96 EDESP Izquierda Web

ISSN 2215-8332
UIERDA EDICIÓN
ESPECIAL
MAYO DE 2021 BOGOTÁ, COLOMBIA
PARO Y REBELDÍA EN COLOMBIA

Una nueva clase espectral: A propósito del paro del 28 de abril · Geografías de la rebeldía y la dignidad
popular · Crisis de hegemonía, subjetividades insurgentes y perspectivas · Movilización fractal y
explosión popular. Una reflexión sobre la protesta legítima · Confunde y reprimirás. De la “revolución
molecular disipada” a la represión anticipada · La rebelión social y el “movimiento real” de la clase
trabajadora · ¿Cambio en MinHacienda? Mirando más allá del enroque ministerial
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EDICIÓN ESPECIAL
96 La información sobre las fuentes de las imágenes
MAYO DE 2021 BOGOTÁ, COLOMBIA
aquí publicadas se incluye en la última página.
CONTENIDO CONTENIDO
PARO Y REBELDÍA EN COLOMBIA
5 Una nueva clase espectral: A propósito del paro del 28 de abril

Víctor Manuel Moncayo C.
15 Geografías de la rebeldía y la dignidad popular

Carolina Jiménez Martín
21 Crisis de hegemonía, subjetividades insurgentes y perspectivas

Sergio De Zubiría Samper
Giovanni Libreros Jiménez
33 Movilización fractal y explosión popular

Una reflexión sobre la protesta legítima
Carlos Medina Gallego
45 Confunde y reprimirás
De la “revolución molecular disipada” a la represión anticipada
José Francisco Puello-Socarrás
53 La rebelión social y el “movimiento real” de la clase trabajadora

Jairo Estrada Álvarez
67 ¿Cambio en MinHacienda?
Mirando más allá del enroque ministerial
Andrea Ávila Serrano
PARO Y REBELDÍA
EN COLOMBIA
Una nueva clase
espectral: A propósito
del paro del 28 de abril
VÍCTOR MANUEL MONCAYO C.

EXRECTOR Y PROFESOR EMÉRITO
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 5
En memoria de Edgar Vásquez Benítez*
H
Protestas y develaciones de la realidad capitalista
ace un poco más de quince meses asistimos a esa

significativa, y hasta enigmática, expresión de ese
colectivo heterogéneo que, más allá de quienes
también entonces convocaron a un paro nacio-
nal, marcharon bajo un signo nuevo no impuesto
ni determinado por los convocantes. Como en ese momento lo
apreciamos, fue un reencuentro sorpresivo de quienes viven la
realidad de exclusión, desigualdad e inequidad del capitalismo de
nuestro tiempo 1 que, como singularidades múltiples, concurrieron
cada una con su propia protesta, sin que existiera propiamente
un lenguaje común, pero sin duda expresando su resistencia a
continuar bajo los renovados lazos de explotación y dominación
del sistema capitalista, sin un discurso elaborado de articulación.
Pero así se manifestaron, haciendo visible esa realidad compleja
-que no está representada solo por los datos estadísticos-, unidos
por la alegría de recuperar, así fuera efímeramente, su identidad
* Al concluir la redacción de este texto, conozco el sensible fallecimiento de Ed-

gar Vásquez Benítez, profesor de la Universidad del Valle, con quien compartí
inquietudes y reflexiones teórico-políticas en Lovaina en aquella época de
mayo de 1968. A él debo mi acercamiento a la obra de Marx, en tiempos de la
escuela althusseriana.
1 Moncayo, Víctor Manuel. “El paro del 21N: la develación del orden capitalista”.
Revista Izquierda N.° 81, diciembre 2019.
96 Edición Especial Mayo de 2021 Contenido

Bogotá, Colombia
Esta experiencia iniciada el 28 de abril, que en
parte reedita la del 21 de noviembre de 2019, tiene
los mismos rasgos de otros movimientos que han
irrumpido en otras latitudes en tiempos recientes,
al menos desde 2011, como las insurrecciones
contra los regímenes autoritarios en Túnez y
Egipto, el BlackLivesMatter en los Estados Unidos, los
indignados en España y Grecia, los Occupy Wall Street, las
6 manifestaciones del Parque Gezi en Turquía, los Gilets
jaunes en Paris, o la explosión social en Chile en 2019.
Son expresiones que rechazan el liderazgo tradicional
en sentido vertical, que
no están obsesionadas
por la unidad pues saben
cómo atenta contra las
diferencias, que repudian
la representación,
que no se inquietan
de manera inmediata
por la organización,
que unen las luchas
salariales o por ingresos,
a las luchas feministas,
antirracistas, ambientales
o migratorias.
https://www.radiotemblor.org/colombia-vuelve-a-las-calles-
el-gobierno-es-mas-peligroso-que-el-virus/
96 Edición Especial Mayo de 2021

Bogotá, Colombia PARO Y REBELDÍA EN COLOMBIA Contenido
comunitaria, con la aspiración de soñar con un nidad que, de manera lenta y hasta incierta,
orden social diferente. deberá traer la vacunación.2
Sin embargo, el fenómeno pandémico le Pero, lo más significativo es que, en ese
permitió al sistema sepultar, al tiempo con contexto, lo central es la definición acerca
los muertos del coronavirus, esa importante de quien asume los costos de ese regreso a
movilización sin darle respuesta, así como la normalidad: si los agentes capitalistas o
dejar en un segundo plano las confrontaciones los grupos poblacionales no beneficiarios
violentas que continúan escenificándose y el del sistema, siempre teniendo en cuenta las
proceso de implementación del Acuerdo de características desiguales y regresivas del
Paz, y eludir las responsabilidades estatales régimen tributario, así como las consecuen-
por las muertes de los excombatientes de las cias del endeudamiento acrecentado por las
FARC y de los líderes y lideresas comunita- urgencias de la emergencia3 . 7
rios. Todo en medio de medidas sanitarias y En principio, la orientación inmediata del
de confinamiento que no solo han fortalecido sistema es la utilización de los efectos más
la naturaleza autoritaria del régimen político, dolorosos como el hambre y la pobreza, para
sino que han reducido la vida a una condición que, a la manera de un chantaje, los explo-
simplemente biológica, y han forzado a reco- tados y dominados acepten social y políti-
nocer y a aceptar la pérdida de la libertad por camente cambios muy sensibles en el orden
razones de seguridad. social productivo mediante políticas que
La pandemia también develó la realidad capi- profundicen la desigualdad, enriquezcan a
talista que ya existía antes de ella, en especial las élites y debiliten a todos los demás. Pero,
sus víctimas de todos los tipos: los asalariados de otro lado, apelando a una defensa sisté-
tradicionales, los denominados autónomos o mica, todo o parte de las exigencias finan-
independientes, los precarios, los informales, cieras pueden atribuirse a los agentes capi-
los miserables de la calle, los migrantes, los talistas (empresas o personas naturales), así
detenidos o prisioneros, los vinculados al muchos de ellos salgan disminuidos o reem-
sector educativo... bajo una estructura en plazados, pues en definitiva la suerte del
la cual participan de manera diferenciada, capitalismo no está atada inexorablemente
siempre bajo formas desiguales e inequita- a la de sus agentes circunstanciales, pues
tivas de distribución de la riqueza. estos pueden desaparecer, mutar, transfor-
marse o ser sustituidos. Es una tarea “colec-
tiva” que asume el Estado, orientada en lo
fundamental a proteger el sistema capitalista
Las políticas de retorno a la normalidad y no tanto a sus agentes.
En el caso colombiano se han desplegado esas
Durante toda la pandemia la preocupación dos opciones extremas, bajo modalidades y
central del régimen ha sido cómo reanudar, grados distintos, mediante las normas, polí-
bajo una nueva normalidad, los circuitos de ticas y planes que se han venido implemen-
la organización productiva, a sabiendas de tando, y cuyos resultados no son otros que
que el proceso necesariamente sacrificará el agravamiento de la desigualdad, como lo
vidas, así se proclame que su salvación es demuestran los datos más recientes sobre
el objetivo principal. Las medidas sanitarias pobreza monetaria y pobreza absoluta, decre-
simplemente reducen durante breves lapsos
la velocidad del contagio y las cifras de 2 Moncayo, Víctor Manuel. “¿Salvar vidas para el ca-
mortalidad, que regresan en las olas o “picos” pitalismo?” Revista Izquierda N.° 85, mayo 2020.
de la pandemia, en la expectativa de la inmu- 3 Moncayo, Víctor Manuel. “Perspectivas postpan-
démicas”. Revista Izquierda N.° 86, mayo 2020.

cimiento del empleo, aumento de la infor-
malidad y disminución de la clase media: al
concluir el año 2020 Colombia tenía más de
21 millones de habitantes en condiciones de
pobreza y 7,5 millones en pobreza absoluta,
que representan respectivamente 42,5% y
15,1% de la población total; 49% de informa-
lidad y 15,9% de desempleo; y la clase media
disminuyó en 2,17 millones de personas,
bajando de 14,7 millones en 2019 a 12,5
millones en 20204 . Es en este escenario en el
8 cual se despliega la cínica reforma tributaria
que, momentáneamente, la nueva movili-
zación del 28 de abril y días siguientes ha
detenido, la cual, según el criterio de nume-
rosos analistas, era francamente regresiva y
afectaba sensiblemente a las capas medias y
bajas de la población.
https://www.radiomacondo.fm/columna/el-odio-coagulado/
Una protesta renovada: el del ministro de Hacienda, y que ha resucitado

paro del 28 de abril con vigor las demandas del paro de noviembre
21 de 2019.
Pues bien, como en otros momentos histó- Es el movimiento paradójicamente hetero-
ricos, los explotados y dominados de todo tipo, géneo y unitario que, como lo avizoramos en
se han expresado y continúan manifestán- otro momento5, parece “reanudar esas múlti-
dose en términos de protestas y revueltas, en ples experimentaciones que interrumpió y
gran medida determinadas y moldeadas por barrió la pandemia, y recuperar las reivindi-
los efectos de las políticas de confinamiento, caciones centrales alrededor de las formas de
de distanciamiento social y de profundización reproducción mercantilizadas o inexistentes,
de la precariedad y la desigualdad, planteán- en especial en los campos de la salud y la
dose así como un obstáculo a la reorganiza- educación; del reconocimiento del trabajo de
ción capitalista, a la cacareada reactivación atención y cuidado que viene reclamando el
económica. En ese sentido, no solo reclaman feminismo, como un elemento constitutivo de
por los efectos inmediatos de las políticas la subjetividad explotada; del salario básico
antipandémicas, sino que definitivamente universal; de la concentración de la produc-
reorientan sus formas de lucha social, en ción alrededor de los bienes esenciales; de la
sentido opuesto a la nueva normalidad que resistencia y el rechazo a las formas autorita-
busca reeditar las condiciones de la explota- rias del régimen; y de control y gestión de los
ción y dominación. Esta es la coyuntura en la bienes comunes, poniendo especial énfasis
cual nos encontramos al momento de escribir en la naturaleza y sus propiedades. Todo ello,
este artículo, que ha logrado ya el retiro de la transgrediendo la prohibición del espacio
reforma tributaria, la renuncia y sustitución público que introdujo la pandemia para, en
4 Informe “Pobreza monetaria en Colombia, según 5 Moncayo, Víctor Manuel. “Perspectivas postpan-
clases”. DANE, mayo 2021. démicas”. Revista Izquierda N.° 86, mayo 2020.

las plazas, calles y caminos, sin distancia- gran impacto ha trascendido las fronteras,
mientos, reiniciar y fortalecer las experien- como se ha podido apreciar en los mítines
cias ya vividas de otra posible democracia”. realizados en Madrid, Roma, París, Berlín y
Esta experiencia iniciada el 28 de abril, que en demás capitales europeas, en Nueva York y
parte reedita la del 21 de noviembre de 2019, otras ciudades estadounidenses, y en México,
tiene los mismos rasgos de otros movimientos Santiago y Buenos Aires, entre otras urbes
que han irrumpido en otras latitudes en latinoamericanas. Todo en medio de una
tiempos recientes, al menos desde 2011, como acción represiva sin precedentes, que aún no
las insurrecciones contra los regímenes auto- se puede cuantificar exactamente, pero que
ritarios en Túnez y Egipto, el BlackLivesMa- se sabe ha causado más de una treintena
tter en los Estados Unidos, los indignados en de muertos, y cientos de heridos y desapa-
España y Grecia, los Occupy Wall Street, las recidos, atribuibles a las fuerzas militares y 9
manifestaciones del Parque Gezi en Turquía, de policía, o a grupos de ellas que se ocultan
los Gilets jaunes en Paris, o la explosión como personas civiles.
social en Chile en 2019. Son expresiones que
rechazan el liderazgo tradicional en sentido
vertical, que no están obsesionadas por la
unidad pues saben cómo atenta contra las Una nueva figura espectral
diferencias, que repudian la representación,
que no se inquietan de manera inmediata por Para muchos, estas renovadas formas de la
la organización, que unen las luchas sala- rebeldía, que han asumido formas de expre-
riales o por ingresos, a las luchas feministas, sión alternativas, son manifestación de la
antirracistas, ambientales o migratorias. Son anarquía, o del caos y la confusión, a que
formas que pueden parecer ineficaces, sin aludiera Rafael Núñez en su hora de tinie-
capacidad decisoria, pero que son en extremo blas6. Nada de eso. Lo que acontece es que
vigilantes de toda manipulación externa, y de así como en 1848 Marx inicio su Manifiesto
la cooptación partidista o populista. comunista diciendo” “Un fantasma recorre
En este caso, el movimiento del 28 de abril en Europa: el fantasma del comunismo.”7, hoy
Colombia se viene desarrollando, además, no tenemos que afirmar que estamos ante una
solo en Bogotá, sino en las capitales departa- figura espectral, por ahora desconocida y sin
mentales, especialmente en Cali, Medellín y nombre, que recorre el mundo y amenaza de
Barranquilla, en otras capitales y en nume- manera radicalmente diferente a las socie-
rosas ciudades en todo el territorio, con la
participación de los movimientos indígenas, 6 Para ilustración de los lectores no colombianos,
afrodescendientes, feministas, comunitarios, Rafael Núñez fue varias veces presidente de Co-
docentes y estudiantiles y, más reciente- lombia a finales del siglo X I X y justamente autor
mente, de los asalariados y pequeños propie- de la letra de nuestro himno nacional. En un mo-
tarios del transporte de bienes de todo tipo, mento de su vida escribió el poema Hora de Tinie-
blas, en cuya última estrofa se lee: “¡Oh confusión!
que han detenido, mediante el bloqueo de ¡Oh Caos! ¡Quien pudiera//Del sol de la verdad la
carreteras, el suministro de alimentos, medi- lumbre austera//Y pura en este limbo hacer bri-
camentos, combustibles y las mercancías de llar!//De lo cierto y lo incierto ¡quien un día,//Y del
exportación, entre otros muchos. Durante bien y del mal, conseguiría//Los límites fijar!
los días transcurridos, las congregaciones 7 Y agregaban: “Todas las fuerzas de la vieja Europa
poblacionales diversas han hecho presencia se han unido en santa cruzada para acosar a ese
fantasma: el Papa y el Zar, Metternich y Guizot,
no solo en las marchas multitudinarias, sino
los radicales franceses y los polizontes alemanes”.
en lugares específicos de las mallas urbanas Marx, Karl y Engels, Friederich. El Manifiesto Comu-
y en lugares estratégicos de la ruralidad. Su nista. Alianza Editorial, 2001.

