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Alianza Universidad

1 MEDICIÓN Y DISEÑO
OBLIGATORIO

21 copias
Renate Mayntz,
Kurt Holm, Peter Hübner

introducción a los métodos


de la sociología empírica

Versión cspanula de _Tnime N;eoliís Muñiz


Revisión dc JGs Anionio Carmen/
Profesor adjunto de Sociología,
Universidad Complutense de Madrid

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Alianza
Editorial
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Capítulo 1
ALGUNAS PREMISAS METODOLOGICAS
DE LA INVESTIGACION SOCIAL EMPIR1CA

1. Los conceptos en la investigación social

a) La relación entre concepto y objeto. El científico no se en-


frenta con una realidad «en sí» cualquiera, sino con un mundo em-
pírico más o menos intencionadamente preformado xediante con-
ceptos. No experimenta su objeto de una manera inmediata y crista-
lizada, sino que lo aprehende de un modo consciente y distanciado
en la medida en que le da un nombre y lo ordena conceptualmente.
Esto le desliga a un mismo tiempo de la premura de reaccionar in-
mediata y reflejamente a estímulos ambientales, y le confiere la li-
bre actividad pensante. En la medida en que los hombres cuentan
con el lenguaje y, consecuentemente, disponen de conceptos, lo
apuntado no es algo que sea tan sólo válido para el científico. Esta
mediación conceptual entre el sujeto y el objeto de la experiencia es
«conditio sine qua non» del proceso epistemológico mismo de la
ciencia.
Un concepto es un contenido figurativo significado por un término
concreto (o, en su caso, por una combinación verbal) Así, pues, el
concepto no es nunca, por más que ésto pueda parecer evidente,
idéntico a los fenómenos a los que se refiere su contenido figura-
tivo. Y por ello, tampoco se puede derivar de un mero concepto un
enunciado sobre la realidad. El intento, por ejemplo, de obtener a
partir de los conceptos de «grupo» o «comunidad» lo elle un grupo,
etcétera, es, revela que en este caso se está identificando tácitamente
13
14
Introducción a los métodos de la socinjoaía, empírica
1. Algunas premisos inetodológica.is
concepto y realidad. El análisis •
de conceptual puede, a lo sumo, poner volución» 1 . Los elementos valorativos de muchos conceptos de
manifiesto eniquéífe.n6menos o circunstancias estamos
cuando empleamps la palabra correspondiente. Los conceptos Pensando
tam- nómenos sociales pueden constituirse en un factor perturbador
poco reflejan los proceso de investigación mientras . _11:2lsá/Ljniplisí
an . -De itlo e
fenómenos de la realidad en un sent¡dQ digamos, no se debe derivar, sin embargo, la exigencia de conceptos del
cuasi-fotográfico. A través de nuestros conceptos ordenamos el mun-
do empírico, pero esta ordenación no tiene por qué cortesponder ne- ficos axiológicamente neutrales. Conceptos de esta clase no consti
cesariamente a una estructura objetiva de la realidad. La diferen- yen necesariamente un requisito de resultados válidos en la inve
ciación entre «orgánico» e «inorgánico» o entre «cuerpo» y «alma» gación, mientras que, por otra parte, el valor o el disvalor detecta
son ejemplos de esquemas conceptuales de ordenación cuya defi- de un fenómeno social puede ser importante para la formulación
ciencia hoy es conocida, al menos para el científico. El rechazo de temas de investigación relevantes desde el punto de vista social.
- esta relación simplista entre concepto y objeto viene impuesta ya b) La /unción de los conceptos. Para formular con algo
por la circunstancia de que nuestra percepción de los objetos o
tuaciones fácticas es, por fuerza, incompleta, Y el problema no es- exactitud la deimportancia
los- conceptos para la investigación
particular, es preciso comenzar por la diferenciación de cuatro fu
iba exclusivamente en los límites que tiene impuestos la experien- ciones generales de los conceptos. Los conceptos pueden orden
cia humana, sino también en la atención selectiva que guía nuestras la percepción (función cognitiva o de ordenación), valorar lo pen
percepciones dentro del ámbito de lo que nos resulta perceptible. bid° (función evaluativa o valoratíva), Ruiar la acción individu
La selectividad de la percepción y, por tanto, de los conceptos en re- (función pragmática) y facilitar la comunicación (función comur
lación con la realidad no es algo casual y arbitrario, Sino .que, cativa). Por el momento, no necesitamos ocuparnos de la furici
en última instancia, ,slitine claramente condicionado pragmática de los conceptos. La función valorativa es, como ya h
por los
en un
que Sentido muy amplio. Percibimos de modo preferenteintereses;
pos. ,
aquello mos indicado, muy importante para la determinación del objeti;
es, ethalgún:aspecto, importante o significativo, y esto pasa epistemológico de las ciencias sociales, la formulación de probli
dr-spi4Els, a formakpa,rte esencial. del contenidopfig4rotiv0 tle un con- mas de investigación y la obtención de conclusiones a partir de Ic
cepto. Dado quecl,juicio (aunque
no sea.,explícito) 1 en torno alia resultados. Dirijamos ahora nuestra atención a las dos funciones re:
significación i relativa de los diversos aspectos del tnyindo tantes. En la investigación social empfrica,:los conceptos determina:
puede .ser .". empírico
considerado. como un juicio de. Valór,I.losógonceptos,b.en lo que debe ser observado o, en su caso, investigado (función d
virtud de su seleciiviclad, resultan ordenación), por ejemplo, el «ambiente de una fábrica», el «esti],
De tal
tal carácter.raxioló ico cabe de liderazgo autoritario» la «movilidad social», etc. Más adelanti
camente distinguirrlolielementoS, específi- permiten la transmisión de los resultados (función de Comunicación)
valorativos que, Junto a sus elementos•simultilieamente-des-
criptivos, compreriders. muchos conceptos. Esto es:esenci£dniente.cierto y, llegado el caso, su revisión mediante la repetición de la investi
en el caso de conceptos que se, refieren -a fenómenoslisociales.1•Ejem- • gación. Para que se satisfagan esas funciones, los conceptos deber
plos de esta clase serían conceptos como cumplir tres requisitobEn primer término, ha de existir -acuerdc
los)Ide , T«asesinatow)o 1«hé- y continuidad en la' atribución de determinados contenidos figura
roe», y también «educación», :«cornunidad»71'«iefugiadow polltiCos»,
mientras que «pecado», «malo», «ocioso», etc.; no . tivos a determinadas palabras, esto es: no debe suceder que hay2
contrario, enómenos valorados, Iclesignan,ii)or, el uno que por *grupos» entienda sólo pequeñas reuniones de persa
sino que constituyen símbolos, para nas formadas «ad hoc» en jardines o en la calle, mientras que otro
los mismos criterios: amo gicos. Naturalmente; también/hay 'conceP-
tos que sólo contienem. una valoración tenue o que incluso no con- sólo entienda por tal grandes complejos organizativos como un or-
tiened valoración alguna (como, por ejemplo, .«edad de ingreso en 'la ganismo o una empres0 En íntima relación con esto los conceptos
escuela»)..La, valoración' contenida en un concepto está, .en este sen- deben estar, en segundo término/ definidos con precisión, o sea, su
tido, ab solutamenteleterminad contenido semántico ha de estar exactamente establecidó. Esto es
a
mente variable , letrtan dirección epor la cultura, siendo histórica-
intensidad; ,
diferente para difeientes • grupos de una sociedad, también
lo que 'puede.
se ser
1 E. perfil de la polaridad, descrito en el capítulo 2, es un método que
demostrar con el ejemplo, pongamos por caso, del 'concepto cre a —entre otras cosas-- sirve para averiguar la valoración implícita en un con-
°21
1re- cepto.
16 Introducción a los métodos de la sociología empírica 1. Algunas premisas metodológicas 17

tanto más difícil cuanto más abstractos son los conceptos o, res- Ambas clases de conceptos están íntimamente relacicnadas entre
pectivamente, cuanto menos se refieren a un objeto al que se pue- sí. Los conceptos de propiedad tienen sólo sentido cuando se refie-
de llegar a través de una intuición inmediata. Así, existen diversas ren a unidades concretas: no son las propiedades «conforme» o «in-
opiniones acerca de si el sentimiento del «nosotros» o las relaciones tegrado» lo que investigamos, sino la conducta conforme de indi-
cooperativas forman parte o IDO del contenido figurativo de «gru- viduos (propiedad individual) o la integración de sociec:ades (propie-
po».•Finalmente, los conceptos empleados en la investigación social dad colectiva). Por otra parte, las unidades de investigación se ex-
empírica tienen que tener una referencia empírica, esto es: deben traen del universo de posibles objetos de observación mediante una
referirse —aunque sea indirectamente, por vía de indicadores— a descripción más precisa a través de propiedades concretas, formando
algo aprehensible, observable. Estas tres premisas se pueden resu- de esta manera clases de objetos (mujeres, hospitales, sociedades
mir sucintamente en un principio: para que los conceptos emplea- industriales, etc.).
dos en la invesigación social empírica puedan cumplir su función La amplia categoría de los conceptos de propiedaé admite una
de ordenación y de comunicación, deben tener una referencia empí- ulterior subdivisión. Aunque no podemos ofrecer aqti, una clasifi-
rica sobre la que reine acuerdo y que venga definida con preci- cación completa cuyas categorías sean claramente sepaiables entre
sión. sí, se puede al menos aludir a algunas distinciones. Permaneciendo,
primeramente, en las propiedades individuales, existen, por una par-
c) El contenido de los conceptos: unidades y cgaictxís,áas. te, propiedades que se refieren al ser (edad, sexo, inteligencia, satis-
La regla que se acaba de formular es válida para los cotScetitcl subs- facción) y otras qua lo hacen al hacer de las personas a (por ejemplo,
tanciales o extra-lógicos de las ciencias sociales, esto es: para aque- pasear, trabajar, viajar). Más adelante se dan las llamadas propieda-
llos conceptos que élrieWedit–a
""" los fenómenos que entran dentro del des relacionales, que caracterizan a un individuo por la relación
campo de objetos de esas ciencias. (A los conceptos lógicos, como, que guarda con otros individuos determinados, como, pongamos
1- por ejemplo, «y», «o», «no», que no son específicamente referibles por caso, ser su superior, su amigo o su marido; desde un punto
a un objeto, no se ha de aludir aquí en lo sucesivo.) Los concep- de vista más dinámico pertenecen también a este tipo determinadas
tos substanciales hacen referencia tanto a unidades sociales como a designaciones de actividad, como obedecer o casarse con alguien. Fi-
sus características. Unidades sociales, que pueden constituir el ob- nalmente, si un individuo aparece caracterizado por su Dertenencia
jeto de una investigación, son: a un grupo en particular ( ¡no a una categoría atributiva abstracta! ),
-.1. individuos considerados como seres sociales, puede hablarse entonces de propiedades de contexto; ejemplo suyo
2. determinados productos del quehacer humano, tanto de lo sería la caracterización de una persona como francét, natural de
naturaleza material como inmaterial (por ejemplo, ideas, Colonia, afiliado de un sindicato o estudiante de la Urrversidad Li-
valoraciones, normas), y bre de Berlín.
3. colectividades o grupos sociales, desde pequeñas y fugaces Entre las propiedades colectivas pueden hacerse las mismas dis-
reuniones hasta grupos grandes y organizados, incluidas so- ,tinciones, si bien existe por encima de ellas una nueva e importan-
ciedades enteras. te distinción. De una parte hay propiedades colectivas que se pueden
deducir de indicaciones sobre los individuos integrantes de una co-
Por regla general, las unidades sociales le interesan al investi- lectividad o grupo y, de otra parte, otras donde ésto no sucede. En
gador, no en la totalidad de su compleja naturaleza, sino sólo en lo el primer caso se habla de propiedades agregativas (o analíticas),
que atañe a determinadas propiedades o atributos. No es el hom- como, por ejemplo, la edad media de los escolares de ura clase cual-
bre socializado lo que se estudia, sino, por ejemplo, sus actitudes quiera, el porcentaje de obreros entre los empleados en una fábrica
religiosas, su pertenencia de clase o su rendimiento profesional. No o la frecuencia media de participación de los miembros de asocia-
se estudian grupos sociales en su totalidad, sino, por ejemplo, su es-
tructura de comunicación, su sistema de valores o su grado de jerar-
2 A esta clase también pertenecerían los llamados atribu os de dispo-
quización. La segunda gran categoría de conceptos se refiere, pues,
sición, entendiendo por disposición la propiedad de comportarse, transfor-
a propiedades (o características; ambas denominaciones se emplean marse o, en términos generales, reaccionar de una manera muy concreta bajo
como sinónimas). determinadas condiciones.
18 Introducción a los métodos de la sociología empírica 1. Algunas premisas mctodológieas 19 ,

