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Gustav Mahler

Biografía
Nacimiento: 7 de julio de 1860 Kaliště (Reino de Bohemia, Imperio austríaco)
Fallecimiento: 18 de mayo de 1911 (50 años) Viena (Imperio austrohúngaro)
Nacionalidad: bohemio-austriaco
Religión: judío converso al catolicismo
Padre: Bernhard Mahler
Cónyuge: Alma Marie Schindler
Hijos: Marie y Anna
Educación: Educado en Universidad de Viena. Universidad de Música y Arte
Dramático de Viena
Información profesional:
Ocupación: Compositor, director de orquesta
Géneros: Música clásica, sinfonía y música de cámara Ver y modificar los datos en
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Gustav Mahler (Kaliště, Bohemia, antiguamente bajo administración del Imperio
austríaco, actualmente República Checa, 7 de julio de 1860-Viena, 18 de mayo de
1911) fue un compositor y director de orquesta austriaco, cuyas obras se consideran,
junto con las de Richard Strauss, las más importantes del postromanticismo

Nació en el seno de una modesta familia judía. Judío de lengua alemana en


una ciudad eslava es una situación difícil. Pretende elevarse socialmente e
insta a sus hijos a estudiar.
Con 6 años Gustav encuentra un piano en casa de su abuela. Se pone a
tocarlo y manifiesta grandes dotes. Su padre le lleva a estudiar música y con 10
años da su primer recital.
El ambiente en su casa es violento. Su padre manifiesta la violencia hacia su
madre. Un día de especial conflicto, Gustav sale de casa y se encuentra con un
músico que toca un organillo. Ambas cosas influirán en su obra.
Introduce nuevos elementos populares en algo tran rígido como la música
clásica. Esto no será entendido.
Con 18 años presenta al concurso Beethoven su primera obra importante, . no
gana ningún premio y debe trabajar como director de orquesta, carrera muy
prometedora.
1894. Termina, después de 6 años, su segunda sinfonía.
Desconciertan al público por su duración y porque está llena de ideas y
sensaciones, calificado de vulgar.
Reflexión sobre la muerte y la resurrección. Introduce la voz como instrumento
en las sinfonías (sólo lo había hecho Beethoven al final de la 9ª)
Quiere dejar la ópera de Hamburgo para ir a la ópera de Viena. Deja en
judaísmo para poder entrar en la ópera de Viena.
Sólo puede componer en verano, dando largos paseos por las montañas. Es un
apasionado de la naturaleza.
11 de mayo de 1.897. Mahler dirige Loengrin. Gran triunfo.
Cambia la figura del director de orquesta. Pasa de ser el que lleva el ritmo a ser
el auténtico conductor. Impone la penumbra en la sale y prohíbe la entrada una
vez comenzada la representación. Esto resulta irritante al públio.
Hace de director escénico, cambia los decorados al estilo de la secesión, con
volumen, y cambios entre escena y escena.
La luz debe crear ambiente que evoquen los sentimientos de los personajes y
apoyen la acción.
Muy exigente con el tempo, los músicos y los cantantes.
En trabajo es muy intenso. En verano va a las montañas en el sur de Austria,
con su mujer y sus hijas, Mayerli. Se aísla para componer y da grandes
paseos. Allí compone la 5ª sinfonía, la primera sin canto. Es un canto a la vida
ya que se ha salvado de una hemorragia.
En las sus obras hay una proyección autobiográfica. Se percibe la evolución del
personaje.
1907. Campañas antisemitas exigen que se le destituya de su cargo. También
muere su hija María de escarlatina.
También le anuncian que tiene una enfermedad cardiaca incurable.
La 8ª, sinfonía de los 1000, se entrena en vida y alcanza un gran éxito. La
primera que alcanza éxito.
El sabía que su momento llegaría.
Desacralización de la música clásica. Apertura.
1960

Dimite de la ópera de Viena y va a EEUU.

