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Percepciones sociales sobre el flamenco entre el

alumnado de conservatorio. La imagen pública


de este arte con respecto a sus vecinos, los
“clásicos”.

Francisco Benjamín Rico Aguilar

María José Martínez González


ÍNDICE
1. Introducción.
2. Objetivos.
3. Metodología.
4. Los distintos tipos de público: el alumnado de enseñanzas
artísticas.
4.1 El alumnado flamenco en la educación reglada.
4.2 El alumnado “clásico”.
4.3 La música comercial vs la música underground
4.4 Exigencias propias de los alumnos de enseñanzas
artísticas: encuesta y análisis de los resultados.
4.5 El público particular: comparativa entre la afición
flamenca y la afición clásica
5. Demandas y preferencias de los alumnos de música académica
sobre el flamenco.
5.1 Sanciones y premios sobre el flamenco tradicional en la
actualidad.
5.2 Sobre la hibridación con música comercial
5.3 Sobre la hibridación con Jazz
6. Música contemporánea académica y flamenco.
6.1 Perspectiva histórica
6.2 Visión de los compositores.
6.3 Recepción de música contemporánea en alumnos de
conservatorio.
6.4 Recepción de música contemporánea- flamenco en
público general.
7. Conclusiones.
8. Bibliografía.
1. Introducción.

La motivación de este trabajo, encuentra su fundamento en la doble personalidad


artística de los componentes de este equipo. Por un lado, la vertiente académica que
tiene que ver con el estudio de música clásica (en este caso, piano y flauta travesera),
por otro lado, la gran afición que ambos profesamos por el estilo flamenco.

De este modo, la realización de este trabajo apoya su investigación en la visión del


género flamenco a través de los ojos de los alumnos de enseñanzas artísticas
superiores. Así, descubriremos cuál es su opinión sobre dicho género y otras
cuestiones.

2. Objetivos.

Para llevar a cabo este trabajo de investigación, perseguiremos diferentes


objetivos:

- Distinguir los tipos de públicos que conviven en la sociedad actual.


- Publico culto y popular
- Escrutar los estilos consumidos por los estudiantes de enseñanzas artísticas.
- Discernir las preferencias de dichos estudiantes.
- Cuantificar su asistencia a actos de índole cultural.
- Especificar sus inquietudes sobre el género flamenco.
- Responder a las distintas cuestiones planteadas por el profesor Francisco Aix
García con respecto a este trabajo de investigación.

3. Metodología.

El proceso de composición de este trabajo, comprenderá diferentes medios de


investigación.

En primer lugar, escrutaremos un compendio bibliográfico mediante el cual


obtendremos algunos de los puntos clave de este trabajo. En este caso, podremos
aprender y recapitular sobre los conceptos trabajados en esta asignatura.

Además, para descubrir el tema que aquí nos ocupa (las percepciones sociológicas
del flamenco entre el alumnado de enseñanzas artísticas), realizaremos un formulario
google a través de la plataforma google forms. Una vez tengamos las respuestas
necesarias para obtener una muestra representativa, pasaremos a analizar los datos
obtenidos. De este modo, llegaremos a discernir algunas cuestiones concluyentes y
necesarias para nuestro trabajo, que nos den una idea general con respecto al
pensamiento de los jóvenes estudiantes de música académica.

Además, abordaremos diferentes cuestiones planteadas por nuestro profesor


Francisco Aix García. Intentaremos encontrar respuestas sustanciales y con base en
el temario estudiado así como en otras fuentes bibliográficas de interés.

Por último y tras recopilar toda esta información, plantearemos algunas


conclusiones y pensamientos personales arrojados en base a todo lo asimilado en la
composición de este trabajo.

4. Los distintos tipos de público: el alumnado de enseñanzas


artísticas.

Tras el auge del arte popular, y el fácil acceso a la cultura, el público que consume
música es cada vez más variado. A lo largo de este capítulo, dirimiremos qué tipo de
música consumen los alumnos de enseñanzas artísticas, así como qué opinión les
merece el género flamenco. Para ello, comencemos haciendo una pequeña distinción
entre los modelos de públicos que conviven en la cultura actual

Tal y como hemos estudiado en los apuntes del tema 3, el auge del arte popular
fomentado en el s. XVIII, devendrá en lo que popularmente conocemos como “cultura
o arte de masas”. Este objeto artístico, ha derivado en un bien de consumo caduco y
que encuentra representación en la industria musical. Es importante entender el
término “masa” acuñado por el sociólogo francés Gustav Le Bon “Una agrupación
humana pensante con los rasgos de pérdida de control racional, mayor
sugestionabilidad, contagio emocional, imitación, sentimiento de omnipotencia y
anonimato para el individuo”.1 Habiendo entendido esto, es sencillo discernir a dos
tipos de públicos: el público de masas (consume música perecedera, que se encuentra
de moda en ese momento, con un gran número de seguidores) y el público de otros
movimientos más pequeños (podríamos hacer referencia a los consumidores de
música culta, a los de estilos underground, a los seguidores del flamenco…).