Son formas que pueden parecer
ineficaces, sin capacidad decisoria,
pero que son en extremo vigilantes
de toda manipulación externa, y de
la cooptación partidista o populista.
10
Estamos ante una figura espectral,
por ahora desconocida y sin nombre,
que recorre el mundo y amenaza de
manera radicalmente diferente a las
sociedades capitalistas de nuestra
época: la que agrupa y aglomera a un
universo complejo de singularidades
diferentes, todas sometidas en
sus formas de vida a los lazos de
https://www.radiomacondo.fm/columna/el-odio-coagulado/
explotación y dominación del
capital, que representan de esta
manera su manera histórica de
encontrar una unidad, sin desdeñar las diferencias
que las caracterizan. Es un verdadero fantasma que
no significa identidad, pero que al mismo tiempo
se erige como una nueva amenaza para todos los
agentes del sistema capitalista. Es esa realidad
fantasmagórica que desde hace ya más de veinte
años se ha venido denominando multitud, enlazada
por una suerte de interseccionalidad, que no tiene
un solo eje de dominación sino que reconoce la
naturaleza compleja de las jerarquías de raza, clase,
sexo, género y nacionalidad que viven en ella.

dades capitalistas de nuestra época: la que productores y comerciantes, a las mujeres,
agrupa y aglomera a un universo complejo de a los reclutados por los aparatos represivos,
singularidades diferentes, todas sometidas a los informales, a los marginales y misera-
en sus formas de vida a los lazos de explo- bles, a los encarcelados, a los pertenecientes
tación y dominación del capital, que repre- a todas las etnias, a los mismos estudiantes,
sentan de esta manera su manera histórica de a los migrantes. Todos son reales o poten-
encontrar una unidad, sin desdeñar las dife- ciales antagonistas del capital.
rencias que las caracterizan. Es un verdadero Estas experiencias de multiplicidad en
fantasma que no significa identidad, pero que ciertas coyunturas pueden avanzar hacia
al mismo tiempo se erige como una nueva una organización de ruptura, a partir de la
amenaza para todos los agentes del sistema reivindicación de espacios urbanos o rurales
capitalista. Es esa realidad fantasmagórica relativamente estables, como ya se han dado 11
que desde hace ya más de veinte años se ha en algunas de ellas. Seguramente surgirán
venido denominando multitud8, enlazada por de las coyunturas específicas que las hayan
una suerte de interseccionalidad, que no tiene alumbrado. No se trata ahora de intervenir
un solo eje de dominación sino que reconoce en los “problemas candentes”, contra el
la naturaleza compleja de las jerarquías de “economismo”, como los que tuvo que asumir
raza, clase, sexo, género y nacionalidad que Lenin hace 120 años al interrogarse “¿Por
viven en ella9. dónde comenzar?”10, para formular luego
Esa conexión de las luchas no debemos su clásico ¿Qué hacer?11, en la dirección
entenderla como una coalición, alianza o de definir los contenidos de las luchas, la
convergencia ligada por vínculos de soli-
daridad, entendidos de manera tradicional,
pues estos siguen siendo externos y de natu-
raleza moral. Las nuevas luchas requieren
verdaderos lazos internos de solidaridad
que permitan conservar la multiplicidad; no
es la simple sumatoria de las luchas dife-
rentes; es una nueva dimensión ontológica
a la cual difícilmente podemos asignarle un
nombre, pues corremos el peligro de borrar
el sujeto plural. La nueva clase, si acep-
tamos esta denominación, une en la lucha
contra el capital a los asalariados, a quienes
están ligados por otras formas de ingreso, a
los campesinos y artesanos, a los pequeños
https://www.instagram.com/laorejaroja/
8 Nos referimos a la denominación utilizada por

Hardt, Michael y Negri, Toni en su vasta obra ini-
ciada con Imperio, Ed. Desde Abajo, Bogotá. 2004, 10 Artículo publicado en la Revista Izkra N.°, 4 de mayo
así como al empleo de la misma por Virno, Paolo. 4 de 1901.
Gramática de la Multitud, Ediciones Colihue, Buenos 11 Bueno es recordar que este mismo título tomado
Aires, 2003. por Lenin corresponde al de la novela de Chern-
9 Mezzdra, Sandro. “Interseccionalidad: un respues- yshevski (1862, publicada por Akal, Madrid, 2019),
ta a la articulación de la multiplicidad subversiva”. que combina lo literario con la crítica del semifeu-
Revista Izquierda N.° 95, abril 2021, y Moncayo, Víc- dalismo y semicapitalismo zarista y con el anuncio
tor Manuel. “Evoquemos La comuna para la nece- del socialismo, a partir de las ideas populistas. Ver
saria nueva resistencia”. Lenin, Vladimir Ilich. ¿Qué hacer? Problemas can-

organización y las perspectivas de la cons-
trucción institucional sustitutiva. Las exigen-
cias de hoy son otras: las estrategias surgirán
de las mismas luchas, la organización nacerá
en su momento histórico y no impuesta como
un modelo paradigmático (el partido) 12, y
el futuro ambicionado tendrá que tener los
rasgos de real ruptura con la dimensión
estatal del capitalismo y con los aparatos que
le son propios. Es en este sentido que Hardt
y Negri nos advierten que “la multitud no es
12 meramente un sueño abstracto e imposible
separado de nuestra realidad presente sino
que, al contrario, las condiciones concretas
de la multitud se encuentran en proceso de
formación en nuestro mundo social y que la
posibilidad de la multitud está emergiendo de
esa tendencia”13 .
Es claro, sin embargo, que la realidad de esa
multitud unida por la explotación/domina-
ción y sus luchas, es un verdadero oxímoron
que encierra ambivalencias14 , pues así como
pueden ser cooptadas por las llamadas “vías
del consenso” o de la “conciliación nacional”,
o reprimidas por regímenes neofascistas, o
integradas por las sempiternas alternativas https://www.instagram.com/laorejaroja/
populistas que florezcan en el mercado elec-

toral, también pueden fortalecerse, aunque
sus éxitos sean relativos, para formular
dentes de nuestro movimiento. Editorial Progreso, renovadas estrategias de combate del orden
Moscú, 1981.
social capitalista, como lo ambicionamos.
12 En la “Declaración de la redacción de IZKRA”, Lenin Para sustituirlo realmente y poder responder
planteaba “nosotros entendemos la socialdemo-
cracia de otra manera: como un partido revolucio-
algún día los interrogantes que nos ha
nario dirigido contra el absolutismo, ligado indiso- planteado Negri en reciente evocación de
lublemente al movimiento obrero. El proletariado, La Comuna: “¿Cómo podemos vivir juntos?
la clase más revolucionaria de la Rusia actual, sola- ¿Cómo vivir como si estuviéramos de fiesta?”,
mente si se organiza en un partido así, será capaz y quizás resolverlos como el mismo lo sugiere
de realizar la tarea histórica a la que está destina-
da: unir bajo sus banderas a todos los elementos
diciendo: “Estar juntos significa tener la
democráticos del país y conducir esa lucha tenaz posibilidad de estarlo, de manera libre e igua-
de tantas generaciones sacrificadas, hasta el triun- litaria, pero también de manera exuberante,
fo sobre el detestado régimen”. con las mismas posibilidades, y así formar
13 Hardt. Michael y Negri, Toni. Multitud, guerra y nuestras pasiones comunes bajo el signo de
democracia en la era del Imperio Ed Debate Argen- la felicidad”.
tina. 2004.
14 Sobre el concepto de ambivalencia, ver Virno,
Paolo. Ambivalencia de la Multitud: entre la inno-
vación y la negatividad. Ed Tinta Limón. Buenos
Aires, 2011.

https://www.instagram.com/caucacric/

Geografías de la rebeldía
y la dignidad popular*
CAROLINA JIMÉNEZ MARTÍN

PROFESORA DEL DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLÍTICA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
15
E
l 28 de abril miles de mujeres y hombres, en su mayoría
jóvenes, ocuparon calles, plazas, vías, parques, monu-
mentos, para expresar su rechazo al gobierno de Iván
Duque y al proyecto económico y político que él repre-
senta. Desde ese día, y pese a las restricciones derivadas
de la pandemia, la represión estatal y los fallos judiciales1, se ha
configurado en todo el país un colorido y diverso mapa de rebel-
días en contra del neoliberalismo y la fascistización del régimen2 .
De esta manera, las geografías de la rebeldía y la esperanza3 se
han erigido sobre las geografías de las ausencias y del miedo que
pretendían ser instaladas por las voces y las acciones autorita-
rias, militaristas y antidemocráticas.
La ocupación y acción sobre y desde el territorio asumió de esta
manera un carácter reactivo y afirmativo. Reactivo, en tanto se
constituyó en un dispositivo disruptivo del tiempo, los espacios y
las representaciones del orden capitalista colonial. Las empresas,
los comercios, los centros financieros debieron parar y cerrar sus
puertas. Las estatuas de genocidas conquistadores fueron derrum-
* Este artículo se terminó de escribir el 2 de mayo de 2021.

1 La magistrada Nelly Villamizar del tribunal de Cundinamarca pretendió pro-
hibir el Paro Nacional a través de una decisión judicial. Este fallo fue conside-
rado por varios juristas como claramente inconstitucional.
2 Para Sergio De Zubiría (2020) presenta una cartografía de modelos inter-
pretativos sobre formas del fascismo social en el escenario contemporá-
neo. https://www.revistaizquierda.com/images/easyblog_articles/1270/Izq92_
art0_20201212-161511_1.pdf
3 El geógrafo británico David Harvey nos habla de los espacios de la esperanza
para hacer referencia a la necesidad de construir un utopismo espacio-tem-
poral. La tarea según él es “definir una alternativa, no en función de una forma
espacial estática, ni siquiera de un proceso emancipador perfecto. La tarea es
reunir un utopismo espacio-temporal -un utopismo dialéctico- enraizado en
nuestras posibilidades presentes y que al mismo tiempo apunte a trayecto-
rias para los desarrollos geográficos humanos desiguales”.

Bogotá, Colombia
La movilización del 28 de abril no es un
acontecimiento extraordinario e inédito en la historia
política reciente de la resistencia social y popular del
país. Esta recupera los acumulados de las diversas
luchas populares desplegadas desde el último
lustro, destacándose, entre otras, las movilizaciones
estudiantiles en defensa de la educación superior
pública del año 2018; el Paro Nacional del 21 de
16 noviembre de 2019 en rechazo al denominado
“paquetazo neoliberal de Duque”; las revueltas
en contra de la brutalidad policial que condujo al
asesinato de Dilan Cruz y Javier Ordoñez y la posterior
masacre de 13 jóvenes en Bogotá y Soacha el 9 de
septiembre de 2020; las movilizaciones de las mujeres
en contra de la violencia de género; la lucha territorial
de la Minga indígena de octubre de 2020, así como
las diversas manifestaciones a favor del proceso de
paz y en rechazo por
el asesinato de líderes
y lideresas sociales.
Se ha abierto desde
hace algunos años un
horizonte transformador
que tiene un escenario de
disputa político-electoral
importante en 2022.
https://www.instagram.com/fiestadesenoras/

badas. Las principales vías fueron bloqueadas. Los espacios
de mercantilización y privatización de infraestructuras básicas
fueron atacados. Los lugares geoestratégicos para la movili-
zación de mercancías fueron paralizados. De esta manera, las
gentes del común plasmaban sobre los muros y los espacios del
poder la furia e indignación que los movilizaba.
Afirmativo, en tanto la ocupación del espacio posibilitó el
encuentro y el despliegue de la capacidad creativa de los de
abajo. Un encuentro que había sido negado por la pandemia y
la gestión autoritaria y militarista del gobierno de Iván Duque.
De este modo, en las avenidas, en las vías rurales, en las
fachadas de las escuelas, en los muros de los barrios populares 17
se plasmaba y se coreaba un canto por la vida. Por el derecho
a vivir dignamente y por la posibilidad de pensar y construir
colectivamente otro mundo.
Ahora bien, aunque el motivo inicial
que aupó la movilización popular fue el
proyecto de ley de reforma tributaria,
nombrada de modo distorsionado como
“Ley de solidaridad sostenible”, una ley
que pretende cargar a la clase trabajadora
el costo de la crisis capitalista profundi-
zada por la pandemia, en el trasfondo de
la rebelión social está el hartazgo con el
neoliberalismo y, para algunos sectores,
con el capitalismo.
El nivel de precarización de las clases
populares4 , especialmente de la juventud,
así como la comprensión que estas han
elaborado sobre las razones de la crisis,
explica que la movilización sea sostenida
fundamentalmente por los y las jóvenes
de los barrios populares en ciudades como
Cali, Bogotá, Medellín, Bucaramanga,
Ibagué, Neiva, Palmira y Popayán; por las
comunidades indígenas en departamento
como el Cauca, y por la población campe-
sina en regiones como el Catatumbo.
Estas geografías de la rebeldía han
puesto en el paisaje nacional el potencial
disruptivo del constituyente primario. https://www.instagram.com/baudoap/
4 Según datos del DANE, en 2020 el 63,8% de la población vive con menos
de 1 SMLV, y el 24,8% hasta con 2 SMLV. Esto se expresa en que el 42,5% (al-
rededor de 21 millones de personas) de los y las colombianas se encuentre
en pobreza monetaria (menos de 332 mil al mes) y el 15,1% (7,4 millones de
personas) en pobreza extrema (viven con 145 mil pesos al mes).

18
https://www.instagram.com/memesu.nacional/

Se inscriben en un momento político que no sucumba a las pretensiones explicativas
reclama con gritos de dignidad transforma- soportadas en la espontaneidad y, a su vez,
ciones profundas en el orden social existente. valore este acontecimiento en perspectiva
De ahí que sus justas reclamaciones no se de un proceso acumulativo de fuerza, lucha,
agoten en ajustes parciales del proyecto capacidad organizativa y creativa de las
dominante. Por tanto, aunque la solicitud gentes del común.
de retiro de la reforma tributaria que hizo el La fuerza de esta rebeldía y la amplitud terri-
presidente Duque al Congreso de la República torial con que se expresa explica el nivel de
es un triunfo de la movilización, parece que brutalidad y represión con que ha respondido
ésta no se frenará. Desde diversos sectores el bloque en el poder; configurando lo que
sociales anuncian que se suman al Paro dolorosamente tenemos que denominar las
Nacional y perfilan una agenda de negocia- geografías de la muerte. Con posterioridad 19
ción con un amplio respaldo social. al anuncio del retiro del proyecto, y con la
Y es que la movilización del 28 de abril no es pretensión de que este contendría la movili-
un acontecimiento extraordinario e inédito en zación, el ejército y la policía han desatado
la historia política reciente de la resistencia un baño de sangre contra los y las jóvenes
social y popular del país. Esta recupera los manifestantes dejando una cifra aún desco-
acumulados de las diversas luchas populares nocida de muertos, heridos, desaparecidos y
desplegadas desde el último lustro, destacán- retenidos ilegalmente.
dose, entre otras, las movilizaciones estu- A pesar de esta represión las calles hoy son
diantiles en defensa de la educación superior de las gentes del común que con dignidad
pública del año 2018; el Paro Nacional del 21 luchan por un país donde se pueda vivir
de noviembre de 2019 en rechazo al deno- dignamente.
minado “paquetazo neoliberal de Duque”; ¡A parar para avanzar, viva el paro nacional!
las revueltas en contra de
la brutalidad policial que
condujo al asesinato de
Dilan Cruz y Javier Ordoñez
y la posterior masacre de 13
jóvenes en Bogotá y Soacha
el 9 de septiembre de 2020;
las movilizaciones de las
mujeres en contra de la
violencia de género; la lucha
territorial de la Minga indí-
gena de octubre del 2020, así
como las diversas manifes-
taciones a favor del proceso
de paz y en rechazo por el https://twitter.com/AlianzaLGBTI/status/1390473607235739648/photo/1
asesinato de líderes y lide-
resas sociales. Se ha abierto
desde hace algunos años un horizonte trans-
formador que tiene un escenario de disputa
político-electoral importante en 2022.
De ahí que la fuerza vital que se despliega
hoy en los espacios urbanos y rurales de
Colombia requiera una lectura cuidadosa que

Crisis de hegemonía,
subjetividades insurgentes
y perspectivas
SERGIO DE ZUBIRÍA SAMPER

PROFESOR CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
PROFESOR DOCTORADO BIOÉTICA UNIVERSIDAD DEL BOSQUE 21
GIOVANNI LIBREROS JIMÉNEZ

FILÓSOFO Y CONSULTOR EN DD. HH.
CANDIDATO MAESTRÍA EN ESTUDIOS CULTURALES DE AMÉRICA LATINA
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES - UBA
E
l presente escrito tiene como propósito realizar una
caracterización del panorama nacional, como de una
crisis orgánica de hegemonía, en la que se está desple-
gando un complejo campo en disputa entre la producción
de subjetividades neoliberales y anticapitalistas, como
también de posibles perspectivas de trámite que se encuentran
en desarrollo. Por esta razón, nuestro análisis es provisional
y abierto a incorporar otras lecturas que puedan ampliar los
cursos posibles de la actual situación. Un aspecto central de esta
reflexión problematiza la cuestión sobre cómo se resuelven crisis
de estas dimensiones, algo que resulta estratégico para la pers-
pectiva de las luchas contrahegemónicas.
Nuestra exposición se desarrolla en tres momentos: en el primero,
recuperamos para este análisis el concepto gramsciano de crisis
orgánica de hegemonía, para verificar a partir de él si se cumplen
o no las condiciones para su aplicación en el caso colombiano. En
el segundo, examinamos los desafíos que implica para las cien-
cias sociales la compresión del nexo entre protesta social y emer-
gencia de subjetividades insurgentes y, finalmente, dedicamos
la última parte a explorar los distintos caminos de trámite de
estas conflictividades sociales y de una crisis inédita que aún no
termina de desplegar todas sus facetas.

