar hacer el estudiante es establecer cuál adorno el Sol sostenido).
es la estructura armónica del preludio. Para hacerlo, debe diferenciar entre las Lógi�ente, a veces dichas categorías se solapan: así, en el ejemplo de
distintas funciones de las notas de la mano izquierda, esto es, debe determi un arpeg10 decorado (e), la segunda nota (Sol sostenido) es una apoyatura
nar si son (a) el bajo de la armonía (véase el ejemplo 9a, c. l; nota l; c. 2, (b). Sin embargo, la fluidez de la interpretación de un interprete dependerá
nota l ; y c. 3, nota 2); (b) apoyatutas del bajo:. suelen ser la primera de una de la velocidad con la que sea capaz de reconocerlas todas.
pareja de notas ligadas (idem, c. 3, nota l); (c) notas del bajo meló/licas u or vii. El último pas o es proporcionar los ritmos y las frases del preludio
namentales (ídem, c. 7); (d) una voz interior de un acorde arpegiado (idem, q_ue faltan, recordando �iempre que sus detalles varían de una interpreta
c. 1, notas 2 y 3); o (e) una voz interior como puede ser la voz de tenor ción a otra. En este sentido, deben tenerse en cuenta las siguientes conside
(idem, c. 10, las últimas cuatro notas). raciones: (a) por l o general, un preludio se interpreta mejor con un pulso
Al realizar un análisis de la parte de la mano izquierda, resulta útil poner relativamente constante, sin el cual lo más probable es que suene poco co
delante de cada una de las notas pertenecientes a la clase (a) y delante de herente; (b) puede variar la duración de los compases, en línea con su ca
cada una de las parejas de apoyaruras pertenecientes a la clase (b) una marca rácter libre e improvisador; (c) l os valores de las notas deben mantener un
a lápiz. Después, siguiendo las marcas a lápiz y reducien do las notas restantes buen equilibrio entre variedad y regularidad; (d) debe mantenerse clara
de la mano izquierda y de la mano derecha a sus acordes básicos, resulta rela mente en todo momento la estructura armónica, y reflejarse en el trata
tivamente fácil tocar las progresiones que conforman el armazón armónico miento _rítmico la importancia relativa de cada una de las cádencias y de las
de la pieza entera (véase el ejemplo 9b). progresiones;_ (e) es probable que l as notas del bajo marcadas con lápiz
Una vez que se hayan tocado varias veces las armonías básicas, se verán (véase la secaón v (a) y (b) supra) coincidan con partes fuertes, por lo que
claramente la función y la importancia relativa de las distintas progresiones y son notas y adornos melódicamente importantes, ya que éstos suelen im
cadencias. En el ejemplo 9, el primer punto de referencia armónico es el pl icar acentos; (f) las cambiantes tensiones contrapuntísticas entre la voz
cambio a la dominante (Mi menor) en el c. 6 (el acorde 6/3 sobre Sol soste de soprano y el bajo, así como las distintas funciones de las notas restantes
nido en el c. 3 no es más que una inflexión puntual). A continuación, la ar de l a mano derecha y de la mano izquierda (véanse las secciones v y vi su
monía desciende al relativo mayor (c. 9) y a partir de ahí asciende por grados pra) t:n'bié':1 deben reflejarse en el tratamiento rítmico; (g) los pasajes se
conjuntos hasta la mitad del c. 11, en el que un largo pasaje en torno a la do cuenciales tienden a seguir patrones rítmicos regulares; (h) un grupo de
minante nos prepara para la tónica final en el c. 16. notas por grados conjuntos a menudo indica una floritura formada por no
La esrructura que se manifiesta en esta obra se parece a una versión en tas br"".es (vé e el ejempl o 9, c. 4, mano derecha, y c. 13, mano izquier
ai;
miniatura de la forma bipartita característica de la danza, en la que hay un da); e _(1) es_ mas probabl� que vaya acentuada la segunda de una pareja de
movimiento general desde la tónica hacia una cadencia sobre la dominante o notas 1dént1cas que la pnmera (ídem mano derecha, c. 5 los La, y c. 6 los
sobre alguna otra tonalidad afín (indicada por una doble barra) más o menos Fa sostenidos).
40 La i:nterpret:aci6n de ÚJs instromentQS de tecfadq Tipos y -formas musicales 41
viii. Los preludios no deben tocarse apres�dam�te._ Necesitan la ampli bipartitas, salvo las pavanas y las gallardas , que por regla general, aunque no
tud y el carácter meditativo propios de una =prov1saoón. (En l': presente siempre, son tripartitas.
realización, debemos tener pres ente la baja indicación metronóm1ca ".1 lee'. Estos términos, bipartita y tripartita, se emplean en es te libro con el fin
las semicorcheas y las fusas .) Al interpretarse, el efecto debería ser poénco, s1 de evitar las palabras «binario» y «ternario», que se han aplicado en el pasado
bien imbuido de una sensación de orden y de claridad úpicamente francesa. a las formas musicales de manera confusa. Las estructuras que describen son
Ante cualquier duda, el intérprete debe fiarse de sus conocimientos de otras enormemente importantes porque reaparecen constantemente a lo largo de
obras francesas contemporáneas para clave (y, a ser posi�le'. para_ la�d) , y, por la historia de la música.
supuesto, de su propio instinto y sentido m�ical. Por úln�o, mslSflIIlO� en Una estructura bipartita es la que presenta dos secciones claramente defi
que la interpretación que se pr opone en el e¡emplo 9c no n�ne por q':e se nidas, de las cuales una o ambas pueden o no repetirse. Existen dos clases de
guirse al pie de la letra. No es más que una de las muchas mt'.'rpretac1on<:5 estructuras bi partitas diferentes . En la primera, la cadencia principal no
está
posibles. Hay tantas posibilidades distintas para dar vtda a este upo de movt en la tónica, se trata de la clase abierta, ya que da a entender que existe una
miento como interpretaciones. continuación (véase la terminación ouvert de un punctus en una estampie);
en la segunda, la cadencia principal si está en la tónica, se trata de la clase ce
6. Durante mucho tiempo, las DANZAS fueron una de las formas instru rrada, que no crea ninguna expectativa inmediata de una continuación (véa
mentales más populares. Pensadas en un primer momento para acompañar el se la terminación clos de un punctus).
baile, con el tiempo llegaron a componerse y a disfrutarse como una forma De las dos, la clase abierta es la que se da con mayor frecuencia, y aparece
instrumental independiente. _ , no sólo en una forma melódica sencilla sino también en movimientos más
Las primeras danzas para teclado de las que tenem?s constancia, as1 como extensos que contienen distintos elementos temáticos como, por ejemplo, en
una de las principales formas instrumentales de_ los siglos XI:! Y, XIV, son las la mayoría de las 555 Sonatas de Scarlarti y en casi la mitad de los Preludios
estampies. Constan de distintas unidades denommadas pu�ctz (A, B, �' et�-), del Libro II de El clave bien temperado de Bach. Acabaría dando lugar a la
cada una de las cuales se repite. El punctus A tiene una pr=era termmaoón forma sonata de la época clásica (véase la sección 9, pp. 47-49).
abierta (ouvert = y) y una segunda terminación cerrada (clos = z). �ada uno El tipo cerrada conduce a estruouras tripartitas, las cuales se clasifican en
de los puncti posteriores reexpone dos veces una part'.' de .A, la primera vez tres grupos claramente diferenciados. Pueden ser simples, como en un movi
con su terminación «y», y la segunda vez con su ternunaaón «z», formando miento ABA (aunque no un movimiento del tipo I[: A :l[:BA :[[, que es clara
así el siguiente esquema: mente bipartito), o compuestas, como en la Boucrée I-Bourrée II- [Boucrée I],
o posteriormente en el Scherzo--Trio--[Scherzo] , en los que cada uno de los
Ay, A.z; B+parte de Ay, B+parte de Az; componentes suele presentar una estructura bipartita de tipo abierto o cerra
C+parte de Ay, C+parte de Az, etc. do. Al ampliarse, se convierten en rondós de uno u otro 'tipo, desde la senci
lla forma A B A C ... A, hasta las tipos más complejos que se comentarán
Las únicas estampies para teclado que se conocen se encuenr:an en la más más adelante (véase en el es tudio del Clasicismo, pp. 48-49).
antigua de todas las fuentes de música para teclado , el Robertsbrtdge Fragment En las danzas de los siglos XVI y XVII, determinados modelos armónicos
de ca. 1320 (véase CEKMI, númer os 1-3). aparecían con tanta frecuencia que se reconocían en toda Europa. El más fre
A continuación desde el punto de vista cronológico está la basse danse cuente fue el passamezzo antico, al que incluso alude Shakespeare en su obra
francesa del siglo xv, cuyo orige': podría hab�r sido la corte de �orgoña. En Twe!fth Night (5.i.205) como «passy measures». Consiste fundamentalmente
muchas de las fuentes se empare¡ an dos de dichas danzas, la primera ;n_ un en una progresión de sencillos acordes sobre el siguiente bajo o al na varia
compás binario moderado y la segunda en un compás ternario _más rap1do .
gu
ción del mismo.
Este contraste doble de ritmo y de modo resultó ser tan gratificante que
vuelve a aparecer en otras danzas por parejas como , por ejemplo'. el branle EJEMPLO 1 O El passamezzo antico
simple y el branle gay de Francia, el passamezzo y el saltarello de Italia, la Tanz
y la Nachtanz de Alemania y las omnipresentes pavana y gallarda, con sus
compañeras más veloces , la alman y la courante. La mayoría de las danzas son
42 La interpretación de los ínst:rum.entos de teclado Tpos y formas musicales 43
Otras fórmulas establecidas fueron el passamezzo moderno, conocido en agrupaban en tres grupos de dos o, sobre todo en las cadencias, en dos gru
Inglaterra como el quadran: pos de tres, una especie de ritmo cruzado llamado hemiolia); la zarabanda de
España (un 3/4 solemne); y la giga de Inglaterra (un 3/8, 6/8 o 12/8 rápido,
EJEMPLO 1 1 El passamezzo moderno o quadran pero véanse también las gigas escritas en el compás de 4/4 analizadas en el
Capítulo 6: Convenciones rítmicas, en Notación binaria para ritmos terna
rios). En un primer momento, Froberger puso la giga antes de la zarabanda o
la omitía por completo, pero al publicarse sus Suites en 1693, después de su
muerte, se modificó el orden · («mis en meilleur ordre»), con la giga al final. A
la romanesca, y la folia: este esquema básico de cuatro movimientos, compositores posteriores fueron
incorpotando más danzas, conocidas todas ellas en Francia como galanteries
La romanesca y en Alemania como galanterien (literalmente «gentilezas»), que podían ir an
tes o después de la giga. Por lo general, Bach optó por ponerlas después y, en
EJEMPLO 12
uno u otro momento, utilizó todas las danzas mencionadas en el párrafo an
terior. Cada una de sus Suites inglesas, salvo la primera, empieza con un am
plio preludio en forma de ritornello (véase la sección 4, pp. 31-32), mientras
Lafo/ia
que sus Partitas -una denominación empleada no sólo para las suites, sino
también para las series de variaciones- tienen todas un movimiento intro
EJEMPLO 13
ductorio en algún estilo especial (desde una fantasía a dos voces hasta una ex
tensa toccata).
En las fuentes antiguas, la notación de las repeticiones (y no sólo las de va seguida de una double añadida probablemente por d'Anglebert. Aquí, los
los movimientos de danza) podía variar caprichosamente. Lo que parece ser custos y los signos de repetición indican que cada repetición de la zarabanda
un signo de repetición puede no ser más que una doble barra adornada debe sustituirse por la sección correspondiente de la double, de modo que:
(como sucede en el FWVB) y lo que es, a todas luces, una doble barra nor
mal, puede ser en realidad una indicación de repetición. Además, los compa Zarabanda, secc. I-Double, secc. I-Zarabanda, secc. 2-Double, secc. 2.
ses para la primera y la segunda vez, si es que llegan a diferenciarse, suelen ser
poco precisos en lo que a la lógica y a la aritmética se refiere. Esta secuencia, que funciona bien al interpretarse, es probablemente lo
Puesto que las ediciones modernas no siempre ajustan estas notaciones a que pretendía Bach en la Zarabanda y «Les agréments de la m�me Saraban
las prácticas actuales, conviene tener presente lo siguiente: (a) normalmente de» de las S uites inglesas núms. 2 y 3.
se repetía cada una de las secciones de un movimiento de danza, a no ser que No obstante, en la S uite inglesa_ núm. 1 resulta menos claro cómo debe�
las divisiones escritas (es decir, repeticiones variadas) estuvieran ya incluidas tratarse la Courante I y la Courante II junto con sus dos Doubles. Si el gru
en el texto; (b) si no había ninguna división escrita, y la música no era com po se toca completo, coii todas las repeticiones,. es demasiado ,largo en rela
pleja, el intérprete podía improvisar sus propias repeticiones decoradas; (c) ción con el resto de la suite. Como no se sabe a ciencia . cierta cuál era la in
podían repetirse in toto las danzas cortas; y (d) muchas veces era necesario in tención. de Bach, se propone como solución práctica al problema el siguiente
troducir pequeños ajustes en el texto para conseguir que el mismo compás esquema:
sirviera tanto para la primera como para la segunda vez.
En la música francesa, la palabra reprise significa el comienzo de la segun Courante I, secc. 1-Courante I, secc. 2-
da mitad de la pieza. Por otro lado, a veces se indica una petite reprise hacia el Courante II, secc .. 1-Double I, secc. 1-Courante II, secc. 2-Double I, secc. 2-
final de la segunda mitad. Se trata de otra repetición más de los últimos Double II, secc. 1-Double II, secc. 2.
compases (generalmente los últimos cuatro u ocho), que pueden escribirse
' '
por completo o (lo que ocurre la mayoría de las veces) indicarse por medio Esta interpretación se basa en parte. en la secuencia de repeticiones (M
de un signo. BB AB) que se. encuentra en la giga de la Suite inglesa núm. 2 en La menor, , y
En algunas suites, aparecen juntas dos o más danzas del mismo tipo, so que es probablemente también la qu� _se pretendía en determinadas alieman
bre todo las courantes y las galanteries. Así mismo, a veces una danza va se des de Chambonnieres.
guida de su double o variación. En las piezas francesas qu� constan de una Premiere y Seconde Partie �
Las parejas de ga!anteries dan lugar a estructuras tripartitas (A B A), al incluso de una Troisieme y hasta una Quatrieme-,;-, a veces se señala un da
igual que sucede en el más conocido minueto con trío. Por lo tanto, las Bou capo y otras veces. no. Estas últimas suenan incompletas sin una reexposición
rrées I y II de la Suite inglesa núm. 1 en La mayor de Bach se tocan sucesiva de algún tipo. Si no se señala nada, el intérprete debe decidir por sí mismo
mente con todas las repeticiones señaladas, y a continuación vuelve a tocarse qué es lo que se requiere. Si se hace, un da capo, debe incluir toda la Premiere
la Bourrée I sin sus repeticiones. Partie si ésta es bipartita. En cambio, en el caso de . un extenso rondeau, suele
En cambio, parece que las courantes se tocaban por separado, a juzgar ser suficiente reexponer nada más que el primer estribillo, tal y como indica
por el uso en determinadas fuentes de los custos (los signos ,w que se añaden el propio Couperin en su obra «l:�pineuse» (Pieces de clavecín, N, Or
al final de las líneas, o antes de las repeticiones, para indicar las notas que dre 26).
vienen a continuación). No está claro, sin embargo, si se pretendía que se to Conviene en éste momento menciona,r, alguna,s de las particularidades de
caran todos las courantes de un mismo grupo -Charnbonnieres tiene hasta n,otación del Fitzwilliam Virginal Book, aunque éstas no se limitan. a los mo
tres seguidas� o si se esperaba que fuera el intérprete quien eligiera. vimientos de danza.. El copista del manuscrito, Francis Tregian, solía nume
Las pruebas con respecto a las doubles son contradictorias. En muchos ca rar las secciones de una pieza y a menudo marcaba !_as repeticiones variadas
sos, los custos muestran que la danza y su double se tocaban sucesivamente, y con el signo Rep. (una costumbre que han hecho suya algunos editores mo
con todas las repeticiones. No obstante, en al menos una fuente (Conserva dernos). También tení� el hábito curioso de acabar una pieza con un acorde
torio de París, MS Rés. 18-223, f. 51v-52R) aparece otra secuencia diferente de br�es, adornaclo.caligráficamente, tmto _si la música lo.precisaba como si
y más práctica, en la que la Zarabanda «O beau jardín» de Chambonnieres no. .(En otros textos siempre se omite este acorde si no se necesita a efectos
46 La interp1·etación de los instrumentos de teclado Tipos y formas musicales 47
musicales.) Puesto que esta idiosincrasia se mantiene en la edición moderna que se repite es el bajo o una serie de armonías, como ocurre en la Passacaglia
completa, es importante recordar que no se pretendía que se tocasen cada en Do menor para órgano de Bach. (En Francia, los términos chaconne y pas
uno de los últimos compases en el FWVB. La norma es básicamente la si sacaille se aplicaban también para los rondós a gran escala, por ejemplo, el
guiente: si el acorde final de breves de una obra resuelve la melodía o armo passacaille del Ordre 8 en Si menor de Couperin).
nía, o si completa el esquema rítmico esperado, debe tocarse. En caso contra
rio, debe omitirse.
Interpretación
7. Fueron especialmente populares en Francia e Inglaterra las PIEZAS
ILUSTRATIVAS o DE CARÁCTER, aunque también se escribían en otros países. En las series de variaciones que contienen cambios de compás (por ej. las ex
Tenían como finalidad proporcionar el equivalente musical del carácter, ob tensas Variaciones Goldberg de Bach) es muy probable que se produzcan otros
jeto, persona o acontecimiento al que aludía el título, y comprendían desde tantos cambios de tempo, y probablemente más. Por otro lado, las obras que
las piezas de batalla de Wtlliam Byrd y Girolam6 Frescobaldi, pasando por no presentan ningún cambio de compás tendrán menos necesidad de cam
«retratos» como «Les Tricoteuses» (Las tejedoras) de Couperin, hasta el «Ca bios de tempo. En algunas de estas últimas es tal la variedad de valores de
priccio para la despedida del queridísimo hermano» de Bach. Los composito notas o de carácter que resulta imposible encontrar un solo tempo que se
res franceses a menudo ponían títulos ilustrativos a los movimientos de dan ajuste a todas las variaciones igual de satisfactoriamente y, en estos casos, no
za, en lugar, o aparte, del nombre de la danza propiamente dicha. cabe duda de que el compositor quería que hubiera distintos tempos.
Sean cuales sean las características de la obra, el objetivo del intérprete de
8. Las VARIACIONES de distintonipos -melódicas, armónicas y, a ve bería ser transmitir no sólo los contrastes propios de la misma; sino también
ces, rítmicas- revisten una gran 'importancia porque representan una de las el efecto acumulativo y su dimensión global; y a toda costa debe impedir la
formas más evidentes de ampliar una idea musical. desintegración en una serie de fragmentos sin ninguna relación entre sí. La
En el caso de las danzas ·y los arreglos de canciones de los virginalistas in propia obra indicará si esto se consigue mejor manteniendo un tempo uni
gleses, el principio se aplicaba de dos maneras distintas. Primero, podía va forme en todo momento o, por el contrario, valiéndose juiciosamente de to
riarse la repetición de cada sección de una melodía en vez de dejarla inaltera dos aquellos cambios que vengan implicados por la música.
da y, por otro lado, la melodía completa, con repeticiones variadas o no,
podía servir de tema para una serie de variaciones. 9. En un primer momento, la palabra SONATA no quería decir más que
Otro tipo de variación tiene que ver con las piezas escritas a partir de una <<pieza tocada» en contraposición a cantata º� «pieza cantada». En los
melodía en canto llano (véase la sección 2 supra). Aquí;sin embargo, el can siglos XVI y XVII se llamaban así los movimientos individuales (a menudo en
tus firmus viene dado por las repeticiones de las notas ascendentes y descen forma bipartita) y los grupos de dos o más movimientos que incorporaban
dentes de una parte de la escala diatónica, generalmente'una sección conoci los conocidos contrastes de tempo y carácter. Entre las sonatas destacaban
da con el nombre de · hexacordo que consiste en seis notas diatónicas dos formas (aunque limitadas a la música de concierto): la sonata da chiesa
consecutivas, con un único intervalo de semitono en el centro (por ejemplo: (sonata de iglesia) y la sonata da camera (sonata de cámara). La primera con
Sol-La-Si Do-Re-Mi). Al igual que el cantus firmus en canto llano, la serie se sistía generalmente en un primer movimiento lento, un allegro fugado, un
expone generalmente en notas largas e iguales y, aunque la serie tiende a movimiento cantabile lento y un finale animado; mientras que la segunda se
mantener una altura global constante, puede modular, como ocurre en la in parecía a la suite en el sentido de que estaba integrada principalmente por
teresante obra de John Bull llarnada «Ut, re, mi, fa, sol, la» (FWVB I; núm. movimientos de danza. Las Frisehe Früchte oder sieben Suonaten de Johann
51), en la que el hexacordo comienza sucesivamente sobre cada uno de· los Kuhnau, de 1696, es la primera publicación en la que se utiliza el título para
doce grados de la escala cromática. un instrumento de teclado solista en contraposición a una obra para conjun
En el ground-bass o ground (un tipo de vru:iación por el que Purcell sentía to. La sonata clásica «vienesa», que no surgió hasta mediados del siglo XVIII,
· una especial predilección), una línea breve de bajo que se repite constante se comentará más adelante.
mente constituye la base de una superestructura que cambia sin cesar. La
chaconne y la passacaglia son formas afines en el sentido de que el elemento
48 La interpretaCUí1l de ÚJs ínstntmentos de tec/,adc Tipos y formas musicales 49
1. Rápido: forma sonata (conocida a veces como «forma del primer Interpretación
movimiento»).
ii. Lento: forma sonara (con o sin una sección de desarrollo); forma bi Un problema importante en la interpretación de los movimientos en forma
partita (A BA); forma tripartita (A B A); rondó; variaciones. sonara, sobre todo aquéllos que contienen elementos manifiestamente dispa
m. Rápido (pero no tanto como el primer tiempo): minueto y trío, o res, es resaltar las partes integrantes sin perder el sentido del conjunto. De
scherzo y trío (unidades bipartitas dentro de un todo tripartito). ben asignarse a los contrastes entre los remas la importancia que merecen
iv. Rápido: rondó; forma sonata; variaciones. : pero nunca a costa de la estructura global. Además, cada una de las secciones
debe presentarse como el resultado lógico de las secciones anteriores. Por lo
(Repárese en que el término «forma sonata» se refiere únicamente a un general se requiere un tempo básico o al menos la sensación de un tempo bá
tipo de movimiento y no a la obra en su totalidad. En algunas sonaras, el mi sico (véase el capítulo 3, «Tempo», pp. 59-61), aunque con casi toda seguri
nueto y trío, o el scherzo y trío, preceden al movimiento lento.) dad se producirán pequeñas variaciones dentro de ese esquema.
Si un tema reaparece, es importante examinar si se ha modificado de algún
Un movimiento típico de FORMA SONATA consta de los siguientes elemen- modo: por ejemplo, si lleva adornos o, incluso más importante, si se le ha dado
tos: un giro armónico nuevo. Dichas modificaciones indican siempre un cambio de
significado que debe hacerse notar claramente _en la interpretación. Un mo
Tonalidad mento especialmente sensible en este sentido es el centro de la reexposición, en
la que a menudo se prolonga o se intensifica armónicamente la ttanSición entre
Tonalidad:- Tónica . Diversas Tónica
el Primer grupo y el Segundo con el fin de facilitar el regreso del Segundo gru
af/n tonalidades
� ,.......,--, . ,-..-,
(Intro- Primer transi- Segundo : Desa- Primer tra.nsi- Segundo (:) 1 (Coda) po a la tónica. (Un tipo de forma sonara simplificada evita este momento tan
1 11(:)
ducci6n) 1 grupo ción grupo rrollo grupo ción grupo 1 importante reexponiendo el primer grupo en cualquier otra tonalidad que lleve
automáticamente al segundo grupo a la tónica, tal como sucede en el primer
Exposición Reexposición movimiento del Quinteto «La Trucha» de Schubert, D. 667.)
En cuanto a las repeticiones, en un principio se repetían las dos partes
Una introducción no es una.parte fundamental del esquema y es raro en del movimiento. Sin embargo, a medida que iban haciéndose más largas
contrarla en las sonaras a solo, mientras que la coda aparece con bastante más las obras, muchas veces los intérpretes hacían caso omiso de la segunda re
frecuencia. Con respecto a los signos de repetición, véase infra en el apartado petición por entender que se trataba más de una convención que de una
Interpretación; . . . • necesidad. Los propios compositores acabaron por prescindir de ella por
Se han evitado aquí los términos confusos de «primer y segundo · tema» COillpleto. . .
puesto que puede haber un número indeterminado de temas claramente de ·. : . En las interpreraciones actuales, si se repite algún elem¡,nto, lo más pro
fmidos en cada uno de los grupos. Por otro lado, los dos grupos pueden bable es que sea la exposición, no sólo desde el punto de visra estructural,
50 La iuterpretación de lo.� instrumentos de teclado Tipos yformas musicales
51
sino también porque le proporciona al oyente una segunda oportunidad para
absorber el material temático. Por otro lado; a veces incluye compases de
Tonalidad: I V I diversas I
,......,--,
gran importancia, como sucede en el primer movimient? de la Sonata e� Si A B A desarrollo A Coda;
bemol mayor, D.960 de Schubert, cuya duración llevaria �e lo con_t�"-;'º a
omitir la repetición. Es menos probable que resulte necesaria la repet1C1on de o en el finale del tipo concierto de su Sonata en Si bemol mayor, K333:
la «segunda parte», aunque a veces es fundamental incluso en obras tan «t":"
dias» como la Sonata en Fa sostenido mayor, op. 78 de Beetboven, ya que sm
ella el movimiento sonaría desequilibrado,iy poco conclusivo. Cada caso debe
Tonalidad: I V I vi IV I
...-----,
juzgarse individualmente. A B A C D AB Cadencia A
Las FORMAS BIPARTITAS y TRIPARTITAS. Tal y como se ha señalado anterior
mente (véase la sección 6, pp. 40--42), y según se muestra en la tabla de la pá · Hay un sinfín de variantes, aunque en todos los rondós la sección A apa
gina 48, en realidad la forma sonata es una forma bipartita de tipo ab!erto rece al menos tres veces.
muy expandida. Pueden encontrarse ejemplos más breves y más sencillos,
tanto abiertos como cerrados, en casi cualquier minueto, scherzo o trío. No '' Las VARIACIONES en un movimiento lento son casi invariablemente del
obstante,. si el m.inueto y trío, o scherzo y trío, se contemplan como un todo, tipo melódico, y es improbable que se alejen mucho de un único tempo bási
constituyen una forma tripartita (por ejemplo, minueto--trío--[minueto]), co (aunque véase el capítulo 3 «Tempo», Cl asicismo, pp. 59-60). En un fina
al igual que el tipo de movimiento lento A B A que enéontrain_os en la Sona le o en une serie aislada de variaciones, pueden esperarse más cambios de
ta Mi bemol mayor, op. 7 de Beetboven, y en la Sonata en Sz bemol mayor, tempo, pero al estar dichos cambios señalados en la partitura, no tienen por
D.960 de Schubert. qué causar ningún problema. Es frecuente que la penúltima variación de una
serie de esras características esté en un tempo lento y que vaya seguida de
una variación rápida y de una coda en las que se amplían considerablemente
lnterpretaci6n tanto el espectro armónico como la estructura de frases. Esto acentúa la sen
sación conclusiva al ampliar la escala de tiempo.
Aunque no esté indicado, se entiende que siempre debe tocarse un da c:'l!º A Haydn le gustaban mucho las variaciones sobre dos temas, el primero
del minueto o del scherzo después de un trío, aunque esta vez han de ommr en modo mayor y el segundo en menor. Pueden citarse como ejemplos el fi
se las repeticiones. En algunas de las obras de Schubert publicadas después nale del tipo minueto de la Sonata en Mi mayor, Hob.XVI/22, el primer mo
de su muerte (por ejemplo, los· Scherzos en Si bemol mayor y Re bemol ma vimiento de la Sonata en Sol mayor, Hob.XVI/40 y, a una escala mucho ma-
yor, D.593, y el Aliegreto en Do menor, D.915), las repeticiones se hallan . yor, las maravillosas Variaciones en Fa menor, Hob.XVII/6.
impresas en detalle en la partitura. Aun así, parece Iaro que no �e trataba ,',·El homólogo clásico de las Variaciones Goldberg de Bach es la monumen
7
más que de un truco del editor para aumentar el numero de páginas de la tal serie de las Variaciones Diabelli, op. 120 de Beetboven.
primera edición, de modo que deben omitirse en la reexposición los dos gru
_
pos de compases repetidos.
