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TEMA 22.

WAGNER Y STRAUSS
Richard Wagner
(Leipzig, actual Alemania, 1813 - Venecia, Italia, 1883) Compositor,
director de orquesta, poeta y teórico musical alemán. Aunque Wagner
prácticamente sólo compuso para la escena, su influencia en la música
es un hecho incuestionable. Las grandes corrientes musicales surgidas
con posterioridad, desde el expresionismo hasta el impresionismo y por
continuación o por reacción, encuentran en Wagner su verdadero origen,
hasta el punto de que algunos críticos sostienen que toda la música
contemporánea nace de la armonía, rica en cromatismos y en
disonancias no resueltas, de Tristán e Isolda.

Richard Wagner

La infancia de Wagner se vio influida por su padrastro Ludwig Geyer,


actor, pintor y poeta, que suscitó en el niño su temprano entusiasmo por
toda manifestación artística. La literatura, además de la música, fue
desde el principio su gran pasión, pero el conocimiento de Carl Maria von
Weber y, sobre todo, el descubrimiento de la Sinfonía núm. 9
de Beethoven lo orientaron definitivamente hacia el cultivo del arte de los
sonidos, aunque sin abandonar por ello su vocación literaria, que le
permitiría escribir sus propios libretos operísticos.
De formación autodidacta, sus progresos en la composición fueron lentos
y difíciles, agravados por una inestable situación económica, la
necesidad de dedicarse a tareas ingratas (transcripciones de partituras,
dirección de teatros provincianos) y las dificultades para dar a conocer
sus composiciones. Sus primeras óperas -Las hadas, La prohibición de
amar, Rienzi- mostraban su supeditación a unos modelos en exceso
evidentes (Carl Weber, Heinrich Marschner, Vincenzo Bellini, Giacomo
Meyerbeer), sin revelar nada del futuro arte del compositor.
Hasta el estreno, en 1843, de El holandés errante, no encontró el
compositor su voz personal y propia, aún deudora de algunas
convenciones formales que en posteriores trabajos fueron
desapareciendo. Tannhäuser y Lohengrin señalaron el camino hacia el
drama musical, la renovación de la música escénica que llevó a cabo
Wagner, tanto a nivel teórico como práctico, en sus siguientes
partituras: El oro del Rin (primera parte de la tetralogía El anillo de los
nibelungos) y Tristán e Isolda.
En estas obras se elimina la separación entre números, entre recitativos
y partes cantadas, de modo que todo el drama queda configurado como
un fluido musical continuo, de carácter sinfónico, en el que la unidad
viene dada por el empleo de unos breves temas musicales, los leitmotiv,
cuya función, además de estructural, es simbólica: cada uno de ellos
viene a ser la representación de un elemento, una situación o un
personaje que aparece en el drama.
La aportación wagneriana no sólo fue revolucionaria en el aspecto formal
(en los campos de la melodía, la armonía y la orquestación, con el uso
de una orquesta sinfónica de proporciones muy superiores a las que
tenían las habituales orquestas de ópera), sino que también dejó una
impronta duradera. Su gran aspiración no era otra que la de lograr
la Gesamtkunstwerk, la «obra de arte total» en la que se sintetizaran todos
los lenguajes artísticos.
Sus ideas tuvieron tantos partidarios como detractores. Uno de sus más
entusiastas seguidores fue el rey Luis II de Baviera, gracias a cuya ayuda
económica el músico pudo construir el Festspielhaus de Bayreuth, un
teatro destinado exclusivamente a la representación de sus dramas
musicales, cuya complejidad superaba con mucho la capacidad técnica
de las salas de ópera convencionales. En 1876 se procedió a su solemne
inauguración, con el estreno del ciclo completo de El anillo de los nibelungos.
Años antes, en 1870, el compositor había contraído matrimonio con la
hija de Franz Liszt, Cosima, con quien había mantenido una tormentosa
relación cuando aún estaba casada con el director de orquesta Hans von
Bülow. Wagner dedicó los últimos años de su vida a concluir la
composición de Parsifal.
Cómo citar este artículo:
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Richard Wagner. En Biografías y Vidas. La
enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado
de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/w/wagner.htm el 5 de mayo de 2021.

Wagner: biografía de un
músico atormentado
8 minutos

La obra de Wagner aceleró intensamente un cambio en el movimiento


musical, influyendo en los compositores del siglo XX. Descubre qué hace de
este músico un genio sin igual.

Wagner es uno de esos compositores que marcó una época, influyendo en


muchas de las grandes corrientes musicales. La influencia del cé lebre Wilhelm
Richard Wagner y su composició n se aprecia tanto en la melodía y la armonía,

como en la orquestació n.

Sus ideas, propuestas y modo de vida tuvieron tanto admiradores como


detractores. Fue, en todo caso, un hombre polé mico. En lo musical, las ó peras

de Wagner se caracterizaron por la dilució n pronunciada de las tonalidades

difuminando la línea entre cantar y recitar.

La mú sica de Wagner transporta a su pú blico a universos plagados de

heroísmo y voluptuosidad. La fuerza de su composición conquista al oyente,

invitándolo a compenetrarse con la historia que se desarrolla en el escenario .

Primeros años
Richard Wagner nació un 22 de mayo de 1813, en la ciudad de Leipzig,

Alemania. Nació en un hogar humilde: su madre, Rosima Patz, era hija de un

panadero; su padre fue un escribano de la policía, Karl Friedrich Wagner. A

los pocos meses de vida del pequeñ o Richard, su padre fallece a causa de una

epidemia de tifus.

Poco tiempo despué s, su madre se casa con Ludwig Geyer, quien se convertiría

en su padrastro. Geyer era actor, cantante y pintor, por ello, suele señ alarse

como una influencia en las inclinaciones artísticas del joven Wagner. Como

consecuencia del trabajo de Geyer, en una compañ ía de teatro, la familia se

muda a Dresde, sede de dicha compañ ía. en Dresde.

Wagner ingresó en la escuela del Vizehofkantor Carl Friedrich Schmidt en

Dresde en el añ o 1817. En el añ o 1822, se matriculó en la Kreuzschule (escuela

de la cruz) de Dresde. Richard estudió allí hasta los 14 añ os y, en esa casa de

estudios, recibió algunas lecciones de piano.


Richard Wagner ostentó el nombre de Richard Geyer hasta casi cumplir los
quince años. Cambió su apellido al formalizar su ingreso a Nicolaischule

(escuela nicolaíta) de Leipzig, el 21 de enero de 1828.

La desolación de su juventud
La cantidad y variedad de sus primeras composiciones prueban que Richard se
inició como compositor con obras de una amplia diversidad genérica. Entre

ellas, existía cierto predominio de piezas instrumentales que seguían

prototipos clá sicos.

En 1833, cuando el artista contaba con tan solo veinte años, inicia su carrera
profesional, aceptando la posició n de director del coro Wü rzburg. Sus trabajos,

en esta etapa inicial, fueron todos de escaso presupuesto y estaban dirigidos a

un pú blico provinciano. Siendo director de orquesta, culmina su primera

ó pera: Las Hadas. Sin embargo, no sería estrenada hasta cinco añ os despué s de

su muerte.

Tres añ os despué s, Wagner se encontraba infelizmente casado con Minna

Planer y, para entonces, ya habría compuesto varias ó peras. En este periodo,

Wagner comenzó a desarrollar sus ideas de índole revolucionario. Hay quienes

apuntan que las ideas de Wagner, de algú n modo, influyeron en las ideas del

nazismo de Hitler . De hecho, actualmente, sus composiciones siguen siendo

vetadas en Israel.

Esta etapa fue bastante oscura para Wagner, el matrimonio con Minna

Planer no ayudaba demasiado y estaba atravesando una serie de problemas

econó micos. Ademá s, tuvo problemas de adicciones con el juego  y el alcohol, de

este modo, su recuperació n econó mica se hizo todavía má s difícil.

En 1839, el gran caudal de deudas acumuladas  por Richard Wagner le obligó a

huir del país,trasladá ndose a París. El compositor no pisaría nuevamente

Alemania hasta 1842. Pero su estancia en París fue un fracaso y no logró


estrenar ninguna de sus obras allí. Trabajó asiduamente en como arreglista de

otros compositores, pero sin demasiada gloria.

Wagner como escritor


Wagner no solo fue un destacado compositor, sino que se atrevió a

experimentar con otras formas artísticas como la escritura. Entre los años 1840

y 1842, se publicaron algunos de  los ensayos más importantes de Wagner.

Estos ensayos trataban cuestiones histó ricas y teó ricas que habían resultado

de gran interé s para el artista a lo largo de su vida. Wagner tambié n fue un

periodista muy prolífico, llegó a publicar en la prensa alemana numerosas

reseñ as de eventos musicales parisinos. Wagner tambié n escribió algunas

piezas de cará cter documental.

“Unicamente los hombres fuertes conocen el amor, solamente el amor incluye la

belleza, solamente la belleza produce el arte. El amor de los débiles entre sí no

puede producir sino la satisfacción de sus apetencias lujuriosas”.

-Richard Wagner-

Cabe destacar que existe ambigü edad en algunos de sus datos biográ ficos. Esto

se debe, principalmente, a que existen numerosas inconsistencias incorporadas

por el propio Wagner en su autobiografía Mein Leben (mi vida).


Esta autobiografía comprende desde el añ o de su nacimiento hasta los 51 añ os.

El texto es extremadamente subjetivo y su ego se hace patente, de esta manera,

resulta difícil saber con exactitud qué es real en la vida de Wagner. Esta

autobiografía fue escrita en 1865 a petició n de su benefactor el Rey Luis II de

Baviera .

Retorno a la patria
A partir de la ó pera Meyerbeer,  Wagner se convirtió en el compositor má s

reconocido de Alemania. Quiso la fortuna que, pocos días despué s del estreno,
sucediera el fallecimiento del Kapellmeister real (Director de cá mara real)

Francesco Morlacchi.  El 2 de febrero de 1843, Wagner ostentaba el cargo

vitalicio de Kapellmeister real. Este cargo le concedió prominencia política, que

le hizo experto en entretejer creatividad y gerencia.

Los intereses artísticos de Wagner se fusionaron rápidamente con su actividad


política. El compositor concebía el teatro como el espejo de una sociedad

reaccionaria. Así, al acometer la transformació n del primero, cambiaría la

segunda. De ahí que Wagner se viese implicado en la política subversiva.

Warner fue afín al nacionalismo  Alemán. Este pensamiento puede verse

claramente reflejado tanto en sus personajes mitoló gicos como en los

argumentos de sus obras. Una idea que se reitera en su obra es la de las

colonias alemanas.
“Cada vez que escucho a Wagner, siento ganas irresistibles de invadir Polonia.”

-Woody Allen-

Cambios políticos y El patrocinio


del rey Luis II de Baviera
En 1849, la delicada situació n política desembocó en una revolució n en Dresde.
Esto significó el final de la carrera de Wagner como Kapellmeister real. La

emisión de una orden de arresto contra Wagner provocó su huida a Suiza,

donde permaneció exiliado durante once años.


Durante este periodo, Wagner se encontró en una situación muy precaria.

Estuvo excluido del mundo musical alemá n y sus ingresos eran tan exiguos

como sus esperanzas de poder representar sus obras.

En 1864, Wagner se encontraba en Mariafeld, en las proximidades de Zurich,

en apremio por sus muchos acreedores. El rey Luis II, su admirador confeso,

le ofreció a Wagner su hospitalidad y ayuda financiera. De este modo, “el

maestro" compuso para su benefactor La marcha del Homenaje.


En 1865, se estrenó su famosa obra Tristán e Isolda en la ciudad de Munich. Un

añ o despué s, su esposa Minna fallece en Dresde y el compositor se instala en

Ginebra. Bajo el mecenazgo del Rey, Wagner trabajó en sus ó peras sin

preocuparse de sus gastos.

Bayreuth
Años más tarde, Wagner concibe el plan de fundar la Sociedad Wagner, un

teatro que daría lugar al famoso festival homónimo que perdura hasta día de
hoy. La piedra fundacional del Teatro de Bayreuth la puso el día de su 59

cumpleañ os. Para llevar a cabo su tarea, realizó una serie de conciertos por

Alemania con el fin de recaudar fondos. La obra se finaliza en 1874 gracias a la

ayuda de Luis II.

