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Centenaria Benemérita Escuela Normal

del Estado de Querétaro


“Andrés Balvanera”
Unidad Jalpan
Clave: 22ENL0001O

Licenciatura en Educación Primaria.

SEXTO SEMESTRE.

CURSO:

EDUCACIÓN GEOGRÁFICA.

Profesora:

Ana María Carrillo Trejo.

ACTIVIDAD 3

“ENFOQUES DE LA GEOGRAFÍA RESUMENES”

ALUMNA:

Katia Roxana Ortega Cruz

Jalpan de Serra, Qro. 04 de abril del 2020


Actividad 3
Tema 2. Los enfoques de la disciplina
Principales corrientes de pensamiento de la geografía
1. El enfoque determinista
Doctrina filosófica que sostiene que todo acontecimiento físico, incluyendo el
pensamiento y acciones humanas, esta causalmente determinado por la irrompible
cadena causa-consecuencia, y por tanto, el estado actual “determina” en algún
sentido el futuro.
Afirma que todo lo que ha habido, hay y habrá, y todo lo que ha sucedido, sucede
y suceder, esta de ante mano fijado, condicionado y establecido, no pudiendo
haber ni suceder mas que ello.
El determinismo es considerado como un condicionamiento previo de todos los
fenómenos del universo y además está asociado a la idea de causalidad que rige
el universo entero.
Se clasifica en determinismo fuerte y débil. El fuerte sostiene que no existen
sucesos genuinamente aleatorios, y en general, el futuro es potencialmente
predecible a partir del presente. Y el débil sostiene que la probabilidad lo que esta
determinado por los hechos presentes, o que existe una fuerte correlación entre el
estado presente y los estados futuros, aun admitiendo la influencia de sucesos
esencialmente aleatorios e impredecibles.
Padre del determinismo: Friedrich Ratzel siglo XIX. Colocaba al hombre en una
condición de sumisión a los aspectos de naturaleza.
Las ideas positivistas y evolucionistas desencadenaron en la creación del
concepto de "determinismo geográfico", impulsado por Federico Ratzel, quien
afirmaba que los procesos humanos, sociales, culturales y políticos dependen en
gran medida del espacio geográfico en que se localizan. Así, de acuerdo a esta
postura, las sociedades son el producto del clima, la altura y el relieve y
evolucionan culturalmente del mismo modo en que evolucionaron las especies. De
la misma manera, Ratzel involucra a los estudios sociales y espaciales conceptos
organicistas típicos de la biología.
2. La nueva geografía, cuantitativa
El abordaje de la geografía científica esta basado en la observación empírica, en
la verificación de sus enunciados y en la importancia de aislar los hechos de sus
valores. Al separar los valores atribuidos a los hechos de los propios hechos, la
ciencia procura ser objetiva e imparcial.
La nueva geografía siente la necesidad de mayor rigor en el enunciado y en la
verificación de hipotesis, así como en la formulación de explicaciones para los
fenómenos geográficos. Y no se debe explicar solo lo existente y lo acontecido,
sino con base en las teorías y las leyes, ser capaz también de poner predicciones.
De esta manera se genera la simetría entre el pasado y el futuro.
La geografía cuantitativa se desarrolla a mediados del siglo XX, como un nuevo
paradigma del pensamiento geográfico preocupado por establecer las leyes que
rigen las pautas de distribución espacial, apoyándose en la matemática como
lenguaje de la ciencia y en la geometría como lenguaje de la forma espacial.
Esta orientada a la construcción de teorías, leyes y prueba de hipotesis con base
en análisis estadísticos constantes y cartográficos; utilizando instrumentos
refinados para su fin.
Los intereses y preocupaciones de la geografía cuantitativa: la organización
espacial de la sociedad, el movimiento de ideas, productos y población, el
comportamiento espacial humano, la estructura espacial, la interacción espacial,
etc.
Los geógrafos posibilistas, tomando como base esta primera aportación producida
fundamentalmente en la década de los años sesenta, presentan a la geografía
cuantitativa como una corriente que sigue rígidamente el positivismo o el neo-
positivismo filosófico, es decir, que trata de elaborar generalizaciones empíricas,
formulaciones o leyes que pueden reconocerse empíricamente.
Asimismo, atribuyen a los cuantitativitas el cientifismo, postura según la cual, el
método científico tal y como lo emplean las ciencias físicas, es el único camino
válido para producir conocimiento; también les achacan creerse en posesión del
único método que permite hallar soluciones racionales a todos los problemas
espaciales, y finalmente, se supone que los geógrafos cuantitativos están exentos
de juicios de valor, es decir, que sus juicios son objetivos
3. La perspectiva humanista
Se cuestiona, finalmente, el papel mismo de la ciencia, y a la actitud del
pensamiento procedente que tenía al desarrollo científico como única meta, se
opone la pregunta de “ciencia, sí, pero ¿para qué?”. En este contexto se sitúa la
aparición de ideas humanistas que pretenden, sin objetar los logros de la ciencia,
situar al hombre en el lugar que le corresponde y del que, poco a poco, se le había
desplazado.
Se propugnan enfoques más humanos para tratar de entender el conjunto de las
ciencias sociales ya que, siendo el hombre el principal protagonista de ellas, debe
ser tenido en cuenta en toda su dimensión, y ser considerado, pues no sólo como
ser productivo sino como persona en su totalidad.
Se intenta, entonces, un movimiento más profundo, que intente “explicar”,
“comprender” los hechos humanos en su totalidad y se pretende, finalmente, dar
un valor a la experiencia personal del mismo investigador.
La Geografía Humanista se inserta, pues, en un movimiento muy amplio que había
afectado a todas las ciencias sociales. Se reaccionó en ella, igualmente, contra el
positivismo lógico, una ciencia que proporcionaba una visión restrictiva del
hombre, al dejar fuera aspectos tales como sentimientos, pensamientos e
intuiciones.
La Geografía Humanista se declara, antipositivista porque considera que los
comportamientos humanos no pueden ser estudiados según fórmulas
matemáticas. Y antirreduccionista porque no cree que todas las actitudes
humanas puedan ser relacionadas con algún lugar concreto de la psique o el
cerebro. La experiencia humana, en suma, no se reduce a una sucesión de
impresiones dispares sino que ella recorre un mundo vasto donde la esencia de
los fenómenos revela algo más que los hechos.
Reacciona contra el enfoque objetivo, abstracto, mecanicista y determinista del
hombre y, finalmente, propugna valorar los aspectos humanos en lo que tienen de
más específicamente humanos, es decir, los “significados”, “valores”, “objetivos” y
“propósitos” de las acciones humanas. Propone, en definitiva, un enfoque
comprensivo que permita el conocimiento a través de la experiencia vital concreta,
otorgando, así, un papel clave a la experiencia personal que ya habían
comenzado a poner de relieve los geógrafos, del comportamiento y la percepción.
La Geografía Humanista significa, por tanto, acercarse libre de prejuicios a la
mente del hombre, para entender la conducta espacial o geográfica de los
mismos, entendiendo siempre que los hombres no se mueven en un espacio
abstracto, sino en uno concreto y personal: el espacio “vivido”.

4. El enfoque radical o critico


Apareció en escena a fines de la década de 1970, pero recién en los años 70 logro
conciliarse como una reacción férrea llevada a cabo por los defensores de las
ideologías de izquierda, sobre todo marxistas, contra el cuantitivismo promovido
en los países capitalistas. Contribución a la formación de teorías solidas sobre la
producción y las dinámicas del espacio urbano, oponiéndose a otros marcos
teóricos que sirven hoy de modelo a políticas urbanas en todo el mundo.

