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¿Existen diferencias entre raza y etnicidad?

Los conceptos de “raza” y “etnicidad” deben ser examinados en sus contextos


históricos, y además deben analizarse las relaciones de poder, a las cuales están sometidos.
En la primera parte de este breve escrito voy a intentar definir el concepto de raza, pero me
enfocaré en la manera en que éste término ha ido mutando y por ende, también analizaré las
transformaciones de su significado. En primer lugar, la palabra raza empezó a hacer parte
del vocabulario europeo a partir del siglo XVI con un significado basado en el linaje1, en
otras palabras, una descendencia continuada que estaban vinculados entre sí por un ancestro
común. Avanzando hacia el siglo XIX, el concepto de raza pasa a ser concebido como
tipo2, el cual estaba basado en la noción de que las cualidades de los seres humanos eran
innatas y se transmitían de generación en generación.
Durante el siglo XX, la categoría raza va a estar inmersa en un conjunto de
profundos cambios basados en los descubrimientos sobre la herencia de Mendel. Sin
embargo, el término raza estuvo adaptándose a medida que los contextos variaban, por
ejemplo, si se trazaran las diferencias en el uso de la categoría “negro” en Estados Unidos y
Latinoamérica vamos a tener una serie de divergencias. En el primer caso, el término
“negro” incluye a cualquier persona que tenga “sangre negra”; es decir, que cualquier
persona que haya tenido un antepasado negro, es una persona negra. Por el contrario, en
América Latina debido a que existen numerosas categorías raciales, se tiene a catalogar
como “negro” aquellas personas que tienen una fisonomía que se asemeja a la africana.
Para el caso colombiano las líneas argumentativas de ciertos sectores de la élite del
centro del país, representados en la figura de Laureano Gómez -a mediados de la segunda
década del siglo XX- estaban orientadas hacia la condena enérgica de los “negros” como
los causantes de la inestabilidad económica y política 3. Es aquí donde la denuncia sobre la
degeneración de la población se convierte en una problematización que ha sido causada por
el manejo retórico de la palabra “raza”. Esta noción de raza empieza a circular en todos los
aspectos de las políticas de regulación de los grupos negro y además empieza a construir las
imágenes del negro. De esta manera, Restrepo argumenta que las “imágenes del negro”4
1
WADE, Peter. Raza y etnicidad en Latinoamérica. Quito: Ediciones Abya-Yala, 2000. p.13
2
Ibid., p.16.
3
RESTREPO, Eduardo. “Imágenes del “negro” y nociones de raza en Colombia a principios del siglo XX” en LEAL, Claudia
[comp.]. Historias de Raza y Nación en América Latina. Bogotá: Ediciones Uniandes, 2010. p.282.
4
RESTREPO, 2010. Op.cit., p.288.
que operaron en Colombia, en la primera mitad del siglo XIX, al interior del pensamiento
racial posibilitaron la sensación de que en Colombia existían numerosas y diversas “razas”,
es decir, que nuestro país no es una unidad racialmente homogénea.
De forma similar, Wade propone que los grupos indígenas no solo deben ser vistos
como un grupo étnico, sino que debe tenerse en cuenta que la categoría “indio” hizo parte
de los discursos sobre la raza durante la época colonial. De hecho, a comienzos del siglo
XX en Colombia se hacía referencia a la categoría raza mediante las dos degeneraciones: la
“sangre negra” y la sangre “india”5. Si analizáramos la categoría “indígena” desde su
comienzo como “indio” y nos quedáramos con la perspectiva de larga duración,
llegaríamos a la conclusión de que esta categoría conserva fuertes elementos de la noción
de raza. Así pues, tomando la dinámica del significado de “etnicidad” podemos catalogar
esta noción dentro de lo que Wade llama como el “discurso de la diferencia de lo cultural” 6.
Dentro de la perspectiva de Wade, la diferenciación cultural está cargada de elementos
espaciales más que de género o fenotipo.
Finalmente, existen algunas consideraciones que deben ser subrayadas en lo
concerniente a la manera en que las comunidades indígenas están siendo tratadas por los
círculos académicos y por algunas instituciones del Estado, puesto que desde estos lugares
se está clasificando a los indígenas como “no nacionales”7. Esta clasificación obedece a que
la llamada “sociedad nacional” ha aprovechado el uso de la categoría “grupo étnico” en la
medida en que las comunidades indígenas (y las comunidades de la costa Pacífica)
contrastan con el ideal de la nación mayoritariamente blanca y ubicada en el centro donde
existe el desarrollo.

5
WADE, 2000. Op.cit., p.49.
6
Ibid., p.25.
7
WADE, Peter. Gente Negra. Nació n Mestiza: Diná mica de las identidades raciales en Colombia. Bogotá : Siglo del
hombre editores en conjunto con Uniandes Ediciones, 1997. p.69.

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