dones. La estructura de dominación de una sociedad, el grado de dimiento, intenso grado de integración); en el segundo, una mane-
burocratización de una organización o el objetivo de un grupo de ra: estilo democrático de dirección, oficio manual y dependiente,
interés, por el contrario, no pueden deducirse de las propiedades de sexo femenino, etc. Como más adelante (Cap. 2) se verá con detalle,
atributos; en este caso se. habla de propiedades globales (o, también, los atributos o propiedades cualitativos permiten, no obstante, su
sus respectivos miembros sobre una correspondiente dimensión de cuantificación. Una propiedad cualitativa, como una actitud, puede
integrales) reducirse por ejemplo al grado implícito de positividad o negativi-
dad frente al objeto, o, por aducir otro ejemplo, las profesiones pue-
d) Dimensión de propiedades y clases. El término «dimensión den reducirse, según su prestigio, a un orden cuantitativo. Con su-
de atributos» (también «dimensión de propiedad») indica que los ficiente frecuencia la propiedad cualitativa puede representarse co-
conceptos ele propiedad no han de entenderse de una manera, diga- mo un atributo cuantitativo pluridimensional mediante su división
mos, aislada y particular, sino que hacen referencia a una dimen- analítica en dimensiones parciales aisladas. El atributo «profesión»,
sión. Con respecto a la dimensión atributiva cada objeto de investi- a primera vista meramente cualitativo, podría subdividirse en las
gación sólo posee una determinada localización o clase; esto es: sólo siguientes dimensiones cuantitativas: grado de dependencia o inde-
es posible situarlo en un lugar de esa dimensión. Así, «joven» o pendencia, grado de la formación requerida, proporción de activi-
«veintiocho años» responden a una clase en la dimensión «edad», y dades manuales en oposición a las intelectuales, etc. La diferenciación
«conformista» a una clase en la dimensión «conducta con respecto entre propiedades cuantitativas y cualitativas es, pues, provisional e
a las normas». De modo correspondiente, «clima de empresa favo- inexacta.
rable» y «bajo nivel de conflictividad» son clases en dimensiones
que hacen referencia a propiedades colectivas. f) Conceptos individuales y generales; conceptos históricos y
Ahora bien, en la investigación social se limita uno a menudo universalidades sociales. Como toda ciencia que quiera generalizar,
a clasificar las unidades de investigación exclusivamente según la también la ciencia social emplea conceptos a los que cabe asignar
presencia o la falta de una propiedad determinada, por ejemplo, más de un único caso concreto. Estos conceptos generales se pueden
la posesión o no posesión de un coche, la participación electoral o la referir tanto a unidades sociales (clases de objetos) como a propie-
no participación (abstención), etc. En estos casos surge la pregunta dades. Se pueden diferenciar por el grado de su generalidad. Así, el
de si se puede hablar con pleno sentido de dimensiones de propie- grado de generalidad de conceptos como «obrero» o «municipio»
dad. Contemplada más de cerca, sin embargo, la propiedad aludi- es mayor que el de «obrero especializado» o «aldea», en los que
da en cada caso, presente o ausente, representa por sí misma una se trata sencillamente de clases parciales de los conceptos citados
dimensión (por ejemplo, posesión de un coche de una marca o de en primer término.
otra, voto por un partido u otro) cuyas clases se dejan a un lado A los conceptos que, por el contrario, hacen referencia a casos
sencillamente. Además, mediante la definición de la propiedad a un concretos e individuales, cuya existencia tiene una precisa determi-
nivel superior de abstracción también puede entenderse frecuente- nación espacial o temporal, se les llama conceptos individuales. La
mente el caso negativo como clase específica de la propiedad con ciudad de Hamburgo, César o el NSDAP (Partido Nacional-Socia-
un contenido determinado; en el ejemplo de la participación elec- lista) son casos concretos o individuos históricos de esta clase, y sus
toral, la propiedad podría denominarse «comportamiento electo- denominaciones —frecuentemente nombres propios--, conceptos in-
ral», pues también el no votar ha de concebirse como un compor- dividuales.
tamiento posible en una situación electoral concreta. A las dimen- Los conceptos generales hacen siempre referencia, al menos po-
siones de una propiedad que poseen por lo menos dos valores (cla- tencialmente, a una pluralidad de casos. Mas no por ello son total-
ses) se les llama también variables. mente indefinibles temporal o espacialmente. El concepto general
de «emperador romano», por ejemplo, es perfectamente localizable
e) Conceptos cuantitativos y cualitativos. Por último mencio- en ambas dimensiones, esto es: hubo y hay todavía momentos y lu-
naremos la diferencia entre propiedades cuantitativas y cualitativas. gares en los que no existió un emperador romano. De cara al futu-
En el primer caso, el valor específico de la propiedad es una me- ro, no obstante, el número de los casos concretos que puedan caer
dida, grado o cantidad (25 años de edad, elevada motivación de reo- bajo un concepto general permanece abierto.
.¿U introducción a los métodos de la sociología empírica 1. Algunas premisas metodológicas 21

Por todo lo que se acaba de apuntar podría parecer como si los niens». Los conceptos utilizados en el «definiens» necesitan, a su
conceptos individuales fueran conceptos históricos, mientras que al vez, definición, de manera que surgen «cadenas definicionales».
compás de su aumento de generalidad los conceptos se hicieran ahis- En el lenguaje corriente hay innumerables palabras que nos dan
tóricos. Sin embargo, esto sólo es válido con ciertas delimitaciones. «una idea» de algo, que las entendernos y podemos emplear sin dar
En primer lugar, no todos los conceptos a la par que más genera- lugar a mayores confusiones. Esto reside, entre otras razones, en
les (a medida que aumenta la extensión de su significado) se van ha- la manera en que se aprenden estos conceptos del lenguaje corriente:
ciendo simultáneamente más ahistóricos. Los conceptos de oro - me- rara vez mediante definición explícita y frecuentemente por deduc-
tales preciosos - metales, que sé diferencian por su grado de ge- ción de su contexto o por formación de asociaciones entre una pa-
neralidad, son, por ejemplo, igualmente ahistóricos. Si se toma, labra y el objeto señalado con ella por otras personas. Ahora bien,
por el contrario, la serie: «dirigente sindical - dirigente de una or- a pesar de todo, el lenguaje corriente, que funciona mediante con-
ganización - dirigente», se ve entonces que estos conceptos, a me- ceptos no definidos, es precisamente la fuente principal de 'concep-
dida que aumenta su generalidad, están cada vez menos vinculados tos científico-sociales. Para que semejantes conceptos puedan dirigir
históricamente. Al aumentar la generalidad desaparecen determina- la investigación, comprobar sus tesis y transmitir sus resultados, es
dos condicionamientos históricos: «dirigentes» se dan también en frecuentemente necesario perfilar exactamente su contenido me-
sociedades que no conocen formas organizativas, y organizaciones diante una definición explícita. La circunstancia de que sólo en muy
también en aquellas otras donde falta el tipo partícipe de organi- extrañas ocasiones se cumpla esta exigencia no reduce para nada su
zación que son los sindicatos. El que el aumento de generalidad com- importancia. Una definición explícita sólo puede estar de más ante
porte aumento de la ahistoricidad depende, pues, de la naturaleza conceptos que en el lenguaje corriente son empleados con un
del objeto. En ningún caso, empero, existe una dicotomía absoluta acuerdo suficientemente amplio. Aparte de esto, también hacen
entre conceptos históricos y ahistóricos, sino una gradación diferen- falta definiciones cuando se introducen neologismos —creaciones
ciada en sí misma. conscientes de nuevos conceptos— o cuando se adoptan conceptos
Los conceptos sociológicos generales totalmente ahistóricos —tam- de idiomas extranjeros o de otros lenguajes especializados.
bién llamados invariancias históricas o universalidades— son mucho Si, a efectos de su utilización científica, se han de definir con-
más extraños de lo que a primera vista se pudiera pensar. Tampoco ceptos ya utilizados en el lenguaje corriente, en un lenguaje técni-
los conceptos de partido, organización, iglesia e incluso probable- co o en una lengua extranjera, puede entonces recurrirse al procedi-
mente clase, familia, municipio o rol social son, bajo ningún con- miento del análisis semántico. En él se formula explícitamente y
cepto, invariancias históricas. No está claro si el concepto de «do- determina con precisión el contenido figurativo habitual, pudiendo
minación» responde a esta clase. Los conceptos sociológicos clara- también excluir elementos significativos comprendidos hasta el mo-
mente ahistóricos se refieren a fenómenos sociales de una natura- mento e incluir otros nuevos. Por ejemplo, en el caso de una defini-
leza tan fundamental, que sin ellos el objeto de la sociología: so- ción sociológica de «municipio» se puede prescindir de que bajo tal
ciedad y acción social, ya no sería imaginable. Ejemplos de esta cia- se alude en el lenguaje corriente, entre otras cosas, a una unidad
se podrían ser los de interacción, acción, sanción y, posiblemente, administrativa. Por otra parte, se puede añadir cierto criterio de in-
grupo, norma y conflicto. tegración social de los grupos de población que viven en comunidad
espacial como un elemento de definición nuevo, no necesariamente
comprendido en la caracerización del concepto por el lenguaje co-
2. Definicióiude ronrc.ptos_ P£ rriente.
Si no se-parte de, un concepto ya existente cuyo significado se
a) Clases de definición. Una definición es la indicación del con- quier5.t(srfsóló preolsar 'a través de la definición, sino que se busca
tenido maiiiblido ¿un concepto, o sea, la enumeración descriptiva un álifi9,ción-- parfLeconido figurativo que hasta ahora no ha-
del contenido figurativo caracterizado por una determinada palabra. b' itbliyla ninguna de1ignIci6tn lingüística, el procedimiento defini-
La palabra, con ese contenido figurativo que en un principio está
sólo difusamente imaginado, constituye el «definiendum», mien-
tras que la enumeración descriptiva de ese contenido es el «de/i-
Ir lo résulta entonces el InvérAp al análisis semántico: en primer lu-
1:.-:se >formula, ecis.
c-Ork pr i n'el\ «definiens», y sólo a cotinuación se
tifs)ca im- n téruAo..para su cálifioción. El «definiendum» puede ser
• ; –;
22 Introducción a los métodos de le sociología empírica 1. Algunas premisas metodológicas 23