1 “Masa (sociología)”, 15/4/2021, https://es.wikipedia.org/wiki/Masa_(sociolog%C3%ADa)


De esta manera, el público de masas gira en torno a la industria musical y consume
estilos más livianos, sencillos de procesar. 2 Aquí podemos englobar diferentes
músicas amparadas por el márquetin y la industria musical, que se basan en premisas
caducas y asequibles a todo el mundo.

Por otra parte, encontramos otro tipo de público, mucho menos abundante y más
selectivo. En este, hallamos a los consumidores de música culta o música académica,
a los que prefieren la música underground (concepto en el que incidiremos más
adelante) y por supuesto, a los adeptos del género flamenco.

A lo largo de este capítulo, descubriremos en qué grupo se identifican los


estudiantes de enseñanzas artísticas.

4.1 El alumnado flamenco en la educación reglada.

En la actualidad, dado el esplendor de la flamencología científica, la


profesionalización y adaptación a las aulas del estilo flamenco, supone un parangón
evidente para el sistema de la educación musical española. Sin embargo, son todavía
pocos centros que contemplan el género en sus guías docentes. Veamos que criterios
observa la educación musical flamenca en España.

Son solo 5 los centros que ofertan la enseñanza del flamenco en conservatorios
superiores: Córdoba, Barcelona (ESMUC, Liceu y Taller de Músics) y Murcia (sin contar
la enseñanza del baile). 3 Aquí, se imparten las especialidades de interpretación e
investigación en el flamenco, siendo nuestro máster uno de los encargados en dichas
enseñanzas.

Sin embargo, resulta llamativo que sólo sean 5 los centros que ofrecen esta enseñanza,
dada la importancia del género flamenco para el patrimonio cultural de nuestro país.
Probáblemente estos datos tengan que ver con la novedad y la irrupción de estudios
musicales diversos más allá de la música académica, lo cual arroja luz y futuro al
flamenco como género, asegurando así nuevos músicos e investigadores.

Los planes de estudio y guías didácticas son diversos en función del centro que nos
ocupe, aunque todas comparten unas bases claras en los créditos: historia del flamenco,
interpretación, agrupación, improvisación… No distan tanto estas materias de las

2
Robert E. Park, “La masa y el público, una investigación metodológica y sociológica”, REIS N 74.
Abril-Junio 1996
3 Antonio Narejos, “La enseñanza del flamenco en los conservatorios”, Melómanos, 22/05/2020
estudiadas en la música académica, salvando las distancias estilísticas que separan a
ambos.

Desde el punto de vista sociológico, podemos entender el estudio del flamenco de dos
maneras según la versión histórica. En primer lugar, el estudio e interpretación del género
que nace a principios del s. XIX, rodeado de un entorno social colmado de marginalidad.
Esta primera fase, dista mucho de la academización. Los flamencos de esta época
histórica basaban su estudio en las versiones personales de artistas y aficionados, y
cantaban en colmaos, tabernas, cafés cantantes y posteriormente, tablaos. Esto da a
entender como el arte se contemplaba como un valor de uso, entorno a los ideales
primigenios del género, pero también como una necesidad de vivir. Es evidente que los
artistas que practicaban el género en sus inicios, lo respetaban y mimaban, pero
necesitaban comer y vivir de ello.

Por otra parte, la visión actual. Una vez más, la flamencología científica, facilita el
enraizamiento del género en centros escolares e intenta encontrar la profesionalización
del mismo a través del rigor científico y la enseñanza. Los estudiantes actuales, no
aprenden tampoco en concepto de valorar el género y aprenderlo como una afición más.
Es sencillo comprender, que todo aquel que curse estudios musicales superiores o
profesionales, lo hace con la intención de buscar la especialidad en el estilo para poder
dedicarse laboralmente a él.

De este modo, encontramos un paralelismo con la enseñanza del estilo académico: la


profesionalización y posterior salida laboral en la práctica musical acontecida. Esto nos
lleva a pensar la similitud sociológica que acarrean ambos estilos, pues es evidente que
todos estos estudiantes, necesitan pasar unas duras pruebas así como empeñar un gran
esfuerzo para culminar sus estudios.

En el siguiente epígrafe, veremos las peculiaridades sociológicas y pedagógicas de los


estudiantes de música académica.

4.2 El alumnado “clásico”.

Tras haber entendido en que entorno sociológico y pedagógico se mueven los


estudiantes de flamenco en los conservatorios, pasemos a analizar de que manera se
desenvuelven los alumnos clásicos.

En primer lugar, hemos de incidir en la trascendencia histórica de estos estudios. Si


nos remontamos a la antigüedad, los estudios musicales han estado remitidos a un sector
concreto de la sociedad. Normalmente, solo los sectores más pudientes de la sociedad
podían acceder a estos estudios. Desde el punto de la sociología, esta idea nos hace
entender cómo la música fue un hecho inaccesible para el resto de estratos sociales hasta
la popularización y difusión de la cultura a partir del s. XVIII.

Afortunadamente, esto dista mucho de la situación actual. Cualquier persona puede


cursar hoy estudios musicales, dada la gran oferta de becas del ministerio de educación,
así como la accesibilidad por la gran afluencia de centros que imparten dichas enseñanzas.
De esta manera, el único requisito indispensable para estudiar música en un conservatorio,
es pasar con éxito las pruebas de acceso.

