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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 250/2016.

QUEJOSO Y RECURRENTE: **********.


Vo. Bo.
Señora Ministra

MINISTRA PONENTE: NORMA LUCÍA PIÑA HERNÁNDEZ.


SECRETARIO: ADRIÁN GONZÁLEZ UTUSÁSTEGUI.

VISTOS Y
RESULTANDO

En atención a lo dispuesto en el artículo 73, segundo párrafo, de la


Ley de Amparo, así como en la jurisprudencia de rubro:
“PROYECTOS DE RESOLUCIÓN DE LA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA DE LA NACIÓN Y DE LOS TRIBUNALES
COLEGIADOS DE CIRCUITO. SÓLO DEBEN PUBLICARSE
AQUELLOS EN LOS QUE SE ANALICE LA
CONSTITUCIONALIDAD O LA CONVENCIONALIDAD DE UNA
NORMA GENERAL, O BIEN, SE REALICE LA INTERPRETACIÓN
DIRECTA DE UN PRECEPTO CONSTITUCIONAL O DE UN
TRATADO INTERNACIONAL EN MATERIA DE DERECHOS
HUMANOS.”1, a continuación se hace público el fragmento del
proyecto de sentencia del Amparo Directo en Revisión 250/2016, en
el cual se realiza el estudio de constitucionalidad respectivo:

C O N S I D E R A N D O:

1. SÉPTIMO. Estudio de los argumentos vinculados con la


inconstitucionalidad del artículo 235 del Código Federal de
Procedimientos Penales.

2. Analizados en su conjunto los argumentos de agravio formulados


por el recurrente, suplidos en su deficiencia atento a lo dispuesto en
el artículo 79, fracción III, inciso a), de la Ley de Amparo, resultan
sustancialmente fundados y suficientes, aquellos por los que
1
Jurisprudencia P./J. 53/2014 (10ª), publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Décima Época, Pleno, Libro 12, Noviembre de 2014,Tomo I, Página 61.

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sostiene en esencia que el Tribunal Colegiado de Circuito realmente


no analizó el planteamiento de inconstitucionalidad del artículo 235
del Código Federal de Procedimientos Penales, ya que refirió que
no había resentido el perjuicio jurídico de la norma a través del trato
desigual que se le atribuía, debido a que frente a los dictámenes
periciales emitidos por los peritos oficiales y que no fueron
ratificados por no exigirlo ese precepto, el quejoso en su carácter de
acusado ni su defensa habían ofrecido la prueba pericial para que
se les haya exigido a sus peritos ratificar sus dictámenes.

3. Sin embargo, en el caso no es necesario ofrecer las pruebas


periciales por parte de la defensa, porque el artículo es
inconstitucional al relevar a los peritos oficiales de ratificar sus
dictámenes, mientras que a las demás partes se les exigía que sus
peritos ratifiquen los dictámenes.

4. En efecto, de la lectura a la demanda de amparo se observa que el


quejoso sostuvo fundamentalmente que carecían de valor
probatorio los dictámenes periciales practicados por los peritos
oficiales, porque no fueron ratificados, no obstante que era
inconstitucional el artículo 235 del Código Fiscal de la Federación
que relevaba de ese requisito, porque así lo consideró esta Primera
Sala al resolver el amparo directo en revisión 1687/2014, porque
vulnera el derecho de igualdad procesal al eximir a los peritos
oficiales de ratificar el contenido de sus dictámenes, pero obligaba a
los peritos de las demás partes ha hacerlo.

5. En esencia el Tribunal Colegiado de Circuito indicó que la tesis 1a.


LXIV/2015 (10a), de rubro: “DICTÁMENES PERICIALES. EL
ARTÍCULO 235 DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS
PENALES, AL EXIMIR A LOS PERITOS OFICIALES DE
RATIFICARLOS, VULNERA EL DERECHO FUNDAMENTAL DE
IGUALDAD PROCESAL.”, que derivó de aquel asunto no le era
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obligatoria, porque se trataba de una tesis aislada, y que daba las


razones por las cuales no podía orientar su resolución, pues refirió
que conforme al artículo 288 del Código Federal de Procedimientos
Penales la prueba pericial no gozaba por sí misma de eficacia
demostrativa, porque correspondía al juzgador apreciarla según las
circunstancias particulares que advirtiera al momento de valorarla.

6. Que así en el caso concreto si bien los dictámenes en materias de


balística y química forense fueron ordenados por la autoridad
investigadora y se desahogaron durante la averiguación previa, sin
que se haya ordenado su ratificación, ello no trastocó el derecho de
defensa a ofrecer la prueba pericial y nombrar peritos de su parte
sobre los puntos que versaron las periciales, de manera que no se
generó el desequilibrio procesal que afectara los derechos
fundamentales del quejoso, porque no se materializó la distinción de
la que hablaba el artículo 235 del Código Federal de
Procedimientos Penales.