en este caso un nuevo vocablo; sin embargo en la ciencia social los Pero como lo que de un contenido figurativo complejo se incluya
auténticos neologismos se dan con relativa inf
recuencia. Resulta más explícitamente en la: definición real .de un concepto depende, entre
habitual cubrir nuevos contenidos figurativos con términos (o con otras cosas, del contexto en que se emplea éste, es también absolu-
una nueva combinación de tales términos) ya conocidos en otros tamente posible definir de diversas maneras un mismo concepto
contextos, como ocurre con los conceptos de «personalidad social», —siempre que los elementos de las diversas definiciones pertenezcan
«status», «grupo primario» o «sector de roles». Si ya existe un por igual al complejo figurativo conceptual—. Esto puede compren-
concepto general del que el nuevo pueda considerarse subclase, en- derse fácilmente si se compara la manera de definir con pleno sentido
tonces se actúa según el esquema clásico de procedimiento defini- el concepto de «partido político» en el contexto de una discusión ju-
torio mediante la indicación del «genus proximum» y la «differentia rídica, políticológica, histórica o sociológica.
specifica». Así surgirían conceptos como, pongamos por caso, «gru- Al contrario de la definición real, la definición nominal establece
po primario» y «grupo secundario». exclusivamente el significado que en adelante ha de corresponder
a un determinado término —el deliniendum—, esto es: la pala-
b) Definiciones nominales y reales. Independientemente de su bra con que en lo sucesivo designaremos a un objeto que tiene las
génesis, pueden distinguirse dos tipos de definiciones: definiciones ,propiedades indicadas en el de/micos. La definición nominal de «par-
reales y definiciones nominales. tido político» podría ser la siguiente: se llamará partido político
Una definición real es un enunciado sobre las propiedades es- a toda organización democráticamente estructurada que actúe en la
timadas como esenciales del objeto al que el «definiendum» se re- campaña electoral en busca de la participación en el gobierno. Aquí
fiere. Las definiciones reales son, pues, afirmaciones sobre la natu- se establece una convención lingüística, sin hacerse ninguna afirmación
raleza de un fenómeno. En cuanto tales exigen validez empírica y sustantiva. Así, pues, la definición nominal tampoco puede ser falsa
pueden ser falsas, en la medida en que nuestras ideas en torno al (sino a lo sumo inútil). Si se encuentra, por ejemplo, que un deter-
objeto resulten equivocadas. En semejantes definiciones se supone minado objeto, al que calificamos propiamente de partido político,
siempre que existen ya de antemano el concepto a definir y su con- no posee una estructura democrática interna, no se deduce de ello
tenido figurativo establecido con relación a un objeto, esto es: que la falsedad de la definición, sino sólo que no hemos de aplicar el
el «clefiniendum» posee un significado propio, independiente del concepto de «partido político» a ese objeto. Puesto que el delinien-
«definiens». Una definición real típica sería, por ejemplo: un par- dum de una definición nominal carece absolutamente de un signifi-
tido político (entiéndase: aquel objeto conocido al que calificamos cado independientemente del de/micos —esto es: se agota total-
como «partido político») es una organización con estructura demo- mente en su significado—, una definición nominal, por razones de
crática interna que busca en una campaña electoral la participación lógica, tampoco puede ser incompleta.
en el gobierno. En cuanto veamos que algunas de las organizaciones La particularidad de ambos tipos de definición comporta, según
que nos son conocidas como partidos políticos no revelan ninguna el objetivo del conocimiento, ciertas ventajas e inconvenientes. Muy
estructura democrática interna, la definición resulta ser falsa, y he- en general, podría decirse que las definiciones nominales son acon-
mos de intentar dar con unos atributos que de hecho los ostenten sejables especialmente cuando se quieren establecer conscientemente
todas las organizaciones calificadas de partidos políticos. enunciados generales y de validez ahistórica, y que, por el contrario,
Ahora bien: el contenido figurativo perteneciente a un concep- ha de recurrirse a definiciones reales cuando se quiere proceder de
to habitual pero indefinido es por lo general extremadamente com- un modo históricamente descriptivo.
plejo y con frecuencia no está ni siquiera firmemente delimitado. Especialmente en el caso de la investigación empírica, las defi-
De este contenido figurativo sólo una porción accede finalmente a niciones nominales tienen la ventaja de una mayor precisión en el
IR definición real (como fácilmente se puede apreciar en el ejemplo establecimiento de los objetos de 'estudio. Si se ha tomado, por
citado del concepto de «partido político»). El concepto quiere decir, ejemplo, la decisión de calificar de «líder social» a personas con
pues, más de lo que su definición acierta a expresar realmente, Un elevado status sociométrico, resultan entonces claros e inequívocos
y la definición es, por lo tanto, incompleta o parcial. Cabe entonces los casos que caen en la categoría a investigar. En cambio, con una
ampliarla mediante la inclusión de más atributos, e ir completán- definición real sería discutible sí esta definición de «líder social»
dola al adquirir nuevas experiencias sobre su objeto. es realmente correcta, es decir, si todas las personas que tienen un
24 Introducción a los métodos de la sociología empírica 1. Algunas premisas metodológícas 25

elevado nivel sociométrico son de hecho líderes sociales o sí el con- (por ejemplo, status, innovación, socialización); por el contrario, los
cepto no habría de ser también aplicado a determinadas personas conceptos nuevos y muy abstractos es más fácil que 1ermanezcan
sin ese status. A la ventaja que representa la precisión viene unido, definidos nominalmente durante mucho tiempo (por ejemplo, las
sin embargo, un inconveniente. Precisamente el hecho de que las pattern variables de Parsons).
definiciones nominales en principio no necesitan satisfacer ningún Desafortunadamente, lo que hasta aquí hemos visto en este ca-
criterio de verdad, posibilita una libertad definitoria que fácilmente pítulo no puede resumirse en unas pocas y sencillas reglas sobre
puede resultar arbitraria, en la medida en que unimos un concepto formación de conceptos y definición. En cualquier caso, respecto a
a un significado que de hecho es independiente de la definición ex- los conceptos centrales ele un proyecto de investigación debería em-
plícita. En virtud de nuestras ideas preconcebidas sobre lo que en pezarse por reflexionar si éstos se toman con una uniformidad tal
realidad son los «líderes sociales», buscamos una definición que acier- que está de más, o no, su explícita definición. Si se indican defini-
te a aprehender este fenómeno. Así, en ultimo término se supone ciones de los conceptos empleados, debería ponerse en claro el ám-
que la realidad social presenta unas estructuras reconocibles, ro cual bito histórico de validez pretendido, aunque estas coordenadas his-
hace que algunas definiciones nominales nos parezcan inadecuadas tóricas no sean mencionadas en la definición misma. A continuación
a su objeto, esto es: arbitrarias. habría que decidir si se quiere introducir el concepto en el sentido
Toda definición estabiliza a los conceptos frente a alteraciones de una convención lingüística o si con la definición se ,i,uieren for-
imprevistas de significado, como las que fácilmente se presentan en mular enunciados sobre el objeto en cuestión, o bien en qué rela-
el lenguaje corriente. Sin embargo, esto puede suponer también un ción mutua han de estar ambas intenciones. En caso de que no se
inconveniente en la medida en que tales transformaciones del signifi- elija ninguna definición nominal estricta, habrá que considerar final-
cado reflejen alteraciones del objeto designado o, en su caso, de mente cómo se comportan los elementos del deliniens con relación
nuestros conocimientos sobre él. Si, como ocurre con las definiciones a la totalidad del contenido figurativo del definienduin, y si éstos
reales, se pregunta continuamente si describen acertadamente el ob- han sido adecuadamente escogidos a la vista del contexto en el que
jeto en cuestión, es difícil que pasen inadvertidas dichas transforma- el concepto ha de ser empleado.
ciones, como sucede en el Caso de las, definiciones -nominales, que En la definición misma hay que observar todavía algunas senci-
—de antemano— no pueden ser de ninguna manera «falsas». llas reglas:
' Hasta aquí hemos intentado desarrollar la distinción entre defi-
1) La definición no debe ser circular, esto es: ha de ser posible
niciones reales y definiciones nominales. Pero, de hecho, resulta a
menudo imposible diferenciar con claridad entre ambas. En el caso definir el definiens, sin recurrir a su vez al deliniendum (por ejem-
plo, no se ha de definir «entendimiento = capacidad de pensar», y
de las definiciones nominales no es raro formular el definiens de tal
«pensar = actividad de entendimiento»).
manera que, aun tornada como una definición real, no fuera falsa;
y también es corriente que —a pesar de haber optado por una defi- 2). A ser posible, la definición no ha de ser formulada negati-
nición nominal, en aras de la precisión— se tenga un cierto cono- vamente.
cimiento previo del fenómeno al que se refiere el deliniendum. Es 3) Los conceptos empleados en el deliniens han de poseer, a ser
indiferente afirmar entonces que esa definición nominal entraña una posible, un significado con una utilización precisa y unitaria.
definición real implícita o que la definición real ha sido nomina-
lizada.
Lo que importa es tener en cuenta que en la ciencia social son 3. Operacionalización de conceptos
poco frecuentes los conceptos definidos de una manera estrictamen-
te nominal que no posean un significado propio 'independiente del a) La definición operacional. Para la investigación empírica no
definiens. Esto cabe afirmarse fundamentalmente en lo que se refiere es suficiente definir explícitamente los conceptos centrales en cues-
a términos especializados de reciente formación. Pero, si el nuevo tión, sino que por encima de ello han de impartirse indicaciones
concepto hace referencia a un fenómeno observable en forma más precisas Para las operaciones de la investigación, con ayuda de las
o menos directa, no es raro que acabe por adquirir un significado cuales se pueda decidir si se está o no ante un fenómeno de los
independiente de su definiens, fijado en un principio nominalmente designados por el correspondiente concepto (o, en su caso, ante
26 Introducción a los métodos de la sociología empírica 1. Algunas premisas metodoltígicas 27