La enseñanza de la música académica es la más extendida en la actualidad, pese a la


incipiente aparición de centros y títulos innovadores en diferentes estilos musicales. Cada
día son más los padres que deciden animar a sus hijos a estudiar música al menos en
edades tempranas. Esto se debe a los múltiples beneficios que conlleva en los ámbitos del
desarrollo de los pequeños. Es evidente que supone un desarrollo intelectual, así como
psicomotriz y de índole social. 4

Si comparamos estadísticamente cual de estos géneros se estudia con mayor


frecuencia, es la música académica la gran aventajada. Como ya he expresado con
anterioridad, este estilo cuenta con un sinfín de conservatorios que soportan su
agostamiento.

Pese a estos datos, la música clásica dista mucho de los circuitos de música comercial,
suponiendo así, un estilo musical no apto para todos los públicos. Una vez más, el
flamenco y la música académica, se aproximan de manera formal.

Para averiguar a qué se debe el pequeño porcentaje de adeptos al género, pasemos al


siguiente epígrafe.

4.3 La música comercial vs la música underground.

Pese a que la música comercial es la gran beneficiada del capitalismo y la


globalización de la cultura, existen reductos musicales que solo profesan unos pocos. Así,
muy distante del público de masas, encontramos a un público externo y que persigue otros
estilos musicales. Pasemos a analizarlo.

4Athanassopoulos-Zamorano, Néstor López-Fernández, “Inteligencias múltiples y aprendizaje: Un


enfoque comparativo en alumnos de conservatorio”, Universidad de Granada, 2017.
En primer lugar, es evidente que no todo el mundo escucha la música popularizada
que suena en la radio y otros medios de difusión. Algunos, prefieren estilos diferentes.
Los consumidores de flamenco o música clásica, se encuentran en esta sección. Pero
además de estos, otros estilos musicales encuentran su amparo en el concepto
underground. De acuerdo con el término, su origen nace del inglés, y se designa así “a
los movimientos contraculturales que se consideran alternativos, paralelos, contrarios, o
ajenos a la cultura oficial”.5

La cultura underground, encuentra su apoyo en la transgresión, en irrumpir en las


fronteras y los límites del arte. 6 De esta manera, se alejan de convencionalismos y
constructos clásicos, experimentando ideas, en ocasiones censuradas.

Encontramos múltiples ejemplos del concepto underground dentro y fuera de la


música. En el cine, diversos cineastas como John Waters, irrumpen en la pantalla con
personajes diversos como la travesti Divine7, que protagoniza escenas pintorescas a través
de un lenguaje fotográfico colorista y kitch. En la música, los artistas se cuentan por
estilos. Encontramos un ejemplo en el garage rock y el punk, nacido a mediados de los
60 en EEUU. Estos géneros nacen en un entorno de marginalidad y decadencia, marcado
por el consumo de drogas, características que comparten con otros estilos dentro del
término.

Si analizamos este concepto dentro del flamenco, destacan algunos artistas que
investigaron irrumpiendo en las lindes del género utilizando técnicas compositivas e
instrumentales innovadoras. Algunos ejemplos, son el grupo Smash, que profesaba un
gran interés por la psicodelia y el uso de instrumentos diversos que poco tenían que ver
con los habituales del flamenco. Manuel Molina y Gualberto García, jugaron un papel
esencial en este entorno de creación, con el uso de instrumentos como el sitar, el
sintetizador o las guitarras eléctricas. Muchos otros recorrieron caminos similares, como
el Sexteto de Paco de Lucía, Pata Negra, Triana, Ketama o Ray Heredia.

Sin embargo, estos grupos favorecen la hibridación y fusión de otros estilos con el
flamenco, y más allá de quedarse en un reducto subterráneo, ayudan a la evolución del
género en pro de nuevos entornos creativos.

5 “Cultura underground”, Wikipedia, 16/4/2020, https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_underground


6 José Manuel Álvarez-Junco, “Forma y transgresión: el discurso del arte”, Universidad Complutense de
Madrid, 10/3/2015.
7 Rafael Timón Gómez, María Vanessa García Guardia, “La máscara cosmética en el cine de John Waters.

Análisis narrativo de los personajes protagonistas de Pink Flamingos y Female Trouble”, Creatividad y
sociedadrevista de la Asociación para la Creatividad, n 25, 2016.
En el ámbito de la música académica, hay también importantes aportaciones. La
innovación ha sido el leimotiv del género, que lejos de quedarse en las formalidades
clásicas, transgrede a través de la armonía y otros elementos hasta llegar a estilos como
el minimalismo, el microtonalismo etc.

Pero la cuestión que aquí nos ocupa, es comprender en que nivel de concordancia se
encuentran los alumnos de enseñanzas artísticas con el género flamenco. Además,
descubriremos si eligen escuchar también música comercial o música underground.

4.4 Exigencias propias de los alumnos de enseñanzas artísticas:


encuesta y análisis de los resultados.

El objeto principal de este trabajo, busca discriminar la opinión que merece el


flamenco entre el alumnado de enseñanzas artísticas. Para ello, hemos formulado una
encuesta que vamos a analizar en este epígrafe.

