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A SANGRE FRIA.

A sangre fría, narra la historia de una familia adinerada (los Clutter) que es brutalmente asesinada por dos
individuos sin ningún motivo aparente. A lo largo del libro el lector ira conociendo a los personajes, tanto a
los cuatro miembros de familia asesinada como a los propios asesinos. El autor hace un recorrido por las vidas
de estos y muestra sus pensamientos, así como las razones que directa o indirectamente les llevaron a cometer
tan cruel asesinato sin ningún tipo de remordimiento y con una total sangre fría.

El autor, Truman Capote, en genero policiaco va relatando todo el proceso de un asesinato en un primer
momento sin explicación aparente. A lo largo de la historia el lector puede darse cuenta de las razones por las
que se cometió tal crimen y con mucha astucia, el autor, conseguirá que los lectores acaben compadeciendo a
los propios asesinos y sientan lastima de su cruel final.

El tema central del libro es el porque de un asesinato de estas características, ¿porque dos individuos pueden
cometer tal acto sin sentir el más mínimo remordimiento por ello?. A lo largo de la obra el autor hace un
repaso a la vida de los asesinos, su infancia, sus estancias en la cárcel, todas aquellas vivencias que nos
ayudan a comprender el porque de la personalidad despiadada y fría de los protagonistas.

Tras cometer los asesinatos los protagonistas se embarcaran en un viaje sin fin, a través del cual el lector los
va conociendo y poco a poco irá descubriendo todos los detalles que rodean al asesinato y que en un principio
no son revelados.

De este modo, en un ininterminable viaje a través de EEUU, la obra queda completamente abierta,
presentando un sinfín de espacios distintos y dando a su vez viveza y dinamismo a la historia.

En cuanto a los distintos protagonistas, por un lado los cuatro miembros de la familia asesinada y por el otro
los dos asesinos, se contraponen unos con otros, mostrando de este modo los dos extremos de personas, unas
buenas y bondadosas, en algunos casos incluso llevados a la exageración (los Clutter) y las otras frías y
despiadadas (los asesinos). Pero está distinción estará justificada por la cruel vida que han llevado los asesinos
y en concreto uno de ellos (Perry), la triste y dramática infancia que ha sufrido. En concreto este personaje
(Perry) será objeto de la más absoluta compasión por parte del lector, llegando incluso a justificarlo y
compadecerlo por su trágico final.

A lo largo de la historia irán apareciendo diversos personajes que dan, en cierto modo, intriga a la historia.
Podemos de esta manera distinguir la presencia de los cuatro detectives que investigan el caso Clutter y que,
paralelamente al viaje realizado por los asesinos, irán descubriendo y aportando pistas al lector del porque de
los asesinatos.

Otros personajes que irán completando el ambiente en el que se desarrolla la obra son los vecinos de
Holcomb, pueblo donde vivía la familia asesinada, que además de dar información sobre los Clutter,
conformarán en cierto modo el ambiente de incertidumbre que los asesinos dejan tras de si al cometer los
asesinatos.

Al comienzo de la obra el autor realiza una exhaustiva descripción de todos los miembros de la familia
Clutter. Herb Clutter, cabeza de familia, es mostrado como un hombre bueno y bondadoso con el que todo el
mundo sabe que puede contar. En el pueblo es envidiado por su fortuna, conseguida tan solo con su esfuerzo a
lo largo de los años, y por su templanza y saber hacer en cada situación. Nancy, la hija menor de los Clutter,
es una chica de diecisiete años, gentil y buena, siempre dispuesta a ayudar a cualquier amiga que se lo pidiera.
Kenyon, único hijo varón de los Clutter, es un chico alocado, menos respetado en la comunidad de Holcomb,
al menos no como a Nancy y a su padre cuya fama de excelentes personas flotaba sobre todo el pueblo. En

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cuanto a la señora Clutter, es una mujer enferma, pasa todo el día en su habitación (separada de la de su
marido), sufre profundas depresiones y aunque sabe que su familia es envidiable, parece no sentirse feliz de su
vida, vida que muchas otras personas desearían para sí. Los Clutter tienen además dos hijas mayores que no
viven en casa, una está casada y la otra está a punto de hacerlo. Por todas estas características, los Clutter, son
una familia querida y respetada en Holcomb que no cuenta con ningún enemigo capaz de ensañarse
asesinándolos a todos, por esto cuando una mañana de domingo amanecieron todos muertos en sus respectivas
habitaciones, nadie del pueblo pudo imaginarse como había podido suceder.