Bogotá, Colombia
Con relación a lo que está ocurriendo en Colombia,
debemos anotar, en primer lugar, que la intensificación
de las tensiones sociales expresada en las calles no
responde a un fenómeno espontáneo, sino que tiene
antecedentes estructurales que lo explican. Se trata de
una crisis orgánica porque nunca se había presentado
una convergencia tan singular entre crisis económica,
crisis social y crisis política. Esta conjunción inédita ha
22 sido presionada -reconózcase o no- en parte por los
efectos políticos y culturales generados por el acuerdo
de paz de noviembre de 2016, efectos que fueron
agudizados por una implementación traicionada y
luego por la exacerbación
de la violencia neoliberal,
autoritaria y fascista, que
aprovechó la crisis de la
pandemia. En segundo
lugar, la crisis colombiana
también es una crisis de
hegemonía puesto que
es al mismo tiempo una
“crisis de autoridad” y una
“crisis de representación”.

Experimentamos una crisis si llegaran a estarlo, los sectores hegemó-
orgánica de hegemonía nicos las asumen, erróneamente o no, como
suficientes y eficaces para recomponer el
En artículos anteriores llamamos la aten- consenso social (p. 15).
ción sobre la necesidad de conceptualizar la Resulta crucial la aproximación que propone
noción misma de “crisis” para dimensionar Ansaldi puesto que permite establecer
las tareas emancipatorias del presente. En el nexo existente entre crisis orgánicas y
estos trabajos defendimos la importancia crisis de hegemonía. Esta última se constata
de recuperar la categoría de “tendencias cuando en los rasgos señalados se manifiesta
a la crisis” como quiera que “las crisis son con intensidad 1) una crisis de autoridad de
momentos o estados transitorios”, por lo la clase dirigente (las clases subalternas
general vinculados a procesos multideter- se escinden de la ideología dominante) y 2) 23
minados que se organizan y estructuran a cuando dicha crisis afecta a los partidos polí-
partir de una forma específica de acumu- ticos tradicionales (pensamos nosotros que
lación capitalista, y que, sin embargo, también a las formaciones de la “izquierda
aunque tales tendencias se prolonguen, ellas institucionalizada o gubernamental”), los
comportan una dinámica de convergencia cuales devienen “anacrónicos” y “separados
que puede producir en algún punto de su de las masas”, verificando así que se presenta
desarrollo una situación de desenlace. una ruptura entre representantes y repre-
Cuando estas tendencias se conjugan en una sentados. En esta situación de crisis política
situación histórica concreta se pone de mani- e histórica lo viejo no termina de morir y lo
fiesto la presencia de una “crisis orgánica”. nuevo no termina de nacer.
Pero ¿cuáles son entonces los rasgos distin- Con relación a lo que está ocurriendo en
tivos de tal crisis? A. Gramsci (1981) aporta Colombia, debemos anotar, en primer lugar,
un corpus categorial que permiten definirlas, que la intensificación de las tensiones
por ejemplo, cuando señala que “En cierto sociales expresada en las calles no responde
punto del desarrollo histórico, las clases se a un fenómeno espontáneo, sino que tiene
apartan de sus partidos tradicionales [...] no antecedentes estructurales que lo explican.
representan ya a su clase o fracción de clase” Se trata de una crisis orgánica porque nunca
(p. 224). se había presentado una convergencia tan
Frente a los peligros que supone tal deses- singular entre crisis económica, crisis social
tructuración del sistema político, W. Ansaldi y crisis política. Esta conjunción inédita ha
(2003) sugiere por lo menos tres rasgos sido presionada -reconózcase o no- en parte
distintivos para identificar las “crisis orgá- por los efectos políticos y culturales gene-
nicas”: 1) una intensificación de las contra- rados por el acuerdo de paz de noviembre
dicciones, tensiones y desacuerdos al punto de 2016, efectos que fueron agudizados por
de que, tanto dominadores como domi- una implementación traicionada y luego por
nados, “vacilan respecto de las decisiones a la exacerbación de la violencia neoliberal,
tomar, los caminos a seguir y las acciones autoritaria y fascista, que aprovechó la crisis
a realizar”; 2) las normas, las reglas y las de la pandemia. En segundo lugar, la crisis
instituciones hasta entonces incontroverti- colombiana no solo es orgánica, sino que
bles “dejan de ser observadas y reconocidas, también es una crisis de hegemonía, puesto
en mayor o menor medida, llegando, en el que cumple la doble condición señalada
límite, a ser concebidas como un obstáculo por W. Ansaldi, a saber: la de ser al mismo
para el desarrollo de la sociedad”, y 3) las tiempo una “crisis de autoridad” y una “crisis
nuevas propuestas de resolución de la crisis de representación”.
no terminan por ser elaboradas, pero, incluso

24
La primera se comprueba en la enorme de 2019, septiembre de 2020 y de abril a la

dimensión que adquiere el desacato ciuda- fecha), la cual se explica por el deterioro de
dano frente a las medidas de confinamiento los gobiernos neoliberales y su incapacidad
sanitario, a los toques de queda nocturnos y de alcanzar nuevos consensos institucio-
la prohibición legal de las movilizaciones, a nales que pongan fin a la conflictividad
las presiones armadas del paramilitarismo social o, por lo menos, que la apacigüen. Por
urbano, a los hostigamientos de la mili- otro parte, contribuye también a esta crisis
tarización y a las órdenes policiales de de representación el papel de las izquierdas
dispersar con violencia las manifestaciones institucionalizadas, las cuales se dividen
y, finalmente, a las directrices de los grandes entre quienes aceptaron “el diálogo nacional”
medios de comunicación para deslegitimar la con el gobierno y quienes con mayor cálculo
protesta, evidenciando así un punto de solda- político-electoral aguardan su momento,
dura de la triple crisis y la creciente insubor- mientras se deslizan entre la movilización
dinación de amplias capas populares no solo callejera y los acercamientos por las alturas.
de las principales capitales y ciudades inter- Esta ambigüedad tiene su correlato en las
medias, sino también de las pequeñas muni- fosilizadas estructuras sindicales que aún
cipalidades que otrora se mostraban apáticas no logran sintonizarse con las nuevas subje-
ante las explosiones de rebeldía. ¡Piedras tividades insurrectas que eclosionan furio-
contra balas!: gentes del común amotinadas samente ante el despojo de los precarios
contra el imperio del miedo. ingresos y la colonización capitalista de los
La segunda condición se constata en la bienes comunes y los territorios.
duración del movimiento en curso, indica-
tivo de una tendencia sostenida (noviembre

Protesta social y producción de subjetividades
El poderoso ascenso planetario de movilizaciones y

protestas sociales desplegado a partir de 2011 continúa
siendo un desafío para el análisis de las ciencias sociales.
Aunque cada continente tiene sus peculiaridades y en cada
país las correlaciones de fuerzas en la lucha de clases son
sui generis, la continuidad de la protesta, el incremento de la
insubordinación y la extensión de subjetividades implicadas
ha exigido desprenderse de modelos interpretativos tradi-
cionales y escuchar con gran atención las prácticas sociales.
Para el historiador P. Anderson (2004), América Latina y 25
el Caribe se han convertido en un nicho relevante de resis-
tencias al capitalismo neoliberal por tres motivos centrales.
Primero, desde finales del siglo pasado hasta hoy, las resis-
tencias al neoliberalismo y al neoimperialismo conjugan lo
social, lo cultural y lo nacional en perspectiva de una visión
emergente de otro tipo de organización de la sociedad y de
otro modelo de relaciones entre los Estados. Segundo, es la
única área del mundo con una historia de levantamientos
revolucionarios y luchas políticas radicales desde hace más
de un siglo, empezando con la Revolución mexicana (ante-
rior a la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa),
que entre las dos guerras
experimentó importantes
levantamientos y experi-
mentos políticos derrotados;
a partir de la revuelta zapa-
tista, el último ciclo popular
de resistencia contra el
neoliberalismo aún no
ha terminado. Tercero, la
persistencia de potentes
movimientos sociales con
una clara conciencia anti-
neoliberal y que luchan
por un mundo diferente.
Esta constelación dota al
frente de resistencia de
un repertorio de tácticas y
acciones y de un potencial
estratégico superiores a los
de cualquier otra parte del
mundo.
Los países de la región donde https://www.instagram.com/cerosetenta/
se ha aplicado al pie de la
letra la ortodoxia neoliberal,

Chile y Colombia, han experimentado importantes grietas
ideológicas luego de su “espectacular triunfo intelectual”
(Villacañas, 2020) y un ascenso relevante de la protesta e
insubordinación política. Lo anterior también nos confirma
cómo la hegemonía neoliberal sigue siendo una realidad
incuestionable; la crisis de 2008 no terminó con ella, y esta
sigue siendo la lógica normativa global. Pero también es nece-
sario constatar que comienza a mostrar fisuras y que, nece-
sariamente, inquieta a aquellos poderes que la han usufruc-
tuado. El neoliberalismo no es exclusivamente economía,
es la producción de un tipo peculiar de subjetividades con
26 su reducción del ser humano a absoluto homo economicus
(Foucault, 2007). Entre sus dispositivos están la imposición
de una racionalidad econó-
mica normalizadora del
capitalismo, la acep-
tación de la economía
financiera, formas exis-
tenciales disciplinadas,
subjetividades empresa-
riales, sentido de salva-
ción, vidas precarias,
inspiración de terror y
darwinismo social (Villa-
cañas, 2020). El neolibe-
ralismo funciona porque
entre sus dispositivos
yuxtapone “vidas preca-
rias”, “terror” y “darwi-
nismo”. La “precariedad”
en el sentido de aspirar a
destruir la idea de sujetos
https://www.instagram.com/libresyvivas/ capaces de reflexión,
pensamiento y distancia
crítica, un concepto muy
cercano a la idea de H. Arendt de la “incapacidad de pensar”;
la expansión del terror en la vida privada y pública para para-
lizar y convertir en pasivos a esos sujetos; el darwinismo y la
eugenesia para reducir la “vida” a sobrevivencia en la compe-
tencia del mercado.
En Colombia, las mingas indígenas que han tenido lugar desde
2008, la movilización estudiantil de 2011, el paro agrario de
2013 y la protesta popular de 2019 conforman indicios de la
emergencia de subjetividades alternativas y nuevas formas
de la protesta social. Las ciencias sociales colombianas deben
realizar urgentes esfuerzos para su análisis y comprensión.
En entrevista reciente concedida al diario BBC, M. Archila,

investigador destacado de la lucha social en Colombia, adelanta algunas
primeras observaciones sobre la protesta social actual, a saber: no es posible
establecer comparaciones con El Bogotazo o el Paro Cívico de 1977; las cober-
turas y sostenibilidad han sido inéditas; han llegado a pequeños y medianos
municipios, donde antes no se solía protestar; han sido convocadas priorita-
riamente por jóvenes, pero cuentan con el apoyo decidido de adultos mayores
y poblaciones “minoritarias”; se ha producido una alianza obrero-campesi-
no-indígena que tal vez nunca había sido tan equilibrada. Como se observa,
se trata de componentes importantes para la descripción y comprensión del
fenómeno.
Estamos asistiendo a la producción de gérmenes de otras subjetividades
hastiadas del formato neoliberal en medio de una protesta social heterogénea 27
y colmada de contradicciones y conflictos. Diversos investigadores consideran
que su potencia y configuración futura depende de las formas de tramitar su
diversidad conflictiva. Algunos de estos gérmenes de producción de subjetivi-
dades no-neoliberales son los siguientes:
a. La emergencia de subjetividades múltiples y colectivas como
expresión del sometimiento de la reproducción social en todos sus
componentes (salarial, familiar, político, cultural, generacional,
subjetivo) a la reproducción ampliada de la acumulación neoliberal,
con un papel relevante de jóvenes, mujeres, campesinos, indígenas
y afros.
b. La aparición de la capacidad formadora de comunidad que posee
la muerte como la única forma de resistencia a través de la soli-
daridad interna de grupo ante una muerte anónima, biológica y
que convierte al “mal gobierno” en uno de sus cómplices; al mismo
tiempo, la necesidad de comunidad exige la inclusión del mundo de
todos los seres vivos, la Casa Común, la Madre Tierra, la Pacha-
mama; una crítica radical a la expansión capitalista de la vida.
c. La nítida distinción reflexiva de los sujetos entre el miedo que
puede producir deliberación (Aristóteles) y el uso manipulador del
“terror” que exacerban el régimen y el sistema político.
d. La posibilidad de construir organizaciones sin jerarquía e insti-
tuciones sin centralización, pero, ante todo, la desconfianza en la
democracia representativa, la burocratización, los partidos polí-
ticos y la institucionalización estatal.
e. La reinvención de nosotros mismos en la acción política directa y
la generación de espacios de libertad que no estén atravesados por
el mercado.
f. La insubordinación contra la historia oficial de las élites y sus
símbolos.
El despliegue de estas formas de producción de subjetividades y su correlación
de fuerzas con la producción neoliberal serán determinantes para el destino
de la protesta social. El trámite de toda crisis de hegemonía está mediado por

el tipo de producción de subjetividades. Tiene papel de las subjetividades y las condiciones
razón Castoriadis (1988) cuando sostiene que internacionales constituyen factores deter-
la emancipación pasa por el cumplimiento de minantes de las perspectivas futuras.
dos condiciones: una reconstrucción ideoló- Ansaldi, retomando los agudos análisis de A,
gica y la existencia de un movimiento social Gramsci, postula tres caminos para tramitar
efectivo en lucha. Tal vez sean “insubordina- una crisis orgánica de hegemonía: a) En una
ción latente” o “insurrección en potencia” de crisis orgánica, “la capacidad de reacomo-
las subjetividades las nociones más próximas damiento de la clase dirigente o dominante
a este movimiento real, porque se constatan es mayor y más rápida que la de las clases
elementos de “rechazo a todo lo que signi- subalternas. Ello le permite -incluso reali-
fica la forma contemporánea de capitalismo” zando sacrificios y/o formulando propuestas
28 (Moncayo, 2019). demagógicas- mantener el poder, reforzarlo y
emplearlo ‘para destruir el adversario’ [...]”;
b) La crisis orgánica también puede
resolverse, “si bien menos frecuen-
temente, por la iniciativa política
directa de las clases subalternas. En
este caso, la multiplicidad de fuerzas
y partidos políticos de tales clases
confluye en una única organiza-
ción política, la cual es la que mejor
representa y resume las necesidades
de toda la clase. Si se produce esta
segunda salida, la solución es ‘orgá-
nica’ [...]”; c) “Pero igualmente puede
ocurrir que no se genere una solución
orgánica sino una tercera, la del jefe
carismático. Tal salida ‘significa que
existe un equilibrio estático (cuyos
factores pueden ser eliminados, si
bien prevalece la inmadurez de las
fuerzas progresistas), que ningún
grupo, ni el conservador ni el progre-
sista, tiene la fuerza necesaria para
la victoria, y que incluso el grupo
https://www.instagram.com/cerosetenta/ conservador tiene necesidad de un
jefe’ [...]” (Gramsci, 1999, pp. 52-53).
El bloque de clases en el poder en
Perspectivas de la crisis de Colombia experimenta una pérdida de capa-
hegemonía en Colombia cidad de consenso e intenta tramitar la crisis
por las alturas a través de acuerdos entre
El despliegue y desarrollo de la tendencia las élites económicas y los partidos tradicio-
a la crisis de hegemonía en nuestro país, nales. Estas facciones de clases tienen dife-
como en todo proceso histórico real, puede rencias en tres aspectos: la explicación de las
tener distintos destinos. La resolución de sus causalidades de la protesta social, la actitud
contradicciones principales, la correlación de ante el Acuerdo de paz y el tratamiento
grados de fuerzas de la lucha de clases, el adecuado de la movilización social. Están

de acuerdo en lo fundamental: conservar el poder, aniquilar
al adversario y dispersar su “dirección” contrahegemónica.
Su intelectualidad orgánica acepta la situación de “crisis” y la
propia ANDI ha manifestado la necesidad de hacer sacrificios y
pide al Gobierno: “no toque a nadie más...cóbrenos a nosotros”.
El primer escenario posible para la solución de la crisis está
en la “capacidad de reacomodamiento” de la clase dominante
(ya no hegemónica) para -a través de normalización jurídica,
promesas demagógicas, cooptación y múltiples artimañas- lograr
preservar el poder. El papel de la dirigencia de las organiza-
ciones sindicales, el “centro” y
la “izquierda institucionali- 29
zada” serán determinantes en
este escenario de reacomoda-
miento del poder constituido.
El segundo posible destino
de la crisis, tema anticipado
también por Gramsci y muy
pertinente para el análisis de
la realidad política contem-
poránea, es la emergencia
de un “jefe carismático” que
pueda tramitar aparente y
coyunturalmente la crisis
(Berlusconi, Salvini, Trump,
Putin, Bolsonaro, etc.). Tal
vez por ello reitera el revo-
lucionario italiano que en los
momentos de crisis se pueden
desatar los fenómenos “más
morbosos”, como lo expe-
rimentó con el ascenso
del fascismo en Europa.
Los partidos políticos no
siempre saben adaptarse a
las nuevas tareas y nuevas
épocas, se imponen en su
seno las tendencias buro- https://www.eluniverso.com/noticias/internacional/colombia-sigue-
encendida-tras-siete-dias-de-protestas-y-el-retiro-de-una-reforma-
cráticas más conservadoras tributaria-no-termina-de-apaciguar-los-animos-nota/
y la aparente “neutralidad”
de los ejércitos termina
aliada con las tendencias más retrógradas de la sociedad. Son
tiempos propicios para el caudillismo, los populismos, como
también para procesos neofascistas. En América Latina, en el
inicio del siglo XXI, se postulan las nociones de “populismo
neoclásico de izquierda” y “populismo neoclásico de derecha y
extrema derecha” (Finchelstein, 2018). En general, comparten