'
RJmanticismo
En la FORMA RONDÓ básica, dos o más episodios, generalmente en tonali
dades contrastantes, separan las exposiciones del tema principal en la tónica: I:os··compositores di: la época romántica también utilizaron la forma sonata,
A B A C ... A. En los rondós más complejos a menudo se incorporan ele aunque con menos frecuencia que sus predecesores y a veces con un cierto
mentos de la forma sonata, como sucede en el segundo movimiento de la So comedimiento. (Brahms fue la excepción al congeniar de lleno con las for
nata en Do mayor, K 545 de Mozart, en la que la sección C es sustituida por
masdásicas, aunque no escribió ninguna sonata a solo después de sus ops. 1 ,
un desarrollo: y 5, que no son del todo características de su obra.) Un avance promete
que ya se había anunciado en la Fantasía « Wánderer», D.760 y en la
52 La int erpretación de !.os Í1zStru:mentos de teclado
, 32 o 3 ( . . .
1636), Christopher Simpson (en 1665) y varios aurores. posteriores lo equi
. ) s1gruficaba o o º = o º anterior
sesquialtera, . "
paraban con el pulso humano, lo que significa en torno a 80 .(como las pava
dismmución
nas antes citadas). Pero sería un error esperar que toda la música encajara con
Se observará que los signos C y te
.siguen utilizándose en la notación una camisa de fuerza tan predeterminada, por conveniente que pueda resul
tarle al teórico. Por. lo tanto, en la práctica debemos permitir que la unidad
equivalencias modernas. La indicación de compás moderna i significa 3
moderna. En cambio, las fracciones no guardan relación con sus aparentes
sea razonablemente variable.
Hacia finales del siglo XVII, las indicaciones de compás habían reemplaza
do. a los signos mensurales y en un principio tenían también connotaciones
blancas por compás y no «tres en lugar de dos,;, y � significa actualmente dos
redondas por 'compás y no «la redonda equivale a la anterior blanca».
En la práctica, el uso de los signos era extraordinariamente confuso, y a de tempo. El libro de Purcell titulado A Choice Collection ofLessons, ya men
menudo distinras fuentes contienen ' signos diferentes para la misma pieza. cionado, explica su significado del siguiente modo:
Los signos que se ven con mayor fre�uencia en.los m":°us'."'itos d la música
inglesa para teclado son: C y e 7
para los compases bmar1os sencillo y com-
.
Tempi tal y como se exponen en
puesto; � , e y � para el compás temario sencillo; y 3 para el compás terna
«A Choice Collection ofLessons» de Purcell 1696
siempre necesarios, en ningún caso, en las variaciones curnulativas. De he la vida de la música.
cho, sólo es probable que tengan lugar cuando el propio tema es más bien
lenro.
Al gunos de los movimientos en forma sonata de Schubert, a diferencia Rubato
de los de Beethoven y de los compositores clásicos anteriores, requieren dis
tintos tempi para adecuarse a los caracteres marcadamente contrastantes de En las primeras décadas del siglo XX se discutió acaloradamente sobr� la ver
_
sus temas. En la Sonata en La menor, op. 42 (D. 845), es imposible encon dadera naturaleza del r ubato : ¿dejaba a la larga malterado el p uls básico g ra
?
trar un único tempo que sirva para el tema del principio y su desarroll o cias a un equilibrio exacto entre rit. y accel. ¿O trastocaba radicah:'ente el
(c. 26), ya que o el primero sonará demasiado rápido, o el segundo demasia pulso? La respuesta es que hace las dos cosas, ya que hay dos npos diferentes
d o lento. Aquí, y a lo largo de todo el movimiento, parecen buscarse dos de rubato: melódico y estructural.
tempi ligeramenre diferentes. Al intérprete le corresponde¡ por tanto, pre En el rubato melódico, el acompañamiento se mantiene en un te':'Pº es
servar la sensación de continuidad realizando los cambios del· modo más tricto , mientras que la melo día sigue los dictados mínimamente más libres de
discreto posible. Donde exista un vínculo musical, p uede hacerse una tran la expresividad «vocal». Los dos ritmos coinciden en momentos estruc:11ral
sición gradual de un tempo a otro, como en los ce. 10-20, en los que un li mente más importantes del compás o la frase, p or lo que el pulso básico se
gero accelerando conducirá al oyente imperceptiblemenre de la atmósfera mantiene intacto.
relajada del comienzo a la más apremiante del c. 26. Si no existen víncul os, Pueden encontrarse ejemplos tempranos de un tipo de este rubato en las
como en los últimos doce compases de fa.exposición, los cambios serán ne notes inégales de los clavecinistas franceses; y Mozart se refirió más tarde a
cesariamente más bruscos. otro de sus aspectos en una carra que esctibió a su padre en octubre de 1777:
C on la ll egad a de la música románrica,,los tempi pasan a ser en general
más fluidos que antes. Los cambios seccionales son más habitual es y los re mantener el tempo estri_cto. _Lo
A todo el mundo le asombra que pueda siemp
en tempo rub�to, 1� mano 1zq1;11er
=bios puntuales más exagerados, y a veces los dos tipos incluso se enrre que no entiende esta gente es que en un adagio
ellos, la mano izqwerda hace siem-
mezclan. Afortunadamente para el inrérprete, los =bios seccionales sue da debe seguir tocando en tiempo estricto. Para
len estar claramente indicados. Hay excepciones, sin embargo, sobre todo pre lo mismo.
en las Mazurcas de Chopin, cuya libertad rítmica es un legado de su proto ue con otras denominacio
tipo , la canción folklórica con danza p olaca. Algunas de las Mazurcas re Existen descripciones de rubato melódico (aunq
el siglo XVIII, co mo los fir
quieren dos tempi distinros, al igual que la Sonata en La menor de Schu nes)· en distintos escritos a partir de comienzos d
(17J 2), C. � E. Bach
bert; p ero es probable que, tratándose de o bras posteriores, la diferencia mados por Couperin (1717), Tosi (172�), Quantz
lo ensenó Chopm, que de
enrre lo s tempi sea mayor. Al igual que antes, el intérprete encontrará g e (1753) y Leopold Mozart (1756). En el siglo XIX
odía apart3:se p er o que el
neralmente que la presencia de un víncul o musical implica una transición cí a a sus alumnos qu e la mano que cantaba p
la ctual1dad se ,":'cucha
gradual de un tempo a otro, mientras que la ausencia de un vínculo impli acompañamiento debí a mantener el tempo. En :
melódicos de los mus1cos de
ca un =bio brusco. Hay ejemplos de ambos casos en la Mazurca en Do constantemente en las anticipaciones y retrasos
e cualquier música b�ada
sostenÚÚJ menor, op. 50 núm. 3 (S & !IV, p. 28), que conriene también una jazz. C onstituye, de hecho , una parte tan natural d
tilizar , aun�e no se defimera,
combinación inreresante de cambio de tempo y rubato, muy característica en un estilo vocal que es probable que s e u a
de las obras d e Ch opin. En ella, hay un cambio gradual del más lento de mucho antes del siglo XVIII.
62 La interpretttción de lo$ instrumentos de teclado 63
En el rubato estructural, el segundo de nuestros tipos, la melodía y el clásica. Así, retrocediendo en el tiempo, Schumann exige más liber
acompañamiento se. apartan simultáneamente del tempo estricto. Esto quiere tad que Brahms, Chopin más que Mendelssohn, Schubert más que
decir que no se necesita un equilibrio exacto de rit. y accel. para mantener las Beethoven, W. F. Bach más que su hermano Johann Christian, y Fro
manos juntas; y como es poco probable que dicho equilibrio se consiga ca berger más que Couperin.
sualmente, se producirá inevitablemente algún cambio del pulso básico. 7. Las formas más libres tienden a requerir la correspondiente libertad
Este tipo de rubato le resultará mucho más familiar al intérprete que el rítmica, mientras que las formas más estrictas, requieren por regla ge
primero, ya que lo utiliza cada vez que sigue la indicación del compositor rit. neral, aunque no invariablemente, menos libertad.
- - - a tempo, o cada vez que, por iniciativa propia, hace el más mínimo rit. o 8. Por muy extremo que sea el rubato, el intérprete ha de tener en cuen
accel. no indicado. Igual de familiar les resultaba a los autores barrocos. Uno ta que nunca debe perder de vista la estructura básica de la música.
de los primeros en mencionarlo fue Frescobaldi en los prefacios a sus Toccate
e partite (1614-1615) e Jl primo libro di capricci (1624) (véase el capítulo 2,
sección 5, pp. 33 y ss.). Es también una característica tan natural de cual Indicaciones metron6micas
quier música basada en un estilo vocal que podemos dar por seguro que se
conoda y se practicaba desde los primeros tiempos. A primera vista, parece que las indicaciones metronómicas resuelven todos
¿Cómo debería utilizar entonces el intérprete actual estos. dos tipos dife los problemas referentes a la notación e interpretación de los tempi, pero en
rentes de rubato en su interpretación de la música de las distintas épocas? No la práctica suelen suscitar casi tantas preguntas como las que responden.
puede darse ninguna respuesta concreta a esra pregunta ya que el uso convin El metrónomo moderno fue perfeccionado en 1816 por el mecánico ale
cente del rubato depende más del sentimiento y el instinto que de las reglas. mán Johann Nepomuk Maelzel (1772-1838). Beethoven se mostró en un
No obstante, las siguientes ideas pueden resultar vagamente orientativas: principio muy interesado por el artilugio. Ya había celebrado la llegada de su
antecesor en 1812 con un breve canon («Ta, ta, ta . . .», WoO 162 en el catá
El rubato de uno u otro tipo es algo natural para la mayor parte de la logo de Kinsky), utilizado más tarde como el tema inicial del movimiento
Allegretto de su Octava Sinfonía; y en 1817 y 1819 publicó dos folletos con
l.
música, excepto cuando su impronta es predominantemente rítmica
(marchas, danzas rápidas, etc.). indicaciones metronómicas para los once cuartetos de cuerda y las ocho sin
2. El rubato melódico, en el que se mantiene estrictamente el ritmo del fonías que ya había publicado. También incluyó indicaciones metronómicas
acompañamiento mientras la melodía. se aparta de él, es un tipo de en algunas de sus obras posteriores según fueron apareciendo, fundamental
expresividad «vocal». Sólo se producen desviaciones rítmicas muy pe mente la Sonata «Hammerklavier», op. 106 y la Nov� Sinfonía, op. 125. No
queñas y es más probable que se necesite en la música lenta que en la obstante, es significativo que en los seis últimos cuartetos de cuerda y en las
rápida. tres últimas sonatas para piano no aparece una sola indicación metronómica,
3. El rubato estructural, en el que la melodí,a y el acompañamiento se lo cual indica que Beethoven, al igual que Wagner un cuarto de siglo más
apanan conjuntamente del tempo estricto, es característico de casi tarde, acabó por perder la fe en la utilidad del metrónomo.
todos los tipos de música, excepto la puramente rítmica. Se uti!iz� no Son varias las posibles razones para un cambio de actitud de este tipo. En
sólo por su valor expresivo, sino también a veces para ayudar a defi primer lugar, las marcas metronómicas pueden hacer pensar al intérprete que
nir el fraseo y la estructura. Va desde un retraso apenas perceptible los tempi son absolutos, cuando la experiencia nos demuestra que dependen
hasta un rit. o accel (o rit. y accel.) combinados. en cierta medida de factores variables, como las condiciones acústicas, el ins
4. El grado de rubato utilizado contribuye más que ninguna otra cosa a trumento utilizado, etc. En segundo lugar, a no ser que el compositor com
la adecuación o inadecuación de su efecto. pruebe y vuelva a comprobar sus indicaciones, es muy fácil que escr'.ba algo
5. La música romántica exige un rubato más pronunciado que la clási que contradiga seriamente sus verdaderas intenciones, sobre todo s1, como
ca. Por eso la música del siglo XIX tiende a requerir, en términos ge debió de hacer Beethoven, intenta introducir indicaciones para un gran nú
nerales, una mayor libertad rítmica que la del XVIII. mero de obras en muy poco tiempo. En tercer lugar, a veces es imposible en
6. Dentro de esta amplia clasificación, un compositor con mentalidad ro contrar una única indicación metronómica que valga par¡,; todo un movi
mántica necesitará un rubato más marcado que otro de mentalidad miento o incluso para una sección del mismo. Por último, los propios
64 La inteJpremción de los instruruentos de teckulo Tem o 65
metrónomos son con frecuencia imprecisos. Por ejemplo, dos máquinas pro La regla más segura es suponer que toda indicación metronómica merece
gramadas en idéntico número muy raramente irán marcando el tic a la mis tenerse en cuenta, si el compositor decidió ponerla ahí. Debe probarse, y no
ma velocidad, mientras que una sola máquina programada a, por ejemplo, simplemente ignorarse, como tantas veces sucede. Si luego resulta que escla
50 difícilmente irá marcando los tics a la mitad de la velocidad que si la pu rece y da sentido a la música, debe aceptarse como una indicación del tempo
siéramos en 100. básico del movimiento o sección de un movimiento, pero no como una velo
Parece probable que algunas de las razones mencionadas, o todas ellas , cidad de la que el intérprete no puede apartarse ni un ápice. Por otro lado, si
podríao explicar que Beethoven acabara por rechazar el metrónomo y que la música suena «equivocada» o incómoda en todo momento a la velocidad
Brabms lo rechazara por completo. Otros compositores fueron menos siste indicada, el intérprete debe sentirse libre de experimentar con distintos tem
máticos: a veces incluíao indicaciones metronómicas en sus partituras y otras pi: ligeramente más rápidos o más lentos inicialmente, para compensar las
veces no. Cuaodo figura una cifra puede ser una pista valiosa para conocer las pequeñas diferencias entre metrónomos y luego, si fuera necesario, a tempi
intenciones del compositor. Por otro lado, hay idénticas posibilidades de que que seao considerablemente más rápidos o más lentos para darse cuenta de
nos confunda total y absolutamente. las rarezas del tipo de Schumann. Tal y como ya se ha apuntado, en algún
En este sentido, Schumann era especialmente poco fiable. En sus Kinder momento de todo este proceso, el intérprete verá cómo de repente el detalle
scenen, op. 15, por ejemplo, a menudo es completamente imposible reconci rítmico de la música entra en consonancia con su estado de ánimo; cuando
liar las marcas metronómicas con las atmósferas evocadas por los títulos (no suceda esto puede estar razonablemente seguro de que ha encontrado el tem
hay indicaciones de tempo normales). Por ejemplo, en la primera pieza («De po básico correcto del movimiento o sección de que se trate.
tierras y gentes extrañas»), una velocidad de J = 108 parece excesivamente rá El ritmo metronómico raramente es un ideal al que deba aspirarse en una
pida y realista como para traosmitir la sensación de «éras e w,a vez» que pre interpretación, salvo en casos como las danzas rápidas y las marchas. Casi
tende crearse; la siguiente pieza («Una historia curiosa») se vuelve torpe y cualquier otro tipo de música, y especialmente la romántica, «respira» de un
pierde toda su gracia si se toca tan lenta como indica Schumaon: J = 1 1 2. modo que le resulta completamente extraño a una máquina. A pesar de ello,
Más tarde encontrarnos dos indicaciones que resultao aún menos convincen el metrónomo puede ser extremadamente útil a efectos de estudio. Puede
tes. La número 7 («Ensueño») no sonaría en absoluto onírica si se tocara a la que nunca le dé al intérprete el tiempo suficiente para ej.ecutar los rítardan
velocidad de J = 1 00, y la número 1 0 («Casi demasiado serio»), el tempo de dos y los rubatos que haría normalmente, pero si le mostrará, generalmente a
J = 69 parece tan absurdamente rápido que nos lleva a pensar que debió costa de dolor y no pocas sorpresas, que, sin darse cuenta, a veces se echa a
de tratarse de un error de imprenta y que lo que pretendía el compositor era correr inconscientemente en los crescendos, se demora en los. diminuendos,
)) = 69. La mayoría de las demás indicaciones metronómicas de Kindersce corta los finales de las escalas, etc. No todas estas teredencias están invariable
nen, y muchas de las de otras obras de Schumann, parecen igualmente im mente fuera de lugar; pero el intérprete debe ser consciente de ellas y sólo
probables; y es significativo que tras su muerte su viuda, Clara Schumann, permitírselas cuando quiera hacerlo realmente asf_ De lo conuario, su inter
modificara muchas de ellas en las obras compleras que ella editó. Si las indi� pretación se volverá flácida y f.ilta de COl!llttoL
caciones originales hubierao sido ,sistemáticamente demasiado rápidas o de
masiado lentas, entonces cabría la posibilidad de pensar que estuviera mal
ajustado el metrónomo de Schumaon pero, como ya hemos visto, no es así.
Es difícil explicar unas indicaciones tan aparentemente caprichosas, a no ser
que la razón sea tan elemental como la que es grimió un compositor actual en
relación con sus propias obras. Al preguntarle por lo inesperado de,sus indi
caciones metron6micas, contestó: «¿Están mal? No se.me ocurrió nunca
comprobarlas con una máquina.»
Teniendo en mente esta sorprendente confesión, amén de otras posibles
razones, el intérprete se dará cuenta de que no es siempre aconsejable seguir
las indicaciones metronómicas al pie de la letra. Entonces, ¡qué hacer con
ellas?
4 Elfraseo y la articulación
Época preclásica
:Al igual que las frases habladas, las musicales se definen por estar separadas
'i.mas de otras por «respiraciones» de distinta duración, lo que se corresponde
. vagamente con el efecto de comas, puntos y comas, punto� etc. Estos dimi
. nutos silencios se hacen, generalmente sin alterar el esquema temporal, acor-
68 La ínterpretn.ción de los instrumentos de teclado El fraseo y la artú:ula.cí&n 69
tando la última. nota de una frase; pero cuando lo que se necesita es una ce
sura más pronunciada, a veces resulta necesario --especialmente en la música
romántica- alargar mínimamente el compás, o incluso hacer un pequeñísi
mo rit. Dichas cesuras son infinitesimales, y parte del arte del fraseo radica
en la sutileza con la que se diferencian y se ejecutan.
Para descubrir el fraseo de una obra desconocida y desprovista de indica
ciones de fraseo, el intérprete debe empezar leyendo toda la obra lo mejor
que pueda. A continuación debe volver al principio y tocar hasta el primer
lugar de reposo evidente, corno una cadencia especialmente fuerte, una ca
dencia que precede a una nueva idea. musical, o una doble barra. Una ve:z. es
tablecido este párrafo inicial, debe proceder a desmenuzarlo en las secciones
y frases que lo integran, y descubrirá que están coronadas generalmente por
cadencias ,de distinta intensidad. Por último, cuando el intérprete se haya he
cho una idea clara d e estas divisiones, o cuando las haya marcado a lápiz en
la partitura, debe hacerse·dos preguntas: (1) ¿cuáles son las cesuras más im Una vez que haya leído toda la pie:z.a, sin preocuparse por la ornamenta
portantes entre las frases y cuáles las menos importantes?; y (2) ¿en qué mo ción o de detalles menores, el intérprete debería volver al principio y tocar
mento se produce el clímax del párrafo? Por clímax se entiende el momento probablemente hasta el final del c. 8, donde hay tanto una cadencia fuerte
hacia el que aumenta la tensión y a partir del cual se relaja. , como una doble barra. Al volver al principio una ve:z. más, verá cómo este pá
Tras analizar el primer párrafo de esta forma, debe pasar al segundo y se rrafo inicial está formado por las tres frases siguientes.
guir el mismo procedimiento, y así sucesivamente, relacionando siempre
cada uno -de los nuevos párrafos con los anteriores, de modo que se tenga l. Desde el c. 1 hasta la tercera negra del c. 4.
una perspectiva adecuada del conjunto y que exista una clara diferencia entre 2. Desde la cuarta negra del c. 4 hasta la tercera negra del c. 6.
el clímax principal de la obra y los clímax menos importantes. 3. Desde la cuarta negra del c. 6 hasta el final del c. 8.
Como ejemplo de este método de proceder será útil examinar un mo
mento una obra breve de Byrd que forma parte de Parthenia (1612-1613): Al estudiar la relación entre las tres frases, el intérprete observará que la
cesura más importante (el equivalente a un punto)..se produce al final de la
EJEMPLO 14 Wtlliam Byrd, Galiardo tercera; que hay una cesura menos importante (un punto y coma) al final de
la primera; y otra cesura menos importante aún al final de la segunda (una
rcoma). Por otro lado, se dará cuenta de que el clímax del párrafo coincide
·
¡ con el clímax melódico sobre la tercera negra del c. 7.
i · , Tras determinar así la forma de este primer párrafo, el intérprete debería
1 pasar al segundo, que en este caso es también el último, y analizarlo del mis
mo modo. Consta de tres frases: l. desde el c. 9 hasta la tercera negra del
c. 12; 2. desde la cuarta negra del c. 12 hasta la tercera negra del c. 13; y 3.
cl\'_Sde la cuarta negra del c. 13 hasta el final del c. 16. Cuando llegue aquí
y,;rá que el clímax es armónico y no melódico. Tiene lugar en la primera ne
,gra del c. 15; y como es más intenso que el del párrafo anterior, constituye
,t�bién el clímax de toda la pi,za.
, 0 , Un , análisis de frases de este tipo no sólo le muestra al intérprete dónde
,«respira» la música, sino que también le aporta una clave pa.,;a una de las for
was de contraste más importantes que tiene a su disposición un compositor:
70 La interp1·etación de los in.strumentos de tecln.dc El fiw.seo y la artictdaci&n 71
mitad de esta pieza se toca legato, lo cual es perfectamente posible con la di
gitación moderna, suena sin aire, plana y mate. En cambio, si la frase inicial
�e articula de un modo parecido a esto
nos obvia saca a la luz su vida inherente y permite que las texturas <;ontrapuntísticas
más intrincadas permanezcan transparentes. Otra de sus funciones es defi-
72 La interpretación de los instrumentos de teclado El ftaseo y la n:rticulación 73
nir las unidades más pequeñas a partir de las cuales está construido un es imprescindible que se perciba que las semicorcheas de los ce. 9-1O son
pasaje. grupos de cuatro notas que comienzan con la segunda semicorchea de cada
Las extensas secciones en legato con notas que se mueven rápidamente, parte. La línea ininterrumpida de la primera mitad del c. 11 surge así como
tan característicos de compositores del siglo XIX como Chopin y Liszt, no un agradable contraste, seguida de la cesura inesperada en la segunda mitad
sólo son ajenos a la música para clave sino que la reducen al nivel de un ejer del compás entre los dos Re de la m.i. La articulación anacrúsica se retoma
cicio de Czerny. Para que la interpretación sea idiomática, el intérprete debe en el c. 12, inicialmente en grupos de ocho semicorcheas y después en gru
tener siempre presentes los diseños más pequeños que subyacen a la figura pos de cuatro, y se continúa hasta el final de la sección 2, aparte de un nuevo
ción, y procurar en todo momento mostrarlos por medio de una articulación y refrescante contraste de cuatro pares de semicorcheas en la primera mitad
sutil, al tiempo que preserva la importantísima línea global. De hecho, con del c. 15.
que el intérprete sea consciente de las subdivisiones es suficiente, ya que si les Para que queden claras estas sutilezas de articulación, resulta casi siempre
da una importancia excesiva la línea larga desaparece. ·necesario tocar la música antigua que se mueve rápidamente a un tempo
Por ejemplo, en «Tell mee Daphne», de Farnaby: apreciablemente más lento del que resultaría natural para los pasajes virtuo
sísticos de la música del siglo XIX. Hay que dar tiempo a las notas para que
EJEMPLO 16 Giles Farnaby «Tell mee Daphne» respiren y establezcan su individualidad, por así decirlo, y no deben nunca
apiñarse en grupos anónimos. Esta regla es aplicable con la misma fuerza a la
música de compositores barrocos como Couperin y Bach, a pesar de que el
(FWv'.ll II, p. 446; S & JI, p. 28)
uso cada vez más frecuente del pulgar y del quinto dedo empezara a poner al
alcance de los intérpretes velocidades mayores, tal y como puede apreciarse
en algunas de las asombrosamente brillantes sonaras de Scarlatti.
No obstante, una vez reconocida y aceptada la importancia de la articula
ción, el estudiante ha de enfrentarse aún al problema de cómo habrá de deci
dir sus detalles.
Quizá la mejor forma de encontrar la articulación de una frase en una
partitura sin indicaciones sea cantarla, tararearla o silbarla. Es posible que así
no consigamos la respuesra definitiva, pero sí que nos lleva en la dirección
correcta, porque muestra el perfil melódico, el clímax de la frase, las notas
que forman grupos musicales indivisibles y los lugares en los que tienen lugar
cesuras naturales. A continuación, el intérprete podría imaginar cómo tocaría
la frase un músico de cuerda y, en concreto, cómo de separadas estarían cada
una de las notas no legato. Después, pensaría en el aspecro armónico y se
aseguraría de que tanto la armonía básica como las progresiones que subya
cen a la decoración melódica están apoyadas y no contradichas por la articu
lación. Por ejemplo, en la siguiente Gavotr de Blow:
Observaciones adicionales
Pero esto no significa, como sería el caso en la música para piano poste
rior, que las notas con plicas de negra han de destacarse como si fuera una ,,, · l. Un exceso de legato en la interpretación produce una pesadez opaca,
1
parte melódica independiente. Un breve experimento con el clave nos mos y un exceso de staccato produce una inquietante falta de continui
trará que la melodía está contenida en la línea de semicorcheas y que las ne dad. Algunas piezas exigen más legato y menos staccato que otras, y
gras se mantienen únicamente para enriquecer el contexto armónico. A ve viceversa; pero, por regla general, debe existir un equilibrio adecuado
ces se utiliza el mismo sistema de notación para indicar que deben entre los dos.
mantenerse todas las noras relevantes para la armonía, y no sólo las que es 2. El grado de staccato que se requiere no es siempre el mismo. Depen
tán marcadas. de enteramente del contexto y puede ir desde el staccatissimo más
En pasajes como el siguiente, tomado de la Allemande de la Suitefrancesa corto a un portato, que está·ya a sólo un paso del legato.
núm. 4 en Mi bemol mayor de Bach, nos encontramos casi con la situación · ··· 3. · Deben buscarse modelos de figuración y de longitu.d de frase, fiján
contraria: dose especialmente dónde cambian.
76 La in:terpretación de los instrumen,tos de teclado El fr11,Seo y la a.rriculacíón 77
4. Los modelos figurativos que se correspondan han de tener una articu Tanto Haydn como el joven Mozart tenían la costumbre de utilizar un
lación que se corresponda; los que sean distintos habrán· · de tener una trazo vertical para indicar un staccato normal, un acento o nna .combinación
articulación diferente. de los dos; y reservaban los puntos, con ligaduras o sin ellas, para .mezzo
5. Los sujetos, contra sujetos y episodios de las fugas han de «caracteri staccatos, como los grupos de notas repetidas. Después, Mozart utilizó los
zarse» por medio de una articulación adecuadamente contrastada, de puntos con una libertad cada vez mayor. Los ponía no sólo, encima de las no
modo que puedan preservar su identidad. tas repetidas, sino también de todo tipo de pasajes leggiero, incluidas las esca
6. En la música preclásica, el fraseo anacrúsico es más frecuente que el fraseo las y las figuras anacrúsicas de diferente duración. Su trazo, por otra parte,
sobre la parte. Cuando una pieza o un párrafo comienza con una anacru conservó su doble finalidad de staccato y de acento --a veces era puramente
sa, es probable que el fraseo tienda a hacer lo mismo a partir de ahí. acentual- y también se utilizaba como un contraste más poderoso con res
7. Teniendo en cuenta que una cadencia = reposo y un clímax = ten peq:o al punto, general,mente, aunque no exclusivamente, en contextos forte.
sión, el dímax de un párrafo será casi con certeza un acorde en una La diferencia entre el trazo y el punto suele estar clara en los autógrafos de
tonalidad distinta de la tónica. Mozart; pero, ocasionalmente, como un punto escrito. rápidamente puede
8. Una disonancia o un retardo no deben separarse de su resolución. transformarse fácilmente en un trazo corto, a veces es difícil saber· cuál· de los
Existe, no obstante, una excepción a esta regla. Si la resolución es or dos era el que pretendía el compositor.
namental con una o más notas interpuestas entre ella y la disonancia, A comienzos del siglo XIX el proceso de cambio había avanzado un esta
es frecuente que una frase nueva comience con la primera nota de la dio más allá. En la Wzener Pianoforte Schule (1821) de Friedrich Starke, a la
resolución ornamental. que Beethoven contribuyó con cinco de sus Bagatelas, op. 119 aprendemos
que los staccatos pueden dividirse en tres tipos distintos: (1) un staccatissi
mo, indicado con un trazo [o una cuña] en el que la nota sólo se mantiene
Clasicismo durante una cuarta parte de su valor escrito; (2) un staccato normal, señala
do por un punto, en el que la nota se mantiene durante la mitad de su valor;
Aunque poco frecuentes durante el período preclásico, a partir de mediados y (3) un mezzo-staccato, señalado por � , en el que la nota se mantiene
del siglo XVII! se utilizaron cada vez con más frecuencia las indicaciones de fra durante las tres cuartas partes de ,su valor, No se sabe si Beethoven estaba de
seo y de articulación. Aun así, existen algunas obras con muy pocas o ninguna acuerdo con estas definiciones, pero lo que sí es seguro es que diferenciaba
indicación, y aquí el intérprete debe estar preparado para introducir su propio entre el trazo y el punto, ya que en 1792 utilizó los dos, uno al lado del otro,
fraseo y articulación basándose en el tipo de indicaciones utilizadas por el en el segundo movimiento (ce. 20 y 25) de su S0n¡1,ta en Mi bemol mayor,
compositor en otras obras suyas. Por otro lado, le resultarán útiles las anterio op. 7, y, hacia el final de su vida, en agosto de 1825, le escribió al violinista
res observaciones generales sobre el fraseo en la época preclásica, aunque cons Karl Holz, que estaba corrigiendo para él las partes de un cuarteto de cuerda:
<r r r r r
tatará que las frases en la música clásica no se subdividen habitualmente en «Donde haya un punto encima de una nota, no debe ponerse en su lugar
unidades tan pequeñas como en la época barroca o en períodos anteriores. una raya, y viceversa y t no son idénticos).»