Los asesinos, Dick y Perry, a lo largo de la obra, llegarán a ser conocidos íntimamente por el lector. Dick es
mostrado como una persona fría y despiadada, incapaz de compadecerse de nadie. Es un personaje
aparentemente duro y autoritario, inteligente pero con un gran complejo de superioridad, el cual no intentará
disimular sino al contrario, utilizarlo para alzarse con el mando de la operación y, por consiguiente, de todo el
viaje. Durante toda la obra mostrará una aptitud prepotente y engreída que le generará muy poca compasión
por parte del lector, consiguiendo más bien despertar repugnancia e incluso odio. Dick tuvo una infancia
bastante tranquila (todo lo contrario a la de Perry), fue criado en una familia normal, como cualquier otra, y
además tuvo la oportunidad de estudiar, de aquí su gran inteligencia y cultura superior a la media. Estuvo un
par de veces en la cárcel aunque tan solo por pequeños robos. Desde un principio es el que se alza con el
control tanto de los asesinatos, como de la vida en general que a partir de los hechos se verán obligados a
llevar los protagonistas. Se mostrará con una pasividad en lo que respecta a los asesinatos, que llegará incluso
a sacar de quicio a los lectores, aparentando en todo momento estar totalmente convencido de que nunca nadie
podrá relacionarlos con los asesinatos y por tanto nunca podrían acusarlos de nada.

Perry fue menos afortunado en lo que a su vida respecta. Su infancia triste y con la total indiferencia de sus
progenitores, estuvo marcada por unos padres separados, una madre borracha que no se ocupaba de él y de sus
hermanos y un padre que nunca le demostró nada de cariño. Tras la separación de sus padres, Perry anduvo de
horfelinato en horfelinato, todos ellos dirigidos por monjas o curas, los cuales, lejos de profesarle cariño y
seguridad, le asestaban tremendas palizas que le marcaron de por vida. De este modo, Perry creció sin amor y
sin asimilar nunca un sentido claro de los valores morales Un hecho que Perry nunca olvidaría fue cuando en
un horfanato dirigido por monjas, una de estas lo avergonzó delante de todos sus compañeros por haber
mojado la cama por la noche (haberse orinado). Este hecho marcará de por vida a Perry, que a partir de
entonces necesitará ser aceptado y respetado por los demás, orientando todos sus actos a este propósito, a que
nadie se burle de él. Ante el lector, es un chico sensible y bondadoso, incapaz de hacer daño a nadie
(contrariamente a lo que al comienzo de la obra sucede). En su juventud tuvo un accidente de moto y sus
piernas, como él dice, quedaron lisiadas. Este hecho junto con lo que él mismo va dejando conocer de su
penosa infancia, irá despertando en el lector sentimientos de comprensión e incluso lastima, que llegarán a
inculparle, por parte del lector, de cualquier culpa en los crueles asesinatos.

De este modo, los protagonistas despertarán distintos sentimientos al lector. Dick llegará a ser odiado y no
despertará ningún tipo de perdón. Su aptitud prepotente y su carácter insensible y despiadado, lo convertirá,
en ojos de los lectores, en el único asesino creíble e incluso al final de la obra, cuando se conozca la verdad, y
Dick sea inculpado de asesinatos materiales, no despertará ninguna pena en el lector cuando sea llevado a la
horca. Todo lo contrario ocurrirá con Perry. Durante toda la obra irá despertando en nosotros, como ya he
dicho antes, sentimientos de lastima y comprensión. Para el lector, Perry es incapaz de cometer ningún acto
malvado, contrariamente a lo que al final de la obra se descubrirá. Pero esta consideración de los
protagonistas, no solo será generada en el lector, sino que se dejará ver en la propia obra, en los propios
personajes secundarios que a lo largo de la historia van apareciendo.

Así, a lo largo de la obra iremos conociendo a los personajes íntimamente. Conoceremos todos los detalles de
su vida y de su infancia, así como su personalidad, su carácter y sus propios sentimientos. Pero la obra dará un
estrepitoso giro al final, cuando la verdad de aquella noche sea revelada y conozcamos los hechos tal y como
sucedieron. Todo lo que el lector había sentido o imaginado a lo largo de la historia será destruido al conocer
los verdaderos hechos, todo lo que el lector pensaba de los protagonistas y las conjeturas a las que había

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llegado serán tiradas por tierra.

Cuando los asesinos se enfrentan al juicio, son sometidos a un análisis psicológico por parte de un
especialista, que desvelará las razones que indirectamente llevaron a tales actos. Justificaran de algún modo el
sentimiento de inculpación que el lector siente por Perry, a pesar de cómo se sucedieron los hechos, y dará
algunas respuestas al porque de muchos actos o reacciones que los protagonistas dejaran ver a lo largo de la
historia. De este modo, el análisis revelará que Perry presenta síntomas marcados de una grave enfermedad
mental, marcada por la brutalidad e indiferencia de su infancia. Que es un ser receloso y desconfiado que
tiende a creer que los demás lo discriminan y no puede soportar que se burlen de él y que no lo comprendan.
Le es casi imposible separar la situación real de su propia proyección mental. Además revela una rabia,
siempre presente, pero dominada, que se dispara fácilmente ante la menor sensación de ser engañado,
despreciado o considerado inferior. Estas conjeturas, sacadas del extenso análisis realizado a Perry, explican
el porque de los actos cometidos por él aquella noche. De este modo todo apunta a que su comportamiento tan
solo fue una reacción ante Dick, un intento de no sentirse inferior ante la prepotencia y superioridad de su
compañero.