30
https://www.instagram.com/cerosetenta/
la propuesta de un “capitalismo popular”, medio de la refundación de los Estados; no

además de ciertos rasgos del “populismo se trata de partir del poder constituido y
moderno”, como la antipolítica o una visión sus instituciones existentes, se busca entre-
apocalíptica de la política, una teología polí- cruzar la estrategia insurreccional con la
tica fundada por un líder mesiánico y caris- lucha por las reformas, combinando distintas
mático del pueblo, la idea de que el líder es formas de lucha y la rearticulación de la
la personificación del pueblo, la identifica- lucha social con la lucha política. No han
ción del movimiento con el líder, entre otras. sido los partidos institucionales de izquierda
Esta sería la segunda perspectiva: transitar los que han orientado esta estrategia, sino
hacia un gobierno populista neoclásico de la autogestión creadora de los propios movi-
izquierda, de derecha o extrema derecha. mientos sociales que han transitado a partir
El tercer despliegue de la crisis hegemónica, de la lógica movimientista de la lucha social
bastante condicionado por la producción de territorial a la construcción hegemónica de
subjetividades anticapitalistas y la exis- un nuevo bloque histórico de poder social y
tencia sostenible de un movimiento efectivo popular. El caso aún más interesante para
en lucha callejera, es la creación de condi- el análisis político sigue siendo el boliviano,
ciones de posibilidad para un proceso cons- con sus retrocesos y disputas. La situación
tituyente abierto. Para E. Sader, en nuestra actual en Chile y Colombia, aunque ninguna
región se ha empezado a experimentar una situación histórica es idéntica, podría tran-
nueva estrategia para transformar las rela- sitar por estos senderos. Esta es nuestra
ciones de poder, especialmente en los casos de tercera perspectiva.
Ecuador, Venezuela y Bolivia, con sus parti-
cularidades. Nos referimos en este contexto
a la combinación de sublevaciones populares
con grandes manifestaciones de masas que
transforman las relaciones de poder por

Referencias bibliográficas
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en la guerra contra el neoliberalismo
y el neoimperialismo. Centro de
Estudios Latinoamericanos.
»» Ansaldi, W. (2003). La tierra en

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1930. Ediciones Al Margen.
»» Castoriadis, C. (1988). Los dominios 31

del hombre: Las encrucijadas
del laberinto. Gedisa.
»» Finchelstein, F. (2018). Del fascismo

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»» Foucault, M. (2007). Nacimiento

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»» Gramsci, A. (1981). Cuadernos

de la cárcel - Tomo 2. In
Dk (Segunda, Vol. 2, Issue
9). Biblioteca Era.
»» Gramsci, A. (1999). Cuadernos

de la cárcel - Tomo 5. In Choice
Reviews Online (Primera, Vol. 5,
Issue 01). Ediciones Era. https://
doi.org/10.5860/choice.27-0560
»» Moncayo, V. (2019). El paro de

21N: La develación del orden
capitalista. Revista Izquierda, 81.
»» Villacañas, J. L. (2020).
Neoliberalismo como teología
política. Ned Ediciones.

Movilización fractal
y explosión popular
Una reflexión sobre la protesta legítima
CARLOS MEDINA GALLEGO

DOCENTE - INVESTIGADOR
C
Movilización fractal y explosión popular
aracterizar el movimiento de la protesta social como

fractal, entendida esta como una particular forma de la
protesta social legítima que, en el marco de los proble-
mas estructurales de la sociedad, repite de manera
semejante el mismo patrón de protestas a diferentes
escalas y con diferente orientación, dependiendo en lo esencial
de las especificidades de los territorios y de las poblaciones, así
como de la multitud de agendas reivindicativas y transforma-
doras que se expresan en una coyuntura específica frente a un
problema particular que va adquiriendo distintos componentes
conforme se va transformando la movilización en sus propósitos
y en sus dinámicas, es un primer acercamiento para explicar lo
que está ocurriendo en las últimas décadas en Colombia y, en
general, en América Latina.
Este modelo de resistencia y movilización fractal tiene unas
dinámicas particulares que irrumpen con fuerza a través de la
movilización multitudinaria y pacífica, acompañada de explo-
siones de inconformidad popular por fuera de todo ordenamiento
y que constituyen una fuerza de no fácil control y coordinación
que opera con desiguales niveles de intensidad en los territorios
por los pobladores articulados a distintas expresiones de organi-
zación e intereses y que se disuelve y reactiva de manera perma-
nente a través de distintas expresiones de movilización pacífica
cargadas de imaginación, creatividad, fiesta, arte y poesía, con
bloqueos y hechos de violencia aislada.
La particularidad que tienen estas formas de la protesta social y
la movilización en general es que se expresan de la misma forma
o estructura en todo lugar, sin que necesariamente estén bajo un

Bogotá, Colombia
Las condiciones de violencia estructural en que
viven las poblaciones en el recorte permanente y
sostenido del ejercicio de sus derechos a la vida,
alimentación, vivienda digna, educación, salud,
recreación y seguridad han alimentado durante
34 años su inconformidad popular y social, que ha sido
adormecida por falsas promesas de los gobernantes,
la estrategia de engaño y alienación de los medios
de comunicación, la
instrumentalización
emocional del odio
contra sí mismos y sus
semejantes en una
execrable discriminación
entre las “gentes de bien”
y las “gentes del común”,
consideradas como un
lastre y desechables.

único centro de coordinación y articulación, tidumbre generada por los problemas estruc-
lo que genera que se dé a diferente escala, turales de la pobreza multidimensional, el
con distintos propósitos y duraciones; se hambre crónica y el desempleo absoluto.
expresan como palpito acumulados de la Amplios sectores de la población se sienten a la
inconformidad social que explotan a distinto deriva de cualquier posibilidad de vida digna,
nivel y que pueden estar ligeramente defor- desconocidos e ignorados por la sociedad y el
mados por hechos de violencia o delictivos Estado, atropellados por políticas económicas
de naturaleza variada, que van desde el criminales que los arrojan a las redes de la
convencimiento que el Estado solo entiende informalidad y la delincuencia, al rebusque
y atiende el lenguaje de la violencia, que es diario para la subsistencia, a economías subte-
usada como amplificador comunicativo de la rráneas de expoliación criminal, a la degra-
protesta, pasando por violencias de deses- dación extrema de sus condiciones de exis- 35
peranza y hambre que se expresan en el tencia en un modelo moderno de esclavismo
saqueo de almacenes de alimento y ropas, indigente. A estos sectores se están sumando
de delincuencia común oportunista que trabajadores de las clases medias articulados
asalta los propósitos de la movilización y la a los sistemas productivos por relaciones labo-
deslegitima, hasta la violencia institucional rales y prestacionales precarizadas que ven
infiltrada de confrontación y ruptura con derrumbarse en el día a día, entre el endeuda-
propósitos dispersores, o la violencia insti- miento y la necesidad, su nivel de vida digna
tucional abierta que se expresa en el ejer- y el espectro de sus comodidades sostenidas
cicio de la brutalidad policial y las prácticas con grandes esfuerzos e incertidumbres. Nadie
de criminalidad y terrorismo de Estado con está libre del empobrecimiento creciente que
fuerzas parapoliciales y paramilitares que es consustancial a las relaciones de poder
operan en connivencia. económico y político que dominan y gobiernan
el planeta a través del capitalismo neoliberal
que ha construido un orden de desigualdad,
inequidad y exclusión insostenible.
Causas y determinantes de la movilización Las condiciones de violencia estructural
en que viven las poblaciones en el recorte
La legitimidad de la movilización se cons- permanente y sostenido del ejercicio de sus
truye desde las causas y determinantes que derechos a la vida, alimentación, vivienda
la generan, unidas siempre a la defensa de los digna, educación, salud, recreación y segu-
derechos fundamentales que garanticen una ridad han alimentado durante años su
vida digna de los ciudadanos y sus familias, inconformidad popular y social, que ha sido
la defensa de las poblaciones y sus territorios, adormecida por falsas promesas de los gober-
las luchas reivindicativas de los movimientos nantes, la estrategia de engaño y alienación
sociales y étnicos, las reivindicaciones espe- de los medios de comunicación, la instru-
cíficas de los movimientos juveniles, univer- mentalización emocional del odio contra sí
sitarios y populares, la creciente movilización mismos y sus semejantes en una execrable
por causas ambientalistas y de género y la discriminación entre las “gentes de bien” y
conformación de nuevas ciudadanías con sus las “gentes del común”, consideradas como
propias agendas, entre un centenar de moti- un lastre y desechables.
vaciones que buscan confrontar las políticas Esas gentes del común han acumulado su
públicas restrictivas de derechos, la conver- inconformidad y sus rabias durante décadas
sión de estos en mercancías por la vía de la y han madurado en el convencimiento de que
privatización neoliberal y, cada vez más, la el Estado y los gobiernos no resuelven nada,
creciente situación de desesperanza e incer- no atienden sus demandas, no cumplen los

36

acuerdos y cada vez de manera mas inacep- todas lo que está en juego es la vida misma,
table e irresponsable impulsan políticas como vida digna, como derechos fundamen-
públicas y reformas profundamente lesivas tales.
que aumentan el empobrecimiento al nivel Estamos en una coyuntura muy particular
del hambre extrema y que obligan a la movi- en la que se mezclan los problemas estructu-
lización y a la protesta social y ciudadana rales con las especificidades de la coyuntura.
como única salida. Hay una expresión de la inconformidad y el
La explicación de las causas de la movili- hastío de la pobreza y el empobrecimiento
zación y la violencia por parte de la insti- creciente en el país, que se articula y se
tucionalidad siempre es la misma; atribuir manifiesta frente a un paquete de reformas
a la movilización una estrategia desesta- que sucumben ante las necesidades del
bilizadora, una conspiración internacional hambre y la pobreza. Más allá de la reforma 37
contra la sociedad y el Estado; la existencia tributaria, de la salud, laboral o pensional,
de intereses políticos ocultos para colocarse lo que habita en la protesta es la rabia del
contra el orden institucional y legal, entre hambre y esa rabia se ha desprendido de todo
otro mundo de falacias que desconoce que miedo, porque cuando la única oferta de vida
son sus políticas, sus subordinados planes de que existe es la muerte, entonces la muerte
desarrollo a las economías extractivistas y a pierde el sentido aterrador que tiene y se
los interés transnacionales los que han ido vuelve causa de vida y de protesta.
generando esta bomba de tiempo que explota La instrumentalización criminal de la fuerza
en las protestas y en la movilización, y que pública por el gobierno del presidente Iván
cada vez es más difícil de detener porque Duque y su coalición no muestra otra cosa
no existe desde ese modelo de explotación que su incapacidad para encontrar salidas
ninguna oferta de salidas. Lo que ha hecho distintas a la utilización de la violencia, lo
crisis es el modelo neoliberal y es esa crisis la cual ha sido entendido por la población en las
que se ve reflejada en el espejo de la protesta protestas. Esta, despojada de todo temor a la
y la movilización social. El modelo neoliberal acción criminal de la fuerza pública, ha cons-
es el que es estrecho para esta sociedad, y truido las primeras líneas y busca, bajo una
sostenerlo es posible únicamente a través de desproporcionalidad absoluta, enfrentarla
la fuerza: se utilizan las armas de la nación con imaginación. Ha ocurrido algo inédito
contra la nación misma. No sabemos si es el en la historia de la protesta y la moviliza-
fin del modelo neoliberal; lo que sabemos es ción ciudadana: le han trasladado el miedo
que es el tiempo de la resistencia popular y a la fuerza pública; esta es ahora una fuerza
los cambios urgentes y necesarios. temerosa que actúa con torpeza bajo la direc-
ción de mandos irresponsables que miran
el espectáculo desde los puestos de mando
unificado o los centros operacionales, cuando
El hambre derrotó los miedos... no por los televisores donde los noticieros
tuertos miran los conflictos desde el ojo de
Cuando nos ubicamos en la primera línea de los intereses dominantes.
la protesta y la movilización popular enten- El empobrecimiento, la violencia, la guerra
demos que lo que la motiva es el hambre. y el cierre de la democracia son causas
No existe otra opción que las vías de hecho estructurales. Este es un momento transi-
para llamar la atención: este es un movi- torio que expresa las inconformidades que la
miento que es necesario entenderlo en su guerra apagó y que abrió el proceso de paz.
propia lógica. Desde luego que hay cientos de La población que está en las calles estuvo
agendas, variadas y diversas, pero detrás de durante décadas rumiando su rabia y deses-

peranza en la intimidad de los dolores de sus necesidades; el
fin parcial de la guerra a través del proceso de paz dio origen
a un periodo de transición cuya característica más sobresa-
liente es que la gente del común retomó las banderas de la
movilización y la protesta y se lanzó a las calles libre de toda
estigmatización. Al miedo lo derrotó el hambre.
Las movilizaciones son un producto del proceso de paz
porque en el inconsciente colectivo surgió la necesidad de
superar el miedo, tomar sus propias agendas reivindicativas
y propiciar la lucha política y transformadora. La agenda de
los movimientos sociales es independiente de las guerrillas.
38 Hay una maduración en la sociedad y la juventud para salir
a movilizarse y participar, y no optan por la violencia como
forma de lucha sino por la presencia multitudinaria en las
calles. Esa juventud ha generado una esperanza muy grande
que, aunque se expresa espontáneamente, no se expresa
mayoritariamente en torno a formas organizativas conven-
cionales, ni a las prácticas
El empobrecimiento, la violencia, la guerra y el cierre de violencia. Hay una guerra
de la democracia son causas estructurales. Este es un sucia, criminal y calculada
desde el Estado contra la
momento transitorio que expresa las inconformidades movilización social, y eso
que la guerra apagó y que abrió el proceso de paz. hay que detenerlo.
La población que está en las calles estuvo durante No hay que perder de vista
que este es un gobierno
décadas rumiando su rabia y desesperanza en la con una política neoliberal
intimidad de los dolores de sus necesidades; el fin exacerbada que la pandemia
parcial de la guerra a través del proceso de paz dio puso de relieve con todos
los indicadores de pobreza
origen a un periodo de transición cuya característica y hambre en medio de un
más sobresaliente es que la gente del común retomó proceso de enriquecimiento
las banderas de la movilización y la protesta y se y acumulación descarada
de las elites económicas,
lanzó a las calles libre de toda estigmatización. soportado sobre prácticas de
violencia institucional y que
es contra eso que se está enfrentando la sociedad movilizada.
La corrupción y la guerra son los mecanismos del manejo del
poder del Estado en el actual gobierno. La estrategia de la
guerra contra el narcotráfico se dirige contra la sociedad.
Un gobierno débil, autoritario y en declive es muy peligro
porque recurre con más fuerza a la violencia, utilizando todo
su potencial criminal de la ley y de la fuerza. No hay que
dejar de lado el hecho de que este es un narcoestado, captu-
rado por las elites emergentes que sometió a las elites tradi-
cionales corruptas.