qué valor de la dimensión de la propiedad propuesta). Supongamos se puede, por ejemplo, definir el tamaño de un grupo como el nú-
que se ha de realizar una investigación sobre satisfacción laboral, que mero de sus miembros. Esto remite ya, sin ninguna ambivalencia, a
viene definida como la «satisfacción relativa de un trabajador con la operación de contar; sin embargo, la indicación está sólo implí-
su actividad profesional y con las condiciones en que la lleva a cabo». citamente contenida en la definición. La definición operacional de-
Esto no dice aún al investigador en qué momento exacto puede bería indicar exactamente qué, cuándo - y cómo se ha de contar: el
constatar en un trabajador, pongamos por caso, «elevada satisfacción investigador puede contar los miembros de un grupo cuando éstos'
laboral». Para posibilitarlo podría establecerse que se considera como están todos reunidos, puede fiarse de la información de un miembro
tal cuando un trabajador respondiera a la pregunta: «¿Se encuentra del grupo o contarlos incluso por los nombres que figuran en una
usted con su trabajo en la fábrica muy satisfecho, satisfecho en al- lista de miembros, etc.
guna manera, o insatisfecho?», con «muy satisfecho», y/o cuando Ahora bien, puede suceder que no todos los miembros de un
éste indicara que no desempeñaría otra actividad profesional más gus- grupo estén presentes mientras el investigador los cuenta, sin saberlo,
tosamente que la actual, y/o, si con relación a una pregunta en ese o que la lista de miembros comprenda aún algunos miembros que
sentido, calificara sus condiciones de trabajo como «muy buenas». ya han dejado de serio. Así, pues, tampoco en fenómenos que en
Esta determinación de operaciones de investigación que han de per- prin'cipio pueden ser experimentado S directamente, la observancia
mitir decidir sobre la presencia de un fenómeno conceptualmente de las reglas de la observación de la definición operacional garan-
formulado se denomina definición operacional (a veces, también, tiza absolutamente que se determine con exactitud lo que con el con-
definición instrumental). La definición operacional no es, pues, una cepto se piensa. Por lo demás, este problema se presenta con toda
posibilidad de definición más, junto a las definiciones reales y nomi- su agudeza en el caso de fenómenos que sólo pueden ser aprehen-
nales, sino un proceso de conversión en técnicas o, en su caso, ope- didos indirectamente.
raciones, necesario en la investigación para todo concepto, sin im- Ciertamente, la investigación social maneja a menudo conceptos
portar que esté definido nominal o realmente. que sólo poseen una referencia empírica Mdirecta. Muchas unidades
La necesidad de una definición operacional de los conceptos que sociales —como, por ejemplo, Un grupo de interés o una clase so-
se emplean en la investigación no es idéntica a la otra mencionada cial— no pueden ser aprehendidas de modo inmediato. Lo mismo
anteriormente (vid. pág. 16) de que los conceptos utilizados en la ocurre con innumerables atributos de la personalidad, especialmente
investigación social deban poseer una referencia empírica; pero la con disposiciones de comportamiento y actitudes. Tampoco las nor-
definibilidad operacional de los conceptos supone por principio una mas, los valores ni las creencias pueden ser inmediatamente perci-
referencia empírica. Ahora bien, a pesar de todo, la referencia em- bidos, e igual ocurre con un atributo colectivo como la integración
pírica de los conceptos es, como también ya se ha mencionado, de o la cohesión o también con la estructura de poder de una formación
muy diversa naturaleza: más o menos directa o, por el contrario, social. Cuando se reflexiona sobre las definiciones habituales de esos
indirecta. Aclaremos ahora esto en relación con la definición ope- conceptos, se nota rápidamente que, por lo general, de ellas no se
racional. deduce cómo se puede demostrar empíricamente la presencia de dichos
La referencia empírica de un concepto es directa si el fenómeno fenómenos. Sin embargo, si se los quiere introducir de lleno en la for-
aludido por él puede ser observado de un modo inmediato. Unidades mulación de temas empíricos de investigación, es preciso hacerlos
sociales como una persona, una familia o una clase de una esencia, de alguna manera «concebibles».
sucesos como un traslado, un homicidio o un accidente de coche, y Intentemos aclarar, mediante ejemplos, los problemas que aquí
propiedades como el sexo (le una persona, el tamaño de un grupo se plantean. Primeramente, en el caso de fenómenos no directamente
así como muchas formas de comportamiento abierto (verbal y no perceptibles debería reflexionarse a través de qué vía se podría dedu-
verbal) permiten su percepción inmediata. Esto no quiere decir que cir su presencia recurriendo a fenómenos perceptibles. Tomemos el
podamos prescindir aquí de una definición operacional. Cierto que concepto de la integración (de un grupo, por ejemplo). Cabría defi-
en tales fenómenos la definición explícita es a veces ya cuasi-opera- nirla como un estado efe cooperación consciente y armónica. ¿En
cional desde el momento en que de ella resulta cómo podría o de- qué hechos perceptibles se podría reconocer la presencia de un estado
bería procederse en la determinación. Pero es precisamente la defi- semejante? Se podría averiguar en qué medida los miembros del
nición operacional la que explícita el proceso de observación. Así grupo participan en un proceso de coperación sobre la base de la
4,2 Introducción a tos métodos de la sociología empírica 1. Algunas premisas mctodológicas 29

división del trabajo buscando objetivos comunes, la frecuencia con la reacción de una persona a un determinado. /est de inteligencia
que dentro de un cierto lapso de tiempo se observan relaciones hos- mida su práctica en hacer test ,o su facilidad de expresión más bien.
tiles en la interacción entre los miembros, cuál es la proporción de que su inteligencia, o que la infrecuencia con que los miembros de
aquellos miembros que proclaman su pertenencia al grupo y que sólo un grupo muestran enemistad Mutua no indique buena integración,
lo - .abandonarían a disgusto. Estns hechos nos podrían indicar la sino que selaya de atribuir' al hecho, ignorado por el investigador,
presencia (y el grado) de la integración. Son indicadores de los fe- de que en ese grupo la enemistad manifiesta está bajo sanción. De
nómenos en cuestión no inmediatamente aprehensibles. estos • problemas nos 'ocupamos con más detalle en el capítulo siguien-
Con la mera indicación de atributos fundamentahnente aprehen- te. La discutible validez de los hechos establecidos como indicadores
sibles, que han de valer como indicadores de un fenómeno sólo in- del fenómeno que se quiere expresar no permite extraer conclusiones
directamente aprehensible, aún no hemos alcanzado, sin embargo, seguras, sino sólo conclusiones más o menos probables sobre su ore, •
una definición operacional. Para 'ello se necesita operacionalizar los sencia. A esto se ti-little que los indicadores elegidos en cada .casó
atriburos particulares, es decir, entre otras cosas indicar cuándo se son selectivos e incompletos. La serie oe los indicadores menciona-
ha de hablar de «hostilidad» en la interacción, cómo —por medio dos para el concepto (le «integración» podría, por ejemplo, ser am-
de qué pregunta, por ejemplo—,se ha de establecer sí un miembro pliada, sin que ni .siquiera se pueda decir en qué punto —por refe-
del grupo «afirma» su pertenencia a éste y si lo abandonaría .con rencia a la definición teórica— estaría «completa»,
gusto o de mala- gana. • Según ello;. la definición operacional en este
y otros casos . semejantes consiste en la indicación de operaciones 1.)) kelación .e.u.t..u: concepto definición operacional. Con res.-,
de investigación con ayuda de las cuales se pueda decidir acerca de pet-fo a la relación entre un concepto y su definición operacional hay
la presencia y la intensidad de aquellos hechos que permitirán la que tener en cuerri que ITmbos pueden ser distintos en su tIrtrrrsiót,
deducción de la presencia de los fenómenos conceptualmente carac- y en Nu contenido seinantico. La extension de una detinicion opera-
terizados. De modo semejante pueden buscarse también indicadores cional, esto es: todo lo que puede averiguarse mediante la puesta
perceptibles para otros conceptos con referencia empírica indirecta Co p-data -tic la correspondiente operacion, puede ser más reducida
y convertir aquéllos a continuación en operaciones de test o de inves- gire concepto. tu) concentoS Con reft-remei1 entolde-á indirecta
tigación. La presencia de una relación de dominación, pongamOs por esta leduccion se orpauce en dos pianos: en primer téi-rnino, a (rayes
caso, puede aprehenderse mediante la observación de que determi- de la ekLcion seferttva de tets thdicadores, y, además, mediante su -
nadas personas en determinadas situaciones obedecen regularmente S/7er; .rcinnttztzliio. 5 se escoge, por ejemplo, corno único indicador
las órdenes de otra persona, o el atributo de «inteligencia» por me- de La «itit, ltración de un grupo» la ausencia de enemistad manifiesta
dio de las reacciones a un !est al efecto. En estos casos, el fenómeno en la interacción .de sus miembros, ya se ha producido la primera
q ue re quiere expr_esar ron ei correspondiente concepto teórico nunca reducción de la extensión del significado. Y si a continuación se
es idéntico a lo que en último término hacemos valer como su in- operacionaliza ese indicador de manera que sólo las agresiones fí-
dicador. La reaccián a un test de inteligencia, por ejemplo, es tan sicas —pero no las expresiones injuriosas ni la denegación de una
sólo una manifestación de inteligenCia, pero no ésta misma. ayuda solicitada— son valoradas Como enemistad manifiesta, la ex•
La cuestión de si un dato concreto y observable puede ser acaso tensión del significado se reduce todavía más. a conceptos con re-
empleado como indicador de un fenómeno no perceptible de modo ferencia empírica directa la reducrión experimentada a través de la
directo —si innica de hecho su presencia, esto es: sí es 1),w/in-- definición operacional es consider:161ementc mzis pequeña, aunque
viene determinada por 2resu1)urstós teóricos cuya cQrrezcidn sólp tain'bitn aquí se presenta este problema. Fenómenos como Tos acci-
puede comprobarse_ con dificultad. Estas suposiciones podrían ser fal- ts--dt_trarico o los nacimientos son, por principio, directamente
sas y con ello no válidos los indicadores, esto es: balear éstos algo aprehenspJles; sin embargo, otra cuestión es la de si todos los casos
distinto al fenómeno que se quiere e'xpresar. Se supone, por ejemplo, que se dan en un período de tiempo y en un lugar determinados
que una actitud se patentiza en maniTestaciones verbales, y sin em- quedan cubiertos de hecho por la forma en que esos - sucesos han
bargo, puede ser que las respectivas manifestaciones se produzcan en de registrarse conforme a lo dispuesto en la definición operacional.
virtud de miedo o conformidad sin que presupongan una actitud Los casos más difíciles, y quizá también los más frecuentes, son
del mismo sentido. De manera similar puede suceder también que aquellos en los que concepto y definición operacional se superponen
Introducción a los métodos de la sociología empírica 1. Algunas premisas metodológicas 31
30

