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ATENCION Y LENGUAJE

La atención es clave para el funcionamiento óptimo de las personas, facilitando la


discriminación entre los estímulos y eventos relevantes e irrelevantes. Sin embargo, también
pueden darse determinados problemas de salud relacionados con esta función cognitiva.
La atención podría definirse como la capacidad de generar, seleccionar, dirigir y mantener un
nivel de activación adecuado para procesar la información relevante. Dicho de otra forma, la
atención es un proceso que tiene lugar a nivel cognitivo y que permite orientarnos hacia
aquellos estímulos que son relevantes, ignorando los que no lo son para actuar en
consecuencia.
Existen una serie de características que se encuentran implícitas en su definición, y que son
importantes conocer para entender la importancia de esta función cognitiva. Entre estas cabe
destacar:
 Amplitud: cantidad de información que podemos atender al mismo tiempo y cantidad de tareas
que podemos realizar de forma simultánea. Hay que tener en cuenta que la atención es un
recurso limitado y aunque se pueda atender a más de una cosa a la vez llegará un punto en el
que no sea posible.
 Intensidad: también llamada tono atencional y es entendida como la cantidad de recursos
atencionales que se prestan a un estímulo dado. Es decir, pueden darse fluctuaciones en el
nivel de recursos que dirigimos a un estímulo determinado, pudiendo realizar tareas
prácticamente sin prestar atención (tareas automáticas) y otras que exigen altos recursos
atencionales (tareas controladas).
 Oscilamiento o desplazamiento de la atención: La atención alternada es la capacidad de
poder cambiar el foco atencional de un evento a otro (atención alternada). Es decir, la atención
alternada se produce cuando realizamos más de una actividad al mismo tiempo y ambas
actividades demandan los mismos tipos recursos cognitivos, por lo que debemos cambiar el
foco de una a otra, ya que atender a las dos al mismo tiempo no es posible.

El foco de atención o foco atencional puede dividirse según su dirección: externo (estímulos
que proceden del entorno) o interno (estímulos que proceden del propio individuo); y según
su amplitud amplio (permite percibir varios estímulos a la vez) o estrecho (el individuo realiza
un filtro de los estímulos no deseados. Es decir, el individuo bloquea el resto de distractores
para atender a una única tarea).
 Control: la atención puede ser voluntaria o involuntaria. En la atención voluntaria o activa la
persona debe realizar un esfuerzo mental para movilizarla, procesar la información entrante y
mantenerla el tiempo necesario para posteriormente dar la respuesta más adecuada. Es decir,
el individuo controla y regula los procesos cognitivos destinados a realizar una tarea mental.
Por el contrario, existen estímulos que, por sí solos, son capaces de atraer nuestros recursos
atencionales sin requerir ningún esfuerzo por nuestra parte, hablamos de atención involuntaria
o pasiva.
La atención actúa entonces como un proceso cognitivo que permite en la vida diaria dirigir
los recursos, actuando como un filtro o cuello de botella selectivo que nos permite enfocarnos
en la parte relevante de la información. Esto permite dirigir la atención hacia la tarea para
maximizar el aprendizaje y minimizar el cometer errores.
Atención voluntaria
Se basa fundamentalmente en las causas que proceden del propio sujeto. Es la motivación
interna lo que activa nuestra atención hacia un objeto determinado
 Queremos atender algo porque nos interesa, no porque capte nuestra atención.
 Para mantener la atención voluntaria en situaciones que nos interesan, pero que
también nos fatigan, con frecuencia hay que recurrir a la "fuerza de voluntad"
La atención no es solamente la capacidad mental para captar la mirada en uno o varios aspectos
de la realidad y prescindir de los restantes, es el tomar posesión por parte de la mente, de
forma clara y vívida, de uno entre los que parecen simultáneamente varios posibles objetos de
pensamiento. Su esencia está constituida por focalización, concentración y conciencia.
'Atención' significa dejar ciertas cosas para tratar efectivamente otra.
Clasificación
La atención puede ser de tres tipos:
 Activa y voluntaria (deliberada) cuando se orienta y proyecta mediante un acto
consciente, con un fin de utilidad práctica y en su aplicación buscamos aclarar o distinguir
algo.
 Activa e involuntaria: Es la orientada por una percepción.
 Pasiva: es atraída sin esfuerzo. Como un simple movimiento de una hoja nos llama la
atención
Tipos de atención
La atención es un concepto general, pero existen variantes en su denominación que hacen
referencia a aspectos más concretos y detallados de la misma, se podrían entender como
diferentes tipos de atención. Los tipos o clases de atención más conocidos son:
 Atención interna: capacidad para prestar atención a los propios procesos mentales u otros
aspectos interoceptivos.
 Atención externa: atención captada por los estímulos externos y procedentes del entorno.
 Atención abierta: se acompaña de respuestas motoras que apoyan y facilitan el acto de atender,
por ejemplo, orientar la cabeza hacia el estímulo que queremos atender.
 Atención encubierta: permite atender a los estímulos sin la apariencia de que se esté llevando
a cabo el acto.
 Atención selectiva o atención focalizada: capacidad para seleccionar y centrar la atención en
un solo estímulo descartando otros irrelevantes que pueden interferir en el proceso.
 Atención dividida: capacidad de focalizar la atención en dos o más tareas al mismo tiempo.
Por ejemplo, conducir y escuchar música al mismo tiempo.
 Atención sostenida: capacidad para mantener en el tiempo la atención y responder
adecuadamente.
 Atención visual: capacidad de atender a los estímulos que se presentan en nuestro campo de
visión. Se encuentra relacionada con aspectos espaciales.
 Atención auditiva: capacidad de atender a los estímulos percibidos a través del oído. Se
relaciona con parámetros temporales.
Factores determinantes de la atención
Existen múltiples factores determinantes que pueden afectar al funcionamiento de la atención
y pueden definir a qué estímulo se va a dirigir la atención. Estos pueden ser externos o
internos:
 Factores externos (determinantes externos): proceden del entorno y favorecen o dificultan la
concentración sobre los estímulos relevantes. Algunos son:
o Intensidad: cuanto más intenso es un estímulo (potencia del estímulo) más probabilidad existe
de que le prestemos atención.
o Tamaño: a mayor tamaño del estímulo más recursos atencionales atrapa.
o Movimiento: estímulos en movimiento captan más la atención que los que permanecen
estáticos.
o Novedad: estímulos más novedosos o raros atraen en mayor medida nuestra atención.
o Cambio: si aparece un estímulo diferente que rompe con la dinámica, nuestra atención se
dirigirá al nuevo estímulo.
o Color: los estímulos que presentan color son más llamativos que aquellos que presentan tonos
blancos y negros.
o Contraste: aquellos estímulos que por su contraste destaquen entre un conjunto llamaran más
nuestra atención.
o Carga emocional: tanto los estímulos positivos como negativos atraen la atención en mayor
medida que los neutros.
 Factores internos (determinantes internos): proceden del propio individuo y por tanto
dependen de cada persona. Algunos son:
o Intereses: nos concentramos más sobre aquellos estímulos que son de nuestro interés.
o Emoción: los estímulos que provocan emociones de mayor intensidad atraen en mayor medida
nuestra atención. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, los estados de ánimo positivos
contribuyen a focalizar los recursos atencionales, pero los estados emocionales negativos
dificultan la concentración.
o Esfuerzo requerido por la tarea: las personas realizan una evaluación previa del esfuerzo que
requiere la realización de la tarea y dependiendo del mismo atraerá en mayor o menor medida
su atención.
o Estado orgánico: depende del estado físico en el que se encuentre la persona, de forma que
estados de cansancio, malestar, fiebre, etc. dificultarán la movilización de la atención. Si, por
el contrario, la persona presenta estados relacionados con la supervivencia como, por ejemplo,
sed o hambre, aquellos estímulos relacionados con la saciación de estas necesidades atraerán
en mayor medida los recursos atencionales.
o Curso del pensamiento: cuando el pensamiento sigue un curso determinado, basado en una
idea concreta, la aparición de algún estímulo relacionado con ellas captará nuestra atención.

