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DOCUMENTO 1867. BOLETÍN DE GUERRA EXPEDIDO POR EL LIBERTADOR EN
GUAYANA EL 27 DE MAYO DE 1817, CON NOTICIAS SOBRE LAS OPERACIONES
MILITARES EN TODO EL PAÍS.*
República de Venezuela
Boletín
Guayana 27 de mayo de 1817.
El 24 del corriente, al amanecer, nuestras lanchas cañoneras, mandadas por el Coronel
Armario [1] han tomado por sorpresa el puesto español establecido en la isla Fajardo [2] y se
han apoderado de cuanto en él había. La toma de los buques nos ha costado un muerto y tres
heridos. Las pérdidas del enemigo llegan a cuarenta hombres, entre muertos y prisioneros.
El Comandante en Jefe del Bajo Apure [3] comunica con fecha del 23 de abril que toda la
Provincia de Casanare [4], en la Nueva Granada, ha sido ocupada por las tropas de la Re-
pública, que han destruido a las guarniciones de Guasdualito [5] y Columera [6] fuertes de
cuatrocientos hombres, con las cuales el General español se proponía socorrer a Barinas [7] .
Ciento ochenta realistas han encontrado la muerte, y las cabezas del Gobernador Góngora [8]
y del Teniente Coronel Bailen [9] han sido expuestas en el mismo lugar en que La Torre [10],
uno de los Jefes de las tropas reales, había mandado poco antes colocar las del republicano
Olmedilla [11] y de sus compañeros de infortunio.
Han caído en poder de nuestra división 200 fusiles, 25.000 cartuchos, 51.000 pesos, 200 cargas
de víveres y dos almacenes de vestuario. A consecuencia de esta victoria, el Coronel Pérez [12]
ha establecido su cuartel general en Betoyes [13], luego de haber asegurado con un fuerte
destacamento la posesión de las salinas de Chita [14], en la Provincia de Tunja, y de haber
facilitado la formación en la de Casanare de un Gobierno provincial, que se halla en plena
actividad.
La correspondencia de Sámano [15], Gobernador de Santa Fe [16] con el General Morillo [17]
interceptada en Pore [18] por nuestras tropas, ha hecho conocer que la mayor parte de las
ciudades del Reino [19] están en plena rebelión contra los españoles. Los habitantes del
Socorro [20] han exterminado a los doscientos realistas que formaban la guarnición de aquella
plaza.
El General Páez [21] ha atacado la Villa de San Antonio [22], que defendía Remigio
Ramos [23] y se ha apoderado de ella después de haber derrotado al enemigo tomándole todo
su material de guerra.
El Coronel Rangel [24], que opera en los alrededores de San Jaime [25], ha derrotado
completamente a una columna española mandada por Gorrín [26] quien ha muerto en la acción.
El Comandante Villasana [27] ha atacado por sorpresa a San Carlos [28] en la ruta de Caracas,
y luego de haber pasado a cuchillo la guarnición ha regresado a sus posiciones.
El Coronel Guerrero [29] estrechaba el cerco de San Fernando [30], cuya guarnición no había
recibido ningún refuerzo, por lo cual debe de haber caído ya en nuestro poder, según lo que
aseguraba el General Páez. Este General, reforzado con las armas y municiones que ha tomado,
se propone dirigirse hacia los llanos al sur de Caracas, que no presentan ningún obstáculo para
sus operaciones. El enemigo ha perdido en este momento todas las fuerzas de que disponía.
Dentro de ocho días, nuestra Marina será formidable. Tenemos en el Orinoco 50 buques de
diversas dimensiones, que estamos armando a toda prisa con la artillería tomada al enemigo.
Así, pronto terminaremos de reducir al resto de Guayana, y al mismo tiempo nos apoderaremos
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del resto de la Marina española que se encuentra aquí, así como de sus fortalezas. Hemos
logrado ya, en el río, considerables ventajas. El Jefe de uno de los puestos españoles está a
punto de pasarse a nuestras filas con todo el destacamento de su mando, para lo cual le hemos
enviado ya un salvoconducto. La iniciativa de pasarse partió de dicho Jefe; de modo que, sin
duda alguna, dentro de quince días no habrá un solo enemigo en el Orinoco, sobre todo si
nuestro bravo Almirante [31] llega con las fuerzas navales de su mando.
Los informes del General Monagas [32] son de la naturaleza más favorable. El Coronel
Barroso [33] ha batido una partida enemiga de 200 hombres, matando a su jefe y a varios
oficiales, y dejándola casi completamente destruida. Los Llanos de Barcelona y de Caracas
están enteramente tranquilos, y libres de los ataques del enemigo. Los realistas sólo tienen 200
hombres en Chaguaramal [34], y una débil guarnición en Barcelona.
BOLIVAR.
(Sigue un estado de los objetos tomados.) [35]
* De un impreso de la época. No se conoce el documento original. Publicado, en francés y
neerlandés, en la “Gazette Genérale des Pays Bas” del miércoles 6 de agosto de 1817. El
conocimiento de este documento se debe al Licenciado Jesús Rosas Marcano. Agradecemos el
fotostato al Dr. Gabriel Giraldo Jaramillo. Ha de tenerse en cuenta que la Gazette había tomado
el Boletín de un periódico de lengua inglesa, el Star. De modo que el texto original fue
traducido primero al inglés, luego esta versión se tradujo al francés, y de éste lo hemos
revertido al castellano procurando adoptar, siempre que ha sido posible, las palabras usuales
del léxico bolivariano o a lo menos del de la época. Fácilmente se comprenderá, pues, que si
el texto que hoy damos refleja la sustancia de lo dictado por Bolívar, en cambio el estilo no es
propiamente el suyo. Insertamos a continuación el texto francés, tal como lo da la citada
Gazette, con los errores de transcripción de nombres que en él se deslizaron: "République de
Venezuela, BULLETIN. Guayana, 27 mai 1817. Le 24 du courant, au point du jour, nos
chaloupes canonniéres sous les ordres du colonel Armairo, ont suspris le poste espagnol
stationné dans l’ile de Faxardo, et se sont emparés de tout ce qui s’y trouvait. La prise des
navires nous a couté un homme tué et trois blessés. Celle de l’ennemi est de 40 hommes, tant
tués que prisonniers. Le commandant en chef du Bas-Apure annonce sous la date du 23 avril,
que toute la province de Cassanare, dans la Nouvelle-Grenade, a été occupée par les troupes
de la République, qui ont détruit les garnisons de Guasdualito et Columera, consistan! en 400
hommes, avec lesquels le general espagnol se proposait de secourir Varina. 180 Roy alistes on
été tués, et les tetes du gouverneur Gongora et du lieutenant-colonel Bailen ont été attachées a
la méme place oü La Torre, l’un des chefs des troupes royales, avait peu auparavant fait placer
celles du républicain Olmedilla et de ses compagnons d’infortune. Notre división s’est emparée
de 200 fusils, 25.000 cartouches, 51.000 dollars en argent, 200 charges de vivres, et deux
magasins d’habillemens. En conséquence de ce succés, le colonel Pérez a établi son quartier
general a Betaues, aprés s’étre assuré, au moyen d’un fort détachement de la possession des
salines de Chita, province de Tunja, et avoir facilité a. la province de Cassanare l’organisation
d’un gouver-nement provincial, qui est en pleine activité. La correspondance de Samano,
gouverneur de Santa-Fe, avec le general Morillo, interceptée a Pore par nos troupes, a fait
connaitre que la plus grande partie des villes de ce royaume sont en pleine révolte contre les
Espagnols. Les habitans de Socorro ont exterminé les 200 royalistes qui composaient la
garnison de cette place. Le general Paez a attaqué la ville de Saint-Antoine, défendue par
Remigio Ramoz, et s’en est rendu maitre aprés avoir défait l’ennemi, auquel il a pris tout son
matériel. Le colonel Rangel, qui agit dans les environs de San-Jaime, a completement
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défait une colonne espagnole, sous les ordres de Gorrín, qui a été tué dans l’action. Le
commandant Villasana a brusquement assailli San Carlos sur la route de Caracas, a passé la
garnison au fil de l’épée, puis est reñiré dans ses positions. Le colonel Guerrero resserrait la
ligne de San-Fernando, dont la garnison n’avait pas regu de renforts, et qui doit étre tombée
maintenant entre nos mains, suivant ce qu’assurait le general Paez. Ce dernier au moyen des
armes et des munitions dont il s’est emparé se propose de se diriger vers les plaines en arriére
de Caracas, qui ne présentent aucun obstacle a son approche. L’ennemi a perdu en ce moment
la totalité de ses forces disponibles. Dans huit jours notre marine sera formidable. Nous avons
sur l’Orénoque 50 navires de différentes grandeurs, que nous armons en hite avec l’artillerie
prise sur l’ennemi. Ainsi nos achéverons bientót la reduction du reste de la Guayana, et en
méme-temps nous nous emparerons du reste de la marine espagnole qui se trouve ici, ainsi que
de leurs forteresses. Nous avons deja remporté, sur la riviére, un avantage considerable. Le
commandant d’un des postes espagnols est sur le point de passer á nous avec tout son
détachement, et nous luí avons á cet effet envoyé un sauf-conduit. C’est lui-méme qui nous a
fait cette offre, de sorte que sans aucun doute, d’ici á quinze jours, il ne se trouvera plus un
ennemi sur l’Orénoque, surtout si notre brave amiral arrive avec les forces navales qu’il
commande. Les rapports du general Monagas sont de la nature la plus favorable. Le colonel
Barroso a battu un partí ennemi fort de 200 hommes, a tué le commandant et plusieurs officiers,
et détruit presque tout le détachement. Les plaines de Barcelone et de Caracas sont parfaitement
tranquilles, et affranchies des attaques de l’ennemi. Les royalistes n’ont que 200 hommes á
Chaguarama!, et une faible garnison á Barcelone. Signe BOLÍVAR. (Suit l’état des objets pris).
Notas
[1] [Agustín Armario.
[2] [Isla Fajardo. Véase la nota 2 del doc. n° 1865.],
[3] [Se refiere, muy probablemente, al General Páez.
[4] [Antigua Provincia de la Nueva Granada, limítrofe con los Llanos venezolanos.
[5] [Guasdualito. Véase la nota 4 del doc. n° 147.
[6] [Columera. No hemos logrado localizar este lugar de los Llanos.],
[7] [Barinas. La ciudad capital de la entonces Provincia (hoy Estado) de este nombre.
[8] [Gobernador Góngora. Ningún funcionario realista de este apellido ha podido ser
identificado por la Comisión.
[9] [Así se lee claramente en el periódico. Es muy posible, sin embargo, que se trate del oficial
del Ejército expedicionario Julián Bayer, Capitán en 1815 y Teniente Coronel en 1816, quien
se hallaba en Casanare y fue efectivamente capturado y ejecutado por las fuerzas republicanas
de aquella región a comienzos de 1817. En algunos documentos se le llama Coronel: tal vez
fue ascendido póstumamente, o lo había sido poco antes de morir.
[10] [El Brigadier realista Miguel de la Torre y Pando.
[11] [El prócer barinés Francisco Olmedilla (padre) sobre quien puede consultarse el doc. n°
159 nota 1, en la Correspondencia Oficial.
[12] [El Prócer militar colombiano, Coronel Ramón Nonato Pérez, nativo de la región de
Casanare de la cual era caudillo natural. Se destacó como Jefe de caballería en 1816, 1817 y
años siguientes. Combatió al lado de Páez en la acción de Mucuritas en enero de 1817.
Participó posteriormente en la campaña libertadora de la Nueva Granada, como "oficial
suelto", por hallarse pendiente un juicio militar instaurado contra él. Sin embargo, el Libertador
le confirió interinamente el mando de toda la Caballería de aquel Ejército en julio de 1819.
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[13] [Aun cuando en el periódico se lee claramente "Betaues", debe de tratarse de un error, por
"Betoyes", población de los llanos de Casanare (Colombia) cercana a Tame.
[14] [Salinas de Chita. Lugar de la antigua Provincia de Tunja (hoy Departamento de Boyacá;
en Colombia) situado en la región montañosa, a unos 130 Kms. a vuelo de pájaro al nordeste
de la ciudad de Tunja.
[15] [El militar español Juan Sámano (Selaya, Santander, 1753-Panamá, 1821) quien servía en
las fuerzas reales de América desde comienzos del siglo XIX, y se hallaba en Bogotá, con el
grado de Coronel, cuando se inició allí la lucha por la Independencia en julio de 1810. Pasó
luego al Ecuador, fue de los derrotados en Calibío, triunfó de los patriotas en la Cuchilla del
Tambo y fue nombrado Gobernador de Bogotá por el General Morillo. En mayo de 1818 se
juramentó como Virrey de la Nueva Granada, pero el año siguiente, al saber la derrota sufrida
en Boyacá por los realistas, huyó hacia la costa y llegó a Panamá, donde falleció a mediados
de 1821.
[16] [Santa Fe (o Santafé) de Bogotá, la capital entonces del Virreinato de la Nueva Granada
y hoy (ya denominada sólo Bogotá) de la República de Colombia.],
[17] [El General Pablo Morillo.],
[18] [Pore, ciudad de los llanos de Casanare, situada cerca de la Cordillera.
[19] [Es decir, el Nuevo Reino de Granada.
[20] [La Villa del Socorro, capital entonces de la Provincia de igual nombre, en la Nueva
Granada. Actualmente es parte del Departamento de Santander (Colombia).
[21] [El General José Antonio Páez (1790-1873), prócer de la Independencia, sobre quien
puede consultarse la nota 8 del doc. n° 155, en la Correspondencia Personal.
[22] [Villa de San Antonio. En la región de los Llanos existían y existen hoy varios centros
poblados de ese nombre (San Antonio). En el caso presente se trata de la cabecera de Municipio
de San Antonio, situada en la orilla norte del río Apure (Estado Barinas) a unos 110 Kms. en
línea recta al oeste de San Fernando de Apure. Consta que a fines de la época colonial se
llamaba a dicha población "la Villa de San Antonio de Apure".
[23] [El militar venezolano Remigio Ramos, nativo de la región barinesa, quien servía entonces
en los Ejércitos realistas. Véase la nota 5 del doc. n° 1228.],
[24] [El prócer venezolano Antonio Rangel, nacido en Mérida en 1788. Cursó estudios de
Derecho en la Universidad de su ciudad natal, donde se doctoró en 1810. Ese mismo año abrazó
la causa de la Independencia, por la cual combatió en el Llano hasta alcanzar el grado de
Coronel, con el cual participó en la batalla de Carabobo como Comandante de la 2a Brigada
de la Segunda División. Después de la victoria, marchó por orden de Bolívar a establecer el
sitio de Puerto Cabello. Poco después enfermó, y falleció en Maracaibo en setiembre de 1821.
[25] [La antigua Villa de San Jaime, situada a orillas del Río Portuguesa en la entonces
Provincia de Barinas. Hoy es un vecindario del Municipio Unión (Estado Barinas), al nordeste
de Camaguán y de San Fernando de Apure.
[26] [El Jefe realista Salvador Gorrín.],
[27] [Es posible que se refiera al Teniente Coronel Tomás Villasana, quien continuó
combatiendo bajo las órdenes del General Páez hasta 1820. Hacia octubre de ese año, según
parece, entró en tratos con los realistas, quienes le ofrecieron designarle Juez de Llanos si
asesinaba Páez. Descubierta su trama a comienzos del año siguiente, fue apresado por orden
de este Jefe y muerto cuando intentaba fugarse de la cárcel de Achaguas.
[28] [La población de San Carlos, capital hoy del Estado Cojedes.],
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[29] [Muy probablemente el entonces Coronel y más tarde General Miguel Guerrero (Guanare,
c. 1779-Mérida, 1832) quien tuvo notable participación en las campañas de la Independencia
en Barinas, Apure y Casanare, especialmente como segundo del General Páez. Diputado por
Barinas al Congreso de Angostura en 1819, y posteriormente Gobernador de la Provincia de
Barinas. En 1827 se estableció en Mérida, donde falleció.
[30] [San Fernando de Apure, la actual capital del Estado Apure.
[31] [El Almirante Luis Brión.
[32] [El General José Tadeo Monagas.
[33] [El Coronel Francisco Barroso, prócer militar venezolano activo en el Oriente y en la
región del Alto Llano. Su valor hizo que sus propios adversarios realistas —el General Morillo,
el Coronel Arana— lo calificasen de "temerario". Se distinguió, entre otras, en la batalla de La
Cantaura, ganada el12 de junio de 1819 bajo las órdenes del General Mariño, en la cual resultó
herido el Coronel Barroso. Según unos autores, falleció poco después a consecuencia de esas
heridas, pero según otros murió combatiendo en la región de Barcelona. No hemos podido
precisar cuál es la versión exacta.
[34] [Chaguaramal. Es posible que se refiera a la población llamada entonces Chaguaramal de
Perales (y hoy Zaraza) en la región oriental del actual Estado Guárico. Sin embargo, existían
otros centros poblados, en la misma región, denominados también Chaguaramal.
[35] [Así dice en el periódico, pero no se publica la lista.
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DOCUMENTO 2675 OFICIO DE BOLÍVAR PARA EL CORONEL ANTONIO RANGEL,
FECHADO EN EL SOMBRERO EL 17 DE FEBRERO DE 1818, EN EL CUAL LE TRATA
ASPECTOS VARIOS, ENTRE ELLOS EL RELATIVO A LA AMNISTÍA
RECIENTEMENTE DECRETADA.*
El Sombrero, 17 de febrero de 1818.
Al Coronel Rangel.
Instruido por el señor General Páez [1] de la llegada de V.S. a Calabozo con las tropas de su
mando, le he prevenido comunique a V.S. las operaciones que debe ejecutar conforme al plan
general. El dirigirá a V.S. con esta fecha las instrucciones a que debe sujetarse en sus
movimientos.
Además de las prevenciones que haga a V.S. el señor General Páez yo le recomiendo con el
mayor encarecimiento que se observe el más exacto orden y disciplina en las tropas, que se
prohíban los robos, violencias, vejaciones y todo exceso que pueda conciliarnos el odio de los
pueblos; y que trate a los que V.S. ocupe con dulzura, bondad y justicia.
Sin embargo de que una de las instrucciones que se comunican a V.S. es que se adelante cuanto
sea posible, ocupando todo el país que esté descubierto o de que pueda apoderarse, repito a
V.S. esta prevención y le autorizo para que sacando todo el partido y las ventajas que las
circunstancias le presentan ponga en insurrección los pueblos a donde no pueda introducirse,
los subleve y proteja. A este efecto incluyo a V.S. las últimas proclamas que se han publicado.
Hágalas V.S. circular, e introdúzcalas al país enemigo.
La política, de acuerdo con la humanidad, me ha movido a suspender la ejecución de la guerra
a muerte, y la experiencia ha empezado a manifestarnos la ventaja de esta medida. Más de 200
españoles se han pasado a nuestro ejército después que se les ha hecho saber la clemencia con
que se les recibe, y todas las tropas que lleva Morillo están dispuestas a pasarse, o por lo menos,
resueltas a rendirse si se vieren muy estrechadas. Es pues, preciso, que V.S. haga respetar y
cumplir en las tropas de su mando esta providencia, impidiendo que se mate a los prisioneros
que V.S. tome [2], bien sean criollos o españoles [3]. Los últimos se remitirán todos a
Calabozo, y de los primeros, los que hayan sido tan malos que no [4] pueda confiarse en ellos.
Dios, etc.
[BOLÍVAR]
Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 24, fol. 290 vº. Escrito de letra de Briceño Méndez,
sobre el destinatario puede verse la nota 24 del doc. nº 1867, Para las características del
cuaderno copiador véase la nota principal del doc. nº 2646.
Notas
[1] General de Brigada José Antonio Páez.
[2] Interlineado "que V. S. tome".
[3] Testado "que serán remitidos a Calabozo".
[4] Interlineado "no".
6
INFORMACIÓN VARIA SOBRE EL ENEMIGO Y LA DECISIÓN DE FIJAR EN ORTIZ
SU CUARTEL GENERAL.*
Sombrero, 19 de febrero de 1818.
Al Señor General Páez.
El Sargento del escuadrón Atrevido, Antonio Moncada, se me ha presentado reclamando le
haga restituir del Alférez Espinosa y seis compañeros más la ropa y prendas de su mujer que
ha sido saqueada en este pueblo. Según estoy informado, el Sargento Moneada es un antiguo
soldado de la República, digno de todas las consideraciones del Gobierno; pero aun cuando no
lo fuese, estando prohibido con pena de muerte el robo y las vejaciones a los vecinos, el Alférez
Espinosa y sus socios [1] si se les califica el delito, deben ser castigados [2]
Además de éste ha cometido la misma partida otros robos semejantes. La ciudadana Rafaela
Padrino que ha sido conocida siempre por patriota ha quedado reducida a la indigencia [3] Yo
espero que V.S. tomará el mayor interés en descubrir y calificar las acusaciones propuestas
contra el Alférez Espinosa y sus socios [4], que serán castigados conforme a la Ley, publicada
en el ejército para que sirva de escarmiento y freno a los demás.