Con música que ya cuenta con indicaciones del compositor, ya sean comple De lo anterior se deduce que a lo largo del siglo XVII! las indicaciones del
tas o parciales, el intérprete debe tener presentes algunas diferencias entre las staccato normal fueron evolucionando del trazo escrito (') o la cuña grabada
convenciones notacionales del Clasicismo y de la actualidad. Éstas afectan prin (') al punto (-). Por eso debe. recordarse que en la música de la primera parte
cipalmente a los signos de staccato, las ligaduras y el uso de la pulsación tenuto. del siglo XVII! la cuña era el equivalente exacto del punto actual, y no un
staccarissimo. Más tarde, la cuña implicaba ya un staccato, un acento o una
co,m):>inación de ambos (esto es lo que pretendía siempre Schubert). Por últi
Puntos, trazos y cuñas de staccato (·, ' y :) mo, a principios del siglo XIX,!a cuña se convirtió en el staccatissimo que co-
µpcemos. hoy en día.
Como ya hemos visto, un staccato se indicaba ,originalmente con un peque No obstante, debe tenerse en cuenta que muchas de las ediciones de finales
ño trazo vertical (') o una cuña ('). Existían estos dos signos porque un trazo del siglo XIX o del siglo XX.eliminaron por completo la cuña y�utilizaron única
vertical es más fácil de escribir y una cuña más fácil de grabar. mente el punto. Se trata de una simplificación tan lamentable como falsa. Por
78 La interpretn.ci,ón de lo$ instrumentos de tecLulo El fraseo y la articulación 79
muy difícil que resulte a veces saber cuál de los dos deseaba el compositor en un ción en la primera nota, así como una ligera «elevación» o staccato en la últi
manuscrito, la diferencia entre una cuña (o un trazo) y un punto es real e igno ma, que ya ha sido mencionado.
rarlo es privar al intérprete de una ayuda inestimable para la interpretación. Al igual que las indicaciones para los instrumentos de arco, las ligaduras
·
de legato tienden a interrumpirse justo antes de las barras de compás o de las
Es innecesario decir que la duración exacta de cualquiera de estas indica
ciones de staccato debe juzgarse, al igual que en las obras preclásicas, más por partes fuertes; y a menudo dividen una línea legato larga en unidades más
el contexto musical que por las definiciones matemáticas. El uso variaba no pequeñas, sin que ello suponga ninguna cesura reseñable, tal y como se apre
sólo de un compositor a otro, sino también de una obra a otra del mismo cia en la Bagatela en Mi bemol mayor, op. 126 núm. 3, de Beethoven:
compositor. En última instancia, por tanto, es siempre el instinto musical del
intérprete el que debe determinar el grado exacto de staccato de una nota .EJEMPLO 18 Beethoven, Bagatela en Mi bemol mayor, op. 126 núm. 3 (S & IIII, p. 54)
concreta. Descubrirá; por ejemplo, que un acorde fuerte en staccato tiende a
sonar desagradablemente áspero, a no ser que dure ligeramente más que uno
¡
Andante
Cancabik e gra:riow
suave. En · un �rescendo, por tanto, los acordes en staccato pueden necesitar
ser progresiva, ·aunque infinitesimalmente, menos staccato ·según van siendo
más fuertes, a menos que se necesite un efecto violento.
Debe mencionarse, asimismo, que los compositores utilizaban ·a veces
puntos de staccato para indicar notas ligeramente acentuadas en un pasaje,
como en la Sonata en La bemol mayor, op. 11O, primer movimiento, c. 12
y ss., de Beethoven:
5 Digitación
Digitación antigua
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En el siglo XVI, en Alemania e Italia, los dedos «buenos» eran·el segundo
y el cuarto, mientras que en otros países eran generalmente el primero, el
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tercero y el quinto. La diferencia básica puede verse en la tabla del ejemplo ¡¡ o
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20, que muestra también cómo la segunda clasificación, más práctica, se ex
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tendió desde Inglaterra, vía Holanda, al norte de Alemania y el res to de \:j "' rl "' ¿
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84 La interpretación de los instrumentos de teclado Di ºtacitJn 85
Los siguientes ejemplos demuestran cómo se aplicaban los dos sistemas la mano detecha la figura inicial de cuatro notas. Obsérvese la repetición de
en contextos más amplios: un dedo de la m.d. en la primera nota de los grupos 3, 4 y 6.
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Si se leen !itetalmente algunas de estas digitaciones nos resultarían imposi J JJ jj
bles, incluso en un instrumento del siglo XVI con teclas estrechas: por ej., la � ' ' ' '' ' "'
m.d. del c. 10 y la m.i. de los ce. 4, 5, 6, 8 y 12. Partiendo de que el manuscri
''
to es correcto, sólo puede concluirse que las notas se mantenían a veces duran
te menos tiempo de su valor escrito, o incluso que se omitian por completo si En tres de las cuatro fuentes de este preludio se encuentra una digiración
duplicaban la nota anterior, como sucede con el segundo Do del c. 4 de la m.i. casi idéntica. En la m.i. del c. 7 se muestra un pasaje alternativo.
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EJEMPLO 22
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m.i.c.45 EJEMPLO 26 Johann Sebastian Bach, Fughetta, BWV 870a (BG 36, p. 224)
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EJEMPLO 27 Franc;ois Couperin, «:CAta!ante», Pieces de clwecin II, Ordre 12 EJEMPLO 29 ldem
Estos son dos ejemplos obvios de cómo los antiguos tipos de digitación
para teclado influyeron en la articulación; pero otros que, de entrada, son
menos aparentes revisten también una gran importancia.
so
Por ejemplo, aunque es posible (teniendo cuidado) tocar una escala as
cendente y descendente completamente !egato con la digitación:
4
Todas las digitaciones de Couperin proceden de su monografía titulada 3 3
L'Art de toucher le clavecín (1716, ed. ampliada 1717). Algunas pertenecen a 4 2
seis de los ocho Preludios escritos especialmente para el libro; y otras a pasa 3 3
jes tomados de los Libros 1 (1712) y 2 (1716-1717) de sus Pieces de clavecín. m.d.: 2,
En el ejemplo anterior, los ce. 22-24 muestran que le preocupaba más conse
guir una posición cómoda de la mano (con el largo tercer dedo sobre el Do es mucho más fácil y más natural romper el legato con cada movimiento de
sostenido, independientemente de su posición rítmica), que hacer coincidir la mano, por tanto:
un dedo «bueno» con una nota «buena». Hizo especial hincapié en la posibi
lidad de variar la posición de la mano cambiando silenciosamente de dedo en
una nota (véase m.i. ce. 25, 49 y 50), y en un modo «nuevo» de tocar terce
ras consecutivas:
rr:
'' '' '' ' • '' '' '' •' •' '' Del mismo modo, la escala:
1 ¡s'
1
' '' •' .J'' r r •1'' ''
•' 1'' ''
1 ¡S
2
3 3
2 4
2
Las dos digitaciones alternativas para la escala en terceras producirán, por
3
4 3
supuesto, efectos enteramente diferentes, ya que la forma «antigua)) hace que
el legato resulte imposible, mientras que la forma «nueva» de Couperin tien
m.1.: 4
de a agrupar las noras por parejas.
es mucho más sencilla cuando se articula:
90 La intertn·etacíón de ÚJs 1":nstrumentcs de tecla.do Di · ºón 91
El ejemplo 30 muestra que Diruta cruzaba los dedos «malos» por enci
ma de los «buenos» (excepto en el descenso de la m.i.), y que esto se tradu
cía en una articulaci6n contra el pulso. En cambio, tal y como verse en el
ejemplo 31, los virginalistas cruzaban los dedos «buenos» por encima de
los «malos» (excepto en el ascenso de la m.i.), produciendo así una articu
laci6n con el pulso. Estos hechos interrelacionados pueden resumirse en la
siguiente regla:
En suma, los tipos más antiguos de digitaci6n no se adecuaban bien a lar Los dedos pivote «buenos» implican una articulaci6n contra el pulso.
gos pasajes en legato y tendían a subdividir las frases en unidades muy pe Los dedos pivote «malos» implican una articulaci6n con el pulso.
queñas.
El efecto rítmico de la articulaci6n, sin embargo, variaba, ya que depen Por tanto, si sabemos qué dedos consideraban buenos un compositor o
día no s6lo de cuál era el dedo que se utilizaba como pivote y de cuál se cru una escuela de compositores (véase el ejemplo 20), y tenemos cuidado de
zaba, sino también de cuál de los dos se consideraba «bueno». Diruta, que asociarlos con notas «buenas», podemos decir c6mo es probable que se ar
consideraba como «buenos» los dedos 2° y 4°, habría digitado y articulado ticulara en su día cualquier pasaje diatónico por grados conjuntos de una
las dos escalas siguientes en los modos que se muestran a continuaci6n: sola línea.
Mayores dificultades presentan las texturas más plenas y más irregulares.
EJEMPLO 30 Dedos 2° y 4° <<buenos)) (Diruta)
Para descubrir qué efecto debió de tener la digitación sobre la articulación,
siempre será necesario digirar cada pasaje en el estilo adecuado, utilizando
como modelo las digitaciones conocidas del compositor o escuela implicados
(véanse los ejemplos 20-29).
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Digitación moderna
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m.1. 5
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pulgar se utiliza en los pasajes en terceras; (e) el cambio silencioso de dedos
en una nota (véase también Couperin, ejemplo 27, p. 88); y (f) un par adya
c7nte de notas negras y blancas que se tocan legato deslizando un dedo de la
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m.d.
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' '' ' Aunque un examen detallado de los principios de la digitación moderna
queda fuera del alcance del presente libro, sí que daremos cuenta de algunos
La digitación más próxima a las notas en cada una de las manos es la más ejemplos de digitaciones utilizadas por distintos compositores, o por perso-
frecuente, según C. P. E. Bach, aunque un intérprete actual no estaría siem nas cercanas a ellos.
pre de acuerdo con él. Obsérvese que el largo 3" dedo sigue pasando en oca Donienico Scarlatti debió de utilizar un tipo de digitación mucho más
siones por encima del 4° en los ascensos de la m.d. y en los .descensos de la avanzado que la mayoría de sus contemporáneos ya que, de lo contrario,
m.i. Tal y como se verá más adelante, esta técnica suele ser útil cuando una muchas de sus sonatas habrían sido intocables. Aunque no se conservan
mano tiene que tocar dos partes contrapuntísticas (véase La elección de la di autógrafos, las fuentes manuscritas contienen dos indicaciones interesantes
gitación, pp. 96-98). que significan, respectivamente, «cambiando los dedos» (probablemente
Para la figuración de acordes partidos, recomienda la misma digitación 321321, etc.), y la segunda quiere decir «con un solo dedo» (es decir, glis
que se utilizaría pata los acordes en su forma no partida. Esto ya había que sando):
dado ejemplificado en la digitación propuesta por su padre pata el Praeam
bulum antes mencionado: EJEMPLO 34 Domenico Scarlatti
Sonata en Re mayor, K 96 (L. 465) Sonata en Fa mayor, K 379 (L. 73)
EJEMPLO 33 Johann Sebastian Bach, Praeambulum, BWV 930, del Clavierbüchlein
vor Wi/helm Friedemann Bach (1720)
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c. JJ
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Mxcandi i (hd
Por otra parte, Czerny también aclaró un pasaje confuso del segundo mo
vimiento de la Sonata para violonchelo ypiano en La mayor de Beethoven, en
EJEMPLO 35 Jean-Philippe Rameau, «Les Cyclopes» (EC, p. 52)
el que están ligadas parejas de notas idénticas en la m.d., pero digitadas tam
bién 43:
EJEMPL0 38 Beethoven, Sonata para violonchdo y piano en La mayor, op. 69, segun
cia el final de la pieza (ce. 454, 456 y 458) fueron concebidas casi con certe
za como glissandos, ya que difícilmente podrían haberse tocado de otro
modo a la velocidad indicada: 1 11
EJEMPLO 36 Haydn, Fantasía en Do mayor, Hob. XVII/4
Aquí, explica, la segunda nota (ligada) debe repetirse de modo audible
con el 3" dedo, con la primera nora tocada molto tenuto y la segunda con un
staccato sin acento. Está claro que se persigue el mismo efecto con las parejas
de notas ligadas · (y digitadas) de la m.d. en el c. 5 de la introducción Adagio
del último movimiento de la Sonata en La bemol mayor, op. 11 O; y, posible
mente, con las parejas de acordes ligados de la m.d. en la cuarta variación del
último movimiento de la Sonata en Do menor, op. 111, aunque esto no se
puede afirmar con tanta certeza. Parece ser que esta técnica tiene su origen
No cabe duda alguna de que en la coda prestissímo del último movimien en el característico Bebung del clavicordio (véase el capítulo 1, p. 17).
to de la Sonata « W'aldstein» de Beethoven, lo que pretendía el compositor Tanto Chopin como Liszt retomaron ocasionalmente la práctica de pasar
eran glissandos de octava en las dos manos, ya que así lo recoge su alumno el largo 3" dedo por encima del 4° o del 5°, sobre todo cuando el pulgar es
Czerny en el capítulo 2 de su tratado Die Kunst des Vortrag:i (1842): taba ocupado y el 3" dedo podía tocar una nota negra. El Estudio en La me
nor, op. 1 O núm. 2 de Chopin se basa exclusivamente en esta técnica:
EJEMPLO 37 Beethoven, Sonata en Do mayor, op. 53, último movimiento
EJEMPLO 39 Chopin, Estudio en La menor, op. 10 núm. 2
·,, ·Aunque Brahms no incluyó nunca digitaciones en sus obras para piano,
(Los glissandos de octava de este tipo resultaban muy prácticos en los pri excepción hecha de los arreglos y ejercicios, la propia música nos indica que
meros fortepianos, con su pulsación ligera y poco profunda. En un piano debió de tener un sistema de digitación peculiar para los arpegios de gran ex
moderno son tan difíciles que es más sensato, siempre que sea posible, divi tensión. Aquél consistía en dividir el arpegio en bloques con,pletos, en vez
dirlos [digitados] entre las dos manos.) de parciales, y servirse del pedal para enmascarar la cesura en legato que tenía
96 L:t interpretación de los instrumentos de teclado Di 'itacíón 97
p�o es vetdadetamente fácil tanto de digitat como de tocar una vez que re
paramos en que consta de tres frases, tal y como maréan los corchetes, cada
una de las cuales comienza con la segunda semicorchea de un grupo de cua
tro notas, y cada uno de ellos digitado 1 243.
En los pasajes basados en acordes patódos síemp,e ,esu!tat ñm reducir los
acordes a su forma no partida, tal y como se muestra en el ejemplo 33,
pp. 92-93, ya que esto indica dónde se producen los desplazamientos de
La elección de digitación mano más naturales.
' ' En la música contrapuntisóca y en la música que es principalmente lega
Uno de los objeóvos principales de una buena digitación es evitat un movi to, a menudo hace falta recurrir a la vieja práctica de cruzar un dedo largo
miento innecesatio de la mano. Por ello suele resultat úól comprobat cuántas
notas de una frase pueden toeatse legato sin ningún desplazamiento d� '.ª
por encima de uno más corto. Así,
con el dedo más largo utilizado siempre que sea posible en una nota
negra.
Un cambio de dedo en una sola nota puede utilizarse para dos efectos ab
solutamente contrarios: (a) subrayar un fraseo separado, como se muestra en 6 Convenciones rítmicas
el ejemplo de la p. 97; y (b) obtener un legato largo. Debajo se muestra el
ejemplo de Couperin de un legato, con su propia digitación por encima del
pentagrama, y la digitación moderna habitual por debajo:
Cuando se haya encontrado la digitación detallada de un pasaje, deben Actualmente se da por supuesto que, por regla general, el compositor escribe
escribirse en la partitura sus características esenciales; pero todo lo que sea los valores y los ritmos exactos que desea para la interpretación de su música,
obvio y lo que pueda darse por hecho debe omitirse. Los cambios de la posi pero no ha sido siempre así. A lo largo del período preclásico, y en algunos
ción de la mano son importantes y por lo general quedan suficientemente casos hasta el siglo XIX, tanto el compositor como el intérprete reconocían
claros para la mano derecha marcando los pulgares en pasajes ascendentes y distintas convenciones notacionales y rítmicas e ignorarlas hoy equivaldría a
los dedos 3° y 4° en los descendentes; y viceversa para la mano izquierda. falsificar la música. Quizá la más importante de estas convenciones tiene que
Toda digitación inesperada o irregular debe también anotarse, preferiblemen ver con el valor variable de un puntillo a continuación de una nota. En teo
te sólo con el dedo clave implicado. Por lo demás, el objetivo del intérprete ría, aunque no siempre en la práctica, actualmente se entiende que un punti-
debe ser reducir la digitación en su partitura al mínimo que requiera la clari 110 aumenta en la mitad el valor· de la nota precedc,,nte. En el Barroco, sin
dad, ya que cuantas menos indicaciones haya, más fáciles setán de leer. embargo, el valor del puntillo, y de las notas anterior y posterior, dependía
del· contexto musical. Así, el grupo n podía significar desde f;i(como
sucede actualmente en al os estilos jazzísticos) hasta
gun n .
' (como en una
ffi';Xcha militar); y Couperin podía poner puntillos de menos con impunidad:
EJEMPLO 40 Frarn;ois Couperin, «Passacaille», Pieces de clavecin II, Ordre 8 (EFKM 1,
p. 56)
100 La inte:rpretaci6n de los instrumentos de tecln.d.o ConvenCUJnes rítmicas 101
mientras que Rameau podía, con el mismo d esparpajo, poner punóllos de Puntillos variables
más:
En la música barroca, el valor del puntillo después de una nota es variable.
EJEMPLO 41 Jean-Philippe Rameau, d.:Enharmonique» (EC p. 92, S & I, I, p. 54) En ocasiones tiene el valor actual, en otras mayor y en otras menor. Deben
tenerse en cuenta los siguientes puntos:
-m
(b) En la fórmula cadencial J. )li J suele esperarse que el intérprete
acorte la corchea, así como que aporte el trino que falta, así: .J
el capítulo 8, Ornamentación, p. 125).
¡ J (véase
era el ritmo completamente regular, aunque más incómodo de esqibir, ,. lJ.J J . (c) La nota breve de una pareja con puntillo debe equipararse general
Incluso Bach, que era menos caprichoso en este sentido, utilizaba a veces el mente al valor más pequeño imperante. Así, en un contexto de fusas, el rit-
mismo tipo de simplificaciones. Parece seguro, por ejemplo, que quería que . J. � deberia' tocarse J,. � a menos que ello entre
el comienzo ,de su Partita núm. 2 en Do menor sonara así: mo escmo
FFffFFFr FfflffFí ,
Grave en conflicto con la armonía.
e J 7'' rnJ �- mi n� J aunque está impresó así (d) El ritmo escrito f"m suele representar � pero puede tam-
�
parque su contemporáneo J.]. Quantz bién significar [-m (véanse Grupos anacrúsicos acortados, p. 102).
Grave
e J 7' mJ 7' ffll n� J '-' -
escribió: «Si en un al/,a breve lento o compás de compasillo lento un silencio Lo importante es recordar que el puntillo es aquí (como siempre) una canti
de semicorchea en una parte acenruada va seguido de notas con puntillo: dad variable y queda en manos del intérprete tocarlo del modo que mejor se
7' JnJffl , d silencio debe tocarse -como si llevara puntillo y la nora si adecue al contexto.
guiente como si fuera una fusa» (Venuch einer Anweisung die Flote traversiere
zu spielen, 1752: versión en inglés, On Pkying the Flute, Faber, Londres, Esto queda bien ilustrado en la Fuga en Re mayor del Libro I de El clave
1966, p. 226). bien temperado de Bach, en la que el ritmo D debe trararse de dos modos di
Semejantes rarezas noracionales plantean muchos problemas, que no ferentes si quiere evitarse una armonía poco ortodoxa. Así, en el c. 4 de la
siempre pueden resolverse con certeza. Como no pueden darse reglas rápidas m.i., la segunda parte debe tocarse tal y como está escrita ya que, de lo con
e inequívocas, el intérprete debetá valerse de las sigaientes notas simplemen trario, produciría octavas seguidas con el riple mientras que la tercera parte
te como indicadores para ayudarle ,en su -tarea; ·seguirá encontrando aspectos del c. 22 de la m.d. debe tocarse con doble puntillo para que tenga sentido
dudosos, y debe dar lo mejor de sí para resolverlos con ayuda de su propio armónico con el bajo. Resultará útil tocar toda la Fuga decidiendo cuáles de
instinto musical y de su .sentido común. los grupos con puntillo deben tocarse tal y como están escritos y cuáles debe
rían llevar doble puntillo. Al hacerlo así será necesario. decidir .,ntre autores
enfrentados en relación con el c. 9, etc., ya que algunos defienden que la
102 La interp1·etnción d.e los instrumentos de teclado Convenciones rítmicas 103
m.d. ha de llevar doble puntillo (por ejemplo, Dolmetsch), mientras que Otro ejemplo interesante de esta convención puede encontrarse en el Passa
otros sostienen que ha de tocarse como está escrito (por ejemplo, Tovey) . En caille de Louis Couperin (núm. 27 de las Pieces de clavecín, ed. Brunold
este punto. quizá sea preferible la segunda alternativa, ya que se corresponde Dart), en el que el comienzo del 2' Couplet está escrito así:
con las semicorcheas dominantes en la m.d., y evita las feas progresiones que
surgirían de lo contrario en el pasaje similar de los ce. 18-19. EJEMPLO 44a
EJEMPLO 42 Johann Sebastian Bach, Ouvertüre, BWV 831 (Berlín, Deutsche Staats
bib. MS Bach P. 226, pp. 43-65)
EJEMPLO 43 Johann Sebastian Bach, Ouvertüre nach franzosischer Art, BWV 831, de fJEMPLO 45a
pero se tocaría:
104 La inter¡,reta.ción de los instrumentxJs de tecúulo Convenciones rítmicas 105
EJEMPLO 45b ferentes para representar un mismo valor, incluso dentro del mismo compás,
que representaban dos valores diferentes con un solo símbolo.Este hecho tan
sorprendente debe recordarse cuando se estudie un movimiento con una no
tación tan extraña como el siguiente:
EJEMPLO 47 Johann Sebastian Bach, Sonata núm. 4 para violín y clave en Do menor,
BWV 1 O 17, tercer movimiento
Es difícil encontrar un motivo que explique esta especial complicación,
aunque la interpretación es sin duda la correcta, ya que el hijo de Bach, Car!
Philipp Emanuel, entre otros muchos autores, nos ofrece ejemplos similares
en su Versuch über die wahre Art das Clavier zu sp ielen (1753). En el caso de
esta Courante, la solución es bastante fácil, pero desgraciadamente no siem
pre es así, ya que pueden surgir otras complicaciones; por ej., en el mismo
contexto e1 ntmo
·
J
JWi podr'1a tamb"é
1 n escn·b·use n · que
W ; mientras
IT.I
W podría aparecer como
m
W o I7.l . una s1tua
W · �·ón tan caónea
· que, con casi total seguridad,debería tocarse así:
parece difícil de creer, pero puede demostrarse con una de las obras del pro
pio Bach, El arte de la faga, en la que una misma fuga con un tema en tresi
llos aparece en cuatro formas diferentes, dos rectus y dos inversus, y en varios
momentos encontramos que el mismo e idéntico pasaje está escrito de dos o
incluso tres formas completamente diferentes:
EJEMPLO 46 Johann Sebastian Bach, Die Kúnst der Fuge, BWV 1080
Vm7 674/5, conocida como «Manuscrito Bauyn») la misma Giga aparece en y ss.). Estas gigas, presumiblemente junto con su interpretación en ritmo ter
una Suite diferente (XXIII de la EC), pero ahora como un compás rápido de nario, se extendieron a Alemania y a Austria, donde fueron asimiladas por los
tres partes por compás, así: compositores de teclado, fundamentalmente Froberger (que escribió trece),
Bohm (que escribió dos: en las Suites núms. 5y 7 de la EC) y Bach (que tam
EJEMPLO 48 Giga (Suite VII), autógrafo de Ftoberget bién escribió dos: en la Suite Francesa núm. 1 en Re menor y en la Partita
núm. 6 en Mi menor). Aunque se conservan pocos datos documentales sobre
su interpretación 1, es posible compilar una tabla de equivalencias rítmicas
aproximadas basadas en las dos Gigas de Froberger que aparecen tanto en rit
mo bina.río como terna.río. Los valores que no se encuentran en estas fuentes
son el resultado de un proceso de eliminación y deducción (véase el ejem-
plo 49).
3. J J. 1, 2
4. J J.'
5. :¡ j,_ 7 J'
6. 7 7 7 ñ
Del mismo modo, la Giga de la Suite XIII aparece en dos versiones: en
compás de compasillo en dos ediciones distintas publicadas en Amsterdam 7. 7 n - 7 :¡ n·
en torno a I 705 por las firmas de Mortier y Roger, y en 1 ; en una tablatura
manuscrita de ca. 1699 (Viena, Nationalbib., Codex 16798, f. 46). J Ji\' j)J 1,2
La notación, aparentemente perversa, en compás de compasillo resulta
menos inexplicable si se recuerda que las gigas en ritmo bina.río surgieron de 1 Indica un equivalente en las Suites VIIyXXIII de Froberger.
los laudistas franceses del siglo XVII, que probablemente las tocaban con el Indica un equivalente en la Suite XIII de Froberger
característico rubato francés conocido como rotes inégales. (notas desiguales).
2
Según esta convención, ciertaS parejas de notas escritas idénticamente se toe 1 Las referencias pertinentes se citan en el estimulante artículo de Ray Mdntyre titulado «On
can larga-breve o. breve-larga, con un efecto que se aproxima más a un 12 o. a
the interpretation of Bach's gigues», The Musical Quarterly, julio de 19�, vol. LI, núm. 3,
un 43 rápido que a un compás de compasillo (yéase Notes inégales, pp. 112
. 1
pp. 478-492.
108 La interpretación de los instrumentos de teclado Convenciones 1itmicas 109
20. .1 .1 .1 h - n .i H
21. hJ ... JJJJ.J J
j J ij
JSj
1 Indica un equivalente en las Suites VIIy XXJII de Froberger. 11:
2
Indica un equivalente en la Suite XIII de Froberger
La intcrpretna·ón de los Í11.$tr1nnentos de teclado Convenciones rítmicas lll
IIO
·�
EJEMPLO 51 Johann Sebastian Bach, Giga de la Partita núm. 6 en Mi menar El movimiento lento de la Sonata en Si bemol mayor, D. 960, nos propor
ciona otro ejemplo, ya que en la m.d., c. 52, patte 1, y en otros lugares, el
A! iW1 / ' FF 1�f ·� r F -
autógrafo coloca siempre la última fusa directamente encima de la última se
mifusa del seisillo.
Chopin y Schumann también se valieron de la convención, en ocasiones
Bi@ i J? ! !
p �r ¡-
- de modos que son tan ilógicos como el de Bach. Chopin escribe aquí un
mismo efecto rítmico de dps formas distintas:
ta r QQ
EJEMPLO 55 Brahms, Concierto para piano núm. 2 en Si bemol mayor, op. 83 (1882, Pero añadía de manera significativa que esta notación exagera la diferen
primer movimiento) cia. Y aquí radica la esencia del asunto, ya que la clave de las notes inégales es
que su desigualdad debe ser tan sutil que no puede escribirse con valores
C.l/5J normales (los ritmos impresos en el resto de esta sección son, por tanto, sólo
aproximados). Tomás recomendaba también tres modos en los que podían
f variarse corcheas iguales.