La salida: Un laberinto de búsquedas Esto ha conmovido al planeta. La moviliza-
ción está regada por el mundo en las prin-
Los que están en las calles son los jóvenes de cipales ciudades de Estados Unidos, Europa,
Colombia y los sectores populares. Estamos Asia y América Latina; se ha parado la solida-
hablando de una multitud dispersa que se ridad mundial en plazas, calles, sitios emble-
convoca a la movilización desde distintas máticos y a las puertas de los consulados
consignas y a través de distintos medios. Las y embajadas; han levantado las banderas
formas y las maneras en que se organiza la de la Colombia enlutada y herida por el
gente son muy diversas, así como las moda- terror del Estado; han convocado pronun-
lidades de protección que se están constru- ciamientos de la alta comisionada para los
yendo. La protesta se dirige contra símbolos Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
que representan la opresión y son razón de la de la Comunidad Europea, del responsable 39
inconformidad de los sectores populares. de los Derechos Humanos del Congreso de
No es una protesta desestabilizadora. Es una los Estados Unidos, de la comunidad acadé-
protesta de agendas reivindicativas diversas mica e intelectual del mundo, de los premios
que han sido incumplidas por décadas, y esta nobel, la protesta ha llenado a los más impor-
situación hace que no haya una fórmula para tantes noticieros y periódicos del mundo. El
resolver este problema. Hay incertidumbre único que no ha entendido la dimensión de
en relación con las salidas porque hay rabia la protesta es el gobierno autista, experto
y hastío contra la institucionalidad y reina en engaño y simulación del presidente Iván
una incredulidad absoluta, en un escenario Duque Márquez.
de usurpaciones de la representatividad legí- La protesta y la comunidad internacional
tima. reclama con urgencia la desmilitarización de
Ahora no funciona la simulación de un las ciudades, parar la violencia desbordada y
diálogo con fuerzas que no representan a criminal en la ciudad de Cali, llevar la educa-
nadie para luego incumplir acuerdos o llenar ción política a las calles en el camino de
el imaginario de promesas desmovilizadoras. consolidar una nueva cultura política ciuda-
Es necesario entender a profundidad la natu- dana centrada en la defensa de los derechos.
raleza de la protesta para poderle dar una En las calles están con los hijos y las hijas de
salida. los éxodos y las desesperanzas. Los jóvenes
En las últimos tres décadas se han gene- de las universidades de todas las clases al
rado en Colombia unas circunstancias de lado de los sectores populares, rechazando
victimización que fueron reconfigurando las la época que se les quiere heredar. Porque es
lógicas de la protesta. Las ciudades se han una época de pobreza, hambre, desempleo y
tocado en sus realidades y se ha despren- deshumanización.
dido de la comodidad de los urbano en un Hay una rebeldía urbana-rural que ha coin-
contexto donde la guerra estaba en lo rural. cidido en un mismo propósito de moviliza-
Los medios digitales nos pusieron en tiempo ción que nos obliga a pensar en un escenario
real frente a la movilización y la violencia y transformador porque la oferta de solución
han generado una dinámica de solidaridad no institucional no es la que reclama la sociedad
solo nacional sino internacional. El volumen actualmente.
de información que circula por las redes La calle se ha convertido en un lugar para
pone en evidencia la crudeza del comporta- la democracia descalza. El barrio y la vereda
miento institucional frente a la protesta, la están entrando en la geopolítica, las polí-
barbaridad policial, la presencia militar, los ticas de seguridad global y los escenarios
desgarradores hechos de tortura, violencia y de la disputa política democrática. Para
muerte. poder encontrar rutas viables y acertadas a

las urgentes necesidades que tiene el país hay que releer
el mundo y pensarnos en las lógicas políticas que están
asumiendo los poderes económicos y la extrema derecha,
pues lo que nos pasa está enmarcado en un contexto de
criminalidad global de dominación del modelo. Hay que
superar la dialéctica de los odios premodernos en la que
nos quieren mantener enfrentados y sometidos.
Sí, lo que está pasando en el país es un
estallido popular, pero este estallido no va
Es muy importante mantener en a permanecer eternamente en las calles,
alto el optimismo y el entusiasmo se va a mover entre la movilización efec-
40
de la movilización legítima y pacífica tiva y la movilización latente, es necesario
encontrar una salida que conserve la capa-
como un patrimonio de una sociedad cidad de movilización de la gente. El movi-
que se construye en la ampliación miento se aplacará un poco, pero resurgirá
de la democracia descalza y llamar con frecuencia contra un Estado social de
Derecho que niega los derechos y reprime.
la solidaridad permanente de la Este es un momento difícil, seguramente
comunidad internacional. Las algunos sectores quieren resolver sus
organizaciones defensoras de problemas de manera definitiva. Es un
momento de crisis crónico de grandes incer-
los Derechos Humanos tienen la tidumbres. El gobierno este ganado tiempo
responsabilidad de evidenciar los hechos para poder enfrentar este proceso. Está
de violencia institucional y llamar el buscando impulsar el proceso de refundación
de la patria que se planeó desde la década
acompañamiento internacional. Hay de los noventa entre las clases emergentes,
una política oficial de abuso policial el narcotráfico y el paramilitarismo, y se la
generalizado que opera en todo el país. va a jugar toda por defender ese proceso de
captura criminal del Estado.
Llamar a las Naciones Unidas, al Comité Teniendo presente estas circunstancias, es
de la Cruz Roja Internacional y a la necesario construir una ruta para sortear las
comunidad internacional para que actúe demandas en torno a las cuales se mueve el
Paro Nacional a partir del reconocimiento de
en solidaridad con las comunidades y todas las fuerzas y agendas que participan en
demanden al Estado por la violencia que él, que no son solamente de las organizaciones
ya ha causado muertos, desaparecidos políticas, los movimientos sociales y el Comité
Nacional de paro. Para garantizar esa parti-
y violación sexual, dejando, además, cipación amplia es necesario que el Estado
un elevado número de heridos. en su conjunto, esto es, el Estado nacional,
departamental y municipal, convoque mesas
de conversaciones y acuerdos con los organi-
zadores y representantes de la movilización social en los
territorios.
No solo hay que atender la agenda central, sino igual-
mente las agendas regionales que son las que consti-
tuyen las reivindicaciones más sentidas de las pobla-
ciones que se han movilizado. Agendas incumplidas que

41

42
https://www.instagram.com/houseof tupamaras/
han erosionado la credibilidad en el Estado. tucional. De este punto se deriva necesaria-

Hay que sentar en esas mesas al protago- mente una reforma a las fuerzas militares y
nista central de estas movilizaciones, que de policía que le permita cumplir de manera
ha puesto la mayor cuota de sacrificio, la efectiva con su misión constitucional y la
juventud universitaria y popular. Atender salvaguarda de los derechos humanos en
sus reclamos y darles protagonismo en las el camino de recuperar en el ordenamiento
soluciones. legal la legitimidad de que debe gozar por el
Hay que colocar al centro de la solución tres reconocimiento que la población hace de su
problemas que son estructurales: la pobreza, desempeño.
el hambre y el desempleo. La situación econó- Es muy importante mantener en alto el opti-
mica de los colombianos obliga a tomar en mismo y el entusiasmo de la movilización
consideración la propuesta de renta básica. legítima y pacífica como un patrimonio de
Las reformas a la salud, laboral y pensional una sociedad que se construye en la amplia-
deben ser el resultado de un larguísimo ción de la democracia descalza y llamar la
proceso de conversaciones y de consensos solidaridad permanente de la comunidad
con todos los sectores de la sociedad, traba- internacional. Las organizaciones defensoras
jadores, empresarios y pensionados. de los Derechos Humanos tienen la responsa-
Una reflexión especial y un acuerdo al bilidad de evidenciar los hechos de violencia
respecto debe resultar del tratamiento del institucional y llamar el acompañamiento
comportamiento de la fuerza pública frente internacional. Hay una política oficial de
a la legítima protesta, y esto obliga a deter- abuso policial generalizado que opera en
minar la regulación efectiva del uso de las
armas en el marco del ordenamiento consti-

todo el país. Llamar a las Naciones Unidas, ideas fuerza para construir una salida, así
al Comité de la Cruz Roja Internacional y a la como las reflexiones realizadas al respecto de
comunidad internacional para que actúe en la movilización en Aula Libre y en el Centro
solidaridad con las comunidades y demanden de Pensamiento. Punto de Encuentro.
al Estado por la violencia que ya ha causado
muertos, desaparecidos y violación sexual,
dejando, además, un elevado número de
heridos.
La movilización no va a detener sus pálpitos
de protesta legítima; se va a mantener de
manera constante en los próximos años en
la historia del país hasta encontrarse con la 43
satisfacción de derechos fundamentales. Hay
una conciencia mayor de la población
en las razones de la movilización
de las comunidades.
Es necesario entender este
momento, poder explicarlo e inter-
pretarlo correctamente para poder
actuar adecuadamente conforme
a las exigencias del momento
concreto. Hay que ponderar en
alta estima la solidaridad ciuda-
dana, de los profesionales de la
salud y la valentía de la juventud.
Esta movilización no atiende a
ninguna agenda reivindicativa: es
la explosión de años y décadas de
abusos de la explotación a la que
ha sido sometido el pueblo. Este es
un movimiento por la dignidad y
contra la violencia criminal y opre-
siva del Estado y las elites polí-
ticas y económicas del país.
Referencias
Este artículo se escribió con las

notas de investigación del autor
que han dado origen a varios
textos a lo largo de las últimas
semanas, en particular, Colombia:
Resistencia y movilización fractal,
publicado en Europa por la plata- https://www.elquintopoder.cl/politica/rebelion-ciudadana-en-
colombia-semejanzas-con-lo-que-sucede-en-chile/
forma analítica de El Comején, Diez

Confunde y reprimirás
De la “revolución molecular
disipada” a la represión anticipada
JOSÉ FRANCISCO PUELLO-SOCARRÁS

ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
45
P
aralelo a las concentraciones masivas fruto de las
protestas generalizadas en Colombia, las cuales, sola-
mente en la primera semana de innumerables demos-
traciones públicas, dejan un saldo infame causado por
la brutal represión estatal a nivel nacional y local1, se
hizo viral la expresión: Revolución molecular disipada (RMD).
Se trataría de una pseudonoción supuestamente popularizada a
partir de un mensaje transmitido por Álvaro Uribe Vélez, exse-
nador (1986-1994 y 2014-2020) y expresidente (2002-2010) de
Colombia, en el que se proponía textualmente:
1. Fortalecer FFAA, debilitadas al igualarlas con terro-

ristas, La Habana y JEP. Y con narrativa para anular su
accionar legítimo; 2. Reconocer: Terrorismo más grande
de lo imaginado; 4. Acelerar lo social; 5. Resistir Revolu-
ción Molecular Disipada: impide normalidad, escala y copa
(Twitter @AlvaroUribeVel, 3 de mayo de 2021).
Inmediatamente, un grupo de académicos reaccionaron al

mensaje. Señalaron, entre otras cosas, las incoherencias de esa
expresión añadida (“disipada”) y dedicaron varias columnas
1 Según los informes de diferentes organizaciones no gubernamentales que

realizan el seguimiento a la violación de los derechos humanos en la coyuntu-
ra, el saldo de las jornadas arroja, al día 5 de mayo, 1.708 casos de violencia de la
fuerza pública, 37 homicidios por parte de la Policía, 222 víctimas de violencia
policial, 831 detenciones arbitrarias de manifestantes, 312 intervenciones vio-
lentas por parte de agentes del Estado, 22 víctimas de agresión ocular (apren-
dizaje del horror que mantiene como punto de referencia la también brutal
represión vista en Chile desde el año 2019), 110 casos de disparos de armas de
fuego por parte de la Policía (sabiendo que está prohibido por la Constitución
colombiana), y 10 víctimas de violencia sexual de las que es responsable la Po-
licía, nuevamente.

Bogotá, Colombia
Si bien la revolución molecular disipada reaparece
en la coyuntura de las manifestaciones hoy vigentes
como una misteriosa desfiguración al nivel del
lenguaje, la lógica, la reflexión, etc., al mismo tiempo,
también debe llamar la atención por sus efectos
performativos: lumpen y criminales. Es parte de las
líneas retóricas del comando gubernamental, aunque
lo sabemos muy bien es, sin lugar a dudas, una
46 determinación social que lo desborda. El sinsentido
que ofrece esta manipulación, por supuesto, no resiste
ni merece algún análisis más allá de lo evidente.

rectificando la utilización deformada de y de las Fuerzas Armadas del Ministe-
una idea original de los pensadores fran- rio chileno de Defensa. Al consultarle
ceses Félix Guattari y Guilles Deleuze. Más sobre la teoría “revolución molecular
puntualmente, fue Guattari quien publicó disipada” de López que fue citada por
en 1977 La révolution moléculaire, una obra el expresidente Uribe, es categórico:
en la que justamente se denuncia cómo “las “Ni siquiera la conozco”. En el Partido
teorías constituidas son incesantemente Republicano de José Antonio Kast, que
relativizadas, disueltas, dislocadas. Aquellas se encuentra en el extremo derecho del
que resisten son asediadas una y otra vez” arco político chileno, asegura a EL PAÍS:
(Guattari, p. 21 en la edición de Errata naturae “No tenemos ningún vínculo formal ni
de 2017). En adelante, también surgieron informal con el señor Alexis López. No
todo tipo de hipótesis para develar la crip- es militante ni tiene relación alguna con 47
tografía uribista, adelantando explicaciones el Partido Republicano” (El País, 6 de
al respecto. mayo de 2021).
Desde el principio se pudo establecer que
la pseudo-voz, más que una creatividad del Pero, tal y como lo registraron varios espacios
lenguaje o fruto del azar de los balbuceos que mediáticos en Colombia, López ha sido confe-
suelen ser la regla en diferentes manifesta- rencista invitado, al día de hoy en dos opor-
ciones advenedizas por las redes por parte tunidades, por la Universidad Militar Nueva
de Uribe Vélez, se trataba de una disloca- Granada (una institución que se financia con
ción de la idea de Guattari, “importada” por recursos públicos, lo cual no es un detalle
parte de un ¡entomólogo! de ultraderecha de menor). En su última visita, el pasado 19 de
origen chileno llamado Alexis López. Este febrero, López presentó la conferencia: “La
propagandista resulta ser un personaje más revolución molecular disipada y como [sic]
bien desconocido en su propio país, aunque enfrentarla”.
en Colombia el canal NTN 24 Internacional Más allá de saber cuáles son los grados de
de la red nacional RCN Televisión lo consi- distorsión y de falsedad, incluso -como pare-
dera un “investigador”, además “histórico”, cería haber sido el afán de distintas posturas
experto en el caso chileno a raíz de las academicistas al respecto- rectificar concep-
protestas suscitadas desde el año 2019. tualmente la deformación que se haya reali-
Una columna del 6 de mayo, titulada: “La zado por lo que es a todas luces un oportunista
‘revolución molecular disipada’, la última desde la idea original de Guattari, se trataría
estrategia de Álvaro Uribe”, sugiere -por el de advertir el propósito de este despropósito.
contrario- que López no sería siquiera una Pues como lo ha señalado Sohn-Rethel en
figura “tomada en serio” en Chile. Después de relación a la falsa conciencia: “su falsedad
consultar “fuentes” burocráticas y políticas no se refiere a sus propias pautas de verdad,
del país austral, ratifica el diario: sino a su existencia social”.
Gabriel Gaspar, académico y experto

en temas de Defensa en Chile, asegura
que “López no es una persona cono- Neoliberalismo en tiempos del
cida en la comunidad de Defensa y, Uribismo: vulgata lumpen
por lo tanto, su obra tampoco es estu-
diada”. “No es profesor de ninguna de En Lumpen-burguesía: lumpen-desarrollo.
las academias y los antecedentes lo Dependencia, clase y política en América
vinculan a círculos neonazis”, agrega Latina (publicado en 1973), el alemán Andre
Gaspar, que fue subsecretario de Guerra Gunder Frank destacó la mentalidad lumpen,