El formulario ha sido resuelto por un total de 35 personas: 18 exalumnos (51,4%), 14


alumnos (40%) y 3 personas que no han estudiado esta especialidad en concreto
(musicólogos).

Entre estos, la gran mayoría conocían el género flamenco en mayor o menor medida.
Estos datos quedan reflejados en esta gráfica:

Más del 50%, conoce el género flamenco.

La tercera pregunta, basa su interés en conocer la asistencia a conciertos por parte de


los participantes de este formulario. El dato es también bastante positivo, ya que más del
50% consume directos con asiduidad. Aquí tenemos una gráfica con los datos concretos:
Con respecto a los géneros que consumen los encuestados, la gráfica no falla, el 100%
asisten a conciertos de música académica. Es revelador también el porcentaje de músicos
que asisten a conciertos de flamenco, un 40%. En mayor proporción al flamenco,
encontramos asistentes a conciertos de música comercial, un 51,4%.

De asistir a conciertos de flamenco, quisimos saber en qué entorno lo consumían. Este


parámetro que a simple vista puede parecer desdeñable, aporta claridad sobre el tipo de
entorno en el que se mueven en el ámbito de la cultura. Pese a que algunos de los
encuestados confirmaron no asistir a este tipo de conciertos, los que sí lo hacen prefieren
asistir a actos en auditorios.
Para profundizar un poco más en las preferencias de los encuestados, quisimos
averiguar qué tipo de estilos preferían. Aquí es evidente que la gran mayoría consumía
espectáculos de hibridación entre el flamenco y el jazz (74,3%). Además de esta opción,
planteamos dos más: cante jondo e hibridación con música popularizada (al estilo de
Rosalía).

En la pregunta 7, preguntamos en qué nivel estaba el flamenco para ellos: al mismo


que la música académica, por debajo de la música académica o por encima de la música
académica. La mayoría no encuentra diferencia y los expone al mismo escalafón cultural.

La pregunta 8, plantea una cuestión acerca de su opinión sobre la renovación del


género. Es también muy iluminador el resultado, pues un 91,4% cree que el género debe
renovarse a pesar de mantener las reinterpretaciones del mismo.
Con referencia a cómo debe renovarse el género, planteamos diferentes opciones: sin
violar sus propias reglas, mediante la hibridación con la música popularizada, mediante
la hibridación con el jazz o mediante la hibridación con la música académica. El 51,6%
coincide en esta unión del flamenco con el jazz, y algunos hacen también sus propias
reseñas coincidiendo eso sí, en la evolución del género.

La pregunta 10, nos da una idea general del estilo más consumido por los encuestados.
En este caso, solo un 20% de ellos prefiere escuchar flamenco. Además, encontramos
algunos otros estilos más comerciales, como el EDM o el House, y otros más underground
como el rock progresivo.
Con referencia a porqué prefieren consumir el estilo marcado en la pregunta 10, más
del 50% lo hace porque se identifica con sus valores.

En la pregunta 12, quisimos averiguar como premian las propuestas artísticas que más
les aportan. La mayoría de ellos lo hacen dando soporte en redes sociales.

Por último, dejamos un apartado para expresar ideas o apuntes sobre el formulario.
Aquí están las respuestas:
Como conclusión a esta encuesta, encontramos diferentes ideas.

En primer lugar, la mayoría de los encuestados conocen el género flamenco, pero muy
pocos lo prefieren en su consumo cultural habitual (un 20%). Sin embargo, el 40% asiste
a conciertos de flamenco, dando soporte así a este género.

Además, hemos descubierto como los estudiantes de enseñanzas artísticas, consumen


también música comercial. En este caso, algunos puntualizan que lo hacen por lo
divertido que es y por la facilidad que supone su escucha.

Es también interesante, como la mayoría creen que el flamenco debe seguir


evolucionando y además, creen que debe hacerlo a través de la hibridación con el jazz.

El 100% de los encuestados, consume música académica, el género musical en el que


se mueven y al que se dedican. Este dato, nos hace entender la afición que todos
comparten siguiendo este estilo. De este modo, podemos pensar que tanto los aficionados
flamencos, como los estudiantes de música académica, juegan un papel fundamental en
la pervivencia de estos géneros en el entorno del público fuera de las masas. Para analizar
mejor esta idea, haremos una pequeña comparación en el siguiente epígrafe.

4.5 El público particular: comparativa entre la afición


flamenca y la afición clásica.

Una de las conclusiones de la encuesta analizada en el epígrafe 4.4, es la gran devoción


que profesan los estudiantes de enseñanzas artísticas con respecto a la música académica.
El 100% de los encuestados, escucha música académica. Esto nos hace pensar en una
similitud simbólica con respecto al flamenco: La afición.

En el flamenco, la afición representa un parámetro importantísimo para mantener el


género. Son los grandes aficionados, los que asisten a conciertos de flamenco y continúan
comprando los discos de los artistas del género.

