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Irigami Altamirano

Lactancia y ablactación

Los seres humanos, como muchas otras especies de mamíferos, somos alimentados por la
leche del seno materno desde el nacimiento y, variablemente, hasta al terminar el primer o
segundo año de vida. La lactancia materna es así pues, un fenómeno biológico natural
innato a nuestra especie, que tiene muchos beneficios para ambas partes. La leche materna
es, sin duda alguna, el alimento ideal para los bebés, puesto que no sólo posee fantásticas
propiedades inmunológicas y nutricionales para los infantes, que no se encuentran en leches
de fórmula, si no que también está demostrado que la relación entre la madre y el bebé se
vuelve más estrecha y cercana, mejora inmensamente el vínculo afectivo (Morillo, B.,
Montero, L., 2019).

La leche materna se adapta de acuerdo con los requerimientos nutricionales del


bebé, cambia con cada etapa y procura proteger su salud y le estimula de varias maneras, no
sólo en el ámbito físico, si no también mental. Es reconocido en la comunidad científica
que existe una reducción del riesgo de sufrir enfermedades como hipertensión, sobrepeso y
obesidad, diabetes, al igual que cáncer de mama y otros, se reduce en las mujeres de
manera considerable gracias a la lactancia, sobre todo cuando ésta dura más de 12 meses
(González de C. T. y Hernández C. S., 2016).

Una buena alimentación desde el inicio de la vida puede crear bases estructurales
mucho más solidas que tendrá un impacto directo en el desarrollo y crecimiento de los
niños y las niñas, los riesgos a la salud asociados con una mala alimentación infantil pueden
ser disminuidos enormemente si los bebés pudieran ser amamantados, actualmente han
ocurrido ciertos disturbios frente a la lactancia materna, esto, aunado a la adaptación a la
vida urbana de los individuos ha logrado disminuir la cantidad de mujeres que amamantan.
Asimismo el manejo de publicidad que rodea a las leches de fórmula ha logrado sembrar
dudas en los tantos beneficios de la leche materna.
Irigami Altamirano

Y si bien la leche es un alimento más que excepcional para los bebés, llega un punto
en su desarrollo en el que consumir leche materna exclusivamente no será suficiente porque
las necesidades del bebé han crecido exponencialmente, y es en este punto donde puede
comenzar la alimentación complementaria.

La introducción de nuevos alimentos en los infantes o la alimentación


complementaria, en niños, tiene muchas visiones y contrastes de argumentos que no dan un
panorama tan certero como el que se tiene de la leche materna, por ejemplo, la ablactación
y su “correcto” acercamiento puede variar entre regiones, culturas o grupos étnicos,
Usualmente se deja en manos de la sabiduría popular, en la actualidad el departamento de
gastroenterología y nutrición pediátrica del Instituto Nacional de Pediatría, México, realizó
un documento consensuado por la comunidad científica, que a su vez está adaptado a las
tradiciones y patrones de alimentación de México. Ahí se consideran las razones por las
que debe iniciar la introducción de nuevos alimentos a la dieta y régimen nutricional de los
niños.

Los niños y niñas durante su etapa de crecimiento y desarrollo adquieren y desenvuelven un


amplio número de habilidades y nuevos conocimientos, con la misma rapidez en que se
transforman sus necesidades nutricionales siguen creciendo, en el punto en el que la leche
materna ya no es suficiente se inicia con la ablactación, cualquiera que sea la etapa, se debe
perseguir siempre el satisfacer completamente las necesidades alimentarias del niño,
poniendo atención en hacer todo lo posible para que su pleno desarrollo integral sea una
realidad, el proceso de cualquier niño referido a la alimentación, que inicia de su
nacimiento debería ser priorizado y en lo posible combinarlo con una interacción y un
ambiente seguro y sano respecto a la alimentación para asegurar una salud cíclica que
fomente sus buenas relaciones con la comida y los buenos hábitos.
Irigami Altamirano

BIBLIOGRAFÍA

Cuadros C.A., Vichido M. A., Montijo B. E, Zárate M. F, Cadena-L. J, Cervantes B. R. et


al. Actualidades en alimentación complementaria. Acta Pediatr Mex. 2017;38(3):182-201.

González de C. T. y Hernández C. S. (2016). La lactancia materna en México. México:


CONACYT.

Morillo, B., Montero, L. . (Junio 2019). Lactancia materna y relación materno filial en
madres adolescentes. Enfermería Global, 19, 9. 22 de marzo 2021, De Universidad de
Murcia Base de datos.

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