Las noticias que hemos tenido ayer del enemigo han sido tan varias que me he visto obligado
a permanecer aquí con la división, hasta recibir informes exactos que puedan fijar mi opinión
para calcular las operaciones que debemos hacer. Según unos [5], Morillo ha dejado el ejército
en marcha y se ha adelantado con una pequeña partida hacia Caracas. Algunos dicen que lleva
el enemigo el camino de Camatagua que va a Los Pilones: otros dicen [6] otra cosa. La misma
dirección de Camatagua [7] lleva el Segundo López, que probablemente se habrá reunido [8]
ya a Morillo con su cuerpo, cuyas fuerzas, según [9] unos, están reducidas a 200 hombres,
cuando otros las aumentan hasta 600. Esta [10] incertidumbre de la situación del enemigo [11];
el temor de que los pueblos al vernos contra-marchar nos crean débiles, o den crédito a las
ficciones [12] con que tratará Morillo de hacer concebir que hemos sufrido mucho en la
persecución y en el combate del 16 [13]; la necesidad de que nuestra infantería descanse y se
reponga [14], lejos de molestarla más con marchas y contramarchas, y la imposibilidad de
movernos con una [15] multitud de estropeados que no pueden dar un paso ni hay en qué
montarlos, me ha movido a suspender ayer la orden de marcha, y estoy decidido a no hacerlo
sobre Calabozo, donde V.S. y el señor General Sedeño [16] levantarán las tropas que puedan
sacarse de esa parte.
La posición que probablemente elegiré para situar el ejército será Ortiz, que siendo abundante
de víveres y pastos está [17] a las puertas del territorio enemigo para ponerlo en insurrección,
y sacar todas [18] las ventajas que las circunstancias nos ofrezcan. No puedo decir a V.S.
cuándo marcharé; pero será tan pronto como sea posible, es decir, luego que el Coronel
Rangel haya emprendido sus marchas, o se me haya reunido el señor General Zaraza.
Entre tanto V.S. debe esforzarse por remontar su caballería de modo que esté pronta para
continuar las operaciones sobre Valencia, San Carlos y el Occidente de Caracas, conforme a
las circunstancias y movimientos del enemigo.
Dios, etc.
[BOLÍVAR]
* Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 24, fol. 293 vº. 294 vº. Escrito de letra de Briceño
Méndez. Sobre las características del cuaderno copiador, véase la nota principal del documento
n° 2646.
Notas
[1] Testado "no debieron ser castigados ocupan".
7
[2] Testado: "Yo espero que V. S. oyendo al portador (procederá) haga se le restituyan los
intereses que soli..." Lo colocado entre paréntesis está testado dos veces.
[3] Testado: "Mientras nuestras tropas se conduzcan tan perversamente y mientras no se
castiguen severamente los (que se) excesos de esta naturaleza, es imposible contar con la
opinión ni con la cooperación de los pueblos, que vejados (tan esc) con tanto escándalo nos
odiarán, huirán al acercárnosles, y se convertirán (contra) en fin contra nosotros". Lo colocado
entre paréntesis está testado dos veces.
[4] Testado "y".
[5] Testado "en el".
[6] Testado "lo contrario"
[7] Testado "lleva el".
[8] Testado "con".
[9] Testado "la relación de los que me han informado sobre su marcha" e interlineado: "unos
están reducidos a 200 hombres, cuando otros los aumentan hasta 600".
[10] Testado "situación".
[11] Testado "y".
[12] Testado "de Mo..."
[13] Testado "y".
[14] Testado "y no" e interlineado "lejos".
[15] Testado "por la" e interlineado "con una".
[16] Testado "pueden".
[17] Testado "también en".
[18] Testado "aprovechar" e interlineado "sacar todas".
8
DOCUMENTO 2747 OFICIO DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL DE BRIGADA JOSÉ
ANTONIO PAEZ, FECHADO EN SAN PABLO EL 2 DE MARZO DE 1818 EL CUAL
TRATA DÉ LAS QUEJAS QUE EXISTEN CONTRA LA CONDUCTA DE UN OFICIAL.*
San Pablo, 2 de marzo de 1818.
Al señor General Páez.
Sobre la multitud de quejas que he oído contra el oficial Cayetano Vargas [1] que quedó con
una partida por la Guadarrama al paso del señor Coronel Rangel [2] he recibido hoy informes
tan exactos de los robos, violencias y vejaciones de toda especie que ha cometido él mismo,
que no pueden oirse sin escándalo y horror. La justicia exige que aquel oficial sea juzgado y
castigado conforme a las leyes, para que sirva de ejemplo. Con este objeto lo he mandado
llamar; pero ya se había marchado para Santa Lucía de donde dicen que es Comandante. Sus
crímenes no pueden quedar impunes, y su castigo debe ser a presencia del ejército y de los
pueblos que ha maltratado. Prevengo, pues, a V.S. que libre sus órdenes, para que sea
aprehendido y conducido con seguridad a [3] mi cuartel general, donde será examinada y
juzgada su causa en el Consejo de Guerra permanente.
Dios, etc.
[BOLÍVAR]
* Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 24, fol. 308 vº. Escrito de letra de Briceño Méndez.
Sobre las características del cuaderno copiador, véase la nota principal del documento nº 2646.
Notas
[1] Nada hemos podido averiguar sobre este oficial, ni del grado militar que tenía.
[2] Coronel Antonio Rangel.
[3] Testado: "Calabozo".
9
encontró ya acampado en el sitio del Banco [5] a dos leguas del Rastro; las divisiones tuvieron
orden de acelerar el movimiento que les estaba prevenido; pero necesitaron de casi toda la
noche para incorporarse, y los enemigos la aprovecharon toda para retirarse con tal
precipitación que los cuerpos de caballería que se destinaron a molestarles no les alcanzaron
hasta las inmediaciones de Ortiz [6].
El Ejército siguió sus marchas, y en la mañana del 26 encontró al enemigo situado en las alturas
de Ortiz, en número de 1.000 hombres de infantería: sin embargo de que sus posiciones eran
ventajosísimas, por lo escarpado y pedregoso de los cerros, fueron atacadas por nuestra
infantería que con el mayor denuedo las ocupó todas, poniendo al enemigo en vergonzosa fuga,
después de haber combatido desde las once de la mañana, hasta cerca de la noche. Las alturas
quedaron cubiertas de cadáveres, y este cuerpo enemigo hubiera sido completamente destruido,
si nuestra caballería hubiera podido hacer algún movimiento, pero lo quebrado y fragoso del
terreno, y la proximidad de la noche, al paso que nos impedía causarle grande estrago en la
persecución, favorecía su fuga. En el pueblo de Ortiz dejó el enemigo un almacén de galleta, y
muchas armas y municiones, y sin detenerse en los pueblos de Parapara [7] y San Juan de los
Morros [8], se dirigió a la Villa de Cura.
El pequeño suceso de Semen persuadió al enemigo que nuestra retirada era una derrota, y tuvo
la temeridad de hacer dos marchas en el Llano, sólo para dar un nuevo testimonio de su
impotencia: queda otra vez reducido a Valencia y a los Valles de Aragua, con la diferencia de
que en las acciones del Semen y Ortiz ha perdido más de mil hombres de sus mejores tropas,
y que San Carlos y todo el Occidente están descubiertos y atacados por la poderosa División
que a las órdenes del Coronel Rangel [9] ocupó la Capital y demás pueblos de la Provincia
de Harinas. El Ejército continuará mañana sus operaciones, combinadas con las fuerzas del
Coronel Rangel, y podemos asegurar que el enemigo, amenazado en todos sus puntos, va
a verse forzado a cedernos el país y encerrarse en Puerto Cabello, o a ser despedazado en todas
partes si nos aguarda.
En la acción de las alturas de Ortiz recibió tres heridas el bravo Coronel Genaro Vásquez [10],
que murió el 27. La pérdida de tan benemérito oficial ha causado en todo el Ejército el más
vivo sentimiento. El Coronel Vásquez, desde que se levantó el grito de Independencia en
Venezuela, desenvainó su espada, y fue formidable a los españoles en multitud de combates,
en que siempre se señaló su valor, su subordinación, y su constancia. Murió también el Capitán
de Cazadores del Batallón de Barlovento Francisco Medina [11], y tuvimos treinta hombres
entre muertos y heridos.
Cuartel General en las cercanías de Ortiz. El Jefe de Estado Mayor General,
C.SOUBLETTE.
* De un impreso de la época. Archivo del Libertador, vol. 25, fol. 37. Es una hoja de 39 x 25
en dos columnas. El pie de imprenta dice: "Andrés Roderick, Impresor del Ejército de la
República".
Notas
[1] General de Brigada José Antonio Anzoátegui.
[2] General de Brigada Pedro Zaraza.
[3] Riachuelo al sur del pueblo de El Rastro; desagua en el río Tiznados.
[4] Riachuelo que corre a través del hato del mismo nombre, a unos treinta kilómetros al norte
de El Rastro; vierte sus aguas en el río Tiznados.
[5] Sitio a unos ocho kilómetros al norte de El Rastro.
[6] Ortiz: cabecera de Municipio del Distrito Roscio, Estado Guárico.
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[7] Parapara: cabecera de Municipio del Distrito Roscio, Estado Guárico.
[8] San Juan de Los Morros: actual capital del Estado Guárico.
[9] Coronel Antonio Rangel, procer venezolano, nació en Mérida el 13 de junio de 1789. En la
Universidad de Mérida obtuvo el título de Maestro en Filosofía, el 24 de octubre de 1809. Se
distinguió en muchas acciones militares, entre ellas, la segunda batalla de Carabobo. Murió en
Maracaibo en septiembre de 1821. Algunos de sus biógrafos dan el año de 1788 como el de su
nacimiento y le asignan el título de abogado. Estos conceptos son aclarados por Tulio Febres-
Cordero (Obras Completas, tomo II, p.p. 301-303).
[10] Coronel Genaro Vásquez.
[11] Capitán Francisco Medina. Nada hemos hallado sobre este oficial republicano. En el
documento nº 2297 se hace a un Teniente Coronel graduado Medina.
11
de su firmeza fueron destrozadas sus columnas de caballería, y mucha parte de su infantería.
La que no entró en combate debió su salvación a haber tomado el bosque por la morosidad de
nuestra reserva, que no llenó su deber, a pesar de los esfuerzos de sus jefes. El campo quedó
cubierto de mil cadáveres, de multitud de armamento, municiones, equipajes, comisarías, y
gran cantidad de prisioneros. El Brigadier Correa [9], Jefe del Estado Mayor General, y el
Coronel González Villa [10], Comandante de Castilla [11], han muerto entre otros oficiales de
graduación. También se dice del General La Torre, aunque no se sabe positivamente. Todos
los jefes de los Dragones de la Unión, de los Húsares, y Lanceras del Rey, han muero
igualmente.
Nuestra pérdida es pequeña; pero se hace muy sensible por no haber podido obtenerse un
completo suceso continuando nuestras marchas hasta Valencia, por el estado a que ha quedado
reducida nuestra caballería por sus marchas y contramarchas. La División del General Sedeño
mantiene en tranquilidad todos los Llanos de Calabozo.
En ocho combates, que con sucesos alternados han prolongado una campaña, que debía haber
sido ya terminada, se ha visto en ambas partes conservar sus posiciones, que respectivamente
más convienen a los dos ejércitos. Los españoles fuertes en infantería cubren las montañas:
nosotros fuertes en caballería poseemos las llanuras, y todo el interior de Venezuela. Aunque
aparentemente esta campaña parece indecisa nada, puede hacerla inclinar en favor de las armas
españolas. Ellos han perdido sus generales, jefes, oficiales y tropas europeas, y más de tres mil
soldados del país, todos los recursos, todos los abastos, y todas las caballerías. Nosotros hemos
sufrido la pérdida, debemos confesarlo, de más de mil infantes y quinientos caballos, algunas
armas y municiones, y algunos bravos oficiales; pero nosotros reparamos nuestras desgracias
con la misma prontitud que las experimentamos, en tanto que nuestros enemigos tienen sus
elementos militares a tanta distancia del teatro de la guerra, y sus sacrificios por esta causa les
son infinitamente más costosos que a nosotros, que todo lo tenemos en el seno de nuestro país.
Cuartel General en San Fernando.
El Subjefe de Estado Mayor General,
FRANCISCO DE P. SANTANDER.
* De una hoja impresa coetánea. Archivo del Libertador. Vol. 25, fol. 73. La citada hoja tiene
por pie de imprenta: "ANDRÉS RODERICK, Impresor del Ejército de la República". El
boletín está firmado por el Coronel Francisco de Paula Santander, Subjefe del Estado Mayor
General.
Notas
[1] Brigadier Pascual Real.
[2] General de División Manuel Sedeño.
[3] General de Brigada Pedro Zaraza.
[4] Coronel Rafael López.
[5] Brigadier Miguel de La Torre.
[6] General de Brigada José Antonio Anzoátegui.
[7] Teniente Coronel Guillermo Iribarren.
[8] Coronel Antonio Rangel.
[9] Brigadier Ramón Correa.
[10] Coronel Pedro González Villa.
[11] Batallón de linea segundo del Castillo. Este nombre Castilla se refiere al regimiento al
cual pertenece el batallón.
12
DOCUMENTO 2791 OFICIO DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL DE BRIGADA JOSÉ
ANTONIO PAEZ, FECHADO EN SAN FERNANDO EL 21 DE MAYO DE 1818,
MEDIANTE EL CUAL LE PARTICIPA LA OCUPACIÓN DE CALABOZO POR
MORALES Y LA SALIDA DE LONDRES DE UNA EXPEDICIÓN INGLESA.*
San Fernando, 21 de mayo de 1818.
Al Señor General José Antonio Páez.
Señor General:
Al despachar los adjuntos pliegos he recibido los tres oficios de V.S. fechas de 17 y 18 con
todos los partes que V.S. me incluye del señor Coronel Rangel [1] y del Teniente Coronel
Galea [2]. Yo creo con el primero que la División venida a Nutrias es la de Calzada [3], y que
seguramente es la misma que el Comandante Salaobscura dice haber seguido para Nirgua,
porque no puede concebirse con qué objeto hayan destinado allí estas fuerzas, y es más
probable que sea una equivocación o del que dio la noticia o del que la escribió [4].
También he recibido en este acto [5] parte verbal de haber entrado a Calabozo Morales con
una división de mil hombres. Sin embargo de no haber llegado de oficio esta novedad, yo no
la dudo, porque el señor General Sedeño [6], con fecha del 17, me participa desde El
Mosquitero [7] que había emprendido allí sus marchas al Sombrero, porque se decía que
Morales se dirigía a Calabozo, a donde vendría él a buscarlo por el camino de La Uriosa [8] si
por los reconocimientos que había mandado hacer resultaba cierto este movimiento de
Morales. Yo espero con confianza un suceso feliz por esta parte, y entretanto he tomado las
medidas necesarias para observar a Calabozo, y que se pasen a este lado los caballos que cuida
del otro el Capitán Carbajal [9].
Los despachos que acabo de recibir de Angostura confirman las noticias de la expedición de
que habla la carta del señor General Soublette que incluí a V.S. antes. Nuestro Agente en
Londres [10] nos participa estas noticias de un modo tan positivo, que no admite duda de que
habrá salido de España a fines del mes pasado o principios del presente.
Para prepararnos a rechazarla y destruirla, es necesario esforzarnos por completar la
destrucción de las pocas fuerzas que quedan al enemigo y especialmente las que pueden
molestarnos en el Llano [11]; pero como tal vez es preciso que V.S. obre en combinación con
el General Sedeño, me parece muy conveniente que no se aleje V.S. por ahora hasta que
sepamos el suceso que tengan en Calabozo nuestras armas; y creo más acertado que
dedicándose V.S. a reunir todas sus fuerzas y aumentarlas, aguarde ahí antes de marchar sobre
Nutrias las órdenes que le comunicaré cuando reciba el parte del señor General Sedeño que
aguardo de hoy a mañana.
La correspondencia de Angostura contiene muchas noticias importantes y satisfactorias. El
señor Almirante [12] debe haber regresado ya de su expedición con muchas armas y
municiones y tropas inglesas. Además de estos auxilios, el Consejo de Gobierno ha contratado
10.000 fusiles, de los cuales 4.000 llegarán a Guayana en todo este mes.
Los informes del Comandante Galea [13] sobre el Coronel Pérez [14] no son los que se
necesitan para proceder con todas las formalidades que exigen las leyes y el decoro del empleo
que él desempeñaba. Es preciso que los pida V.S. tan formales y solemnes que no pueda
dudarse de que es la justicia y no la pasión la que lo condena a un juicio.
Dios, etc.
[BOLÍVAR]
13
* Del copiador nº 9. Archivo del Libertador, vol. 25, fol. 5 a 6. Escrito de letra de Briceño
Méndez. Para las características del cuaderno copiador, véase la nota principal del documento
nº 2776.
Notas
[1] Coronel Antonio Rangel.
[2] Teniente Coronel Juan Galea.
[3] Coronel Sebastián de la Calzada.
[4] Después de esta palabra fue testado lo siguiente: "De todos modos me parece que no debe
V. S. mirarla con desprecio, sino con mucha atención, y que nos conviene mucho destruirla
cuanto antes para no darle lugar a que se engruese o fortifique. "En este momento acabo de
recibir despachos de Angostura confirmando las noticias de la expedición de que habla la carta
del señor General Soublette que incluí a V.S. (Esta noticia) Nuestro agente en Londres es quien
nos participa esta noticia de un modo tan cierto que no queda duda de que saldría de España a
fines del mes pasado o a principios del presente". (Las dos palabras entre paréntesis ya habían
sido testadas).
[5] Interlineado: "acto" donde se testó: "momento".
[6] General de División Manuel Sedeño.
[7] Mosquitero: pequeño poblado a 24 kilometros al este de Calabozo, en el cual, el Teniente
Coronel Vicente Campo Elías venció a José Tomás Boves, el 14 de octubre de 1813.
[8] La Uriosa (En el copiador aparece como Auriosa).
[9] Capitán Lucas Carvajal. Con toda seguridad se trata de este prócer, sobre quien puede
consultarse la nota 1 del documento nº 1873
[10] Luis López Méndez.
[11] Después del vocablo "Llano" fue testado el párrafo siguiente: "Batidos Calzada por V. S.
y Morales por el señor General Sedeño quedaríamos dueños tranquilos de los Llanos y
podremos dedicarnos exclusivamente a aumentar el ejército, pero no por esto debe V. S. diferir
el librar sus más estrechas órdenes para que se haga la recluta activamente en todo el territorio
de su mando tanto para infantería como para caballería / Nuestra causa en Europa".
[12] Almirante Luis Brión.
[13] Teniente Coronel Juan Galea.
[14] Coronel Ramón Nonato Pérez.
14
de todo, voy a dar a V.S. confidencialmente algunos detalles que se han omitido, y de los cuales
podrá V.S. hacer el uso que crea conveniente, reservando los que sean desfavorables.
Dueño por las victorias de Calabozo y El Sombrero de todos los Llanos que abandonó en su
fuga el enemigo, y estropeada [1] nuestra caballería con las largas y forzadas marchas que
había hecho, me fue forzoso regresar a Calabozo con el objeto de organizar las posesiones
adquiridas; asegurar la tranquilidad del Llano, y engrosar el ejército con las gentes del país,
para reparar las pérdidas que habíamos sufrido.
Entre tanto se ejecutaba todo esto destiné al señor General Páez con una división para que fuese
e reforzar la otra línea contra San Fernando y forzase la plaza a rendirse o la tomase al asalto.
Esta operación era de primera necesidad, porque existiendo San Fernando en el centro de los
Llanos y a las riberas del Apure, retardaba y hacía difíciles nuestras comunicaciones, obstruía
e imposibilitaba la navegación de este río, y ponía en continua alarma todos los pueblos vecinos
y los que están situados a las riberas del mismo río. Las operaciones del General Páez, aunque
muy felices, no tuvieron el pronto resultado que yo deseaba. El Ejército se desmoralizaba en
Calabozo por la inacción: el enemigo se rehacía en Valencia y los Valles de Aragua: el suceso
de San Fernando tardaba: no era posible esperar más sin exponernos a consecuencias muy
funestas; fue, pues, preciso marchar. La marcha se dirigió sobre la Villa de Cura, que se hallaba
ocupada por la izquierda del ejército español; mientras que el centro y la derecha existían en
Valencia y San Carlos. El señor General Páez tenía orden de atacar este último puesto, y era
mi objeto batir el primero, u obligarlo a que reuniéndose en Valencia al cuerpo principal de
sus fuerzas, abandonase los Valles de Aragua, la capital y toda la parte oriental de la Provincia
de Caracas donde podía el Ejército engrosarse rápidamente. La velocidad con que el jefe de
nuestra vanguardia ejecutó el movimiento sobre la Villa de Cura, impidió al Brigadier español
La Torre retirarse hacia Valencia, y prefirió dirigirse a La Victoria para libertarse de la
persecución de nuestra caballería, que por la otra vía le habría impedido o molestado mucho la
operación. De La Victoria La Torre continuó su retirada hacia Caracas dejando en nuestro
poder todos los Valles. La superioridad de nuestras fuerzas sobre La Torre, la posición en que
él se hallaba y la ventaja que nos daba la fuerte posición de La Cabrera, para resistir cualquiera
tentativa que emprendiese Morillo por salvar la división que habíamos cortado, nos empeñó en
el proyecto de perseguir ésta hasta destruirla. El cuerpo principal del Ejército marchó sobre
Las Cocuizas y una gruesa columna de caballería y un batallón de infantería fueron a cubrir La
Cabrera. Cuando nuestras fuerzas se hallaban a la vista del enemigo, que había sido envuelta
ya por una partida, tuve el dolor de saber que La Cabrera había sido sorprendida y tomada por
Morillo; que nuestras fuerzas se habían retirado en algún desorden, parte para la Villa de Cura
y parte para La Victoria, el Ejército en aquel momento debió triunfar de La Torre; pero este
triunfo era insignificante si no corríamos en socorro de nuestra caballería, y si daban tiempo al
enemigo que había ocupado a Maracay para que ocupando la Villa de Cura nos interceptase
las comunicaciones con el señor General Páez y con todo el Llano. Una marcha forzada que
duró toda la tarde y la noche del 14 de marzo nos sacó del embarazo. Al amanecer del 15 estaba
ya reunida al Ejército toda nuestra caballería y a aquella hora entramos en la Villa de Cura. El
enemigo que al ocupar a Maracay había sufrido una pérdida considerable y que ignoraba la
situación de La Torre, temió adelantarse de allí. El 15, reunido el ejército en la Villa de Cura,
hizo alto a descansar de las fatigas precedentes hasta las tres de la tarde en que se continuó la
retirada hacia el Llano. Las lluvias habían de tal modo deteriorado el camino que fue preciso
al anochecer acampar.
15
Creyó Morillo fácil sorprender el Ejército en el campamento como había sorprendido la
División de Cabrera: hizo una marcha forzada, y dio sobre nuestros puestos, avanzados a las
inmediaciones de la Villa de Cura. Nuestras avanzadas lo contuvieron hasta que el Ejército
tomó la posición de Semen donde se ha dado la batalla que está descrita en el Boletín del 19
de marzo. Pocas veces nuestras tropas han combatido con tanto valor como aquí. Cuantos
cuerpos presentó el enemigo fueron arrollados y acuchillados: más de mil españoles perecieron
o fueron heridos en esta acción: ni el General en jefe escapó; pero el fruto de tan gloriosa
jornada quedó reducida a esto, porque nuestros caballos desmayados del hambre y del
cansancio se inutilizaron, de modo, que nos vimos obligados a continuar nuestra retirada hacia
el Llano, y aunque no fuimos molestados por el enemigo, la indisciplina de las tropas produjo
algún desorden que dio causa a que se desmembrasen algunos cuerpos.
El señor General Páez después de haber ocupado a San Fernando y tomado prisionera la
guarnición que intentó salvarse, marchaba ya sobre El Pao y San Carlos; pero este movimiento
era inútil porque la División que existía allí, se había reunido a la de Valencia y el ejército
enemigo formaba un solo cuerpo. Tuvo, pues, orden el General Páez para venir al Rastro y
para que aguardase allí las tropas que después de la retirada de Semen se habían acuartelado
en Calabozo. Cuando la División del General Páez entraba a aquel pueblo recibió avisos de
que el enemigo se aproximaba. Se redoblaron los esfuerzos para dar la batalla aquella misma
tarde acelerando la marcha de las tropas que salieron de Calabozo; pero éstas no pudieron
llegar, y el enemigo informado de la reunión de las dos divisiones aprovechó toda la noche
para retirarse con una precipitación extraordinaria y que tenía todo el aspecto de una fuga. Por
viva que fue nuestra persecución no pudimos alcanzarlo hasta las inmediaciones de Ortiz a
donde se había refugiado, confiado en lo montuoso y áspero del terreno. Se empeñó aquí el 26
una batalla cuyo resultado fue de poca importancia, porque no pudiendo perseguir al enemigo
en su derrota, tampoco adelantamos nada en nuestras posiciones por aquella parte.
Mientras La Torre a la cabeza del ejército español ejecutaba los movimientos de que he
hablado, destinó Morillo al Brigadier Real [2] con una débil división, para que ocupase de
nuevo El Pao, y levantase allí un cuerpo de ejército con la recluta que debía hacer en el país y
la que se le remitiese de todo el Occidente. Por otra parte El Pao era la dirección que más nos
convenía para acercarnos a Valencia, donde se habían concentrado todas las fuerzas enemigas.
El Ejército se movió para allí y el señor General Páez que fue encargado de batir a Real antes
que se hiciese más fuerte, no pudo lograrlo, porque al acercarse nuestras tropas, se retiró éste
a las alturas de Carabobo. El General Páez debía esperar para internarse a Valencia que se le
incorporase una brigada de caballería que conducía de Harinas el Coronel Rangel [3] y una
fuerte división que fui yo mismo a organizar en Calabozo reuniendo varios destacamentos que
se habían destinado a perseguir las partidas de guerrilla que había diseminado el enemigo en
su salida al Llano. La División se formó y marchaba ya en dos cuerpos que debían reunirse el
17 de abril para seguir a incorporarse al General Páez, cuando fue sorprendido y dispersado el
cuerpo principal en las inmediaciones de San José de Tiznados por una división enemiga que
salió de Carabobo a marchas dobles y por caminos desusados. El señor General Sedeño que
mandaba el otro cuerpo tuvo que contramarchar sobre Calabozo a oponerse al vencedor.
Instruido el General Páez de estos sucesos, e informado de que el ejército enemigo marchaba
sobre San Carlos, se dirigió allí con el objeto de examinar su situación y fuerzas y batirlo si era
posible. Ocupó la ciudad, que el enemigo evacuó al sentirlo y tomando posiciones en las
montañas y bosques vecinos, de donde no era fácil desalojarlos. Como aun no se le había
incorporado el Coronel Rangel, el General Páez quiso aguardar este refuerzo para dar la
16
batalla. Dejó, pues, a San Carlos, y vino a Cojedes donde efectuó la reunión. Este movimiento
nos dio la ventaja de haber atraído al enemigo al llano; porque creyendo que nuestras tropas
huían del combate salió precipitadamente en nuestra persecución. En el Boletín del 13 de mayo
hallará V.S. los interesantes detalles de la sangrienta batalla de Cojedes, en que el ejército
español perdiendo sus más célebres jefes y sus más selectas tropas ha quedado reducido a un
esqueleto. Nuestra caballería que formaba nuestra fuerza principal necesitaba remontarse,
porque los caballos que habían sufrido mucho no estaban en disposición de emprender
marchas. Esta operación no podía ejecutarse sino en la Provincia de Harinas, donde existen
nuestras remontas: el General Páez vino a ella.
Después de tantas batallas y combates en que no siempre la fortuna nos había concedido sus
favores, nuestra infantería se había disminuido muy considerablemente, porque las armas para
reponer nuestras pérdidas en esta arma, cada día se hacían más sensibles. Sin reformarnos no
era posible perseguir al enemigo en sus posiciones de las montañas, que ha vuelto ha tomar
después de la batalla de Cojedes. Además el invierno [4] hacía ya muy penosa la campaña,
nuestras municiones se habían consumido, el ejército necesitaba de algún descanso, resolví,
pues, suspender las operaciones activas y venir a esta capital a activar la adquisición de armas
y municiones y levantar nuevos cuerpos de infantería. Probablemente dentro de dos o tres
meses se abrirá de nuevo la campaña, si como espero, se cumplen las contratas que he
celebrado para proveernos de lo que necesitamos. Yo me lisonjeo con que esta vez los sucesos
serán más decisivos y que el enemigo debilitado con la enorme pérdida de sus tropas europeas
que han desaparecido ya, sin confianza en las que hoy forman sus fuerzas y aterrado con los
repetidos reveses que ha sufrido, no podrá oponernos una resistencia tan viva y obstinada.
Durante mi ausencia el señor General Páez con su bravo Ejército ha quedado encargado de
defender los Llanos de Calabozo y toda la Provincia de Barinas, que habiendo sido los teatros
principales de la guerra han quedado en nuestro poder. Los enemigos no poseen en todo aquel
territorio un solo puesto, ni conservaban en él otras fuerzas que dos guerrillas con que Morales
y Calzada vagaban sin atreverse a fijar en ningún punto, y sólo con el objeto de excitar los
pueblos a la insurrección. Últimamente el primero ha sido sorprendido y destruido por el
General Páez y el segundo después de haber perdido su caballería en un encuentro con el
Coronel Rangel, debe haber caído en manos del Gobernador de Barinas, Gómez que
había salido a buscarlo con un cuerpo de más de mil hombres.
Además del fuerte Ejército del General Páez, los Generales Marino y Bermúdez sitian con otra
a Cumaná reducida a la última extremidad: el General Monagas aflige a Barcelona, dominando
todos los Llanos y el interior de su Provincia; y el General Zaraza cargará con su División a la
conservación de los de Caracas, ocupando la parte oriental de ellos.
Amenazado así el enemigo por todas partes y sin fuerzas de qué disponer, se ve forzado a
permanecer en sus posiciones, que no podrá conservar cuando reformada nuestra infantería, se
pongan en acción todas nuestras fuerzas.
La guerra en Venezuela ha tomado un aspecto tan decisivo a nuestro favor, que no hay que
temer nada de parte de los españoles. Aun cuando les llegasen los refuerzos que V.S. me
anuncia, estos no producirían otro efecto que prolongar un poco más la campaña, y dar ocasión
al pueblo venezolano para multiplicar sus glorias, haciéndole redoblar sus heroicos esfuerzos
y sacrificios. Ninguna fuerza venida de España puede obtener otro resultado. Ocupados por
nosotros todos los Llanos, y estando sus habitantes decididos a sostener a todo trance su
libertad, no le queda al enemigo que nos invade recurso para su subsistencia, comodidad para
sus transportes, ni modo alguno de levantar fuerzas de caballería, sin las cuales es imposible
17
dominar a Venezuela. Mientras más numerosos sean los ejércitos de infantería que bajen a
nuestras Llanuras, más fácil y segura es su destrucción. Sin caballería además de que no
encontrarán ni aun medios de qué subsistir, se verán continuamente asaltados por nuestras
partidas volantes que los molestarán sin cesar y los debilitarán hasta que den con todas nuestras
fuerzas reunidas. En la situación actual de las cosas nada tienen que esperar los españoles, y sí
deben temerlo todo.
Para ser libre Venezuela y para libertar ella a la Nueva Granada no necesita sino de armas y
municiones. Si V.S. se interesa y esfuerza porque estos auxilios nos vengan abundantemente,
esté V.S. cierto de que no adelantarán los españoles un paso en nuestro país. Sólo la falta de
estos elementos puede conceder a nuestros enemigos algunas ventajas, que ni sus fuerzas ni su
valor les darán nunca, mientras la desigualdad en las armas no sea un obstáculo insuperable
para nosotros.
Dios guarde a V.S. muchos años.
[BOLÍVAR]
Pedro Briceño Méndez.
Secretario de Estado y Relaciones Exteriores.
* De una copia xerox cuyo original se encuentra en el Archivo Diplomático y Consular del
Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. Legaciones en Europa, tomo nº 471. Escrito
de letra de Briceño Méndez. La copia fue suministrada por el señor Ingeniero José M. de Mier,
de Bogotá. En la parte superior izquierda del documento original se lee "Principal".
Notas
[1] Interlineado: "desmayados" donde se testó: "destruidos".
[2] Pascual Real.
[3] Coronel Antonio Rangel.
[4] En el original está escrito "hibierno".
18
de las Queseras del Medio, marchó sobre Nutrias en solicitud del Coronel español Reyes
Vargas: ocupó aquella ciudad sin resistencia el día 10 del presente, y habiendo sabido allí que
el destacamento enemigo se había apostado en el Trapiche de Alejos, en donde se había
fortificado, determinó atacarlos con el escuadrón de Carabineros, que echando pie a tierra
marchó protegido por el escuadrón de lanceros El Valiente. El Trapiche dista de la ciudad dos
leguas y media, y está situado entre un espeso bosque.
El enemigo defendía la entrada a él con dos fuertes emboscadas a los flancos, y una trinchera
en el centro.
La primera compañía de nuestros Carabineros atacó intrépidamente esta, la tomó al asalto,
mientras que la primera y segunda compañía batían y desalojaban las emboscadas.
El suceso fue tan completo como pronto; pues antes de un cuarto de hora éramos dueños del
campo. Perdió el enemigo en este combate 34 hombres que murieron, algunos prisioneros, los
fusiles de todo el destacamento, que los arrojaban en su fuga, todas sus municiones y equipajes.
Nuestra pérdida se redujo a un solo hombre, lo que no es de extrañar, porque nuestras tropas
tomaron al enemigo por sorpresa.
Después de este suceso el Coronel Rangel destinó algunas guerrillas para que obren sobre
San Vicente, y toda la ribera izquierda del Apure, y ha venido a incorporarse al ejército.
El Teniente Coronel Peña ha obtenido también muchos pequeños sucesos: ha destruido cinco
partidas enemigas, y ha regresado cargado de despojos, y con más de 50 prisioneros, además
de 45 hombres que han muerto en los diferentes encuentros.
Es increíble el número de prisioneros que se hacen todos los días. Dos guerrillas que están en
las inmediaciones de Achaguas apresan a cuantos salen fuera de la Villa. Así es que el enemigo
está reducido a sus cuarteles, de donde no pueden salir sino los cuerpos reunidos.
La situación de Morillo es tan desesperada que no es posible permanezca más tiempo en los
Llanos. Si se detuviese algunos días más, tendrá que lamentar otras muchas pérdidas que le
causarán una fuerte columna de caballería que ha marchado ya sobre la misma Villa a
observarlo, y molestarlo muy de cerca, y las guerrillas que he establecido sobre Calabozo y el
Baúl. La primera al mando del señor Coronel Urquiola con tropas suficientes hasta para tomar
la ciudad; y la segunda al del Teniente Coronel Villasana que se extenderá hasta San Carlos.
Reitero a V.E. mis anteriores peticiones.—Todo cuanto he pedido es necesario e indispensable
para aliviar de algún modo a nuestros soldados, que han sufrido privaciones de todo género.
Se me ha informado que el ciudadano Montebrune, separado del Estado Mayor de Oriente a
consecuencia de las ocurrencias del señor General MARIÑO con V.E., ha entrado a servir de
nuevo en clase de Secretario del señor Gobernador de esa Provincia. Este hombre, que por
repetidas veces ha sido acusado, depuesto y repuesto, y que en ningún empleo ha podido servir
de un modo satisfactorio, no debe continuar en el servicio de la República, y aún mejor sería
que evacuase el territorio de ella.
P.S. Incluyo a V.E. una carta de Morales, interceptada por una guerrilla nuestra. Por la pérdida
que sufrió en el combate del 2 el cuerpo de Morales, inferirá V.E, cuál ha sido la pérdida del
enemigo allí.
Dios, etc.
BOLÍVAR.
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVI, págs. 312 - 314.
19
DOCUMENTO 3681. OFICIO DE BOLÍVAR PARA EL CORONEL RANGEL, FECHADO
DESDE PASO CARABALLERO EL 20 DE ABRIL DE 1819. EN PRIMER TERMINO LE
ACUSA RECIBO DE LA CARTA DEL 18 DE ESE MISMO MES, EN QUE LE EXPONE
LA SITUACIÓN DE LATORRE Y SUS FUERZAS. EN SEGUNDO LUGAR, LE IMPARTE
LAS INSTRUCCIONES PRECISAS SEGÚN EL SITIO, A PIN DE PRESENTARLE
COMBATE Y ORDEN DE PERSEGUIRLO; Y ASI MISMO LE PREVIENE, COMO Y
CUANDO DEBE EFECTUAR DICHO COMBATE, Y LA MANERA DE EVADIRLO .*
Paso Caraballero, abril 20 de 1819.
Al Coronel Rangel.
Informado por el oficio y carta de US. fecha 18 del corriente de la situación y fuerzas de
Latorre, he creído con US. que no solamente es probable sino seguro el suceso si reforzado
US. con el regimiento de Húsares lograse encontrarlo todavía en Santa Lucía. Al efecto, pues,
marcha el señor Coronel Iribarren con su regimiento.
Si por las noticias últimas que US. tenga, existe aún Latorre o sus tropas en Santa Lucía o en
sus inmediaciones, se dirigirá US. a atacarlo, empleando todas las medidas de precaución que
dicta la prudencia para asegurar el resultado.
Batido el cuerpo de Latorre lo perseguirá US. de modo que no se aleje mucho de Nutrias, y me
participará volando el suceso, anunciándome las ventajas que puedan sacarse de la victoria.
Entretanto recibe US. mi contestación para seguir obrando, se situará en los alrededores con
todas sus fuerzas. Si al llegar US. a Santa Lucía Latorre hubiese seguido para Achaguas o se
hubiere retirado para Barinas, o alejado mucho de Nutrias, de modo que no pueda US. batirlo
pronto, suspenderá US. su marcha y esperará nuevas órdenes, que libraré a US. oportunamente
en virtud de las noticias que yo tenga del ejército español y de las que US. me haya dirigido.
Yo espero que US. ejecutará esta operación con toda la prudencia, valor y celeridad que
aseguran los sucesos, no emprendiendo sino lo que sea seguro o muy probable, y ejecutándolo
todo con la intrepidez que ha distinguido siempre a US.
En la persecución del enemigo tendrá US. presente la necesidad de aumentar nuestra infantería
para tomar prisioneros de esta arma cuantos sean posibles, luego que decidida la acción no
tenga US. que temer nada de ellos.
Dios, etc.
BOLÍVAR.
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVI, págs. 327 - 328.
20
de ningún modo el contenido, no sea que se divulgue la operación antes que se hayan tomado
las medidas que indico. Al mismo tiempo le enviará V.E. todas las noticias que he participado
a V.E. sobre nuestras operaciones por esta parte, para ocultar también de este modo el objeto
de la correspondencia.
El 11 participé a V.E. el brillante suceso del Coronel Rangel sobre el cuerpo de tropas de
Reyes Vargas. Una de las guerrillas que destinó a obrar sobre la ribera izquierda del Apure, se
adelantó hasta las inmediaciones de Barinas, y habiendo sabido que Latorre marchaba de allí
hacia Nutrias con un cuerpo de 150 hombres fusileros regresó en su solicitud; pero apenas pudo
alcanzar ya a un español, asistente del mismo Latorre que le informó haberse éste unido con
Vargas en Santa Lucía. Nuestra guerrilla que temerariamente buscaba aquel cuerpo, se dirigió
entonces a La Luz, donde existía un escuadrón enemigo, y haciendo una marcha forzada cargó
sobre él, lo sorprendió completamente, mató algunos que le presentaron resistencia y tomó
prisionero todo el resto. Algunas ventajas semejantes han alcanzando las guerrillas que el señor
Coronel Nonato Pérez tenía sobre Pedraza y San Vicente; una de ellas regresó con los
prisioneros.
Después de haber dado algún descanso a las tropas, he determinado marchar con el ejército, y
mañana emprendo un movímiento sobre Nutrias. Ocupada por nosotros aquella ciudad,
estamos en disposición de obrar y ocupar todo el Occidente de Caracas, y Morillo se verá en
la necesidad de retirarse del Apure. Para cualquiera de estos dos casos queda el señor General
Páez observándolo, con más de 1.000 hombres de caballería, frente a Achaguas. El lo
perseguirá y molestará de todos modos, mientras que el resto del ejército se ocupa de
operaciones más importantes y ventajosas.
Supongo que habrá despachado ya V.E. la escuadrilla o estará pronta para salir. El señor
Capitán de navio Antonio Díaz debe venir mandándola o debe venir a tomar el mando de ella,
si se hubiera quedado allá. Se acerca el momento de obrar en el Apure, y sin la escuadrilla no
podemos emprender nada.
Por mi oficio al señor General Bermúdez, verá V.E. cuan importantes creo las operaciones del
ejército de Oriente. V.E. por su parte se esforzará por engrosarlo y auxiliarlo con todo lo que
pueda contribuir la Provincia de Guayana en tropas, armas o cualquiera otra especie de socorro.
Repito a V.E. que la desnudez del ejército es extraordinaria. El invierno ha entrado ya con
bastante vigor, y si continúa y nuestras tropas no se cubren de alguna manera, las enfermedades
aumentarán nuestras pérdidas. En Margarita hay 2.000 vestidos que nos servirían muy bien si
llegaran ahora.
Yo creo que el General Urdaneta debe haberlos remitido a esa capital.
Hágalos V.E. traer en la primera ocasión. Además encargará V.E. cinco o seis mil a Inglaterra,
recomendando su pronta remisión: que sean fuertes y de poco costo, cualquiera que sea su
color, con tal que vengan 2.000 chaquetas encarnadas.
Mr. Power me ha ofrecido 1.132 pares de zapatos que tiene a mi disposición. Ajústelos V.E.
con él y que vengan cuanto antes. V.E. puede ofrecer pagarlos con seguridad en muías o
ganados, para los primeros días del próximo Agosto.
Dios, etc.
BOLÍVAR.
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVI, págs. 331 - 332.
21
DOCUMENTO 3687 . OFICIO DE BOLÍVAR PARA RAFAEL V. MÁRQUEZ, FECHADO
EN PASO CARABALLERO EL 20 DE ABRIL DE 1819. POR EL CUAL ACCEDE AL
PERMISO QUE SOLICITA. LE DA OTRAS INSTRUCCIONES .*
Paso Caraballero, abril 20 de 1819. 9º
Al Ciudadano Rafael V. Márquez.
He visto la carta que con fecha de ayer ha dirigido V. al Señor General Páez, solicitando a
nombre de esa emigración permiso para restituirse a sus casas, y seguir los oficiales que hay
en ellas incorporarse al Regimiento del Señor Coronel Rangel. No hay ningún
inconveniente para que vuelvan a ocupar sus casas las familias que pertenecen a Rincon hondo
o Mantecal, y puedan hacerlo cuando lo tengan a bien.
Con respecto a los oficiales que hay, importa que marchen a reunirse cuanto antes con el Señor
Coronel Rangel llevándole todos los hombres que haya dispersos pertenecientes a mi
Regimiento. Interésese V. por que marchen inmediatamente para el Mantecal donde lo
encontrarán, o sabrán la dirección en que esté.
Dios, etc.
BOLÍVAR.
* Del copiador de Secretaría. Archivo del Libertador, tomo XVI, fol. 39.
22
Tomada del Diccionario Biográfico, Geográfico e Histórico de Venezuela, p. 432 por Ramón
Armando Rodríguez.
23
Húsares y la mayor parte del regimiento del Coronel Rangel y el escuadrón del
Comandante Romerito, perteneciente al Regimiento de la Muerte. La infantería no llegará
hasta mañana.
En el momento mismo en que llegué, previne al Comandante Peña que me dirigiera aquí sus
partes diariamente y que en caso de que Morillo se mueva hacia esta parte venga delante de él
observándolo. Lo mismo prevendrá US. a las demás guerrillas que hayan quedado de
observación. Todas deben dirigirme aquí sus partes, y ejecutar lo mismo que he ordenado al
Comandante Peña.
Dios, etc.
BOLÍVAR.
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVI, pág. 335.
24
Dios, etc.
BOLÍVAR.
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVI, págs. 352-353.
25
fortuna de atender, tomando para este efecto todos los informes necesarios de los Jefes y
Oficiales que han conducido estos reclutas.
Dios, etc.
BOLÍVAR
P.D. Mande US. una persona de su confianza, para que cuide los 275 hombres que hay en
Guasdualito, recogiendo todos los víveres que haya para su mantención, pues estos son hom-
bres que pueden ser muy útiles al ejército y yo dudo mucho que vengan más reinosos [5], según
el mal tratamiento que hanrecibido aquí y en el tránsito, quedándose sin comer tres y cuatro
días por la abominable conducta de los Jefes encargados de suministrarles víveres.
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, páginas 43-44.
Notas
[1] Judas Tadeo Piñango, prócer militar venezolano. Ver nota 2, documento 1999, volumen
XI.
[2] Magdalena, el principal río de Colombia.
[3] .Salina, lugar de Colombia.
[4] San Camilo, extensa región selvática en el Estado Apure, que se extiende entre los ríos
Uribante y Arauca.
[5] Reinosos: se denominaba así en Venezuela a los naturales de Nueva Granada (el nuevo
Reino de Granada)
26
[3] Manuel Valdés. Ver documento 862, nota 8 del volumen VI; y la nota 10, documento 1107,
volumen VII de esta colección.
27
mil pesos en recompensa a los que cojan el ganado, y a los que lo lleven a Cúcuta. Envíe V.S.
la orden al Comandante Burgos para que venga a hacerse cargo de la comandancia de esta
ciudad, yo no lo hago directamente porque no sé si V.S. tiene algún inconveniente para ello.
Guasdualito es la llave de la Nueva Granada y necesita de un hombre de inteligencia, de
actividad, de celo; y no de un guapo como el señor Comandante Aramendi [3] que mejor está
en el campo de batalla que en otra parte.
Aquí no se necesita del Regimiento de la Muerte para nada, destínelo V.S. donde tenga por
conveniente, o por lo menos que amanse potros donde los haya, pero de ningún modo que
venga aquí para nada, con la gente de Casanare y la gente de este pueblo se puede hacer el
servicio. Pedraza podría muy bien ser ocupado por este Regimiento y molestar el enemigo por
aquella parte, porque ya es tiempo de estrechar a los barineses, y de ensanchar el teatro de
nuestras operaciones. El Coronel Aramendi tiene muchas bestias y además puede llevar dos
mil potros para amansarlos en el servicio.
BOLIVAR
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, tomo XVII, primera parte, folio 33 y
vto.
Notas
[1] Testado [Comisión que se le ha dado al Alférez Villegas].
[2] Coronel Juan Ramón Burgos. Este procer se alistó muy joven en el batallón "Agricultores",
de Caracas, y participó en los combates de Barbilla, Araure, Barinas, Santa Rosa y Cojedes.
Fue Comandante de tropa en Barinas (1819) y Carabobo (1821) y Comandante de Armas en
Mérida, Cumaná y Barinas.
[3] Aramendi, Coronel Francisco, militar y guerrero de la independencia, asesinado en 1822.
Participó en la acción de Las Que seras del Medio a las órdenes de Páez, en la campaña de
Nueva Granada en 1819 y en la batalla de Carabobo como jefe del "Escuadrón Sagrado".
28
Está US. autorizado para entenderse directamente con todos. los Comandantes y Jefes de los
pueblos y cantones militares de estas Provincias.
US. tomará todos los hombres útiles para este servicio, pena de ser pasado por las armas el que
deserte de él o rehusare hacerlo.
El Coronel Paredes [1] tomará el mando de esta ciudad y su Departamento, hasta que US. haya
cumplido con su comisión, y entonces marcharán juntos a Cúcuta o a mi Cuartel General,
donde se halle. La copia que incluyo a US. le servirá de regla con respecto a la conducción de
ganados.
El parque que viene por Arauca lo enviará US. por la Salina con el Coronel Figueredo [2], a
quien se autoriza plenamente para reclutar hombres y colectar bestias para la conducción de
dicho parque.
Oficiará US. al Gobernador de Tunja, para que proporcione todos los auxilios necesarios para
el primero y segundo parque.
El señor General Soublette informará a US. de todo lo que sepa de estas partes y todo lo demás
que US. quiera informarse de él. La infantería marchará para la Salina y US. tomará el mando
de toda la caballería para la conducción de ganados.
Dios, etc.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, páginas 50-51.
Notas
[1] Coronel José de la Cruz Paredes, más tarde General, prócer de la independencia (1797-
1876). Tomó parte en las luchas de la Guerra Magna y se distinguió por su lealtad a Bolívar, a
quien acompañó en sus últimos días. Fue uno de los héroes de las Que seras del Medio y luego
de Carabobo y Ayacucho. Estuvo de Gobernador de Coro y de Comandante de Armas en
Guayana.
[2] Coronel Miguel Antonio Figueredo, más tarde General de Brigada. Ver nota principal del
documento 2438, volumen XII de esta colección. En todo caso hay cierta duda de que también
pueda tratarse del prócer militar Fernando Figueredo, documento 2458, nota 3 del mismo
volumen.
29
que carezca. Este individuo puede servir en calidad de proveedor del hospital. Es sujeto de bien
y eficaz.
US. terminará su comisión cuando el señor Coronel Rangel marche a mi Cuartel General,
como lo hará igualmente US. Mientras tanto, US. no entregará el mando de este Departamento
a nadie, y sólo lo hará al tiempo de marchar, al Comandante que haya nombrado el señor
General Páez.
Dios, etc.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, página 51.
Notas
[1] Vicente Almeida. Los hermanos Vicente y Ambrosio Almeida nacieron en Cúcuta. Dueño
Morillo de Bogotá en 1816, los hermanos Almeida levantan guerrilla en Chocontá en el mes
de noviembre y dan asalto a las fuerzas regentistas en dicho sitio, a las órdenes del jefe Simón
Sicilia el 21 de dicho mes; pero atacados por Tolrá son vencidos y hechos prisioneros en
número de cien los cuales fueron pasados por las armas, menos los Almeida que, como lograron
evadirse, fueron fusilados en efigie. Pasaron a Casanare donde se unieron al coronel Galea con
quien hicieron una brillante campaña que despejó el Llano de enemigos. Lucharon en Paya,
Bonsa, Gámeza, Pantano de Vargas y Boyacá en 1819 hasta ocupar con el Libertador a Bogotá,
de donde pasaron al ejército del norte y continuaron sus servicios hasta ver triunfante su
bandera en Nueva Granada y Venezuela con la victoria de Carabobo y toma de Puerto Cabello.
30
Más de 2.000 reclutas han pasado por aquí para el ejército; pero por causa del clima muchos
se han enfermado y muerto, otros han desertado, pero vendrá el reemplazo de todos.
Encargo a US. muy encarecidamente que active cuanto le sea posible la creación de tropas en
el Oriente, para su defensa; socorra oportunamente al Ejército de Occidente, de cuanto necesite,
y me dé parte frecuentemente de las ocurrencias políticas y gubernativas; pues hasta ahora no
he tenido comunicación alguna ni de particular, ni del Gobierno; y no se puede calcular el
perjuicio que se recibe en el servicio público, por la falta de noticias oportunas.
Supongo que el General Sucre habrá ya salido con el total o con parte del parque de que está
encargado; y no dudo que V.E. le dé cuantos auxilios haya necesitado, o necesite. El Bajo
Apure sólo necesita 2.000 fusiles y el resto debe venir a Cundinamarca. El Vicepresidente de
aquel Departamento me avisa que manda 50.000 pesos y 40.000 más en la primera ocasión.
Siempre que hayan llegado o lleguen dentro de poco, 20.000 fusiles, alguna pólvora y plomo,
y tengamos los vestidos necesarios para los ejércitos de Oriente y Occidente, V.E. está auto-
rizado por mí para disponer del excedente del dinero que se haya recibido, o reciba, en favor
de los acreedores del Estado; de este modo: primero, 25.000 al Almirante, y el resto a pro-
porción de la deuda que cada uno tenga con el Estado, teniendo presente al señor Hamilton [1],
que es uno de los más acreedores a la consideración de la República.
Dios, etc.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, páginas 52-53.
Notas
[1] Coronel James Hamilton. Véase nota 2 del documento 2813, volumen XIII de esta
colección.
31
[1] Guanapalo o Guanapalo, sitio del Municipio San Luis de Palenque, Departamento de
Boyacá, Colombia.
32
Con esta fecha he dado la siguiente comisión al Mayor Segarra:
"Comisiono a U. para que haga abrir la pica de San Camilo, con todos los vecinos de su lugar
inmediato, los cuales recibirán dos pesos de gratificación.
"Segundo: Para que reciba en la boca del monte todo el ganado que se lleve allí, a fin de que
lo haga introducir al Valle de Cúcuta, a las órdenes del General del Ejército del Norte.
"Tercero: Por cada res que reciba en la boca del monte, pagará un peso, que deberá entregar al
caporal o Comandante del piquete que lo conduzca, para que los reparta entre los que lo han
recogido y conducido hasta allí. La cuarta parte de este dinero será para el Comandante del
piquete, o caporal del ganado.
"Cuarto: U. recibirá mil pesos, por ahora, del ciudadano Almeida, y sucesivamente irá
recibiendo el que fuere necesitando, para darle su debido cumplimiento a esta comisión.
"Sexto: U. se entenderá con los señores Coroneles Rangel y Paredes, que quedan
mandando en esta Provincia y en la de Cumaná.
"Séptimo: U. dará todos los auxilios necesarios a las tropas y reclutas que vayan y vengan".
Además de estas instrucciones, que comunico a U. para que cumpla con la parte que le toca,
entregando al Mayor Segarra las cantidades que necesite para los objetos que le encargo, le
prevengo que los señores Coroneles Rangel y Paredes quedan autorizados por mí para
librar las cantidades contra U., para el alivio de los reclutas y otras cosas importantes. Con el
recibo de estos tres Jefes, quedará U. resguardado en sus cuentas con el Gobierno de
Cundinamarca.
S.E. el Vicepresidente será instruido de estas órdenes, para su inteligencia y gobierno.
Dios, etc.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, páginas 55-56.
33
de 200 cargas, inclusive 700 fusiles de los desertores. Para la conducción de este parque
necesitamos igualmente de bestias desde la Salina a Soatá. Al Gobernador de Tunja escribo
sobre este particular.
El hospital y el ejército de Apure es muy grande, y desde que circula moneda ya nadie quiere
servir ni dar nada de balde, y por consiguiente se necesitan por lo menos veinte o veinticinco
mil pesos en la caja militar del General Páez para continuar pagando las tropas inglesas y los
gastos de los hospitales. Por consecuencia, ordeno a V.E. envíe a dicho General la suma que
acusa la cantidad en la moneda macuquina que no corre en Cundinamarca y tenemos en la casa
de moneda. También espero que V.E. enviará al Vicepresidente de Venezuela, a Guayana,
todas las sumas que pueda recolectar de la moneda corriente, aunque sea en vieja macuquina,
que pasa muy bien aún en las colonias con alguna pérdida, y en Guayana la reciben los
acreedores por su valor.
Todavía no he sabido nada desde mi salida de Guayana, y menos he tenido noticias de que
hayan llegado los fusiles que esperaba, pero los supongo en marcha con el General Sucre, que
ha llevado, como he dicho antes, ochenta mil pesos y todas las facultades necesarias para hacer
divinamente su comisión y traernos hasta veinte mil fusiles si es posible.
Escríbame V.E. a Cúcuta donde estaré el 6 o el 7, si no ocurriere algún accidente fatal.
Prepare V.E. y envíe al sur con el señor Coronel Salom todas las municiones que haya
disponibles en Cundinamarca, el batallón Albión con cuantos hombres y fusiles haya también
disponibles, y el escuadrón de Guías que está en Honda, aumentado cuanto se pueda. Estos
cuerpos en Popayán con municiones suficientes y un buen General, toman a Quito. Yo
respondo de la Nueva Granada con el resto de las fuerzas que me quedan. Espero que V.E.
enviará seiscientos fusileros armados con el batallón de Albión, y que dé las instrucciones más
detalladas al Coronel Salom para que prepare cuanto sea necesario para una grande expedición
contra Pasto y Quito. Todo, todo, todo se ha de hacer con la última celeridad, de suerte que en
todo el mes de marzo se esté ya marchando contra el enemigo. Pienso enviar al General
Urdaneta a tomar el mando del ejército del sur, y el Coronel Salom de jefe de estado mayor.
El Coronel Obando quedará mandando en Popayán, y después determinaremos lo demás que
sea necesario.
Yo me lisonjeo con los resultados más felices si mis órdenes se cumplen con la prontitud que
yo deseo y V.E. sabe ejecutar.
Dios guarde a V.E. muchos años,
BOLÍVAR
* De impreso moderno. De "Cartas a Santander", volumen II, páginas 100-102.
34
Dios guarde, etc.
BOLÍVAR
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, tomo XVII, primera parte, folio 41
vto.
35
DOCUMENTO 4064. OFICIO DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL JOSÉ ANTONIO
PÁEZ, FECHADO EN SAN JOSÉ DE CÚCUTA EL 14 DE FEBRERO DE 1820, CON
INSTRUCCIONES PARA LA BUENA MARCHA DEL EJÉRCITO DE OCCIDENTE.*
Cuartel General de San José de Cúcuta, a 14 de febrero de 1820.
Al Señor General Páez:
Con esta fecha digo al Excmo. señor Vicepresidente lo que sigue. (Aquí el oficio anterior). Así
lo tendrá US. entendido, para que le dé su debido cumplimiento en la parte que le toque, y
reclame los auxilios que nuevamente ordeno le franqueen, y que son tan indispensables para el
buen suceso de las armas del mando de US.
Tengo entendido que van marchando nuevas columnas de reclutas para el ejército de
Occidente; y de nuevo encargo a US. que procure igualar los cuerpos de infantería, repartiendo
los reclutas proporcionalmente a las faltas de cada uno.
No dudo que US. esté pronto a marchar al primer aviso que tenga de los movimientos que haga
el enemigo contra nosotros con fuerzas considerables. Ya US. sabe que en este caso se debe
arrostrar por todo, batir los cuerpos que hay en la Provincia de Caracas y entrar por Trujillo y
Mérida, tomándole la espalda al enemigo. Esta es en sustancia toda la instrucción que doy a
US. con respecto a sus operaciones. Si el enemigo se dirige hacia el Oriente, US. debe obrar
del mismo modo, variando sólo de dirección, pero ocupando siempre a Caracas, aunque sea
con un pequeño cuerpo; pero con un buen Jefe a su cabeza, capaz de aprovechar los inmensos
recursos de aquella capital. Entre los Generales Torres [1] y Guerrero debe recaer esta elección.
El señor Coronel Rangel me asegura que dentro de muy breve tendré las 10.000 reses en
San Cristóbal. Espero que US. le suministre todos los auxilios que necesite, para que así
se verifique.
Dios, etc.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, páginas 68-69.
Notas
[1] General Pedro León Torres. Ver nota 10, documento 1255, volumen VII de esta colección.
37
parte, incluso en la de Carabobo en la cual fue uno de los vencedores con su batallón Tiradores.
Muere en la acción del Hato de Juana de Avila el 24 de abril de 1822.
38
gastos a 30.000 pesos mensuales, y como dejando caer el mes de marzo presente, habrá con
los fondos remitidos últimamente con qué pagar los cuerpos hasta fin del presente, pide S.E.
por mi conducto que desde el próximo mayo mande V.E. remitir, de las cajas de esa capital,
30.000 pesos mensuales hasta octubre inclusive, que hacen la suma de 180.000 pesos en seis
meses.
Los sobrantes de las Provincias de Pamplona, Tunja y el Socorro, se destinan a los gastos que
ocasionen los cuerpos formados en ellas mismas, y apenas podrán cubrirlos.
Dios, etc.
CARLOS SOUBLETTE
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, págs. 130-132.
39
Sepa usted que me ha gustado mucho el chiste de los bogotanos sobre nuestro pastor: es muy
salado y me ha hecho reír mucho sin que me pusiese de mal humor la carta de usted, como lo
temía sin fundamento.
Sobre los diputados al Congreso de Colombia, pueden creer los de Cundinamarca que los
privan con malicia de una parte de sus representantes, porque en general estas provincias son
más populosas que las de Venezuela. Voy a responder y a dar el remedio. Se esperaba tomar a
Caracas en este año, y trescientas mil almas cubrían la diferencia relativa. Se deseaba reunir el
Congreso para el próximo enero, y si se esperaban los censos, no se hacía en momentos tan
variables como estos. Tenemos algunos fragmentos de Provincias en Cundinamarca y
Provincias insignificantes que pueden competir en debilidad con las de Venezuela. Así,
dándole al Chocó dos Provincias, una a San Martín, Ocaña por Santa Marta y Simití por Car-
tagena con lo más que liberte Valdés, y todo queda igual con poca diferencia.
Baste por ahora. En otra ocasión será más largo y mande a su afectísimo amigo,
BOLIVAR
* De un impreso moderno. "Cartas a Santander", vol. II, págs. 134-135.
Notas
[1] Miguel Cegarra, procer militar trujillano, nacido en Burbusay. Ver nota 5, documento 1356,
volumen IX y nota 3 en documento 2.000, volumen XII de esta colección.
[2] Ramón Nonato Pérez. Véase nota 12, documento 1867, volumen X de esta colección.
[3] Debe referirse al General Manuel Piar. Ver nota 3, documento 293, volumen V de esta
colección.
[4] General Juan José Rondón, ya descrito anteriormente en nota 3, documento 2233.
40
[1] lProbablemente se trata de José María Bonilla, a quien se refiere el Libertador en oficio del
13 de enero de 1815. Véase documento 1155, pág. 225 del volumen VIL
41
CORRESPONDENCIA Y LE MANIFIESTA SU EXTRAÑEZA POR CIERTAS QUEJAS
SUYAS.*
Rosario, junio 4 de 1820.
Al señor General de División, José Antonio Páez.
S.E. el Libertador ha sido instruido de lo que US. dice en sus tres oficios de 2 y 3 del próximo
pasado y me manda le diga en contestación:
1º Que ha visto con el más alto agrado y satisfacción la exactitud y actividad con que ha
cumplido US. las órdenes que el señor General Urdaneta le comunicó. S.E. da a US. las gracias
por su conducta.
2º Que son muy sensibles a S.E. las dudas que US. manifiesta sobre la confianza que le ha
merecido US. constantemente. S.E. creía haber testificado a US. de todos modos una confianza
ciega, y una estimación sin límites. Así no ha podido menos que extrañar las quejas que US. le
propone acerca de la facultad que se supone conferida el señor General Torres, y acerca de la
comisión del señor Coronel Rangel. En cuanto a la primera, S.E. no se acuerda haber
conferido tal autoridad. Si US. pide al señor General Torres la credencial o instrucción que lo
acredite, se convencerá de ello. Ciertamente ha habido una equivocación o mala inteligencia,
porque jamás ha tenido, ni aun en idea, tal concesión. Con respecto a la segunda, no sería
necesario una respuesta si tuviese US. presente: 1º Que este ejército había sufrido infinitas
privaciones mientras sus provisiones estuvieron sujetas a las reuniones de ganado que se hacían
de esa Provincia, en virtud de las órdenes que se comunicaron a US. y que US. trascribió a
otros: 2° Que limitada la comisión del señor Coronel Rangel a recoger caballos en
Casanare y ganados en Apure, no era decoroso ni conveniente conferirla a US. que se hallaba
al frente de un ejército que estaba dispuesto para avanzar sobre el enemigo. Se necesitaba de
un Jefe que viese e hicise las cosas por sí mismo, y US. no podía distrarse en esto.
3º Que esta comisión, por más independiente de US. que hubiese sido, en nada atacaba ni se
oponía a su autoridad, y las circunstancias eran tan extraordinarias que cualquiera providencia
era justa y necesaria, por fuerte que fuese, siempre que por ellas se lograse salvar el ejército de
las ruinas a que la falta de subsistencia lo exponía. Habiendo tres Jefes empleados casi
exclusivamente en abastercer el ejército, no se ha conseguido todo lo que se propuso S.E., y
habrían perecido las tropas por falta de víveres, si no se hubiese comprado todo el ganado que
han traído los particulares.
4º Que se librará el grado de Teniente Coronel que solicita US. a favor del Capitán Arteaga.
Irá el despacho luego que se restituya el Cuartel General al Rosario, donde existe el archivo.
Lo digo a US. de orden de S.E., para su inteligencia y satisfacción.
Dios, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, págs. 214-215.
42
Al señor General Comandante General de la Guardia:
En atención a lo que V.S. expone en su oficio de 20 del corriente sobre la conducta del Teniente
Coronel J. Donop, después que tomó el mando del batallón Boyacá, ha dispuesto S.E. que este
oficial sea separado del cuerpo y remitido a este Cuartel General donde se presentará a la
mayor brevedad. Lo mismo digo al señor Coronel Rangel para que lo cumpla, caso que
V.S. esté ausente.