Esta era una de las preguntas planteadas para este trabajo, y aquí la reflexión, debe ser
una premisa importante. Es evidente que el público fiel, supone de vital importancia para
cualquier arte. Sin embargo, en el caso del flamenco supone un elemento diferenciante.
Siendo el género un sistema completamente ajeno a la música comercial, la necesidad de
una afición que profese verdadera devoción por los espectáculos flamencos, es totalmente
necesaria. Como ya hemos explicado, esto se debe a la peculiaridad en cuanto al
seguimiento social del género, siendo normal esta exigencia en los estilos más alejados
de la cultura popularizada y la industria musical.

El caso de la música clásica, es bastante parecido. Pese a significar este arte, el


principal objeto de estudio en los conservatorios, no tiene un público de masas que lo
adquiera habitualmente. La música académica, sobrevive gracias a los músicos que la
estudian y también la consumen, hecho que hemos podido comprobar en la encuesta
realizada en el epígrafe anterior.

5 Demandas y preferencias de los alumnos de música


académica sobre el flamenco.

5.1 Sobre el flamenco tradicional en la actualidad.

Hemos observado como el consumo del flamenco en sus circuitos y formas


tradicionales constituye una de las vías principales de acceso por parte de los alumnos.

Podemos analizar diversos factores respecto a esta relación. Por un lado, el flamenco,
a diferencia de las músicas comerciales, no es un género inmediatamente accesible a
través de la técnica clásica, si no que requiere de un gran esfuerzo por parte del alumnado
de conservatorio para poder abordarlo. Esto explica en parte porqué encontramos una
importante tendencia a la demanda del desarrollo del género flamenco desde sus propias
reglas y preceptos estéticos. Aquí cabe destacar también el hecho de la profesionalización
de escuelas y academias de flamenco, que finalmente, han conseguido integrarse dentro
de la educación reglada a nivel estatal.

Como expone Juan Carlos Garvayo, integrante del Trío Arbos (Premio Nacional de
Música) en una entrevista para “Deflamenco.com”, existen reticencias entre los
intérpretes de uno y otro género. Esto lo achaca a la percepción por parte de los “clásicos”
de que los flamencos “nacen sabiendo” a diferencia de la larga trayectoria que debe
recorrer un músico en el conservatorio.

Pero la realidad del artista flamenco, al igual que la del músico de conservatorio, son
horas diarias de estudio durante toda su carrera con el objetivo de conseguir la
culminación estética a través de una técnica solvente. El ejemplo más emblemático de
esta realidad es el de Paco de Lucía, inspirador de generaciones de guitarristas tanto
españoles como extranjeros. Si es cierto que Paco de Lucía no aprendió leyendo música,
pero precisamente esta peculiaridad de algunos artistas flamencos (cada vez menos)
permite centrarse en el hecho sonoro y una mejor conexión con el manejo del sonido en
directo sin pasar por el filtro de la imposición escrita (ya que esta no deja de ser una
simplificación del hecho musical). Es cuanto menos llamativo el titular al respecto de
esto: “Los mejores músicos españoles que he conocido son flamencos”.

Sobre la renovación del repertorio desde sus propios preceptos estéticos, es una
opinión generalizada y podemos atribuirla en parte a la propia idiosincrasia de la música
culta, cuya aspiración estética de la sublimación de la belleza como medio de
representación de la realidad reviste a la misma de un cierto hermetismo frente a otras
músicas que puedan suponer una violación de estos principios. Por tanto, y en relación
con la mayoría que sí que incluye el flamenco en el mismo estatus de arte que la música
académica, el flamenco debe desarrollarse dentro de un marco encuadrado por las
nociones del “estilo”, y así asegurar la inviolabilidad de sus principios éticos y estéticos.

Vemos desde la flamencología los constantes intercambios entre los palos flamencos
creando nuevas variantes o adaptando ritmos, letras y armonías a diferentes expresiones
e incluso creando nuevas. Carlos Galán, en su tratado de improvisación en el flamenco
muestra varios ejemplos de realizaciones y fusiones novedosas sobre diferentes palos
como puedan ser una farruca por guajira o una seguiriya atarantada.

Abordando el último punto, destacar como esta concepción sobre el flamenco desde
las instituciones públicas ha desencadenado su inclusión en la educación reglada. Sigue
siendo una parte fundamental las escuelas de música y baile flamencas, así como existen
escuelas de música clásica, pero esta inclusión resulta muy positiva para el género al
contribuir a su perpetuación y a un mayor grado de accesibilidad y profesionalización. A
pesar de todo, no ha sido tarea sencilla, una disputa sintetizada en las siguientes palabras
de Garballo:

“Que en el Conservatorio de Música de Madrid no haya estudios oficiales de flamenco


me parece una barbaridad. Debería haber manifestaciones. Existe un corporativismo
muy grande, un núcleo de músicos con cierto poder que relegan al flamenco a algo
residual. En el fondo piensan que no se tiene que estudiar de forma seria. Aparte, están
los del flamenco con una pequeña parcela de poder, que quieren manejar lo que se haga
de flamenco”

5.2 Sobre la hibridación con música comercial.

Antes de profundizar en los siguientes apartados, sobre las hibridaciones del género
flamenco respecto otros géneros, serán vistas, de acuerdo con Steingress como creaciones
de un estilo nuevo (hibridación) respecto a la música comercial y al Jazz por su ya
consolidada relación en la actualidad. Respecto de la música culta, hay que matizar por
la imposibilidad de generalizar como estilo musical una hibridación entre ambos géneros,
un grado de hibridad (si se consolida en el mercado gracias a grandes autores como
Sotelo) y un mayor o menor grado de hibridez en las propuestas a analizar.