Como se verá más tarde, los ejemplos 56b y 57a otorgan el ritmo alegre
que los franceses denominaban !ourer, mientras que el 57b es un ritmo lom
Notes inégales
El tipo de libertad rítmica, o rubato, conocida como notes inégales (notas de bardo conocido como couler. El rubato que se muestra en el ejemplo 57c no
siguales) se suele asociar exclusivamente con la música francesa de los si llegó a clasificarse.
glos XVII y XV!ll; pero aunque se sistematizó más plenamente en Francia (véa No existe ninguna prueba documental de que el más famoso de todos los
se inJ!a) y se ut!lizó más sistemáticamente que en cualquier otro lugar, compositores españoles para teclado, Antonio de Cabezón, utilizara las notes
también fue acogida en otros países durante el período preclásico. inégales, aunque, al ser contemporáneo de Tomás y al publicarse sus obras en
Brevemente, las notes inégales consisten en modificar los valores relativos la misma época que el tratado de Tomás (en 1557 y póstumamente en 1578)
de determinadas parejas de notas (nunca tresillos), con objeto de intensificar parece probable que las utilizara.
bien su elegancia y encanto o, por el contrario, su vigor rítmico. A principios del siglo XVII, las notes inégales se utilizaban sin duda alguna
La práctica ya se conocía en España en el siglo XVI. El teórico Tomás de en la música vocal italiana y; en menor grado, al menos en la música para te
Sancta María escribi6 en 1565, al hablar del buen gusto en la ejecución, que clado. La colección de madrigales de Giulio Caccini para una sola voz inclu
en los pasajes de negras había que detenerse un poco en la primera nota de ye, entre otros, los siguientes ejemplos de rubato:
cada pareja y apresurar un poco la segunda, como si la primera fuera una ne
gra con puntillo y la segunda una corchea: EJEMPLO 58 Guillo Caccini, Nuove Musiche, 1601-1602
tocado aproximadamente
Aquí volvemos a encontrar los dos tipos franceses ya mencionados: lourer guientes circunstancias:
en (b), (c) y (d. primera negra); y couler en (a) y (d, segunda negra). Además,
(e) muestra la «anacrusa acortada» examinada en las pp. 102-103.
En lo que respecta a la música para redado, Girolamo Frescobaldi escri l. LOURER
bió en el prefacio a sus Toccate e partíte (1614):
Cuando la las parejas de notas
Si encuentras un pasaje de corcheas en una mano y semicorcheas en la otra [...] la indicación de con estos valores deben
mano que tiene las semicorcheas debe tocarlas algo punteadas, poniendo el puntillo compás es tocarse generalmente
no en la primera sino en la segunda, y así sucesivamente. larga/breve
tratado Opinioni dé cantori antichi e moderni (1723) (traducido al inglés por 2, e (como 2 en un compás), 3, !, !, :, ¡ .............
n
1
J. E. Galliard con el título Observations on theflorid song, 1742): 4, e'e (como 4 en un c,ompás), ¡, !, �'�' �' :, ;.
1
3 4 6 912
1 6 '16'16' 16'16 ......................................................... �
La expresión iirobando el tiempo)) (es decir, tempo rubato) se refiere específicamen�
te a la voz, o a la interpretación con un solo instrumento, en lo patético y delicado; Excepciones: las notes inégales no se utilizan:
cuando el bajo mantiene una velocidad exactamente regular, la otra voz se atrasa o (a) en pasajes por grados disjuntos que presentan armonía y no melo
se anticipa de un modo singular, en aras de la expresividad.
día;
(b) cuando una pieza está encabezada notes égales, martelées, détachées,
Como ni Caccini ni Tosi, ni tampoco Frescobaldi, nos dan instruccion.es mouvement décidé o marqué;
muy precisas sobre dónde deben utilizarse estas modificaciones en la música (c) cuando las notas están sincopadas, o mezcladas con silencios;
italiana, quizá lo mejor sea seguir el consejo de Tosi y restringirlas a contex (d) cuando son simples repeticiones de una sola nota;
tos que sean «patéticos y delicados». Como se trata de aspectos de la expre (e) cuando rengan puntos, cuñas o trazos escritos por encima de ellas,
sión, su uso debe depender en última insrancia de lo que Frescobaldi deno
minó «el buen gusto del intérprete». es decir: LJ , Ü o EJ (NB: En la música francesa de esta época
A partir de tratados como Eléments (1696), de Loulié, Príncipes de clavecín un staccato viene implicado por & pero no por � );
(1702), de Saint-Lambert, etc, puede elaborarse una lista de «reglas» bastante
(f) cuando escin ligadas más de una sola pareja de notas;
exhaustiva para el uso de las notes inégales en la música francesa de la segunda
mitad del siglo XVII y del siglo XVIII. Debe recordarse, no obstante, que los (g) cuando una pareja de notas está marcada o (véase Couler, .J] U
antiguos tratados raras veces son tan claros o tan específicos como desearía infra);
mos, por lo que sería poco aconsejable considerar estas reglas como definiti (h) , en movimientos muy rápidos (aquí el primero de cada grupo de
vas. Sí puede afumarse con certeza, sin embargo, que en Francia se recono cuatro notas puede alargarse, o rodas las notas pm;.den tocarse uni
cían tres tipos de notes inégales: (a) lourer, el más frecuente, en el que, por formemente); e
116 La interpretad/ni de los instrumentos de teclado Conve1u:ümes rítmicas 117
(i) en movimientos vigorosos y deliberadamente estrictos, en los que la ..fT.ñ o � , o que, en una Corant, idéntico pasaje podía aparecer
elegancia y el encanto estatían fuera de lugar.
como J Ji.J o .J.
..._,.f.l .J . De ello se deduce que en ambos casos se requería
2. COULER el lourer francés (aproximadamente � y JJ2.J , respectivamente) y
que los autores no sabían muy bien cómo transmitir este matiz tan sutil al
Si una pareja de notas está escrita con una ligadura y un punto -5I o, a aficionado inglés sin experiencia.
veces, ..Q-, el ritmo debe modificarse a breve-larga .Jl . También parece que se utilizaba el couler francés, sobre todo cuando una
ligadura se escribía sobre una pareja de notas iguales: por ejemplo, ..Q--.ll,
3. POINTER O PIQUER
n
Si una pareja de notas con el ritmo escrito J1 aparece en un contexto representara cualquier cosa, desde .J
,...,,Ji
o ]J_ . Y, como de costumbre, el valor variable del puntillo permitía que
hasta .. o n M.
en el que una pareja de notas sin puntillo _.[l se tocaría louré, la primera Aunque sería prematuto intentar codificar la aplicación de las notes inéga
les a la música inglesa, no cabe duda de que se utilizaban en la época de Pur
pareja debe tocarse como si llevara doble puntillo n.
(Véase también cell; y que su efecro consistía en desplazar música fluida en ritmo binario ha
Puntillos variables, pp. 101-102). cia un ritmo ternario, y música majestuosa o vigorosa hacia los dobles
No existen reglas rápidas e inequívocas para el grado de desigualdad que puntillos.
requieren cualesquiera de estas notes inégales. De hecho, su razón .de ser, En Alemania, Georg Muffat menciona de pasada las notes inégales del tipo
como ya se ha comentado, es que signifiquen cosas ligeramente diferentes en lourer en el prefacio a su Florilegium I (1695), de manera mucho más extensa
momentos diferentes. Las pruebas aportadas por las cajas de música contem Quantz en su Versuch (1752), y, también, pero de nuevo levemente, C. P. E.
poráneas muestran, sin embargo, que la desigualdad variaba desde ¡ más � (es Bach en su Versuch (1753). Según Quantz (capítulo XI, sección 12, p. 123
decir, exactamente n) hasta {z más ? (que es casi
2 n ); y con esto como de la versión inglesa), las parejas de las notas más rápidas en cualquier tempo
moderado o lento deberían tocarse larga-breve, excepción hecha de las que se
guía, el intérprete debe decidir por sí mismo exactamente qué es lo que re
incluyeron en Lourer (d, g y h), supra. También habla del acortamiento de
quiere el carácter de la música en cada caso. Al hacerlo así, no sólo estará refi
una nota o notas después de un puntillo, pero no menciona el couler. Pero
nando su percepción rítmica y su musicalidad, sino que también cultivará
Bach utilizó este último, curiosamente, en dos momentos del movimiento
ese bon gout que los maestros franceses coµsideraban tan esencial para la in
lento de su Concierto para clave en Re mayor, BWV 1054, para sustituir las se
terpretación adecuada de su música.
micorcheas regulares de la versión original de la obra, d Concierto para violín
Aunque ningún autor inglés contemporáneo se refiere a las notes inégales,
en Mi mayor, BWV 1042:
existen motivos para pensar que empezaron a utilizarse en Inglaterra poco
después de la restauración de la monarquía en el año 1660. La devoción de
EJEMPLO 59 Johann Sebastian Bach, Conciertos BWV 1042 y 1054, segundo movi
Carlos II por todo lo francés le llevó a enviar al joven Pelham Humfrey, de la
Capilla Real, a esrudiar en París para que pudiera conocer las últimas prácti
miento BWV 1 042 (versión para violín)
cas musicales de moda. A su vuelta, Humfrey no podía por menos que re
producirlas para placer del rey. La visita a Inglaterra de Froberger en 1662
tampoco podía dejar de tener un impacto sobre sus colegas, ya que él estaba
también muy influido por la escuela francesa. Más importante aún es la
prueba de las discrepancias rítmicas existentes en las numerosas variantes que
nos han llegado en forma de fuentes de la propia música. Muestran, por
ejemplo, que el ritmo predominante de una misma Alman podía, .escribirse
118 La interpretación de Ú,s instrument()S de teclado
En suma, es dificil afum"f hasta qué punto se utilizaron las notes inégales
en países distintos de Francia (donde durante un tiempo fueron obligatorias)
e Inglaterra (donde parecen haber estado de moda); pero tal vez sería adecua
di suponer que se consideraron generalmente como un adorno elegante para 7 Los «tonos» o modos
utilizarse de modo ocasional y no sistemático, y de manera especial en obras
escritas en el estilo francés, o fuertemente influidas por él.
nis Gaultier adoprara la clasificación de Guillet, fue la clasificación de Gla Ejemplo 61 (<Tonos» instrwnentales
reanus la que sentó las bases para significativos avances posteriores. a partir de Cabezón (1578) a partir del MS Bull (ea. 1621)
y de A y G. Gabrieli (1593)
# #
Viena, Nationalbib. MS 17771, f22lv
60 Modos eclesiásticos 1 m > # > 1
l. 1 l. [Re menor] 1 '
4 o J 1 J
EJEMPLO
1 1 j
después del Dodekachorckm (1547) de Henrieu.s Glareanu.s
r t r r 11
11 o
• (>) • # >
r ¡• : F r
1
2.
1
Forma auténtica Formaplagal
l �L .) f .) f
t •f
# # (>) > 1 1
1..
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3- 1 � 3- [La menor] �
l. Dórico 1
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2. Hipodórico 1 1 1 4. [Mi menor, i
1
j .l muy infrecuente] ffi 1 rF
.3. Frigio .1 J J r 1· 5- I� -·1
1 (1)
j J .) 5- [Do mayor] 1 4
�ª J j j
1 1 > #
1@1
4. Hipofrigio •m > (ll
6. r
F t
11
r rr r E rr
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7. Mixolidio 9. 1 �
1 1
rF
r t E f 11
F
14 •1 F 11 8. Hipomixolidio 10. 1 $
(>) 1 (1)
(q) (>)
11. 1 4 1 r
9. Eólico 14 r r E t f E F 11 (>)
12. ¡ � F r frf
14 1 J J r r i' t ll 10. Hipoeólico
Durante la segunda mitad del siglo XVI, los modos, en lo que respeeta a su
aplicación a la música instrumental, experimentaron disrinras modificaciones y
11. Jónico r rr f 11 pasaron a conocerse como los «tonos». Seguían siendo ocho o doce, como pue
de verse, por ejemplo, en las publicaciones para teclado de Antonio de Cabezón
E 11 (1578) y de Andrea y Giovanni Gabrieli (1593); pero ya no se :¡grapaban estric
tamente por parejas auténticas o plagales. Además, los tonos 2, 6 y 11 tenían ya
12. Hipojónico
122 La interpretación de los instrumentos de teclado Los «tQnos» o modos 123
una armadura de un bemol, y en cada tono se admitían accidentales, aunque Índice de signos de ornamentación
prácticamente ninguno aparte de Si bemol y Mi bemol, Si natural, y Fa sosteni
do, Do sostenido y Sol sostenido. Las cadencias finales estaban prescritas; y las TRAZO SENCILLO página página
cadencias intermedias y las modulaciones estaban restringidas en función de los
accidentales disponibles, dándole así a cada uno de los tonos un carácter propio. J lng. 157-159 ,,._ Alem. 131
Los tonos podían transportarse hacia arriba una cuarta o una quinta (o hacia
abajo una quinta o una cuarta), pero en la columna de la izquierda del ejemplo
-� !ng, 163
'
•
Alem. 132
61 se muestran a su altura original. Los accidentales permitidos se indican enci ,� Ing. 164-165
Alero. 132
ma del pentagrama, y los menos frecuentes están entre paréntesis. .....> Alero. 132
Ya se aprecia un cambio hacia las tonalidades mayores y menores, que se hace j ¡
1oz. 163-165
154-157
más evidente en el arranque del siglo XVII. En un pequeño manuscrito de piezas
55
F,. 1
ZIGZAG
de John Bull datado hacia 1621 (Viena, Nationalbib. MS 17771), una tabla re
coge los ocho tonos que reconocía el autor. Se derivan directamente de los tonos ! Fr
.
! Alcm. 130, 135
¡� 127-128, 131-133,
137
147, 149
1 a 8 de Cabezón y de los Gabrieli, pero sus tendencias mayores y menores son
aún más pronunciadas (ejemplo 61, columna de la derecha). Esta clasificación se !1 fo 155
t
= 128, 132-133
completo, sin embargo, a principios del siglo XVIII. El uso de los modos ecle
-J
�
!ng. 163-164 m Ing. 162
siásticos en las XXkleine Fugen (1731) de Georg Philipp Telemann fue un in
tento, con las mirada puesta en el pasado, de reconciliar el antiguo estilo con
,J \ Ing.
'
, 163-164
el nuevo. Cada una de estas piezas breves está encabezada por un grupo de =
f
:¡ t
155, 156--157
letras (generalmente cuatro), de las cuales la primera indica el modo utiliza
F,. 127
c1
do; la segunda, la nota inicial; la tercera, una tonalidad rocada en el curso de F,. 154
la pieza; y la cuarta, la «final». La voz más aguda queda confinada, general F,. 155, 156-157
Alero.
mente con bastante rigor, a uno de los doce modos de Glareanus, con excep - 127
'�3 l
IL
-, 152
zurcas de Chopin. Cuando utilizó el modo lidio en su «Heiliger Dankgesang
F,.
eines Genesenen an die Gotrheit» (el tercer movimiento del Cuarteto de cuerdas Ing. 163-165 �J Alero 130, 135
.
en La menor, op. 132), Beethoven estaba haciendo una referencia directa, por 152
un motivo concreto, al estilo modal ya arcaico de una época anterior.
-�¡
-) F,.
Ing. 163-164
(N.B. Los tonos instrumentales no deben confundirse con los tonos sal ..J 154
módicos. Estos últimos son breves melodías en canto llano que se basan en
..J
t 11
F,
Alcm.130
los ocho primeros modos eclesiásticos y a partir de los cuales se cantan los "'
salmos en la liturgia romana. Por otra parte, los tonos salmódicos aporraban 1 Al=- 134
i.Alem. 128,
SIGNO cont
, ¡ Fr. 153
también los cantus firmi para los versos de órgano, o interludios, utilizados Alcm 132
.
en )a. interpretación alternatim, es decir, cuando el coro y el órgano ,interpre 132-133, 137
J 154, 156 57
taban alternativamente versos de un texto. Véase el capítulo 2, p. 30, en Pie
F,.
JI. 148,,149
tr
-
ZIGZAG Y TRAZO página
Alem. 128-129 J
página
8 Ornamentación
.. r
=· 127, 129, 133,
Fr.
136, 138
152-153, 156
(J) F,. 151,152
154, 157
<f
F,.
� Alem. 129, 133
Ft. 154,157
Al=. 127, 129
¡ lt.
147
f)
Alem. 127, 129 Ft. 152
e:- (�
;¡ ¡ Fr.
lng.
138
154-155, 156
162, 164 .,IJ
_,
¡ barroco 130
romántico 140
.. 165 í' F,. 154, 156-157 siempre formaron parte de la mayoría de la música preclásica; y si un com
-J íli
positor no se molestaba siempre en escribirlos en su partirura (especialmente
Ing.
F,.
Al=. 134 m 154--155, 156-157 cuando el destino de ésta no era .la imprenta), no significaba que no quisiera
N
¡ Fr. 153
AI . 139
,
que no se hiciera ninguno, sino que confiaba en que el intérprete introduci
(1 l lng. 163-164 ría los ornamentos allí donde fueran . necesarios. El intérprete actual debe
¡
N (-
·�
) 154
(J Ft. 154 152-153 positor o, en ausencia de ésta, por una obra contemporánea escrita en un es
F,. 152 tilo similar.
Ji fr. 154152 Al=. 129-130, 135-136, 138-,142 De entrada, los ornamentos deben ensayarse lentamente. Si dicha forma
Nora,
¡ de ensayar se utiliza con constancia y si se define claramente el ritmo desde el
pequeñas IL 148-149
F,. 153, 151, 155, 156-157 principio, se verá cómo muy pronto se convierten en una parte ..
esencial de la
trémolo lt. 148
música.
126 La interpretacilm de los instrumentos de tecfudo On1mnentm:ión 127
¡; I; , n , ; i
Alemania: Época preclásica
Junto con siete signos adicionales (núms. 14-20, infra), pueden considerarse
como representativos de la práctica musical en el centro .Y el norte de Alema
nia hasta mediados del siglo XVIII. Reproducirr¡.os a continuación la lista de
Puede verse, por tanto, que (a) el ornamento comienza con la nota prin signos de Bach, junto con sus explicaciones correspondientes:
cipal; (b) es probable que dure la mitad del valor de la nota escrita; (c) su
dirección viene determinada por el contexto; y (d) está relacionado tanto «Explication»
del «Klavierbüchleín vor Wilhelm Friedemann Bach» (1720), deJ. S. Bach
con el mordente posterior como con el trino que comienza con la nota
principal. «Explicación de diversos signos .,
Otro tipo de adorno que se utilizaba antiguamente se conocía con el
-
en la que se enseña cómo tocar correctamente determinados ornamentos))
nombre de Diminutio, o divisiones. En este caso, el intérprete sustituía la
nota escrita por un grupo de notas improvisadas de menor valor. (El término
no debe confundirse con la disminución en un canon o en una fu,,aa; véase el 2
3 4 5
capítulo 2, Tipos y Formas Musicales, Época Preclásica, p. X). Un manuscri Trillo. mordant. trillo und cadcncc. doppcltcadcncc.
to del siglo XV (anteriormente Hamburgo, Staatsbib. ND VI 3225, pero des
mO«laot.
6 7 9
;<km. doppcltcadcnce idcm.. acccnt
und mordant. stcigcnd.
,
• ', . , •' , ,
•' .
. J - r 1 1 ..J -r-----:r '
-11
128 La inte1preración de los instrumentos de tecúulo On1mnentación 129
W d . Si el trino
-
- 1r
10 11 12 13
f.! está ligado a parte del pulso siguiente J:_, ,c¡n ,
acccnt acccn1 und acccnt und ídem.
"1lond. mord:mt. trillo.
debe detenerse un poco ,-.J. t,-CJTI para marcar la ligadura. Una liga-
dura desde la nota anterior C_,[pJ o J�
[7-l · I demuestra que está
Por regla general, estos ornamentos empiezan sobre la parte y se tocan
diatónicamente en la tonalidad que prevalezca en ese momento. El número ligadala primera nota auxiliar ·l) lJJS IJJJ .
de batidos depende del contexto. Asimismo, el intérprete debe tener presen 2. El mordant o mordente .w no se limita necesariamente a tres notas.
tes las siguientes observaciones sobre ornamentos concretos (los números se En algunos contextos resulta más eficaz aumentar el número de batidos hasta
corresponden con la numeración de la tabla precedente): J:r:!j'J o jJJJJ,/J,/ . Los signos .,. y .., se utilizan a veces para un
mordente largo y no deben confundirse con el signo de trino y mordente ....
1. Los signos .., - Y ir se utilizan todos para el trillo o trino, y son equi
4. El signo para una cadence o grupeto "' puede escribirse horizontal,
valentes entre sí. Los dos primeros prácticamente no se distinguen en los ma
diagonal o verticalmente. Todos significan lo mismo.. Cuando el signo apa
nuscritos de la época, mientras que ir a menudo se convierte en un garabato
rece entre dos notas, el grupeto debe tocarse una vez que se haya pulsado la
indeterminado que puede confundirse fácilmente con ellos o 7on - o 1- El
p. 30). La Explication no especifica nada sobre las terminaciones de los trinos ..r::oj¡U d
sencillos 1, ni de sus derivados 5, 6, 12 y 13, pero se deduce claramente de
J . ' '
7. Este ornamento tendría por regla general más, batidos, centrales de los
Johann Joachim Quantz (1752) y Car! Philipp Emanuel Bach (1753) que a que se muestran en la realización. Sería como el ejemplo 8 o incluso más
15. Otro ornamento, si bien menos frecuente, que se anticipa a la parte es Aunque no se menciona en la Explication de J. S. Bach, es probable que
el grupo de notas pequeñas, como las que se encuentran en la versión orna- esta interpretación (empezando con la nota principal y no con la auxiliar) se
utilizara de vez en cuando para el signo -; por ej. para evitar quintas u octa
mentada de la Sinfonía en Mi menor, BWV 791 a tres voces: j �1 1 f Df ¡ vas seguidas, o cuando ni siquiera había tiempo suficiente para tocar un trino
corto. No obstante, el intérprete debe tener cuidado para no habituarse a uti
16. El Schleifer o slide ,...J. se interpreta así Jil-. lizar esta interpretación, ya que el trino que comienza con la nota superior es
mucho más idiomático.
17. Arpeggio: el signo Í quiere decir que debe partirse un acorde (hacia La ornamentación de Haendel es más sencilla que la de Bach. En las Sui
arriba, hacia abajo o en los dos sentidos); mientras que la palabra arpeggio o tes para teclado sólo utiliza seis o siete de los ornamentos antes citados, a sa
arpegg., añadida a un pasaje de acordes indica que deben partirse los acordes, ber: 1, 2, 4, 9, 10, 15 y 19, además del signo "-+, que representa el 3 (trillo
generalmente tanto hacia arriba como hacia abajo, tal y como se muestra en und mordant) de Bach. En algunos movimientos lentos, encontramos tam
la notación de la primera mitad del c. 28 de la Fantasía Cromática, BWV903 bién una combinación poco frecuente de notas pequeñas y de tamaño nor
de Bach: mal, por ejemplo en el Adagio inicial de la Suite núm. 2 en Fa mayor y en el
Air de la Suite núm. 3 en Re menor, en las que las notas grandes perfilan la
melodía básica y las notas pequeñas proporcionan unos adornos característi
cos del estilo italiano. Estos movimientos muestran cómo un buen intérprete
de la época incorporaría ornamentos improvisados a una sencilla línea
melódica.
Los dos tratados sobresalientes de mediados del siglo XVIII son Versuch
über die wahre Art das Clavier zu spielen (1752-1763), de Car! Philipp Ema
Tras pulsarse cada una de las notas (y no sólo la nota superior, como nuel Bach (traducido al inglés por Wtlliam J. Mitchell, con el título Essay on
muestra el ejemplo) ha de mantenerse la duración del valor escrito del acorde; the True Art ofPlaying Keyboard lnstruments; Cassell, Londres, 1949) y Ver
y en un contexto así los acordes de negra sólo se partirían en un sentido, such einer Anweisung die Flote traversiere zu spielen (1752) (traducido al inglés
mientras que los acordes de redonda se tocarían hacia arriba y hacia abajo dos por Edward J. Reilly, con el título On Playing the Flute; Faber, . Londres,
1966), este último de mucho más interés de lo que podría desprenderse de
veces. Los acordes de ocho notas pueden espaciarse �
,
Jm }15 .Jrn
y su título.
los acordes de nueve notas tocarse como una sucesión continua de fusas. La tradición omamentística del sur de Alemaniá era algo diferente de la
del .norte porque estuvo influida inicialmente por la práctica italiana (véase
1 8 . Una apoyatura junto con un arpegio � debe tocarse así Italia, pp. 144 y ss.). Johann Jakob Froberger copió a su maestro Frescobaldi
___,
� (pero v�e lap. 140). en el empleo de pocos signos de ornamentación que no fueran tr, t, y -, de
.
los cuales todos denotaban trinos. Aunque no dejó ninguna tabla de orna
mentos explicativa, es probable que dichos ornamentos empezaran con la
m
19. Los trazos diagonales escritos entre las notas de un· acorde • nota principal salvo en las obras escritas en el estilo francés (es decir, las sui
significan que el acorde debe partirse y que los trazos deben sustituirse por tes), en las que empezarían con la auxiliar. Un rasgo curioso de la notación
notas de paso, así I t de Froberger es lo poco que aparecen comparativamente las ligaduras. Cabe
,suponer que pensaba que era más aconsejable dejar que el intérprete decidie
ra cuándo y dónde se necesitaban, según la capacidad de resonancia del ins
20. El Schneller (mordente invertido o mordente superior) aparece des
trumento que estuviera tocando. Puede que este aspecto fuera una de las co
crito por C. P. E. Bach (1753) y F. W. Marpurg (1755-1756) de la siguiente sas a las que aludía su alwnna y patrona Sibylla, duquesa de Württemberg,
manera: � = .m::J . cuando escribió que sólo podían interpretar correctamente sus obras aquellos
que habían estudiado con él o que le habían oído tocar. El significado exacto
132 La interp,·etación de los instrumentos de tecÚtdo Ornamentación 133
de la indicación avec discrétion (libremente), que tanto le gustaba, sería otro re, es menos probable que el signo - se utilice cuando lo que se precisa es un
ejemplo más de su peculiar estilo interpretativo. trino largo. Los trinos largos (tanto con resolución como sin ella) suelen du
Georg Muffar, en su Apparatus musico-organisticus de 1690, utiliza cinco rar todo el valor escrito de la nota, aunque a veces los trinos sin resolución
signos, de los que cuatro no están incluidos en la lista de las pp: 128-130. terminan antes sobre la nota principal.
Se trata de: t = trino normal; k = mordente; · t = trino con terminación; La resolución aparece escrita a menudo en el texto, bien como parre fun
i-..i = trino que dura todo el valor de -la nora; y antes de una nota = apoya damental del esquema rítmico, bien fuera extrarrítmicamenre en forma de
tura. notaS pequeñas. Sin embargo, su ausencia no puede tomarse como prueba de
que no hay ·que tocarla, ya que .a menudo los compositores confiaban en que
la añadiera el intérprete dondequiera que fuera necesaria. Tal y como escribió
Alemania: Clasicismo C. P. E. Bach, «un oído medio pu,ede siempre decir si debe utilizarse resolu-
ción o no».
En la música clásica aparecen menos ornamentos diferentes pero, aun así, a En los ejemplos siguientes, un trino tiende a empezar en la nota principal
veces son difíciles de interpretar. Por lo general, la ornamentación clásica se y no en la auxiliar:
deriva de la práctica de C. P. E. Bach, aunque Mozarr y, en menor grado,
Haydn se vieron influidos por la tradición del sur de Alemania, tal y como (a) cuando le precede una nota, pequeña o de tamaño normal, que está
queda plasmada en d Versuch einer gründliche Violinschule (Tratado sobre los a un tono o semitono por encima de la nota principal;
principios fundamentales del arre de tocar el violín) de Leopold Mozarr, de (b) cuando le precede· un slide ascendente o descendente de tres notaS,
1756. A finales de ese siglo la teoría de la época quedó reswn,ida en la Klavier de las que la nota central es la misma que la nota principal;
schule (1788) de Daniel Gottlob Türk y en elArt ofp!aying thepianoforte (1801) (c) cuando la nota principal es la última de una escala diatónica o cro
de Muzio Clementi. No obstante, la segunda mitad del siglo fue una época de mática;
transición, de manera que determinadas características de la práctica contem (d) en una serie continua de trinos;
poránea sólo pueden deducirse de las obras de los propios compositores.
A continuación se enumeran los ornamentos que se encuentran con más
(e) en este tipo de figura: btíJ
,,. <r
=
J
E8 r Wr
J
(en rempi muy
frecuencia y se ofrecen algunas pauras sobre su interpretación:
rápidos, esto debería tocarse como � );
l. Tríller o trino: tr, -, - .
En la música del siglo XVIII los trinos tanto largos como breves empiezan (f) ocasionalmente para preservar la línea melódica.
sobre la parte y comienzan generalmente con el auxiliar superior, al menos (g) En Schubert, los trinos empiezan más a menudo con la nota princi
en teoría. En la práctica hay excepciones a la regla relativa a la nota inicial y a pal que con la auxiliar.
ellas nos referiremos más adelante. 2. Mordente: ,,,., , .,. .
A menudo los trinos van precedidos de una o más notaS pequeñas. Di ..,
chas notas deben tocarse sobre la parte e incluirse como parte del ornamen (a) corto ...J_ = -QJ.,. o ...Ql (sobre la parte);
to. Si la nota principal y la nota pequeña inmediatamente anterior a ella son
la misma, el trino propiamente dicho empezará, tal y como cabría esperar, (b) largo _! = JrnJ o J,¡JjJJ)J (sobre la parre).
con el auxiliar; si la nota pequeña es la misma que la auxiliar, el trino debe
empezar con la nota principal puesto que las notaS contiguas de un trino y su El signo (a) a veces se escribe cuando lo que se quiere es un mordente lar
prefijo deben ser siempre-diferentes. go, de modo que el número de batidos depende más del contexto que del
Con mayor frecuencia que en el siglo XVII, el signo tr se reserva para los signo.
