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PERCUSIÓN:

LOS INSTRUMENTOS
Y SUS TÉCNICAS
Los instrumentos de percusión son los más antiguos que se conocen. Su origen se remonta
probablemente al Paleolítico, donde los hombres harían música con sus voces y percusión corporal.
Ya en Grecia conocemos la existencia de instrumentos de percusión como diversos tipos de
panderos y panderetas, el tympanon y el sistro.
Podemos dividir la familia de los instrumentos de percusión en dos clases o subfamilias principales:
los instrumentos membranófonos y los instrumentos idiófonos. A su vez, estas dos categorías se
pueden dividir en membranófonos de afinación determinada o membranófonos de afinación
indeterminada e idiófonos de afinación determinada o idiófonos de afinación indeterminada.
El término membranófono nos indica que el sonido del instrumento se produce mediante el golpeo
y la vibración de un parche. Desde su aparición, y hasta nuestros días, los membranófonos se han
construido con un cuerpo de madera, acero, cobre, u otro material que sirve de caja de resonancia a
una piel de animal que es la superficie de golpeo. Una gran parte de los membranófonos están
formados por dos parches, en este caso, hablaríamos de parche batidor y parche resonante.
Los parches se tensan mediante diversos mecanismos, ya sean tensores mecánicos que se aprietan
con una llave especial o una palometa, cuerdas, etc. Hoy en día, la mayoría de los parches se
fabrican en materiales sintéticos, e incluso algunos fabricantes producen parches sintéticos que
imitan los parches de piel natural. La principal ventaja de estos parches es que son menos sensibles
a las condiciones ambientales (especialmente a la humedad), por lo que son más resistentes y sufren
menos cambios en la afinación. No obstante, ciertos instrumentos (sobre todo aquellos hechos a
mano)se siguen fabricando con parche de piel natural.

El principal ejemplo de membranófono de afinación determinada es el caso de los timbales. Desde


el Barroco, los timbales han sido el instrumento de percusión más importante de la orquesta. Los
timbales están formados por una caja de resonancia semiesférica (llamada cazuela), normalmente de
cobre, que tiene un agujero en su parte superior, para colocar el parche, y otro en su parte inferior,
que permite la salida de las vibraciones producidas al golpear el parche.
El origen de los timbales está en los Kös que usaban los mehter, bandas militares que acompañaban
a los ejércitos turcos ya en el siglo VIII. Estos Kös pasaron posteriormente a Europa, por lo que
durante la Edad Media y Moderna era frecuente ver músicos montados a caballo con dos "timbales"
o tambores semiesféricos. Posteriormente, aparecieron los atabales, formados por una cazuela de
metal y un parche, claros antecedentes de los timbales barrocos.
Durante el Barroco, Clasicismo y parte del Romanticismo, la orquesta se acompañaba únicamente
de dos timbales, normalmente afinados uno en la tónica y otro en la dominante. Las baquetas eran
en su totalidad de madera, incluida la cabeza. Los timbales se afinaban manualmente con una llave
o con las palometas que ya incluía el timbal, por lo que la afinación era bastante complicada.
Además, las posibilidades del instrumento, dado que únicamente podía dar dos notas en una misma
obra, era muy limitada, lo que provoca que veamos partes de timbal en silencio en momentos en los
que sería deseable oír los timbales acompañando a la orquesta, o, por el contrario, disonancias, ya
que la nota que emiten los timbales no concuerda armónicamente con el acorde del resto de la
orquesta.

El papel de los timbales dentro de la orquesta era principalmente apoyar las partes forte y los
crescendos (lo que no quiere decir que no haya partes pianissimo en las que participen los timbales).
Beethoven escribió pasajes de timbal de gran complejidad, pero el gran impulsor de los timbales
(como de prácticamente todos los instrumentos de la orquesta) fue el compositor Héctor Berlioz,
quien le dio un gran protagonismo al instrumento en su Sinfonía Fantástica; además, este
compositor contribuyó al desarrollo de las baquetas embozadas, que proporcionan otro timbre
distinto a los timbales. A partir de este momento, y con el desarrollo del Romanticismo y los
movimientos posteriores, los timbales alcanzaron una gran importancia en el seno de la orquesta, y
se comenzaron a usar más de dos timbales, haciéndose habitual el uso de 4 o 5 timbales, como en la
actualidad. Stravinsky, en su ballet La Consagración de la Primavera, precisa dos juegos de 4
timbales.

Hacia 1855 aparece una innovación tecnológica fundamental para el desarrollo del instrumento: los
mecanismos de afinación mediante pedal, lo que permitía cambios de afinación más rápidos y
precisos, y que hizo posible cambiar rápidamente la afinación de los timbales en medio de una obra,
hecho a día de hoy bastante habitual.

Actualmente, el set estándar de timbales consiste en cuatro instrumentos de diferentes tamaños


(normalmente, 32", 29", 26" y 23"), aunque, por supuesto, encontramos sets más pequeños
(depende sobre todo de las posibilidades económicas del músico u organismo propietario) de tres e
incluso dos timbales. Los timbales más utilizados son los de 26" y 29", a los que se añadirían los de
23", 32" y 20" (en ese mismo orden, dependiendo del número de instrumentos utilizados).
Los timbales leen en clave de Fa, y durante parte del Barroco era instrumento transpositor, que leía
en Re, aunque actualmente lee en Do, al igual que los instrumentos de láminas. La tesitura del
instrumento varía según el tamaño del timbal, comprendiendo aproximadamente un rango de una
quinta; en un juego de cinco timbales, contaríamos con un rango de dos octavas.
Para su ejecución, el timbalero se sitúa frente a los timbales de pie o, más recomendable, sobre un
taburete alto y giratorio. Con las baquetas golpea en el área del parche más próxima al aro y entre
los dos tensores centrales.
Para coger las baquetas existen dos agarres principales, el francés, más tradicional, donde la mano
está perpendicular al parche, por lo que se usan principalmente los dedos; el agarre alemán, por su
parte, se está extendiendo más en la actualidad, ya que es el mismo agarre empleado en la caja, y en
él la mano se sitúa de forma paralela al parche, por lo que en el golpeo interviene principalmente la
muñeca.

Por otro lado, hay diversas técnicas, cada una adecuada a determinados pasajes:

-Golpe legato: se consigue un sonido pomposo y "blando", utilizado para articular notas de cierta
duración.
-Golpe stacatto: es un golpe rápido y picado, consiguiendo un sonido muy corto, perfecto para
acentos y para pasajes con notas de poca duración, como por ejemplo patrones de semicorcheas.
-Redoble: es una sucesión rápida de golpes, de manera que se consigue el efecto de una nota teñida.
-Dampening: tras golpear un timbal, se corta la vibración del parche mediante los dedos o la mano.

Los timbales se tocan con baquetas especiales con un mango de madera o caña de aproximadamente
unos 35-40 cm. de longitud en cuyo extremo se coloca una cabeza de corcho, madera, plástico o
fieltro. Esta cabeza puede ir recubierta de lana, algodón o diversos materiales textiles. Además, la
cabeza puede tener forma esférica o cilíndrica (rueda de carro). Normalmente, los timbaleros llevan
varios pares distintos de baquetas, de distintas durezas y formas: las baquetas con cabeza de
madera, fieltro o ciertas baquetas embozadas, son más duras y proporcionan un sonido muy
definido, siendo apropiadas para acentos, stacatto o pasajes rítmicos, mientras que las baquetas
embozadas con una bola textil de cierto espesor, son más adecuadas para tocar piano, pasajes legato
o redobles.
Fuera de la orquesta, encontramos las Tablas Indias o Tabla, instrumento similar a los
bongós, procedente de India, y utilizado también en la música de Afganistán, Pakistán o Nepal.
Consiste en dos instrumentos, uno pequeño, hecho de madera y denominado tabla, sidda o dayán, y
otro más grande de metal, denominado dagga o bayan. Los parches de ambos tambores tienen un
círculo en el centro hecho de madera o de una pasta especial, que aporta un sonido más brillante. Se
afinan en la tónica, dominante o la subdominante para entrar en armonía con el solista. Se tocan con
los dedos y la palma de la mano, aunque en el dagga también se emplea la muñeca.

Dentro de los MEMBRANÓFONOS DE AFINACIÓN INDETERMINADA encontramos


multitud de instrumentos de las más variadas formas, tamaños y sonidos. Como aproximación,
podemos incluir parte de ellos dentro de dos grupos:

-Tambores (drums): aquellos formados por un casco de madera, metal u otro material más o menos
ancho, cuyo sonido depende de dos parches: el parche batidor (el que es golpeado) y el parche
resonante, que influye en el sonido de las vibraciones producidas en el parche batidor. Estos
instrumentos necesitan uno o varios agujeros en su casco para que el aire producido por el golpeo
del parche salga al exterior.

-Panderos o tambores de marco (frame drums): aquellos formados por un casco normalmente de
madera más o menos estrecho en el que se asienta un sólo parche.

MEMBRANÓFONOS: PERCUSIÓN ORQUESTAL

Dentro de los tambores, tenemos algunos de los instrumentos más habituales en la orquesta: la caja,
el bombo y los tom-toms o toms.

La caja está formada por un casco al que se acoplan dos parches, uno a cada lado, apretados
mediante un aro de metal (también se fabrican en madera, aunque es mucho menos habitual) que va
tensado por unos tornillos llamados tensores que se enroscan en unas piezas de metal en el exterior
del casco. La peculiaridad de la caja, y de su sonido, reside en los bordones, es decir una serie de
cuerdas metálicas que permanecen en contacto con el parche resonante (también llamado
bordonero) y cuya vibración, al estar en contacto con el parche resonante, da el timbre metálico y
característico de este instrumento. Los bordones están atados a un mecanismo adosado al casco de
la caja, que permite variar la tensión de los bordones, así como quitarlos y ponerlos.
Parece ser que el uso de tambores con bordones se remonta al Antiguo Egipto, y en la Europa
medieval proliferaron este tipo de instrumentos con bordones sobre su parche superior y cuerdas
como sistema de tensión del parche, con diversas variantes según la zona, que llegaron a través de
dos vías: Al-Andalus y el imperio otomano. Estas distintas variantes del instrumento desembocaron
hacia el siglo XV en el llamado side drum, un tambor de gran profundidad que adoptaron los
músicos de los regimientos de infantería suizos; este instrumento se colgaba al hombro mediante
una correa, dejando el instrumento inclinado y apoyado en la mitad izquierda de la cintura del
músico (de ahí el nombre del instrumento, side drum). Se tocaba con baquetas frecuentemente más
cortas y gruesas que las utilizadas hoy en día, que se sostenían mediante lo que se ha llamado hoy
día "agarre antiguo". En esta época se produjeron avances bastante significativos en el desarrollo de
la técnica de caja, sobre todo gracias a la introducción de los rudimentos.

Alrededor del siglo XVI, los bordones se trasladaron al parche inferior, y, dos siglos más tarde, en
1837, Cornelius Word ideó un sistema de tensión que reemplazaba las cuerdas que tensan los
parches del tambor por una serie de tornillos que permitieron aumentar la tensión del parche,
ofreciendo, por un lado, un sonido más brillante, y por otro lado, contribuyendo al desarrollo de la
técnica del instrumento, ya que la mayor tensión del parche facilita la velocidad de ejecución en el
mismo. Hacia 1850, las cajas comenzaron a construirse también en metal y redujeron la
profundidad del casco, asemejándose bastante a las cajas modernas. Ya a principios del siglo XX, la
compañía Ludwig comienza a introducir en sus cajas los mecanismos para activar y desactivar los
bordones.

Derivado de una tradición totalmente militar, ya como instrumento solista como acompañando al
pífano, se cree que la caja comienza a introducirse en la orquesta hacia el siglo XVII, aunque el
primer testimonio escrito lo encontramos en la ópera Alcione, de Marín Marais, donde se pretende
imitar el sonido de una tormenta. Posteriormente, Häendel requerirá el instrumento para El oratorio
de Judas Macabeo o su Música para los reales fuegos de artificio (1749). Otras aportaciones
importantes al desarrollo de la caja orquestal son la ópera Ifigenia en Táuride (Gluck, 1779) o la
Victoria de Wellington (Beethoven, 1813). Pero el verdadero introductor de la caja en la orquesta
fue Rossini, quien desligó al instrumento de su carácter militar y le dio una personalidad propia,
sobre todo gracias a la escritura del redoble en la obertura de su ópera La Gazza Ladra (1817),
famosa precisamente por el papel de caja; era la primera vez que se escribía un redoble en una
partitura orquestal. A partir de Rossini, la caja se asentó como un instrumento más de la orquesta,
aunque Berlioz llegó un poco más allá e introdujo en su Marcha fúnebre para la última escena de
Hamlet (1844) hasta 6 cajas, utilizando también cajas sin bordón, efecto que se convertiría en
habitual más tarde. Ya en el siglo XX, los nacionalismos aportaron la sonoridad definitiva del
instrumento en la orquesta; así, pasajes orquestales célebres proceden del Capricho Español o
Scherezade (Rimski-Korsakov, 1887 y 1888, respectivamente) o el famoso Bolero (Ravel, 1928).

Actualmente, las cajas se contruyen mediante un casco de madera (que puede ser arce, abedul,
roble, tilo, bubinga, etc.) o metal (principalmente acero o latón) en el que se tensan dos parches,
siendo el inferior más delgado, para que los bordones puedan vibrar correctamente. Los bordones se
forman generalmente con una serie de alambres rizados de acero, aunque también existen bordones
de otro tipo de materiales, como cuerda.

La caja se toca con baquetas de madera, cuyo material varía desde las baquetas estándar en nogal,
arce o roble hasta baquetas fabricadas en maderas más nobles como palorrosa; el peso de las
baquetas dependerá del material, así, el arce es muy ligero, mientras que el roble es una madera
muy densa que da como resultado baquetas más pesadas. Los fabricantes crean multitud de modelos
de baquetas, cada una con su particular grosor, longitud, peso y forma, que el intérprete elegirá en
función de sus gustos y necesidades particulares.

La técnica de caja se basa en dos agarres principales: el tradicional y el emparejado.


Independientemente del agarre utilizado, la parte principal de éste será la llamada "pinza", que es el
punto donde se sujeta la baqueta, y se buscará que ésta sea la continuación natural del brazo. El
agarre tradicional es la evolución del agarre antiguo, cuyo origen tiene lugar en los side drum de los
ejércitos suizos, donde la pinza, en la mano derecha, está en el dedo meñique, mientras que el resto
de los dedos simplemente envuelven la baqueta y la dejan balancearse libremente; la pinza, en la
mano izquierda, está en el dedo pulgar, y el resto de los dedos envuelven la baqueta y la dejan
balancearse libremente. Este agarre permitía salvar la inclinación del tambor, así como tocar a
grandes volúmenes y durante mucho tiempo sin cansarse, algo fundamental en el campo de batalla.

La evolución de la caja trajo consigo una evolución del agarre, y el agarre antiguo derivó en el
agarre tradicional, utilizado hoy en día principalmente para tocar en marcha, con el instrumento
colgado, aunque también se usa en caja orquestal y en batería. En el agarre tradicional, la baqueta se
apoya y balancea en el espacio entre el dedo pulgar y el dedo índice, apoyándose también en el
dedo corazón. La baqueta derecha se sujeta con la primera falange del dedo pulgar y el espacio
entre las dos primeras falanges del dedo índice. El resto de los dedos envuelven la baqueta pero sin
ejercer presión sobre ella.
Cuando la caja pasó del ejército a la orquesta, se comenzó a colocar plana y no inclinada, ya que se
apoyaba sobre un soporte en lugar de colgar de una correa. Esto permitía colocar de igual manera
las dos manos, ya que no había que salvar la inclinación del instrumento. Es aquí donde tiene su
origen el agarre emparejado, que presenta tres variantes:
-El agarre alemán es similar al agarre alemán de los timbales: amabas baquetas se cogen con la
primera falange del dedo pulgar y el espacio entre las dos primeras falanges del dedo índice; el resto
de los dedos envuelven la baqueta sin ejercer presión sobre ella. La mano permanece paralela al
suelo.
-El agarre francés, por su parte, y al igual que en los timbales, busca el uso de los dedos, por lo que
la mano permanece perpendicular al suelo y el golpe sale del movimiento de los dedos, ayudados
(en menor medida que en el agarre alemán) por la muñeca.
-El agarre americano es el más reciente y se desarrolla principalmente entre los baterías. Es similar
al agarre alemán, diferenciándose de este en la posición de la mano respecto al brazo, pues en lugar
de estar paralela al suelo, se inclina unos 45º.

El golpeo en la caja se realiza en el centro del parche, aunque en la caja orquestal es habitual
golpear más cerca del aro para pasajes más piano. Aparte de este golpe, existen diversos efectos:

-Cross-stick: es un golpe en el aro de la caja, produciendo un sonido seco y cálido que recuerda a
una caja china. Para su ejecución, se apoya la baqueta en el parche de la caja y se apoyan también
los dedos para evitar armónicos indeseados. Es muy habitual en la batería.
-Rim: es un golpe en el aro de la caja, pero a diferencia del cross-stick, la baqueta no se apoya en el
parche. El sonido es muy distinto.
-Rim-shot: es un golpe simultáneo en el aro y el parche, produciendo un sonido muy cortante usado
sobre todo en acentos. Se puede ejecutar de tres formas: apoyando una baqueta en el parche y
golpeándola con la otra, apoyando la baqueta en el parche y en el aro y golpeándola con la otra
baqueta o tocando con una sola baqueta el parche y el aro. Si esta técnica se realiza golpendo en un
área del parche cercana al aro, se consigue un efecto de paila o timbaleta.
-Cáscara: un golpe en el casco de la caja.
-Baqueta contra baqueta.

Mención especial merecen los rudimentos. Los rudimentos son múltiples herramientas consistentes
en combinaciones de manos, figuras y acentos que dan como resultado un fraseo para el
instrumento. Un ejemplo de rudimento es el redoble.
Junto a la caja y los timbales, el bombo forma también parte de la sección de percusión en la
orquesta. Consiste en un tambor de gran diámetro que se monta sobre un armazón de metal y que se
golpea con diversos tipos de mazas.

Descendiente directo del dabul turco, el bombo, al igual que la caja y los timbales, tiene un origen
militar. Debido al gusto por lo turco que hubo en el siglo XVIII en Europa, el bombo, junto con los
platos y el triángulo, llegó a Europa, dándose sus primeras apariciones en la orquesta en obras de
carácter militar o exótico, como la Sinfonía nº 100 de Haydn (apodada, precisamente, militar).

A diferencia de la técnica actual, los turcos golpeaban el bombo por sus dos parches, en uno
golpeban con una maza, para atacar las partes fuertes, y en el otro tocaban con una especie de
escobilla de varillas de abedul para rellenar las partes débiles. Esta técnica fue imitada en un primer
momento por los percusionistas europeos, pero posteriormente se abandonó para tocar con una
única maza, lo que permitía apagar (si era necesario) la vibración del parche con la mano que
quedaba libre (de igual manera que la técnica de dampening en los timbales).

Con la aparición de los platos en la orquesta, se comenzó a apoyar un plato en el casco del bombo
para que un único músico pudiera tocar ambos instrumentos a la vez, ya que, como se ha señalado,
al músico le quedaba una mano libre. Esta técnica, lo que se dio en llamar bombo "alla turca",
permitía ahorrar costes, al necesitar menos músicos, pero desmerecía enormemente el sonido de
ambos instrumentos, especialmente el de los platos. Como en el caso de muchos otros instrumentos
de percusión, se debe a Berlioz el desarrollo del bombo en el Romanticismo y su asentamiento
definitivo en la orquesta: este compositor insistió, por un lado, en la separación de bombo y platos,
para que fueran ejecutados por dos músicos distintos; por tanto, cada instrumento tomó una
evolución diferente; también introdujo el redoble en el bombo, ejecutado con dos baquetas de
timbal. Como curiosidad, el ruso Prokofiev escribió un concierto para bombo y orquesta, dando así
a este instrumento un papel protagonista.

El sonido del bombo es grave y profundo, y se usa para llevar el tiempo y marcar los acentos de la
orquesta. Se emplean diversos tipos de mazas, al igual que en los timbales, y la dinámica es la
mísma: mazas más grandes y blandas para sonido legato y mazas más pequeñas y duras para sonido
stacatto. Se pueden ejecutar redobles en él, utilizando normalmente mazas blandas (pero más
pequeñas que la maza utilizada habitualmente), o mazas de doble cabeza para ejecutar los redobles
con una sola mano. Es habitual el uso de un trapo o bayeta colocado en la parte superior del parche,
de manera que apague los armónicos producidos por la vibración del parche tras golpearlo.
Su tamaño oscila entre las 30 y 40 pulgadas, en el caso de los bombos de concierto, que se apoyan
sobre un armazón metálico, el cual puede estar unido directamente al casco del instrumento o puede
estár formado por un aro al que va sujetada una cuerda que se ata al bombo, dejando el instrumento
suspendido, lo que ofrece un sonido más rico. Los bombos de marcha son más pequeños en
diámetro y más estrechos, y se sujetan con una correa al cuerpo del ejecutante. Otro tipo de bombos
serían los bombos de batería, que tienen la particularidad de que se apoyan en el suelo y se tocan
con un pedal.

Los tom-toms se han incorporado recientemente a la orquesta, por lo que aparecen en el repertorio
más bien contemporáneo. Es el mismo tipo de tambores utilizado en la batería: se les acoplan dos
parches, aunque es habitual el uso de tom-toms de un sólo parche, que da como resultado un sonido
más corto. Se montan sobre soportes y se tocan en sets de varios instrumentos, siendo 4 tom-toms la
formación más habitual (aunque también se puede usar un único tom-tom o incluso sets de 8 tom-
toms).