7. Y que tratándose de las pruebas que se obtienen con vulneración a


derechos fundamentales, esta Primera Sala en la tesis 1a.
CCCXXVI/2015 (10a.), de rubro: “PRUEBA ILÍCITA. LÍMITES DE
SU EXCLUSIÓN.” ha destacado que existen supuestos bajo los
cuales era posible la no exclusión de la prueba ilícita, y que la falta
de ratificación de los dictámenes era una violación que con base en
ese criterio, podía atenuarse dentro del proceso, porque no
derivaba de una flagrante y dolosa violación a los derechos
fundamentales del quejoso por parte de las autoridades que
intervinieron en la investigación, ya que el artículo 235 en mención
no había sido declarado inconstitucional sino hasta la segunda
instancia, por lo que había sido legítima su aplicación dentro del
proceso, y que la resolución que dio lugar a la tesis fue emitida con
posterioridad.

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8. Por último, señaló que no era aplicable la tesis de jurisprudencia


1a./J. 7/2005 de rubro: “DICTÁMENES PERICIALES. PARA SU
VALIDEZ DEBEN SER RATIFICADOS POR QUIENES LOS
EMITEN, INCLUSO POR LOS PERITOS OFICIALS (LEGISLACIÓN
DEL ESTADO DE TLAXCALA).”, porque se refería a una legislación
distinta, jurisprudencia que si bien sirvió de base para la tesis
aislada, era insuficiente para inaplicar el artículo 235 del Código
Federal de Procedimientos Penales.

9. Lo expuesto evidencia que ciertamente el Tribunal Colegiado de


Circuito no se pronunció sobre el planteamiento de
inconstitucionalidad que se desprendía de la demanda de amparo,
respecto del artículo 235 del Código Federal de Procedimientos
Penales, esencialmente pues indicó que no se generó el
desequilibrio procesal que afectara los derechos fundamentales del
quejoso, porque no se materializó la distinción de la que hablaba el
artículo 235 del Código Federal de Procedimientos Penales, porque
para ello era necesario que hubiera ofrecido los dictámenes
periciales y nombrar peritos de su parte.

10. Sin embargo, contrario a lo señalado por el Tribunal Colegiado de


Circuito, ya que el planteamiento de inconstitucionalidad de la
norma lo formuló el quejoso por considerar violado el derecho de
igualdad, no resultaba necesario que se ubicara en todas las
hipótesis normativas comparadas, bastando que, como aconteció
en el caso, los dictámenes fueran rendidos por peritos oficiales y se
les otorgara valor probatorio a pesar de no haber sido ratificados,
atento a lo dispuesto en el artículo 235 del Código Federal de
Procedimientos Penales.

11. Así, esta última situación al quejoso le generó el perjuicio jurídico


que le permite plantear la inconstitucionalidad de la norma.

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12. Es de apoyo a lo anterior, por identidad jurídica la tesis 1a. LV/2014


(10a.), de esta Primera Sala, de rubro y texto siguientes:

“IGUALDAD. PARA EXAMINAR LOS


PLANTEAMIENTOS SOBRE LA VIOLACIÓN A ESE
DERECHO HUMANO, NO SE REQUIERE LA
APLICACIÓN DE TODOS LOS PRECEPTOS
JURÍDICOS COMPARADOS. Con la finalidad de
analizar el tema de constitucionalidad relacionado con la
transgresión al derecho fundamental a la igualdad, es
indispensable determinar con antelación si los preceptos
legislativos confrontados regulan supuestos normativos
idénticos y están dirigidos a sujetos ubicados en un
mismo plano, pues de ello depende la posibilidad de
realizar posteriormente el estudio sobre la razonabilidad,
objetividad y proporcionalidad del trato diferenciado
otorgado por el creador de la norma, o si es una
discriminación constitucionalmente vedada, en caso de
estar ante hipótesis jurídicas iguales y, por tanto,
comparables. En ese contexto, no es posible exigir la
aplicación de todos los preceptos jurídicos confrontados
para abordar el tema propuesto, pues la inaplicación de
uno de los supuestos comparados es precisamente la
base para realizar un planteamiento de esa índole, al ser
la pretensión la desincorporación de la esfera jurídica de
la parte quejosa del precepto estimado contrario al
derecho humano a la igualdad y, en consecuencia,
recibir el trato previsto en el precepto legislativo que
sirvió para confrontar las normas respecto de las cuales
se estima la existencia de trato diferenciado a dos
situaciones iguales. En consecuencia, para analizar el
tema relativo a la desigualdad de trato, basta con la
aplicación de una de las normas comparadas.” 2

13. Así, se procede al análisis de constitucionalidad de la norma


controvertida de conformidad con lo dispuesto en el artículo 93,
fracción V, de la Ley de Amparo.

2
Registro digital 2005629. Tesis 1a. LV/2014 (10a.), de esta Primera Sala consultable en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 3, Febrero de 2014, Tomo
I, página 664.

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14. Cabe precisar que esta Primera Sala al resolver el amparo directo
en revisión 1687/2014,3 determinó que el artículo 235 del Código
Federal de Procedimientos Penales, al eximir a los peritos oficiales
de ratificar sus dictámenes periciales, vulnera el derecho
fundamental de igualdad procesal.

15. Entonces, el presente asunto se resolverá siguiendo la metodología


de aquel precedente.

16. El artículo 20, apartado A, fracción V, de la Constitución Federal,


antes de la reforma de dos mil ocho, a la letra dice:

“Artículo 20. En todo proceso de orden penal, el


inculpado, la víctima o el ofendido, tendrán las siguientes
garantías:

A. Del inculpado:

[…]

V.- Se le recibirán los testigos y demás pruebas que


ofrezca, concediéndosele el tiempo que la ley estime
necesario al efecto y auxiliándosele para obtener la
comparecencia de las personas cuyo testimonio solicite,
siempre que se encuentren en el lugar del proceso.

[…]”.
17. En relación al principio de igualdad procesal esta Primera Sala ha
señalado que en el proceso penal, el equilibrio de los sujetos
procesales es de suma importancia, pues deben concedérseles
iguales condiciones, de manera que ninguno quede en estado de
indefensión; y si bien es cierto que este principio no está previsto
expresamente en algún numeral concreto del Código Federal de
Procedimientos Penales, también lo es que se consigna
implícitamente en su artículo 206, en cuanto prevé que todo aquello

3
Asunto resuelto en sesión de cinco de noviembre de dos mil catorce, por mayoría de cuatro
votos de los señores Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz
(Ponente), Jorge Mario Pardo Rebolledo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas, votó en
contra el Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena (Presidente).
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que se ofrezca como prueba, debe admitirse, siempre y cuando sea


conducente y no vaya contra el derecho a juicio del juez o del
tribunal, lo cual se relaciona con el artículo 20, apartado A, fracción
V, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en
su texto anterior a la reforma publicada en el Diario Oficial de la
Federación el dieciocho de junio de dos mil ocho, lo que significa
que los medios probatorios ofrecidos por ambas partes procesales
deben valorarse con el mismo estándar o idénticas exigencias de
juicio para generar convicción.

18. Así, cuando la información que brinda un medio probatorio es


imprecisa, parcial o genera duda porque adolece de claridad y da
lugar a que el juzgador le reste valor, no es válido que tal estándar
sólo aplique para una de las partes, ya que el mérito o valor de
convicción del medio probatorio está sujeto a la libre apreciación del
juez, pero es inadmisible que los medios de prueba de la misma
índole -ofrecidos por ambas partes- tengan un estándar de
valoración distinto, según se trate del actor o del demandado, del
órgano ministerial o del acusado, pues ello atentaría contra los
derechos de justicia imparcial, de equidad procesal y de correcta
fundamentación y motivación.

19. Cabe destacar que el principio de igualdad procesal se encuentra


expresamente establecido en el artículo 20, Apartado A, fracción V,
de la Constitución Federal, a partir de la citada reforma
constitucional, para efectos del sistema procesal acusatorio, aún no
vigente para la materia federal.

20. El anterior criterio de igualdad procesal se sustentó en la tesis


jurisprudencial 1a./J. 141/2011 (9a.), emitida por la Primera Sala de

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la Suprema Corte de Justicia de la Nación de rubro: “PRINCIPIO DE


IGUALDAD EN EL PROCESO PENAL. SU ALCANCE.” 4

21. Ahora bien, el artículo impugnado establece:

“Artículo 235. Los peritos emitirán su dictamen por


escrito y lo ratificarán en diligencia especial. Los peritos
oficiales no necesitarán ratificar sus dictámenes, sino
cuando el funcionario que practique las diligencias lo
estime necesario. En esta diligencia el juez y las partes
podrán formular preguntas a los peritos”.
22. En el concepto de violación respectivo, el quejoso señaló que dicho
normativo trasgrede el principio de igualdad procesal al eximir a los
peritos oficiales de ratificar los dictámenes que emiten.

23. A fin de dilucidar el problema planteado debe atenderse a las


consideraciones sustentadas por esta Primera Sala al resolver la
CT-2/2004-PS, en la que se determinó que los dictámenes
periciales para su validez deben ser ratificados por quienes los
emitan, incluso por los peritos oficiales, ello bajo el análisis de la
legislación procesal penal del Estado de Tlaxcala; sin embargo, al
establecer un criterio relacionado con el que nos ocupa, aunque
éste es en materia federal, se atiende a lo sustentado en dicho
precedente.

24. En la ejecutoria de la contradicción de tesis citada, en relación a la


naturaleza del peritaje esta Primera Sala consideró que la
intervención de peritos tiene lugar siempre que en un procedimiento
judicial se presenten ciertas cuestiones importantes, cuya solución,
para poder producir convencimiento en el ánimo del juez, requiere
el examen de hombres provistos de aptitud y de conocimientos
facultativos especiales, es pues necesaria cuando se trata de
investigar la existencia de ciertos hechos cuya averiguación para

4
Registro digital 160513. Tesis jurisprudencial 1a./J. 141/2011 (9a.), Décima Época, Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro III, Diciembre de 2011, Tomo 3, página 2103.
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que sea bien hecha exige necesariamente los conocimientos


técnicos especiales.

25. El Diccionario Jurídico Mexicano refiere que “recibe el nombre de


peritaje el examen de personas hechos u objetos, realizado por un
experto en alguna ciencia, técnica o arte, con el objeto de ilustrar al
juez o magistrado que conoce de una causa civil, criminal, mercantil
o de trabajo, sobre cuestiones que por su naturaleza requieran de
conocimientos especializados que sean del dominio cultural de tales
expertos cuya opinión resulte necesaria en la resolución de una
controversia jurídica. Medio de prueba mediante el cual una
persona competente atraída al proceso, lleva a cabo una
investigación respecto de alguna materia o asunto que forme parte
de un juicio a efecto de que el Tribunal tenga conocimiento del
mismo se encuentre en posibilidad de resolver sobre los propósitos
perseguidos por las partes en conflicto, cuando carezca de
elementos propios para hacer una justa evaluación de los hechos”.
(p. 2384 Diccionario Jurídico Mexicano, Instituto de Investigaciones Jurídicas,
de la Universidad Nacional Autónoma de México, Editorial Porrúa).

26. De lo expuesto se advierte, que el peritaje es una actividad humana


de carácter procesal, desarrollada en virtud de encargo judicial, por
personas distintas de las partes del proceso, especialmente
calificadas por su experiencia o conocimientos técnicos, artísticos o
científicos, y mediante la cual se suministran al Juez o a la
autoridad ministerial argumentos o razones para la formación de su
convencimiento respecto de ciertos hechos también especiales
cuya percepción o cuyo entendimiento escapa a las aptitudes del
común de la gente y requieren esa capacidad particular para su
adecuada percepción y la correcta verificación de sus relaciones
con otros hechos, de sus causas y de sus efectos o, simplemente,
para su apreciación e interpretación.

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27. Así, el perito a través de su conocimiento especializado en una


ciencia, técnica o arte, ilustra a la autoridad sobre la percepción de
hechos o para complementar el conocimiento de los hechos que el
Juzgador ignora y para integrar su capacidad y, asimismo, para la
deducción cuando la aplicación de las reglas de la experiencia
exigen cierta aptitud o preparación técnica que la autoridad judicial
no tiene, por lo menos para que se haga con seguridad y sin
esfuerzo anormal.

28. Luego, la peritación cumple con una doble función que es, por una
parte, verificar hechos que requieren conocimientos técnicos,
artísticos o científicos que escapan a la cultura común del Juez y de
la gente, sus causas y sus efectos y, por otra, suministrar reglas
técnicas o científicas de la experiencia especializada de los peritos,
para formar la convicción del Juez sobre tales hechos y para
ilustrarlo con el fin de que los entienda mejor y pueda apreciarlos
correctamente.

29. Lo anterior es así, porque el Juez es un perito en derecho, sin


embargo, no necesariamente cuenta con conocimientos sobre otras
ciencias y sobre cuestiones de arte, de técnica, de mecánica, de
medicina, de numerosas actividades prácticas que requieren
estudios especializados o larga experiencia, razón por la cual, la
prueba pericial resulta imperativa cuando surgen cuestiones que por
su naturaleza eminentemente especial, requieren de un diagnóstico
respecto de un aspecto concreto o particular que el órgano
jurisdiccional está impedido para dar a conocer por no tener los
conocimientos especiales en determinada ciencia o arte, de manera
que bajo el auxilio que le proporciona el perito a través de su
dictamen se encuentra en posibilidades de pronunciarse respecto
de una cuestión debatida dando por cuanto a su particular
apreciación una decisión concreta.

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30. El dictamen pericial es, en suma un auxiliar eficaz para el juzgador


o autoridad que lo solicita, que no puede alcanzar todos los campos
del conocimiento técnico o científico y quien debe resolver conflictos
que presentan aspectos complejos que exigen una preparación
especializada de la cual carece.

31. Por tanto, para que un dictamen pericial pueda ser estimado por el
juzgador debe ser auténticamente ilustrativo, pues lo que en éste se
indique ha de ser accesible o entendible para el órgano
jurisdiccional del conocimiento de manera que eficazmente
constituya un auxilio para dicho órgano; además de que para que
produzca efectos legales debe cumplir con los requisitos que la ley
le imponga como es la ratificación ante el juzgador de su opinión,
pues de no cumplirse éste será una prueba imperfecta por carecer
de un requisito que la ley le impuso.

32. Ahora bien, en el caso que nos ocupa, es importante considerar el


contenido de los artículos 220, 222, 223 y 227 del Código Federal
de Procedimientos Penales, en los que se establecen los casos en
los que intervienen los peritos, mismos que a la letra dicen:

“Artículo 220. Siempre que para el examen de


personas, hechos u objetos, se requieran conocimientos
especiales se procederá con intervención de peritos.
Artículo 222. Con independencia de las diligencias de
pericia desahogadas en la averiguación previa, la
defensa y el Ministerio Público tendrán derecho a
nombrar hasta dos peritos en el proceso, para dictaminar
sobre cada punto que amerite intervención pericial. El
tribunal hará saber a los peritos su nombramiento y les
ministrará todos los datos que fueren necesarios para
que emitan su opinión.
Artículo 223. Los peritos deberán tener título oficial en la
ciencia o arte a que se refiere el punto sobre el cual deba
dictaminarse, si la profesión o artes están legalmente
reglamentadas; en caso contrario, se nombrarán peritos
prácticos. Cuando el inculpado pertenezca a un grupo
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étnico indígena, podrán ser peritos prácticos, personas


que pertenezcan a dicho grupo étnico indígena.
Artículo 227. Los peritos que acepten el cargo, con
excepción de los oficiales titulares, tiene obligación de
protestar su fiel desempeño ante el funcionario que
practique las diligencias.
En casos urgentes la protesta la rendirán al producir o
ratificar su dictamen”.
33. De los preceptos transcritos, se advierte que: a) siempre que se
requieran conocimientos especiales para el examen de personas,
hechos u objetos, se procederá con intervención de peritos; b)
independientemente de las diligencias de pericia desahogadas en la
averiguación previa, la defensa y el Ministerio Público tendrán
derecho a nombrar hasta dos peritos en el proceso, para dictaminar
sobre cada punto que amerite intervención pericial; c) los peritos
deberán tener título oficial en la ciencia o arte sobre el punto del
cual deba dictaminarse, si la profesión o artes están legalmente
reglamentadas; en caso contrario, se nombrarán peritos prácticos;
d) los peritos que acepten el cargo, con excepción de los oficiales
titulares, tiene obligación de protestar su fiel desempeño ante el
funcionario que practique las diligencias.

34. En ese orden de ideas, esta Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, considera que el artículo 235 del Código
Federal de Procedimientos Penales impugnado, es violatorio del
derecho de igualdad procesal al eximir a los peritos oficiales de
ratificar el contenido de sus dictámenes y obligando a los de las
demás partes del juicio a hacerlo, pues siguiendo la misma línea de
razonamiento de la CT-2/2004-PS, si la prueba pericial se forma o
se constituye fuera del alcance o de la intervención directa del
juzgador, resulta indispensable que quien la elabora la confirme
personal y expresamente a fin de hacer indubitable su valor.

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35. Ciertamente, la ratificación de los dictámenes periciales hace digna


de crédito la prueba y, consecuentemente susceptible de ser
analizada y valorada, pues cabe admitir que el juicio pericial puede
ser emitido por una persona distinta de la designada o que puede
ser sustituido o alterado sin que tenga conocimiento el perito
nombrado; también es admisible la modificación parcial o total en el
momento de ser ratificada.

36. Además, si la finalidad de las formalidades es dotar de certeza y


seguridad jurídica a las actuaciones judiciales, es una exigencia
válida para cualquier perito que ratifique su dictamen, sin que se
advierta una razonabilidad lógico-jurídica establecer innecesaria la
ratificación del dictamen del perito oficial, pues esta excepción
origina un desequilibrio procesal, ya que las partes no se
encuentran en igualdad de condiciones procesales, en cuanto a la
exigencia de ratificación de los peritajes exhibidos por el inculpado.

37. En consecuencia, la opinión pericial que no sea ratificada es una


prueba imperfecta, en virtud de que para otorgarle certeza y
seguridad jurídica al acto contenido en el mismo, es indispensable
que sea ratificado por el perito que la formuló, pues sin la
ratificación no es dable otorgar a los dictámenes emitidos, tanto por
los peritos oficiales como por el propuesto por las partes, valor
alguno.

38. En virtud de lo expuesto, la excepción que prevé el artículo 235 del


Código Federal de Procedimientos Penales, viola en perjuicio del
ahora recurrente, el principio de igualdad procesal.

39. Sirve de apoyo a lo anterior, por similitud de razón, la tesis


jurisprudencial 1a./J. 7/2005, la cual derivó de la contradicción de
tesis mencionada, cuyo rubro y texto dice:

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“DICTÁMENES PERICIALES. PARA SU VALIDEZ


DEBEN SER RATIFICADOS POR QUIENES LOS
EMITEN, INCLUSO POR LOS PERITOS OFICIALES
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE TLAXCALA). El
artículo 150 del Código de Procedimientos Penales para
el Estado de Tlaxcala establece expresamente que "El
perito emitirá su dictamen por escrito y lo ratificará en
diligencia especial", sin hacer distinción respecto a si
dicha disposición se dirige al oficial, al designado por las
partes o al tercero en discordia. La referida obligación
tiene por objeto establecer la autenticidad de la prueba
mediante el perfeccionamiento formal que exige la ley,
pues tratándose de una prueba constituida fuera de la
intervención directa del juzgador, resulta indispensable
que quien la elabora la confirme personal y
expresamente para hacer indubitable su valor, esto es, la
ratificación de los dictámenes periciales impuesta por la
ley hace que la prueba sea digna de crédito y,
consecuentemente, susceptible de ser analizada y
valorada; máxime si se toma en cuenta que el peritaje
puede emitirse por una persona distinta de la designada,
o puede ser sustituido o alterado sin conocimiento del
perito nombrado, además de que también es admisible
su modificación parcial o total en el momento de
ratificarse. Es indudable que la opinión pericial no
ratificada es una prueba imperfecta porque no cumple
con la condición formal que la ley le impone para
otorgarle certeza y seguridad jurídica, es decir, que quien
la suscribe es efectivamente la persona designada para
ello y que su opinión es verdadera, por lo que sin el
mencionado requisito no es dable otorgar validez
probatoria a los dictámenes emitidos, incluso los que
provengan de peritos oficiales. Sin que obste a lo
anterior el hecho de que el artículo 142 del citado código
exceptúe al perito oficial que acepte el cargo de protestar
su fiel desempeño ante el funcionario que practique las
diligencias, pues tal disposición únicamente lo exime de
rendir dicha protesta, pero no de ratificar su opinión”.5

5
Tesis de jurisprudencia 1a./J. 7/2005, Novena Época, Registro: 178750, Instancia:
Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXI, Abril de
2005, Materia(s): Penal, Página: 235.

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40. De las consideraciones que sostuvo esta Primera Sala al resolver el


amparo directo en revisión 1687/2014, derivó la tesis que aquí se
reitera:

“DICTÁMENES PERICIALES. EL ARTÍCULO 235 DEL


CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES,
AL EXIMIR A LOS PERITOS OFICIALES DE
RATIFICARLOS, VULNERA EL DERECHO
FUNDAMENTAL DE IGUALDAD PROCESAL. El
precepto citado, al eximir a los peritos oficiales de
ratificar sus dictámenes y obligar a los de las demás
partes del juicio a hacerlo, vulnera el derecho
fundamental de igualdad procesal, toda vez que si la
prueba pericial se constituye fuera del alcance o de la
intervención directa del juzgador, es indispensable que
quien la elabora la confirme personal y expresamente, a
fin de hacer indubitable su valor; ello, en concordancia
con el criterio establecido por esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver la
contradicción de tesis 2/2004-PS, de la que derivó la
tesis jurisprudencial 1a./J. 7/2005 (1). En efecto, la
ratificación de los dictámenes periciales hace digna de
crédito la prueba y, consecuentemente, susceptible de
analizarla y valorarla, pues existe la posibilidad de que el
juicio pericial se emita por una persona distinta de la
designada o que pueda sustituirse o alterarse sin que
tenga conocimiento el perito nombrado. Además, si la
finalidad de las formalidades es dotar de certeza y
seguridad jurídica a las actuaciones judiciales, es una
exigencia válida para cualquier perito que ratifique su
dictamen, sin que se advierta una razonabilidad lógico-
jurídica que lleve a establecer de "innecesaria" dicha
ratificación por parte del perito oficial, pues de aceptarse
esta excepción se originaría un desequilibrio procesal, ya
que las partes no se encontrarían en igualdad de
condiciones procesales, en cuanto a la exigencia de
ratificación de los peritajes exhibidos por el inculpado; de
ahí que la opinión pericial que no sea ratificada
constituye una prueba imperfecta, en virtud de que para
otorgar certeza y seguridad jurídica al acto contenido en
el dictamen, es indispensable que lo ratifique el perito
oficial que lo formuló.” 6

6
Tesis aislada 1a. LXIV/2015 Décima Época, Registro: 2008490, Instancia: Primera Sala, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo II, febrero de 2015, Materia(s): Penal,
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41. Así también lo determinó esta Primera al resolver los amparos


directos en revisión 4822/20157 y 2759/2015.8

42. No es obstáculo a esta decisión que conforme al artículo 288 del


Código Federal de Procedimientos Penales: “Los tribunales
apreciarán los dictámenes periciales, aun los de los peritos
científicos, según las circunstancias del caso.”, porque tal
disposición por sí misma no garantiza la igualdad procesal de las
partes en el aspecto que es vulnerada por el artículo 235 del mismo
ordenamiento legal.