� · como una de otras dos inter-
trinos largos, y el signo -se reserva para los cortos, pero no puede confiarse . Leopold Mozarr propone � =
en esta distinción, ya que que ú a veces -se encuentra en una nota tan breve dos interpretaciones del mordente, aunque Haydn es el único � compositor
que la única interpretación posible es una sola apoyatura rápida. No· obstan- importante que lo utiliza (véase 7 infra).
134 La. interp1-etación de los in.strumentos de teclado OrnamentacúJn 135
3. Doppelschlag o grupeto: "'· nota principal ya está acentuada de alguna manera, la apoyatuta tenderá a ser
"' corta. Esto es lo que sucederá probablemente en los siguientes casos:
(a) en la nota .J_ = ffl"J
s
. o t,TI (sobre la parte)
(i) Cuando la nota principal es más disonante que la nota pequeña.
"' (ii) Cuando la nota principal es staccato.
(iii) Cuando hay un salto ascendente desde la nota pequeña hasta la
( JJ . Jj)
(b) después de la nota
"' nota principal.
= f"n-5 ' n
JJ º -Eu'J (iv) Ocasionalmente, aunque no siempre, cuando la melodía asciende y
reaparece irunediatamente después.
s '
o alguna variación rítmica de esras notaS. Los signos "' y - utilizados conjun- (v) Cuando la nota principal está acentuada de algún otro modo.
=Jffi5J .
::,
tamente quieren decir (c) 1- = .w5J ; (d) ./.._) = ) Debe recordarse, sin embargo, que esto no son más que vagas generaliza
ciones. No puede darse ninguna regla inequívoca y rápida para la dutación
Beethoven utilizaba a veces el grupeto incorrectamente, como en la Sona de las apoyaturas, y tanto aquí como en otros casos el intérprete debe guiarse
por el oído y el instinto.
ta en Do mayor, op. 2 núm. 3, I, c. 45; en la que � = J JiJJ J , Y en
5. Grupos de notaS pequeñas
'
"'
Aunque es igualmente imposible ofrecer reglas inequívocas y rápidas sobre
la Sonata en Si bemol mayor, op. 22, II, c. 20, en la que EEr la colocación de grupos de notaS pequeñas, resulta útil recordar que a menudo
r 1 r rr 1 ,· r .
Para los signos utilizados por Haydn para (a), véase 7, p. 136.
no son más que semi-realizaciones de un antiguo adorno. Por lo tanto, si existe
algún parecido entre el perfil de las notaS pequeñas y la realización de alguno
de los signos de ornamentación más antiguos, , las noras pequeñas habrían de
interprerarse probablemente del mismo modo que el ornamento. Así:
4. Vorschlag o apoyatuta: escrita como nota pequeña, puede ser d, J, ./l, )r,
A jt , � (Ji y jt son el modo de escribir en los siglos XVll y XVIII una semi
corchea o una fusa aisladas y no tienen nada que ver con la moderna
(a) J!J'!"r • r - r r - rrrr te rr rr rr tr rrr (sobre la parte)
fi
acciaccatura.)
La apoyatura se toca sobre la parte. Y toma su valor (no necesariamente el
(b)
+ "'
T �-
(sobre la parte)
1 b ¡•
indicado) del de la siguiente nota de tamaño normal. (c)
cr - t:t-
"' -t r (no sobre la parte)
Existen dos tipos principales:
• 3
+
I·
(a) la larga, que lleva el acento y que generalmente, aunque no siempre, (d)
.,
T
- �- (sobre la parte)
duta la mitad del valor de la nota principal (su dutación es de una
tercera parte o dos terceras partes cuando la nota principal lleva (e) + - -.rf- - if (sobrela parte)
puntillo);
(b) la corta, que no lleva acento y que es rápida. (f) � � pero manteniendo sólo la nota superior (sobre la parte).
Es probable que encontremos otros grupos de notas pequeñas antes de la siempre petmanecía inalterado, a conrinuación se examinan las diferencias y
parte y tomarán su valor de la nota antetior. las semejanzas entre la práctica clásica y romántica, además de abordar algu
nos de los problemas que presentaba la interpretación de las notas pequeñas.
6. Arpegio: ¡. 1. Trino: tr, -.
El signo muestra que el acorde debe partirse hacia arriba, genetalmente
comenzando sobre la parte, rápida o lentamente según venga dado por el (a) corto J... fil o _fü._. (generalmente, aunque no siempre, so
contexto. bre la parte);
(Haydn y Mozart indicaban un arpegio por medio de una línea oblicua tr
que atravesaba del acorde, peto este signo no se reproduce en las ediciones (b) largo ..L . .)J3JJJJJ ) o J .) J .) J (sobre la parte).
modernas.)
A partir de las Escuelas de Piano de Johann Nepomuk Hummel (1828) y
7. El ornamento de Haydn: '* (o ..,.) . de Car! Czerny (1839) se deduce que, a difetencia de la práctica del siglo XVIII,
Aunque es muy poco frecuente verlos reproducidos correctamente en las los trinos comienzan ahora con la nota principal en vez del auxiliar superior.
Puede que John Field constiruya una excepción en . este sentido, ya que fue
ediciones impresas antiguas o nuevas, Haydn escribió j_ o j_ o � alumno de Clementi, que siguió la regla del siglo XVIII. No obstante, al menos
"'
en lugar del grupeto normal ....L para representar -75J· ; (Esto último lo
uno de sus trinos (el del c. 29 del Nocturno núm. 11 en Mí bemol moyor) suena
� si se comienza con el auxiliar superior. Algunos de los otros parecen reque
nr un comienzo con la nota principal, mientras que otros necesitan la auxiliar,
describe Leopold Mozart como un mordente, por lo que es probable que la
de modo que el intérprete debe elegir guiándose por el contexto.
interpretación represente una tradición del sur de Alemania.) El uso de El signo (a) no implica ya más que un trino de tres notas, que a veces se
Haydn queda demostrado de modo intetesante en una de sus piezas para reloj
denomina mordente invertido o superior. Ocasionalmente, si aparece en una
musical, ya que aunque en el autógrafo está escrito�lll� 1 ¡, � ¡ 1 1 ,
¡, nota muy corta, debe reducirse incluso a una sola apoyarura breve, -{)_ .
2. Mordente: ...
1- w º J:'j]_ (sobre la pane)
congruentes, incluso en sus propias obras, de modo que a menudo nos que
da ,la duda de cuál es exactamente su intención. Parece claro, no obstante,
que una apoyatura de una sola nota siempre se anticipa a la pane cuando es
En la música del siglo XJX generalmente se escriben en detalle, bien como idéntica a la nota posterior, sea ésta grande o pequeña (véase la sección 6, Ar
pane del esquema rítmico en notas grandes, bien con notas pequeñas: __¿;l-. pegio, p. 140). Y es probable que también se busque esa anticipación en el
caso de muchas apoyaturas en el bajo que van seguidas de un salto a una
3. Grupeto: "'· nota o a un acorde más agudo, ya que se trata simplemente de un tipo de in
"'
fflJ. dicación de pedal.
m.D"'.ñ.J )
(a) encima de la nota _j_ o � (sobre la parte)
Ya a mediados del siglo XIX parece probable que, más como regla que
como excepción, las apoyaturas se tocaran antes de la pane. Es la conclusión
i:L � DloJ a la que se llega tras examinar un pasaje como la versión fortíssimo del tema
cm
¡ º (fuera de
(b) después de la nota "' de marcha de la Balada núm. 1 (1848) de Liszt.
EJ2. Q Q la pane)
J o
s· .. •......... ·-. -..... ------.....• -•. -..•,
C. //5 .
o alguna variación rítmica de dichas notas. A menudo tanto (a) como (b)
suelen escribirse en todo detalle, en notas grandes o pequeñas. En este úlri
mo caso, el adorno se toca de uno de los modos ya señalados.
4. Apoyatura breve: j,, ji, J\, etc. La pequeña corchea atravesada ()i,) deja
ya de representar un modo alternativo de escribir una semicorchea y ahora
pasa a convertirse en un signo por derecho propio que implica una apoyatura Aq;_,í las apoyaturas de la m.i. deben tocarse como anticipaciones. De lo
breve. contrario, los acordes de tres notas posteriores pierden toda su fu_erza al no
En la música del siglo XJX, las apoyaturas largas se escriben casi siempre coincidir con las panes de la m.d. Además, la única apoyatura de la m,d,
'
con notas de tamaño normal como parte . del esquema rítmico, mientras que debe también entenderse como una anticipación, ya que si Liszt hubiera
las notas pequeñas (sea cual sea su denominación) se reservan para las apoya querido que fuera diferente del resto habría hecho que reparáramos en ello
turas breves. Todos los métodos contemporáneos coinciden en que la apo indicando un tipo de notación como:
yatura breve ha de tocarse sobre la parte, pero de la propia música se deduce
que debe haber muchas excepciones a esta regla y que éstas pasan a ser cada
vez más numerosas según va avanzando . el siglo. La explicación es probable
mente doble. Por un lado, siempre media algún tiempo entre. la teoría y la
práctica. Por otro lado, _según iba quedando atrás el período en el_ que se uti La Balada en Re menor, op. 1 O núm. 1 de Brahms. (S & I N, p. 48) nos
lizaban constantemente los antiguos signos de ornamentación, tanto compo proporciona otra confirmación más de esta nueva práctica. Es cierto que po
sitores como intérpretes tendían a olvidar su interpretación correcta y acepta dríamos tocar durante toda la pieza las notas de adorno sobre la pane, con la
ban la posición gráfica de los. adornos con notas pequeñas como una
indicación precisa de su posición rítmica,_ hasta tal punto que la práctica pa mano izquierda siguiendo el diseño � - Pero si lo hiciéramos, se-
bitual en la actualidad es tocar todas las notas de adorno antes de la pane, a
menos que el compositor espec.ifique lo contrario, tal y como hizo Ravelen ría necesario tocar la primera parte de la m.d. en el compás 64 como
Le Tombeau de Couperin (1917) al imitar un estilo antiguo.
A veces, los compositores del siglo XIX; indicaban las apoyaturas de antici � , lo cual parece poco probable ya que introduce un intervalo de
pación colocándolas antes de la barra de compás. Pero, desgraciadamente, las
apoyaturas no se limitan
.
a la primera pane, ni. los compositores son siempre novena, que es la primera vez que aparece en el tema.
140 La interp1·etación de los instrumentos de teclado Ornamentación 141
5. Grupos de notas pequeñas. Obsérvese la siguiente notación infrecuente del Nocturno en Fa sostenido
Tal y como se ha señalado anteriormente (véase Clasicismo, 5, pp. 135- menor, op. 48 núm. . 2 de Chopin y de algunas otras obras suyas, en la que lo
136), no es posible ofrecer reglas inequívocas y rápidas pata la colocación rít que patece una ligadura es en realidad un signo curvado de atpegio:
mica de grupos de notas pequeñas. No obstante, suele resultat útil recordat
que puede tratatse de realizaciones, o realizaciones patciales, de un antiguo C. 82
ornatnento. Por lo tanto, si existe algún patecido entre el perfil del grupo de
notas pequeñas y la realización de uno de los signos de ornatnentación más
I@ �iv, (f Q j
antiguos, es probable que las notas pequeñas hayan de interpretatse rítmica
mente del mismo modo.
Los atpegios escritos con notas pequeñas siguen las mismas reglas, al me
Por muy útiles que resulten a veces las comparaciones de este tipo, debe
nos en la teoría. Sabemos que Chopin quería que los atpegios de notas pe
mos recordat que su validez es menos constante pata el siglo XIX que pata queñas para la m.d. se tocaran sobre la patte porque trazó las siguientes líneas
el XVIII. Tal y como se ha señalado en 4, patece probable que las notas de punteadas en la pattitura de los Nocturnos de uno de sus alumnos:
adorno anticipadas pasen a ser más frecuentes según va avanzando el
siglo XIX. Es probable que los grupos de notas pequeñas que constan de más
de cuatro notas se anticipen siempre a la patte,. tomando su valor de la nota Nocrurno, op. 15, núm. l Nocturno, op. 37, núm. 1 Nocturno, op. 48,
anterior.
núm. 2
6. Arpegio: ¡ y (.
Los dos signos muestran que el acorde debe pattirse hacia arriba, rápi
da o lentatnente, en función del contexto. En teoría, el arpegio debe em
pezat sobre la patte, y así lo hace generalmente si aparece sólo en la m.d.
Cuando se encuentra sólo en la m.i. suele anticipatse a la patte, con su
nota más aguda coincidiendo con ella. Un signo de atpegio que abatque
los dos pentagratnas quiere decir que el acorde debe pattirse de forma En un ornatnento como g J.Jst r¡ , el primer Re pequeño se toca
continuada desde la nota más grave hasta la más aguda. Si cada una de las
ría tatnbién sobre la patte, Pero si el primer Re se-toeata separadatnente,
manos tiene un signo distinto, deben emp ezar generalmente a la vez, o
con una de ellas (la m.d. por regla general) debe empezar ligeratnente des
pués de la otra. Lo más importante es evitat un debilitatniento del efecto
como sucede en el c. 5 del Nocturno en Sol menor: � jjf
F EJ , la par
bién requieren anticipación; de lo contrario se pierde la mordacidad rítmica (ii) En dos negras consecutivas en un pasaje descendente como:
de la nota descendente del tema.
' ¡; diJ I¡1
España: Época preclásica
El tratado español ya mencionado, el Arte de tañer fantasía (l565), de Tomás (iii) En una negra situada detrás de una blanca con puntillo en un pasa
de Sancta María, describe dos tipos de ornamentos, el redoble y el quiebro, y je descendente:
ofrece ejemplos de ambos:
utilizado en
&; L E
i::n l o
Redoble: (a) ,[JJ1 , , ,[JJJ [JJJ . [blancas] y redondas
en descensos en ascensos Asimismo, Tomás describe e ilustra glosas o divisiones, el tipo de adorno
improvisado que puede utilizarse para rellenar el intervalo entre dos notas
DJJ )J 1J•
Quiebro: (b) sencillo rJ ' IJ ,, negras consecutivas (véase también el apartado Alemania: Época preclásica, p. 126,
supra). Añade que es más probable que sean necesarias en redondas y blancas
(c) repetido blancas que en negras; que no tienen por qué limirarse a la voz más aguda; y que de
'
� 1 . .... �1_! 11 IJÍ
144 La int-erpretació11 de los instr1anenros de teclndo Orna1Ttentación 145
r f ;,
la m.d., y el tercero y segundo, o segundo y primero de la izquierda. Podría
deducirse de las digitaciones indicadas que sólo se utilizaba la nota auxiliar �¡ 1. r
superior. No obstante, parece más probable que los números indiquen los s.zj 1 1
dedos utilizados y no su orden, y que la dirección de la auxiliar dependa del
cont�to, como en Tomás de Sancta María: esto es, -OJ- en los ascensos y Los tremoli empiezan y acaban con la nota principal y duran la mitad de
..DJ_ en los descensos. su valor escrito. Los tremoletti son tremoli cortos. Ambos son diatónicos, ex
cepto cuando una cadencia requiere un accidental (véanse 11 y 12 infra).
Deben tocarse con ligereza y agilidad, con la auxiliar superior, no la inferior.
Italia: tpoca precúl.sica (Pero véase el segundo grupo de 6, en el que se muestra la auxiliar inferior.)
El ornamento se anticipa a veces a la parte, como en 5 o los dos últimos gru
En Italia se utilizaron menos signos de ornamentación que en cualquier otro pos de 6. (Diruta no recoge el verdadero trino barroco, que empieza con la
país, exceptuada España. Las discusiones sobre la ornamentación en Italia se auxiliar superior y concluye con un grupeto, pero puede encontrarse entre
centran, por tanto, fundamentalmente en la improvisación efe notas de ador sus groppi de los dos últimos grupos de 11 y el último grupo de 12, infra.)
no como los tremoli y tremo!etti (trinos, largos y cortos), los accenti (apoyatu Los tremoli pueden introducirse al comienzo de un ricercar, de una canzona
ras) y los groppi (divisiones). o de otra pieza; también cuando una de las dos manos está tocando una sola
El tratado Il transilvano (1593-1609), de Girolamo Diruta, recoge y exa línea en contraposición a dos o más voces. La finalidad de dichos ornamen
mina los siguientes, que sin duda habrían sido utilizados por Frescobaldi y tos, y de los accenti (apoyaturas), es alargar el sonido de un clave o de una es
otros compositores contemporáneos: pineta, en imitación del sonido sostenido de un órgano.
Entre los numerosos ejemplos de groppi que nos ofrece Diruta encontra
Tremoli y tremo!etti mos los siguientes:
l. o1 J jJJJJJJ)J J9J9J939J
J
2. .J J JJ - j JfflJ .! flID
i. JJ J) . lID JU]
J J jJ
.. n n _ a..r;m
5. d --,,JL-..,0
..a.. � - .J. JrnJ. �o
146 La interpretación de ÚJs instrtementos de teclado
Ornamentación 147
compás empieza en
1,. , .FID J
-
signo normal
la nota principal y sobre la parte
Estos ejemplos muestran que los groppi pueden mantenerse cerca del per
fil melódico original (9 y 10), apartarse de él ligeramente (11) o tratarlo con
-
1 .Jmj J 1 la nota principal y antes de la parte
J
bastante libertad (12); pero el armazón armónico se preserva siempre. .. (J
14.
o
Como sucede con frecuencia en los tratados antiguos, las reglas de Diruta
-
no siempre se ajustan a sus ejemplos. Por eso su consejo más útil podría ser: 1s. , UJJjjJJ • 'J la nota principal y sobre la parte
«Si deseas tocar con gusto y destreza habrás de estudiar las obras del Signor
Claudio [Merulo], en las que encontrarás todo lo necesario.»
Esto puede verse en el ejemplo 62, que muestra el principio y el final de la auxiliar y sobre la parte
la Canzon ditta La Leonora de Merulo (para la obra completa véase E!Klvf I,
p. 38): Entre sus groppi encontramos éstos:
IJ
EJEMPLO 62 Claudio Merulo, Canwn dicta La Leonora (EIKM I, P; 38)
1:: :
17.�mph 3 _ _,,_
Jlj
..,,_,..Djj
�J.+1,.J..
J_ = J
1: : 1
c. J
•
É 1 1 E: E: E -��¡¡ F t r
: 18.
F r, r 1 11:.
19.
40 �- )Jm)lD = :.;::=P'?==
-
Un trino con grupi::to: si bien muy ocasionalmente deben anticiparla, por ej. en un contexto como:
crillo CbmPMUJ
22. j . jJJJ¡JJJJJJ
Un mordente: mordc,u,c
---==
23_ 1.[_ _ CJ
UM apoya.cura desde arril::!a:
27. u y -: ambos significan un trino largo o corto que comienza sobre
la parte y que empieza casi con seguridad con el auxiliar superior. La dura
Appoggiatura supcriore
ción debe determinarse de nuevo en función del contexto, porque los dos
Diruta hace mención de los accenti (apoyaturas), pero no ·ofrece ningún signos se utilizan indistintamente. El intérprete tiene que decidir por sí mis
mo si debe añadirse o no una teriníllación si no se incluye ninguna en notas
ejemplo. Se utilizaron, sin duda, desde antiguo tanto en su forma larga como
breve, y en ocasiones se escribían en detalle, como puede verfe en una de las de tamaño normal. (Todas las terminaciones con notas pequeñas en Longo
«Toccate per l'elevazione» de las Fiori musicali (1635) de Frescobaldi: son adiciones editoriales.)
28. Trinos después de apoyaturas. Si la apoyatura está encima de la nota
principal � , implica bien un trino normal J.iJJJ );¡ J o JTI]J
o un
35 y ss. Scarlatti escribe 19' 111 .ji¡ J Lj! ) 1 y Longo lo sustituye por
La primera publicación francesa para clave que utilizó signos de orna
mentación y que contenía una tabla explicativa fue Les pieces de clauessin
(1670), de Jacques Champion de Chambonnieres, el padre de la escuela
1 '>' 11 J @ 1 J: 3 1 . Las disonancias del original suenan extraordinaria francesa. La mayoría de sus sucesores siguieron su ejemplo al incorporar ta
blas de ornamentos a sus obras impresas. Resulta curioso, sin embargo, que
mente en el clave y está claro que no deben suprimirse en el piano; pero el muchas veces dichas tablas diferían entre sí, no sólo en cuanto a su exhausti
sonido más robusto del piano puede aconsejar en ocasiones adelgazar algo vidad sino también, lo que aumenta la confusión, en los signos utilizados y
el sonido tocando los acordes como arpegios muy rápidos y soltando algunas en los nombres que se les daban. La tabla comparativa del ejemplo 63 [véan
de las notas. Así, los acordes de la Sonata en Re mayor podrían tocarse: se pp. 152-155) muestra el uso del propio Chambonnieres, de su alumno
Henri d'Anglebert, y de Fran,ois Couperin y Jean-Philippe Rameau, lo que
cubre un período de medio siglo (1670-1724). A partir de ella podrá verse
que la tabla de d'Anglebert proporcionaba la información más completa, y
que la de Chambonnieres era algo más breve que las de Couperin y de Ra
meau. El nombre más frecuente de cada ornamento se recoge en la columna
l
El signo para un arpegio no aparece en los manuscritos de Scarlarti, y
de la izquierda.
todos los de la edición de Longo son editoriales; pero los acordes arpegiados, Los ornamentos se tocan diatónicamente en la tonalidad imperante en
tanto rápidos como lentos, constituyen un elemento tan esencial de la técni� ese momento y empiezan generalmente sobre la parte (para las excepciones,
ca del clave que no cabe duda de que Scarlatti los utilizó co�tantemente. véase 1, infra). Deben tenerse en cuenta las siguientes observaciones en rela
ción con cada uno de ellos.
l. Port de voix o apoyatura. Es posible que la explicación de Chambon-
Francia: Época preclásica
nieres sea un error de imprenta en lugar de ·..;:J.._ , que es lo que recoge su
En la mayoría de las fuentes de música francesa para teclado la ornamenta alumno d'Anglebert, ya que es poco frecuente en esta época la repetición de
ción es completa y está escrita con gran cuidado; por ello, el intérprete .no una nota dentro de un ornamento.
debe incorporar adornos adicionales salvo en los casos comparativamente in Aunque Couperin no indica la duración de un port de voix, d'Anglebert y
frecuentes de obras manuscritas que no se habían preparado para la imprenta Rameau le asignan la mitad del valor de la principal. En algunos contextos
(véase p. 157). Esto es aplicable incluso a la más antigua de las fuentes publi puede necesitar ser más corto o más largo que esto.
cadas, los siete libritos de piezas para «órgano, espineta, clavicordio y otros A modo de excepción a la regla normal, un port de voix anticipa la parte
instrumentos similares» publicados por Pierre Attaingnant de París en 1530- (a) siestá ligado a la nota anterior, por ej.
1531. Aunque no contienen signos de ornamentación, incluyen numerosos
adornos escritos, de los que el más habitual es:
(a esto Couperin lo llama un accent); y (b) cuando une dos notaS separadas
por una tercera, por eJ .
tinguirlo delport de voix normal (véase su edición de F. Couperin, Pieces de ckwecin, premier livre;
Época preclásica, 3, p. 127). Heugel, París, 1972, p. xviii).
152 La inte1'Pretació11 de los instrumentos de teclado Onunnentación 153
EJEMPLO 63 Ornamentos utilizados en Francia en la música para teclado desde 1670 hasta 1714
Chambonnieres, 1670 d'Anglebert, 1 687 F. Couperio, 1713 Rameau, 1724
NOMBRE SIGNO EXPLICACIÓN SIGNO EXPLICACIÓN SIGNO EXPLICACIÓN SIGNO EXPLICACIÓN
l. Port de 't)(JV:
(o Cheuu) + = flJ Lh d1 r ·o
>
� =
Cheute sur
deux notes
__.L. =
Double cheute ---=-------
a une note
-+ -
Double cheute
J 1 o
sur une tierce
JJJJ J
-
Cadence Tremblement simple
_J = j)
Tremblement apPÍo/é
¡jJJ jJ J
j .J J •1
Tremblement lié sans
¿.ffffl J • u
Cadence appuyée
J JJ
JJJ
-
erre appuyé
-X ... ,.¡
Tremblement et pincé
J J J .J j •1 J
d J. .b lo
.... .J J J j J
l -J. --
Tremblemenr. lié et appuyé '---1 Cadence appuyée
_;
[
N
T .J
2 En la edición original de d'Angleberc (véanse Facsímiles, p. 199), este si o se imprime -,
gn
cuando aparece ·debajo del pentagrama de la m.d. Kenneth Gilbert apunta razones convincentes
F=i J J JJ JJJ)JJ
para suponer que esto tenía el mismo significado que l....... (Obsérvese que la EC a veces coloca
Double cadence •
erróneamente -, encima del pentagrama.)
Ornamentación 155
154 La interpreracíón de los instrumentos de teclm:lo
..Jj_.,L - J . @ .J J j .J
Double cadence (sans cremblemenr)
_,LJ_ -
!N
.J...::.L
C"'/"
Double cadence
�JJJlJJJ IJlJJ
¡
--=--
+- = ��
Double ca<knce
sur une lierce
6. CouU
+- - 0
� -� J ;q,i.
?J
Coulé sur deux no'iés
ffµd
de suiue
7 b.
7. Ar/)egement � .- i
J
el • Q,l,
r -
figuré
8. Suspension :¡ �- :¡ f
9. Aspiraticm 7 f �- :¡ r -
Son roupé
� 7
Détaché
·157
156 La interpretaclón de los instrumentos de tecladc Ornn.ment.ttciÓ1l
En el ler livre de pieces de clavecín (1735), de Louis-Claude Daquin, el si (son iguales que la Doppeltcadence de Bach, v�se Alemania: Época preclási
,., ca, 6 y 5, respectivamente, p. 127). Lo más fácil es �ecordar su double cadence
sur une tierce como un grupeto sobre la nota mfenor, comenzando después
guiente ornamento se denomina un port de voix .J - ÍJ .) j j IJ , aunque de haber pulsado la nota superior.
1 . . ,
6. Coulé o slide. No deben confundirse los signos de dos notas de d An-
se trata en realidad de una combinación entre un port de voixpincé y una sus
pension (véanse 3 y 8, respectivamente). r)
glebert � y (que significan coulé ascendente y descendente, res ec varnen
� �
2. Pincé o mordente. A diferencia del mordente del siglo XIX, éste suele te) con los signos de una sola nota (J_ y J) suyos y de �eau (que �can un
contener más de tres nocas. port de voix y un pincé, respecti�"':te, aunqu� recib nombres diferent":').
3. Port de voixpincé. Es extraño que Couperin denomine a esto un port 7. Arpegement o arpegio. Es facil confundir los signos de Chambonme
'."1
de voix simple. Quizá se trate de un error de imprenta. En los ejemplos de res y Couperin para arpegios ascendentes y descenden:es, � menos que se
d'Anglebert y de Rameau la nota inicial no tiene nada que ver con el orna ren!'.ra en cuenta que el gancho en los cuatro casos se unpnme cerca de la
mento. no� sobre la que comienza el arpegio. En los signos de d'Anglebert Y Ra
4. Tre mblement o trino. Otra de las incógnitas terminológicas es el uso meau la línea oblicua muestra la dirección del arpegio.
por parte de Couperin de dos nombres (tremblement lié sans &re appuyé y 3_' Suspemion. Para la la combinación de port de voix P!ncé r suspension
_
tremblement lié et appuyé) para lo que parece ser el mismo ornamento. (Ra de Daquin, que denomina sorprendentemente un port de �ove, _vease 1, supra.
meau incluye dos signos diferentes para este efecto, como hace Bach para el 9. Aspiration. El trazo (') de Couperin y de Rameau implica un staccato
idéntico accent und trillo (véase Alemania: Época preclásica, 12 y 13, p. 128) normal no un staccatissimo. En la música franc esa para clave, un punto en
'
En L'Art de toucher le davecin (1716-1717), Couperin realiza las siguien cima o debajo de una nota tiene un significado muy diferente (véase el capí
tes observaciones en relación con los tremblements: tulo 6: Convenciones rítmicas, apartado Notes lnégales, p. 112 y ss.).
Retomando brevemente el tema de las fuentes manuscritas que no se pre
(i) Un trino de una cierta duración debe empezar más lentamente de paraban para la imprenta, la más importante es el Manu� crito Ba�y_n (París,
lo que termina. Bib. Nat. Vm7 674/5), que recoge más de ochenta piezas ommdas por
(ii) Tiene tres componentes: (a) el appui o preparación, (b) los batte Chambonnieres en Les pieces de clauessin (1670), así como casi todas_ las
ments y (c) el point-d'arrét. El appui se realiza justo sobre la parte y consiste obras de Louis Couperin. Aquí y en otros casos similares (son co:npara:i:a
en un alargamiento sobre la nota por encima de la nota principal; le siguen mente infrecuentes) puede que resulte necesaria una ornarn"':tación adicio
I I, nal; pero nunca en el resto de la música escrita por los -compositores franceses
z,,mbi,mo"
los otros dos componentes. (La notación de Couperin es j fflffl,b de música para teclado.
