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Hoy es un día demasiado especial para cada uno de nosotros, es el fin de una gran etapa de nuestras

vidas, es verdad que no es la mejor manera para despedirnos de esto, pero lamentablemente no
queda de otra.
Pareciera que fue ayer, el día que entramos por primera vez a la escuela, tomados de la mano de
nuestros papas, con demasiado miedo, y vergüenza, era como si estuviéramos entrando a otro
mundo diferente.
Como curso hemos tenido demasiado lindos momentos al igual que malos, pero siempre que nos
necesitamos estamos ahí para ayudar, pase lo que pase vamos a estar ahí para apoyarnos sea en lo
que sea, nunca faltaron las risas ni las bromas ya sea en clase o en los recreos, no había momento en
que no nos riéramos, siempre la pasábamos bien, es demasiado difícil el pensar en que entramos en
una nueva etapa en la que no sabemos si nos vamos a volver a ver o vamos a volver a estar juntos,
sé que estos son momentos los cuales nos marcan demasiado pero es difícil terminarlos.
Pasábamos prácticamente todo el día en el colegio, en las salas que eran como nuestras guaridas, en
donde recibíamos clases y en donde también algunas veces nos tocaba quedarnos en los recreos,
barriendo y ordenando el desastre que habíamos dejado la clase anterior. Cuando salíamos siempre
estaban los que daban vueltas por el patio, los que se iban a sentar a las graderías, los que corrían y
jugaban, los que se quedaban en un sector jugando con el celular ya que ahí había internet, cada uno
tenía como su espacio o su locación al salir.
Nuestros horizontes se expanden, y nadie dice que va hacer fácil pero la diciplina y dedicación que
hemos demostrado aquí en la escuela, al que me atrevería a llamar hogar, se duplicara, estoy más
que orgullosa y satisfecha de haber sido parte de esta comunidad, por haber tenido unos excelentes
profesores y todo lo que concierne este recinto, en un futuro no muy lejano decir, “yo fui parte de la
escuela presidente Jorge Alessandri rodrigues, tuve y tengo unos compañeros excelentes que más
bien los podría llamar amigos y que no me arrepiento de nada” decir eso con todo el honor del
mundo me llenara de orgullo y satisfacción.
Es tiempo de crear un puente entre lo planeado y lo alcanzado, entre aquello que nos permitió ser
mejores personas y lo que nos queda trabajar todavía. Sabemos que aún nos queda camino por
andar, que esto no ha hecho nada más que empezar, es como un vuelo que aún no vamos ni a la
mitad de poder aterrizar en nuestro destino. Pero ya nos dirigimos directamente al cielo, donde las
nubes son posibilidades y el sol nuestro destino, donde los pequeños pero inteligentes pajaritos
somos nosotros que van camino a ellos.
Entraremos a una nueva etapa de no más de 4 años, tiempo el cual se pasará volando y vamos a
llegar nuevamente a este punto en que nos tengamos que despedir de esta etapa, estos momentos
son en los que uno tiene ganas de detener el tiempo para no dejar atrás tantas aventuras en las que a
lo mejor no vuelvan a ocurrir. Somos como un niño envuelto en sus pensamientos en los que existe
el miedo en entrar a una nueva estancia, sé que va hacer difícil acostumbrarnos, al tener nuevos
profesores, y el que tengamos que hacer nuevos amigos, pero son estancias las cuales uno debe
saber manejar.

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