Atendiendo al desarrollo histórico de la música académica, encontramos como a


menudo ha sido una expresión dirigida a los estamentos superiores de la sociedad. Desde
el clero en la Edad Media y las creaciones de Machaut, a la corte de Luis XIV y las
oberturas de Lluly. En la modernidad comenzará a cambiar el paradigma pero vemos en
la ópera otro ejemplo del sustento de esta relación. En la actualidad, parte permanece,
pero el acceso a la música clásica si lleva a cabo en gran medida desde los conservatorios,
siendo una institución en su mayoría constituida como entidad pública ( aunque exista
iniciativa privada) con una mayor amplitud respecto al espectro social de sus integrantes.

Uno de los objetivos de esta formación académica es facilitar los medios para que los
alumnos desarrollen la sensibilidad hacia el arte y la capacidad intelectual para entender
una estética compleja y comprometida con los problemas de la humanidad. Es tal vez este
uno de los motivos por los que observamos una menor preferencia del alumnado sobre el
desarrollo del flamenco junto con géneros comerciales, a pesar de existir una importante
tendencia al consumo de esta música, pero tal vez encuadrándola en contextos diferentes.

Atendiendo a estas preferencias no es congruente por tanto la hibridación con géneros


popularizados. Un plausible posible motivo para esto podríamos verlo en la consciencia
de la capacidad estética del flamenco y el interés por ella sin ser regida por imposiciones
económicas.

Dentro de este apartado cabe mencionar el fenómeno de la divulgación musical, muy


presente en el flamenco pero sobretodo en la música culta. Es un fenómeno ambiguo (de
acuerdo con Francisco Aix en Flamenco y poder, p. 80) dado que se basa en una
simplificación del contenido artístico complejo para hacerlo accesible a un público de
masas. La función del arte como catalizador de los problemas de la sociedad solo es
posible gracias a su complejidad. Complejidad que es además intrínseca a la realidad y
accesible a todo ser humano en mayor o menor grado a través de la educación.

Por tanto, el papel de estos divulgadores viene a rellenar el vacío entre una formación
crítica y completa al conjunto de la sociedad que es en la actualidad dominada en sus
gustos y preferencias por el arte popularizado. La consciencia de este hecho es la
motivación ética para esta actividad, formando parte de una pugna originada en la
postmodernidad pues los motivos por los que en épocas pasadas se daba esta separación
son de diversa índole. La solución se vislumbra compleja y pasa entre otras, por conseguir
un sistema educativo que nutra a un mayor porcentaje de la población, de las herramientas
necesarias para la comprensión de esta realidad compleja como forma de construir una
cultura rica y reflejo del avance de la sociedad.

5.3 Sobre la hibridación con Jazz.

El término Jazz será referido en un ámbito amplio, por las múltiples variantes que lo
conforman y relacionándolo con la improvisación como elemento primordial. La
hibridación entre estos géneros se perfila como una de las preferidas desde los gustos de
los músicos de conservatorio. Además, al igual que el flamenco, el jazz se ha
profesionalizado hasta el nivel de ser también incluida en las enseñanzas oficiales ( como
muestran los ejemplos de la Esmuc o Musikene).

La improvisación será tema fundamental en este apartado dado que el jazz a menudo
se estudia dentro de la formación académica clásica en las asignaturas sobre
improvisación y acompañamiento. Es por eso que existe un acercamiento estrecho en
muchos casos en incluso un transvase de los músicos de conservatorio hacia el jazz. Es
cierto que en la realidad artística, el flamenco es una música mayormente ensayada, pero
existe también un componente improvisatorio que es exaltado a través de su hibridación
con el jazz.

A pesar de todo, el resultado de la improvisación como hecho sonoro, es a menudo


denostado en el ámbito académico y por tanto la hibridación entre estos géneros puede
también rebatirse desde este posicionamiento. La obra artística cerrada es un elemento de
calado en el ambiente académico y a menudo la especialización en esta priva a muchos
músicos de una fluida capacidad de improvisación que permita generar una creación
artística de alto nivel.

En este sentido encontramos esta hibridación como una de las más fructíferas para el
flamenco con nombres consolidados y emblemáticos para el género tanto españoles
(Jorge Pardo, Tomatito, Carles Benavent y por supuesto Paco de Lucía, iniciador a través
del contacto con Santana o John McLaughlin) como extranjeros (Chick Corea, Milles
Davis o Bill Evans). El hecho de que grandes artistas hayan popularizado este género
puede ser una de las causas principales de la preferencia por parte del alumnado hacia
esta música.
6 Música contemporánea académica y flamenco.

6.1 Perspectiva histórica.

En este apartado se tratará de hacer un breve acercamiento a la visión de los


compositores clásicos sobre el flamenco y su relación con este. También acerca de cómo
es esto percibido entre los músicos formados en la educación reglada.