La atención y sus tipologías


Aunque muchos son los autores que han propuesto distintas definiciones sobre el concepto
de atención, una de las aportaciones recientes (Rios, 2007) expone que la atención es un
estado neurocognitivo de preparación, que precede a la capacidad perceptiva y a la acción, y
que se conforma a partir de una red de conexiones corticales que se encargan de funciones
de orientación, alerta y del control ejecutivo.
Más concretamente, la atención se compone de los siguientes elementos: arousal, atención
focal, atención sostenida, atención selectiva atención alternante (cambio de foco atencional
en función de la información que requiere ser procesada en cada momento) y atención
dividida (capacidad para atender a dos tipos de estimulación de forma simultánea).
Alteraciones de la atención y psicopatologías
En un intento de describir la relación entre alteración de la capacidad atencional y su
presencia en determinadas psicopatologías, Higueras et al. (1996) ha diferenciado en su
clasificación las aprosexias, las hipoprosexias, las pseudoprosexias, las paraprosexias y las
hiperprosexias.
Esta taxonomía ordena las categorías entendiendo la atención como una variable
unidimensional en la que los extremos (aprosexia y hiperprosexia) se corresponden a una
ausencia total y a una capacidad aumentada de focalizar la atención y la concentración,
respectivamente. Así, más concretamente, cada una de ellas se definen como sigue:
1. Las Aprosexias
La ausencia total de atención se encuentra usualmente asociada a sintomatología de agitación
intensa o en el estupor, una alteración grave del nivel de conciencia en el cual la capacidad
de alerta está muy comprometida. Este estado puede ser causado por factores orgánicos
(disfunciones cerebrales difusas, por ejemplo) o psiquiátricos (estados melancólicos,
catatónicos y relativos a la histeria).
2. Las Hipoprosexias
Son estados de disminución de la capacidad atencional de menor intensidad que la aprosexia,
y se dividen en los subgrupos:
a) Distractibilidad: presente en el TDAH o el estado crepuscular, un trastorno del
estrechamiento del campo de la conciencia.
b) Labilidad atentiva emocional ligada a sintomatología ansiógena.
c) Inhibición de la atención atribuida a estados depresivos y esquizofrénicos.
d) Negligencia, una incapacidad para orientarse tras un accidente cerebral de tipo focal.
e) Fatigabilidad de la atención, un estado caracterizado por el agotamiento de la atención
(propia de las demencias y presencia de tumores) y la apatía asociada a determinados
trastornos de la personalidad.
3. Las Pseudoprosexias
Pueden confundirse con las aprosexias de forma superficial debido a que aparentemente la
capacidad atencional parece ausente por el fingimiento del paciente, aunque se encuentra
realmente preservada. Es común en estados de histeria o en el síndrome de Gánser (un tipo
de trastorno disociativo) con el objetivo de llamar la atención a familiares y allegados del
individuo.
4. Las Paraprosexias
Se define como una dirección alterada del foco atencional, relacionado con comportamientos
hipocondríacos.
5. Las Hiperprosexias
Consisten en un estado atencional aumentado y transitorio presente en momentos de
alteración de la conciencia como la hiperlucidez o la vigilancia extrema.
La atención como proceso cognitivo
Derivado de las investigaciones científicas de finales de siglo pasado, Reed (1988) ha
relacionado algunas psicopatologías con el aspecto de la atención que en cada caso se
encuentra más alterado. Así, se distinguen las siguientes habilidades atencionales.
1. La atención como concentración o atención sostenida
Se define como el mantenimiento de la atención durante un tiempo prolongado. Esta
capacidad se relaciona con la tarea de fijación de la atención y su alteración más frecuente
ocurre en casos de fatiga extrema, perturbación del sueño o estados de desnutrición.
En esta categoría pueden darse fenómenos como la ausencia mental (exclusión de la
información externa que habitualmente está accesible, donde se disminuye la atención para
estímulos distractores o no estrechamente relacionados con el propio pensamiento en
cuestión y además se produce un aumento del umbral necesario para posibilitar la
focalización atencional) o la laguna temporal (una ausencia de registro de acontecimientos
mientras se realiza una tarea de procesamiento cognitivo automático, como por ejemplo
durante la conducción de un vehículo en un trayecto habitual).
2. La atención como selección
Consiste en la habilidad de discriminación de la información relevante inhibiendo otros
elementos estimulares no principales. Es decir, la capacidad para separar los estímulos
determinantes para la tarea en cuestión de aquellos secundarios o irrelevantes.
Dada la naturaleza limitada de la capacidad atencional, un fenómeno usual en este tipo de
habilidad es el hecho de “afinar en”, el cual consiste en seguir una fuente de información
cuando otras distintas compiten por atraer dicha atención.
La alteración de esta función también se conoce como “distractibilidad” y puede aparecer en
una gran diversidad de trastornos psicopatológicos como los de ansiedad, episodios maníacos
o los cuadros crepusculares (de sintomatología similar a la epilepsia).
3. La atención como activación o arousal
Es el estado de activación general del organismo que permite estar en alerta y se relaciona
con la focalización atencional en cuando a grado o intensidad. Esta capacidad se ve
comprometida en estado de elevado estrés o ansiedad, donde se produce una mayor
orientación de la atención a estímulos amenazantes. Estas desviaciones se conocen como el
fenómeno de “visión en túnel”.
4. La atención como vigilancia
Se define como el estado de hipersensibilidad o alta receptividad al entorno, así como un tipo
de dedicación atencional en tareas de larga duración en las que el sujeto debe detectar un
estímulo de baja frecuencia. En este tipo de capacidad tienen especial relevancia los errores
de comisión (detección de un estímulo cuando no está presente) y omisión (procesamiento
inadecuado de no detección de una información presente).
Esta habilidad se encentra principalmente alterada en sujetos esquizofrénicos, en individuos
con elevada puntuación en el rasgo ansiedad como en el TAG, o Trastorno de Ansiedad
Generalizada. Entre sus manifestaciones más frecuentes se pueden diferenciar la
hipervigilancia general (atender a cualquier estímulo irrelevante para la tarea),
hipervigilancia específica (atender de forma selectiva a estímulos relacionados con
información amenazante), ensanchamiento de la atención (de forma previa ante la detección
de estimulación estresante o estrechamiento de la atención (en el procesamiento de un
estímulo amenazante, como sucede en sujetos paranoides).
5. La atención como expectativa
La capacidad de anticipación es una característica basada en la experiencia previa que
permite al sujeto una mayor eficacia a la hora de realizar una tarea concreta. Esta habilidad
se encuentra alterada, por ejemplo, en el tiempo de reacción de los
individuos esquizofrénicos.
Según las investigaciones de Shakow (1962) estos últimos disponen de un “set segmental”
que les impide beneficiarse de los intervalos temporales preparatorios en tareas que miden el
tiempo de reacción. Por contra, los sujetos sin psicopatología se caracterizan por poseer un
“set general”, que posibilita percibir la situación estimular de forma global y permite que el
individuo responda sin tener en cuenta los elementos irrelevantes de la actividad.
Concepto y clasificación de los trastornos del lenguaje

