vLa muerte, por ejemplo, es una característica de la vida fáctica, pero una que se
encubre con nuestros «intereses mundanos» de la cotidianidad. No obstante, la muerte
también es el fenómeno que hace que la temporalidad (Zeitlichkeit) de nuestra existencia humana se manifieste en nosotros. Como una corriente en contra de esta tendencia a la caída, está la preocupación por la Existenz, que surge ocasionalmente en los humanos, un cuestionamiento de la vida, un deseo de autenticidad, de hacer la propia vida individual plenamente propia. Está claro que en este primer texto Heidegger ya está planeando el programa que habría de hacerse público en Ser y tiempo. La apropiación crítica de Husserl por parte de Heidegger Como hemos visto, la primera formación de Heidegger fue en teología, en filosofía escolástica, y en neokantismo, pero también había estado leyendo a Husserl desde los comienzos de sus estudios en Friburgo, aunque no se conocieron hasta 1917, cuando Heidegger era ya un joven profesor. La Habilitationschrift de Heidegger, acerca de Tomás de Erfurt, mostró pocos indicios de fenomenología, aparte de algunas referencias a la reducción fenomenológica, y una afirmación de que los medievales tenían algunas intuiciones fenomenológicas, aunque sin conciencia de método. Más bien, Heidegger parece estar interesado principalmente en la filosofía medieval, y promete escribir un libro acerca de Eckhart. Sin embargo, cuando regresó a Friburgo para empezar a enseñar en la primavera de 1919, se consideraba ya primariamente un fenomenólogo. No obstante, desde el principio forjó su propio camino en la fenomenología. Heidegger, al igual que varios de los alumnos de Husserl, incluyendo a Roman Ingarden, rechazó el cartesianismo y el idealismo trascendental de Husserl. En su propia aplicación de la fenomenología, Heidegger alteró profundamente la de Husserl. Tomó su orientación de las Investigaciones lógicas de Husserl, incluso después de la publicación de Ideas I en 1913, aunque está claro que tenía acceso al manuscrito de Ideas II, y que varias concepciones de su propia obra se originan en ese trabajo no publicado de Husserl, especialmente los conceptos de «mundo» y «entorno» (Umwelt). Heidegger estaba especialmente interesado en la quinta y la sexta investigación lógica, uniendo los cuestionamientos de Husserl a la intuición categórica y su discusión del reconocimiento de la verdad con el problema del Ser tal como había sido explorado por Brentano y Aristóteles. La noción de intuición categorial de Husserl fue, para Heidegger, un intento de pensar por medio de la noción de Brentano de los múltiples significados del Ser. De hecho, Heidegger presionó frecuentemente a Husserl para que publicara de nuevo la sexta investigación, lo que eventualmente hizo en 1922. En la sexta investigación, Husserl había discutido la intuición categorial, con la cual nosotros intuimos directamente el ser o la existencia de una cosa, aunque de una manera no sensible. Para usar el ejemplo de Husserl, cuando veo que «este papel es blanco», tengo una intuición sensible de la blancura del papel pero también aprehendo inmediatamente en una intuición no sensible que el papel es blanco. Esto es, para Heidegger, la comprensión del Ser (Sein) que se da solamente porque hay entes (Seienden). No obstante, comprender la naturaleza elusiva del Ser es la tarea primaria de la filosofía. Para Heidegger, la fenomenología es el intento por hacer manifiestos los asuntos (die Sachen selbst), tal como se manifiestan ellos mismos. Por su lealtad radical a las cosas mismas, la fenomenología nunca puede ser un método simple. Por ello, en su curso de 1927, Los problemas fundamentales de la fenomenología, Heidegger niega que la fenomenología sea un método en cualquier sentido especializado: