Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESCUELA POSITIVISTA
Presento aquí, al igual que se hizo con la “escuela clásica”, un breve resumen del
pensamiento jurídico penal de la denominada “escuela positivista” del derecho penal,
recogido de la cátedra del maestro NÓDIER AGUDELO BETANCUR.
1.2.- Enrico FERRI. Nació en San Benedetto el 25 de febrero de 1856. Conocido como el
sociólogo, se graduó como abogado; en 1878 escribió una obra cumbre para la escuela
que representaba “Teoría de la imputabilidad y la negociación del libre albedrío”.
En relación con el Derecho Penal, los positivistas sostienen que no es una ciencia
autónoma, sino que hace parte de la llamada “Sociología Criminal”.
∗
Magister en Derecho Penal; especialista en Ciencias Penales y Criminológicas de la Universidad
Externado de Colombia; especialista en Derecho Probatorio.
Profesor de Derecho Penal en la Universidad Cooperativa de Colombia de Ibagué y en la Universidad
del Tolima.
2
El Derecho Penal no es una ciencia autónoma con objeto y método propios, pues el objeto
estaría dado por los objetos de las ciencias antes mencionadas puestas en relación con el
fenómeno criminoso, y el método sería experimental.
El delito en la Escuela Positivista era tratado como el efecto de causas. Es decir, era un
fenómeno sometido a leyes necesarias y constantes, mientras que la Escuela Clásica
estudió el delito en su estructura formal.
El sujeto que delinque lo hace de manera inexorable en función de las causas que lo
compulsan: no existe libertad, esto no es más que una entelequia metafísica sin
demostración.
Temibilidad: “perversidad constante y activa del delincuente y la cantidad del mal previsto
que hay que temer por parte del mismo delincuente”.
Peligrosidad pre delictiva: situación propensa a delinquir, entre ellas se tenían por
ejemplo la mendicidad, la prostitución y el homosexualismo.
Peligrosidad post delictiva: probabilidad del individuo de volver a delinquir después del
hecho.
2.4.3.- Los positivistas sostenían que la pena para el delito tentado, imposible y
consumado debía ser la misma, aunque en los dos primeros no se cometiera daño (caso
Laurent).
En la escuela clásica, la pena tiene un fin retributivo (aunque CARRARA la concebía como
medio de restablecimiento del orden jurídico - tutela jurídica); esto fue rechazado en esta
escuela, donde surgió un fin preventivo - preventivo especial, teniendo en cuenta la
personalidad del delincuente.
Si el hombre obró mal, por unos hechos precedentes, la pena retributiva no tiene razón de
ser, pues de manera insoslayable debía obrar como obró.
La pena no debe ser proporcionada al delito sino a la peligrosidad del delincuente, por ello
se aceptan las sanciones indeterminadas, esto es, hasta que el reo aparezca readaptado.
Los positivistas prefirieron hablar de sanción y no de pena, por cuanto esta daba la idea
de sufrimiento, y ese no podía ser la finalidad d la consecuencia por violación a la ley. Se
habla entonces de sanción como un término más amplio y comprensivo que abarcara los
diferentes medios de tratamiento. Decían los positivistas que el remedio se debía adaptar
a la enfermedad, de ahí que la pena no fuera únicamente la prisión, y para esa adaptación
de la sanción al sujeto se debía hacer un diagnóstico y un pronóstico de peligrosidad, que
fueron definidos así:
Diagnóstico de peligrosidad: se hace con base en la acción u omisión cometidas, con base
en los antecedentes del sujeto, sus relaciones familiares, laborales, etc. Es la peligrosidad
manifestada en la actualidad.
4
Algunos factores que indican mayor o menor peligrosidad eran los móviles, la
personalidad, los antecedentes, las actividades a las que se dedicaban, su entorno
individual, familiar y laboral.
Los positivistas decían que la sanción no tenía una finalidad retributiva, sino preventiva,
de ahí que no encontraban ninguna diferencia cualitativa entre penas y medidas de
seguridad.
2.6.5.- Delincuente pasional: es el sujeto que obra movido por una pasión social.
Presentan antecedentes intachables, cometen el delito en estado de conmoción de manera
abierta y sin cómplices. Se presenta ante la autoridad de manera espontánea después de
cometido el delito. No reincide y en prisión tiene excelente comportamiento. FERRI
sostenía el perdón judicial para esta clase de delincuentes por falta de peligrosidad.
Sostenían además que ese trabajo debía ser organizado de tal forma que no fuera
competencia para los trabajadores honestos.
Los positivistas criticaron a los clásicos por el exceso de humanitarismo en favor del reo,
el cual había llevado a olvidar a la víctima.
GAROFALO sostuvo: “…Defenderé la causa de los oprimidos por la maldad humana, con el
mismo ardor con que otros suelen combatir en defensa de los malhechores…”.
Fue así como se introdujo la reparación con fines sancionatorios y preventivos, es decir
los funcionarios judiciales debían hacer lo posible por la reparación del daño, ya que los
clásicos consideraban el resarcimiento de la víctima como una cuestión de derecho
privado.
5
Del producto del trabajo en la prisión, se debe hacer varias partidas: manutención del reo,
para pagar a la víctima los perjuicios, para la familia del reo; y si queda algo, se le
entrega al salir en libertad.
Si la sanción era un tratamiento que tenía que ir adaptado a la personalidad del agente,
se debía, entonces, poder disponer de mecanismos para suspenderla, excluirla o
moderarla según las necesidades de la defensa social.
2.9.2.- El perdón judicial: se otorga cuando el Juez constate que no existe peligrosidad o
que no es de significación. En este caso no se sanciona al sujeto. Se le otorga al
delincuente pasional u ocasional.
Los positivistas decían que la lucha contra el delito debía ser atacada reprimiendo las
causas endógenas y exógenas, pues el delito no solo estaba en el delincuente, sino en el
medio en el que se desarrolla, por eso propone sendas fórmulas para combatirlo. Por
ejemplo:
Incluso LOMBROSO sostiene que a veces el delito es útil; por ejemplo dice que las guerras
y las revoluciones sirven para el progreso; la prostitución para rebajar el número de
violaciones, e incluso propone la canalización de las tendencias criminales hacía
actividades lícitas como la de los homicidas, a quienes propone mandarlos a la guerra o
que sean carniceros.
Con la perspectiva del método inductivo el Derecho Penal debía ser antropología,
psiquiatría, psicología, estadística y sociología, es decir, era una ciencia comprensiva de
las diversas aproximaciones al tema de los delitos y de las penas, a la cual llamó FERRI
“Sociología Criminal”, dentro de la cual, el Derecho Penal era apenas un capítulo.