No tienen un papel de excesiva relevancia en la orquesta, se usan normalmente en diversos pasajes


para aportar color y ritmo a la orquesta. En muchas ocasiones se utilizan como complemento o en
sustitución de la caja. Su importancia es más destacada, por ejemplo, en sets de multipercusión.

Junto a los distintos tipos de tambores, nos encontramos, también dentro de la orquesta, con la
pandereta, un membranófono perteneciente al grupo de los panderos o tambores de marco. Está
construida con un marco poco profundo de madera y pequeño en diámetro (normalemente 10
pulgadas) en el que se incrustan varios pares de sonajas (en torno a 17 o 18 pares), y se le ajusta en
el marco un parche sintético o de piel (hay muchos modelos de panderetas que no tienen parche,
aunque éstas no se usan en orquesta). En el borde del parche, se suele aplicar una capa de cera que
facilita la ejecución de redobles con los dedos.

La pandereta es uno de los instrumentos de percusión más antiguos que se conocen. Se comienza a
usar en el próximo Oriente y llegó posteriormente a Grecia, prolongándose su uso durante toda la
Historia de la Música. Gluck y Mozart escribieron en algunas de sus composiciones para pandereta,
aunque se establece como un instrumento realmente necesario en la orquesta en el siglo XIX. Al
igual que sucede con la caja, será en la época de los Nacionalismos donde se asiente
definitivamente la técnica y la sonoridad del instrumento. Algunos pasajes de gran relevancia
pertenecen a Scherezade, Capricho Español de Rimski-Korsakov o Carmen de Bizet.
Al contrario que otros instrumentos como la caja o los timbales, no existe una metodología formal
para la técnica de pandereta, de hecho, su técnica se ha ido desarrollando en cierto modo en función
de los pasajes orquestales, y a día de hoy los percusionistas no acaban de ponerse de acuerdo en el
uso de una técnica concreta.

La pandereta se suele tocar sujetando el instrumento con una mano y golpendo con la otra, para lo
cual se juntan todos los dedos, formando una superficie plana y golpeando con un movimiento de
muñeca. Para pasajes rápidos, se suele apoyar el instrumento en las piernas y se toca con los dedos,
apoyando la parte posterior de la mano en el parche; esto se utilizaría en pasajes de baja o media
intensidad: para pasajes forte, se suele golpear el instrumento con la mano y la rodilla. No obstante,
existen muchísimas otras técnicas, cada una con un efecto y utilidad particular.

MEMBRANÓFONOS: PERCUSIÓN ÉTNICA

Por percusión étnica o tradicional, entendemos la percusión que no se utiliza en orquesta. No


obstante, con el paso del tiempo, muchos de estos instrumentos han aparecido en partituras
orquestales. Se suelen agrupar por procedencia, así se suele hablar de percusión latina, percusión
brasileña (samba), percusión africana, percusión árabe, percusión japonesa, etc. Aquí se han
seleccionado sólo unos pocos ejemplos representativos de algunas de éstas culturas.

TAMBORES

La tambora es un instrumento que forma parte fundamental del merengue. Se construye con una
serie de láminas de madera dispuestas en forma de cilindro, al que se acoplan dos parches de piel
tensados con una pieza de madera que se aprieta con cuerdas. Hay varios tipos de tambora: la
tambora dominicana se toca con el instrumento apoyado en las piernas, tocando un parche con la
mano y otro con una baqueta. La tambora panameña se toca con el instrumento apoyado en el suelo
y con dos baquetas, una al parche y otra al casco del instrumento.

La batá, aunque procedente de Nigeria, es un instrumento importante en la música cubana. Tiene


forma de reloj de arena y dos parches, uno más pequeño que el otro. Hay tres clases de batá, el Iyá,
el Okónkolo y el Itótele. En ocasiones se le acoplan sonajas, cascabeles u otros elementos.
La caixa es un instrumento brasileño muy similar a la caja europea. Está hecha de metal y los
bordones se colocan en el parche superior, tocándose con baquetas. Es un instrumento fundamental
en la samba.

El surdo es un tambor cilíndrico de metal o madera con parches en ambos lados, emparentado con
el bombo europeo. Se toca con una o dos mazas y en la samba es el encargado de marcar el tiempo.

El repinique es un instrumento similar a la caixa, pero sin bordones y con el cuerpo algo más
profundo. En la samba, es el instrumento protagonista, encargado de los cortes y las entradas. Se
puede tocar con baquetas o con las manos.

El término Taiko hace referencia a los tambores japoneses y a los grupos de ejecutantes de estos
instrumentos, así como al arte de la ejecución de estos instrumentos. Son tambores formados por un
casco con forma de barril y un parche a cada lado, que se golpean con baquetas de gran grosor. Los
tamaños varían desde los tamaños similares a nuestros tom-toms a los gigantescos odaikos cuyo
tamaño impide que sean trasladados, por lo que se encuentran permanentemente en un templo o
santuario.

PANDEROS

Los panderos se tocan con las manos, utilizando los dedos o distintos movimientos y golpeos con la
mano para su ejecución. La técnica de estos instrumentos es muy complicada y requiere de una gran
destreza. El Daf y el Bendir son panderos de gran tamaño utilizados en la música árabe. El daf se
caracteriza por llevar una serie de anillas en la parte posterior del marco que hacen de sonajas,
mientras que el bendir lleva dos o tres cuerdas por debajo del parche que funcionarían como una
especie de bordones. El Riq se asemeja más a la pandereta: es un pandero de tamaño más pequeño
que lleva cinco pares de sonajas en su marco; su técnica es bastante compleja, ya que la mano que
sujeta el instrumento también lo golpea.

Estos instrumentos se tocan principalmente con los dedos, obteniendo diferentes sonidos que
reciben un nombre onomatopéyico (doum, tek, ka,...). Cada uno de estos sonidos se relaciona con
uno de los chacras y con uno de los elementos (tierra, agua, aire, etc.), de acuerdo con la filosofía
oriental.
El Tamburello es un instrumento italiano, de tamaño relativamente grande y con sonajas. Para
tocarlo se golpea con la mano realizando multitud de movimientos distintos que derivan en los
diferentes sonidos que forman los patrones rítmicos de este instrumento.

El pandeiro es un instrumento brasileño de pequeño tamaño utilizado en la samba. Su técnica es


similar a la del tamburello.

El Bohdrán es un pandero de origen irlandés, muy utilizado en la música irlandesa y la música


celta en general. Su marco suele llevar acoplada una cruz en el lado opuesto al parche, y se
diferencia del resto de los tambores de marco en que se toca con una pequeña baqueta, no con la
mano. La mano que queda libre se apoya en el parche, modificando la respuesta, y por tanto, el
sonido del instrumento a gusto del ejecutante.

El Ocean Drum es una especie de tambor que lleva en su interior una serie de cuentas que hacen
que al moverlo se produzca un efecto que recuerda al sonido del mar. Se utiliza generalmente
moviéndolo para dar este efecto, aunque también se puede tocar como en cualquier otro pandero.