(a) (b) (e)
__,.,
10. Elcvation
«Graces in play» Los signos de Simpson no tienen una relevancia inmediata pata el presen
de British Library, Add. MS 31403, f 5 te estudio, pero sí conviene destacar que sus realizaciones incluyen todos los
elementos de los ornamentos de Bevin, es decir, 3 = 1 O (no en ritmo, sino en
3 forma); 4 = 10 y 8; 5 = 10 y el primer grupo de 13; y 6 = el segundo grupo
•• - � de 13. Por otro lado, es sorprendente la diferencia entre el número de ador
nos descritos por Simpson (recoge un total de doce) y los dos únicos signos
utilizados por los virginalistas. No obstante, los ornamentos de Simpson de
ben de reflejar el uso instrumental a mediados del siglo XVII, o probablemen
te antes, ya que la codificación de la técnica es siempre posterior a su prác
tica.
Semejante discrepancia viene a confirmar lo que sugiere la propia música:
= 1 j J J ;¡ ¡
que no existe ninguna interpretación única e invariable para ninguno de los
s,jj 1 dos signos. Esta falta de precisión y la libertad que permite debieron de ser
� 4 3 ' 3 ' 3 :t 3
, =-J¡..l
J
entre otros, los siguientes signos y explicaciones:
' En A BriefIntroduction to the Ski// ofMusicke (1667 y ediciones posteriores), de John Play
__, fi?rd, la tabla de or�entos de Simpson se reproduce casi inalterada. La única diferencia impar-
7. Bo,t
:::
,=>±1 ""'== , lo
ruite es que d signo de Playford para él Double-relish (13), es sencillamente =ai
cual parece más lógico.
160 La inte,.pretn.ción de l<>s instrumentes de teclado
On11tme11tación 161
escriben en detalle en las fuentes, pero se trata generalmente de trinos con un convincente en muchos contextos. Cuando no sea así puede reemplazarse
comienzo o una terminación ornamental. No parece improbable, por tanto, por la appoyatura simple desde abajo. Así:
que el signo del trazo doble represente incluso el trino sencillo, el más im
portante de t0dos. Si así fuera, sigue dejándole al intérprete un amplio mar
gen de elección para adecuarse a los diferentes contextos, ya que los trinos
que se escriben en detalle son básicamente de tres tipos: (a) trinos con la nota
15. ..í__ puede representar m
superior, y que empiezan con ella (los más frecuentes); (b) trinos con la nora su Deben añadirse tres observaciones adicionales sobre la ornamentación de
perior, pero que empiezan con la principal (menos frecuentes, pero en nin los virginalistas:
gún caso excepcionales); y (c) trinos con la nora inferior, que empiezan con
la principal (esto es, un mordente). l. La caprichosa utilización de ornamentos en diferentes fuentes de la
La inclusión del tipo (c) puede parecer inesperada, pero esta interpreta misma pieza sugiere que se consideraban simplemente un embellecimiento
ción constituye a menudo la más satisfactoria en la práctica, especialmente si agradable que podía añadirse u omitirse a placer. Por este motivo, el intérpre
se utiliza en pasaj es ascendentes y el tipo (b) en los descendentes. Además, te no debe sentirse obligado a incluir todos los ornamentos que aparezcan. Si
esta alternativa cuenta con un precedente en la música alemana para teclado puede tocarlos con fluidez y sin esfuerzo, su interpretación será más elegante
del mismo período (véase Alemania: Época preclásica, p. 126). e idiomática. De lo contrario, es aconsejable reducir considerablemente su
La duración del trino depende del contexto. Algunas veces dura todo el número.
valor de la nora escrita, pero suele ser más corto porque carece de la termina 2. En los trinos escritos en detalle, el número ,de batidos que se muestra
ción ornamental que lo uniría suavemente a la nota posterior. En los pasajes es sólo esquemático. Pueden necesitarse más o menos. Además, cuando se tra
rápidos puede verse incluso reducido a una acciaccatura de una sola nora, ta de seisillos en compás binario, las notas tienen sólo fa mitad de su valor
bien desde arriba, bien desde abajo. Algunas de las posibilidades son las si
guientes: actual. Es decir, .Ji$J
(6]
en una fuente virginalisrn es el equivalente
va-
J3J3J J. j J j U
7
del actual �J
.
6
. La mayoría
. de los editores modernizan dichos
J_ puede reprcsenw
1
J. ,B IJ
j
3. , A veces resulta necesario añadir Wl trino a una cadencia sin orna-
mm
7 5
aunque no las realizaciones, de los cinco signos siguientes: farefoll ,,- ; back 20. BackfaU and shake
" ==
= .¡,�....v
...,_
....:[.. _.,, ._
,?
-.._:_..;
fall '- ; shake ,::, ; farefoll & shake ¡//; y beat -.
Puede demostrarse que todas las tablas conservadas, que contienen expli 21. Tum -1= ¡l33 ¡).
'--""
caciones y se refieren al período en cuestión (es decir, hasta ca. 1720), proce
den de una misma fuente: la que proporcionó el material para las cuatro pá 22. Shlc tumo! j_= Jffl
�
h ¡l.
ginas de anónimas «Instructions for beginers» (sic, Instrucciones para
principiantes) incluidas en algun as ediciones de la póstuma A Choice Collec
tion ofLessomfar the Harpsichord or Spinnet (1696) de Purcell. Las cuatro pá
23. Slu, +- �d-
ginas idénticas de «instrucciones» aparecen en los primeros volúmenes con
servados de la publicación por entregas de Walsh titulada The Harpsichord �- B,u� � - -
Master (es decir, en The Second Book, 1700, y The Third Book, 1702); y tam
bién se encuentran, aunque en un formato algo más comprimido de tres pá
ginas, en la antología de Young titulada A Choice Collection ofAyres (1700). Siempre ha sido evidente que la realización del battery (24) solía tergiver
El primer libro de la serie de Walsh, del que no se conoce ninguna copia, fue sarse, porque se trara claramente de una mala interpretación de 34 (véase
anunciado en The Post Boy (21-23 de octubre de 1697), que afirmaba que p. 164), que habría sido la noración normal para la época. Hay dos hechos cu
contenía «indicaciones claras y sencillas para estudiantes de espinera .o clave, riosos que no son ran evidentes: en primer lugar, falra el signo para un mor
escritas por el célebre y difunto Mr. H. Purcell a petición de un amigo suyo, dente, un ornamento que no sólo se utilizaba profusamente en el continente,
y tomadas de su propio manuscrito, nunca publicado hasta' la fecha, siendo sino que rambién era familiar en Inglaterra, donde aparece con el nombre de
las mejores conservadas...». Esta atribución se ve confirmada en la porrada de beate.en el método para laúd de T homas Mace titulado Musick's Monument
The Third Book. Parece, por tanto, que fue el mismo Purcell quien aportó (1676); en segundo lugar, no encontrarnos ninguna explicación del orna-
originalmente el material para las «Instrucciones» incluidas en todos estos mento compuesto .)-. utilizado tan a menudo por Purcell y sus contempo-
volúmenes, aunque ciertos deralles sugieren que debe de haberlo hecho mu
chos años antes de su muerte. Sea esto cierto o no, la rabia de ornamentos ráneos4.
incluida parece haber permanecido inalterada durante los siguientes 25 años Estos hechos. sugieren que en algún momento --quizá en una copia in
aproximadamente. Desgraciadamente, sin embargo, no puede tratarse de termedia del manuscrito original- ranto la explicación correcta del beat
una reproducción exacta del.original, ya que contiene varias cosas raras, tal y (que coincide con la de Mace) como el nombre y el .signo para unfarefoll &
como puede verse en las «Rules for Graces» de A Choice Collection ofLessom beat se omitieron ambos por error; y que la realización del battery se anotó
(1696), de Purcell: con tan poco cuidado que desconcertó a los grabadores. Si fue así, la rabia
original habría sido tal y como se muestra a continuación (nota: ,los corchetes
«Rulesfar Graces» indican incorporaciones del presente editor):
de «A Choice Collection ofLessons» de Purcell
«Rulesfar Graces» corregidas
del «A Choice Collection ofLessom» de Purcell
16. FO<Cf211 .::.l. -,J1.
25. FO<Cf211 J
, =-.fJ._
17. Backfall ..:;,L =-A
26. Backfall � =_ll_
18. $1>,ko j_- litl.W 4 A primera vista. el shaked beat de Christopher Simpson (véase el ejemplo 11 anterior) parece
estar tdacionado con el 19 pero no lo está. Se trata de un shake sobre la appoggiatura (al cual de�
_
norn.tna beat), y no un m()rdente sobre la nota principal.
164 La inte¡-p1·etnci6n d,e los instrumentos de tecúzdo Orn.amentación 165
en sus Ten Voluntaires, op. 6 (1752) para indicar un mordente largo y corto, al
que llamaban indistintamente mordent y beat.
Para concluir este repaso algo enrevesado de la ornamentación de la época
posterior a la Restauración, es necesario advertir al estudiante que la inter
pretación del beat ofrecida más arriba es controvertida y al,,o-unas autoridades
33. Slur +-� la considerarían no sólo inaceptable, sino también innecesaria. Mantienen
que el mordente propiamente dicho
ción ligeramente diferente JifflJ era �bién habitual, como puede ver-
5 La ligadura editorial se ha añadido a la realización del backfall ér shake por analogía del t,-em
bkment appuyé francés.
9 Problemas de los pianistas
adelgazará la textura para disminuir una frase o, por el contrario, se introdu Los dos teclados de un clave también pueden utilizarse para conseguir
cirá un acorde marcado cuando se precise un acento. Estos cambios de textu efectos puramente tímbricos. Así, el forte y piano individuales al comienzo del
ra producen automáticamente el efecto deseado en el clave, pero el pianista movimiento lento del Concierto italiano no tienen un. objetivo estructural,
debe aprender a reconocerlos cuando los ve en la página impresa, de modo sino que muestran simplemente que, en todo momento, la mano derecha es
que, al interpretarlos, pueda reproducirlos claramente en términos de uria di el solo y la mano izquierda el acompañamiento. Un pianista producirá este
námica pianística. efecto casi sin pensarlo, ya que así lo sugiere la propia textura de la música.
En general, la dinámica de inflexión en la música antigua opera a una es Otro uso muy común de los dos teclados contrastantes es obtener, efectos
cala más restringida que en las obras de los compositores clásicos y románti de eco. Es posible que el compositor quiera que se hagan aunque no estén
cos. El tipo de fuertes contrastes dramaticos y cambios propios de Beethoven indicados. No obstante, el pianista debe guardarse de introducirlos indiscri
normalmente estarían fuera de lugar en Byrd, Couperin o Bach (aunque una minadamente siempre que encuentre una frase que se repite exactamente,
gama sorprendentemente amplia está cubierta por algunas de las Toccatas, puesto que pueden desmenuzar la música hasta tal punto que suene irritan
Fantasías y obras similares de Bach). Sin embargo, es siempre inherente· a la temente troceada.
música un grado sutil de flucmación dinámica, e ignorar este hecho supone A partir de mediados del siglo XVIll, las indicaciones dinámicas empeza
reducir una interpretación al nivel de mecanografiar. ron a utilizarse cada ve:z con más frecuencia. Sin embargo, a menudo son in
El ejemplo más importante de dinámica estructural es el uso de los dos completas o absolutamente inexistentes en obras que no fueron preparadas
teclados de un clave para reproducir los elementos del mtti y el solo en las para la imprenta. E incluso en las obras publicadas en vida del compositor, a
formas ritomello o concierto, que constimye la base de tantas obras instru veces sucede que no hay ningún tipo de dinámica. En estos diversos ejem
mentales y vocales a gran escala de Bach (véase el capímlo 2,'Tipos y formas plos, el intérprete debe aportar lo que falta, basando sus incorporaciones, al
musicales, 4, Arreglos o imitaciones de canciones, pp. 31-32). El propio igual que sucede con el fraseo y la articulación, en la práctica conocida del
Bach indicó los cambios de teclado necesarios en su Concierto italiano y en compositor en cuestión. También ha de tener en cuenta el hecho de que la
su Obertura francesa, ambos para clave solo, cuyos primeros movimientos dinámica tiende a ser cada ve:z más dramática durante el período clásico,
contienen tantas indicaciones que pueden utilizarse como modelos para cual hasta culminar en el estilo explosivo y extremadamente individual de
quier movimiento de este tipo. En este contexto, los términos forte y piano Beethoven. .
significan los dos teclados contrastantes del instrumento. Un forte en ambas Las indicaciones dinámicas extremas pp y jf son poco habimales en las
manos representa un mtti, mientras que un pasaje a solo se expresa bien me obras para teclado de Haydn y Mozart, por lo que cuando aparecen son ver
diante un forte en una mano y un piano en la otra, o mediante un piano en daderamente importantes. Los signos básicos son p y f, y el contraste entre
ambas. (Un comienzo sin ninguna indicación se entiende que ha de tocarse; uno y otro vuelve a revestir, al igual que en el período anterior, una gran im
como de costumbre, forte.) portancia. Ello no significa que deba atribuirse a p y f un valor absoluto, o
Al transferir este efecto al piano debe recordarse que el contraste esencial que no quepan cambios en uno u otro. Por el contrario, representan una ma
es entre mtti y solo, y no entre forte y piano. Es decir, el forte con las dos ma yor gama de niveles dinámicos en la música clásica temprana que en la acma
nos de un pasaje mtti debe diferenciarse del forte con una sola mano de un lidad, porque mf era entonces comparativamente inusual, pf (poco forte) y
solo, ya que en un clave, este último, en combinación con el piano d� la otra mezza voce más inusuales aún, y mp no existía; y aunque el amplio contraste
mano, produce en realidad el efecto de un mezzoforte. Si no se realiza esta entrefyp debe mantenerse siempre, utilizar inflexiones dinámicas dentro de
distinción, el contraste entre solo y mtti se ve oscurecido y peligra la estruc estos niveles es no sólo admisible sino esencial. Incluso puede que en ocasio
tura global. Asimismo, debe recordarse que en el piano la dinámica de infle nes sea necesario, especialmente en las primeras partiruras del período (que
xión es necesaria en los contrastes más amplios entre solo y tutti. contenían menos indicaciones), completar la distancia entre piano y forte
Otro uso de la dinámica estructural consiste en resaltar el contraste entre añadiendo un crescendo o diminuendo. Haydn y Mozart utilizaron ambas
las distintas secciones de obras a gran escala como las Toccatas. Las secciones indicaciones en sus partituras plenas de indicaciones (el Rond6 en Si menor,
más brillantes y retóricas se tocarían en el teclado inferior de un clave y las K51 I de Mozart constiruye un buen ejemplo); y para los acentos utilizaban
más reflexivas en el superior; y este amplio contraste debería quedar claro una serie 4e signos: fp, mfp, sfp, sfyfo. Todos ellos deben int&rpretarse en re
cuando se transfieren obras semejantes al piano. lación con su contexto y no como fortes puros y simples.
Problemas de los pianistas 175
174 La interpretación de los instrumentos de teclado
Uso delpedal Con la música escrita para fortepiano hay que tener en cuenta la diferen
cia del efecto del pedal de resonancia en instrumentos antiguos y modernos.
Dado que los instrumentos de teclado anteriores al fortepiano carecían de Como el sonido del fortepiano era comparativamente ligero y evanescente,
pedal de resonancia, es imprescindible evitar el uso anacrónico del pedal podía mantenerse el pedal pisado sin ningún cambio durante mucho más
cuando .se toca al piano música antigua. El pedal de resonancia puede apor tiempo de lo que sería tolerable en el piano actual. Esto puede observarse en
tar una ampliación muy valiosa de la gama címbrica del piano, pero no debe el primer movimiento de la Sonata en Do mayor, Hob. XVI/50 de Haydn, pu
permitirse que produzca el tipo de efecto que corresponde exclusivamente a blicada por primera vez ca. 1800 en Londres, donde encontramos el pedal iz
un tipo de música posterior. Por ejemplo, si la figura @' fF(í J I apa
quierdo invariable a lo largo de cuatro compases de armonías contrapuestas:
reciera en la mano izquierda de una obra de música para piano del siglo XIX,
es más que probable que el compositor hubiera querido que las cinco notas
se mantuvieran durante todo el compás por medio del pedal. En cambio, un
compositor de clave nunca habría querido este tipo de efecto por la sencilla
razón de que era imposible en el instrumento para el que escribía. Puede que
�-
quisiera algo entre I')' te E'.J
J I y :•1 (ffi j : ; pero con una sola
=
En el fonepiano esto habría producido un efecto misterioso, y no confu
mano era imposible que pudiera mantener las tres primeras �orcheas hasta la so, pero el pianista actual estaría mal aconsejado si siguiera las indicaciones
segunda mitad del compás. Por lo tanto, sería un error utilizar el pedal para literalmente. Lo que debería hacer, en cambio, es intentar conseguir el efecto
hacerlo así en el piano, en el supuesto de que dicho pasaje apareciera en una deseado con los medios que tiene a su alcance: es decir, con la ayuda de un
obra escrita para clave o clavicordio. discreto uso del pedal, pisándolo sólo levemente. Aunque esta Sonata es la
El modo más seguro de encontrar el uso apropiado del pedal de resonancia única obra de Haydn que contiene indicaciones de pedal, no existe ningún
en la música antigua es empezar tocando la obra prescindiendo por completo motivo para pensar que quisiera que no se utilizara el pedal en otras compo
del pedal. (Nunca deben olvidarse las posibilidades del tipo de pulsación tenu siciones suyas. Mozart se interesó vivamente por el mecanismo de pedal de
to mostrado en el último ejemplo, porque se trata de uno de los recursos más los pianos de Stein y es· evidente que estaba acostumbrado a usarlo, a pesar
importantes en la ejecución del clave y del clavicordio.) Una vez conseguido el de lo cual en su música no se encuentra ni una sola indicación de pedal. No
fraseo que exige la música, el intérprete puede entonces añadir cualesquiera hay duda de que ambos compositores aprovecharon ;J máximo un efecto que
toques de pedal que resulten necesarios a efectos de color, teniendo cuidado constiruía una parte tan esencial del instrumento, pero omitieron en sus par
de no oscurecer ni contradecir el fraseo que ya ha obtenido. . Si lo hace con tituras toda indicación -salvo el ejemplo aislado de la Sonata de Haydn
cuidado, puede que se sorprenda del número de cambios de pedal que son ne porque el efecto del pedal variaba tanto de un instrumento a otro que era
cesarios (uno por. cada semicorchea no es en absoluto inusual) pero estará en más seguro dejar su uso al criterio musical del intérprete. Puede afirmarse
el camino correcto hacia el dominio del tipo de uso del pedal que puede utili que, por regla general, la música de Haydn y de Mozart exige cambios de pe
zarse sin anacronismo en la interpretación de la música antigua. . dal frecuentes y discretos para que no se vea nunca oscurecida la característi
El pedal izquierdo («suave») (en italiano, una corda; en francés, sourdine; ca claridad de su textura.
en alemán, Verschiebuni) plantea un menor problema, Como afecta única Las indicaciones de pedal aparecen con mayor frecuencia en la música de
mente al timbre, puede utilizarse para períodos largos o conos según sea ne Glementi y Beethoven. No obstante, de nuevo debe recordarse que sólo están
cesario. Sin embargo, el intérprete debe estar precavido para no recurrir a su escritas las más esenciales o inusuales y que requieren a veces una traducción
ayuda siempre que quiera producir un sonido suave; de lo contrario, reducirá menos literal que idiomática en términos del piano moderno. Un caso extre
a la mitad el número de colores que tiene a.su disposición y, lo que es aún mo es el primer movimiento de la conocida como Sonata «Claro de luna»,
peor, será incapaz de apreciar y producir sutiles· diferencias de sonido me op. 27 núm. 2, en la que Beethoven le indica al intérprete dos veces, por si hu
diante el uso exclusivo de sus dedos. biera alguna duda, que el movimiento entero ha de tocarse senza sordini (sin
178 La interpretación de los instrtm,.entos de teclado
Problemas de los píanistn,s 179
apagadores), es decir, con el pedal derecho pisado de principio a fin. Este efec
to no puede reproducirse exactamente en el piano moderno, ya que el resulta El uso del pedal izquierdo presenta menos problemas, porque su efecto
en los instrumentos antiguos y modernos es prácticamente idéntico. Ni
do sería demasiado confuso, aunque si el instrumento dispone de un tercer
Haydn ni Mozart lo indican en sus partituras, pero es probable que ambos
pedal podemos aproximarnos mucho valiéndonos de la siguiente técnica: an
tes de empezar el movimiento, se pulsan silenciosamente todas las notas del estuvieran familiarizados con el efecto y lo utilizaran, puesto que el mecanis
teclado por debajo del M� sostenido (la nota más grave de la pieza) y «se atra mo, sea en forma de tirador manual, un dispositivo accionado por la rodilla,
pan» con el pedal central, que se mantiene bajado a lo largo de todo el movi o un pedal, era muy normal en los fortepianos desde que Christofori inven
miento con el pie izquierdo. El pedal derecho se utiliza luego normalmente, tara el instrumento en 1726.
cambiándose según lo determine la armonía. Esto permite a las cuerdas más En el movimiento lento de su Sonata en La mayor, op. 101, Beethoven es
graves no amortiguadas actuar como resonadores simpáticos, de modo que vi pecifica el uso del pedal izquierdo con las expresiones alemana e italiana Mit
bran constantemente y producen una bruma sonora leve pero perceptible de einer Saite: Su! una corda (con una cuerda), y lo anula con las palabras Alle
principio a fin, a través de la cual puede sonar el cantabile de la m.d., tal y Saiten: tutto il Cembalo (todas las cuerdas). Pero como el suyo se trataba de
como lo describió el propio Beethoven, «como una voz desde una cripta». un verdadero mecanismo una corda, que permitía que el martillo golpeara
A veces puede conseguirse este efecto sin la ayuda de un tercer pedal. Si el una, dos o las tres cuerdas de cada nota, podía introducir un paso interme
pasaje se limita a la m.d. (lo que sucede hacia el final del movimiento lento dio, Nach und mehrere Saiten (gradualmente más cuerdas). Este efecto no
puede imitarse en un piano moderno ya que el mecanismo sólo desplaza el
del Concierto para piano núm. 2 en Si bemol mayor de Beethoven (ce. 74-83),
así como en los dos recitativos Largo del primer movimiento de la Sonata en mecanismo lo suficiente como para hacer que los martillos golpeen dos de
Re menor, op. 31 núm. 2 (ce. 143 y 153), puede utilizarse la mano izquierda las tres cuerdas.
para pulsar silenciosamente un buen número de notas en el ei:ctremo del bajo Schubert indica el pedal izquierdo con la palabra sordini (sordinas) en el
Y mantenerlas bajadas. Las cuerdas no amortiguadas de estas notas actuarán movimiento lento de su Sonata en La menor, op. 143 y en otras obras. Debe
como resonadores exactamente del mismo modo que lo harían las notas atra recordarse que esto no tiene nada que ver con la indicación senza sordini de
padas por el tercer pedal. Beethoven, que significa sin apagadores y que se refiere al uso del pedal
Pero, incluso si disponemos de un tercer pedal y es utilizable y adecuado, derecho.
debe emplearse con cuidado, ya que si hace falta volver a pulsar cualquiera Al Romanticismo casi podría llamársele la Época del Pedal de Resonan
de las notas «atrapadas», la tendencia es siempre a que suenen desproporcio cia. Sería perfectamente posible (aunque no muy cómodo) ofrecer una inter
nadamente fuertes. (Éste es el motivo para mantener bajadas en la Sonata pretación musical de las obras completas para teclado de Haydn o de Mozart
«Claro de luna» sólo aquellas notas que quedan por debajo del registro de la sin tocar los pedales. Pero casi todas las piezas de un compositor romántico
obra.) Por tanto, si se emplea el tercer pedal' en la Bagatela en Mi bemol ma dependen en un momento u otro, y a veces constantemente, del uso del pe
yor, op. 126 núm. 3 de Beethoven (S & 1 III, p. 54), los cuatro últimos Mi dal de resonancia.
bemol en el bajo y el Sol de la m.i. en el c. 50 deben tocarse todos delicada La causa fundamental de este cambio fue el incremento gradual de sono
mente, pues forman parte del acorde en el primer pulso del c. 48 que fue ridad del propio piano. Con los armónicos muy enriquecidos de los nuevos
«atrapado» por el pedal. instrumentos, los acordes en posición cerrada del bajo, tanto partidos como
Cuando el contexto desaconseja o imposibilita el uso del tercer pedal, o, sin partir, dejaron de sonar tolerables. Por tanto, los compositores abrieron
como sucede muchas veces, cuando el piano carece del tercer pedal, el intér los acordes, tocando sus notas sucesiva en vez de simultáneamente, y utiliza
prete_ debe hacerlo lo mejor posible con los medios que tenga a su alcance. ban el pedal para mantener lo que no podía alcanzarse con una sola mano.
Ocas1onalmente puede ser posible seguir las indicaciones litetalmente -Schna Esto fue sólo un desarrollo de una técnica que existía desde hacía mucho
bel hizo esto siempre- tocando con una delicadeza extrema; pero la mayoría tiempo, ya que los acordes partidos se habían utilizado desde un principio en
de las veces lo más aconsejable será intentar conseguir el efecto deseado con la música de teclado para aportar tanto interés rítmico como un efecto soste
1� ayuda de :1na especie de uso a medias del pedal que permita la permanen nedor. Lo nuevo fue darse cuenta de que el pedal permitía espaciamientos
aa de una ligera bruma de sonido, pero que impida un choque demasiado que no sólo estaban más allá del alcance de la mano, sino que rambién resul
grande entre armonías contrastantes adyacentes. taban especialmente adecuados al timbre evanescente del piano. Surgieron
así texturas de teclado nuevas y hermosas, cuyas inmensas potencialidades
180 La ínterpretaci6u de los instrumentos de teclado Problemas de los púmistas 181
fueron desarrollándose constantemente hasta la época de Debussy y poste en Do mayor, op. 76 núm. 8 de Brahms (S & IV; p. 52), los tres primeros
riormente. Pueden distinguirse dos tipos básicos. En el primero, el acorde compases contienen sólo dos armonías básicas cada uno, pese a lo cual se ne
está distribuido en notas distintas, como en el Nocturno núm. 5 de Field cesitarán probablemente tres pedales por compás -en las corcheas primera,
(S & IN, p. 17) en el que: quinta y novena- ya que, de lo contrario, la parte central de cada compás
puede sonar demasiado gruesa. Repárese, sin embargo, en que el segundo
cambio de pedal, en la quinta corchea, no supone nunca la pérdida del au
téntico bajo, ya que la quinta nota está siempre justo una octava más alta que
la primera. En cambio, en los ce. 49-50, el pedal no podría cambiarse en las
corcheas de quinta ya que esto supondría perder el auténtico bajo. Por lo
representa tanto, en este pasaje el uso del pedal sería el siguiente:
2w.
1d f .. do parcialmente audibles. En los casos extremos, el bajo debe abandonarse
por completo y dejarlo en manos de la sorprendentemente cooperativa ima
ginación del oyente.
representa En el ejemplo de Brahms citado más arriba, las- indicaciones del editor
entre paréntesis se refieren a un uso del pedal en legato, el tipo que se utiliza
con más frecuencia en la actualidad. Aquí, el pedal se pisa justo después de
pulsar una nota determinada, y se suelta simultáneamente al ataque de una
nota, de tal modo que la segunda nota se une a la primera en un legato per
fecto sin que haya el más mínimo rastro de «pelusa» o remanente de sonido
de una a otra. Un método anterior, ahora utilizado con menos frecuencia, se
Es importante que el intérprete reconozca estos modelos, o cualquier conoce a veces con el nombre de uso rítmico del pedal. En este caso, se pisa
combinación de los mismos, ya que aunque su efecto depende absolutamen el pedal simultdneamente al ataque y se suelta justo antes de pulsar una nota.
te del pedal derecho, el compositor, ra1 y como se ve en el ejemplo, no siem El legato así obtenido puede ser ligeramente menos perfecto, pero las notas
pre se molesta en indicar en la partitura los cambios de pedal necesarios. A adquirían una suerte de «vello» debido a la vibraci6n simpática del resto de
falta de indicaciones, la forma más segura de determinar el uso del pedal es las cuerdas no amortiguadas, que puede ser extremadamente hermoso en un
reducir los «acordes» en la textura abierta a su·posición cerrada, tal y como se cantabile lento. Un tercer tipo de uso del pedal, relacionado con el anterior,
muestra en la segunda parte de los ejemplos anteriores. Así se comprobará sólo puede utilizarse después de un silencio. De acuerdo con esta técnica, se
cómo el uso del pedal coincide generalmente con los cambios de armonía. A pisa el pedal antes de pulsarse la nota, con resultados muy similares a los que
veces, por supuesto, deben tenerse en cuenta otros factores. En el Capricho se consiguen con el uso rítmico del pedal.