En la primera década del siglo XX, Gustav Mahler fue uno de los más importantes
directores de orquesta y de ópera de su momento. Después de graduarse en
el Conservatorio de Viena en 1878, fue sucesivamente director de
varias orquestas cada vez más importantes en diversos teatros de ópera europeos,.
En 1886 fue asistente del prestigioso Arthur Nikisch en Leipzig; en 1888, director de la
Ópera de Budapest; y en 1891, de la de Hamburgo, puestos en los que tuvo la
en 1897 a la
oportunidad de ir perfilando su personal técnica directorial, llegando
que entonces se consideraba la más notable: la dirección de la Ópera de la
Corte de Viena (Hofoper) con la única condición de que apostatara de su
judaísmo y abrazara la fe católica. Durante sus diez años en la capital austriaca,
Mahler— sufrió la oposición y hostilidad de la prensa antisemita . Sin
embargo, gracias a sus innovadoras producciones y a la insistencia en los más altos
niveles de representación, se granjeó el reconocimiento como uno de los más grandes
directores de ópera, particularmente como intérprete de las óperas de Richard Wagner
y de Wolfgang Amadeus Mozart. Mejoró el nivel artístico de la compañía y dio a
conocer nuevas obras.
(*)
El diagnóstico de una afección cardíaca y la muerte de una de sus hijas lo impulsaron
en 1907 a dimitir de su cargo, también la presión antisemita, y aceptar la titularidad del
Metropolitan Opera House y de la Sociedad Filarmónica de
Nueva York, ciudad en la que se estableció hasta 1911, cuando, ya enfermo,
regresó a Viena.
Paralelamente a su labor como director, Mahler llevó a cabo la composición de sus
sinfonías y lieder con orquesta. Él mismo se autodefinía como un compositor de
verano, única estación del año en la que podía dedicarse íntegramente a la
concepción de sus monumentales obras

EL ENTORNO
¿Cuál fue el punto de partida de la sobresaliente carrera de este compositor y director
de orquesta y de ópera? ¿Por qué el aplauso unánime a su impecable trayectoria se
resistió en algunos momentos?
¿Cuáles fueron las fuentes de inspiración de este judío convertido al catolicismo? ¿En
qué contexto se cocinaron sus obras, repletas de contenidos conceptuales debido a su
interés por la filosofía? Exponemos las claves que radiografían la vida y obra del
creador de las piezas más alabadas del posromanticismo, con permiso de Richard
Strauss.

La Viena de Gustav Mahler


El gusto musical del último de los imperios católicos del planeta, el austrohúngaro,
podía definirse como conservador. Mahler, sin embargo, abría las puertas a las
partituras rompedoras, chocantes y con movimientos de duración impensable.
Armonías disonantes, cromatismo a raudales, fanfarrias militares, melodías
populares… Con una amalgama de elementos heterogéneos de diversas
procedencias daba una vuelta de tuerca a lo tradicional.
Final del siglo XIX, un movimiento de vanguardia, La secesión, se alza contra las
convenciones del arte oficial. Poetas, pintores, músicos,..
Dardos envenenados de la prensa antisemita
Así es como ilustraba sus convicciones, construyendo un mundo con todo aquello que
tuviera a su alcance. Esa, de hecho, era la definición de una sinfonía para Mahler.
Este proceder le valió las críticas de la prensa antisemita a este artista motivado por el
vitalismo y el interés por la naturaleza de Schopenhauer, pero también por el
pesimismo inicial de Nietzsche.
De sus respectivos universos musicales se empapó durante su breve paso por la
universidad. El filósofo Siegfried Lipiner le aleccionó sobre los tintes metafísicos que
Wagner trasladaba a su producción. Mahler se mantuvo fiel a esas ideas, dotando a
sus lieder de ese carácter que trascendía lo musical. Precisamente, fue interpretando
óperas de Wagner de modo magistral (también de Mozart) y comenzó a granjearse su
fama como director de orquesta.
Aquel joven que se graduaba con 18 años en el conservatorio de Viena se lanzaba al
estrellato europeo en teatros de todo el continente. La Ópera de la Corte lo esperaba,
previa conversión al catolicismo, eso sí. Y con ella, sus músicos, a los que obligaba no
solo a interpretar las partituras, sino a dotarlas de una vida nueva. Se ganó su fama de
tirano y exigente antes de ponerse al frente de la Metropolitan Opera House y de la
Orquesta Filarmónica de Nueva York.