Dios guarde, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, OTeary, tomo XVII, folio 46 vto., 2a
parte.
43
DOCUMENTO 4532 OFICIO DE PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ PARA EL GENERAL
COMANDANTE DE LA GUARDIA, FECHADO EN ROSARIO EL 22 DE JUNIO DE 1820.
DISPOSICIONES DE BOLÍVAR SOBRE LA COLUMNA DE INFANTERÍA DE LA
SEGUNDA BRIGADA DE LA "GUARDIA".*
Al General, Comandante General de la Guardia.
Para cortar las etiquetas y disgustos que hasta ahora han ocurrido sobre la columna de infantería
de la segunda brigada de la Guardia por las aspiraciones al mando de ella o división de los
batallones que la componen, no queriendo S.E. confiarlo sino al Teniente Coronel Heras [1],
que por su conducta, valor y celo merece toda la confianza del Gobierno, ha dispuesto:
1° Que la columna de infantería de la segunda brigada de la Guardia no se componga sino del
batallón Tiradores.
2° Que el batallón Boyacá, que era el segundo de la columna, se disuelva, incorporando al de
Tiradores todas las plazas que tenga aquél, dando colocación efectiva en él a los Oficiales que
se encuentren del cuerpo disuelto, y remitiendo a este Cuartel General los que queden sin ella,
para que la tomen en el que se ha mandado reformar con el mismo nombre.
3° Que las compañías del batallón Tiradores se aumenten hasta seis, dando a cada una la fuerza
de 140 plazas.
4° Que como S.E. cree que US. habrá marchado con la primera brigada y puede traer males la
dilación en el cumplimiento de estas disposiciones, se lo comunique con esta misma fecha al
señor Coronel Rangel [2], como Jefe de la brigada, para que él las ejecute. US. le hará, sin
embargo, las prevenciones que tenga por conveniente sobre esta organización.
Dios guarde, etc.
Rosario, junio 22 de 1820.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, pács, 233-234.
Notas
[1] Teniente Coronel Heras, más tarde coronel, natural de La Habana. Fue decidido defensor
de la independencia de Venezuela y de la Nueva Granada, en la que tomó parte muy activa.
[2] Coronel Rangel, procer merideño nacido en 1788. Soldado valiente y Jefe de toda la
confianza tanto de Páez como del Libertador. Ver volúmenes anteriores.
44
DOCUMENTO 4549 OFICIO DE PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ PARA EL CORONEL
ANTONIO RANGEL, FECHADO EL 25 DE JUNIO DE 182O EN ROSARIO, EN EL CUAL
LE TRANSCRIBE EL DECRETO DE BOLÍVAR INDULTANDO AL TENIENTE
CORONEL MANUEL MORILLO.*
Rosario, junio 25 de 1820.
Señor Coronel Antonio Rangel.
La representación que el 23 del corriente dirigió V.S. por mi conducto a S.E. el Libertador
impetrando la gracia del Indulto General del Congreso a favor del Teniente Coronel graduado
Manuel Morillo, de cuya defensa está V.S. encargado, ha sido decretado como sigue:
"Cuartel General en el Rosario a 25 de junio de 1820". Sin embargo de que el término del
indulto general ha expirado, por gracia particular se hace extensivo al Teniente Coronel
graduado Manuel Morillo como lo pide su defensor en esta representación. Bolívar".
Lo transcribo a V.S. para su inteligencia y satisfacción advirtiéndole que con esta fecha lo
comunico también al señor Comandante General de la Guardia para su cumplimiento.
Dios guarde, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, O’Leary, tomo XVII, folio 53, 2a
parte.
45
Yo me pongo en marcha para ese Cuartel general mañana; pero juzgando que es de la mayor
importancia adelantar a US. y al General Páez la nueva resolución que he tomado, despacho a
mi Edecán, Teniente Coronel Ibarra, con estas órdenes triplicadas, para que envíe las dos
primeras y conserve el triplicado hasta ponerlo en manos de US.
El plan anterior se ha cambiado totalmente y ahora he adoptado el siguiente:
Primero: la primera Brigada de infantería de la Guardia, el batallón de Tiradores del
Comandante Heras, y la columna del Coronel Briceño, marcharán por San Camüo lentamente
y con la mayor comodidad posible, a reunirse al ejército del señor General Páez.
Segundo: los batallones Boyacá, Tunja, Vargas y Bogotá, quedarán a las órdenes del General
Sucre, con toda la caballería de la Guardia; y el Coronel Rangel, cubriendo el Norte de
la Nueva Granada hasta mi llegada.
Tercero: el ejército del General Páez estará pronto a pasar el Apure por el lugar que se le
indique; pero no lo ejecutará hasta segunda orden, que partirá luego que yo llegue a San
Cristóbal.
Cuarto: US. preparará la marcha de estos batallones, y partirá con el último a esperar en
Guasdualito, Mantecal o Achaguas mis nuevas órdenes.
Quinto: los batallones de la división Sucre no deberán llegar a San Cristóbal hasta no haber
salido los que marchan al Llano.
Sexto: la mitad de la tropa que marcha al Llano, deberá ir a tomar fusiles al Bajo Apure, si se
sabe que los hay, para completar su armamento. De todos modos, dejará cuantos fusiles se
puedan reemplazar en el Apure, donde debe haber sobrantes, en mayor o menor cantidad; el
menor número que quedará en Cúcuta serán 1.000 fusiles, inclusive los que haya en los cuerpos
que quedan. También deberá dejar todas las municiones en Cúcuta y tomar su reemplazo en el
Apure.
Dios guarde, etc.
Turbaco, agosto 29 de 1820.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, págs. 404-405.
46
siendo el único tránsito estaba fortificado por el enemigo, aprovechando su situación
naturalmente formidable. Aunque este puente era suficiente a impedir el paso, los españoles lo
hicieron absolutamente inaccesible, atrincherándose a media legua de él en un desfiladero que
cubierto con 100 hombres debía ser impracticable. El Coronel Rangel, luego que examinó
esta posición la tarde del 29, mandó 25 cazadores que divirtiesen por el frente al enemigo,
mientras que con el resto de la compañía, a las órdenes del Capitán Morillo, la forzaba por un
flanco: en efecto, bastó una carga firme para que fuese vergonzosamente abandonado,
perdiendo los nuestros un soldado.
Parecía que aunque perseguido el enemigo, se sostendría en el puente, a favor de un puesto que
permita la oposición de 100 hombres al ejército más numeroso; pero los españoles, llenos de
terror, lo desocuparon también, a pesar de las órdenes de defenderlo, no deteniéndose ni aun a
cortarlo: apenas para facilitar su fuga lo inutilizaron por el momento, pero de manera que pudo
repararse en el día 30.
Como el Libertador había forzado sus marchas desde que fue instruido de los obstáculos que
debía encontrar la Guardia, pudo reunirse a ella a la orilla del Chama en la tarde de ayer. A la
madrugada de hoy previno que los cuerpos pasasen el puente, y él se adelantó rápidamente con
los cazadores del Vencedor y el batallón Tiradores, por si lograba alcanzar al enemigo.
Informado S.E. en San Juan de la marcha de éstos, ganando ya dos jornadas, dispuso venir sólo
con su Estado Mayor a esta ciudad, y ha entrado a las once del día, entre las aclamaciones y
aplausos de un pueblo que ha justificado siempre sus sentimientos patrióticos. Mañana llegará
la Guardia y continuará sus operaciones.
No son menos dignos de indicar a US. los sucesos de la retirada del enemigo. A las once de la
noche del 29 recibió en Egido el Jefe de la tercera división los avisos de haber sido forzado el
desfiladero y batidas aquellas fuerzas, con pérdida de un oficial y dos soldados: en el acto
ordenó su retirada, y la ejecutó antes de amanecer, sin reunir apenas 18 hombres de los 100
apostados en el puente. Nada pudo detenerlos; cuando pasaron por esta ciudad aún no estaban
repuestos de su espanto: una confusión absoluta amenazaba una disolución completa, y se cree
muy fundadamente que no se salvarán 500 hombres de más de 1.000 que constituían la
división. Si ellos han podido organizarse luego, a lo menos han perdido ya su moral, han
perdido esta Provincia, consiguientemente la de Trujillo, y perderán por término de esta
operación hasta las esperanzas más remotas de amenazar jamás por esta parte a Cundinamarca.
El Libertador ha recibido en todos los pueblos lamentos continuos de la conducta de los
españoles. Bajo el sistema de la Constitución han sido más violentos y más ultrajantes (si
pueden serlo más) que en los tiempos pasados. La fuerza era el imperio de las leyes, y fue entre
los escándalos más abominables ver al Ilustrísimo [3] con Ja comisión militar de procurar en
Trujillo de grado o fuerza los medios de subsistencia para la tercera división.
S.E. manda que US. trasmita los detalles más importantes de estos sucesos a los Estados
Mayores, etc., para que sean publicados.
Dios, etc.
Mérida, 19 de octubre de 1820.
P.D.—Los españoles pasarán mañana el páramo de Mucuchíes, según los partes. De los
dispersos enemigos se presentan muchos y esperamos recogerlos todos.
* De un impreso moderno. O’Leary "Memorias"; tomo XVII, págs. 477-478.
Notas
[1] Estanques, población del Estado Mérida.
[2] Chama, río de este mismo Estado.
47
[3] Se refiere a Monseñor Rafael Lasso de la Vega, Obispo de Mérida, cuyas tendencias
realistas cedieron más tarde a las de un acendrado patriotismo y de profunda admiración por
Bolívar.
48
El 2 entró la Guardia del Libertador en Mérida. Destacados de allí 40 hombres de caballería, a
las órdenes del señor Coronel Rangel, pasaron por la noche el Páramo de Mucuchíes y el
3 al amanecer dieron con el todo del enemigo. Sólo aquel Jefe, con los Coroneles Gómez,
Infante y Mayor Segarra [1] y siete dragones bastaron para atacar la retaguardia de la 3°
división española y tomarles todo su parque de víveres y municiones, 14 fusileros armados,
matándoles 4 Oficiales y 6 soldados. Ya antes había tomado el equipaje del Obispo de Mérida,
que hace de caudillo y de proveedor de esta división; el equipaje se envió a la Catedral de
aquella ciudad.
Los cuerpos de infantería de la división siguieron su marcha en este orden: el Coronel Carrillo,
con 500 selectos fusileros, picaba la marcha del enemigo; el resto de la Guardia [2], a las
órdenes del segundo Jefe Coronel Plaza, seguía el mismo movimiento, pero con más lentitud
para no molestar las tropas.
Nuestra descubierta de caballería, a las órdenes del Coronel Gómez, alcanzó la división
enemiga en estas inmediaciones; y la ha perseguido constantemente, por más de seis leguas,
hasta Santa Ana.
El Coronel Rangel, con un piquete de cazadores, ha ido en persecución del Obispo, que
con 200 fusileros fue a embarcarse por Moporo [3] En Betijoque encontró al Gobernador de
esta ciudad con una guarnición, la derrotó y la tomó prisionera.
Los enemigos, de paso por esta ciudad, hicieron horrores inauditos. Un refinamiento de
barbarie ha marcado los pasos de estos constitucionales: con menos sangre femenina que en
Turbaco, pero con más torpeza aún. Las damas principales de esta ciudad fueron obligadas a
cargar pertrechos como bestias. Ultrajar, mentir, saquear y obrar a la española es la misma y
será siempre, según parece, la conducta de este ejército de bandidos que en su impudencia
publican nuestra derrota por el Sur, a fin de cubrir su infame fuga; añadiendo que Calzada y el
Obispo de Popayán nos persiguen de cerca. Aquí se asegura la toma de las ciudades de Cumaná
y Barcelona por nuestras tropas, y que la suerte de Morillo es tan desesperada que ha convocado
un Consejo de Generales para tratar de la evacuación de Venezuela: cuéntase igualmente le
llegada del Marqués de Casa León a Guayana, Diputado de las Cortes.
La nueva 3a división expedicionaria va destruida, tanto en su personal como en su material,
pues en cuanto a su moral nunca la ha tenido desde que su modelo quedó en Boyacá.
Estos bellos países están exaltados de placer al verse rescatar por las armas de Colombia y todo
nos promete que la campaña del año 20 será como la del año 13, que por todas partes marcó la
victoria.
Lo que tengo el honor de decir a V.E., de orden del Libertador.
Dios, etc.
Trujillo, 8 de octubre de 1820.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII. págs. 493-494
Notas
[1] Mayor Segarra, prócer trujillano, quien inició su vida militar en 1810 y estuvo en las
campañas de 1813 y 1814 y, siempre leal a Bolívar y a la independencia de su patria, continuó
destacándose por su valor en las innumerables acciones de guerra en las cuales participó. Murió
en Mérida entre 1846 y 1848.
[2] La "Guardia" del Libertador, era una fuerza de élite constituida por varios batallones y
escuadrones, creada en 1815.
49
[3] Moporo, pequeño puerto, antes muy importante, ubicado en jurisdicción del Municipio La
Ceiba, Distrito Rafael Rangel del Estado Trujillo.
50
Para vindicarse V.S. mismo se presentará luego, en mi Cuartel General, con los intereses que
haya llevado, evitando así un juicio que atacaría el honor de V.S. y que me sería sumamente
doloroso].
Dios guarde, etc.
[SIMÓN BOLÍVAR]
Nota: Tachado íntegramente en el original.
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, O’Leary, tomo XVII, folio 354, 2a
parte.
51
la haga US. ejecutar en el acto, poniendo fuera de la casa al Coronel Paredes y sus muebles;
pues el Libertador, al fin se ve en la dura necesidad de hacer sentir a ese Coronel que sus
órdenes deben ser cumplidas exactamente. También previene a US. que siete Cazadores a
caballo de la brigada del señor Coronel Rangel, que están en esa ciudad, marchen
inmediatamente a este Cuartel General, sin excusa alguna. Que también venga el Teniente
Coronel Paredes, que por tres veces ha recibido la misma orden por el Jefe de Estado Mayor
de la Guardia.
S.E. quiere que el servicio de postas se arregle de modo que las comunicaciones se hagan con
prontitud, facilidad y seguridad; pues se nota un asombroso retardo en las comunicaciones de
Cúcuta con este Cuartel General. De orden, pues, de S.E., prevengo a US. que cele sobre este
importante ramo del servicio, encargando de él, así para las conducciones como para maestros
de postas; personas de toda probidad, celo y notorio patriotismo.
Encarga infinito el Libertador el celo más extraordinario en la persecución y aprehensión de
los desertores, publicando de nuevo el bando sobre la recompensa de cuatro pesos que se dará
a todo el que presentare un desertor, lo que se cumplirá exactamente; que se estacione un
destacamento en el puente de Chama, cuya mitad estará en el puente y la otra frente a la Cabuya
de Estanques, a fin de que nadie pase sin pasaporte, con cuya operación es casi segura la
aprehensión de todo desertor.
También quiere S.E. que tome US. el mayor interés en remitir al Cuartel General todos los
esclavos de esa Provincia que voluntariamente quieran tomar las armas, allanando los
inconvenientes de los amos que entorpezcan o impidan que lo hagan, aunque los esclavos lo
deseen.
US. tomará también mucho interés en la formación del batallón de milicias urbanas de esa
ciudad, en el que no se alistarán esclavos sino libres; pues los esclavos deben venir al Cuartel
General.
También recomienda muy especialmente a US. el mayor interés en el importantísimo ramo de
los ganados, sobre lo que se han dado a US. instrucciones muy detalladas.
Dios, etc.
Trujillo, noviembre 11 de 1820.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias"; tomo XVII, páes 552-553.
52
Ejército debe hacerse en esa Provincia, que es la que ofrece más facilidad para las
comunicaciones con el [ejército] [1] de Apure y para las subsistencias, ha dispuesto S.E. que
marchen para Barínas los batallones Tunja y Vargas, y me manda que comunique a V.S. las
órdenes siguientes:
1º Que pase V.S. a situarse con los tres batallones de su brigada en Santa Lucía [2] y demás
pueblos vecinos de la parte baja de Santo Domingo [3], a las inmediaciones del Apure,
procurando conciliar la comodidad de la tropa con la abundancia y facilidad de las
subsistencias especialmente del pan, y con la seguridad de los cuarteles que deberán elegirse
de modo que fácil y prontamente se reúnan los cuerpos y ejecuten los movimientos que se
previnieren sobre el Apure, llegado el caso.
2º Que si no hallase V.S. comodidad en el Bajo Santo Domingo para colocar la brigada, puede
V.S. extender sus cuarteles al otro lado del Apure, procurando situarla al frente de Nutrias [4],
en San Vicente [5] o Setenta [6], donde sea más fácil proveerla de pan.
3º Que mientras permanezca V.S. de este lado del Apure en el distrito de La Guardia, conserve
V.S. el mando de ella, dependiente inmediatamente de S.E. mientras está ausente el señor Ge-
neral Comandante en Jefe de La Guardia que marcha hoy en otra importante comisión; pero se
sujetará V.S. a las órdenes del señor General Páez desde el momento que entre en el distrito de
su ejército pasando el Apure.
4º Que yendo V.S. a un país donde le es más fácil adquirir los ganados, no lleve V.S. sino el
muy necesario para sostener la brigada mientras recibe otras partidas que pedirá V.S. volando
al Apure. Dejará, pues, V.S. para la subsistencia de los batallones que quedan sobre Barinas,
todos los depósitos que tenga de ganado, procurando sea el mayor número posible, por la
dificultad que hay de que le lleguen más.
5º Que deje también V.S. todas las municiones que haya en el parque y las piedras de chispa,
llevando solamente las muy indispensables para cualquier caso imprevisto. El señor General
Páez proveerá a V.S. de cuantas necesite luego que pase el Apure.
6º Que el señor General Guerrero tome el mando de las tropas que quedan en Barinas, es decir,
de los batallones Boyacá, Tunja y Vargas mientras llega el señor Coronel Rangel [7] que
va a mandarlos como Jefe de la segunda brigada. V.S. hará al señor General Guerrero
todas las advertencias y le dará las noticias necesarias para que ejerza este mando interinamente
y para que oportunamente envíe los batallones de Tunja y Vargas, que están en marcha por los
Callejones [8], los auxilios de víveres, sin los cuales no podrán subsistir.
7º Que tome V.S. sus medidas antes de marchar, para que los enfermos de su brigada que
salgan del hospital vayan a reunírsele con seguridad, luego que estén restablecidos.
8º Que tome V.S. del comisario Rocha dos mil pesos de los seis mil que lleva. Los cuatro mil
restantes están destinados para la subsistencia de los batallones que quedan en Barinas y para
el hospital. Cuidará V.S. de que se administre este dinero con economía para que no le falte
mientras se le puede enviar otra cantidad.
Lo comunico a V.S., etc.
Dios guarde a V.S. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Archivo del Libertador. O’L Vol. XVIII, primera parte, fº 93 vto. 94 y vto.
Notas
[1] Testado [ejército].
[2] Santa Lucía. Población situada al Sur del Distrito Barinas del Estado Barinas en la margen
derecha del Río Santo Domingo.
53
[3] Santo Domingo (río). Río de los Estados Barinas y Mérida.
[4] Nutrias. Véanse los Vols. X, XI, XII, XIII.
[5] San Vicente. Población del Estado Apure al N. del Distrito Muñoz.
[6] Setenta. Vecindario en el Distrito Muñoz del Estado Apure. Véanse los Vols. V, XII.
[7] Antonio Rangel. Véanse los Vols. X, XIII, XIV, XVI, XVII.
[8] Los Callejones. Camino que conducía de Mérida a Barinas. Véase el Vol. IV.
54
amanecer un poco de aguardiente quinado, que saben preparar en la hacienda La Calavera, para
precaverse de la calentura.
6º Que desea S.E. saber detalladamente todo lo que V.S. reciba del señor Coronel Plaza en
ganados y municiones, la fuerza del batallón Boyacá, el número de enfermos del hospital, con
expresión de los cuerpos a que pertenezcan, y los recursos con que se pueda contar aún en el
distrito de esa Provincia, que pertenece a La Guardia, tanto de ganado como de pan y granos.
Tomará V.S. el más vivo interés en que no les falte nada a las tropas y en que haya grandes
depósitos de ganado conforme a las órdenes que se han comunicado al señor Coronel Plaza
antes de ahora.
7° Que cuide también V.S. y active la construcción de los cuarteles que había empezado el
señor Coronel Plaza en Aranjuez, de modo que puedan dentro de poco tiempo alojarse tropas
en ellos.
8° Que cuando entregue V.S. el mando de esta brigada al señor Coronel Rangel le
trasmita también estas instrucciones para que le sirvan de gobierno y cumpla lo que no hubiere
V.S. ejecutado aún.
Lo comunico, etc.
Dios guarde a V.S. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MENDEZ,
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVI11, primera parte, fº 94 vto. 95 y vto.
Notas
[1] Antonio Gravette. Véase la nota 1 del Doc. 4059 en el Vol. XVII.
[2] Barinitas. Población del Estado Barinas, capital del Distrito Bolívar. Véase el Vol. XIII.
[3] Testado [batallón Vargas que llevaron.
[4] Calderas. Véase la nota 7 del Doc. 247 en el Vol. IV.
[5] Testado [sus malos recursos por que es imposible],
[6] Juan José Rondón. Véanse los Vols. XI, XII.
[7] Testado [preservarlos de esta por]. Aranjuez. Sitio del Municipio Barinas, Distrito Barinas
del Estado Barinas.
[8] Pedraza. Población del Estado Barinas, capital del Distrito del mismo nombre. Véanse los
Vols. XIII, XIV.