La capacidad de comprensión y de comunicación con el resto de personas viene determinada


por el lenguaje.
Este proceso mental superior nos permite estructurar el pensamiento, estableciendo
conexiones entre las ideas y representaciones mentales mediante los esquemas. Por ello, se
dice que el lenguaje es el vehículo sobre el que discurre el pensamiento, yendo ambos
conceptos unidos de la mano. Los dos son distintas caras de una misma moneda.
Pero no debemos confundir la capacidad del lenguaje con sus modalidades. Existen varias
formas de lenguaje, siendo la más común el lenguaje verbal. Sin embargo, existen otras formas
de expresión como los gestos -elaborados culturalmente- que complementan la comunicación
oral. Las mismas palabras acompañadas de distintos gestos pueden significar cosas totalmente
distintas.

TRASTORNOS DEL LENGUAJE


El lenguaje es un proceso cognitivo inferido, que expresamos mediante un conjunto de signos
y símbolos que codificamos con un código para comunicarnos.
Hay dos tipos de comunicación:
Verbal: mediante palabras.
No verbal o gestual: mediante gestos.
Ambos se pueden intercalar para mejorar la comprensibilidad del mensaje.
TRASTORNOS MORFOLOGICOS.
- Disartria:
Alteración de la articulación de las palabras. Las causas pueden ser debidas a una alteración
en el funcionamiento o estructura de los órganos fonadores o a una alteración en la inervación
central o periférica de los órganos.

Trastornos del curso y del ritmo:


- Inhibición, habla retardada o bradilalia:
Se puede manifestar de dos maneras:
1) El sujeto manifiesta una dificultad para comenzar el discurso. Le falta espontaneidad. Solo
responde cuando le preguntamos.
2) El sujeto presenta dificultad en responder a las preguntas que se le hacen.

Características generales del habla retardada:


- El sujeto tiene un vocabulario muy pobre. Contesta con monosílabos.
- Hay un enlentecimiento de ritmo del lenguaje, incluso en la pronunciación de cada palabra.
Además, la persona manifiesta fatiga al hablar.
Se suele dar en depresión, esquizofrenia, demencias, etc...
Se relaciona con la inhibición del pensamiento.
- Mutismo:
El sujeto no habla sin existencia de daño neurológico ni físico. Propio de depresiones
extremas, esquizofrenia, demencia o histeria.
Mutismo por inhibición: propio de la depresión.
Mutismo catatónico por oposición y negativismo: típico de la esquizofrenia catatónica, se
manifiesta por una negación de hablar, se pueden pasar días sin moverse como un muñeco.
Mutismo como síntoma histérico: no tienen nada, pero el paciente no puede hablar,
comprende todo incluso puede contestar escribiendo.
- Logorrea o verborrea:
Tendencia compulsiva a hablar con un ritmo acelerado. Propio de los maníacos, se puede dar
la fuga de ideas.
- Verbigeracion:
Consiste en repetir palabras y frases que van a invadir todo el discurso del sujeto.
- Palilalia:
Cuando el sujeto repite la última palabra de cada frase.
- Logoclonia:
Cuando el sujeto repite la última sílaba de cada palabra.
- Tartamudez:
Alteración del ritmo del habla. Repite sílabas o se bloquea.
- Ecolalia:
Repetición de forma inmediata y automática de lo que el sujeto acaba de oír.

TRASTORNOS SINTACTICOS

- Fragmentación o agramatismo:
Emite un discurso sin ningún tipo de nexo. El agramatismo es una dificultad en el uso
correcto y comprensión de la gramática observada en pacientes con afasia de Broca.
Este término fue propuesto inicialmente por Kussmaul en 1887 1 para referirse a la dificultad
para formar palabras gramaticalmente correctas (trastorno en la morfología) y utilizar el
orden correcto de las palabras en una oración (trastorno en la sintaxis). El agramatismo
implica omisiones de elementos gramaticales en el lenguaje (morfemas gramaticales) como
son las preposiciones y los artículos. Los pacientes con agramatismo también tienen
dificultades para comprender la gramática del lenguaje y de hecho el agramatismo se
manifiesta en todas las tareas lingüísticas orales y escritas. 2
Un ejemplo: Hospital deprisa tres horas inyección: (Me llevaron) deprisa (al) hospital (en
torno a las) tres horas, (y me pusieron una) inyección.
-Circunstancialidad o prolijidad:
Cuando el sujeto realiza su discurso es incapaz de distinguir entre las ideas centrales o
fundamentales de las ideas secundarias.

TRASTORNOS SEMANTICOS
- Glosolalia:
Uso durante el discurso de neologismos (creación de palabras nuevas a partir de la unión de
dos palabras). Típico de esquizofrénicos

En psicopatología del lenguaje, para clasificar satisfactoriamente todos los trastornos del
lenguaje tenemos que saber combinar correctamente varios ejes: habla-lenguaje (se refiere a
si el problema está en la capacidad de articular o en problemas cognitivos del lenguaje),
producción-comprensión (se refiere si al problema reside en comprender lo que otros dicen o
por el contrario el sujeto tiene problemas en emitir mensajes), orgánico-funcional (se refiere
a si el trastorno es por un fallo neural o no), innato-adquirido, central-periférico.
Además, para que la clasificación sea correcta hay que tener en cuenta los componentes
linguísticos que son: el fonológico, el semántico, el sintáctico y el comunicativo (este último
se refiere a la capacidad para comunicar algo -por ejemplo una persona que quiere explicar
algo y solo consigue dar rodeos puede emitir frases sintácticamente correctas pero lo que falla
es el nivel comunicativo).

Psicopatología del lenguaje

Introducción y clasificación

En psicopatología del lenguaje, para clasificar satisfactoriamente todos los trastornos del
lenguaje tenemos que saber combinar correctamente varios ejes: habla-lenguaje (se refiere a
si el problema está en la capacidad de articular o en problemas cognitivos del lenguaje),
producción-comprensión (se refiere si al problema reside en comprender lo que otros dicen o
por el contrario el sujeto tiene problemas en emitir mensajes), orgánico-funcional (se refiere
a si el trastorno es por un fallo neural o no), innato-adquirido, central-periférico.

Además, para que la clasificación sea correcta hay que tener en cuenta los componentes
linguísticos que son: el fonológico, el semántico, el sintáctico y el comunicativo (este último
se refiere a la capacidad para comunicar algo -por ejemplo una persona que quiere explicar
algo y solo consigue dar rodeos puede emitir frases sintácticamente correctas pero lo que falla
es el nivel comunicativo-).

Las afasias en adultos

Definición y clasificación

Las afasias se definen como un trastono del lenguaje que está causado por un daño cerebral.
Además las lesiones que suelen causar afasia suelen ser de caracter focal, por lo que suelen
afectar unicamente a una región del cerebro. Las afasias se dividen en afasias corticales (si la
lesión es de la corteza) y subcorticales (si la lesión es de los núcleos subcorticales). Entre las
corticales se hallan la afasia de Broca, la afasia de Wernicke, la afasia de conducción, la afasia
anómica... y entre las subcorticales se hallan la afasia putaminal (anterior, posterior y global)
y la afasia talámica. La subdivisión en cortical y subcortical nos permite clasificar el 80% de
las afasias, y el 20% restante no están clasificadas por que están causadas por la lesión
simultanea de varias areas que causan afasia, acumulándose los efectos.

Los principales términos que han llevado a la clasificación de las afasias son los
siguientes:

 Articulación: los pacientes con afasias en muchas ocasiones tienen problemas para
articular correctamente las palabras. Por articulación se entiende la capacidad para
emitir los sonidos de cada vocal y consonante. Hay enfermos que son incapaces
depronunciar ningun sonido del habla y hay otros menos severos en los que se dificulta
la vocalización de grupos de consonantes mas complejos. Para saber la etiología de el
problema articulatorio se puede observar si el paciente es capaz de realizar gestos
faciales involuntarios, y si es así se sabe que el problema es por la afasia y no por
problemas musculares (disártrico).
 Fluidez: una fluidez normal es la pronunciación de un número determinado de
palabras por unidad de tiempo. Muchos enfermos de afasia presentan baja fluidez y
por tanto expresan menos palabras por unidad de tiempo de las que deberían. Puede
darse el caso de que la falta de fluidez se deba a la dificultad de encontrar palabras.
 Encontrar palabras: prácticamente todos los enfermos de afasia tienen problemas
para encontrar palabras dentro de su repertorio. En muchas ocasiones tienen que buscar
palabras que tengan los mismos significados para poder expresarse, lo que se conoce
como circunloquios. Si además de la dificultad para encontrar palabras no existieran
otros síntomas afásicos la patología se denominaría anomia.
 Agramatismo: consiste en una falta de capacidad para generar estructuras sintácticas
con sentido. Así, el sujeto no es capaz de hacer secuencias de mas de cuatro palabras
en discurso. En este caso el problema no está en el significado de las palabras como
ocurre en la dificultad para encontrar palabras, sino que se trata de un problema en las
palabras gramaticales como los nexos, preposiciones... Si han memorizado y
automatizado una frase larga pueden repetirla posteriormente, lo que indica que el
problema se da cuando el habla es espontanea.

 Parafasia: la parafasia consiste en la sustitución de una sílaba o palabra por otra. En


el primer caso hablamos de parafasia fonémica, que puede dar paso a la neologistica
(cuando el sujeto cambia las sílabas crea palabras totalmente nuevas que no existen en
la lengua que habla). Si el En el caso de que la sustitución sea de palabras enteras se
trata de parafasia verbal (no debe confundirse con la sustitución de palabras que tiene
lugar en los circunloquios).
 Comprensión auditiva del habla: algunos enfermos de afasia no pueden comprender
el discurso hablado de otras personas. El paciente puede presentar sordera para las
palabras, síntoma en el que el paciente ignora el significado de las palabras.
 Repetición: hay enfermos que no pueden repetir las expresiones y frases que escuchan
de otros, aunque la mayoría de los afásicos si que lo puede hacer.

Revisión y clasificación de Luria

Luria clasificó las afasias en seis clases diferentes, y se diferencian entre ellas tanto por los
síntomas observables como por los puntos lesionados del cerebro:

 Afasia motora eferente: es la afasia de Broca en el modelo clásico. Esta afasia se


caracteriza sobre todo por dificultades articulatorias de las palabras. El área encargada
de la motricidad de los músculos encargados de las palabras es el área de Broca, y esta
recibe las órdenes del área motora primaria que es quien organiza la secuencia de
movimientos que se van a realizar durante el habla. En la afasia motora eferente está
lesionada este área de influencia por lo que las órdenes sobre la secuencia de
movimientos no llegan, produciéndose los efectos de la afasia.
 Afasia motora aferente: esta afasia se caracteriza por que el área del lenguaje es
incapaz de recibir la información propioceptiva de la situación de los músculos
faciales. Como resultado el enfermo no sabe en que posición deben estar los labios y
los músculos para pronunciar un fonema determinado.
 Afasia acústico-agnóstica o de Wernicke: esta afasia causa dificultades serias para
la comprensión de un mensaje presentado por vía auditiva, e impide que el sujeto
pueda repetir una frase escuchada anteriormente. Esto se produce por que ha tenido
lugar una lesión en el área cortical auditiva.
 Afasia acústica-mnésica: en el recuerdo de las palabras intervienen dos mecanismos:
1. La memoria gnósica: es la memoria visual de lo que representa una palabra
(si se daña este mecanismo se trata de afasia óptica);
2. Memoria acústica: es la memoria de la percepción acústica de la palabra (si
se daña este mecanismo se trata de afasia acústica-mnésica). La afasia acústica-
mnésica se caracteriza por que el sujeto es capaz de recordar y repetir palabras
individuales, pero cuando se trata de recordar una frase no es capaz de recordar
una progresión de más de tres o cuatro palabras. Si se tratara de figuras
geométricas el rendimiento en recordar las series aumentaría.
 Afasia semántica: la afasia semántica consiste en que el sujeto es incapaz de recordar
los significados de palabras, sin embargo, el sujeto es capaz de pronunciar frases
correctamente. El problema es que es incapaz de entender el significado de las palabras
y de relacionar las unas con las otras. Se produce por una lesión en el lóbulo
parietoccipital.
 Afasia dinámica: se caracteriza por una lesión en un área adyacente a la de Broca y
produce un fallo en el habla espontánea. En ella el paciente es incapaz de emplear el
lenguaje para la comunicación de sus deseos y pensamientos.

Disfasias infantiles

Disfasia evolutiva o trastorno específico del lenguaje

La disfasia evolutiva o trastorno específico del lenguaje es una patología que presentan
algunos niños en la que presentan problemas serios para utilizar el lenguaje o para la
comprensión de éste. El hecho de que se denomine trastorno específico del lenguaje quiere
decir que el trastorno no depende de que se deba a una patología previa como parálisis
cerebral, retraso mental o autismo. Por tanto, el TEL es un trastorno primario del desarrollo
del lenguaje por que no se debe a ninguna patología. Por tanto, un niño con TEL es un niño
de inteligencia normal con discapacidad para bel habla, por lo que se puede diagnosticar al
observar una discrepancia entre el CI y las puntuaciones en pruebas del lenguaje hechas en
una edad determinada.

Existen varios tipos de trastorno específico del lenguaje. La disfasia evolutiva expresiva es la
patología que presentan los niños que tienen serias dificultades en la expresión y emisión del
lenguaje.

En esta categoría hay niños que se consiguen hacer entender y otros que no se hacen entender
en absoluto. Se ha observado que los niños con disfasia expresiva tienen menos problemas
emocionales y tienen interés por comunicarse con los demás. Por el contrario, los niños con
disfasia evolutiva receptiva presentan dificultades para comprender la información que les
envían los demás. Estos últimos presentan más problemas emocionales que los disfásicos
expresivos y tienen poco interés en establecer comunicación con los demás.

El DSM-IV clasifica estos trastornos en trastorno del lenguaje expresivo y trastorno del
lenguaje mixto.

En el trastorno del lenguaje expresivo el sujeto presenta habla reducida cuantitativamente,


omisión de palabras, palabras ordenadas de forma incorrecta, fallos gramaticales y desarrollo
del lenguaje lento, entre otros síntomas. En cuanto al trastorno mixto del lenguaje expresivo-
receptivo se caracteriza por un retraso en el desarrollo del lenguaje tanto expresivo como
receptivo.

En cuanto a los déficits psicolingüísticos se ha observado que:

1. El nivel fonológico no presenta desviación, sino que se desarrolla de forma retrasada


(es decir, que el desarrollo del nivel fonológico es el mismo que el de niños normales,
pero se produce con retraso con respecto a ellos);
2. El nivel sintáctico: los niños normales son capaces de repetir estructuras sintácticas
que todavía no son capaces de usar en el habla espontanea (es decir, un niño normal
puede repetir el coche cuyo dueño... sin que lo haya usado nunca en el habla
espontanea), y se observa que en niños disfásicos el patrón es inverso, pues no pueden
imitar estructuras que en otras ocasiones han usado;
3. Nivel semántico: en el nivel semántico no se observan demasiadas deficiencias.

Disfasia infantil adquirida

La disfasia infantil adquirida se puede producir o bien por una lesión cerebral temprana o bien
por sufrir un trastorno convulsivo (epilepsia). Se considera que como límite inferior para
padecer disfasia adquirida están los 3 años, ya que si se produce la disfasia con menos edad
se considera evolutiva, y como límite superior están aproximadamente los 10 años (aunque
este límite es más variable), porque si la lesión se produce con mas de 10 años de edad se
hablará de un trastorno del lenguaje adulto (será por tanto una afasia -esto es lo que he
entendido yo-).

El hecho de que la lesión se produzca entre los 3 años y los 10 favorece que los sujetos tengan
la posibilidad de recuperarse por dos motivos:

1. Por la plasticidad neuronal: es más fácil que los circuitos del lenguaje se reparen
cuando el cerebro está en plena fase de establecimiento de conexiones y mielinización;
2. Porque una vez dañado el hemisferio dominante, es probable que el hemisferio no
dominante asuma las funciones del lenguaje.

Uno de los efectos mejor documentados que se producen cuando tiene lugar la disfasia infantil
adquirida es una reducción importante de la actividad lingüística denominada
hipoproductividad. Los niños se comunican muy poco, de hecho, es difícil conseguir
arrancarles las palabras. Además, conviene saber que las lesiones a partir de los 7 años
producen deficiencias en el desarrollo del lenguaje escrito.