OTROS

El djembé y la darbuka son dos membranófonos pertenecientes al grupo de lo que se ha llamado


tambores de copa (por su forma) y con un solo parche. El djembé procede del África negra, está
hecho de madera y se le ajusta un parche de piel (a algunos djembés modernos se les coloca un
parche sintético que imita la piel, aunque es bastante habitual utilizar parches de piel natural). Dicho
parche se tensa con un sistema de cuerdas que van ajustadas al cuerpo del instrumento. Se toca con
las manos, obteniendo tres sonidos: grave (con la palma de la mano en el centro del parche), medio
(con los nudillos entre el centro y el borde del parche) y agudo (con los dedos en el borde del
parche). El djembé es utilizado para marcar los ritmos de las danzas rituales, y, dependiendo de la
celebración, se tocarán unos ritmos u otros. Se suele acompañar por otros instrumentos de
percusión, como el djun djun.

La darbuka, por su parte, es un instrumento procedente de la tradición árabe. Su origen se remonta a


la antigua Babilonia y el cuerpo se fabricaba originalmente en arcilla, para posteriormente acoplar
un parche de piel de cabra o pescado. Actualmente, se fabrican tanto en cerámica como en metal y
el parche se hace sintético, dando como resultado una calidad sonora similar a la darbuka
tradicional pero con la ventaja de no utilizar componentes animales, lo que también deriva en una
mayor resistencia a las condiciones ambientales respecto a los parches de piel natural. La darbuka
suele ser, al igual que el djembé, un acompañamiento para las danzas orientales, interpretando un
patrón rítmico u otro en función de la danza ejecutada. Los patrones rítmicos están formados por
una combinación de dos sonidos: doum y tak; algunos de estos patrones son el maksum, baledí,
malfuf, ayub... y es muy habitual que la darbuka sea acompañada por otros instrumentos como el
daf, el bendir, el dabul, o el riq (todos ellos citados anteriormente): en este caso, la darbuka adquiere
un papel solista, y, así, son frecuentes los adornos sobre los ritmos antes señalados, redobles o solos
de darbuka (o riq, según el caso).

Los Bongós se tocan en parejas de dos instrumentos, uno grave (hembra) y otro más agudo
(macho), que se afinan a una distancia aproximada de cuarta o quinta. Tienen un solo parche y se
tocan con las palmas de las manos y los dedos. Son habituales en la música cubana y pueden ejercer
un papel solista. También son usados habitualmente en la música del "primer mundo" gracias a su
versatilidad. Es bastante frecuente su uso en sets de multipercusión, donde se toca normalmente con
baquetas en lugar de con las manos.

Las Congas son instrumentos con forma de barril. Su tamaño es considerable y se tocan
normalmente en sets de dos, aunque también hay quien usa sets de 3, 4 o incluso 5 congas. Hay
diversos tamaños: requinto (la más aguda), quinto, macho o conga, hembra o tumbadora y
retumbadora (la más grave). La técnica, al igual que en los bongós es con las palmas de las manos y
los dedos, obteniendo diversos tipos de sonido. También se incluyen en ocasiones en sets de
multipercusión.

Las Pailas o timbales están formadas por un cilindro de metal al que se acopla un parche. Tienen un
papel protagonista gracias a su versatilidad. Se tocan con baquetas y su sonido característico se
obtiene tocando el aro y el parche al mismo tiempo. También se toca sobre el casco del instrumento
(cáscara), en el aro o en el parche con la mano. Se usan sets de dos instrumentos, (aunque Tito
Puente llegó a usar 4) de 14 y 15 pulgadas respectivamente, y es muy habitual incluir en el set
cencerros, cajas chinas o platos.

La Zambomba es un instrumento de fricción, cuya caja de resonancia es un pequeño cubo de metal


o un recipiente de cerámica, y en su lado hueco se tensa un parche al que se le añade una vara. Esta
vara, al ser frotada con las manos, produce el sonido del instrumento.
IDIÓFONOS

Los idiófonos son aquellos instrumentos de percusión cuyo sonido no procede de un parche, sino
que el sonido lo producen por sí mismos. Son instrumentos de madera o metal, es decir, materiales
muy sólidos, pero con la suficiente elasticidad como para poder producir una vibración.

IDIÓFONOS DE AFINACIÓN DETERMINADA

Los idiófonos de afinación determinada se han denominado en ocasiones "placófonos", ya que su


sonido se produce mediante el golpeo de placas de metal o madera.

IDIÓFONOS: PERCUSIÓN ORQUESTAL

Podemos dividir estos instrumentos según el material de sus placas: xilófonos (placas de madera) y
metalófonos (placas de metal).

XILÓFONOS

El origen del Xilófono se remonta al balafón africano, que fue introducido en Europa por los
esclavos negros que venían de este continente. Su introducción en la orquesta no se produce hasta el
siglo XIX, de la mano de Camille Saint-Säens, que tras escuchar en un concierto a un gran virtuoso
de este instrumento, Charles de Try, quedó asombrado y decidió introducirlo en sus composiciones.
La primera pieza orquestal en la que aparece el xilófono es la Danza Macabra de Saint-Säens
(1874), donde el compositor pretende evocar con este instrumento los huesos de los muertos.
Posteriormente lo volvió a usar en el Carnaval de los Animales. El xilófono se fue introduciendo
poco a poco en la orquesta, dando lugar a pasajes de gran virtuosismo como El pájaro de fuego de
Stravinsky. Otros pasajes célebres pertenecen al Sombrero de Tres Picos, de Falla, y a Porgy&Bess,
de George Gershwin.

El xilófono moderno tiene un rango que oscila entre las 3 octavas y media y las 4 octavas (según el
modelo). Las láminas son de madera, aunque también se pueden fabrican en materiales sintéticos,
como el kelon. Todas las láminas tienen el mismo grosor y la misma anchura, únicamente varían de
unas a otras en su longitud. La disposición de las láminas es exactamente igual al piano, y bajo las
láminas posee unos tubos resonadores que permiten proyectar el sonido del instrumento. Lee en
clave de Sol y se toca con baquetas de madera o plástico.
Marimba

La marimba procede de Centroamérica, también como una evolución del balafón que introdujeron
los esclavos negros que llegaban desde África. En la zona de Chiapas (México) se desarrolló la
marimba cromática, que es el antecedente directo de la marimba moderna. La gran diferencia con la
marimba moderna es su menor tesitura y la construcción de sus tubos resonadores, que se
fabricaban con distintos frutos vaciados, al igual que las calabazas que servían de resonancia al
balafón. Posteriormente, estos tubos se empezaron a fabricar en madera de cedro.
La marimba moderna se debe en parte a Clair Omar Musser, a quien debe su nombre la mítica
empresa de instrumentos Musser. Este músico introdujo la marimba en Norteamérica. Los
resonadores se comenzaron a construir de acero, y las láminas de palorrosa. Musser estudió a fondo
el instrumento partiendo de sus conocimientos en el xilófono, y realizó conciertos como solista,
además de adaptar conciertos de violín a la marimba.

La marimba aparece por primera vez en la orquesta en 1940 en el concertino de tres movimientos,
de Paul Creston. Aunque los compositores actuales saben explotar las cualidades del instrumento, la
marimba es un instrumento aún en vías de asentarse en la orquesta, presentándose normalmente
como instrumento solista o en grupo de percusión.