El compositor construye su villa Wahnfried tambié n en Bayreuth. Sin embargo,

tan solo dos añ os despué s de terminarse las obras, los nú meros del teatro

mostraban cuantiosas pé rdidas. Wagner dio una serie de conciertos  para

obtener fondos que aminoraran las pé rdidas. Aunque no duraría demasiado

tiempo, poco despué s, enfermó del corazó n.

Muerte y legado
Entre los añ os 1881 y 1882, Wagner sufrió varios ataques al corazó n. El 13 de

febrero de 1883 el célebre compositor fallece en Venecia. Su cuerpo fue

inhumado en el jardín de su villa Wahnfried.

La Tetralogía (El anillo del Nibelungo) es indudablemente su más importante


obra. Está compuesta por cuatro ó peras: La Valquiria, El oro del Rin, El ocaso

de los dioses y Sigfrido. La Tetralogía, Parsifal, Tristán e Isolda, Los maestros

cantores de Nuremberg, Lohengrin, Tannhäuser  y  El holandés errante integran el

llamado Canon de Bayreuth.


El ciclo completo no se presentó hasta 1876 y, a partir de ese momento, el

canon se representaría en el festival anual que  todavía se celebra en Bayreuth,

Alemania.

Las ideas de Wagner tuvieron tantos partidarios como detractores. El legado

del Teatro de Bayreuth, de complejidad nunca antes vista, fue posible gracias a
su ferviente admirador el rey Luis II de Baviera. Este teatro es destinado

exclusivamente a la representació n de su obra, demostrando así que el genio

de Wagner sigue muy vivo a pesar del paso del tiempo.

Richard Strauss
(Munich, 1864 - Garmisch-Partenkirchen, 1949) Compositor alemán.
Ocupa un lugar de gran relieve en la historia musical de nuestro tiempo,
en la que representa las postreras ramificaciones del romanticismo. Hijo
de un solista de la orquesta de la ópera de Munich, empezó a aprender
música a los cuatro años de edad. A los siete años escribía sus primeras
composiciones. En 1875 tomó sus primeras lecciones de composición de
W. Meyer. Desde 1874 a 1882 cursó la segunda enseñanza y luego se
matriculó en la Universidad.