55
3º Que mientras llega V.S. a Barinas tiene el mando de la Brigada el señor General Miguel
Guerrero de quien lo recibirá V.S. junto con las instrucciones que con esta fecha le he
comunicado, las cuales servirán a V.S. también de regla.
4º Que luego que se encargue V.S. del mando de la Brigada, se entienda directamente con este
Ministerio, como sujeto inmediatamente a S.E. el Libertador durante la ausencia del señor Ge-
neral Comandante en Jefe de La Guardia.
5º Que el Teniente Coronel Juan José Flores [1] adjunto al Estado Mayor General, está
nombrado Jefe del Estado Mayor de la Brigada que V.S. manda y está ya en Barinas.
6º Que mientras no reciba V.S. otras órdenes sobre movimientos, debe limitarse a conservar
su Brigada en mejor estado, y observar y espiar al enemigo que ocupa Obispos [2] y Guanare.
En el caso de que éste se mueva sobre V.S. o lo intente, marchará V.S. con todas las tropas de
su Brigada a reunirse rápidamente con el señor Coronel Plaza, donde quiera que esté, bien sea
en Santa Lucía o en el otro lado del Apure.
Lo comunico, etc.
Dios guarde a V.S. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ * Archivo del Libertador. O’L Vol. XVIII, primera parte, fº 95
vto. y 96.
Notas
[1] Juan José Flores. Procer de la Independencia (1806-1864). Véanse los Vols. II, IX.
[2] Obispos, población capital del Distrito Obispos del Estado Barinas, a unos 15 kilómetros
al Este de la ciudad de Barinas, a vuelo de pájaro.
56
Por los Callejones va a salir a Barinitas el batallón Tunja que será también auxiliado lo mismo.
Por Calderas sale de aquí el regimiento de caballería que no llevará raciones sino hasta
Calderas.
V. activará todas estas provisiones con la urgencia con que se necesitan.
Dios guarde a V. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, primera parte, Fº 96 y vto.
57
CORTARLA MEDIANTE MARCHAS Y CONTRAMARCHAS; SI NO TUVIERE
SEGURIDAD DEL TRIUNFO, RETIRARSE HACIA CARORA, TRUJILLO O GUANARE.
SI SE RETIRA, DEJE LAS GUERRILLAS DEL CORONEL REYES VARGAS PARA QUE
MOLESTEN AL ENEMIGO; LEVANTE CUERPOS DE CABALLERÍA; ORGANICE LOS
CUERPOS CON OFICIALES QUE SE LE HAN DESTINADO Y EL GOBIERNO DE LA
PROVINCIA DE CORO; DEJE ORDENES EN MARACAIBO PARA QUE SE COMPREN
FUSILES Y MUNICIONES.*
Barinas, abril 12 de 1821.
Al Señor General Rafael Urdaneta.
Por conducto del Edecán Medina comuniqué a V.S. ayer algunas órdenes de S.E. el Libertador,
relativamente a las operaciones que debe V.S. ejecutar, y revocando las que llevó el Edecán
Ibarra. Por no diferir un momento el despacho de aquella urgente comunicación, me conformé
con hacer a V.S. algunas prevenciones generales sobre la necesidad de acelerar la apertura de
la campaña por esa parte y sobre la dirección en que ha de moverse V.S. S.E. el Libertador me
manda que las explane ahora en los artículos siguientes: 1º V.S. sabe que el objeto de sus
operaciones es ocupar a Coro y seguidamente todo el Occidente de Caracas. Como
probablemente la ocasión más oportuna para conseguirlo es al romper las hostilidades porque
[probablemente] [1] el enemigo, ignorando el grueso de las fuerzas de V.S. y amenazado por
el ejército de Apure y por éste, convertirá hacia esta parte toda su atención y concentrará todas
sus fuerzas en Valencia o San Carlos, es preciso aprovechar el momento en que deje evacuado
o débilmente guarnecido el Occidente. Si V.S., pues, emprende su marcha el 28 del corriente
sin falta, y acelerándola lo posible, liberta a Coro de paso y se adelanta sobre Barquisimeto, es
casi seguro que hallará muy poca o ninguna resistencia, porque no habrá tenido tiempo el
enemigo de desengañarse y conocer nuestro objeto, para impedirlo. S.E. ha combinado sus
operaciones de manera que [hará por ellos conforme] [2] entretenga al enemigo y conservarlo
en su error; pero como operaciones de pura diversión no es fácil sostenerlas con un gran cuerpo
por mucho tiempo sin descubrir el fin, es de temer que si no realiza V.S. el proyecto en doce o
quince días, se frustre y se vea V.S. en la necesidad de desistir de él, y el ejército carezca de
esa división el día de la batalla. Convencido V.S. de la justicia de estas observaciones, no debe
perder un instante en abrir la campaña y en adelantarla.
2º S.E. quiere que las operaciones de V.S. sean las más rápidas y audaces al principio. Que
emprenda V.S. todo y combata al enemigo donde quiera que esté, siempre que no sea superior
o igual, pero luego que haya V.S. logrado su objeto y ocupado el país a que se dirige, adoptará
el sistema de la prudencia y circunspección, porque es de presumir que el enemigo,
desengañado ya, trate de oponérsele y destaque sobre V.S. una fuerte división que haga dudoso
el suceso de un combate. Para este caso debe V.S. saber que el deseo más vivo de S.E. es éste,
porque cree que desmembrado el ejército español de tal modo es la ocasión que él busca para
reunirse con el ejército de Apure y cargar bruscamente sobre el ejército español donde esté,
dejando cortada o aislada la división V.S. entretiene. Si las fuerzas de V.S. no son, pues, tan
superiores a la división enemiga que le aseguren una victoria cierta, se reducirá V.S. a
entretenerla, [alejándola] [3] distrayéndola y alejándola del centro de las operaciones del
enemigo, que será sin duda San Carlos. Con este fin hará V.S. marchas y contramarchas y aun
se retirará formalmente si se viere muy estrechado.
3º Si después de haber tentado todas las estratagemas y medios posibles por divertir la división
que se envió contra V.S. al Occidente, no pudiese ya defenderse contra sus ataques, y no fuere
segura la victoria presentándole batalla, se retirará por una de estas tres direcciones: hacia
58
Trujillo o Carora, siempre procurando atraerla, o hacia Guanare por el camino que viene del
Tocuyo allí, procurando reunirse con este ejército; la primera de estas direcciones se tomará
siempre que haya esperanza o probabilidad de que no falten las subsistencias y de que el
enemigo continúe su persecución y se aleje de su centro. La segunda [no se tomará] [4] sólo
en un último caso, cuando no sea posible ejecutar las otras según las circunstancias; y la tercera,
que es la más segura y pronta, será preferible a las otras siempre que se sepa que Guanare está
en nuestro poder, o que no estando ocupada por todo el ejército español, puede este ejército
solo ocuparla luego que se reciba el aviso de que trata V.S. de venir sobre ella. En todos tres
casos no traerá V.S. sino las tropas de línea y dejará cubriendo el territorio libre y molestando
al enemigo al señor Coronel Reyes Vargas con sus guerrillas, reforzadas como lo tenga V.S.
por conveniente.
4º Tanto en Coro como en el Occidente procurará V.S. levantar cuerpos de caballería y
montarlos bien aunque sea en muías, porque es probable que el enemigo destaque sobre V.S.
algún regimiento de esta arma, que no podrá resistir el solo escuadrón de Cazadores a caballo.
5º Para evitar que lleguen a suspenderse sus operaciones, o resulten otros males si llega V.S. a
faltar por cualquier desgraciado accidente de muerte o enfermedad, está destinado el señor
Coronel Antonio Rangel para servir en esa división en clase de 2º Jefe de V.S. Mientras
no llegue este caso, V.S. lo empleará como juzgue conveniente.
6º También están destinados a servir en esa división los Tenientes Coroneles J. J. Flores y León
Ferrer [5]. Este último servirá a V.S. útilmente en Coro por ser natural de allí.
7º Si libertado Coro creyese V.S. conveniente encargar del Gobierno de aquel Departamento
al señor Coronel Juan Escalona, lo hará V.S. o lo empleará en su Estado Mayor según convenga
o se necesite.
8º Dejará V.S. sus órdenes en Maracaibo para que se busquen y compren fusiles y municiones
y se remitan a V.S. por su espalda para armar los cuerpos que se levanten en el país y para que
no le falten municiones. De Angostura deben haber ido a Maracaibo dos mil fusiles, con los
cuales puede V.S. contar. Pero quedarán allí los que V.S. calcule necesarios para la seguridad
de la Provincia.
Lo comunico de orden de S.E. el Libertador para su inteligencia, gobierno y cumplimiento.
Dios guarde a V.S. muchos anos.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, primera parte, fº 171-172 y vto.
Notas
[1] Testado [probablemente].
[2] Testado [hará por ellos conforme],
[3] Testado [alejándola].
[4] Testado [no se tomará].
[5] León Ferrer. Natural de Coro.
59
Al Señor General Rafael Urdaneta.
Sin embargo de las instrucciones que en esta misma fecha dirijo a V.S. con el señor Coronel
Rangel, no debe V.S. entender que haya S.E. derogado en nada la facultad y libertad que
cometió a V.S. para dirigir sus operaciones del modo más conveniente, y conforme a las
circunstancias.
Puede V.S. sacar de éstas todas las ventajas posibles aprovechando las ocasiones que se le
presenten de destruir el enemigo. Lo que S.E. se ha propuesto al dar las instrucciones de que
he hablado, es indicar a V.S. el plan vigente que cree más conveniente, y que va a seguir para
que se arregle V.S. a él, cooperando activamente por su parte.
Lo comunico a V.S. de orden de S.E. el Libertador para su inteligencia y gobierno.
Dios guarde a V.S. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MENDEZ
*Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, primera parte, fº173 vto.
60
pueda y aun invadiéndola, si las circunstancias se lo permiten y aconsejan; pero cuidando de
no comprometer batalla contra fuerzas superiores o iguales sin seguridad de suceso. Lo
comunico, etc.
Dios guarde a V.S. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, primera parte, fº 173 vto. 174 y vto.
Notas
[1] Testado [vendrá por].
[2] Testado [el occidente].
[3] Testado [aquella parte].
[4] Testado [amenazándola].
[5] Nirgua. Véanse los Vols. II, V, VI, VIII, XIII.
61
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, primera parte, fº 319 vto. y 320 vto.
Notas
[1] Cujicito. Vecindario del actual Estado Lara.
62
HARÁ EN EL EJERCITO Y LE DA AUTORIDAD PARA DISPONER EN EL OCCIDENTE
TODO LO QUE JUZGUE CONVENIENTE PARA LOGRAR SU PACIFICACIÓN.*
San Carlos, junio 11 de 1821.
Al Señor General Rafael Urdaneta.
Está en mi poder el oficio de V.S. fecha de 8 del corriente en que participa haber entregado el
mando de la división al señor Coronel Rangel, por no ser posible a V.S. continuar al frente
de ella. S.E. el Libertador a quien he instruido de todo, me manda que, al acusar a V.S. recibo
de aquella nota, le dé las más repetidas gracias por los importantes servicios que ha prestado
V.S. a la República en esta campaña, libertando dos Provincias que por su situación y recursos
han sido los firmes apoyos de nuestros enemigos en las épocas anteriores. En recompensa ha
sido V.S. propuesto al Congreso General para el ascenso a General en Jefe.
S.E. ha visto con todo el sentimiento que deben inspirar los padecimientos de V.S. no sólo por
ellos mismos, sino por la falta que hace V.S. en el ejército y en la campaña. S.E. desea que se
dedique V.S. exclusivamente a procurar su restablecimiento y por si el estado le permitiere
ocupar algunos momentos en el servicio de la República, está V.S. autorizado para disponer
en el Occidente todo lo que juzgue conveniente, principalmente en la parte militar y en lo
relativo a asegurar la tranquilidad del país y su perfecta pacificación.
Lo comunico, etc.
Dios guarde a V.S. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Archivo del Libertador. O’L Vol. XVIII, primera parte, fº 321 vto. al 322. DOCUME
63
DOCUMENTO 5788 COMUNICACIÓN OFICIAL DE BOLÍVAR PARA EL CON GRESO
DE COLOMBIA, FECHADA EN VALENCIA EL 25 DE JUNIO DE 1821, POR LA CUAL
LE INFORMA LA VICTORIA DEL DÍA ANTERIOR EN CARABOBO Y LE DA PARTE
DETALLADO DE LA BATALLA.*
Valencia, junio 25 de 1821.
Al Soberano Congreso.
Excelentísimo Señor:
Ayer se ha confirmado con una espléndida victoria el nacimiento político de la República de
Colombia.
Reunidas las divisiones del Ejército Libertador en los campos del Tinaquillo el 23, marchamos
ayer por la mañana sobre el Cuartel General enemigo, situado en Carabobo, en el orden
siguiente: La primera división compuesta del bravo batallón Británico, del Bravos de Apure y
[toda la caballería] [1] 1.500 caballos a las órdenes del Señor General Páez. La segunda
compuesta de la 2ª Brigada de La Guardia con los batallones Tiradores, Boyacá y Vargas y el
Escuadrón Sagrado que manda el impertérrito Coronel Aramendi, a las órdenes del Señor
General Sedeño. La tercera, compuesta de la 1ª brigada de La Guardia con los batallones Rifles,
Granaderos, Vencedor de Boyacá, Anzoátegui y el Regimiento de caballería del intrépido
Coronel Rondón, a las órdenes del Señor Coronel Plaza.
Nuestra marcha por los montes y desfiladeros que nos separaban del campo enemigo fue rápida
y ordenada. A las 11 de la mañana desfilamos [de frente] [2] por nuestra izquierda al frente del
ejército enemigo bajo sus fuegos; atravesamos un [desfil] [3] riachuelo que sólo daba frente
para un hombre, a presencia de un ejército [enemigo] [4] que bien colocado en una altura
inaccesible y plana nos dominaba y nos cruzaba con todos sus fuegos.
El bizarro General Páez, a la cabeza de los dos batallones de su división y del regimiento de
caballería del valiente Coronel Muñoz, marchó con tal intrepidez sobre la derecha del enemigo
que en media hora [de fuego] [5] todo él fue envuelto y cortado. Nada hará jamás bastante
honor al valor de estas tropas. El Batallón Británico mandado por el Benemérito Coronel
Ferriar pudo aún distinguirse entre tantos valientes y tuvo una gran pérdida de oficiales.
La conducta del General Páez en la última y en la más gloriosa victoria de Colombia lo ha
hecho acreedor al último rango en la milicia y yo, en nombre del Congreso le he ofrecido en el
campo de batalla el empleo de General en Jefe del Ejército.
De la segunda división no entró en acción más que una parte del batallón de Tiradores de la
Guardia que manda el Benemérito Comandante Heras. Pero su General, desesperado de no
poder entrar en la batalla con toda la división por los obstáculos del terreno, dio solo contra
una masa de infantería y murió en medio de ella del modo heroico que merecía terminar la
noble carrera del bravo de los bravos de Colombia. La República ha perdido en el General
Sedeño un gran apoyo en paz o guerra: ninguno más valiente que él, ninguno más obediente al
Gobierno. Yo recomiendo las cenizas de este General al Congreso Soberano para que se le
tributen los [primeros] [6] honores de un triunfo solemne. Igual dolor sufre la República por la
muerte del intrepidísimo Coronel Plaza, que lleno de un entusiasmo sin ejemplo se precipitó
sobre un batallón enemigo a rendirlo. El Coronel Plaza es acreedor a las lágrimas de Colombia
y que el Congreso le conceda los honores de un heroísmo eminente.
Disperso el ejército enemigo, el ardor de nuestros jefes y oficiales en perseguirlo fue tal que
tuvimos una gran pérdida en esta alta clase del ejército. El Boletín dará el nombre de estos
ilustres.
64
El ejército español pasaba de seis mil hombres compuesto de todo lo mejor [y de los sus] [7]
de las expediciones pacificadoras. Este ejército ha dejado de serlo. Cuatrocientos hombres
habrán entrado hoy a Puerto Cabello.
El ejército Libertador tenía igual fuerza que el enemigo, pero no más que una quinta parte de
él ha decidido la batalla. Nuestra pérdida no es [más que] [8] sino dolorosa: apenas doscientos
muertos y heridos.
El Coronel Rangel, que hizo como siempre prodigios, ha marchado hoy a establecer la
línea contra Puerto Cabello.
Acepte el Congreso Soberano [un afecto que le hago] [9] en nombre de los bravos que tengo
la honra de mandar, el homenaje de un ejército rendido, el más grande y más hermoso que ha
hecho armas en Colombia en un campo de batalla.
Tengo el honor de ser con la más alta consideración de V.E. atento humilde servidor.
(S. BOLÍVAR]
Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, primera parte, 2º, fº 1 y 2. Archivo Santander, VI-
272.
Bolívar exagera en esta carta destinada a la publicidad, con el objeto de exaltar la moral de sus
tropas. En realidad todo el ejército patriota entró en la lid, y en el momento culminante de la
batalla los españoles combatieron contra fuerzas superiores. La división Plaza fue situada de
manera que los enemigos creyeron que iban a ser atacados de frente, mientras las de Páez y
Sedeño giraban a la izquierda, a fin de caer a retaguardia de la derecha española. Hubo un
momento en que un batallón de Páez estuvo en desventaja mientras toda su división entraba a
la llanura, seguida prontamente de la división Sedeño; pero no habiéndose dado cuenta los
españoles, en los primeros momentos, de que por ese lado marchaba el grueso del ejército
republicano, sólo enviaron a contener el ataque un batallón y luego otro, y cuando la mayor
parte del ejército cambió de frente sobre la retaguardia de su derecha ya la división Sedeño
sostenía la división de Páez, y la de Plaza, encontrando desguarnecido el terreno antes ocupado
por los realistas, penetró en la llanura, rindió el Batallón del Infante, después de una corta lucha
en que murió el general Plaza, y completó el desastre, precipitándose en ese momento la fuga
de la caballería realista. Las pérdidas en muertos y heridos de los patriotas fueron mayores que
las que indica Bolívar. El ejército real tuvo de 1.000 a 1.500 muertos y heridos, 1.700
prisioneros, no heridos y 1.000 dispersos por lo menos. (Nota de Vicente Lecuna).
Notas
[1] Testado [toda la caballería].
[2] Testado [de frente ].
[3] Testado [desfil].
[4] Testado [enemigo].
[5] Testado [de fuego].
[6] Testado [primeros].
[7] Testado [y de los sus].
[8] Testado [más que].
[9] Testado [un afecto que le hago].
65
SALIDO PARTIDAS A RECORRER EL CAMPO DE BATALLA NI LOS BOSQUES
INMEDIATOS A RECOGER DISPERSOS, ARMAS Y DEMÁS ELEMENTOS DE
GUERRA, QUE NI SE HA ARREGLADO EL GOBIERNO, NI TAMPOCO SE HA HECHO
LISTA DE LOS PRISIONEROS Y QUE HAY GRAN DESORDEN Y CONFUSIÓN. POR
TANTO LE ORDENA QUE SOLAMENTE MANDE EL EJÉRCITO QUE CUBRE A
VALENCIA Y BLOQUEE A PUERTO CABELLO; QUE SE ENCARGUE EL CORONEL
SALOM DEL ESTADO MAYOR GENERAL; QUE SE ORGANICEN LOS PUEBLOS, SE
NOMBREN AUTORIDADES, SE ESTABLEZCA LA POSTA, SE SECUESTREN LOS
BIENES DE LOS EMIGRADOS, SE ORGANICE EL GOBIERNO DE LOS VALLES DE
ARAGUA, RECOJA DISPERSOS, INSPIRAR CONFIANZA. DÉ PARTES DIARIOS
MINUCIOSOS.*
Las Cocuizas, junio 28 de 1821.
A S.E. el General Mariño.
S.E. el Libertador Presidente ha sabido con dolor y sorpresa que: ni han salido partidas a
recorrer el campo de Carabobo y los bosques inmediatos, a recoger los dispersos, las armas y
demás elementos de guerra que han quedado después de la batalla; que no se han arreglado los
gobiernos de los pueblos libertados; que los prisioneros tomados en el campo y los que se han
presentado después están sueltos en plena libertad, sin haberse formado siquiera una lista de
ellos, y últimamente todo está en un abandono y desorden absoluto. S.E. ha extrañado esto,
tanto más cuanto que es V.E. el responsable, y aunque todavía no presta entero crédito a esta
desagradable relación, la falta de partes de V.E. es casi una confirmación de ella. Como V.E.
no halla otra causa para tales desórdenes que la confusión en que ha quedado V.E. reuniendo
el mando de las tropas y el Estado Mayor General, ha dispuesto y me manda comunique a V.E.
1º Que se encargue V.E. solamente del mando en Jefe del Ejército que cubre esa ciudad y
bloquee a Puerto Cabello.
2º Que el Señor Coronel Salom sirva el Estado Mayor General, lo arregle, lo organice y haga
obrar conforme a su deber; pues se notan faltas en el ejercicio de las funciones propias del
Estado Mayor General.
3º Que no se pierda un momento en la organización de los pueblos que están casi abandonados,
que se nombre en cada uno de ellos el Alcalde Justicia, escogiéndolo entre los más patriotas y
activos; que se establezca la posta regularmente; que se nombre un Juez de Secuestros que
embargue y ponga en administración los intereses y propiedades del Gobierno Español y de
los emigrados; pero que esta elección sea muy acertada para evitar los fraudes y robos que ha
habido siempre en los bienes secuestrados. De todo se llevará una cuenta exacta, y no se
ahorrará precaución que pueda prevenir la repetición de una mala versación.