en su extensión significativa, esto es: la definición operacional cubre como lo es la relación existente entre la operacionalización (y con
al concepto sólo en unos aspectos, rebasándole en otros. La pregunta: ella, lo medido de hecho) y el fenómeno realmente aludido por el
«eCambiaría usted gustosamente de empleo?», tomada como ope- concepto.
racionalización de sastisfacción laboral puede servir aquí de ejemplo,
así como la definición operacional de «clase social elevada» como
«todas las personas que ,- según los datos de Hacienda, tienen unos
ingresos mensuales por encima de los 5.000 marcos».
Por lo demás, la necesidad de operacionalización vale tanto para
conceptos definidos realmente como para los definidos nominalmente.
Sin embargo, a causa de la precisa indicación de su extensión sig-
nificativa, la operacionalización de definiciones nominales, especial-
mente si fueron establecidas ya con vistas a una investigación, es
más fácil que la de definiciones reales. También puede darse el caso
de que una definición nominal se halle formulada desde un prin-
cipio operacionalmente. En este caso, el definiendum no expresa
de hecho más que el resultado de la operación de investigación
indicada: el concepto y la operacionalización coinciden por completo.
Un ejemplo de esto sería la definición de «capacidad de relacionarse»
corno «el número de las elecciones realizadas 'por un individuo en
un test sociométrico».
La coincidencia total de concepto y definición operacional es,
pues, un caso excepcional, que además sólo puede darse en concep-
tos definidos nominalmente. A pesar de todo, este caso excepcional
fue erigido en máxima por el operacionalismó, hoy ya —sobre todo
en lo que atañe a las ciencias sociales— apenas representado. Con-
forme a esta concepción, que tiene su origen en el físico 13ridgrnan,
un concepto no significa otra cosa que la serie de operacione co-
rrespondientes. Pero incluso los científicos sociales que rechazan el
operacionalismo corno doctrina de la formación de conceptos pueden
sucumbir a veces a él sin pretenderlo. Precisamente en conceptos que
hagan referencia a_hechps .. nany_cornplejos, muy abstraCtos . o no apre-
hensibles directamente„la .definición operaciOn -aT Puede_eOnducir ve-
ladamente a una equip_aración tácita deloS - fen6itienos aludidos con
lo realmente medido. Así, en más de una - oCasión7há - oCüriido que
un investigador social, que mediante una escala de status pluridi-
mensional ha medido el status social de una serie de individuos y
seguidamente agrupado a éstos en estratos según el status medido,
haya acabado considerando los status y los estratos sociales como
"fenómenos sociales que existen tal y como él los ha medido. Ent
casos como éste, el peligro reside en que el investigador, al interpre
tar sus resultados y sacar conclusiones, vuelve a argumentar en e
plano de los conceptos mismos y no de sus operacionalizaciones. Las 1
interpretaciones y conclusiones se vuelven, pues, tan cuestionables,
Capítulo 2
LA MEDICION

I. Los FUNDAMENTOS DE LA MEDICIÓN

1. Las propiedades formales de los datos

Al igual que toda ciencia, la sociología esta abocadi a reunir


experiencias sistemáticamente controlables sobre su pari.:ular ob-
jeto de conocimiento, Uno de los fundamentos sobre la; que des-
cansan la experiencia y el saber sociológicos lo integran cia:!os sobre
dimensiones atributivas de la realidad social que son obtenidos y
analizados mediante una pluralidad de métodos. Estos datos son el
resultado de observaciones del comportamiento (o de propie-
dades de fenómenos sociales) conceptualmente estructureas, guia-
das por premisas teóricas, sistemáticas y controladas. Ni las obser-
vaciones ni las propiedades observadas son por sí misnis, pues,
datos. Dato no es la respuesta del inquirido a la pregunta planteada
en una entrevista: «¿Se interesa usted por la política?», ni tam-
poco su mera percepción acústica por el entrevistador. Dato es la
cruz que aquel inscribe en la alternativa de respuestas pertinente
del pliego de preguntas, lo que no quiere decir otra cosa sino la
representación simbólica del contenido manifiesto de la observación.
El dato no lo constituye el castigo corporal que la madre imparte
en una ocasión determinada a su hijo, ni la mera percepción visual
o calificación de esta conducta por el observador participante. Una
vez más el dato lo integra aquí sólo la inscripción en une. deter-
46 Introducción a los métodos de la sociología empírica 2. La medición 47

minada categoría de conducta del pliego de observación preparado Sobre la base de los datos así obtenidos se pueden extraer con-
a efectos, digamos, de la conducta pedagógica de los padres. Las clusiones sobre las propiedades conceptualmente determinadas (laten-
observaciones de propiedades o formas de conducta manifiestas de tes) de los objetos de investigación (tercera fase). También este paso
fenómenos sociales se convierten, pues, en datos sólo cuando se los puede ser investigado únicamente en relación con la teoría emplea-
estructura conceptualmente de tal manera que, en cuanto obsér- da para el análisis. Sólo entonces pueden estudiarse las relaciones
vaciones registradas, posibiliten una identificación y clasificación de entre los diversos datos.
los objetos de la investigación según sus dimensiones atributivas Importa destacar que la obtención y el análisis de los datos, en
relevantes para la respuesta al problema de la investigación. todas sus fases, dependen de una teoría sobre la realidad social.
El grabado 1 ilustra la posición de los datos en el proceso de Sobre todo, los datos mismos sólo pueden obtenerse recurriendo a
investigación. Del universo de posibles observaciones de dimensio- conclusiones teóricamente fundadas `.
nes atributivas de los objetos de investigación por lo general se Aunque para las diversas dimensiones de atributos, sociológi-
escogen y estructuran conceptualmente unas pocas dimensiones rele- camente relevantes, existen en correspondencia diferentes clases de
vantes para la solución del problema de la investigación (primera datos, éstos poseen una estructura formal idéntica cuya observan-
fase). Si, por ejemplo, en la averiguación del comportamiento peda- cia es :extraordinariamente importante para la obtención y, más
gógico de los padres Se ha de determinar tan sólo la frecuencia con aún, para el análisis: 1) Los datos de toda investigación empírica
.-lue aparecen castigos, físicos o no, está de más en este caso obser- se refieren a unidades de investigación (vid. pág. 16), aunque, por lo
ar con qué medios se cumplen estos castigos. general, 2) no a éstas en toda su complejidad, sino a unas pocas
dimensiones (vid. pág. 18). Estas dimensiones vienen expuestas como
1.• fase 2.• fase 3.' fase variables. Variables no son otra cosa que la representación sim-
_ bólica de -dimensiones de atributos. .3) -Lo que se ob-Se-rVá—s-óri
Universo de— I Observaciones — Observaciones —Inferencia
Inferencia las distintas localizaciones o clases de las unidades de investiga-
conceptual- registradas de la ción en las dimensiones estudiadas. Toda variable puede así tomar
iimensiones ___, mente
le la unidad
—. —datos-- __ pertenencia diversos valores. Propiamente hablando, una variable sólo puede
estructuradas de la unidad
nvestigada de propiedades a una clase ser considerada como tal si, por lo menos, adopta dos valores.
manifiestas de propiedades El número de valores posibles depende tanto del método de obten-

ción de los datos como del grado de diferenciación de la estruc-
RABADo 1.—Posición de los datos en el proceso de investigación tura conceptual.
En resumen, por datos . puede entenderse la _variedad de «carac-
Salta a la vista que ya en la primera fase del proceso de obten- teres» 'o marcas observados _en--Tás— rtn- ensiones de atributos de
in de datos se manejan supuestos teóricos que no pueden ser a que un-JeFe-r-
las unidades _investigadas; no representan otra c-o-s-a—
vez comprobados por la misma observación. Antes de que pueda minadb--ValO en una variable.
-r
rmarse cuándo un determinado comportamiento de los padres re- Las unidadessometidasa'investigación empírica pueden ser así
nenta un castigo físico o, en su caso, no físico, debe indicarse a descritas o caracterizadas porlos valores característicos observad-os
vés de qué medios directamente observables (manifiestos) pue- en las . dimensiones investigadas. Si,--Por ejemplo- , se investigan n indi-
diferenciarse el «castigo» de otras formas de comportamiento viduos en cuanto a las dimensiones de pertenencia a un grupo de
erno-filiales. estratificación, edad, interés político y tendencia política, puede
Las observaciones de propiedades manifiestas formuladas sobre obtenerse la matriz de datos representada en el grabado 2.
)ase de esa estructuración conceptual se convierten en datos so- MA„ 2 no es otra cosa sino el valor, particular de la unidad de
un objeto de investigación mediante su registro en forma estan- investigación en la segunda dimensión (edad). A partir de la matriz
zada (segunda fase). Al igual que en el primer paso, se deben de datos, en la que se expresa con claridad la posición recíproca de
ar una vez más decisiones teóricamente fundadas y referidas a los tres elementos: unidad de investigación, dimensión y valor par-
lección entre formas alternativas de la estandarización (instru-
tos de investigación). N. R. Hanson, Patterns ol Discovery, Cambridge, 1958, capítulo 1.
48 Introducción a los métodos de la sociología empírica 2. La medición

ticular, se derivan además los tres principios más importantes de la 2. Los principios de la medición