En cuanto a Dick, el análisis revelaba que no presenta ninguna confusión mental ni de desorientación al captar
la realidad. Dick sufrió heridas de consideración en la cabeza (debido a un accidente que tuvo en su juventud),
pero no se encontraron síntomas habituales de lesión cerebral, aunque no pueden ser excluidas ya que nunca
fue sometido a los exámenes médicos que hubieran probado o excluido definitivamente residuos de lesiones
cerebrales. Es un individuo impulsivo en la acción, que actúa sin pensar en las consecuencias. Y presenta una
anormalidad emotiva, el hecho de que supiera lo que hacía y aun así continuara es el más claro ejemplo de
ello.

Aparecen otros personajes, secundarios, que irán marcando los acontecimientos, como los cuatro detectives
del KBI: Roy Church, Clarence Dunzt, Harols Nye y Dewey. De estos cuatro agentes, el más característicos
es Dewey, llegando a obsesionarse tanto con el caso Clutter hasta convertir su resolución en su propósito en la
vida. Además de estos cuatro agentes aparecerán otros personajes secundarios que aportarán globalidad a la
obra como: Bobby (el novio de Nancy Clutter), Susan Kidwell (amiga inseparable de Nancy y además la chica
que encontró los cuerpos asesinados), las familias de Perry y Dick (que servirán para dar conjunto a las vidas
pasadas de los protagonistas) y los compañeros que Dick y Perry encuentran en el Rincón, esperando también
para ser ahorcados.

La estructura de la obra es la fórmula clásica de planteamiento, nudo y desenlace. Durante toda la obra, como
si de secuencias de una película se tratara, se van intercambiando, en una línea secuencial de tiempo, las vidas
de los asesinos y de la familia Clutter, al principio, y tras los asesinatos, de los agentes del KBI, es decir, de la
resolución del caso. En el planteamiento, el crimen queda sin explicación, no se conocen ni las causas por las
que la familia ha sido asesinada ni como se han desarrollado tales asesinatos. A lo largo del nudo, el lector va
conociendo a los asesinos y poco a poco se va averiguando algunos puntos del caso que quedaron sin
explicación al principio de la obra. Pero el hecho de que el lector vaya siguiendo las vidas tanto de los
asesinos como de los detectives, no le sitúa en una posición prioritaria en lo que respecta a la resolución del
caso, ya que no será hasta el desenlace de la obra, cuando los protagonistas son atrapados por la policía y
cuentan como sucedieron los hechos, que el lector entienda y conozca puntos de la historia que al principio
quedaron en el aire. Esta estructura mantiene en una constante intriga al lector que, al no conocer los hechos
que rodearon a los asesinatos, se mantienen a la espera de que poco a poco se vayan resolviendo los hechos.

En cuanto al estilo, podría decirse que no hay un solo narrador, ya que la historia es contada por muchos
personajes. La narración pasa de uno a otro, intercalándose así los personajes que intervienen en cada
episodio. Las historias van siendo contadas por distintos personajes dando así mayor perspectiva al lector. El
narrador omnisciente va entrelazando las narraciones de los diversos personajes, situándolos en los distintos
espacios y, a veces, da información sobre ciertos personajes o sobre posteriores acontecimientos.

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Al incluir diversas narraciones, el lenguaje es muy fluido, pero no cargado u ostentoso, ya que los personajes
suelen ser personas normales, con un nivel cultural medio. De este modo, la lectura se hace muy fácil de
entender por todo el mundo.

Para concluir, en mi opinión la obra es un estupendo ejemplo de novela de intriga, ya que mantiene al lector
en todo momento a la espera, tanto para conocer lo que sucedió, como para conocer lo que sucederá. Al haber
diversos narradores, podemos conseguir tener una mayor perspectiva de los hechos y de este modo
profundizar más en las vidas de los dos asesinos. Al final de la obra, es tal el grado de conocimiento que el
lector tiene de los protagonistas que siente rabia e indignación cuando son llevados a la horca. Pero aunque
siente pena por ellos, también sabe que es lo mejor, ya que los conoce y sabe que volverían ha cometer actos
como los que en la historia se relatan. Esto demuestra la ineficacia, algunas veces, de la justicia, y hace que
nos sintamos indefensos ante tales hechos. Por un lado la pena de muerte es tan solo un acto de venganza,
pagar con la misma moneda, y en mi opinión nadie merece morir por muy malo que sea lo que ha hecho y
nosotros no somos nadie para decidir sobre la vida de una persona. Pero por otro lado, con cadena perpetua,
los asesinos, consiguen salir tras un determinado período de tiempo y en la mayoría de los casos vuelven a
cometer actos malvados. Estas dos razones nos hacen sentir rabia por nuestro absurdo sistema judicial y nos
hace preguntarnos que es mejor: matar nosotros a los asesinos o que ellos vuelvan a matar cuando salgan de
prisión.

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