Problema.,; de los pia11i.stas 183
182 La interpretaci6n de los instrumentos de teclado
así, no será siempre el autógrafo el que nos proporcione el texto definitivo, 5. La nueva tablarura alemana para teclado, en uso en Alemania desde
ya que es posible que el compositor haya introducido cambios importantes finales del siglo XVI hasta finales del siglo XVIII. Todas las voces se re
al corregir las pruebas o que el manuscrito sea una copia de una versión autó presentaban con las letras del alfabeto (A a G, con diferentes tama
grafa posterior ya desaparecida. Por último, es posible que no se haya conserva ños de letra y/o signos diacríticos para indicar la octava deseada), y,
do ningún autógrafo (como sucede con las 555 Sonatas de Scarlatti), en cuyo donde fuera necesario, con símbolos rítmicos (por ejemplo, Orgel
caso el texto debe obtenerse de las primeras ediciones o copias manuscritas oder Instrument Tabulatur, 1571, de Ammerbach). Desde el punto de
disponibles. vista del impresor, este sistema era más sencillo que cualquiera de los
En todos los casos mencionados se requiere la intervención del editor con anteriores porque no incluía ni notas ni pentagramas y ocupaba poco
objeto de establecer el texto. No es tan evidente, pero también puede ser ne espacio. Bach lo utilizó para introducir una línea adicional . al pie de
cesaria su intervención para facilitarle al intérprete de hoy en día un texto algunas páginas del autógrafo de su Orgelbüchlein (1717-1723).
original legible, ya que cuanto más retrocedemos en el tiempo menos fami 6. La tablatura española para teclado, en uso en España en el siglo XVI.
liar nos resultará probablemente la notación. Por ejemplo, durante la época Aquí todas las voces se representaban con números y, donde fuera
preclásica éstos eran los seis sistemas de notación de la música para teclado necesario, con símbolos rítmicos. Los números utilizados eran bien
que se usaban en los diferentes países: del 1 al 42, que servían para representar el registro cromático del te
clado desde Do hasta !ali, con octava corta en el bajo (por ejemplo,
l. La notación mensura! en dos pentagramas. Este era el sistema que Declaración de instrumentos musicales, 1555, de Bermuda); bien del 1
más se aproximaba al que se utiliza en la acrualidad, aunque los pen al 7, que servían para representar la escala de notas blancas de Fa a
tagramas, sobre todo el superior, solían tener más de .cinco líneas. En Mi, con signos diacríticos para indicar la octava deseada, así como
Italia se conocía con el nombre de intavolatura. sostenidos y bemoles para mostrar las alteraciones cromáticas (por ej.
2. La notación mensura! en partitura abierta, esto es, con un pentagra Obras de música, 1578, de Cabezón).
ma de cinco líneas para cada una de las voces contrapuntisticas. De
nominada en Italia in partitura, resultaba especialmente útil para el Además de adecuar estos sistemas de notación poco familiares a la prácti
esrudiante porque ofrecía una imagen muy clara de la escritura a va . ca acrual, el editor suele verse obligado a introducir otros cambios para pro
rias voces (por ejemplo, Ilprimo libro dicapricci... [1624] de Fresco porcionar un texto fácilmente inteligible, ya que el intérprete medio se que
baldi y Die Kunst der Fuge [1752] de Bach). También tenía la ventaja daría perplejo con, por ejemplo, la costumbre de los siglos XVI y XVII de
de ser fácil de grabar o de preparar los tipos. colocar las claves de Sol, Fa y Do en la línea que resultara más conveniente.
3. La notación mensura! con cada una de las voces contrapuntisticas es Asimismo, podría quedar confundido ante el modo'en que incluso composi
crita o impresa en un libro aparte. Este sistema se utilizaba para tores tan poco exóticos como Mozart, Beethoven, Schubert y Chopin espe
obras pensadas per sonare con ogní sorte di stromenti, «para tocarse con ran o no que una alteración accidental siga teniendo vigencia en compases
cualquier tipo de instrumentos» (por ejemplo, Canzoni... [1608] de posteriores o en diferentes octavas . Este tipo de ajustes pueden hacerse gene
G. Gabrieli). Al intérprete de teclado le resultaba poco práctico por ralmente sin miedo a tergiversar las intenciones del compositor, aunque un
que le obligaba a escribir a mano la copia que necesitaba para inter .editor concienzudo diferenciará siempre claramente, bien tipográfica.mente,
pretar la obra, pero resultaba práctica tanto al editor como a los in bien por medio de notas texruales, entre lo que aparece realmente en la fuen
térpretes de un grupo. te original y lo que él mismo ha añadido o modificado.
4. La antigua tablatura alemana para teclado, en uso en Alemania du
rante los siglos X:V y XVI. Aquí la voz más aguda se escribía en nota
ción mensura! en una sola pauta que tenía de cinco a ocho líneas, Falsas interpretaciones y errores de imprenta
mientras que las demás voces se representaban por medio de las letras
del alfabeto (A a G, con diferentes tamaños de letra y/o signos diacrí Debe recordarse, no obstante, que hasta el editor más cuidadoso puede des
ticos para indicar la octava deseada) y, donde fuera necesario, con ' pistarse y que incluso las ediciones que se han preparado con las mejores in
símbolos rítmicos (por ej. el Buxheimer Orgelbuch, ca. 1575). tenciones pueden contener falsas interpretaciones, por no h�blar de los erro-
190 La interpretltCWn de los instrumentos de teclado
Problemas del editQr 191
11 Lecturas recomendadas 1
edición de Czerny de El clave bien temperado, pero no constituyen una base
satisfactoria sobre la que construir una interpretación auténtica. Lo mismo
puede predicarse de muchas otras ediciones que están plagadas de indicacio
nes editoriales arbitrarias.
Si el estudiante mantiene bien abiertos los ojos aprenderá a distinguir en
tre las ediciones buenas y malas. Hasta que pueda hacerlo, le resultarán útiles
las siguientes orientaciones:
Se recomienda completar esta bibliografía con la que figura aJ final de Luca. Chiantore, His
toria de la 'técnica pianlstica (Alianza Música, núm. 77), pp. 725-745, que es en gran medida com
1
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m_ _
Los siete libros de piezas para teclado publicados por Pierre At
do más antigua que se conoce. Escrito en la antigua tablatura alemana para teclado. .
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- XLII Suites de Pieces, 1739 (ed. T. Roseingvave), ed. Franzpeter Goebels; Moseler Cl.ement Matchetts Virgina! Book, 1612, ecl.. Thurston Dart; Stainer & Bel!; Londres
Verlag, Wolfenbütrel, 1985. 1957. '
Schmid, Bernard, hijo Curris, Alan, Dutch Keyboard Music of the 16th & 17th centuries: Monument Musica
- Tabulatur Buch, 1607 (! ª ed.); Broude, Nueva York. Impreso en la nueva tablatura Neerlandica, 3; Verenigi.ng voor Nederlan d:se Musiekgeschiedenis,. Amsterdam,
alemana para teclado. 1961. <?>ntiene � MS de Susanne van Soldt Integro, así como, al nos MSS de
gu
Schubert, Franz menor 1mportanoa.
- Esbozo sin terminar para el movimiento lenco de la Sonata en Re bemol, D.567 Dart, Thurston� y Moroney, Davitt, John BlowS A.nthology; Stainer &. Bell, Londres
(autógrafo): Harrow Replicas, I; Heffer, Cambridge, 1943. 1978. Contiene piezas de Froberger, Strungk, Fischer y Blow.
202 La interpretaci<in de UJs instrumentos de teclado Algunas ediciones modernas 203
Dawes, Frank, Early Keyboard Music, l; Schott, Londr es, 1951. Contiene las diez pie �cía, _1898-1907. _Titelouze, Raison, Marchand, Clérambault, Du Mage, Da
zas de Hugh Aston y anón. procedentes de la Biblioteca Británica, MS Royal A qwn, Gigault, de Gngny, Boyvin, Dandrieu, Guilain, Scherer, Lebégue.
pp. 58. Harpsichord Master, The [i], 1 697, ed. Robert Petre; Milburn & Fabcr, Wellington y
Diémer, Louis, Les Clavecinistes ftan;ais, 1-4; Durand, París [s.in fecha]. Una buena se Londres, 1980.
lección aunque demasiado editada, con realizaciones de ornamentos incorporadas Ife, Batry y Truby, Roy, Early Spanish Keyboard Music, 1-3; Oxford Univ. Press, 1986.
al texto. lntabolatura nova de varie sorte de balli, 15 51: reimpreso en su totalidad con el título
Dublin Virginal Manuscríp; The, ca. 1570, ed, John Ward; Schott, Londres, 1983, Intabolatura nova de balli, ed. W. Oxenbury y T. Dart; Stainet & Bel]' Londres'
(2ª ed.). 1965.
Early Tudor Organ Music, 1-2: 1, Music for the Office (Música para el Oficio), ed. Jeppesen, Knud, Balli antichi veneziani; Hansen, Copenhague, 1962. Contiene el MS
John Caldwell; 2, Music for the Mass (Música para la Misa), ed. Denis Stevens: Venecia, Bib. Marciana, MS !tal. iv. 1227 en su totalidad.
Early English Church Music, 6 y 10, Stainer & Bell, Londres, 1966/69. - Die Italienische O elmusik am Anfong des Ci uecento, 1-2; Hansen, Copenhague,
Elizabeth Rogers Virginal Book, 1 656, ed. J. F. Cofone; Dover, Nueva York, za ed. rev., · 1960 (2ª ed. atnphada).
rg_ nq
Incluye el Recerchari, motetti, canzoni (1523) de Mateo
1982. Anto�o Cavazzoni completo; seis piezas del Frottole intabu!ate de sonare organi
El!iott, Kenneth, Early Scottish Keyboard Music; Stainer & Bell, Londres, 1958. (Vene';1a, 1551) de Antonio Gardani; y ocho piezas del MS de Castell' Arquato.
Faenza Codex, ed. Dragan Plamenac, Corpus Mensurabilis Musicae, 57; American lnsti John Blows Anthowgy, ca. 1700, ed. Thurston Dan y Davitt Moron ; Stainer & Bell,
ey
tute ofMusicology, Nueva York, 1972. Londres, 1978. Obras de Frobergcr, Fischer, Strungk y Blow.
Farrenc, Aristide y Louise, Le Trésor des pianistes, 1-23; Prilipp, París, 1861-72. La an Johannes de Lu.blin, Tablature ofKeyboard Music, 1-6, ed. John R. White: CEKM, 6;
tología más. completa de música para teclado del siglo XVI hasta mediados del siglo Ametican Institute of Musicology; 1964-67. La mayor antología polaca de música
XIX. Reimpresión anunciada de Broude, Nueva York anngua pata el teclado. Véase asimismo Facsímiles.
Ferguson, Howard, Style and Interpretation, 1-6, 1, Early keyboard mbsic I (England & Kastner, Macario Santiago, Silva Ibérica, 1-2; Schott, Maguncia, 1954-65. Música es
France) (Música antigua para teclado I, Inglaterra y Francia); 2, Early keyboard pañola ara el teclado de los siglos XVI a X\IIII. Cravistas Portuguezes, 1�2; Schott,
�
music II (Italy &, Germany) (Música antigua pata teclado II, Italia y Alemania); 3, Maguncia, 1935/50. Música antigua pottuguesa pata el teclado.
Classical piano music (Música clásica para piano); 4, Romantic piano m usic (Músi Langley, Robín, Early English Organ Music, 1 y 2, Oxford Univ. Press, 1986. Veinticua
ca romántica para piano); 5, Keyboatd duets I (17th & 18th cenruries) (Piezas para tro piezas desde Redford hasta Purcell, sólo pata manuales.
piano a cuatto manos, siglos XVII y XVIII); 6, Keyboatd duets II (19th & 20th cen Lincoln, Hatry B., 17th Century Keyboard Music in the Chigi MSS of the ¼itican Li
turies) (Piezas para piano a cuatro manos II, siglos XIX y XX). Continuaciones de los brary, 1-3: CEKM, 32, Ametican lnstitute ofMusicology; 1968.
Volúmenes 1 y 2 de l os ttabajos anteriormente citados: Early English Keyboard Mu Lincoln, Stoddard, Five 18th Century Piano Sonatas; Oxford Univ. Pr ess Londres
' '
sic, 1-2; Early French Keyboard Music, ·1-2; Early Jtalian Keyboard Music, 1-2; Early 1 975.
German Keyboard Music, 1-2. Editados todos por Oxford Univ. Press, Londres, Maas, Mattha, English Pastime Music, 1630-1660; A-R Fditions, Madison, W1Sconsin,
1961-71. Dichos volúmenes contienen textos limpios, así como introducciones 1974. .
complecas y notas exhaustivas sobre interpretación. Recogen muchas de las piezas Marx, Hans Joachim, Tabulaturen des 16. Jahrhundert, 1-2: Schweizerische Musik
mencionadas en el presente libro. denkmaler, 6 & 7; Barenreiter, Basle, 1967. El primer vol en contiene los dos
um
Fischcr, Hans, y Oberdorffer, Fri Deutsche Klaviermusik des 17. und 18. Jahrhunderts,
tz,
MSS de Kotter íntegros, así como otros dos MSS menos conocidos. El segundo es
1-9; Vieweg, Bcrlin-Llchterfelde, 1960. Piezas relativamente sencillas. el Clemens Hor Tablature.
Fitzwilliam Virginal Book, The; 1-2, ed. J. A Fuller Maitland y W. Barclay Squire; Mewthesia, 1 673, ed. de Christopher Hogwood; Oxford Univ. Press, 1987.
Breitkopf & Harte!, Leipzig, 1899. La edición encuadernada en rústica de Dover, Merian �lhelm, D Tanz in den deutschen Tabulaturbüchern; Breitkopf & Harte!,
Nueva York, es excelente. La mayor antología inglesa de música para el virginal. Leipzig 1928. Re.un
':
preso por Olms, Hildesheim, 1968. Incluye 184 piezas de las
Fuller Maitland, J. A., The Contemporaries ofPurcell, 1-7; Chester, Londres, 1921-22. tablaruras de Kotter, Ammcrbach, Schmid padre e hijo, Paix, Loffelhol Normi
ger y Mateschall.
tz,
Una buena selección de Blow, Clatk y Croft, entre ottos, aunque demasiado edita
do con realizaciones de ornamentos incorporadas al texto. Mulliner Book, The, ed. Denis Stevens: Musica Brita�nica, -. l; Stainer & Bell, Londres,
Gervers; Hilda, English Court & Country Dances ofthe Early Baroque: CEKJ,,1, 44; Ame 1951. The Mulliner Book: a Commentary del mismo autor y editor se publicó
rican Institute ofMusicology; Hiinssler Verlag, 1982. aparte.
Golos, J., y Sutkowski, A., Keyboard Music ftom Polish Manuscripts, 1-4; CEKJ,,1, 1 O; Musiclcr Hand-maide, 1 663, ed. Thurston Dan; Stainer & Bel], Londres, 1970,
American Institute, ofMusicology, 1965-67. · usicks Hand-maid, The Second Part of, 1689, ed. Thurston Dart; �tainer & Bell, Lon
M
Guilmant, Alexander, Archives des maitres d'orgue des 16e-18e siecles, 1-1 O; Schott, Ma- dres, 1962 (2ª ed.).
204 La inter¡n·etación de los in.strumentos de teclado Algunas ediciones modernas 205
Noske, Fries, Klavierboek van Anna Maria van EyL· Monumenta Musica Neerlandica, 2; Bach, Johann Christian, 1735-82
Vereniging voor Nederlandse Musiekgeschiedenis, Amsrerdam, 1959. - Twelve Sonatas, ed. Christopher Hogwood. Veánse también Facsímiles.
Oesterle,' Louis, Early Keyboard Music, 1-2; Schirmer, Nueva York, 1932. Una buena Bach, Johann Sebastian, 1 685-1750
selección de piezas desde Byrd hasta Scarlatti. No obstante, los textos están sobre - Neue Bach-Ausgabe; Barenreiter, Kassel, 1954- (Se anuncian 86 volúmenes, de los
editados y no son muy fiables. cuales la Serie V recogerá. las obras para teclado.)
Parthenia, 1612/13, ed. Thutsron Dart; Stainet & Bel!, Londtes, 1960. 21 piezas de - Bachgese!lschaftAusgabe, !-46; Breitkopf & Hartel, Leipzig, 1851-1900. Las obras
Byrd, Bull y Gibbons: 'The fust musid« that euer w.,s printed for the virginalls' para teclado están en los volúmenes 3, 13/2, 14, 36, 42 y 45. Reimpresiones mo
('La primera música jamás impresa para el virginal'). Véase también Facsímiles. dernas en tamaño normal: Edwards, Ann Arbor; ligeramente reducidas: Gregg,
Parthenia In-Vio/ata, ca. 1620-29 (1 ª ed.), ed. Thurston Dart y otros; New York Public Farnborough; 5\ X 7 pulgadas: Lea Pocket Seores, Nueva York.
Library, Nueva York, 1961. 20 piezas inglesas para el virginal y viola da gamba, - Otras numerosas ediciones, de las cuales las siguientes son especialmente útiles:
siendo opcional este último instrumento. Véase también Facsímiles. - Kla.vierwerke, I-7, ed. Hans Bischoff, Steingraber, Leipzig, 1880-88. Reimpreso en
Seiffert, Max, Organum, Reihe IV: Orgelmusik, 1-22; Reihe V: Kla,vier-musik, 1-10; parte por Kalmus, Nueva York. &ta era la mejor edición del siglo XIX con dife
Leipzig, 1925-26. rencia.
Stevens, Denis, Altenglische Orgelmusik; Barenrciter, Kassel, 1954. - Goldberg Variations, BWV 998, ed. Kenneth Gilbert; Salabert, París, 1979
Tagliapietra, Gino, A:ntologia de musica antica e moderna per pianoforte, 1-18; Ricordi, - lnventions andSinfonúts, BWV 772-801, ed. Richard Jones; Associated Board, Lon-
Milán, 1931-33. La más completa después de Farrenc. No obstante, muchos de los dtes, 1984.
textos están sobreeditados y son poco fiables. - French Suites, BWV 812-817, ed. Richard Jones; Associated Board, Londtes, 1981.
Tisdales Virginal Book, ca. 1600, ed. Alan Brown; Stainer & Bel!, Londtes, 1966. - Partitas, BWV 825-830, ed. RichardJones; Associated Board, Londtes, 1981.
Torchi, Luigi, L'Arte musical, in Italia, 1-7; Ricordi, Milán, 1897-1907. Las obras para - Forty-Eight Preludes and Fugues, ed. Donald Francis Tovey; Associated Board, Lon-
teclado están en el tercer volwnen. :
dtes, 1924. Incluye unas notas muy valiosas sobre cada una de las obras.
Venegas de Henestrosa, Luis, Libro de cifra nueva para tecla, a,pa y vihuela, 1557, e.
- The 'Goldberg' Variations, ed. Ralph Kirkpatrick; Schirmer, Nueva York, 1938. Tie-
Higini Angles: Monumentos de la Música Española, 2 ('La música en la corte de
ne un prefacio de gran interés.
Carlos V'); Instituto Español de Musicología, Barcelona, 1965. La antología espa
- Véanse también Facsímiles.
ñola más extensa de música antigua para teclado, que incluye unas 40 piezas de An
Bach, Wtlhelm Friedemann, 1710-84
tonio [de Cabezón].
- [8) Fugen & [12] Polonaise, ed. Walter Niemann; Peters, Leipzig, 1914. Demasiado
sobreeditado.
Compositores - [9) Sonaten, 1-3, ed. Friedrich Blurne; Nagel, Kassel, 1930/32/40.
- [9) Klavieifantasien, ed. Peter Schleuning; Schotr, Maguncia, 1972.
Ammerbach, Elias Nícofaus, ca. 1530-97 - 12 Polonaise, ed. Richard Jones; Associated Board, Londtes, 1987.
- Orgel oder lnstrument Tabulaturbuch (1571/83), ed. Charles Jacobs; Oxford Univ. Balbastre, Claude, 1729-99
Press, ,984. - Pieces de clavecín, ed. Alan Curtis; Heugel, París, 1972.
Antegnati, Gostanzo, 1549-1624 Beethoven, Ludwig van, 1770-1827
- L' Antegnata lntavolatura de Ricercari d'Organo, 1 608, ed.' Wtlli Apel: CEPM, 9; - Wérke, ed. bajo los auspicios del Beethoven-Archiv, Bonn; Henle, Múnich 1961.
American Institute ofMusicology, 1965. (Las obras para piano solo están en el Abt. VIII.)
Ame, Thomas.Augustine, 1710-78 - Werke, 1-32; Breitkopf & Hartel, Leipzig, 1862-90. Las obras para piano solo están
- Eight.keyboard Sonatas, ed. Christopher Hogwood; Faber, Londtes, 1983. en los volúmenes 20-23 y 32; las obras para piano a cuatro manos están en el volu
Bach, Car! Philipp 'Enianuel, 1714-88 men 13. Reimpresiones modernas, tamaño normal: Edwards, Ann Arbor; JO X 15
- Sonaten,freien Fantasien undRondasfor Kenner und Liebhaber, !-6, W. 55-59.y 61, , pulgadas y 5¡ X 7 pulgadas: Kalmus, Nueva York.
ed, Car! Krebs; Breitkopf & Har<el, Lcipzig, 1895. Reimpresos en 1953. - Otras numerosas ediciones, de las cuales las siguientes son especialmente útiles;
- [6) 'Württembergischen' Sonaten, 1-2, W. 49, ed. RudolfSteglich; Nagel, Hannover, - Sonatas, 1-3, ed. Donald Francis Tovey; Associated Board, Londtes, 1931. Incluye
1928. unas notas muy valiosas sobre 'cada una de las obras. A Companion to Beethoven's
- [6) 'Preussischen' Sonaten, 1-2, W. 48, ,ed. Rudolf Steglich; Nagel, Hannover, 1928. Pianoforte Sonatas del mismo autor y editor, publicado por separado, contiene aná-
- Sechs Sonaten (del, Versuch über die wahre Art das Clavier zu spielen), ed. Howard lisis compás por compás. .,
Ferguson, Selected Keyboard Work, iv; Associated Board, Londtes, 1 983. - Klavierstücke, ed. Orto von Irmer; Henle, Múnich, 1950.
206 La interpret1tci6n de los instrumentos de tedado Algunas ediciones modernas 207
- Bagatelles, ed. Howard Ferguson; Associated Board, Londres, 1 986. - Obras de músicapara tecla, arpa y vihuela, 1-3, ed. Higini Angles: Monumentos de la
- Variationen far I<Javier, 1-2, ed. Joseph Schmidt-Georg; Henle, Múnich, 1961. Música Española, 27-29; Instituto Español de Musicología, Barcelona, 1966.
Véanse también los Facsímiles. - Véanse Antologías, Venegas. .· 1 1
- Monatliche Klavier-Früchte, ed. Albert Küster, Wolfenbüttel, 1928-29. Kindermann, Johann Erasmus, 1616-55
Grazioli, Giovanni Battista, ca. I 750-ca. 1820. - A:usgewü.hlte Werke, 1-2, ed. F. Schreiber y B. A Wallner: Denkmiiler der Tonkunst in
- Dodici sonate per cebalo, ed. Ruggiero Gerlin: / classici musicali italiani, 12; Milán, Bayern, 21 y 24; Breitkopf & Harte!, Leipzig, 1913. Reimpreso en 1968.
1943. Kotter, Hans, ca. 1485-1541
Grieg, Edward, 1843-1907 - Véanse Antologías, Marx y Merian.
- Complete Piano W0rks, 1-3; Peters, Leipzig [sin feeba]. Krebs, Johann Ludwig, 1712-80
Handel, George Frideric, 1 684-1759 - Klavierübung, ed. Kurt Soldan; Peters, Leipzig, 1937.
- Klavierwerke, I-4, ed. R. Steglich, P. Northway, y T. Best; Barenreiter, Kassel, - 6Preludes, ed. Jgor Kipnis; Oxford Univ. Press, Nueva York, 1985.
1955/75. Krieger, Johann, 1651-1735
- Piecesfar Harpsichord, 1-2 [el MSS Aylesford], ed. W Barclay Squire y J.A Fuller - Gesammelte Werkefar Klavier und Orge4 ed.. Max Seiffert; Denkmü.ler der Tonkunst
Maitland; Schott, Londres, 1928. in Bayern, 30; Breitkopf & Harte!, Leipzig, 1917. Reimpreso en 1968.
- 8 Great Suites, ed. Richard Jones; Associated Board, Londres, 1984-5. Kuhnau, Johann, 1 660-1722
- Selected Keyboard W0rks, . 1-4, ed. Richard Jones; Associated Board, Londres, 1984-5. - Klavierwerke, ed. Car! Pasler: Denkmiiler deutscher Tonkunst, 4; Breitkopf & Harte!,
Hasse, Johann Adolf, 1699-1783 · Leipzig, 1901. Reimpreso en 1958.
- Claviersonaten, ed. Richard England.;,; Leipzig, 1930. - Six Biblical Sonatas, ed. Kurt Stone; Broude, Nueva York, 1953.
Hassler, Hans Leo, 1564-1612 Lebegue, Nicolas, 1631-1702
- CEuvres de clavecín, ed. Norbert Dufourcq; Oiseau-Lyre, Mónaco, 1956.
- W.rkefar Orgel und Klavier, ed. Adolf Sandberger: Denkmii.ler der Tonkunst in Ba
Le Roux, Gaspard, ca. 1660-1707
yern, 412; Breitkopf & Harte!, Leipzig, 1903. Reimpreso en el año 1 968. - Piecesfor Harpsichord, ed. Albert Fuller; Alpeg, Nueva York, 1959.
Havingha, Gerhardus, 1 696-1753. Liscz, Franz, 181 1-86
- Werken voor 9la.vicimbel, ed. Joseph Wacdet: Monumenta lvfusica Belgicae, 7; Ber· - Complete 'Wórks; Barenreiter, Kassel, 1970. Las obras para piano solo se encuentran
chem y Amberes, 195 l. en la Serie J.
Haydn, Joseph, 1732-1809 - Gesammelte Werke, 1-34, ed. bajo los auspicios del Franz Liszt Stiftung; Breitkopf
- Werke, ed. bajo los auspicios del Joseph Haydn-lnstitute, Colonia; Henle, Múnich, & Harte!, Leipzig, 1901-3. (Las obras para piano solo, no complecas del todo, es
1960. Las Sonatas para Piano, 1-3, ed. Georg Feder, están en Reihe XVIII. tán en la Serie 11.) Reimpresión en tamaño ligeramente reducido de Gregg, Farnbo
- Siimtliche Klaviersonaten, 1-4, ed. Chrisca Landon; Wiencr Urtext -Ed., Viena, rough, 1 966.
1964. - Liszt Society Publications, 1-5; Schott, Londres [sin feeba] . Dichos volúmenes con
- Klav'ierstücke, ed. Franz Eibner y Gerschon Jarecki; Wiener Urtext Ed., Vien�, tienen algunas de las obras menos conocidas.
1975. Loe!«, Matthew, ca. 1630-77
- Flotenuhrstücke, ed. Ernst Fricz Schmid; Nagel, Hannover, 1931. Treinta y dos pie - Keyboard Suites i Organ Voluntaries, ed. Thurston Dan; Stainer & Bcll, Londres,
zas para reloj mecánico.' 1959/57. Estos dos volúmenes contienen las obras para teclado completas.
Helmonc, Charles Joseph van, 1714-90 - Véanse asimismo Facsímiles y Antologías, Melothesia.
- Werken voor Orgel en Clavicimbel, ed. Joseph Watdet: Monumenta Musica Belgicae, Loeillet, Jean Bapriste, 1 680-1730
,. · - Werken voor Clavicimbel, ed. Joseph Watelet: Monumenta Musica Belgicae, 1; Ber-
6; Berchem y Amberes, 1948.
Hurlebusch, Conrad Friedrich, 1 696-1765 chem y Amberes, 1 932.
- Compositioni musicali per il cembalo, ed. Max Seiffert: Monumenta MusU:a Neerlan- Loffelholtz, Christhof, siglo XVI
dica, 32; Vereniging. voor Nederlandse Musiekgeschiedenis, Amsterdam, 1912. - Véanse Antologías, Merian.
Ileborgh, Adam, ¿-? Lübeck, Vincent, 1654-1740
- Clavierübung, ed.. H. Trede; Peters, Leipzig (1950].
- Véanse Facsímiles. Véanse asimismo Antologías, Apel.
Lublin, Johannes de
Jacquet de la Guerre, Elizabeth, ca. 1 664-1729
- Véanse Facsímiles y Antologías, Johannes de.
- Pieces de clavecín, ed. Caro! Henry Bates; Heugel, París, 1986.
Manfredini, Vmcenzo, 1737-99
Kerll, Johann Kaspar, 1627-93 - 6 Sonateper Clavicembalo, ed. Anna Maria Pemafelli; Zerboni, Milán, 1975.
- Ausgewiihlte W.rke, 1 , ed. Adolf Sandberger: Denkmiiler der Tonkunst in Bayern, Marcello, Benedetto, 1 686-1739 •
2/2; Breitkopf & Harte!, Leipzig, 190 l. Reimpreso en el año 1968. - [12] Sonatespour le clavecín, ed. L. Sgrizzi y L. Bianconi; Heugel, París, 1971 .