Es evidente que la época de mayor reciprocidad entre flamenco y música académica


española se dá a principios del siglo XX de la mano de Falla así como las visiones de
Albéniz, Turina o Granados. Pero en este contexto tenemos que hablar de nacionalismo
musical y la confrontación con la música académica por su aspiración a la “universalidad”
atribuida a lo largo del siglo XIX (sobretodo la alemana, con la 9ª como paradigma de
este hecho que influirá hasta nuestros días a través del europeísmo).

Sobre el nacionalismo en este contexto, los escritos de Johann Gottfried Herder lo


identifican con la gente del campo así como un conjunto de medios de vida comunes
como la religión, la lengua o las costumbres así como todas sus expresiones de herencia
cultural. Pero el problema de esta visión respecto a la aspiración universal es su carácter,
por definición, excluyente.

La música de Falla es también resultado de esta disyuntiva, en el caso de España con


un carácter mucho más marcado que en otros países del mundo. El ejemplo quizá más
opuesto en esta línea pero dentro de la corriente nacionalista sea Finlandia y Sibelius.
Encontramos aquí un nacionalismo no conformado de elementos de folclore como fuente
principal, si no a través de una elaboración de un material que se identifica con rasgos
particulares de la región boreal. Oskar Merikanto lo expresa así tras oir la obra para coro
y orquesta Kullervo “Reconocemos estos sonidos como nuestros aunque no los hayamos
oído como tales” haciendo referencia a los oscuros bosques de pinos del norte finlandés.

Otros ejemplos más cercanos serían el periodo “primitivista” de Stravinsky y la


adecuación a su sistema de las melodías rusas, Charles Ives y su reflejo de la américa
profunda y sobretodo el trabajo precursor en el mundo de la etnomusicología de Bartok,
que al igual que pretendió Lorca, recopiló una ingente cantidad de creaciones populares
que se habían mantenido en el ámbito campestre en las regiones de Hungría, Rumanía o
Bulgaria.

La crisis tras las grandes guerras con el consecuente paso de las vanguardias, borra
casi por completo todo rasgo de nacionalismo musical a partir de la segunda mitad del
siglo XX y es sobre este punto sobre el que intentaremos dar una escueta idea en el ámbito
español.

6.2 La mirada de los compositores.

Existe un hecho diferencial respecto al flamenco con la música académica y es su


trasmisión oral. Con la hibridación entre estos dos géneros, se facilita la permeabilidad
de los músicos clásicos hacia este a través de un lenguaje que les es más asimilable y
familiar. También observamos en la encuesta que la mayoría de los músicos de
conservatorio apuestan por la renovación del repertorio, tanto clásico como flamenco y
esta opción se muestra atractiva para muchos de ellos.

Generalizando (pues no daría lugar para un análisis exhaustivo como merece el caso)
encontramos tres perfiles de compositores en la actualidad respecto de la influencia del
flamenco en su obra.

El primer perfil sería compositores como Mauricio Sotelo o como Rafael Díaz. Para
estos compositores el flamenco es parte intrínseca de su trabajo y constituyen un sustento
técnico y estético. Es en ellos donde se muestra con mayor claridad las posibilidades de
hibridación entre ambos géneros.

En el caso de Sotelo, vemos la influencia de su maestro Berio, del que destacan sus
canciones populares para soprano y orquesta, en una actitud contraria a la tabula rasa
impuesta para con la historia desde la influencia de Boulez y la escuela de Darmstadt.
Desde este perfil se reivindican la tradición histórica de la música culta así como la
tradicional entendida en música como la perpetuación de la memoria colectiva. Sotelo
expresa su máxima en estos términos: "El flamenco conserva la tradición del arte mágico
de la memoria”. Su corpus artístico se relacionado casi completamente con el flamenco,
así como ocurre en el caso de Rafael Díaz, que añade además al desarrollo histórico de la
música, el desarrollo tecnológico de los siglos XX y XXI a través de la electrónica.

Otro estatus sería el compuesto por músicos académicos y su acercamiento esporádico


con el flamenco. Es aquí donde se encuadra la inmensa mayoría de los compositores
españoles a lo largo de los últimos 50 años y atraídos mayormente por la parte del
flamenco relacionada con el arte “jondo”. Es este carácter “jondo” el que otorga la
justificación a estos compositores para su acercamiento al género, igualando en este
hecho el estatus de expresión artística entre uno y otro.

Encontramos todo tipo de elaboraciones en este escalafón. Por ejemplo, Carlos Galán
tiene importantes trabajos sobre la improvisación en el flamenco y cuenta entre sus obras
con 14 de temática puramente flamenca, dentro de su lenguaje autodenominado
“matérico”. Ejemplo de esto son Granaína Op. 88 o Divertimento sobre la farruca.

Son muchos los autores de la denominada “Generación del 51” que también realizarán
estos acercamientos, nombres como Cristobal Halffter y su “Debla” para flauta sola o
Tomás Marco, autor de obras como “soleá” para piano solo.