4q recogida de datos: 1) el principio de la comparabilidad, 2 el de la cla-


sificabilidad y 3) el de la integridad. Si los datos de fenómenos sociales son resultado de obs
ciones de valores particulares conceptualmente es , tucturadas,
MD Interés Tendencia máticas y controladas sobre las distintas climensicn de las u
UE Estrato Edad Sexo político política des investigadas, la medición no puede ser, en_pj ?cipics más
el proceso mismo de- observaci6n7 — es déTr1 olatt nción cre-R
UE1 MAii MAl2 MAI3 MAH MA 15 T.:o.s valores relativos a las unidades investigadas piden ser: 1
UE2 MA21 MA22 MA23 MA24 MA25 valor específico de una dimensión particular de un objetc
momento y lugar bien determinados, o 2) la conve-.1i611 de un
en otro sobre la misma dimensión y bajo las mi rus condici
UEi MAj 1 M AJ2 MA I3 M AJ4 MAJ5 o 3) la conversión de un valor en otro dentro de l i misma di
Sión bajo una alteración controlada de las condiciones. Para
una de las tres posibilidades valen las condiciones que a cont
LTEn MAni MAna MAn3 MAn4 MAns ción se enumeran, y sin las que el fenómeno de la tnediciói
correspondería a los principios exigidos de estrm 1 tración coi
MD = Dimensión tual y controlabilidad:
MA = Valor (clase)
UE Unidad de investigación
1) La clase de los objetos de investigación ha de fijarse 1
GRABADO 2.--Matriz de datos modo que sea posible declaii- con la mayor claric ad si un : 4
.
üertenece a da o no. Si se han de investigar . , por e emplo, las
• 1) El principio de la comparabilidad implica; a) que las di- tüdes democrática S• b autoritarias de los maestros de enseñí
mensione—s— en la matriz de dalo-S—Van— de- ser de hecho :dimensiones primaria procedentes de clase media, ha de ser posible indicar
de las . unidadéS - ifiv—elliZája- . De -otra -Manera, podría haberenun- toda exactitud de qué manera puede distinguirse a éstos de
ciados dediiCible-s a partir -de la matriz y que no tendrían ningún otros maestros de enseilanza primaria o de los maes ros en gen(
sentido, esto es: no ser ciertos ni falsos empíricamente. Si, por Esta condición parece plausible y poco problemátic's Se puede,
ejemplo, son grupos sociales las unidades de investigación, el sexo embargo, pensar en casos en que la atribución de c f jetas a la
no puede entonces ser una dimensión de las mismas; la propo- de las unidades de investigación no sea tan po,-( problemá
sición «el grupo es de sexo masculino» no es verdadera o falsa, Estudiando, por poner un ejemplo, el comportamic e lo de consi
sino simplemente absurda; b) que las unidades de investigación sólo de los jóvenes en la moderna sociedad industrial no parece
pueden ser comparadas con sentido respecto de valores de concre- fácil decidir qué círculo de personas pertenece a 1. clase de
tizaciónesobre_la_dim,ensión_ córrespondiente. Frases como «da UÉ, dades investigadas.
es de sexo masculino, mientras que la UE 2 está políticamente muy
interesada» no comprenden ningún sentido determinable. 2) Las condiciones situacionales bajo las que c iscurre el
ceso de r`ii¿diCióri deben ser, allí donde no puede s ser objeto
2) El principio de la clasificabilidad implica que, en cada
'Manipulación experimental, conocidas de tal modo ue pueda •
dimensión, las clases de todos los posibles rasgos de atributos han trolarse su posible influjo sobre la medición misnil . Como le
de constituir una serie completa y consistente, de manera que a cada Sé verá con mayor detalle (vid, sobre todo págs. 151 y ss. y 12
unidad de investigación sólo pueda atribuirse un valor en cada siguientes), la situación en que discurre la investiga :ión tiene
osmensión. influencia sobre los atributos manifiestos observables por ejem'
3) El principio de la integridad quiere decir que los valores las respuestas a una pregunta de cuestionario o el :.11nportamie
particulares de todas las unidades estudiadas deben obtenerse em- abierto en el marco de la observación. La variaci incontrol
píricamente en todas las dimensiones heurísticamente relevantes. ae las condiciones bajo las que discurre un proce ;o de medí(
50 Introducción a los métodos de la sociología empírica 51
2. La medición
pone en peligro la comparabilidad de los datos y perjudica su fiabi- objetos de investigación. Los diferentes niveles de medición están
lidad. Si estas condiciones no pueden estandarizarse, como ocurre caracterizados por una serie de propiedades formales que, a la vez,
en el experimento, deberían ser incluidas explícitamente en la inves- condicionan los métodos empleados en el análisis de datos.
tigación.
Medir, en sentido estricto, quiere decir asignación metódica de
3) Se ha de determinar con exactitud qué procedimientos de símbolos a las características observadas sobre la dimensión que
medición y de obtención de datos se han de emplea'. Precisamente se está investigando. Según las reglas de esa asignación, pueden dis-
cuando se trata de la obtención de datos que han de facilitar infe- tinguirse cuatro escalas de diferente nivel de medición: 1) escala
rencias sobre propiedades no observables inmediatamente, existe nominal, 2) escala ordinal. 3) escala de intervalos y 4) escala racio-
casi siempre la posibilidad de aplicación de procedimientos de me. nal o proporcional.
dición alternativos. Para los instrumentos con los que se han de
acometer los procesos meditorios han de determinarse reglas de Escala nominal. La medición a nivel nominal representa la
aplicación explícitas y bien formalizadas, así como los «standars» forma más «primitiva». Se basa en las reglas clasificatorias de la
métricos correspondientes. Esto último no es otra cosa que la lógica uniposicional de predicados y no supone sino la clasifica-
determinación de la exactitud con que los datos deben indicar la ción de objetos de investigación con respecto a la posesión o no
localización de un objeto en una dimensión. posesión de una determinada (cualitativa) característica. Así, los
En alguna investigación puede bastar con saber si los ingresos hombres pueden clasificarse según que sean de sexo masculino c
son altos o bajos, mientras que para la respuesta de otras cues- femenino, protestantes, católicos o judíos; las sociedades, según
tiones de investigación puede ser importante saber si los ingresos que tengan una constitución política autoritaria o democrática.
alcanzan exactamente 300 6 350, 1.000 ó 1100 DM. La medición nominal debe cumplir las siguientes condiciones:
1) ante dos objetos de investigación ha de poder decidirse si, con
4) Se debe definir la dimensión sobre la que han de obtenerse referencia a la dimensión estudiada, adoptan el mismo valor; esto
los datos. Es decir, debe fijarse con exactitud la clase de observa- es: si son, o no, elementos de la misma clase de atributos:
ciones que han de realizarse. A=B o A 13, pero no las dos cosas ala vez. 2) La relación
para el caso de que se busquen datos sobre una dimensión de identidad entre dos objetos de investigación ha de ser simétrica,
en momentos diversos (por ejemplo, un estudio de panel), se añade o sea, si un objeto A posee el mismo valor de atributo que otro
la condición de la especificación del intervalo de tiempo que ha de objeto B, este objeto B ha de adoptar el mismo valor que el ob-
mediar entre 'a primera y la segunda medición. Para el caso de jeto A: si A = 13, entonces B = A. 3) Si el objeto A adopta el mis-
obtención de datos sobre la modificación de valores bajo una alte- mo valor que el objeto B, y éste el mismo que C, entonces el
ración controlada de las condiciones (por ejemplo, experimento), se objeto A adopta el mismo valor que el objeto C: si A B y 13 = C,
han de controlar o medir simultáneamente las alteraciones de esas entonces también A = C.
condiciones. Una característica de la dimensión reflejada en una escala nomi-
Los instrumentos que no cumplen tales requisitos pueden_pro.- nal es que la suma de todas las clases de atributos carezca de
porcionar tan sólo datos cuyo «status» objetivo debe ser muy cues- orden. Así, pues, no puede producirse entre las diferentes clases
tionable. En efecto, sólo cuando se conocen todas las condiciones de atributos ninguna relación métrica. Así en el análisis de datos
lue rodearon la medición puede comprobarse si los datos son ver- de este nivel de medición tan sólo se pueden emplear las siguientes
laderamente fiables e intersubjetivos, esto es; científicamente ob- operaciones matemáticas: 1) Para cada una de las clases de atri-
etivos. butos se pueden calcular separadamente las frecuencias absolutas o
relativas que poseen. 2) A efectos de investigación de la relación
Los diversos niveles de medición entre dos dimensiones sólo puede aplicarse el coeficiente de con-
tingencia.
El contenido informativo de los datos viene establecido, entre Escala ordinal. Representa el siguiente nivel de medición. Sus
tras causas, por el nivel al que se miden las características de los objetos de investigación pueden ser ordenados aquí a la vista de
52 Introducción a los m¿codos de la sosr.lologfa empírica 2. La. medición 53