43. Esto es, el numeral 288 se refiere a que el juzgador apreciará los
dictámenes periciales atendiendo a las circunstancias del caso,
pero no hace alusión a si deberán ser ratificados o no, y la
consecuencia de no ratificarlos.

44. Además, como lo determinó esta Primera Sala al resolver el amparo


directo en revisión 2759/2014,9 la designación de los peritos
oficiales por el Ministerio Público no es condición suficiente para
exentarlos de la ratificación respectiva, pues dicha designación por
sí misma no supone necesariamente que el dictamen presentado no
haya sido modificado o simplemente emitido por alguien distinto al

Página: 1390, derivada del Amparo directo en revisión 1687/2014, resuelto en cinco de
noviembre de dos mil catorce.
7
Resuelto por esta Primera Sala en sesión de once de marzo de dos mil quince, por mayoría de
cuatro votos de los Señores Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz,
Jorge Mario Pardo Rebolledo (Ponente) y Olga Sánchez Cordero de García Villegas, en contra
del emitido por el Señor Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena (Presidente). El Ministro Pardo
Rebolledo se reserva su derecho a formular voto concurrente, por lo que se refiere a los
efectos.
8
Asunto resuelto por esta Primera Sala en sesión de dos de septiembre de dos mil quince, por
mayoría de cuatro votos de los señores Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón
Cossío Díaz (Ponente), Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García Villegas; y
uno en contra emitido por el Presidente Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
9
Asunto resuelto en sesión de dos de septiembre de dos mil quince, por mayoría de cuatro
votos de los señores Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz
(Ponente), Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García Villegas; y uno en
contra emitido por el Presidente Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 250/2016

que fue nombrado por la representación social. Aspectos todos que


indefectiblemente ameritan la ratificación correspondiente para
investirlos de certeza jurídica y evitar un desequilibrio procesal entre
el resto de las partes del juicio penal, a cuyos peritos sí les es
exigible la ratificación del dictamen que hubieren emitido.

45. Así, la ratificación de los dictámenes rendidos por los peritos, aun
oficiales, se torna en un requisito necesario para dotar de certeza
jurídica a dicha probanza, en los términos desarrollados a lo largo
de esta ejecutoria.

46. Lo anterior, desde luego, trae consigo entender que la no


ratificación del dictamen ofrecido por el perito oficial constituye un
vicio formal susceptible de ser subsanado mediante la ratificación
correspondiente, puesto que la formalidad en cuestión no trasciende
de manera sustantiva al contenido de la prueba pericial ofrecida en
el proceso penal, esto es, a la metodología y conclusión del
dictamen, sino exclusivamente está vinculado a la imposibilidad de
conferirle valor probatorio, hasta en tanto, el mismo no sea
ratificado por el perito oficial que lo haya rendido.

47. De este modo, la desigualdad procesal advertida no da lugar a


considerar que los dictámenes emitidos por peritos oficiales que no
son ratificados constituyan prueba ilícita, y que por ello deban ser
excluidos del análisis probatorio correspondiente, sino más bien
conlleva a que dichos dictámenes, en tanto prueba imperfecta
carente de una formalidad necesaria para conferirles valor
probatorio (ratificación), ameritan ser subsanados para restaurar la
igualdad procesal entre las partes del juicio, esto es, basta que se
ordene la ratificación del dictamen para que el vicio formal
desaparezca y pueda ser valorado por el juzgador.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 250/2016

48. La resolución de aquel amparo directo en revisión 2759/2015, dio


lugar a la siguiente tesis:

“DICTÁMENES PERICIALES. LA NO RATIFICACIÓN


DEL RENDIDO POR EL PERITO OFICIAL
CONSTITUYE UN VICIO FORMAL SUBSANABLE,
POR LO QUE EN NINGÚN CASO DEBE DAR LUGAR
A CONSIDERAR QUE CONSTITUYE PRUEBA ILÍCITA
QUE DEBA SER EXCLUIDA DEL ANÁLISIS
PROBATORIO CORRESPONDIENTE. Esta Primera
Sala ha establecido, en la tesis aislada 1a. LXIV/2015
(10a.), (1) la inconstitucionalidad del artículo 235 del
Código Federal de Procedimientos Penales, por vulnerar
el derecho fundamental de igualdad procesal entre las
partes al eximir a los peritos oficiales de ratificar los
dictámenes que ofrezcan, pero obligando a que lo hagan
los de las demás partes, lo que origina un desequilibrio
procesal que conduce a considerar que la opinión
pericial que no sea ratificada debe estimarse imperfecta
y, en tanto no cumpla con dicha condición, carente de
valor probatorio alguno; sin embargo, la desigualdad
procesal advertida no da lugar a considerar que los
dictámenes emitidos por peritos oficiales que no son
ratificados constituyan prueba ilícita que deba ser
excluida del análisis probatorio correspondiente, sino un
vicio formal susceptible de ser subsanado mediante la
ratificación correspondiente. Ello es así, en tanto que la
formalidad en cuestión no trasciende de manera
sustantiva al contenido de la prueba pericial en el
proceso penal, es decir, a la metodología y conclusión
del dictamen, sino que se vincula exclusivamente con la
imposibilidad de conferirle valor probatorio, se insiste,
hasta en tanto el mismo no sea ratificado por el perito
oficial que lo haya rendido. En consecuencia, a fin de
restaurar la igualdad procesal entre las partes, basta con
que se ordene la ratificación del dictamen, incluso en vía
de reposición del procedimiento, en su caso, para que el
señalado vicio formal desaparezca y pueda estar en
condiciones de ser valorado por el juez.” 10