De la dirección… a la composición
Los halagos en su vertiente creativa no se prodigaron con tanta asiduidad. Fue
durante los estíos cuando se dedicaba a crear, pues a su ajetreada vida le faltaba
tiempo para esa laboriosa tarea. Conocido por este motivo como compositor de
verano, Mahler vertió todas sus impotencias, genialidades y dolores en aquellas obras
a las que daba forma entre bosques y lagos (adoraba perderse en la naturaleza).
Su originalidad desmedida fue la causa de la lenta revalorización de Mahler, al que no
le ayudó inicialmente ser judío en un ambiente con el nazismo al alza. El fin de la
Segunda Guerra Mundial supuso un punto de inflexión para su reconocimiento.
Figuras como Bruno Walter o Leonard Bernstein lo incluyeron habitualmente en los
repertorios de los conciertos que dirigían, otorgándole la merecida fama.

Sus amistades
Tanto en su vida como en su capacidad creativa influyeron algunas de sus amistades.
En Viena, la élite artística, dispuesta a acabar con el nacionalismo y el romanticismo
para abrir nuevas vías de expresión, se reunía a diario en cafés. Hasta allí acudía
nuestro protagonista, quien antes compartiría momentos con su homólogo Hugo Wolf
en el conservatorio. Al igual que Mahler, que sufrió la muerte de una de sus hijas por
escarlatina, el autor del Italienisches Liederbuch (Libro de canciones italianas) fue otra
mente brillante de ese siglo que atravesó por momentos tormentosos.
Mahler también fue amigo de Arnold Schönberg, líder de la Segunda Escuela de Viena
e impulsor de la composición atonal. Es, además, uno de los compositores que beben
del universo de Mahler. A la lista hay que añadir al escenógrafo Alfred Roller, con
quien coincidió en la Ópera de Viena. También, al pintor Gustav Klimt. El autor de El
beso acudió a despedirlo a la estación de tren antes de su partida a Nueva York, tras
ser apartado de la citada Ópera de Viena en 1907.
Tres años después, pocos meses antes de morir, Mahler acudió a Sigmund Freud por
consejo del mencionado Bruno Walter. Era escéptico sobre el psicoanálisis, pero
necesitaba curar su angustia por la infidelidad de su amada Alma con el arquitecto
Gropius.

La maldición de la ‘Novena sinfonía’


Fue en esos últimos y agónicos años (entre 1908 y 1909) cuando compuso su última
creación completa: su Novena sinfonía. Se trata del mejor ejemplo de su maestría.
Esta obra potente y sobrecogedora se estrenó de manera póstuma (1912), de la mano
de su amigo Walter en la dirección de la Filarmónica de Viena.

Con la muerte como eje

La muerte parece envolver a esta composición.


Y es que Mahler arrojó aquí su eterno sufrimiento, alentado por las pérdidas familiares.
A la más impactante, la de una de sus dos hijas, había que unir las de diez de sus
catorce hermanos y la de su suegra, víctima de un ataque al corazón durante el
funeral de su nieta. A este punzante dolor le otorgó una estructura idéntica a la de la
famosa Patética, de Chaikovski.

Su emocionante adagio
El cóctel de sensaciones se avivaba con otros duros episodios como los de la
infidelidad de su esposa y sus problemas de corazón, la causa de su muerte. El
momento álgido de esta Novena sinfonía recoge estas circunstancias. Es en su último
movimiento, un estremecedor adagio, perturbador y alarmante pero de extrema
belleza, donde percibimos toda su angustia. Mahler añadió en esta cuarta parte de la
sinfonía un fragmento de sus Kindertotenlieder (Canciones a los niños muertos), en
referencia a su pequeña. Además, escribió esta frase: “En las cumbres el día es
hermoso”, aludiendo a esa tragedia personal.