212 La interpretación de los insb·umentos de tecl.ado Algzmns ediCU)Tles modernas 213
Índice analítico
Musicology, 1968-69.
Storace, Bernardo, ¿-?
- Selva di varíe compositúmi d'intavolatura per címbalo ed organo, 1644, ed. Barton
Hudson: CEKA1, 7; American Institute ofMusicology, 1965.
Scrozzi, Gregorio, fallecido ca. 1 687
- Capricci da sonare cembali et organi, 1687, ed. Barton Hudson: CEJavf, 1 1 ; Ameri
can lnstitute ofMusicology, 1967.
Sweelinck, Jan Piet=oon, 1 562-1621
- Opera Omnia, 1: Keyboard Wórks, facs. 1-3, ed. G. Leonhardt, A. Annegarn y
F. Noske; Vereniging voor Nederlandse Musiekgeschiedenis, Amsterdarn, 1968.
Tallis, Thomas, ca. 1505-1585
- Complete KeyboardWórks, ed. Denis Stevens; Hinrichsen, Londres, 1953.
Telernann, Georg Philipp, 1 681-1767
- [6} Fugues lége?'es et petits jeux, ca. 1730, ed. Marcin Lange; Barenreiter, Kassel,
1929.
- XX kleine Fugen, 1731, en Orgelwerke, 2, ed. Traugotr Fedke; Barenreiter, Kassel,
1964.
- [36] Fantaisies pour le clavecín, ca. 1740, ed. Max Seiffert; B:irenreiter, Kassel, Accent (orna.mento) Diruta (accento) 144-145
1935. Rcimpreso por Broude, Nueva York. en J. S. Bach 127, 129 Francia 151, 156
- VI Ouvertüren, ca. 1745, . ed. Hugo Ruf, Schott, Maguncia, 1967. Accidentales Frescobaldi (accento) 144-145, 147
Tisdall, Wtlliam, ¿-? omisión de 190 Geminiani 147
- Complete Keyboard Wórks, ed. Howard Ferguson; Stainer & Bell, Londres, 1970 Afinación de octava cona 20-22 Haendel 131
(2.• ed.). Air 42 Inglaterra 157-165
Tomkins, Thomas, 1572-1656 Allemande 42, 56 Italia 143-146, 147-149
- Keyboard Music, ed. Stephen Tuttle: Musica Britannica, 5; Stainer & Bell, Londres, (véase tambien Alman[d]) Liszt 139
1955. repeticiones en ChambonniCres . 44-45 Locke 161-162
Valente, Antonio, ¿-? tempo de las 56, · 57 G. Muffat_l32 .
Alman(d) 40, 42 prellldios no medidos 38-40
- Intavoh:tura de Cimba!,,, 1 576, ed. Charles Jacobs; Clarendon Press, Oxford, 1973. AJ.ternatim, interpretación 30 Purcell {forefall, backfa/l) 162-164
Weber, Car! Maria von, 1,786-1826 Anunerbach, Ellas Nicolaus Rameau (port de voixy coulez) 151, 156
- Siimtliche Werke [para piano] , 1-3, ed. L. Kohler y A. Ruthardt; Peters, Leipzig [sin digitación 83-85 D. Scarlatti 148
fecha]. Mordant 128 Simpson (beat, backjall) 158
Weckmann, Mattias, 1619-74 Nueva tablacura alemana para teclado virginalistas 157-161
- G.esammelte W.rke, ed. Gerhard Ilgner: Das Erbe deutscher Musik, Ser. 2/4; Bruns- 188 Arnault de Zwolle, Henri 16, 20
wick, 1942. Orgel oder lnstrument Tabulatur 84, 126, Arplgement 154, 155, 157
Weelkes, Thomas, fuJ!ecido en 1623 189 (véase también Arpegio)
- Piecesfar Keyed lnstruments, ed. Margaret H. Glyn; Stainer & Bell, Londres, 1924 Apagadores 16-19, 22, 24 Arpegio y Arpegiando
Zachau, Freidrich Wtlhelm, 1 663-1712 Apoyatura Alemania: Clasicismo 136
Alemania 126, 127, 134, 136-139 J. S. Bach 130
- Gesammelte Werke, 1-2, ed. Max Seiffert: Denkmiiler deutscher Tonkunst, 21 y 22; J. S. Bach (accent) 127, 129 Chambonnieres (arplgement) 154-157
Breitkopf & Harte!, Leipzig, 1905. Reimpreso en 1958. Brahms 139 Chopin 141
Zipoli, Domenico, 1688-1726 Chambonnieres (port de voix) 151, 154 F. Couperin (arplgement) 153, 156
- Orgel-and Cembal,,werke, 1-2, ed. Luigi Fernando Tagliavini; Müller, Heidelberg, Chopin 141 . D'Anglebert (arpegement) 154, 157
1959. Las obras para clave están en el segundo volumen. F. Couperin (portde voix) 151, 156 Frescobaldi 32-34.
D'Anglebert (cheute) 151, 156 Haydn 136
218 La interpretación de las ñutrnmentQs de teclado Índice nl:fabético 219
Mozart 136 El clave bien temperado, Lib. I, Re ma Bebung 94-95 Blitheman, Wtlliam
Purcell (battery) 162-165 yor 101-102 glissando 94, 170 Christe qui lux 29
Rameau (arpegement) 153, 156 El clave bien temperado, Lib. II, Sol indicaciones de scaccato 76-77 Blow, John
Romanticismo 140-142 sostenido menor 28 ligaduras 78 Gavott73
D. Scarlatci 148 El clave bien temperado, Lib. II, Si me modos 122 Bourrée42
Arreglos de canciones e imitaciones 25, 31-32 nor 28 pedal 177-179 parejas 41, 45
Mendelssohn 52 Fuga sobre un tema de Albinoni, rubato 63 Brahms, Johannes
Articulación 67, 71-79 BWV 951 97 tempo, constante 59 apoyatura 139
y digitación 81-91 Fughetta en Do mayor, BWV 870a obras: digitación 95-96
Aspiration 154, 157 87-88 Bagatelas, op. Jl9 77 edición de una obra de Couperin, errores
Attaingnanc, Pierre Klavierbüchlein vor Wilhelm Friede- Bagatela· en Mi bemol mayor, op. 126 190
ornamentos escritos en detalle 150 mann Bach 127 núm. 3 78, 178 notación binaria para ritmos ternarios
Aurnentación 26, 27, 54 Obertura francesa, BWV 831 32, 102 Concierto núm. 2 en Si bemol mayor, !12
Orgelbüchlein 188 op. 13 178 pedal 181
Bach, Cad Philipp Emanuel Parti.ta núm. 2 en Do menor 100 Concierto núm. 3 en Do memJr, op. 37 rubato 63
digitación 87, 91-92 Prutita núm. 6 en Mi menor 105, 1 10 183 obras:
ornamentos 28, 130-132 Pasión de San Mateo 31 Variaciones Diabelli, op. 120 51 Balada en Re menor, op. 1 O núm. 1
rubato 61 Praeambulum, BWV 930 92 Sonata en Do mayor, op. 2 núm. 3 139
Schneller 128, 130 Sonata para violín y clave en Do me 183-184 Capricho en Do mayor, op. 76 núm.
trinos 128-130 nor 105 Sonata en Mi bemol mayor, op. 7 50, 8 96, 180-181
Versuch über die wahre Art dos Clavier zu Suite francesa núm. 4 en Mi bemol 77 Co ncierto para piano núm. 2 en Si
spielen 87, 91-92, 131 mayor 74, 103-104 Sonata en Re mayor, op. 1O núm. 3 184 bemol mayor, op. 83 112
obras: Suite inglesa núm. 1 en La mayor 45 Sonata en Si bemol mayor, op. 22 134 Rapsodia en Mi bemol mayor, op. 1 19
Sechs Sonaten (del Versuch) 91 Suite inglesa núm. 2 en La menor 45 Sonata en Do sostenido menor, op. 17 núrn. 4 96
Bach, Johann Christian Suite inglesa núm. 3 en Sol menor 45 núm. 2 177 Branle 40
y el fortepiano 23 Variaciones Goldberg 26, 47 Sonata en Re menor, op. 31 núm. 2 Breitkopf & Hartel
Bach, Johann Sebascian Bach, Wtlhelm Friedemann 178, 185 ediciones corregidas 191
articulación 74 rubato 63 Sonata en Do Mayor, op. 53 59, 94, Broadwood, Thomas 23
digitación 87, 91-92 Clavierbüchlein vor W.EB. 127 170 Buchner, Johannes
forma ritornello 32-33, 44, 172 Backfall Sonata en Fa menor, op. 57 59 digitación 84
fortepiano 23 (véase también Apoyatura) Sonata en Fa sostenido mayor, op. 78 50 Quem tg-ra, pontus 84
notación binaria para ritmos ternarios Locke 161-162 Sonata en La mayor, op. 101 183-184 Bull, John
103-112 Purcell 162-163 Sonata en Si bemol mayor, op. 106 digitación 85
notes inégales 1 18 Simpson 158-159 184 Pavana: St Thomas, wake! 55
Nueva tablatura alemana para teclado Bartók, Béla Sonata en La bemol mayor, op.110 78 Preludium 85
189 presentación autógrafa 182 Sonata en Do menor, op. 111 95 Ut, re, mi fa, sol la 46
ornamentos 127-131 Battery Sonata enpara violín ypiano La menor, Buxheim Organ Book
partitura abierta 188 (véase también Arpegio) op. 37183 antigua cablatura alemana para teclado
prdudios bipartitos 41-42 Purcell 162-164 Sonata para violonchelo y piano en La 188
puntillos de valor variable 101-102 Beat (ornamento) mayor, op. 63 95 ornamentos 125-126
obras: (véase también Mordente) Bermudo, Juan preludios 33
Applicacio, BWV 994 87 Geminiani 165 Declaración de instrumentos musicales 189 Buxcehude, Diderik.
Capricho en Si bemol, BWV 992 46 Locke 161 tablarura española para piano 189 Variaciones sobre <(Auf meinen lieben
Concierto (violín, La menor; clave, Mace 163 Bevin, Edward Goce» 31
Sol menor) 117 Purcell 162-165 ornamentos 158 Byrd, Williarn
Concierto Italiano 32, 172 Simpson 158-159 Bipartita, forma 41, 48, 50 Gallardo (Parthenia) 68
Die Kumtder Fuge 188 Bebung 17 Bischoff, Dr. Hans Pavana: The Earle o/Salisbury 71
El clave bien temperado, Lib. I, Fa me en Beethoven 94-95 Edición de las obras para teclado de Bach Pavana; Canon 2 in 1 26
nor 74 Beethoven, Ludwig van, 191 piezas de batalla 46
220 La interpretación de los instrumentos de teclado Índice alfabético 221
Cabezón, Antonio de Nocturno en Fa mayor, op. 15 núm. 1 ornamentos 153, 155-157 modelos del bajo 41-42
glosas 143 141 preludios, libres y estrictos 35 parejas, contrastadas 40
modos 121-122 Nocturno en Sol menor, op. 37 núm. rubato (= notes inégales) 61 parejas, idénticas 44-45
nqtes inégales I 13 1 141 obras: parties 45
Obras de música 189 Nocturno en Do menor, op. 48 núm. L'Art de wucher le clavecín 35, 88-89, petite reprise 44
quiebro 144 1 111 156 reprise 44
tablatura española para piano 189 Nocturno en F a sostenido menor, op. L'Epineuse 45 suite 45
Caccini, Guilio 48 núm. 2 141 Les Tours de Passe-passe l 90 tempo constante 34-35, 43
notes inégales I 13 Mazurka en La bemol mayor, op. 24 Les Tricoteuses 46 Daquin, Louis Claude
Nouve Musiche 113 núm. 2 61 Ordre243 port de voix 156
Cadence (ornamento) 129, 152, 154-155, Mazurka en Do sostenido menor, op. Passacaille 47, 99 Debussy, Claude Achille
156-157 50 núm. 3 60, 180 Couperin, Louis pedal 180
(véanse también Trino y Grupeto) Choquel, H.L 56 grupos anacrúsicos acortados 103 Toccata 33
Cancrizans 26 Cbriscofori, Bartolomeo 23 ornamentación improvisada 157 Décidé 1 15
Canon 25-26 Clave 13, 16-18, 22, 167-168 preludios no medidos 35-40 Détaché l!5
Variaciones Goldbergde Bach 26 Clavecín y Clavicembalo obras: Digitación 81-98
Pavana: Canon 2 in 1 de Byrd 26 (veáse Clave) Passacaille en Do l 03 articulación 81-91
Cantus fumus 28, 30, 46 Clavicordio 13, 17-18, 22, 167-168 Preludio en La menor 36-37 dedos i(buenos» y «malos» 82-91
Canzon(a) 26 Clementi, Muzio Courante y Corrente 42, 45 digitación moderna 91-96
Canzona francese 26 fortepiano 23 (véase también Corant[o]) digitaciones antiguas 81-91
Capricho 44 ornamentación 132 tempo de 56-57 digitaciones antiguas, tabla de 83
op. 76 núm. 8 de Brahms 96, 180- registro del teclado 184 Custos 44 elección de 96-98
181 obras: Czerny, Car! indieación 98
Cersne, Fberhard.t 18 Art ofplaying thepianoforte 132 Clave bien temperado de Bach editado compositores:
Chacona46 Sonata en Re mayor, op. 1 O núm. 2 por 192 Ammerbach 83-85
Chambonnieres, Jacques Champion de 184 trinos 137 C. P. E. Bach 92-93
ornamentación complementaria 157 Clos 40-41 obras: J. S. Bach 83, 87, 92-93
ornamentos 151, 155-157 Concertino 32 , Complete theoretical andpractica! pia Beethoven 94-95
repeticiones 44-45 Convenciones rítmicas noforte school 137 Brahms 95-96
obras: (véanse también Notación binaria para Die Kunst des ¼rtrags 94 Buchner 83-84
Allemand 45 ritmos.ternarios, Couler, Lourer, Notes Toccata33 Bull 95
Lespi'eces de clauessin 151 inégales, Piquer, Pointer, Grupos ana Chopin 95
Zarabanda: O beau jardin 44 crúsicos acortados, Puntillos de valor Dance Basse 40 Couperin 83, 88-89, 98
Cheute 151-152, 157 variable) Dandrieu, Jean Franc;ois Diruta 83, 90
(véase también Apoyatura) Cocales 25, 30-31 preludios no medidos 35 Gibbons 85-86
Choice Collection ofAyres, A Ach Herr, mich armen Sünder 30 D'Anglebert, Jean Henry Haydn 94
ornamentos 162 Aufmeinen lieben Gott 31 ornamentos 151, 152, 157 Liszt 95
Chopin, Frederic Corant(o) 40 repeticiones en los doubles 45 Rameau 93-95
arpegio con apoyatura 140-141 (véase también Courante) Danzas 25, 40-46 D. Searlatti 93
arpegios, nocas pequeñas 140-141 Couli (ornamento) 153-154, 157 (véanse también Allemande = Alman, Scheidemann 83
digitación 95 (véase también Slide) Air, Dance Basse, Bourrée, Branle, Co Sweelinek 83, 86
Mazurka, tempos 60-61 Couler (notes inégales) 114-117 ranto = Corrente = Courante, Escam Virginalistas 83
modos 122 Couperin, Franc;ois pie, Gallarda, Gavota, Giga = Jig, In Diminutio 126
notación binaria para ritmos ternarios articulación 73 glesa, Lourer, Minueto, Nachtanz, (véase también Divisiones)
111 digicación 88-89, 98 Passamezzo, Passpied, Pavana, Polone Dinámiea 171-176
pedal 180 disposición del teclado y dinámica 171- sa, Salcarello, Tanz, Zarabanda) arreglos corales 31
obras: 172 J.ubles 43-44 arreglos el.e canto llano 29
Estudio en La menor, op. 1 O núm. 2 infrautilización del puntillo 99 galanteries 44 consonancia = relajación 171-172
95 mesuré35 hemiolia43, 70 de inflexión 171-172
222 La interpretación de los instrumentos de tecla.do Índice alfabético 223
Sonata en Mi mayor, Hob. XVl/22 51 Sonata en Si menor 52 Mordente Notación binaria para ritmos ternarios 103-
Sonata en Sol mayor, Hob. XVIJ40 51 Locke, Matthew Alemania: Clasicismo 132-136 112
Sonata en Do mayor, Hob. XVI/50 Melothesia 161-162 Ammerbach (mordant) 126 J. S. Bach 103-111
176, 183 ornamentos 161-162 J. S. Bach (mordant) 127-128, 129 Brahms 112
Variaciones en Fa menor, Hob. Loulié, Etienne Cabezón (quiebro) 143-144 Chopin 1 1 1
XVU/6 51 notes inégales 114-115 Chambonnieres (pincement) 152, 156 Froberger 106-109
Hemiolia 43, 70 Eléments 1 14 F. Couperin (pincé) 153, 156 Schuberc 1 1 1
Hexacordo 46 Lourer 113-116 D'Anglebert (pincé) 152, 156 Schumann l l l
Hompipe56 Diruta (tremoletto) 144-145 Notación mensura!
Humfrey, Pelham Manicorrio España: época preclásica 142-145 dos pentagramas 188
notes inégales 1 16 (véase Clavicordio) Geminiani (beat) 147-148 libro manual 188
Hummd, Johann Nepomuk Manuales o teclados, clave 18-19 Haendel 131 partitura abierta 188
trinos 137-138 cambio de32, 171-172 L. Mozarc (= grupeto) 132, 136 Notes inégales 112-118
Escudas de Piano 137 Manuales o ccclados, órgano 13-15, 22-23 G. Muffi.t 132 C. P. E. Bach 1 17
Hydraulis 13 Marpurg, Friedrich Wtlhelm Purcell (beat) 162-165 J. S. Bach 1 17
Schneller 130 Rameau (pincé) 153, 156-157 Cabezón 1 13
In Nomine28 Marquél15 Romanticismo 136-137 Caccini 113-114
Indicaciones de pausa Marteli 115 Tomás de Sancta Maria (quiebro) 142-145 Frescobaldi 34-35, 114
en los corales 31 Martinete 19 Virglnalistas 155-156 Humfrey 116
Inglesa 42 Mendelssohn, Felix Mozarc, Leopold Loulié 114
Instrumentos 13-24 arpegios de notas pequeñas 141 mordente (= grupeto) 133, 136 G. Muffi.t 117
(véanse también Clave, Clavicordio, Es rubato 63 :
ornamentos 132 Purcell 117
caque, Espineta, Fortipiano, Hydrau obras: rubaco 61 Quantz 117
lis, Órgano, Pianoforte, Organecto, Canciones sin palabras 140-141 Versuch einer gründlichen Violinschule Saint-Lamberc 1 14
Positivo, Realejo, Vu:ginal) Canción sin palabras, op. 62 núm. 5 132 Tomás de Sancta María 113
Jntavolatura l 88 141 Mozarc, Wolfgang Amadeus Tosi 114
Inversión 26, 27 Canción sin palabras, op 62 núm. 6 indicación de arpegio 136,
141 indicaciones de staccato 75, 77 Obertura francesa 43, 102
Klavicimbel Mersenne, Martin 55 ligaduras 79 de Bach 32, 102
(véase Clave) Mesuré35 pedal 177 Obras en estilo de motete 25-27
Kuhnau, Johann Metrónomo 63-65 pulsación tenuta 79 Órgano 13:15
Frische Früchte oder sieben Suonaten 47 en la música de Beethoven 63-65 registro del teclado 183-184 (véanse también Hydraulis, Organetto,
Suonata Quarta 31 en la música de Schumann 63-65 rubaco 61 Positivo, Realejo)
Minueto (= Menuet) 42 obras: barroco 14
La Chapelle, J. A. 56 y Trío 45, 48, 50 Fantasía en Re menor, K 397 79 de cámara 14
r; Afftlard, Michd 56 tempo de 56-57 Sonata en Si bemol mayor, K 333 51 de iglesia 14
Libros manuales 187-188 MM = Metrónomo de Maelzel Sonata en Do mayor, K 545 50 medieval 13-14
Ligadura {ornamento) (véase Metrónomo) Muffi.t, Georg Órgano de agua
(véase también Slide) Modos o i<TonoS>> 121-124 Apparatus musico-organisaticus 132 (véase Hydraulis)
Purcell 162-165 Beethoven 122 Florilegí.um I 1 17 Ornamentos 123-165
Ligaduras 78-79 Bull 121-122 notes inégales 1 17 (véanse también Apoyatura, Arpegio, Di
en los preludios no medidos 38-40 Cabezón 121-122 ornamentos 132 visiones, Háckchen, Mordente, Nachs
indicación en Couperin 75 el Dodekachordon de Glarcanus 1 19-120 chlag, Schneller, Trino, Slide, Grupos de
Liszt, Franz Gabrieli, A. y G. 121 Nachschlag nocas pequeñas, Grupetos)
apoyaturas 139 Gaultier 1 19-120 J. S. Bach 129-130 complementarios 126-127
digicación antigua 95 Guillet 121 F. Couperin (accent) 151, 156 ensayarlos despacio 125
pianoforte 23 Tdemann 122 D'Anglebert (cheute sur deux notes) 152, índice de signos 123-124
obras: Mordant l26, 128, 129 156 compositores y autores:
Balada núm. 1 139 (véase también Mordente) Nachtanz40 Alemania: Clasicismo 132-136
226 La interpretación de los i·nstrumentos de tecln.do Índice alfabético 227
Alemania: época preclásica 126-132 D. Scarlatti 148, 150 Haydn 177-178 infrautilización del puntillo 99-100
Alemania: Romanticismo 136-142 Schubert 133 Mozart 177 puntillos de valor vatiable 99-102
Ammerbach 126 Schurnann 141-142 Romanticismo 180-182 sobreutilización del puntillo 99-100
Attaingnant 150-151 Simpson 158-159, 160, 163 Pedal, Tercero 22 Puntillos de valor variable 99-102
C. P. E. Bach 128-131, 132-133 Stanley 165 en la música de Beethoven 178 Bach 100-102
J. S. Bach 127-131, 150, 156-157 Tomás de Sancta María 142-144 Pedal, Una corda 22, 24, 176, 178-179 F. Couperin 99
Beethoven 134 Türk 132 Beethoven 178-179 Rameau 100
Bevin 158-159, 160 Virginalistas 157-161 Clasicismo 178-179 Puntos, trazos y guiones de staccato 76-78,
Brahms 139 Ouvert 40-41 época preclásica 176 155, 156-158
Buchner 126 Schubert I79 con el pedal 181-182
Buxheim Organ Book 126 Pajot, L. L. 56 Pedal.eros Purcell, Henry
Cabezón 143-144, 150 Parties45 clave 19 notes inégales 1 17
Chambonnieres 151-152, 154-157 Partita clavicordio 17 ornamentos 162-165
Chopin 137, 141 = suite43 órgano 14 tempo 53, 55-57
Clementi 132, 137 = variaciones 43 Petite reprise 44 obras:
F. Couperin 151, 153, 155, 156, 157 Partitura 188 Philips, Petcr 21 A Choice Collection ofLessons 53, 55
L. Couperin 157 Partitura abie.rta 188 Pavana Dolorosa 21 Preludio en Sol menor (Suite 2) 70
Czerny 137 Pasquali, NicolO Pianoforte 22-24
D'Anglebert 151-152, 154, 156, 157 Art offingering the harpsichord 165 Piezas escritas a partir de canto llano 25, Quadtan 42
Daquio 156 beat (ornamento) 165 28-30 Quantz, Johann Joachim
Diruta 144-148 Passacaglia, Passacaille 47. Piezas ilustrativas o de carácter 25, 46-47 infrautilización del puntillo 100
Donington 160 Passamezzo de Schurnann 52, 63-65 notes inégales 117
España: época preclásica 142-144 antico 41 Pincé !52-153, 156 rubato 61
Francia: época preclásica 150-157 modemo 42 (véase también Mordente) trinos 128
Field 137 Twelfth Night de Shakespeate 41 Piquer 116-118 tempo 57
Frescobaldi 148 Passepied 42 Playford, John Versuch einer Anweisung die FJ;;te traver
Froberger 131-132 Paurnann, Contad A Brieflntroduaion to the Skill ofMusicke siere zu spielen 100, 1 17, 131
Geminiani 147 preludios 33 159 Quiebro 142-144
Haendel 131 Fundamentum organisandi 33 Plectros 18
Haydn 133, 136 Pavana 40-41 Polonesa 42 Rameau, Jean-Philippe
Hummel 137 tempo de 55 Pointer 116.-118 obras: :r ,
Inglaterra: época posterior a la Restau- Pedal, de resonancia 17, 18, 22-23, .176- Portde voix 152-153, 156 L'Eriharmonique 100
ración 161-165 182 (véase también Apoyatura) Les cydopes 93
Inglaterra: Vrrginalistas 157-161 con staccato 182 port de voix de Daquio 156 Menuet en rondeau 93
Italia: época preclásica 144-150 época preclásica 176-177 Positivo 15 Ravel, Maurice
Liszt 139 fortepiano 176-178 Preludio 25, 32-40 trinos 138-139
Locke 161-162 indicaciones 181-182 F. Couperin 35 obras:
Mace 163 pedal armónico 180-181 L. Couperin 35-37 Toccata 33
Mendelssohn 141-142 pedal legato 181-182 no medidos 38-40 Le Tombeau de Couperin 138
Merulo 146-147 pedal ríttuico 181 Suites inglesas núms. 2-6 de Bach 32 Realejo biblia 16
L. Mozart 132-133, 136 texturas contrapuntísticas 70, 71, I 68 Preludios no medidos Redford, John
G. Muffat 132 uso intermedio del pedal 177-178 (véase Preludio) Eterne Rex Altissime 29
Pasquali 165 compositores: Problemas de los pianistas 167-186 &doble 142
Playford 159 Beethoven 177-178 (véanse también Dinámica, Pedales, Te,c Registros (o pedales), Clave '18-20, 24
Purcell 162-164, 165 Brahms 181 tura) Registros, Órgano 14-15
Quantz 128-130 Chopin 182 arreglos 167-168 &p. 45
Rameau 151, 153, 155, 156, 157 Clasicismo 176-180 ' Punctus40 Repeticiones
R.avcl 138 Clementi 177 Puntillos danzas 43-45
Romanticismo 136-142 Field 180 doble puntillo 99-100 Fitzwilliam Virgi!ia! Book 45
228 Ln. interpretación de los bzstrmnentqs de tec{adq Índice alfabético 229
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for as cales 25.52 F. Couperin (tremblement) 151, 156
, 1_:r.., m. musi
\,.,1,n_l/1c',1, i(vcfansd'tarnbién Bipartita, forma, Ca- Czemy 137
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"-�...,,li,i·I \('.,\ / Canzon, \..,llilZona
._;__.nón, r_ _ rrancese,
L_ eo- D'Anglebert (mmblement) 150, 152-153,
rales, Danzas, Fantasía, Fuga, Piezas 154-155
ilustrativas, Motete, Piezas compuestas Diruta (tremoletto y tremok) 144-145
a parcir de canto llano, Preludio, Ri España, época preclásica 142-144
cercare, Rondó, Round, Sonata, Toc Field 137
cata, Tripartita, forma,Variaciones) Froberger 131
Toccaca 25, 32-36 Geminiani 147
dinámica 171 Haendel 131
tempo 34-35 Hummel 137
Tomás de San= María Locke 161-162
Arte de tañerfantasfa l 12-1 13 Merulo 145-146
gksas 143 G. Muffi.t 132
notes inégaks 112-113 Purcell 162-165
quiebro l 42-143 Rameau (cadence) 153, 154-156, 157
redoble l 42-143 Ravel 138
Tonos Romanticismo 136.-138
(véanse Modos) D. Scadacti (tremuk) 148-149
tonos sal.módicos 122 Simpson 157-158
Tonos salmódicos 122 Tomás de Sancta María (quiebro) 142-
Toque tenuto 75, 79-80, 176 144
Tasi, Pier Francesco Virginaliscas 157-161
notes inégales 1 14 Tripartita, forma 41, 48
rubato 61, 1 14 Tripla 54
Tremblement 152-153, 154, 156 Türk, Daniel Gottlob
(véase también Trino) ornamentación 132
Tremoletti, Tremoli 144-145 K!avierschule 132
(véase también Trino)
Tremu/,o Una corda
(trino largo en la música de Scarlatti) (véase Pedal, una corda)
148 Urtexts 191-192
Tri/1,o 127-128 criterios 192
(véase también Trino)
Trino Variaciones 25, 46-47, 51
(véase también Schneller) temas dobles 51
Alemania: Clasicismo 132-133 tempo 46-47, 51
Ammerbach (mordente) 126 Virginal 13, 18-21, 24
Atraingnant 150 Virginalistas
J. S. Bach (tri/1,o) 127-128 digitación 83, 84-88, 91
Bevin 158
Cabezón (quiebro) 143-144 Zarabanda 43, 45
Chambonnieres (cadence) 151, 152-153, tempo de 56-57
154-155 Zurnpe, Johannes 23