La marimba se compone de dos teclados de láminas de madera (que puede ser padouk, palorrosa,
palosanto, etc.) y una serie de tubos resonadores que se corresponden con cada una de las láminas.
A diferencia del xilófono, sí hay diferencia en la anchura de las láminas de unas a otras, aunque no
en su grosor. La tesitura estándar del instrumento es de cuatro octavas y un tercio (la nota más grave
es un La), aunque, según el modelo, esta tesitura puede ampliarse (son bastante frecuentes las
marimbas de cinco octavas, cuya nota más grave sería un Do). El tamaño y el rango del instrumento
permite que sea tocado por dos o tres personas a la vez. Se toca con baquetas especiales con mango
de madera o caña y cabeza de hilo o goma.

En cuanto a la técnica, se puede toca con dos baquetas (como se hace habitualmente en el xilófono)
o con cuatro, sujetando dos baquetas en cada mano. El agarre a cuatro baquetas permite tocar
acordes y además, hace de la marimba un intrumento "autosuficiente", pues puede ejecutar melodía
y acompañamiento a la vez. Al igual que en caja o timbales, existen diversos tipos de agarre, siendo
los más habituales la técnica "Stevens" y la técnica "Burton": los músicos que utilizan Stevens
sujetan una baqueta con los dedos pulgar, índice y medio, y la otra con los dedos anular y meñique:
esto garantiza una mayor independencia entre ambas baquetas y un mayor rango de apertura, lo que
es útil para ejecutar ciertos intervalos; además, se considera una técnica mucho más elegante que
Burton. La técnica Burton parte de la técnica de caja: agarrando una baqueta a la manera "habitual",
la otra baqueta se introduce en el espacio entre los dedos índice y medio, quedando ambas baquetas
cruzadas. La ventaja de esta técnica es su facilidad de aprendizaje y la posibilidad de tocar a gran
volumen y velocidad con mayor facilidad.
Los intérpretes utilizan multitud de baquetas, ya que cada modelo produce un tono diferente.
Además de los agarres a 4 baquetas, existen virtuosos que desarrollan el agarre a 6 baquetas e
incluso a 8 baquetas.

METALÓFONOS

El Vibráfono, junto con la marimba, es el rey de los instrumentos de láminas. También se puede
tocar con cuatro o más baquetas. Este instrumento aparece desde el jazz allá por los años 20, y ha
permanecido siempre ligado a este estilo. Su uso en la orquesta, al igual que el de la marimba, es
algo más reducido, aunque en la actualidad se está consolidando como instrumento complementario
al xilófono y la lira. Se pueden destacar algunos pasajes de Leonard Bernstein (West Side Story) o
Alban Berg. Se usa principalmente en jazz, como instrumento solista o en grupo de percusión.

Está formado por dos teclados, al igual que el xilófono o la marimba, aunque, al contrario que éstos,
no están superpuestos, sino que están al mismo nivel. Las láminas son de aluminio, y descansan
sobre un pequeño amortiguador de fieltro que se puede levantar con el pedal que incorpora el
instrumento. Este mecanismo permite dejar las láminas en libre vibración o apagarlas a placer.
Además, el vibráfono incorpora un motor que mueve una cuerda conectada a dos pequeñas barras
que pasan por todos los tubos resonadores. En cada tubo, hay una pieza de metal incorporada a la
barra, que, al girar, provoca un efecto muy característico.

Su tesitura es de 3 octavas, y se toca, al igual que la marimba, con baquetas con cabeza de hilo,
pudiéndose usar también el agarre a cuatro baquetas. Al contrario que en la marimba, en el
vibráfono se utiliza casi exclusivamente la técnica de Burton. Por norma general, se suele utilizar la
técnica Stevens en marimba y Burton en el vibráfono, aunque eso depende del gusto personal del
músico y sus necesidades.

La Lira (glockenspiel) es un instrumento formado por placas metálicas con un sonido muy dulce.
Su tesitura es variable, aunque es frecuente la lira de dos octavas y media. También existen liras
portátiles utilizadas por las bandas militares. Normalmente no lleva tubos resonadores, y se monta
en una caja que permite su fácil transporte. También hay liras con tubos resonadores e incluso
pedal, de una mayor calidad sonora, aunque este tipo de instrumentos son más caros y menos
frecuentes.

Se toca con baquetas metálicas o de plástico. Su uso en la orquesta es frecuente, y suele ser tocada
por el mismo músico que toca el xilófono. Los compositores actuales suelen escribir un mismo
papel para lira y xilófono, indicando cuándo ha de cambiarse el músico de instrumento.

Las Campanas tubulares o campanólogo, es un instrumento formado por tubos metálicos. Los
tubos apoyan en una pieza de fieltro, de la que pueden separarse accionando un pedal, que
permitiría su libre vibración. La extensión del instrumento es habitualmente de una octava y media
y se toca con mazos de madera o plástico duro. Su uso en la orquesta se remonta al siglo XIX,
usándose principalmente para imitar campanas de iglesia en determinados pasajes (por ejemplo, en
la ópera Il Trovatore, de Verdi, o en la Sinfonía Fantástica de Berlioz), aunque, en este caso su uso
era por razones económicas, ya que resultaba más barato utilizar un par de campanas tubulares que
traer verdaderas campanas de iglesia. Un papel destacado de este instrumento está en la obertura
1812 de Tchaikovsky, donde se indica que el músico ha de tocar las campanas ad libitum en el final
de la obra, imitando las campanas de las iglesias de Moscú, que festejan la derrota de Napoleón.
Desde entonces se ha seguido utilizando principalmente para dar un carácter solemne a ciertos
pasajes. La popularidad del instrumento creció con el álbum Tubular Bells de Mike Oldfield en
1973.

PERCUSIÓN ÉTNICA

Balafón antecesor del xilófono, procedente de África y usado en danzas rituales. Los tubos
resonadores son calabazas secas.

Kalimba y mbira son dos instrumentos también africanos. Producen su sonido al pellizcar unas
lengüetas metálicas montadas sobre una caja de resonancia que puede ser de madera o de una
calabaza seca.

Hang Drum es un instrumento muy reciente. Se inventa en Suiza en el año 2000. Es un


instrumento de metal con diversos surcos o prominencias que permiten obtener las notas musicales.
Se apoya en las piernas y se toca con las manos. Se fabrica por encargo.
IDIÓFONOS DE AFINACIÓN INDETERMINADA

PERCUSIÓN ORQUESTAL

Los Platos, al igual que el bombo y los timbales, proceden de las bandas militares turcas. Su uso en
la orquesta se remonta al siglo XVIII, época en la que en Europa hubo una importante moda de lo
turco, llegando los platos a la orquesta, en principio para obras de carácter militar o exótico
(Mozart, el rapto del Serrallo; Haydn, Sinfonía Militar). En el siglo XIX se establecen
definitivamente en la orquesta, otorgando un sonido explosivo y brillante.

Los platos están formados por placas de metal de forma circular, con una prominencia cóncava en
su centro denominada campana, y con diferentes surcos y martilleados en su superficie.
Dependiendo de su tamaño y construcción obtenemos diferentes sonidos. Los platos de mala
calidad se fabrican en latón, mientras que la mayoría de los platos se hacen en distintas aleaciones
de bronce. Los platos de orquesta suelen fabricarse con una aleción de cobre, estaño y plata.

