Está en la página 1de 8

LA PALABRA

NUESTRA PALABRA
Se asume que nuestros cuerpos no están hechos para percibir e interiorizar la realidad tal cual se da en la
naturaleza, y que para interactuar con el entorno debemos construir por nosotros mismos relatos sobre el
funcionamiento del mundo.
Desde el inicio de la humanidad, en esos encuentros junto a otros el ser humano ha ido construyendo formas de
explicación sobre el mundo, sobre su vida cotidiana.
Con el devenir del tiempo y pensando en nuestro momento en la historia actual ha sido la filosofía posmoderna
quien ha cristalizado en diferentes modos de pensar, influyendo en la manera en la que los habitantes de los países
occidentales pensamos la realidad hoy en día. Todos estos estilos de pensamiento herederos de la posmodernidad
tienen en común, por un lado, la presunción de que hay diferentes maneras de explicar una misma cosa, y por el
otro, la de la no existencia de una única explicación válida.
Alfred Korzybsky llamó la relación entre el mapa y el territorio. A cada uno de nosotros nos es imposible imaginar el
planeta Tierra con todos sus detalles, y por eso tenemos que relacionarnos con este terreno creando abstracciones
mentales asumibles por nuestra mente: los mapas. Desde luego, hay muchos mapas posibles que puedan
representar una misma área, y aunque su utilización nos pueda resultar práctica, eso no significa que conozcamos
el territorio en sí.
Podríamos asimismo pensar que este tipo de abstracciones, individuales, emergen de una relación esencialmente
necesaria en el encuentro con los otros desde nuestro nacimiento. Es decir, nos habitan los otros y sus discursos.
Nuestra palabra se habita de experiencias que son esencialmente vinculares, situadas en un tiempo concreto y
espacio propio del devenir de nuestro camino de aprendizajes y formas de pensamiento. Hay dentro del campo de
nuestra experiencia lo que se denomina concreto real (la experiencia) y concreto de pensamiento (forma particular
de interpretar el mundo). Hablan de cierto recorte dentro de nuestra trayectoria para poder reflexionarnos. Con el
ímpetu de pensarnos sobre cómo, para qué y por qué pensamos lo que pensamos. Toda una tarea terapéutica en sí.
Un ejercicio por demás interesante es poder pensarnos en el atravesamiento institucional de construcción de formas
de pensar el mundo, que convoca un pensarse a uno mismo. Pensar los modelos institucionales alojados en nosotros
(familia, escuela, grupos, trabajo, comunidades, etc) Cuánto que descubriríamos de nosotros en esos espacios con
otros nuestros, ¿verdad?
Luego de esta breve introducción que pretende pensarnos en nuestras formas de producción argumentativa, formas
de pensar y producir una forma de comprender y comprendernos resultará de importancia comprender las distintas
formas de autoría.
El autor de una obra es quien, en pocas palabras, da su sello distintivo a lo que produce. Quizás vienen a nuestra
mente aquellas grandes obras de escritores, representantes de una época o de un pensamiento fantástico o real que
han marcado una época. O en aquellos autores literarios locales. El autor, es dueño de lo que produce. Del mismo
modo, cada uno de nosotros lo es.

Entendiendo una de las premisas del arteterapia que reza que no es necesariamente obligatorio ser experto en las
disciplinas artísticas al tiempo que se animan a transitar un camino introspectivo a través de ellas, nosotros nos
erigimos como propios autores. Vale aclarar que esta autoría de palabra, de discursiva, no queda relegado de
manera exclusiva a los autores consagrados o menos conocidos, sino que la idea es que todos somos narradores.

A continuación vamos a plantear algunos de los aportes de uno de los pioneros de lo que se llama Terapia Narrativa.

James Pennebaker (1950). Profesor y Director de Psicología en la Universidad de Texas (Austin). Investigador en
Terapia, Escritura y Lenguaje. Pionero de la Terapia de la Escritura.
Entre sus obras encontramos:
«La emoción, la divulgación y la salud»
«Escribir para sanar: un diario guiado para recuperarse de un trauma y trastorno emocional»
ALGUNAS IDEAS
Cuando a la gente se le da la oportunidad de escribir sobre sus conmociones emocionales, frecuentemente
experimentan una mejora en su salud" dice Pennebaker. Van menos al médico. Tiene cambios en su función inmune. Si
están en los primeros años de la universidad sus notas suben. Las personas nos cuentan pasados unos meses que ha sido
de mucho beneficio para ellos."

“…las personas que tienen profundos secretos son más susceptibles a una variedad de problemas de salud. Si pudieras
encontrar una forma de que las personas compartan sus secretos, ¿mejorarían sus problemas de salud?”

“El simple acto de escribir sobre esos secretos, incluso si destruyen el escrito breve tiempo después, tiene un efecto
positivo sobre la salud.”

Estudios posteriores mostraron que los beneficios no se manifestaban solamente en aquellos que tenían secretos
enterrados, sino también se podían acumular en los que estaban tratando con divorcios, despidos o incluso lidiando con
un trayecto difícil al trabajo. “Los trastornos emocionales tocan cada parte de nuestras vidas" (JP).

"Las personas que son capaces de construir una historia, de construir algún tipo de narrativa en el curso de su escritura
parecen beneficiarse más que aquellos que no lo hacen". Dice Pannebaker, "en otras palabras, si en el primer día de
escritura, las historias de las personas no son muy estructuradas o coherentes, pero en los tres o cuatro días siguientes
ellos son capaces de producir una historia más estructurada, parecen beneficiarse más“.
El acto de confesar o expresar el trauma ha sido parte del proceso de curación de todas las culturas, desde los
nativos americanos a aquellas basadas en creencias religiosas occidentales y orientales.

