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Reporte de lectura: La ideología de “neutralidad ideoló gica” en las Ciencias Sociales

(Adolfo Sá nchez Vá zquez)


Ficha: Vá zquez, Sá nchez Adolfo (2003) A tiempo y destiempo, México: FCE.
Realizó : José David Tenorio Jiménez
Clase de Teoría Social I
Maestría en Gestió n Sustentable del Agua/COLSAN

El autor revisa un tema que se muestra importante para las Ciencias Sociales al cual
no se le puede sacar la vuelta. Reexamina que en las relaciones objetividad-ideología
ha aparecido desde hace añ os una doctrina llamada “neutralidad ideoló gica”, la cual
lleva se atribuye su génesis a Max Weber y su retome a las Ciencias Naturales quienes
tratan de mostrar sus actividades como libres de la influencia de lo social y solamente
se enfocan en el desarrollo de las actividades intelectuales y del pensamiento.

La tarea de este texto ya viene implícita en su mismo título y es demostrar que esa
anhelada “neutralidad” no se sostiene en só lidas razones, sino que iró nicamente está
motivada por ideologías también. Para lograr su objetivo, el autor redacta catorce
tesis que nos ayudará n a explicitar mejor su punto y averiguar de dó nde proviene la
ideología que promueve la “neutralidad ideoló gica”. De igual manera, a continuació n
realizo una síntesis de sus postulados en una de sus maneras má s rudimentarias, ya
que la misma especificidad de algunos puede provocarnos confusiones.

En las dos primeras tesis el autor explica el cará cter objetivo de las Ciencias Sociales y
có mo dicho cará cter no es muy variable del que muestran las Ciencias Naturales. Y
que el hecho de que las Ciencias Sociales trabajen con casos específicos no significa
que no atiendan a un rigor académico, lo cual tiene la finalidad de situar ambas
disciplinas en un mismo nivel.

Explicada esta divisió n, el autor se propone analizar qué es la ideología, entre sus
definiciones má s destacadas está que la ideología es un conjunto de ideas que
responden a intereses, aspiraciones o ideales de una clase social en un contexto social
dado la cual guía el comportamiento práctico de los hombres acorde con esos intereses.
(pp. 145).

Sá nchez Vá zquez dice que es necesario tener siempre presente a) el contenido teó rico
de la ideología, b) su génesis o raíz social y c) su uso o funció n prá ctica. En este
sentido el autor hace una aclaració n pertinente, es necesario tener claro que la
ideología no es un problema de la objetividad, que la objetividad no se reduce a
elementos teó ricos-cognoscitivos puros. También advierte que si pensamos a todo el
conocimiento como resultado de una ideología caemos en una generalizació n que ya
se ha tratado con anterioridad como “conciencia falsa” desacreditando todo el sistema
de pensamiento que ha diseñ ado las ciencias sociales y en específico las corrientes
marxistas. En este punto es necesario un ejercicio dialéctico para entender las malas
intenciones de algunos autores como el estadounidense Manheim de “enterrar con su
misma pala” al Marxismo, el ejercicio puede resumirse así: Para esclarecer el papel de
la ideología es necesario el papel ineludible de la objetividad y viceversa (pp. 146-
147).

Sus tesis cuatro y cinco tienen la finalidad de reivindicar la importancia de la


objetividad en las ciencias sociales ante los embates de relativizarla diciendo que toda
su construcció n es de cará cter ideoló gica, es en este punto donde el autor da a conocer
ciertos caracteres de las Ciencias Sociales que la hacen ver como una Ciencia má s
“artesanal” por decirlo de una manera, ya que su construcció n de conocimiento
siempre será aproximado, sus métodos de construcció n de datos no son unívocos y
está siempre la relatividad en el sentido de que sus construcciones nunca será n
acabadas ni absolutas, pero eso no quita que su conocimiento sea apropiado,
verdadero y objetivo.

Las tesis seis, siete y ocho tienen la finalidad de explicar que los valores que nos hacen
rechazar la “neutralidad” también son parte de una ideología y que la ideología
también es punto de partida para construir conocimientos objetivos, así como
también la ideología deja su marca en el rumbo de las ciencias sociales. Menciona
algunos ejemplos donde los juicios de valor hacen optar por un tipo de investigació n o
por otra y que es prá cticamente desvincular esas valoraciones del rumbo de las
investigaciones, ya que como menciona Sá nchez Vá zquez “ellos colorean con sus
ingredientes teó ricos y nutren los fines que guían sus acciones” pp.151) también nos
motiva a pensar en los casos donde las guerras que fueron motivadas por ideologías el
trabajo del Científico (no só lo el social) contribuyó a sus objetivos de vencer.

Las tesis nueve, diez y once explican que la transmisió n de conocimientos motivados
por unas u otras ideologías a través del tiempo también son resultado de las
ideologías. Pensemos por ejemplo el caso del conocimiento generado por Heidegger
quien tuvo un gran realce por parte de los nazis alemanes o también la presencia de
profesores rusos en Cuba antes del embargo o las genealogías intelectuales de los
negacionistas al cambio climá tico en los Estados Unidos. Estos ejemplos nos dan
certeza de que las generaciones de conocimiento y sus transmisiones no tienen que
ver con una idea prístina del desarrollo de las ideas y de la intelectualidad.

Las ú ltimas tesis tienen la finalidad de cerrar la pinza: Si bien ya quedó claro que la
“neutralidad ideoló gica” responde a una ideología, es necesario saber ¿Cuá l es esa
ideología?. El autor hace un pequeñ o recuento de su genealogía y motivaciones desde
los métodos positivistas naturalista y objetivistas para terminar deduciendo que
provienen de un posiciones propias del individualismo burgués estrechamente
relacionada con proyectos de ingeniería y tecnología social.

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