pero sobre todo criminal que caracteriza las Iván Duque, administración que condensaría
clases dominantes en América Latina. Se -como la que más- el carácter lumpen de este
trata de un fenómeno que, no obstante y desde tipo de tentativas en el siglo XXI colom-
la década de los 1970, justamente con el correr biano e impronta que resulta evidente desde
de la fase neoliberal en el capitalismo tardío, los perfiles que lo representan en diferentes
se ha venido profundizando cualitativamente asuntos en el Congreso y en las “carteras”
y exacerbando a niveles límites en grados gubernamentales.
irresistibles de degradación. Por supuesto, lo Vendría bien recordar cómo bajo el menos-
anterior no solo debería entenderse desde la cabo de la lógica y a través de giros en el
pura dimensión del pseudo-pensamiento irre- lenguaje se han pretendido presentar ante
flexivo. También debe extenderse a la acción el público -en realidad: engañar (aunque
48 social, económica y política desde las clases torpemente)-, por ejemplo, leyes de finan-
políticas, cada vez más orientadas al hecho ciamiento o ingresos solidarios, para dejar
fascistoide y donde la acción represora se de decir: contrarreforma tributaria o subsi-
impone y se justifica por sí misma, más allá dios pírricos que se celebran como auténticas
de cualquier consideración. Rentas Básicas Ciudadanas (¡!); políticas
como la “Paz con legalidad” para simular la
implementación del Acuerdo de paz y disi-
mular entonces objetivos políticos (explí-
citos): “hacer trizas” los acuerdos, entre otros
lamentables episodios que chorrean este tipo
de Asaltos a la razón, como decía Lukács.
Pues bien. En lo que concierne al asunto
sobre la supuesta “estrategia”, “modelo” o
“esquema” -hasta ahora nadie lo sabría, pues
de Uribe Vélez a los funcionarios duquistas o,
inclusive, el mismo López, no logran ponerse
de acuerdo sobre qué sería específicamente
la mal denominada Revolución Molecular
Disipada-, el peregrino tartajeo había sido
propuesto y promovido con anterioridad por
el empresario, expresidente de la Funda-
ción Corona y cuñado de Uribe Vélez, Carlos
Enrique Moreno.
Moreno no solo fue asesor de la presidencia
en el marco de la Consejería de Gestión y
Cumplimiento del Gobierno, sino también
promotor activo del “NO” en el plebiscito
por el Acuerdo de paz y, luego, parte de la
campaña de Duque a la presidencia. De
https://www.instagram.com/primeralineacol/ hecho, sería el responsable de diseñar la
propuesta y los objetivos políticos para este
gobierno.
En el actual marco regional de ultradere- Desde el año 2020, Moreno se ha referido a
chización, en particular al nivel doméstico, la RMD en una entrega de varios artículos
se entenderían con mayor claridad varias titulados: “La Deconstrucción” (una palabra
facetas en los desempeños del “gobierno” de que se sintoniza con el léxico posmoderno

francés de Foucault también presente en Guattari y Deleuze)
y que fueron divulgados por El Espectador (septiembre 20,
3 y 17 de octubre de 2020). Allí, de la mano del “análisis”
de López, se quiere “explicar” -en realidad, en medio de lo
disparatado, hacer convencer de una alucinación- los detalles
de una “estrategia política” denominada “deconstrucción”, la
cual buscaría:
(...) poner “la ley y el orden entre la

espada y la legitimidad” para impo-
ner, mediante la “revolución molecular Esta propaganda pretende generar
49
disipada”, un nuevo modelo que, arro- efectos subjetivos en lo concreto ya
pado con los títulos de progresismo o
sea como una pseudo-justificación que
socialismo del siglo XXI, es la versión
moderna del comunismo... El modus anticipando la represión criminaliza
operandi se basa en acciones revolu- cualquier forma de manifestación
cionarias horizontales para generar de
crítica (sea colectiva o individual;
forma gradual y cotidiana conductas
que alteren el estado de la normalidad formal o simbólica; de cualquier orden
social del sistema dominante, y así o magnitud) y, por lo tanto, ilusiona con
derogarlo. El objetivo es generar caos
construir lealtades entre mentalidades
y el cese de la normalidad diaria, para
crear un estado de crispación y crisis reaccionarias que la absuelvan de
permanente. En Chile lo hicieron... (El todo límite, empezando por cualquier
Espectador, 3 de septiembre)
principio humanitario, sea también
Extralimitando la curiosa aventura personal reconvirtiendo el terrorismo de Estado
de Moreno, la perspectiva fue cobrando en su opuesto fantasioso: posicionando
relativa difusión y respaldos. Paralelo a las
cualquier protesta popular, individual
marchas realizadas en el año 2020, se instaba
a que tanto las Organizaciones de la sociedad o colectivamente considerada como
civil como los Tanques de pensamiento (se “máquinas de guerra”, precisamente,
aludió al Libertank, al Instituto de Ciencia
una noción de Deleuze, pero que fue
Política, la Corporación Excelencia en la
Justicia, Visión Colombia 2022, Fenalco y la retrotraída como frase por el actual
Andi; “Estamos advertidos”, El Nuevo Siglo, Ministro de Defensa al querer justificar
septiembre 23 de 2020) se sumaran al “diag-
un bombardeo del gobierno a un
nóstico” que López habría derivado a partir
del caso de Chile y así en Colombia se desen- campamento donde fueron asesinados
mascaran los “objetivos macabros” detrás menores de edad en marzo de este
de la Protesta social. Justamente, el think
año (2021). El Ministro de Defensa
tank neoliberal, CATO Institute, con sede en
Washington, pareció ser caja de resonancia calificó, casual o causalmente, a
en estos términos, reeditando la “revolu- los niños y niñas asesinados por el
ción molecular” a través de un desordenado
Estado como “máquinas de guerra”.
y poco riguroso ensayo del miembro de la
Sociedad Mont-Pélerin, el argentino Alberto

Benegas Lynch (hijo) (“Chile se suicida”, 1 de fantasioso: posicionando cualquier protesta
noviembre de 2020). popular, individual o colectivamente consi-
Por ello, si bien la RMD reaparece en la coyun- derada como “máquinas de guerra”, preci-
tura de las manifestaciones hoy vigentes samente, una noción de Deleuze, pero que
como una misteriosa desfiguración al nivel fue retrotraída como frase por el actual
del lenguaje, la lógica, la reflexión, etc., al Ministro de Defensa al querer justificar un
mismo tiempo, también debe llamar la aten- bombardeo del gobierno a un campamento
ción por sus efectos performativos: lumpen donde fueron asesinados menores de edad
y criminales. Es parte de las líneas retó- en marzo de este año (2021). El Ministro de
ricas del comando gubernamental, aunque Defensa calificó, casual o causalmente, a los
lo sabemos muy bien es, sin lugar a dudas, niños y niñas asesinados por el Estado como
50 una determinación social que lo desborda. El “máquinas de guerra”.
sinsentido que ofrece esta manipulación, por Y es que en un régimen estatal y un
supuesto, no resiste ni merece algún análisis sistema político con exasperados niveles
más allá de lo evidente. de autoritarismo (en sentido riguroso, un
régimen anocrático: formal-
mente democrático, pero
materialmente dictatorial)
se requieren los mínimos
“cívicos” (aquellos sectores
que se sienten “represen-
tados” en la figura de Uribe
Vélez) que sustentan la
impronta paulatina, pero
crecientemente autoritaria.
La crisis humanitaria sin
antecedentes durante el
gobierno duquista en rela-
ción con las masacres
https://www.clarin.com/deportes/graves-incidentes-puerta-estadio- registradas contra líderes
duelo-america-cali-atletico-mineiro_0_3RTECxL38.amp.html y lideresas sociales y los
y las firmantes de la paz,
especialmente, en lo rural,
No obstante, lo anterior tampoco podría ciertamente, un exterminio sistemático
suspender el hecho que este tipo de brujerías y deliberado (por acción, complicidad u
fascistoides se minimicen. Esta propaganda omisión del gobierno y el Estado), no solo
pretende generar efectos subjetivos en lo sugieren suspicacias, sino también indicios
concreto ya sea como una pseudo-justifica- sobre lo que materializarían las retóricas
ción que anticipando la represión crimina- desde lo inarticulado en el lenguaje de la
liza cualquier forma de manifestación crítica ultraderecha, paulatinamente cada vez más
(sea colectiva o individual; formal o simbó- lumpen y progresivamente -aquí sí- vandá-
lica; de cualquier orden o magnitud) y, por lo lico. Pues como lo recordara San Agustín de
tanto, ilusiona con construir lealtades entre Hipona hace muchos siglos atrás: “Si de los
mentalidades reaccionarias que la absuelvan gobiernos no se puede esperar justicia, lo
de todo límite, empezando por cualquier que queda es una banda de ladrones”.
principio humanitario, sea también reconvir-
tiendo el terrorismo de Estado en su opuesto

51

La rebelión social y el
“movimiento real” de
la clase trabajadora
JAIRO ESTRADA ÁLVAREZ

PROFESOR DEL DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLÍTICA
E
l 28 de abril de 2021 y los días subsiguientes marcan
definitivamente un hito en la historia de la rebeldía en
Colombia que, al tiempo que exhibe una nueva calidad
de la protesta, la resistencia y la movilización social y
popular, muestra un continuum no solo de importantes
luchas previas a la pandemia del covid-19 y durante la misma,
sino de acumulados de décadas de confrontación a la opresión, la
desigualdad, el modelo económico neoliberal y la guerra contra-
insurgente.
Así es que no se trata de un acontecimiento de carácter espon-
táneo y de irrupción súbita, solo de un “estallido”, sino de un
proceso que teniendo un alto nivel de maduración no presenta
aún una salida previsible, pues esta se va constituyendo en su
propio devenir, en el accionar de una compleja constelación de
fuerzas en ruda contienda, que retrata sin aspavientos la con
frecuencia negada naturaleza de clase sobre la cual descansa el
orden social vigente y el terrorismo de Estado contra la población
insurrecta. Más allá del desenlace de la situación que se está
viviendo en Colombia, no debe quedar duda alguna de que lo
que está en cuestión es el capitalismo realmente existente; en lo
esencial, se trata de una crítica de masas con alcances antisis-
témicos.
Es cierto que hubo una chispa que encendió la pradera: el malha-
dado proyecto de reforma tributaria, que puso en evidencia la
indolencia gubernamental frente al severo deterioro -por efecto
de la pandemia- del trabajo y el ingresos ya precarizados. Pero el
paisaje de la pradera muestra las más disímiles configuraciones
del malestar y el descontento de diferentes sectores, niveles y
escalas, con localizaciones precisas -aunque también deslocali-
zadas-, expresando de esa manera lo que bien podría denomi-
narse una heterogeneidad convergente, en cuanto, más que al

Bogotá, Colombia
La dimensión antisistémica, además de rasgos
anticapitalistas, asume también calidades propias
de procesos en curso de despatriarcalización y
descolonización de las relaciones sociales imperantes,
sin que se vislumbren necesariamente las trayectorias
de superación, pues estas responden a una
construcción social colectiva que se va dando en el
devenir de las luchas. En ese sentido, se encuentra en
54 pleno desenvolvimiento una profunda transformación
cultural, expresiva de las más diversas y heterogéneas
formas de producción de poder social “desde abajo”.
Lo que estamos viviendo es el desatamiento y el
despliegue, desigual
y diferenciado, del
poder constituyente,
del movimiento real de la
nueva clase trabajadora
que bien podría devenir
en proceso constituyente
abierto, sin términos,
contornos ni contenidos
predeterminados,
y en el cual no debe
descartarse el escenario
de la asamblea como
una estación necesaria.

armado de un rompecabezas, a lo que se asiste es a la consti-
tución de una totalidad compleja y novedosa, que descansa,
se sustenta y se proyecta a la vez sobre una nueva calidad del
sujeto social y de las subjetividades que lo conforman.
Si entre tanto había suficiente evidencia sobre una nueva
configuración en curso de la clase trabajadora, que tendía a
superar formas anteriores de su constitución propias de otras
etapas históricas del orden social capitalista, en el escenario
actual la nueva clase que se está revelando en Colombia es
expresiva de la integración, la transversalización y la inter-
seccionalidad que ha asumido la relación social capitalista
al atravesar e impregnar la totalidad social. Se trata de la 55
forma histórico-concreta que en nuestras condiciones posee
la subsunción real del trabajo al capital; del pretendido some-
timiento a la forma financiarizada y de extracción depreda-
dora asumida por el proceso de acumulación, así como a la
organización violenta del poder y la dominación de clase.
La “primera línea” del movimiento real
En la primera línea de esa heterogeneidad convergente

que constituye hoy el movimiento real se encuentra la
juventud: todos jóvenes, hombres y mujeres, trabajadores,
desempleados, informales, estudiantes, obreros, campe-
sinos, indígenas, afrodescendientes, integrantes de la comu-
nidad LGTBIQ. Se trata de una población que en su conjunto
comprende cerca del 25% de la población colombiana entre
14 y 26 años, es decir, 12,7 millones. El 75,9 % se encuentra
viviendo en centros urbanos; el resto, 24,11 %, en zonas
rurales. Si se considera que estos jóvenes comparten su vida
en hogares nucleares (44,1 %), biparentales extensos (16 %)
o en hogares con una sola cabeza de familia (usualmente la
madre) (15,8 %), en realidad estamos hablando de la mayor
parte de la población colombiana (76 % de los hogares), en
cuanto su situación es expresiva en buena medida de la situa-
ción del hogar.
Las cifras del DANE revelan que estamos frente a una gene-
ración que literalmente lo único que tiene que perder son sus
cadenas. Solamente tres de cada diez jóvenes se encuentran
en situación de ocupación. Cerca de 4,2 millones, el 33 %,
corresponde al segmento de los llamados ninis (ni estudian,
ni trabajan). La desocupación afecta al 29,7 % de la población
juvenil económicamente activa. La informalidad es concor-
dante con las tasas oficiales que comprenden al 49,4 % de la
población. Lo mismo se puede afirmar respecto de su situa-

ción socioeconómica. Los jóvenes hombres y mujeres son parte constitutiva
de la desigualdad y la pobreza estructural que se vive en nuestro país, muy
bien analizada en los trabajos de Jorge Espitia. En el cuadro siguiente, se
dibuja la situación en 2020.
% de población y hogares según ingreso promedio mensual
Ingreso
Personas Clase i /
Clase promedio Hogares (%) Ingreso (%)
(%) Clase Alta
mes
56 Clase Alta 9.772.623 2.9% 1.7% 14.2% 100%

Clase Media 2.929.310 31.8% 25.3% 53.8% 30%
Vulnerable 1.347.856 29.4% 30.4% 19.4% 14%
Pobres 621.892 35.9% 42.6% 12.6% 6%
Total general 1.837.289 100% 100% 100% 19%
Fuente: DANE Espitia (2021). La pobreza en 2020
En el caso de la juventud trabajadora, su promedio mensual de ingresos se

acerca apenas a un salario mínimo legal. Por otra parte, la información dispo-
nible nos habla de una marcada feminización de toda esta precariedad. A
pesar de que las mujeres van en edad más temprana a la escuela, su tasa
de participación en el sistema educativo es superior y, en general, tienen un
mayor nivel educativo que los hombres, solamente el 25,5 % se encuentra
en ocupación. Mientras que la población masculina de ninis es del 23 %, en
el caso de las mujeres asciende al 42 %. El desempleo entre ellas (37,7 %) es
mayor que entre los hombres(24,1 %).
En el informe del DANE, Panorama sociodemográfico de la juventud en Colombia.
¿Quiénes son, qué hacen y cómo se sienten en el contexto actual?, publicado en
septiembre de 2020, poco meses después de iniciada la pandemia, se apre-
ciaba que para el 68,1 % su situación estaba peor, para 5,7 % mucho peor y
para 24,2 % se consideraba que se seguía igual. Junto con ello, se detectó en
un 21,8 % dificultad para dormir; 15,4 % afirmó experimentar tristeza y un
17,4 % dijo sentirse inestable, a lo cual se agregó que el 40,3 % manifestó
sentirse preocupado o nervioso. En suma, estamos frente a la posibilidad de la
muerte en vida de una generación completa sobre cuyo hombros se encuentra
la pesada carga impuesta por décadas de capitalismo neoliberal.
El desenvolvimiento de la pandemia del covid-19 ha provocado sin duda
un mayor deterioro de la situación aquí expuesta. La vida en condiciones
de excepcionalidad autoritaria se torna aún más difícil. Las respuestas del
Gobierno para enfrentar la situación han sido mediocres e indolentes; ni
siquiera lograron convertirse en paliativos para neutralizar y regular el
creciente descontento. Aprovechando la mayor restricción democrática y la
“hibernación” obligada de las luchas, buscó utilizar la pandemia para imponer
un control bipolítico sobre la población y darles continuidad a sus proyectos
de neoliberalización de la economía y de la sociedad, en un contexto de persis-

tencia del conflicto social armado, de intensificación de la
violencia política de orden sistémico y de simulación de la
implementación del Acuerdo de paz con las FARC-EP. El
proyecto de reforma tributaria, como ya se dijo, fue la chispa
que encendió la pradera.
El cuestionamiento radical del orden social
Tal como la pandemia puso al desnudo los límites históricos

del orden social vigente, su naturaleza mercantilista, inhu- 57
mana e insolidaria, asimismo el proyecto de reforma tribu-
taria puso al desnudo la pandemia de la justificación de la
riqueza excesiva y del gobierno para los ricos, la indolencia
de “los de arriba”, la arrogancia y el desprecio por “los de
abajo”. Estalló el hartazgo y la indignación, más que como
una expresión del “estado de ánimo” (aunque también), como
una manifestación de una realidad histórico-concreta que
demanda ser superada. La primera línea del movimiento real
ha comprendido que es hora desmontar la carga, o cuando
menos de ajustarla. De acabar con los amarres, o cuando
menos de distribuirlos de
mejor manera.
Lo que ha seguido es cono-
cido: una singular respuesta
de resistencia y movilización
social, sin duda alguna repre-
sentativa del más contun-
dente cuestionamiento de
las últimas décadas al orden
social vigente en nuestro
país. En franca sintonía y
concordancia, además, con
otras manifestaciones de la
rebelión social observadas
en el pasado reciente en dife-
rentes lugares del planeta y,
en especial, en otros países
de Nuestra América. Tal
cuestionamiento posee aún
mayor alcance y significado
si se considera que se está
llevando a cabo en ruptura
franca del régimen de excep-