Richard Strauss

Hans von Bülow le llamó en 1885 para colaborar con él en la dirección


del teatro de corte de Meiningen. Allí trabó amistad con A. Ritter, que
ejerció una influencia decisiva en el joven músico y le convirtió al arte de
Liszt y de Wagner. En 1886, después de un viaje a Italia, Strauss fue
nombrado director adjunto de la ópera de Munich. Durante aquellos años
compuso numerosos lieder y los poemas sinfónicos Macbeth y Don Juan. De
1889 a 1894 fue director de orquesta en el teatro de Weimar; de esta
época datan el poema sinfónico Muerte y transfiguración y su primera obra
teatral: Guntram.
Después de viajar por Grecia, Egipto y Sicilia (1892-93), Richard Strauss
fue sucesivamente director de la Ópera de Munich y de la de Berlín
(1898-1919). Sus notables poemas sinfónicos ya le habían dado
celebridad cuando afirmó con Salomé su concepción "sinfónica" de la obra
teatral, que ilustró con producciones posteriores. Strauss, que como
director de orquesta triunfó en las grandes capitales del mundo entero,
fue codirector de la ópera de Viena desde 1919 a 1924. Pasó sus últimos
años en Garmisch, donde murió.
La obra de Richard Strauss
Sus primeros gustos musicales estuvieron orientados por su padre,
enemigo implacable del wagnerismo, corriente a la que oponía el
formalismo de Mozart, Joseph Haydn y Felix Mendelssohn. Influido por su
progenitor, el joven Strauss, a sus dieciséis años, llegó a decir: "Dentro
de diez años nadie sabrá quién es Wagner". Esta circunstancia, pura
anécdota, no deja de ser curiosa si tenemos en cuenta el posterior
devenir de los acontecimientos, con la evolución de la obra straussiana
hacia el wagnerismo. De la misma, y aunque no son nada desdeñables
sus obras de cámara y corales, despuntan por encima de todo lo demás
los poemas sinfónicos y, por supuesto, las óperas.
En los primeros, Strauss combinó una elevada inspiración poética con
unas hábiles resoluciones técnicas, sobre todo en el terreno orquestal. El
primero de sus grandes Tondichtungen ("Poemas sonoros") y su primera
obra maestra verdadera, después de la fantasía sinfónica Aus
Italien (1886), fue Don Juan (1888-1889), en el que se advierte la
influencia de Richard Wagner y Franz Liszt. Incomprendido por la crítica fue
el poema sinfónico que siguió, Muerte y transfiguración (1888-1889),
calificado el día de su estreno como una "horrible batalla de
disonancias", a pesar de su certera paleta orquestal y su compacta
construcción.
Las divertidas travesuras de Till Eulenspiegel (1894-1895) fue su siguiente obra
programática, basada en las peripecias de un pícaro personaje de la
Alemania del siglo XIV. Ésta daría paso, un año más tarde, a su inmortal
y cinematográficamente célebre Así habló Zaratustra (1895-1896),
libremente inspirado en la obra del mismo título del filósofo Friedrich
Nietzsche. El cineasta Stanley Kubrick incluyó su conocidísimo inicio en la
banda sonora de su película 2001: una odisea en el espacio.
Sólo dos poemas sinfónicos más iba a componer Strauss: Don
Quijote (1896-1897), para violoncelo y orquesta, según el esquema de un
tema y variaciones, y Una vida de héroe (1897-1898), de índole
autobiográfica, asombroso alarde de toda su ciencia orquestal. No
podemos olvidar dos sinfonías de clara inspiración programática
emparentadas con el poema sinfónico, como son la Sinfonía
doméstica (1902-1903) y la Sinfonía alpina (1911-1915).
Inaugurado el siglo XX, Strauss iba a centrar sus mayores esfuerzos en
la ópera, convirtiéndose en uno de los compositores que mayores
aportaciones ha hecho al género lírico: entre 1894 y 1942 compuso
quince óperas, que evolucionan desde el wagnerismo militante de las
dos primeras, Guntram (1892-1893) y Feuersnot (1900-1901), hasta un
cierto agotamiento en las últimas, pasando por una etapa intermedia
repleta de verdaderas obras maestras.
Sería en 1905 cuando el compositor alemán daría su primera obra
cumbre dentro del género lírico: Salomé. Tras algunos problemas para
llevar a cabo el estreno, especialmente por parte de la censura y de los
cantantes, éste se produjo y Salomé pasó a ser uno de los hitos
fundamentales del repertorio operístico. Sin dejar en ningún momento
que el nivel decayera, Strauss compuso Elektra (1906-1908), obra con
que iniciaría la fructífera colaboración con el libretista Hugo von
Hofmannsthal.
Fruto de este binomio fue también El caballero de la rosa, estrenada en
1911 y radicalmente opuesta a su predecesora, puesto que a la
agresividad de la primera se opone la frescura de la segunda, inspirada
en el modelo mozartiano. Dejando a un lado la vía abierta
por Salomé y Elektra, Richard Strauss compuso en 1912 la primera versión
de la sutil Ariadna auf Naxos. La ruptura con su estilo "elektrificante" (como
se calificaba la música de Elektra en caricaturas de la época) se ratifica
con su ópera de atmósfera maravillosa La mujer sin sombra (1914-1918).
Aun sin ser desdeñables, son mucho menos relevantes las óperas
compuestas por Strauss a partir de 1920: Intermezzo (1918-1923), Elena
de Egipto (1923-1927), La mujer callada (1933-1934), Día de paz (1935-
1936), Dafne (1936-1937) o El amor de Dánae (1938-1940) son los títulos
menores de la producción lírica straussiana de los últimos años.
Sólo Arabella (1929-1932) y Capriccio (1940-1941) son escenificadas
esporádicamente en la actualidad. En la primera de ellas, la última con
libreto de Hofmannsthal, Strauss regresa a la Viena de El caballero de la
rosa; la segunda fue la postrera de las que compuso, ya octogenario. Se
trata de una hermosa obra en la que se plantea el dilema, nunca
resuelto, entre la supremacía de la palabra o la de la música dentro de la
ópera.
Cómo citar este artículo:
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Richard Strauss. En Biografías y Vidas. La
enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado
de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/strauss.htm el 5 de mayo de 2021.

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