Está en la página 1de 1

Filosofía analítica

La filosofía analítica de la educación, tiene como representante más importante a I. Scheffler, autor
norteamericano contemporáneo al que ya se hizo referencia y cuya obra ha tenido vasta influencia
también en Europa, principalmente en Gran Bretaña. Como ya se señaló, las dos sociedades de
filosofía de la educación de lengua inglesa, la británica y la estadounidense, desde su nacimiento
asumen como línea “institucional” la filosofía analítica y ésta tiene allí, hasta el presente, fuerte
vigencia, aunque ya no pueda considerarse como la única línea en dichas instituciones. En una de
sus obras centrales, Scheffler señala que la racionalidad es el objetivo clave de la educación
(Scheffler, 1973, 1) e identifica la racionalidad con el desarrollo del pensamiento crítico, con la
búsqueda de razones: [...] la racionalidad es una cuestión de razones, y tomarla como un ideal
educativo fundamental es hacer tan persuasivo como sea posible la demanda libre y 66crítica de
razones en todos los dominios de estudio (Scheffler, 1973, 72) La racionalidad, según Scheffler,
está íntimamente ligada a la objetividad. Esta significa que los juicios deben ser sometidos a la
prueba de criterios independientes e imparciales, con el consiguiente reconocimiento de que la
fuente de un argumento es irrelevante para su validez (Van Haaften, 1997, 20). En este sentido,
asigna a la escuela una función relativamente autónoma con respecto a los fines de resolución de
problemas sociales. Notemos, en este aspecto, una diferencia importante con las restantes líneas
críticas a que hacemos referencia en los puntos subsiguientes. En efecto, para Scheffler: La función
de la educación en una democracia es más bien liberar la mente, fortalecer sus poderes críticos,
informarla con conocimientos y capacidad para la investigación independiente [...] e iluminar sus
elecciones prácticas y morales (Scheffler, 1985, 124). El autor refiere el concepto de racionalidad
no sólo al ámbito del conocimiento, sino que lo extiende a lo moral y al concepto de dignidad
humana, en el sentido kantiano, es decir, en cuanto ésta se funda en la capacidad del hombre de
darse a sí mismo la ley moral. Como en el resto de las líneas a que hacemos referencia más
adelante, puede advertirse la presencia dominante del pensamiento kantiano y en particular de su
concepción de la primacía de la razón práctica y la consecuente oposición entre naturaleza y
libertad. Esta herencia kantiana de Scheffler está presente también en su concepto de emociones
cognitivas (Sheffler, 1991), inspirado, a su vez, en lo que Peters llama pasiones racionales; entre las
que menciona el amor a la verdad, el desprecio por la mentira, la repugnancia por el error, el respeto
por los argumentos ajenos. En realidad, cabría señalar que éstas son respuestas afectivoespirituales
consecuentes al conocimiento intelectual, cuyo último fundamento es la unión sustancial cuerpo-
alma, que permite, por 67una parte, distinguir intelecto y voluntad como principios operativos
diversos, cada uno con sus objetos propios que los especifican y, por otra, dar cuenta del mutuo
influjo de las capacidades humanas en su ejercicio concreto. Este fundamento antropológico
permitiría señalar que sería más propio, en vez de la expresión emociones cognitivas, hablar de una
dimensión afectivo-tendencial espiritual. Sobre este punto se volverá más adelante al tratar el tema
de la educación afectivo-moral. Aquí aludo al concepto para señalar que la filosofía analítica,
aunque centra el fin de la educación en el desarrollo de la racionalidad crítica, no puede prescindir
del dato de que en cada acto están presentes todas las dimensiones de la naturaleza humana, con sus
objetos propios. Enseñar es, pues, una iniciación a la discusión racional abierta. Se podría anotar
que dicha iniciación más que un fin es un medio, por cierto necesario, pero no suficiente, para
alcanzar el fin de la educación intelectual, que es la recta ordenación del intelecto a su objeto -la
verdad- a través de los hábitos que la ordenan establemente hacia dicho objeto.

También podría gustarte