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ANÁLISIS TRANSACCIONAL - Tarea
ANÁLISIS TRANSACCIONAL - Tarea
INDEPENDENCIA”
ANÁLISIS TRANSACCIONAL
DOCENTE:
ESTUDIANTE:
SEMESTRE:
V
TRUJILLO – PERÚ
2021
INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO PÚBLICO COMPORTAMIENTO
ÉTICO
“TRUJILLO”
ANÁLISIS TRANSACCIONAL
¿Qué es el análisis transaccional?
Es una teoría de la personalidad y de las relaciones
humanas con una filosofía propia, que hoy en la
actualidad también se emplea en psicoterapia, así
como para el crecimiento y cambio personal u
organizacional, en diversos campos. Se trata de uno
de los sistemas de psicoterapia individual y social,
que se engloban dentro de las llamadas psicologías
humanistas. Este método persigue la eficacia de car
a que el cliente pueda cambiar sentimientos,
pensamientos y comportamiento.
El Análisis Transaccional propone una metodología
y unos conceptos básicos, expresados en un lenguaje sencillo, sin los tecnicismos abstractos
que predominan en otras teorías psicológicas. Pretende ser un modelo profundo, con
técnicas para facilitar la reestructuración y el cambio personal. Su fácil integración con
otras disciplinas de las ciencias humanas y sociales, le ha dado una gran difusión mundial
dentro del entorno humanista, laboral y de la auto-ayuda. Asimismo, posee analogías con el
psicoanálisis freudiano.
A nivel funcional, busca facilitar el análisis de las formas en que las personas interactúan
entre sí, mediante transacciones psicológicas, con sus estados del yo Padre, Adulto y Niño,
aprendiendo a utilizar el primero para dar cuidados, el segundo para individualizarnos y el
tercero para buscar y recibir cuidados, tanto en nuestra interacción con los demás, como
también en nosotros mismos, creciendo en el logro de una personalidad integradora.
A nivel profundo, busca facilitar el abandono del guion psicológico que decidimos en la
infancia bajo la influencia de las guras parentales y de autoridad, pero que fue necesario
para sobrevivir y que podemos aún estar siguiendo de forma inconsciente. Al dejar el
guion, dejamos también de jugar los juegos psicológicos que lo refuerzan, pudiendo
entonces usar integradoramente nuestra capacidad de pensar, sentir y actuar, al servicio de
un vivir saludable.
El Análisis Transaccional es un método
contractual. Se trata de un acuerdo adulto con
uno mismo o con otra persona para realizar un
cambio. Supone un objetivo que el cliente (o
paciente) desea alcanzar, así como una meta de
cambio. Implica, además, un análisis
cooperativo entre el terapeuta y el cliente sobre
la situación a resolver y, de las posibles
opciones y alternativas existentes. Asimismo,
entraña una responsabilidad de los dos, terapeuta y cliente, pero diferenciada. El cliente se
responsabiliza de cambiar lo que sea necesario y posible de su situación, tomando nuevas
decisiones, poniéndolas en práctica y usando todos sus recursos disponibles a su alcance.
Por su parte el Analista Transaccional se responsabiliza de cuidar el proceso, de confrontar
al cliente en el momento adecuado, de apoyar cuando sea conveniente, de dar orientación
cuando es oportuno y, de señalar lo que observa cuando sea pertinente.
En el modelo de intervención, el objetivo es entender y modificar los aspectos inadecuados
de la personalidad, tales como las exclusiones y contaminaciones, aprender a no implicarse
en juegos y ubicarse en una posición existencial saludable. De esta forma el cliente,
progresivamente, irá cobrando conciencia de su guion para poder optar por un estilo de vida
con autonomía, resultante de la conciencia, la espontaneidad y la intimidad.
La terapia consiste en facilitar la regresión a la infancia temprana y en establecer un tipo de
estado del yo Padre consistente y saludable por las actuaciones parentales proporcionadas
por el terapeuta. El proceso se llama reparentalización y se centra en quitar la confusión del
tipo de estado del yo Niño, interpretando los procesos inconscientes.
Uno de sus casos era un abogado de 35 años, que solía decirle: “En realidad, yo no soy un
abogado, ni siquiera un adulto; soy un chiquillo”. Fuera del consultorio, el hombre era
realmente un abogado de notable prestigio, pero durante las sesiones se sentía y comportaba
como un niño. Fue por ello que Eric Berne y su paciente denominaron a estas dos
personalidades, el “adulto y el niño”. Poco después, surgió en el paciente un tercer
personaje al que le llamaron “padre”, pues se parecía al progenitor del joven (Book, 1996).
Berne concluyó que esos tres estados existen en todas las personas, por lo que los denominó
“estados del yo”: PAN (Padre, Adulto y Niño)
En el padre se hallan todos los avisos, todas las
reglas, prejuicios, opiniones y leyes que el niño ha
oído a sus progenitores y observado en su modo de
vida. El niño, por el contrario, corresponde al registro
de vivencias reales desde el nacimiento hasta los 5
años, es decir, los sentimientos experimentados por el
paciente hasta esa edad (Book, 1996).
El adulto corresponde al registro de datos adquiridos
y calculados por medio de la exploración y del
testimonio personal. Hasta el décimo mes de vida, una persona tiene un padre y un niño, lo
que le falta es la capacidad elegir sus respuestas, luego poco a poco comienza a
experimentar y aprender por su propia cuenta. La misión del adulto no es excluir al padre o
al niño sino verificar la fiabilidad de sus mensajes o si se quiere, en emancipar al individuo
de los prejuicios que pesan sobre él (Book, 1996).
Posiciones vitales en el Análisis Transaccional
Según el análisis transaccional tenemos cuatro posiciones vitales posibles:
dificultad en su comprensión (yo estoy bien>tú estás mal). Por último, esa misma noche, la
persona en cuestión se reúne con amigos en una cena informal en la que trata de explicar
los beneficios del proyecto laboral y todos parecen convencidos y le desean que el proyecto
sea un éxito (yo estoy bien>tú estás bien).