Dislalias infantiles y retraso simple del lenguaje

El DSM-IV-TR indluye los trastornos en la producción fonológica del lenguaje y los define
atendiendo a estas características:

1. Dificultad o imposibilidad para usar correctamente los fonemas propios del lenguaje
teniendo en cuenta la edad del niño;
2. Estas dificultades fonológicas dificultan el desarrollo académico y social del niño;
3. Si hay un retraso mental, un déficit sensorial o deprivación ambiental, la dislalia es
mucho más acusada.

Los posibles errores del lenguaje son los siguientes:

 Sustitución: la sustitución consiste en que un fonema es sustituido por otro. Por


ejemplo, se puede sustituir la "r" por la "d" (en lugar de "quiero", "quiedo"). También
puede ocurrir que se cambie el orden en la pronunciación de los diferentes fonemas de
una palabra (por ejmplo, en lugar de decir leopardo, decir leopadro o abujero en lugar
de agujero).Son las mas comunes.
 Omisión: la omisión consiste en que se elimina algún fonema de la palabra. Esta
eliminación del fonema puede ocurrir en cualquier punto de la palabra, al igual que en
la sustitución. Por ejemplo, en lugar de decir zapatilla, decir patilla.
 Inserción: consiste en añadir un fonema a una palabra que no lo tiene. Suele ocurrir
cuando el niño tiene dificultades para pronunciar la palabra tal cual es, por lo que añade
un fonema que le facilita la vocalización: por ejemplo, los niños que tienen dificultades
para pronunciar la /rr/ inicial pueden decir arrascar en lugar de rascar.
 Distorsión: consiste en que el sujeto pronuncia un fonema de forma distorsionada, de
forma diferente a como es el fonema, pero sí que esa distorsión sea equivalente a otro
fonema (por ejemplo, pronunciar de forma rara la r sin que se convierta en una d y por
tanto pronunciar raro la palabra quiero, pero sin decir quiedo).

Las dislalias se clasifican en:

 Dislalia funcional: esta causada por la falta de habilidad del niño para emitir los
sonidos debido a que no es capaz de coordinar los músculos implicados en la
articulación de los fonemas y la respiración. Se suelen tratar a partir de los 4 años y
normalmente acaban corrigiéndose con la práctica.
 Dislalias orgánicas: estas dislalias se producen por alteraciones orgánicas en las
partes implicadas en la articulación de los fonemas como pueden ser el labio leporino,
la macroglosia, fisura palatina... Son menos frecuentes que las dislalias funcionales.
Retraso simple del lenguaje y del habla

El retraso simple del lenguaje es una patología en la cual el niño presenta un desfase
cronológico con respecto al desarrollo normal del lenguaje. Estos niños no presentan
problemas intelectuales, ni emocionales ni retrasos mentales, sin embargo, presentan
dificultad en la comprensión y expresión, siendo en la expresión donde más dificultades
encuentran. Acostumbra a afectar a más de un nivel del lenguaje, siendo la fonología y la
sintaxis los más afectados.

El retraso simple del habla es un trastorno que consiste en que sencillamente el niño en
desarrollo tarda demasiado tiempo en empezar a hablar. Se considera como patológico cuando
el niño tiene 3 años y aún no ha empezado a hablar. Cabe destacar que el niño tiene una
inteligencia acorde a su edad real y que puede comunicarse sin problemas con gestos y que es
capaz de comprender el lenguaje.

Hay que evitar confundir los retrasos simples del habla y del lenguaje con el trastorno
específico del lenguaje. Normalmente se suele distinguir el trastorno específico del lenguaje
con el retraso simple del habla por la diferente gravedad de ambos: mientras que el trastorno
específico del lenguaje es muy grave porque constituye un retraso en todo el lenguaje, el
retraso del habla es un retraso solamente del habla y no del resto de aspectos del lenguaje. Sin
embargo puede darse a mayor confusión el retraso simple del lenguaje con el TEL, aunque
los niños con TEL suelen tener mayores dificultades comunicativas.

Tartamudez o disfemia

La tartamudez o disfemia es un trastorno del habla que influye en la fluidez de la misma. No


es una alteración en la competencia lingüística del sujeto, sino una alteración en la expresión
hablada de la misma. Se la conoce también como disfemia para eliminar las connotaciones
peyorativas del término tartamudez. La frecuencia en la población es baja y es mayor en niños
que en adultos. Según el DSM-IV, la tartamudez se caracteriza por:

1. Alteraciones del habla como: repetición de sílabas, prolongación de sílabas,


circunloquios (para evitar decir una palabra que causa problemas), pausas en la
pronunciación (tanto de una palabra como de una frase);
2. Las alteraciones del habla provocan problemas en el desarrollo académico y social del
individuo;
3. La existencia de un trastorno sensorial o motor en las partes relacionadas con la
expresión hablada aumentan los problemas.

Según Johnson, la tartamudez presenta tres componentes: el lingüístico, el social y el


comunicativo. El componente lingüístico comprende los problemas asociados al habla que
caracterizan la tartamudez.

El componente social comprende las respuestas que las demás personas tienen al interactuar
con un tartamudo. El componente cognitivo engloba las actitudes del tartamudo hacia la
tartamudez (actitudes negativas) y hacia su problema.
Stournaras propuso una definición ampliada de la tartamudez con cuatro componentes o
dimensiones:

1. Dimensión lingüística: constituye los problemas de expresión hablada asociados a la


tartamudez;
2. Dimensión emocional: comprende las emociones negativas como la ansiedad la
vergüenza que experimenta el sujeto tartamudo cuando se expresa;
3. Dimensión comunicativa: comprende las relaciones entre el tartamudo y el
interlocutor, que suelen ser alteradas;
4. Componente cognitivo: comprende la baja autoestima que puede sufrir el tartamudo
por ser incapaz de comunicarse correctamente con los demas e incluye las actitudes
hacia la tartamudez.

Fiedler y Standop exponen que en la aparición de la tartamudez se dan dos fenómenos


conocidos como efecto de consistencia y efecto de adaptación. El efecto de consistencia
consiste en que cuando el sujeto lee un pasaje repetidas veces se dan los mismos problemas
de tartamudez en todas las lecturas (en el efecto de consistencia el tiempo que pasa entre las
lecturas del pasaje es relativamente amplio).

