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Buenas noches a todos los presentes.

Quiero señalar primero que es para mi


un verdadero placer dar el discurso de graduación en nombre de los
compañeros y amigos graduados hoy aquí. Hoy este acto marca el fin de unos
de los caminos más importantes que hemos tenido la mayoría, y en este final
compartimos todos una mezcla de sentimientos, una alegría por haber
conseguido una meta personal como lo es concluir nuestros estudios
secundarios y una tristeza porque esta también es una despedida quizá no
para siempre, pero si un hasta luego. Hace algunos años entrábamos al colegio
pensando e imaginando que este día era muy muy lejano a nuestras vidas,
pero hoy aquí creo que nuevas preguntas y sentimientos surgen, algunos
quizás realmente no sepamos que sigue después de esto y tenemos miedo a lo
que se viene en los siguientes meses, pero tenemos la fe y convicción que
tenemos una buena formación académica con la cual podemos defendernos
donde sea que vayamos.

Durante todos estos años en el colegio hemos acumulado experiencias,


momentos, recuerdos, en cada lugar de nuestra institución, en los pasillos, en
el cafetín y en las escaleras, y la verdad que todos ellos nos acompañaran para
siempre.

La noche con la que tanto soñábamos es hoy, pero creo que ninguno de
ustedes compañeros me dejara mentir que esta noche desearíamos que no
acabe nunca porque en el fondo sabemos que no significa más que el final de
un sueño. Un sueño que se llama SUI GÉNERIS y que se ha convertido en una
hermosa fantasía durante estos últimos 5 años de nuestras vidas. Estamos
aquí para hablar superficialmente de las sonrisas que ha conseguido este
sueño, los dolores de cabeza que ha causado y por supuesto los buenos
recuerdos que dejará atrás. Más que un sueño podemos referirnos a este como
un camino que esta noche llega a su meta. Seguimos creciendo, seguimos
soñando. En nuestro colegio aprendimos a defender nuestros sueños y anhelos
como a la vida misma. Aprendimos que una amistad sincera es uno de los
mayores tesoros que uno puede obtener en la vida, tuvimos pleitos claro,
tuvimos discusiones entre compañeros claro que sí, pero que es una familia sin
problemas, no es nada. Pero nosotros seguimos juntos, aún más. Creo que
hemos vivido muchos momentos inolvidables y hermosos juntos, tengo tantos
recuerdos en mi cabeza , recuerdos como cuando jugábamos al cartero
anónimo en donde más de uno salía perdiendo, en cada lectura de las cartas
se escuchaba un uyyyyyyy candelero seguido de una lluvia de mochilas
cuadernos libros o lo que estaba a nuestro alcance. Son cosas inolvidables las
que hemos pasado entre esas paredes a los que mucho llamamos nuestro
segundo hogar.

Y aquí estamos ya por fin terminando esto, cuantas veces lo hemos deseado y
ahora nos aferramos al recuerdo. Hoy de manera muy especial quiero
agradecer a las personas que han marcado nuestras vidas y nos han
enseñado………………... Agradecer a la persona que nos ha dirigido en el
camino

No podemos acabar sin mencionar a las otras personas que nos han allanado
el camino, como son nuestros maestros, la plana administrativa del colegio y
como no agradecer al personal de limpieza y puerta. Como decía, estamos
aquí ya, en la meta, porque todo lo que empieza tiene que acabar al igual que
este discurso. Pero nos queda el consuelo de que cuando una puerta se cierra
otra se abre, y esto no es más que un nuevo comienzo y deseamos a todos un
futuro tan bueno como el pasado que nos han dado. También añadir, que
todavía queda y la verdad es que lo más duro, pero sinceramente y creo que
estarán de acuerdo conmigo si digo que la promoción SUI GENERIS ya ha
llegado a su meta, ya son todos personas increíbles y que harán de sus vidas
una sonrisa. Por todo esto, me siento mal de tener que haber escrito esto,
detesto tener que estar leyéndolo aquí, con manos temblorosas, con un nudo
en la garganta y no me refiero al de mi corbata, y con mi vida puesta en estas
hojas de papel.

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