58
cionalidad impuesto por la pandemia del de producción de poder social “desde abajo”.
coronavirus1. Lo que estamos viviendo es el desatamiento
En nuestro caso, la dimensión antisistémica, y el despliegue, desigual y diferenciado, del
además de rasgos anticapitalistas, asume poder constituyente, del movimiento real de
también calidades propias de procesos en la nueva clase trabajadora que bien podría
curso de despatriarcalización y descoloniza- devenir en proceso constituyente abierto, sin
ción de las relaciones sociales imperantes, términos, contornos ni contenidos predeter-
sin que se vislumbren necesariamente las minados, y en el cual no debe descartarse el
trayectorias de superación, pues estas, escenario de la asamblea como una estación
como ya se dijo, responden a una construc- necesaria.
ción social colectiva que se va dando en el
devenir de las luchas. En ese sentido, se
encuentra en pleno desenvolvimiento una
profunda transformación cultural, expresiva Conducción política y nuevos
de las más diversas y heterogéneas formas rasgos organizativos
1 Es de tal dimensión el malestar en la cultura que se En el proceso al que asistimos es indiscutible

superó, además, el dilema entre salud pública y el rol desempeñado por el Comité Nacional
movilización social, quebrando de facto la regula- del Paro y los Comités Departamentales, o la
ción social autoritaria y neoliberal impuesta por la importancia de dar continuidad al esfuerzo de
pandemia, el gobierno autoritario impuesto sobre
construcción del pliego unificado del paro del
la vida. Y abriéndole paso de esa manera, en lo in-
mediato, a otras posibilidades de gestión social y 21 de noviembre de 2019, o al llamado pliego
política de la pandemia. de emergencia, así como los esfuerzos de

articulación y la coordinación. Algo similar, pero con muchos
matices, podría afirmarse sobre coaliciones, plataformas,
organizaciones o partidos políticos de diversa naturaleza que
han pretendido definir la trayectoria inmediata o incidir sobre
el curso de los acontecimientos, en algunos casos con apoyo y
acompañamiento explícito al paro y la movilización, en otros,
haciendo privilegiar sus respectivos proyectos políticos,
normalmente vinculados a estrategias electorales; y en otros,
con francos propósitos de desmovilización, o de contención y
salvaguarda del orden existente. Cualquiera de esas circuns-
tancias ha sido superada con creces por la naturaleza de la
movilización, los repertorios exhibidos, el espectro de formas 59
organizativas descentradas, localizadas y deslocalizadas, el
conjunto de aspiraciones formuladas, entre otros, según lo
muestra la abundante evidencia. El paro en
movilización ha sido al mismo tiempo un
momento de creación y de imaginación polí- Se trata del reconocimiento de la
tica, que también cosecha siembras de las nueva calidad que están exhibiendo las
movilizaciones de los últimos años.
luchas del presente, de la comprensión
Y entiéndase bien, no se trata de proponer
una falsa dicotomía; o de una exaltación de que la política y la acción política
del espontaneísmo o del movimientismo no se desenvuelven exclusivamente
a ultranza. La experiencia que se vive, de
en los espacios institucionales o en el
hecho, no es ni lo uno ni lo otro. Se trata
del reconocimiento de la nueva calidad que orden del derecho, que está diseñado y
están exhibiendo las luchas del presente, concebido para conservar el orden social
de la comprensión de que la política y la
existente. Estamos frente a un proceso
acción política no se desenvuelven exclu-
sivamente en los espacios institucionales o en curso de politización de todos los
en el orden del derecho, que está diseñado espacios de la vida social: frente al
y concebido para conservar el orden social
quiebre de las formas de constitución y
existente. Estamos frente a un proceso en
curso de politización de todos los espacios reproducción de la relaciones basadas
de la vida social: frente al quiebre de las en la mercantilización y el despojo, el
formas de constitución y reproducción de la
dominio cultural, el patriarcalismo, el
relaciones basadas en la mercantilización y
el despojo, el dominio cultural, el patriarca- racismo y el ejercicio estructural de la
lismo, el racismo y el ejercicio estructural violencia, que en nuestro caso sigue
de la violencia, que en nuestro caso sigue
comprendiendo el terrorismo de Estado.
comprendiendo el terrorismo de Estado. Y
entiéndase también que no estamos ad portas
de la toma del cielo por asalto.
No hay dirección política, se afirma. No hay organización, se
sentencia. No hay articulación o coordinación. Hay poco de
eso, en efecto, cuando el criterio de análisis se sustenta en la
existencia (o no) de una organización centralizada que hace
las veces de la conducción general. Pero eso es distinto a que

Sin sobrevaloración alguna, lo primero no haya dirección. Lo que está sucediendo es
que debe afirmarse es que después del que tal y como se presenta en el conjunto de la
28 de abril nos encontramos frente a organización social, en el que hay un cuestio-
namiento de la democracia de representación,
una nueva calidad del conflicto social de la misma manera en el movimiento real
y de clase, de las luchas sociales y se cuestiona la representación en cabeza de
populares en Colombia. La nueva clase un comité nacional, abriéndose paso formas
de representación sustentadas en lógicas
trabajadora se ha hecho escuchar a lo asamblearias, más próximas a la democracia
largo y ancho del país; no solo en los directa, descentradas y descentralizadas. Se
grandes centros urbanos. Hasta el aprecia igualmente un esfuerzo novedoso por
60 hacer confluir las diversidades señaladas en
momento, por más de dos semanas espacio determinados; es decir, se observan
consecutivas, se ha mostrado capacidad propósitos de “territorialización”, más bien
de sostener la movilización, con flujos nómadas, todavía con insuficientes posibi-
lidades de permanencia, entre otras cosas
y reflujos e intensidades diferenciadas, por la fuerte represión estatal. Igualmente se
enfrentando todo el embate estatal y de aprecian primera, segunda y tercera líneas,
sectores de medios de comunicación. coordinadas e interrelacionadas, especial-
mente en la barriadas. Todo eso es organi-
zación. Sin que haya una dirección política
unificada, sí es identificable una “disposición convergente”.
Más que la crítica a la forma de “jerarquía horizontal” que ha
asumido la dirección del proceso (“la otra conducción”), de lo
que se trata es de reconocer y potenciar esas nuevas calidades.
Evidentemente, es preciso profundizar en la articulación y la
coordinación. La pedagogía que se está advirtiendo en varias
experiencias es liberadora y de construcción programática
“desde abajo”. La generalización de la lógica asamblearia, sobre
todo si se piensa en términos de proceso, deviene en impera-
tivo; más aún en clave de las posibilidades de despliegue de un
proceso constituyente abierto. También está por consolidarse el
paso de movilizaciones a movimientos y, por qué no, como en
otras experiencias de la Región, a movimiento de movimientos.
Este proceso no tiene tiempos ni lugares predeterminados. Esa
es también un singularidad derivada de la compleja relación
entre paro y movimiento, resuelta por ahora en el devenir
concreto como paro en movimiento.
La condición antisistémica y los alcances del proceso
La calidad de la rebelión social indica que en su esencia

antisistémica se ha dirigido contra pilares, referentes y
símbolos del orden social, empezando por el desconocimiento
o la interpelación del orden y la autoridad constituidos. La

61
https://www.instagram.com/esferapublica/

figura presidencial atraviesa, en medio de su y de policía y de operaciones encubiertas
poder concentrado y mediocridad manifiesta, o de infiltración, se ha tornado ineficaz y
un proceso de desvalorización continua y desnudado la naturaleza y organización
sistemática; el Congreso de la República, violenta del orden existente, sin escatimar la
con honrosas y reconocidas excepciones de apelación a la acción coordinada con “civiles
algunos parlamentarios y parlamentarias, armados” (paramilitares), que es justificada
ha reafirmado su condición de remedo de la como “legítima defensa”. El manejo de las
representación; las presidencias de las altas relaciones internacionales terminó en simple
62
https://elpais.com/internacional/2021-05-15/una-nueva-noche-de-ira-en-colombia-popayan-estalla-tras-el-suicidio-de-una-menor-retenida-por-la-policia.html
cortes, pese a destacadas y aisladas mues- deriva de los intereses de la derecha criolla y
tras de “independencia judicial”, sucum- transnacional, con subordinación indiscutida
bieron frente a las exigencias presidenciales al poder imperial de los Estados Unidos. El
con el argumento de la cooperación de los Acuerdo de paz con las FARC-EP, en medio
poderes públicos; la Fiscalía, los organismos de la farsa y la simulación gubernamentales
de control y la Defensoría del Pueblo atra- frente a la implementación, ha pretendido ser
viesan por la desvergüenza y el desprestigio llevado por el camino de la consumación de
infinitos. Las instituciones gubernamentales la perfidia.
para la conducción política del proceso econó- En la medida en que el cuestionamiento al
mico, el Departamento Nacional de Planea- orden existente es multidimensional, los
ción, el Ministerio de Hacienda y Crédito anuncios gubernamentales en respuesta a
Público y los llamados ministerios secto- las demandas sociales aparecen como flacos
riales se encontraron por fin con los límites paliativos sin posibilidad alguna de desmonte
de la regulación neoliberal de la macroeco- inmediato del paro en movilización, así se
nomía, de lo cual no escapa el “autónomo” busque su debilitamiento como se ha preten-
Banco de la República. Las recetas de la orto- dido con los remedos de diálogos sectoriales
doxia no solamente no son aplicables, sino que reeditan la “conversación nacional” a
que fungieron con arrogancia y desfachatez que se vio obligado el presidente Duque en
-en franco error de cálculo político- como la el contexto del paro del 21 de noviembre de
chispa que encendió la pradera. La respuesta 2019. Tampoco la anunciada negociación con
del Estado renovando prácticas del terrorismo el Comité Nacional del Paro parece lograr ese
de Estado por cuenta de sus fuerzas militares propósito.

De procesos como el actual no se puede esperar que conduzcan
en la inmediatez a la solución de problemas acuciantes de la
población, así inauguren nuevas y mejores condiciones para
las aspiraciones sociales y populares. El proceso del paro en
movilización se encuentra frente a las preguntas propias
de toda lucha social. Me refiero a la duración y a lo que se
espera que ella genere. En esta ocasión, la valoración que es
preciso hacer no debe reducirse a la lógica de negociación de
un pliego de peticiones.
Sin sobrevaloración alguna, lo primero que debe afirmarse
es que después del 28 de abril nos encontramos frente a una
nueva calidad del conflicto social y de clase, de las luchas 63
sociales y populares en Colombia. La nueva clase trabaja-
dora se ha hecho escuchar a lo largo y ancho del país; no
solo en los grandes centros urbanos. Hasta el momento, por
más de dos semanas consecutivas, se ha mostrado capacidad
de sostener la movilización, con flujos y reflujos e intensi-
dades diferenciadas, enfrentando todo el embate estatal y de
sectores de medios de comunicación.
Lo segundo es que se ha producido una derrota del miedo,
tanto el que produce la pandemia, como el generado por la
acción estatal y los medios de comunicación, poniéndose de
presente que el mejor antídoto es el cuerpo social, el estar
juntos y juntas, en comunidad, compartiendo, desarrollando
relaciones de solidaridad y cooperación.
Lo tercero es la imposibilidad de predecir un punto de
llegada, pues se está en presencia de un campo de fuerzas
en continua disputa, en permanente redefinición sobre la
marcha de los acontecimientos. Sea cual fuere la defini-
ción en todo caso transitoria
que se produzca, el movi-
miento real ha logrado una
significativa acumulación
de fuerzas, ha demostrado
capacidad de confrontar y
sobre todo de llevar la inicia-
tiva, de despojar parte del
poder de “los de arriba” y
de apropiarlo socialmente;
de exhibir una importante
capacidad destituyente y de
potenciar dinámicas institu-
yentes, de construcción de
poder social “desde abajo”,
abriéndole mayores posibi-
lidades a las luchas por el
https://www.facebook.com/aicprensa/photos/3863556230358438

lión social a través de llamados al diálogo
dilatorio, la concertación vacía o vaciada y
su encauzamiento por los canales institucio-
nales y del orden del derecho existente, con
un vector de llegada: el Congreso de la Repú-
blica, que se afirma sería el escenario natural
para tramitar y traducir en legislación las
demandas sociales. El viejo truco que produce
la ilusión del derecho. Desde la perspectiva
de las clases dominantes, con independencia
de sus facciones, hay una disposición conver-
64 gente: la preservación del orden en su estado
actual, con matices, accediendo algunos de
ellas a reformas cosméticas.
Lo quinto es el estrechamiento del espacio
de la lógica del “gana gana”, muy utilizada
en las negociaciones de pliegos. Asimismo,
la naturaleza del proceso en curso ha desve-
https://180grados.digital/wp-content/uploads/2021/05/ lado el agotamiento de los términos medios,
URI-de-Popayan-protestas-menor-violada-policias-1.jpg
de lo políticamente correcto, de las aguas
tibias, del “ni chicha ni limoná” del llamado
poder social en general y el poder del Estado centro. La política del desborde, ensayada
en particular. en el proceso, ha demostrado efectividad y
Lo cuarto es la comprensión del momento eficacia, pero aún tiene tramos por recorrer.
histórico por parte de las clases domi- A un movimiento que es esencialmente anti-
nantes, de las facciones que las conforman, sistémico es imposible pretender ponerle
los gremios y organizaciones políticas y freno. Su virtud consiste en la interpelación
sociales que las representan, mostrando las radical del orden vigente. La posibilidad
estrategias diferenciadas entre ellas. Desde de fuga que construye no significa que el
el extremismo fascista y de derecha, que ha camino a seguir esté definido. Es un proceso
mostrado no dudar en el uso de los aparatos de en construcción.
violencia y represión estatal, en la apelación
a la organización paramilitar (preventiva), En una segunda parte de este texto,
sin descartar la imposición del estado de a publicar en el siguiente número de
excepción como antesala del recurso de la la Revista Izquierda, presentaré mi
dictadura civil, en suma la activación descar- comprensión sobre los caminos y pers-
nada y abierta del bloque de poder contrain- pectivas en disputa, en escenarios de
surgente2, hasta quienes apelan, a partir de prolongación de la excepcionalidad de
entendimientos “civilizados” de la contrain- la pandemia, de inicio de la campaña
surgencia, por la neutralización de la rebe- electoral de 2022 y de previsible conti-
nuidad de la rebelión social, y con ello
de las dinámicas de movilización y
2 Se destacan en este contexto las elaboraciones movimiento desde abajo.
del neonazi chileno Alexis López, divulgadas en
Colombia por el expresidente Álvaro Uribe, sobre
la “revolución molecular disipada”, o la caracteriza-
ción gubernamental del momento como una ame-
naza del “terrorismo urbano de baja intensidad”.