El efecto de adaptación consiste en que cuando el sujeto lee un pasaje repetidas veces y pasa
muy poco tiempo entre las lecturas presenta resistencia a la tartamudez (la frecuencia de la
tartamudez regresa a su estado inicial después de la adaptación, lo que se conoce como
recuperación espontánea)

Clasificación

Existe una clasificación de la disfemia que agrupa a los tipos de disfemia atendiendo a los
tipos de espasmos o bloqueos que presenta el sujeto:

1. Disfemia: tónica: el sujeto se bloquea en el inicio del discurso, y una vez consigue
superar el bloqueo puede hablar sin interrupciones;
2. Disfemia clónica: el sujeto se paraliza o repite sílabas en cualquier parte de una frase
o palabra;
3. Disfemia mixta: en esta disfemia se presentan tanto los rasgos de la disfemia tónica
como los de la disfemia clónica.

También se ha desarrollado una clasificación evolutiva de la disfemia que atiende a las


diferentes fases del desarrollo de la tartamudez. Así, existen cuatro fases:

1. Fase I: en esta fase se da una buena capacidad lingüística para la edad pero esta
capacidad lingüística es superior a la capacidad de expresión, y el sujeto no es
consciente de tener un problema;
2. Fase II: esta fase se caracteriza por que repeticiones espasmódicas mas lentas;
3. Fase III: el sujeto padece espasmos tónicos y sufre interrupciones evidentes, y justo
después el habla empieza de forma brusca. E esta fase el sujeto empieza a presentar
los primeros síntomas de estrés y ansiedad;
4. Fase IV: aparecen contracciones musculares en zonas no articulatorias de la cara y el
sujeto evita las situaciones en la que pueda tener que hablar.

Según la clasificación anterior la fase I se corresponde con la disfemia primaria, en la que el


sujeto aun no padece estrés. Las fases II y III se corresponderían con la disfemia transicional,
en la que el sujeto es consciente de su problema. La fase IV se corresponde con la disfemia
secundaria y el sujeto presenta fuerte ansiedad y preocupación. La disfemia puede aparecer a
los 3 años y desaparecer e los pocos meses (disfemia evolutiva), puede aparecer entre los 3 y
5 años y desaparecer en pocos años (disfemia benigna) o puede aparecer entre los 3 y 8 años
y cronificarse (disfemia persistente).

Intentos explicativos

Hay muchos intentos explicativos de la tartamudez pero destacan el conductual y las teorías
perceptivas del habla. El modelo conductual de Jhonson propone que el niño presenta de
entrada algunos problemas en el habla, y si coincide con que tiene unos padres que le imitan
burlonamente se genera en él ansiedad que le provoca ansiedad. Con el paso del tiempo, esa
ansiedad acaba provocando que el niño no quiera hablar por que se han condicionado las
emociones negativas a la actividad de hablar.

Las teorías sensoriales del habla postulan que el problema que tienen los tartamudos es un
déficit sensorial auditivo que impide que les llegue un feedback de lo que están diciendo. Se
han realizado experimentos en los que a un sujeto normal se le priva de un feedback correcto
de lo que están hablando, observándose que los efectos que se producen el habla son parecidos
a los de los tartamudos. En la actualidad se están proponiendo enfoques integradores que
comprendan un amplio número de teorías, debido a que la enorme cantidad de teorías
diferentes genera confusión en la comprensión de este fenómeno.

Especialización hemisférica en el lenguaje

Se ha observado que existe una asimetría hemisférica en el planus temporale, que es un área
de la neocorteza que incluye al área de Wernicke y que se halla en la corteza temporal. Sin
embargo, no se ha hallado ninguna asimetría funcional, sino solo una asimetría de tamaño. En
cuanto al pars opercularis se ha hallado una asimetría microscópica que consiste en que en el
área dominante (que es la izquierda, al menos en diestros) el árbol dendrítico de las neuronas
está mucho más desarrollado. A todo esto, sería de agradecer que los nombres que les dan a
estas áreas fueran más sencillos, que hay que ser cabrón para complicarnos así la vida.

También es menester decir que se ha hallado una diferencia de género en la circunvolución de


Heschl, que se corresponde con las areas 41 y 42 de Brodmann y con la corteza auditiva. En
las mujeres está más desarrollada en el hemisferio izquierdo que en el derecho, y en los
hombres está más desarrollada en el hemisferio derecho que en el izquierdo, aunque poco más
se sabe de la función de esta diferencia.

En cuanto a la especialización hemisférica en el bilingüismo se ha observado que en los niños


bilingües que aprenden ambas lenguas antes de los tres años presentan una especialización
bilateral hemisférica (que ambos hemisferios se desarrollan, supongo que un hemisferio para
una lengua y otro para la otra, aunque esto es suposición mía). Se ha observado que cuando
alguien aprende una lengua tardíamente se produce dominancia del hemisferio izquierdo.

Además, en cuanto al tartamudismo se ha observado en diversos estudios que es probable que


se deba a que la dominancia del lenguaje no se da en el hemisferio izquierdo, sino en el
hemisferio derecho, lo que se conoce como dominancia invertida.

Psicopatología del lenguaje y cuadros clínicos

Retraso mental y otros cuadros

En primer lugar, hay que tener en cuenta que muchas veces los trastornos del lenguaje forman
parte de una patología clínica más amplia, siendo el trastorno del lenguaje una parte de el
mismo. Estas patologías del lenguaje se presentan en alteraciones o retrasos, términos que son
diferentes y cuya diferencia debemos comprender. Una alteración es un desarrollo anormal
que sigue pasos diferentes al desarrollo de sujetos normales. Un retraso es un desarrollo
normal que se produce de forma retardada con respecto a individuos normales. En el caso del
retraso, el sujeto puede llegar finalmente a un nivel de lenguaje normal o por el contrario
nunca llegar a alcanzarlo.

Veamos las alteraciones en los siguientes cuadros clínicos:

 Retraso mental: el retraso mental suele acompañarse evidentemente de retraso en la


adquisición del lenguaje, que en muchos casos nunca llega al nivel normal. En el caso
de las personas con síndrome de Down se presentan alteraciones en la vocalización
debido a la macroglosia (lengua muy grande).
 Parálisis cerebral: la parálisis cerebral es una lesión del cerebro que provoca serios
problemas en la psicomotricidad y que va acompañada de problemas cognitivos y del
lenguaje. En un 50% de los casos estos enfermos tienen problemas muy graves en la
comunicación. En otros casos estos sujetos presentan retraso mental lo que causa que
tengan un retraso en la adquisición del lenguaje. La parálisis cerebral puede ser
reversible dependiendo de la edad en la que se produce la lesión y de si solo se ha
dañado un hemisferio o por el contrario los dos. Si solo se daña un hemisferio y se
daña a edades tempranas es probable que las funciones del lenguaje sean asumidas por
el otro hemisferio, aunque el dañado sea el dominante. Sin embargo, cuando la lesión
se produce en los dos hemisferios o se produce la lesión en la adolescencia difícilmente
los efectos son reversibles.
 Ceguera y sordera: en niños con ceguera de nacimiento se dan problemas serios para
asociar • las palabras a los objetos a los que corresponden. Sin embargo, esto solamente
produce un retraso y no impide que el niño ciego acabe aprendiendo el lenguaje
correctamente.