49. Por esas razones, no es obstáculo lo referido por el Tribunal


Colegiado de Circuito, en el sentido de que la falta de ratificación de

10
Registro digital 2010965. Tesis aislada 1a. XXXIV/2016, Décima Época, Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Libro 27, Febrero de 2016, Tomo I, página 673.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 250/2016

los dictámenes era una violación que podía atenuarse dentro del
proceso porque no derivó de flagrante y dolosa violación de los
derechos fundamentales del quejoso por parte de las diversas
autoridades, a partir de la siguiente tesis:

“PRUEBA ILÍCITA. LÍMITES DE SU EXCLUSIÓN. La


exclusión de la prueba ilícita aplica tanto a la prueba
obtenida como resultado directo de una violación
constitucional, como a la prueba indirectamente derivada
de dicha violación; sin embargo, existen límites sobre
hasta cuándo se sigue la ilicitud de las pruebas de
conformidad con la cadena de eventos de la violación
inicial que harían posible que no se excluyera la prueba.
Dichos supuestos son, en principio, y de manera
enunciativa y no limitativa, los siguientes: a) si la
contaminación de la prueba se atenúa; b) si hay una
fuente independiente para la prueba; y c) si la prueba
hubiera sido descubierta inevitablemente. Sobre el
primer supuesto, a saber, la atenuación de la
contaminación de la prueba, se podrían tomar, entre
otros, los siguientes factores para determinar si el vicio
surgido de una violación constitucional ha sido
difuminado: a) cuanto más deliberada y flagrante sea la
violación constitucional, mayor razón para que el
juzgador suprima toda evidencia que pueda ser
vinculada con la ilegalidad. Así, si la violación es no
intencionada y menor, la necesidad de disuadir futuras
faltas es menos irresistible; b) entre más vínculos (o
peculiaridades) existan en la cadena entre la ilegalidad
inicial y la prueba secundaria, más atenuada la conexión;
y c) entre más distancia temporal exista entre la
ilegalidad inicial y la adquisición de una prueba
secundaria, es decir, que entre más tiempo pase, es más
probable la atenuación de la prueba. En relación con el
segundo supuesto es necesario determinar si hay una
fuente independiente para la prueba. Finalmente, el
tercer punto para no excluir la prueba consistiría en
determinar si ésta hubiera sido descubierta
inevitablemente en el proceso. Dicho supuesto se refiere,
en general, a elementos que constituyan prueba del
delito que hubieran sido encontrados
independientemente de la violación inicial. La aplicación

19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 250/2016

del anterior estándar debe hacerse en cada caso


concreto.” 11
50. Pues tal decisión partió de la tesis que se refiere a los límites de
exclusión de las pruebas ilícitas; sin embargo, como ya se vio, en el
caso la desigualdad procesal advertida no da lugar a considerar que
los dictámenes emitidos por peritos oficiales que no son ratificados
constituyan prueba ilícita, y que por ello deban ser excluidos del
análisis probatorio correspondiente; pues al ser pruebas imperfectas
ameritan ser subsanadas mediante la ratificación correspondiente.

51. En esas condiciones, en la materia de la revisión, procede revocar


la sentencia recurrida y devolver los autos al Tribunal Colegiado en
Materia Penal, que conoció de la demanda de amparo, para que
ante la inconstitucionalidad del artículo 235 del Código Federal de
Procedimientos Penales, en la porción normativa relativa a que “los
peritos oficiales no necesitarán ratificar sus dictámenes”, se avoque
de nueva cuenta al estudio de la legalidad de la sentencia dictada el
treinta y uno de octubre de dos mil catorce, en el toca penal
********** (**********) del índice del tribunal auxiliar), por el Tribunal
Unitario de Circuito, que constituye el acto reclamado en el juicio
constitucional del que deriva el presente recurso de revisión.

11
Registro digital 2010354. Tesis aislada 1a. CCCXXVI/2015, Décima Época, Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Libro 24, Noviembre de 2015, Tomo I, página 993.

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