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Introducción
Definición y clasificación
Enfermedad de Graves-Basedow
Bocios nodulares tóxicos (Adenoma tóxico y bocio multinodular tóxico)
Otros procesos que pueden cursar con hiperfunción tiroidea.
El proceso está caracterizado por la tríada constituida por hipertiroidismo, bocio difuso y
oftalmopatía, cabría añadir un cuarto elemento característico pero de aparición poco frecuente que
es el mixedema pretibial.
La piel esta caliente y húmeda como resultado de la vasodilatación cutánea y excesiva sudoración.
Se aprecia eritema palmar y puede observarse aumento o disminución de la pigmentación cutánea
(esta última en forma de vitíligo).
El cabello se vuelve fino y en ocasiones frágil y las uñas pueden transformarse en blandas y
friables. Aparece una alteración característica denominada uñas de Plummer que consiste en una
onicolisis con despegamiento de la parte distal de la uña del lecho ungueal.
El gasto cardiaco esta aumentado como consecuencia del incremento del volumen sistólico y de la
frecuencia cardiaca (prácticamente se puede descartar el diagnostico de hipertiroidismo si no existe
taquicardia).
Es común la mayor frecuencia y menor consistencia de las deposiciones. Puede aparecer anemia
normocítica y normocrómica.
Suele existir nerviosismo, agitación, inquietud, taquilalia, hipercinesia y labilidad emocional y solo
esta limitado por su fatigabilidad muscular de predominio proximal, constituyendo la autentica
miopatía tirotóxica.
En cuanto al metabolismo la curva de glucemia suele presentar un pico elevado a la hora, con una
cifra normal a las dos horas, disminución de la colesterolemia y tendencia a la hipoalbuminemia.
La exploración debe recoger un examen meticuloso del tiroides, el peso y la talla, las características
de la piel, la frecuencia cardiaca, tensión arterial, auscultación cardiaca, presencia de temblor,
exploración dermatológica, oftalmológica y de la fuerza muscular proximal.
Tratamiento.
Para controlar la excesiva secreción de hormonas tiroideas se dispone en la actualidad de tres tipos
de medidas: la administración de fármacos tirostáticos, la tiroidectomía, y el empleo de radioyodo.
El principal grupo farmacológico de sustancias tirostáticas esta constituido por los derivados de las
tionamidas como el propiltiouracilo, el metimazol y el carbimazol. Todos ellos son eficaces y en
general bien tolerados. Su toxicidad es escasa y aumenta con la dosis, actúan a nivel tiroideo
inhibiendo la organificación del yodo, el propiltiouracilo inhibe, además, la conversión periférica de
T4 a T3.
Se debe iniciar el tratamiento con una dosis elevada (300-600 mgr/día para el propiltiouracilo y el
metiltiouracilo y 30-40 mgr/día para el metimazol y el carbimazol) con ello se consigue que el 90%
de los pacientes estén normo o hipotiroideos a las 6 semanas de tratamiento, disminuyendo
progresivamente una vez que se ha logrado la compensación, hasta alcanzar la dosis de
mantenimiento. Esta es de 10- 20 mgr/día con el metimazol y el carbimazol, administradas en tres
dosis fraccionadas (cada 8 horas), aunque también son eficaces en una sola toma diaria, y 100-
200mg/día para el propiltiouracilo.
Por tanto una vez elegido el tratamiento ha de mantenerse durante 12-24 meses, a dosis
progresivamente descendentes, sin suspenderlo de forma brusca (sólo la reducimos 6 meses en
casos especialmente favorables) realizando controles cada 1-2 meses para ajustar la dosis.
BIBLIOGRAFÍA
http://www2.san.gva.es/docs/dac/guiasap07bocio.pdf
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1561-29532012000300005&script=sci_arttext&tlng=pt