El Mahler supersticioso
Su fallecimiento lo situó directamente en la lista de compositores tocados por la
denominada maldición de la novena sinfonía, una superstición en la que el propio
Mahler creía. Desde Beethoven, ningún músico sobrevivió lo suficiente para componer
al completo su décima sinfonía hasta Shostakóvich. Entre uno y otro encontramos a
Schubert, Bruckner, Dvořák o Atterber.g.

La controvertida figura de su esposa Alma Mahler


Capítulo aparte merece la esposa de Mahler, Alma, la compositora austriaca con quien
tuvo a sus dos hijas. Fue musa de su primer marido, quien la retrata musicalmente en
su quinta y sexta sinfonías. Esta mujer carismática y de personalidad arrolladora
asumió, en un primer momento, el sacrificio de dedicarse a su matrimonio y ser lectora
de pruebas de las obras de Mahler. Gustav no se interesaba por las composiciones de
Alma, quien terminó enamorándose de Gropius, creador de la Bauhaus. Con el
arquitecto se repetiría su historia anterior. Se casaron y la hija de ambos moriría (a los
19 años, por una poliomielitis.

COMPOSITOR

Como compositor, centró sus esfuerzos en la forma sinfónica y en el lied .


La Segunda, Tercera, Cuarta y Octava sinfonías y Das Lied von der Erde (La canción
de la Tierra) conjugaron en sus partituras ambos géneros.

componer una sinfonía era «construir un


Él mismo advertía que
mundo con todos los medios posibles» , por lo que sus trabajos en este
campo se caracterizan por una amplísima heterogeneidad.

Introdujo elementos de distinta procedencia como melodías populares,


marchas, fanfarrias militares, mediante un uso personal del acorde,
entrecortando o alargando inusitadamente las líneas melódicas, acoplados o
yuxtapuestos en el interior del marco formal que absorbió de la tradición clásica
vienesa.

desmesuradas proporciones e incluían


Sus obras sinfónicas adquirieron
armonías disonantes que sobrepasan el cromatismo utilizado
por Wagner en su Tristán e Isolda. La apariencia del desorden que
resultaba, con el esfuerzo extra que demandaba reconocer alguna formalidad
«clásica» en su estructura, generó la incomprensión de su música, atrayéndole una
hostilidad casi general, pese al apoyo de una minoría entusiasta entre la que se
contaban los miembros de la Segunda Escuela de Viena, que lo tenían por su más
directo precursor.

De entre su obra, cabe señalar sus nueve sinfonías terminadas (diez, si se incluyen
los bosquejos de la Décima) y varios ciclos de canciones o lieder.
Son diez las sinfonías de su catálogo, si bien la última quedó inacabada a su muerte.
De ellas, las números 2, 3, 4 y 8 (la única que le permitió saborear las mieles del
triunfo en su estreno) incluyen la voz humana, según el modelo establecido por
Beethoven en su Novena. A partir de la Quinta, su música empezó a teñirse de un halo
trágico que alcanza en la Sexta, en la Novena y en esa sinfonía vocal que es La
canción de la tierra, su más terrible expresión.

Sus principales colecciones de canciones son:


Lieder eines fahrenden Gesellen (Canciones de un compañero errante);
el ciclo Des Knaben Wunderhorn (El cuerno mágico del muchacho), basado en una
recopilación de cantos populares alemanes;
Kindertotenlieder (Canciones a los niños muertos) y las canciones Rückert-Lieder,
basándose en ambos casos en los textos del poeta alemán Friedrich Rückert;
también, la renovadora síntesis de sinfonía-ciclo de canciones Das Lied von der Erde,
con letra de poemas traducidos del chino al alemán.
La revalorización de Mahler fue lenta, al igual que la de Anton Bruckner, y se vio
retrasada a causa de su gran originalidad y del auge del nazismo en Alemania y
Austria, pues su condición de judío catalogó a su obra como «degenerada» y
«moderna».
Lo mismo sucedió con otros compositores, caídos en desgracia en el Tercer Reich.
Sólo al final de la Segunda Guerra Mundial y por la decidida labor de directores como
Bruno Walter, Otto Klemperer y, más tarde, Bernard Haitink o Leonard Bernstein, su
música empezó a interpretarse con más frecuencia en el repertorio de las grandes
orquestas, encontrándose entre los compositores más destacados en la historia de la
música.

Sinfonías
Nº 1 https://es.wikipedia.org/wiki/Sinfon%C3%ADa_n.%C2%BA_1_(Mahler)
Nº 2 https://es.wikipedia.org/wiki/Sinfon%C3%ADa_n.%C2%BA_2_(Mahler)
CANCIONES DE UN COMPAÑERO DE VIAJE
(1884/5)
(Lieder eines fahrenden Gesellen)

Música de Gustav Mahler (1860 - 1911)

Texto de "Des Knaben Wunderhorn"

1.- Wenn mein Schatz Hochzeit macht 1.- El día en que mi amor se case

Wenn mein Schatz Hochzeit macht, El día en que mi amor se case,


Fröhliche Hochzeit macht, el día de su boda, tan dichoso,
Hab' ich meinen traurigen Tag! ¡será mi día más triste!
Geh' ich in mein Kämmerlein, Me encerraré en mi habitación,
Dunkles Kämmerlein, mi oscura y pequeña habitación,
Weine, wein' um meinen Schatz, y lloraré, lloraré por mi amor,
Um meinen lieben Schatz! ¡por mi querido amor!
Blümlein blau! Verdorre nicht! ¡Flor azul! ¡No te marchites!
Vöglein süß! Du singst auf grüner Heide. Dulce pajarillo, que cantas en el prado verde.
Ach, wie ist die Welt so schön! ¡Ay! ¿Cómo puede ser el mundo tan bello?
Ziküth! Ziküth! ¡Pío! ¡Pío!
Singet nicht! Blühet nicht! ¡No cantes; no florezcas!
Lenz ist ja vorbei! La primavera se acabó.
Alles Singen ist nun aus. Basta ya de cantar.
Des Abends, wenn ich schlafen geh', Cuando por la noche me acuesto,
Denk' ich an mein Leide. pienso en mi pena,
An mein Leide! ¡en mi pena!

2.- Ging heut morgen übers Feld 2.- Esta mañana caminé por el campo

Ging heut morgen übers Feld, Esta mañana caminé por el campo
Tau noch auf den Gräsern hing; cuando el rocío cubría cada brizna de hierba.
Sprach zu mir der lust'ge Fink: El alegre pinzón me dijo:
"Ei du! Gelt? Guten Morgen! Ei gelt? "¡Eh! ¿No te parece? ¡Buenos días! ¿No te
Du! Wird's nicht eine schöne Welt? parece?
Zink! Zink! Schön und flink! ¡Tú! ¿No te parece bello el mundo?
Wie mir doch die Welt gefällt!" ¡Pío! ¡Pío! ¡Bello y brillante!
Auch die Glockenblum' am Feld ¡Cuánto me gusta el mundo!"
Hat mir lustig, guter Ding', También, las campanillas en el campo,
Mit den Glöckchen, klinge, kling, alegremente y de buen humor,
Ihren Morgengruß geschellt: tocaron con campanas ¡ding, dong!
"Wird's nicht eine schöne Welt? su saludo matutino:
Kling, kling! Schönes Ding! "¿No es bello el mundo?
Wie mir doch die Welt gefällt! Heia!" ¡Mundo bello! ¡Ding, dong! ¡Bello!
Und da fing im Sonnenschein ¡Cuánto me gusta el mundo!"
Gleich die Welt zu funkeln an; Y después, bajo la luz del sol,
Alles Ton und Farbe gewann el mundo de repente comenzó a brillar.
Im Sonnenschein! ¡Los sonidos y el color revivieron
Blum' und Vogel, groß und klein! bajo la luz del sol!
"Guten Tag, ist's nicht eine schöne Welt? ¡Flores y pájaros, pequeños y grandes!
Ei du, gelt? Schöne Welt?" ¡Buenos días! ¿No es bello el mundo?
Nun fängt auch mein Glück wohl an? ¡Eh! ¿No creéis que es bello el mundo?"
Nein, nein, das ich mein', ¿Ahora también comenzará mi felicidad?
Mir nimmer blühen kann! ¡No, no la felicidad que yo quiero
jamás podrá florecer!