sus valores de una dimensión determinada, porque ésta posee pro- quiere de decir que a nivel de intervalos se pueden ya ejecutar las
piedades cuantitativas. A este nivel se mide la intensidad. fuerza operaciones matemáticas de suma y resta.
o tamano con la que aparece una propiedad dada en cada uno de Si adermls existe un punto natura/ ticerw>, la escala será ra-
los objetos de investigación por separado. Ast, mediante parco, cional. Con los valores cíe tal escala pueden realizarse todas las
pueden compararse personas en cuanto a su interés político débil Dperaclones maternal -1ns! CUrrricio hayan de averiauarse las relacio-
o fuerte, esto es: se. les puede encajar en una ordenación de rangos. nes entre dos propiedades que hayan sido macas a nivel de
El establecimiento de una graduación entre los objetos de la inves- intervalos o racional resulta apropiada la correlación producto-
tigación puede considerarse también una clasificación en clases de momento.
atributos cuantitativos, máxime cuando no son los objetos de in-
vestigación mismos, sino las clases de atributos anteriormente defi-
nidas, las ordenadas. 4. Indicadores
Para poder representar una dimensión de atributos COMO es-
cala ordinal, los dejos sobre los valores particulares de las unidades La cuestión (le si datos que han sido obtenidos con ayuda de
han de obtenerse de forma que cumplan las siguientes condiciones: determinados instrumentos de medición ofrecen realmente infor-
; Si un ()Victo A es maytn que otro objeto B en cuanto a una mácion sobre las dimensiones investigadas no puede responderse
dimensión atributiva, el objeto 13 no ha de ser mayor que Á en a partir de los datos Mismos. El problema de la validez al que
cuanto a la misma: si A > 13. entonces 13 „I' A. 2) Si el objeto aquí se alude surge siGmpre que, sobre la base de datos relativos
A es mayor que el objeto B, y i3 mayor que Ç A es también mayor a propiedades o formas de comportamiesuo,concretas y particulares
que C: A > B y_ 13 > C, entonces A > C. (jet objeto investigado, hayan de realizuse'inferencias de valores
Las cifras que designan el puesto en In graduación son cifras particulares situados en una dimensión que o no es observable
de rango o ntírneros ordinalcs. Indican sólo el puesto respectivo directamente o lo es sólo de modo incompleto En un sentido general,
que ocupa el objeto de investigación, pero no fa cantidad absoluta esto tiene que ver con el problema de ta relnrión a la que ;11+ ,1:limos
de una propiedad de ese objeto. Por eso sólo puede indicarse CRIC anteriormente (pk,,, 211 entre las dir-nensinnes tzli.gir—wamoie 44-
el objeto A es mayor que B, pero no cuántas vetC5 es mayor. 'l'ampo- nidas y sus equivalentes empíricos respectivos o indicadorts. El pro-
co puede decirse algo sobre la separación entre los puestos de la gra- blema de la investigacjón empírica consiste, pues, en encontrar
duación. Dado que no se conocen los intervalos entre cada uno semeinics cquivale.ntes empíricos o indicadores para aquellas dimen-
de los puestos de la graduación, los números ordinales no pueden siones que, en principio sólo han sidln delínidas teóricamente y
someterse a las operaciones matemáticas de la adición, sustrac- que han de constituir el objeto déla invs.stigadón. (=racial a ellos,
ción, multiplicación y división. 1ns interencias no sólo son posibles, sino también v fniells
Escalas de inurvalo y r4rional. La distinción característica en- Para la averiguación de las actitudes positivas o negativas de
tre la escala de . intervalo y - la escala ordinal estriba en que en la los obreros frente a su empresa pueden, por ejemplo, servir de in-
escla . de intervalo es 2osible indicar exactamente la separación dicadores las reacciones verbales a determinadas preguntas formu-
entre dos puntos. Claro esta se precisa la existencia de una unidad ladas en una entrevista. Para la averiguación de los conocimientos
de melda que sirva de «standarcli>: ry que pueda ser repetida sin de Historia entre los escolares puede valer de indicador el acierto
mls. Así, la longitud, se mide en centímetros y metros, y el tiempo o el tallo de una serie de preguntas del tipo de: «¿Cuándo se
en minutos .y horas. Desarrollar en las ciencias -sociales una unidad construyó la primera máquina de vapor?» o «¿Quién fue el primer
de medida de esas Características es, por lo demás, muy dificil. presidente de la República de Wcimar?» A fin de establecer la
Para la medición de ingresos, la duración o la mera frecuencia de pertenencia de individuos o Familias enteras a un estrato social
una conducta existen medidas semejantes; para la intensidad de puede utilizarse como indicador el «confort» del cuarto de estar,
una actitud 'autoritaria o de la integración grupal, sin embargo, apreciado por un observador participante. Para averiguar la accesi-
no hay ninguna que esté dada inmediatamente. Ahora bien, si bilidad a posiciones de poder político en una sociedad podría utili-
existe una unidad de medida semeaate ramhil'n es posible indicar zarse como un indicador el grado en que las diferentes clases -so-
exactamente la separacidn entre dhs- punzas de. wig, 2sza1a, Eun ciales se encuentran representadas en las posiciones de poder. Las
55
Introducción a los métodos de la sociología empírica 2. La medición
54
tuido por el conjunto ' de valores obtenidos en dichas dimensiones
fluctuaciones entre los miembros de un grupo social pueden repre- parciales (así, en los 'casos de satisfacción laboral, integración de
sentar un indicador de su grado de integración. grupo). Para esas dimensiones parciales hay una diversidad de in-
Según sus relaciones con la dimensión_teóricamentedefinida dicadores. A fin de poder determinar empíricamente la situación
(y, Por tanto, aún sin-operacionaltzar) al__qutietten_quein
dicar (re-
de los objetos de investigación en tal dimensión compleja puede
presentar), los indicadores pueden clasificarse de _la_ manera. si- escogerse un indicador para una de las dimensiones parciales, en
uiente
la medida en que ese indicador tenga un elevado grado de corre-
lación interna con todos los demás posibles.
1) Indicadores definitorios: aquellos por los que se define la Cuando Stuart Chapin , por poner un ejemplo, define el
misma dimensión inve-14acia. «status» social como la posición que un individuo o una familia
detentan en relación a las normas dominantes en el grupo, pero
2) Indicadores correlativos: al final utiliza sólo como indicador el «confort» del cuarto de
a) indicadores correlativos internos: como parte del defi-
niens de la dimensión teóricamente-definida, están correlaciona- oncepto
dos con los restantes componentes de la misma,
b)indicadores correlativos externos: sin ser parte del defi- MB = Patrimonio
niens de la dimensión teóricamente - definida, se correlacionan material
empíricamente con ella. KB -= Patrimonio
cultural
E = Ingresos
3) indicadores de inferencia,, mediante los que se pueden in- WZA = Mobiliario del
ferir valores de-a-nensiones no directamente -acc-e-sibIes- a_ la -613
_ cuarto de estar
servación. M = Pertenencia
_
a organizaciones
Los indicadores definitorios, que sirven para definir la dimen-
sión estudiada, pueden emplearse sólo con ietefeTiCía-a-c-o-nceptos Indicador
,sencillos, cercanos a -la - experiencia.' Casi todos los conceptos socio- 3.-Ex1ensiva conceptual e indicadores de «status» social
GRABADO
métricos, como «staIns-» socioniétrico y cohesión grupal, vienen
definidos, a su vez, por indicadores de esta clase. Así, «status estar, debe entonces o presuponer o demostrar empíricamente que
sociométrico» se define como la suma de elecciones sociometricas este indicador tiene un elevado grado de correlación con respecto
de un individuo en un grupo. «Cohesión» puede definirse como a todos los demás. La relación del indicador (correlativo interno)
la proporción de elecciones recíprocas en un grupo. Las expresio- con la extensión de significado del concepto viene ilustrada en el
nes que definen los conceptos de «cohesión» y «status» son a su grabado .3. En el caso de correlación perfecta de todos los indica-
vez expresiones de indicadores. La relación del contenido signifi- dores que, por su parte, se refieren a dimensiones parciales de la
cativo de los indicadores con respecto al del concepto que -definen dimensión compleja «status» social, es suficiente la elección de
ha de considerarse como de extensión equivalente.
cualquier indicador para averiguar el lugar de un objeto de inves-
Muchos conceptos que encuentran aplicación en la sociología tigación en una dimensión compleja de atributos. Ahora bien, en
no son, sin embargo, sencillos o unidimensionales. Las dimensio- caso de que el indicador escogido no mantenga con loS demás ele-
nes que han de indicar se componen por lo general de varias di- mentos que establecen la extensión significativa de «status» social
mensiones parciales, de manera que el valor buscado en una dimen- tal correlación, resulta que o el indicador no es aplicable o bien
sión así de compleja ha de entenderse como el resultado consti- ha de integrarse con otros indicadores en un índice. También

2 Vid. al respecto St. Nowak, «Correlational, Definitional and Inferen- Chicago, 1951.
tial Indicators», en: Polish Sociological Bulletin, 1963, 2 (8), págs. 31 y as. St. Chapín, The Measurement of Social Statuts,
56 Introducción a los métodos de la sociología empírica 2. La medición 57

se podría reducir el concepto al ámbito de significado de un indi- hace de indicador está condicionado empíricamente por el atributo
cador. La elección del indicador, sin embargo, depende en cualquier indicado 4 . En los Casos en que no se puede fundamentar teórica-
caso de la teoría de la estratificación subyacente y de los enunciados mente la eoWelieiórieTtr) e Indlcadbmtributo corn,Y -Tria r-erac tí-n-
que se busca formular. La elección del equipararniento del cuarto eón-5 tan te, la validez . del indicador resulta Cu- es-tío-fiable-, o sea no
de estar corno indicador de «status» social podría justificarse teóri- llega a saberse si la correlación que .se esiablea empíricamente en
camente si el bienestar material es el criterio primario de la estrati- una ocasión 'concreta .se producirá realmente - BaTo-
ficación, las diferencias del bienestar repercuten en proporción rentes.
exacta en el equipamiento del cuarto de estar y el «status» social Se emplean indicadores correlativos externos cuando el atributo
medido de esta manera guarda una relación empíricamente demos- indicado pueda captarse empíricamente, pero con más dificultades
trable con otras importantes dimensiones como, por ejemplo, el que el indicador. Este caso se ha de distinguir de aquellos otros
comportamiento político, la orientación social, etc. en que los atributos no son accesibles a la observación directa, ni si-
Los indicadores que en la definición son comprendidos como quiera parcialmente. A este grupo pertenecen todos los atributos
un componente de dimensiones de mayor complejidad deben dis- disposicionales de cuya existencia puede deducirse teóricamente
tinguirse de aquellos otros que en la definición no son elementos su comportamiento manifiesto en situaciones concretas, por ejem-
de una dimensión semejante (2b). Así podría emplearse, por ejem- plo: actitudes o determinados atributos 'psicológicos y disposicio-
plo, el «status» socioeconómico como indicador de valores de atri- nes de comportamiento. Para la averiguación de semejantes dispo-
butos cituados en la dimensión «tendencia política» cuando exista siciones, que pueden ser calificadas conceptualmente como «cons-
certeza empírica de que ambas dimensiones guardan una correla- trucciones teóricas», deben buscarse indicadores al nivel de pro-
ción mutua suficiente, ésto es: cuando para cada valor en la dimen- piedades o modos de comportamiento manifiestos por los que
sión «status» socioeconómico se puede demostrar la existencia de pueda inferirse su e-,IstcncirA (indicadores de inferencia). A.sl, en.
un valor determinado en la dimensión «tendencia política». La el estudio de actitudes se emplean una serie de preguntas. Las
relación entre la dimensión que actúa como indicador («status» reacciones verbales a tales preguntas son un indicador de la exis-
socioeconómico) y la que resulta indicada (tendencia política) puede tencia c_le una determinada actitud, siendo ésta, a su Vez, inter-
representarse así gráficamente: pretada como causa de una conducta en una situación concreta:

o
Status
socioeconómico
Tendencia
política
E ---- Actitud
VR ---- Reacción verbal
V Comportamiento

Los indicadores correlativos externos pueden aún diferenciarse


según que valgan teóricamente como a) resultado (efecto) del
atributo inferible, b) como su condición (causa), o c) que se trate
exclusivamente de una relación estadísticamente significativa, pero Estas construcciones teóricas sólo tienen pleno sentido desde el
sin explicación teórica. Si, por ejemplo, se utiliza el «status» eco- punto de vista teórico cuando de ellas puede deducirse el mayor
nómico como indicador de la tendencia política, se podría entonces, número posible de clases de modos de comportamiento observa-
en virtud de reflexiones teóricas, hablar de que se trata de un
indicador condícionante. Pero si es el equipamiento del cuarto de 4 En una forma algo Cainbiada esta diferenciación también vale en el
estar el que ha de servir de indicador de la cuantía de ingresos, enton- Caso de indicadores correlativos internos, en los que se trata de relaciones
ces se trata de un indicador condicionado, esto es: él atributo que entre los diversos elementos de un atributo complejo.
59
2. La medición
58 Introducción a los métodos de la sociología empírica
viene establecido a través de las tres dimensiones parciales de for-
bles. La validez de la inferencia de la disposición designada me- mación escolar, profesión e ingresos, sin que éstos puedan pasar
diante un concepto a partir del atributo utilizado como indicador como indicadores perfectamente correlativos del mismo fenómeno,
sólo puede revisarse indirectamente, por lo demás, en la medida estará caracterizado íntegramente
el «status» socio-éconómico sólo
en que se averigua la amplitud de . la covariación entre el indicador cuando se conozcan sus valores en cada una de las tres dimen-
y el mayor número posible de otros atributos observables a los siones parciales y se presenten como un trío de atributos: el objeto
que teóricamente se considera condicionados por la disposición. de investigación A tienen estudios elementales, es trabajador sin
Cuando se investiga, por ejemplo, las actitudes que los obreros formación profesional y gana 650 DM al mes.
albergan con respecto a sus superiores inmediatos, se puede com- Gráficamente puede representarse toda propiedad compleja como
probar la validez de las reacciones verbales a las correspondientes propiedad de n-climensiones. El concepto de «status» socio-econó-
preguntas sobre actitudes mediante la observación de la frecuencia mico vendría representado, por consiguiente, mediante un espacio
de sus discusiones con los jefes. de atributos tridimensional:
Con todo, si se observa que entre el indicador y cada una de
las clases de propiedades o modos de comportamiento manifiestos
considerados como condicionados por la propiedad latente que se Y
ha de indicar no existe ninguna covariación, no es válida la infe-
rencia de valores particulares relativos a una determinada disposi-
ción a partir de un valor observado a nivel de indicadores. Cuando
se da una situación semejante hay siempre dos posibilidades:
a) dejar a un lado el indicador y buscar otro nuevo; b) a través
de un cambio de la definición modificar de tal manera el ámbito S
de significación del concepto que las propiedades y modos de
comportamiento, que, en contra de lo esperado, no guardan corre-
lación con el indicado, dejen de valer como manifestaciones dé la Los objetos de investigación vienen caracterizados en relación
-
disposición en cuestión. La mayor o menor conveniencia de cada con el «status» socio-económico por su situación en ese espacio:
alternativa es algo que nunca podría decidirse «ad hoc», sino que A (x; y; z). Siempre que los valores de esas dimensiones varíen,
depende del análisis del contexto teórico en que esa disposición en cierta manera, independientemente unos de otros, pueden sur-
se encuentra. Cuando de una disposición con la extensión signifi- gir diversas combinaciones; por ejemplo, estudios primarios con
cativa que se estableció ,en la definición originaria puedan dedu- profesiones distintas, o una misma profesión en relación con dife-
cirse un gran número de relaciones ya confirmadas teóricamente, rentes niveles de ingresos, etc. Naturalmente, es una cuestión
sería mejor prescindir del indicador. empírica la determinación de la existencia e importancia de tal
situación. En este caso, un -único indicador no puede reflejar la
localización de los objetos de investigación en un espacio de atri-
5. Indices butos con tanta precisión que éstos puedan ordenarse en clases
relativamente homogéneas en relación con la propiedad pluridimen-
Una multitud de cpnceptps. sociológicos ,alude a pyo_pledades sional. Por lo general, se intentará encontrar, por lo menos, un
latentes en' el. objeto de _investigación que no s-O'n-unidlinensionales, indicador para cada dimensión parcial. Así, sí se pretende averiguar
sino_pluridimensionales. Anomia, aisTañiiento social, «status» socio- la «satisfacción laboral» de trabajadores de una determinada em-
económico y cohesión grupal nos brindan algunos ejemplos de este presa-- industrial y se la concibe como una propiedad bidimensional
tipo. Con referencia a una propiedad pluridimensional un objeto compuesta de «satisfacción con el puesto de trabajo» y «satis-
de investigación sólo está empíricamente caracterizado en su totali- facción con el salario», se ha de encontrar, entonces, al menos un
dad cuando se han averiguado sus distintos valores en todas y cada indicador para cada dimensión parcial. La satisfacción laboral de
una de las dimensiones parciales que constituyen la propiedad. cada uno de los objetos de investigación podría, pues, representarse
Si, pongamos por caso, el concepto de «status» socio-económico
SO Introducción a los métodos de la sociología empírica 2. La medición 61

