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La Escuela Positiva Italiana se caracterizó por presentar dos direcciones bien diferenciadas,
por un lado la vertiente antropológica de Lombroso, la cual explicaba el delito como un
producto de la predisposición biológica del individuo y por otro lado la sociológica de
Ferri, la cual asumía la existencia de factores sociológicos subyacentes pero con un objetivo
común, como es la robustez del método científico y la inevitabilidad del progreso
científico.
La aparición del positivismo fue consecuencia del auge alcanzado por las ciencias naturales
en los estudios filosóficos del siglo XIX, y se hizo sentir en todas las disciplinas incluyendo
al derecho, la psiquiatría, la criminología y la psicología.
El positivismo es una postura filosófica que tuvo un impacto y por tanto una influencia
enorme en el campo de lo científico y por supuesto la búsqueda del conocimiento
comprobable y válido también hizo eco, como se señalo anteriormente, en la criminología,
el derecho penal y la política criminal; así lo indica Elbert (2001:50):
TABLA 2. POSTULADOS DE LA ESCUELA POSITIVISTA
1.- El punto de mira de la justicia penal es el delincuente El delito es solo un síntoma
revelador de su estado peligroso.
2.-Método experimental Se rechaza lo abstracto para conceder carácter científico solo a lo
que pueda inducirse de la experiencia y de la observación.
3.-Negación del libre albedrío El hombre carece de libertad de elección. El delincuente es
un anormal.
4.-Determinismo de la conducta humana Consecuencia natural de la negación del libre
albedrío: la conducta humana está determinada por factores de carácter físico-biológico,
psíquico y social.
5.- El delito como fenómeno natural y social Si el delito es resultado necesario de las
causas apuntadas, tiene que ser forzosamente un fenómeno natural y social.
6.-Responsabilidad social Se sustituye la imputabilidad moral por la responsabilidad
social. Si el hombre se halla fatalmente impedido a delinquir, la sociedad se encuentra
también irremediablemente inclinada a defenderse.
7.- Sanción proporcional al estado peligroso La sanción no debe corresponder a la
gravedad objetiva de la infracción, sino a la peligrosidad del autor.
8.-Importa más la prevención que la represión de los delitos. La pena es una medida de
defensa cuyo objetivo es la reforma de los delincuentes readaptables y la segregación de los
inadaptables por ello interesa más la prevención que la represión; son más importantes las
medidas de seguridad que las mismas penas.
Escuela positivista
Para Alessandro Baratta: “El delito era así reconducido por la escuela positiva a una
concepción determinista de la realidad en la que el hombre resulta inserto y de la cual, en
fin de cuentas, es expresión todo su comportamiento”.
Clasificación de delincuentes,
Sustitutivos penales.
Anteriormente se ha dicho que durante la vigencia del antiguo derecho penal, los
organismos judiciales no realizaban investigaciones sobre la conducta y culpabilidad del
delincuente, porque simplemente se tenía la concesión que toda violación era
necesariamente castigable.
Se consideraba por tanto que el delito era obra del destino y por eso había que castigarlo.
Como no se tomaba en cuenta el alma del hombre ni sus manifestaciones, se castigaba a los
hombres como entes normales, y así mismo se castigaba las cosas inanimadas y también a
los animales irracionales.
En fin todos los seres y cosas animadas o inanimadas, eran considerados como sujetos
activos de los delitos penales.
Con el transcurso del tiempo, esta concepción y practica evolucionaron tanto, hasta excluir
a las cosas como a los animales de las responsabilidad penal, pero sin embargo para el
hombre se mantuvo la misma situación, pues se coincidieron tesis artificiales y dogmáticas,
las que aun relacionándola responsabilidad penal de las personas con una mayor o menor
cantidad de culpa.
Por esa razón solo se tomaba en cuenta el mal ocasionado o el bien dejado de hacer para
inferir la responsabilidad penal del individuo. No como ente espiritual y sujeto de derecho,
sino como una cosa inanimada. Esta concepción no tomaba en cuenta al hombre como
persona humana, o bien como un ser concreto dotado de cuerpo y alma para quien se ha
forjado la sociedad.
Puedo decir que algunos autores de tendencias sociológicas, sostienen que las causas del
delito tiene un origen exclusivo en el seno de la sociedad, o bien en el ambienta que nos
rodea, o mundo circundante, mientras que otros de concepciones antropológicas, dicen que
dichas causas derivan de la constitución orgánica o biológicas del individuo.
Luego concebida así las causas que producen el delito, puede llegarse a la conclusión de
que quien obra de esa manera no incurriría en actos delictivos, según la concepción de la
escuela clásica, ya que para esta escuela solo se incurre en delito cuando al producirse el
acto el agente es libre, ósea que lo haya hecho por su propia voluntad. Pero si nos
apoyamos en las concepciones positivistas como causa de la criminalidad, entonces
aparecerían las concepciones del libre albedrio y no existiría el indeterminismo sino el
determinismo de la voluntad humana.
La escuela clásica se puede definir como el conjunto de opiniones y teorías que durante la
fecha anterior a la aparición de las escuelas positivistas sustentaron Becaria y todos
aquellos juristas llamados clásicos del derecho penal que siguieron a su fundador Cesar
Bonesana.
La doctrina determinista eso puesta a la indeterminista y la misma a sido sustentada por las
escuelas positivistas, la antropológica y la sociológica italianas.
Es la facultad que tiene el hombre para actuar u obrar por su propia reflexión y su propia
elección, facultad que se tiene para actuar libremente.
Así que por tanto existe voluntarismo en la doctrina que considera a la libertad como libre
albedrio, o bien libertad de indiferencia la que permitiría elegir entre dos posibilidades
iguales, sin que influyan las causas exteriores, ni la lucha interior entre los motivos y los
móviles que invitan a la acción.