3.- Ich hab' ein glühend Messer


3.- Tengo un cuchillo al rojo vivo
Ich hab' ein glühend Messer,
Ein Messer in meiner Brust, Tengo un cuchillo al rojo vivo,
O weh! Das schneid't so tief clavado en mi corazón.
In jede Freud' und jede Lust. ¡Pobre de mí! Corta en lo más profundo
Ach, was ist das für ein böser Gast! cada alegría y placer.
Nimmer hält er Ruh', nimmer hält er Rast, ¡Ay, qué huésped tan malvado!
Nicht bei Tag, noch bei Nacht, wenn ich Nunca descansa ni ceja,
schlief. ni de día ni de noche, me deja dormir.
O Weh! ¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!
Wenn ich in dem Himmel seh', Cuando levanto la mirada al cielo
Seh' ich zwei blaue Augen stehn. veo dos ojos azules.
O Weh! Wenn ich im gelben Felde geh', ¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!
Seh' ich von fern das blonde Haar Cuando camino por el campo amarillo,
Im Winde wehn. a lo lejos veo su cabello rubio ondear en el
O Weh! viento.
Wenn ich aus dem Traum auffahr' ¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!
Und höre klingen ihr silbern' Lachen, Cuando despierto de un sueño
O Weh! y escucho el tintineo de su risa de plata,
Ich wollt', ich läg auf der schwarzen Bahr', ¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí!
Könnt' nimmer die Augen aufmachen! ¡Ojalá estuviese en mi ataúd!
¡Ojalá no volviera a abrir ya mis ojos!
4.- Die zwei blauen Augen von meinem
Schatz 4.- Los ojos azules de mi amor

Die zwei blauen Augen von meinem Schatz, Los ojos azules de mi amor
Die haben mich in die weite Welt geschickt. me han llevado a otro mundo más grande.
Da mußt ich Abschied nehmen vom ¡Tuve que dejar
allerliebsten Platz! este entrañable lugar!
O Augen blau, warum habt ihr mich ¡Oh, ojos azules! ¿Por qué tuvisteis que
angeblickt? mirarme?
Nun hab' ich ewig Leid und Grämen. Salí a caminar en la noche tranquila
Ich bin ausgegangen in stiller Nacht en lo profundo del monte oscuro.
Wohl über die dunkle Heide. Nadie vino a despedirme.
Hat mir niemand Ade gesagt. ¡Adiós! ¡El amor y la tristeza son mi única
Ade! Mein Gesell' war Lieb' und Leide! compañía!
Auf der Straße steht ein Lindenbaum, Ahí, junto al camino, hay un tilo.
Da hab' ich zum ersten Mal im Schlaf geruht! ¡Y ahí por vez primera encontré el descanso en
Unter dem Lindenbaum, el sueño!
Der hat seine Blüten über mich geschneit, Bajo el tilo que nevaba
Da wußt' ich nicht, wie das Leben tut, sus flores sobre mí.
War alles, alles wieder gut! ¡No supe cómo la vida continuaba,
Alles! Alles, Lieb und Leid y todo estaba bien otra vez!
Und Welt und Traum! ¡Todo! ¡Todo, el amor y la tristeza
y el mundo y el sueño!
.

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