Próximo a las vanguardias tenemos la obra “Lamento” de Jesús Villa Rojo y


encontramos también ejemplos en Román Alís con “Preludio y cante”, Nuevas polifonías
de Barce, los “Tientos” de Alfredo Aracil, la “Malagueña Ausente” de Jesús Torres, o
“Nocturno en Sanlúcar” de Manuel Castillo.

Un autor destacable que pretendía evocar el contexto mediterráneo en su obra, Joan


Guinjoan, también realizará importantes acercamientos al género en obras como “Jondo”,
“Flamenco” y “Homenaje a Carmen Amaya”.

Finalizando este grupo encontramos un compositor muy comprometido con la


herencia cultural española, familiar de Turina: José Luis Turina, impulsor de la música
española desde importantes organizaciones estatales como la JONDE. En su repertorio
encontramos “Copla de cante jondo” o “Saeta”, palo este último que ejerció gran
influencia también sobre Joaquín Turina.

Cabe diferenciar que se basan en elementos y consideraciones puramente flamencas y


no en nacionalismo español. Esto sería una clasificación diferente y de la que
encontramos también ejemplos como en Carmelo Alonso Bernaola a través de sus
“Diferencias para piano” basadas en la obra “Orgía” de Turina

En una estética de rechazo hacia el flamenco encontramos autores como Delás o


Roberto Gerhard. En el caso de Delás, exiliado durante la guerra las proximidades a las
vanguardias rupturistas europeas hacen que su relación con el flamenco sea puramente
anecdótica. Delás usa a su modo (fragmentación para su incorporación en música
acusmática) en "Conjuntos" la canción ¡Ay Carmela! como protesta política y
casualmente resulta ser una obra popularizada pero construida sobre la cadencia andaluza
y ritmo “abandolao” de fandango.

También desde la misma perspectiva, y cargados de un elevado componente político


ambos autores, Gerhard ironiza el género flamenco para su ballet “Alegrías” con un estilo
heredero del falla autor de obras como concierto para clave y una mezcla con la visión de
charanga, pandereta y pasodoble.
Desde la parte flamenca también se han dado acercamientos, pero estos han sido en su
mayoría hacia las obras propias del nacionalismo español. Un ejemplo paradigmático de
esto lo encontramos de nuevo en Paco de Lucía y sus versiones sobre obras de Falla.

6.3 Sobre la hibridación entre música contemporánea y


flamenco.

La recepción de música contemporánea es una cuestión de recelo por parte de la


mayoría del público melómano pero también por una gran parte de los propios músicos
académicos. Esto se muestra reflejado en la encuesta al no ser una opción prioritaria entre
las preferencias de consumo por parte de los alumnos.

Las críticas habituales al respecto son sobre la complejidad que deriva en una
incomprensión del lenguaje por parte de los propios músicos. Sin embargo, el camino que
proponen Sotelo o Díaz aporta una posible solución al ser una propuesta encuadrada
dentro de la tradición académica, adecuando la exigencia técnica a las exigencias
estéticas.

La música contemporánea por tanto tiene un público reducido y con unas


características concretas, relacionadas con un gran interés por la conciencia de nuestra
cultura y su desarrollo. En su mayoría se trata de un público muy especializado y
proveniente del ámbito académico y será el que reciba estas propuestas estéticas de
hibridación.

Por último, es importante destacar como las nuevas formas de consumo tienen un gran
potencial de influencia sobre esta situación. A través de las redes sociales y los métodos
de financiación derivados del crowdfunding, están floreciendo todo tipo de artistas,
sustentados por un público totalmente consciente de su elección y que la premia
monetariamente frente a otras. Las posibilidades que abre esto ya empiezan a verse cada
vez más integradas en la sociedad y encontramos un nuevo fenómeno antes impensable,
como por ejemplo un compositor de música minimalista creando desde su estudio y
retransmitiendo en Twitch como espacio “colchón” para su sustento económico.

La mayor consecuencia de esto es que, a través de la inmediatez de consumo,


encontramos la apertura a públicos que ante el hermetismo de ciertos ámbitos de la
música académica o el flamenco ven derribadas estas barreras y pasan a ser elemento
fundamental en el tejido cultural de la red.
7 Conclusiones.

Tras haber investigado la relación de los estudiantes de enseñanzas artísticas con el


flamenco, obtenemos varias conclusiones.

En primer lugar, tanto la música académica como la música clásica, giran en torno a
un público fiel y en un porcentaje inferior con respecto a la música comercial. Tanto es
así, que ambos se ven reducidos a entornos sociales muy concretos, encontrando de esta
manera una inflexión que los une como generadores de cultura “para unos pocos”.

De esta manera, procedimos a examinar qué opinión merecía el flamenco para los
estudiantes de enseñanzas artísticas. Los resultados fueron bastante positivos, ya que la
mayoría conocía el género y lo elevaba al mismo nivel de importancia cultural que el
flamenco. Además, el alumnado de ambos estilos, perpetra en sus estudios musicales con
total devoción y siguiendo el mismo objetivo: adquirir las herramientas necesarias para
el futuro laboral.

De este modo, hemos encontrado similitudes y diferencias entre ambos estilos. Para
nosotros, ambos se encuentran en un sector de música culta y estudiada desde la
investigación científica.

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