Además de los platos chocados, se utilizan platos suspendidos, es decir, un plato montado en un
soporte que se toca con baquetas blandas (baquetas de marimba, por ejemplo), especialmente para
hacer redobles.

El Triángulo es un pequeño instrumento de metal (acero o bronce) con uno de sus vértices abierto.
Tiene un sonido muy dulce, que recuerda al de la lira. Se usa sobre todo en pasajes piano. Se toca
con varillas metálicas de distintos tamaños y formas. Normalmente se toca con una, aunque se
pueden usar también dos para determinados pasajes. Se pueden ejecutar redobles entrechocando la
varilla por dos de sus lados. Su introducción en la orquesta tiene lugar en la época clásica, siendo
utilizado por Haydn, Mozart y Beethoven.

Las Castañuelas son una parte fundamental de la percusión en pasajes con carácter español. Las
castañuelas tradicionales se atan con una cuerda al pulgar y se tocan con los dedos, pero en orquesta
se utilizan otros tipos de castañuelas:
-Castañuelas de mango: pueden ser con cazoleta (es decir, una pieza de madera entre las
castañuelas), que se tocan con movimientos de muñeca y sin cazoleta, que se pueden tocar
moviendo las muñecas o sobre la rodilla.
-Castañuelas de tabla: sobre un marco de madera se montan unas castañuelas y se tocan
golpeándolas con las manos o con unas castañuelas de mango sin cazoleta.
Salvo las castañuelas de tabla, todas las clases anteriores tienen una técnica compleja que precisa de
unos movimientos muy concretos y precisos (en el caso de las castañuelas de mango) y una gran
destreza y agilidad en los dedos (en el caso de las castañuelas tradicionales).

Aparecieron en la orquesta con los Nacionalismos; así, encontramos pasajes de gran interés en el
Capricho Español (Rimski-Korsakov), la Alborada del Gracioso (Ravel) o El Sombrero de Tres
Picos (Falla).

El Gong es un instrumento de procedencia oriental consistente en un gran disco metálico


suspendido en un armazón al que se sujeta con cuerdas. Se golpea con una gran maza y aporta un
sonido aún más explosivo que el de los platos, con una gran resonancia. También da un timbre
perfecto para pasajes con carácter oriental.

La Caja china es un pequeño instrumento de madera con una ranura. Produce un sonido muy seco
utilizado sobre todo en acentos. También se pueden tocar en juegos de varios elementos, lo
conocido como temple blocks, consistentes en un set de 5 bloques de madera o material sintético,
cada uno con una altura distinta. Son muy habituales en sets de multipercusión.

Los Cascabeles consisten en una serie de pequeñas esferas metálicas ahuecadas con otra pequeña
bolita de metal en su interior. Se montan en un mango de madera para su ejecución, que puede ser
agitando el instrumento o golpeando el mango por su parte superior.

La Cortina y el Bell Tree son dos instrumentos que se tocan deslizando el dedo o una varilla por
ellos. Se diferencian en que la cortina se compone de varillas metálicas colocadas horizontalmente y
el bell tree en discos cóncavos colocados verticalmente. El efecto que se consigue con ambos
instrumentos es el de un glissando que recuerda a un arpa o una lira.

PERCUSIÓN ÉTNICA

Las Maracas se utilizan frecuentemente en la música latina. Consisten en dos esfera que puede ser
de un material sintético o de la cáscara de algún fruto, dentro de la cual hay semillas. La esfera va
montada en un mango y al agitar las maracas se produce su sonido. Generalmente, una maraca es
más grave (hembra) y otra más aguda (macho).
Las Claves consisten en dos pequeñas barras de madera que se entrechocan entre sí. Se usan en
música latina para marcar un patrón rítmico, denominado, precisamente, clave.

El Güiro es un instrumento que, al igual que las maracas, puede estar hecho en material sintético,
madera, o con la cáscara de un fruto. Presenta una abertura en uno de sus lados y una serie de
surcos, que se raspan con una pequeña varilla de plástico o madera, produciendo un sonido muy
característico. Hay diversos tipos de güiros, pudiendo destacar el güiro de merengue, que está hecho
de metal y la varilla con la que se percute es una especie de peine.

El Cencerro es un instrumento hecho de metal, fundamental para la música latina. Tiene forma de
campana y se puede tocar sujetado con una mano, lo que permite obtener más tonos del instrumento
(agudo abierto, agudo cerrado, grave abierto, grave cerrado) o montado en un soporte como un
elemento más de un set de pailas o en la batería. Se pueden ejecutar redobles utilizando la misma
técnica que en el triángulo.

El Agogo consiste en dos pequeños cencerros, uno más grave y otro más agudo, de forma cónica,
muy utilizados en música latina.

El Shaker es un instrumento formado por una pieza de metal o plástico dentro de la cual se
introducen semillas o cuentas para que al agitarlo se produzca su sonido, de manera similar a las
maracas. Puede ser de varios tamaños y formas, destacando los shakers cilíndricos y alargados y los
shakers en forma de huevo.

El Shekeré es una calabaza a la que se practican en su exterior una serie de surcos y se le pone un
sistema de hilos con cuentas que producen un sonido característico al pasar por los surcos. Se toca
agitándose o golpeándola en su parte inferior.

El Cajón, procedente de Perú, es un instrumento cuyo origen se remonta a los cajones de fruta que
usaban los esclavos negros para hacer música, ya que se les habían prohibido los instrumentos
musicales. El cajón fue introducido en España en los años 70 por el percusionista de Paco de Lucía,
Rubem Dantas, que se quedó impresionado por el cajón peruano tras una gira por Perú. La
diferencia del cajón flamenco es que se le acoplan unos bordones.

El cajón flamenco se toca con las manos, con diversos tipos de golpe, aunque también se puede
tocar con un pedal. Es frecuente acompañar el cajón de platos y otros instrumentos de percusión. Al
igual que ocurre con la percusión árabe, existen una serie de patrones básicos (rumbas, bulerías,
etc.) conocidos como palos flamencos que el percusionista utiliza según la situación.

El Vibraslap es un instrumento de percusión consistente de una pieza de alambre duro (doblado


con forma de manija) que conecta una bola de madera con un bloque de madera que dentro posee
"dientes" de metal. Cuando el percusionista sostiene la manija en una mano y golpea la bola, los
dientes del metal vibran contra el bloque de madera, causando un repiqueteo distintivo.

El Palo de lluvia es una gran caña con cuentas en su interior, que cuando el músico coloca en
posición vertical parece imitar el sonido de la lluvia o una cascada.

La Cabasa está construida con un sistema de bolitas de metal colocadas alrededor de un cilindro de
metal con unos surcos. Al mover las bolitas, producen un sonido "raspante" al entrar en contacto
con el cilindro.

BATERÍA

En la mayoría de los casos, el concepto "batería" y "percusión clásica" se encuentran separados, y


son pocos los percusionistas que verdaderamente dominen este instrumento, más allá de tener unas
nociones básicas. La batería nace a principios del siglo XX, cuando las necesidades económicas
llevaron a reducir el número de músicos en las pequeñas orquestas privadas que había en ese
momento. La invención del pedal de bombo por Willhem F. Ludwig en 1910 facilitó este objetivo y
se consiguió que un mismo músico tocara varios instrumentos de percusión a la vez.