El también nota que escribir debe ser usado con precaución.


No recomienda escribir demasiado pronto luego de un trauma y dice que si el asunto parece ser demasiado
emocional para manejarlo, no trate de abordarlo hasta estar listo.
Los efectos de escribir pueden ser sutiles, pero a veces puede ser dramáticos.
Caso…

Pennebaker cuenta de una jovencita con la que él trabajó, quien había perdido su marido repentinamente en un
accidente. Ella fue elogiada por sus colegas en la Universidad por su coraje y quietud al manejar la muerte de su
esposo. Ella fue donde Pennekaer porque ya sentía que necesitaba escribir sobre su pérdida. Los últimos dos días de
su escritura dijo que estaba transformada. En los dos meses siguientes la mujer había abandonado la Universidad y
se había regresado a su pueblo. La experiencia de escribir la había hecho darse cuenta que estaba en un camino de
vida que no quería más y que había estado poniendo una alegre y falsa fachada a sus amigos. “Como un
investigador, puedo decir que aquí tenemos una técnica que hace a un individuo abandonar la escuela, detener la
lucha de adquirir un grado académico más avanzado regresar a casa", dice Pennebaker. "Fue un cambio dramático, y
suena como una falla. Pero desde la perspectiva de ella, no lo fue." De hecho, la mujer sintió que aquellos días de
escritura habían salvado su vida.
“La vida no es una historia. Es una resolución incesante de problemas de adaptación”
(Cyrulnik- 2001), la posibilidad de recrearla a partir de la escritura de cuentos
terapéuticos es un recurso válido y valioso para tal fin”.

Se entiende por cuento terapéutico a todo cuento escrito por un sujeto a partir de la situación
traumática más dolorosa que haya vivido y cuyo conflicto concluye con final “feliz” o positivo; es decir
que la situación traumática vivida en el pasado se resuelve positivamente en el cuento (Bruder; 2004).
En todo cuento terapéutico hay un conflicto que se resuelve.
Introducción – conflicto – resolución
Esta es básicamente la estructura de un cuento.
Motivo de consulta – Enfrentar el conflicto- Elaboración
Esta última, se refiere a un dispositivo terapéutico.
Como puede observarse hay similitudes. En relación al cuento, en la tarea arteterapéutica, debemos
entre otros, tener en cuenta:
Los personajes del cuento representan al autor de dicho cuento, puesto en un lugar desplazado, como
en los sueños. Al escribir un cuento terapéutico.
Los sujetos alternan la 1º y la 3º persona "sin darse cuenta" en el momento de la creación del mismo. -
Este juego de persona/ personaje ayudaría a provocar este cambio en el bienestar de los sujetos. El
conflicto que se resuelve en el cuento terapéutico se presenta como una fotografía, como una
condensación de lo vivido en forma traumática por el sujeto y que termina finalmente.
El cuento terapéutico es afecto. Al señalar que el cuento es afecto, se incluyen tanto los afectos positivos como
negativos.
Si un sujeto pasa suficiente tiempo escribiendo, eventualmente encuentra los detalles correctos, descubre la frase
apropiada y los finales buscados. El sujeto resuelve esa búsqueda a través de una resolución simbólica.
Al comprometerse con la escritura, con el trabajo creativo, se permite pasar de la insensibilidad al sentimiento, de
la negación a la aceptación, del conflicto y caos al orden y resolución, de la ira y pérdida a un crecimiento
profundo. Del dolor a la alegría.
Algunos investigadores han sugerido que los mecanismos a través de los cuales los eventos positivos pueden reducir
indirectamente los afectos negativos es a través de crear un contexto más saludable a partir del cual se juzga el
efecto de las experiencias negativas.
“Los cuentos nos ejemplifican, a modo de historia, situaciones con las que la mayoría de las personas podemos
sentirnos identificadas”. Como se observa, a partir de esta idea, los cuentos no solo pueden ser escritos por uno
mismo, sino que otras historias también pueden cobrar efecto terapéutico.
EL cuento, puede ser un gran INSTRUMENTO para trabajar una dificultad en terapia o espacio terapéutico y ofrecer
una PERSPECTIVA distinta. Al leerlo en sesión/encuentro, la persona puede realizar una REFLEXION sobre qué ha
sentido, con qué aspectos se ha identificado, con qué situaciones y experiencias vividas ha conectado, qué
significado ha encontrado, etc.
Es indudable que la utilización de los cuentos con fines terapéuticos y de sanación es algo tan antiguo como la
propia humanidad, con independencia de la forma en que esta herramienta fuese llamada (cuentoterapia por
ejemplo)
Siempre ha existido el uso de cuentos con finalidad de curar o de enseñar aspectos morales y de reflexión,
crecimiento y maduración de los seres humanos. Pero es recién hasta ahora que se intenta dar forma o estructura
a esta disciplina.
ACTIVIDAD

Escribir un cuento, tener en cuenta la estructura de un cuento, en el que


hay una introducción incluyendo la descripción de los personajes
protagonistas y secundarios si es necesario.
El planteo del conflicto o nudo y la resolución.
El ejercicio incluirá una escritura diaria de 45 minutos por día y que ese
conflicto (que debe ser real del autor) debe resolverse con “final feliz”.

Apelando a la idea de cuento maravilloso, vas a jugar a ser un personaje,


el que desees en esa historia fantástica. Luego compártelo. A ver qué
piensan. Este ejercicio ayuda a poner en perspectiva las conductas de un
personaje. Hacerlo en un ámbito propicio.

También podría gustarte