4º Que el Señor Coronel Alcántara venga a encargarse de la Comandancia General de los
Valles de Aragua, autorizado para organizar al gobierno civil de ellos; para hacer secuestrar y
velar sobre la administración de los secuestros, y sobre los muchos almacenes e intereses del
Estado que hay en ellos; para establecer la posta en la dirección de Caracas a esa ciudad, y a
los Llanos por la Villa de Cura. En una palabra, el Coronel Alcántara debe volar a ejercer esta
Comandancia y trabajar incesantemente todos los ramos que se le confían, hasta que lo ponga
todo en el mejor orden.
5° Que se repiten las órdenes anteriores para que no cese V.E. de tomar medidas para recoger
los dispersos del enemigo, y aprovechar la victoria, impidiendo la reunión de aquéllos. En los
Valles de Aragua hará lo mismo el Coronel Alcántara, publicando bandos para que se presenten
y enviando partidas a los campos y bosques a perseguir y aprehender los que rehúsen o difieran
66
salir. Repito también que se formen listas exactas y aún medias filiaciones de los prisioneros y
presentados; que se pongan en seguridad, pero sin molestarlos ni maltratarlos de ningún modo,
inspirándoles confianza, y prestándoles los socorros que les son debidos.
6° Que diariamente dé V.E. parte de todo lo que haga o sepa. Nada ha sabido S.E. desde que
salió de esa ciudad. Vagamente ha oído que el Coronel Rangel está ya sobre Puerto
Cabello; pero no se dice en qué punto, ni de qué modo. V.E. debe ser muy minucioso y prolijo
en los informes y noticias que dé.
Lo comunico, &.
Dios guarde, &. &.
[PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ]
* Archivo del Libertador. O’Leary. Vol. XVIII, 29, f° 8 y 9.
67
parte. S.E. está muy satisfecho de la conducta de V.S. y se apresura a tributarle las gracias
sinceras a nombre de la Patria que tantos nuevos servicios ha recibido de V.S.
S.E. desea que acelere V.S. las marchas hacia esta Capital con la División de su mando. No
pierda V.S. un momento. La Columna de Infantería con que S.E. ha venido buscando a Pereira,
ha convertido su marcha sobre Carayaca con objeto de cortar a aquél, y aunque S.E. no teme
nada por la tranquilidad de este pueblo, teniendo aquí un regimiento de Caballería, ansia por
ver a V.S. y recompensarle dignamente sus heroicas fatigas. El pueblo además adquirirá nueva
confianza con la presencia de esas tropas, y ellas serán aliviadas de sus dolorosas privaciones.
(Al Vicepresidente se le dijo):
S.E. desea que venga V.E. volando a encargarse de la organización de esta parte de su
departamento que necesita de arreglos en casi todos sus ramos. No pierda V.E. ni un momento,
y acelere de paso la marcha de las tropas, si no se hubiesen movido todavía.
Dios guarde, &., &.
[PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ]
Archivo del Libertador. O’Leary. Vol. XVIII, 2º, fº 11 vto, al 12 y vto.
Notas
[1] En O’Leary. Vol. XVIII, pág. 349 dice, por error, 29-
68
enemigo que hizo retirar inmediatamente un fuerte destacamento con que cubría el inaccesible
desfiladero de Buena Vista.
El 23 [sí fue posible reunir todo el ejército porque la División Urdaneta] [2] se reunió en la
marcha todo el ejército que se había movido en divisiones, y al amanecer el 24 nuestra
Vanguardia se apoderó de Buena Vista, distante una hora de Carabobo. De allí observamos [y
fue cierto] [3] que el enemigo estaba preparado al combate [la orden de batalla] [4] formado
en seis fuertes Columnas de Infantería y tres de caballería, situadas de manera que enteramente
se sostenían para impedir nuestra salida a la llanura. El camino estrecho que llevábamos no
permitía otro frente que [el de dos hombres] [5] para desfilar, y el enemigo no solamente
defendía la salida al llano, sino que dominaba perfectamente el desfiladero con su artillería,
con una columna de infantería que cubría la salida y dos que la flanqueaba por derecha e
izquierda. Reconocida la posición, S.E. creyó que no era abordable; observando por la colo-
cación del Ejército Español, que éste no temía el ataque sino por el camino principal de San
Carlos, o por el del Pao, que daba a su izquierda, dispuso que el Ejército, [por una marcha
rápida] [6] convirtiese su marcha rápidamente sobre nuestra izquierda, flanqueando al enemigo
por su derecha que parecía más débil. El Señor General Páez que mandaba la 1ra División,
ejecutó el movimiento con una increíble celeridad, despreciando los fuegos de la artillería
enemiga, pero era imposible impedir que el enemigo no corriera a disputarnos la salida a la
llanura.
Debíamos desfilar por segunda vez, para atravesar un riachuelo que separaba la colina, en que
había desplegado el Ejército y la que dominaba el enemigo; siendo plana la cumbre de ésta,
daba al enemigo la ventaja de moverse fácilmente y de ocurrir a todas partes. Así fue que a
pesar de la sorpresa que causó al Ejército Español nuestro movimiento, pudieran algunos de
sus cuerpos llegar a tiempo que empezaba el batallón de Apure a pasar el desfiladero. Allí se
rompió el fuego de infantería sostenido vigorosamente por ambas partes. El batallón de Apure
que logró al fin pasar, no pudo resistir solo la carga que le dieron. Ya plegaba, cuando llegó en
su auxilio el batallón Británico que le seguía. El enemigo había empeñado en el combate cuatro
de sus mejores batallones contra uno solo del Ejército Libertador, y se lisonjeaba de obtener
con todos nuestros cuerpos el mismo suceso que con el primero que había contenido. La
firmeza del batallón Británico para sufrir los fuegos hasta que se formó; la intrepidez con que
cargó a la bayoneta, sostenido por el batallón de Apure que se había rehecho y por dos
compañías del de Tiradores, que oportunamente condujo al fuego su Comandante, el Teniente
Coronel Heras, decidieron la batalla. El enemigo cedía el terreno aunque sin cesar sus fuegos.
Nuestros batallones avanzaban y apoyados por [Escuadrón Sagrado y] [7] el Escuadrón del
Regimiento de Honor [del Señor Coronel Muñoz] [8] del General Páez y del Estado Mayor de
este General, desalojaron completamente al enemigo de la altura. El Ejército pasaba
rápidamente el desfiladero por dos estrechas sendas; y el enemigo, aunque desalojado de su
primera posición, había podido rehacerse, y procuró aprovechar el momento de hacer una
nueva carga con su caballería, mientras que nuestros piquetes de esta arma, que habían pasado,
proseguían y despedazaban a sus batallones que huían. Algunos de nuestros piquetes de
Caballería del ler. Escuadrón del Regimiento de Honor [del Escuadrón Sagrado] [9] y el
Escuadrón Mayor, del Señor General Páez, se reunieron en número de 80 a 100 hombres, y
ellos solos bastaron para rechazar y poner en derrota toda la columna de caballería enemiga.
Desde este momento el triunfo quedó completo. El enemigo no pensó sino en huir y salvarse.
Nuestra caballería [lo persiguió con un vigor extraordinario y] [10] que sucesivamente iba
recibiendo refuerzos de todos los Escuadrones que pasaban el desfiladero, hizo la persecución
69
con un vigor extraordinario. Batallones enteros se tomaron prisioneros, otros, arrojando sus
armas, se dispararon disueltos por los bosques. [Nad. No habría salido un solo nombre] [11].
Los dos batallones [del] [12] enemigos [no habían entrado aún en combate pretendieron
retirarse del campo y arriesg] [13] que habían quedado cubriendo el camino principal de San
Carlos, flanqueándolo por la derecha, no entraron en combate y pretendieron retirarse del
campo en masa. Nuestra caballería procuró entretenerlos mientras salía la infantería, pero no
logró sino obligarlos a que precipitaran la retirada, y aprehendieron algunos hombres que se
dispersaban. Hasta las inmediaciones de Valencia vino el ejército persiguiendo la columna; fue
en esta operación donde el ardor de nuestros Jefes y oficiales de caballería hizo sensible nuestra
pérdida.
Como nuestra infantería, estropeada con las largas marchas que había hecho durante la
campaña, no podía sostener el paso de trote que llevó el enemigo por seis leguas, nuestra
caballería se empeñó en entretenerlo para dar tiempo a que llegaran algunos batallones. A veces
las escaramuzas se convertían en cargas [en estas, ellas perecerían] [14] que aunque costaron
bastante al enemigo, causaron a la República el gran dolor de perder a uno de sus más esclareci-
dos Generales y el bravo Teniente Coronel Mellao, que mandaba los Dragones de la Guardia.
La columna enemiga se había defendido valientemente, a pesar de que se había disminuido
mucho. S.E. [resolvió] [15] temió que si entraba a Valencia no era posible impedirle el paso a
Puerto Cabello, y a una legua de aquella ciudad hizo que los batallones Rifles y Granaderos de
la Guardia montasen a caballo y fuesen al galope en su alcance. [Pero antes] [16] Casi al entrar
a las primeras calles de aquella ciudad tuvieron nuestros Granaderos la fortuna de alcanzarlos;
pero apenas se vio cargada por ellos cuando se dispersó y desapareció del todo. Valencia fue
ocupada en el acto, y algunos destacamentos siguieron hasta Naguanagua persiguiendo a los
Jefes Españoles que huían hacia Puerto Cabello.
Por los prisioneros tomados supo S.E. que [el Coronel Español Tello había] [17] el día antes
de la batalla había marchado [solo con dos] [18] el Coronel Español Tello con dos batallones,
Navarra y Barinas, a reforzar a San Felipe, ignorando el enemigo que la columna del Señor
Coronel Carrillo la había ocupado ya. S.E. destacó del Tocuyito al Teniente Coronel Heras con
tres batallones a tomar la espalda de Tello, y cooperar a batirlo con el Señor Coronel Carrillo.
Aún no se sabe el resultado final de esta operación, que tal vez quede sin efecto porque Tello
emprendió su retirada sobre Puerto Cabello antes que nuestras tropas lo avistasen.
Al amanecer del 25 marchó el Señor Coronel Rangel a establecer el bloqueo de Puerto
Cabello, y desde el 26 quedó formada la línea de simple bloqueo porque era preciso
aguardar el complemento de nuestras operaciones para estrecharla y formarla de sitio.
Por la tarde del 25, después de haber arreglado [S.E.] [19] el Gobierno de Valencia, organizado
de nuevo el ejército, [marcha sobre esta capital con tres batallones de la Guardia] [20] y
destacado algunos cuerpos sobre Calabozo y el Pao a perseguir los dispersos que hubiesen
tomado aquellas direcciones, marchó S.E. sobre esta capital con tres batallones de su Guardia
y el regimiento de honor del Señor General Páez. Su objeto era tomar la espalda de la división
con que el Coronel Español Pereira [que se había alejado de que] [21] perseguía al Señor
General Bermúdez sobre los Valles del Tuy. No me es posible informar aún a V.E. de los
prodigios que este célebre General ha obrado con una pequeña división por esta parte en
cumplimiento de las órdenes que tenía. Baste decir a S.E. que los pueblos y el enemigo están
asombrados [al verle obrar con tanto valor y audacia como] [22] y no alcanzan a expresar toda
su admiración, ni decidir si han sido mayores su valor y su audacia o su prudencia y habilidad.
70
Esperamos por momentos su arribo a esta ciudad y entonces, impuesto detenidamente de sus
operaciones, tendré la satisfacción de comunicarlas a S.E.
El Coronel Pereira, al saber la derrota del ejército Español, replegó sobre esta capital, y envió
una partida de Húsares [sobre San Pedro a saber nuestra] [23] sobre los Valles de Aragua, a
saber nuestra situación. La partida fue sorprendida y apresada por un piquete de lanceros del
Regimiento de Honor que se había adelantado ya de San Pedro. Pereira se retiró, sin esperar
más resultado, sobre La Guaira, pero [informado] [24] sabiendo en el tránsito que no había en
aquel puerto buques en qué embarcarse, convirtió su marcha hacia Carayaca, buscando algún
camino que lo conduzca a Puerto Cabello por la Costa. No habiendo hallado ninguno, ha
emprendido su retirada por los montes elevados y espesos bosques que dividen del Mar a los
Valles de Aragua. El Señor Coronel Manrique con dos batallones y un trozo de caballería había
ido a buscarlo a Carayaca, pero [informado] [25] instruido de la dirección que lleva, se ha
puesto en su persecución. El Coronel Arguindegui quedó en los Valles de Aragua con su
batallón para cortar a Pereira por cualquiera [de las direcciones] [26] vía que tome, bien sea
por la Costa o por la [cerritos, o por la] [27] cordillera. Si recibe oportunamente los avisos que
se le han dirigido, puede asegurarse la absoluta destrucción de aquella división; que de 1.500
hombres queda ya reducida a 600, por las pérdidas en combates frecuentes con el Señor Gene-
ral Bermúdez, y por las deserciones que ha sufrido en la retirada. S.E. tuvo la particular
satisfacción de entrar solo con su Estado Mayor y el del Señor General Páez en esta Capital el
29. El pueblo, que acababa de ser evacuado el día anterior, había estado desierto hasta la hora
en que el Edecán Ibarra se presentó en medio de él a anunciar la aproximación de S.E.
No hubo tiempo de que se hiciesen otros preparativos que los del corazón, y ha sido este el
modo con que Caracas ha expresado más vivamente sus sentimientos de gratitud y amor al
Libertador de la Patria, y su ardiente entusiasmo por la libertad. Las calles desiertas dos horas
antes, se vieron de repente llenas de una concurrencia numerosa e inmensa; las casas cerradas
se abrieron y se iluminaron. S.E. entró en medio de las aclamaciones y transportes de un pueblo
que enajenado de placer corría en tropel a participar de la felicidad de volver a ver, de estrechar
y abrazar mil veces al Padre de la Patria. Mujeres y hombres, niños y ancianos, todos iban
mezclados confundiendo sus [votos] [28] vivas. Hasta las doce de la noche no cesó de
renovarse el concurso en la casa [donde S.E.] [29] [Al fin que fue preciso despedir y prohibir
que entrasen más] [30]. Fue preciso cerrar al fin para poderse ocupar S.E. de algunos negocios
importantes. Al amanecer se ha repetido la escena de la noche y ha continuado por todo el día.
El Edecán Ibarra marchó esta mañana a apoderarse de La Guaira que está evacuada, y ha
participado ya su entrada allí sin novedad.
V.E. extrañará que no haya recomendado particularmente a ningún Jefe ni oficial en la batalla,
[El temor de ofender a alguno me obliga a. La satisfacción de que todos] [31] porque sería
necesario insertar en esta parte los nombres de todo el ejército, por lo menos los de toda la
primera División y de todos los Jefes de las otras. Generales, Jefes, oficiales y tropa, todos
indistintamente se han manifestado, en este memorable día, dignos defensores de la República.
Dios guarde, &.
[PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ]
El oficio-circular dirigido al Vicepresidente interino de la República desde Tocuyito no se
conoce, salvo que sea la misma comunicación dirigida al Soberano Congreso, con fecha 25 de
junio.
El original que se encuentra en el Archivo Nacional de Colombia, tiene fecha 29 de junio.
71
Archivo del Libertador. O’L Vol. XVIII, 2? parte, fº del 16 al 20 y vto. Archivo Nal, Sec. de
Guerra y Marina, Tomo 329, fol. 935.
Notas
[1] Testado [que no tuviere].
[2] Testado [Si fue posible reunir todo el ejército porque la División Urdaneta].
[3] Testado [y fue cierto].
[4] Testado [la orden de batalla].
[5] Testado [el de los hombres].
[6] Testado [por una marcha rápida].
[7] Testado [Escuadrón Sagrado y].
[8] Testado [del Señor Coronel Muñoz].
[9] Testado[del Escuadrón Sagrado].
[10] Testado[Lo persiguió con un vigor extraordinario].
[11] Testado [Nad. No habría salido un solo hombre].
[12] Testado [del].
[13] Testado [no habían entrado aún en combate pretendieron retirarse del campo y arriesg].
[14] Testado [en estas, ellas perecerían].
[15] Testado[resolvió].
[16] Testado [Pero antes].
[17] Testado[el Coronel Español Tello había].
[18] Testado[solo con dos].
[19] Testado [S.E.].
[20] Testado [marcha sobre esta capital con tres batallones de La Guardia].
[21] Testado [que se había alejado de que].
[22] Testado[al verle obrar con tanto valor, y audacia como].
[23] Testado [sobre San Pedro a saber nuestra].
[24] Testado [informado].
[25] Testado [informado].
[26] Testado [de las direcciones].
[27] Testado[cerritos, o por la].
[28] Testado [votos].
[29] Testado [donde S.E.].
[30] Testado [Al fin que fue preciso despedir y prohibir que entrasen más].
[31] Testado[El temor de ofender a alguno me obliga a. La satisfacción de que todos].
72
Este plan es el mismo que voy a comunicar a V.E. en los artículos siguientes:
1° Que reúna V.E. todos los cuerpos del Ejército en Valencia [4], incluyendo los que obraban
en San Felipe [5], y la Columna con que marchó el Señor Coronel Rangel [6].
2º Que el Batallón Apure vaya a relevar a Rifles, no a donde está Vd., sino a Naguanagua [7]
que será su Cuartel. Este batallón dará un destacamento que se situará en la cumbre, en el punto
más cómodo, y se fortificará allí a la mayor brevedad, para impedir la salida del enemigo por
esa parte.
3º Que en los Pueblos de Morón [8], Alpargaten [9] y Urama [10] se levanten guerrillas de
gentes del país, a cuyo efecto enviará V.E. las armas, municiones y fornituras necesarias con
algunos oficiales, encargados de organizarías y de levantarlas hasta la fuerza de 400 o 500
hombres, llamando a los esclavos de aquel Distrito para este servicio y dando la libertad a los
que se presenten útiles y se tomen para las armas. Esta operación es de urgente importancia, y
no debe perderse un momento en llevarla a efecto. El Teniente Coronel Miguel Segarra [11]
tomará el mando general de todas estas guerrillas para dirigirlas y conservarlas en el mejor pie.
V.E. le advertirá que su objeto es hostilizar la plaza por todos los medios posibles impidiendo
sobre todo la introducción de víveres, batiendo las partidas que salgan a buscarlos, alejando
los ganados que haya más fáciles de tomar para que no se los lleven, y alarmando generalmente
todo el país, de suerte que el enemigo no encuentre protección alguna de parte de los habitantes,
sino por el contrario hostilidades y oposición.
4º Que para sostener estas guerrillas y servirles de apoyo sitúe V.E. dos destacamentos: uno en
Canoabo [12] compuesto de una compañía del Batallón de Maracaibo, al mando de un buen
oficial; y otro en Chirgua [13] arriba, también de una compañía de otro cuerpo de los que haya
en esa Valencia. V.E. dará a estos oficiales órdenes e instrucciones para que conserven entre
sí frecuentes comunicaciones, se auxilien y protejan mutuamente, se reúnan en caso necesario
para batir alguna partida enemiga que salga; pero no se batirán sino con probabilidad de suceso,
aunque no por esto deben dejar de hostilizar, molestar y fatigar al enemigo vivamente,
impidiéndole llevar víveres. También les recomendará V.E. que traten con bondad al país para
atraerlo, ganárselo completamente, y comprometerlo a tomar parte activa contra el enemigo.
5º Que la caballería se sitúe en los lugares más cómodos para los caballos, y abundantes de
pastos buenos, pero en disposición de que pueda reunirse a la infantería [inmediatamente que
se notara] [14] sin peligro de ser sorprendida ni cortada.
6° Que si el enemigo hiciere alguna salida con todas sus fuerzas procure V.E. atraerlo a la
llanura, donde tendremos la superioridad de nuestra Caballería para destruirlo completamente.
7º Que tanto en la cumbre como en Naguanagua, haya la mayor vigilancia y se haga el servicio
de campaña con exactitud.
8º Que la compañía situada en Ocumare [15] permanezca allí y tome la posición que sea más
ventajosa para impedir las comunicaciones con la plaza y para rechazar cualquiera pequeña
salida que haga por allí el enemigo. Recomiende V.E. al Oficial que la mande, el que procure
atraerse a los habitantes de Turiamo [16], y demás pueblos intermedios entre él y la plaza, para
que vigilen y hagan también guerrillas, que molesten al enemigo y le obstruyan los recursos.
Con este fin le enviará V.E. armas y municiones, y lo más que necesite.
Lo comunico, &.
Dios guarde, &. &.
[PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ]
* Archivo del Libertador. O’L Vol. XVIII, 2° f° 21 vto. al 23.
Notas
73
[1] Santiago MARIÑO. Véanse los Vols. IV, V, VI, VII, IX, X, XI, XII,XIII, XIV, XIX.
[2] Puerto Cabello. Puerto situado al Norte de Valencia, ciudad capital del Estado Carabobo.
Véanse los Vols. I, II, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI XII, XIII, XIV.
[3] Juan Tello. Cnel. Jefe del Ejército realista.
[4] Valencia. Ciudad capital del Estado Carabobo. Véanse los Vols. I II, IV, V, VI, VII, VIII,
IX, X, XI, XII, XIII, XIX.
[5] San Felipe. Ciudad capital del Estado Yaracuy. Véanse los Vols. II. IV, V, VI, IX, XIII,
XIV.
[6] Antonio Rangel. Nació en Mérida el 13 de junio de 1788. Comenzó su carrera en mayo de
1813 cuando el Libertador entró en Mérida. En 1814combatió en Estanques y Bailadores.