:Dor la situación en un espacio bidimensional, cuyas dos dimensio- atributos se integren en una ordenación lineal a base de asignar a
nes parciales podrían medirse ordinal-tricotómicamente. cada clase un valor determinado de la variable. Se trata del pro-
Cabe deducir, pues, ,nueve clases de sotisfacción laboral mutua- cedimiento de construcción de índices. Por «índice» se entiende
mente diferenciables, al menos en relación con una dimensión par- entonces una variable unidimensional con r valores sobre la que se
dal, pero que no pueden ser objeto sin más de una ordenación representan las v clases de posibles combinaciones de atributos
lineal, Así, no puede decirse que las unidades de la clase b posean extraídos del espacio pluridiniensional'.
En la práctica se procede de modo que a los distintos lugares
de las dimensiones parciales se les asignan valores aritméticos
Satisfacción
con el puesto (vid, grab. 4), que a continuación se suman para cada una de las
de trabajo Satisfacción con el salario diversas combinaciones de atributos. Así, en nuestro ejemplo, a
partir de las nueve diversas clases de satisfacción laboral resultaría
2 elevada la jerarquización que aparece más abajo, en la que ha de expresarse
1 media b e la diferente intensidad de satisfacción laboral.
O baja a
Valor índice Clase
O baja 1 media 2 elevada
4
GRABADO 4.—Espacio de atributos bidimensional. 3 g, h
2 d, e, f
una satisfacción laboral más elevada que las de la clase c. Sólo 1 b, c
para cada dimensión parcial pueden establecerse jerarquizaciones O a
cue, por lo demás, ordenan las clases particulares de una manera
r Idicalmen te dis tinta. La asignación de valores aritméticos y la eventual pondera-
A efectos del análisis puede resultar de interés abandonar el ción de cada una de las dimensiones parciales deben ser funda-
nivel de las dimensiones parciales y concebir la propiedad pluridi- mentadas teóricamente en la medida de lo posible. Cuando se
mcnsional misma como una variable cuyos valores poseen al menos miden las dimensiones parciales a nivel ordinal apenas si resulta
fundada otra asignación que la de los números consecutivos. Sólo
donde se pueden indicar los intervalos entre las distintas clases de
Satisfacción con el Satisfacción con el
puesto de trabajo salario
atributos, esto es: en esCalas de intervalos, puede procederse a
atribuir a esos intervalos las graduaciones numéricas correspon-
Baja a c f a b d dientes. En la ponderación, los valores numéricos de una dimensión
Media b e h c e g son multiplicados por un valor determinado, para expresar así que
Elevada d g í f h
el atributo pluriclimensional viene más definido por esa que por
i
Téngase en cuenta que cl concepto de índice habitual en la investí-
gación social (el aquí empleado) no es idéntico al (le la misma denominación
carácter ordinal. Así, se puede estar interesado en representar la y que se aplica a determinados valores estadísticos complejos de medición.
«sliisfacción laboral» como una variable cuantitativa mediante la Algunos de los índices que se exponen en posteriores capítulos de esta obra
cual los objetos de investigación se diferencien entre sí en relación (el índice de cambio i, en el análisis de panel, el índice de asociación, así
con lo elevado, normal o bajo de ella. Para ello se requiere reducir como algunos índices sociornets:icos, por ejemplo) responden más bien a la
el espacio de atributos pluridimensional a una escala unidimen segunda acepción del concepto, esto es: se trata de medidas de compara-
ción de la Irecuencia de determinados atributos o complejos atributivos en .
sional. Aquí se ha de poner a las dimensiones parciales en una diferentes' grupos. Hasta la fecha no se dispone de una teoría de los índices
relación mutua tal que las clases de diversas combinaciones de que abarque las , dos categorías.
62 introducción a los métodos de la sociología ,empírica 2. La medición 63

otra dimensión parcial. Si se pudiera determinar que la satisfacción II. ESCALAS


con el salario determina la satisfacción laboral más intensamente
que la satisfacción con el puesto de trabajo, podrían entonces mul- 1. La escala como instrumento de medición
tiplicarse por 2 los tres valores aritméticos de satisfacción con el
salario, de manera que los valores sean 0, 2 y 4, en lugar de 0, Como ya se ha dicho anteriormente, medir significa asignar
1 y 2. valores numéricos a una dimensión del objeto (o clase de objetos)
En la construcción de Indices hay que resolver, por consiguien- siiTeld un—déterrniiiádO (2c r efiniento. En este sentido, las esca-
te, dos problemas. Primeramente, debe decidirse qué datos de di- las son ihstrumentos de medición, y la escalación, el procedimiento
mensiones parciales han de integrarse en el índice. Ha de tenerse de su construcción. Esto comporta comúnmente un determinado
en cuenta que un índice debe referirse explícitamente a todas las cálculo estadístico-matemátíco al que han de someterse los datos
dimensiones parciales del espacio del correspondiente fenómeno, (las respuestas a una serie de preguntas, por ejemplo). Con ello
pero sólo a éstas. En segundo lugar, se debe indicar dc qué manera ha de establecerse primeramente qué preguntas están en una di-
se han de poner en relación mutua esos datos (asignación de valores mensión común y, en algunos procedimientos (como en la escala
numéricos, ponderación, combinación). de Guttman), dónde residen dentro de la dimensión. Una vez lista
Un problema básico de la formación de índices radica en que la escala puede averiguarse la posición de un objeto de investiga-
con frecuencia se suman uno tras otro valores numéricos de carac- ción en esa dimensión.
terísticas observadas en diversas dimensiones parciales, los cuales También los índices son instrumentos de medición, esto es:
sólo han de manejarse como ordinales. Así no cabe tratarles como asignan a los objetos de investigación una posición determinada en
si fueran números cardinales, que además se han obtenido por una dimensión. La '..diferencia entre - índiees y escalas no reside en
aplicación de un rasero unitario a todas las dimensiones parciales. De el nivel de' medíción'como frecuentemente se dice. Al igual que los]:
no cumplirse ambas premisas —y en sociología casi nunca es el índices, también la mayoría de las escalas desarrollan su medición:
caso—, se comparará lo que, estrictamente, no admite comparación al nivel de los números ordinales. La diferencia estriba en que en'
y se hará equivalente lo que es desigual. Cabe, pues, cuestionar las escalas se comprueba mediante cálculo si los «items» que;
el sentido en que diferentes combinaciones de atributos con el fueron recogidos en ellas pertenecen o no a una dimensión común.;
mismo valor índice hayan de considerarse en realidad, como equi- En los índices esa comprobación de la pertenencia de las preguntas
valentes. Esta objeción nos remite al problema de la medición, a una dimensión se produce a cliscrección o intuitivamente, esto]
central en la investigación social; concretamente, a la gran ausen- es: a falta de un cálculo de comprobación formal.
cia de unidades de rnedición estandarizadas y, sin embargo, llenas No existe un criterio inequívoco para la clasificación de las
de sentido teórico. En estas circunstancias, la construcción 'de ín- escalas. Coornbs y Torgerson 6 apuntan a una importante distinción.
dices queda reducida a mero instrumento auxiliar, con frecuencia Según ésta, existen, de una parte, escalas con-cuya ayuda se miden
de significado discutible; pero sigue siendo útil en cuanto tal, dimensiones en objetos del entorno. Por ejemplo, se puede pedir
pues el fin de un índice es precisamente hacer comparable lo que a los encuestaclos que ordenen varios bienes según su utilidad o
no lo es. El tratamiento de combinaciones de atributos diferentes a varios .políticos según el grado de su actitud conservadora, o valo-
como equivalentes en cierto sentido puede hasta justificarse empí- rar la medida de los contenidos realistas y racionalistas en diversos
ricamente en cierta medida (y necesita justificación, por lo demás). sistemas: religiosos.- La dimensión en que se .-procede a verificar la
El que, pongamos por caso, se consideren equivalentes dos unida- medición no se refiere a los encuestados, sino a objetos de su en-
des de las clases b y c podría justificarse si se acertara a demos- torno. Por otra parte, pueden medirse dimensiones de los mismos
trar que se comportan igual o parecidamente con referencia a otras objetos de investigación, como, por ejemplo, las actitudes patriar-
variables que han de venir determinadas también por la satisfacción
laboral (por ejemplo, la frecuencia de los cambios de empresa o las 6 Vid. \V. S. Torgerson, Theory and Method Scaling, Nueva York,
ausencias no causadas por enfermedad). Por las mismas razones, 1958, capitulo 3 C. H. Coombs, «Thcory and Mcthod of Social Measure-
la validez de un índice ha de examinarse lo más empíricamente ment», en: L. Festingcr, D. Katz (eds.), Research Meihods in the Behavtoral
posible. Sciences, Nueva York, 1953, capítulo 11; también C. H. Coornbs, A theory
ol Data, Nueva York, 1964.

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