65

¿Cambio en MinHacienda?
Mirando más allá del
enroque ministerial
67
ANDREA ÁVILA SERRANO
DOCTORANDA EN CIENCIA POLÍTICA
UNIVERSIDAD ESTADUAL DE CAMPINAS (BRASIL)
L
as colombianas y los colombianos estamos viviendo, sin
duda, un momento histórico. “Se respira lucha”, como reza
una de las decenas de consignas que se están tomando
con fuerza y contundencia las calles a lo largo y ancho
del país, pese a la brutal arremetida del Estado, que no
ha dudado ni un segundo en usar sus tradicionales tácticas
guerreristas, de terror y muerte contra la población. La chispa
que prendió la mecha del estallido: la presentación de una regre-
siva reforma tributaria en medio de una pandemia1; las primeras
victorias: el retiro de la misma y la renuncia de su autor intelec-
tual, el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla.
Pese al incuestionable valor de estos triunfos de la movilización
-especialmente si se tiene en cuenta que solo en este siglo en
Colombia se han aprobado 11 reformas tributarias incluyendo dos
en el Gobierno Duque-, es necesario prestar atención a ciertas
configuraciones de las relaciones de poder dentro de la clase
dominante que establecen la forma como se toman las decisiones
en materia económica, impidiendo que esas victorias logren
resolver el problema de fondo que es el mantenimiento y profun-
dización del modelo de desarrollo neoliberal en el país.
1 Siendo tan solo uno de los múltiples e históricos asuntos que motivan esta
movilización social y popular, pero el más mencionado justamente por ser “la
gota que rebozó el vaso”, como se dice coloquialmente.

Bogotá, Colombia
Las colombianas y los colombianos estamos viviendo,
sin duda, un momento histórico. “Se respira lucha”,
como reza una de las decenas de consignas que se
están tomando con fuerza y contundencia las calles
a lo largo y ancho del país pese a la brutal arremetida
del Estado, que no ha dudado ni un segundo en usar
68 sus tradicionales tácticas guerreristas, de terror y
muerte contra la población. La chispa que prendió
la mecha del estallido:
la presentación de
una regresiva reforma
tributaria en medio
de una pandemia; las
primeras victorias:
el retiro de la misma
y la renuncia de su
autor intelectual, el
ministro de Hacienda
Alberto Carrasquilla.

posiciones distintas a su proyecto político (ni
siquiera cuando se trata de cuestiones clien-
telares, o de ser así no le dejaría actuar real-
mente), y de otro, porque en las instituciones
que se ocupan de los temas económicos
se presenta un fenómeno particular por el
cual una élite intelectual de economistas
que comparte los principales lugares de
formación académico-política circula conti-
nuamente entre ellas generando una suerte
de cerramiento en los procesos de formula-
ción de política económica al presentarlo 69
https://www.instagram.com/memesu.nacional/ como una cuestión “técnica”, favoreciendo
así una visión de mundo y un proyecto políti-
co-económico específico que, como ya se dijo,
En ese sentido, habría que comenzar apun- es el neoliberal.
tando, aunque esté bastante claro, que Jairo Estrada (2005: 260) considera que la
el gobierno no desistió de realizar una “noción de élite adquiere relevancia en el
reforma tributaria este año. Solo anunció sentido de la reafirmación de las nuevas
que buscará “consensos”2 para presentar un formas de la apropiación privada de la produc-
nuevo proyecto -y es por eso que la deroga- ción política, de su carácter excluyente,
toria total de esa pretensión aún hace parte selectivo, de sus formas de comunicación y
de las demandas del Paro-, mientras que de socialización”. Pensando específicamente
el nombramiento del nuevo ministro José en la política económica, comprende esa
Manuel Restrepo -quien se desempeñaba élite intelectual como “una fuerza produc-
para el momento como ministro de Comercio tiva social” que la genera, concretamente en
Industria y Turismo- es únicamente otro de forma de políticas de reforma y ajuste estruc-
los enroques que suelen hacerse dentro del tural. Continua su reflexión esbozando que
actual gobierno en este tipo de situaciones3 .
Sin embargo, sería por lo menos ingenuo No se trata simplemente de un grupo
pensar que el nombramiento de una persona selecto de individuos, con ciertas cali-
externa al ejecutivo hubiese posibilitado dades, habilidades y destrezas propias
un escenario distinto al que significa dicho del monopolio sobre el conocimiento de
enroque o, peor aún, que podría habilitar la la “época capitalista” y de las “técni-
entrada de otras visiones sobre la orienta- cas” de regulación que esta demanda.
ción económica para Colombia. Esto porque, Aunque también lo es, la élite intelectual
de un lado, lógicamente ningún presidente se erige como una especie de intelecto
va a designar en su gabinete a alguien con general del capital, con la función espe-
cífica de conducción política (directa o
2 Obviamente con los partidos políticos de centro mediada) de un proyecto constituyente
derecha y derecha y algunos sectores gremiales de nuevas formas de dominación y
que se opusieron o presentaron objeciones al texto hegemonía, en continua y permanente
propuesto. reelaboración, según las necesidades
3 Vale recordar uno de esos episodios, sucedido a que establece la producción de la época
comienzos del año pasado, cuando la entonces
(263-264).
ministra de Trabajo, Alicia Arango, reemplazo a
Nancy Gutiérrez en el Ministerio del Interior, cuan-
do está tuvo que salir por un escándalo político.

Así, propone la noción de élite intelectual de la producción de política econó-
mica (en adelante EIPPE), que
tiene como supuesto el cambio de la condición y de la función intelectual

en el contexto de las nuevas configuraciones capitalistas (...) [y la cual]
entra -de manera creciente- a incidir sobre la definición de los aspectos
básicos del poder y a incursionar en el aparato estatal y en otros campos
de la constitución social del poder y la dominación (260-261).
La conformación y reproducción de la EIPPE es agenciada por espacios de

formación prestantes como universidades también de élite -intelectual y
70 económica-, principalmente norteamericanas -y, en Colombia, como Los
Andes-, y centros de investigación llamados Think Tanks, siendo en el país
el principal la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesa-
rrollo). En esos lugares se produce el desarrollo intelectual de sus miembros
bajo criterios, enfoques y métodos similares y, simultáneamente, su encuentro
(más allá de sus cercanías de clase) en términos personales, redundando en
visiones de mundo compartidas que les posibilita configurarse como grupo
orgánico.
Si bien la EIPPE nunca ha intentado ocultar sus lazos -que tienen, inclusive,
una dimensión trasnacional-, estos pasan bastante desapercibidos e, incluso,
en ocasiones, se presentan falazmente como
antagónicos, como sucedió, por ejemplo,
recientemente en la disputa por la gerencia
del Banco de la República, en cuyo marco
Carrasquilla se oponía a Leonardo Villar
(elegido), a quien los medios de comunica-
ción y muchas “personalidades” económicas
y políticas defendieron presentándolo como
“independiente al gobierno” en contraste con
el entonces Ministro, cuya elección asegu-
raría la “autonomía” del emisor. Lo que nadie
mencionó es que ambos fueron importantes
miembros de Fedesarrollo como investiga-
dores asociados y Villar como Director ejecu-
tivo, como se puede apreciar en la tabla N.°
1. Carrasquilla, además, inició allí su vínculo
estrecho con Roberto Junguito a quien acom-
pañó como viceministro de Hacienda cuando
esté era ministro de Uribe y reemplazó en el
cargo en el año 2003 (hasta 2007), siendo
actor relevante en las reformas tributarias
en aquel 2003 y, luego, en 2006; de ahí su
inclusión en el círculo uribista.

Tabla N.° 1. Exdirectores de Fedesarrollo
Universidad(es)
Exdirector Periodo Cargo público Reforma Tributaria
Formación
Instituto López Michelsen
Rodrigo Minhacienda
1970-1974 Tecnológico de 1974-75
Botero 1974-1976
Massachusetts Ampliación IVA
Minhacienda
1984-1985 Belisario Betancur
2002-2003 1985
Roberto Los Andes
1974-1978 Codirector/Miembro Álvaro Uribe
Junguito Princeton
Junta Directiva 2002 71
Banco de la República Ampliación IVA
1991- 1999
Secretario General
Minhacienda
1966-1970
Director Carlos Lleras Restrepo
Miguel 1978-1982 Harvard Departamento Nacional 1967
Urrutia 1989-1991 Berkley de Planeación Impuesto a las
1974-1977 remesas y gasolina
Gerente General
Banco de la República
1993-2005
Los Andes Codirector/Miembro
Carlos Berkley Junta Directiva
1982-1984 N/A
Caballero Woodrow Banco de la República
Wilson School 2001 - 2003
Director
Departamento Nacional
de Planeación
1994-1996
Ernesto Samper
José Antonio Notre Dame Minhacienda
1984-1988 1997
Ocampo Yale 1996-1997
Anticontrabando
Codirector/Miembro
Junta Directiva
2017 - 2019
Miembro
Asamblea Nacional
Constituyente 1991
Los Andes
Minhacienda Ernesto Samper
Guillermo Instituto
1988-1989 1994-1996 1995
Perry Tecnológico de
Economista Jefe para Ampliación IVA
Massachusetts
América Latina y el Caribe
Banco Mundial
1996 -2007

Tabla N.° 1. Exdirectores de Fedesarrollo
Economista Jefe
Eduardo London School Banco Interamericano
1991-1996 N/A
Lora of Economics de Desarrollo
2008-2012
Director Juan Manuel Santos

Departamento Nacional 2012
Mauricio 1996-1998 Los Andes de Planeación 2014
Cárdenas 2003-2008 Berkley 1999-2000 2016
Minhacienda Ampliación IVA
72
2012-2018 Impuesto a la riqueza
Codirector/Miembro
Nacional de Junta Directiva
Juan José Colombia 2003 – 2013
1998-2003 N/A
Echavarría Boston Gerente General
Oxford 2017-2021
Codirector/Miembro
Junta Directiva
Roberto Los Andes 2019-Actual
2009-2012 N/A
Steiner Columbia Director Ejecutivo
Alterno
FMI
2002-2007
Viceministro Técnico del
Minhacienda
Ernesto Samper
1994-1997
Los Andes 1995
Leonardo Codirector/Miembro
2012-2018 London School Ampliación IVA
Villar Gómez Junta Directiva
of Economics 1997
1997-2009
Anticontrabando
Gerente General (Actual)
Fuente: Elaboración propia con base CV; https://www.fedesarrollo.org.co/es/ex-directores, y Salazar, C. (2021).

A priori eso no sería necesariamente vinculante. No obstante,
su pertenencia al centro habla de su comunión con el neoli-
beralismo, pues este tiene como misión “propender por
el desarrollo económico y social de Colombia dentro de un
modelo de economía de mercado, con una participación eficaz
del Estado” [énfasis propio]4 , lo cual desde hace tiempo no
significa otra cosa que neoliberalismo, sea éste de línea orto-
doxa o heterodoxa. Ello se refleja en las declaraciones dadas
por Villar, ya posesionado como gerente del BanRepública,
en el debate de control político adelantado por la Comisión
Tercera del Senado sobre la tributaria, donde dijo: “Creemos
que es absolutamente indispensable que se avance en la 73
reforma, (...) manteniendo el impacto macroeconómico que
está buscando el Gobierno”5 .
Otro ejemplo que vale la pena mencionar es la supuesta contra-
posición de las propuestas de gobierno en materia económica
en la campaña presidencial de 2018. Antes de la segunda
vuelta ya estaba declarado el nombramiento de Carrasquilla
en el gobierno de Duque, y
Gustavo Petro anunció que,
en caso de ganar, nombraría
a José Antonio Ocampo,
otro reconocido miembro de
Fedesarrollo, institución en
la que ocupó varios cargos,
entre ellos el de director y
quien ya había sido MinHa-
cienda durante el gobierno de
Samper, en el cual se carac-
terizó por la defensa de la
reducción de la inflación, una
de las máximas del recetario
neoliberal y durante el cual
también se hicieron reformas
tributarias nada equitativas.
Ahora bien, como ilustra la
tabla N.° 16, casi la totalidad
(excepto por Lora) de los exdirectores de Fedesarrollo han
ocupado, antes o después de pasar por la Fundación, algún
4 https://www.fedesarrollo.org.co/es/mision-historia. Cabe anotar que a di-

ferencia de lo que se dice, el neoliberalismo entiende bastante bien el
papel central del Estado para su mantenimiento, como ha sido amplia-
mente documentado en los últimos años.
5 https://noticias.canal1.com.co/economia/banco-republica-respalda-reforma-tri-
butaria-gobierno/
6 La información consignada allí puede agenciar otros análisis.

cargo estatal dentro de las principales enti- sentir nuestra oposición frente a ese modelo
dades económicas del país, donde se rodean en las calles.
de miembros de la misma élite, muchos vincu- Es necesario que ese clamor popular tenga
lados al Think Tank. Todo esto sin mencionar presente que cada uno de esos “prestantes
el peso mediático que tiene el centro, a quien intelectuales” ha contribuido -y por tanto es
los medios hegemónicos de comunicación igualmente responsable que los gobernantes-
recurren de forma constante para pedir a la construcción del sistema desigual y
valoraciones sobre el rumbo económico profundamente violento que tiene el país
de la nación, en tanto se han erigido como y que asesina con balas pero también con
referentes en la materia, legitimando así su hambre y miseria a la población. Contra ellos
y su proyecto político de clase también deben
74
Es necesario que ese clamor popular ir dirigidos nuestros gritos de lucha.
tenga presente que cada uno de
esos “prestantes intelectuales” ha
contribuido -y por tanto es igualmente Referencias bibliográficas
responsable que los gobernantes- a
»» Estrada, J. (2005). Élites
la construcción del sistema desigual intelectuales y producción
y profundamente violento que tiene de política económica en
Colombia en: J. Estrada (ed.),
el país y que asesina con balas pero
Intelectuales, tecnócratas y
también con hambre y miseria a la reformas neoliberales en América
población. Contra ellos y su proyecto Latina. Unibiblios, Convenio
Andrés Bello, Colciencias.
político de clase también deben ir
dirigidos nuestros gritos de lucha. »» Salazar, C. (01/04/2021). En
Colombia se han hecho más de
vinculación constante al aparato estatal. 50 reformas tributarias desde
Lo anterior ayuda a entender que la cuestión 1897. La Republica. https://www.
tributaria colombiana trasciende por mucho larepublica.co/especiales/mis-
un ministro y un gobierno. Allí está puesta documentos-semana-santa-2021/
una de las múltiples estrategias de domina- en-colombia-se-han-hecho-mas-de-
ción y producción de hegemonía de la clase 50-reformas-al-sistema-tributario-
dominante, que ha erigido como política en-mas-de-un-siglo-3147619.
de Estado su proyecto político-económico
usando como estrategia el accionar de la
EIPPE a lo largo de las últimas décadas, y es
de esa forma que debe ser enfrentada por las
clases populares.
Lo sucedido durante el Paro Nacional es un
gran punto de partida pues se ha derrumbado
el sofisma según el cual la política econó-
mica sería un problema técnico y, en tanto
tal, no cabría adelantar una discusión polí-
tica amplia y democrática al respecto. Pues
bien, las gentes del común hemos hecho

75

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PARO Y REBELDÍA EN COLOMBIA

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5 Una nueva clase espectral: A propósito del paro del 28 de abril

15 Geografías de la rebeldía y la dignidad popular

21 Crisis de hegemonía, subjetividades insurgentes y perspectivas

33 Movilización fractal y explosión popular

53 La rebelión social y el “movimiento real” de la clase trabajadora

VÍCTOR MANUEL MONCAYO C.

En memoria de Edgar Vásquez Benítez*

ace un poco más de quince meses asistimos a esa

* Al concluir la redacción de este texto, conozco el sensible fallecimiento de Ed-

96 Edición Especial Mayo de 2021 Contenido

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Una protesta renovada: el del ministro de Hacienda, y que ha resucitado

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8 Nos referimos a la denominación utilizada por

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populistas que florezcan en el mercado elec-

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CAROLINA JIMÉNEZ MARTÍN

* Este artículo se terminó de escribir el 2 de mayo de 2021.

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La primera se comprueba en la enorme de 2019, septiembre de 2020 y de abril a la

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»» Anderson, P. (2004). Alternativas

»» Ansaldi, W. (2003). La tierra en

»» Castoriadis, C. (1988). Los dominios 31

»» Finchelstein, F. (2018). Del fascismo

»» Foucault, M. (2007). Nacimiento

»» Gramsci, A. (1981). Cuadernos

»» Gramsci, A. (1999). Cuadernos

»» Moncayo, V. (2019). El paro de

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CARLOS MEDINA GALLEGO

aracterizar el movimiento de la protesta social como

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