El primer género musical donde participó la batería fue en el Jazz, y ha estado desde ese momento
ligada a este género, formando parte de todas las formaciones de Jazz, desde el trío (batería, bajo y
guitarra/piano) hasta las big bands. En el Jazz la batería lleva un ritmo sincopado y atresillado,
destacando los acentos de la música y normalmente mantiene el contratiempo (tiempos 2 y 4 de
cada compás) con el pie izquierdo. Todos los grandes baterías de jazz, como Gene Krupa, Buddy
Rich, Louie Bellson, Art Bakley, etc. utilizaban el agarre tradicional, y no fue hasta los años 60,
gracias a Ringo Starr, batería de los Beatles, cuando se popularizó el agarre emparejado. La época
del Hard Rock y del Rock Progresivo, con grandes baterías como John Bonham (Led Zeppelin) o
Ian Paice (Deep Purple), trajo consigo baterías con más elementos, hasta la aparición del doble
bombo (en realidad, Louie Bellson en los años 40 ya había experimentado con dos bombos, pero en
este momento se popularizó). Con el desarrollo del Heavy Metal, se extendió el uso del doble
bombo, ya que permitía ejecutar ritmos de gran complejidad que acompañaban a los riffs de la
guitarra y el bajo. Posteriormente, se desarrolló el doble pedal, un mecanismo que consiste en dos
pedales unidos por una cadena, lo que permite tocar con los dos pies en un solo bombo, ahorrando
dinero y espacio (además de la necesidad de afinar por igual ambos bombos). En la actualidad, el
uso del doble pedal se ha extendido y el uso de dos bombos responde en muchos casos más a
razones estéticas que prácticas (de hecho, algunos baterías montan dos bombos pero tocan sólo en
uno de ellos con un doble pedal).

La batería está formada por varios membranófonos: caja, bombo y toms; éstos últimos pueden ser
aéreos (se sostienen con un soporte) o con patas (tom base). En el Jazz, es habitual el uso de un tom
aéreo y un tom base, variando el número de estos elementos en función del estilo musical y los
gustos del músico; es habitual el uso de dos toms aéreos montados sobre el bombo y un tom base,
ya que la mayoría de las baterías vienen equipadas de serie con estos elementos.

También se dota a la batería de una serie de platos, de diversos tipos y sonidos diferentes. El más
característico de la batería es el charles o hi-hat, formado por dos platos (habitualmente de 14
pulgadas de diámetro), uno de los cuales se monta sobre el soporte y el otro se agarra con una pieza
que se ajusta a una varilla accionada con el pedal del soporte. Se puede tocar con el pie utilizando el
pedal o con las baquetas, dando lugar a un sonido cerrado (pisando el pedal) y otro abierto (soltando
el pedal).

El ride es un plato de gran tamaño (normalmente 20 pulgadas) que se toca con la punta de la
baqueta en su cuerpo y su campana. Sirve para llevar el ritmo, sobre todo en el Jazz, donde va
marcando el Swing.

El crash es un plato mediano (normalmente 16 o 18 pulgadas) utilizado para marcar acentos gracias
a su sonido explosivo. Se toca con el cuerpo de la baqueta en el borde del plato, dando un efecto
similar a los platos chocados en la orquesta.

El splash es un plato utilizado para efectos. Es como un crash pequeño (habitualmente de 10


pulgadas) y agudo.

El china es un plato cuyo sonido recuerda a un gong. Es similar al crash en cuanto a tamaño (18
pulgadas normalmente) y su sonido es igualmente explosivo. Su forma es característica, ya que el
borde está doblado, por lo que se suele colocar del revés.
Además de estos elementos, es bastante habitual el uso de cencerros, panderetas, blocks (cajas
chinas) u otros instrumentos de percusión, especialmente en música latina, donde el cencerro tiene
gran importancia. Estos elementos se pueden montar en la "superficie" de la batería, para tocarlos
con las baquetas o en un soporte especial que permite tocarlos con un pedal, dando lugar a patrones
de gran complejidad que requieren de un altísimo grado de coordinación por parte del batería.

El batería toca con baquetas, con la particularidad de que pueden tener la punta de madera o de
nylon (para dar mayor resistencia,, además de ofrecier un sonido más brillante en los platos), y
también existen baquetas especiales llamadas escobillas, utilizadas especialmente en el jazz: están
formadas por un mango de plástico del que salen una serie de alambres metálicos o de plástico, y se
pueden usar golpeando o frotando (lo cual es especialmente efectivo con parches de textura rugosa).
También hay un término medio, que son los rods, unas baquetas formadas por una serie de varillas
de madera atadas, que dan un sonido más suave que las baquetas pero más volumen que las
escobillas.

BIBLIOGRAFÍA
GSCHWENDTNER, H; ULRICH, H. J: Orchester Probespiel: Test pieces for orchestral auditions.
Pauke/Schlagzeug (Timpani/Percussion).

http://www.galeon.com/jerafer

http://es.wikipedia.org

http://davidvaldespercusion.blogspot.com.es

http://issuu.com/tonatiuh_cc/docs/la_marimba_-_max_j.c.
ANEXO FOTOGRÁFICO

Set de 4 timbales.

Kös turcos.
Atabal.

Timbales barrocos.

Tabla india.
Caja.

Sistema de bordones.
Distintos tipos de caja (de izquierda a derecha): militar, de orquesta y piccolo.

Dabul.
Bombo de orquesta (con sistema suspensorio de cuerda)
Bombo de orquesta (con sujección tradicional)
Bombo con trapo (para secar los armónicos del parche) y distintos tipos de mazas.

Tom-toms, con parche resonante (a la izquierda) y sin parche resonante (a la derecha).


Pandereta.

Tambora
Tipos de batá (de izquierda a derecha): Okónkolo, Iyá e Itótele.

Instrumentos de samba: caixa, repinique y surdo (abajo).


Set de taikos.

Daf.
Bendir.

Riq.

Tamburello.
Pandeiro.

Bodhrán.
Ocean drum.

Djembé.
Darbuka.

Patrones rítmicos árabes.


Congas y bongós.
Pailas o timbales con cencerro.

Zambomba.
Xilófono.

Marimba de tesitura estándar (4 octavas y 1/3).


Marimba de 5 octavas.

Distintos tipos de baquetas de marimba.


Vibráfono.

Lira de caja (con soporte).


Campanas tubulares y mazo.
Balafón.

Kalimba.
Hang.

Platos.
Distintos tipos de triángulo.
Distintos tipos de castañuelas: arriba a la izquierda, castañuelas tradicionales; arriba a la
derecha, castañuelas de tabla; abajo a la izquierda, castañuelas con mango sin cazoleta; abajo
a la derecha, castañuelas con mango y cazoleta.
Gong.

Caja china (a la izquierda) y


temple blocks (arriba).
Cascabeles.

Cortina (arriba) y bell tree (derecha).


Maracas (arriba), claves (arriba a la derecha), güiro (a la
derecha), cencerro (abajo) y agogo (abajo a la derecha).
Shaker (arriba), shekeré (a la derecha) y cajón flamenco (abajo).
Vibraslap (arriba) y palo de lluvia (abajo).
Cabasa.

Batería de jazz (con bombo y toms de medidas reducidas y platos de medidas grandes que
ofrecen un tono oscuro).
Batería con dos bombos (uno de ellos accionado por doble pedal, otro por pedal simple), y
diversos tipos de platos: charles, ride, crashes, splashes y chinas.

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