Perdida la Segunda República seretiró hacia Tunja bajo el mando de Urdaneta. Peleó el año
1815 a las órdenes del General Joaquín Ricaurte. Luchó en los llanos de Apure comosubalterno
de Páez. Estuvo con Bolívar en la Campaña del Centro en 1818.El año 1819 estuvo en el Apure
y tomó por asalto el pueblo de La Cruz.El año 1820 se le comisionó para remitir ganado a San
Cristóbal y losValles de Cúcuta. Hizo la campaña del año 1821. En Carora recibió a laDivisión
Urdaneta, por enfermedad de éste, para conducirla a la concentración del ejército patriota en
San Carlos. Combatió en Carabobo al mandode uno de los batallones de La Guardia. Estuvo
en el sitio de Puerto Cabello, al poco tiempo se incorporó al Libertador para hacer la
Campañadel Sur, pero murió en Maracaibo el 22 de septiembre de 1821.
[7] Naguanagua. Población próxima a Valencia, ciudad capital del Estado Carabobo. Véase el
Vol. XIII.
[8] Morón. Población del Estado Carabobo en el Distrito Puerto Cabello.
[9] Alpargaten. Población del Estado Carabobo en el Distrito Puerto Cabello.
[10] Urama. Población del Distrito Puerto Cabello del Estado Carabobo.
[11] Miguel Segarra. Véanse los Vols. XI y XIX.
[12] Canoabo. Población del Distrito Bejuma en el Estado Carabobo. También un lugar de ese
nombre en el Distrito Puerto Cabello.
[13] Chirgua. Véanse los Vols. I, II, IV, V.
[14] Testado [inmediatamente que se notara].
[15] Ocumare (de la Costa). Población del Distrito Girardot del Es tado Aragua. Véase el VoL
XIV.
[16] Turiamo. Población y Puerto del Distrito Girardot del Estado Aragua.
74
S.E. el Libertador Presidente ha tenido a bien nombrar a V.S. Gobernador Político,
Comandante General e Intendente de la Provincia de Coro en relevo del Señor Coronel
Escalona que ha obtenido licencia para retirarse. V.S. recibirá de él las órdenes e instrucciones
que tenga y se arreglará a ellas en la parte que no estén derogadas, por las que le comunica
ahora el Jefe del Estado Mayor General Libertador.
En la boca del río del Tocuyo [1] hay un destacamento de la Provincia de Coro que extiende
sus correrías por toda la Costa de Sotavento de Puerto Cabello. Esta fuerza se pondrá a la
disposición de V.S. El Comandante de ella asegura que por la costa es la dirección más breve
y segura para ir a Coro. Tome V.S. informes sobre esto para que elija y lleve en su marcha la
que tenga estas ventajas. El Señor Coronel Gómez marchará con V.S. para Coro, mandando la
columna con que V.S. obraba sobre San Felipe. [Esta fuerza servirá a V.S.] [2] V.S. destinará
del modo más conveniente para pacificar la Provincia cuyo mando se le confiere, y para
conservarla tranquila y en seguridad.
El señor Coronel Reyes Vargas ha marchado por Siquisique [3] con otra columna destinada
también a perseguir y batir las guerrillas que obstruían las comunicaciones de Coro con Carora,
y tiene orden de sujetarse a las que le comunique el señor Gobernador de Coro. [Puede V.S.
comunicarle] [4] Todas estas fuerzas y las más que estén obrando, o se envíen a obrar dentro
de la Provincia, estarán a las órdenes de V.S.; y puede V.S. destinarlas del modo que juzgue
conveniente.
El Batallón de Rifles al mando del señor Coronel Rangel marcha sobre el Occidente con
el objeto de cooperar con V.S. a la pacificación de Coro y de poner a cubierto [toda] [5] aquella
Provincia y toda la Costa contra las incursiones que intente el enemigo de Puerto Cabello.
Lo comunico, &
Dios guarde, &., &.
[PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ]
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, 2°, f° 40 y vto.
Notas
[1] Río Tocuyo. Población del Estado Falcón. En la época de la Colonia se llamaba San Miguel
del Tocuyo. También se le denomina hoy Boca del Tocuyo y se encuentra en la desembocadura
de este río
[2] Testado [Esta fuerza servirá a V.S.].
[3] Siquisique. Población del estado Lara, capital del Distrito Urdaneta. Véanse los Vols. V y
VI
[4] Testado [Puede V.S. comunicarle].
[5] Testado [toda].
75
Por las presentes tengo a bien nombrar a V.S. Gobernador Político, [Militar] [1] Comandante
General e Intendente de la Provincia de Coro en relevo del Señor Coronel Escalona. V.S.
recibirá de él las órdenes e instrucciones que tenga y se arreglará a ellas en la parte que no
estén derogadas.
[En la boca del río del Tocuyo hay un destacamento de la Provincia de Coro que extiende sus
correrías por toda la costa de Sotavento de Puerto Cabello. Esta fuerza se pondrá a la
disposición de V.S. El Comandante de ella asegura que por la costa es la dirección más breve
y segura para ir a Coro. Tome V.S. informes sobre esto para que elija y lleve en su marcha la
que tenga estas ventajas] [2].
El Señor Coronel Gómez con la columna que mandaba el Señor Coronel Carrillo se pondrá a
las órdenes de V.S. y marchará para Coro (con) o a donde V.S. tenga a bien destinarle en la
Provincia, cuyo mando le he conferido para que la conserve en tranquilidad y seguridad.
El Batallón de Rifles, al mando del Señor Coronel Rangel, marcha sobre el Occidente con
el objeto de cooperar con V.S. a la pacificación de Coro y de poner a cubierto aquella Provincia
y toda la costa contra las incursiones que intente el enemigo de Puerto Cabello. V.S. le
entregará el mando del Occidente que obtenía al Señor Coronel Rangel, y éste pondrá a
las órdenes de V.S. el Batallón Rifles que conduce, y que V.S. hará seguir a la mayor brevedad
[se marcha] [3] hacia Coro; pero sin demorarse V.S. por esperarlo; pues para esto, como para
todo lo demás, tomará V.S. sus medidas con anticipación.
V.S. tomará todas las fuerzas, fusiles y municiones que pueda llevar de las que haya en el
Occidente; pero repito que su marcha personal no la dilatará por nada, y sí hará antes de partir
que quede todo prevenido, es decir, lo que no pueda marchar con V.S. inmediatamente, para
que siga sin dilación por su espalda y como V.S. lo prevenga.
Dios guarde, &., &.
[BOLIVAR]
* Archivo del Libertador. O’L Vol. XVIII, 2º, fº 47 vto. al 48.
Nota: Este oficio es igual, con algunas variantes, al dirigido por Briceño Méndez al Coronel
José de la Cruz Carrillo, fechado en Valencia el 10 de julio de 1821.
Notas
[1] Testado [Militar].
[2] [Este párrafo está totalmente tachado en el original].
[3] Testado [se marcha].
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El Batallón de Rifles que V.S. conduce lo pondrá a las órdenes del Señor Coronel Briceño,
[quien lo desti] [5] para que siga la marcha a Coro con él, o por su espalda, conforme se le ha
prevenido.
V.S. recibirá del Señor Coronel Briceño las instrucciones y órdenes que deben reglar su
conducta en el mando que se le confiere, y por ellas, verá V.S. el territorio que comprende el
Departamento del Occidente, y las medidas, prevenciones y encargos que allí se detallan y que
repito ahora a V.S. de nuevo.
Dios guarde, &., &.
[BOLIVAR]
* Archivo del Libertador. O’L Vol. XVIII, 2º, fº 48 y vto.
Notas
[1] Testado[e Intendencia].
[2] Testado [estos destinos].
[3] Testado [con los mismos].
[4] Testado[Por las órdenes e ins].
[5] Testado[quien lo desti].
77
[3] Cartagena. Ciudad y puerto de la Nueva Granada. Hoy es la capital del Departamento de
Bolívar en la República de Colombia. Véanse los Vols. IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII,
XIV.
[4] Chichiriviche. Población del Estado Falcón, situada en la parte Este.
78
REOCUPACION DE LA PROVINCIA DE CORO, INVADIDA DESDE PUERTO
CABELLO CON 500 REALISTAS.
San Carlos, agosto 10 de 1821.
Al General Santiago Mariño.
En marcha para esta ciudad recibí cuatro oficios de V.E. fechas de 3 y 5 del corriente
contestando a mis comunicaciones del 28 del pasado. S.E. el Libertador Presidente ha sido
instruido de ellos.
No siendo considerables las fuerzas enemigas desembarcadas en Coro según V.E. informa, y
sabiéndose además (por parte del Estado Mayor General en que se refiere a las declaraciones
de desertores del enemigo, pasados el día 8) que la expedición ha salido de Puerto Cabello por
no haber podido desembarcar, ha dispuesto S.E. y me manda comunique a V.E.
1° Que forme V.E. una división compuesta del Batallón de Maracaibo, el Escuadrón de
Cazadores a caballo, el piquete de Húsares y la Columna del Señor Coronel Vargas.
2° Que se confiera el mando de esta división al Señor Coronel Justo Briceño, y le dé V.E.
órdenes e instrucciones para que marche inmediatamente a reocupar y pacificar la Provincia
de Coro, siempre que las fuerzas enemigas que la cubren sean inferiores a las que él lleve,
reunidas con la columna del Señor Coronel Gómez, o con la que obra por Casigua [1].
3° Que el primer objeto del Coronel Briceño sea ponerse en comunicación con el Coronel
Gómez, y prevenirle el punto donde deben reunirse para continuar las operaciones sobre Coro.
Este punto de reunión debe elegirse de manera que ninguno de los dos cuerpos se exponga a
ser batido antes de llegar a él.
4º Que si no pudiere el Coronel Briceño reunirse ni entrar en comunicación con el Coronel
Gómez, y le fuere más fácil verificar la reunión con el cuerpo que obra por Casigua, intente
esta operación de preferencia.
5º Que si las fuerzas enemigas fuesen superiores a las del Coronel Briceño, no aventure éste
ningún combate sino que se sitúe en una posición ventajosa donde pueda hacer frente al
enemigo co seguridad, bien sea en la Sierra [2], o en cualquiera otra parte, con tal que se
conserve expedita y franca la comunicación con Ca-rora para recibir los refuerzos que se le
enviarán, cuando se sepa su situación y necesidad. Si el terreno no le presenta estas ventajas, o
si la escasez de subsistencia no le permite usar de ellas, se retirará sobre V.E. avisándolo
oportunamente para que vaya V.E. a su encuentro con los dos batallones de la Guardia que
quedan ahí en reserva.
6º Que aunque en la enumeración que he hecho de los cuerpos, que deben formar la división
del Coronel Briceño, no están expresadas las Columnas del Coronel Gómez y la de Casigua,
se entienden comprendidas en ella, como todas las guerrillas o cuerpos sueltos que haya dentro
de la Provincia de Coro. Todas deben ponerse a las órdenes del Coronel Briceño y obrar bajo
su dirección.
7º Que en cualquiera de los dos casos del artículo 5º, es decir, bien sea que el Coronel Briceño
tome posiciones para esperar auxilios, bien sea que se retire sobre V.E., marche a reunírsele
V.E. tan rápidamente como sea posible con los dos batallones que quedan en reserva, y
continúe las operaciones ofensiva y activamente hasta libertar y pacificar a Coro. Todo esto se
entiende bajo el supuesto de que las fuerzas de ese ejército sean superiores a las del enemigo y
den una seguridad del suceso.
8° Que el Coronel Briceño lleve para los gastos de su división todos los fondos que tenga la
comisaría del ejército y además las ciento cuarenta y una onzas que lleva ahora el Capitán
Andrés Alvarez [3], edecán de S.E. y portador de esta comunicación. También llevará todo el
79
ganado necesario para la subsistencia de la División mientras se interna en Coro y puede
conseguirlo del país, si lo hay.
9º Que S.E. marcha de esta ciudad hacia el Cuartel General de V.E. dentro de dos o tres días,
y llevará consigo algún dinero y vestuario para el ejército. S.E. espera que a su llegada
encontrará ya cumplidas estas órdenes. Lo comunico &.
Dios guarde, &., &.
Adición: Si por cualquier accidente no pudiere el Coronel Briceño encargarse del mando de la
División, se le confiará al Señor Coronel Rangel, que ejecutará lo mismo que se mandaba
para aquél. Vale.
[PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ]
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, 2º, fº 86 al 87.
Notas
[1] Casigua. Población del Estado Falcón a unos 160 kilómetros de Coro.
[2] Sierra (de San Luis). Parte montañosa situada al centro del Estado Falcón.
[3] Capitán Andrés Alvarez, edecán del Libertador. Nacido en Carora el 10 de febrero de 1797.
Se inició como ayudante de Urdaneta en 1812. Peleó en las dos batallas de Carabobo. Hizo la
Campaña del Perú. Para 1856 todavía vivía.
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DOCUMENTO 6101 OFICIO DE BOLÍVAR AL CORONEL REYES VARGAS, FECHADO
EN LAS VERAS EL 21 DE AGOSTO DE 1821, POR EL CUAL LE PARTICIPA QUE EL
CORONEL RANGEL VA A TRATAR CON EL CORONEL INCHAUSPE Y QUE SE
PONGA A LAS ORDENES DE AQUEL.*
Las Veras [1], a 21 de agosto de 1821.
Al Señor Coronel Reyes Vargas.
A consecuencia del oficio de V.S. y de las noticias que hay del Coronel Inchauspe, marcha el
Señor Coronel Rangel a tratar con dicho Inchauspe y mientras tanto estará V.S. a sus órdenes
con la columna de su mando. Si el resultado no fuese favorable, V.S. irá a reunirse con el Señor
Coronel Briceño quien tiene las instrucciones necesarias para lo que debe hacer en lo sucesivo;
pero si el resultado es, como lo esperamos, favorable, V.S. quedará cubriendo la frontera de
Coro por esta parte.
Dios guarde, &., &.
[BOLÍVAR]
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, 2° f°104.
Notas
[1] Las Veras. Sitio del Distrito Torres en el Estado Lara.
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DOCUMENTO 6164 OFICIO DE PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ AL MINISTRO DEL
INTERIOR Y JUSTICIA, FECHADO EN MARACAIBO EL 3 DE SEPTIEMBRE DE 1821,
POR EL CUAL LE PARTICIPA, DE PARTE DEL LIBERTADOR, LOS ÚLTIMOS
SUCESOS DE VENEZUELA Y DEL PROCESO DE PACIFICACIÓN DEL PAÍS. LAS
TROPAS SON DESTINADAS A UNA IMPORTANTE EXPEDICIÓN.*
Maracaibo, septiembre 3 de 1821.
Al Señor Ministro del Interior y Justicia.
Por el Señor Coronel Ibarra que marchó para Bogotá en una importante comisión habrá sido
instruido S.E. el Vicepresidente de los sucesos de nuestras operaciones después de haber
reducido al enemigo a la Plaza de Puerto Cabello. El General La Torre no pudiendo presentar
las reliquias de su ejército ante los vencedores de Carabobo, adoptó el sistema de promover
insurrecciones o defecciones en el territorio que acababa de perder; con este intento ha
introducido en [nuestro territorio] [1] él, y principalmente en el Llano, partidas compuestas por
la mayor parte de los Jefes y oficiales del país más comprometidos al servicio de España y
demás influjo y crédito en los distritos que les señaló para que levantasen guerrillas y nos
molestasen en todas direcciones. El Coronel Antonio Ramos [2] con los Comandantes
Martínez, Arroyo y otros muchos Jefes y oficiales salió para Calabozo y logró atravesar nuestra
línea; pero después de haber recorrido casi todo el Llano de Calabozo y San Carlos sin haber
hallado disposición para seguirlo de parte de los habitantes, y ni aun de parte de sus compañeros
que frecuentemente se le desertaban, se presentó él mismo con los pocos que le quedaban.
Algunos días después tuvo igual comisión el Coronel Meza con los Comandantes Morales,
Illarramendi y otros. Esta partida aunque perseguida y batida en varias ocasiones por algunos
destacamentos del ejército que se pusieron en su alcance, logró engrosarse algo y aun amenazó
a Calabozo. El Señor General Monagas voló en auxilio de aquella ciudad y la aseguró mientras
S.E. el General Páez se dirigía también a ella con algunos cuerpos. El Coronel Alejo viéndose
estrechado y perseguido por todas partes propuso una capitulación en que sólo exigía para
rendirse que se le conservase en su grado y se emplease en servicio de la República a él y a sus
compañeros o se les diese pasaporte para salir del país. El Señor General Páez aceptó la
capitulación que ha sido aprobada por S.E. el Libertador Presidente en el primer sentido. En
virtud de ella el Llano de Calabozo ha quedado perfectamente tranquilo y seguro.
En la Provincia de Coro se habían suscitado algunas insurrecciones que habían progresado
rápidamente bajo la conducta del Teniente Coronel español Pedro Luis Inchauspe. El Coronel
Escalona que estaba encargado del gobierno de la Provincia, se vio obligado a evacuar la
capital y tomó posiciones con sus tropas en Cumarebo, donde fue atacado vigorosamente por
los facciosos, y los rechazó causándoles grandes pérdidas; pero no se atrevió a perseguirlos,
temiendo ser envuelto por haberse hecho general la insurrección, y porque esperando
incesantemente refuerzos del ejército, no era prudente aventurar sus fuerzas. El General La
Torre intentó sacar partido de las facciones de Coro, y formarnos por el Occidente de Caracas
una poderosa diversión. Recompensó a Inchauspe confiriéndole el gobierno de la Provincia y
dándole el grado de Coronel, y destacó de Puerto Cabello al Coronel Tello con una columna
de mil hombres que reunida a los facciosos debía ocupar toda la Provincia, y hacer incursiones
sobre el Occidente de Caracas. Previendo S.E. que el enemigo adoptaría este plan habia
destinado a S.E. el General Marino con una fuerte División para que fuese a ocupar el
Occidente y a obrar ofensivamente contra Coro, al mismo tiempo que hizo marchar al Señor
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Juan Gomez por la Costa con una columna en refuerzo del Coronel Escalona. Apenas se habían
reunido estos dos Jefes en Cumarebo cuando fueron atacados por Tello e Inchauspe, con todas
sus fuerzas reunidas, el día 8 de agosto último. Nuestra columna, aunque inferior, triunfó
completamente, y los Jefes Españoles queriendo mutuamente vindicarse, atribuyendo al otro
la causa de su vergonzosa derrota, discordaron, se separaron y completaron así su ruina. El
Señor General Marino se había adelantado hasta Carora y dado acción a la columna que el
Señor Gobernador de Maracaibo había destinado a amenazar a Coro por esta parte y asegurar
los Puertos de Altagracia. S.E. el Libertador se incorporó en Carora a la División y se preparaba
para moverla sobre Coro cuando recibió un pliego que el Coronel Inchauspe dirigía pidiendo
indulto y ofreciendo abrazar con su tropa el servicio de la República. S.E. accedio a ambas
súplicas y comisionó al Señor Coronel Rangel, para que fuese a concluir una capitulación
formal con aquel Jefe español, y según las últimas noticias que acaban de recibirse, se verificó
su rendición el 25 del pasado en el pueblo del Pedregal [3]. No he recibido aún el parte del
Señor Coronel Rangel [para que fuese a concluir una capitulación formal con aquel Jefe
Español, y según las últimas noticias que acaban de recibirse, se verificó su rendición el 25 del
pasado [4] pero se espera por momentos.
La Columna del Teniente Coronel Español Farías que se oponía a la nuestra de los Puertos de
Altagracia, ha tenido igual suerte. Farías pidió una entrevista del Teniente Coronel Delgado,
que mandaba nuestra columna, manifestó en ella sus deseos de reunirse a la República y
concertaron los medios de verificarla. Por desgracia un oficial español que había entre sus
tropas llegó a penetrar el designio, y aprovechando la ocasión en que Farías se había adelantado
de ellos, los sedujo para que se dispersaran; pero no pudo lograr que lo siguiesen. El
Comandante Farías con su Jefe del Estado Mayor y algunos oficiales más se presentaron el día
primero en cumplimiento de su convenio; han sido admitidos a nuestro servicio, y destinados
a pacificar el distrito de Casicure, reuniendo sus dispersos, que probablemente se presentarán
todos, porque han quedado sin Jefe, ni oficiales y han resistido seguir al Oficial Español que
los sedujo
Según los últimos partes parece que el Coronel Tello, aislado dentro de la Provincia de Coro,
y reducida ya su fuerza a menos de 600 hombres, ha intentado replegar sobre Puerto Cabello
por la Costa, aprovechando el momento en que los Señores Coroneles Escalona y Torres se
adelantaron a ocupar la Capital. El Señor Coronel Justo Briceño que marchó de Carora a
reforzar con una columna a la de Cumarebo, debe haber tomado ya posesión de la Península
de Paraguaná [5], y de todo el país que habían ocupado los enemigos.
No siendo ya necesarias en el Occidente de Caracas, todas las fuerzas que se habían destinado
para las operaciones sobre Coro, las ha traído S.E. a esta ciudad, donde se organiza una
expedición, de cuyo objeto habrá sido instruido S.E. el Vicepresidente por el Edecán Ibarra.
Para el apresto de esta importante expedición cuenta S.E. con los auxilios que pidió desde
Carora a S.E. el Vicepresidente de la República y al de Cundinamarca. Sírvase V.S. informarlo
así al primero, y cooperar por su parte a la pronta remisión de todos los objetos pedidos.
Dios guarde, &, &.
[PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ]
« Archivo del Libertador. O’L Vol. XVIII, 2º f° 124 vto. al 126.
Notas
[1] Testado [nuestro territorio].
[2] Coronel Antonio Ramos. Véase el Vol. V.
[3] .El Pedregal. Población situada al S.O. del Estado Falcón
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[4] .Testado [tachado en el original
[5] Península de Paraguaná. Situada en el norte del Estado Falcón
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