En cuanto a la sordera de nacimiento, se dan problemas muy serios por que el niño, al ser
incapaz de escuchar las palabras pronunciadas correctamente, no consigue pronunciarlas.

Aislamiento social: es evidente que el aislamiento social influye mucho sobre la adquisición
del lenguaje. La pregunta que se ha planteado en este ámbito ha sido si un niño con privación
social desde la infancia temprana podría ser capaz de adquirir el lenguaje. El estudio mas
famoso es el del niño salvaje de Aveyron. Este niño había sido criado en aislamiento social, y
cuando se le intentó enseñar el lenguaje el intento fue un estrepitoso fracaso. Sin embargo, se
cree que este niño era retrasado mental y que por eso había sido abandonado.

Un estudio posterior fue realizado con una niña llamada Genie, de 14 años. Esta niña rara vez
había escuchado el lenguaje hablado porque sus padres solo la gruñían. Cuando fue rescatada
se le intento enseñar el lenguaje y los resultados fueron más favorables que con el niño salvaje
de Aveyron. En este caso Genie mostro un progreso rápido en el inicio, aprendió mucho
vocabulario, pero sus frases eran poco complejas y jamás alcanzó el nivel lingüístico que
suelen alcanzar las personas. Esto nos indica de alguna manera que para poder desarrollar bien
el lenguaje es muy preferible que se adquiera durante la fase de desarrollo.

Autismo

El autismo es un trastorno generalizado del desarrollo que se caracteriza por deficiencias en


el lenguaje, capacidades cognitivas menguadas, movimientos repetitivos... sin embargo cabe
destacar que las diferentes deficiencias varían de un caso a otro, pero que en el caso del
lenguaje todos los autistas presentan deficiencias serias. Se ha especulado que probablemente
las deficiencias en el lenguaje sean la manifestación externa de deficiencias internas no
observables. Además, se ha observado que el nivel de desarrollo del lenguaje correlaciona con
el nivel de desarrollo de tipo cognitivo lo que parece coincidir con la especulación anterior.

Se ha planteado en algunas ocasiones que el autismo está causado por una disfasia (Trastorno
Específico del Lenguaje), sobre todo por una disfasia receptiva (que es la disfasia en la que el
sujeto tiene problemas para recibir información de otras personas a través del lenguaje). Esta
propuesta la hace afirmando que dado que el disfásico receptivo suele tener poco deseo de
comunicación, lo que hace que finalmente su desarrollo cognitivo sea menor que el de niños
normales. Sin embargo, se ha observado que en el autismo se producen síntomas que no se
dan en la disfasia, como por ejemplo un retraso mental en las 3⁄4 partes de los casos,
movimientos repetitivos y rituales, problemas de lenguaje más serios que los disfásicos
receptivos.

Con respecto al autismo se ha observado que los componentes fonológico y sintáctico se


desarrollan de forma más retrasada pero no anormal. Sin embargo, se ha observado que los
componentes semánticos (representación mental de lo que se habla) y pragmático
(comunicación con otros) son muy bajos y en el caso del nivel pragmático casi nulo. Esto
causa que los autistas sean en el 50% de los casos totalmente mutistas (mutismo significa que
no usan la comunicación, que no hablan) y el resto lo sean bastante. Se ha postulado que el
niño autista no se comunica porque tiene un problema de metarrepresentación, es decir, que
el autista es incapaz de darse cuenta de que el sujeto con el que está hablando puede tener un
estado mental diferente al suyo propio.
Los niños autistas presentan los siguientes déficits en el nivel pragmático del lenguaje (en el
nivel comunicativo):

1. Hablan como monólogo, no mantienen la mirada;


2. Conversación egocéntrica, intentando hablar cuando es el mometo de escuchar;
3. No respetan las normas de cortesía, como no interrumpir al interlocutor;
4. Pocos gestos y expresiones comunicativas.

Esquizofrenia

Normalmente el esquizofrénico se caracteriza por que su discurso es incoherente, difícil de


entender y muchas veces hace alusión a temáticas imposibles y fantásticas. La clasificación
del DSM-IV para la esquizofrenia hace alusión al habla desorganizada y a la alogia. Sin
embargo, una escala que se diseñó para evaluar los trastornos del lenguaje conocida como
Scale for the Assesment of Thought, Language and Comunicacion (STCL), que presentaba
20 items que se describen en el libro (y que no voy a resumir porque al final de los 20 items
solo 2 son relevantes para la esquizofrenia) hallaron que dos eran las características principales
del habla en esquizofrénicos: 1)Pobreza del discurso: el discurso presenta muy poza riqueza
en palabras y es muy simple cuando responde a las preguntas el entrevistador; 2)Pobreza del
contenido del discurso: el discurso expresa muy poca información. (de esto no voy a resumir
más porque me he cansado).

Trastorno depresivo y maníaco

En el caso de la depresión no se ha registrado trastornos del lenguaje específicos de los


depresivos, sin embargo, si se han observado algunos rasgos que con frecuencia suelen
aparecer en la comunicación de estos. En el habla, los pacientes depresivos suelen hablar en
voz baja y lentamente. El contenido de su discurso suele ser de carácter profundo y con
referencias a sí mismo, sobre todo malas referencias. Además, en la comunicación no verbal
se observa una gran inhibición de la gesticulación.

En cuanto a los pacientes maníacos se observa que su velocidad de habla es bastante rápida.
Suelen hablar pasando de un tema a otro rápidamente sin llegar a hablar completamente de
todos los temas, lo que se conoce como fuga de ideas. El contenido del discurso suele ser
superficial y haciendo referencias a objetos y eventos del ambiente en lugar de a sí mismos.
Además, en cuanto a la comunicación no verbal, presentan movimientos frecuentes.

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