Los tres puntos de referencia más importantes en el desarrollo de la geografía


radical son: a) La llamada "Expedición Geográfica" de Detroit y el movimiento
expedicionario, b) la aparición de "Antipode" una revista radical para la geografía,
y c) la fundación de la Unión de Geógrafos Socialistas.

La "Expedición Geográfica" de Detroit (D.G.E.) o, como originalmente fue llamada,


"la sociedad para la exploración humana", fue fundada y encabezada por W.
Bunge. Intentó aplicar sus conocimientos geográficos poniéndolos al servicio de la
comunidad. Con este fin se puso primero a disposición de las organizaciones
comunitarias ya existentes, tratando de ganarse su confianza, averiguando cuáles
eran sus prioridades y problemas sobresalientes e intentando luego encontrar
formas de resolverlos o de luchar contra ellos utilizando las herramientas de su
profesión. Empezó a enseñar a estos geógrafos populares y espontáneos, de
manera informal, ciertos métodos geográficos, y cómo utilizarlos en la lucha para
la conservación y protección de su barrio.

La experiencia de la D.G.E. tuvo también sus efectos en el seno de la disciplina


misma. Un nuevo término vino a enriquecer el vocabulario geográfico, el de
"advocacy" en la geografía, que implica un compromiso real con los problemas de
la ciudad en interés de sus habitantes; problemas cotidianos tales como la
distribución de parques, los accidentes de tráfico que dañan a los niños, etc... Esta
actitud de compromiso con problemas tanto humanos como políticos contrastaba
con la actitud de tos demás geógrafos que estudiaban a veces la ciudad al servicio
de urbanizadores y especuladores actitud de desprendimiento y frialdad
profesional que ponía de relieve la debilidad ética de la geografía establecida.

Los aspectos positivos de las expediciones deben ser valorados con prudencia.
Las expediciones sólo pueden funcionar si cuentan con la total confianza y
cooperación de la comunidad y responden a sus intereses; la experiencia muestra
que no caben el paternalismo profesional como tampoco el "turismo emocional" ni
el vanguardismo político.

5. El enfoque ambiental
La geografía ambiental, estudia las relaciones espaciales para describir y entender
el impacto de las actividades humanas sobre el ambiente. Aborda la relación entre
espacio y ambiente quedando establecidos porque los procesos sociales y
naturales ocurren en sitios o lugares específicos.

La geografía cobra una relevancia especial en el contexto actual en el que


aparecen muchos estudios ambientales interesados en el análisis del espacio:
ciencia sustentable, ciencia del cambio de la tierra, ciencia del sistema de la tierra,
sociología ambiental.

La geografía ambiental, como una propuesta integradora, debe contribuir a la


organización del flujo de los diferentes y variopintos componentes de la
investigación, más allá de los problemas de lenguaje y metodología que puede
generar la pretensión holística (Demeritt 2009, 127).

En su énfasis ambiental, la geografía revisa las posturas dualistas físicas y


humanas, discute sus fundamentos teóricos y conceptuales, y remarca sus
intereses y fronteras conceptuales de cara a otras disciplinas; así abre las
posibilidades de interacción y acercamientos con otros campos enfocados en las
problemáticas ambientales, todo ello sin abandonar la búsqueda de la unicidad
geográfica.

Entonces, resulta más que pertinente fomentar una reflexión retrospectiva sobre la
relación geografía y ambiente, lo que permitirá asentar planteamientos teóricos y
operacionales con bases geográficas sólidas.

El retorno recurrente a las ideas o propuestas fundacionales, que le dan sentido al


pensamiento geográfico y su relación con la noción de ambiente, permite marcar
distancia con el abuso de conceptualizaciones en las llamadas ciencias
ambientales, muchas de ellas formuladas de manera superficial o mediante una
visión pragmática, y establecer así un ciclo permanente de debate y
cuestionamiento. Una geografía reflexiva, crítica de sí misma, requiere de
precisiones conceptuales para evitar confusiones epistemológicas.

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