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Monición en punto de reunión:

Buenos días Hermanos/as, se han bienvenidos, también le damos la bienvenida a


los hermanos que nos sintonizan a través de la página del Facebook nos hemos
reunido este día para recordar aquella entrada de Jesús a Jerusalén.  Hoy,
nosotros aclamaremos a Cristo, nuestro Rey y Redentor, igual que los hebreos,
con palmas y ramos, símbolo de vida y de victoria; que nuestra alabanza sea una
profesión de fe y un compromiso para seguir al Señor en su camino hacia la cruz a
través de ella hacia el triunfo definitivo.

Monición a la bendición de Ramos


Ha llegado el momento de la bendición de las palmas y ramos para conmemorar la
Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén. Levantemos nuestras palmas y
escuchemos atentamente la oración del sacerdote.

Monición antes de la lectura del Evangelio (En el punto de reunión)


Escucharemos ahora la proclamación solemne del evangelio de san__________
el cual narra el hecho histórico de la entrada de Jesús en Jerusalén. En el
entusiasmo de la alegría, no olvidemos que el Reino de Cristo no es de este
mundo.

Monición a la procesión:
Iniciaremos nuestra procesión acompañando a Jesús en su caminar, Que esta
procesión nos haga comprender lo que debe ser nuestra vida de bautizados;
aclamar al Señor nuestro Salvador, por una vida dedicada a su servicio,
siguiéndolo fielmente, paso a paso.

Monición de entrada:

buenos días hermanos/as paz y bien, se han bienvenidos a la casa del señor,
también le damos la bienvenida a los hermanos que nos sintonizan a través de la
página del Facebook, hoy iniciamos la Semana Santa, esta es una semana
solemne en la que queremos vivir con Cristo, su Pasión, Muerte y Resurrección.
Hoy recordamos la entrada victoriosa de Cristo en Jerusalén para consumar su
misterio Pascual. También leemos la Pasión en donde Cristo, el Siervo, cumple su
misión de Servidor, entregando su vida al servicio de todos nosotros. Nos
ponemos de pie para recibir a nuestro celebrante.
Liturgia de la palabra

Primera lectura: Is 50, 4-7 (El siervo paciente del Señor)


en la primera lectura El profeta Isaías nos hablará del siervo que se entrega al
servicio de todos nosotros. Cristo es el siervo fiel que sufrió para salvarnos. En la
lectura se menciona: “El Señor me ha abierto el oído”. Pidamos que Dios nos abra
el corazón para recibir el mensaje que Dios quiere comunicarnos en esta primera
lectura
Salmo responsorial (Salmo 21)
En una experiencia de desamparo, el salmista implora la misericordia de Dios.
Cristo hará suyas las palabras de este salmo en su abandono en la cruz. Nos
unimos al salmista respondiendo: Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has
abandonado?

Segunda lectura: Fil 2, 6-11 (Se rebajó a sí mismo; por eso Dios lo exaltó)
en la segunda lectura El apóstol Pablo nos invita a seguir a Jesús en su Pasión,
humillado y despreciado por la gente, le veremos exaltado a la derecha el Padre.
Nosotros también debemos humillarnos con Él para que podamos participar en su
gloria. Escuchemos con atención.

Evangelio: Mc 14, 1-15, 47 (Pasión de nuestro Señor)


En la pasión según san Marcos que es la que se lee en este ciclo litúrgico, vemos
que Cristo como el Siervo obediente murió y triunfó sobre los poderes de las
tinieblas. Por sus humillaciones y sufrimientos Cristo fue exaltado. Por su muerte
tenemos vida. Hermanos, pongamos atención y escuchemos con atención este
gran mensaje de amor.
LITURGIA EUCARISTICA
Monición de ofrendas
En este momento, al ofrecer los dones, pidamos que seamos transformados por el
amor de Dios para ser signos reales de la presencia de Cristo en el mundo.
Traemos al altar el pan y el vino los cuales se convertirán en el cuerpo y sangre de
nuestro señor Jesucristo. También presentamos nuestra ofrenda económica que
representa el trabajo de cada uno de nosotros les recordamos depositar la ofrenda
a donar debido a que no se permite proporcionar cambio. Cantamos
COMUNION
La Eucaristía es la medicina y el alimento que robustece el alma, es presencia
personal de Jesucristo resucitado
El banquete celestial está listo las personas que se sienten preparadas hacer una
fila al centro y una a cada costado les pedimos recibir la sagrada comunión en las
manos e ingerirla en ese momento no llevárselas para sus asientos guardando
siempre las medidas de bioseguridad y para los que no puedan recibirle
sacramentalmente le invitamos a recibirle espiritualmente uniéndose a la siguiente
oración.
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo
Sacramento del Altar Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente
recibirte dentro de mi alma; pero ya que no puedo hacerlo ahora
sacramentalmente, ven espiritualmente a mi corazón Y ahora, como si ya te
hubiera recibido, me uno y me abrazo todo a ti No permitas, Señor, que jamás me
separe de ti Amén.

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